Circuito Neurobiológico de La Motivación
Circuito Neurobiológico de La Motivación
Circuito Neurobiológico de La Motivación
SEMANA 02
C
omo hemos venido explicando, la memoria es la base
del aprendizaje y sabemos que “sin atención no hay
memoria”, entonces:
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seguirá su camino hasta llegar al núcleo accumbens, en donde se producirá la
liberación del neurotransmisor conocido como dopamina.
La dopamina es la responsable
de crear esa tensión que se
siente antes de un
acontecimiento importante o de
conseguir una recompensa, es
la tensión que mueve a la
acción desde las áreas motoras,
provocando con ello la
liberación de adrenalina y
noradrenalina,
neurotransmisores que actúan
como “combustible” y permiten al cerebro mantener una atención sostenida una
vez la información ha llegado a los lóbulos prefrontales, en donde será
analizada racionalmente y nos permitirán mantener la acción hasta la
consecución de la recompensa buscada.
Deseo → Dopamina
Acción →
Adrenalina
Satisfacción →
Serotonina
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fundamental para mantener el foco de atención sostenido en el tiempo, es decir, es un
excelente potenciador de la atención y la memoria al colaborar en la fijación de los
conocimientos en la memoria a largo plazo, y por lo tanto desarrolla un papel
preponderante en el aprendizaje.
https://www.youtube.com/watch?v=x6i081DWTb4|
Pekrun (1992) ha estudiado los efectos que las emociones positivas y negativas tienen
sobre la motivación intrínseca y extrínseca frente a las tareas escolares, y mantiene que
las emociones tienen una alta influencia en la motivación académica y en las
estrategias cognitivas como la adquisición, almacenamiento o recuperación de la
información del estudiante, y por tanto en el aprendizaje y el rendimiento escolar.
Según el autor, la motivación intrínseca es aquella que procede del propio sujeto, que
está bajo su control y puede autorreforzarse, y cuando se disfruta ejecutando una tarea
se induce una motivación intrínseca positiva; es más, incluso aquellas emociones
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positivas que no están directamente relacionadas con el contenido de la tarea pero que
proporcionan satisfacción pueden ejercer también una influencia positiva en la
motivación intrínseca.
Las emociones retrospectivas como son la alegría por los resultados, la decepción,
el orgullo, la tristeza, la vergüenza o la ira, actúan fundamentalmente como
reacciones retrospectivas a la tarea y a sus resultados, es decir, tienen una función
evaluativa, de modo que experiencias agradables que se asocian a resultados
positivos, como una buena nota, la alabanza de los padres, etc., y el hecho de
sentirse orgulloso por ello, conduce a un incremento de la apreciación subjetiva de
alcanzar ese tipo de resultados, mientras que experimentar decepción o vergüenza
conduce a alcanzar resultados negativos. Por tanto, las emociones evaluativas
pueden servir de base para desarrollar la motivación extrínseca en la ejecución de
tareas académica.
En cuanto a las emociones negativas pueden repercutir básicamente de dos formas: por
un lado, emociones negativas como la ansiedad, la ira, la tristeza, etc., pueden provocar
una reducción del disfrute en la tarea, incidiendo con ello en la reducción de la
motivación intrínseca, o bien generar una motivación intrínseca de “conducta de
evitación” conducente a la no ejecución de la tarea. Por otro lado, las emociones
negativas pueden provocar también una motivación extrínseca negativa con conducta de
evitación porque está vinculada con experiencias pasadas negativas. Entre estas
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emociones negativas que llevan a la no ejecución o evitación está el “aburrimiento”, que
se presume produce motivación negativa por evitación para realizar la tarea, es decir,
podría conducir a escapar cognitivamente de la tarea o podría motivar a buscar otra tarea
o alternativa que recompense más, reduciendo la motivación intrínseca y llegar incluso al
decaimiento de la motivación total hacia la tarea aun cuando la motivación extrínseca sea
elevada.
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En lo que al impacto de las emociones en el aprendizaje y el rendimiento se refiere,
en general, podemos mantener que las emociones positivas producen efectos
positivos que repercuten favorablemente en el aprendizaje, mientras que las
emociones negativas pueden producir tanto efectos negativos como positivos, y el
resultado final dependerá de la intensidad de cada uno de esos efectos.
En términos generales
podemos afirmar que
mientras los efectos de
las emociones positivas
pueden ser beneficiosos
en la mayoría de los
casos, el impacto de las
emociones negativas
como insatisfacción o
ansiedad pueden ocasionar efectos ambivalentes. Polaino (1993) afirmaba que una
ansiedad moderada en las matemáticas no solo disminuye el rendimiento, sino que
puede facilitarlo. Por el contrario, un nivel muy alto de ansiedad inhibe
notablemente el rendimiento, ya que aparece como un factor disruptivo de los
procesos motivacionales y cognitivos que son los que intervienen directamente
sobre las habilidades y destrezas necesarias para la solución de problemas (García
Bacete y Domenech Betoret..
Bibliografía
Carrillo, M., Padilla, J., Rosero, T., & Villagómez, M. S. (2009). La motivación y el
aprendizaje. Alteridad, 4(1), 20-33.
Michel, G. (1994). Aprender a aprender (No. 374.1 M58239a Ej. 1). Trillas.
Scolartic. (2018). Mooc Neurodidáctica: La motivación. Telefónica.