A Pacheco Benites - La Crítica, El Discurso Innovador y La Subjetividad Productiva (UNFV) PDF
A Pacheco Benites - La Crítica, El Discurso Innovador y La Subjetividad Productiva (UNFV) PDF
A Pacheco Benites - La Crítica, El Discurso Innovador y La Subjetividad Productiva (UNFV) PDF
En segundo lugar, de forma simultánea –en su versión más «seria»–, esta idea se convierte
en indicador cuantitativo o en ratio para el estándar de producción académica o científica.
Así, se traduce la innovación o la creatividad a términos de número de patentes, de
productos, de indexaciones conseguidas, etc. Esto, además, suele ser valorado únicamente
en tanto indicadores o acreditaciones de cierto desempeño medible. Si bien se trata de algo
sumamente importante –y mucho más válido que la banalización descrita antes– implica
un traslapo de la potencia verdaderamente cuestionadora de tales conceptos.
Lo cierto es que la base de lo creativo y lo innovador reposa en la crítica, en las lógicas y las
potencias de lo crítico y en los saberes (y formas de abordaje) humanísticos. Para romper
esquemas y escapar a los vericuetos de los lugares comunes o de los paradigmas
consagrados, es necesario fomentar un espíritu crítico que pueda lidiar con la saturación y
velocidad informativa del actual régimen informacional, así como con las dinámicas del
poder que constituyen subjetividades adaptadas (¿dóciles?) a un contexto de incertidumbre
e hiper-conexión generalizada. Es necesario, pues, fomentar la crítica, en lugar de brindar
«fórmulas» y «recetas» pensadas en producción unamás óptima, ofrecidas como pseudo-
humanidades que, al final, sólo buscan delinear la subjetividad de un trabajador
contemporáneo que sea capaz de «surfear» sin problemas la precariedad y el agotamiento
propias de esta etapa del Capitalismo.
De allí que las humanidades urjan de protagonismo. Volver a una educación humanística,
no desde la nostalgia de los «valores perdidos» (para colocar a la educación en una «torre de
marfil» de cuño ilustrado), sino entendiendo que hoy más que nunca es necesario fomentar
una visión crítica que sólo puede consolidada desde los saberes humanísticos. No se trata
de un afán nostálgico, el propio mercado lo pide. Este clama por perspectivas críticas, a
razón de colocar en un lugar tan central al pensamiento innovador.
Las esferas productivas demandan una mirada crítica, pero en lugar de reforzar –a partir
de tales demandas– una educación que rescate las lógicas del cuestionamiento y del
pensamiento propio de las Humanidades, en su lugar se ha preconizado a estas erradas
«traducciones» aplicativas, metodológicas, instrumentales. Se ha recorrido la vía contraria:
la «oferta educativa» y sus praxis institucionales han decantado por derroteros únicamente
pragmáticos. En cambio, se debe retomar la idea de que la educación no debe ni des-
humanizarse (socavando así las lógicas del cuestionamiento humanístico) ni despolitizarse
(perdiendo de vista con ello se formar ciudadanos y no sujetos únicamente productivos).
Ello podría abrir una vía para devolverle a ese fuego prometeico que es lo innovador y lo
creativo su cariz verdaderamente crítico y cuestionador, que implica resquebrajar los
ordenamientos legitimados, que implica –siempre– resistir al poder y sus afanes.