Enrique Dussel - El Encubrimiento Del Otro
Enrique Dussel - El Encubrimiento Del Otro
Enrique Dussel - El Encubrimiento Del Otro
DEL OTRO
Enrique Dussel
EL ENCUBRIMIENTO DEL OTRO
Hacl¡ el origen del mito de la modernidad
Ewique Dwsel
@ Enrique Dussel
la Edición: Editorial Nueva Utopía. Madrid 1993
2a Edición: Ediorial Cambio XXI. México 1994
3a Edición: Edicior¡es ABYA-YALA
Av. 12 de Octubre 14-30 y Wilson
Telf.: 5ó2-ó33
Casilla 17-12-719
Fax: 593-2-506-255
Quio- ECUADOR :
rsBN 9978-04-049-8
Págs.
Seeuruo¡ Prnre
Transición: la revolución copernicana de la clave herme-
néutica... .. 81
Conferencia 5
Crítica del"mito de la modernidad". 85
Conferencia 6
Amerindia en una visión no-eurocéntrica de la Historia
Mundial... 101
Tencena P¡nre
De la <invasión" al
"des-cubrimiento> del otro. 131
Conferencia 7
De la (parusía" de los dioses a la "invasión"... 135
Conferencia I
De la "resistencia" al "fin del mundo,, y el
"sexto so|,....... 161
Epuoco
Los rostros múltiples del pueblo uno y e! <sexto so|"....... 181
Apéndice 1
Diversos sentidos de las palabras "Europa", "Occidente",
"modern¡dad", "capitalismo tardío
Apéndice 2
Dos paradigmas de modernidad 20g
6
tiempo de crecimiento intrauterino. La Modernidad se originó en
las ciudades europeas medievales, libres, centros de enorme crea-
tividad. Pero "naciÓ" cuando Europa pudo confrontarse coñ '€l
Otro" que Europa y controlarlo, vencerlo, violentarlo; cuando
pudo definirse como uñ <ego' descubridor, conquistador, coloni-
zador de la Alteridad constitutiva de la misma Modernidad. De
todas maneras, ese Otro no fue "descubierto" como Otro, sino
que fue "en-cubierto' como "lo Mismo" que Europa ya erc desde
siempre. De manera que el 1492será el momento del"nacimiento"
de la Modernidad como concepto, el "or¡gen" de un "mito" de
violencia sacrificial muy particular, y, al mismo tiempo' un proceso
de "en-cubrimiento" de lo no europeo.
Por dictar estas conferencias en Franklurt, queremos referirnos
a algunos de los grandes pensadores de esta ciudad; desde Hegel
su juvenil etapa de Frankfurt-, hasta la así llamada
-que tiene
."Escuela de Frankfurt" que lleva su nombre2. En estas conferencias
se trataría de introducir, desde una reflexión sobre un hecho
histórico, un discurso que deberá desarrollarse en elfuturo, como
diálogo entre las diversas culturas, (mundos de la vida (Lebens-
welten),,, que para algunos como para Montaigne o Richard Rorty
son incomunicables, inconmensurables. La tarea, digo, deberá
2 D¡cho sea de paso, fue un iudío argentino origen entonces-
que pudieron
-de mi paíslosdegastos económicos
el que dio el fondo ¡nicial con el sufragarse
del Instituto que fundó Horkheimer, entre otros. Es decir, el valor obietivado ctel
gaucho y peón de campo argentino en las carnes de vacuno y en €l trigo de las
Pampas, se transfir¡ó a Alemania y dio origen a tan prestigiosa Escuela. Es en
nombre de esos sem¡-indios, esos pobres, esos vaqueros de mi tierra, que dieron
sus vidas, que se ob¡etivÓ en las mercancías de los hacendados y terratenientes
(como la familia fundadora del tnstituto, que comerciaba con el lmperio inglés), es
en nombre de ellos y como pidiendo cuenta de cuál fue el uso que se dio al fruto
de sus vidas, que me atrevo a dar estas conlerencias ahora y aquÍ' Además'
también a aquellas tierras, a Buenos Aires en 1870, un pobre carp¡ntero (Tischler),
sociatista y luterano de Schweinturt an Main (a pocos kilómetros de aquí), llegaba
pidiendo trabajo, seguridad y paz: se llamaba Johannes Kaspar Dussel. Fue
recibido sin trabas, se le dieron todas las oportunidades, e hizo familia y mur¡ó en
aquellas tierras; era mi bisabuelo. Mientras que cuando llegan a estas t¡erras
alemanas, hoy, tantos extranjeros... se los repudia, expulsa, se los trata... ¡como
turcos! ¡Se ha olvidado este país de la hospitalidad que se brindÓ a sus poDres en
el siglo XIX en otras tierras!
'f0
rematar en una descripción que se sitúa en un plano hermenéutico
propiamente dicho, para desarrollar una "teoría" o "filosofía del
Diálogo" parte de una "Filosofía de la Liberación" del
-como
oprimido, del incomunicado, del excluido, del Otro-, sobre las
condiciones de posibilidad histórica hermenéutica de la "comuni-
cación" intercultural. La "Filosofía de la Liberación,, que parte
desde la Alteridad, desde el"compelido"3 o el"excluido" (la cultura
dominada y explotada), de lo concreto-histórico, trata de mostrar
esas condiciones de posibilidad del dialogar, desde la afirmación
de la Alteridad, y, al mismo tiempo, desde la negatividad, desde
su imposibilidad empírica concreta, al menos como punto de
partida, de que "el-Otro-excluido" y
"dominado" pueda efectiva-
mente intervenir, no digo en una €rgumentación", ni siquiera en
una (conversaciÓn" propone Rorty, porque él mismo, que
-como
niega la posibilidad de un diálogo propiamente racional (que es lo
que intentamos), no toma en serio tampoco la situación asimétrica
del excluido. del Otroo.
Quiero dejar constancia que escribo estas Palabras preliminares
aquí en Sevilla, al comenzar la redacción de estas conferencias.
Esta, que fue tierra de moros, de musulmanes hasta aquel trágico
enero de 1492 en que los Reyes Católicos ocuparon la refinada
Granada, entregada por Boabdil, el último sultán que pisó tierra
europea, como término finalde la Edad Media. En el campamento
de los bárbaros cristianos (si se los compara con la sutileza,
educación, modales de la sociedad del antiguo kalifato de Córdoba)
caminaba apresurado (vendiendo" su idea a los Reyes (¿qué otra
cosa son las Capitulaclones de Santa Fe?l un atrevido navegante
del Mediterráneo de ser el último navegante de un Medi-
-habría
terráneo occidental y periférico del mundo musulmán- que in-
tentaba lanzarse hacia la lndia por el Mar Océano, sólo un mar
secundario hasta ese momento, llamado Atlántico. Así como los
3 Véase el sentido de
"compellere, en la disputa de 15S0 en Valladolid, Confe-
rencia 5, 1.
4 Su punto de partida es el
"we liberal AmericansD, pero no un "nosotros los
aztecas ante cortés', o (Dosotros los latiftoarfierica*os ante un norteamericano en
1992". En ese caso ni la conversacnin es posible.
11
cristianos ocuparon Mátaga (ayer di una conferencia en este
puerto y pensaba en todo esto) cortando a cuchillo las cabezas de
los andaluces musulmanes en 1487, asítambién acontecerá a los
"indios", habitantes y víctimas del nuevo continente "descubierto"u.
Alianza y tratos nunca cumplidos, eliminación de las élites de los
pueblos ocupados, torturas sin fin, exigencia de traicionar su
religión y cultura bajo pena de muerte o expulsión, ocupación de
tierras, repartimiento de los habitantes en manos de los capitanes
cristianos de la "Reconquista". El "método" violento se experimentÓ
durante siglos aquí, en Andalucía. La violencia victimaria y sacri-
ficial pretendidamente inocente inició su largo camino destruc-
tivo.
Junto al Guadalquivir, en Sevilla, a la sombra de la Torre del
Oro nos recuerda el Siglo de "Oro", la Costa "de las Perlas",
-que
la Costa del"Oro" (Panamá), la Costa "Rica", el Puerto "Rico", la
6-, torre por la que
"Argentina,, (de argentum, plata) "mucha de la
plata que acá se saca y va a esos Reynos IEuropa], se beneficia
con la sangre de los indios y va envuelta en sus cueros"T; torre por
la que la riqueza indiana pasó hacia Flandes y después a lnglaterra,
def Africa a la India y ala China; torre... donde un nuevo "dios'
comenzó a ser idolátricamente adorado..., exigiendo víctimas a su
violencia, y las sigue exigiendo en 1992.
Qué habremos de recordar el 12 de octubre de 1992, y en lo
sucesivo, es el tema de estas conferencias. ¿Cuál debería ser
nuestra opción racional y ética ante un hecho gue marca un hito
en la Historia mundial ciertamente, pero banalizado por la propa-
ganda, por las disputas superficiales o los intereses políticos,
eclesiales o financieros?
Desearía por último agradecer a la Johann Wolfgang Goethe
Universitát de Frankfurt (Alemania) por haberme invitado a dictar
12
estas ocho conferenc¡as de octubre a diciembre de 1992s, también
a la universidad de Vanderbilt (Nashvilte, usA), donde enseñé el
semestre de otoño de 1991, y de manera muy especial al Depar-
tamento de Filosofía de la UAM/lztapalapa y al sistema Nacional
de Investigaciones (México), que me han permitido poder ocu-
parme del tema.
o---------------
Enrique Dussel
13
PRIMERA PARTE
17
comodominadobajoelcontroldelconquistador'deldominiodel
centrosobre una periteria. Europa se constituye como el"Centro"
det Mundo (en su sentido planetario). ¡Es el nacimiento de la
Modernidad y el origen de su "mito"!
Nos importa incluir a España en el proceso originario de la
Modernidad, ya que al final del siglo XV era la única potencia
europea con capacidad de "conqu¡staD territorial externa (y lo
había probado en la "reconquista" de Granada), porque de esa
manera AnÉrica Latina redescubre también Su
(lugar"
en la historia
de fa Modernidad. Fuimos la primer "periferia" de la Europa mo-
derna; es decir, sufrimos globalmente desde nuestro origen un
proceso constitÚtivo de "modernización" (aunque no se usaba en
aquel tiempo esta palabra) que después se aplicará a Africa y
Asia. Aunque nuestro continente era ya conocido lo prueba
-como
el mapamundi de Henricus Martellus en Roma en 1489-, sólo
España, gracias a la habilidad política del rey Fernando de AragÓn
y a la osadía de ColÓn, intentó formal y públicamente, con los
áerechos otorgados correspondientes (y en franca competencia
con Portugal), lanzarse hacia el Atlántico para llegar a la India.
Este proceso no es anecdótico o simplemente histórico; es, ade-
más, el proceso originario de la consf ituciÓn de la subietividad
moderna.
18
CONFERENCIA 1
EL EUROCENTRISMO
19
por sí misma de la huma-
"llustración (Autklárungl es la salida2
nidad de un estado de inmadurez culgsle (vaxhutdclcn unmün-
digkeit) t...l.La ¡ercza y la cobardía sofl las cau¡es por las que
gran parte de la humanidad permanece gustosamente en ese estafto
de inmadurez"3.
de la conciencia
"La historia universal representa [...] el desarrollo
que el Espíritu tiene de su libertad y tamb¡én la evolución de la
realización que ésta obtlen€ por medio de tal conciencia. El de-
sarrollo implica una serie de fases, una serie de determinaciones
de la libertad, que nacen del concepto de la cosa, o sea, aquí, de la
naturaleza de la libertad al hacerse consciente de sí ["']' Esta
necesidad y la serie necesaria de las puras determinaciones abs-
tractas del concepto son estudiadas eq la Lógica"s'
20
En la ontología hegeliana el concepto de "desarrollo (Entwick-
lung),, juega un papel central. Es el que determina el movimiento
mismo def "concepto (Begriff )" hasta culminar en la "idea" (desde
el Ser indeterminado hasta el Saber Absoluto de la LÓgical. El
lineal; es una cate-
"desarrof lo (Entwicklungl" es dialécticamente
goría primeramente ontológica (hoy sociolÓgica, pero deseamos
retornar a su origen filosófico propiamente dicho6), más en el
caso de la Historia mundial. Dicho "desarrollo", además, tiene
una dirección en el espacio:
21
"El mundo se d¡vide en el Viejo Mundo y en d Nuevo Mundo. El
nombre de Nuevo Mundo proviene dd hecho de qr¡e América [...J
no ha sido conocida hasta hace Wo pan /os europeos Pero no
se crea que esta distinción es purarnente ext€ma. Aquí la división
es esencia/. Este mundo es nuevo no sólo relativamente sino abso-
lutamente; lo es con respecto a fodos sus caracteres proplos,
fisicos y políticos t. .1. El mar de las islas, que se extiende entre
América del Sur y Asia, revela cierta inmadurez por lo qu€ toca
también a su origen [...]. No rnenos presenta la Nueva Holanda
caracteres de juventud geográfica, pues si partiendo de las pose-
s¡ones inglesas nos adentramos en el territorio, descubrimos enor-
mes ríos que todavía no han llegado a fabricarse un lecho [...]. De
América y de su grado de civilización, especialmente en México y
Perú, tenemos información de su desarrollo, pero como una cultura
enteramente particular, que expira en el momento en que el Espíritu
se le aproxima(sowie der Geisf sich ihr náhertel [...1. La inferioridad
de estos individuos en todo respecto es enleramente evidente.e.
22
como Trinidad (Europa, Asia y Africa), sin embargo Africa quedará
igualmente descartada:
23
"Este modo de ser de los africanos explica el que sea tan
extraordinariamente fácil fanatizarlos. El Reino del Espíritu es entre
ellos tan pobre y el Espíritu tan intenso (das Reich des Geistes isf
dort so arm und doch der Geisl ln sich so intensivl, que una
representación que se les inculque basta para impulsarlos a no
respetar nada, a destrozarlo todo [...]. Africa [...] no tiene propia-
mente historia. Por eso abandonamos Af rica, para no mencion'arla
ya más- No es una parte del mundo históricc no presenta un
movimiento ni un desarrollo histórico [...]. Lo gue entendemos
propiamente por Africa es algo aislado y sin historra, sumido todavía
por completo en el espíritu natural, y que sólo puede mencionarse
aquí, en el umbral de la historia universal"".
24
"comienzo" ! el"fin" de la Historia es Europa. Pero hay diversas
Europas: la Europa del Sur, "la tierra del Sur de los Pirineos'20, al
sur de Francia e ltalia. Allí habitó el Espíritu en la Antigüedad,
cuando el norte de Europa estaba "incultivado (unkultiviert),,.
Pero el Sur"no tiene un núcleo (Kern) estampado en sÍ"2', y por
ello el destino se encuentra en el Norte de Europa. Hay todavía
dos Nortes: al Este, Polonia y Rusia, que se encuentran siempre
en relación con el Asia. De la que debemos hablar es de la parte
Occidental del Norte de Europa:
25
que retorna en
"La significación ideal superior es la del espirltu'
sí mismo. desde el embotamiento de la conciencia Surge la con-
ciencra de la ¡ustificación de sr mismo. mediante el restablecimiento
de la libertad cristiana. El princrpio cristrano ha pasado por la
formidable disciplina de la cultura; y la Reforma le da también en
su ámbito exterior, con el descubrimiento de América [...]. El prin-
cipio del Espíritu libre se ha hecho aquí bandera del mundo, y
desde él se desarrollan los principios universales de la razÓn [...].
La costumbre y la tradicion ya no valen; los distintos derechos
necesitan legitimarse como f undados en principios racionales. AsÍ
se realiza la libertad del Espíritu"::.
26
nidad llega a su culminación, de la que podríamos decir lo que
Hegel atribuye a los ingleses:
Ante esa Europa del Norte, nadie podrá ya (como hoy ante
Estados Unidos) pretender tener Derecho alguno, tal como lo
expresa Hegel en su EncicloPedia:
27
medida, gue se transforma en el"desarrollo" mismo de la"Razón'
ilustrada (de la Aufklárung).
Además, y esto ha pasado desapercibido a mucho's comenta-
ristas y crítbos de Flegiel al misrvp h¡iarx-, la "sociedad civil'
-y
contradictoria se supera como "Estado" en Hegrel gracias a la
constitución de "colonias" que absorben dicha contradicción:
3 Fecñtspáirosophie, $ 246.
vlbid., $ 248. Europa entonces .ocupa' terr¡torios alenos. Hegel no piensa
que esto significa que hay gue arrebatársolos a otros pueblos.
¡s Cuando Europa tuvo.sobrepoblación, o pobres y miserables, los envió al
Tercer Mundo. Hoy no les permite que entren a Europa y ciena sus fronteras.
3E Suhrkamp, Frankfurt, 1988 (Et discurso lilosólico de la modernidad, Taurus,
Buenos Aires, 1989).
3t Op. cit.,27 (ed. cast., p. 29).
28
rica no es un determinante constitutivo de la Modernidads. De-
seamos demostrar lo contrario. La experiencia no sólo del "des-
cubrimientoD, sino especialmente de la "conquista" será esencial
en la constitución del "ego" moderno, pero no sólo como subje-
tividad, sino como subjetividad (centro) y..fin" de la historia.
Por otra parte, es evidente, tanto Hegel como el mismo Haber-
mas descartarán a España de la originaria definición de la Moder-
nidad (y con ello América Latina). Escribe Hegel:
29
Lyotard, Rorty o Vattimo-. Contra los Postmodernos no
-como
criticaremos la razón en cuanto tal; pero ad,mitirernos su crítica
contra la razón dominadora, victin¡aria, viobnta. Contra d racio-
nalismo universalista rrc negarefilos su nr¡cbo raciond, sino su
momento irracional del mito sacrificial. No negamos entonces la
razón, sino la irracionalidd d€ la violencia del mito Moderno; no
negamos la razón, sino la irracionalidad postmoderna; afirmamos
la "razón del Otro" hacia una mundialidad Trans-moderna.
30
CONFERENCIA 2
DE LA (INVENCIONU AL aDESCUBRIMIENTO,,
DEL NUEVO MUNDO
n,,.iÍJ,'ltx¿".Tffi í?x",:T:$T":li^:::,i#i,z
supone la reconstrucción de un proceso que desde
ahora voy a llamar el proceso ontológico americano,
constituye la pregunta fundamental de este trabajo"
(E. O'Gorman, La invención de Américal,,
1 FCE, México,1957,
o. 12.
z Del libro ya citado en nota 1. Véase la reacción de Wilcomb E. Washburn,
"The Meaning ol Discovery in the Fifteenth and Sixteenth Centuries", en The
American Histotical Review,l (1962), pp.'l-21 .
31
rico-filosófico, de estilo heideggeriaho, el gran historiador mexi-
cano describe la "experiencia ontológica' tal como fue vivida -y
que puede probarse por los documentos gue nos han llegado-
por Cristóbal Colón. lnternémonos en esta aventura reconstructiva
que nos llevará a la conclusión de que Colón no descubrió América,
en un sentido estricto ontológico (en vocabulario del nombrado
autor).
El punto de partida del análisis es obvio, y por ello nunca
tomado suficienternente en cuenta. El"mundo (Welt),,3, o el"mundo
de la vida cotidiana (Lebenswelt¡,o 6" Cristóbal Colón era el de
un experto navegante del Mediterráneo (del Mare nostrum de los
romanos), en torno a cuyas aguas estaban Europa', Africa y Asia6
-Europa todavía no era el"centro"-'. Desde 1476 Colón había
tenido una experiencia fuerte del Atlántico fue atacado
-donde
por piratas y flotó tomado a un palo durante largo tiempo-8. Un
(mundo> lleno de la fantasía renacentista pero no ya estricta-
mente medieval le permitirá pensar en su tercer viaje que el
-quenorte
delta delOrinoco del de Sud Admérica era la desembocadura
32
de uno de los ríos del Paraíso Terrenal, por ejemplos-, de un
mercader en la tradición de Venecia, Amalfi, Nápoles, de la Flo-
rencia de los Medici, de la Roma de Pío ll, o de su Génova natal10.
"Mundo' de un cristiano ítalo-ibérico enfrentado al"mundo' mu-
sulmán del Norte del Africa y a los Turcos. Cuando el 17 de abril
de1492 firma las Capitulaciones de Sanfo Fe11, ante la Granada
que cae en manos de la última Cruzada europea'2, Colón se lanza
a fa empresa de cruzar el Mar Océano el 3 de agosto desde
Andalucía con un solo propósito: llegar a la India, al Asia por el
Occidente desde Aristóteles o Ptolomeo hasta Toscanelli'3
-que
y el mapa de Heinrich Hammer (Henricus Martellus) de 1489'o era
una tesis aceptada-, para adquirir así conocimientos náuticos,
para llenarse de oro, de dignidad y además, honestamente, ex-
pander la fe cristiana (ideales que podían intentarse simultánea-
mente sin contradicción en la Weltanschauung del tiempo). Sus
ojos eran los del último mercader del Mediterráneo Occidental, y
esos ojos eran, al mismo tiempo, los del primer "moderno". Los
s
"[. .] del uno salía un río grandísimo. Fallaron siempre cinco brazas de fondo
y el agua muy dulce, en tanta cantidad 1...1" @iatio del Primer y Tercer Viaie de
Cristóbal Colón, versión de B. de las Casas, Alianza, Madrid, 1989, p. 182). Y poco
más adelante escribe: "Y d¡go que, si no procede del Paraíso Terrenal, que viene
este río y procede de tierra infinita, puesta al Austro, de la cual hasta ahora no se
ha habido noticia. Mas yo muy asentado tengo el ánima que allí, adonde dije
[donde se ongina el Orinoco], es el Paraíso terr€nal, y descanso sobre las razones
y autoridades de la Escfitura" (lb¡d., p. 192).
'0 Como mera anécdota, recuerdo ahora que la familia de mi madre, Ambrosln¡
Siffredi, mis bisabuelos, eran originarios de esta ciudad, genelses, e inmigraron a
Argent¡na casi al mismo tiempo y por los mismos motivos que mi bisabuelo
alemán: eran pobres europeos del siglo XlX.
" Véase Die grossen Entdeckungen, Ed. E. Schmidt, C. H. Beck, Múncnen,
1984, t. ll, pp. 105-109.
tz ,,[...] Este presente año de 1492, después que Vuestras Altezas haber dado
fin a la guerra de los moros, que reinaban en Europa, y haber acabado la guerra
en la muy grande ciudad de Granada, adonde este presente año [...] por fuerza de
armas v¡de poner las banderas reales de Vuestras Altezas en las torres de la
Alfambra" (Diario del Primer y Tercer viaje de Cñstóbal Colón, en la versión ya
citada, p. 41).
13 Véase su carta del 1474, en Dle grossen
Entdeckungen, t. lt, pp. 9-13.
r1 Véase Apéndice 4.
33
descubrimientos por el norte del Atlántico'5 de los vikingos, que
probablemente con Leif en el 992 lleg'aron a Helluland ("Tierra de
desolación, en N,orteamérica), eran hechos sin consecuencias
históricas. Los vikingros llegnron a unas islas situadas al Oeste de
Groenlandia, pero no pudieron integrarlas de manera irreversible
a la "vida cotidiana (Lebenswe/f),' europea, ni a la economía o
historia de su pueblo. La travesía del Atlántico ecuatorial de
Colón tiene otra significación'6. Los mismos portugueses, que
desde 1415 habían ocupado Ceuta en Africa, que construyeron
desde 1441 las primeras carabelas y comenzaron la trata de escla-
vos africanos, y que llegaron a Guinea", y en el año 1487 al Cabo
de Buena Esperanza'8 (la "esperanza> europea de llegar a la India
y sus riquezas), no efectuaron la experiencia a la que nos estamos
refiriendo; era como un ir .viendo" lo ya sabido; un ir "descu-
briendo" un Africa que tenía un (lugar" (geográfico, histórico y
teofógico) en la Weltanschauung renacentista. Lo de Colón es
completamente d iferente.
En efecto, Colón partió de las islas Canarias el8 de septiembre,
y llegó a unas islas en la parte occidentaldelAtlántico eldía'12 de
octubre de 1492. La bula papal de 1493, lnter caetera,lo describe
de manera objetiva: "islas y t¡erras firmes" ubicadas en (las partes
occidentales del Mar Océano, hacia las lndias"'s. Algo muy distinto
es lo que vio quiso ver- Colón. Este afirmó rotunoamente
-o
haber llegado al Asia. Leemos en su Diario de a bordo:
34
quiere decir en nuestro romance rey de los reyes), como muchas
veces él y sus antecesores habían enviado a Roma a pedir doctores
en nuestra santa fe2' [...j, Vuestras Altezas, como católicos y cris-
tianos y príncipes amadores de la santa fe cristiana [...], y enemigos
de la secta de Mahoma2'?[...], pensaron enviarme a mí, Cristóbal
Cofón, a dichas partes de lndia, pataverzs los dichos príncipes, y
los pueblos y las tierras y la disposición de ellas, y de todo, y la
manera que se pudiera tener para la conversión dellos a nuestra
24.
santa fe"
35
De allí la importancia de la propuesta de O'Gorman (primera
en su género):
36
Colón debe aportar (pruebasD de la "asiaticidad" de lo explorado.
Recorre Cuba hacia el Oriente, y piensa que es ya el Continente,
la cuarta gran Península, no lejos del Quersoneso Aureo, y al
tornar hacia el sur cree que ha estado navegando junto a Mangi
(China)3'?y que pronto podrá dirigirse hacia la India. Sin embargo,
no puede aportar tampoco "pruebas" definitivas. Cuando regresa
en 1496, Colón tiene conocimiento de que ha habido otras explo-
raciones. Se sabe que hay una gran mosá "€tSiática" continental al
sur de las islas descubiertas33. Esto favorece la propuesta de
Colón: esa masa es la cuarta península asiática,, no lejos del
Quersoneso Aureo, gue es más grande de lo antes supuesto. Para
confirmar esto, en el tercer viaje parte decididamente hacia el sur
(para pasar por debajo de la cuarta península; la China era como
América del Norte, y la península se extendía hacia el sur: Sud-
américa, pero como parte de Asia). Colón, en efecto, toca el norte
de Sudamérica, la isla Trinidad; poco después navegaba por las
(aguas dulces" del delta del Orinoco de un río mayor
que el Nilo y nunca visto de tal tamaño -corrienteEuropa-.
en Colón
entonces, siempre "en Asiá", tier¡e conciencia de haber descubierto
una región de Asia aleste del Quersoneso. Vuelve a España sin la
(pruebaD concluyente del camino hacia la India. Nuevamente en
bahía cle Cádiz diez y siete navíos grandes [...] bien proveídos y armados de
artilleriay atmas [subrayo yo]. Trulo muchas arcas [...] para oro y otras riquezas
de las que los indios [¡del Asia!] tuviesen. Llegáronse mil quinientos hombres,
todos o todos los más a sueldo de sus altezas" (Historia de las lndias, l, cap. 40:
BAE, Madrid, 1957, vol. I, pp. 139-140). Ya no es el "mercader" del Mediterráneo;
ahora és el guerrero, la violencia, las armas, los soldados, los cañones. Son
soldados que, estando "desocupados" después de la toma de Granada de los
musulmanes, los Reyes los "emplean" para sacárselos de encima: los envían hacia
las Indias. Termina la "Reconquista" comenzada en 718, y se in¡cia inmediatamente
la "Conquista".
32 La masa continental A del mapa del Apéndice 3.
"Mangi" aparece en el mapa
de Martellus (Apéndice 4).
33 Reg¡ón ind¡cada en el mapa de Martellus (Apéndice 4/ como -cuarta penín-
sula" (masa continental B del Apéndice 31.
s La primera es la península arábiga, la segunda la India, la tercera el Querso-
neso (Malaca) y la cuarta "América clel Sur" colocada como continuación de la
China en el mapa de Martellus.
37
elcuarto viaje, de 1502 a 1504, buscando siempre elcamino hacia
la lndia, se interna hacia el continentes y toca lo que hoy llamamos
Honduras (para colón parte de la china), y, recorriendo la costa
hacia el sri, se anima al encontrar, pareciera, por fin la ruta. En
efecto, pasando iunto a Panamá le informan los "indios" (asiáticos)
que hay un gran Mar del otro lado del lstmo. colón tiene ahora la
i".t".á de que es el .Sinus Magnus", y que está cerca, a sólo diez
jornadas de navegración, del río Ganges36. De regreso, desde
jamaica, escribió a los Reyc el 7 de julio de 1503, indicando que
la península asiática se prolongaba hacia el sur.
De todas maneras colón muere en 1506 con la clara "concien-
ciao de haber descubierto el camino por el occidente hacia Asia;
en ella siempre estuvo y murió pensando en ella. Los Reyes
católicos lo traicionaron, abandonándolo a su pobre y solitaria
suerte, así como traicionaron a Boabdil y su pueblo granadino,
musulmán y judío (que serán expulsados después como extranje-
ros, perdieñdo con ellos España, entre otras causas, la posibilidad
futura de una "revoluc¡ón burguesa")-
Esto es lo que llamamos la "invención" del "ser-asiáticoo de
América. Es decir, el"ser-asiático" de este continente sólo existió
en el *imaginario" de aquellos europeos renacentistas. colÓn
abrió polítióa y oficialmente en Europa la puerta al Asia por el
Occidente. Pero con su "invenc¡o¡" pudieron seguir existiendo,
como la santa Trinidad, las "Tres Partes" de la Tierra (Europa,
Africa y Asia):
"Se trata,
por consiguiente, de una hipótesis con fundamento a
prio¡i:l...llaseparación[delContinentedelsurdelacuartapenín-
sulal no era un ekgnrento r¡ecesario [léase: contrario] para mantener
su convicciÓn acerca de la reiaticidad d€ las tierras localizadas en
el hemisferio norte [...]. La hipótesis colombina no trasciende la
imagenpreviaquelacondiciona,desuertequeelhallazgodeuna
38
tierra firme en un sitio imprevisible no logró constituirse en la
instancia empírica reveladora que pudo haber s¡do"3;.
39
o, al menos, es cons¡derado como un m¡to originario de la "euro-
peidad", con exclusión de otras culturas.
O'Gorman, con una tesis completamente eurocéntrica.z, en-
tiende por (invención de América" el hecho por el que
"América
no aparece con otro ser que el de la posibilidad de actualizar.s en
sí misma esa formau del devenir humano, y por eso [...] América
fue inventada a imagen y semejanza de EuropaD.s. En estas con-
40
ferencias, en cambio, deseamos indicar por"invención" a la expe-
riencia existencial colombina de prestar un "ser-asiático" a las
islas encontradas en su ruta hacia la India. El "ser-asiát¡co" -y
nada más- es un invento que sólo existió en el imaginario, en la
fantasía estética y contemplativa de los grandes navegantes del
Mediterráneo. Es el modo como "desapareció" el Otro, el "indio";
no fue descubierto como Otro, sino como "lo Mismo" ya conocido
(el asiático) y sólo re-conocido (negado entonces como Otro):
"en-cubierto".
41
"ModernidadD (como <conceptoD, y no como "m¡to"), desde el
1502 aproximadamente.
Los "descubrimientos" son una experiencia cuasi-científica,
estética y contemplativa
-hemos dicho-. Es una relación "Per-
sona-Naturaleza", poética, técnica, admirativa, aunque al mismo
tiempo comercial, en el sentido mercantilista del mundo Medite-
rráneo, anterior a la expansión atlántica€. En la Europa latina del
siglo XV, Portugal ciertamente tomó la delantera (por encontrarse
en el Flnls Terrae [al fin de la tierra], país del Atlántico pero junto
al Africa tropical Ino así lnglaterra], espacio de fructífero comer-
cio)oe. Tomemos nuevamente un camino entre otros posibles para
continuar nuestra reflexión.
Un navegante italiano, como Colón, ahora bajo la potestad
portuguesa, Amerigo Vespucci, partió de Lisboa en mayo de'1501
hacia la India. Su intención era llegar a su destino pasando también
por debajo de la Cuarta Península y atravesar asíel Sinus Magnus,
como lo había proyectado en su fracasado viaje anterior:
16
véase entre otros Fárnand Braudel, The Mediterranean and the Meditefianean
World in the Age ol Philips ll,Harper and Row, New york, vol. 1-2,.t973: ldem, fhe
wheels of commorce, en civ¡lization and capitat¡sm. lsth-lBth century, collins,
London, t. f f , 1982; lmmanuel wallerstein, The Modern wortd-system t: capitalist
Agriculture and the origins of the Eurogean wortd-Economy in the s¡xtaenth
Century, Academic Press, New York, 1974.
ae La apertura al Atlánt¡co será
una revolución inmensa. Véase pierre chaunu.
sévi/re ef l'Atlantigue (1fi4-16fi), París, 11 tomos publicados entre 1957 a 1960.
s0 Véase.Catigara' (hoy aproximadamente
en el perú) en el mapa de Martellus
(Apéndice 1). Arnold roynbee coloca a catt¡gara cerca de Macao (H,storical Atlas
and Gazette, en A Sfudy ot History, Oxford University press, London, 1g5g, p.
131). Puede entonces verse claramente la conlusión acerca de la cercanía entre
China y Amér¡ca del Sur por el Pacífico.
5r Caria del 18 de
iul¡o de 1500 (Vespucci, Cartas, 9g; cit. O'Gorm an, Op. ctt.,
p- 1221.
42
Era necesario descubrir un estrecho para llegar a la lndia. Lo
cierto es que llegó a las costas del actual Brasil52, y convencido de
poder flegar al Srnus Magnus asiático, continuó la navegación
hacia el sur, que comenzaban a controlar los portugueses desde
elAfrica Orientals. En efecto, la costa continuaba hacia elsur:es
decir, hacia el sur de la Cuarta Península en Asia. Poco a poco la
empresa se mostraba más difícil de lo proyectado y contraria a
todos los presupuestos. Las extensiones eran mayores, los habi-
tantes extraños, el a priori de todos los conocimientos de la
cultura mediterránea comenzaba a ser puesto en duda
-desde
los griegos y árabes, hasta los latinos-, incluyendo a Martellus
mismo. Navegó hacia el sur, hasta ese entonces desconocido
paraje de América del Sur (hasta el río Jordán, según parece). En
septiembre de 1502 Vespucci retornaba a Lisboa sin haber podido
llegar al "Sinus Magnus". No había encontrado el paso hacia la
India. Pero, poco a poco, se fue transformando en el
"descubridor".
Es así que inscribió una carta reveladora en la dirección del
aigumento de estas conferencias. Se trata del comienzo de la
toma de conciencia del haber "descubierto" un Mundo Nuevo,
que sería América del Sur como distinta de la China. En carta a
Lorenzo de Mediciil, Amerigo indica con toda conciencia y por
primera vez en la historia de Europa, que la masa continental5s al
este y sur del Sinus Magnus, ya descub¡erta por Colón que
-y
éste hasta creyó ser una parte desconocida del Asia'6-, es ta
43
"Antípoda" de Europa en el sur, "una Cuarta Parte d€ la tierra"5',
y, además, habitada por humanos muy primitivos y desnudos. Es
de 1502 a la obrita del 1503 ó 1504 sobre el Mundus Novus, que
Amerigo va tomando conciencia de lo que aconüecía -se necesitan
años para comenzar a reconstitu¡r toda una Weltanschauung mi-
lenaria-. En el"ego" concreto de aquel"descubridor> se terminó
de producir el pasaje de la Edad Media renacentista a la Edad
Moderna. Colón fue .inicialmente" el primer moderno; Amerigo
Vespucciterminó eltiempo de su constitución: un "Mundo Nuevo"
y desconocido se abría a Europa. ¡Europa se abría a un "Mundo
Nuevo"! Es decir, Europa pasaba de ser una "particularidad ci-
tada'$ por el mundo musulmán a ser una nueva "universalidad
des-cubridoraD paso de la constitución diacrónica del
-primer
ego, que pasará después del "e9o cogito" a la "Voluntad-de-
Poder" ejercida-. O'Gorman escribe con mucha precisión:
5¡
"lch habe ein Viertel der Erde umsegelt' (lbid., p. 176). O'Gorman indrca que
esto no significa un "cuarto continente" (Op. cit., p. 125), pero, nos preguntamos,
¿qué otra idea nos da al proponer una.cuarta parte" sino un nuevo continente?
s6 Véase más adelante la Conlerencia 6, Excurso.
5s Op. cit., p. 62. Para O'Gorman esto no t¡ene nada de original. Sin embargo,
se le pasa desapercibido que, al mismo tiempo, Vespucci tiene ahora un nuevo
sentido de.mundo": el "Nuevo" y "Vieio" mundo forman parte de un so/o.mundo".
Se ha universalizado la visión del "Vieio" mundo, que al ser (Vieio" ya no es el
.Actual'. Es decir, existe un "Nuevo" horizonte que comprende a los v¡eios y
nueyos mundos: el horizonte de la Modernidad naciente, en la conciencia empírica
del m¡smo Vespucci: Viejo Mundo*Nuevo Mundo (nueva particularidafl) =u¡
Nuevo Mundo Planetario (nueva universalidad). "Eurocentrismo" será et identificar
el Vielo Mundo (como "centro") al Nuevo Mundo Planetario.
44
Waldseemüller, en 1507, explícitamente se habla de la "Cuarta
Parte de la Tierra", la dibujan en su mapa, y la llaman "América'
en honor de Amerigo Vespucci, su "descubridor"m. Para O'Gorman,
en su fundamento ontológico, dicha experiencia no es un "descu-
brimiento" de lo nuevo, sino, simplemente, el reconocimiento de
una materia o potencia donde el europeo comienza a.inventar'
su propia "imagen y semejanza". América no es descubierta como
algo que resiste distinta, como el Otro, sino como la materia a
donde se le proyecta "lo Mismo". No es entonces la "aparición del
Otro", sino la "proyección de lo Mismo": "encubrimiento". Tesis
eurocéntrica expresa, pero real en cuanto hecho histórico de
dominación, aun contra el querer de O'Gorman. En el fondo,
Habermas expresa lo mismo, pero de otra manera. Para la defini-
ción intraeuropea de la Modernidad, dicha Edad Nueva comienza
con el Renacimiento, la Reforma y culmina en la Aufklárung. ¡Que
exista o no América Latina, Africa o Asia no tiene para el filósofo
de Frankfurt ninguna importancial El propone una definición ex-
clusivamente "intra-europea" de la Modernidad ello es auto-
-por
centrada, eurocéntrica, donde la "particularidad" europea se iden-
tif ica con la "universalidad" mundial sin tener conciencia de dicho
pasaje-. O'Gorman, describiendo exactamente lo que acontece
en cuanto dominación, niega América porque la define como
materia, potencia, no-ser. Habermas, por su parte, no considera
que el descubrimiento de América Latina tenga ninguna relevancia
para su argumento; no entra en realidad en la Historia
para Hegel. -como
"Des-cubrir", entonces, y esto aconteció histórica o empírica-
mente de 1502 a 1507, es el constatar la existencia de tierras
continentales habitadas por humanos al este del Ailántico hasta
entonces totalmente desconocidas por el europeo, lo cual exige
45
"abrir" el horizonte ontológico de comprensión del"mundo de la
vida cotidiana (Lebenswelt)" europeo hacia una nueva.compren-
sión" de la historia como Acontecer Mundial (weliliche Ereignis),
Planetario. Esto se termina de efectuar en 1520, cuando Sebastián
Elcano, sobreviviente de la expedición de Fernando de Magallanes,
llega a Sevilla habiendo descubierto el estrecho de Magallanes,
recorrido el Océano Pacífico (desaparece sólo ahora la hipótesis
del"Sinus Magnus"¡ y el Indico, y circumnavegando la Tierra por
vez primera. Ahora el círculo se cerraba: la Tierra había sido "des-
cubierta" como el lugar de la "Historia Mundial"; por primera vez
aparece una "Cuarta Parte" América), que se separa de la "cuarta
península" asiática, desde una Europa que se auto-interpreta,
también por primera vez, como "Centro' del Acontecer Humano
en General, y por lo tanto despliega su horizonte "particular"
como horizonte "universal" (la cultura occidental)6'. El ego mo-
derno ha aparecido en su confrontación con el no-ego; los habi-
tantes de las nuevas tierras descubiertas no aparecen como Otros,
sino como lo Mismo a ser conquistado, colonizado, modernizado,
civilizado, como "materia" del ego moderno, Y es así como los
europeos (o los ingleses en particular) se transformaron, como
citábamos más arriba, en "los misioneros de la civilización en
todo el mundo"u2, en especial con "los pueblos bárbaros"*.
Europa ha constituido a las otras culturas, mundos, personas
como ob-jeto: como lo "arrojado" ¡-jacere) "ante' /-obl sus ojos.
El "cubierto" ha sido "des-cubierto": ego cogito cogitatum, euro-
peizado, pero inmediatamente "en-cubierto> como Otro. El Otro
constituido como lo Mismoü. El ego moderno <nace' en esta
46
autoconst¡tución ante las otras regiones dominadas. Ese *otro,,
que es "lo Mismo', explica ra pregunta de Fernández de
oviedo:
47
CONFERENCIA 3
DE LA (CONQUISTA" A LA.COLONIZAGION"
DEL ITUNDO DE LA V|DA (LEBENSWELT)
49
siglo Xf ll, fa oconquista" era una figura jurÍdico-mititar. En 1429,
los Reyes Católicos explican que (enviamos ciertos nuestros ca-
pitanes e gentes a la conquista de la Grand Canaria, contra los
canarios infieles, enemigos de nuestra santa fe católica que en
ella están"'.
' Cita Silvio Zavala, La tilosotia de la conquista, FCE, México 't977, p. 24.
2 Véase Carl Ortwin Sauer, Descub rim¡ento y dominación española del Caribe,
FCE, México, 1984, pp. 369 ss.; Georg Friederich, El carácter de! descubrimiento
y la conquista de América, FCE, México, 1987.
3
"Hiio de alguien" (= hidalgo), nobleza venida a menos. Segu¡remos el relato
de Fray Juan de Torquemada, Monarquia lndiana, Libro lV (UNAM, México, t. ll,
1975), ya que se ocupa, como dice en su Prólogo, "De la conquista de México":
.En el año del nacimiento de nuestro señor Jesucristo de 1519, gobernando sú
iglesia en el summo pontificado de Roma el papa León X y siendo monarca de los
príncipes cristianos el muy católico emperador don Carlos V de este nombre [. .],
50
en 1485 mismo año que Lutero nació,.), partiendo a los
(..e1
catorce años para estudiar letras en salamanca. pero poco tiempo
después, "cansado de estudiar y farto de dinero'., en vez de partir
a Nápoles salió hacia las Indias, ilegando en 1504 año deipués
que Bartolomé de ras casas, y en er mismo año-un que llegaron los
primeros esclavos africanos a la Hispañola-. Estuvo c¡rico
o seis
años en santo Domingo como encomendero, explotando indios
en sus "granjerías"6. Pasó con Diego velázquez a la
de cuba. "sacó gran cantidad de oro con sus indios"conguista,
y en breve
llegó a ser rico", y después de más de una aventura fue nombrado
capitán para llevar a cabo la "conquista" de las tierras de yucatán
descubiertas en 15'17. Desde la costa, las dos expediciones de
descubrimiento pudieron <ver edificios de piedra que hasta en-
tonces no se habían visto por aquellas islas y que la gente vestiese
tan rica y lucidamente"s. Los indios caribes iban áesnudos. no
51
COnoCían la técnica del tejido. No así en las culturas urbanas
veremos en la Conferencia 6-, que se encontraban todas
-como
sobre la costas del Océano Pacíf ico. Los europeos en sus "descu-
des-
brimientos, desde Terranova hasta la Patagonia sólo habían
cubierto culturas aldeanas, de recolectores y pescadores, más o
menosnómadas.Lascu|turasurbanassehabíanocu|tadoa|a
mirada de los descubridores más de veinticinco años' porque
miraban hacia el Océano Pacífico. Las primeras que se observaron
no podían ser otras, exactamente, que las que tocaron las costas
caribeñas: las culturas maya y azleca.
que
La *conquista, es un proceso militar, práctico, violento
incluye dialécticamente al otro como.lo Mismo'. El otro, en su
distinción', es negado como otro y es obligado, subsumido, alie-
nado a incorporarse a la Totalidad dominadora como cosa' como
instrumento, como oprimido, como "gncorrl€ndado''0, como "asa-
lariado" (en las futuras haciendas), o como africano esclavo (en
los ingenios de azúcar u otros productos tropicales). La subjetivi-
Oad dét "conqu¡stador", por su parte, se fue constituyendo, des-
plegando lentamente en la praxis. Cortés, que "aquel año [1518]
eraa|ca|de,ycomoé|eraa|egreyorgu|losoysabíatrataracada
uno conforme a su inclinación'", fue nombrado por Velázquez,
como hemos dicho, "por capitán general" de la "conquista" que
se realizaría en las tierras recientemente descubiertas. Toda su
riqueza acumulada la invirtió en la empresa' Y, comenta Torque-
mada, en cuanto a su subjetividad:
52
"Comenzó aquí a tratar s u persona como capitán general; porque
puso casa con mayordomo, camarero y maestresala y otros oficiales,
hombres de honra"'2.
"Es el caso que todos juntos los que aquí venimos hemos v¡sto
dioses que han llegado a aquella costa en grandes casas de agua
(que así llaman a los navíos) [...]. Motecuhzuma quedóse solo y
pensatiw y aun bien sospecñoso de mucha novedad en sus reinos
Í...1 y traía memoria lo que su adivino te habia dicho [...] y creer que
53
sería Quetzalcohuatl a quien en un tiempo adoraron por dios ["'] e
ido por aquellas parles orientales"'5'
54
mente institucionalizado- quedaron atemorizados y se negaron
a luchar. Fueron despachados violentamente como oafeminados"
y les dijeron:
19
tbid., p.64.
20 tbid., cap.13-14, pp. 66-67.
lbid., cap. 16, p. 70.
tbid., p.70.
55
Así se establecía, por vez primera, una "relaciónD con el Otro,
el.Afuerao, el Extranjero absoluto que procedía como el Sol del
Oriente infinito del Océano, innavegable para los mexicanos. Era
lo que daría el sentido a la Nueva Edad del Mundo: la "relación"
con lo Extranjero absoluto, la dominación debajo del Extranjero,
divino, que venía para conquistar, dominar, matar. La primera
relación entonces fue de violencia: una relaciÓn "militar" de con-
quistador-conqu¡stado; de una tecnología militar desarrollada con-
tra una tecnología militar subdesarrollada. La primera "experien-
ciaa" moderna fue de la superioridad cuasi-divina del"Yo" europeo
sobre el Otro primitivo, rústico, inferior. Es un "Yo" violento-
militar que "codiciaD, que anhela riqueza, poder, gloria. Cuando
los embajadores del Emperador le mostraron fastuosos regalos
de oro, piedras preciosas y otras riquezas:
56
musulmanes en la península ibérica, el uso de las armas de fuego,
los cañones de pólvora, los bestiales perros amaestrados para
matar, los caballos tenidos por dioses desconocidos, etc.-. Obra-
ban con tantas dobleces, hipocresías, mentiras, maquiavelismo
político de gran eficacia, que su accionar desconcertaba a los
mexicanos, expertos en el dominio de cientos de pueblos, pero de
una honestidad en su palabra completamente ingenua para el
hombre .modernoD:
25 lb¡d., cap.22, p. 91. Más adelante leemos: "Decían que las señales y prodigios
que se habian visto [...] no podían significar Isinol el lin y acabam¡ento del mundo,
y así era grande la tristeza de las gentes" (lbid.).Es ¡nteresante anotar que para
Hegel la historia de Europa es "origen y fin de la Historia", mientras que para los
indios la presencia "modernizadora" de Europa era (el fin y acabamiento del
mundo'. Lo mismo tiene un sentido exactamente contrario desde la.otra-cara' de
la Modernidad. (Véase la Conlerencia 8,21.
¿s Véase la Conlerencia 8,2.
57
[...] llegó cerca de Montezuma, a una se hicieron grandes aca-
tos" 27.
58
(Entre tanto que le fueron a llamar, hizo aderezar Cortés un
estrado lo mejor que pudo con petates y mantas y otros asientos
[...] y luego vino Guatemuz y le llevaron ante Cortés, y cuando se
vio delante dél lehízo mucho acato y Cortés con alegría le abrazó"s.
"Y con eslo se acabó esta junta y Cortés se hizo Señor de México
y de todos sus reinos y provincias"u.
de poco peso, lrece bergantines y seis mil canoas. Murierori menos de cien
castellanos (!), algunos pocos caballos y no muchos indios amigos [...]. De tos
mex¡canos murieron c¡en mil (!) [...], sin los que perecieron de hambre por pesta"
t
(Torquemada, Op. cit., cap. 1, p.312). La proporción es casi exactamente la de la
Guerra del Gollo de 1991: murieron unos.120 marines en Estados unidos y más de
100.000 soldados de lrak,.sin contar civiles ni los qüe murieron pester¡ormente por
luchas fratricidas, hambre y enfernredades. En 5o0 años la violencia qmoderna,
guarda la misma proporción.
s3 B. Díaz del Castitlo, Op. cit., cap. 156, p.
195.
34 J. d€ Torquemada, Op. cit.,
cap. 102, p. 311.
35 véase esta cita y su comentario
en mi obra Fitosofía ética latinoamericana,
Edicol, México, t. lll, 1977, p. 41.
,' Hegef escribió: "La religión es er tundarnento (Grundtagel der Estado", det
Estado como cristiandad, criticada por Kierkegaard y Marx, por las mismas
raz()nes.
59
la experiencia existencial
"Yo", pero tenía sobre el rey en España
de enfrentar su "Yo-Señor" al otro negado en su dignidad: el
indio como "lo Mismo", como instrumento, dócil, oprimido' La
*conquista,, es afirmaciÓn práctica del"Yo conquisto' y "negaciÓn
del Otro" como otro.
Esa conquista era sumamente violenta. De los primeros aliados
deCortésenZempoalanoquedónadie_unapesteaniquiló
aquella numerosa, fresca y alegre ciudad: este fue el fruto de
haberse aliado con cortés contra Moctezuma-. El pueblo de
cholula fue arrasado. Pero nada es comparable con la matanza
que Pedro Alvarado realizÓ, de pura traición, contra la nobleza
guerrera azteca -cuando cortés habíase ausentado para luchar
óontra pánlilo Narváez-. Los invitó a una fiesta, sin armas, en un
gran patio junto a los temPlos:
60
En la memoria de los indios, hoy en dÍa, se recuerdan actos
semejantes de crueldad . Para ellos todo esto tiene .otro, sentido.
61
ción, de *subsumir" (o alienar)oo al Otro como "lo Mismo"; pero
ahora no ya como objeto de una praxis guerrera, de violencia
pura en el caso de Cortés contra los ejércitos aztecas, o
-como
dePizarro contra los incas-, sino de una praxis erótica, pedagó-
gica, cuftural, polÍtica, económica, es decir, del dominio de los
cuerpos por el machismo sexual, de la cultura, de tipos de trabajos,
de instituciones creadas por una nueva burocracia políticao', etc.,
dominación del Otro. Es el comienzo de la domesticación, estruc-
turación, colonización del"modo> como aquellas gentes vivían y
reproducían su vida humana. Sobre el efecto de aquella "coloni-
zación" del mundo de la vida se construirá la América Latina
posterior: una raza mestiza, una cultura sincrética, híbrida, un
Estado colonial, una economía capitalista (primero mercantilista
y después industrial) dependiente y periférica desde su inicio,
desde el origen de la Modernidad (su "Otra-cara": te-ixtli). El
mundo de la vida cotrdiana (Lebenswelt) conquistadora-europea
"colonizará" el mundo de la vida del indio, de la India, de América.
Antes de llegar a México, en Tabasco (Yucatán), los caciques
mayas ofrecieron lujosos regalos a Cortés, "a los postreros del
mes de marzo de 1519"02. Junto a ellos entregaron.veinte mujeres,
62
entre ellas una muy excelente mujer, que se dijo doña Marina".3
Malinche, símbolo de la mujer americana, india, culta, cono-
-la
cedora de la lengua maya y azteca, y que tendrá "un hijo de su
amo y señor Cortés"*. Tiempo después, estando en Tlaxcala,
aconteció que:
43 Ibid.
44 lb¡d., cap. 37, p. 32. Sobre ese "hiio" de Malinche hablaremos después,
porque es el latinoamericano propiamente dicho: el
"mestizo" de cultura sincrética
o híbrida.
43 Op. c¡t., cap. 77, p. 68.
4s Sobre este concepto, véase
el capítulo -La erótica latinoamericana>. en ml
obra Filosolía ét¡ca tat¡noamericana, t. lll, Edicol, México, 1977, p.60. Allí escribía-
mos: "La totalidad mundana es constitu¡da desde un ego fálico y la mujer queda
def¡nida como un objeto pasivo delimitado en cuanto no-yo: no-falo o castrada. A
la mujer le queda la posición de dominada y reducida al no-ser en o ante la
Totalidad-mascutina" (p. 60).
63
pr¡vándolos del servicio que dellas podían recibir y van forzadas a
servir en casas ajenas de algunos encomenderos o de otras perso-
nas, cuatro o cinco u ocho leguas y más, en estancias y obrajes
donde muchas veces se quedan amancebadas con los dueños de
las casas o estancias u obraies"ot.
piernas...
"Marina grita: Oh, sal ya, hijo mÍo, sal, sal, sal entre mis
sal, hijo de la chingada... adorado hijo mío [...] hijo de las dos
sangres enemigas [...]. Contra todos deberás luchar y tu lucha será
a7 Inédito de carta de Juan Ramírez, obispo de Guatemala, c,el '10 cle marzo de
1603 (Arcñivo General de lnd¡as, Sevitla, Audiencia de Guatemala, 156).
18 Se cuenta que Michele de Cuneo recibió de Colón una doncella caribe de
regalo: "Se metió en su cuarto con su Briseida, y como ésta se hallaba desnuda
según su costumbre, le vino en gusto solazarse con ella. La fierecilla se defendió
ásperamente con las uñas. Pero entonces nuestro Yal¡ente Michele tomó una soga
y se puso a darle una zurra tan buena y tan fuerte que lanzaba unos gritos
inauditos [...] hasta amaestrarla, sonríe satisfecho Michele [... diciendo:] Hay que
verla cuando se pone a hacer el amor". (Cita de Antonello Gerbi, La naturaleza de
las lndias Nuevas, FCE, México, 1978, p. 49; hemos traducido del italiano y
eliminado textos). Hechos como estos nos muestran el sadismo cínico de aquellos
hombres ante las mujeres indias indefensas.
64
triste porque pelearás contra una parte de tu propia sangre [... Sin
embargol tú eres mi única herencia, la herencia de Malintzin, la
diosa, de Marina, la puta, de Malinche, la madre [...] Malinxochitl,
diosa del alba... Tonantzin, Guadalupe, madre"4e.
65
La boca de la mina representa metafóricamente para el narrador
como la boca de Moloch por la que se sacrificaban víctimas
humanas, pero ahora no al sanguinario dios azteca Huitzilopochtli,
sino al "invisible" dios-capital (el nuevo dios de la civilización
occidental y cristiana). La economía como sacrificio, como culto,
el dinero (el oro y la plata) como fetiche, como religión terrena
(no celeste), semanal (no sabática, como indicaba Marx en La
cuestión judía), comenzaba su rumbo de 500 años. La corporalidad
subjetiva del indio era "subsumida" en la Totalidad de un nuevo
sistema económico naciente, como mano de obra gratis o barata
(a la que se sumará el trabajo del esclavo africano).
lmposible es narrar aquí la larga historia de la
"colonización"
cultural, económica y política de América Latina originaria. Lo
dicho sólo sugiere el tema, lo indica solamente.
El "yo colonizo" al Otro, a la mujr, al varón vencido, en una
erótica alienante, en una económica capitatista mercantil, sigue el
rumbo del "yo conquisto" hacia el
"ego cogito" moderno. La
la
"civilización", "modernización" inicia su curso ambiguo: racio-
nalidad contra las explicaciones míticas
"primitivas", pero mito al
final que encubre la violencia sacrificadora del Otros3. La expresión
de Descartes del ego cogito en el 1636 será el resultado ontológrco
del proceso que estamos describiendo: el ego origen absoluto de
un discurso solipsista.
s3 Véase el Apéndice 2
66
a una persona humana moderna con derechos universales. Y es
justamente en nombre de una tal vÍctima y de tales derechos
universales que se victimiza a los indios. Los indios ven negados
sus propios derechos, su propia civilización, su cultura, su mundo...
sus dioses en nombre de un "dios éxtranjero" y de una razón
moderna que ha dado a los conquistadores la legitimidad para
conquistar. Es un proceso de racionalización propio de la Moder-
nidad: elabora un mito de su bondad (,,mito civilizador") con el
que justifica la violencia y se declara inocente del asesinato del
Otro3.
68
conven¡a; porque en cualguier parte que fuésemos desbaratados
(lo cual Dios no permitiese)no podríamos alzar la cabeza, por ser
muy pocos, y gue no teniamos otro socorro ni ayuda sino el de
Dlos, porque ya no teníamos navíos parair a Cuba, salvo nuestro
buen pelear y corazones fuertes; y sobre ello dijo otras mucnas
comparaciones de hechos heroicos de los rornar.roS"a.
69
Por supuesto que el indio nada podía comprender de lo que se
le proponía. Desde su mundo mítico, después de la derrota, sus
dioses habían sido vencidos <en el cielo" Mircea Eliade-,
-diría
ya que vencidos estaban los ejércitos indios (los del azteca Moc-
tezuma o del inca Atahualpa)"en la tierra", en el campo de batalla.
El imaginario indígena debía incorporar era su costumbre,
-como
por otra parte- a los "dioses" vencedores. El vencedor, por su
parte, no pensó conscientemente en incorporar elemento alguno
de los vencidos en algunos "Autos sacramentales", que en
-sino
mayor número de doscientos los franciscanos redactaron y re-
presentaron en los teatros populares, en los atrios de las inmensas
iglesias coloniales-. Todo el "mundo,, imaginario del indígena
era "demoníaco" y como tal debía ser destruido. Ese mundo del
Otro era interpretado como lo negativo, pagano, satánico e intrín-
secamente perverso. El método de la tabula rasa era el resultado
coherente, la conclusión de un argumento: como la religión indí-
gena es demonÍaca y la europea divina, debe negarse totalmente
la primera y, simplemente, comenzarse de nuevo y radicalmente
desde la segunda la enseñanza religiosa:
"No es sólo útil sino del todo necesario que ios cristianos y
maeslros de la Ley de Cristo sepan los errores y supersticiones de
los ant¡guos, para ver si clara y disimuladamente las usan también
ahora los indios";.
o Gerónimo de Mendieta. Historia Eclesiástlca tndiana, lll, cap.20; t. ll, 1945,
pp. 7O-71.
1 Histoila naturcl y moral de las lndias, en Obras, BAE, Madrid 1954, p. 139.
70
De la misma manera, el gran fundador de la antropología
moderna, que durante cuarenta y dos años puso por escrito las
antiguas tradiciones aztecas en Texcoco, Tlatelolco y en la ciudad
de México, fray Bernardino de Sahagún, escribió en el prólogo de
su Historla generalde /as cosas de Nueva España:
71
"doctrin¿" (que pocos años después será el Catecismo de
Esa
Trento, y nada más), por muy aceptada y tenida por todos por
válida en Europa, no podía ya proponerse con algún viso de
racionalidad a participantes de otras culturas. Fernando Mires
recuerda el razonamiento de Atahualpa, relatado por el Inca Gar-
cilaso de la Vega, donde se muestra que una evangelización en
regla hubiera tomado más tiempo del que los misioneros estaban
dispuestos a perder. Después que el Padre Valverde expuso a su
manera la "esencia del cristianismo" mejor ciertamente
la expresó Feuerbach-, leemos lo
-mucho
que argumentó el Inca:
72
Papa [...]. Pero si dices que a esto no debo dar, menos debo dar a
Carlos que nunca fue señor de estas regiones ni le he visto"'0.
proligidad
"A este tiempo los españoles, no pudiendo sufrir la
del razonamiento (l), salieron de sus puestos y arremetieron con
los indios para pelear con ellos y quitarles las muchas joyas de oro
y de plata y piedras Preciosas"".
10 Comentarios Reales de los lncas, en BAE, Madrid, t. lll, 1960, p. 51 (F. Mires,
La colonización de las a/mas, DEl, San José, 1991, p. 57).
1' lb¡d., p. 62 (p. 57).
1z Considérese esta def¡nición con atención, porque en ella se deja ver un
eurocentrismo absoluto: "hombres" son, ev¡dentemente, los españoles, los europeos,
el "modo común" propio.
13 lbid.
'4 De procuranda indorum sa/ute, en Ob¡as, BAE, Madrid 1954, p. 392. Es
interesante anotar que este primer tipo de bárbaros establecen "repúblicas estables,
con leyes públicas y ciudades lortificadas, si se quiere someterlas a Cristo por la
73
welt)., el"sentido corrún" europeo como parámetro y criterio de
racionalidad o humanidad. En cuanto a nuestro tema. los aztecas
o incas son ya un segundo grado inferior de bárbaros, "porque no
llegaron al uso de la escritura ni al conocimiento de los f ilósofos",u.
Los indígenas no pertenecientes a las culturas urbanas americanas,
de los Andes, son una tercera clase de bárbaros y quedan definidos
de la siguiente manera:
fuerza y con las armas, no se logrará otra cosa sino volverlas enemicisimas del
nombre crist¡ano" (lb¡d.). Es decir, con ellas habrá que usar el método oe ra
"adaptac¡ón" de R¡ci (en china) y Nobil¡ (en India). Mientras que en América
Lat¡na. para Acosta, puede usarse la luerza de las armas... porque no tienen
ciudades fortificadas n¡ armas de fuego como en Eurasia.
'5 ,bid. Ambos son lalsos. como veremos en la Conferenc¡a 7,1. que coincidirá
con el de K.-O. Apet.
'6 /bid., p. 393.
'7 véase, sobre el proceso evangelrzador en particular. m¡
obra.lntroducc¡on,,
a la H¡stor¡a General de ta lgtesia en América Latina, l. l/1, pp.2g1-365:
"r-a
evangelización latinoamericana": Fernando Mires. La colon¡zac¡ón de las atmas.
Misión y Conquista en Hispanoamérica, DEl, San José, 199.1 , Luis Rivera pagan,
Evangelización y v¡olenc¡a: La conquista de América, Editorial cEMl, san .luan
(P. Rico). 1991; Rodotfo de Roux. Dos mundos enfrcntados, CtNEp. Bogotá, 1990,
etcétera.
74
ambiguo de aquella "conquista espiritual", que más se asemeja a
una obligada (o irrecusable) dominaciÓn religiosa -dominaciÓn
de la religión del conquistador sobre el oprimido- que un acto
adulto de pasaje a un momento superior de la conciencia reli-
giosa.
75
ocultando la dominación delcto> europeo, de su.mundo", sobre
el "mundo del Otro", del indio.
No podÍa entonces ser un "encuentro'entre dos culturas
-una
"comunidad argumentativa" donde se respetara a los miembros
como personas iguales-, sino que era una relación asimétnca,
donde el "mundo del Otro" es excluido de toda racionalidad y
validez religiosa posible. En efecto, dicha exclusión se justifica
por una argumentación encubiertamente teológica: se trata de la
superioridad
-reconocida o inconsciente- de la "Cristiandad"
sobre las religiones indígenas.
Es decir, ningún.encuentro" pudo realizarse, ya que había un
total desprecio por los ritos, los dioses, los mitos, las creencias
indígenas. Todo fue borrado con un método detabula rasa. Claro
es que, en el claro-oscuro de las prácticas cotidianas, se iniciaba
una religión sincrética, que la más pura Inquisicion (cuando la
hubo) no pudo evitar; pero esta no fue la intención de los misio-
neros, ni de los europeos, sino que fue el producto de la creatividad
popular que trataremos más adelante.
-cuestión
No podemos entonces permitir que las élites dominantes en
América Latina o España sigan hablando de "encuentro" de dos
mundos o culturas.
Una expresión contraria a esta posición puede observarse en
la del gran escritor colombiano todavía con gusto
-recuerdo
nuestro encuentro en 1964 en París a propósito de una "Semana
Latinoamericana'- Germán Arciniegas. Escribe en Con América
nace la nueva historia:
76
De tal manera que, en primer lugar, el 1492 es 9l "comienzo"
de América Latina. Es decir, los indígenas con sus espléndidas
culturas no tienen significación histórica alguna. En segundo
lugar, los latinoamericanos son los "hijos de los inmigrantes"::
primeramente, y posteriormente mestizos-. En tercer
-criollos
lugar, se les reúnen los indios emancipados -que pareciera que
antes fueron dominados y que nada sufrieron con la conquista
(un dolor necesario de la "modernizaciÓn")-, republicanos, par-
ticipantes entonces de la "ilustración (Autklárung,)'. En cuarto
lugar, como el teólogo portugués en Brasil Vieira'?', opina que los
africanos se emancipan con la esclavitud, porque en Africa estaban
pareciera gue en América
"sometidos a los de su propia Sdngt'O', y
Latina no. Es como una relectura hegeliana22 en América Latina
77
del continente africano. Arciniegas está en contra del concepto
(encuentroD porque, para no hubo encuentro sino, simplemente,
é1,
realización de europeos en tierras americanas. Y los indígenas o
desaparecieron o se transformaron. Es una interpretación "criolla"
eurocentrista (como la de O'Gorman, exactamente).
Entre otros, fue Miguel León Portilla, responsable en México
en su momento de los festejos del V Centenario, el que parece
lanzó la idea del "Encuentro de dos culturas". Fue así que en el
año 1988 se produjo en México un debate sobre elsignificado del
1492'?3, lo que mostró la necesidad de clarificar el sentido del
78
concepto de "encuentro". En realidad, las diferentes interpreta-
ciones que desde el presente se realizan sobre et 1492, dependen
de posiciones ideológicas que los mismos expositores, o las ins-
tituciones, poseen hoy sobre el pasado, con conciencia explícita
o implícita. Es por ello que en España algunos intentan igualmente
hablar de "encuentro". Recuerdo que, en el discurso inaugural en
su toma de posesión como primer ministro de la social-democracia
españofa en 1982, Felipe González expresÓ que a los diez años
(en 1992) se festejaría de manera muy especial el evento del
"Descubrimiento". España, que intentaba en esos años entrar en
el Mercado Común Europeo, proponía el1492 como una de sus
"glorias" a las que podía referirse ante las otras naciones europeas.
Es evidente que esta "gloria" es hoy manejada por España mucho
más que hace diez años, y en función, justamente, de su política
de integración a Europa -y no tanto en cuanto intento de com-
prensión o apoyo a América Latina-. Por ello, el hecho de que el
1992 haya sido fijado por Europa como elaño del progreso en su
unidad económica y política nos indica, sin lugar a dudas, que los
500 años tienen para ellos un significado particular. Hace cinco
siglos Europa salió del muro gue el mundo islámico le había
construido durante ocho siglos. El 1992 recuerda, entonces, un
ciclo en la Historia mundial que iniciÓ Portugal y España. Pero no
era posible festejar sólo la "conquista,,; había que presentar la
cuestión ¡¡{s, "positivamente". Para ello la ideología del "encuentro"
venía bien al caso y en función de esa posición política de inte-
gración europea y de "aperturaD de España a América Latina.
Por nuestra parte, en 1984, en el contexto de un seminario
Zea volvió aún sobre el tema con otro artículo, "¿'Qué hacer con los quinientos
años?., en El Día. El Búho (México), 23 de julio (1989), pp. 19-21 (en una posición
que podríamos llamar "crítica" ante el evento). Por nuestra parte nos situaremos,
como podrá verse, adoptando una actitud diferente a todos los autores nombrados,
y a partir de lo expuesto desde nuestras primeras obras históricas en 1966
-en
nuestra tesis doctoral sobre E/ episcopado hispanoamericano (1504-1620): lnsti-
tución misionera delensora del indio, CIDOC, Cuernavaca, t. l-lx, 1969-1971,
defendida en La Sorbona (París) en dicho año, ya nos colocábamos también
desde la perspectiva del indio).
79
organizado en México sobre "La ldea del Descubrimiento'ro, co-
menzamos este debate negando la validez del concepto de "en-
cuentro", en donce expusimos la idea de "encubrimiento", por
una parte, y la necesidad del"desagravio" al indio, por otra; ideas
que serán retomadas posteriormente por otros autores.
Si"Encuentro de dos mundos" quiere significar la nueva cultura
híbrida, sincrética, que elaborarála raza mestiza, entonces podría
aceptarse por su contenido. El "encuentro> se produjo así en la
conciencia creadora de la cultura popular (como veremos en el
Epílogo), pero no en el hecho de la conquista.
80
SEGUNDA PARTE
TRANSICION: LA REYOLUCION
COPERNICANA D'E LA CLAVE
HERNENEUTICA
En esta segunda parte debemos efectuar una reflexión inter-
media. Es la culminación, el límite de la posibilidad de la perspec-
tiva europea: el "máximo de conciencia crítica posible'... pero
todavía desde Europa (Conferencia 5), y el comienzo de la expo-
sición de las razones para intentar la "inversión", la otra perspectiva
completamente distinta ( Conferencia 6).
83
CONFERENCIA 5
85
por una parte, se autodefine la propia cultura como superior, más
.desarrollada" (y no queremos negar que lo sea en muchos as-
pectos, aunque un observador crítico deberá aceptar que los
criterios de tal superioridad son siempre cualitativos, y por ello de
una incierta aplicación.); por otra parte, se determina a la orra
cultura como inferior, ruda, bárbara, siendo sujeto de una culpable
"inmadurez's. De manera que la dominación (guerra, violencia)
que se eJerce sobre el Otro es, en realidad, emancipación,
"utili_
dad", "bien" del bárbaro que se civiliza, que se desarrolla o <mo_
derniza". En esto consiste el "mito de la Modernidad", en un
victimar al inocente (al otro) declarándolo causa culpable de su
propia victimación, y atribuyéndose el sujeto moderno plena ino-
cencia con respecto al acto victimario. por último, el sufrimienro
del conquistado (colonizado, subdesarrollado) será interpretado
como el sacrifioo o el costo necesario de la modernización. La
misma lógica se cumple desde la conquista de América hasta la
guerra del Golfo (donde las víctimas fueron /os pueblos indígenas
y del lrak). veamos este discurso tal como se desarrolló en er
tiempo del nacimiento de la Modernidad, en la disputa de Valladolid
en 1550, la más insigne de los últimos quinientos años, por sus
consecuencias y actual vigencia.
Históricamente, hubo ar menos tres posiciones teórico-argu-
mentativas ante el hecho de cómo debe
"incluirse, al otro en ra
"comunidad de comunicación", en la civilización, es decir, toda la
cuestión de la justificación o no de la violencra, la conquista
civif izadora en el siglo XVI: 1 . La
"Modern idad como emancipaición,
(Ginés de Sepúlveda).,2.la
"Modernización como utopía,, (Geró_
nimo de Mendieta), y 3. la crítica del
"mito de la Modernidad".
todavía desde Europa (Bartolomé de las Casas).
Hoy, por eiemplo, ante ra destrucción ecorógica der praneta Tierra comenzamos
'
a tener nuevos ojos para una vida mucho más integrada dentro del ciclo de la vida.
y reproducción de toda la naturaleza (como atmósfera y biosfera), que practicaban
los nat¡vos habitantes del continente americano.
¿cuánto se ha desarroilado la
cual¡dad de la vida? Esta pregunta es muy difícil responderla cualitat¡vamenre, ya
gue es de .grado., diría Hegel (cualidad cuantitativa).
s La
"unmündigkeit" de Kant corresponde a la "tarditatem. (torpeza de enten-
dimiento) de Ginés de Sepútveda (/ó1d., p. 81).
86
5.1. La Modernidad como (emanc¡pac¡ón,,
87
bárbaros [...] Tales son en suma la índole y costumbres (¡ngento
ac moribus) de estos hombrecillos (homunuculosl tan bárbaros,
incultos e inhumanos, que sabemos que así eran anfes de la venida
de /os españoles'e
(nefan'
"La segunda causa es el desterrar las torpezas nefandas
dae libines) [...] y el salvar de graves injurias a muchos inocentes
mortales a quienes estos bárbaros inmolaban todos los años"".
88
se.salva" a muchos.inocentes,,, víctimas de la barbarie de esas
culturas. En Ginés el"mito de la Modernidad" queda ya expresado
con claridad definitiva y clásica. El argumento completo consta
de los siguientes momentos (premisas, conclusiones, corolarios):
'3 A partir de Aristóteles (,.1o perfecto debe imperar y dominar sobre lo imper-
fecto, lo excelente sobre su contrario", op. c¡t., p. g3), o de la Escritura ("porque
escrito está en el libro de los Proverbios: "El que es necio servirá al t¿6¡e"", p. g5),
concluye: (con perfecto derecho los españoles imperan sobre estos bárbaros del
Nuevo Mundo e ¡slas adyacentes, los cuales en prudencia, ¡ngenio, virtud y
humanidad son tan inferiores a los españoles colno niños a tos aduttos y las
mu¡eres a los varones (!), hab¡endo entre ellos tanta d¡ferenc¡a como la que va de
gentes fieras y crueles a gentes clementísimas" (p. 101 ).
'a "¿Qué cosa pudo suceder a estos bárbaros más conveniente ni más saludable
que el quedar sometidos al imperio de aquellos cuya prudencia, virtud y religión
los han de convertir de bárbaros, tales que apenas merecían el nombre de seres
humanos, en hombrcs civit¡zados en cuanto pueden serlo?" (Op. cit., p. 133).
': "Por muchas causas, pues y muy graves, están obligados estos bárbaros a
recibir el imperio de los españoles [...] y a ellos ha de serles todavía más provecnoso
que a los españoles [...]. Y s¡ rehusan nuesiro imperio (imperium) podrán ser
compelidos por las armas a aceptarle, y será esta guerra, como antes hemos
declarado con autoridad de grandes filósolos y teólogos, lusta por ley natural
[...¡"
(Op. cit., p. 135).
1e Sobre la culpabilidad
de los indígenas Ginés escrib, entre otros argumentos:
89
5. Como segundo corolario: el conquistador o el europeo no
peda-
sólo es inocente, sino meritorio. cuando ejerce dicha acciÓn
gógica o violencia necesaria''.
6.Comotercercoro|ario:|asvíctimasconquistadaSSon"cU|-
pables" también de su propia conquista, de la violencia que se
L¡"t"" sobre ellas, de su victimaciÓn, ya que pudieron y debieron
o exigir el uso de
"salir" de la barbarie voluntariamente sin obligar
lafuerzaporpartedelosconquistadoresovictimarios;esporello
quedichospuebIossubdesarro||adossetornandobIementecuIpa-
bles e irracionales cuando se rebelan contra esa acción emancipa-
dora-conquistadora
90
ser simplemente de-construido para ser rotundamente negado;
está construido sobre un (parad¡gma sacrificial": eS necesario
ofrecer sacrificios, de la víctima de la violencia, para el progreso
humano (posición de Kant o Hegel, pero superada por Marxe).
En efecto, el"mito de la Modernidad" es una gigantesca inver-
sión: la víctima inocente es transformada en culpable, el victimario
culpable es considerado inocente. Paradójicamente, el razona-
miento del humanista y moderno Ginés de Sepúlveda termina por
caer en el irracionalismo, como toda la Modernidad posterior, por
la justificación del uso de la violencia en lugar de la argumentación
para la inclusión del Otro en la "comunidad de comunicación".
Todo esto fundado en un texto del Nuevo Testamento, en la
parábola de aquel señor que después de invitar a muchos, al fin
obliga o "compele (compelle),, a entrar a los pobres al banquete
preparado. San Agustín había dado una interpretación especial a
esta parábola, y lo recuerda Ginés:
"Y para confirmar este parecer San AgustÍn [...] añade: "Esto
mostró con bastante evidencia Cristo en aquella parábola del con-
vite: los invitados no quisieron venir y el padre de familias dijo al
siervo: sal con presteza y recorre las plazas y las calles de la ciudad
e introduce a los pobres. [...] Todavía hay lugar. Y dijo el Señoral
siervo: sal por los caminos y por los campos y obliga (compelle) a
las gentes a entrar hasta que se llene mi casa. Repara cómo de los
primeros que habían de venir se dice: introdúcelos. y de los últimos
se dice oblígalos; significa asÍ los dos períodos de la lglesia"
aquÍ San Agustín, y agrega Ginés- [...]. A estos bárbaros,
-hasta
pues, violadores de la naturaleza [es decir, culpables], blasfemos e
idólatras, sostengo que no sólo se los puede invitar, sino también
compeler para que recibiendo el imperio de los cristianos oigan a
los apóstoles que les anuncian el Evangelio"2'.
91
para pacificarlos, para posteriormente, ahora sí,
"procuren iniciarlos
e imbuirlos en la religión cristiana, la cual no se transmite por la
luerza, sino por los ejemplos y la persuasión,¿2. Es decir, el proceso
de inclusión o de participación en la
"comunidad de comunicación,
es violento, pero una vez (dentro de ella" se ejerce la racionalidad
argumentativa. La disputa de Valladolid consiste, entonces, en el
"cómo se entra' en la "comunidad de comunicacif¡", para usar la
expresión de K.-O. Apel.
92
torio de la Modernidad-. Por esta razón, los franciscanos
-contra
Bartolomé de las Casas- aprobarán que los indígenas sean objeto
de una guerra justa si se oponen a la evangelización. Como Ginés
de Sepúlveda, usan el texto de Lucas 14, 15-24,6 para justif icar la
conquista. Variaban en cambio en cuanto a lo que debía hacerse
después. Ginés apoyaba a la monarquía hispana de los Habsbur-
gos. Mendieta en cambio criticaba fuertemente a Felipe ll como el
causante de la "cautividad de Babilonia" para los indios.
En efecto, Mendieta opinaba que se había inaugurado asÍ el
tiempo del "fin del mundo' (pero era muy diverso del "fin del
mundo'de las culturas indias), porque el evangelio se predicaba
a todos los pueblos. Además, la vieja Europa había traicionado a
Jesucristo con sus pecados, mientras que los indios, con su
simpf icidad y pobreza, parecieran que no habían sido tocados por
el pecado original,', de manera que se podría fundar una lglesia
ideal, como la de los "primeros tiempos",'-antes de Constantino
y como lo que soñara Francisco de Asís.
Ef período de 1524 a 1564 había sido la "Edad dorada" de una
lglesia mexicana en tiempos de Carlos V, el Emperador. Conser-
vando las antiguas tradiciones aztecas aquello que no se
-en
oponía para los franciscanos, en especial para Pedro de Gante, al
cristianismo-, los franciscanos hablaban las lenguas autóctonas,
conservaban sus vestimentas, costumbres, autoridades políticas
(como la de los caciques), etc. El proyecto "moderniza6e¡" partía
de la exterioridad (la que no había sido destruida por la conquista),
para desde allí organizar una comunidad cristiana fuera del influjo
hispánico. Este proyecto las futuras "reducciones" fran-
-como
ciscanas en todo el continente, desde San Francisco, Los Angeles,
93
San Antonio (en California), hasta los Mojos y Chiquitos en Bolivia
o en el Paraguay, lo mismo que las "reducciones" de los jesuitas-
era en su esencia un "proyecto modernrz?dor" utópico. Es decir,
partiendo de la Alteridad del indio, se introduce el cristianismo, la
tecnología europea (uso del hierro en el arado y otros instrumentos
agrícolas y técnicos, industria textil, el caballo y otros animales
domésticos, escritura alfabética, arquitectura avanzada del arco
de medio punto, etc.) y los modos 69 "policía,, (polÍticos) urbana.
Este proyecto lo denominará Torquemada la Monarquía lndiana.
Es decir, era una "República de lndios", bajo el poder del Empe-
rador, pero culturalmente indígena, bajo el control paternal de los
f ranciscanos.
Sin embargo, tenía una contradicción interna. Un cierto "pa-
ternalismo,, de los franciscanos (y posteriormente de los jesuitas
en el Paraguay que fueron las reducciones más desarrolladas y
numerosas) constituía un mundo "utópico" que era prof undamente
criticado por los colonos europeos, hispánicos.
Es por ello que, para Gerónimo de Mendieta desde el 1564",
todo ese proyecto fracasa cuando los colonos españoles toman el
control de las comunidades indígenas. Es el"Reino de la plata", el
"cautiver¡o de Babilonia" en tiempos de Felipe ll. La utopía mo-
dernizadora (que respetaba en cierta manera la exterioridad cultural
del indio) fue destruida, y en su lugar aparecía el "repartimiento"
-otro tipo de explotación económica del indígena. agrícola o
minera, y que para Gerónimo de Mendieta volvía a ser tan perju-
dicial como la esclavitud de Egipto: reconstituía el reinado de
Mammón (en coincidencia con la interpretación metafórica de
Marx con respecto al capital).
2s Felipe
ll reorganiza el Virreinato de México. nombra nuevo Virrey y autorida-
des y se propone penetrar la "República de Indios" y sujetarla a la organización
tributar¡a de Esoaña.
94
Sepúlveda, o aun Gerónimo de Mendieta o Francisco de Vitoria,
el gran profesor de Salamanca30, o posteriormente Kant), porque
descubre la falsedad de juzgar al sujeto de la pretendida "inmadurez
(Unmündigkeit)" ¿s¡ una culpabilidad que el "moderno" intenta
atribuirle para justificar su agresión. Asume lo mejor del sentido
emancipador moderno, pero descubre la irracionalidad encubier.ta
en el "mito" de la culpabilidad del Otro. Por ello niega la validez
de todo argumento en favor de la legitimización de la violencia o
guerra inicial para <compeler" al Otro a formar parte de la "comu-
nidad de comunicación". Todo el debate, entonces, no se establece
sobre la necesidad de la argumentación misma en la comunidad
de argumentación, sobre la que todos acuerdan, sino en el "modo"
delaentrada, de la participación inicial del Otro en la comunidad
de argumentación. La cuestión debatida se encuentra en cuanto
al a prioriabsoluto, de la condición de posibilidad de la participa-
ción racional misma. Ginés admite un momento irracional (la
guerra) para iniciar la argumentación; Bartolomé exige que sea
racional desde el inicio el "diálogo,, con el Otro-
La emancipación de la antigua dominación o pretendida bes-
tialidad o barbarie de los indígenas no justifica, para Bartolomé,
la irracionalidad de la violencia, de la guerra, nitampoco compensa
ni tiene proporción con el nuevo tipo de dominación establecida.
En comparación con la nueva situación de servidumbre, el antiguo
orden entre los rndígenas3'era como un paraíso perdido de libertad
95
y dignidad. En el prólogo de la Apologética Historia Sumaria
escribe:
"La causa final de escribirla fue conocer todas y tan infinitas
naciones [ ] infamadas por algunos [...] publicando que no eran
gentes de buena razón para gobernarse, carentes de humana policÍa
y ordenadas repubiicas [. ]. Para demostración de la verdad' que
es en contrario, se traen y copilan en esle libro [...]"r:.
32
Libro con el titulo citado. "Argumento de toda ella": Bañolomé de las Casas,
Obrasescogidas.BAE,Madrid, 1958.t lll. 1958,p.3.Al terminarlainmensaobra,
escribe nuevamente: "De todo el discurso traído de los bárbaros parece clara la
distinción puesta [...]. De todo lo cual fácil será dar a entender deba,o de cuál
especie se contiene todas estas nuestras ind¡anas naciones, puesta o supuesta la
suliciente d ivisión. arg uyendo negative" (lb¡d. . t. lV , pp. 444-445). Bartolomé no se
propone hacer simplemente un libro de antropología o historia. Se propone, en
cambio, argumentar en favor de la dignidad e inocencia de los indígenas, quitando
todo valor al argumento de poder hacerles una guerra iusta.
33 Prólogo: Porrúa, México, 1975, p. 17. Es decir, Sahagún recolecta los mo-
mentos de la cultura náhuatl para poder dedtruirla más sistemát¡camente. Bartolome,
en cambio, para mostrar su ct¡gnidad y poder probar la racionalidad y el alto
desarrollo moral. cultural, político y religioso de los indios.
96
"La Providencia divina estableció, para todo el mundo y para
todos los t¡empos, un solo, mismo y único modo de enseñarles a
los hombres la verdadera religión, a saber: la persuasiÓn del enten-
dimiento por medio de razones y la invitación y suave mociÓn de la
voluntad"s.
"La criatura racional tiene una aptitud natural para que se lleve
[...], para que voluntariamente escuche, voluntariamente obedezca
y voluntariamente preste su adhesión [...]. De manera que de su
propio motivo, con voluntad de libre albedrío y con disposición y
facultad naturales, escuche todo lo gue se le proponga [...]"".
97
ocupa de las "condiciones de posibilidad raciona/es" para participar
en una comunidad de argumentación (y no ya de la argumentación
misma) A lo que agrega:
"Pero como ningun infiel. ni, sobre todo, los reyes infieles,
querrían someterse voluntariamente al dominio de un pueblo crrs-
tiano [ ..] indudablemente que sería menester llegar a la guerra,38.
38 lbid.
lb¡d.. Cap 6. 1, pp 343-344 Bartolomé. con retórica ¡nsigne, se extiende
3e
durante decenas de páginas argumentando sobre el lerror y la crueldad de la
guerra, que él ha vivido en el caribe, en Méxrco. en centroamérica. son unas de
las pág¡nas premonitorias y proféticas de la violenqa y crueldad que la Modernidad
esparcirá por el mundo periférico, el mundo colonial que se llamaba hasta nace
poco Tercer Mundo. En el lrak destruido vemos al pobre pueblo sufriente.
98
mueve la guerra, por alguna injuria que le haya hecho al pueblo
que ataca. Pero el pueblo infiel que vive en su patria separada de
los confines de los cristianos [...] no le ha hecho al pueblo cristiano
ninguna injuria por la que merezca ser atacado con la guerra.
Luego esa guerra es injusta"4o.
"Por todos los textos citados se ve que los que mandan son los
principales culpables en cuanto a la gravedad de los crímenes y de
ios daños que se hacen en la guerra contra los infieles, pecando
más gravemente que los demás"^'z.
10 lbid.,6,2 p.431.
4' Véase el Apénd¡ce 2.
42 lb¡d.,6,3, p.446. Para Bartolomé son culpables desde el Rey y los obispos
hasta los capitanes, pero igualmente los soldados, y hasta los gue aconsejan
hacer tales actos. Es un Nürenberg de la cultura moderna ante el holocausto de la
conquista y de las violencias futuras de los siglos XVI al XX.
99
CONFERENCIA 6
ATERI}IDIA EN UNA VISION NO-EUROCENTRICA
DE LA HISTORIA IIUNDIAL
t
"Abrir en flor" significa crear.
z Ya veremos, también entre los aztecas y mayas, que el
"fundamento" es
donde se apoya, reposa, se asienta y las cosas cse ponen de pie". De la misma
manera la humanidad es (palabraD, pero su "palabra" se asienta en el Gran padre
Originario antes de la creación ("abrirse-en{lor") del un¡verso.
¡
"Ser-de-cielo" es lo divino.
1 Entre los Avá-Katu el oporaiva es el
"canlor". El "canto" es la expres¡ón
humana suprema, es el lugar donde lo divino originario y lo humano se unen,
donde se une el individuo y la comunidad, la historia y el futuro (la .tierra-sin-
malD), la lierra, la selva, el cielo. Es la "realización" plena del
"ser" de los tupi-
guaraníes.
101
Ahora es necesario cambiaise de "piel,', tener nuevos "ojos".
No son ya la piel y los ojos del ego conquiro que culminará en el
ego cogito o en la "Voluntad-de-Poder". No son ya manos gue
empuñan armas de hierro, y ojos que ven desde las carabelas de
los "intrusos europeos". y gr¡tan. .¡Tierra!" con Colon. Ahora
tenemos que tener la suave piel bronceada de los caribeños, de
los andinos, de los amazónicos... Los ojos admirados de aquellos
indios que desde las playas, con pies desnudos sobre las suaves
y cálidas arenas de las rslas, "vieron" 6 acercarse, f lotando sobre el
mar, dioses nunca vistos. Tenemos que tener la piel que sufrirá
tantas penurias en la encomienda y el repartimiento, que se pudrirá
en las pestes de los extraños, que será lastimada hasta los huesos
en la columna donde se azotaba a los esclavos
pesinos de la sabana africana vendidos como animales -pacíficos cam-
en Cana-
gena de Indias. Bahía, La Habana o Nueva Inglaterra-... Tenemos
que tener los ojos del Otro, de otro ego, de un ego del que
debemos re-construir el proceso de su formación (como la "otra-
cara" de la Modernidad), y, por ello, debemos ahora partir desde
el Océano Pacífico-
s rupac Amaru usaba esta expresión para referirse a los
españoles .europeos>
véase Boleslao Lewrn, La rebetión de Tupac Amaru, SELA, Buenos Aires, 1967, p.
421. Hace años pensamos denominar
"intrusión. el acto v¡olento de los europeos.
pero f ueron las asambleas indígenas a f ines de la década del g0 que nos impusleron
el concepto de "¡nvasión" de un continente.
6 E. O'Gorman, en una entrevista televisada, expresó
hace años que los indios
no habian descubierto América. porgue ni noticia tenían del continenle como tal.
En efecto, nunca descubieron el continente como una total¡dad simplemente
'vivían" sobre un espacio propio, experienc¡a telurica regional. nunca global. pero
lo que muchos parecieran ignorar es que, de todas maneras. los indios, desde su
sub.¡et¡vidad humana. fueron las primeras personas que ocuparon culturalmente
estas t¡erras amer¡canas y. por ello. la experiencia del
"descubrimiento" europea
es "segunda". se sobrepone sobre la experiencia indigena, y esto nay
"primera"
que expresarlo f¡losóf icamente. Heidegger nos permite también describir el .munoo,
¡ndígena dentro del cual aparecen los europeos
"descubridores". pero esta no es
adoptada de hecho como perspectiva metodológica por Edmundo o'Gorman.
i Al escribir estas líneas, aqui en zihuatanelo. Estado de Guerrero fMéxrco¡,
escucho fas olas cadenciosas del Gran Mar de los griegos. del sinus Magnus de
Martellus y colón, del Mar del sur de Balboa, del océano pacifico Juntó a este
océano creo que es exactamente er rugar para empezar esta segunda parte de
estas Conferencias.
102
Cambiar de piel como la serpiente, pero no la perversa serpiente
traicionera que tentaba a Adam en Mesopotamia, sino la "serpiente
emplumada", la Divina Dualidad (Quetzalcóalt)s que "camb¡a su
p¡el" para crecer. ¡Cambiemos la piel! Adoptemos ahora "metódi-
camente'la del indio, delafricano esclavo, del mestizo humillado,
del campesino empobrecido, del obrero explotado, del marginal
apiñado por millones de miserables de las ciudades latinoameri-
canas contemporáneas. Tomemos como propios los "ojos" del
pueblo oprimido, desde "los de abajo"
-como expresaba Azuela
en su conocida novela-. No es el ego cogito, sino el cogitatum
(pero un <pensado> que también "pensaba"... áunQUO Descartes o
Husserl lo ignoraran): era un cogitatum, pero antes aún era el
Otro como subjetividad "dis-tinta" (no meramente "diferente,, como
para los Post-modernos). Re-construyamos entonces las "figuras,,
de su proceso.
103
trucción'que sea histórica y arqueológicamente aceptable y que
al mismo tiempo corriia la desviación eurocentrista. Para ello
echaremos mano, simplemente, de las historias de las civilizaciones
que produce la misma Europa occidental. En ellas se descubre
que la visión hegeliana es una auténtica "inversión" (además de
una invención ideológica con sentido eurocéntrico).
Los pueblos y etnias indígenas americanas no entran en la
historia mundial como contexto del descubrimiento de América
es el momento en el que los programas vigentes de historia
-que
en bachilleratos y universidades hablan por primera vez del indio
(junto a las islas, palmeras, animales exóticos... había igualmente
indios en las playas que Colón descubre). Debe encontrarse ra-
cional e históricamente su lugar en la historia. Para ello deberemos
remontarnos a la "revolución neolítica". desde la invención de la
agricultura y la organización de confederación de ciudades (la
"revolución urbana"). Si este momento se estudia en el tiempo y
en el espacio, concluiremos contrario de lo que proponía
-al
Hegel- que dicha revolución se situó primeramente en el Oeste
(en Mesopotamia y algo después en Egrpfo) y que fue surgiendo
sucesivamente, sin necesarios contactos d¡rectos, hacia el este:
en ef vaf le del lndo, en el valle del río Amarillo o China, y más allá
de las culturas del Pacífico, en el espacio mesoamericano (para
cuf minar con Mayas y Aztecasl y en el de los Andes del sur (en las
regiones del imperio lncal'0.
104
Grandes culluras neolitlca¡ y áreas de contactos
del Oeste hacia el E¡te"
105
hubo dos zonas de contacto (l y ll en elesquema anter¡or) a que
deseamos prestar atención. Esta propuesta, por ingenua y sab¡da
que pueda parecer, tiene el propósito explícito da incluir Amé¡ica
Latina, desde su origen, en la Historia Mundial (lo mismo que el
Alrica bantú y Asia), y no ya como antecedentes de la cultura
posterior europea (como
"Edad Antigua"), sino como los pilares
hablar como Alfred Weber- de la Historia Mundial. Evi-
-para
dentemente, hay dos áreas latinoamericanas de gran cultura: la
región mesoamericana que culmina con mayas y aztecas, y la
andina del sur, posteriormente inca. Tiene esto la mayor impor-
tancia en el debate actual. La "llustración (Aufklárung)" de los
americanos tiene que ser incluida en el"Tiempo eje" de Jaspers,
como veremos.
En la región mesopotámica (sumera, acadia, babilónica, etc.)
maya y andina. Excluye la índica e incluye la minoica. Alfred Weber nos habla de
"la h¡storia de las grandes culturas egipcia, sumero-acadia-babilónica, china e
indostánica, los cuatro pilares de la historia" (Kulturgeschichte als Kultutsoziotc{'ie,
Piper, München, 1963: trad. española, FCE, México, 1960, p. 12). La etim¡nac¡ón de
Latinoamérica es evidente, y se continuará en toda interpretación eurocéntrica de
Weber. Tomaré de é1, sin embargo, la idea de las Primáren Hochkulturen (grandee
culturas primarias). Un Karl Jaspers (en Vom lJrsprung und Ziel der Geschichte,
P¡p€r, München, 1963) da importancia a la "Acñsenzeit (tiempo eje)", que él sitúa
en los tiempos de Confucio y Laotsé en China, en los Uganishad de la India, de
Buda en Nepal y el norte de la India, de Zarathustra en lrán. de los orimeros
grandes profetas de lsrael (Elias, lsaías), y de los pr¡meros filósofos presocráticos
en Grecra. .La época mistica había terminado y con ella su tranquila placidez y su
Ingenu¡dad. (p. 21). Este "T¡empo eje", evidentemente, no se sitúa al comienzo de
la revolución neolítica-urbana, sino como su culminación. Además, y una vez más,
quede fuera LatinoarÉrica. Nada sabía Jaspers de la sabiduría crítica de los
Tlamat¡nirna o de un lrlezahualcoyotl en México ni de los amautes del lmperio inca
(al que Toynbee les atribuye, sin embargo, el haber comenzado una etapa crítica
y universal del pensamiento: "the viracochinism", cle h visión teológica de Viracocha,
el .Hacedor originario del universo"). Para Jaspers las culturas suoeriores fueron:
la Mesopotámica, el Egipto, el Indo y Huang-Ho, a las que después se agregarían:
la civil¡zación med¡terránea, India y China. Es sobre ellas que sobrevendría el
"Tiernpo eje". La Saeculum Weltgeschichte (ed. H. de Franke-H.Hoffmann-H.
Jedin, Ed. Herder, Freiburg, ¡n¡ciadaen 1965, t. t) proponeya¡zonasdecontactos.,
¡dea que tomaremos nosotros en los casos de las estepas euroasiáticas y las
culturas del Pacífico.
106
Ílorecerá un centro de alta cultura neolítica de regadío''. Un
conjunto de ciudades existían ya en el lV milenio a.C., tales como
Ur, Eridu, Erech, Larsa, etc. "Hacia el 4000 a.C., la enorme cotnarca
de tierra semiárida que bordea el Mediterráneo oriental y se ex-
tiende hasta la India (cuyo corazón era Mesopotamia), se encon-
traba poblado por un gran número de comunidades"'s. La cultura
de Tel-el'Obeid llegó a extenderse a "toda el Asia occidental
antigua, desde el Mediterráneo hasta las mesetas del lrán"'0. Sobre
ese caldo de cultivo nacjó Sumer. Con motivo de las luchas entre
Lagasch y Umma, el rey Eannadu nos dejó estelas de gloriosas
campañas. Poco después el rey Mesilim de Kisch extiende su
poderío en el 2700 a.C., y así se sucederán unos tras otros los
reinos, reyes, pequeños imperios. El templo más espléndido de
Sumer era un jardín en forma de pirámide escalonada (el Ziggurat
de Ur) edificado en honor de Nannar, la Luna -como en la
inmensa Calzada de los Muertos de Teotihuacán en México-;
mientras que era adorado Enlil en Nippur o An en Uruk. El universo
tenía un (centro", donde se reunía el Cielo-Tierra-Hades (Dur-An-
Ki)", y cuya conexión era la "montaña mítica": el Ziggurat. Esta
visión mitof ógico-ritual suponía un altísimo grado de racionaliza-
clón. Los mitos suponen una racionalidad de alto grado de criti-
cidad, supone ya una cierta "ilustración" (Aufklárung/. La sola
lengua humana y su discurso simbólico sistematizado en "relatos"
con sentido es una obra de la razón de enorme desarrollo. To-
mando en cuenta sólo a los indígenas bororos, y otros contiguos
como
del Brasil tropical
-cuyas mitologías no son tan elaboradas
las de Mesopotamia, las del México antiguo o del Perú de los
107
lncas-, Claude Levi-Strauss describirá mitos con estructuras.
momentos de sistemas de una enorme complejidad codificada
racionalmente:
108
río Nilo, procede del corazón mismo de las culturas bantúes, y de
donde se originan los mitos originariosr'. Alfin del lV milenio a.C.
(en torno al 3000 a.C.), el"Reino del Sur" (bantú, africano negro)
vence al"Servidor de Horus" del norte22. El fundador de la primera
dinastía "tinita" (por la ciudad de This o Tinis, no lejos de Abydos)
inicia la historia institucional de la "nación eQipcia". El nivel ético
de esta cultura fue inmenso. Leemos en el Libro de los muertos:
ss.; E. Drioton-J. Vandier, L'Egypte, Clio, PUF, París, 1952; John Witson, La cultura
egipcia, FCE, México, 1958; Jouget-Dhorme-Vandier, Les premiéres c¡vilisations,
en Peuples et civilisations, l, pp. 21-300; etc.
21Se ha probado recientemente que Osiris, el dios de la resurrección de la
carne, y sobre cuyo pedestal se construyó toda la cultura del Nilo (siendo las
pirámides tumbas de muertos que esperan dicha resurrección, tal como lo describe
EI l¡bro de los muertos), procede de las culturas bantús, det Africa negra
esta manera "entran" en la Historia Mundial, que Hegel había dejado -que de
ez Por ello, siempre, el faraón egipcio llevará dos coronas, pero
"fuera"-.
la primera que
colocaba en su cabeza, y mirando hacia el sur, era la corona (negra" bantú.
23 Papiro ñu: trad. española de Juan Bergua, Madrid, 1962, pp.
181-192.
24 Este es el argumento de mis obras primeras, des& El humanismo
semita,ya
citado, hasta El dualismo en la antropologíe de la Cristiandad. La antropología
desde el origen del cristianismo tasta e, descubrimiento de América, Guadalupe,
Buenos Aires, 1974. Una Filosofía de la Liberación había que situarla desde sus
más lejanos antecedentes en la Historia mundial, y lo he hecho. por ello, el
reproche de Arturo Roig o de Leopoldo Zea, de haber pretendido ignorar la
historia, me parece parcial. En efecto, Zea me cr¡t¡ca (véase "Dependencia y
liberación en fa Filosolía latinoamericana", en Fitosolía y cuttura latinoamericana,
Centro Rómulo Gallegos, Caracas, 1976, pp. 21 1 ss.: "Es interesante destacar ra
reacc¡ón que lrente a la filosofía de la liberación, de la generación de Atberd¡, tiene
otro argent¡no [...] Enrique Dussel [... pretende] borrar el nefasto pasado; de
borrarlo, no de as¡milarlo, para partir nuevamente a cero"; p.214), sin advertir que
se partÍa de una definición restringida de filosofía por mi parte (es decir, para mí
en ese momento era filosofía sólo la filosofía académica enseñada en universidades.
109
carne tiene una dignidad absoluta, y por ello el dar pan, agua o
vestido si falta la "casa" es porgue en el clima cálido de Egipto
-y
era más importante una.barca,, que actuaba como casa y medio
de subsistencia, de transporte- es el principio ético concreto
absoluto,'.
Hacia el este, en el valle de Indo (hoy Pakistán) hasta el
Penjab, florecieron culturas tales como las de Mohenjo-Daro y
Harappa murallas pueden fecharse en el 2500 a.C.-
-cuyas
Junto a ellas, ciudades como Amri, Chanhu-Daro, Jhangar, Jhukar.
Nal, estaban organizadas en cuadras con calles hasta de ocho
metros de ancho Hoy se descarta la "invasción' indoeuropea de
los arios, pero ciertamente el sánscrito fue la lengua comercial y
sagrada que se fue imponiendo lentamente en toda el área. Es el
tiempo del Rig-Veda. cuando la experiencia primitiva recibirá la
superposición de grupos dominantes (las.castas")'u. En el "Tiempo
eje" Budda comenzará st crítica a la religión de castas e iniciará
el camino estrecho de la.comunidad" de monjes contemplativos,
Siempre hacia el este. en la región china del río Amarillo,-, si
dejamos de lado la mítica dinastía Hsia, debemos remontarnos
110
hasta el 1523al 1027 a.C. para ver reinar la dinastia Shang, que
conquistaron el Yangtsé, el Chansí y Chen-si, cuya capital era
Anyang. En el "Tiempo eje' (propuesto por Jaspers) expresó su
sabiduría Confucio. En el Tao-Té King de Lao Tsé leemos:
111
digkeit de Kant), sino como consistente progreso de la Humanidad,
incluye igualmente a los pueblos arnerindios al oriente del pacífico.
En realidad fueron las poblacionee oriental€s d€l oriente, el Ex-
tremo oriente del oriente. Eran asiáticos por razas, lenguas, cul-
turas. colón murió afirmando haber ilegado a Asia; gracias a
Amerigo Vespucci se s.upo gue era un
"Mundus Novus". óe lo que
hasta ahora no se ha tomado conciencia (al menos al nivel de la
conciencia cotidiana y de la enseñanza de la historia en colegios
secundarios y universidades) es de que en realidad Amerindia era
su ser auténtico, contra la conclusión de o'Gorman. Veamos esro
por partes, y para no afirmar ya nunca más que el"descubrimiento,
de América da el "lugar" a los amerindios en la Historia mundial
(como contexto de dicho descubrimiento). su
"lugar'es otro y er
"descubrimiento" se interpreta ahora no sólo como "encubri-
miento", sino como genocida "invasión". para ello, sigamos, tal
como aconteció, la historia de la Humanidad
"hacia el Este,.
hacia el Oriente.
Hay diversas áreas de contacto entre ras culturas *pirares"
rocfeaban México por er Este y oeste era un soro Gran Mar: teoail,
o agua divina;
ilhuica-atl); la total¡dad del
"mundo" se decía *cemanáhuac, (véase ta=magnitica
obra de Miguet León Port¡ila, La Fitosotía Náhuail. UNAM, México. 1979. p;.
113,
150, etc.)' Por su parte. en rengua kuna (der panamá) ra
totar¡dad de ra.,t¡erra,
conocida por ellos reciben el nombre de
"Abia yala,; entre los incas era el
"Tahuantisuyo'. En cada rengua indÍgena ra .tierra, (el cont¡nente amercano)
recrbe otro nombre. Hemos querido, simpremente, ponerre
er "nombre, en rres
lenguas indígenas, tres de tantos -nombres" autóctonos. véase Aiban wagua,
"¡Medio Milenio! Argunas consecuencias actuares de ra invasión eurogea a Abia
Yala. Visión indígena", inédito, ustupu, Kuna yara (panamá),
1ggo, donde escribe:
"Los kunas, desde antes de ta ilegada de ros europeos, conocran a esta t¡erra como
Abia Yala, que significa: tierra madura, tierra madre grande, tierra de
sangre. y
noy se nos impuso er nombre der itariano: América" (p. 14). Feripe poma
de Ayara
(Waman Puma), en su E/ primer nueva Crónica y Buen
Gotierno, Siglo XXl,
México, 1980, t. llr, pp. 913-916, coroca un hermoso y dibujado.mapa
Mundi det
Reino de las lndias, un reino lramado Anti-suio hac¡a er derecho
der Mar der Norte
[el caribel, otro reino ilamado coila-suio [donde] sare er sor, otro reino ilamaoo
conde-suio hacia ra Mar der sur [er océano pacífióo], otro reino ilamado
chrncar-
suio del "mundo-tierraD para un inca. Las cuatro partes formaban
siempre una
<cruz', en las teogonías cre ta china, ras curturas
der pacífico (porinésicás espe-
cialmente), desde ra de ros Aztecas y Mayas, hasta ra de ros chibchas
e Incas.
112
(Mesopotamia, Egipto, del valle de Indo, del río Amarillo, de la
Mesoamérica y la zona Inca). Una de ellas es la del Mediterráneo
oriental3'. Más importante, en cuanto a la relación de las culturas
de todo el continente euroasiático, es el área migratoria del Asia
central
-con (l) en el esquema anterior-3,. Desde Mongolia
-región donde se domestica el caballo en el V milenio a.C.-, y
en su corazón el desierto de Gobi", atravesando el Turquestán
oriental o chino (Sinkiang, de Dzungaria al valle del Turfán, el
Tarim) y el Turquestán occidental o ruso (el Turán), para abrirse
hacia el sur por el lrán y por el oeste las estepas que se abren al
norte del Mar Negro a Europa. Esta inmensa región de caravanas
y caminos, el"Camino de la seda", es la clave de toda la historia
del continente euroasiático hasta el siglo XVl. Desde esta área se
"empujará", entre otras, a las invasiones de los jinetes de caballo
con armas de hierro, desde los hititas o hyksos, de los aqueos,
dorios hasta los jónicos, o, posteriormente, de los persas o de los
germanos. Y es, justamente, en el momento en que los turcos
dominen estas regiones (donde habían estado presentes desde el
760 a.C. en el Turfán), cuando los europeos deberán lanzarse a
f inales del siglo XV d.C. hacia el Atlántico, para retomar el contacto
113
Martellus el "Sinus Magnus" mítico) es el área de contacto -cOn
(ll) en el esquema anlerior- que nos interesa. El "Gran Mar" de
los griegos era un horizonte recorrido por expertos navegantes
neof íticos; el"centro" de la Primera-historia Americana (la Proto-
historia americana en sentido estricto, fuerte). Muchos milenios
antes, en una época interglacial, unos 50 mil años a.C. según las
últimas mediciones, caminando a través del estrecho de Behring,
por el valle de Anadir y el río Yukon, pasaron numerosas migra-
ciones asiáticas, "descubriendo"o estas tierras, y comenzando así
nuestra Proto-historia (de ninguna manera la "Pre-historia ameri-
cana35). Huían delAsia, presionados por la expansión demográfica
del Gobi o Siberia últimos venidos, que han quedado entre
-los
los dos continentes, son los esquimales-, de razas austroloide,
tasmanoide, melonesoide, protoindonesio, mongoloide y aun ma-
layo-polinésicos. El amerindio, entonces, es asiático, pero habitante
originario de las costas occidentales del Pacífico específicamente.
Sólo a manera de ejemplo, deseamos indicar algunos hechos
para "situar" América Latina en la Historia mundial. En efecto,
unos 1700 años a.C., expulsados de Birmania, Java, o de otras
islas de lndonesia o del sur de China, los proto-polinésicos se
lanzaron algran Océano. Pasaron por Melanesia (Nueva Guinea),
¡¡ Tiene razón O'GOrman al deCir que nUnca tuvieron "Conclencla" clel Contlnente
como totalidad. Pero lo que aquí deseamos indicar es que. existencial u obietiva-
mente. la Humanidad iba descubriendo regiÓn por regiÓn, valle y montaña, unas
lras otras, durante generaciones. desde Alaska hasta Tierra del Fuego No es el
.descubrimiento de América,, es algo muchO más importante: es la "human¡zac¡Ón"
efectiva del Continente sin anterior ocupación humana. La "conquista" contará ya
con dicha "humanizació¡", y esto ét¡camente es fundamental. La pr¡mera "ocupa-
ción' fue.humanización de ta naturcteza", la segunda fue.dOminación de culturas"
ya establecidas.
3s Todos €soS .pré-" indican d¡lerentes grados de eurocentrismo. Como el
hacer comenzar la historia con la .escritura,' -como si la lengua no fuera el
momento racional esencial y no su expresiÓn escrita-. Véase J. Beaglehole, fhe
exptoration ol the Pacitic, London. 1947 F. Keesing, Native peoples ol the Pacilic,
New York, 1946, Paul Rivet, Los orígenes de! hombre americano' FCE, México,
1960; Heinz Kelm, .Frúhe Beziehungen Amerikas zu Asien und Polynesien". en
Saeculum Wettgeschichte, t. l, pp. 610-637 y 663-668; Hans Nevermann. "D¡e
polynesische Hochkultur', en Op. c¡t., pp. 355-378: Canals Frau. Prehistoria de
América, Sudamericana. Buenos Aires. 1950.
114
(¿Acaso son yerdadso los
hombres? ¿por lanlo ya no es verdad
nuestro canto? ¿eué está de pies, por ventura?"se.
de allÍ a Samoa hay restos fósiles desde el 800 a.C.-.
-donde
Unos partieron hacia el nordeste (Micronesia), hasta Hawai (donde
llegaron en el 124 d.C.); otros hacia el este (islas Marquesas) y el
sureste (lslas Sociedad y Tuamatu, Tahití, Pitcairn, etc.). Dos
invasiones llegaron hasta al isla de Pascua, la última de cultura
Ariki, a cientos de kilómetros de Chile. Por el Pacífico sur la
corriente de Humboldt permitía que, en julio y agosto, las grandes
balsas (con hasta 150 personas, y durante cuatro o cinco semanas)
pudíeran navegar de Tahití a la isla de Pascua y hasta las costas
de los araucanos de Chile o de los incas del Perú. Desde las islas
Christmas podía navegarse gracias a la corriente ecuatorial y se
llegaba a las regiones mayas y aztecas. Por el norte, costeando el
continente (esta era la manera de la navegación china), se unía
aún más fácilmente el Asia nordeste con Alaska, hasta el territorio
californiano.
115
CORRIENTES MIGRATORIAS HACIA AMERICA
DE LAS CULTURAS DEL PACIFICO
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'1ff.#;n)
Flechas. Dirección de las migracrones transpacíficas y cont¡nentales.
116
El Océano era un (mundoD cultural. Por ejemplo, el concepto
de hacha (arma de guerra o instrumento de trabajo) se expresaba
con la palabra toki en las islas Tonga, Samoa, Tahití, Nueva
Zelandia, Mangereva, Hawai, Pascua y entre los araucanos de
Chifes. Los verbos tokin y thokin significan mandar, gobernar,
juzgar. "Al disponer por categorías nuestros datos objetivos, po-
demos deducir que la cadena isoglosemática del toki se extiende
desde el límite oriental de Melanesia, a través de las islas del
Pacífico, hasta el territorio americano, donde penetra en calidad
de vocablo de cultura, y en toda esta trayectoria, los significados
de este vocablo han sufrido idéntica transformación semántica,.'.
De la misma manera, en las lenguas polinésicas y en quechua
(una de las lenguas del imperio inca) son semejantes el verbo
llevar (auki, awki), medium (waka, huaca), comer (kamu, kamuy),
viejo (auki, awki), guerrero (inga, inga), fuerte (puhara, pucara)3s.
Pero si pasamos a otros niveles culturales, el del"círculo de la
cultura" diría W. Schmidt o Graebner-, las semejanzas
-como
entre polinésicos y amerindios son asombrosas. Friederici ha
mostrado que la taclla o pala de la agricultura peruana es idéntica
hasta en fos detalles secundarios, o la taclla maoría de Nueva
117
Zelandia. En el sur de Chile se bebe la kava, bebida nacional
polinésica, denominada del mismo modo y fermentada mascando
la raíz de ciertas plantas. El sacar la lengua como gesto sagrado
tiene el mismo sentido religioso en todo el pacífico. hasta en la
India, en las estatuas ciclópeas de la isla de pascua y hasta entre
los aztecas ("saca la lengua" el Huitzilopochili de la quinta Edad
del Mundo de la "Piedra del Sol", hoy expuesta en el Museo de
Antropología de México). A todo esto podrían agregarse millares
de elementos tales como la identidad o semejanza en cervatanas,
propulsores, macanas, anulares, arcos, hondas, lazos, anzuelos,
puentes de bejucos, remos, balsas, canoas dobles, decoración de
la proa, tipos de habitación, morteros, asientos y almohadas de
madera, hamacas, mosquiteros, cepillos para cabellos, abrigos de
fibras contra la lluvia, procedimientos textiles, ornamentos nasales,
tambores de madera
-que se tocan con el mismo ritmo-, arcos
musicales, flautas de pan, juegos los más diversos, bebidas alco-
hólicas, cultivos de terrazas, tipos de irrigación, pesca con venenos,
ofrendas religiosas de conchas, danzas con máscaras, mutilacio-
nes, etc.-. A estos detalles externos debe agregarse el"s€ntido"
de los instrumentos dentro de su función ritual, las palabras que
las expresan, las músicas, etc.
Todo esto nos permite afirmar que el pacífico fue el centro
cultural de la Protohistoria Amerindia. ya que de sus costas pu-
dieron extraerse su influencia en numerosos aspectos culturales
hacia las mesetas de México, Guatemala, perú: la
"América nuclear,
urbana. Por su origen y por su Protohistoria, Amerindia es parte
del Asia en torno al núcleo generador de las culturas del océano
Pacífico. Esto no quiere afirmar, y sería un grave ertor,ya que en
México se han encontrado en el lago de Tezcoco fósiles de agri-
cultura del Vlll milenio a.C., que las culturas urbanas u otras se
originaron por influencia polinésica. Ni mucho menos. Hemos
querido sugerir sólo que, procedentes del Asia (..origen del hombre
americano,,, atravesando Behring), el Pacífico siguió siendo un
espacio de intercambio cultural. En su costa oriental, entonces,
había una inmensa masa continental, con diversos nombres, según
los pueblos que la habitaban; el.Cemanáhuac, de los aztecas. el
"Abia Yala" de los kunas de Panamá, el "Tahuantisuyo" de los
118
incas... Diversos nombres autóctonos para un continente ya hu-
rnanizado en su totalidad cuando llegó Colón.
119
nente. En un primer grado, en el caso de los clanes y tribus de
pescadores, cazadores y recolectores nómadas del sur" y del
norte1z. En un segundo grado, los plantadores con aldeas de
clanes, tribus y confederación de tribus (pre-urbanos), de las
culturas de las Cordilleras al sur y sureste del lmperio inca, hasta
los amazónicos (tupi-guaraní y arawaks), caribes, y las culturas
del sureste, de las praderas y del suroeste del actual Estados
Unidos. En un tercer grado,la"América Nuclear'o urbana, desde
Mesoamérica (de los mayas y aztecas de México y Guatemala),
hasta los chibchas de Colombia y el área del lmperio inca de
Ecuador a Chile y Argentina. Inmenso.mundoD cultural que ocu-
paba todo el continente, que había "descubierto" ríos, montañas,
valles, praderas; que le había puesto "nombres>; que los habÍa
incorporado a su (mundo de la vida (Lebenswe/t,)" con un sentido
humano pleno. No era esto un .vacío' incivilizado y bárbaro: era
un (plenoD de humanización, historia, sentido.
Tomemos un ejemplo entre las culturas de segundo grado.
Uno de esos pueblos que habitan las selvas del Amazonas hasta
el Paraguay, los Tupi-Guaraní, y que en sus manifestaciones
culturales externas pudieran parecer totalmente desprovistos de
todo desarrollo€, y que por ello podrían aparecer como verdaderos
"bárbaros" en su sentido más primitivo, en el tercer sentido de
¡' Son los indios magallánicos, pampas, del Gran Chaco y los del Brasil
Oriental. Véase mi obra Hlpótesls para el estudio de Latinoanüica en la Histoila
Universal, ya citada, pp. 130 ss.; o mi otra obra Introducc¡ón a la Historia General
dc l. lglasia en Amórica Latina, t. l/1, pp. 129 ss., con descripción y mapa
cletallado. Tambión Otto Zerrbs, "Die Religionen der Naturvólker Südamerikas
und Westindiens', en W. Krickebcrg y otros, Op. cit., pp. 269 ss.
n2 Los calilornianos, shoshonis y los canadiens€s Algonkinos y Athapasken,
más los esquimales. Véase Werner Múller, "Die Religionen der Indianervólker
Nordamerikas', en W. Krickeberg y otros, Op. cit., pp. 171 ss.
¡¡ "El guaraní pertenece a la selva [...]. Vida rápida, fugaz, desesperada. Lucha
constante por la luz y por la materia nutricia en un mundo anegado. (León
Cadogan, La literatura de los Guaranies, Joaquín Mort¡z, México, 1970, pp. 1 1-12).
Los guaraníes deian en los museos o para los arqueólogos muy pocos obietos.
Son extremadamente pobres en sus expresiones técnicas, edilici¿fs. textiles, de
altarería, etc.
120
José de Acostano, son ese "Otro' totalmente "encubierto" oñ €l
fenómeno del"des-cubrimiento" (que como un "1492" diacrónico
y metafórico se va haciendo presente en todo el continente al
pasar de los años, desde el siglo XV hasta el presente). Pero el
(mL¡ndo' de aquellos pueblos, en su sentido heideggeriano exis-
tencial, no difiere por su desarrollo humano mucho del moderno,
si "entramos" eñ €l núcleo de su experiencia cultural. En efecto,
expresa el "gran cantoD¿s Ayvu Rapyta, como núcleo generador
de su (mundo", de su "mundo de la vida" (Lebenswe/t), lo si-
guiente:
¿¿
"A lá tercara clase [...]. En ella entran los salvales semeiantes a fieras, que
apenas tienen Sentimiento humano, sin ley, sin rey, sin pactos, s¡n mag¡strados n¡
república, qu€ mudan la habitación, o si la tienen fiia, más se asemeja á cuevas
de
fieras o cercado de animalos [...1, así también la mayor parte de los del Brasil
[...]
andan también desnudos, son tímidos y están entregados a los más vergon¿osc,s
delilos de fuiuria y sodomia..." (De procurande rndorum sa/uto. proe;io; BAE,
Madfid, 1954, p. 393). Ests definición cabría exactament€ a los gu8ianíes, a tos
que nog erttmo3 ret¡r¡endo.
¡s
"canto' e3 po€ma, canción cantada y rito con danzay r¡tmo de ra "comunidad,
en la "fiesta.. Es un aclo central de la existenc¡a quaranr.
co .Ser-de.cielo., h€mos
d¡cho, es lo divino, tdererno.
¿;
"Abrirse-como-llor", hemos ya c,icho, es el acto procluctof, sacar fuera cl€ 3i,
es la acc¡ón cre¡dora.
16 8añorneu
Meriá, E/ G,u-a¡aní experiencia rerigiose, B¡br¡oteca paraguaya de
Antropologí¡. Asunción, 1991, pp.29'3(); León Codogan. Op. cit., pp. SíSZ.
121
racional, ¿ ¡¿ "palabra': palabra como divinidad, palabra como
"núcfeo inicial de la persona (ayvu o ñe'e), como porción divina
por participación"o': .palabra-alma" como la esencia del ser hu-
mano; palabra que se descubre en el sueño'0, que se ¡nterpreta,
que se expresa en el "canto ritual" que se festeja. La vida de un
guaraní comienza cuando se le impone el "nombre"
-momento
originario de la vida-, y en realidad su biografía no es sino el
"desarrollo', de su palabra: "aQuello que mantiene-en-pie" el fluir
del decir"u'. La existencia humana Se "funda", se (pone-en-pie"
desde la palabra eterna de "Nuestro Padre Ñamandú", expresada
cuando se nace (cuando se "abre-en-flor", cuando es creado), y
que guía el "modo-do-s€r" de cada guaraní: el tekos3.
122
La morada terrenal es el "lugar" Qu€ el guaraní.abre,55 en la
selva para hacer su aldea, para efectuar la agricultura, para.vivir.
humanamente. Es allí donde desarrollará su
"palabra", desde la
"palabra fundamental" (como el destino) misteriosamente oculta
desde el origen en el Primer Padre que se
"abre-en-flor", creador.
La palabra es siempre comunitaria y económica, en un sistema
de total "reciprocidad"'
123
días) y de la reciprocidad económica: elque comparte el banquete
se obliga a invitar y participar en su producción5'.
Pero todo esto, por ser pueblos que migraban por la selva
en pocos años agotan los terrenos que no sirven ya para
-que
nueva producción agrÍcola-, toda la existencia de celebración de
la "palabra' estaba tendida a llegar a la "tierra-sin-mal":
124
(su .palabr¿"), haber.vivido"... Para "dialogar> con ellos hubiera
sido necesario vivir su prop¡o.mundo", desde su tekoha tan bella,
tan profunda, tan racional, tan ecolÓgica, tan "desarrollada"60, tan
humana. Para establecer una "convarsdción" -a lo Richard Rorty-
hubiera sido necesario "des-cubrir" el "mundo" del Otro, establecer
antes las condiciones de posibilidad de ella. En ese caso la "com-
prensión", el "acuerdo" no sería inconmensurable, aunque siempre
difícil. Pero, al mismo tiempo, sin dichas condiciones, en el euro-
centrismo de los conquistadores (posiciÓn también del moderno
Ginés de Sepúlveda y compartida hoy por racionalistas que pare-
ciera que creen gue es fácil el diálogo o que al menos no han
desarrollado una teoría de sus condiciones de posibilidad, como
J. Habermas), ni la <conversación" es posible (mucho menos una
argumentación en la "comunidad real de comunicación"). Histó-
ricamente, por desgracia, todo esto quedó "en-cubierto' desde
los tiempos del "des-cubrimiento" de América por los europeos.
Aquel mítico 1492 se fue proyectando diacrónicamente sobre
todo el continente con un manto de olvido, de barbarización, de
"modernización".
Podríamos dar cientos de ejemplos, de pueblos menos desa-
rrollados (como los nómadas del sur o del norte), o los mucho
más desarrollados (de la América Nuclear). Con el de los guaraníes,
sin embargo, basta para indicar la cuestión. De las culturas de la
"América Nuclear" nos ocuparemos preferentemente en los ná-
huatl, como ejemplo nuevamente, en el desarrollo de las proximas
conferencias.
oo Desde el homo habilis, hace unos cuatro millones de años, hasta los guaraníes
se había realizado lo esencial del "desarrollo" humano; la diferencia con el hombre
"moderno. es realmente insignificanie (en cuanto a la lengua, el sentido ético, el
aprecio a la dignidad y el sentido de la vicla, etc.).
125
musulmán. Nunca había sido.centro' de la Historia. Europa Oc-
c¡dental no se extendía más allá de Viena por el este, ya que hasta
el 1681 los turcos estuvieron junto a sus muros, y de Sevilla en su
otro extremo. La totalidad de sus habitantes, de la Europa latino-
germana, no superaba los cien millones (inferior a la poblacion
del solo lmperio chino en su momento). Era una cultura aislada,
que había fracasado con las Cruzadas al no poder recuperar
cierta presencia en un polo neurálgico del comercio del continente
Euro-asiático: la conqu¡sta del lugar donde se situaba el Santo
Sepulcro era, en realidad, el lugar donde el comercio de las
caravanas que llegaban a Antioquía desde China (atravesando el
Turán y el Turquestán chino) se juntaban con las vías de navega-
ción del Mar Rojo y el Pérsico en la actual Palestina. Las ciudades
italianas de Génova (la ciudad de Colón y de tantos descubri-
mientos clandestinos desde el1474 en costas Atlánticas), Venecia,
Nápoles, Amalfi, necesitaban estas vÍas de comunicación para
llegar al Asia tropical, a la India de las especias. Rechazados los
europeos de poder controlar el Mediterráneo oriental, tuvieron
gue permanecer aislados, periféricos del mundo musulmán.
Los reinos musulmanes iban desde el Norte de Africa
los Almorávides6' y sus florecientes ciudades de Marruecos, -con
el
Maghreb o desde Trípoli, que se conectaban con las caravanas
hacia el sur del Sáhara, y de allí con los reinos de la sabana: MalÍ,
Ghana, etc.-, con la actual Libia y Egipto (posteriormente ocupado
por el lmperio otomano), con el califato de Bagdad, hasta el lrán
(después conquistado por el lmperio Safawi), llegando a los reinos
Mogoles que ocuparán el norte de la India
-con la capital Angra,
y después Delhi, y con obras de espléndida belleza, tales como el
Tag Mahal-, prolongándose hasta el control sobre Malaca llevado
a cabo por comerciantes musulmanes, para alcanzar el sur de
Filipinas, ya que la isla de Mindanao será musulmana desde fines
del siglo XlV. De manera que el Dar-el-lslam (la casa de la fe)
llegaba del Océano Atlántico al Pacífico. Es verdad que los inva-
sores turcos habían roto la espina dorsal del mundo comercial
126
EUROPA PER!FERlCA DEL MUNDO MUSULMAN (1480-1500)
I Europa perifeÍca
ll lmpeflo otomano
lll Otros pueblos musulmanes
lV La Orda Dorada 11480)
\ La Orda Azúl 11480r
Vi Otras oroag monoores
Vl tmpeno Salawr t1500
Vl¡ Im9erro Moqol 1160C
lX Chrná
x C;oilercrantesmusutmañes
ao Xl
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Mtnoanao lFrtrptnas) riúsulmana
Coptos iei "Preste Juan
I] \ A Oceaño At¡anlrcc
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:_v-*-¡
lFuente geográfica: Arnold roynbee. H¡stor¡cal Aflas. del A study ot Hisrory.
Oxford University Press, Oxford. r. Xt. 1962. pp 132. 15g v 164).
127
árabe-musulmán. aunque ellos mismos eran musulmanes Los
turcos, que ocuparon la península balcánica. Grecia y Turquia'
habían aislado la parte occidental de la parte oriental del mundo
musulmán pre-turco. La china había caÍdo por ello mismo en una
profunda crisis económica. Por su parte, la Horda Dorada de los
mongoles había dominado Rusia Í240-1480). La ocupación de
Constantinopla por los turcos en el 1453 significaba para Eu.ropa'
entonces, el ouedar sitrada y reducida a la mínima expreslon'
Hablar en esta situación de una Europa comienzo. centro y f ¡n
de la Historia mundral -como opinaba Hegel- es haber caído en
una miopía eurocéntrica.,. Europa occidentalr. no era el "centro,,,
ni su historia habia sido nunca el "centro" de la hlstoria. Habrá
que esperar al1492 para que su centralidad empírica const¡tuya
las otras clvilizaciones en su "per¡feria". Este hecho ds l¿ "5¿li(¿"
de Europa Occidental de los estrechos límites dentro de los cuales
el mundo musulmán la había apresado constituye, en nuestra
opinión, el nacimiento de ta Modernidad. El1492 es la fecha de su
nacimiento, del origen de la "experiencia' del ego europeo de
cOnstituir a los Otros su¡etos y pueblos como objetos, instrumentos.
que se los puede usar y controlar para sus propios fines europei-
zadores, civilizatorios. modernizadores.
Es esa Europa Occidentat, por primera vez. la que se lanza a la
conquista del mundo. Rusia, por lván ll el Grande' comenzará la
expansión por la taiga del norte. En 1485 lván lll comienza el
Kremlln y a comienzo del siglo XVll llegarán los rusos al Pacífico.
Será en cambio por Portugal (que en 1415 toma ceuta en Africa)
y España que Europa se expandirá por el Occidente y desen-
tlaustrará a esa Europa del sitio musulmán que había comenzado
en el siglo Vll d.C., desde la muerte del Profeta Mahoma" Esa
España, que después Europa Occidental olvidará y despreciará
que Hegel ya no considera Europa-, es la que comienza la
-y
Modernidad. La conquista de México' por su parte' será la primera
128
exper¡enc¡a -fuerte" del ego europeo de controlar a otro imperro,
al Otro como siervo, como colonizado, como dominado, como
explotado y humillado. Todo esto podremos verlo ahora
"desoe
abajo", desde el Otro, desde el indio, desde el horizonte que
hemos abierto en esta conferencia 6, desde el océano pacífico,
desde el Asia. Veamos entonces ahora, sólo ahora, cómo vivió el
indio la experiencia de la llegada de esos europeos marginale.s
del mundo musulmán que iniciaban su triunfal curso hacia ra
"centralidad" de la Historia mundial.
129
TERCERA PARTE
DE LA (INVASION" AL <rp!g-CuBRtMtENTO,,
DEL OTRO
CONFERENCIA 7
1 El
"Dios viejo" es Omotéotl, principio originario dual: Madre-padre, como er
"Alom-Qaholom" (Madre-Padre originario) de los mayas. Véase popol vuh (FCE,
México, 1990, pp.23 y 164). Es la "divina dualidad, originaria (que nos recuerda
los "gemelos' de todas las otras culturas americanas, desde las Draderas nortea-
mer¡canas, hasta el Caribe, El Amazonas y hasta Tierra del Fuego). El principio
dual en Heráclito indicaba lo mismo.
2 Este
"estar tendido',.descansando", <yaciendo' da la ¡dea de estar debajo,
fundamentar, ser la última referencia, en el sentido del Absoluto como fundamento
(als Grund, para el Hegel de la Lógica mayor y menor).
"Estar yac¡endo (ónoc)
como fundamento del universo es darle su (verdad>.
3 Sería el concepto del
"en sí (in sich)". : -.
a El Océano, los mares del Norte y del Sur del imperio azteca.
s El cielo
"de arriba", ya que las m¡smas aguas (de Ebaio", de los océanos, se
continúan en el cielo, como las aguas de arriba.
6 (El abajo., el reino que cierra ta trilogía: Cielo-Tiárra-Hades,
como en los
cultos de la Mesopotamia. Ese abajo (topan m¡ctlanl era la dé los muenos",
"región
que debe distinguirse de Tilocan o el paraíso de los justos.
z Citado de Miguel León Portilla, La titosofía náhuatt,
UNAM, México 1979.
p. 93.
135
Deseamos exponer el "sentido del 1492" no es otro s¡no
-que
modernos"- desde el
"la primera experiencia de los europeos
"mundo, de los aztezcas, ya que la conquista propiamente dicha
comenzó en México Nos referiremos a otras culturas en algunos
casos para sugerir otras exposiciones, sabiendo que son sólo
pocos ejemplos entre los muchos posibles y sólo valen a manera
de mera "indicación' de la problemática. Además, y en vista de
continuar un diálogo intercultural iniciado en 1989 en Freiburgs,
me referiré en primer lugar a la existencia del pensamiento reflexivo
abstracto en nuestro continente.
7.1. El "llamalini"
136
lo que el án¡ma con el cuerpo [...] Tuvieron al Pachacámac en
mayor veneraciÓn interior que al Sol, que, como he dicho' no
osaban tomar su nombre en la boca [...] y por esto no le hacÍan
templos ni le ofrecían sacrificios, más que lo adoraban en su
corazón (esto es, mentalmente) y le tenían por Dios no conocido"'0'
ro Libro ll, cap. 2; Editorial Universo, Lima, t. l' 1967, p.74-El Inca Garcilaso
agrega poco después: "El cual, en decir que el Dios de los cristianos y el Pacha-
cámac era todo uno' (tb¡d.,9.75). Critica la interpretaciÓn de Pedro de Cieza, que
(por ser español no sabía la lengua tan bien como yo, que soy ¡n6¡s ¡¡s¿" (/bid.,
p. 74).
11 Viene de (tla": cosa o algo; "ni", que da caráCter
"mati": él sabe, él conoce;
sustantivado: e/ que sabe. "Tlamatini": el que sabe algo".
12 Cap. Vll; Ed. Porrúa, México, 1975, p. 555. Cabe destacarse que el "pintor'
es un oficio principal, ya que también pintaba los códices sagrados; lo mismo el
cantor, que deberá entonar el "canto" -en el sent¡do que hemos visto entre los
guaraníes, pero ahora ritual¡zado con un esplendor sin medida mayor que en los
sencillos y pobres pueblos de las selvas tropicales-.
1¡ Obras ñistóricas, México, t. ll. 1892, p. 18. En Colloquios y Doctrina Christiana
lsterbende @tter und christtiche Heilsbotschaft, editada por w. Lehmann, stuttgart
1949, pp. 9G97), leemos, después de describir la lunción de los que gobiernan, de
137
Def "tlamatini", gue eran educados en er carmécac (escuera de
sabios escrupulosamente reglamentada'.), tenemos una espléndida
definición. León Portilla va indicando el profundo sentido de cada
palabra en náhuail; nosotros nos referiremos a alguna de ellas
solamente:
"El tlamatini, una luz, una tea, una gruesa tea que no ahuma,s.
Espejo horadado, un espejo agujereado de ambos lados'6. Suya es
la t¡nta negra y roja [...]. El mismo es escritura y sabiduría. Es
camino y guía veraz para otros [...]. Er sabio verdadero es cuidaooso
y guarda la tradición. suya es la sabiduría transmitida, él es quren
la enseña, sigue la verdad17. Maestro de la verdad, no deia de
amonestar. Hace sabios los rostros de los otros's, hace a los btros
138
tomar un rostro, los hace desarrollarlo [... j. pone un espejo delante
de los otrosl, [...j. Hace que aparezca su propio rostro [...]. Aplica
su luz sobre el mundo2o [...]. Gracias a él la gente humaniza su
querer2' y recibe una disciplinada enseñanza"22.
pasar a "lo que nos sobrepasa (topa mictien)", lo trascendente. Existe aquí una
.flustración" (Aulklárung) explícita. Estarnos, el mcnos, en el nivel de los poemas
de Parménides y los oráculos de Heráclito. Es docir, en el .Achsenzeit" jaspersrano,
como entre los Presocráticos. León portifla lo prucba sbundante y prolundamente,
y sus argumentos podría desarrollarlos ampliamente, pero en razón del corto
espac¡o de estas Conferencias no podemos hacerlo.
ls
"Tetezcav¡ani": de "tezcatl" y "tezcavia,, F,oner un espejo a los otros. El
'espejo" es explícitame nle la reflexión crílica,lo *especulativo", el Flod€r mirarse
a sí mismos, el superar el sin-sentido. El
"tlamatini" pone entonces un espeio ante
el rostro del otro, para que se descubra, para que lo reconstruya, para gue lo
desarrolle...
20 Mundo es un concepto fundamental:
"cemanáhuac': es el anillo completo
del agua: de "cem" enteramente, todo;
(mundoD, México, desde el Mar del Norte "a(il)": agua; "náhuac": anillo. Es todo el
(el caribe, Atlánt¡co) hasta el Mar del
sur (Pacífico). El océano ("teóail") es el agua div¡na, que se junta con el cielo
("ilhuicaatl"), tamb¡én agua divina, porgue ambas son ¡dénticas. Véase Eduard
sefer, Gesammelte Abhandlungen zur Amerikanischen sprach- und Attenums-
kunde, Ascher und Behrend, Berlin, t. lV, 1923, p. 3).
"Aplica su luz sobre el
mundo" significa entonces: observa y descubre con su luz, su inteligencia el
misterio o el aspecto del mundo. "Tla-ix-imantin¡": que por su rostro--aspecto
conoce a las cosas.
21
"ltech netlacaneco". De "ne-ilaca-necoD: (-neco" (él es querido), "tlácail"
(ser humano),
"¡s-" (prefijo impersonal). Es decir, .es querida humanamente ra
gente" grac¡as a él ("itech"). De otra manera, humaniza, hace civilizacla, educada,
hace moralmente sostenible el querer, el amor. se trata de la delicadeza de la
subjetividad, del trato pacicnte, humilde, profundo, solidario.
2 León Portilla, La tilosolia náhuatt, pp. 65-74.
23 Entre otras facetas:
"Hechicero que hace volver el rostro del olro (teixcue-
pani)"; s3 decir, en vez de mostrarle al otro su rostro para que lo pueda realizar, le
muestra la nuca, no puede yer su rostro. podríamos decir que los europ€os €n el
"descubrimiento- de América sólo vieron "un rostro wetto hac¡a atrás" (en-cubiefto).
o 'hace perder su rostro a los otros (teixporoa). (León portiila , op. cit., 9.73).
139
(Conceptualp áunQUO en base a metáforas (metáforas conceptua-
les2. y no meramente símbolos míticos).
Un elemeno a tenerse igualmente en cuenta es la existencia de
una institución social el Calmécac, escuela de momachtique
(estudiantes). Alli los jóvenes, que dejaban sus familias desde los
seis a nueve años para integrarse a la "comunidad" (lcniuhyotl),
tenían una vida absolutamente reglamentada'?5, cuyo centro con-
sistía en los "diálogos" o las .cor'lVOrssciones" entre los sabios
(Huehuetlatotli)'z6. El fruto de la enseñanza era el conocer (la
sabiduría ya sabida" (momachtique), para con ella poder articular
u¡¿ "palabra adecuada" (in qualli tlatolli), con disciplina retÓrica
(como en la Academia o el Liceo), que se articulaba en la obra
mayor del Calmécac.' la "flor Y canto" (in xochitl in cuicatl)", que
proferida de viva voz o por escrito en los códices (amates) eran
recitados o cantados con o sin música, en ritmo y aun en danza;
era el "lugar" por excelencia de comunicaciÓn de "lo terrestre"
140
(ttaltípac) con lo divino, para lo que también servía el interpretar
los sueños2E.
Opinamos que entre los aztecas en el siglo XV había una gran
tensión entre lo que pudiéramos llamar el "mito sacrificial" de
Tlacaelel (que será reemplazado por el"mito de la Modernidad"),
de dominación y militarista, y la (protofilosofía" de los tlamantinime
(que no será tenida en cuenta por el movimiento emancipador de
la llustración [Aufklárung] en Europa o América Latina)'s. Esto
expf ica ef titubeo de Moctezuma era más un tlamatini que
-que
un militar_. A la admiración del "descubrimiento" por parte de
los navegantes y científicos cartógrafos europeos, le será correla-
tiva el desconcierto interpretativo de los tlamantinime, que aceptan
en un primer momento una "Parusía" de los dioses. A la violencia
sacrificial de la "conquista" le será correlativa la aceptación inevi-
table por parte de los vencidos de la experiencia brutal de la
"invasión": a la "colonización" le será correlativa el(sexto sol" o la
época de la servidumbre; a la "conquista espiritual", la "muerte de
los dioses"...
141
mente conceptualizada y abstracta que desarrollaron los tlaman-
tinime en el Calmécac, y que resumiremos apretadamente sólo
para poder comprender el
"cómo" interpretaron la llegada de los
recién venidos por el Oriente, donde nace cada amanecer el Sol
(Huitzilopochtli).
Más aflá de todo mito, la razón azleca afirmaba. como el
origen absoluto y eterno de todo, no al "Unoo3,, sino al *Dos,
(Ome). En el origen, en el cielo treceu estaba el
"lugar de la
Dualidad" (Omeyocanl donde residía la
"Divina-Dualidad" (Ome-
teótl) o simplemente la "Duali6¿e" (Oméyotf. No era como para
Hegel primero el Ser y la Nada, para por el devenir o movimiento,
en segundo lugar: el Ente (Dasein). Para los ttamatinime el origen
es ya codeterminado (i-námics significa
"comparte"), a la manera
metafóricas de una "mujer-varón,3s, pero recibía determinaciones
de un altísimo grado de abstracción conceptual:
eran para los aztecas como los griegos para los romanos), y la misma visión
sacrificial de Tlacaelel, aceptaban que estaban s¡ u¡¿
"quinta edad', y que habían
ya transcurr¡do antes (cuatro edades", cada una de las cuales había tenido un
"Sol" distinto.
31 Como en el caso de Platón (en el parménides)
o plotino (en la Enóada¡, en
el pensam¡ento hindú o taoísta chino. En todos ellos el problema era cómo se
determinaba el "Uno" para llegar a la "pluralidad": es decir, la cuestión de la
"materia".
32 Para los aztecas (recuérdese que para Aristóteles
había hasta 60 cielos o
esferas) había trece cielos. El primero de la luna, el segundo de las eslrellas (para
los griegos era la últ¡ma esfera, la de tos "fijos"), et tercero del Sol, etcélera.
Omeoteótl habitaba en el último cielo, el trece.
¡s
"Alláviveel diosfundadoysucoprincipio"(Leónportilla, Op.cit.,p. 151).El
"Dios viejo" siempre tiene su autocoprincipio.
¡1 Pero adviértase que la
"metáfora¡ no es ya mítica simplemenle, sino "con-
ceptualmente" metafórica.
3s Esto se decía de muchas maneras:
omecihuail (señora dualr, ometecuhtt¡
(señor duaf), Tonacacíhuatl (Señora de nuestra carne), Tonacatecuhti (señor de
nuestra carne); ¡n teteu inan (Madre de los diosesl, in teteu ita (padre de los
dioses).
¡o Gerónimo de Mendieta, Histor¡a Eclosiásfica tndiana, México, 1g'ls,
t. l.
p.95.
142
Mendieta no podía imaginar el grado de precisión ontológica,
claramente habiéndose superado una razón mítica razón
-estricta
filosófica entonces- de estos términos: el primero de ellos [1],
significa "Señor que se inventa a sí mismo,3?; la segunda determi-
nación [2] indica.nadie lo hizo a é1"; la tercera [3],.nadie le dio su
forma". Sólo la "flor y canto" del tlamantlni llega a proferir alguna
expresión aproximadamente comprensible sobre Ometeótl: "noche-
viento" (Yohualli-Ehecátl)s, "el que está próximo y nos ,o6¿¿" (in
Tloque in Nahuaqu€ls, "el que nos da la vida, (lpalnemohuani).
Ahora podría leerse eltexto colocado al comienzo de esta Confe-
rencia Z, aunque debemos continuar la explicación para hacerlo
comprensible.
¿Cómo explicaban los t/amatin ime la relación entre la "Divina-
dualidad" (principio ontológico absoluto) con la realidad "feno-
ménica", "temporal", "terrestre" (tlattíprc), donde vivimos como
"en sueños"? La "Dualidad-divina" auto-poiética se despliega
ahora, ejerce una Diremtion4 o Explicatio (a la manera del pseudo-
37 Sería el caso de una auto-poiesis absoluta. Pero lo más relevante es que ese
(pensamiento" (yucoya es producir por el pensamiento).
"auto-produc¡rse" es por el
¡s En la
"noche" or¡ginaria todo es invisible, mister¡oso; en el "viento" originario
todo es impalpable, imperceptible, no obleto de los sentidos: trascendencia absoluta.
3s Este es quizá el más extraordinario de los atr¡butos de Ometéotl (Dualidad-
divina). Tloc: cerca; náhuac: circunda, rodea como el anillo; la terminación -e
indica el abstracto (como -dad en castellano o -ñeif en alemán): (cercanía-circun-
dante". La "divina dualidad" originaria, Ometeótl, es el absoluto en el que vivimos,
está cerca, nos rodea, junto al cual el tlamatini tiene la exp€riencia místico-
ontológica de los grandes contemplativos de las grandes c¡vil¡zac¡ones en su
"tiempo eie (Achseqzeill". 6. r"r" a la expresión de Agustín: .En él vivimos
Y SOftOSD.
"nle
4o No se podría con Hegel llamarle "Entzr?iung" (el tonarse "dos') porque ya
originariamente son "Dos"; sería más bien una "Entyierung" (un hacerse cuatro).
Hegel escribía: "El absoluto es la noche (!) y la luz (!) anterior a ella, la dilerencia
entre ambas" (Difleranz des Ficñf 'scfien und Schelling'schen Systems cler Philo-
sophie, ed. Lasson, Hamburg, 1962, p. 65; Éase mi Método pera una lilosoÍía de
le li0rtrck n, Sígueme, Salamanca, 1974, pp.89ss.). Obsérvese que las metáforas
sofl irtént¡cos (.noche', rluz'). ErpGr.mos poder profundizar en el futuro todos
eato6 G+orncntos cle la rcffe¡ión ofitológica de la cultura náhuatl, para probar ante
ccégt¡cas más contundGntcrneñte un inicio lormal explícito de la firosot,a en la
protohistoria latinoamerbrn .rñ€rior al 1 ¿192.
143
Dionisio Aeropagita o de Scoto Eriúgena); "Este dios-diosa en-
gendraron cuatro hijos..."o', cada uno de ellos se llamaba Tezcat-
lipocao2. Son los principios concretos originarios del universo.
Dispuesto en los (cuatro puntos cardinales" en la ontología
china, las tradiciones polinésicas,
-como
y en las culturas americanas,
desde los esquimales hasta los incas o araucanos-: el del Oriente,
rojo; el del Norte, negro, región de los muertos; el del Occidente,
Quetzalcóatl blanco, fecundidad y vida; el del Sur, Huitzilopochtli
de los aztecas, azul. Como entre los presocráticos, entonces
reinan los cuatro principios: tierra, aire, agua y fuego. Pero, además,
cada uno de ellos dominaba una "época" del mundo. Habían
acontecido cinco épocas, "cinco Soles"; la presente edad era la
del"Solen movimiento", la edad de Huitzilopochtli, eldios guerrero
de los aztecas:
144
nemohuani), pero med¡ante el Sol (uno de los rostros de Tezcat-
lipocal. Además estos cuatro (pr¡ncip¡os" están en continua "lu-
cha". La vida de los humanos, los rnacehuales.s, entra en dicha
lucha para conseryar lo que más se pueda la existencis dslcquinto
Sol" dentro del cual viven; se tornan solidarios y cómpl¡ces del
Sol reinante. De todas maneras, siempre, la existencia humana
está regulada, reglada necesariamente por el ritmo del tiempo,
"de los años". Los aztecas tuvieron una visión "trágica" de la
existencia, ya que ninguna libertad cabía en el acontecer humano
y todo estaba predeterminado de antemano, en la "vieja regla de
yiú6" ( H t¡oh uctlam an it i t i ztl i ).
En c*ecto, "en la tierra" (tlaltípac) todo está regulado por el
querer de Ometéotl:
"Nuestro Señor, el Señor que está cerca y nos rodea (in Tloque
in Nahuaguel, determina6 lo que quiere, lo planifica, se divierte.
Como él quiere, así querrá. En el centro de la palma de su mano
nos tiene colocados, nos está moviendo a su antojo"17.
G (sangrar su
"Los que fueron merecidosD, porque Quetzalcóatl los resuc¡tó al
miembro" (Manuscrito de 1558; León Portilla, Op. cit., p. 184). Mazenhualtin
significa asi aquellos gue el dios mereció por su autosacrificio sangriento. Toda la
humanidad nace así con una deuda de sangre con Quetzalcóatl
-que 9s como un
Prometeo, pero divino y no encadenado, como un Cristo ensangrentado-.
4 Moyocoia ¡nclica que los "planes" de la <livini<lad producen lo que ella
quiere; muy análogo al concepto de.providencia".
at CódiceFlorentino,libroVl,fol.¡l3v; LeónPort¡ttr, Op.cit.,pp. 199-200y349.
.E tohtlatquiliz significa.el avarrce por los caminos del cielo". El .camino"
(ohtli) 6 necesario, y en cierta manera cada persona sigue igualmente"su camino";
desde el día de su nacimiento, ru inombre, ha sido elegido astrológ¡camente
según los.signos, del día, y toda su vicla está ya.marcada" de antemano.
tt El Anáhuac (la t¡erra rodeada por el Océano: feoat ), la tierra como el
mundo conocióo (Cemanlnuac,l, estaba .fundado', puetto sobre el .ombl¡go ds la
¡i¿¡6. (Tlalxicco/, gue r€poe|br sobre Omtsótl, que.yecir' fónoc) ¡tcbaio.
1.15
(¿Acaso son verdadsa los hombres?
¿Por tanto ya no es verdad
nuestro canto? ¿Qué está de pies' por ventura?"52.
116
Mismo" se complementaba con la astrorogías', y con ra *interpre-
tación" (era una hermenéutica) de *signos, que daban sentido a
los acontecimientos
"aparentemente, nb.fundados" en *verdad,ss.
La "astrología" era una (regra> divina a priorique se apricaba a
todo acontecimiento en el tiempo (in ilatícpac);la hermenéutica
de os "ágüeros" era en cambio un partir a posterioride un .signo"
f
"Y cuando fueron vistos los que vinieron por el mar (teoatt), en
barcas van viniendo [...]. y cuando estuvieron cerca de ros hombres
de Gastillase, al momento frente a ellos hicieron ceremonia
de tocar
sz
'De la astrorogía judiciaria y del arte de adivinar" (tbid., ribro lv, pp. 221 ss.).
La "astrología" determinaba el contenido de cada día del año, y de los páríooos oe
años, para nacimientos o para consurtas de hechos situados en
er tiempo, y por ro
tanto válidos para siempre.
s8 (Que trata de ros
agüeros y pronósticos, que estos naturares tomaban de
afg_unas aves, animales y sabandijas para adivinar ras
cosas futuras, (tbid., vi pp.
267ss.). En cierta manera setragún es inexacto, ya que clichos
agüeros y pronósticos
eran para clescubrir t|ecrloe pfFentes.corno pasactosD, no como
Es clecir, efl er cbro cbr crterno r€torno de ro üismo, rodo "cosas futurasD.
acontecim¡ento
"futuro"
era' para cilos, un hecho *pasad." (en er círculo el punto futuro
es, al m¡smo
tiempo, un trecho pasacto de un presente futuro, pero.presente-futuro, que
será
i!?ntico al 'presente-presente' y a todos ros -presentes-pasados,). No
hay sentido
'histórico" de ros acontecimientos, y ésta es la diferencia entre la cónciencia
trágica (prometeica) de Moctezuma y la conciencia dramát¡ca (cristiano-moderna,
recuérdese La simbórica det matde paur Ricoeur, o mi E/ humanismo
semi,o, ya
citado) de Hernán Cortés.
sg El códice Frorenti¡p (lib. yl,
cep. 2) pone nombres a ros que
aztecas subieron
147
la tierra y los labios [...]. Tuvieron la opiniÓn de que era Nuestro
Señor QuetzalcÓatl que habÍa venido"&.
148
Lafayes y otros no explican suficientemente la "rac¡onalidad" del
comportamiento de Moctezuma). En efecto, se recibe a Cortés
con estas palabras:
1¡f9
comportamientos de Moctezuma "racionales"? Eran racionales y
lo más convenientes, si se toma en consideración et"mundo" de
Moctezuma y no se proyecta sobre él la perspectiva eurocéntrica.
Analicemos las diversas "posibilidades,s que se abren desde
los textos considerados; es decir, lo que le s¡¿ "posible" desde su
(mundo' fácticamente emplazado, el de un emperador azteca,
buen guerrero pero mejor tlamatini, de austera educación moral
en la mejor tradición de los sabios toltecas. Para aquel emperador
culto y refinado que era Moctezuma, se le presentaron ante sí,
después de informarse con todos los recursos que su civilización
le daba6e, las siguientes (posibilidades": 1. Que los recién llegados
fueran un grupo de seres humanos, que era lo menos probable?o
-desde la perspectiva hermenéutica náhuail- y que debería
confirmarse con otros hechos no acontecidos hasta ese momentoT'.
150
y, por ello, "razonablemente,, se descartaba esta
"posibilidad" por
el momento por ser el comienzo de una *invasión",
pero con nuevos-terminaráque
datos a priori Moctezuma no tenía ante sí
en ese momento-. 2. Quedaba racionalmente sólo una posi_
bilidad: que fueran dioses. Si es así: ¿cuáles? Todo indicaba
-tanto en el parecer de los astrólogos como en el de los ilama-
tinime- que debía ser Quetzalcóail. una posibilidad interna a ta
segunda consistía en que Quetzalcóail volvía, después de haber
sido expulsado de Tula por los toltecas u otros pueblos?r. 3. La
tercera "posibilidad>, como otra alternativa de la segunda, que
aunque retornaba Quetzalcóail, el príncipe se confundía ahora
con ef principio divino, como uno de los rostros de ometeótt.
72 Hemos dicho que ros tortecas eran, respecto a ros aztecas, un poco
como ros
griegos respecto a ros romanos. Er puebro antiguo curto,
ejempro en todo. La
tradición azteca era, en rearidad, ra tottecavott (tortequidad, como ra
toman¡tas
para fos romanos, o la christianitas para ros cristianos,
o el Deutschtum para los
aremanes). Quetzalcóail, como una figura histórica, era el sacerdote y
sabio ce
Acatl Topilzin (siglo Xt a.C.?),
"¿qus¡ que nació en un día l_C"ná, Nuestro
Príncipe". (Véase walter Lehmann,
"Geschichte der Kónigreiche von colhuacan
und Mexikoc", en eueilenwerke zur atten Geschichte Amárikas,
stuttgart, 193g).
siendo ¡oven soritario cerca de Turancingo fue buscado como rey
de T:ura. Fuerte
pensador y formurador de ra ontorogía de ometeótl,
se opuso por anticipado a ra
visión de Tracaerer: -Se dice que cuando vivió ailí euetzaicóatr,
muchas veces ros
hech¡ceros quisieron engañarlo, para que hiciera sacrificios
humanos, para que
sacrificara hombres. pero él nunca quiso, porque amaba mucho
eran los toltecas" (Anares de cuauhtiilán, códice chimarpopoca,
,, préblo, qr"
" ior. 5; León
Portilla, La f irosoría náhuail, pp. 307-30g). Lo cierto es que ro
expursaron iniusta_
mente, pero prometió regresar. Tenían ros aztecas, y particurarmente
Moctezuma,
muchos motivos de temer: primero, porgue los aztecas habían
dominado san_
grientamente al resto de ros puebros tortecas; segundo, porque
er mito sacrificial
de Huitzilopochtli era contrario al pensar de eueizatcóail; tei"ero, porqre.i"nOo
un rey depuesto, podía intentar ocupar er tugar de Moctezuma
1y ueümos que
ésta será la concrusión "racionar" der emperador, como
se puecre consi@rar
'explícitamente" en el texto de la recepc¡ón de cortés en México). Es interesante
que cortés aconsejaba a f Moctezumal
"que no se sacrificasen hombres. y otro día
llamÓ [Moctezuma] a su principar sacerdote y re mandó que por
argunos días
disimulase con los castellanos en no sacrifióar hombre" (J.
de Torquemaoa,
Monarquía lndiana, tV, cap. 40; ed. cit., t. il, p. 173).
Este era un signo üácat¡"o
de la relación entre Cortés y euetzalcóail, el sabio de Tula.
151
y esto era lo verdaderamente nefasto?3 (esto sería el "fin del
Quinto Sol"").
Ante estas "posibilidades" Moctezuma dudaba, pero iba to-
mando resoluciones racionales. En primer lugar, sería bueno ho-
menajearlos con regalos y proponerles que volvieran a su lugar
de origen (sea el que fuere). Por ello Moctezuma no quería en-
frentarse a los recién llegados (rostro-a-ros1¡9", porQue en ese
caso era su fin. Esto es lo que no se ha interpretado a veces
correctamente.
No era para menos. Para los enemigos del imperio, los oprimi-
dos (como los de Zempoala o Tlaxcala, y lo mismo le acontecerá
a Atahualpa entre los incas), cortés.era un aliado (fuera un hombre,
fuera un dios) para emanciparlos del dominio azteca'6' Los gue-
rreros fieles a Huitzilopochtli "lucharíanD como colaboradores de
su dios, pero debían actuar sólo en el caso de que los de cortés
'1')' o que
verdaderamente fueran seres humanos (posibilidad
Quetzalcóatl intentara poner f in al"Quinto Sol" (posibilidad 3.). El
pueblo de México-Tenochtitlan nada perdía con gue Quetzalcóatl
retomara el poder en <suD imperio (posibilidad 2.). Todos entonces
juzgaban las posibilidades de distinta manera. Pero sólo Mocte-
73 En electo, acerca del .qurnto Sol' se lee: "lgualmente f ue este Sol de nuestro
príncipe, en Tula, o sea, de Quetzalcóatl" (Documento de 1558; León Portilla, La
litosolia náhuatl, p. 103). En este caso. los pronóst¡cos de.movimiento de tierra,
habrá hambre y con esto pefecemos, (tbid.)indicarian el fin del
.Quinto Sol" Esta
fue la interpretac¡ón más generalizacla.
71 octavio Paz piensa que esta posibilidad fue la primera que enfrentó Mocte-
zuma (Op. cif., P. 85), Pero no es asi.
75 lnfotmantes de Sahagún, ibid., p 35'
76 Es verdad que nunca se iugaban del todo por Cortés, porque si éste era
derrOtado por los aztecas, tendrían de donde apoyarse para volver a reconocer su
dominio.
152
zuma enfrentaba una dec¡sión límite??. Para él había muy poco
espacio de maniobra: si Quetzalcóatl quería retomar el poder del
imperio, él debía renunciar (posibilidad 2.); en todos los otros
casos Moctezuma podía jugar su suerte con los guerreros (pero
sólo después de saber que esa posibilidad 2. no era la real). Es
por ello que "racionalmente", con clara razón estratégica, Mocte-
zuma, elgran tlamatini, toma la resolución de renunciar al imperio?8
y dejar en su lugar a Quetzalcóatl-Cortés:
"-¡Toma posesión de
tus casas reales!" (leemos en el texto citado).
Por supuesto, una vez más, los recién llegados lo desconciertan.
Cuando los aztecas les ofrecieron comidas con sangre, estos
dioses extraños las desdeñaron. Más extraños eran aún cuando
se alegraban del oro, que irracionalmente transformaban preciosas
joyas en lingotes destruyendo el inmenso trabajo de refinados
orfebres
-que serían la admiración de Durero en Holanda-; que
absurdamente matan a los enemigos en las batallas en vez de
tomarlos prisioneros para inmolarlos a los dioses. ¡Una vez más,
Cortés no toma el poder en México! pero, al menos, Moctezuma
saca una primera conclusión: no es el príncipe euetzalcóail que
153
quiere recuperar el poder temporal (in tlaltícpacl. Quedan las
otras posibilidades, pero es necesario estudiar la situación con
cuidado, porque Cortés podría actuar en nombre del dios y signi-
ficar el fin del Quinto Sol era el peligro supremo, y por ello
-que
Moctezuma soportaba humillaciones sabiendo que, si eran huma-
nos, en último caso su vida corría peligro, pero sólo sería su fin
como monarca, y nada sufriría su ciudad de México'n.
"No fue bien llegado con el armada [de Pánfilo Narváez contra
Cortés procedente de Cubal, cuando Motecuhzuma fue dello avi-
sado a tiempo". Y el emperador llamando a Cortés le dijo: "Señor
capitán, sabed que son venidos navíos de vuestra tierra, en gue
podréis Ipart]ir, por tanto aderezaos con brevedad que asi con-
v¡ene" 8'.
7e Todo esto podría ser desarrollado de otra manera si las propuestas críticas
de James Lockhart llegaran a probar que nunca los náhuatl pensaron que Cortés
probarlo-. Lo que puede probarse es
-pero le será muy difícil
fuera Ouetzalcóatl
lo extrañamente tardío de la descr¡pción de los hechos en las narrac¡ones (de los
cronistas), y la ignorancia del hecho en los textos náhuatl más cercanos a la
conquista del 1520.
eo Aqui, usando la hipótesis tan lecunda de E. O'Gorman de que Golón .no
pudo descubrir América", ahora podemos decir que Moctezuma.no pudo descubr¡r
una invasión" antes de la llegada de Pánfilo Narváez.
81 J. de Torquemada, lb¡d., cag.59; p. 184.
82 Han v¡sto morir caballos y soldados españoles, han convivido largas semanas
iuntos en México, no han visto otras "señales" extraordinarias, etcétera.
154
conc¡enc¡a por pr¡mera vez que hay otros iguales a Cortés, con
numerosos y nuevos soldados detrás de ellos. si se vuelven a
donde vinieron todo terminaría bien (y quedarían a salvo el imperro,
las tradiciones y los dioses, el euinto sol y el mismo Moctezuma).
Pero dos hechos nuevos (y van tres), le hacen comprender un
desarrollo inesperado de la "posibilidad 1." (y por ello se trata de
una nueva "posibilidad 4.", nunca antes considerada): el primero,
que Cortés no sólo no volvió hacia su lugar de origen, sino que,
venciendo a Narváez, retorzó su ejército (con el que retornaba
triunfante a México); elsegundo, no menos importante, la matanza
que realizó Pedro de Alvarado contra la élite azteca. Estos dos
hechos "probaban> el error de Moctezumas3, e inclinaban la balanza
en favor de los guerreros inspirados por el mito sacrificial de
Tlacaélel, que considerando a los españores meramente como
seres humanos, habían pensado desde el comienzo que era nece-
sario luchar contra ellos. Moctezuma estaba terminado. cortés,
que nada había entendido del(mundo argumentativo" del otro'0,
del mundo sumamente desarrolrado de Moctezuma, intenta usarro
como antes, y pierde un tiempo vital para su propia causa8s.
Ahora es tarde, todos los aztecas han descubierto, craramente y
por primera vez, que Cortés y los suyos sólo son un grupo de
humanos guerreros; son la avanzada de una *invasión". la
"invasión
del Cemanáhuac", de todo el
"mundo conocido" por los aztecas.
83 Error, claro, a posteriori, y no a priori.
ea Ef hombre
"moderno" nunca comprende las (razones det otro, lvéase mr
ponencia en el diálogo con Karl-otto Apel en México t¡tulada: .La
razón del otro.
La lntetpretaclón como acto-de-habla").
8s cortés debió haber
sarido de ra ciudad de México de inmediato oe su
regreso de la costa con los refuerzos que logró ganarse de las
derrotadas fuerzas
de P. Narváez. En camb¡o, como no había compreÁdido ras *razones,
de Moctezuma,
creyó que podía seguir
"usándolo" (mientras que en realidad Moctezuma se había
dejado aparentemente
"usar", ya que debia ir.probando" hasta el final cada una
de las "posibilidades", que no eran
"posibiridades, para cortés). Lo mismo re
aconteciÓ a Alvarado, que creyó que podía fortalecerse mostrando
mucha agresr_
vidad, no comprendiendo que ro que ros había protegido en México
no era su
valentía, sino la "visión del mundo" (Weltanschauung) de los tlamatinime,
desapa-
recida la cual debía comenzar la lógica de la guerra y con su acción
¡nclinaba la
balanza en su contra.
155
La sabiduría de los tlamatinime había sido negada, destruida;
toda su "visión del mundo (Weltanschauung)", ahora se había
probado, era inadecuada y no daba cuenta de la realidad. Mocte-
zuma, como tlamatinique era, había muerto. Su muerte física era
cuestión de horas. Así terminaba la "Parusía de los dioses". Pánfilo
Narváez y no Cortés (como había sido Amerigo Vespucci y no
Colón el que descubre América) probaba que los acontecimientos
eran parte de una "invasión, y no antes.
Tlacaélel, el Rómulo y Remo86 de los aztecas, que venciera a
los tepanecas de Azcapotzalco, la Albalonga de México -Te-
nochtitlan, en el año 1- Pedernal (1428), había nacido en el año
10-Conejo (1398), y fue llamado "el Conquistador O"¡ yu¡6e" (ln
cemanahuac Tepehuan)8', a él se deben las "reformasD que dieron
al imperio su gran visión cosmopolita, la interpretación desde un
paradigma sacrificial del poder dominador de México:
156
divino apareció, después de larga noche, como el Sol naciente,
que los aztecas interpretaron como su dios tribal: Huitzilopochtli.
Ese dios secundario guerrero, será, por la "Reforma de Tlacaélel",
el dios principal de todo el Anáhuac. Tlacaélel quemará todos los
códices sagrados de los pueblos dominados, y los escribirá de
nuevo. Una verdadera dominación de las teogonías. El imperio
quedaba ahora .fundado" como el servidor de la existencia y la
vida det Sol. Por ello el.movimient6" (delSoly de toda la realidad),
la "vida" y el .corazón" tienen relación con la.s?ñ9re> (chalchi-
huitl): la vida del Sol-Huitzilopochtli depende de los sacrificios
humanos. Las víctimas son conseguidas en las <guerras floridas"
y ello justifica la existencia del imperio:
s Ms. Cantares Mexlcanos, fol. 20v (León Portilla, La lilosofia náhuatl, p.2571.
Sófo Karl Marx, en sus .metáforas teológicas' (véase mi obra Las metáÍoras
teológ¡cas de Marx, a editarse próximamente), inspiradas en el pensamiento
sem¡ta-bíblico judeo-cristiano, mostrará cómo el "capital', el nuevo Moloch, vive
de la vida de los oprimidos y chupa su sangre: la circulación del valor es Blutzir-
kul ation (circulación cle sangre).
g1 Ms. Anónimo de Tlatelolco (1528) (véase León Port¡lla, El reverso de la
congu,sta, P. ¡13).
157
De poco les valió a los guerreros aztecas expulsar de la ciudad
a Cortés en la "Noche Triste" (triste para los españoles, es evi-
dente)s'?. Para males de México se desata la peste, gue es interpre-
tada como un augurio nefasto contra el imperio. Desde Tlaxcala
los invasores reorganizaron sus fuerzas, como los Reyes Católicos
Cortés comenzó a "debilitar" a México, así como aquéllos habíanlo
hecho con Granada. El asedio de Tenochtitlan se extiende durante
meses. Al final expulsan a los aztecas de la ciudad, los acorralan
en Tlatelolco. Son vencidos:
"En los caminos yacen dardos rotos; los cabellos están esparci-
dos. Destechadas están las casas, enrojecidos tienen sus muros.
Gusanos pululan por calles y plazas y están las paredes manchadas
de sesos. Rojas están las aguas, cual si las hubieran teñido, y si las
bebíamos, eran agua de salitre"e3. "El llanto se extiende, las lágrimas
gotean allí en Tlatelolco. Por agua se fueron ya los mexicanos;
semetan muJeres; la huida es general. ¿Adónde vamos? ¡oh amigos!
Luego ¿tue verdadso? Ya abandonan la ciudad de México: el humo
se está levando, la niebla se está extendiendo [...]. Esto es lo que ha
hecho el Dador-de-la-Vida en Tlatelolco"e5.
158
víctima de sus dioses sanguinarios... y como un
"sexto sol" que
amanece en el horizonte de la Humanidad, un nuevo dios (el
capital) inaugura un nuevo "mito sacrificial", el .mito, de Tlacaélel
deja lugar al "mito" no menos sacrificial de la
"mano de Dios,
providente que regula armónicamente el mercado de Adam smith,
y de competencia perfecta (que hay que garantizar destruyendo
el"monopolio" del trabajo de los sindicatos obreros) de F. Hayex.
159
CONFERENCIA 8
i Libro lll, cap.49; Ed. Chávez Hyhoe, México, t.2, 1945, p. 161.
161
figura), y en él hemos vivido ya en la Periferia los últimos quinientos
años (1492-1992).
8.1. La <resistencia"
162
Se podría seguir paso a paso la.resistencia,. Snte la.,invaslon,..
pero sólo indicaremos algunos rasgos de la misma. En la Hispañola
(Santo Domingo, donde en 19g2 se
"festeja, er descubririenro y
la evangelización de América), había cinco pequeños reinos balo
el mando de los caciques Guarionex, Guacanagarí (er traidor oe
su pueblo y "?migo, de Colón), Caonabo, Behechio (hermano de
la reina Anacaona, famosa por su varentía y belreza) y catubanamá.
Fue caonabo, en cibao, er que resistió ar robo de ias mujeres de
su pueblo perpetrada por ros españores dejados por corón en er
fuerte de Navidad. Estos robaban, vioraban, mataban indios. El
cacigue se dirigió ar fuerte y ajustició a ros invasores. Fue el
comienzo de la resistencia en el contrnente. Rico en oro, se le
impuso al cibao un tributo en er mismo metar. cada indio que
habÍa pagado el impuesto ilevaba corgada ar cueilo una moneoa
de cobre marcada en er momento der pago. siendo imposibre
pagar la fuerte cantidad que se res pedÍa, caonabo
se reberó para
suprimir dicha manera de probar er tributo', y comenzó a organizar
una guerra en regla. No pudiendo vencerlo por las armas, áada
la
habilidad del cacique, se rogró dicho fin con una traición
-simulando entregársere un regaro de parte de colón, se to
aprisionó y se ro lrevó a santo Domingo-. Fue enviado posterior-
mente a España y se ahogó en er Ailántico por er hundimiento
del
barco que ro transportaba. Todos ros caciques ofrecieron resis-
tencia; lucharon durante años y de diversas formas. De todas
maneras, uno por uno fueron vencidos. Aceleradamente
se acabó
163
la población indígena. Sólo Guaracuya, llamado en tiempo de su
educación juvenil por los franciscanos "Enriquillo". resist¡o en las
montañas,conuninte|igentesistemadeguerri||aS,nopud¡endo
ser apresado nunca y muriendo victorioso. De todas maneras. en
que
el primer sínodo del 1610 en Santo Domingo, el obispo dice
no hay disposiciones sobre indios, "porQue no hay ningún indto
en la isla" -todos habían sido exterminados-. Debe recordarse'
además, que la primera rebeliÓn de los esclavos africanos del
continente americano se realizó en 1522 en santo Domingo, en
los dominios de Diego ColÓn, hijo del almirante'
podría seguirse páso a paso la resistencia en todo el continente;
en Cubau, donde el gran cacique Hatuey sobresale por sus actos
de heroica res¡stencia: en Puerto Rico', es de recordar el cacique
Agüeibana y Mabodomoco; en Veragua y el Dariéne' conquista
párticularmente sanguinaria, donde sobresale Cemaco' y sobre
iodo el cacique urraca; en Nicaragua', especialmente Nicaroguan:
en México'0, ya nos hemos ocupado del tema en
parte' Allí habría
que recordai Xicontencatl en Tlaxcala, Cacama de Tezcoco' los
iientos de miles de soldados que mueren en todas las ciudades
náhuail que rodean a México y que resisten hasta el ajusticiamiento
deljoven cuauhtemoc. Ha sido una de las resistencias más heroi-
casdetodoelcontinente_hasta|osú|timoshombresymuJeres.'
hasta el suicidio de pueblos enteros antes de entregarse
a los
invasores-. Con los Mayas la *resistencia" fue mucho más arti-
entre
culada y se prolongÓ casi hasta el siglo XX:2; famoso sera
164
los quiché en el siglo XVI Tecum Umán, que fue muerto en
Quetzaltenango por Alvarado, o Jac¡nto Canek entre los mayas
en el siglo XVlll. En Honduras'3 brillará Lempira; en Florida'. la
"resistencia" triunfará y será inconquistable; en Venezuela's, en-
tregada pronto a los comerciantes alemanes Welzer (Ambrosio
Alfinger), la .invasión" Será más feroz que en otras regiones, y
cabe recordar a los caciques Guaicaipuro y Yaracuy; en Colom-
bia'u, donde los buscadores de perlas en el norte (Santa Marta y
Cartagena) y Sebastián de Belalcázar en el sur (desde Pasto y
Cali hasta Popayán) destruyeron todo a su paso buscando riquezas
y oro, desenterrando las momias de los antepasados de los
chibchas para sacarles las joyas; debemos recordar a Tundama
de Duitama y otros tantos que resistieron a la codicia de los
españoles.
En el Tahuantisuyo, el Perú de los incas, la resistencia fue
mucho mayor y prolongada que entre los aztecas, y las traiciones
de los europeos más cínicas que en ninguna otra parte (como la
perpetrada contra Atahualpa en Cajamarca)''. Rumiñahui, hermano
del emperador, resiste en Quito; muere en torturas pero después
de valiente oposición. Quizquiz, el gran general, derrotó a los
españoles repetidas veces; Calichima, otro valiente general, fue
quemado vivo. Por su parte, Manco Cápac, el nuevo inca, hasta
atacó durante ocho meses el Cuzco, pero al fin se refugió en
Vilcabamba, en las cordilleras andinas. La resistencia llegó hasta
el siglo XVll, y el Machu Pichu es un testimonio de refugios de los
incas en los Andes, nunca conquistados. La rebelión de Tupac
Amaru desde 1780,s fue la última de grandes proporciones antes
165
de la emancipación de España -ya que, sin interrupción, los
incas nunca dejaron de "resistir"-
En el Río de la Plata's, de los 2.500 hombres de Pedro de
Mendoza en 1534. quedaron sólo 500 cuando querandÍes y guara-
níes los atacaron, quemando la ciudad de Buenos Aires. En el
Paraguay no menos recia será la resistencia de los mismos gua-
raníes, en el norte argentino la larga guerra de los calchaquíes; en
las Pampas muchos indígenas nómadas usarán en su resistencia
diestramente los caballos dejados por Pedro de Mendoza. Los
mapuches (araucanos) de Chile ocuparán la Patagonia' y sÓlo
serán vencidos en 1870 por los fusiles remington y el sistema de
comunicación eléctrico morse sin hilos del general Julio Roca en
la "invasión del desierto..
En Ch¡|e", los mapuches (araucanos) serán el pueblo indÍgena
que resistió más victoriosamente su organización política y
-por
de guerra de pactos bajo las órdenes del tokl (como los polinési-
cos)-. Entre todos cabe recordarse a Lautaro, hijo de Curiñancú,
y Caupolicán, gue derrotaron a los conquistadores; los mapuches
posteriormente impidieron hasta el siglo XIX la ocupaciÓn europea
o criolla del sur de Chile. El fuerte Tucapel, destruido por los
mapuches en el siglo XVl, fue la frontera sur de la conquista del
continente que se fijó durante largos decenios.
De todas maneras, la resistencia continuÓ siempre en la época
colonial. En realidad sólo en los grandes imperios, como el azteca,
se tuvo clara conciencia de que el control político-militar había
pasado a manos de los invasores. Es allÍ entonces donce esta
figura (la "resistencia") fue seguida con toda claridad de otra
figura, la del "fin del mundo,,, como conciencia compartida por el
pueblo dominado de haber llegado al término de una época, y por
ello, al comienzo de otra.
muerte, en 1781 ; texto citado más arriba de B. Lewin, La rebeliÓn de Túpac Amaru,
p.421\. Europeos "intrusos" es el modo como los amerindios "interpretaron" y
denominaron la presencia de los invasores, desde ColÓn hasta los "marinos''
norteamericanos que invadieron en 1990 a Panamá.
.e lbid., pp. 241 ss.
za lb¡d., pp. 254ss.
166
8.2. El "¡¡¡ de Mundo" (el "1¡¡1.orpanr,, el
"Pachakuli"...)
Una vez aniquilada la resistencia en las diversas regiones, de
una manera u otra, cada pueblo interpretó dentro de su visión del
mundo el nuevo estado de cosas. En el imperio azteca todos
llegaron a la trágica conclusión gue se les imponía. Esta ya se
había planteado como "posibilidad" cuando ellos tuvieron cono-
cimiento del desembarco de los extranjeros, de Cortés, ya que
hubo gran espanto y llanto en toda la población. pareciera que
los aztecas ¡nterpretaron de inmediato que era el"f in del mundo",
el fin del "Quinto Sol"'
167
Un día "4 movimie¡te" (Nahui ollin) habría de cerrar la época
del"Quinto Sol", es decir, eltiempo del lmperio azteca23, del dios
Huizilopochtli. Todo era regulado con anterioridad desde la eter-
nidad, todo era *necesar¡o,,, sin posibilidad de cambios imprevisi-
bles o accidentales (el cambio histórico estaba fuera de toda
experiencia posible, f uera del horizonte existencial náhuatl). Ade-
más, no se podría pasar lenta y progresivamente a una nueva
época, sino que ese pasaje se efectuaba de manera brusca, total,
por una hecatombe radical -lo que los incas en quechua deno-
minaban pachakutiro: una renovaciÓn instantánea y revolucionaria
del universo-. Para evitar esto, como dicho:
que es el medio principal de
"El sacrificio y la guerra florida,
obtener vict¡mas para mantener la vida del Sol, fueron sus ocupa-
ciones centrales, el eie de su vida personal, social, militar y na-
2:.
cional"
23 ES interesante oDservar que para los aztecas el fin del imperio y el fin del
.Quinto Sol. eran idénticos. Por ello, un dominio de los recién llegaclos (o poste-
riormente de los españoles o europeos) significaba para ellos un "Nuevo sol"
El
(como
concepto astronóm¡co y político se identificaban en su "cosmo-politismo"
el helenístico o posteriormente romano: todos los imperios pretenden compromeler
ensudest¡noalosctlosesyaluniverso,hastahoy;enelcasodellmperio
Ronald
norteamer¡cano es lo mismo; por eiemplo, en la ideología apocalíptica de
Reagan ).
agonía final
za
"Pacha.. universo; .kuti" conmoción, revolución,
2e León Port¡lla, Op. cil., P. 1 26.
168
nización" la selva va siendo colonizada, el guaraní no puede
reproducir su vida como lo exige su tradición:
Terminada ra variente
"resistencla", so aceptó con trágica re-
signación el"fin del mundo". Acontecido el cual era ahoá nece-
sario enfrentar fa nueva situación. se cuenta gue <a lres ttamatinime
de Echécatl, de origen tezcocano, los comieron los perros2,. No
más ellos vinieron a entregarse. Nadie los obligó. No más venían
trayendo sus papeles con pinturaszs. Eran cuatro, uno huyó; tres
fueron atacados, ailá en coyoacán,rs. sóro hoy podemos imagi-
narnos ra humillación, la falta de respeto, la tragedia de aquellos
sabios que pretendían entregar a los.invasores,
analfabetos, hombres brutates e incultos- lo más -frecuentemente
preciado de su
¿o Bartomeu Meliá, E/ guaraní. Experiencia ret¡giosa, ya citado, p. 76.
z7 Es decir, ros conqu¡stadores res arrojaron perros domesticados para ra
lucha, para esas tareas guerreras, y éstos los devoraron bestialmente.
28 Eran los famosos
"códices" pintados con dibujos en negro (der coror ctel
mister¡o de la noche originaria) y der rojo (de ra craridad der día,
der amor, de ra
vida, de la sangre).
zs Del ya citado Lfs. Anón¡mo
de ttatetolco (León port¡lla, Op. cit.,9.611
169
cultura, de su visión mística de la existencia, como era su tradi-
ción30. Estas culturas no tuvieron la ventaja de la helenista o
romana, que el cristianismo "trabajó" por dentro y sin destruirlas
las transformó en las culturas de las cristiandades bizantina, copta,
georgiana o armenia, rusa o latino-germana desde el siglo lV d.C.
Las culturas amerindias fueron tronchadas a cuajo.
Por ello, el manuscrito de los Colloquios y Doctrina Christiana3'
tienen un particular valor, porque fue un diálogo histórico: por
primera y por última vez los tlamatinime, los pocos que quedaban
en vida, pudieron argumentar con tiempo y respeto -relativo,
veremos- ante españoles cultos, los doce misioneros franciscanos
recién llegados. Era un diálogo entre "la razón del Otro" y el
"discurso de la Modernidad" naciente. No había simetría: no era
una *comunidad de argumentación" en situación ideal, ya que
unos eran los vencidos y otros los vencedores. Además, y contra
lo que pudiera pensarse, el saber de ambos argumentantes tenía
diferente desarrollo. El de los tlamatinime conservaba el alto
grado de sofisticación del Calmécac. Los frailes, aunque muy
escogidos y excelentes religiosos, no tenían el nivel lormal de los
aztecas. Fue en realidad un "diálogo" donde los indios estaban
como mudos y los españoles como sordos. Pero los españoles
tenían el poder emanado de la conquista, y por ello sin suficiente
argumentación lo exigía Bartolomé de las Casas en el De
-como
s Los aztécas habían tomado los códices de Azcapotzalco (después de los
otros pueblos dominados), al comienzo, los estudiaban, asumÍan (esto es lo que
esperaban que los europeos h¡c¡eran) y después los destruían. Pero, al menos,
habÍan quedado subsumidos de alguna manera en los "códice5" (en la historia y
teoría) del vencedor.
31 Citaremos siempre el texto cle la edic¡ón de Walter Lehmann, Sterbende
Gótter und Chtistliche Heilsbotschaft, ya citado, Stuttgart, 't949 (en castellano y
náhuatl de M. León Portilla, La filosolía náhuatl, pp. 129-136). Es ¡nteresante
anotar que el texto náhuatl lue escr¡to poster¡ormente en el Colegio de Tlatelolco
que lundaron los franciscanos para los n¡ños de cacigues. Uno de los redactores
fue Antonio Valeriano, vecino de Azcapotzalco, que tendrá que ver con el texto de
la tradición de la Virgen de Guadalupe. Se trataba de 3O capítulos de "todas las
plát¡cas, confabulaciones y sermones que hubo entre los doce religiosos y los
principales y señores y sátrapas' (Lehmann, p. 52) en México, en 1524; es decir,
tres años después de la destrucción de la ant¡gua metrópoli.
170
unico Modo- se interrumpirá er
pasará al"adoctrinamiento", a la "diárogo argumentativo, y se
"doctrin¿" 1a uÁ nivel aproximado
del catecismo para niños que se impartía en seviila, Toredo
o
Santiago de Compostela).
En aquel momento histórico, los ttamatinlme construyeron
una pieza estricta del arte retórico (..flor y canto,), ptena
de
belleza y lógica, dividida en seis partls.,. Veamos
,ápidar"nte
cada una de ellas. En la primera parte, hay un saludo y
una como
introducción al diálogo, conducido por los sabios:
171
Después de este breve marco (que en el texto continúa¡. se
pasa, como segunda parte. a "elaborar" la dificultad del diálogo
mismo. como respuesta a la propuesta que han hecho los misio-
neros, propuesta que, en resumen, es un "catecismo' no muy
sofisticado y "aceptable" para alguren que ya es cristiano. "in-
comprensible, para.el Otro" real, de otra cultura, lengua, religion'
todo el nivel empÍrico hermenéutico, como podran ser aquellos
tlamantinime:
et-
"Por medio del interprete3o responderemos' devolveremos
aliento-y-la-palabra:- al Señor-de-lo-íntimo-que-nos-rodea36 A
causa de él nos arriesgamos. por esto nos metemos en peligro [ ]
Tal vez es sólo a nuestra perdición a donde seremos llevados. tat
vez a nuestra destruccion. Mas' ¿a dÓnde deberemos ir aún?3e'
172
Somos gente vulgar, somos perecederos, somos mortales40. Déienos
pues ya morir, déjenos ya perece4 puesto que nuestros dioses ñan
muertol'. Pero tranquilícese vuestro corazón-carne, ¡señores nues-
tros!, porque romperemos de todas maneras un poco ahora, un
poquito abriremos el secretoa2, el arca del Señor, nuestro dios".
173
(verdad,, como la
"verdad" de todo el mundo azteca. Dejaremos
de lado lo que hoy consideraríamos una cuestión de historia
comparada de las religiones, y en ella los sabios aztecas tenían
más razón de lo que pudiera pensarse. Porque, en efecto, el
Yahveh de los judíos, o el Deus Pater (Júpiter) de los romanos,
son dioses uránicos o del cielo (de pastores, nómadas o domina-
dores de las culturas agrícolas preexistentes)-, del mismo
"tipo"
que ef Ometeótl (o el Pachacamac, como lo mostraba el lnca
Garcilaso), o el dios diurno (el"sol", Huitzilopochili o tnti) de los
toltecas, aztecas o incas. Pero continuemos con nuestro tema,
pasando a la cuarta parte. Aquí hay aspectos muy interesantes
para una teoría (consensual" (no consensualista) de la verdadls.
174
"Era la doctrina [.,.] que son ros dioses por quien se vive, eilos
nos merecieronae [...] en er origens. Era su doctrina que eilos nos
ctan nuestro sustento, todo cuanto se bebe y se come, lo que
conserva la vida, el maí2, er frijor, ros bredos, ra chia. Eilos son a
quienes pedimos agua, lluvia, por las que se producen las
cosas en
la tierra. Eilos mismos son ferices [...] ailá do,nde de atgún modo
se
exlste, en el lugar de Tlatocan. Nunca hay hambre, ni enfermedad.
ni pobreza".
De antigüedad:
"Y ¿en qué forma, cuándo, dónde, fueron ros dioses invocados?
[.'.]. De esto hace ya muchísimo tiempo, fue ailá en Tura, en Hua-,
palcalco, en Xuchailapan, en Tramohuanchan,
en yohualrichan, en,
Teotihuacan. Eilos sobre todo er universo (cemanauac)
habían.
fundado su dominio,,.
175
que gobiernan, los
"Aquí están [estas razonesJ, los señores, los
que lf evan y tienen a su cargo todo el mundo (cemanáhualt)' Es ya
bastante el que hayamos perdido nuestro poders', que se nos haya
quitado, que se nos haya impedido su eiercicio' Si en e/ mismo
lugarperman8cemossÓ/oserernosprisioneros.Haceddenosotros
lo que queráis. Esto es todo lo que respondemos>'
¿Quépuedeacontecerdespuésde|"finde|mundo"?Simp|e.
meñte, el comienzo de otra edad, de otro "Sol", de otro "katun"
los mayas a sus épocas-, que podríamos
-comoefdenominaban
llamar *sexto sol,. Leemos en E/ libro de /os /lbros de chilam
Balam entre los mayas:
176
"El 11 Ahau es el que comienza la cuenta porque es el katun gue
transcurría cuando llegaron los extranieros [...]. Los que trajeron el
cristianismo que hizo terminar el poder en el oriente y llorar al cielo
y llenar de pesadumbre el pan de maÍz del katun. Degollado será
en su época Yaxal Chuen [...]. Dispersados serán por el mundo las
mu¡eres que cantan y los hombres que cantan y todos los que
cantan. Canta el niño, canla el viejo, canta la vieja, canta el hombre
joven, canta la mujer joven"to.
177
"En este tiempo se hace requisa de oro, se investiga a las
personas, se les pregunta si acaso un poco de oro tienen, si lo
escondieron en su escudo, o en sus insignias de guerra, si allí lo
tuvieron guardado"57.
"Cada día no se hacía nada, sino todo era pensar en oro y plata
y riquezas de las Indias del Perú. Estaban como un hombre deses-
perado, tonto, loco, perdido el juicio con la codicia del oro y la
plata. A veces no comía, con el pensamiento de oro y plata, a veces
tenía gran fiesta, pareciendo que todo oro y plata tenía dentro de
las manos asido"s8.
178
Intentaba lo mismo que los otros _y que llevó, por
ejemplo, a ta
guerra civil en el perú entre pizarr¡stas y
almagristas_, movió a
estos primeros modernos a intentar poseer sin mec,rda
"individuos"
la "mediación" universar de poder der nuevo
srstema: er dineroo..
el equivarente universar naciente, er oro y ra prata
er tiempo
de la acumuración originaria der capitar-. Er dinero, -en en
efecto,
equivalente abstracto de todo varor (en er mundo
árabe, en el
Africa bantú, en la India o en la China) será
manejado por Europa
como manera de acumurar varor de cambio,
medio de transferencra
de varor, de ejercer efectivamente er dominio
nuevo Norte-sur,
Centro-Periferia. El *Nuevo Orden Mundial", nacido
en 14g2, el
"sexto sor", encubría entonces un *mito sacrificiar" invisibre a sus
propios actores, que exigÍa sangre
como Huitzilopochili:
179
"viene al mundo con manchas
"Si el dinero, como dice Augier.
de sangre en la meiilla". el capital lo hace chorreando sangre y
lodo, por todos los poros. desde la cabeza hasta los pies''
180
XlX, Estados Unidos desde el final de la segunda así liamada
Guerra Mundial).
En este Epílogo deseamos indicar algunos aspectos que no
hemos podido abarcar por lo limitado del espacio de estas ocho
conferencias, que deberán ser objeto de futuras exposiciones'
Consideremos, en primer lugar, a alguno de los (rostros> latinoa-
mericanos que quedan ocultos a la Modernidad; son aspectos
mútiples de un pueblo uno.
El primer protagonista de la historia latinoamericana posterior
al "choque" cultural del 1492, invisible a la Modernidad, son /os
indios'? mismos, cuya historia posterior dura ya 500 años. El indio
resistirá durante siglos; de todas maneras su vida cotidiana cier-
tamente será afectada por los invasores -aunque más no sea por
la introducción de los instrumentos de hierro, como el hacha, que
transformará completamente el trabajo agrícola, doméstico, etcé-
tera-. Brutal y violentamente incorporado primero a la "enco-
mienda" gratuita del trabajo indígena-, posterior-
-explotación
mente a los *repartimientos", sean agrícolas o mineros (la "mita'
andina), para por último recibir salarios de hambre en las "hacien-
das", el indio deberá recomponer totalmente su existencia para
sobrevivir en una inhumana opresiÓn: las primeras víctimas de la
modernidad -el primer "holocausto" moderno lo llama Russell
Thornton-. Debe recordarse que los invasores europeos no eran
cien mil al final del siglo XVl, que convivían entonces como el 1
por 100 en el seno de más de diez millones de indios. Los invasores
dominaban los puntos claves (las ciudades, los caminos, los puer-
2 Véase John Collier, Los indios de tas Américas, FCE, México' 1960; Ramiro
Reynaga, Tawantisuyu. cinco slg/os de guerra Qheswaymara contra España'
Nueva fmagen, México,'t981: charles Gibson, The aztecs under spanish rule
15tg-1810, Stanlord university Press, stanford, 196,4: Thornton Russell, American
lndian Hotocaust anct survival a poputation history since 1492. University of okla-
homa, Norman, Oklah., '1987; Walter Krickeberg, Etnotogia de América' FCE'
México.1946:RuthBarber,lndianlaborintheSpanlshColonies,Universityof
New Mexico Press, Albuquerque, 1932; Silvio Zavala, La encomienda indiana,
Porrúa, México, 1973; Roberto MacLean, tndios de América, UNAM, México' 1962'
Los estudios de James Lockhart, y su reciente Nañuas and spaniards (ya citado),
abre un camino crítico a un estudio más estricto, de base f ilológica muy documen-
tada, sobre la vicla de los indios (en este caso náhuatl) después de la conquista.
182
tos, las montañas estratégicas, etcétera), pero la ovida cotidiana"
del 99 por 100 de la población, en el inmenso campo, era casi
exclusivamente indígena que penetrado por el sistema de
las "reducciones"3 y -claro por
"doctrinasD los misioneros, que lregaban
hasta el inconsciente colectivo de la religión y la culturá inoígéna-.
Reducidos en número, extirpadas Ias et¡tei de las civiliziciones
indígenas, el puebro de ros pobres sobrevivió sin poder ya revivir
el esplendor del pasado. La época coronial dominó a ros índios
de
manera sistemática, pero admitiendo, al menos, un cierto uso
comunitario tradicional de la tierra, y una vida comunal propia. En
realidad el segundo golpe fatat to recibirán det liberálismo oel
siglo XlX, que pretendiendo imponer una concepción de ra vida
"ciudadana" abstracta, burguea, individualista, comenzó a imponer
la propiedad privada der campo, y ruchó contra ra *comunidad"
como modo de vida, ro que hizo aún más difícir que antes ra
existencia del indio
No es entonces extraño que el 11 de febrero de 19gg, la
Asociación lndígena sarvadoreña (ANrs), en er/ Encuentro
Espi-
ritual y culturar, repudiaron la
"invasión extranjera de América, y
declararon "un arto ar genocidio y etnocidio de subpuebros y
culturas, así como el rechazo total a la celebración de los
500
años de la invasión extranjera"o. Argo antes, el 6 de marzo
de
1985, el"consejo Indio de sudamérica>, en su *Declaración
de la
comisión Internacional crsA por ros derechos humanos de ros
pueblos indios", escribe:
3 Las primeras
"reducciones" se organizaron entre ras culturas urbanas (Máxico,
Guatemala, Ecuador, perú, Borivia), lara redistribuir ra pobrac¡ón
nt¡merosa en
comun¡dades donde pudiera impartirse la cr¡stiana". Fue un inmenso
"doctrina
movimiento de puebros. De todas maneras (como ro muestra
pp 23ss.), ra organización sociar y política ar comienzo ¡. r-ocnr,árt,'óp. crt,
no recibió tanta transfor_
mación. Pero será desde ra. muerte der virrey Luis de
verasco iio¿ v o" r"
llegada def virrey Francisco de Toledo a Lima (véase.tohn "n The M¡ttenn¡at
L. phelan,
Kingdom of the Franciscans in the New woria, pg.77ss.), que
comenzará ro que
Gerónimo de Mend¡eta denominará ra ie ra prata",'tiempo
Mammón. En ras pestes comenzadas en "Edad oá¡ol¡"o o"
1570 y 1s9s en México, á pooracion
pasará de más cb cinco miilones (pudieron
ser ró, lz y hasta 1g miilones en orros
estudios dernográficos) a menos cte clos millones de
1 El Día (tféxico), 12 indios.
de lebrero (1938), p. 6.
183
"Con seguridad que el genocrdio perpetrado sobre los ¡udíos
por el regimen nazr de la Alemanla de H¡tler pasana a ser un hecho
mrnusculo con seguridad Que todos los ¡efes polrticos y eclesias-
trcos clel lmperro español serian condenados' unos a morir en
la
horca.otrosaCadenaperpetuaConsegurtdadquesehar|aJUst|c|a
perpetua,,:
.Hemossidoengañadosdequee|descubrimlentofuebueno.
¿E|Diade|araza?[denomrnaciÓnde|asfiestasde|l2deoctubre],
nos ategramos ahora cuando tenemos claras las consecuencias.
Seriabuenoque|ascomunidadesrecibierana|gúnIibro€ofol|eto
qué estamos
de lo que realmente f ue Para que todos sepamos por
esclavizados,, "No necesttamos (et 12 de octubre) ninguna fiesta,
pues estamos en un velorto Se comento que el Papa. Juan Pablo ll
habíapedidoestenovenarloparanacer|ace|ebracion.aloquese
contestÓobservandoqueé/puedeescucharnuestrapalabra.El
Papaestápuesroparaserviralalgleuaynosotrossornos/a
quede
lgtesia", '.,Hoy Ia conquISta srgue. Que en nUestra conc|usión
quere-
la conqutsta como algo terrible, como un d¡a de luto"e "No
mos celebrar una fiesta si los misioneros llegaron con los españoles
aconquistar.Novinieroncomohermanos,comodicee|Evangelio'
s¡no para esclavrzarnos. Sent,mos tristeza'
Enlgg2,quinientosañosdespuésdeloshechos'losindtos
sienten hoy lo que Bartolomé de las casas escr¡bió en el siglo
XVI:
"Luegoquelosconocieron[alasovejas'alosrndios]'como
lobos a tigres y leones crudelÍsimos de muchos días hambrientos'
184
se arro¡aron sobre ellos. y otra cosa no han hecho de cuarenta
años Ihoy deberíamos decir: de quinientos años] a esta parte,
hasta hoy, e hoy en este día lo hacen, sino despedazarlas, matarlas,
angustiarlas, afligirlas, atormentarlas y destruirlas por las extrañas
y nuevas y varias e nunca otras tales vistas ni leídas ni oídas
maneras de crueldad"l'.
185
"trata''3 inmolará al nuevo dios del "Sexto Sol", el capital. unos
trece millones de africanos. ¿No es éste el segundo "holocausto"
de la Modernidad?'o En 1504 aparecieron los primeros esclavos
en Santo Domingo, traídos de España. En 1520 termina en la isla
Hispañola el ciclo del oro, y comenzó el"ciclo del azúcar". Con la
producción tropical del azúcar, el cacao o el tabaco, comienza la
explotación de la mano de obra africana, de esclavos traídos para
vivir y morir en los ingenios, en el trabajo que se objetivará en el
valor originario del capital.
Al sur del Sahara había florecientes reinos'u que producían
186
oro, que era transportado a través del desierto por caravanas que
comerciaban en el Mediterráneo musulmán y cristiano. Al descu-
brirse el Atlántico y encontrarse nuevas y más florecientes minas
de oro y plata en América, dichos reinos de la sabana entraron en
crisis. Ellos mismos cayeron en complicidad con los mercaderes
del capitalismo europeo naciente, y colaboraron en la
"caza" de
campesinos libres africanos, que intercambiaron por armas y
otros productos. Nacía así el .triángulo de la muerte": salían los
navíos con productos europeos (armas, herramientas de hierro,
etcétera) de Londres, Lisboa, el Havre o Amsterdam; los inrer-
cambiaban en las costas occidentales del Africa por esclavos, que
vendían en Bahía en Brasil, en Cartagena hispánica, en La Habana
caribeña, en Port-au-Prince haitiano o en los puertos de las colo-
nias del Sur de la Nueva Inglaterra americana, por el oro y la plata
o por los productos tropicales del nuevo continente. Todo ello,
todo ese valor (,.sangre humana coagulada", diría metafóricamente
Karl Marx), era depositado en los bancos de Londres o en las
despensas de los comerciantes de los Países Bajos, lo mejor de la
Europa.moderna". ¡La Modernidad recorría su camino civilizador.
modernizador, humanizador, cristianizadorl
En Cartagena de Indias mismo podía acontecer en una
-lo
colonia inglesa, portuguesa o francesa-, se desnudaba a los
africanos, hombres y mujeres, y eran colocados en lugares visibles,
en el mercado. Los compradores palpaban sus cuerpos para
constatar su constitución, palpaban sus órganos sexuales para
observar el estado de salud de mujeres y varones; observaban sus
dientes para ver si estaban en buenas condiciones, y según su
tamaño, edad y fortaleza pagaban en monedas de oro el valor de
sus personas, de por vida. Luego eran marcados a fuego. Nunca
en la historia humana, en tal número y de tal manera cosificados
como mercancías, fueron tratados miembros de raza alguna. ¡Otra
gloria de la Modernidad!
La resistencia de los esclavos fue continua. Muchos de ellos
alcanzaron la libertad por la lucha. Testimonio de ello son los
"quilombos" en Brasil (territorios liberados, en algunos casos con
miles de af ro-brasileños que desaf iaron durante años los ejércitos
coloniales) o las "costas del Pacífico> en Centroamérica (región
187
de refugio y libertad de los esclavos británicos en Jamarca). El
orden esclavista-colonial, sin embargo, respondía brutal y siste-
máticamente a todo intento de fuga o emancipación. De la cultura
francesa, fruto de la Revolución libertaria del 187g, emanó Le
Code Noir ou Recueil des Reglaments rendus lusqu'á présent'6,
una de las expresiones más irracionales de la historia de la huma-
nidad y que sufrieron los afro-caribeños en Haití, Guadalupe y
Martinica durante decenios. Fue un ejemplo prototípico del.dere-
cho" opresor del mercantilismo capitalista emanado de la revoru-
ción burguesa moderna: la libertad de la Modernidad "hacia aden-
1¡6" (libertad esencial de la persona en Hobbes o Locke) no era
contradictoria con la esclavitud "hacia afuera" cara del
de la Modernidad" hasta el 1992, y que la
-doble
política del Mercado
"Mito
Común Europeo, que se cierra sobre sí, expresa una vez más-.
De todas maneras el mapa se tiñó de negritud: el sur de los
Estados Unidos (al comienzo), todo el Caribe, la "costa Atlántica"
de América Central, el norte y el este de Colombia y el Pacífico
hasta el Ecuador, las tres Guayanas, el Brasil (donde casi sesenta
millones de personas expresan su origen africano) muestra la
existencia del "otro-rostro", de la "otra-cara, de la Modernidad.
Esos africanos .trans-terrados", que en el Caribe al nacer un
niño guardan su "hilo umbilical" en una cajita o lo entierran en la
tierra", crearon sincréticamente nueva cultura. La música mundial
de ritmo (desde los blues, el jazz o el rock) ¿qué son sino expresión
de la cultura afro-americana? En América Latina desde el vudú
haitiano, hasta el candomblé o la macumba brasileña, son expre-
siones rel igiosas af ro-lati noamericanas de esa trans-territoriedad
de los esclavos.
188
En tercer lugar, aparece un tercer "rostroo de "los de abajo":
los hijos de Malinche diría Carlos Fuentes-, ,os mestizos",
-como
hijos e hijas de indias (la mujer madre) y españoles (el varón
dominador). será el nuevo habitante del Nuevo continente lati-
noamericano, en cuya ambigüedad (ni indio ni europeo) Latinoa-
mérica vivirá su historia cultural y política posterior. En El laberinto
de la soledad del mestizo, de los "hijos de la Malinche"-
-soledad
el Octavio Paz de la década del 50 mostraba su incertidumbre:
189
renc¡a de la población "blanca, norteamericana, que son los
"crio-
llos" en América Latina) no es acertadamente indica
-como
Paz- ni amerindia ni europea. Es eso, una mezcla, un hijo-hija de
ambos, y son rnás de doscientos millones de personas, que durante
cinco siglos han ido poblando el continente y haciendo historia:
¡son los hijos y las hijas que cumplen quinientos años! Son los
únicos que cumplen en 1992 quinientos años, ya que ni los indios,
ni los europeos, ni los africanos o asiáticos cumplen esa fecha.
¡Sólo el mestizo cumple su primer medio mileniol Odiado por los
indios (que le llaman en ciertas regiones "ladino"), porque se
afirmaba ante ellos como el "señor,, aunque no fuera blanco;
despreciado por los europeos (o por sus hijos e hijas, los criollos)
por no ser blancos, es sin embargo el que porta en su contradicción
lo propio (como negativo y positivo) de la cultura propiamente
latinoamericana, y es en torno al mestizo que se irá construyendo
eso gue se llama "América Latina", "América luso-hispánica",
"Hispanoamérica", "lberoamérica"..., no ya como geografía (Sud
parte de Norteamérica y el Caribe), sino como bloque
-Centro-,
cultural.
El mestizo vivirá en su cuerpo y sangre la contradictoria figura
de la Modernidad emancipación y como mito sacrificial-.
-como
Pretenderá ser "moderno", como su .padre, Cortés
-como la
llustración borbónica colonial del siglo XVlll, como el liberalismo
positivista del siglo XlX,,, o como el desarrollismo de dependencia
modernizada después de la crisis de los populismos y elsocialismo
en ef siglo XX-, pero f racasará siempre al no recup erar la herencia
de su "madre" Malinche. su condición de
"mestizo, exige la afir-
22 octavio Paz escribe: "La reforma liberal de mediados del s¡glo pasado
parece ser el momento en que el mest¡zo
Imexicano] se decide a romper con su
tradición' que es una manera de romper con uno mismo
[...]. Juárez [o sarmiento]
y su generación f undan un Estado cuyos ideales son dist¡ntos
a los que animaban
a Nueva España o a las sociedades precortesianas. El Estado mestizo
proclama una concepción universal y abstracta del hombre . .1. La Reforma Imexicano]
f es la
gran Ruptura con la Madre" (op. cit., p. 7g). Los proyectos c,e.modernización,,
de
pr¡vatizaciones, de desmantelamiento aún del .Estado de bienestar,
imperante
como política hegemónica a fines de la década det g0 en América Latina (desde
Menem en Argent¡na, De Meilo en Brasir o Fujimori en perú), son otras
de esas
"rupturas' históricas.
190
mación del doble origen periférico y colonral: la
-amerindio,
víctima, la "otra-cara" de la Modernidad; y moderno por el "ego'
que se.enseñorea" sobre la tierra de su padre Cortés-. Siendo la
raza mayoritaria, será igualmente el momento del "bloque social,,
de los oprimidos en torno al cual girará la posibilidad de la
realización de América Latina, pero no será la cultura mestiza el
nombre propio de la cultura latinoamericana23. De todas maneras,
el proyecto de liberación irá teniendo en cuenta la cultura y la
figura histÓrica del mestizo. Se trata del "tercer-rostro" de la
"otra-cara, de la Modernidad. No ha sufrido como el indio o el
esclavo africano, pero es igualmente un oprimido dentro del mundo
colonial, dentro de la situación estructural de dependencia cultural,
política y económica en el orden internacional como
nacional-.
-tanto
Aunque originariamente náhuatl, por el texto del indio Antonio
Valeriano, el Nican Mopohuaro es ya un momento de la transición
de una cultura indígena a la de los mestizos y criollos. Anuncia
claramente el comienzo del "Sexto Sol"ru, como esperanza de los
pobres y oprimidos. La Guadalupe-Tonatzin dice a Juan Diego:
"A ti, a todos Ustedes juntos los moradores de esta tierra [...].
He venido para oír allí sus lamentos, y remediar todas sus miserias,
penas y dolores"
191
(la
Juan Diego, el indio por excelencia' es a quien la Virgen
Tonantzin de los pueblos oprimidos de los aztecas:(nuestra ma-
drec¡ta") se dirige, y no a los españoles que'muy poco antes
habían venido". Juan Diego, que se llama a sí mismo: "cordel,
y
escalerilla sin tablas, excremento, hoja suelta"^, es el sujeto
protagonista de la "áP?rición":
una Virgen india; enseguida: el
"En primer término: se trata de que
lugar de su apariciÓn (ante el indio Juan Diego) es una colina
lueantessantuariodedicadoaTonantzin[..,l.Comoessabido,|a
Conquistacoincidecone|apogeode|cu|toadosdivinidades
masculinas: QuetzalcÓatl [...] y Huitzilopochtli ["'] La derrota de
estos dioses [...] produ¡o entre los fieles una suerte de regreso
hacia las antiguas divinidades femeninas [...]. La Virgen catÓlica es
también madre (Guadalupe-Tonantzin la llaman aún los peregrinos
indios), pero su atributo principal no es velar por la fertilidad de la
tierra, sino ser refugio de los desamparados"2T'
Muy pronto, sin embargo, gracias a la obra de Miguel Sánchez'
tmagen de ta virgen Maríá Madre de Dios de Guadalupe milagro-
sariente aparecida en México (México, 1649), el imaginario indí-
gena es asumido por los mestizos y criollos para afirmar su
iOentidad ante los españoles, los extranjeros, los europeos. Es el
gran símbolo de la unidad 6lel "pueblo" latinoamericano (unidad
áe ur, "bloque social" de los oprimidos contradictorio y disperso):
el Tepeyac2s y el Apocalipsisa de
"Por ef puente tendido entre
192
Juan se lanzarian audazmente después los predicadores
del siglo
xvlll30, ros revorucionarios der siglo xrx3' Miguer
[...] sancrrez no
vacila en a,firmar que la imagen de Guadalupees
óriginaria de este
país y primera mujer crioila
[...] Miguer Sánci.rez fue ¡.L¡ ciertamente
un patr¡ota criollo, plenamente consciente 6" 5"¡¡jsz"ss.
30 Fray Teresa
servando de Mier predicará ra neces¡ctad de ra emancipación
amercana apoyándose en ra tradición de ra predicación
der evangerio liiler¡"o
en et primer sigro, por ra presencia de santo Tomás
Apóstot-o,ietzarcáaii, qr"
habría anunciado ya a ra virgen de Guadarupe.
Es crecir, ra fe cristiana preanunciada
en la Guadalupana no era un don debido a'ros
11 Miguer Hidargo
españores, extranjeros e invasores.
tomó como bandera contia tos españores a ta
lo r¡ismo que Zapata, el revolucionario campesino virgen oe
lulOaJuOe, det siglo XX, que
cl,estruía. iglesias y ocupaba templos
con el estandarte (como o"ná.r"i- o" l"
Virgen de Guadarupe. En cuernavaca, en
er rrr"á o" ra ilamada *casa cle cortés",
puede observarse una fotografía
en este sentido.
¡¿ Escribe en p 20g:
"Lo.he hecho (at ribro) fara ta patria, para mis amigos y
mis compañeros, para los ciucladanos
Oe este'¡iuevo Mundo,.
re J. Lafaye, Op.
cit., pp. 341_343.
193
selvas como propias, desde siempre, desde su nacimiento' Pero
las conocieron de otra manera que los indígenas (que las tuvieron
por sus dioses ancestrales), que los esclavos africanos (que les
resultaron extrañas, propiedad de sus "señores", y tan lejanas a
<con-
su Af rica natal), de los despreciados mestizos. Tuvieron una
ciencia feliz", no escindida (aunque parcialmente dominada por
los peninsulares, los *realistas", ¡95 "gachupines", los hispano-
lusiianos). Ellos fueron la clase hegemónica que transformó al
comienzo del siglo XlX, de un simple "blogue social" contradictorio
de los oprimidós (indios, esclavos africanos, zambos [hijos de
indios y africanosl, mulatos Ihijos de blancos y africanos], mestizos
[hijosdeb|ancoseindias]),un"pueb|o"histÓricoenarmas.E|
gestas de la Emancipación
"púeblo" latinoamericano vivió en las
España3s o Portugal$, y en el caso de Jamaica,
-ante Franciail,
curagao u otras colonias latinoamericanas con respecto a Ingla-
terra u Holanda- una experiencia de su "unidad histÓrica", en
buena parte como negaciÓn de su (pasado colonial"; es decir,
.unidos'todos por el enemigo común. El proceso emancipador
del siglo XlX, hegemonizado por los "criollos" (al menos en la
América luso-hispana), rápidamente se escindió internamente, ya
que los .criollos" mal pudieron asumir, subsumir o afirmar los
jroyectos históricos de los indígenas, africanos emancipados de
ia esclavitud, de los mestizos y otros grupos componentes del
ello se equivocaba simón
"bloque social" de los oprimidos. Por
Bolívar en su sueño de fácil unificaciÓn bajo hegemonía de la raza
blanca:
¡¡Nohayqueo|vidarqueHaitíseliberadeFranciaenlS04,yToussaint
l,ouverture es el gran héroe de la gesta caribeña, siendo de pufa taza afr¡cana: el
primer libertador latinoamer¡cano. Bolivar se refugiará en Jamaica, tierra de afro-
caribeños, de clonde escribirá la famosa Carta de Jamaica'
35 La primera declaración formal de independencia con respecto a España
como total¡dad se realiza en el Conlreso del Tucumán el 9 de iulio de 1816 en
salta del Tucumán, y por las Provincias unidas del Río de la Plata. La independencia
en
de espíritu conservador, y contra el proyecto de Miguel H¡dalgo' se consume
1821cone|nombramientode|turb¡de,unmi|itardepurarazab|anca.
s Con el "fico" de Joao l, en 1822,e|Brasil devien€ independiente de Portugal'
constituyendo el "lmperio del Brasil" hesta la República fundada en 1889.
194
"De quince o veinte millones de habitantes que se hallan
esparcidos en este gran contiente de naciones indígenas, africanas,
españolas y razas cruzadas, la menor parte es ciertamente de
blancos; pero también es cierto que ésta posee cualidades intelec-
tuales que le dan una igualdad relativa y una influencia que parecerá
supuesta a cuantos no hayan podido juzgar, por sÍ mismos, del
carácter moral y de las circunstancias físicas, cuyo compuesto
produce una opinión lo más favorable a la unión y armonía gntre
todos los habitantes; no obstante la desproporción numérica entre
un color y otfo37".
37
"Artículo periodíst¡co a la Gaceta Real de Jamaica", del 28 de septiembre de
1815 en Kingston; véase el texto en Doctrina del L¡bertador, Biblioteca Ayacucno,
Caracas, 1975, pp. 75ss.
38 Los proyectos
"l¡bertar¡o',, "conservador" o "c¡v¡lizador, pertenecen a grupos
de dominación (sean de criollos o mestizos), que ocupan el lugar del proyecto
"itÉrico" o que se art¡culan al proyecto de"colon¡zación occidental" (véase Leopoldo
Zea, Filosofia de la Historia Americana, ya citada, pp. 188ss., para el (proyecto
libertario", o pp. 108s., para el (proyecto colonizador ibérico").
3s lbid., pp. 165ss.: pp. 269ss.
195
ceso de la Emancipación ante las metrópolis detsiglo XtX, fundaron
ef *Estado-ñdción" moderno. Ha habido dificultad en integrar el
(proyecto> de las etnias indígenas y las culturas afro-latinoameri-
canas, las culturas populares, en el proyecto de liberación futuro
latinoamericano.
Consumada entonces la Emancipación, desde 1821-1822 (desde
México al Brasil), podemos observar nuevos .rostros', que fre-
cuentemente son los antiguos pobres de la colonia que aparecen
ahora como con nuevo ropaje. fl "quinto rostro' es el de los
campesinoso.. Muchos de ellos son simples indígenas que han
abandonado sus comunidades, mestizos empobrecidos, zambos
o mulatos que se dedicaron a trabajar la tierra. Pequeños propie-
tarios de unidades más o menos improductivas, de "ejidos" sin
posibilidades reales de competencia, peones de campo mal paga-
dos, diversos rostros de los "trabajadores directos de la tierra".
Hasta el final de la primera parte del siglo XX más del 700/o de la
población latinoamericana vivía en el campo. Estaban explotados
y arrinconados por una oligarquía criolla terrateniente, latifundista.
En ciertas regiones, como en México, se produce una verdadera
revolución campesina que es derrotada (desde 1910 a 1917, donde
sus íderes Francisco Villa y Emiliano Zapata terminan por ser
f
.o Véase entre otros la obra coordinada por Pablo González Casanova, Historia
Política de los camof,sinos latinoamericanos, Siglo XXl, México, t. l-lV, 1984; Steve
Stern, Resistence, rebellion and consciousness in the Andean Peasant, University
ol Wisconsin, Madison, '1987; Rodolfo Stavenhagen, Agrarian problems and peasant
movements in Latin Ametica, Doubleday, Garden City, New York, 1970; David
Lehmann-Hugo Zemelmann, El campesinado, Nueva Visión, Buenos Aires, 1972;
Miguel Díaz Cerecer, La condición campesina, UNAM/|, lrléxico, 1989.
¡1 El capitalismo arrincona a los nordestinos a morir de hambre o destruir la
solva. Ahora se descubre que ecológicamente sería una catástrofe la desaparición
de la última gran selva tropical del planeta; pero muchos olvidan que la solución
es primero la justicia con respecto a un pueblo de campesinos empobrecidos por
196
sin planificación alguna posible, desde que el"Mito" de la "Mano
de Dios" providente de Adam Smith organiza sabiamente todo)
lanza a los campesinos privados de la posibilidad de reproducir
su vida en el campo hacia las ciudades. Allí les deparará el"destino"
del "Sexto gs¡" (el capital) el transformarse en uno de los otros
dos "rostros" de la.otra-cara" de la Modernidad.
En primer lugar, como "sexto rostro", los obreros'z. La revolu-
ción industrial -posterior al capitalismo mercantil en su etapa
dineraria inaugurada por Portugal y España desde finales del
siglo XV, como hemos vislo-, efectuada primeramente en Ingla-
terra a mediados del siglo XVlll, llegará a implementarse en Amé-
rica Latina a finales del siglo XlXn'. Será una revoluciÓn industrial
ori gi nariamente "dependiente"
oo.
Por el lo las bu rguesías nacionales
197
latinoamericanas (que pretenden un (proyecto unitario" o sub-
suntivo de los proyectos de los conservadores y liberales, pero
nunca popular, sino "populista") gestionarán un capital "débil",
ya que transfiere estructuralmente valor al capital.central" de las
metrópolis (lnglaterra principalmente, y desde el 1945 a Estados
Unidos primero, y posteriormente a las nuevas potencias del
capitalismo trasnacional: Japón y Alemania con el Mercado Común
Europeo). Ante un capital débil el obrero será "sobre-explotado",
en la clara e insuficiente posición de Mauro Marinins: el aumento
desmedido de las horas de trabajo (mero plusvalor absoluto), por
la intensidad y ritmo del trabajo (tipo derivado de plusvalor relativo),
por la disminución desproporcionada del valor absoluto y relativo
de sus salarios (el salario mínimo es de 45 dólares mensuales en
Haití,60 en Brasil o algo más de 100 en México)*. El capital
periférico debe "compensarD la transferencia de valor hacia el
capital.central". Toda esta problemática falta completamente en
toda la discusión sobre la Modernidad y Post-modernidad (tanto
en un Habermas como en Lyotard, Vattimo o Rorty), filosofías
eurocéntricas (o norteamericanas) sin conciencia mundial. Los
millones de obreros en América Latina (lo mismo en Asia o Africa)
son la parte más explotada del capital mundial, son los miserables
de nuestra época, presagiada por Hegel en su Filosofía del Derecho
cuando pronosticaba que la "sociedad burguesa" solucionaría
sus contradicciones buscando fuera sus soluciones:
198
"La ampliación de esa articulación se alcanza por medio de la
colonización, a la cual o sistemáticamente- es em-
-espontánea
puiada la sociedad burguesa desarrollada"os.
'1gg
Es obvio que Marx ha caído hoy, en 1992, en descrédito dentro
de la mitología del mercado fibre de competencia perfecta5', ya
que permite comprender que la miseria del "pueblo" de las nacio-
nes periféricas (en América Latina los indígenas, africanos, mes-
tizos, campesinos, obreros y otros grupos) es proporcional a la
riqueza de los.ricos, (en los mismos países periféricos y en los
países.centrales, del sistema capitalista). Todo esto parece igno-
rarlo el "Mito de la Modernidad".
Para terminar, no podemos olvidar el "séptimo rostro" de la
.otra-cara' de la Modernidad, los marginaless¿. El capital periférico,
hemos dicho, es débil porque transfiere sistemáticamente valor.
No sólo hay por ello una sobre-explotaciÓn del obrero asalariado,
sino igualmente una enorme sobrepoblación relativa y absolutas3,
un "ejército laboral de reserva" que el débil capital periférico no
puede subsumir. Es por su debilidad estructural que la margina-
lidad urbana alcanza proporciones siempre en aumento en los
200
países latinoamericanos megalópolis como Sáo Paulo, Mé-
-en
xico, Buenos Aires, Santiago, Lima, Bogotá, Río o Guadalajara, la
conurbación marginal alcanza el número de varios millones -lo
mismo que en Delhi, El Cairo o Nairobi-. El fenómeno contem-
poráneo de la marginalidad que nació balo elconcepto
-cuestión gravedad
de "lumpenD pero que alcanza hoy una mucho mayor-
manifiesta quizá el rostro más injusto y violento en el capitalismo
periférico como fruto de la sociedad llamada por muchos como el
"capitalismo tardío" (el Spátkapitalismus de Jürgen Habermas,
por ejemplo). Los estudiosos, también historiadores y filÓsofos,
no advierten la articulación entre el sistema del capitalismo tardÍo,
posindustrial y de servicios, centrado en el capital financiero y
trasnacional, y el capitalismo periférico propiamente industrial,
que subsume trabajo vivo con salarios de subsistencia mínima,
gracias a la "competencia" de los marginales que ofrecen su
trabajo a precios infrahumanos (como los "braceros" ilegales en
Estados Unidos). La vida de la marginalidad es mucho menos
desarrollada (desde un punto de vista alimentario, por el vestido,
la habitación, la cultura media, la dignidad de la persona, y muchos
otros indicadores de la "cualidad de vida") que la encontrada por
Cortés en la festiva y numerosa ciudad de Zempoala en el 1519.
Han pasado quinientos años y muchos millones de marginales de
la ciudad de México querrían tener el alimento, vestido y dignidad
de vida de los habitantes de México-Tenochtitlan. No queremos
con esto ni retornar al pasado ni proponer un proyecto folclórico
o preindustrial a lo Gandhi; simplemente deseamos mostrar la
(otra-caraD, el producto estructural del
"Mito de la Modernidad"
mito sacrificial, violento e irracional-.
-como
Desde 1492 al 1992 transcurre la larga historia, en el tiempo
del"Sexto Sol", en el cual ese pueblo latinoamericano, el"bloque
social., de los oprimidos, irá creando su propia culturar. Sobre
201
ella impactará la pretensión de una modernización que ignora su
propia historia, ya que es la "otra-cara" invisible de la Modernidad 55.
Mal puede sss "pueblo, realizar la Modernidad de la que ha sido
siempre la parte explotada, opr:imida; la "otra-car¿, Qu€ ha pagado
con su muerte la acumulación del capital originario, el desarrollo
de los países centrales. se trata, en nombre del núcleo racional y
emancipador de la Modernidad (como "salida" de la inmadurez,
pero no culpable), de negar el "Mito de sacrificial", eurocéntrico
y desarrollista de la misma Modernidad. por ello, el "proyecto
liberador" (no meramente "asuntivo,, porque éste sólo puede
subsumir los proyectos emancipador de los criollos, conservador
de los terratenientes o liberal de los que niegan el pasado indígena,
afro-latinoamericano y colonial) es al mismo tiempo un intento de
superación de la Modernidad, un proyecto de liberación y
"trans-
modernidad". Un proyecto de racionalidad ampliada, donde la
razón del otro tiene lugar en una (comunidad de comunicación"
en la que todos los humanos (como proponía Bartolomé de las
Casas en el debate de Valladolidad en 1550) puedan partiopar
como iguales, pero al mismo tiempo en el respeto a su Alteridad,
a su ser-Otro, (otredad" que debe estar garanlizada hasta en et
plano de la "situación ideal de habla" (para hablar como Habermas)
o en la (comunidad de comunicación ideal" o.trascendental" lde
Apel).
Todo lo dicho es sóto una introducción histórico-filosófica al
tema deldiálogo entre culturas (entre proyectos o teorías políticos,
económicos, teológicos, epistemológicos, etcétera), para construir
no una universalidad abstracta, sino una mundialidad analógica y
eoncreta, donde todas las culturas, filosofías, teologías puedan
contribuir con un aporte propio, como riqueza de la Humanidad
plural futura.
El1492 fue el inicio de la Modernidad; de la mundialidad como
"centroD de Europa; de la constitución como "p9riferia,, de América
Latina, Africa y Asia. Ese acontecimiento histórico (1492) fue srn
202
embargo interpretado de manera no-europea en los mundos pe-
riféricos.
Hemos pretendido bosquejar la manera de analizar la cuestión
para así introducir las condiciones históricas de una teoría del
diálogo, que no caiga: 1)en el optimismo fácil del universalismo
racionalista abstracto (que puede confundir universalidad con
eurocentrismo y desarrollismo modernizador), en el que puede.
derivar la actual"Escuela de Frankfurt", 2) ni en la irracionalidad,
incomunicabilidad o inconmensurabilidad del discurso de los post-
modernos. La Filosofía de la Liberación afirma la razón como
facultad capaz de establecer un diálogo, un discurso intersubjetivo
con la razón del Otro, como razón alterativa. En nuestro tiempo,
como razón que niega el momento irracional del"Mito sacrificial
de la Modernidad", para afirmar (subsumido en un proyecto libe_
radors6) el momento emancipador racional de la llustración y la
Modernidad, como Trans-modernidad.
203
APENDICE 1
DIVERSOS SENTIDOS DE
LAS PALABRAS *EUROPA", (OCCIDENTE''
TARDIOU
"MODERNIDAD", "CAPITALISMO
205
5. En el renacimiento italiano (desde la caída de Constantinopla
princ¡palmente, 1453) comienza la fusiÓn entre: Occidental (latino) y
Griego (Oriental) versus Turcos, lo árabe o musulmán (los turcos aban-
donan el mundo helenista, y se olvida el eslabón árabe-helenista). Se
inicia la ecuación: occidental : Helenístico * Romano * cristiano.
Desde 1474 al menos (en carta de Toscanelli), el occidente comienza a
enfrentarse al Oriente por el Atlántico, como posibilidad.
6. Europa, desde 1492, que se había usado desde antiguo, pero en
un sentido más amplio, se consolida definitivamente en él siglo XVI' para
distinguir ese continente de América, y del Africa y Asia antiguos. Pero
ahora Europa es la parte restringida latino-germánica sitiada por el mundo
musulmán (de Viena a Granada). Además ahora, por primera vez, habiendo
una "Cuarta Parte" del mundo (América), es el "Centro" (Europa como
y Asia) comienzan su
"Centro"). Las otras tres partes (América, Africa
historia de "Periferia". El "Oriente" es ahora el continente entre el As¡a
Menor. el Mar de los Arabes (Océano Indico) y el "Mar del Sur' (Océano
Pacífico).
7. En el siglo XVlll se consuma la fusión'l'
Occidente (desde 2, todo
confusamente), Helenicidad (que era.en la anti-Europa) y Europa-
centro. con Sus colonias en la Periferia. Hegel es la expresión filosÓfico-
teológica más impresionante de esta nueva ideología. sólo ahora es, por
primera vez, Europa Occidentat. Nunca se había hablado de "Europa"
con la determinación "Occidental".
8. Con el colonialismo, los racismos, nacionalismos (como el de
Hitler y con la ideología de la ClA, por eiemplo), la "Cultura (o Civilización)
Occidental" no es sólo EurOpa. Ahora Europa eS una "parte" de dicha
cultura. Es la cultura y sistema centro-europeo-norteamericano. Por Otra
parte, el concepto ideológico norteamericano de "Hemisferio occidental"
excluye el .sur,: Africa y América Latina son parte geográficamente de
ese Hemisferio, pero no se los incluye; en realidad sólo se entiende el
*Hemisferio occidental Norte". En su sentido más amplio la cultura
occidental puede ser la cultura de América Latina, al menos de sus élites
(de los criollos y mestizos, como lo piensa Edmundo O'Gorman).
9. Además, frecuentemente, se le agrega lo de "Cristiana". Cultura
(civilizaciÓn) occidental y cristiana. En realidad e históricamente el
ya que es una religiÓn que nace
"Cristianismo" nada tiene de occidental,
en el mundo semita (como la religión islámica), del iudaísmo' y es
geográfica y culturalmente completamente "oriental", asiát¡ca' por su
situación en el lmperio romano (en la parte más"oriental" del lmperio en
términos absolutos). El "Cristianismo' proviene de un "mundo" más
206
onental que el mismo helenismo (que históricamente nunca fue.euro-
peo"). La expresión cultura (o civilización) occidental y cristiana es un
sincretismo contradictorio e ideológico, antisemita primero (con Hitler y
los integrismo's en el ceritro y la periferiá), antisocialista después (el
"oriente" será ahora, desde el triunfo de la revolución leninista, el socia-
lismo real). Se ha fusionado un nuevo elemento: la
"cultura occidental y
cristiana". oriente-occidente es la bipolaridad ideológica de la *Guerra
Fría" posterior a la segunda Guerra llamada Mundial (en realidad, guerra
intracapitalista del Centro).
'10. Por su parte, el concepto de Modernidad, aunque surge al final
del siglo XV o comienzo del XVl, con obras tales como Mundus Novus.. lo
<nuevo", moderno, será sólo desde el siglo XVlll, de hecho, el nombre de
la cultura de "Europa" (cuyo significado esta indicado en el sentido 6.),
y de "Occidente" (en el sentido 7.); una Europa como Centro (excluyén-
dose rápidamente a España y Portugal desde el siglo XVlll, que es la
Europa del Sur que no es nombada ya por Hegel).
11. Para encontrar el concepto de cultura o sistema capitalista,
propiamente industrial, debemos remontarnos hasta el siglo XVlll. por el
fenómeno de la burocratización, secularización y otros, propios del capi-
talismo, es como entiende la "Modernidad" Max Weber. Es una nueva
ecuación: Modernidad : Europeo (sentido 6.) r Occidental (sentido
7.) -r Capitalista (sentido 'tt.).
12. El Spát-kapitalismus es un momento avanzado del capitalismo y
de la.Modernidad" ya en pleno siglo XX (en el sentido de Habermas).
Estos son 12 posibles sentidos (y hay más) de estaspa/abras que se
usan rápidamente, pero que están contaminadas ideológicamente de
eurocentrismo, falacia desarrollista e imprecisiones propias de lo
"obvro"
pero nunca clarificado adecuadamente. Tendremos en cuenta estos sen-
tidos de las palabras en todas nuestras conferencias, por ello remitiremos
continuamente a este Apéndice 1 .
10 11 12
207
APENDICE 2
Dcllnlcionr¡
Semánticamentelapa|abra"Modernidad"tieneambiguamentedos
contenidos:
autocomprendecomomásdesarrollada,superior(loquesignificarásos-
b) La
tener sin concienc¡a una posiciÓn ideolÓgicamente eurocéntrica)'
superioridad obliga a desarrollar a los más primitivos, rudos, bárbaros'
comoexigenciamora|.c)E|caminodedichoprocesoeducativode
208
desarrollo debe ser el seguido por Europa (es, de hecho, un desarrollo
unilineal y a la europea, lo que determina, nuevamente s¡n concienc¡a
alguna, la "falacia desarrollista"). d) como el bárbaro se opone al proceso
civilizador, la praxis moderna debe eiercer en último caso la violencia si
fuera necesario para destruir los obstáculos de la tal modernizaciÓn (la
guerra justa colonial). e) Esta dominación produce vÍctimas (de muy
variadas maneras), sacrificio que es interpretado como un acto inevitable,
y con el sentido cuasi-r¡tual de sacrificio; el héroe civilizador inviste a sus
mlsmas víctimas del carácter de ser holocaustos de un sacrificio salvador
(del colonizado, esclavo africano, de la mujer, de la destrucción ecolÓgica
de la tierra, etcétera). f) Para el moderno, el bárbaro liene una "culpa"3 (el
oponerse al proceso civilizador) que permite a la "Modernifl¿(r pr€s€n-
o
209
4) sólo cuando se niega er m¡to civirizatorio y de ra inocencia de ra
violencia concomitante. se reconoce la in¡usticia de la praxis sacrificial
f uera de Europa (y aun en Europa misma), entonces se puede iguarmente
superar la limitación esencial cle la
"razón emancipadora". se supera ra
razón emancipadora como "razón liberadora, cuando se descubre el
"eurocentrismo" de la razón ilustrada, cuando se def ine la *falac¡a desa_
rrotlista" del proceso de modernizacion hegemónico. Esto es pos¡ble,
aún para la razón de la llustracion (más allá de una razón comunical¡va
tooavia eurocéntrica y desarroilista, y por supuesto de una razón
estra-
tégica o instrumentar), cuando éticamente se descubre ra dignidad del
Otro (de la otra cultura, del otro sexo y género, etcétera): óuando se
declara inocente a ras víctimas desde ra afirmación de su Arteridad
como
ldentidad en la Exteríoridad como personas que han sido negadas,
como
su propia contradicción, por la Modernidad. De esta ,anára, la razón
moderna es trascendida (pero no como negación de la
razón en cuanto
tal, sino de la razón viorenta eurocéntrica, dásarroilista, hegemónica).
se
trata de una -Trans-Modernidad" como proyecto mundial
de liberación
(y no como proyecto universal unívoco, que no es sino la imposición
violenta sobre er otro de ra razón particurar de Europa,
der máchismo
unrlateral, der racismo branco. de ra curtura ocOcrentar
como la humana
en general) donde la Alteridad, que era co-esencial de la Modernidad.
se
realice igualmente. La
"realización" de la Modernidad no se efectúa en un
pasaje de la potencia lde la Modernidad) al
acto de la Misma (la Mooer_
nidad europea). La "rearización" sería ahora er pasale
rrascendente, donde
la Modernidad y su Arteridad negada (ras víctimas). se
co-reariza.rán por
mutua fecundidad creadora. El proyecto trans-mocterno
es una co-real¡-
zación de lo imposible para ta sola Modernidad; es decir,
es co_realización
de solidaridad, que hemos llamado analéctica (o analógica,
sincrética,
híbrida o "mestiza") der centro/periferia, Mujer/varón,
diversas razas,
d¡versas etnias, diversas crases, Humanidad/Tierra,
curtura occroen-
tal/Culturas del Tercer.Mundo, etcetera; no por pura
negación, sino por
subsunción desde ra Arteridad6 (subsunflon, qr" ra trans-conceptua-
liza_ción de Marx, por su etimología latina, ".
de la Aufhebung negeliána¡.
De manera que no se trata de un proyecto pre-moderno,
como afirma-
ción folklórica der pasado; ni un proyeóto ani¡-moderno
de grupos con-
servadores, de derecha, de grupos nazis o fascistas popr'ilrt"r;
o ni un
proyecto post-moderno como negación
de ra Modernidad como crítica
de toda razón, para caer en un irracionalismo nihilista.
Debe ser un
. _6 véase mi Philosophie der Befreiung con respecto ar .momento anaréctlco,
del mov¡miento dialéctico subsuntivo 15.3).
210
proyecto "trans-moderno" (y sería entonces una
"Trans-Modernidad")
por subsunción realdel carácter emancipador racional de la Modernidad
y de su Alterrdad negada ("el Otro" que la Modernidad), por negación de
su carácter mit¡co (que justifica la inocencia de la Modernidad sobre sus
victimas y por ello se torna contradictoriamente irracional). En ciertas
ciudades de la Europa medieval, en las renacent¡stas del "Quatrocento",
creció formalmente la cultura que producirá la Modernidad. pero la
Modernidad reatmente puede nacer cuando se dieron las condiciones
históricas de su origen efectivo: el 1492, empirica mundialización, ¡a
-su
organización de un mundo colonial, y el usufructo de la vida de sus
vict¡mas, en un nivel pragmático y económico-. La Modernidad nace
realmente en el 1492,esa es nuestra tesis. Su real superaclón (como
Subsuntlon y no meramente como Auf hebung hegeliana) es subsunción
de su carácter emancipador racional europeo trascendido como proyecto
mundial de liberación de su Alteridad negada: la "Trans-Modernidad"
(como nuevo proyecto de liberación político, económico, ecológico,
erotico, pedagógico, religioso, etcétera). Proponemos entonces dos pa-
radigmas contradictorios: el de la mera "Modernidad" eurocéntrica, y el
de la Modernidad subsumida en un horizonte mundial, donde el primero
cumplió una función ambigua (por una parte, como emancipación; y, por
otra, como mÍtica cultura de la .violencia). La realización del segundo
paradigma es un proceso de
"Trans-Modernidad,,. Sólo el segundo para-
digma incluye a la "Modernidad/Alteridad" mundial. En la obra de Tzetan
Todorov, Nosofros y los otros,, el "nosotros" son los europeos, y
"los
otros" somos nosotros, los pueblos del mundo Periférico. La Modernidad
se definió como "emancipación" con respecto al "nosotrosD, pero no
advirtió su carácter mÍtico-sacrificial con respeto a "los otros". Montaigne
lo vio de alguna manera cuando escribió:
211
DOS PARADIGMAS DE MODERNIDAD
"K ;"d"L
/ -,,
'1 Ruta de los vikingos. 2: Via¡es rngleses de Juan Casoto. 3: La ruta de rda a
Guinea. 4. "Volta da Mina" o ruta de regreso desde Guinea. 5. Ruta de ida a la
lndia, según quedaestablecida a partirde 1500 6. Ruta de regreso de la India la
partir del Ecuador coincide con la"volta da Mina"). 7 y 8.lda y regreso del prrmer
vraie de Cristóbal Colon, 1492 (tramos de costa americana conocrdos en 1502
fechas de descubr¡m¡ento de algunos puntos del litoral en Afrrca y en el Nuevo
Mundo. y las dos prmeras leitorias permanentes de los lusrtanos en Africa).9, 10
y 1'1 : Principales retnos rslamizados del Af rrca subsahanana. de los que part¡an las
rutas de caravanas hacia el nofte.
214
APENDICE 4
215
MAPA DE LA "CUARTA PENINSULA ASIATICA"
DE HENRICUS MARTELLUS (FLORENCIA 1489)
(con alaración de las explicaciones)
oc¿útrtsAllrtr.o!¡q
J
(A
av
eA
(Fuente: Guttavo Vargas Martínez, Amórica en un mapa de 1489, inédito, Bogotá
1991.)
216
CRONOLOGIA
217
occidente del Mar Océano. Nace el Ailántico (Mar del
Norte).
1493 Segundo viaje de Colón.
1497 Tercer viaje de Colón: el Orinoco, "río del paraíso".
1502 Cuarto via¡e de Colón.
1506 Muere Colón sin "descubrir" América.
EL
"DESCUBRIM|ENTO" DEL trtUNDO NUEVO
1502 Amerigo Vespucci regresa de su viaje a la Antípoda Sur, y
poco después escribe Mundus Noyus (1503-1504).
1 504 Primeros esclavos africanos en Santo Domingo.
1 507 Se publica la Cosmographiae tntroductio.
151 1 Crítica profética de Antón de Montesinos en la Hispañola,
primer grito de crít¡ca contra la violencia de la Modernidad.
1513 Vasco Núñez de Balboa descubre el Mar detsur (elOcéano
Pacífico).
1520 sebastián Elcano circunvala la tierra, como sobreviviente
de la expedición de Magallanes (termina la época central
de la "Era de los Descubrimientos,).
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