Competencias Gerenciales
Competencias Gerenciales
Competencias Gerenciales
Gerencial
Por: MSc Víctor Diligenti
INTRODUCCIÓN
El ser humano es eminentemente social e interactivo, no vive aislado sino en convivencia y en relación constante
con otros semejantes, con los que, debido a sus limitaciones individuales, se ve obligado a cooperar unos con
otros, formando organizaciones para lograr ciertos objetivos que la acción individual aislada no podría alcanzar
(Chiavenato, 2007) (p.6)
Las sociedades dependen de las organizaciones las cuales a su vez requieren de la acción eficiente y eficaz de las
personas llamadas a guiarles, es decir los gerentes. En este sentido, las organizaciones necesitan de gerentes
capaces de asumir de forma competente los procesos gerenciales (planificación, organización, dirección,
suministro de personal, control) y que a su vez posean destrezas y habilidades que posibiliten a su equipo
participar en un ambiente favorable en el que fluya la comunicación, se potencie el liderazgo generándose a su vez
motivación y satisfacción que incrementen el compromiso de los miembros de la organización a la consecución de
los objetivos establecidos.
Tales requerimientos cobran más vigencia en la sociedad de la información donde el contexto de las
organizaciones se caracteriza por ser complejo, competitivo y cambiante lo cual impone considerables desafíos
como lo son la necesidad de adquirir y desarrollar competencias que permitan a los gerentes y las organizaciones
sobrevivir es tales escenarios y generar ventajas competitivas que garanticen la eficiencia y eficacia organizacional
De acuerdo a Bonache y Cabrera (2002), los gerentes son determinantes en las organizaciones y el manejo de las
competencias por parte de estos contribuiría al cumplimiento de las funciones de la organización; dotando a esta,
del personal más competente, puesto que los recursos humanos son particularmente importantes en entornos
dinámicos, y es aquí donde los empleados si son adecuadamente gestionados, facilitan la adaptación y renovación
continua de la organización para ajustarla a las demandas del mercado.(p.12).
Las competencias son características fundamentales del hombre que van desde aspectos centrales y profundos
del individuo, hasta aspectos observables y modificables con cierta facilidad e indican formas de comportamiento o
de pensar, que generalizan diferentes situaciones y duran por un largo período de tiempo.
Una competencia tiene tres componentes: el saber hacer (conocimientos), el querer hacer (factores emocionales y
motivacionales) y el poder hacer (factores situacionales y de estructura de la organización).
Según Crosby (1991) un gerente debe ser: (a) un estudiante perpetuo: el flujo constante de información y las ideas
cambiantes obligan al gerente a estudiar sin cesar, estando constantemente en busca de información (b) ético: el
mejor atributo de un líder consiste en mostrar una conducta ética en cualquier circunstancia, quienes así se
comportan gozan de la confianza y el respeto de los demás, (c) siempre disponible: las personas sujetas a la
influencia o al control de un gerente necesitan sentir que pueden acudir a él en el momento preciso; (d) decidido:
los subordinados establecen su propio nivel de decisión siguiendo el ejemplo del líder; (e) enérgico: la energía es
palpable en los individuos serios, esto funciona como un generador de confianza en los demás; (f) fiable: un
comportamiento estable es la base de la fiabilidad. Nada provoca la ineficiencia de una organización que el tener
que estar adivinando aquello que puede agradar o no al jefe; (g) sensato: al convertirse en gerentes hay quienes
sienten que el poder les autoriza a dejar de tratar con la realidad, llevan a cabo acciones aparentemente
fundamentadas, pero que, en realidad pueden deteriorar la organización; (h) modesto: resulta muy fácil llegar a la
conclusión de que son el principio y el final de todo lo que acontece. Pueden desarrollarla idea de que ellos deben
pensar en todo y de que no se les aprecia como es debido; (i) apasionado: centrado en el trabajo es otra forma de
decir apasionado en el mejor sentido y; (j) agradable: saben que no tienen que ser groseros para que los demás
reconozcan su preeminencia.
Por su parte Hellriegel y Slocum jr. (2004) proponen un criterio para las competencias gerenciales en la que
destacan un conjunto de habilidades globales claves que estos autores denominan manejo. Estos manejos se
muestran y explican a continuación
Competencia del manejo propio: se refiere a la habilidad global de evaluar sus propias fortalezas y debilidades,
establecer y buscar metas profesionales y personales, equilibrar el trabajo y la vida personal, y participar en el
nuevo aprendizaje, lo que incluye destrezas, conductas y actitudes nuevas o modificadas. Esta competencia
engloba aptitudes claves para que el gerente entienda su personalidad, así como la de otros, al tiempo que pueda
percibir, apreciar e interpretar de manera correcta a sí mismo, a sus pares y al ambiente para actuar sobre sus
emociones y motivaciones relacionadas con el trabajo con el fin de determinar sus propias metas de desarrollo
asumiendo la responsabilidad de su manejo propio.
Competencia del manejo de la comunicación: incluye la habilidad global de usar todos los modos de transmitir,
comprender, y recibir ideas, pensamientos y sentimientos en forma verbal, de escucha, no verbal, escrita,
electrónica y otras semejantes para transferir e intercambiar información y emociones a otros en tal forma que la
reciban como es la intención, así como retroalimentar de manera constructiva a otros individuos. Igualmente
destaca el participar en la escucha activa y el uso e interpretación eficaz de la comunicación verbal, no verbal, la
escrita y a través de una diversidad de recursos electrónicos.
Competencia del manejo de la diversidad: se refiere a la habilidad global para apreciar las características
distintivas de los individuos y de los grupos, adoptar tales características como fuentes potenciales de fortaleza
organizacional, y apreciar la peculiaridad de cada individuo. Esta competencia se refiere también a la habilidad de
ayudar a la gente a trabajar junta, creando un ambiente de inclusión con individuos que poseen características,
experiencias, perspectivas y antecedentes distintos de los propios pudiendo aprender de tales diferencias mediante
la adopción y desarrollo de tendencias como la apertura intelectual.
Competencia del manejo de la ética: ésta competencia está relacionada a la habilidad global de incorporar
valores y principios que distinguen lo correcto de lo incorrecto en la toma de decisiones y en la elección de
conductas. Igualmente se refiere a la aplicación las disposiciones y regulaciones gubernamentales, así como las
reglas de conductas de la organización al tiempo de demostrar dignidad y respeto para otros en las relaciones de
trabajo, la comunicación, el manejo del conflicto interpersonal, negociación y emprender acciones en contra de
prácticas discriminatorias
Competencia del manejo transcultural: implica la habilidad global de reconocer y adoptar similitudes y
diferencias entre naciones y culturas, y luego enfocar temas organizacionales y estratégicos con mentalidad abierta
y curiosa. En este sentido, el gerente, debe entender, apreciar y usar las características que hacen peculiar una
cultura determinada, y reconocer las que probablemente influyan en la conducta de una persona para reconocer y
entender la forma en que los valores como el individualismo y el colectivismo afectan las decisiones de individuos y
grupos. Otro aspecto resaltante de esta competencia es el entender y motivar a los miembros de la organización
con diferentes actitudes así como atender los aspectos administrativos mediante una mentalidad global, es decir
pensar globalmente y actuar localmente.
Competencia del cambio: se refiere a la habilidad global de reconocer e implantar las adaptaciones necesarias o
transformaciones totalmente nuevas en la gente, tareas, estrategias, estructuras o tecnologías en el área de
responsabilidad de una persona. Esta competencia implica aplicar las seis competencias descritas anteriormente
en el diagnóstico, desarrollo, y puesta en práctica de los cambios requeridos mediante la aplicación del liderazgo
en el proceso de cambio planeado con la intención de determinar la presión y resistencia al cambio que pudiere
observarse en situaciones específicas para así aplicar modelos de sistemas para buscar, compartir e introducir el
cambio organizacional, mejoras constantes y creatividad.
Competencias de manejo de equipos: esta competencia implica la habilidad global de desarrollar, apoyar,
facilitar y dirigir equipos para el logro de las metas organizacionales. Para ello, deberá determinar las
circunstancias en que es apropiado un enfoque de equipo y, cuando así se define, el tipo de equipo que deba
usarse al igual que participar en el proceso de establecer metas claras de desempeño para el equipo y participar o
proporcionar el liderazgo, asignar las responsabilidades, establecer sentido de rendición mutua de cuentas.
Igualmente implica aplicar métodos y tecnologías para la adecuada toma de decisiones y manejo de conflictos en
el equipo.
CONCLUSIONES
En la actualidad toda organización requiere de gerentes con competencias que le permita ser eficiente de modo
individual para así alcanzar la eficiencia gerencial requerida para el logro de los objetivos organizacionales. Tales
requerimientos adquieren mayor relevancia en la sociedad de la información en virtud de los acelerados cambios
que en su seno se gestan. No es una exageración afirmar que un gerente que no adquiera las competencias
requeridas está destinado a conocer la suerte de los dinosaurios: la extinción.
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
Alles, M. (2009). 5 Pasos Para Transformar una Oficina de Personal en un Área de Recursos
Humanos. Argentina: Ediciones Granica S.A.
Bonache, J. y Cabrera, A. (2002). Dirección Estratégica de Personas.España: Financial Times Prentice Hall.
A través de un método propio que emplea técnicas dinámicas y actividades grupales, el curso Dale Carnegie®:
Liderazgo, Comunicación Eficaz y Relaciones Interpersonales le ayuda a desarrollar su potencial de acuerdo a la
demanda de un mundo en constante cambio. Usted fortalecerá su capacidad de relacionarse con las personas,
aprenderá a manejar el estrés y a adaptarse con mayor facilidad a los cambios en su ambiente personal y laboral.
Se convertirá en un comunicador persuasivo, y en un líder creativo que sabe resolver situaciones. Y desarrollará
una actitud proactiva que le permitirá enfrentar los desafíos con confianza y entusiasmo.
Para ayudar a las organizaciones de todo el mundo a capitalizar los beneficios de este entrenamiento, Dale
Carnegie Training® ha identificado las cualidades clave que distinguen a los realizadores, incorporándolas al
proceso de entrenamiento: una metodología que entrena a los participantes a través de un ciclo crecimiento
continuo:
CAMBIO DE ACTITUD
La primera fase trabaja en el aprendizaje e inspira a los individuos a concebir la Visión de lo que podrían llegar a
ser.
CONOCIMIENTOS
La segunda fase proporciona conocimientos, herramientas, métodos y estrategias.
DESARROLLO DE HABILIDADES
La última fase refuerza las nuevas habilidades para alcanzar su visión.
El entrenamiento pone el énfasis en los principios del éxito y le enseña a ponerlos en acción. Al final del
entrenamiento usted tendrá una sólida base sobre la cual construir su crecimiento personal y profesional a lo
largo de toda su vida.
OBJETIVOS
Reconocer su potencial para obtener metas.
Crear una Visión personal.
Usar las cinco "propulsoras" para el éxito.
Aplicar una Técnica de memorización probada y aprobada.
Identificar los "momentos determinantes personales".
Descubrir cómo los hechos pasados dan forma a su comportamiento actual.
Ampliar la "zona cómoda".
Recordar las realizaciones logradas y concentrarse en sus fortalezas.
Identificar los patrones del éxito.
Generar y contagiar entusiasmo.
Usar una arenga de ánimo para despertar el interés y superar desafíos.
Comunicar clara y concisamente.
Expresar sus pensamientos con convicción.
Reducir la "conciencia de sí mismo" y el temor.
Crear un ambiente de "ganar-ganar".
Ser amistoso y sincero.
Aplique los nueve principios de relaciones humanas.
Ver fortalezas en los demás.
Dar un "feedback" positivo.
Sobreponerse a la vergüenza.
Estar abierto al riesgo, al cambio y a la oportunidad.
Organizar sus pensamientos mediante un proceso seguro.
Usar evidencia para apoyar sus ideas.
Estar abierto al riesgo, al cambio y la oportunidad.
Encontrar puntos en común e inspirar a los demás a tomar acciones.
Fijar metas mensurables.
Descubrir logros significativos.
Esforzarse para lograr un desarrollo continuo.
Reconocer su potencial.
Crear una visión personal/profesional.
Ampliar su "zona cómoda".
Generar más y mejores ideas.
Comunicarse con mayor claridad y convicción.
Crear un ambiente "Ganar-Ganar".
Generar y contagiar entusiasmo.
Reducir la "conciencia de sí mismo" y el temor.
Estar abierto al riesgo, al cambio y a la oportunidad.
Inspirar a otros a tomar acción.
Repetir patrones de éxito.
LIBROS:
“Cómo Ganar Amigos e Influir sobre las Personas”
“Cómo Suprimir las Preocupaciones y Disfrutar de la Vida”
“El Camino fácil y rápido para hablar eficazmente”
La importancia de las competencias intrapersonales e interpersonales en la gerencia
eficaz del siglo XXI
Para exigir respeto como líder o gerente, debe empezarse por el respeto a si mismo y reconocer aquello que nos
hace particularmente valioso, es decir: Quererse y sentir que se es digno de amor. Precisamente la dignidad
emocional es el reconocimiento de todas aquellas emociones positivas que nos motivan a buscar lo mejor en
nuestras actuaciones. Así como nos sentimos amados e importantes cuando alguien nos defiende y nos cuida, de
igual manera la autoestima se incrementa, cuando nos resistimos a ser manipulados, utilizados o explotados.
Si se acepta pasivamente la injusticia, la descalificación o la ofensa dentro del campo laboral, se esta admitiendo
en los hechos y en la falta de empatia hacia el otro, que también se merece ser tratado indebidamente.
Con esto se puede decir que con el aprendizaje y el desarrollo de las habilidades intrapersonales e
interpersonales, se esta fortaleciendo la dignidad humana, la cual necesita de cuatro condiciones:
No ser un instrumento para otros fines distintos a los propios. Esto estaría relacionado con lo que Kant denominó
el imperativo categórico o moral: “En todas sus acciones, no solo las dirigidas a si mismo, sino las dirigidas a los
demás seres racionales, el hombre debe considerarse siempre al mismo tiempo como un fin”.
Ser autónomo en las propias decisiones y por lo tanto responsable de sus consecuencias.
Ser tratado de acuerdo con sus meritos y no con circunstancias aleatorias como raza, etnia, clase social o
preferencia sexual, es decir, no ser discriminado por esas razones.
La asertividad, además de proteger el amor propio, permite conjuntamente con la inteligencia emocional modular
la violencia interior, dando lo que los budistas llaman “ la resistencia paciente”, lo cual no es pasividad sino una
estrategia para que los pensamientos y emociones negativas no se apoderen de la mente y alteren el
comportamiento.
Las personas emocionalmente inhibidas y no asertivas, como por ejemplo la que utilizan un estilo represivo de
afrontamiento (“No quiero sufrir más”) o un patrón alexìtimico (“No entiendo las emociones”), son incapaces de
relacionarse con el mundo afectivo exterior e interior. Sin inteligencia emocional y sin asertividad, no se puede
disfrutar de la vida, ni comprenderla y mucho menos desarrollar una posición gerencial de manera eficaz.
A diferencia del coeficiente intelectual, que en gran parte es genético, las habilidades intrapersonales e
interpersonales pueden ser aprendidas. Desarrollar estas habilidades supone práctica y compromiso por parte de
las organizaciones del siglo xxI. Son habilidades que no se desarrollan durante un fin de semana o un seminario, se
requiere de una práctica diligente en el trabajo por varios meses. Si las personas no ven el valor del cambio en sus
actuaciones con los demás y en el fortalecimiento de su autoestima, no harán el esfuerzo.
Este entrenamiento toma meses, ya que no solo a nivel neurológico esta involucrado el neocortex, sino que
también entran en juego los centros emocionales del cerebro. El neocortex el cerebro pensante que aprende
habilidades y técnicas puramente cognitivas, obtiene conocimiento muy rápido, pero no así el cerebro emocional.
Para dominar un nuevo comportamiento, los centros emocionales requieren repetición y práctica. Entonces
mejorar la inteligencia emocional, la asertividad y la autoestima es semejante a cambiar hábitos no operativos. Los
circuitos emocionales que transportan los hábitos del liderazgo tienen que olvidar los antiguos y remplazarlos con
los nuevos. Mientras más se repita una secuencia conductual, más fuertes se tornan los circuitos cerebrales
subyacentes.
COMPETENCIAS ORGANIZACIONALES
Confianza (financieras).
Es muy común que las entidades piensen y estén interesados en poder contar con varias competencias
Organizacionales, lo cual no tiene nada de malo, pero no poder desarrrollarlas al tiempo, nada tiene de bueno.
En la práctica, sugiero que se priorice y en consecuencia defina la de mayor impacto y para ser desarrollada
primero. Sí, sólo una. Cuando esté presente en el desempeño diario de cada uno de los funcionarios, se pasa a la
siguiente.
Ejemplo:
Área de Mercadeo: creatividad, innovación, habilidades de comunicación (escucha activa, saber preguntar;
redacción comercial y publicitaria), destrezas comerciales (presentaciones en lanzamientos), actitud de servicio
(que bien puede ser la competencia organizacional), relacionamiento o relaciones interpersonales asertivas, …;
Área Financiera: Habilidad numérica, capacidad de análisis, pensamiento analítico (directivos), toma de
decisiones…. por dar sólo un par de ejemplos.
Conclusiones:
Para convertir la nómina en inversión y no en gasto, le invitamos a enfocar la gestión de desarrollo humano hacia
el estímulo, refuerzo y actualización de competencias, a nivel organizacional, técnico y específico.
A ello se dedica la gestión por competencias. Un equipo competente es competitivo y así convierte en un activo
sus competencias.