Reflexologia 12p

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REFLEXOLOGIA PODAL

En los pies y en las manos existen áreas que son el reflejo de cada componente del
organismo. La actuación sobre esas zonas puede ayudar a mejorar las funciones de
órganos y aparatos, para que recuperen el equilibrio perdido o se opongan a la agresión
de agentes capaces de desarrollar enfermedades.

La idea de ver resumidas en una parte circunscrita del cuerpo todos los componentes del
organismo y de poder modificar su estado mediante intervenciones limitadas a esa parte
es una proyección que se encuentra bastante extendida tanto en Oriente como en
Occidente.

Los expertos en masaje zonal comparten dicho concepto. En efecto, están convencidos
de que en los pies y en las manos existen zonas representativas de todas las demás
partes del cuerpo, con las cuales están conectadas por vía nerviosa. Además, consideran
que, como consecuencia de influencias ambientales desfavorables, se puede registrar
una ingente acumulación de sales de calcio y de cristales de ácido úrico en las
terminaciones nerviosas de los pies, bloqueándolas y en consecuencia alterando la
estimulación normal de glándulas y órganos. Determinados masajes pueden contribuir a
la eliminación de estos cristales y sales, devolviendo así a los órganos su estimulación
normal y en consecuencia la capacidad de recuperar en poco tiempo sus funciones
normales.

Historia
Los orígenes históricos del masaje zonal se remontan, inevitablemente, a Hipócrates,
padre de la medicina occidental que vivió en el siglo v y defensor del masaje en general.
No obstante, no faltan tampoco ejemplos más cercanos a nosotros de hombres ilustres
que han practicado con muy buenos resultados el masaje zonal; entre ellos cabe citar al
polifacético Benvenuto Cellini (15OO-15), que al parecer combatía dolores de todo tipo
imprimiendo una fuerte presión sobre los dedos de las manos y de los pies.
No obstante, la ordenación actual del masaje zonal es obra reciente del médico
norteamericano William H. Fitzgerald (1872 1942), que empezó a dar a conocer sus
teorías y sus resultados prácticos en 1~3. Según dicho autor el cuerpo humano se halla
atravesado, en sentido longitudinal, por diez meridianos, que lo dividen en otras tantas
zonas, cada una de ellas ocupada por determinados órganos cuyo "reflejo" se encuentra
en áreas perfectamente definidas de los pies y de las manos. Sobre este planteamíento
de origen se han producido numerosas variantes, sobre todo en lo referente a la técnica
de masaje de las distintas zonas de los pies y de las manos, que no tienen una indicación
concreta, pudiendo cada uno seguir sus propias directrices.

Antiguo y moderno
Los masajes son tal vez el método más antiguo entre los que el hombre ha usado para
aliviar sus malestares. Desde la instintiva reacción de friccionar la zona dolorida hasta la
meticulosa precisión con que se ubican los puntos de presión de la Digitopuntura o el
Shiatsu, son múltiples las técnicas que usan el masaje y la presión (y aún la punción) para
aliviar diversas zonas del cuerpo mediante una relación refleja entre las terminaciones
nerviosas en la piel o los tejidos subyacentes y partes u órganos del cuerpo.

La actual Reflexología es la disciplina que estudia esta relación nerviosa refleja, y la


Reflejoterapia, la técnica que usa esos conocimientos para aliviar dolencias. Sus bases
científicas las sentaron el médico inglés H. Head y el canadiense J.N. Mackenzie a fines
del siglo XIX. Luego de exhaustivos estudios ellos demostraron la existencia de
conexiones de tipo reflejo que relacionan regiones de la superficie cutánea con el interior
del cuerpo. Pero fue una masajista norteamericana, llamada Eunice Ingham, quien ideó el
actual mapa del cuerpo dibujado en los pies. En la década del 30 publicó un libro donde
ofrecía este legado a toda una generación de masajistas que pudieron convertirse en
reflejo-terapeutas de gran éxito.

Cuando los hombres prehistóricos caminaban descalzos sobre la tierra estimulaban, sin
saberlo y de forma natural, las zonas reflejas de sus pies, pero el posterior empleo de
calzado fue disminuyendo su sensibilidad innata.
En China, hace unos 5.000 años, se conocían formas de tratamiento por medio de puntos
de presión y aunque, desgraciadamente, no conservemos registros que describan su
método de aplicación, son consideradas la base de todo conocimiento sobre las zonas
reflejas.

Entre los documentos más antiguos que se conservan sobre el masaje reflejo
destacaremos el "Nei Tching Sou Ven", atribuido a Huang Ti, el Emperador Amarillo, y
que data del 2.700 a.C. En él se describen tratamientos para recuperar el equilibrio
corporal (homeostasia), cuya pérdida es la causa y origen de todas las enfermedades.

Los chinos también daban mucha importancia a los pies en el tratamiento de las
enfermedades. En el año 1017 d.C., Wang Wei marcaba los puntos importantes de
Acupuntura en una figura humana de bronce. Al aplicar esos puntos sobre el paciente,
también trataba los bordes interno y externo de los pies, junto con presiones centradas en
el dedo gordo. Este tratamiento estaba destinado a canalizar la energía a través del
cuerpo, pues Wei creia que los pies eran la zona más sensible del cuerpo y que contenían
grandes zonas energéticas.
Aunque éstos métodos chinos de terapias reflejas son incluso anteriores a la utilización de
punzones y agujas, fueron dejados de lado, por razones desconocidas, en favor de la
Acupuntura que adquirió mayor fuerza.

En Egipto practicaban la Reflexología desde el 2300 a.C. Se han encontrado tumbas


egipcias con frisos que representan, claramente, figuras y dibujos de manipulaciones
terapéuticas practicadas por los médicos de los faraones. Algunos de estos dibujos
muestran a hombres dando y recibiendo masajes en los pies y las manos, acompañados
de jeroglíficos que hacían referencia a esta terapia.

La representación más antigua es un pictograma encontrado en la tumba de Ankmahor,


Gran Sacerdote y médico egipcio, en Saqqarah (2330 a.C.). La traducción de los
jeroglíficos que lo acompañan dice así: "No me hagas sufrir" - dice el paciente -
"Agradecerás lo que te hago" - contesta el terapeuta.

Un hecho simbólico que ocurría en el antiguo Egipto era que, durante el proceso de
momificación, se extirpaban las plantas de los pies; quizá para liberar al alma de la
esclavitud física y las ataduras terrenales, como las enfermedades.

También encontramos evidencias de esta práctica en la India, en las representaciones del


pie de Buda , donde aparecen los símbolos de su cuerpo y en los pies de Vishnu Pada
(pintura del s. XVIII) en la que se plasman todos los elementos del universo. Así mismo,
existen grabados, que datan del s.III, en los que se representan escenas de masajes que
simbolizaban un medio de unión de los seres entre sí.
Hay otras teorías que difieren sobre el origen de esta terapia, aduciendo que los primeros
en utilizar las presiones sobre los pies fueron los indios Cherokees de Carolina del Norte,
los cuales, a su vez, heredaron este conocimiento de los Incas. No hay evidencias
específicas que apoyen estas teorías, como tampoco las hay de que el masaje practicado
por ellos haya tenido mayor trascendencia. Lo que sí sabemos es que esta práctica ha
sido aplicada por los pueblos aborígenes de Norteamérica durante generaciones.

Los Cherokees, desde hace siglos, han dado gran importancia a los pies para mantener
un equilibrio físico, mental y espiritual. Masajearlos forma parte de una ceremonia
sagrada, pues creen que los pies son nuestro contacto con la tierra y con las energías que
fluyen a través de ella y además, por medio de ellos, el espíritu está vinculado con el
universo.

Ellos llaman "doncella de la luna" a la mujer que, desde su juventud, demuestra tener
talento o instinto natural para la curación, por lo que es escogida por toda la tribu para que
lo siga desarrollando a lo largo de su vida.

La Reflexología podría haber seguido siendo una práctica exclusiva de las culturas
orientales, si no fuera por las investigaciones llevadas a cabo en Europa y América a
finales del s.XIX y principios del XX.

Debido a la extensión del artículo, naturmedicapro.com editará el próximo mes la segunda


parte de este artículo sobre la Historia de la Reflexología (durante los siglos XIX y XX),
esperando que para nuestros lectores sea igual de interesante que lo ha sido la primera.

Clasificacion de la reflexologia
La Reflexología moderna ha sido clasificada dependiendo del sitio en donde se estudien o
traten las zonas microreflejas; de tal manera que podemos ver la siguiente clasificación:

Iridología

Es el conocimiento y aplicación en el diagnóstico de enfermedades, de las zonas


microreflejas en el iris de los ojos, las cuales corresponden a los órganos internos, y
mediante la modificación de las estructuras y el color visibles del iris, es posible obtener
información del estado de salud que tiene cada órgano del cuerpo. Este método es útil
solo para fines diagnósticos; ya que al iris del ojo no tenemos acceso como para producir
estimulación alguna desde ese sitio.

Reflexología auricular

Es la teoría de la Reflexología aplicada al pabellón de las orejas. Este método es


frecuentemente utilizado por los acupunturistas, sobre todo en tratamientos prolongados
en los que la portación de agujas en otros sitios de la piel resultaría muy molesta para
cualquier persona con actividad cotidiana. 

       

Reflexología podálica

Son las zonas microreflejas de todos los órganos del cuerpo, localizadas en el área de los
pies. Este es el método más frecuentemente utilizado y el más popular de la Reflexología.

Reflexología de la mano

Exactamente lo mismo que el anterior, pero aplicado a las manos. 

       

Reflexología del cuero cabelludo

En la zona donde normalmente todo ser humano tiene cabello, en la cabeza, existen un
gran número de zonas microreflejas de órganos y estructuras corporales internas.

Reflexología facial

Al igual que en el área de la cabellera, en la cara también se han descubierto una gran
cantidad de zonas microreflejas de un número igual de órganos, glándulas y estructuras
corporales.

Reflexología en los dedos y uñas


Este es un método utilizado en un tipo de medicina oriental llamado Su Jok en el que se
utilizan imanes o vegetales aplicados en áreas específicas para conseguir estimulación en
zonas microreflejas localizadas en dedos y uñas.

Reflexología del abdomen

Este sistema es muy popular en Japón y Corea y esta basado en el mismo principio de
todas las anteriores.

Reflexología en la piel

En la piel de casi todo el cuerpo están localizadas una inmensa cantidad de áreas
microreflejas, las cuales tienen su mayor aplicación en el sistema de curación de origen
oriental llamado Acupuntura. De este sistema se desprenden otros métodos utilizados
popularmente, tales como la Dígito-puntura o Dígito-presión.

Cómo se realiza

Una de las mayores cultivadoras del masaje zonal, la norteamericana Funíce D. Ingham,
sugiere realizarlo mediante presión con el pulgar, imprimiendo un movimiento similar al
que emplearíamos para pulverizar un terrón de azúcar con el pulgar de una mano sobre la
palma de la otra. Ante todo, es muy importante la posición tanto del masajeado como del
masajista. Lo mejor, naturalmente, es que el paciente se tumbe con un cojín bajo las
rodillas y el pie posado sobre las rodillas del masajista, el cual debe colocarse en una
postura que le garantice la mayor comodidad posible. El movimiento del pulgar (o de otros
dedos) sobre la parte masajeada debe ser lento, profundo y circular. No obstante, antes
de comenzar el masaje es conveniente que el masajista se familiarice con cada píe,
tomándolo entre las manos y manipulándolo durante al menos un minuto. Al mismo
tiempo, el paciente se preparará para la operación relajándose con dos, tres respiraciones
profundas.

Dado que, presumiblemente, en el masaje zonal se produce un auténtico intercambio


energético entre masajeado y masajista, una especie de comunión, es conveniente que
también este último se relaje y trate de respirar, mientras dura el masaje, en sintonía con
su paciente.
La posibilidad de que el masajista se cargue de energía negativa procedente del
masajeado es un peligro constante, del que no obstante se puede salvar guardando una
precaución relativamente sencilla: imaginar que alrededor de los codos brilla una luz
blanca y repetirse que esa luz es un escudo suficiente para una protección completa. Si,
aun tomando durante el masaje todas las precauciones debidas, se siente cansancio o
tensión, para alejarlas basta con realizar dos movimientos decididos con las manos, cumo
para liberarlas de unas gotas de agua. El hecho de lavarse las manos después de cada
sesión y de mantenerlas cierto tiempo en agua fría contribuye a la relajación del
masajista. Por cuanto respecta a la duración del masaje zonal, puede decirse que varía
dependiendo de si la actuación tiene una finalidad meramente relajadora o bien
claramente terapéutica. En el primer caso puede durar incluso una hora (medía hora cada
píe); en el segundo caso hay que evitar excesos de estimulación, por lo que el masaje no
debería superar el cuarto de hora para cada píe. Es mejor masajear durante unos minutos
una zona para luego volver a ella más tarde, en el curso de la misma sesión.

Las toxinas que se liberan durante el masaje deben ser eliminadas. Para evitar
acumulaciones peligrosas es conveniente espaciar las sesiones, del mismo modo que se
aconseja que cada sesión vaya seguida de un corto descanso o de un sueñecito.

El masaje de las manos equivale al de los pies, pero entraña mayor dificultad por cuanto
respecta a la localización de las zonas deseadas. Para compensar, el masaje de las
manos puede realizarse en cualquier momento y prácticamente en cualquier lugar. Y,
sobre todo, puede autopracticarse. Este último aspecto representa una gran ventaja. No
obstante, es necesario conocer bien los puntos estratégicos, así como los movimientos,
que hay que realizar con una habilidad que se adquiere sólo con la experiencia. Por todas
estas razones el masaje zonal de las manos constituye una terapia inmejorable en casos
de emergencia.

El éxito del tratamiento depende de la habilidad con la que se lleva a cabo. El principio
fundamental es reducir la tensión y facilitar el aflujo de sangre al área afectada. La
reflexología, según sus cultivadores, estimula además el flujo de energía fina, que
revitaliza así todo el organismo.

Obviamente, la edad y las condiciones de la persona tratada influyen notablemente en la


velocidad de curación. Si el trastorno es ya antiguo, la sustitución de células débiles y
enfermas será un proceso gradual. El masaje zonal resulta beneficioso para personas de
todas las edades, desde el niño muy pequeño hasta el anciano. Para el primero será
suficiente un ligero frotamiento de la planta del píe. Los niños de edad más avanzada
requieren un masaje más ligero que los adultos.

Zonas longitudinales

La Reflexología observa cómo determinados padecimientos del organismo se manifiestan


en forma de puntos o zonas dolorosas en partes muy concretas de la superficie del
cuerpo humano, por estar inervadas por una misma rama nerviosa. Esas zonas son
llamadas microrreflejas, y se ubican en diversos puntos, como las palmas de las manos,
el pabellón de las orejas, el iris de los ojos, el cuero cabelludo, la piel de la cara, los dedos
y uñas, el abdomen, etc. Pero la más usada por la Reflejoterapia son los pies. Localizadas
en ellos, miles de terminaciones nerviosas conectan la piel con todas las partes y órganos
del cuerpo. El mapa es fácil de usar no sólo por un terapeuta profesional, sino que cada
uno de nosotros puede aprender el ABC de esta técnica inocua para aliviarse a sí mismo
múltiples malestares.

Otro de los principales mentores de la Reflejoterapia moderna fue el médico


norteamericano William Fitzgerald, quien identificó las “10 zonas longitudinales del
cuerpo”. Van de los pies a la cabeza y de los hombros a las manos, 5 zonas a cada lado
del cuerpo. Ellas son posibles de equiparar a los meridianos de la acupuntura china,
aunque representan un sistema de organización bastante más simple. Posibilitan un
ordenamiento en el pie de las partes y órganos, de acuerdo a su posición vertical en el
cuerpo.

Zonas transversales

Para completar la ubicación exacta de las partes del cuerpo en el mapa de los pies, se
idearon las "4 zonas transversales": 
• Zona 1: desde la coronilla hasta la línea de las clavículas.
• Zona 2: desde debajo de las clavículas hasta el borde inferior de las
costillas, incluyendo los brazos hasta los codos.
• Zona 3: desde la última costilla hasta los músculos inferiores de la
pelvis, incluyendo los antebrazos y las manos.
• Zona 4: las piernas.
Este cuadro transversal se traslada, al igual que el longitudinal, a los pies, formando una
cuadrícula que se corresponde exactamente. Las líneas transversales se trasladan al pié
en tres líneas que dividen estas partes anatómicas:
• Zona 1: los dedos hasta la articulación entre las falanges proximales y los huesos
metatarsianos.
• Zona 2: una gran zona del arco del pié por la que transcurren los huesos metatarsianos.
• Zona 3: desde donde terminan los metatarsianos hacia el tobillo, incluyendo los tres
huesos cuneiformes, el escafoides, el astrágalo y el calcáneo (hueso del talón).
• Zona 4: corresponde al maléolo, hacia el tobillo.

Una vez ubicados los puntos que representan cada parte del cuerpo, ¿en qué consiste la
terapia? A través de masajes en las diferentes partes del pié, consiste en producir
reacciones orgánicas curativas por medio de estímulos nerviosos reflejos.

¿Autotratamiento?

Como hemos visto, el conocimiento de la Reflexología y sus bases científicas da sustento


a la terapia llamada Reflexoterapia, en la cual se han especializado miles de terapeutas
experimentados. En general, una sesión durará unos 45 minutos. El ambiente en el que
se lleva a cabo será preferentemente cálido, luminoso, y contará con un asiento reclinable
lo suficientemente cómo para que la persona se sienta relajada y a gusto. La elección del
terapeuta no es menos importante: no sólo por su trayectoria y reconocimiento en el
medio, sino por la simpatía y amabilidad que demuestra en la sesión de conocimiento.
Después de todo, tendrá nuestros pies en sus manos!

Muchas personas han decidido emprender el estudio de la Reflexología y la práctica de la


Reflejoterapia a favor de sí mismos. Con una información básica, un buen mapa de las
zonas de los pies y sus correspondencias con las distintas partes y órganos del cuerpo, y
mucho entusiasmo, cualquiera de nosotros puede convertirse en su propio terapeuta. Sin
esperar de la terapia una solución o panacea para todas las enfermedades, puede
adquirirse una herramienta que sí dará alivio a diversos malestares y actuará como
medida de prevención, estimulando el sistema de defensas propio del cuerpo.

Reflexología y Deporte

La reflexología aporta un gran beneficio a los deportistas profesionales o aficionados,


haciendo un complemento importante en el entrenamiento en especial como herramienta
preventiva de lesiones corporales.

Se utiliza la reflexología cuidando los aspectos corporales y energéticos, brindando


fortaleza muscular, osea y de tendones, otorgando mayor rendimiento y resistencia al
esfuerzo físico.

También en el caso de algún problema físico puntual a reflexología tiene su adecuada


participación dándole al deportistala posibilidad de una recuperación óptima y en tiempos
reducidos y colaborando en el aspecto emocional- energético que influye en su pronta
mejoría.

Desde ya que en caso de alguna lesión puntual el trabajo es apoyando el diagnóstico del
médico especialista y complementando su tratamiento.
Como en todos los casos donde actúa la reflexología acompaña al trabajo de una dieta o
pautas alimentarias específicas, en esta ocasión para restablecer el desgaste energético y
físico, dándole una gran importancia a la disciplina personal que se relaciona
directamente con el resultado obtenido en cuanto a rendimiento y performance.

A diferencia del masaje común, el masaje reflexológico le otorga al deportista la


posibilidad de recuperar y mantener su caudal energético dándole resistencia al esfuerzo
y equilibrio psiquico-emocional ayudando a relacionarse con los tiempos y la ansiedad
que provoca un resultado óptimo.

La dieta se basa en recuperar el consumo de energía que implica el entrenamiento y


dependerá del deporte elegido y la exigencia la rigurosidad de la dieta y los complementos
de la misma, variando de acuerdo a la edad, el tipo de deporte, la categoría del deportista,
etc.

Estos son algunos de los beneficios que se logran:


 Reducción del stress y relajación profunda

 Mejora la circulación sanguínea, facilitando el transporte de oxígeno y


nutrientes a las células

 Limpieza de toxinas e impurezas, contribuyendo a eliminarlas evitando


así que pasen a las células

 Ayuda al equilibrio de los distintos sistemas del organismo. Todos los


elementos de nuestro cuerpo contribuyen de forma sinérgica para su
buen funcionamiento

 Revitaliza la energía, eliminando los bloqueos existentes

 Estimula el sistema inmunológico, previniendo así la aparición de


enfermedades y recaídas

 Mejora la calidad de vida en procesos crónicos o terminales

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