Mente Maravillosa

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LA GACETA DE LA RSME, Vol. 5.3 (2002), Págs.

559–587 559

JOHN NASH: UNA MENTE MARAVILLOSA

El matemático americano John Nash ha recibido últimamente una nota-


ble atención mediática debida sobre todo a la publicación de su biografı́a1
y al estreno de la pelı́cula “Una mente maravillosa”. La Real Sociedad
Matemática Española quiere hacerse eco de esta atención y aprovechar
la ocasión para fomentar el conocimiento de su obra. Con este objetivo
publica los dos artı́culos siguientes:

• Un premio Nobel para John Nash: Una mente maravillosa de John


Milnor que recoge, en su totalidad, el artı́culo de John Milnor, A
Nobel Prize for John Nash 2 , junto con algunos extractos de John
Nash and “A Beautiful Mind” 3 , del mismo autor, que lo comple-
mentan.
La Gaceta de la RSME agradece los permisos editoriales para
su traducción y publicación, ası́ como la colaboración de John Mil-
nor.
John Milnor se formó en la Universidad de Princeton. Ha trabaja-
do en Topologı́a, Geometrı́a, Álgebra Dinámica y (tiempo ha) en
Teorı́a de Juegos. En 1962 recibió la medalla Fields en reconoci-
miento a su trabajo. Desde 1989, es director del Institute for Ma-
thematical Sciencies en la Universidad del Estado de Nueva York
en Stony Brook.
• J. F. Nash: Un matemático Nobel de Economı́a de Federico Valen-
ciano especialista en Teorı́a de Juegos de la Universidad del Paı́s
Vasco.

1
Silvya Nasar, A Beautiful Mind: A biography of John Forbes Nash Jr., Simon & Schus-
ter, Nueva York, 1998. Traducción española: Una mente prodigiosa, Grijalbo-Mondadori,
Barcelona, 2002.
2
The Mathematical Intelligencer, Vol 17, no 3, 1995, páginas 11-17
3
Notices of the American Mathematical Society, November 1998, páginas 1329-1332
560 JOHN NASH: UNA MENTE MARAVILLOSA

Un premio Nobel para John Nash:


Una mente maravillosa

por
John Milnor

Durante los escasos diez años que duró su actividad investigadora, John
Forbes Nash logró crear un asombroso conjunto de resultados matemáticos.
Para algunos, el breve artı́culo que escribió
cuando tenı́a 21 años y por el que se le concedió
el Premio Nobel de Economı́a4 , podrı́a conside-
rarse como el menos relevante de sus logros5 .
Sin embargo, aplaudo el acierto del Comité de
Selección del premio Nobel de otorgarle el pre-
mio a Nash, porque resulta notablemente difı́cil
aplicar métodos matemáticos precisos a las cien-
cias sociales y, sin embargo, las ideas de la te-
sis doctoral de Nash son simples y rigurosas y
aportan una base sólida en la que cimentar, no
sólo teorı́as económicas, sino también estudios
de Biologı́a evolutiva y, en general, el análisis de
cualquier situación en la que seres humanos, o John F. Nash
no, se enfrentan a competencia o a conflicto. En
opinión de P. Ordeshook [O, página 118]

El concepto de equilibrio de Nash es quizás la idea más importante de


toda la Teorı́a de Juegos no cooperativos [...] Tanto si queremos analizar
las estrategias de que disponen los candidatos de unas elecciones, las cau-
sas que motivan una guerra, la manipulación de los programas electorales
a lo largo de una legislatura, o la actividad de grupos de presión o de
poderes fácticos, nuestras predicciones se reducen a la búsqueda y des-
cripción de equilibrios. Sencillamente, buscamos estrategias de equilibrio
para hacer predicciones sobre el comportamiento de la gente.

4
Consúltese [P]. Éste es el tercer premio Nobel obtenido por un licenciado en Matemáticas
de la Universidad de Princeton. Los dos primeros lo fueron en Fı́sica, ambos a John Bardeen.
5
Nota Editorial. A este respecto, John Milnor comenta en su artı́culo John Nash
and “A Beautiful Mind” lo siguiente: Los matemáticos puros tienden a juzgar los trabajos
matemáticos por su profundidad matemática, por las ideas o métodos nuevos que hayan
aportado o por los problemas, que tras permanecer abiertos durante largo tiempo, hayan
podido resolver. Desde esta perspectiva, el trabajo por el que Nash recibió el premio Nobel es
una aplicación ingeniosa, pero no sorprendente, de métodos bien conocidos, mientras que su
posterior trabajo matemático es mucho más importante.
LA GACETA 561

La primera sección de este artı́culo describirá el trabajo por el que a Nash


se le concedió el premio Nobel. Tras una breve digresión, la tercera sección
esbozará parte de los logros en los que se fundamenta la fama de que Nash
goza entre los matemáticos, y la última repasará brevemente la vida de Nash
tras 1958.

TEORÍA DE JUEGOS
En el marco establecido por von Neumann y Morgenstern [NM], un juego
de n personas se describe de la manera siguiente. Hay n agentes o jugadores,
numerados de 1 a n. Cada jugador i, con i entre 1 y n, tiene a su disposi-
ción un conjunto Si de posibles estrategias, y eligirá algún elemento si de
Si ; la naturaleza del juego permite que los agentes escojan simultáneamente
entre sus opciones. El resultado final del juego es, por tanto, función de las n
elecciones s1 , s2 , . . . sn . Cada uno de los jugadores tiene un sistema de prefe-
rencias con el que ordena los posibles resultados; resulta conveniente describir
las preferencias del jugador i-ésimo mediante una función pi con valores reales,

pi : S1 × . . . × Sn −→ R ,

a la que se denomina ganancia. El objetivo de cada jugador es elegir si para


maximizar su ganancia, bien entendido que para cada j $= i, el jugador j-ésimo
simultáneamente elige sj para intentar maximizar su propia ganancia pj .
En la interpretación usual del modelo matemático, los distintos “jugado-
res” suelen ser personas. Sin embargo, caben otras posibilidades: los jugadores
pueden ser naciones, empresas, equipos, ordenadores (programados por seres
humanos) o animales. Para estudiar la Evolución, consideramos la competencia
entre especies, (consúltense [MSP], [MS2] y [D1]). En los juegos que se desa-
rrollan durante un periodo de tiempo, hemos de entender “las estrategias” de
los jugadores no como elecciones simples, sino más bien como prescripciones
de qué hacer en cada situación imaginable que pueda ocurrir durante el juego.
Por ejemplo, una estrategia para el ajedrez podrı́a consistir en un programa de
ordenador capaz de seleccionar un movimiento para cada situación de la par-
tida. Por cierto, la ganancia que reporta el juego no se mide necesariamente en
términos de algo simple y objetivo, como el dinero, sino que se supone que in-
corpora cualquier motivación relevante que los jugadores pudieran contemplar,
sea ésta egoista, altruista o lo que fuere.
Aunque von Neumann y Morgenstern desarrollaron una refinada teorı́a
que permite tratar los juegos de dos personas y de suma cero, en el sentido de
que p1 + p2 = 0, su aplicación al caso general resulta complicada y discutible.
La teorı́a de Nash, sin embargo, es directa y elegante.
562 JOHN NASH: UNA MENTE MARAVILLOSA

definición. Una n-tupla de estrategias (s1 , s2 , . . . , sn ) constituye un punto de


equilibrio para el juego si ningún jugador puede incrementar su ganancia

pi (s1 , s2 , . . . , sn )

cambiando sólo si mientras los otros sj quedan fijos.

No se afirma que un punto de equilibrio deba ser un resultado deseable


del juego, de hecho, en ocasiones, el punto de equilibrio puede suponer un
verdadero desastre para todos y cada uno de los jugadores. (Es fácil imaginar,
por ejemplo, un juego de “guerra atómica” con un único punto de equilibrio
en el que cada uno de los jugadores aniquila a todos los demás). Muy al
contrario, debemos considerar un punto de equilibrio como la descripción de
lo que probablemente ocurra en una situación de total falta de cooperación,
en la que los jugadores persiguen sus objetivos individuales sin cooperar, bien
porque no pueden comunicarse entre ellos, bien porque no hay mecanismos que
les permitan cooperar o bien, sencillamente, porque no tienen interés alguno
en cooperar. La teorı́a de von Neumann-Morgenstern, por el contrario, sólo
considera juegos cooperativos.
Los dos ejemplos siguientes, que agradezco a Hector Sussmann, muestran
cuan relevantes pueden llegar a ser en la vida diaria los puntos de equilibrio:

ejemplo 1. En una aburrida fiesta, todos los invitados quieren irse a casa
temprano, pero nadie quiere marcharse antes de medianoche, salvo que algún
otro invitado se vaya primero. Sólo hay un punto de equilibrio: todo el mundo
se queda hasta medianoche. (Consúltese [Sch]).

ejemplo 2. Veinte personas van a cenar juntas una noche. Cada uno de ellos
puede elegir entre dos menús: uno de 10 dólares, que no está mal, y otro
excelente, de 20 dólares. Si cada uno se pagara lo suyo, todos se inclinarı́an
por escoger el menú más barato. Sin embargo, han decidido que van a dividir
la cuenta en partes iguales. Como para cada uno de ellos, pasar del menú
barato al caro supone un coste marginal de tan sólo 50 centavos, todos eligen
el menú caro.

Antes de enunciar el teorema fundamental de existencia de Nash, es preciso


que introduzcamos probabilidades a través de las estrategias mixtas de von
Neumann-Morgenstern. Para ver por qué esto es necesario consideremos el
siguiente

ejemplo 3. Un sencillo candado tiene 1000 posibles combinaciones; el propie-


tario del candado puede elegir cualquiera de ellas. Un ladrón potencial tiene
una sola oportunidad de adivinar la combinación. Podı́amos tomar S1 y S2
como conjuntos finitos con 1000 elementos cada uno. Sin embargo, con este
modelo matemático, no existirı́a punto de equilibrio.
LA GACETA 563

Para conseguir una teorı́a razonable es necesario que permitamos la posi-


bilidad de que los jugadores escojan de forma aleatoria entre las opciones de
que disponen. Para ello tomamos S1 y S2 como sı́mplices de 999 dimensiones
con 1000 vértices cada uno. Ahora hay un único punto de equilibrio (s1 , s2 ),
donde cada si es la distribución de probabilidad que asigna a cada posible
elección de combinación, una probabilidad de 1/1000. El ladrón tienen enton-
ces una posibilidad entre 1000 de adivinar la combinación correcta. (Éste es
un ejemplo de un juego de suma cero de dos personas, de manera que, en este
caso, un punto de equilibrio de Nash es lo mismo que un par de estrategias
óptimas en el sentido de von Neumann-Morgenstern).
Siguiendo a von Neumann-Morgenstern, llamamos estrategia mixta a esta
media ponderada de un número finito de estrategias puras, donde los coefi-
cientes de la ponderación se interpretan como probabilidades. El conjunto de
todas las estrategias mixtas de un jugador dado constituyen un sı́mplice de
dimensión finita.

teorema de existencia. Si el espacio


de estrategias Si de cada jugador es un
sı́mplice de dimensión finita, y si cada
función de ganancia pi (s1 , . . . , sn ) es una
función continua de sus n variables y es
función lineal de si cuando las demás va-
riables se dejan fijas, entonces hay al me-
nos un punto de equilibrio.

Para demostrar este enunciado se co-


mienza por sumergir cada Si en un espa-
Figura 1: Ejemplos de vecto- cio euclı́deo Rdi de su misma dimensión y
res apuntando hacia fuera en un
consideramos el producto cartesiano
punto de la frontera de un con-
junto compacto convexo.
K = S1 × · · · × Sn ⊂ Rd1 × · · · × Rdn

para a continuación construir un campo vectorial continuo

(s1 , . . . , sn ) &−→ (v1 , . . . , vn ) ∈ Rd1 × . . . × Rdn (*)

como sigue: la componente vi en Rdi es el vector gradiente ∂pi /∂si de la función


pi cuando la consideramos como función lineal de si , con los restantes sj fijos.
Necesitamos el siguiente
564 JOHN NASH: UNA MENTE MARAVILLOSA

lema. Si K ⊂ Rd es un conjunto compacto convexo y V : K −→ Rd es una


función continua, entonces existe al menos un punto s! ∈ K donde el campo
vectorial v se anula o apunta hacia fuera de K, en el sentido de que cada
punto de K pertenece al semiespacio
" #
s ∈ Rd : s · v (!
s) ≤ s! · v (!
s)

Esbozo de demostración. (Véase la figura 1.) Sea ρ : K −→ Rd la re-


tracción canónica que lleva cada punto de Rd al punto más próximo de K.
Entonces la composición s &−→ ρ(s + v(s)) lleva K en sı́ mismo y, entonces,
por el teorema del punto fijo de Brouwer, tiene un punto fijo
s! = ρ(!
s + v(!
s)) .
Es fácil comprobar que v(! s), o se anula, o apunta hacia fuera de K.
Si ahora aplicamos el lema al campo vectorial (∗), obtenemos una n-tupla
s! = (!
s1 , . . . , s!n ) que es el requerido punto de equilibrio.

comentario. Si una teorı́a matemática se supone que aporta un modelo ma-


temático con el que analizar un determinado problema de la vida real, debe-
mos preguntarnos cuán realista es ese modelo, si ayuda de verdad a entender
el mundo real, y si podemos contrastar sus predicciones.
En el caso de la teorı́a del punto de equilibrio de Nash nos podrı́amos
preguntar, para empezar, si se pretende que sea una teorı́a descriptiva de cómo
actúa de verdad la gente ante la competencia, o una teorı́a normativa de cómo
debe actuar la gente para obtener el mejor resultado posible. La respuesta
es que probablemente ambas, o ninguna. De hecho, estos dos aspectos son
inseparables, pues una teorı́a que describa como eligen entre sus opciones los
otros jugadores puede ser crucial para determinar nuestra propia elección.
Hemos de preguntarnos en primer lugar sobre el realismo del modelo sub-
yacente. Se parte de las hipótesis de que todos los jugadores son racionales, de
que entienden perfectamente las reglas exactas del juego y de que disponen de
información completa sobre los objetivos de los otros jugadores. Y la realidad,
obviamente, es que rara vez se cumplen todas estas hipótesis.
Debemos abundar en la hipótesis de linealidad en el teorema de Nash. Esta
hipótesis es una aplicación directa de la teorı́a de la utilidad numérica de von
Neumann-Morgenstern que afirma que podemos medir el interés relativo de
los resultados mediante una función con valores reales y lineal respecto de las
probabilidades. En otras palabras, a un jugador le debe dar igual una estrategia
s que le suponga una utilidad a con probabilidad del 50% y una utilidad b
con un 50% de probabilidad, que una estrategia s$ que suponga una utilidad
(a + b)/2 con probabilidad del 100%. Este concepto ha sido profundamente
estudiado (véase, por ejemplo, [HM]). Mi opinión personal es que este punto
de vista es bastante razonable como teorı́a normativa, pero que no es muy
realista como teorı́a descriptiva.
LA GACETA 565

¿Bajo qué condiciones se puede aplicar de verdad la teorı́a de equilibrio?


Un juego puede tener muchos puntos de equilibrio, algunos de los cuales serán
mejores que otros para un determinado jugador o, incluso, para todos ellos.
Si sólo se juega una vez, sin comunicación alguna entre los jugadores, ¿cómo
pueden saber éstos qué puntos de equilibrio son relevantes? Si los jugadores se
comunican, ¿cuándo deja el juego de ser “no-cooperativo”? La situación cam-
bia si el juego se repite una y otra vez, quizás asentándose gradualmente hacia
algún punto de equilibrio. En este caso, hemos de considerar la complicación
adicional de que la utilidad de los jugadores pueda ir evolucionando con las
sucesivas repeticiones.
La teorı́a de Nash no supuso una respuesta definitiva al problema de en-
tender situaciones de competencia, sino más bien un punto de partida para
muchas lı́neas de investigación. Pero hay que resaltar que ninguna teorı́a ma-
temática simple puede suponer una representación completa, puesto que la
psicologı́a de los jugadores y el mecanismo de interacción son cruciales para
una comprensión precisa.
La idea de Nash6 , tan simple en apariencia, ha dado a lugar a cambios
fundamentales en Economı́a y Ciencia Polı́tica. En el libro A Beautiful Mind,
Nasar ilustra el impacto puramente mercantil de las teorı́as de Nash descri-
biendo “La mayor subasta de la Historia”, la subasta con la que en 1994 el go-
bierno de Estados Unidos vendió una buena parte de su espacio radioeléctrico
para uso comercial. El procedimiento empleado, que consistı́a en rondas su-
cesivas de pujas, fue cuidadosamente diseñado por expertos en la aplicación
de la Teorı́a de Juegos a las subastas con el objetivo de maximizar a la vez el
beneficio para el Estado y la utilidad para los compradores de las longitudes
de onda. El resultado de esta subasta fue todo un éxito: el Estado recaudó 10
mil millones de dólares, al tiempo que se garantizó una eficiente asignación de
recursos. A modo de contraste, una subasta similar que tuvo lugar en Nueva
Zelanda, que no contaba con un diseño cuidadoso desde el punto de vista de
la Teorı́a de Juegos, fue un desastre, pues el Estado recaudó tan sólo un 15%
de lo que esperaba y no se logró una distribución eficiente de las longitudes
de onda. Se dió incluso el caso de un estudiante neozelandés que compró una
licencia de emisora de televisión por 1 dólar.
Un triunfo inesperado de la teorı́a de equilibrio ha sido su aplicación a
la Genética de poblaciones y a la Genética evolutiva. Partiendo del trabajo
pionero de Maynard Smith, las ideas de la Teorı́a de Juegos se aplican hoy
en dı́a en el estudio de la competencia entre diferentes especies o dentro de
una misma especie. (Consúltese [MS2], [HS], [W]. Una versión más precisa de
esta teorı́a, que Dawkins [D1] se ha encargado de popularizar, sostiene que,
en realidad, son los genes los que compiten). La Teorı́a Económica también se

6
Nota Editorial. El resto de esta sección proviene del artı́culo de Milnor John Nash
and “A Beautiful Mind”.
566 JOHN NASH: UNA MENTE MARAVILLOSA

enriquece, a través de un interesante flujo inverso de ideas, con aportaciones


de Evolución. Según Binmore (en [W]):

A pesar de las observaciones que Nash hacı́a en su tesis doctoral sobre


una posible interpretación evolutiva 7 de la idea de un equilibrio de Nash,
la atención de los investigadores del equilibrio se centró casi exclusiva-
mente en su interpretación como el único resultado viable al que conduce
el cuidadoso análisis de jugadores idealmente racionales. [...] El libro de
Maynard Smith, Evolution and the Theory of Games, logró desviar la
atención de los expertos en la Teorı́a de Juegos de su insistencia en el es-
tudio de definiciones cada vez más elaboradas de racionalidad. Después de
todo, dado que costarı́a aceptar que los insectos piensan, la racionalidad
no puede ser tan crucial si, como parece ser el caso, la Teorı́a de Juegos
es capaz de predecir su comportamiento en determinadas circunstancias.
Simultáneamente, el desarrollo de la Economı́a experimental ha revela-
do que los seres humanos no son tan buenos razonadores como creen: el
equilibrio se logra con frecuencia tras sucesivas rondas de ensayo y error.

Todas las aplicaciones de la teorı́a de Nash nos enseñan una lección que hemos
de resaltar:

Aunque la teorı́a de equilibrio, desarrollada por Nash y por sus sucesores,


parece suministrar la mejor descripción conocida de lo que es probable que
ocurra en una situación de competencia, un equilibrio no es necesaria-
mente un buen resultado para nadie.

En contraste con la Teorı́a Económica clásica de Adam Smith, donde la libre


competencia nos lleva al mejor de los resultados posibles, y en contraste con
la teorı́a darwiniana clásica, en la que la selección natural siempre conduce
a la mejora de las especies8 , la dinámica de la competencia sin una legisla-
ción que la regule puede resultar desastrosa. Todos sabemos que un conflicto
entre naciones puede conducir a un carrera de armamentos, lo que es malo
para todos, y que en casos extremos puede resultar en una guerra totalmente
innecesaria. Análogamente, en la teorı́a evolutiva, una carrera de armamentos
dentro de una misma especie o entre dos especies en competencia durante un

7
Binmore no se refiere aquı́ a la evolución biológica, sino más bien a un proceso dinámico
en el que sucesivas repeticiones de un juego convergen a un equilibrio. Lamentablemente,
Nash no desarrolló esta discusión de su tesis doctoral en sus trabajos publicados.
8
Según Darwin, “como la selección natural actúa sólo por y para el beneficio de cada
individuo, las dotes mentales y corporales han de tender progresivamente hacia la perfección”.
Sin embargo, también expresó la opinión contraria. Consúltese la discusión de “por qué el
progreso no rige la historia de la vida” en Gould [G1]. Lamentablemente, se ha producido
un profundo e innecesario distanciamiento que llega hasta el rencor entre aquéllos que como
Maynard Smith trabajan con modelos teóricos de la evolución y aquéllos que, como Gould
[G2], ponen énfasis en que el mundo real es mucho más complicado que cualquier modelo.
LA GACETA 567

periodo de tiempo geológico puede ser catastrófica9 . De hecho, resulta perfec-


tamente concebible que la propia selección natural pueda conducir a un punto
sin retorno y a la extinción. He aquı́ una versión ligeramente exagerada de un
ejemplo (consúltese [D3], [D4]) que debemos al propio Darwin: si las pavas
en celo siempre eligieran a los pavos de cola más espléndida, se generarı́a una
carrera de armamentos evolutiva que forzarı́a colas progresivamente más lar-
gas, hasta que los pavos resultaran tan torpes que no podrı́an escapar de sus
depredadores.
Podemos aplicar comentarios similares a la Teorı́a Económica. En este
contexto, quiero expresar mi firme convicción en la necesidad de que se escoja
una adecuada normativa reguladora que ponga coto a los efectos negativos
de la competencia desbocada que sirva para mejorar la situación en que nos
encontramos. Sin embargo, la cuestión de sobre en quién debe recaer la res-
ponsabilidad de esa selección tan delicada es un asunto polı́tico para la que
parece difı́cil que la teorı́a de equilibrio tenga solución.

JUEGOS
Nash se incorporó a Princeton
como estudiante de doctorado en
1948, el mismo año en que yo co-
mencé mis estudios de licenciatu-
ra. Pronto le conocı́, porque ambos
pasábamos mucho tiempo en la sala
de descanso. Nash bullı́a con ideas
matemáticas, no sólo en la Teorı́a
de Juegos, sino también en Geo-
metrı́a10 y Topologı́a. Sin embargo,
mis recuerdos más vı́vidos de esta Figura 2: Situación tı́pica del juego del
época lo constituyen los múltiples Hex. Problema: las negras juegan y ga-
juegos de mesa a los que tanto tiem- nan. Problema alternativo: blancas jue-
po dedicábamos en aquella sala. Fui gan y ganan.
iniciado en el juego del Go y en el

9
Consúltese [DK], [D2]. Al interpretar la frase “carrera de armamentos” en un contexto
evolutivo, conviene recordar que el éxito reproductivo es más importante que la destreza en
la guerra. A menudo, la mejor estrategia evolutiva es haz el amor, no la guerra.
10
He aquı́ una pregunta de Nash. Sea V0 una variedad algebraica singular de dimensión k,
sumergida en una variedad M0 , y sea M1 = Gk (M0 ) la variedad de Grassman de k-planos
tangentes a M0 . Entonces V0 se eleva canónicamente a una variedad k-dimensional V1 ⊂
M1 . Si continuamos inductivamente, obtenemos una sucesión de variedades k-dimensionales
V0 ←− V1 ←− V2 ←− . . . ¿Alcanzamos ası́ alguna variedad no singular? Hasta la fecha,
sólo en casos especiales se ha podido probar que ası́ es. (Consúltese [G-S],[H] y [Sp]). Nota
Editorial. Milnor comenta en el artı́culo del Notices que parece ser que el interés de Nash
por estas cuestiones es posterior, de los años 60.
568 JOHN NASH: UNA MENTE MARAVILLOSA

del Kriesgspiel, y también en un ingenioso juego topológico al que llamábamos


Nash, en honor de su inventor. Tiempo después, descubrimos que este mismo
juego habı́a sido inventado unos años antes por Piet Hein en Dinamarca. Hein
lo habı́a llamado Hex, y por ese nombre se le conoce hoy. Un tablero n × n de
Nash o Hex consiste en un rombo enlosetado con n2 casillas hexagonales, como
se ilustra en la figura 2. (Para disfrutar bien del juego recomiendo un tablero
de tamaño 14×14; el que se representa en la figura es más pequeño por razones
de espacio). Dos lados opuestos se colorean de negro, y los otros dos de blan-
co. Los jugadores van colocando alternativamente fichas de su correspondiente
color en los hexágonos. Las fichas, una vez ubicadas, no se pueden volver a
mover. El jugador negro intenta construir una cadena conexa de piezas negras
que una los bordes negros del tablero, mientras que el jugador blanco intenta
formar una cadena conexa de piezas blancas que una los bordes blancos. El
juego continúa hasta que alguno de los dos jugadores tiene éxito.

teorema. En un tablero de Hex, el primer jugador puede ganar siempre.

La demostración de Nash es maravillosamente no constructiva y puede


esbozarse en los pasos siguientes

primer paso. Un argumento pura-


mente topológico demuestra que en
cualquier partida, uno y sólo uno de
los jugadores gana: cuando el table-
ro ya está cubierto de fichas blancas
y negras, entonces hay una cadena
negra de borde negro a borde negro
o una blanca de borde blanco a bor-
de blanco, pero no las dos.

segundo paso. Como el juego es


finito, con sólo dos posibles resulta-
Figura 3: En un tablero asimétrico co- dos, y como a los jugadores les toca
mo el de la figura, las blancas siem- turno alternativamente y disponen
pre pueden ganar, incluso si las negras de información completa, un teore-
comienzan la partida. Podemos descri- ma de Zermelo, redescubierto por
bir la estrategia ganadora como “do- von Neuman y Morgenstern, asegu-
blar”: a cualquier movimiento de las ne- ra que uno de los dos jugadores debe
gras las blancas responden jugando en tener una estrategia ganadora.
el hexágono marcado con el correspon-
diente sı́mbolo, donde la corresponden- tercer paso, por simetrı́a. Si el
cia, por ejemplo, a ⇔ A es una refle- segundo jugador dispusiera de una
xión con traslación que dobla la mitad estrategia ganadora, el primer juga-
izquierda del tablero sobre la derecha. dor podrı́a iniciar el juego escogien-
do una casilla al azar, y a partir de
LA GACETA 569

ahı́ seguir la estrategia del segundo jugador. Puesto que su movimiento inicial
nunca le perjudica, debe ganar. De manera que la hipótesis de que el segundo
jugador disponga de una estrategia ganadora nos conduce a una contradicción.
(Éste es un conocido argumento que se puede aplicar a muchos otros juegos
simétricos, como el de “cinco en raya”).
Obsérvese como esta demostración depende de la simetrı́a del tablero. En
un tablero n × (n + 1), el jugador para el que la distancia entre sus corres-
pondientes bordes del tablero sea más corta siempre puede ganar, incluso si el
otro jugador comienza la partida. (Consúltese la figura 3).

GEOMETRÍA Y ANÁLISIS
Tras su doctorado, Nash se incorporó como profesor al Massachussets
Institute of Technology (MIT), comenzando ası́ una etapa de extraordinaria
productividad en la que logró una serie impresionante de resultados. El pri-
mero de estos resultados es una contribución fundamental a la teorı́a de las
variedades algebraicas reales.

teorema. Dada una variedad diferenciable compacta n-dimensional M , existe


una variedad algebraica real V ⊂ R2k+1 y una componente conexa V0 difeo-
morfa a M .

Nash complementó este teorema con una caracterización abstracta de tales


variedades V0 en términos una cierta álgebra de funciones definidas en V0 y
con valores reales.
Como ejemplo de la potencia de este resultado nos contentamos con men-
cionar la siguiente aplicación importante. Un problema fundamental en Diná-
mica es entender cómo el número de puntos periódicos de una aplicación dife-
renciable de periodo p puede variar en función de p.

teorema de Artin y Mazur. [AM] Cualquier aplicación diferenciable de


una variedad compacta en sı́ misma se puede aproximar mediante una apli-
cación diferenciable para la que el número de puntos periódicos de periodo p
crece a lo sumo exponencialmente con p.

La única demostración conocida de este teorema usa de manera esencial


el resultado de Nash para traducir el problema de Dinámica a una cuestión de
contar el número de soluciones de ciertas ecuaciones polinómicas11 .
Dos años más tarde, Nash se enfrentó con uno de los problemas abiertos
más importantes de la Geometrı́a Riemanniana, a saber, el problema de la

11
Nota Editorial. Milnor comenta en el artı́culo del Notices que Kaloshin [Ka] ha dado
en 1998 una demostración mucho más elemental basándose en el Teorema de aproximación
de Weierstrass.
570 JOHN NASH: UNA MENTE MARAVILLOSA

inmersión isométrica de variedades riemannianas. En otras palabras, Nash


consideró el sistema de ecuaciones diferenciales
∂x ∂x
· = gij (u1 , . . . , uk )
∂ui ∂uj
donde las ui son coordenadas locales de una cierta variedad riemanniana k-
dimensional, gij (u1 , . . . , uk ) es la métrica riemanniana dada, y x(u1 , . . . , uk )
es la inmersión isométrica en el espacio euclı́deo n-dimensional que buscamos.
Éste es un sistema de k (k + 1) /2 ecuaciones diferenciales no lineales con n
funciones incógnita, que queremos resolver globalmente, sobre toda la varie-
dad. Nash primero abordó el caso C 1 .
Cualquier estudiante de Geometrı́a Diferencial sabe que una superficie
compacta sin borde del espacio euclı́deo R3 debe tener puntos con curvatura
positiva. (Demostración: considere un globo esférico que rodee a la superficie, y
vaya desplazándolo hasta que toque por primera vez la superficie. En ese punto
de contacto ambas curvaturas principales deben ser no nulas y con el mismo
signo. Por consiguiente, la curvatura gaussiana en ese punto de la superficie
debe ser estrictamente positiva). Como ilustración, se sigue que para un toro
plano S 1 × S 1 ⊂ R2 × R2 no puede existir una inmersión isométrica en R3 .
Nash hizo caso omiso de estas dificultades. Incorporando una mejora pos-
terior debida a Kuiper [Ku], podemos enunciar su resultado como sigue:

teorema. Si se puede sumergir diferenciablemente una variedad riemanniana


compacta (M, g) en Rn , entonces se puede sumergir C 1 -isométricamente en
Rn .

Sigue a continuación un somero esbozo de la demostración. Comenza-


mos con una inmersión diferenciable cualquiera y la encogemos uniformemen-
te hasta que todas las distancias en la métrica inducida sean más cortas que
las distancias de la métrica original g. A continuación introducimos pequeñas
ondulaciones sinusoidales en la variedad inmersa para ir incrementando las
longitudes euclı́deas de las curvas carta por carta. Repetimos este proceso,
controlando cuidadosamente las primeras derivadas en cada paso, con el obje-
tivo de conseguir que la métrica riemanniana inducida por la inmersión vaya
incrementándose monótonamente hacia la métrica buscada.
Una clave de esta construcción es que como no hay manera de controlar las
derivadas segundas, la inmersión ası́ construida nunca será C 2 . Y puesto que la
curvatura involucra derivadas segundas de forma esencial, ningún argumento
sobre curvaturas principales afectará a la inmersión resultante.
Nash se enfrentó a continuación con el problema más profundo de la in-
mersión C r , con r > 1.

teorema. Si n ≥ k(k + 1)(3k + 1)/2, entonces toda variedad riemanniana


k-dimensional de clase C r se puede sumergir C r -isométricamente en Rn , para
3 ≤ r ≤ ∞.
LA GACETA 571

Para demostrar este resultado, Nash introdujo un método completamen-


te nuevo del Análisis no lineal. Podemos describir este método, en la forma
general establecida por Moser [M], como sigue. Estamos intentando resolver
algunos sistemas de ecuaciones en un espacio infinito-dimensional de funciones
f . Dada una solución aproximada f0 , podemos aplicar un procedimiento de
aproximación lineal del estilo del método de Newton, para obtener una aproxi-
mación mejor, g0 . La dificultad estriba en que, habitualmente, tales métodos
lineales precisan diferenciar, lo que fuerza a que g0 sea menos diferenciable
que f0 . El truco entonces es aplicar un operador de alisado, para aproximar g0
por una función f1 que tenga mejores propiedades de diferenciabilidad. Pode-
mos proceder inductivamente para construir una sucesión de aproximaciones
f0 , f1 , f2 , . . . que, con cuidado extremo en las estimaciones de cada paso y con
hipótesis adecuadas, convergerá a la solución buscada. (Para más información
sobre estas ideas remitimos a [Gr] y [Gu]).
Tras estos resultados, Nash comenzó un profundo estudio de las ecuacio-
nes diferenciales elı́pticas y parabólicas con el que consiguió demostrar teore-
mas fundamentales de existencia local, unicidad y continuidad (al tiempo que
especulaba sobre las relaciones con Mecánica estadı́stica, singularidades y tur-
bulencia). A este trabajo no se le ha prestado toda la atención que se merecı́a.
De hecho, un artı́culo de 1957 de De Giorgi [DG] ha dominado los estudios
en este campo. Los métodos de estos dos autores eran muy diferentes, pero
ambos eran profundamente originales y consiguieron importantes avances. De
Giorgi se centró en el caso elı́ptico, mientras que Nash prestó especial aten-
ción a las ecuaciones parabólicas. Los métodos de Nash, fundamentados en
una desigualdad de momentos de la solución fundamental, son muy potentes.
(Consúltese [FS]).
Las dos citas que reproduzco seguidamente, que he resumido y editado
ligeramente y que provienen del artı́culo de Nash sobre “Continuidad de so-
luciones”([Nash 16]), permiten hacerse una idea de los puntos de vista que
defendı́a y de las metas cientı́ficas a que aspiraba en ese año de 1958 tan
crucial en su vida.

Los problemas abiertos en el área de las ecuaciones en derivadas parcia-


les no lineales son muy relevantes en las Matemáticas aplicadas y en la
Ciencia en general, quizás más que cualesquiera otros problemas abiertos
en Matemáticas, y este área parece en vı́as de un rápido desarrollo. Poco
se sabe sobre existencia, unicidad y diferenciabilidad de las soluciones
de las ecuaciones generales del flujo de un fluido viscoso, comprensible y
conductor del calor. Además, no se entiende bien la relación entre esta
descripción continua de un fluido y la descripción, fı́sicamente más válida,
en términos de Mecánica estadı́stica. Quizás debiéramos intentar demos-
trar, existencia, diferenciabilidad y continuación única (en el tiempo) de
los flujos bajo la hipótesis de que no aparezcan ciertas singularidades,
572 JOHN NASH: UNA MENTE MARAVILLOSA

tales como temperaturas o derivadas infinitas. Un resultado de este tipo


ayudarı́a a clarificar el problema de la turbulencia.

El estudio de las ecuaciones en derivadas parciales no lineales se basa,


habitualmente, en estimaciones a priori que, por su parte, son teoremas
sobre ecuaciones lineales. Los métodos que hemos usado aquı́ están ins-
pirados en la intuición fı́sica, en difusión, movimiento browniano y flujo
del calor o cargas eléctricas, pero el ritual de la exposición matemática
tiende a ocultar esta base natural.

EPÍLOGO
En 1958, cuando tenı́a 30 años, Nash sufrió un devastador ataque de en-
fermedad mental. (Consúltese [N]). Comenzó ası́ una etapa horrible de muchos
años en los que permaneció largos periodos confinado en distintos hospitales
psiquiátricos, normalmente contra su voluntad y sometido con frecuencia a
sesiones de electroshocks, y que se alternaban con cortos periodos de ligera
mejorı́a. Durante uno de éstos, en 1966, Nash publicó un artı́culo en el que
demostraba que su teorema de inmersión isométrica, e incluso la maquinaria
más general de función implı́cita de Nash-Moser, se podı́a extender al caso
analı́tico real. Luego siguió un periodo extremadamente largo de barbecho.
Durante este tiempo perdı́ contacto con él; pero me sentı́ muy feliz cuando
supe que su enfermedad habı́a remitido y que habı́a vuelto a interesarse por
problemas matemáticos de primera lı́nea. En 1995, Nash no sólo asistió a la
ceremonia de los premios Nobel en Estocolmo, sino que además impartió un
seminario en Uppsala sobre su trabajo reciente en Fı́sica matemática.
Concluyo felicitando a Nash, no sólo por su premio Nobel, sino por su
aportación al acerbo de conocimientos de la Humanidad. Le deseo, de corazón,
lo mejor para el futuro.

AGRADECIMIENTOS
Quiero agradecer a D. Gale, I. Kra, H. Kuhn, J. Moser, M. Spivakovsky,
y H. Sussmann la colaboración que me han prestado durante la elaboración
de este artı́culo.

REFERENCIAS
[AM] M. Artin, B. Mazur, On periodic points. Ann. Math. 81 (1965), 82-99.
[D1] R. Dawkins, The Selfish Gene. Oxford University Press, Oxford, 1976.
[D2] R. Dawkins, The Extended Phenotype. Oxford University Press, Oxford, 1982.
[D3] R. Dawkins, The Blind Watchmaker. Norton, 1986.
[D4] R. Dawkins, River out of Eden. BasicBooks, Harper Collins, 1995.
LA GACETA 573

[DG] E. De Giorgi, Sulla differenziabilità e l’analiticità delle estremali degli integrali


multipli regolari. Mem. Accad. Sci. Torino Cl. Sci. Fis. Mat. Nat. (3) 3 (1957),
25-43.
[DK] R. Dawkins, J.R. Krebs, Arms races between and within species. Proc. Royal
Soc. London B 205 (1979), 489-511.
[FS] E.B. Fabes, D.W. Stroock, A new proof of Moser’s parabolic Harnack ine-
quality using the old ideas of Nash. Arch. Rat. Mech. Anal. 96 (1986), 327-338.
[G1] S.J. Gould, Full House. Harmony Books, 1996.
[G2] S.J. Gould, Darwinian fundamentalism. New York Review of Books, (12 de
juno de 1997), páginas 34-37.
[G-S] G. González-Sprinberg, Résolution de Nash des points double ration-
nells. Ann. Inst. Fourier, Grenoble. 32 (2) 9 (1982), 1111-178. Véase además,
Désingularisation des surfaces par des modifications de Nash normalisées. Sem.
Bourbaki, 1985/86, Astérisque 145-146 (1987), 4 y 187-207.
[Gr] M. Gromov, Partial Differential Relations. Springer-Verlag, Nueva York, 1986.
[Gu] M. Günter, Isometric embeddings of Riemannian manifolds, Proceedings Inter-
national Congress of Mathematicians, Kyoto, II, Mathematical Society of Japan,
Springer, (1991), páginas 1137-1143.
[H] H. Hironaka, On Nash blowing-up. Arithmetic and Geometry II, Birkhäuser,
(1983), 103-111.
[HM] I.N. Herstein, J. Milnor, An axiomatic approach to measurable utility. Eco-
nometrica 21 (1953), 291-297.
[HS] P. Hammerstein, R. Selten, Game Theory and Evolutionary Theory. Hand-
book of Game Theory with Economic Applications, volumen 2, (Aumann y Hart,
editores), Elsevier, 1994, páginas 929-993.
[Ka] V. Kaloshin, Generic diffeomorphisms with superexponential growth of num-
bers of periodic units. Princeton University Press, por aparecer.
[Ku] N. Kuiper, On C 1 − isometric imbeddings I, II. Indag. Math. 17 (1955), 545-556,
683-689.
[M] J. Moser, A new technique for the construction of solutions on nonlinear diffe-
rential equations. Proc. Nat. Acad. Sci. USA 47 (1961), 1824-1831.
[MS1] J. Maynard Smith, Evolution and the Theory of Games. Chapman and Hall,
New York (1989).
[MS2] J. Maynard Smith, Did Darwin Get It Right? Chapman and Hall, New York,
(1989).
[MSP] J. Maynard Smith, G.R. Price, The logic of animal conflict12 . Nature 246
(1973), 15-18.

12
Una estrategia evolutiva estable en el sentido de Maynard Smith y Price es casi lo mismo
que un punto de equilibrio de Nash.
574 JOHN NASH: UNA MENTE MARAVILLOSA

[N] S. Nasar, The lost years of a Nobel laureate. New York Times Bussines Section,
13 November 1994, 1 y 8.
[NM] J. von Neumann, O. Morgenstern, Theory of Games and Economic Beha-
vior. Princeton University Press, Princeton, (1944).
[O] P. Ordeshook, Game Theory and Political Theory: An Introduction. Cambrid-
ge University Press, Cambridge, (1986).
[P] R. Pool, Economics: Game theory’s winning hands. Science 266 (21 de octubre
de 1994), 371.
[Sch] J. Schwartz, Lectures on the Mathematical Methods in Analytical Economics.
Gordon and Breach, New York, (1961).
[Sp] M. Spivakovsky, Sandwiched surface singularities and desingularization of sur-
faces by normalized Nash transformations. Ann. Math. 131 (1990), 411-491.
[W] J. Weibull Evolutionary Game Theory. MIT Press, 1995. (Introducción de K.
Binmore).

ANEXO I. TRABAJOS PUBLICADOS POR JOHN F. NASH

1. con J. F. Nash Sr. Sag and tension calculations for wire spans using catenary
formulas. Elect. Engrg. (1945).
2. Equilibrium points in n-person games. Proc. Nat. Acad. Sci USA 36 (1950),
48-49.
3. Non cooperative games. Tesis doctoral, Princeton University, Mayo de 1950.
4. A simple three-person poker game. Contributions to the theory of games. Ann.
of Math. Stud. 24, Princeton University Press, 1950, pp. 105-116.
5. The bargaining problem. Ecomometrica 18 (1950), 155-162. (Escrito cuando
estudiaba su licenciatura en Carnegie Tech).
6. Non-cooperative games. Ann. Math. 54 (1951), 286-295.
7. Real algebraic manifolds. Ann. Math. 56 (1952), 405-421. (Véase también Proc.
Intern. Congr. Math., 1950 (AMS, 1953), páginas 516-517).
8. con J. P. Mayberry y M. Shubik, A comparison of treatments of duopoly
situation. Econometrica 21 (1953), 141-154.
9. Two-person cooperative games. Econometrica 21 (1953), 128-140.
10. con C. Kalisch, J. Milnor y E. Nering Some experimental n-person
game. Decision Processes (Thrall, C. H. Coombs, y R. L. Davis, editores.) J.
Wiley, New York, 1954.
LA GACETA 575

11. C 1 -isometric imbeddings. Ann. Math. 60 (1954), 383-396. (Véase también Bull.
Amer. Math. Soc. 60 (1954), página 157).
12. Results on continuation and uniqueness of fluid flow. Bull Am. Math. Soc. 60
(1954), 165-166.
13. A path space and Stiefel–Whiney classes. Proc. Nat. Acd. Sci. USA 41 (1955),
320-321
14. The imbedding problem for Riemannian manifolds. Ann. Math. 63 (1956), 20-
63. (Véase también Bull. Am. Math Soc. 60, (1954), 480).
15. Parabolic equations. Proc. Nac. Acad. Sci. USA 43 (1957), 754-758.
16. Continuity of solutions of parabolic and elliptic equations. Amer. J. Math. 80
(1958), 931-954.
17. Le problème de Cauchy pour les équations differentielles d’un fluide général.
Bull. Soc. Math. France 90 (1962), 487-497.
18. Analyticity of the solutions of implicit function problems with analytic data.
Ann. Math. 84 (1966), 345-355.
19. Autobiographical essay. Les Prix Nobel 1994. Norsteds Tryckeri, Estocolmo,
1995.
20. Arc structures of singularities. Duke J. Math. 81 (1995), 31-38. (Escrito en
1966).
21. con H. Khun, J. Harsanyi, R. Selten, J. Weibull, E. van Damme, y P.
Hammerstein, The work of John F. Nash Jr. in game theory, Duke J. Math.
81 (1995), 1-29.
576 JOHN NASH: UNA MENTE MARAVILLOSA

ANEXO II. COMENTARIO DE JOHN MILNOR SOBRE EL LIBRO “A BEAUTIFUL


MIND” DE SYLVIA NASAR

En su biografı́a de Nash A Beautiful Mind,


Sylvia Nasar nos relata la vida de Nash en deta-
lle, basándose en cientos de entrevistas con ami-
gos, conocidos, familiares y colegas, y en una cui-
dada documentación. El talento de Nasar para
las entrevistas le ha permitido conseguir intere-
sante información a la que de otra forma quizás
no hubiera tenido acceso. Nasar describe meti-
culosamente las deliberaciones, no sólo de la me-
dalla Fields de 1958, para la que Nash era uno
de los candidatos, sino también para el premio
Nobel de Economı́a de 1994, unas deliberaciones
tan explosivas que obligaron a una reestructura- John Milnor
ción radical del premio y a un cambio completo
en su comité. En general, Nasar identifica cuidadosamente sus fuentes, pero
en estos casos particulares han permanecido en el anonimato.
Aunque su formación es en Economı́a y no en Matemáticas, Nasar ha si-
do capaz de dar descripciones someras de los principales trabajos de Nash,
situándolos en su contexto y aportando referencias precisas. También sumi-
nistra información detallada de los lugares y las personas que desempeñaron
papeles importantes en la vida de Nash. (Algunos enunciados matemáticos
y los nombres de algunas personas aparecen un tanto distorsionados, pero el
lector astuto será capaz de identificarlos). En el libro nos encontramos con
fascinante información sobre la historia de Carnegie Tech, Princeton, Rand
Corporation, MIT, el Institute for Advanced Study, y el Courant Institute,
además de información sobre bien conocidos matemáticos, y algunos otros no
tan conocidos. La narración del libro nos conduce por interesantes historias
paralelas: su descripción del MIT se entrelaza con una discusión de la era
McCarthy, mientras que su descripción de la Rand Corporation y de von Neu-
mann da lugar a una discusión de la relación de la Teorı́a de Juegos con la
polı́tica de la Guerra Frı́a. (Parece ser que Von Neumann, quien abogaba por
un ataque nuclear preventivo contra la Unión Soviética, pudo haber sido el
modelo original del Dr. Strangelove de Kubrick).
Cualquier discusión del libro de Nasar debe señalar un dilema ético central:
esta es una biografı́a no autorizada, escrita sin el consentimiento ni la coope-
ración del personaje biografiado. La actividad matemática de Nash estuvo
acompañada por una complicada vida personal, que Nasar describe con sumo
detalle. Este material es de interés para un público general. (En la cubierta del
libro se recoge la opinión de Oliver Sacks de que el libro es “extraordinaria-
mente emotivo, notable por sus compasivas intuiciones tanto acerca del genio
LA GACETA 577

como sobre la esquizofrenia”). Inevitablemente, la publicación de un material


como el que nos ocupa supone una drástica violación del derecho a la intimidad
del personaje.

El libro está dedicado a Alicia Nash, quien primero fue su mujer y después
su fiel compañera, cuyo apoyo a través de dificultades imposibles ha desem-
peñado claramente un papel fundamental en la recuperación de Nash.

John Milnor
Institut for Mathematical Sciences
State University of New York
Stony Brook (USA)
Correo electrónico: [email protected]

Traducción de Carmelo Alonso Torres y Pilar Pueyo Zaera


578 JOHN NASH: UNA MENTE MARAVILLOSA

J. F. Nash: Un matemático Nobel de Economı́a

por
Federico Valenciano13

1. INTRODUCCIÓN
Para el matemático alejado de las ciencias so-
ciales en general y de la economı́a en par-
ticular, no puede mas que resultar sorpren-
dente el caso de Nash. Aun dejando a un
lado la dramática biografı́a del personaje,
súbitamente popularizada en versión cinema-
tográfica al gusto americano por la pelı́cula
de R. Howard, resulta fascinante el caso de
un matemático que, habiendo recibido un so-
lo curso de economı́a en su vida, recibe el
Premio Nobel de Economı́a por un breve tra-
bajo publicado casi medio siglo antes. En la
nota de prensa en la que la Real Academia
Sueca de Ciencias anunciaba la concesión del
galardón en 1994 en forma compartida a J. F.
Nash, R. Selten y J. Harsanyi, se fundamenta
la decisión en la contribución de los tres auto-
res a la noción de equilibrio como predicción John F. Nash
del resultado de la interacción estratégica, y
su enorme impacto en el análisis económico. En la misma nota, en el resumen
sumario de los méritos de los tres laureados, en relación con Nash, y aparte de
su reconocimiento como introductor de la noción que con el tiempo serı́a co-
nocida como “equilibrio de Nash”, se destaca su introducción de la distinción
entre juegos cooperativos, en los que son posibles los acuerdos vinculantes, y
juegos no cooperativos, donde estos acuerdos no son posibles.
En esta breve nota, con el propósito de acercar al público matemático
la contribución de Nash a la teorı́a de juegos y la economı́a, se presentan
brevemente sus dos aportaciones más significativas e influyentes. De un lado,
claro está, la noción de equilibrio no cooperativo, noción central de la teorı́a
de juegos. Pero también su solución al problema del regateo o negociación,

13
Quiero agradecer a mis compañeros J. Duoandikoetxea, F. Grafe, E. Iñarra y A. La-
ruelle sus comentarios al primer borrador de estas notas. La responsabilidad de opiniones y
carencias es sólo mı́a.
LA GACETA 579

paradigma y referencia básica de la literatura posterior en el terreno de los


juegos cooperativos. Siguiendo un orden cronológico, me referiré en primer
lugar a este último trabajo.

2. EL PROBLEMA DE NEGOCIACIÓN O REGATEO


Al parecer inspirado por el único curso de economı́a que recibió en su vi-
da14 , antes de ir a Princeton, y como resultado de su primer contacto con la
teorı́a de juegos al llegar allı́, donde éste era un tema caliente, Nash abordó
y propuso un original tratamiento y “solución” al problema de negociación o
regateo (“the bargaining problem”). Una situación de regateo o negociación es
una situación en la que dos individuos pueden beneficiarse de la cooperación
siempre que lleguen a un acuerdo sobre el modo de llevarla a cabo. Más preci-
samente, ambos tienen a su alcance una variedad de alternativas posibles que
mejorarı́an la situación de los dos, y sólo el acuerdo les separa de cualquiera
de ellas. El problema abordado por Nash es el de determinar el resultado o
“nivel de satisfacción” que dos individuos racionales pueden esperar en una
situación de este tipo, o, de otro modo, el valor que para cualquiera de ellos
tiene la oportunidad de enfrentarse a una situación de esta naturaleza.
Para ello, Nash (1950a) propone un modelo matemático muy simple que
capta lo esencial de una situación de negociación por medio de una cierta idea-
lización de la misma. Dos agentes, que llamaremos 1 y 2, buscan un acuerdo
sobre qué alternativa llevar adelante de un conjunto de ellas, que podemos
considerar finito. Todas ellas beneficiarı́an al menos a alguno de ellos, si no
a ambos, pues podemos eliminar del conjunto de alternativas aquellas que
empeorarı́an el status quo o situación de partida a la que revertirı́an en caso
de no llegar a un acuerdo: un agente racional nunca aceptarı́a una de ellas.
Se supone que ambos están de acuerdo en ensanchar el conjunto de opciones
(“anticipaciones” en los términos originalmente empleados por Nash) posibles
incluyendo como tales mezclas aleatorias de las alternativas de partida. Por
ejemplo, si A y B son dos alternativas o acuerdos factibles, también lo serı́a
cualquier combinación probabilı́stica de ambas, denotada pA + (1 − p)B, esto
es, cualquier “loterı́a” (el término hoy habitual) que da A con probabilidad
p, y B con probabilidad (1 − p), con 0 ≤ p ≤ 1. Esto involucra el problema
del comportamiento racional en situaciones de riesgo. Nash supone las prefe-
rencias de ambos agentes consistentes con el modelo de conducta racional en
situaciones de riesgo propuesto por von Neumann y Morgenstern en su obra
fundacional de 1944. Es decir, que las preferencias de ambos agentes pueden
representarse del siguiente modo. Para cada uno de ellos existe una función
ui que asigna a cada alternativa A de las de partida un número real ui (A),

14
Las pocas referencias biográficas que acompañan a esta nota están basadas en la docu-
mentada biografı́a de Nash escrita por Sylvia Nasar (1998), y en las notas que acompañan
la recopilación de sus trabajos recientemente editada por H. W. Kuhn y S. Nasar (2002).
580 JOHN NASH: UNA MENTE MARAVILLOSA

de modo que: (i) ui (A) > ui (B) si y sólo si A es preferido a B por i, esto es,
ui es una función (de “utilidad”) que representa las preferencias de i sobre el
conjunto de alternativas de partida, y (ii) la función (“de utilidad esperada”),
que denotaremos también ui , que asigna a cada loterı́a el valor esperado de
ui (por ejemplo, ui (pA + (1 − p)B) = pui (A) + (1 − p)ui (B)), representa las
preferencias de i sobre el conjunto ası́ ampliado de opciones. Como es sabido,
de existir tal función ui sobre el conjunto de alternativas de partida, ésta no es
única: también cumplirá estas mismas condiciones aui + b, para cualquier par
de números reales a y b, siempre que a > 0. De otro modo, estas funciones,
para uno y otro agente, están determinadas salvo el cero u origen y la unidad
de escala para cada una de ellas. Sin pérdida de generalidad, parece natural
elegir como cero para ambas funciones la utilidad de la situación de partida o
status quo al que revertirı́an si no se llegase a ningún acuerdo.
Elegido ası́ un par de funciones u1 y u2 para expresar las preferencias de
uno y otro agente, es posible describir sumariamente la situación a la que am-
bos se enfrentan representando gráficamente en el plano todos los vectores “de
utilidades” (u1 (α), u2 (α)) asociados a todas las posibles opciones, incluyendo
las mezclas aleatorias. Un punto distinguido en este conjunto es el correspon-
diente al caso de desacuerdo o status quo, que será el origen si se han elegido
las funciones de utilidad del modo indicado. El conjunto ası́ obtenido es con-
vexo y compacto. Lo primero porque cualquier punto intermedio del segmento
que une dos cualesquiera de este conjunto puede obtenerse para la combina-
ción probabilı́stica apropiada de las dos “anticipaciones” correspondientes a
esos dos puntos. Lo segundo porque ese conjunto es el cierre convexo de un
conjunto finito: el de los vectores de utilidades asociados a las opciones de par-
tida. Naturalmente, distintos acuerdos alternativos pueden proyectarse sobre
un mismo punto siempre que sean vistos como indiferentes por ambos agentes,
pero en este caso pueden verse como acuerdos equivalentes. De este modo, este
gráfico, aunque determinado sólo salvo un cambio de escala, puede tomarse
como una representación completa de los aspectos esenciales de la situación.
Resumida de este modo la situación, se entiende por “solución” un punto
de este conjunto, realizable por tanto mediante el acuerdo apropiado, justifica-
ble o interpretable como expectativa racional compartida por ambos agentes,
que se reconocen mutuamente como tales. A partir de aquı́, el modo de proce-
der de Nash es proponer condiciones, una a una razonables y consistentes con
el sentido de lo dicho hasta aquı́, que cabrı́a esperar de una solución ası́ enten-
dida. Si S denota el conjunto compacto y convexo mencionado para un par de
funciones de utilidad u1 y u2 , y c(S) denota la solución, estas condiciones son
las siguientes.
1. Si (u1 (α), u2 (α)) es un punto de S y existe otro (u1 (β), u2 (β)) tal que
ui (β) > ui (α) (para i = 1, 2), entonces (u1 (α), u2 (α)) "= c(S).
2. Si el conjunto de opciones de partida se reduce, manteniéndose las prefe-
rencias (y funciones de utilidad que las representan) sobre las que permanecen,
ası́ como sobre sus combinaciones probabilı́sticas, de modo que el nuevo con-
LA GACETA 581

junto de vectores de utilidades factibles se reduce a T ⊆ S, pero contiene a


c(S), entonces c(T ) = c(S).
Se dice que el problema es simétrico si S es cerrado por permutaciones
de sus coordenadas. Es decir, si el conjunto S es simétrico con respecto a la
bisectriz u1 = u2 .
3. Si S es simétrico, entonces c(S) es un punto de la forma (a, a).
Finalmente, dado el grado de indeterminación de las funciones de utilidad,
la solución debe ser independiente de la elección de origen y escala para éstas.
4. Si S ! es el conjunto que se obtiene cuando se toman funciones de utilidad
ui = ai ui + bi (i = 1, 2, ai > 0), entonces c(S ! ) = (a1 c1 (S) + b1 , a2 c2 (S) + b2 ).
!

La primera condición (habitualmente denominada “eficiencia” u “optima-


lidad de Pareto”) expresa que un acuerdo que sea mejorable para ambos no
será aceptado. La segunda (“independencia de alternativas irrelevantes”) ex-
presa la siguiente condición de racionalidad: si c(S) es considerado por ambos
agentes el (vector de utilidades asociado al) mejor acuerdo posible en la situa-
ción de partida, y a continuación el conjunto de acuerdos factibles se reduce
manteniéndose factible la opción antes considerada óptima, parece natural y
razonable seguir considerando ésta óptima sobre un conjunto menor de posi-
bilidades. La tercera (“simetrı́a”) requiere que la solución no dependa de la
“etiqueta” (1 ó 2) que se asigne a cada agente. Más precisamente, la solución
sólo debe depender de la descripción matemática de la situación, pero siendo
irrelevante la etiqueta asignada a cada jugador, viniendo ası́ a ser una con-
dición de isomorfı́a15 . Por último, el sentido de la cuarta, ya explicitado, es
obvio.
Pues bien, no es difı́cil demostrar (Nash lo hace en unas pocas lı́neas y
el lector matemático es invitado a hacerlo por sı́ mismo) que estas cuatro
condiciones, bajo los supuestos descritos, determinan de modo unı́voco una
solución para cada problema. Más especı́ficamente, estas condiciones imponen
que la solución sea el punto del conjunto S en el que se maximiza el producto
de utilidades u1 u2 16 .
Si dentro de la teorı́a de los juegos no cooperativos la noción central desde
su introducción por Nash es la de equilibrio, dentro de la teorı́a de los jue-
gos cooperativos, este trabajo de Nash es una de las referencias básicas, y la
central en el caso de la literatura relacionada con el problema de negociación.
Merece destacarse la claridad y la simplicidad de un modelo que capta los
elementos esenciales de un tipo de situación cuya complejidad la hacı́a ser

15
En el artı́culo original (Nash, 1950a) esta condición es interpretada como expresión del
supuesto de igual capacidad o habilidad negociadora de ambos agentes. El mismo Nash, en
(1953), desecha esta interpretación como errónea e inconsistente con el supuesto de raciona-
lidad e información completa.
16
Esto suponiendo que se han elegido funciones de utilidad para las que el cero se sitúa en
el caso de desacuerdo o status quo. En otro caso, será el punto de S en el que se maximiza
el producto (u1 − d1 )(u2 − d2 ), donde di representa el valor de ui en la situación de partida.
582 JOHN NASH: UNA MENTE MARAVILLOSA

considerada inabordable teóricamente, o de resultado indeterminado más allá


de la condición de “eficiencia” señalada ya por Edgeworth (1881). Al mismo
tiempo, me parece importante resaltar la simplicidad de la construcción desde
el punto de vista matemático. Volveré sobre este punto al comentar algunos
aspectos que me parecen dignos de subrayar en el trabajo de Nash y que están
también presentes en la más famosa de sus aportaciones, que a continuación
presentamos brevemente.

3. EL EQUILIBRIO NO COOPERATIVO O “DE NASH”

El antecedente inmediato de la noción de equilibrio introducida por Nash


se encuentra en la noción de punto de silla en estrategias mixtas en juegos
de dos personas y suma nula en la obra fundacional de la teorı́a de juegos
Theory of Games and Economic Behavior, publicada por J. von Neumann y
O. Morgenstern en 194417 . En ella, junto al modelo de comportamiento racio-
nal en situaciones de riesgo antes mencionado, von Neumann y Morgenstern
introducen los dos modelos básicos de juego: el juego en forma “extensiva”,
y su resumen sumario o normalizado en forma “estratégica”. En el primero
se incorporan formal y minuciosamente todas las posibles historias del juego,
correspondientes a todas las posibles secuencias de decisiones de los jugadores
que pueden darse hasta alcanzar el final del juego, ası́ como los pagos resul-
tantes para cada uno de los jugadores en todos los finales posibles. El segundo
modelo se basa en la noción de “estrategia pura”, esto es, un plan de juego
que especifica de modo exhaustivo para un jugador la elección o decisión que
tomará en todas y cada una de las situaciones que pueden presentarse a lo
largo del juego de acuerdo con las reglas que lo especifican. De este modo se
simplifica drásticamente el nivel de detalle que se incorpora al modelo, que
queda ası́ reducido a los siguientes elementos: un conjunto 1, 2, .., n de juga-
dores y, para cada uno de ellos, un conjunto de estrategias puras Πi y una
función de “pagos” que asigna a cada n-tupla de estrategias el pago que esa
combinación de decisiones supondrı́a para ese jugador. Sobre este punto de
partida se supone además que cada jugador puede aleatorizar sus decisiones.
Ası́ una estrategia mixta de un jugador es una distribución de probabilidad
sobre sus estrategias puras, y una combinación o n-tupla de estrategias mixtas
determina una distribución de probabilidad sobre las combinaciones de estra-
tegias puras y los finales de juego que éstas determinan, y por tanto sobre los
pagos. De este modo, a cada combinación de estrategias mixtas le corresponde
un pago esperado para cada jugador. Hay que suponer, pues, que las funciones

17
En realidad este resultado ya aparece en von Neumann (1928), aunque la obra de von
Neumann y Morgenstern es, aparte de uno de sus propios trabajos (Nash, 1950b), la única
referencia en la bibliografı́a de su tesis. También cabe mencionar como antecedente la noción
de Cournot (1838) en su análisis del duopolio, aunque Nash, con toda probabilidad, no
supiera nada de este autor.
LA GACETA 583

de pago se han elegido de modo que los pagos esperados representen las pre-
ferencias de uno y otro jugador de acuerdo con el modelo de comportamiento
en situaciones de riesgo descrito en el apartado anterior.
Von Neumann y Morgenstern estudian con especial detalle el modelo an-
terior para el caso de dos jugadores y “suma nula”, obteniendo para este caso
el conocido teorema de “minimax” o de existencia de punto de silla. Esto es,
la existencia de al menos un par de estrategias mixtas, una para cada juga-
dor, de manera que cada una de ellas es la mejor respuesta a la otra. Es más,
aunque puede haber más de un par de estrategias con esta propiedad, si es
ası́ el pago que recibe cada jugador es el mismo en todas esas situaciones, y
además cualquier combinación formada a partir de ellas tomando una estrate-
gia mixta para el primer jugador y otra para el segundo entre las que aparecen
en alguno de estos pares, el par resultante tiene la misma propiedad. Puede
por tanto interpretarse al pago asociado a estas combinaciones de estrategias
mixtas como el valor del juego, o pago que un jugador racional puede esperar
ante la opción de participar en él (frente a otro igualmente racional).
Pese a ser éste uno de los resultados principales en el libro de von Neu-
mann y Morgenstern, el caso considerado es de muy limitado interés. Hemos
obviado la explicación precisa de la condición de “suma nula”, pero es necesa-
rio detenerse en ella para entender lo restrictivo de este supuesto. Ciertamente
abundan situaciones en las que los intereses de dos agentes son opuestos (por
ejemplo, cualquier juego en el que sólo sea posible un ganador que recibirá
lo que el perdedor haya de pagar). Pero el supuesto va mucho más allá de
esto. Para ello, nótese que las funciones asépticamente presentadas como “de
pago”, deben entenderse en general como funciones de utilidad esperada, de
acuerdo con el modelo de racionalidad en situaciones de riesgo de von Neu-
mann y Morgenstern ya mencionado. Esto significa que la condición de suma
nula requiere no sólo que si 1 prefiere A a B, entonces 2 prefiera B a A (y
recı́procamente); sino que si 1 considera a C equivalente, digamos, a la loterı́a
3 A + 3 B, entonces 2 considere a C equivalente a 3 A + 3 B. Es decir, en un
1 2 2 1

juego de suma nula cada jugador es un réplica exacta pero invertida del otro.
Esto es muy restrictivo y de escasa aplicación, incluso en el plano teórico.
El resto del libro de von Neumann y Morgenstern desarrolla lo que Nash
llama en la introducción de su breve tesis doctoral18 , “a theory of n-person ga-
mes of a type which we would call cooperative” (Nash, 1950c y 1951), basada
en el análisis de las interrelaciones de la distintas coaliciones que los jugadores
pueden formar. Y en el siguiente párrafo de su tesis Nash señala: “Our theory,
in contradistinction, is based on the absence of coalitions in that it is assumed
that each participant acts independently, without collaboration or communi-
cation with any of the others”. Ha puesto ası́ encima de la mesa la teorı́a
no cooperativa de los juegos, que atraerá la mayor parte de la investigación
ulterior.

18
Kuhn y Nasar (2002) contiene el facsı́mil de sus 28 páginas.
584 JOHN NASH: UNA MENTE MARAVILLOSA

El ingrediente básico de la nueva teorı́a es la noción de equilibrio, el equili-


brio no cooperativo, o, con el tiempo, “de Nash”. Sobre el formalismo descrito
al principio de esta sección, esto es, la extensión mixta de un juego de n per-
sonas en forma estratégica, Nash formula su noción de equilibrio como una
generalización del concepto de solución o punto de silla para juegos de dos
personas y suma cero antes comentado. Ası́, un punto de equilibrio es una
n-tupla de estrategias mixtas en la que cada una de ellas es una respuesta
óptima frente a la configuración que forman las restantes. Más precisamente,
es una n-tupla de estrategias mixtas s = (s1 , ..., sn ), tal que si para cualquier
estrategia mixta ti del jugador i denotamos (s; ti ) := (s1 , .., si−1 , ti , si+1 , .., sn ),
se verifica para todo i

pi (s) = max pi (s; ti ),


ti ∈Si

donde Si denota el conjunto de estrategias mixtas del jugador i, y pi su función


de pagos esperados.
Nash demuestra entonces el “resultado” central de su tesis: la existencia
de equilibrio en estrategias mixtas en todo juego finito19 . Nash dio tres de-
mostraciones distintas de este teorema. Previamente a la presentación de su
tesis doctoral, en un brevı́simo artı́culo publicado en Proceedings of the Na-
tional Academy of Sciences (Nash, 1950b) prueba la existencia de equilibrio
por medio del teorema de punto fijo de Kakutani. Mientras que en su tesis
(Nash, 1950c) y en el artı́culo en que publica la misma en Annals of Mathema-
tics (Nash, 1951) utiliza para ello el teorema de punto fijo de Brouwer. Aquı́
bosquejaré la prueba que aparece en el último trabajo citado, resultado de
mejorar la que aparece en su tesis doctoral y en mi opinión la más atractiva
de las tres. !
Para ello será
! necesario un poco de notación. Escribiremos si = α ciα πiα
con ciα ≥ 0 y α ciα = 1 para representar la estrategia mixta del jugador i
que asigna probabilidad ciα a la estrategia pura πiα ∈ Πi , y diremos que
si usa πiβ si ciβ > 0. El conjunto de estrategias mixtas de cada jugador i
puede identificarse, pues, con un sı́mplex de dimensión igual al cardinal de Πi
(finito) menos 1. De la linealidad de pi (s1 , ..., sn ) en cada componente se sigue
fácilmente que en una n-tupla de estrategias mixtas la estrategia mixta de un
jugador es una respuesta óptima a la configuración que forman las estrategias
mixtas de los n − 1 restantes si y sólo si este jugador usa exclusivamente
estrategias puras que son, todas y cada una de ellas, respuestas óptimas a la
configuración dada por las n − 1 estrategias mixtas de los otros. Se asigna
entonces a cada n-tupla de estrategias mixtas una nueva n-tupla “corregida”
del siguiente modo. Si es un equilibrio se le asigna la misma n-tupla. Si no lo
fuese, significarı́a que algún(os) jugador(es) está(n) usando alguna estrategia
pura que no es respuesta óptima a la configuración restante, y quizá no está(n)

19
Un juego es finito si lo es el conjunto de estrategias puras de todos los jugadores.
LA GACETA 585

usando otras que sı́ lo son. Si es ası́, “corregimos” las estrategias mixtas de
estos jugadores incrementando la probabilidad de aquellas estrategias puras
que son mejor respuesta que la estrategia mixta usada en esa n-tupla en forma
proporcional a la cuantı́a de dicha mejora, y a costa de las estrategias puras
que no la mejorarı́an. Obsérvese que un punto fijo de esta aplicación sólo puede
serlo si es un equilibrio. Pues bien, no es difı́cil definir esta “corrección” de
modo que la aplicación del producto cartesiano de los conjuntos de estrategias
mixtas de los n jugadores en si mismo sea continua. Como este producto
cartesiano es un producto de sı́mplices, es compacto y convexo. El teorema
de Brouwer asegura entonces que existe un punto fijo para esta aplicación, es
decir, un punto de equilibrio.

4. 50 AÑOS DESPUÉS
Hasta aquı́ una presentación sumaria de las dos aportaciones básicas de
Nash a la teorı́a de juegos y la economı́a, o a la ciencia social en general,
vale decir, aunque sean los economistas los que más se han interesado por
ellas. ¿Y bien? ¿Hay para tanto? En el apartado en que nos hemos ocupado
del problema de negociación, ya hemos comentado la absoluta originalidad
de su tratamiento de este tipo de situación. Todavı́a en un trabajo posterior
Nash (1953) reexamina el problema de negociación desde un punto de vista
no cooperativo, es decir, modelando la situación como un juego no cooperativo
en el que los agentes pueden hacer propuestas y amenazas, y en el que la
solución ya obtenida desde el enfoque cooperativo resulta ser un equilibrio
no cooperativo. De nuevo, otro papel seminal que sienta las bases de lo que
después se ha llamado el “programa de Nash”, esto es, el tratamiento no
cooperativo de situaciones cooperativas a base de incorporar en el modelo
un “protocolo” de negociación en el que uno u otro acuerdo (o “solución”
cooperativa) será o no el resultado de equilibrio.
En cuanto a la noción de equilibrio, su aportación fundamental, es de
nuevo lo más destacable la capacidad de Nash para captar los elementos esen-
ciales de una situación y darles forma precisa en un modelo simple y claro.
En este caso para ir al grano y formular en términos absolutamente nı́tidos el
problema básico que entraña la interacción racional: el resultado de acciones
racionales en una situación de interdependencia estratégica en la que todos los
participantes, igualmente racionales, comparten la información que se incluye
en el modelo deberı́a ser un equilibrio. Si no fuera ası́ es que alguien no ha
hecho lo mejor que podı́a hacer, lo que no es consistente con la idea de racio-
nalidad. Una vez formulada simple y claramente, la idea parece obvia. Pero,
como el trabajo de los cincuenta años posteriores ha mostrado, la inocente
noción estaba preñada de preguntas cuya sola formulación entraña una mejor
comprensión de esta clase de situaciones. Habiendo, como puede haber, no uno
sino muchos y diversos equilibrios, ¿cómo se llega a alguno de ellos, y por qué
no a otros?, ¿son todos los equilibrios igual de razonables?, ¿cómo es que a
586 JOHN NASH: UNA MENTE MARAVILLOSA

veces no se llega a ninguno y sin embargo es ası́ mejor para todos?, ¿qué pasa
con el tiempo, dejado fuera del modelo?, ¿cuál es el papel de la información?,
¿qué pasa si no todos los jugadores saben todo sobre la situación en la que
están inmersos? Todas estas y otras preguntas han dado que hacer todos estos
años (entre otros a sus compañeros de Nobel, Harsanyi y Selten) y aún hoy
dı́a lo siguen dando.
Aunque separar una cosa de otra ca-
rezca de sentido, creo que merece la pena
subrayar que es la noción misma de equi-
librio la más valiosa aportación de Nash
en su tesis, con independencia del resulta-
do de existencia que la completa. Aunque
parezca insensato decir que sin el resul-
tado de existencia la noción serı́a igual-
mente interesante, un ejemplo puede valer
para apoyar tan aparentemente peregrina
afirmación: el teorema de imposibilidad de
Arrow, premio Nobel de Economı́a en 1972, es un resultado negativo (algo que
parece razonable, no existe) que es el punto de partida de la teorı́a de la elección
social. En las dos contribuciones brevemente glosadas en las páginas anterio-
res hay que insistir en un aspecto que ya se ha comentado en relación con
el problema de regateo: la simplicidad de la construcción formal. En ambos
casos el genio matemático de Nash se muestra no en la complejidad técnica
de los recursos formales puestos en juego20 , sino en la frescura y capacidad de
abstracción para captar lo esencial de una situación y expresarlo con claridad,
simplicidad y rigor.
Deliberadamente he huido de una presentación descarnada de concepto y
sólo “apta para matemáticos”21 , y he intentado respetar el estilo original de
Nash, claro y sencillo, y no excesivamente formalista aunque preciso, atento
siempre al sentido de lo que formalmente va incorporando en el modelo. Otra
cosa serı́a contribuir a la confusión en que parece sumida buena parte del
quehacer investigador en el tratamiento formal de las ciencias sociales, donde
a menudo el afán de utilizar a toda costa un tecnicismo barroco prevalece sobre
el sentido. Si la falta de rigor en el uso de las matemáticas en ciencias sociales
ha sido a menudo criticada, en el otro extremo no es raro el ejemplo lamentable
de artı́culos conceptualmente vacı́os bajo un ropaje de ahuecada complejidad
matemática. Frente a tales despropósitos, el trabajo de Nash sigue siendo hoy
un hito inigualado y una lección llena de actualidad. Si he conseguido despertar

20
Al parecer von Neumann, también matemático, desechó como “trivial” el “resultado” de
Nash: “another fixed point theorem”, parece que fue su comentario (Kuhn y Nasar, 2002).
21
Creo que fue Bertrand Russell el que dijo que las matemáticas son la única ciencia en la
que se puede hablar con absoluta precisión sin saber de qué se habla. Desafortunadamente
algunos supuestos cientı́ficos sociales creen poder hacer esto en su terreno.
LA GACETA 587

la curiosidad de algún lector por leer los trabajos de Nash habrá merecido la
pena el trabajo de escribir estas notas.

REFERENCIAS
[1] A. Cournot, 1838, Recherches sur les principes matémathiques de la théorie
des richesses, Libraire des sciences politiques et sociales, M. Rivière & cie, Parı́s.
[2] F.Y. Edgeworth, 1881, Mathematical Psychics, Kegan Paul, Londres.
[3] H.W. Kuhn y S. Nasar (editores), 2002, The essential John Nash, Princeton
University Press.
[4] S. Nasar, 1998, A beautiful mind, Simon & Schuster, New York.
[5] J.F. Nash, 1950a, The Bargaining Problem, Econometrica 18, 155-162.
[6] J.F. Nash, 1950b, Equilibrium Points in n-Person Games, Proceedings of the
National Academy of Sciences 36, 48-49.
[7] J.F. Nash, 1950c, Non-Cooperative Games, Ph. D. dissertation, Princeton Uni-
versity.
[8] J.F. Nash, 1951, Non-Cooperative Games, Annals of Mathematics 54, 286-295.
[9] J.F. Nash, 1953, Two-Person Cooperative Games, Econometrica 21, 128-140.
[10] J. Von Neumann, 1928, Zur Theorie der Gesellschaftsspiele, Math. Annalen
100, 295-320.
[11] J. Von Neumann y O. Morgenstern, 1944, Theory of Games and Economic
Behavior, Princeton University Press.

Federico Valenciano
Departamento de Economı́a Aplicada IV
Universidad del Paı́s Vasco
48015 Bilbao
Correo electrónico: [email protected]

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