Taller 2 Sociologia de La Cultura

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JOVENES: COMUNICACIÓN E IDENTIDAD

Karen Lorena Muñoz Puerto

Universidad Nacional Abierta y a Distancia

Sociología de la Cultura

Bogotá D.C 14 de octubre de 2016


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1. Transformaciones de la sensibilidad y des-ordenamiento cultural

Hay algo realmente nuevo en la juventud actual? Y si lo hay, ¿cómo pensarlo sin mixtificar
tramposamente la diversidad social de la juventud en clases, razas, etnias, regiones? La respuesta
a esas preguntas pasa por aceptar la posibilidad de fenómenos trans-clasistas y trans-nacionales,
que a su vez son experimentados siempre en las modalidades y modulaciones que introduce la
división social y la diferencia cultural.

Para un acercamiento al primer campo de procesos en que se insertan los cambios que
experimentan los adolescentes y los jóvenes hoy se habla de dos reflexiones especialmente
orientadoras.
La primera es un libro de Margaret Mead, es una antropóloga que publico su libro en los Estados
Unidos en el año 70, ella plantea la envergadura antropológica de los cambios que atravesamos y
las posibilidades de inauguras escenarios y dispositivos de dialogo entre generaciones y pueblos.
Para ello la autora traza un mapa de los tres tipos de cultura que conviven en nuestra sociedad:

 Postfigurativa: El futuro de los niños está plasmado en el pasado de los abuelos. La


matriz de esa cultura se halla en el convencimiento de que la forma de vivir de los
ancianos es inmutable e imperecedera.
 Configurativa: El modelo de los comportamientos lo constituye la conducta de los
contemporáneos, le permite a los jóvenes con la complicidad de sus padres, introducir
algunos cambios por relación al comportamiento de los abuelos.
 Prefigurativa: Nueva cultura que emerge a fines de los años 60. Los pares reemplazan a
los padres, instaurando una ruptura generacional, un cambio en la naturaleza del proceso:
la aparición de una “comunidad mundial” en la que convergen hombres de tradiciones
culturales y temporalidades muy diversas.
Aprendizaje fundado más en la propia exploración que los habitantes del nuevo mundo
tecno-cultural hacen que en la dependencia de los adultos tengan imagen y sonoridad del
tacto y la velocidad y así lleguen a una nueva era desde temporalidades muy diversas,
pero todos compartiendo las mismas leyendas y sin modelos para el futuro.
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Los jóvenes constituyen hoy el punto de emergencia de una cultura que rompe con la cultura
basada en el saber y la memoria de los ancianos, con aquella cuyos referentes ligaban los
patrones de comportamiento de los jóvenes a los de padres que recogían y adaptaban los de sus
abuelos.
Al marcar el cambio que culturalmente atraviesan los jóvenes como ruptura se nos están
señalando algunas claves sobre los obstáculos y la urgencia de comprenderlos.

Ahora veremos los trabajos de Joshua Meyrowits, que realizo investigaciones históricas y
antropológicas sobre la infancia.
 Edad media y el Renacimiento: Los niños han vivido entre los mayores, y es solo a
partir del siglo XVII que la infancia como tal ha empezado a tener existencia social.
 Siglo XVII hasta mediados del siglo XX: El mundo de los adultos había creado
espacios propios de saber y de comunicación de los cuales mantenía apartado a los niños.
 Desde mediados del siglo XX: Esa separación de mundos se ha disuelto, en gran medida
por la acción de la televisión que al transformar los modos de circulación de la
información en el hogar rompe el cortocircuito de los filtros de autoridad parental.
Meyrowitz: “Lo que hay de verdaderamente revolucionario en la televisión es que ella permite a
los más jóvenes estar presentes en las interacciones de los adultos; les expone a los temas y
comportamientos que los adultos se esforzaron por ocultarles durante siglos”.
Lo que hay de nuevo hoy en la juventud, es la percepción aun desconcertada de una
reorganización profunda en los modelos de socialización:
Ni los padres constituyen el patrón-eje de las conductas, ni las escuelas es el único lugar
legitimado del saber, y ni el libro es el centro que articula la cultura.
“Tanto o más que en la palabra del intelectual o en las obras de arte, es en la desazón de los
sentidos de la juventud donde con más fuerza se expresa hoy el estremecimiento de nuestro
cambio de época”.

2. Visibilidad social y cultural de la juventud en la ciudad


Lo que el rápido mapa trazado avizora es tanto la des-territorialización que atraviesan las
culturas, el malestar en la cultura que experimentan los más jóvenes en su replanteamiento de las
formas tradicionales de la continuidad cultural.
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La nueva experiencia cultural de los jóvenes fuertemente marcada por la discontinuidad que
introduce la permanente fragmentación cuyos modelos en términos estéticos y de rentabilidad se
hallan en el videoclip publicitario y el musical.
 Metáfora del zapping: Armar “su programa” con fragmentos o “restos” de deportes,
noticieros, concursos o conciertos.
 Ilumina la escena social: Liga los modos de ver del televidente con los modos nómadas
de habitar la ciudad.
Por la ciudad es por donde pasan más manifiestamente algunos de los cambios que experimentan
nuestras sociedades, por el entrelazamiento entre la expansión de la ciudad y el crecimiento de
los medios masivos y las redes electrónicas.
La diseminación o fragmentación de la ciudad densifica la mediación y la experiencia
tecnológica hasta el punto de sustituir la experiencia personal y social.
Agrupándose en tribus cuya ligazón no proviene ni de un territorio fijo ni de un consenso
racional y duradero, fuertemente conectada a las redes de la cultura-mundo de la información y
el audiovisual. La heterogeneidad de las tribus urbanas = profunda reconfiguración de la
sociabilidad, son las nuevas formas de habitar la ciudad del anonimato.

3. Tecnologías y palimpsestos de identidad


 Metáfora del palimpsesto: Para aproximarse a la comprensión de un tipo de identidad
que desafía tanto la percepción adulta como los cuadros de racionalidad.
Se asemeja a este texto en que un pasado borrado emerge tenazmente, aunque borroso, en las
entrelineas que escriben el presente.
Donde se emerge una generación formada por sujetos dotados de una elasticidad cultural que,
aunque se asemeja a una falta de forma, es más bien apertura a muy diversas formas, adaptación
a los más diversos contextos y una facilidad para los “idiomas” del video y la computadora.
Ejemplo de los cambios que atraviesa la identidad en los más jóvenes como el fenómeno del rock
en español.
El movimiento del rock latino rompe con la mera escucha juvenil para despertar creatividades
insospechadas de mestizajes: tanto de lo cultural con lo político como de las estéticas
trasnacionales con los sones y ritmos más locales. Nuevas músicas vuelven urbana e
internacional una música cuyo ámbito de origen fue el campo y la provincia, en el rock latino se
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superan las subculturas regionales en una integración ciertamente mercantilizada pero en la que
se hacen audibles las percepciones que los jóvenes tienen hoy de nuestras ciudades. Ahí el “viejo
folklor” no se traiciona ni deforma sino que se transforma volviéndose más universalmente
iberoamericano. Aunque producto en buena medida de los medios masivos y de la escenografía
de tecnológica de los conciertos esas nuevas músicas vuelven definitivamente urbana
e internacional una música cuyo ámbito de origen fue el campo y la provincia.

4. Nuevos lenguajes y formación de ciudadanos


La aparición de un ecosistema comunicativo, nuevas sensibilidades, lenguajes y escrituras que
las tecnologías catalizan y desarrollan, y que se hacen más visibles entre los más jóvenes.
 Experiencia cultural nueva: Nuevos modos de percibir y de sentir, de oír y de ver, que
en muchos aspectos choca y rompe con el sensorium de los adultos.
 Ejemplo Sonoridad y velocidad: En las imágenes, en el discurso televisivo, en la
publicidad y los videoclips, y en los relatos audiovisuales.
También se habla de la aparición de un entorno educacional difuso y descentrado, un entorno de
información y de saberes múltiples, y descentrado por relación al sistema educativo. El
centramiento implicaba la adscripción del saber a unos lugares donde circula legítimamente.
“Una de las transformaciones más de fondo que puede experimentar una sociedad es aquella que
afecta los modos de circulación del saber”.
La escuela ha dejado de ser el único lugar de legitimación del saber, abrir la escuela a la
multiplicidad de escrituras, de lenguajes y saberes. La educación tiene que ayudar a crear en los
jóvenes una mentalidad crítica, cuestionadora, desajustadora de la inercia en que la gente vive,
desajustadora del acomodamiento en la riqueza y de la resignación en la pobreza.
El reto más fuerte que el mundo de la comunicación le plantea al sistema educativo. La
apropiación del ecosistema informacional por la mayoría o el reforzamiento de la división social
y la exclusión cultural y política que el produce, los hijos de las clases pudientes entran en
interacción con el ecosistema informacional y comunicativo en su propio hogar. Los hijos de las
clases populares están quedando excluidos del nuevo espacio laboral y profesional que la actual
cultura tecnológica ya prefigura.
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La importancia estratégica que cobra hoy una escuela capaz de su uso creativo y crítico de los
medios audiovisuales y las tecnologías informáticas, pero ello solo será posible en una escuela
que transforme su modelo (y su praxis) de comunicación. Pero en la escuela no hay una apertura
a esos nuevos saberes sino un fortalecimiento del autoritarismo como reacción a la pérdida de
autoridad que sufre el maestro.
Si las políticas sobre juventud no se hacen cargo de los cambios culturales que pasan hoy
decisivamente por los procesos de comunicación e información están desconociendo lo que
viven y cómo viven los jóvenes, entonces no habrá la posibilidad de formar ciudadanos, y sin
ciudadanos no tendremos ni sociedad competitiva en la producción ni sociedad democrática en lo
político.

Conclusión

El autor quiere dar a entender que si las políticas sobre juventud no se hacen cargo de los
cambios culturales están desconociendo como viven los jóvenes y no habrá posibilidades de
formar ciudadanos, los jóvenes deben ser capaces de asumir esos cambios, así poderlos enfrentar
para que se pueda cumplir la visión del sistema educativo para formar ciudadanos de bien y
capacitados para un futuro.

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