Mente Maravillosa
Mente Maravillosa
Mente Maravillosa
559–587 559
1
Silvya Nasar, A Beautiful Mind: A biography of John Forbes Nash Jr., Simon & Schus-
ter, Nueva York, 1998. Traducción española: Una mente prodigiosa, Grijalbo-Mondadori,
Barcelona, 2002.
2
The Mathematical Intelligencer, Vol 17, no 3, 1995, páginas 11-17
3
Notices of the American Mathematical Society, November 1998, páginas 1329-1332
560 JOHN NASH: UNA MENTE MARAVILLOSA
por
John Milnor
Durante los escasos diez años que duró su actividad investigadora, John
Forbes Nash logró crear un asombroso conjunto de resultados matemáticos.
Para algunos, el breve artı́culo que escribió
cuando tenı́a 21 años y por el que se le concedió
el Premio Nobel de Economı́a4 , podrı́a conside-
rarse como el menos relevante de sus logros5 .
Sin embargo, aplaudo el acierto del Comité de
Selección del premio Nobel de otorgarle el pre-
mio a Nash, porque resulta notablemente difı́cil
aplicar métodos matemáticos precisos a las cien-
cias sociales y, sin embargo, las ideas de la te-
sis doctoral de Nash son simples y rigurosas y
aportan una base sólida en la que cimentar, no
sólo teorı́as económicas, sino también estudios
de Biologı́a evolutiva y, en general, el análisis de
cualquier situación en la que seres humanos, o John F. Nash
no, se enfrentan a competencia o a conflicto. En
opinión de P. Ordeshook [O, página 118]
4
Consúltese [P]. Éste es el tercer premio Nobel obtenido por un licenciado en Matemáticas
de la Universidad de Princeton. Los dos primeros lo fueron en Fı́sica, ambos a John Bardeen.
5
Nota Editorial. A este respecto, John Milnor comenta en su artı́culo John Nash
and “A Beautiful Mind” lo siguiente: Los matemáticos puros tienden a juzgar los trabajos
matemáticos por su profundidad matemática, por las ideas o métodos nuevos que hayan
aportado o por los problemas, que tras permanecer abiertos durante largo tiempo, hayan
podido resolver. Desde esta perspectiva, el trabajo por el que Nash recibió el premio Nobel es
una aplicación ingeniosa, pero no sorprendente, de métodos bien conocidos, mientras que su
posterior trabajo matemático es mucho más importante.
LA GACETA 561
TEORÍA DE JUEGOS
En el marco establecido por von Neumann y Morgenstern [NM], un juego
de n personas se describe de la manera siguiente. Hay n agentes o jugadores,
numerados de 1 a n. Cada jugador i, con i entre 1 y n, tiene a su disposi-
ción un conjunto Si de posibles estrategias, y eligirá algún elemento si de
Si ; la naturaleza del juego permite que los agentes escojan simultáneamente
entre sus opciones. El resultado final del juego es, por tanto, función de las n
elecciones s1 , s2 , . . . sn . Cada uno de los jugadores tiene un sistema de prefe-
rencias con el que ordena los posibles resultados; resulta conveniente describir
las preferencias del jugador i-ésimo mediante una función pi con valores reales,
pi : S1 × . . . × Sn −→ R ,
pi (s1 , s2 , . . . , sn )
ejemplo 1. En una aburrida fiesta, todos los invitados quieren irse a casa
temprano, pero nadie quiere marcharse antes de medianoche, salvo que algún
otro invitado se vaya primero. Sólo hay un punto de equilibrio: todo el mundo
se queda hasta medianoche. (Consúltese [Sch]).
ejemplo 2. Veinte personas van a cenar juntas una noche. Cada uno de ellos
puede elegir entre dos menús: uno de 10 dólares, que no está mal, y otro
excelente, de 20 dólares. Si cada uno se pagara lo suyo, todos se inclinarı́an
por escoger el menú más barato. Sin embargo, han decidido que van a dividir
la cuenta en partes iguales. Como para cada uno de ellos, pasar del menú
barato al caro supone un coste marginal de tan sólo 50 centavos, todos eligen
el menú caro.
6
Nota Editorial. El resto de esta sección proviene del artı́culo de Milnor John Nash
and “A Beautiful Mind”.
566 JOHN NASH: UNA MENTE MARAVILLOSA
Todas las aplicaciones de la teorı́a de Nash nos enseñan una lección que hemos
de resaltar:
7
Binmore no se refiere aquı́ a la evolución biológica, sino más bien a un proceso dinámico
en el que sucesivas repeticiones de un juego convergen a un equilibrio. Lamentablemente,
Nash no desarrolló esta discusión de su tesis doctoral en sus trabajos publicados.
8
Según Darwin, “como la selección natural actúa sólo por y para el beneficio de cada
individuo, las dotes mentales y corporales han de tender progresivamente hacia la perfección”.
Sin embargo, también expresó la opinión contraria. Consúltese la discusión de “por qué el
progreso no rige la historia de la vida” en Gould [G1]. Lamentablemente, se ha producido
un profundo e innecesario distanciamiento que llega hasta el rencor entre aquéllos que como
Maynard Smith trabajan con modelos teóricos de la evolución y aquéllos que, como Gould
[G2], ponen énfasis en que el mundo real es mucho más complicado que cualquier modelo.
LA GACETA 567
JUEGOS
Nash se incorporó a Princeton
como estudiante de doctorado en
1948, el mismo año en que yo co-
mencé mis estudios de licenciatu-
ra. Pronto le conocı́, porque ambos
pasábamos mucho tiempo en la sala
de descanso. Nash bullı́a con ideas
matemáticas, no sólo en la Teorı́a
de Juegos, sino también en Geo-
metrı́a10 y Topologı́a. Sin embargo,
mis recuerdos más vı́vidos de esta Figura 2: Situación tı́pica del juego del
época lo constituyen los múltiples Hex. Problema: las negras juegan y ga-
juegos de mesa a los que tanto tiem- nan. Problema alternativo: blancas jue-
po dedicábamos en aquella sala. Fui gan y ganan.
iniciado en el juego del Go y en el
9
Consúltese [DK], [D2]. Al interpretar la frase “carrera de armamentos” en un contexto
evolutivo, conviene recordar que el éxito reproductivo es más importante que la destreza en
la guerra. A menudo, la mejor estrategia evolutiva es haz el amor, no la guerra.
10
He aquı́ una pregunta de Nash. Sea V0 una variedad algebraica singular de dimensión k,
sumergida en una variedad M0 , y sea M1 = Gk (M0 ) la variedad de Grassman de k-planos
tangentes a M0 . Entonces V0 se eleva canónicamente a una variedad k-dimensional V1 ⊂
M1 . Si continuamos inductivamente, obtenemos una sucesión de variedades k-dimensionales
V0 ←− V1 ←− V2 ←− . . . ¿Alcanzamos ası́ alguna variedad no singular? Hasta la fecha,
sólo en casos especiales se ha podido probar que ası́ es. (Consúltese [G-S],[H] y [Sp]). Nota
Editorial. Milnor comenta en el artı́culo del Notices que parece ser que el interés de Nash
por estas cuestiones es posterior, de los años 60.
568 JOHN NASH: UNA MENTE MARAVILLOSA
ahı́ seguir la estrategia del segundo jugador. Puesto que su movimiento inicial
nunca le perjudica, debe ganar. De manera que la hipótesis de que el segundo
jugador disponga de una estrategia ganadora nos conduce a una contradicción.
(Éste es un conocido argumento que se puede aplicar a muchos otros juegos
simétricos, como el de “cinco en raya”).
Obsérvese como esta demostración depende de la simetrı́a del tablero. En
un tablero n × (n + 1), el jugador para el que la distancia entre sus corres-
pondientes bordes del tablero sea más corta siempre puede ganar, incluso si el
otro jugador comienza la partida. (Consúltese la figura 3).
GEOMETRÍA Y ANÁLISIS
Tras su doctorado, Nash se incorporó como profesor al Massachussets
Institute of Technology (MIT), comenzando ası́ una etapa de extraordinaria
productividad en la que logró una serie impresionante de resultados. El pri-
mero de estos resultados es una contribución fundamental a la teorı́a de las
variedades algebraicas reales.
11
Nota Editorial. Milnor comenta en el artı́culo del Notices que Kaloshin [Ka] ha dado
en 1998 una demostración mucho más elemental basándose en el Teorema de aproximación
de Weierstrass.
570 JOHN NASH: UNA MENTE MARAVILLOSA
EPÍLOGO
En 1958, cuando tenı́a 30 años, Nash sufrió un devastador ataque de en-
fermedad mental. (Consúltese [N]). Comenzó ası́ una etapa horrible de muchos
años en los que permaneció largos periodos confinado en distintos hospitales
psiquiátricos, normalmente contra su voluntad y sometido con frecuencia a
sesiones de electroshocks, y que se alternaban con cortos periodos de ligera
mejorı́a. Durante uno de éstos, en 1966, Nash publicó un artı́culo en el que
demostraba que su teorema de inmersión isométrica, e incluso la maquinaria
más general de función implı́cita de Nash-Moser, se podı́a extender al caso
analı́tico real. Luego siguió un periodo extremadamente largo de barbecho.
Durante este tiempo perdı́ contacto con él; pero me sentı́ muy feliz cuando
supe que su enfermedad habı́a remitido y que habı́a vuelto a interesarse por
problemas matemáticos de primera lı́nea. En 1995, Nash no sólo asistió a la
ceremonia de los premios Nobel en Estocolmo, sino que además impartió un
seminario en Uppsala sobre su trabajo reciente en Fı́sica matemática.
Concluyo felicitando a Nash, no sólo por su premio Nobel, sino por su
aportación al acerbo de conocimientos de la Humanidad. Le deseo, de corazón,
lo mejor para el futuro.
AGRADECIMIENTOS
Quiero agradecer a D. Gale, I. Kra, H. Kuhn, J. Moser, M. Spivakovsky,
y H. Sussmann la colaboración que me han prestado durante la elaboración
de este artı́culo.
REFERENCIAS
[AM] M. Artin, B. Mazur, On periodic points. Ann. Math. 81 (1965), 82-99.
[D1] R. Dawkins, The Selfish Gene. Oxford University Press, Oxford, 1976.
[D2] R. Dawkins, The Extended Phenotype. Oxford University Press, Oxford, 1982.
[D3] R. Dawkins, The Blind Watchmaker. Norton, 1986.
[D4] R. Dawkins, River out of Eden. BasicBooks, Harper Collins, 1995.
LA GACETA 573
12
Una estrategia evolutiva estable en el sentido de Maynard Smith y Price es casi lo mismo
que un punto de equilibrio de Nash.
574 JOHN NASH: UNA MENTE MARAVILLOSA
[N] S. Nasar, The lost years of a Nobel laureate. New York Times Bussines Section,
13 November 1994, 1 y 8.
[NM] J. von Neumann, O. Morgenstern, Theory of Games and Economic Beha-
vior. Princeton University Press, Princeton, (1944).
[O] P. Ordeshook, Game Theory and Political Theory: An Introduction. Cambrid-
ge University Press, Cambridge, (1986).
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de 1994), 371.
[Sch] J. Schwartz, Lectures on the Mathematical Methods in Analytical Economics.
Gordon and Breach, New York, (1961).
[Sp] M. Spivakovsky, Sandwiched surface singularities and desingularization of sur-
faces by normalized Nash transformations. Ann. Math. 131 (1990), 411-491.
[W] J. Weibull Evolutionary Game Theory. MIT Press, 1995. (Introducción de K.
Binmore).
1. con J. F. Nash Sr. Sag and tension calculations for wire spans using catenary
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2. Equilibrium points in n-person games. Proc. Nat. Acad. Sci USA 36 (1950),
48-49.
3. Non cooperative games. Tesis doctoral, Princeton University, Mayo de 1950.
4. A simple three-person poker game. Contributions to the theory of games. Ann.
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5. The bargaining problem. Ecomometrica 18 (1950), 155-162. (Escrito cuando
estudiaba su licenciatura en Carnegie Tech).
6. Non-cooperative games. Ann. Math. 54 (1951), 286-295.
7. Real algebraic manifolds. Ann. Math. 56 (1952), 405-421. (Véase también Proc.
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8. con J. P. Mayberry y M. Shubik, A comparison of treatments of duopoly
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10. con C. Kalisch, J. Milnor y E. Nering Some experimental n-person
game. Decision Processes (Thrall, C. H. Coombs, y R. L. Davis, editores.) J.
Wiley, New York, 1954.
LA GACETA 575
11. C 1 -isometric imbeddings. Ann. Math. 60 (1954), 383-396. (Véase también Bull.
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12. Results on continuation and uniqueness of fluid flow. Bull Am. Math. Soc. 60
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13. A path space and Stiefel–Whiney classes. Proc. Nat. Acd. Sci. USA 41 (1955),
320-321
14. The imbedding problem for Riemannian manifolds. Ann. Math. 63 (1956), 20-
63. (Véase también Bull. Am. Math Soc. 60, (1954), 480).
15. Parabolic equations. Proc. Nac. Acad. Sci. USA 43 (1957), 754-758.
16. Continuity of solutions of parabolic and elliptic equations. Amer. J. Math. 80
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17. Le problème de Cauchy pour les équations differentielles d’un fluide général.
Bull. Soc. Math. France 90 (1962), 487-497.
18. Analyticity of the solutions of implicit function problems with analytic data.
Ann. Math. 84 (1966), 345-355.
19. Autobiographical essay. Les Prix Nobel 1994. Norsteds Tryckeri, Estocolmo,
1995.
20. Arc structures of singularities. Duke J. Math. 81 (1995), 31-38. (Escrito en
1966).
21. con H. Khun, J. Harsanyi, R. Selten, J. Weibull, E. van Damme, y P.
Hammerstein, The work of John F. Nash Jr. in game theory, Duke J. Math.
81 (1995), 1-29.
576 JOHN NASH: UNA MENTE MARAVILLOSA
El libro está dedicado a Alicia Nash, quien primero fue su mujer y después
su fiel compañera, cuyo apoyo a través de dificultades imposibles ha desem-
peñado claramente un papel fundamental en la recuperación de Nash.
John Milnor
Institut for Mathematical Sciences
State University of New York
Stony Brook (USA)
Correo electrónico: [email protected]
por
Federico Valenciano13
1. INTRODUCCIÓN
Para el matemático alejado de las ciencias so-
ciales en general y de la economı́a en par-
ticular, no puede mas que resultar sorpren-
dente el caso de Nash. Aun dejando a un
lado la dramática biografı́a del personaje,
súbitamente popularizada en versión cinema-
tográfica al gusto americano por la pelı́cula
de R. Howard, resulta fascinante el caso de
un matemático que, habiendo recibido un so-
lo curso de economı́a en su vida, recibe el
Premio Nobel de Economı́a por un breve tra-
bajo publicado casi medio siglo antes. En la
nota de prensa en la que la Real Academia
Sueca de Ciencias anunciaba la concesión del
galardón en 1994 en forma compartida a J. F.
Nash, R. Selten y J. Harsanyi, se fundamenta
la decisión en la contribución de los tres auto-
res a la noción de equilibrio como predicción John F. Nash
del resultado de la interacción estratégica, y
su enorme impacto en el análisis económico. En la misma nota, en el resumen
sumario de los méritos de los tres laureados, en relación con Nash, y aparte de
su reconocimiento como introductor de la noción que con el tiempo serı́a co-
nocida como “equilibrio de Nash”, se destaca su introducción de la distinción
entre juegos cooperativos, en los que son posibles los acuerdos vinculantes, y
juegos no cooperativos, donde estos acuerdos no son posibles.
En esta breve nota, con el propósito de acercar al público matemático
la contribución de Nash a la teorı́a de juegos y la economı́a, se presentan
brevemente sus dos aportaciones más significativas e influyentes. De un lado,
claro está, la noción de equilibrio no cooperativo, noción central de la teorı́a
de juegos. Pero también su solución al problema del regateo o negociación,
13
Quiero agradecer a mis compañeros J. Duoandikoetxea, F. Grafe, E. Iñarra y A. La-
ruelle sus comentarios al primer borrador de estas notas. La responsabilidad de opiniones y
carencias es sólo mı́a.
LA GACETA 579
14
Las pocas referencias biográficas que acompañan a esta nota están basadas en la docu-
mentada biografı́a de Nash escrita por Sylvia Nasar (1998), y en las notas que acompañan
la recopilación de sus trabajos recientemente editada por H. W. Kuhn y S. Nasar (2002).
580 JOHN NASH: UNA MENTE MARAVILLOSA
de modo que: (i) ui (A) > ui (B) si y sólo si A es preferido a B por i, esto es,
ui es una función (de “utilidad”) que representa las preferencias de i sobre el
conjunto de alternativas de partida, y (ii) la función (“de utilidad esperada”),
que denotaremos también ui , que asigna a cada loterı́a el valor esperado de
ui (por ejemplo, ui (pA + (1 − p)B) = pui (A) + (1 − p)ui (B)), representa las
preferencias de i sobre el conjunto ası́ ampliado de opciones. Como es sabido,
de existir tal función ui sobre el conjunto de alternativas de partida, ésta no es
única: también cumplirá estas mismas condiciones aui + b, para cualquier par
de números reales a y b, siempre que a > 0. De otro modo, estas funciones,
para uno y otro agente, están determinadas salvo el cero u origen y la unidad
de escala para cada una de ellas. Sin pérdida de generalidad, parece natural
elegir como cero para ambas funciones la utilidad de la situación de partida o
status quo al que revertirı́an si no se llegase a ningún acuerdo.
Elegido ası́ un par de funciones u1 y u2 para expresar las preferencias de
uno y otro agente, es posible describir sumariamente la situación a la que am-
bos se enfrentan representando gráficamente en el plano todos los vectores “de
utilidades” (u1 (α), u2 (α)) asociados a todas las posibles opciones, incluyendo
las mezclas aleatorias. Un punto distinguido en este conjunto es el correspon-
diente al caso de desacuerdo o status quo, que será el origen si se han elegido
las funciones de utilidad del modo indicado. El conjunto ası́ obtenido es con-
vexo y compacto. Lo primero porque cualquier punto intermedio del segmento
que une dos cualesquiera de este conjunto puede obtenerse para la combina-
ción probabilı́stica apropiada de las dos “anticipaciones” correspondientes a
esos dos puntos. Lo segundo porque ese conjunto es el cierre convexo de un
conjunto finito: el de los vectores de utilidades asociados a las opciones de par-
tida. Naturalmente, distintos acuerdos alternativos pueden proyectarse sobre
un mismo punto siempre que sean vistos como indiferentes por ambos agentes,
pero en este caso pueden verse como acuerdos equivalentes. De este modo, este
gráfico, aunque determinado sólo salvo un cambio de escala, puede tomarse
como una representación completa de los aspectos esenciales de la situación.
Resumida de este modo la situación, se entiende por “solución” un punto
de este conjunto, realizable por tanto mediante el acuerdo apropiado, justifica-
ble o interpretable como expectativa racional compartida por ambos agentes,
que se reconocen mutuamente como tales. A partir de aquı́, el modo de proce-
der de Nash es proponer condiciones, una a una razonables y consistentes con
el sentido de lo dicho hasta aquı́, que cabrı́a esperar de una solución ası́ enten-
dida. Si S denota el conjunto compacto y convexo mencionado para un par de
funciones de utilidad u1 y u2 , y c(S) denota la solución, estas condiciones son
las siguientes.
1. Si (u1 (α), u2 (α)) es un punto de S y existe otro (u1 (β), u2 (β)) tal que
ui (β) > ui (α) (para i = 1, 2), entonces (u1 (α), u2 (α)) "= c(S).
2. Si el conjunto de opciones de partida se reduce, manteniéndose las prefe-
rencias (y funciones de utilidad que las representan) sobre las que permanecen,
ası́ como sobre sus combinaciones probabilı́sticas, de modo que el nuevo con-
LA GACETA 581
15
En el artı́culo original (Nash, 1950a) esta condición es interpretada como expresión del
supuesto de igual capacidad o habilidad negociadora de ambos agentes. El mismo Nash, en
(1953), desecha esta interpretación como errónea e inconsistente con el supuesto de raciona-
lidad e información completa.
16
Esto suponiendo que se han elegido funciones de utilidad para las que el cero se sitúa en
el caso de desacuerdo o status quo. En otro caso, será el punto de S en el que se maximiza
el producto (u1 − d1 )(u2 − d2 ), donde di representa el valor de ui en la situación de partida.
582 JOHN NASH: UNA MENTE MARAVILLOSA
17
En realidad este resultado ya aparece en von Neumann (1928), aunque la obra de von
Neumann y Morgenstern es, aparte de uno de sus propios trabajos (Nash, 1950b), la única
referencia en la bibliografı́a de su tesis. También cabe mencionar como antecedente la noción
de Cournot (1838) en su análisis del duopolio, aunque Nash, con toda probabilidad, no
supiera nada de este autor.
LA GACETA 583
de pago se han elegido de modo que los pagos esperados representen las pre-
ferencias de uno y otro jugador de acuerdo con el modelo de comportamiento
en situaciones de riesgo descrito en el apartado anterior.
Von Neumann y Morgenstern estudian con especial detalle el modelo an-
terior para el caso de dos jugadores y “suma nula”, obteniendo para este caso
el conocido teorema de “minimax” o de existencia de punto de silla. Esto es,
la existencia de al menos un par de estrategias mixtas, una para cada juga-
dor, de manera que cada una de ellas es la mejor respuesta a la otra. Es más,
aunque puede haber más de un par de estrategias con esta propiedad, si es
ası́ el pago que recibe cada jugador es el mismo en todas esas situaciones, y
además cualquier combinación formada a partir de ellas tomando una estrate-
gia mixta para el primer jugador y otra para el segundo entre las que aparecen
en alguno de estos pares, el par resultante tiene la misma propiedad. Puede
por tanto interpretarse al pago asociado a estas combinaciones de estrategias
mixtas como el valor del juego, o pago que un jugador racional puede esperar
ante la opción de participar en él (frente a otro igualmente racional).
Pese a ser éste uno de los resultados principales en el libro de von Neu-
mann y Morgenstern, el caso considerado es de muy limitado interés. Hemos
obviado la explicación precisa de la condición de “suma nula”, pero es necesa-
rio detenerse en ella para entender lo restrictivo de este supuesto. Ciertamente
abundan situaciones en las que los intereses de dos agentes son opuestos (por
ejemplo, cualquier juego en el que sólo sea posible un ganador que recibirá
lo que el perdedor haya de pagar). Pero el supuesto va mucho más allá de
esto. Para ello, nótese que las funciones asépticamente presentadas como “de
pago”, deben entenderse en general como funciones de utilidad esperada, de
acuerdo con el modelo de racionalidad en situaciones de riesgo de von Neu-
mann y Morgenstern ya mencionado. Esto significa que la condición de suma
nula requiere no sólo que si 1 prefiere A a B, entonces 2 prefiera B a A (y
recı́procamente); sino que si 1 considera a C equivalente, digamos, a la loterı́a
3 A + 3 B, entonces 2 considere a C equivalente a 3 A + 3 B. Es decir, en un
1 2 2 1
juego de suma nula cada jugador es un réplica exacta pero invertida del otro.
Esto es muy restrictivo y de escasa aplicación, incluso en el plano teórico.
El resto del libro de von Neumann y Morgenstern desarrolla lo que Nash
llama en la introducción de su breve tesis doctoral18 , “a theory of n-person ga-
mes of a type which we would call cooperative” (Nash, 1950c y 1951), basada
en el análisis de las interrelaciones de la distintas coaliciones que los jugadores
pueden formar. Y en el siguiente párrafo de su tesis Nash señala: “Our theory,
in contradistinction, is based on the absence of coalitions in that it is assumed
that each participant acts independently, without collaboration or communi-
cation with any of the others”. Ha puesto ası́ encima de la mesa la teorı́a
no cooperativa de los juegos, que atraerá la mayor parte de la investigación
ulterior.
18
Kuhn y Nasar (2002) contiene el facsı́mil de sus 28 páginas.
584 JOHN NASH: UNA MENTE MARAVILLOSA
19
Un juego es finito si lo es el conjunto de estrategias puras de todos los jugadores.
LA GACETA 585
usando otras que sı́ lo son. Si es ası́, “corregimos” las estrategias mixtas de
estos jugadores incrementando la probabilidad de aquellas estrategias puras
que son mejor respuesta que la estrategia mixta usada en esa n-tupla en forma
proporcional a la cuantı́a de dicha mejora, y a costa de las estrategias puras
que no la mejorarı́an. Obsérvese que un punto fijo de esta aplicación sólo puede
serlo si es un equilibrio. Pues bien, no es difı́cil definir esta “corrección” de
modo que la aplicación del producto cartesiano de los conjuntos de estrategias
mixtas de los n jugadores en si mismo sea continua. Como este producto
cartesiano es un producto de sı́mplices, es compacto y convexo. El teorema
de Brouwer asegura entonces que existe un punto fijo para esta aplicación, es
decir, un punto de equilibrio.
4. 50 AÑOS DESPUÉS
Hasta aquı́ una presentación sumaria de las dos aportaciones básicas de
Nash a la teorı́a de juegos y la economı́a, o a la ciencia social en general,
vale decir, aunque sean los economistas los que más se han interesado por
ellas. ¿Y bien? ¿Hay para tanto? En el apartado en que nos hemos ocupado
del problema de negociación, ya hemos comentado la absoluta originalidad
de su tratamiento de este tipo de situación. Todavı́a en un trabajo posterior
Nash (1953) reexamina el problema de negociación desde un punto de vista
no cooperativo, es decir, modelando la situación como un juego no cooperativo
en el que los agentes pueden hacer propuestas y amenazas, y en el que la
solución ya obtenida desde el enfoque cooperativo resulta ser un equilibrio
no cooperativo. De nuevo, otro papel seminal que sienta las bases de lo que
después se ha llamado el “programa de Nash”, esto es, el tratamiento no
cooperativo de situaciones cooperativas a base de incorporar en el modelo
un “protocolo” de negociación en el que uno u otro acuerdo (o “solución”
cooperativa) será o no el resultado de equilibrio.
En cuanto a la noción de equilibrio, su aportación fundamental, es de
nuevo lo más destacable la capacidad de Nash para captar los elementos esen-
ciales de una situación y darles forma precisa en un modelo simple y claro.
En este caso para ir al grano y formular en términos absolutamente nı́tidos el
problema básico que entraña la interacción racional: el resultado de acciones
racionales en una situación de interdependencia estratégica en la que todos los
participantes, igualmente racionales, comparten la información que se incluye
en el modelo deberı́a ser un equilibrio. Si no fuera ası́ es que alguien no ha
hecho lo mejor que podı́a hacer, lo que no es consistente con la idea de racio-
nalidad. Una vez formulada simple y claramente, la idea parece obvia. Pero,
como el trabajo de los cincuenta años posteriores ha mostrado, la inocente
noción estaba preñada de preguntas cuya sola formulación entraña una mejor
comprensión de esta clase de situaciones. Habiendo, como puede haber, no uno
sino muchos y diversos equilibrios, ¿cómo se llega a alguno de ellos, y por qué
no a otros?, ¿son todos los equilibrios igual de razonables?, ¿cómo es que a
586 JOHN NASH: UNA MENTE MARAVILLOSA
veces no se llega a ninguno y sin embargo es ası́ mejor para todos?, ¿qué pasa
con el tiempo, dejado fuera del modelo?, ¿cuál es el papel de la información?,
¿qué pasa si no todos los jugadores saben todo sobre la situación en la que
están inmersos? Todas estas y otras preguntas han dado que hacer todos estos
años (entre otros a sus compañeros de Nobel, Harsanyi y Selten) y aún hoy
dı́a lo siguen dando.
Aunque separar una cosa de otra ca-
rezca de sentido, creo que merece la pena
subrayar que es la noción misma de equi-
librio la más valiosa aportación de Nash
en su tesis, con independencia del resulta-
do de existencia que la completa. Aunque
parezca insensato decir que sin el resul-
tado de existencia la noción serı́a igual-
mente interesante, un ejemplo puede valer
para apoyar tan aparentemente peregrina
afirmación: el teorema de imposibilidad de
Arrow, premio Nobel de Economı́a en 1972, es un resultado negativo (algo que
parece razonable, no existe) que es el punto de partida de la teorı́a de la elección
social. En las dos contribuciones brevemente glosadas en las páginas anterio-
res hay que insistir en un aspecto que ya se ha comentado en relación con
el problema de regateo: la simplicidad de la construcción formal. En ambos
casos el genio matemático de Nash se muestra no en la complejidad técnica
de los recursos formales puestos en juego20 , sino en la frescura y capacidad de
abstracción para captar lo esencial de una situación y expresarlo con claridad,
simplicidad y rigor.
Deliberadamente he huido de una presentación descarnada de concepto y
sólo “apta para matemáticos”21 , y he intentado respetar el estilo original de
Nash, claro y sencillo, y no excesivamente formalista aunque preciso, atento
siempre al sentido de lo que formalmente va incorporando en el modelo. Otra
cosa serı́a contribuir a la confusión en que parece sumida buena parte del
quehacer investigador en el tratamiento formal de las ciencias sociales, donde
a menudo el afán de utilizar a toda costa un tecnicismo barroco prevalece sobre
el sentido. Si la falta de rigor en el uso de las matemáticas en ciencias sociales
ha sido a menudo criticada, en el otro extremo no es raro el ejemplo lamentable
de artı́culos conceptualmente vacı́os bajo un ropaje de ahuecada complejidad
matemática. Frente a tales despropósitos, el trabajo de Nash sigue siendo hoy
un hito inigualado y una lección llena de actualidad. Si he conseguido despertar
20
Al parecer von Neumann, también matemático, desechó como “trivial” el “resultado” de
Nash: “another fixed point theorem”, parece que fue su comentario (Kuhn y Nasar, 2002).
21
Creo que fue Bertrand Russell el que dijo que las matemáticas son la única ciencia en la
que se puede hablar con absoluta precisión sin saber de qué se habla. Desafortunadamente
algunos supuestos cientı́ficos sociales creen poder hacer esto en su terreno.
LA GACETA 587
la curiosidad de algún lector por leer los trabajos de Nash habrá merecido la
pena el trabajo de escribir estas notas.
REFERENCIAS
[1] A. Cournot, 1838, Recherches sur les principes matémathiques de la théorie
des richesses, Libraire des sciences politiques et sociales, M. Rivière & cie, Parı́s.
[2] F.Y. Edgeworth, 1881, Mathematical Psychics, Kegan Paul, Londres.
[3] H.W. Kuhn y S. Nasar (editores), 2002, The essential John Nash, Princeton
University Press.
[4] S. Nasar, 1998, A beautiful mind, Simon & Schuster, New York.
[5] J.F. Nash, 1950a, The Bargaining Problem, Econometrica 18, 155-162.
[6] J.F. Nash, 1950b, Equilibrium Points in n-Person Games, Proceedings of the
National Academy of Sciences 36, 48-49.
[7] J.F. Nash, 1950c, Non-Cooperative Games, Ph. D. dissertation, Princeton Uni-
versity.
[8] J.F. Nash, 1951, Non-Cooperative Games, Annals of Mathematics 54, 286-295.
[9] J.F. Nash, 1953, Two-Person Cooperative Games, Econometrica 21, 128-140.
[10] J. Von Neumann, 1928, Zur Theorie der Gesellschaftsspiele, Math. Annalen
100, 295-320.
[11] J. Von Neumann y O. Morgenstern, 1944, Theory of Games and Economic
Behavior, Princeton University Press.
Federico Valenciano
Departamento de Economı́a Aplicada IV
Universidad del Paı́s Vasco
48015 Bilbao
Correo electrónico: [email protected]