El Existencialismo Es Un Humanismo
El Existencialismo Es Un Humanismo
El Existencialismo Es Un Humanismo
Obra
Sartre continúa esclareciendo qué significa que la existencia preceda a la esencia. Esta
consigna afirma al hombre como ser libre y como proyecto que se realiza y afirma en su
experiencia.
A continuación, aclara algunos términos claves del existencialismo que a la luz de esta
filosofía adquieren nuevos significados, como la angustia, la mala fe, la desesperación. La
conferencia finaliza explicando uno de los aspectos críticos de su filosofía, y, quizás, el más
explorado en sus obras de teatro: la comprensión de sí mismo en relación con los otros.
Este análisis tiene como centro la libertad individual en relación con la libertad de los otros.
Según Sartre, el existencialismo tiene como base dos cuestiones fundamentales:
"La existencia precede a la esencia" es el principio que tienen en común todas las formas de
existencialismo. Descarta de plano la preexistencia de una naturaleza o esencia humana que
pueda determinar de cualquier manera al hombre. Se descree la idea de algún Dios creador,
demiurgo o artesano que haya creado al hombre y, por tanto, una naturaleza o esencia
humana. En palabras de Sartre, un Dios que cuando crea sabe con precisión lo que crea.
No hay un orden superior que lo determine, coarte o ate de ninguna manera. El hombre
debe asumir responsabilidad de su propia conciencia, escoger sus valores y tomar sus
propias decisiones. El existencialismo busca:
(...) poner a todo hombre en posesión de lo que es, y asentar sobre él la responsabilidad
total de su existencia (Sartre).
Pero esto implica también que el hombre toma sus decisiones de manera responsable
respecto a toda la humanidad.
Por ello, Sartre invita a tomar decisiones ejemplares: elijo qué tipo de persona quiero ser, y,
al hacerlo, debo elegir de manera responsable respecto al resto de la humanidad.
De manera muy práctica, Sartre invita a preguntarnos ¿qué pasaría si todos hicieran lo
mismo que yo? Por lo tanto:
(...) no hay ninguno de nuestros actos que, al crear al hombre que queremos ser, no cree al
mismo tiempo una imagen del hombre tal como consideramos que debe ser (Sartre).
Se puede elegir luchar contra los poderes establecidos, salir de la propia condición,
romper la tradición, y tomar "tentativas no basadas en la experiencia".
Soy yo mismo quien decide cómo interpretar los signos del mundo y cuál es su
sentido.
Debo considerar mis posibilidades, sólo si están dentro de mi campo de acción: si
me permiten tomar alguna acción y por lo tanto el rumbo de mi destino. De lo contrario,
debo desinteresarme porque no puedo pretender que el mundo se adapte a mi voluntad.
El hombre es la realidad de las acciones realizadas en su proyecto de vida. No sus
sueños, esperanzas, afectos, contradicciones. En realidad, debe ser juzgado en concordancia
con las acciones tomadas en su vida.