Bolero
Bolero
Bolero
El género es identificable por algunos elementos rítmicos y nuevas formas de composición que surgieron
en el quehacer musical en la isla de Cuba durante el siglo XIX. Aunque comparte el nombre con
el bolero español, que es una danza que surgió en siglo XVIII y se ejecuta en compás ternario de 3/4, el
género cubano desarrolló una célula rítmica y melodía diferente, en compás de 4/4.
El bolero típico cubano surgió alrededor de 1840.
El bolero evolucionó de música de cantinas y peñas a música de serenatas y su temática romántica lo
hizo aceptable para todas las clases sociales. Por otro lado, la aparición de nuevas tecnologías como la
radio y las grabaciones provocaron una mayor difusión de este género.
En un primer momento, el bolero desarrolló su lenguaje a partir de los "tríos" de guitarra. En los años 30
aparecieron las orquestas tropicales, luego las orquestas al estilo big band y por último, las
orquestaciones de tipo sinfónico que le aportarían refinamiento al acompañamiento musical del bolero
durante unos treinta años (1935-1965). Cuba y México se convirtieron en la meca para los músicos y
cantantes del bolero.
Para la masificación del bolero fue fundamental el desarrollo de medios de comunicación como la radio,
los programas en vivo en televisión y las películas de cine con sus actores-cantantes así como las
grabaciones en discos, cuya impresión evolucionó de los discos de 78 a los de 45 RPM (revoluciones por
minuto), hasta llegar a los de 33, llamados "larga duración”, LP o long play . Otro factor que incidió en
el auge del bolero fue el relativo aislamiento cultural de América Latina en los años cercanos y
posteriores a la I Guerra Mundial. Esto permitió al bolero cultivarse y desarrollarse sin claras
competencias foráneas que lo amenazaran.
La «era dorada» del bolero es coincidente con el período de las dictaduras militares en los años treinta,
cuarenta y cincuenta. El éxito del bolero sirvió a los intereses de estos regímenes, ya que promovía cierta
alienación romántica en un público al que se quería mantener al margen de las cuestiones políticas.
-Decadencia del bolero:
El bolero se mantuvo como una corriente musical de primer orden durante unos treinta años hasta que su
popularidad comenzó a decaer en la segunda mitad de los años 60. Sufrió, aunque en menor medida, la
misma suerte que otros géneros de música bailable como el mambo o el cha-cha-chá. El público empezó
a interesarse más por otras músicas como la salsa, y posteriormente también por géneros como
el merengue o la bachata.
A finales del siglo XX y durante la primera década del siglo XXI, el bolero vivió un nuevo momento de
gloria, aunque las orquestaciones irían tras el sello y color de la balada. En este «revival» del bolero
forman parte artistas como Alejandro Fernández, Gloria Estefan, Cristian Castro, José Feliciano, Sin
Bandera, Laura Pausini, Edith Márquez, Luis Miguel, Rocío Dúrcal, Mijares, Guadalupe
Pineda y Charlie Zaa, entre otros.
México y Cuba, por su vecindad con la Unión Americana, fueron los primeros países hispanoamericanos
en aceptar y popularizar el nuevo sonido del rock and roll y la balada rock. En 1958 se realizaron las
primeras grabaciones en español con versiones de los éxitos que copaban los listados de popularidad en
Los EE.UU. Sin tener la misma calidad de los originales, lograron su objetivo la aceptación inmediata
del público hispanoamericano. Un año más tarde, Argentina y Brasil entrarían en la onda rockera con
versiones al español y al portugués de los grandes hits del Top Ten americano.
Pero quienes lograron el nexo perfecto entre el bolero, el folclore argentino y la balada fueron Armando
Manzanero, Los Hermanos Rigual, Bobby Capó y Palito Ortega. Ellos le dieron el toque latino al sonido
anglosajón a comienzos del decenio del sesenta, lo que le dio identidad a la balada en español.
El Club del Clan argentino fue el gran semillero de cantantes y compositores del cono sur del continente
con Palito Ortega y Violeta Rivas a la cabeza. De este movimiento musical que se conoció como La
Nueva Ola, catapultó a la popularidad a Raúl Lavie, Lalo France, Rocky Pontoni, Jhonny Tedesco, Los
TNT, entre otros grandes ídolos de los años sesenta.
A Colombia llegaron estas dos corrientes musicales a comienzos del decenio de los sesenta, encontrando
una buena recepción y difusión en la frecuencia pionera de la Nueva Ola, Emisora MIL XX, la que
gracias a su novedosa programación juvenil 100%, se constituyó en el mayor fenómeno de sintonía en
los años sesenta. Fue la escuela de excelentes Disjokeys, Gonzalo Ayala, Jaime Martínez, Julio Nieto
Bernal, entre otros. Mil XX, fue el gran acierto de Carlos Pinzón su director y gestor, quien también
fundó Radio 15.
Quien patrocinó y promovió el rock and roll en Colombia fue el Maestro Carlos Pinzón Moncaleano,
periodista locutor y productor de radio y televisión. Gracias a este mecenas nacieron “Los Danger” y
“Los Dinámicos”, agrupaciones pioneras del Rock nacional. Los dos primeros baladistas nacionales
fueron Guillermo Valderrama “Pipo” y Humberto Plazas.
Después de Carlos Pinzón, llegaría Estudio 15, espacio de Radio 15 desde donde el disjokey, Alfonso
Lizarazo, lanzó a Harold, “Los Ampex”, “Los Flipper”, Lyda Zamora, Álex González, Kenny Pacheco y
el gran ídolo de la nueva ola colombiana, Óscar Golden qepd.
La versión colombiana del Club del Clan, copia del original argentino fue otro semillero de grandes
cantantes y artistas como Jairo Alonso, Hernando “El culebro” Casanova, Gladys Caldas, Dino, Mari
Luz, Vicky, la estrella de este programa gracias a su talento como cantautora, Emilse, la mejor voz
femenina del Club de Clan, Billy Pontoni. Este elenco lo promovió y lanzó el periodista Guillermo
Hinestroza, director y creador de la versión colombiana del Club Clan.
Jaime Arturo Guerra Madrigal fue el mejor productor discográfico y director artístico que ha tenido
Colombia. Director de La estrella de Plata Philips, espacio del que salieron grandes artistas y
compositores, Eduardo Cabas, Claudia Osuna, Silva y Villalba y la voz más bella del sonido romántico
contemporáneo el baladista, Jesús David Quintana.
Con el decenio de los setenta llegó la segunda conquista española a este lado del Atlántico, la musical.
Con la liberación de la dictadura del generalísimo Franco, España le tomó el paso al ritmo vertiginoso
que estaba animando el mundo. Con Raphael, Masiel, Serrat, Marisol, Rocío Durcal, “Los Brincos” y
“Los Bravos”, este país comenzó a tener figuración en los listados del mundo, desplazando a México y
Argentina en la producción de artistas y éxitos.
A mediados del decenio de los setenta, los grandes ídolos del sonido romántico, la Balada en español,
eran españoles, con Raphael, Nino Bravo, Julio Iglesias y Paloma San Basilio a la cabeza, además de
Juan & Junior, Miguel Gallardo, Camilo VI, Juan Pardo, Janeth, entre muchos más.