Higado y Vesicula Biliar

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HÍGADO Y VESÍCULA BILIAR

Conflicto Biológico Fase Activa de Conflicto Fase de curación

DESARROLLO Y FUNCIÓN DEL PARENQUIMA DEL HÍGADO: El parénquima hepático forma


la mayor parte del hígado. Consiste en la mayor parte de los llamados hepatocitos, que son las
células funcionales principales del hígado. Sus principales actividades son la producción de bilis
(cualidad secretora), una sustancia que ayuda a eliminar las toxinas del cuerpo. La bilis se
produce en el hígado, viaja a través de los conductos biliares comunes hasta el intestino delgado,
donde ayuda a la absorción de las grasas (cualidad absorbente). Durante los momentos en que
no se necesita en los intestinos, se almacena en la vesícula biliar hasta que se requiera. Además
de secreción de bilis, el hígado también produce colesterol. El parénquima hepático se compone
de un epitelio ciliar intestinal, se origina en el endodermo y, por lo tanto, se controla a partir del
tronco cerebral.

NIVEL CEREBRAL: En el tallo cerebral, el


centro de control del parénquima del hígado
está localizado dentro de la forma de anillo de
los relés del cerebro que controla los órganos
del canal alimentario, precisamente, en el lado
derecho del tronco cerebral entre los relés del
estómago y el páncreas.

CONFLICTO BIOLÓGICO: El conflicto biológico que está vinculado al parénquima hepático, es


un conflicto de inanición.
En concordancia con el razonamiento evolutivo, los conflictos de bocado son los
principales temas asociados con los órganos controlados por el tronco cerebral,
derivados del endodermo.

Una persona puede sufrir un conflicto de morir de hambre en términos reales debido a la falta de
alimentos. Por lo tanto, al estar con una dieta estricta, no se le permite comer su comida favorita,
un diagnóstico de cáncer de colon al no obtener alimentos a través del intestino, usar una bolsa
de colostomía, pérdida de apetito y vómitos excesivos durante los tratamientos de quimioterapia
o pérdida de peso involuntario podría provocar el conflicto. Sin embargo, una "amenaza de
inanición" podría ponerse en primer plano, digamos, debido a la pérdida de un lugar de trabajo,
recortes salariales, la pérdida de un negocio, bancarrota, la pérdida de clientes, un incremento
en la renta, un divorcio económicamente devastador, la confiscación de bienes, la pérdida de
ahorros, deudas financieras, o pérdida del proveedor de la familia, soporte financiero. En
resumen, el conflicto se traduce en la angustia de quedarse sin recursos para la alimentación de
uno mismo o los que dependen de uno.

FASE ACTIVA DE CONFLICTO: Comenzando con el DHS, durante la fase activa del conflicto
las células hepáticas (hepatocitos) proliferan proporcionalmente a la intensidad del conflicto. El
propósito biológico del crecimiento celular es mejorar la función del hígado para que las partículas
más pequeñas de alimento se puedan utilizar óptimamente. Con una actividad prolongada del
conflicto (conflicto pendiente), los nódulos hepáticos, conocidos como cáncer de hígado
("carcinoma hepatocelular"), se desarrollan como resultado del aumento constante de células
(compárese con el "cáncer de hígado" relacionado con los conductos biliares). Usualmente, los
nódulos son de crecimiento plano (tipo absorbente); con poca frecuencia, toman una forma
parecida a la coliflor (tipo secretor). Si la tasa de división celular excede un cierto límite, la medina
convencional considera el cáncer como "maligno". Los nódulos hepáticos "benignos" se
denominan Hiperplasia Nodular Focal (FNH).

NOTA: múltiples nódulos indican que el conflicto de inanición se relaciona con uno mismo.
Se forma un solo nódulo hepático si uno sufre la "amenaza de inanición" con o para otra
persona (un miembro de la familia, un amigo querido, una mascota); se desarrollan dos
nódulos para dos personas, tres nódulos para tres personas, y así sucesivamente. El mismo
principio se aplica a los nódulos pulmonares.

FASE DE CURACIÓN: Después de la resolución del conflicto (CL), los hongos o las
micobacterias como la bacteria TB eliminan las células que ya no se necesitan. Los síntomas de
curación son dolor causados por la hinchazón del hígado y sudores nocturnos. Los parámetros
sanguíneos del hígado están en el rango normal. Un absceso hepático es un nódulo hepático
lleno de pus. Lo que comúnmente se conoce como "hígado graso" se refiere a términos de GNM,
a depósitos de grasa en el hígado.

La tuberculosis hepática, indica la actividad de la bacteria de la TB, es mucho más frecuente


donde hay hambruna, como en África (véase también tuberculosis renal relacionada con un
conflicto de existencia y tuberculosis pulmonar relacionada con un conflicto de miedo a morir). La
correlación entre tuberculosis y pobreza ha sido observada por médicos historiadores. En el
mundo occidental, donde se presume erradicada la tuberculosis, la tuberculosis hepática ahora
se llama cáncer (ver también el cambio de nombre de "tuberculosis pulmonar" a "cáncer de
pulmón y tuberculosis renal" al "síndrome nefrótico"). Los nombres de las enfermedades
cambiaron, ¡los síntomas no lo hicieron!
En esta tomografía cerebral, vemos dos edemas cerebrales
en el área del tronco cerebral que controla el parénquima del
hígado (ver el diagrama de GNM), que revela que la persona
está en la fase de curación (PCL-A) de dos conflictos de
inanición independientes.

En una TC del órgano, los nódulos hepáticos aparecen


como manchas oscuras redondas.

El hígado es el único órgano que se puede regenerar creando tejido hepático nuevo (fenómeno
de Prometeo). Sin embargo, cuando la curación se prolonga (curación pendiente) y se interrumpe
continuamente por las recaídas de los conflictos, el proceso de descomposición en curso deja
cavernas en el hígado (ver también cavernas de páncreas, cavernas pulmonares, cavernas de
las glándulas mamarias). Los quistes hepáticos (también llamado "enfermedad hepática
poliquística") se desarrollan cuando las cavernas se llenan de agua debido a un conflicto activo
de abandono y existencia (el SINDROME).
El agua retenida durante la curación del hígado, lo lleva a un agrandamiento o hepatomegalia
(ver también hepatomegalia relacionada con los conductos biliares), a menudo con una ascitis
causada por el exceso de agua en el peritoneo. Una gran hinchazón que cierra el conducto
hepático común conlleva el riesgo de una obstrucción mecánica del conducto biliar con síntomas
característicos de ictericia. Las complicaciones agudas surgen cuando la hinchazón comprime la
vena porta. En este caso, la cirugía es imprescindible.
Si los microbios necesarios no están disponibles en la resolución del conflicto, porque fueron
destruidos por un uso excesivo de antibióticos, los nódulos hepáticos no se pueden descomponer
y, por lo tanto, permanecen. Eventualmente se encapsulan con tejido conectivo. Dichos "tumores"
a menudo se descubren accidentalmente durante un chequeo de rutina o un examen de
seguimiento. Por lo tanto, el uso excesivo actual de antibióticos aumenta significativamente en la
incidencia de cáncer.
Conflicto Biológico Fase Activa de Conflicto Fase de curación

DESARROLLO Y FUNCIÓN DE LOS CONDUCTOS BILIARES: Los conductos biliares se


ramifican a través del hígado en una estructura similar a un árbol. El conducto hepático común
se une al conducto cístico que proviene de la vesícula biliar para formar el conducto biliar común.
El conducto biliar común se encuentra con el conducto pancreático antes de que se abra hacia
el intestino. La bilis, producida en el hígado y almacenada en la vejiga, fluye al duodeno (la
primera sección del intestino delgado) donde se requiere para la digestión de alimentos, en
particular de grasas. También ayuda al cuerpo a eliminar el material de desecho que el hígado
filtra del torrente sanguíneo. El recubrimiento de los conductos biliares consiste en epitelio
escamoso, se origina en el ectodermo y, por lo tanto, se controla desde la corteza cerebral.

NIVEL CEREBRAL: El recubrimiento epitelial de los conductos biliares se controla desde el


lóbulo temporal derecho (parte de la corteza post-sensorial). El centro de control está
localizado exactamente frente al relé de la mucosa rectal.

NOTA: Los conductos biliares, la vesícula biliar, el estómago (curvatura menor), el píloro, el
bulbo duodenal y los conductos pancreáticos comparten el mismo relé cerebral y por lo tanto
el mismo conflicto biológico. El órgano que se verá afectado por el DHS es aleatorio. Un
conflicto severo puede afectar a todos los órganos a la vez.
CONFLICTO BIOLÓGICO: El conflicto biológico relacionado con los conductos biliares es un
conflicto de ira territorial (lucha en el territorio) o un conflicto de identidad femenino, según el
sexo, la lateralidad y el estado hormonal de una persona.

En concordancia con el razonamiento evolutivo, los conflictos territoriales,


sexuales y de separación son los principales temas asociados con órganos
de origen ectodérmico, controlados desde la corteza sensorial, sensorial
pre-motora y corteza post-sensorial.

Una ira territorial se relaciona con la ira en el entorno y los lugares que uno considera su dominio,
literal o figurativamente. Los conflictos típicos de ira territorial son en el hogar, las contiendas en
el lugar de trabajo, la ira en la escuela, en el jardín de infantes, en el patio de recreo, en asilos o
residencia de ancianos, o en el hospital; también en el "territorio" extendido, como la villa, pueblo
o país donde uno vive. Las batallas sobre una tierra o propiedad, el ruido molesto en la casa o el
vecindario, una pelea por el estacionamiento o por un juguete, son otros ejemplos de lo que
puede provocar un conflicto de enojo territorial.

El Programa Biológico Especial de los conductos biliares sigue el MODELO DE LA


MUCOSA DE LA FARINGE con hipersensibilidad durante la fase activa de conflicto y
la crisis epileptoide e hiposensibilidad en la fase de curación.
FASE ACTIVA DE CONFLICTO: Ulceración en el recubrimiento de los conductos biliares
proporcional al grado y duración de la actividad del conflicto. El propósito biológico de la pérdida
de células es ensanchar los conductos para mejorar el flujo del intestino para una mejor digestión.
Esto a su vez mejora el metabolismo. Dependiendo de la intensidad del conflicto territorial, la
ulceración afecta uno o varios conductos. El síntoma: dolor leve a severo.

Esta TC cerebral muestra el impacto de un conflicto de enojo territorial


en el relé de conductos biliares (ver el Diagrama de GNM). El borde
nítido del Foco de Hamer indica que la persona todavía está en conflicto
activo; las partes edematosas (oscuras) indican fases cortas de
curación que son interrumpidas por recaídas en el conflicto.

FASE DE CURACIÓN: Durante la primera parte de la fase de curación (PCL-A) la pérdida de


tejido se repone a través de la proliferación celular. En la medicina convencional, esto
generalmente es diagnosticado como "cáncer de hígado" (comparar con cáncer de hígado
relacionado con el parénquima del hígado). Con base en las Cinco Leyes Biológicas, las nuevas
células no pueden considerarse como "células cancerígenas", ya que el aumento de las células
es, en realidad, un proceso de recuperación.
Los síntomas de curación son hinchazón debido al edema (acumulación de líquido) y dolor
abdominal, que podría perdurar durante toda la fase de curación (en PCL-A y PCL-B el dolor no
es de naturaleza sensorial sino dolor por presión). La retención simultánea de agua debido al
SÍNDROME agranda la hinchazón y aumenta el dolor.
Una gran hinchazón en el conducto biliar común o en varios bloquea el flujo de bilis produciendo
ictericia. La ictericia muestra una piel amarilla y una esclerótica amarilla; también, la orina se
vuelve marrón y las heces se vuelven amarillas debido a la falta de bilirrubina. La ictericia es
bastante común en recién nacidos. La medicina convencional supone que esto está relacionado
con el hígado en desarrollo de un bebé que aún no puede eliminar la bilirrubina adecuada de la
sangre. Sin embargo, si esto fuera correcto, ¿por qué no todos los bebés nacen con ictericia?
Desde la perspectiva de la GNM, la ictericia en los recién nacidos es causada por un conflicto
territorial que ya está en el útero (ver conflictos intrauterinos). Un feto también puede sufrir un
enojo territorial con la madre. La angustia en la sala de partos, un parto difícil o la manera en que
el recién nacido es manejado en el nacimiento puede suscitar un enojo territorial con ictericia en
la fase de curación, cuando el bebé se siente seguro.

La hepatitis se produce cuando la curación se acompaña de una inflamación. La "hepatitis aguda"


indica que el conflicto relacionado con el conducto biliar se reactiva por un entorno de pistas
establecidas cuando el conflicto original de enojo territorial sucedió. La "hepatitis crónica" revela
una curación pendiente debido a las continuas recaídas que retrasan la fase de curación. La
hepatitis ictérica con los síntomas típicos de ictericia se desarrolla cuando la oclusión del
conducto involucra varios conductos o el conducto hepático común.
La medicina convencional afirma que la hepatitis es causada por el virus de la hepatitis (A, B, C,
D, E). Sin embargo, como se demostró en la publicación Virus Manía de Torsten Engelbrecht y
Claus Köhnlein, "sin duda nadie ha podido detectar una estructura correspondiente al virus en el
suero sanguíneo de los llamados pacientes con hepatitis C. Como con el VIH, la purificación del
virus es necesaria para una clara identificación que no se ha llevado a cabo. "(P. 155). En
resumen, ninguno de los presuntos virus de la hepatitis, ni ningún virus, ha sido verificado
científicamente (los detalles se presentan en el "Virus de Manía" GNM DVD. Esto cuestiona
seriamente la justificación para vacunar a los recién nacidos e imponer la "inmunización" a los
viajeros que, naturalmente, desarrollan la enfermedad después de haber resuelto el conflicto
territorial, lejos del ambiente del "enojo".
Con la hepatitis, el nivel de Gamma-GT, un parámetro de enzimas hepáticas significativo, se
eleva en PCL-A con una caída brusca durante la Crisis Epileptoide. La Crisis Epileptoide presenta
un dolor agudo y calambres o espasmos (cólico hepático) si los músculos estriados circundantes
de los conductos biliares sufren la Crisis Epileptoide al mismo tiempo. En PCL-B, los conductos
biliares se abren y la función del órgano vuelve a la normalidad.

NOTA: Todas las crisis epileptoides que se controlan desde la corteza sensorial, post-
sensorial o pre-motora se acompañan con problemas de circulación, mareados,
perturbaciones breves de la conciencia o una pérdida completa de la conciencia (desmayo
o "ausencia"), dependiendo sobre la intensidad del conflicto. Otro síntoma distintivo es un
descenso de azúcar en la sangre causada por el uso excesivo de glucosa por las células
del cerebro (compárese con la hipoglucemia relacionada con las células de los islotes del
páncreas).

La hepatitis con el síndrome, esto es, con la retención de agua debido a un conflicto activo de
abandono y de existencia involucra los túbulos colectores de riñón, que causa agrandamiento del
hígado (hepatomegalia) con dolor agudo (véase también hepatomegalia relacionada con el
parénquima hepático). La retención excesiva de agua podría crear una situación crítica, ya que
el agua adicional también se almacena en el cerebro. Debido a la fuerte presión cerebral, una
persona puede caer en coma (coma hepático) y morir.
La cirrosis hepática es la consecuencia de constantes recaídas de conflictos de enojo territoriales.
Como resultado de los procesos de reparación recurrentes en los conductos biliares, el
recubrimiento epitelial escamoso se reemplaza por tejido cicatricial (en PCL-B). Con el tiempo,
esto compromete severamente la función del hígado. Por lo tanto, sin abordar el conflicto con
profundidad la situación puede ser fatal. Alrededor del 50% de los pacientes con cirrosis hepática
también desarrollan una ascitis (agua en el vientre). De acuerdo a la medicina convencional, el
fluido en el abdomen es causado por la presión arterial alta en la vena porta del hígado (la misma
teoría se aplica a las venas varicosas esofágicas). Si esta teoría fuera válida, ¿por qué la "ascitis
cirrótica" no aparece en el 100% de los casos? Basado en el conocimiento de GNM, el agua
retenida en la cavidad abdominal demuestra que la persona está experimentado un conflicto de
enojo territorial y un existencial al mismo tiempo. Un conflicto existencial podría ser causado por
el shock diagnóstico, ya que la cirrosis hepática tiene un mal pronóstico.

La cirrosis hepática no tiene nada que ver con el consumo de alcohol (al igual que no existe una
correlación entre el tabaquismo y el desarrollo de cáncer de pulmón). Hay personas que tienen
cirrosis hepática que no beben y hay alcohólicos que nunca desarrollan cirrosis hepática. Pero,
¡los conflictos de enojo territorial y el consumo de alcohol a menudo van de la mano! Dr. Hamer:
"La mayoría de los alcohólicos pertenece a las clases más bajas de la sociedad. Allí, son mucho
más vulnerables a sufrir conflictos que los "buenos" ciudadanos. El cáncer de hígado no proviene
del alcohol, pero el alcohol y el cáncer provienen de la tristeza y la miseria”.
Conflicto Biológico Fase Activa de Conflicto Fase de curación

DESARROLLO Y FUNCIÓN DE LA VESÍCULA BILIAR: La vesícula biliar se conecta al sistema hepático con el
conducto cístico que conduce directamente al conducto biliar común. Durante los períodos en que la bilis,
producida en el hígado, no fluye hacia el intestino, se desvía hacia la vesícula biliar, donde se almacena
hasta que se necesite para la digestión. El recubrimiento de la vesícula biliar consiste en epitelio escamoso,
se origina en el ectodermo y, por lo tanto, se controla desde la corteza cerebral.

NIVEL CEREBRAL: El recubrimiento epitelial de la vesícula biliar se controla desde el lóbulo temporal
derecho (parte de la corteza post-sensorial). El centro de control está situado exactamente enfrente
del relé cerebral de la mucosa rectal.

NOTA: La vesícula biliar, los conductos biliares, el estómago (curvatura menor), el píloro, el bulbo
duodenal y los conductos pancreáticos comparten el mismo relé cerebral y por lo tanto el mismo
conflicto biológico. El órgano que se verá afectado por el DHS es aleatorio. Un conflicto severo puede
afectar a todos los órganos a la vez.
CONFLICTO BIOLÓGICO: El conflicto biológico relacionado con la vesícula biliar es un enojo
territorial masculino o un conflicto de identidad femenino, depende del género, la lateralidad y el
estado hormonal de una persona.

En concordancia con el razonamiento evolutivo, los conflictos territoriales, sexuales y de


separación son los principales temas asociados con órganos de origen ectodérmico,
controlados desde la corteza sensorial, sensorial pre-motora y corteza post-sensorial.

Un enojo territorial se relaciona con la ira en el entorno y los lugares que uno considera su historia, literaria
o figurativamente. Los conflictos típicos de ira territorial son en el hogar, los incendios en el lugar de
trabajo, la ira en la escuela, en el jardín de infantes, en el patio de recreo, en un hogar de ancianos o de
ancianos, o en el hospital; también en el "territorio" extendido, como en la villa, pueblo o país donde uno
vive. Las batallas sobre una tierra o propiedad, el ruido molesto en la casa o el vecindario, una pelea sobre
un lugar de estacionamiento o sobre un juguete, son otros ejemplos de lo que puede provocar un conflicto
territorial.

El Programa Biológico Especial de la vesícula biliar sigue el MODELO DE LA MUCOSA DE LA


FARINGE con hipersensibilidad durante la fase activa de conflicto y la crisis epileptoide e
hiposensibilidad en la fase de curación.
FASE ACTIVA DE CONFLICTO: Ulceración en el recubrimiento de la vesícula biliar proporcional al grado y
duración de la actividad del conflicto. El propósito biológico de la pérdida celular es aumentar el flujo del
intestino, que proporciona la energía para resolver el conflicto. La ulceración también podría involucrar el
conducto cístico. El síntoma: dolor leve a severo, dependiendo de la intensidad del conflicto de enojo
territorial.

FASE DE CURACIÓN: Durante la primera parte de la fase de curación (PCL-A) la pérdida de tejido se repone
a través de la proliferación celular. Los síntomas de curación son hinchazón debido al edema (acumulación
de líquido) y al dolor abdominal (en PCL-A y PCL-B, el dolor no es de naturaleza sensorial sino dolor por
presión). La retención simultánea de agua debido al SÍNDROME agranda la hinchazón y aumenta el dolor.
Con una inflamación, la condición se llama colecistitis.
La Crisis Epileptoide se manifiesta como dolor y calambres o espasmos (cólico biliar) si los músculos
estriados circundantes de la vesícula biliar sufren la Crisis Epiléptoide al mismo tiempo. La Epi-Crisis podría
durar hasta treinta horas. Con una curación pendiente, es decir, cuando la fase de curación se interrumpe
continuamente por las recaídas en el conflicto, la acumulación de bilis eventualmente conduce a la
formación de cálculos biliares. En un momento durante la Crisis Epileptoide, son empujados a través del
conducto cístico y el conducto biliar común en el intestino delgado, que es muy doloroso. En PCL-B, la
vesícula biliar vuelve lentamente a su función normal.
NOTA: todas las crisis epileptoides que se controlan desde la corteza sensorial, post-sensorial o pre-
motora son acompañadas con problemas circulatorios, mareos, breves alteraciones de la conciencia o
una pérdida completa de la conciencia (desmayo o “ausencia”), dependiendo de la intensidad del
conflicto. Otro síntoma distintivo es un descenso de azúcar en la sangre causada por el uso excesivo de
la glucosa por las células del cerebro (compárese con la hipoglucemia relacionada con las células de los
islotes del páncreas.

Fuente: www.learninggnm.com

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