El Método de Valoración Contingente Alfer
El Método de Valoración Contingente Alfer
El Método de Valoración Contingente Alfer
Este método se distingue de todos los expuestos previamente por ser el único
método directo o hipotético. En otras palabras, este método a diferencia de los
anteriores - indirectos u observables - tiene como objetivo que las personas declaren
sus preferencias con relación a un determinado bien o servicio ambiental, en lugar
de realizar estimaciones sobre la base de conductas que se observan en el
mercado. Asimismo, el método de valoración contingente es el único que permite
calcular el valor económico total de un bien o servicio ambiental, dado que es capaz
de estimar tanto valores de uso como de no uso, siendo estos últimos los
responsables de su gran difusión debido a que ningún otro método puede
capturarlos. Adicionalmente, habida cuenta de las dificultades que presentan los
métodos indirectos ya mencionados con anterioridad, el método de valoración
contingente se presenta como una metodología útil a los fines de la comparación.
Este tipo de análisis comparativo es conocido con el nombre de Tests of Convergent
Validity (O´Doherty, 2001). No obstante, dado que los beneficios que se miden a
través del método de valoración contingente y los otros métodos (costo de viaje,
precios hedónicos, etc.) divergen, este tipo de ejercicios de comparación es
frecuentemente cuestionado. Asimismo, es considerado también el método más
controvertido de valoración económica de servicios ambientales (Ecosystem
Valuation, 2006).
La aplicación del método generalmente tiene como objeto la estimación de la
función de demanda de un bien que no posee un mercado donde pueda ser
transado ni posea relaciones de sustitución o complementariedad con otros bienes
privados. Este último sería el caso en que nos enfrentamos a funciones de utilidad
estrictamente separables, por tanto no queda otra opción que preguntarle a las
personas directamente por la alteración en el bienestar experimentada o esperada.
No obstante, este método es teóricamente aplicable a todos los casos de valoración
ambiental.
El origen de este método se remite a la década del setenta en los EEUU, cuando
Robert Davis29 lo desarrolló como parte de su tesis doctoral realizando encuestas
a cazadores sobre el valor que le atribuían a los bosques del estado de Maine. A lo
largo de los años, el método de valoración contingente consolidó su respetabilidad
siendo oficialmente reconocido por varias instituciones dedicadas a cuestiones
ambientales en diversos países, lo que dio impulso a la realización de una gran
cantidad de estudios que utilizaron esta metodología.
La «disposición a pagar» y la «disposición a aceptar».
Otro punto que destacan algunos autores (Hoehn y Randall; 1989)30 es que en el
caso de que la personas encuestadas no cuenten con experiencia previa en la
valoración de bienes públicos en general, y que al mismo tiempo sean adversos al
riesgo, es frecuente que se observe en una primera instancia una sobreestimación
de la disposición a aceptar y una subestimación de la disposición a pagar. Estudios
que han realizado pruebas sucesivas del método de valoración contingente
(Coursey et al., 1987; Singh, 1991)31:muestran que la disposición a aceptar tiende
a disminuir en la medida en que los encuestados se sienten más familiarizados con
el método. Asimismo, en el caso de la disposición a pagar no se observan
alteraciones importantes en las sucesivas iteraciones del proceso, lo cual indica que
la disposición a pagar constituiría un estimador inicial bastante preciso del valor del
bien o servicio en cuestión (O´Doherty, 2001).
Los distintos tipos de encuesta.
El método de valoración contingente consiste en el uso de encuestas que contienen
un cuestionario estructurado en el que se le pregunta a las personas beneficiadas
o perjudicadas por un determinado proyecto, cuánto estarían dispuestas a pagar
por obtener un determinado beneficio o por evitar la experimentación de un perjuicio
de carácter ambiental. Alternativamente, se puede considerar la posibilidad de
preguntar qué compensación exigirían en caso de renunciar a un determinado
beneficio o de tolerar un perjuicio.
La elección entre las distintas tipologías de encuesta descansa principalmente en la
restricción presupuestaria de aquél que encarará el estudio. No obstante, es
importante resaltar que es altamente recomendable la realización de ensayos
previos a la realización de la encuesta entre pequeños grupos de control para poder
detectar y corregir a tiempo las posibles deficiencias en el diseño de la misma. Ésta
es considerada la parte más importante y la que plantea un mayor grado de
dificultad en todo el proceso de valoración contingente, dado que la experiencia
muestra en muchos casos que los problemas de comprensión de la encuesta son
manifiestos. Por tal razón, esta etapa puede extenderse a lo largo de un período
superior a los seis meses (Ecosystem Valuation, 2006).
La información contenida en las encuestas.
El método de valoración contingente admite diferentes variantes de encuesta: el
formato de pregunta abierta, el formato de pregunta cerrada, el formato de subasta
o referéndum y el formato múltiple o de tarjeta de pago (en el apéndice se hace una
descripción de los mismos).
Sesgos inherentes al método de valoración contingente.
Como ya se mencionó con antelación, el método de valoración contingente es
considerado el método de valoración económica más controvertido y los sesgos
inherentes a éste método son de especial relevancia en este sentido.
El sesgo por el que el método de valoración contingente ha sufrido más rechazo en
el ámbito académico y que ha sido mencionado previamente en varias ocasiones
es el sesgo estratégico. Puede presentarse el caso en que el encuestado posea un
interés especial vinculado a la problemática objeto de la encuesta, y que por
consiguiente, sea muy cauteloso en las respuestas que brinda en pos de la
consecución de su cometido. De esta manera, su contestación no es honesta sino
estratégica, la persona considera que la respuesta que aporte tendrá incidencia en
el resultado final, y que en consecuencia, se verá favorecida. Entre los distintos tipos
de sesgos estratégicos que pueden presentarse, se encuentra el conocido problema
del free rider. Admitiendo esta posibilidad desde un comienzo, es de esperarse que
la existencia de un sesgo estratégico constituya un obstáculo importante para la
aplicación del método de valoración contingente.
Para neutralizar este sesgo se idearon diversas técnicas. Entre ellas se destaca el
intento de estimar una función de sesgo, que permita calcular el mismo para luego
descontarlo de los resultados finales obtenidos con el método de valoración
contingente. Otra opción que se planteó es diseñar la encuesta de manera de que
el encuestado no tenga dudas acerca de la incapacidad que tiene para influir en el
resultado final del estudio (no sólo en cuanto a la decisión de implementación de un
potencial proyecto sino a su financiamiento) a través de su contestación.34 No
obstante, la eliminación de este sesgo no solucionaría del todo los problemas, dado
que la existencia de un sesgo estratégico implica la presencia de un incentivo para
que el encuestado tome en serio la propuesta y piense la respuesta. Parecería,
entonces, que nos enfrentamos a un círculo vicioso de difícil resolución. Sin
embargo, el formato de pregunta cerrada o dicotómica (para más detalles ver
apéndice, pág. 50 y 51) se encontraría libre de este problema. Asimismo, existe
abundante evidencia que muestra la no manifestación de conductas egoístas de
manera sistemática (Bohm 1972 35; McMillan 1979; Evans and Harris 1982; Watson
1991).
Mitchell y Carson (1989) sostienen que la motivación para desarrollar un
comportamiento de tipo estratégico sería débil debido a diversos factores. En primer
lugar, los autores establecen que para desarrollar comportamiento estratégico se
precisa de un gran volumen de información – y por ende, incurrir en un costo elevado
- para ser efectivo. A su vez, las encuestas de valoración contingente generalmente
dan la impresión de que existe un volumen importante de encuestados, por lo que
la probabilidad de incidir en el resultado final del estudio es relativamente baja. Por
otra parte, los instrumentos de pago a los que invoca buena parte de estos estudios
– aumento de impuestos, de tasas y de precios - afectan intensamente a las
restricciones presupuestarias provocando reacciones negativas, que difícilmente
fomenten un tratamiento liviano por parte de los encuestados, aún en situaciones
hipotéticas.
La valoración ambiental como compra de satisfacción moral.
No obstante, en la actualidad, la polémica en torno al método de valoración
contingente ha virado desde el argumento del sesgo estratégico al de la compra de
la satisfacción moral. El cuestionamiento, en lugar de ser sobre la honestidad de la
contestación, pasa a ser sobre el significado de las respuestas; determinar que es
lo que las personas están realmente valorando.
Finalmente, se puede concluir que todos los cuestionamientos que se han dado en
torno al método de valoración contingente han favorecido su maduración y que hoy
en día sus fundamentos teóricos y sus limitaciones sean más ampliamente
comprendidas. Igualmente, es importante que se continúe estudiando este método.
La necesidad más apremiante tiene que ver con reducir los altos costos de diseño,
de relevamiento y de procesamiento de encuestas sin perder fiabilidad en los
resultados (Carson, 1999).
El valor de uso recreativo de los espacios naturales protegidos.
Una aplicación de los métodos de valoración contingente y del
coste del viaje. (Otro artículo).
COMPARACIÓN DE RESULTADOS.
Comparando el método del coste del viaje con el método de valoración contingentes
se observa que, en este último, no es necesario realizar ninguna suposición previa
sobre el tipo de visitante, la valoración del tiempo o la suposición de distintos costes
por kilómetro. En principio pues, se evitan errores de especificación. Sin embargo,
la aparente simplicidad del ejercicio contingente, juntamente con el éxito que ha
tenido entre los economistas los últimos años, contrasta con el principal problema
del método, la obtención de respuestas sesgadas.
CONSIDERACIONES FINALES.
Metodología
Para obtener las relaciones planteadas se emplean los métodos de Costo de Viaje
y Valoración Contingente bajo el formato abierto. Para la aplicación de dichas
metodologías, durante los días 2 y 16 de julio del año 2006 se realizaron 96
encuestas piloto (ver anexo 1) de manera aleatoria entre los recreacionistas del
Área Recreativa Laguna de Mucubají (ARLM). Siguiendo la estructura establecida
y los criteriosnseñalados previamente, se pregunta por un conjunto de
características socioeconómicas tales como edad, nivel de instrucción, actividad u
ocupación, nivel de ingreso, tiempo de la visita, tiempo de viaje, costo de
oportunidad del viaje, etc.
Análisis de regresión
Por lo tanto, con este trabajo se pretende, por un lado, realizar un breve repaso de
los fundamentos teóricos del método de valoración contingente y, por otro, dadas
las ventajas que presenta dicho método se aplicará el mismo a un espacio de
elevado interés ecológico como es el Parque Natural de l'Albufera (2) tratando de
obtener el valor de los servicios recreativos que proporciona a los visitantes. En este
caso, la medición de los beneficios recreativos tiene interés por los efectos que
sobre el entorno natural del parque han tenido los procesos de urbanización y
desarrollo agrícola, existiendo un conflicto tradicional entre el uso privado de los
terrenos y el interés social que se deriva de su conservación con una finalidad
recreativa. En definitiva, este trabajo se encuadra dentro de lo que McConnell (1985)
denomina economía de las actividades recreativas al aire libre (Economics of
outdoor recreation).
Esta ecuación muestra que el pago que el individuo debe realizar (dY) es igual a la
diferencia entre el valor que otorga al cambio en la cantidad y en la calidad del bien
ambiental (los dos primeros términos de la parte izquierda de la ecuación) y el
cambio del gasto realizado en q (el último término de la parte izquierda). Una
condición fundamental en la teoría del consumidor es que los individuos, cuando
tratan de maximizar su bienestar, igualan las relaciones marginales de sustitución
con la relación de precios de los productos. Por lo tanto, en nuestro caso tendremos
que:
Ahora, sustituyendo (7) en (6) obtendremos la siguiente igualdad:
Esta expresión indica que la relación marginal de sustitución entre la calidad del
bien ambiental (v) y el bien privadon(x) debe ser igual al cambio en la renta del
individuo (lo que estaría dispuesto a pagar) que mantendrá su nivel de utilidad
constante conforme cambia v. Por lo tanto, si el cambio en la calidad es positivo
entonces el individuo estaría dispuesto a reducir su renta manteniendo la utilidad
constante, y viceversa si es negativo. De aquí que la relación marginal de sustitución
coincida con la variación monetaria que dejaría al individuo indiferente entre
experimentar o no el cambio en la calidad del bien ambiental.
La valoración económica de los bienes cuya provisión no tiene lugar a través del
mercado, como es el caso del P.N. de l'Albufera, se puede abordar mediante
diferentes métodos. En este caso concreto, se ha elegido el método de valoración
contingente por las ventajas que presenta: (1) tiene gran flexibilidad para valorar
todo tipo de situaciones y bienes públicos; (2) permite obtener directamente el
excedente hicksiano del consumidor; (3) es el único método que permite estimar,
además del valor de uso, los valores de no uso (opción y existencia) y, (4), a
diferencia de los métodos indirectos, el método de valoración contingente, no sólo
permite estimar la disposición a pagar, si no que también la disposición a ser
compensado por permitir un cambio que empeore la calidad del bien ambiental o
por renunciar a uno que supusiera una mejora en dicha calidad.