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Dos partidas
Historias de migrantes
de Argentina a México (y de regreso)
Laura Trejo (coordinadora)
Alondra A. Ambriz Nava; María Elvira Buelna Serrano; Federico Czesli;
Débora Díaz; Itzel Eguiluz; Morena Goñi; Julio Horno; Lara Iturbide;
Eduardo Laingbord Cohen; Bruno Marioni; Paulina Movsichoff; Alberto,
Manuel y Mario Pellegrini; Verónica Pérez; Fabio Primo; Diego Roldán;
Fernando Segura M. Trejo; Guillermo Tangelson;
Oscar Tangelson; Pablo Yankelevich
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Índice
3 Presentación
LAURA TREJO, Historias de migrantes de Argentina a México (y de regreso)
Dossier
25 DIEGO RO LDÁN, Del desarrollismo reaccionario al neoliberalismo de mercado:
Argentina como país inductor de migraciones (1955-2003)
55 MARÍA ELVIRA BUELNA SERRANO, México en el marco de las transformaciones
mundiales (1970 y 2010)
77 PABLO YANKELEVICH, Argenmex: Itinerarios del exilio argentino en México
105 OSCAR TANGELSON, Dos partidas. Dos nostalgias
129 FERNANDO SEGURA M. TREJO Y BRUNO MARIONI, Entre Argentina y México,
idas y retornos, muchos ejemplos de fútbol, una trayectoria
Convergencias y divergencias
155 ALBERTO, MANUEL Y MARIO PELLEGRINI, Las historias de tres hermanos argentinos
entre Argentina y México
177 VERÓNICA PÉREZ Y LARA ITURBIDE, Relato engarzado de una chica argentina,
Verónica, que vivió en México y regresó a su país, con el de Lara, una mexicana
que vivió en Argentina y regresó a México
195 JULIO HORNO, Entre Buenos Aires, Culiacán y Buenos Aires: Una experiencia
empresarial y personal
203 DÉBORA DÍAZ, Mi historia en México y el ballet
211 FEDERICO CZESLI, Escenas de mi vida como estudiante de maestría en
antropología en la Ciudad de México
221 PAULINA MOVSICHOFF, El camino de las pruebas
Ventana al mundo
241 GUILLERMO TANGELSON, Oscar Tangelson: El inesperado escritor de futuros
247 EDUARDO LAINGBORD COHEN, Anécdotas de la vida juvenil de Oscar Tangelson
249 Testimonios en homenaje a Oscar Tangelson
Reseñas
271 MORENA GOÑI Y FABIO PRIMO, La batalla por el sentido común de los argentinos
279 ITZEL EGUILUZ, Migración y salud
285 ALONDRA A. AMBRIZ NAVA, ¿Volver a casa?
Cajón de sastre
293 JEAN MEYER
Presentación
Laura Trejo*
3
LAURA TREJO
4
Historias de migrantes de Argentina a México (y de regreso)
5
“…historia tradicional, lo que remite a la ‘novela nacional…’”. Véase la entrevista reali
zada por Evelyn Erlij en Letras Libres, 1 de febrero de 2018.
6
Los partidarios de una condición académica y científica son la mayor parte de los historia
dores de la segunda mitad del siglo xix y del xx, que han explicitado sus preocupaciones
metodológicas: la aspiración a una historia con rigor. A pesar de ello, otros historiadores
no se sometieron a los mecanismos institucionales (académicos y prácticas existentes o
vigentes) y sus estudios presentan otras perspectivas.
7
“El historiador tiene un papel cívico y uno ideológico, y yo estoy a favor del primero y en
contra del segundo. Es inevitable que el historiador –que no es un hombre abstracto, sino
un hombre de su familia, de su religión, de su país– no pueda desprenderse de todas esas
circunstancias para ser lo que en otros tiempos se creía que era un historiador, a saber, un
hombre de ningún tiempo y de ningún país”. Pierre Nora. Véase entrevista de E. Erlij, Letras
Libres, 1 de febrero de 2018.
8
“El desarrollo de la escritura se estima es en los primeros [años] del milenio iv a.C. en
Sumeria”. Véase José Vila Seima, “De la enseñanza de la historia”, Revista Española de Pe-
dagogía, vol. 29, núm. 116, 1971, pp. 369-391.
9
Reconocido por su obra histórica, jurídica, científica y literaria, Alfonso X patrocinó,
supervisó, participó y colaboró con un conjunto de intelectuales latinos, hebreos e islámicos.
5
LAURA TREJO
10
Cabe citar el clásico libro del antropólogo Eric Wolf, Europa y la gente sin historia, México,
fce, 2005.
11
Véase Ivy Daure y Odile Reveyrand Coulon, Le migrant et sa famille, París, esf Editeur,
2019, p. 63.
12
Ese uso del término historia es equivalente a “cambio en el tiempo”.Véase a Stephen
Hawking, Historia del Tiempo. Todo pasado escrito en el presente hace alusiones, tiene
divesos propósitos y por ende puede ser elaborada, leída e interpretada de diversas mane
ras y a través de múltiples ojos aunque el autor sea un historiador profesional. Luis Gon
zález y González también opina que la historia “…tiene diversos propósitos y por ende puede ser
leída e interpretada de diversas maneras.”
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Historias de migrantes de Argentina a México (y de regreso)
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LAURA TREJO
uso actual del video permite captar con todo detalle la información verbal
y no verbal. Los detractores de la historia oral señalan limitaciones de los
testimonios, como los errores o las omisiones sobre datos o fechas históricas.
Ante esta crítica se puede argumentar que las fuentes orales aportan eviden
cias que sirven para confirmar, contrastar o refutar hipótesis enunciadas a
partir de las fuentes escritas (a veces oficiales). La antigua división entre lo
oral y lo escrito se hace borrosa, al igual que las fronteras entre lo público y
lo privado, devela las articulaciones de narraciones trazadas a partir de una
perspectiva genérica de la memoria, desarticula los límites entre la verdad
y la ficción, la objetividad y la subjetividad; sin embargo, esos cuestiona
mientos lejos de debilitar la potencia de la historia producen una historia
diversa, con múltiples voces, más integral. El objetivo es avanzar en el cono
cimiento de la realidad pasada y, de este modo, al igual que fuentes estadís
ticas, hemerográficas, archivos oficiales, la historia oral participa en una visión
interdisciplinaria de la historia que permite analizar el pasado desde diversos
enfoques y puntos de vista. Perviven, sin embargo, las críticas: las limita
ciones propias, de la memoria humana, el paso del tiempo, la edad del in
formante, la selectividad que provoca omisiones o distorsiona. La memoria
de los informantes no es infalible, el presente matiza el pasado, los recuerdos
se seleccionan, la memoria oculta (en mayor o menor medida, a veces in
conscientemente) lo que daña o altera la imagen que se tiene de sí mismo y
de su grupo social. No por eso se pueden considerar las fuentes orales “falsas”
ni tampoco afirmaciones equivocadas, ya que constituyen “verdades” psi
cológicas, sociales. Los recuerdos y las memorias, aun las subjetividades,
informan y reconstruyen un pasado. En este sentido, las fuentes orales com
plejizan, enriquecen y matizan el conocimiento.
Este número tiene un marco histórico basado en datos, tanto de la Ar
gentina como de México, que forman parte del campo de las ideas y de las
mentalidades sociales en relación con acontecimientos históricos. Los rela
tos muestran cómo diversas personas pensaron, vieron y construyeron su
mundo y cómo expresan su entendimiento de esa realidad. Un testimonio
oral da cuenta de las expectativas de la persona, sus emociones, sentimien
tos, deseos, así como de su vida y el tiempo en que vivió, es una puerta que
se abre hacia la comprensión de la sociedad en la que vive. El criterio alea
torio por el que se elabora un documento escrito u oral conlleva un proceso
8
Historias de migrantes de Argentina a México (y de regreso)
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Los expertos dicen que la efectividad de la comunicación radica en la observación de lo no
verbal, significa 93 por ciento de información frente a la palabra. La neurolingüística per
mitió ahondar en algunos conceptos que no se verbalizaban. En la mayoría de las entrevis
tas las personas colaboraron, en otras se cerraban y cambiaban el tono de voz, mostrando
enojo o incluso gestos con su cuerpo, que confirmaban la incomodidad, lo que servía para
valorar el punto y profundizar o saltar el tema. Una sola persona no se abrió e incluso
mostró abiertamente su enojo con palabras duras, lo cual indicó su necesidad de guardar
silencio (se habían tocado fibras íntimas). Véanse Mark L. Knapp, La comunicación no verbal,
el cuerpo y su entorno, Buenos Aires, Paidós, 1982; Christopher J. Hall, An Introduction to
Language and Linguistics, Londres, Bloomsbury Academic, 2005. Cabe mencionar también
la labor de la Escuela de Palo Alto; en el desarrollo de estas teorías destacan autores como:
G. Bateson, R. Birdwhistell, P. Watzlawick, E.T. Hall y E. Goffman.
17
Laura Benadiba y Daniel Plotinsky, De entrevistadores y relatos de vida. Introducción a la
historia oral, Buenos Aires, Facultad de Filosofía y Letras, 2005.
18
Antonio Machado, Los Complementarios, Buenos Aires, Losada, 1968, p. 59.
9
LAURA TREJO
19
El artículo del historiador Alan Knight, “La identidad mexicana”, Nexos, 1 de agosto,
2010, contiene una serie de reflexiones sobre las peculiaridades de los mexicanos.
20
Véase Yuval Noah Harari, Sapiens. A Brief History of Human Kind, Toronto, Signal/McCle
lland & Stewart/Penguin/Random House Canada, 2014 [Sapiens: de animales a dioses,
Barcelona, Debate, 2014].
21
La violencia contra la minoría musulmana rohinyá en el estado de Rakhine, al oeste de
Myamar, no está tan difundida como otras, tal vez porque su territorio no es significativo
para los países poderosos.
10
Historias de migrantes de Argentina a México (y de regreso)
be, con base en estudios diversos, cómo los neandertales y los sapiens cho
caron en intentos por apoderarse de espacios para su supervivencia.
Siempre han existido, por lo tanto, diversos tipos de migración. La
migración puede estar motivada22 por la existencia de conflictos sociales,
políticos, violencia, desastres naturales o deseos de expansión. Se llama
migrantes políticos a aquellos que, debido a conflictos internos, la violación
de los derechos humanos —entre otras razones—, se ven obligados a abando
nar sus países. Para el entendimiento del proceso migratorio una sola disci
plina no basta, es necesario tener en cuenta diferentes aspectos.23
La complejidad y la naturaleza multifacética del tema requiere teorías
sofisticadas que incorporen varias perspectivas y niveles:24 enfoques históri
cos diversos, económicos, análisis de redes, cómo se realizan las migraciones,25
visiones sociológicas, psicología aplicada y clínica, estudios de salud y pers
pectivas sobre los retos interculturales. Cabe señalar el fondo hostil que
puede rodear estas relaciones, incluso dentro de un territorio entre diferen
tes grupos: el alemán del sur no siempre soporta al del norte o el inglés al
escocés o viceversa, o los “blancos” que se han aprovechado de los aborígenes
y juegan con ellos, ahora, a ayudarlos en algunos casos, luego de décadas
(siglos) de explotación, robo y destrucción de tierras, imposición de “edu
cación” y “cultura”26 (de los conquistadores o dominantes, claro), entre la
22
Las causas de la migración se condensan en económicas, sociales, políticas —huir de pro
blemas o conflictos que ponen en riesgo la vida—, culturales —como calidad de la edu
cación, tolerancia religiosa—. Cabe recordar que los griegos castigaban, mandando al
exilio, a los indeseables.
23
Muchos autores, mucha información, muchos enfoques, mencionamos sólo algunos: Berry,
conocido en la parte de psicología (J.W. Berry, 1997, Inmigration, Acculturation and Adap-
tation); Vinsonneau, en identidades culturales, cultura y comportamientos; Daure y Reveyrand
Coulon, en migraciones; Devereux, en etnopsiquiatría; Pierre Bordieu: La miseria del
mundo; Wacquant Loïc y la Escuela de Chicago en sociología. Clifford Geertz, Conocimien-
to local. Ensayo sobre la interpretación de las culturas; M.J. Magliano, Migración e inmigrantes
en la Argentina reciente. Zygmunt Bauman, La globalización. Consecuencias humanas; cada uno
de estos los textos contiene, además, bibliografías notables.
24
Leonor Arfuch, Pensar este tiempo. Espacios, afectos, pertenencias, Buenos Aires, Paidós, 2005.
25
Traslado, tráfico, persecuciones, intermediarios, mentiras, miedo, enfermedades e incapa
cidad de aceptación. Un periplo lleno de dolor, angustia, miedos y esperanzas.
26
Un caso interesante es el del padre Kino que, con toda su “buena voluntad”, educaba a los
niños de Baja California, aislándolos de sus familias y grupos étnicos. Al terminar su
educación católica y civilizada, los dejaba regresar a sus casas y territorios, la gran mayoría
murió, debido a la falta de conocimiento del mismo.
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LAURA TREJO
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Historias de migrantes de Argentina a México (y de regreso)
27
Las entrevistas fueron realizadas por Laura Trejo de manera personal en Buenos Aires y
cotejadas con los protagonistas una vez redactadas, lo que permitió ajustes, cambios, ex
tensiones o profundizaciones en algunos aspectos.
28
Aunque este número se apoya en ciertas teorías y tendencias, su objetivo central es resca
tar “lo vivo, lo vital”, como diría Antonio Machado.
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rios. Los hermanos Pellegrini (el primero en llegar, contratado por una
transnacional —además, ayudado por las relaciones de su esposa mexicana,
obtuvo la nacionalidad mexicana— y los otros dos por el apoyo de ese her
mano), Julio Hornos, también contratado por una empresa, supo detectar
ciertos rasgos culturales y en vez de enfrentarse a ellos, consiguió crear una
idea diferente del patrón y las percepciones entre jefes y trabajadores en
México, en Culiacán para ser exactos. Débora Díaz fue invitada a trabajar
en el Instituto Nacional de Bellas Artes y tuvo momentos que marcaron su
vida al punto de que actualmente añora su etapa en México. Federico Czesli,
quien se trasladó a México para realizar una maestría, becado, comenta los
motivos que lo hicieron regresar a Buenos Aires. Sólo Paulina Movsichoff
relata lo terrible que fue el hecho de no tener dinero y no poder vivir de su
profesión, más los rechazos y actitudes machistas que vivió en la búsqueda
de empleo. Muchos argentinos pasaron (y pasan) por el largo y ultrajante
proceso. Una de las razones de emigrar es obtener una vida mejor, pero no
todos lo logran. El personaje de Sofía, de la escritora Paulina Movsichoff,29
puede leerse tal vez como su alter ego, pero también como el de muchas
argentinas que sintieron y vivieron la experiencia del miedo, la soledad, el
rechazo, es decir el dolor del cambio forzado.
De todos los entrevistados, sólo Paulina (Sofía) comenta su experiencia
respecto a los trámites de migración. Si uno revisa las leyes que la rigen en
México, parecen claras e incluso humanitarias. Las secretarías (ministerios)
de Relaciones Exteriores y Gobernación detallan cómo debe proceder un
migrante, en las distintas categorías de migración, el orden del proceso y
pasos a seguir. Durante mucho tiempo era requerida una visa para entrar al
país, aun como turista, eso significaba tener un pasaporte y pasar por la sec
ción consular de México para realizar largos trámites y tener la paciencia de
esperar el visado: dependiendo siempre del humor y las características de la
persona que lo atendía, el trámite podía ser ágil o tortuoso, según la empa
tía o antipatía que el funcionario tuviera con la persona. ¡Y qué decir de
29
Paulina seleccionó algunos capítulos de su libro: Besos y volcanes, Córdoba, Alción Editora,
2013, mismos que tuve que recortar a pesar de su riqueza por motivos de espacio; al final
de los intercambios, Paulina aceptó los cambios y recortes y dio la autorización de publi
carlos. Cabe remarcar que es una argenmex y que durante su estancia en México ganó el
premio Juan Rulfo.
15
LAURA TREJO
aquellos que pedían una visa para poder vivir, trabajar y estudiar! Por des
gracia en nuestro país, como en otros, a veces se tiene que lidiar con funcio
narios que se sienten empoderados para maltratar a personas que acuden a
realizar un trámite. Ésta es una de las formas de corrupción, la otra es el
dinero o “coima” como la llaman los argentinos. Sobre este tema un testi
monio de una mexicana que vivía al principio de la década de 1980 en
Argentina puede ser ilustrativo:
Viajamos a México porque la Guerra de las Malvinas estalló y el manejo que se hizo
de ella me aterrorizó. Decidí que no quería vivir así y menos exponer a mis hijos a
una situación tan inestable y desesperante como saber que una guerra estaba acon
teciendo, aunque a muchos kilométros, en el mismo país en el que vivíamos.30
Acompañé a mi marido argentino a la sección consular, en ese momento en la
Embajada de México. El trato fue gentil, ya que yo tenía un conocido en la misma,
lo cual influyó en que la persona que nos atendió fuera amable, pero los trámites no
fueron fáciles y menos expeditos. Después, en México, mi esposo tenía que presen
tarse en la Secretaría de Relaciones Exteriores o Gobernación cada tres meses y
siempre recibió malos tratos, a tal grado que, cansado de esa burocracia, sentirse
acosado y maltratado, más el excesivo tiempo que el trámite exigía (varias veces
fueron rechazados los documentos, otras le pedían otros documentos, etc.) tomamos
la decisión de regresar a Argentina, ya con la democracia restaurada. Otros conoci
dos utilizaron las influencias de amigos mexicanos, que trabajaban en altos cargos
del gobierno. A mi esposo eso le parecía que era tan corrupto como contratar a un
“coyote”31 para agilizar los trámites o darle regalos o dinero a la persona que lo
atendía. Esa fue una de las razones por las que decidió volver a Argentina,32 y con
él nosotros pocos meses después para instalarmos por muchos años allá.
16
Historias de migrantes de Argentina a México (y de regreso)
17
LAURA TREJO
Las leyes, normas y reglas establecidas se respetan, reconozco que algunas de las
personas que atienden al público las siguen “al pie de la letra” (o sea sin criterio de
sensibilidad alguna) y no son ni amables, ni brindan otras salidas. También existe
la burocracia, para sostener puestos de trabajo, pero que hace que los migrantes se
desesperen. No puedo desmentir que existe la corrupción (una de sus formas, el
coyotaje). Fui el encargado, con mis subalternos, de atender casos específicos que
solicitaban distintos tipos de permisos para permanecer, salir de México u obtener
la residencia. De los 60 casos diarios que se presentaban, revisaba todos y atendía
personalmente al menos a 30 personas, obviamente las situaciones más complicadas
o urgentes y en las cuales podía aplicar criterios más amplios como: el tipo de per
sona, su situación, causas de migración, en muchos casos personas que salieron hu
yendo, no tenían salida legal de su país y su entrada a México fue ilícita (perseguidos
por sus gobiernos por ser opositores o activistas, etc.). Veía todo tipo de personas:
reconocidos políticos, académicos, investigadores, profesores, estudiantes, empre
sarios, comerciantes, sindicalistas, obreros, artistas, etc. En todos los casos, tomaba
en cuenta situaciones, necesidades particulares y no era fácil, por las leyes estableci
das. Para casos muy difíciles, siempre conté con el apoyo y aval del secretario de
Gobernación. Casi como cruzada personal, combatí la trata de mujeres y realicé
muchos operativos, para rescatarlas (cada caso se resolvía según las circunstancias:
como cerrar los lugares donde trabajaban de manera obligada, conseguir sus pasa
portes secuestrados, anulación de deudas falsas, internación en clínicas especializadas,
etc. Dentro de estos grupos hubo muchas argentinas).
37
Entrevista con la coordinadora del presente número, se mantuvo el anonimato del ex fun
cionario.
18
Historias de migrantes de Argentina a México (y de regreso)
El regreso al país de origen a veces no es tan feliz para algunos como se ima
ginan inicialmente. Al paso del tiempo, la familia, los amigos, la ciudad e
incluso el habla cotidiana han variado. El tiempo no retrocede y tampoco
existe la posibilidad de desandar o dar vuelta atrás en decisiones tomadas.38
Retornar puede ser un choque cultural inverso, volver a casa muchas veces
es difícil y, aún más, superar la frustación que eso puede provocar. Se suelen
tener expectativas poco realistas, como se verá en algunos testimonios que
más adelante se presentan: los recuerdos del lugar de origen han sido idea
lizados, dando pie a la nostalgia, la exaltación o diferentes estados de ánimo.
Los aspectos positivos se sobredimensionan, mientras que los negativos se
niegan (o no se quieren ver) y éste es uno de los motivos de choque con otra
realidad. Regresar puede ser duro y provocar una fuerte inestabilidad; es
comparable a una segunda migración, que conlleva un nuevo duelo: por las
cosas que se dejan en el país de acogida, las relaciones que se hicieron, el
sentimiento de libertad, el reconocimiento profesional, el poder adquisitivo,
y los valores que se integraron. Adaptarse de nuevo a las costumbres del
38
Retornar o volver al lugar o a la situación en que se estuvo, regresar, retomar, reanudar
algo que se había interrumpido, hace que surjan los “si hubiera” que se utilizan para ex
presar cursos de acciones pasadas cuyo principio y fin no se concretaron. En programación
neurolingüística (pnl), esta utilización verbal alude a omisiones, cambios y transiciones
que son causa de conflictos, relacionados con creencias o modelos aprendidos. Véase Robert
Dilts, Las creencias, Barcelona, Urano, 1996, y Catherine Cudicio, Comprender la pnl, México,
Ediciones Granica, 1991.
19
LAURA TREJO
39
Véase José Alfredo Jáuregui Díaz y Joaquín Recaño Valverde, “Una aproximación a las
definiciones, tipologías y marcos teóricos de la migración de retorno”, Biblio 3W, vol. 19,
2014.
40
En México han permanecido y viven muchos argentinos, en este número podemos citar al
doctor Yankelevich y a uno de los hermanos Pellegrini (que incluso tiene la doble naciona
lidad).
20
Historias de migrantes de Argentina a México (y de regreso)
21
LAURA TREJO
Weiss, “Return Migration: Theory and Empirical Evidence from the UK”, British Journal
of Industrial Relations, 2007; M. Klinthäll, “Immigration, Integration and Return Migra
tion”, ponencia, Simposio Internacional de Migración Internacional y Desarrollo, 2006; L.
Oxfeld y L.D. Long (eds.), Coming Home? Refugees, Migrants, and Those Who Stayed Behind,
Filadelfia, University of Pennsylvania Press, 2004; A. Pascual De Sans, “Connotaciones
ideológicas en el concepto de retorno de migrantes”, Revista de Sociología, vol. 20, 1983.
43
Como dice la canción de Cabral: “Y ser feliz es mi color/De identidad… Me gusta andar,
pero no sigo el camino pues lo seguro ya no tiene misterio/Me gusta ir con el verano muy
lejos, pero volver donde mi madre en invierno/Y ver los perros que jamás me olvidaron
y los abrazos que me dan mis hermanos”.
22
Historias de migrantes de Argentina a México (y de regreso)
AGRADECIMIENTOS
El primer reconocimiento es para Diego Roldán quien, con su generosidad,
aportes, indicaciones y su maravilloso humor, me ayudó a terminar este
desafío. Quiero destacar la amable y oportuna cooperación de cada uno de
los que hicieron posible este número de Istor, desde los participantes del
dossier hasta la confianza y apertura de cada uno de los entrevistados, pasan
do por los que rindieron homenaje a Oscar Tangelson en medio de sus
múltiples actividades (la situación de Argentina, las elecciones, además de
sus compromisos académicos y personales). Quiero, asimismo, agradecer la
amable actitud del vicerrector de la Universidad Nacional de Lanús (unla),
Nerio Neriotti, la de Alejandro Tornay, la invaluable colaboración de Lihuén
Carlos Arscone Gasser y Ana Cardoso —tanto Lihuén como Ana incenti
varon a muchos de los participantes y todo su equipo los acompañó en el
proceso— y, sobre todo, es digno de encomio Guillermo Tangelson, quien
brindó un brillante homenaje a su padre, en el que une sus vivencias perso
nales y familiares con la carrera de Oscar; gracias también por haber facili
tado muchos contactos. También a aquellos que ayudaron en México:
Josefina Macgregor, Lourdes Guerrero (bibliógrafa del Centro de Estudios
de Asia y África y el Centro de Estudios Internacionales), Claudia Escobar
(bibliógrafa del Centro de Estudios Demográficos, Urbanos y Ambientales,
23
LAURA TREJO
24
Dossier
Diego Roldán*
25
DIEGO ROLDÁN
4
Diálogo de Federico Luppi con Juan Diego Botto, A. Aristarain (dir.), op. cit.
26
Del desarrollismo reaccionario al neoliberalismo de mercado
27
DIEGO ROLDÁN
5
D. James, Resistencia e integración. El peronismo y la clase trabajadora argentina 1946-1976,
Buenos Aires, Sudamericana, 1990.
6
J.C. Portantiero, “Economía y política en la crisis argentina”, Revista Mexicana de Sociología,
vol. 39, núm. 2, abril y junio de 1977, pp. 531-565.
7
H. del Campo, Sindicalismo y peronismo. Los comienzos de un vínculo perdurable, Buenos Aires,
Siglo XXI, 2012.
8
La Sociedad Rural Argentina es la corporación que nuclea a los grandes propietarios agríco
las y ganaderos del país. A lo largo de la historia argentina, ha sido una corporación muy
poderosa en los ámbitos económico y político debido a la especialización de la economía
argentina en la producción de bienes primarios. R. Hora, Los terratenientes de la pampa
argentina. Una historia social y política, Buenos Aires, Siglo XXI, 2003.
9
R. Hora, Los estancieros contra el Estado. La liga agraria y la formación del ruralismo político en
la Argentina, Buenos Aires, Siglo XXI, 2009.
28
Del desarrollismo reaccionario al neoliberalismo de mercado
10
Una buena síntesis de estos procesos ha sido capturada por la película documental-testi
monial de F. Solanas y O. Getino, La hora de los hornos, Argentina, 1973.
11
D. Rock, El radicalismo argentino, Buenos Aires, Amorrortu, 1995. A.V. Persello, Historia
del radicalismo, Buenos Aires, Edhasa, 2007.
29
DIEGO ROLDÁN
30
Del desarrollismo reaccionario al neoliberalismo de mercado
16
E. Faletto y F.H. Cardoso, Desarrollo y dependencia en América Latina. Ensayo de interpretación
sociológica, México, Siglo XXI, 1969.
17
A. Gorelik, “La producción de la ciudad latinoamericana”, Revista de Estudios Latinoameri-
canos, núm. 1, pp. 161-183, y A. Gorelik, “Miradas cruzadas. El viaje latinoamericano del
planning norteamericano”, Bifurcaciones. Revista de Estudios Culturales, núm. 18, 2014.
18
H. Vezzetti, Sobre la violencia revolucionaria. Memorias y olvidos, Buenos Aires, Siglo XXI,
2009.
19
J. Arias, “El grupo de curas en opción preferencial por los pobres: Los herederos del mo
vimiento para sacerdotes del Tercer Mundo”, tesis en Sociología, unlp, La Plata, 2016.
31
DIEGO ROLDÁN
32
Del desarrollismo reaccionario al neoliberalismo de mercado
33
DIEGO ROLDÁN
34
Del desarrollismo reaccionario al neoliberalismo de mercado
35
DIEGO ROLDÁN
36
Del desarrollismo reaccionario al neoliberalismo de mercado
29
S. Meadows (dir.), This is England, Inglaterra, Warp Films/Optimum Releasing, 2006; M.
Kohan El país de la guerra, Buenos Aires, Eterna Cadencia, 2014; F. Lorenz, En quince días
nos devuelven las islas, Rosario, unr-Editora, 2018; R. Guber, Experiencia de halcón, Buenos
Aires, Sudamericana, 2016.
30
La hipótesis central señala que los deportes tienden a sublimar las violencias sociales.
En el caso de la dictadura, se organizaron dos juegos de suma cero, uno deportivo en 1978
y otro bélico en 1982. La parábola que describe esta secuencia invierte el orden de los
términos propuestos por Elias guerra-deporte/barbarie-civilización. N. Elias, El deporte y
el ocio en el proceso de civilización, México, fce, 1993 y N. Elias, El proceso de civilización,
México, fce, 1987.
31
Empleamos aquí la acepción lacaniana de significante y significado que desborda a las
palabras e incluye objetos, relaciones y síntomas. Si para Saussure los significantes eran
palabras, para Lacan no sólo las palabras, sino también los objetos, las relaciones y los
síntomas pueden ser vistos como significantes.Un significante es tal cuando ha sido inscrito
en el orden de lo simbólico.
32
Figura retórica que consiste en la utilización de expresiones que envuelven una contra
dicción. Esto quiere decir que, más allá de las condiciones contradictorias, los factores
presentados resultan válidos, reales o verosímiles. Dos gobiernos neoliberales económica
37
DIEGO ROLDÁN
que la dictadura había promovido en Argentina. Si bien las armas del neo
liberalismo de guerra quedarían sepultadas, esa modalidad gubernamental
sería capaz de regresar bajo otras formas a lo largo de las últimas décadas de
la historia argentina, primero, vistiendo los atuendos del mercado y la re
forma del Estado y, más recientemente, los de la empresa como institución
fundadora de un modo de vida.33 En 1983 se reabrieron los caminos políti
cos. El neoliberalismo quedó oculto por la euforia ocasionada por el regreso
de la democracia.
mente y conservadores culturalmente deberían ser aliados, sin embargo, en las Malvinas
entraron en guerra.
33
M. Canelo, ¿Cambiamos? La batalla cultural por el sentido común de los argentinos,
Buenos Aires, Siglo XXI, 2019; G. Vommaro, La larga marcha de cambiemos. La construcción
silenciosa de un proyecto de poder, Buenos Aires, Siglo XXI, 2017; E. Adamovsky, El cambio
y la impostura: La derrota del kirchnerismo, Macri y la ilsuión pro, Buenos Aires, Planeta,
2017.
34
Algo que se repite a lo largo de una unidad actoral, discursiva o musical.
38
Del desarrollismo reaccionario al neoliberalismo de mercado
39
DIEGO ROLDÁN
38
Idem.
39
E. Crenzel, Historia política del Nunca Más. La memoria de las desapariciones en la Argentina,
Buenos Aires, Siglo XXI, 2014.
40
Junto con los indultos concedidos a los militares en 1990 por el presidente Carlos Menem,
estas leyes son conocidas como las leyes de impunidad, dado que establecen una especie
de cese de los procesos judiciales de las cúpulas y los mandos medios del ejército y los
grupos armados. Así se suspendieron, finalmente, sus encarcelamientos y se puso a los ex
represores en libertad civil.
41
El levantamiento Carapintada tuvo su mayor repercusión durante la Semana Santa de 1987.
Por entonces, un grupo de oficiales se atrincheraron en Campo de Mayo, el presidente no
consiguió que la sublevación fuera reprimida por otros militares. Los carapintadas no sólo
protestaban contra los juicios a los militares de rangos medios, sino también contra los
altos mandos militares, cuyas conductas en la guerra de las Malvinas e incluso durante la
dictadura fueron objeto de impugnación. Después del primer episodio, se produjeron dos
incidentes más en 1988.
40
Del desarrollismo reaccionario al neoliberalismo de mercado
41
DIEGO ROLDÁN
42
Del desarrollismo reaccionario al neoliberalismo de mercado
47
A. Roig, La moneda imposible: La convertibilidad Argentina de 1991, Buenos Aires, fce, 2016.
48
N. Canclini, La globalización imaginada, Buenos Aires, Paidós, 1999.
43
DIEGO ROLDÁN
los activos del Estado, entre los que se encontraba un número nada despre
ciable de empresas. La reforma del Estado pautada por el menemismo im
plicaba la renuncia a las tradicionales áreas de intervención: políticas
sociales, construcción de infraestructura, equipamientos colectivos, servicios,
salud y educación. De este modo, se dejaba a la iniciativa privada la moder
nización tecnológica e institucional de las empresas y el Estado. Además,
el tesoro nacional se recuperaría con base en el ingreso de los dividendos
excepcionales derivados de la privatización. Sin embargo, se libraba a las
empresas privadas los procesos de competencia interna bajo la forma de
oligopolios regionales. La prestación de los servicios, como ocurrió con el
agua potable y las cloacas en la ciudad de Buenos Aires, quedaba seriamen
te desregulada.49 En los primeros cuatro años de gobierno, la economía se
estabilizó y hubo una reactivación por la vía financiera, momentáneamente
regresaron los créditos al consumo y las clases medias adquirieron algunos
bienes relativamente durables. Se trataba de los primeros electrodomésticos
importados que llegaron a la Argentina fabricados bajo las pautas de la
obsolescencia programada. Pero el proceso de estabilización económica,
basado en las recetas monetaristas, rápidamente generó estancamiento,
falta de inversión, declive de la actividad, desocupación y retracción del
consumo. Alguna vez el presidente Menem había justificado la situación
evocando lo que reputaba una ley económica: “a un periodo de hiperinfla
ción, le sigue un periodo de recesión”.
Durante el gobierno de Alfonsín se decía que el Estado no podía hacerse
cargo de lo mínimo; sin embargo, era un Estado grande, quizá, un gigante
inoperativo. Menem creyó encontrar la fórmula para desarticular esa para
doja. De ahora en adelante el Estado sería mínimo, aunque continuaría
surcado por las mismas problemáticas del periodo anterior. La clave para
construir esa estructura pública minimalista fue la privatización.50 La venta
49
E. Castro “Pobreza y ciudadanía: Perspectivas sociológicas sobre la participación privada
en la provisión de servicios de agua y saneamiento”, en C. Salamanca Villamizar y F.
Astudillo Pizarro (comps.), Recursos, vínculos y territorios. Inflexiones transversales en torno al
agua, Rosario, unr-Editora.
50
El consenso sobre la crisis del alfonsinismo fue elaborado a través de un nuevo mantra,
bastante diferente al de la democracia sustantiva de Alfonsín: el ingreso al Primer Mundo.
Aun con sus ficciones más disparatadas, esta ilusión de modernización para la integración
global sobrevivió a los primeros efectos negativos de las reformas neoliberales.
44
Del desarrollismo reaccionario al neoliberalismo de mercado
45
DIEGO ROLDÁN
54
Su competidor más inmediato, José Octavio Bordón del Frente País Solidario, quedó
veinte puntos por debajo de esa cifra.
55
Por entonces se produjeron los primeros piquetes. Esos cortes no impedían el acceso de los
rompehuelgas a las fábricas, dado que éstas habían cerrado o estaban en proceso de liqui
dación y vaciamiento, sino que interrumpían el tráfico vehicular en las rutas nacionales.
El derecho constitucional a la libre circulación fue esgrimido como arma jurídica para
ordenar el desalojo de los manifestantes que acampaban sobre y a la vera de las carreteras.
La represión de los piquetes fue violenta y en ella participó la gendarmería nacional. En
esos episodios perdieron la vida Víctor Choque y Teresa Rodríguez. El mundo del trabajo
había sido erosionado por el ensamblaje neoliberal que el menemismo propuso en la Ar
gentina, a través de una domesticación de las centrales sindicales, una licuación de los
derechos de los trabajadores y una liquidación de los restos del régimen de acumulación
basado en la actividad fabril y de transportes. Los medios de comunicación fueron invadi
dos por términos sociológicos y económicos que retrataban la crisis. En los programas
políticos de televisión se comenzó a hablar de pobreza estructural, desocupación, desman
telamiento del Estado, economía informal, exclusión social, recesión económica, etcétera.
46
Del desarrollismo reaccionario al neoliberalismo de mercado
47
DIEGO ROLDÁN
56
J. Auyero, La protesta. Relatos de la beligerancia popular en la Argentina democrática, Buenos
Aires, Libros del Rojas, 2002.
48
Del desarrollismo reaccionario al neoliberalismo de mercado
EPÍLOGO: 2001-2003
En el verano de 2002, Florencia Abbate escribió el primero y uno de los más
potentes relatos ambientados en 2001.57 El título remite a la pintura más cé
lebre de un reconocido expresionista noruego, Edvard Munch, quien algu
na vez aseguró “no pinto lo que veo, sino lo que vi”.58 El Grito de Munch es
la expresión plástica de la ansiedad, el miedo y la alienación, busca mostrar
al hombre en el límite de la desesperación, en el punto de mayor tensión
con un mundo que le resulta extraño. Munch reconstruyó el momento en
que la pintura vino a su mente con una sensación profundamente física: “me
quedé solo, temblando, pude sentir un enorme Grito, cruzando el espacio”.59
En la novela de Abbate, ese grito queda asociado al diciembre de 2001 argen
57
F. Abbate El grito, Buenos Aires, Emecé, 2004.
58
E. Munch El friso de la vida, Madrid, Nórdica Libros, 2015.
59
Idem.
49
DIEGO ROLDÁN
tino. Por un lado, se trata del grito ahogado durante diez años de políticas
neoliberales y en este sentido el estallido popular es una forma de liberación.
Por otro, es el grito de horror ante la angustiante y dramática situación por
la que atraviesa el país. El grito es el testimonio de la desestabilización de
todas las evidencias y del sujeto mismo, pero también es la apertura de una
línea de fuga con un destino incierto. La novela de Abbate está formada
por el coro de cuatro relatos entrelazados por una trama que los atraviesa.
El primero muestra el momento mismo en que las manifestaciones se pre
cipitan sobre el centro de Buenos Aires. La voz que registra los aconteci
mientos es la de un joven totalmente inmerso en la atmósfera neoliberal.
Entregado al culto hedonista a la individualidad, el Gordo Federico decide
iniciar sus treinta años poniéndose en forma en un gimnasio. En el camino,
comienza a observar la atmósfera enrarecida de la ciudad y pronto descubre
la movilización sobre las calles. Antes de ese shock de realidad, nada sabe
de lo que está pasando en una Buenos Aires que se aburre retorciéndose en
la miseria del neoliberalismo.
Las calles se veían como inquietas y algunos negocios estaban cerrados […] pasaba
algo grave. Alrededor de mis pies vi cascotes y pedazos de vidrio, y en la esquina
de Roque Sáenz Peña vi dos oficiales a caballo que escoltaban a otro policía que, a
pie y con una itaka en la mano, iba arrastrando a un chico sin remera cual si fuera
una especie de saco de papas. Mientras cruzaba Avenida de Mayo, vi un teléfono
público incendiado y un grupito de pibes que avanzaban gritando “¡Que se vayan!”
Un poco más a lo lejos, distinguí a un hombre que sostenía un balde con pintura
al lado de otro que sostenía a un enano, quien a su vez trepaba por sobre él para
alcanzar la altura de un cartel de un banco y pintarle encima una consigna que no
pude leer. Sobre Piedras e Irigoyen […] vi a una señora que, sentada en el cordón
de la vereda, sacaba cacerolas de una bolsa. Por delante de ella pasó una chica que
corría con limones en la mano, y un instante después un flaco en moto, a la veloci
dad de rayo, envuelto en una bandera argentina […] el tipo miró el cielo encapo
tado y, como si anunciara una tormenta, me batió: “parece que esta tarde renuncia
el presidente”. Agregó que acababa de escuchar que los negocios saqueados supe
raban el millar […] que la culpa no era de los saqueadores sino del gobierno […]
Una mina […] dijo que habían detenido a once personas que cortaron Rivadavia y
Reconquista. Y por último un pibe aportó la noticia de que en Entre Ríos una
chica, de sólo doce años, acababa de recibir un balazo en la cabeza […] ocurrieron
una serie de fenómenos que no olvidaré. Una auténtica batalla campal se desplegó
50
Del desarrollismo reaccionario al neoliberalismo de mercado
51
DIEGO ROLDÁN
bernando. Nos juntamos con la gente de las cacerolas. La verdad que en medio de
todas las cosas horribles que estaban pasando, eso fue un buen momento. La cosa
en el centro fue bastante tranquila, pero las fuerzas policiales hicieron desastres en
los barrios de Rosario. La policía del gobernador peronista Carlos Alberto Reute
mann asesinó al militante social Pocho Lepratti que estaba en la terraza de un co
medor comunitario de una escuela en el barrio Las Flores, tratando que la policía
no le tirara a los pibes del barrio que estaban ahí. El asesinato de Pocho fue uno de
los hechos más tristes de diciembre de 2001.62
Desde la mañana del otro día, los manifestantes de Buenos Aires continua
ron avanzado sobre la Plaza de Mayo y hubo varios intercambios violentos
con la policía. Los manifestantes resistieron sus posiciones y cantaron: “La
plaza es de las madres63 y no de los cobardes”. No obstante, la policía mon
tada reprimió de manera escandalosa a grupos de manifestantes pacífica
mente sentados. El objetivo del operativo de seguridad era liberar la zona
cercana a la casa de gobierno, en una Plaza de Mayo todavía sin vallas de
contención. Las acciones fueron creciendo en virulencia, y hacia el mediodía
y las primeras horas de la tarde columnas de manifestantes arrojaron piedras
sobre las fuerzas policiales que contestaron primero con balas de goma y
gases lacrimógenos. En poco tiempo, los enfrentamientos se salieron de
cauce y la fuerza policial ejerció una violencia desproporcionada sobre los
manifestantes. En todo el país, murieron casi cuarenta civiles en distintos
episodios represivos. Finalmente, el presidente De la Rúa renunció. Al caer
la tarde, el helicóptero presidencial lo retiró desde la terraza de la Casa Ro
sada para llevarlo hasta la residencia de Olivos. No había forma de que el
presidente pudiera salir por tierra con los manifestantes que estaban apos
tados en la calle aguardándolo. La sensación tras la renuncia y el despegue
del helicóptero fue de un gran alivio. La Argentina había dado su primera
62
Entrevista a Ignacio Morales, 29 de agosto de 2019. Claudio “Pocho” Lepratti fue un
militante barrial de amplia trayectoria en la contención de adolescentes en la ciudad de
Rosario a lo largo de la década de 1990. En 2005, el cantautor popular León Gieco inter
pretó en su homenaje la canción de León Gurevich “El ángel de la bicicleta”.
63
La referencia es a las Madres de Plaza de Mayo, un grupo de familiares de desaparecidos que
comenzaron a nuclearse alrededor de la Pirámide de Mayo todos los jueves para desarrollar
rondas desde 1977 pidiendo por la aparición con vida de sus familiares. M. Scocco, El vien-
to sigue soplando, los orígenes de las Madres de Plaza 25 de Mayo (1977-1985), Rosario, Editorial
Último Recurso, 2016.
52
Del desarrollismo reaccionario al neoliberalismo de mercado
53
DIEGO ROLDÁN
66
V. Gago, La razón neoliberal. Economías barrocas y pragmática popular, Buenos Aires, Tinta
Limón, 2017.
54
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de las transformaciones mundiales
(1970 y 2010)
María Elvira Buelna Serrano*
55
MARÍA ELVIRA BUELNA SERRANO
56
México en el marco de las transformaciones mundiales (1970 y 2010)
5
Ésta fue consecuencia del boicot que decretó la Organización de Países Exportadores de
Petróleo (opep) el 16 de octubre de 1973, cuyos miembros suspendieron la extracción y
traslado de petróleo a Occidente, particularmente a Estados Unidos y los Países Bajos,
como respuesta al apoyo proporcionado al Estado israelí durante la Guerra del Yom Kippur,
iniciada por Egipto y Siria el 6 de octubre para recuperar los territorios ocupados por Israel
desde 1967. Estos territorios eran Cisjordania, la Franja de Gaza, los Altos del Golán y
Jerusalén Este. La ocupación fue resultado de la Guerra de Seis Días, iniciada por Egipto,
Siria y Líbano contra el Estado israelí el 5 de junio de 1967. Véase J. Congrave Trabucco,
“El conflicto árabe-israelí”, Revista de Derecho, Criminología y Ciencias Penales, núm. 5, 2013,
pp. 121-139.
57
MARÍA ELVIRA BUELNA SERRANO
6
La doctrina neoliberal se sustenta en las propuestas de la Escuela Austriaca. Con diferentes
planteamientos, sus teóricos enfatizaron el papel de las decisiones individuales como motor
de la economía, al grado de llegar a considerar que no debía existir ningún tipo de regula
ción económica porque, desde su punto de vista, los mercados se autorregularían. Conci
bieron el Estado como un aparato organizado, cuya función era resguardar a la población y
defender a sus ciudadanos. Véanse Ludwig von Mises, Crítica del intervencionismo: El mito de
la tercera vía, Madrid, Unión Editorial, 2001; Juan Carlos Cachanosky, “La Escuela Austria
ca de economía”, Revista de Instituciones, Ideas y Mercados, núm. 49, octubre 2008, pp. 16-55.
7
Tzvetan Todorov, Los enemigos íntimos de la democracia, México, Galaxia Gutemberg, 2012, p. 13.
8
El militarismo se afianzó como alternativa para los grupos vinculados a Bush padre y la
Agencia Central de Inteligencia (cia).
58
México en el marco de las transformaciones mundiales (1970 y 2010)
9
Jünger Habermas, La inclusión del otro. Estudios de teoría política, Barcelona, Paidós, 1996;
Jünger Habermas, “Nuestro breve siglo xx”, Nexos, México, 1 de agosto de 1998. Véase
también Alejandro G. Vigo, “Hans-Georg Gadamer y la filosofía hermenéutica: La com
prensión como idea y tarea”, Estudios Públicos, núm. 87, invierno de 2002.
10
El Congreso redujo el presupuesto destinado a defensa y aumentó el gasto social. Esto
ocasionó la crítica de los grupos militaristas que habían apoyado a Reagan y a Bush padre.
En 2000 difundieron un proyecto denominado “El nuevo siglo americano”, destinado a
convertir a Estados Unidos en el poder hegemónico. Véase Thomas Donnelly, Gary Schmitt
y Donald Kagan, Rebuilding America’s Defenses: Strategy, Forces and Resources for a New Cen-
tury. A Report of The Project for a New American Century, Washington, D.C., 2000, dispo
nible en: http://onlinebooks.library.upenn.edu/webbin/book/lookupid?key=olbp20871
11
La emisión de los Bonos Brady permitió a los países latinoamericanos renegociar los tér
minos de su deuda externa y los intereses mediante la emisión de títulos de crédito ban
carios. Los deudores se comprometían a realizar ajustes estructurales de corte neoliberal
para restablecer el equilibrio externo; véanse Comisión Económica para América Latina y
el Caribe (cepal), América Latina y el Caribe quince años después. De la década perdida a la
transformación económica 1980-1995, Santiago de Chile, Fondo de Cultura Económica, 1996;
José De Gregorio, “El crecimiento económico de la América Latina. Del desencanto del
siglo xx al desafío del siglo xxi”, El Trimestre Económico, vol. 75, núm. 297, 2008.
12
Los países fundadores fueron Australia, Canadá, Indonesia, Japón, Corea del Sur, Malasia,
Nueva Zelanda, Filipinas, Singapur, Tailandia y Estados Unidos; posteriormente, en 1991, se
59
MARÍA ELVIRA BUELNA SERRANO
integró China, dos años después, México y Papúa Nueva Guinea; en 1994, Chile, y en 1998,
Perú, Rusia y Vietnam.
13
“Creemos que la tarea fundamental a la que nos enfrentamos hoy es conseguir que la
mundialización se convierta en una fuerza positiva para todos los habitantes del mundo,
ya que, si bien ofrece grandes posibilidades, en la actualidad sus beneficios se distribuyen
de forma muy desigual, lo mismo que sus costos. Reconocemos que los países en desarro
llo y los países con economías en transición tienen dificultades especiales para hacer fren
60
México en el marco de las transformaciones mundiales (1970 y 2010)
te a este problema fundamental. Por eso, consideramos que sólo desplegando esfuerzos
amplios y sostenidos para crear un futuro común, basado en nuestra común humanidad
en toda su diversidad, se podrá lograr que la mundialización sea plenamente incluyente y
equitativa. Esos esfuerzos deberán incluir la adopción de políticas y medidas, a nivel
mundial, que correspondan a las necesidades de los países en desarrollo y de las economías
en transición y que se formulen y apliquen con la participación efectiva de esos países y
esas economías”, onu, 2000, Declaración del Milenio, Punto 5.
14
onu, Carta de las Naciones Unidas, capítulo VIII, artículos 52-54, 1945.
61
MARÍA ELVIRA BUELNA SERRANO
62
México en el marco de las transformaciones mundiales (1970 y 2010)
17
En la década de 1920, el Grupo Sonora logró imponerse sobre el resto de los grupos revo
lucionarios y reconfiguró un modelo de Estado fuerte bajo la conducción de un partido
único, avalado por un sistema corporativo organizado en sindicatos. El movimiento revo
lucionario se había organizado contra Porfirio Díaz bajo la consigna de “no reelección”.
Aun así, Álvaro Obregón intentó reelegirse, logrando la reforma del artículo 83 de la
Constitución de 1917. En 1927 el texto se modificó para permitir la reelección del ejecu
tivo; véase el Diario Oficial de la Federación de 22 de enero de 1927. El caudillo sonorense
Álvaro Obregón lanzó su candidatura, ordenó el asesinado de los generales Francisco Se
rrano y Arnulfo R. Gómez, quienes se presentaron como oposición antirreeleccionista.
Obregón fue asesinado el 17 de julio de 1928 al recibir 16 balazos en el Parque de la
Bombilla en la celebración de su triunfo como presidente.
63
MARÍA ELVIRA BUELNA SERRANO
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México en el marco de las transformaciones mundiales (1970 y 2010)
18
Entre otros, podemos mencionar a los anarquistas del Partido Liberal Mexicano (plm), la
Casa del Obrero Mundial, el muralismo mexicano, la educación socialista del gobierno de
Lázaro Cárdenas, la República Española en el exilio, el asilo político a León Trotsky, la
acogida a Tina Modotti como refugiada de guerra, la Liga Comunista relacionada con
Valentín Campa.
19
El movimiento estudiantil de 1968 tuvo un trágico fin con la muerte de cientos de mani
festantes en la Plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco. Se le atribuye la ejecución al
ejército y el grupo de choque llamado Batallón Olimpia.
20
La cia, en colaboración con las oligarquías locales, organizó un programa de persecución,
detención, interrogación, tortura, desaparición y asesinato de cualquier persona conside
rada subversiva, sobre todo de jóvenes identificados con las ideas comunistas; véanse B.
65
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67
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68
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26
Véase José López Portillo, Segundo informe de gobierno, 1 de septiembre de 1978, p. 61.
69
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producto interno bruto (pib) de los países de América Latina por deuda fi
nanciera se elevó de 22.6 por ciento en 1975 a 45.9 por ciento en 1982.27
Ante la inminente crisis, los empresarios trasladaron en 1981 sus cuen
tas bancarias al extranjero y el país quedó prácticamente en bancarrota. Por
esa razón, el día del informe presidencial, López Portillo anunció la nacio
nalización de la banca mexicana y devaluó el peso, que en ese momento se
cotizó a 70 pesos por dólar; entonces se desencadenó un proceso de inflación
galopante.28 Aunque las intenciones del presidente eran loables, no ponderó
la magnitud del desequilibrio, la factibilidad de variaciones en el precio del
petróleo ni la magnitud del endeudamiento externo. El presidente mexica
no acudió a la Asamblea General de las Naciones Unidas, celebrada el pri
mero de octubre de 1982 en Nueva York y afirmó que los países en
desarrollo: “No podemos paralizar nuestras economías y hundir a nuestros
pueblos en una mayor miseria para pagar una deuda cuyo servicio se tripli
có sin nuestra participación ni responsabilidad, y cuyas condiciones nos son
impuestas”.29 Ante la inminente crisis de liquidez general, Naciones Unidas
emitió el 21 de diciembre de ese año la resolución 37/252 para que se to
maran medidas inmediatas con el fin de evitar la pauperización generaliza.
Sin embargo, el daño causado ya era una realidad.
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72
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33
E. Drussell, op. cit., p. 13.
74
México en el marco de las transformaciones mundiales (1970 y 2010)
34
Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen), “Cronología sobre lo ocurrido en
Aguas Blancas el 28 de junio de 1995”.
35
Víctor Ruiz Arrazola, Guadalupe Ríos y Juan Balboa, “Ataca el epr en seis estados”, La
Jornada, 29 de agosto de 1996.
36
Luis Hernández Navarro y Ramón Vera Herrera (comps.), Acuerdos de San Andrés, México,
Era, 1998.
37
Susana Zavala y Emilene Martínez-Morales, “Breakin the Silence. The Mexican Army and
the 1997 Acteal Massacre”, National Security Archive Electronic Briefin, Book 283, 20 de
agosto de 2009.
75
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76
Argenmex
Itinerarios del exilio argentino en México
Pablo Yankelevich*
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PABLO YANKELEVICH
78
Argenmex: Itinerarios del exilio argentino en México
EL EXILIO EN NÚMEROS
Cuantificar el exilio argentino obliga a considerar el fenómeno desde una
doble perspectiva. La primera, entender el éxodo como una de las conse
cuencias de una represión inscrita en lo que se llamó Doctrina de la Segu
ridad Nacional. Abandonar el país fue una forma de escapar a la represión,
muchos salieron de manera legal, otros lo hicieron de manera clandestina.
Algunos lo hicieron desde las cárceles cuando el gobierno de la viuda de
Perón autorizó permutar el encierro por el destierro. Otros, durante la dic
tadura, dejaron el país escapando a amenazas después de ser liberados de
centros de detención clandestinos. La segunda perspectiva para acercarse a
este exilio es entenderlo como un p roceso colectivo, aunque desarrollado a
partir de una sumatoria de acciones individuales. No se trató de una diás
pora organizada o financiada por organizaciones políticas o humanitarias
nacionales o internacionales como fue el caso, por ejemplo, de los refugiados
españoles en México, sino que se asistió a un fenómeno de carácter personal
o familiar, preparado y decidido de manera individual, y que condujo a una
salida permanente de perseguidos a lo largo de casi una década.
Delimitar cuantitativamente la emigración argentina entre 1974 y 1983,
año este último de retorno al orden constitucional, resulta particularmente
difícil tanto por el tipo de fuentes disponibles, como por las dificultades que
presentan esas fuentes para discriminar las motivaciones políticas en el
universo general de razones que explican la emigración. No existen registros
demográficos ni en Argentina ni en el extranjero que permitan extrapolar
entre todas las salidas de Argentina o de ingresos a otros países, sólo aquellas
que obedecieron a motivaciones de persecución política. Con la única ex
cepción de los pocos argentinos que estuvieron bajo protección del Alto
Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (acnur) o que
obtuvieron asilo o refugio político en diferentes naciones. En Argentina, a
3
International Herald Tribune, París, 26 de mayo de 1977; véase también “Informe de la
Comisión Bicameral Investigadora de las violaciones delos Derechos Humanos en la Pro
vincia de Tucumán (1974-1983), Anexo 1”, disponible en: http://www.desaparecidos.org/
nuncamas/web/investig/nmastuc/nmastuc_informe2.htm
79
PABLO YANKELEVICH
4
Véase Álvaro Orsatti, “La emigración de argentinos. Investigación: Migraciones laborales
en Argentina”, Informe parcial núm. 6, Buenos Aires, oea-cides, 1982.
5
Alfredo Lattes, Pablo A. Comelatto y Cecilia M. Levit, “Migración internacional y diná
mica demográfica en la Argentina durante la segunda mitad del siglo xx”, Estudios Mi-
gratorios Latinoamericanos, año 17, núm. 50, 2003, p. 77.
6
Rodolfo Bertoncello y Alfredo Lattes, “Medición de la emigración de argentinos a partir de la
información nacional”, en Alfredo Lattes y Enrique Oteiza, Dinámica migratoria argentina (1955-
1984). Democratización y retorno de expatriados, Ginebra, unrisd-cenep, 1986, pp. 29 y ss.
7
Guillermo Mira Delli-Zotti y Fernando Esteban, “El flujo que no cesa. Aproximación a
las razones, cronología y perfil de los argentinos radicados en España (1975-2001)”, Historia
Actual, núm. 2, 2003, pp. 31-43; Inés Jensen, “Suspendidos de la historia. Exiliados de la
memoria. El caso de los argentinos desterrados en Cataluña (1976-…)”, tesis doctoral,
Universidad de Barcelona, 2004, p. 278; Walter Actis y Fernando Esteban, “Argentinos
hacia España, sudacas en tierras gallegas. El estado de la cuestión”, en Susana Novick (dir.),
Sur-Norte. Estudios sobre la emigración reciente de Argentina, Buenos Aires, Catálogos-uba,
2007, p. 156.
8
Adela Pelegrino, “Los argentinos en Venezuela”, en Alfredo Lattes y Enrique Oteiza,
Dinámica migratoria argentina (1955-1984), op. cit., p. 106.
80
Argenmex: Itinerarios del exilio argentino en México
residentes extranjeros en México. Sin embargo, las cifras que arrojan los
censos muestran un incremento significativo en la década de 1970, cuando
el volumen de argentinos creció en 500 por ciento. Los datos de Instituto
Nacional de Migración indican que hacia 1982 vivían en México alrededor
de 9 000 argentinos,9 cifra que contrasta con el millar y medio contabiliza
dos en el censo de 1970. Claro está que a esa cifra sería necesario agregar los
argentinos con una situación migratoria irregular, que si bien es imposible
cuantificar, por información de corte cualitativo es posible estimar en un
par de miles de personas.10 Un colectivo con una ligera predominancia de
hombres (55%) sobre mujeres (45%), en la mayoría adultos jóvenes y ma
duros, con marcada incidencia en la franja comprendida entre los 20 y los
39 años. Casi las dos terceras partes fueron originarios de la ciudad de Bue
nos Aires y de la provincia de Buenos Aires, seguidos muy lejanamente por
los originarios de las provincias de Córdoba y Santa Fe, todos espacios de
elevada concentración poblacional en Argentina. El entonces Distrito Fe
deral y su área metropolitana fueron los principales lugares de residencia de
los exiliados junto con, en menor proporción, las ciudades de Guadalajara,
Puebla y Monterrey.
La información que arrojan los registros migratorios muestra que una
característica distintiva de esta migración fue la calificación profesional. En
el volumen de argentinos que inició un trámite de residencia durante la
dictadura, algo más de 40 por ciento tuvo un grado o posgrado universita
rio, frente a 27 por ciento de los argentinos que llegaron en la década de
1960. Durante el exilio disminuyó drásticamente el número de argentinos
empleados en cargos de alta dirección en empresas o dedicados al comercio.
También se advierte una disminución de mujeres dedicadas al hogar du
rante los años del exilio. Entre 1960 y 1973, 5 por ciento de las mujeres
eran profesionales, en la etapa del exilio esa participación se cuadruplicó.
Por último, como consecuencia de esta modificación en el perfil ocupacional,
9
La información sociodemográfica empleada en este trabajo fue obtenida del fondo docu
mental “Base de Datos de fm1/argentinos 1960-1985”, proporcionado por el Instituto
Nacional de Migración de México.
10
Pablo Yankelevich, Ráfagas de un exilio. Argentinos en México 1974-1983, México, El Co
legio de México, 2009, pp. 23-49; Mario Margulis, “Los argentinos en México”, en Alfre
do Lattes y Enrique Oteiza, Dinámica migratoria argentina (1955-1984), op. cit., pp. 96-97.
81
PABLO YANKELEVICH
82
Argenmex: Itinerarios del exilio argentino en México
11
Véanse Gabriela Díaz Prieto, “México frente a Chile: Tiempos de ruptura y de exilio, 1973-
1990”, tesis de licenciatura, Instituto Tecnológico Autónomo de México, 1998; Gonzalo
Martínez Corbalá, Instantes de decisión, Chile 1972-1973, México, Grijalbo, 1998; Héctor
Mendoza y Caamaño, Chile. Surgimiento y ocaso de una utopía 1970-1973. Testimonio de un
diplomático, México, sre, 2004; Silvia Dutrenit, La embajada indoblegable. Asilo mexicano en
Montevideo durante la dictadura militar, Montevideo, Fin de Siglo, 2011.
83
PABLO YANKELEVICH
reció el exilio como una opción. Las leyes represivas aplicadas a los universi
tarios también afectaron a núcleos importantes de estudiantes, que fueron
expulsados de las aulas sin ninguna posibilidad de ingresar a otra universidad,
pero también, la represión alcanzó a muchos otros profesionistas que traba
jaban en diversas dependencias del Estado: ingenieros, economistas, soció
logos, arquitectos, médicos y psicólogos que fueron separados de sus cátedras
y también expulsados de sus empleos en dependencias oficiales. En gran
medida éstos fueron los sectores que nutrieron el exilio argentino en México.
SALIR HUYENDO
Entre los exiliados sólo una parte estuvo integrada por dirigentes y militan
tes con una definida adscripción política; un considerable segmento de
quienes decidieron y pudieron exiliarse lo hicieron por temor a una bruta
lidad represiva que no hacía distingos entre quienes eran activos opositores
y aquellos que de alguna manera estuvieron vinculados a lo que genérica
mente se denominó la “subversión”. Entre ellos, amigos y familiares de
detenidos, asesinados o “desaparecidos”, personas que figuraban en una li
breta telefónica de un perseguido o individuos que realizaban actividades
de tipo gremial en el ámbito de sus ocupaciones laborales. Desde el segun
do semestre de 1974, la atmósfera de terror impregnaba la decisión de
abandonar el país, sobre todo a partir de que los escuadrones de la muerte
comenzaron a cumplir sus amenazas. En algunos casos se trató de funcio
narios gubernamentales o universitarios, en otros de militantes o simpa
tizantes de organizaciones armadas, o bien de figuras sin una manifiesta
adscripción política, pero con posiciones críticas al régimen y con una no
table exposición en espacios académicos, periodísticos y culturales. En ese
contexto se buscó asilo en la embajada de México en Buenos Aires. El primer
contingente de asilados estuvo conformado por ex funcionarios o personas
cercanas a la gestión presidencial de Héctor J. Cámpora (mayo-junio de
1973), figura asociada al peronismo de izquierda, que renunció a la prime
ra magistratura para permitir a Juan Domingo Perón —proscrito durante
18 años— presentarse como candidato en las nuevas elecciones (e inaugurar,
en octubre de 1973, su tercer mandato presidencial). El primer asilado en
la embajada fue el historiador y ex rector de la Universidad de Buenos Aires
Rodolfo Puiggrós. Se trataba de un reconocido intelectual que pronto pasó
84
Argenmex: Itinerarios del exilio argentino en México
12
Entrevista a Delia Carnelli realizada por Pablo Yankelevich, Buenos Aires, Argentina, 9
de agosto de 1999, Archivo de la Palabra del Exilio Latinoamericano en México, Fa
cultad de Filosofía y Letras, unam (en adelante, apelm-unam), pel/2-A-3, pp. 4-6.
13
Entrevista a Mara La Madrid realizada por Bertha Cecilia Guerrero Astorga, Ciudad de
México, 10 de septiembre de 1997, apelm-unam, pel/1/A-11, p. 14 y ss.
85
PABLO YANKELEVICH
Una buena parte de este primer exilio aprovechó una red de contactos pre
vios, de índole profesional, para fincar una residencia que se pensaba tem
poral: “Me fui porque teníamos miedo, mucho miedo. Mi mujer estaba
embarazada de nuestro primer hijo. Fue en la primavera de 1974 […] es
taban siendo asesinados de manera casi cotidiana periodistas, abogados y
militantes”, rememora un periodista que partió al exilio, primero a Caracas,
después a Estados Unidos y finalmente a México.14 El golpe de 1976 con
virtió en política de Estado la impunidad que gozaron las brigadas parami
litares que funcionaban al amparo del gobierno de Isabel Perón. El terror
se instaló en la sociedad de la mano de las fuerzas armadas arrasando todo
resquicio de legalidad. Fue entonces cuando la condena a muerte dejó de
ser una amenaza para personajes públicos y reconocidos activistas, para
extenderse a una gran parte de la sociedad. En ese entorno, semanas después
del golpe militar, la embajada mexicana en Buenos Aires otorgó asilo al ex
presidente Héctor J. Cámpora, a su hijo Pedro y a Juan M anuel Abal Me
dina, dirigente de la rama juvenil del Movimiento Peronista. La negativa
de la dictadura a entregar los salvoconductos para que estos perseguidos
abandonaran su país, congeló las relaciones diplomáticas entre ambas na
ciones y, en cierta forma, inhibió el otorgamiento de nuevos asilos a otros
argentinos. Cámpora pudo abandonar la sede diplomática una vez que le
fue detectado un cáncer terminal. Sólo con un diagnóstico que garantizaba
una pronta muerte, los militares entregaron el salvoconducto después de
tres años y medio de intensas negociaciones. A finales de 1980, el hijo del
ex presidente fue autorizado a viajar a México para asistir al sepelio de su
padre; mientras que Juan Manuel Abal Medina permaneció encerrado en la
sede diplomática más de seis años, hasta que la dictadura entregó el salvo
conducto en mayo de 1982.
El asilo político dejó de ser una opción viable después del golpe de Esta
do; por otra parte, el simple hecho de viajar a México despertaba sospechas,
por la protección que el gobierno mexicano otorgó a figuras políticas con
trarias al gobierno de Isabel Perón y que de inmediato fueron opositores a
la dictadura. Muchos perseguidos decidieron abandonar el país viajando
14
“Testimonio de José Eliaschev”, en Albino Gómez, Exilios. Por qué volvieron, Rosario, Homo
Sapiens-tea,1999, p. 47.
86
Argenmex: Itinerarios del exilio argentino en México
Además del miedo, entre los militantes otra sensación marcó la salida: la
derrota. Para algunos era sólo una sospecha, para otros se trató de una cer
teza: “En las últimas charlas serias sobre el rumbo que habíamos tomado
veíamos que […] nos mataban a todos. Recuerdo una conversación última
con amigos de los cuales me despido de la Argentina: tenía la firme convic
ción de que estábamos derrotados”.16
MÉXICO
Desde el miedo y con el fantasma de la derrota se desembarcó en México.
¿Qué se sabía de este país? Los testimonios son coincidentes en referencias a
imágenes estereotipadas esparcidas por la industria cinematográfica mexicana
y estadounidense. Abundan las alusiones a María Félix, Pedro Vargas y
Cantinflas, a la sonoridad de los boleros, alusiones al pasado prehispánico, a
la Revolución Mexicana y sus caudillos Emiliano Zapata y Pancho Villa.
Entre los exiliados de mayor edad estuvo presente la solidaridad con los re
fugiados de la Guerra Civil española, el antifascismo del general Lázaro
Cárdenas y las posturas de México frente a la Revolución Cubana. Sobre el
régimen político mexicano no había ninguna referencia, a excepción de los
sucesos de Tlatelolco en 1968 y algunas informaciones sobre la política exte
rior del presidente Luis Echeverría, en particular la solidaridad con los chi
15
Entrevista a Antonio Marimón realizada por Concepción Hernández (quinta entrevista),
Ciudad de México, 7 de noviembre de 1997, apelm-unam, pel/1/A-17, p. 178.
16
Entrevista a Elvio Vitali realizada por Pablo Yankelevich, Buenos Aires, 6 de agosto de
1999, apelm-unam, pel/2/A-2, p. 3.
87
PABLO YANKELEVICH
lenos tras el golpe de Estado en septiembre de 1973: “De México tenía […]
la impresión sólo de las películas mexicanas, quiero decir sabía quien era
Pedro Infante, Negrete y […] había leído algo de Tlatelolco y de la Revo
lución Mexicana, éstos eran mis datos. Siempre me pareció simpático y
atractivo, Cantinflas me parecía un tipo brillante, toda la vida me hizo reír
y esa era la imagen que tenía de México, la imagen de las películas”.17
La decisión de dirigirse a México se fundó en vagas nociones de que era
una nación receptiva a los perseguidos, muestra de ello fue la resonancia que
tuvieron las actividades de los asilados políticos todavía durante el gobierno
de Isabel Perón. Había información de la labor periodística que desempe
ñaba Rodolfo Puiggrós, así como de la llegada de algunas figuras políticas
que integraron el gobierno de Héctor J. Cámpora. Estos pocos datos, alenta
ron el éxodo de quienes eran perseguidos y optaron por México, en tanto
lugar de encuentro con compañeros y amigos con similares afinidades polí
ticas. Se inició un éxodo con un perfil más académico. Profesores expulsados
de las universidades, periodistas y abogados amenazados, psicoanalistas
víctimas de la persecución. Este primer contingente consiguió una rápida
inserción laboral. Recién llegados enviaban noticias a amigos y familiares,
de este modo se construyó una red que involucró a miles de perseguidos.
Por esas noticias transmitidas a través del correo o de llamadas telefónicas,
“de una manera difusa […] pero bastante generalizada […] se empezó a
correr la voz de que acá había trabajo, de que acá había formas de sobrevivir
mejores que en otros lados”.18
Por contactos previos con colegas mexicanos, argentinos con buenos
antecedentes profesionales consiguieron empleo de manera casi inmediata,
sobre todo los que llegaron en el último tramo del gobierno de Luis Eche
verría. La unam, El Colegio de México, la recién fundada uam, así como el
Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del ipn (Cinvestav) fueron
instituciones que cobijaron a estos académicos exiliados. Esta primera olea
da, integrada por algo más de una centena de argentinos, comenzó a ensan
charse desde marzo de 1976. La consecución de empleo, por lo general, siguió
17
Entrevista a Elvio Vitali realizada por Pablo Yankelevich, Buenos Aires, 6 de agosto de
1999, apelm-unam, pel/2/A-2, p. 6.
18
Entrevista a Nora Pasternak realizada por Reneé Salas, Ciudad de México, 29 de septiem
bre de 1997, apelm-unam, pel/1/A-13, p. 35.
88
Argenmex: Itinerarios del exilio argentino en México
89
PABLO YANKELEVICH
los periodistas argentinos, el más destacado fue Gregorio Selser; sus colum
nas en El Día, dedicadas al análisis de la realidad continental, constituyeron
una referencia obligada para los lectores interesados en el acontecer latino
americano. Para dimensionar mejor la obra periodística de Selser, baste
señalar que en los años que duró su exilio publicó más de un millar y medio
de columnas.21
Mientras secretarías de Estado y organismos públicos abrieron espacios
para los argentinos con algún tipo de formación profesional, un sector nada
despreciable tuvo empleos, muchos de ellos inimaginables en la nación de
origen. Jóvenes con educación media superior inconclusa o con estudios
universitarios interrumpidos, se emplearon en distintos oficios:
21
Ana Ramos Savslavsky, “Gregorio Selser. Exilio y periodismo. Catálogo de artículos pe
riodísticos 1976-1983”, tesis de licenciatura, Instituto Cultural Helénico, 2005, p. XIV.
22
Entrevista a Gonzalo Vaca Narvaja realizada por Pablo Yankelevich, Ciudad de Córdoba,
Argentina, el 19 de julio de 1999, apelm-unam, pel/2/A-1, pp. 19, 37.
23
Entrevista a Jorge Hirsch realizada por Gabriela Díaz (primera entrevista), Ciudad de
México, 15 de noviembre de 1997, apelm-unam, pel/1/A-26, pp. 23-24.
24
Entrevista a Myriam Laurini realizada por Diana Urow, Ciudad de México, 23 de septiem
bre de 1997, apelm-unam, pel/1/A-12, pp. 7, 18.
90
Argenmex: Itinerarios del exilio argentino en México
SOLIDARIDAD Y POLÍTICA
Desde finales de la década de 1960, el campo de la izquierda argentina
estuvo atravesado por una triple fractura. La primera fundada en el giro
izquierdista que tomaron sectores juveniles del movimiento peronista; la
segunda estuvo marcada por las relaciones, no exentas de conflictos, entre
esos sectores del peronismo y una izquierda de matriz marxista, y la terce
ra fractura fue producto del surgimiento y auge de la lucha guerrillera,
tanto en su vertiente peronista —cuyo principal referente fue la organiza
ción Montoneros— como en la vertiente marxista capitaneada por el Ejér
cito Revolucionario del Pueblo (erp). Estas contradicciones se agudizaron
a partir de la renuncia de Héctor J. Cámpora a la presidencia, se acrecen
taron durante el corto mandato de Perón y alcanzaron altos niveles de
violencia durante el gobierno de Isabel Perón, cuando los sectores de la
derecha peronista iniciaron un combate criminal contra toda oposición
dentro y fuera del peronismo y, como contrapartida, las o rganizaciones
guerrilleras respondieron incrementando su accionar contra objetivos civi
les y militares.
Los exiliados pertenecían al campo de esa izquierda y las fracturas estu
vieron presentes en el exilio, por eso nada más alejado de la realidad que la
noción de unidad en la conducta política de los argentinos que abandonaron
el país. El exilio, lejos de borrar diferencias, acrecentó las disputas que, en
el caso m exicano, condujeron a experiencias asociativas marcadas por la
confrontación, muchas de ellas, irreconciliables. A finales de 1974, repre
sentantes de todas esas corrientes se dieron cita en México y constituyeron
un heterogéneo grupo que reunió unas treinta personas. En un principio
pareció existir un acuerdo para encarar acciones de solidaridad entre quienes
iniciaban un destierro, sin imaginar que se prolongaría durante casi una
década. La figura central de este primer grupo fue Rodolfo Puiggrós. Cuan
do llegó a México, en septiembre de 1974, tenía 65 años, era el exiliado de
91
PABLO YANKELEVICH
92
Argenmex: Itinerarios del exilio argentino en México
93
PABLO YANKELEVICH
25
Véanse Tununa Mercado, En estado de memoria, México, unam, 1992; Pablo Yankelevich,
“La Comisión Argentina de Solidaridad. Notas para el estudio de un sector del exilio ar
gentino en México”, en México, país refugio, la experiencia de los exilios en el siglo xx, México,
inah/Plaza y Valdés, 2002, pp. 281-301; Jorge Luis Bernetti y Mempo Giardinelli, Mé-
xico, el exilio que hemos vivido, Buenos Aires, Universidad Nacional de Quilmes, 2003.
26
Véanse Richard Gillespie, Soldados de Perón. Los Montoneros, Buenos Aires, Grijalbo, 1987;
Hernán E. Confino “La contraofensiva estratégica de Montoneros. Entre el exilio y la
militancia revolucionaria (1976-1980)”, tesis doctoral, Universidad Nacional de General
San Martín, 2018.
94
Argenmex: Itinerarios del exilio argentino en México
27
Entrevista a Cristina Carnevale realizada por Pablo Yankelevich, Ciudad de Buenos Aires,
Argentina, 3 de agosto de 1999, apelm-unam, pel/2/A-22, p. 23.
95
PABLO YANKELEVICH
CASAS Y ESCUELAS
A excepción de los asilados diplomáticos, de cuyo hospedaje temporal se
hizo cargo el gobierno mexicano a través de la contratación de cuartos en
hoteles, el grueso del exilio hizo un recorrido que se iniciaba en casas de
amigos y conocidos, o en pensiones hasta tanto la consecución de un empleo
permitía el alquiler de una vivienda. Las informaciones sobre zonas y tipos
de hospedajes se trasmitían de boca en boca. Para aquellos que habían con
seguido un empleo o que llegaron con algunos recursos, las primeras opcio
nes fueron alquilar departamentos amueblados. Para los que llegaron con
poco dinero, la opción, una vez agotada la solidaridad de amigos y conocidos,
era acudir a pensiones y entre ellas destacó la de doña Lupita, en la calle José
Alvarado en la colonia Roma.
Todos llegaban a la pensión y para mucha gente del exilio la pensión de Lupita pasó
a ser un lugar de referencia. Cuando yo me fui siguió circulando gente. Doña Lupi
ta era una señora de Colima, tendría unos sesenta y cinco años, era una persona es
tupenda, fantástica, le tengo un agradecimiento total, no porque únicamente nos
aguantaba el pago sino que ella tenía una actitud, no diría maternal, pero sí una
actitud protectora, de gente como nosotros que estaba tan mal.28
28
Entrevista a Horacio Crespo realizada por Bertha Cecilia Guerrero Astorga, Ciudad de
México, 12 de enero de 1998, apelm-unam, pel/1/A-38, pp. 73, 78.
96
Argenmex: Itinerarios del exilio argentino en México
29
Entrevista a Enrique Guinsberg realizada por Bertha Cecilia Guerrero Astorga (pri
mera entrevista), Ciudad de México, 26 de febrero de 1998, apelm-unam, pel/1/ A-49,
p. 78.
30
Entrevista a Ana María Vaca Narvaja realizada por Pablo Yankelevich, Ciudad de Córdo
ba, Argentina, 20 de julio de 1999, apelm-unam, pel/2/A-12, p. 38.
31
Entrevista a Pablo Gershanik realizado por Gabriela Díaz (primera entrevista), 17 de mayo
de 1998, apelm-unam, pel/1/A-54, p. 4.
32
Entrevista a Matías Salguero realizada por Pablo Yankelevich, Ciudad de Córdoba, Argentina,
28 de julio de 1999, apelm-unam, pel/2/A-16, pp. 6 y 7.
97
PABLO YANKELEVICH
do […] la directora nos hizo sentar, nos explicó que ya había niños chilenos
[…] y algunos niños uruguayos, pero no había vacantes”:
Me acuerdo de una caminata por los jardines de la escuela […] con la maestra Leal,
que era en ese momento la directora de primaria […] ella me decía que no tenían
vacantes […] yo la escuchaba con un poco de desesperación y de pronto, esa mujer
de pelo blanco, ya de edad, muy española, se paró, me miró y me dijo: “Pero sabe
qué, yo llegué a México a la edad de su hija, o algo así y, aunque no hay vacantes,
sus niñas acá tienen lugar. ¡Esa era una republicana!33
98
Argenmex: Itinerarios del exilio argentino en México
ARGENMEX
Perplejos, los exiliados se internaron en un laberinto de gestos, modismos
y rituales que colocaban a propios y extraños frente a interpretaciones equí
vocas, frente a un universo de códigos que no hacían más que demostrar la
incapacidad de los recién llegados para oír a sus diferentes. El propio espacio
generaba desconcierto. La dimensión del Distrito Federal rompía la escala
de lo conocido. La ciudad impresionaba: “los carteles, los coches, las calles,
todo me parecía más grande”,35 pero también confundía. Monumentalidad
y perplejidad parecían formar una díada indisoluble en las primeras impre
siones. “El zócalo me aplastaba, me parecía una cosa tan fuerte, porque no
había un árbol, yo no había visto, yo no recuerdo un lugar tan grande, era
la pura piedra y tenía una carga muy pesada.”36 El agobio y el pavor son
sensaciones que han quedado fijadas en la memoria de perseguidos recién
aterrizados en la capital del país: “Me asustaba la ciudad. Tenía miedo de
que me fuera a pisar un carro y me decía: me salvé de los militares que no
me vaya a pisar un carro acá. Era una cosa de pavor absoluto la cantidad de
autos y de gente”.37 Los paisajes urbanos, los colores de una ciudad se ma
tizan en un abanico contrastante, como el que ofrecen los recuerdos de dos
mujeres; la primera al señalar: “esto me pareció horrible, me parecía
horrible”,38 mientras que la segunda evoca: “la primera mañana que salí a
la calle en México fui al mercado de Mixcoac. Tuve la sensación de que estaba
35
Entrevista a Miguel Socolowsky realizada por Gabriela Díaz (primera entrevista), Ciudad
de México, 13 de marzo de 1998, apelm-unam, pel1/A-51, p. 11.
36
Entrevista a Miriam Laurini realizada por Diana Urow, Ciudad de México, 23 de septiem
bre de 1997, apelm-unam, pel/1/A-12, p. 17.
37
Entrevista a Susana Erenberg realizada por Diana Urow, Ciudad de México, 1 de noviem
bre de 1997, apelm-unam, pel/1/A-23, p. 16.
38
Entrevista a MP realizada por Gabriela Díaz, Ciudad de México, 19 de agosto de 1997,
apelm-unam, pel/1/A-7, p. 26.
99
PABLO YANKELEVICH
en Asia, eso fue para mi un shock, la sensación de lo diferente [y] de que para
mí iba a ser glorioso, esas imágenes que estaba viendo […] eran una cosa
inesperada que me caía en la vida.”39 Las sensaciones de total extrañeza ante
el estallido de colores en las fachadas de las casas y en el interior de los mer
cados parecen condensarse en la comida, puerta de entrada a un nuevo
mundo: “El olor a la tortilla para mí empezó a ser el olor de M éxico. La
guanábana con un sabor y un olor totalmente inéditos, entonces supe que
estaba en otro lugar, en otro sitio, en otro país”.40 Desde estas iniciales con
frontaciones, los recuerdos se desplazan hacia los mexicanos, portadores de
una cultura que rápidamente devino en distancia étnica que no admitía
comparación. Los exiliados advirtieron una densidad histórica que no ad
mitía comparación con sus lugares de origen: “Hay una historia caminando
por las calles, en la fisonomía de la gente, en la comida […] la relación con
lo indígena es dramática, terrible, dolorosa, pero también muy fuerte”.41
Pese a los desconciertos iniciales, la vida se desplegó en una atmósfera
de libertad que respiraron los exiliados desde su llegada: “Un signo que nos
alborozaba era cuando nos dábamos cuenta de que no necesitábamos docu
mentos de identidad para andar por la calle”.42 Un científico recuerda:
“cuando entré a Gandhi por primera vez quedé alelado al ver escaparates
repletos de libros de Marx, Engels, Lenin, Gramsci, Mao y el Che Guevara”.43
Incluso para aquellos que creyeron protegerse en una vida de gueto, el con
tacto con la sociedad mexicana no podía más que suceder, la disyuntiva
radicaba en qué posición asumir ante la inevitable convivencia. Algunos,
desde su llegada, apostaron por vivir “la experiencia mexicana”, dispuestos
a derribar las barreras que parecían afirmar que más allá de Argentina el
misterio carecía de interés, “y México abruptamente implicaba un encuentro
con el misterio, con el enigma tanto más interesante cuanto más compacto:
39
Entrevista a Tununa Mercado realizada por Pablo Yankelevich, Ciudad de México, 10
junio de 1997, apelm-unam, pel/I/A-2, p. 56.
40
Entrevista a Carlos Zolla realizada por Concepción Hernández, Ciudad de México, 9 de
febrero de 1998, apelm-unam, pel/1/A-42, p. 52.
41
Entrevista a Alfredo Furlán realizada por Concepción Hernández, Ciudad de México, 17
de marzo de 1998, apelm-unam, pel/1/A-52, p. 62.
42
Carlos Ulanovsky, op. cit., p. 21.
43
Marcelino Cereijido, “Exilio, Investigación y ciencia”, en Pablo Yankelevich (coord.),
En México, entre exilios. Una experiencia de sudamericanos, México, sre/itam/Plaza y Valdés,
1997, p. 95.
100
Argenmex: Itinerarios del exilio argentino en México
Se nos acabó la plata y ya no teníamos para comer, fue muy difícil, entonces alqui
lábamos un departamento muy precario, me acuerdo que teníamos unos amigos
mexicanos, ellos nos daban de comer […] ahí aprendimos a comer frijoles, maíz,
tortillas y arroz. Fue un ir aprendiendo los códigos, cuando los aprendimos y también
adaptamos […] nuestra situación mejoró mucho. Nuestros amigos mexicanos, y
también sus padres, fueron una familia muy generosa con nosotros.45
Aquí tuvimos cabida, fuimos escuchados, fuimos apoyados, de distinta manera, de
distintas formas, por los mexicanos, por instituciones mexicanas y más allá de […]
la dificultad de los códigos, yo creo que hubo un lenguaje común, que se expresó en
términos de solidaridad […] No acabaría en un día de hacer una recopilación del
anecdotario […] sobre el comportamiento solidario que hubo en México con todos
nosotros.46
44
Noé Jitrik, “La literatura del exilio en México. Aproximaciones”, en Karl Kohut y Andrea
Pagni (eds.), Literatura argentina hoy. De la dictadura a la democracia, Fráncfort, Vervuert,
1993, pp. 159-160.
45
Entrevista a Liliana Vanella realizada por Pablo Yankelevich, Ciudad de Córdoba, Argen
tina, 29 de julio de 1999, apelm-unam, pel /2/A-17, pp. 10 y ss.
46
Entrevista a Enrique Zylberberg realizada por Gabriela Díaz, Ciudad de México, 11 de
noviembre de 1997, apelm-unam, pel/1/A-2, p. 65.
101
PABLO YANKELEVICH
47
“Carta de Miguel Ángel Piccato al Dr. Reatti, Ciudad de México, 3 de diciembre de 1977”,
disponible en: http://sites.google.com/site/ppiccato2/MAP/introduccion
48
Carlos Ulanovsky, op. cit., p. 9.
49
Néstor García Canclini, “Argentinos en México. Una visión antropológica”, en Pablo
Yankelevich En México, entre exilios, op. cit., p. 72.
102
Argenmex: Itinerarios del exilio argentino en México
50
Entrevista a MP realizada por Gabriela Díaz, Ciudad de México, 19 de agosto de 1997,
apelm-unam, pel/1/A-7, pp. 26, 46, 52.
51
Entrevista a Nora Zaga realizada Pablo Yankelevich, Ciudad de Córdoba, Argentina, 22
de julio de 1999, apelm-unam, pel/2/A-14, p. 26.
52
Néstor García Canclini, op. cit., p. 216.
53
Véase María Cristina Martín Sarrat, “Ni de aquí ni de allá. Para una deconstrucción de la
experiencia migratoria en primera persona”, tesis de maestría, Universidad de Buenos
Aires, 2018.
103
Dos partidas. Dos nostalgias
Oscar Tangelson*
105
OSCAR TANGELSON
2
En 1918 se produce la reforma en el nivel superior, en las universidades, un proceso que
tiene una escala latinoamericana. Suprime los contenidos religiosos de la enseñanza uni
versitaria y su organización bastante eclesiástica que continúa en ciertas rémoras lingüís
ticas como las de la designación de cátedra o claustro. En 1949, el gobierno peronista
decretó la abolición de las formas de arancel en el nivel superior incluyendo todos los ni
veles educativos. Datos aportados por Diego Roldán colaborador de este número.
3
“A finales del siglo xix, en momentos en que el país se transformaba y se engrandecía, se
planteó la necesidad impostergable de atender las exigencias de un comercio pujante y de
formación de jóvenes profesionales en el área contable-administrativa en una comunidad
donde se manifestaban grandes cambios socioeconómicos por el impacto de los adelantos
científicos y técnicos operados en el mundo y por el imperativo de nuevos proyectos. El 19
de febrero de 1890 […] y refrendado por el Ministro de Justicia, Culto e Instrucción
Pública, Dr. Filemón Posse, creó la “Escuela de Comercio de la Capital de la República”,
que comenzó a funcionar en un edificio de la calle Alsina núm. 1552. En su primer plan
de estudios se destacaban campos del conocimiento vinculados a las matemáticas y al cálcu
lo mercantil, a la teneduría de libros y a los idiomas extranjeros, necesarios para el crecien
106
Dos partidas. Dos nostalgias
te comercio internacional que se expandía. En el año 1931, por disposición de los nuevos
estatutos universitarios, la Escuela fue desanexada de la Facultad de Ciencias Económicas,
pasando a depender directamente del Rectorado de la Universidad de Buenos Aires y del
Consejo Superior de la misma. En 1946, los estudios se extendieron a seis años al intensificarse
los conocimientos técnicos e introducirse asignaturas humanísticas. Siete años más tarde,
en 1953, se incorporaron mujeres al alumnado en el turno tarde. Las únicas presencias
femeninas hasta el momento se contaban entre los docentes: la primera profesora mujer se
había incorporado a la escuela en 1923. En 1961 entraron por primera vez mujeres al
turno mañana”. Datos de la página digital de la Institución.
4
Encuesta Nacional de Mano de Obra, Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, Argenti
na, 1972.
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OSCAR TANGELSON
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Dos partidas. Dos nostalgias
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OSCAR TANGELSON
6
Organismo del Ministerio de Educación, denominada Secretaría de Educación Pública en
este país.
7
En México hay una estructura piramidal en la sociedad y por lo tanto en el trabajo. Es una
conducta no escrita, pero que en general todos obedecen, y si no se respeta, se quedan
fuera del sistema. En lo privado dos amigos pueden tutearse, pero en público, y sobre todo
ante otros, el subalterno respeta el “usted” y sus decisiones.
110
Dos partidas. Dos nostalgias
8
Enrique Díez Canedo hijo del ilustre Díez Canedo que llegó de España con su mujer Te
resa, sus hijos María Luisa y María Teresa, Joaquín y Enrique; murió en 1944.
111
OSCAR TANGELSON
tras vidas. Frente a la casa, cruzando el camellón, vivía la familia del doctor
Antonio S aade, mexicano de origen árabe y su mujer Meri, palestina nacida
en Belén y sus cinco hijos de edades similares a los nuestros. Cuando creía
mos haber dejado atrás, a la distancia, a los amigos, México nos ofrecía una
nueva oportunidad para cultivar amistades que aún persisten.
En lo laboral, las actividades se diversificaban. A los cursos de la maestría
se sumó la coordinación de la Encuesta de Mano de Obra, en el ámbito de
la Secretaría del Trabajo, que llevamos a cabo en todo el país en alrededor
de seis mil empresas para determinar los requerimientos de empleo y forma
ción profesional. Fue el inicio de mi conocimiento del interior del país, de
su gente y su cultura, tan variada y tan rica.
Sin embargo, las noticias de Argentina eran desoladoras. El golpe del 24
marzo de 1976 marcó el inicio de la más cruel de las represiones, con muer
tos, torturados y desaparecidos. En tanto, México me ofrecía la posibilidad
de conocer su vida política y disfrutar de una posición que era imposible en
aquella Argentina dictatorial. Era el tiempo del destape y de conocer su
significado. Terminaba el mandato del presidente Luis Echeverría y todos
los amigos mexicanos planteaban la casi segura designación de Moya Pa
lencia, secretario de Gobernación. Salimos a comer con algunos de ellos y
mientras caminábamos por Doctor Vertiz nos cruzamos con otro conocido
que, al pasar me dijo: “Oscar, el bueno es López Portillo”. Uno de mis
acompañantes opinó: “Tu amigo está loco”. Evidentemente no lo estaba, o
sí, pero tenía buena información. Fue así que incrementé mi conocimiento
del lenguaje con expresiones como “madruguete, la cargada, los tapados” y,
sobre todo, la sutileza con que se ejerce la política. En Argentina, una acción
como el intento de madruguete hubiera terminado con una discusión a los
gritos entre los involucrados. En México fue una obra en varios actos. La
convocatoria de Echeverría a una reunión de gabinete, el encierro de todos
los interesados hasta que Fidel Velázquez salió a hacer el anuncio del “bue
no” y, lo más extraño fue que Moya Palencia, cumpliendo la máxima p olítica
de que “vivir fuera del presupuesto es vivir en el error” aceptó, disciplina
damente, ser designado vocal de la Comisión Nacional del Libro de Texto
Gratuito.
El fin de 1976 trajo aparejado el cambio de gobierno que, en la Secreta
ría de Trabajo, incluyó la designación de Clara Jusidman como directora
112
Dos partidas. Dos nostalgias
9
Entre ellos el Servicio Nacional de Empleo, como instrumento operativo de una política
integral de mano de obra, México, 1979, Cuaderno núm. 21 Proyecto pnud/oit/mex/77/005.
113
OSCAR TANGELSON
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Dos partidas. Dos nostalgias
Una prueba empírica del aporte realizado la tuve varios años más tarde.
En 1991, una experta italiana del Programa para el Desarrollo de los Refu
giados en Centro América, me relató que el pnud la había contratado para
formar parte de un equipo de evaluación de los proyectos de empleo reali
zados en América, África y Asia cinco años después de terminados. El que
hicimos en México recibió la mejor opinión, en particular porque como
evidencia del reconocimiento del aporte realizado, durante su visita a Her
mosillo, comprobaron que continuaban utilizando los instrumentos y crite
rios que habíamos desarrollado en las reuniones técnicas regionales.
En el plano familiar nos sentíamos realmente a gusto en el país, con
la escuela de mis hijos, en el club Mundet, donde habíamos ingresado por la
presentación de Díez Canedo, la acogida de la gente, los nuevos amigos nos
brindaban un afecto conmovedor. Los fines de semana tomábamos el auto
y por la vieja carretera a Toluca íbamos al Valle del Silencio o De los Cone
jos, pasamos días en Valle del Bravo, San Miguel Regla, Querétaro, Puebla
y Teotihuacán. Una experiencia inolvidable el Día de Muertos en Mixquic
que, en esa época era un pueblito distante, realmente aislado del D.F. Al
llegar nos invitaron a visitar, en una casa, el altar de muertos que habían
armado para su padre. Al anochecer nos propusieron acompañarlos al ce
menterio. Para argentinos impregnados de la visión oscura y aterradora de
la muerte, nos resultaba extraña esa convivencia con los panes de muertos
o las calacas con versos en la frente, recordando lo efímero de la vida. La
comunión respetuosa con que compartían la comida, sin la esencia absorbi
da por el muertito, en un mantel extendido sobre la lápida del difunto, nos
permitió asomarnos a una concepción diferente de la vida y de la muerte.
Otro ejemplo revelador fue durante una visita a Teotihuacán. Había un
vendedor de artesanías de malaquita con el cual comenzamos a conversar.
Al escuchar el acento diferente, preguntó por nuestro origen y por la edad
de nuestros hijos. Cuando por deferencia le pregunté cuántos hijos tenía,
me dijo que siete, cinco vivos y dos en tierra. Resultó evidente que su cul
tura no había sucumbido a la visión del conquistador, sino que se hundía
en las raíces profundas de sus origines mesoamericanos.
Esos mismos orígenes son la riqueza del sentido estético de la población.
En Xochimilco comíamos en familia en una trajinera, cuando se acercó una
mujer campesina ya anciana, en una canoa para ofrecernos fruta. La canasta
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Dos partidas. Dos nostalgias
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OSCAR TANGELSON
podían formar parte también del plantel de personal de empresas más es
tructuradas e, incluso, de organismos del Estado.11 En 1982, ante la partida
al exterior de Benito Roitman, me hice cargo de la dirección del proyecto.
Pronto debimos enfrentar, por una parte, otra experiencia de un cambio de
sexenio. La modificación de todos los interlocutores y la memoria conteni
da en todos los trabajos realizados que servían de puente y continuidad. Por
otra, paralelamente, la crisis de la deuda que desconcertaba a la mayoría de
los mexicanos, pero que nos parecía muy similar a la que habíamos enfren
tado la mayoría de los sudamericanos. Pasar de una relación de 12.50 pesos
por dólar, grabada en letras de bronce en la puerta del Banco de México, a
una fluctuación incontrolable de la cotización de la divisa, conmovía la es
tabilidad a la que estaban acostumbrados.
Mientras tanto, en 1983, la Argentina iniciaba una nueva etapa demo
crática. Después de la noche terrible de la dictadura y de la dolorosa guerra
por las Malvinas, se abría la esperanza. Roberto Tomasini inició su regreso,
convocado por el gobierno de Raúl Alfonsín. Pero la crisis de la deuda no
era un hecho aislado. El inicio de las tratativas del Tratado de Libre Comer
cio con Estados Unidos encendía una luz de alerta. ¿Cuál sería el efecto
sobre el empleo de la apertura comercial entre dos países y, sobre todo, dos
sociedades tan asimétricas? A poco de iniciar trabajos y estudios sobre el
tema, fuimos advirtiendo que se inscribía en un fenómeno más amplio aún.
El cambio de paradigma de una verdadera revolución industrial. En ese
momento escribí un texto, que fue publicado luego en el número 13 de la
revista Economía de América Latina publicada por el Centro de Investigación
y Docencia Económicas (cide), de lo que constituiría, a partir de entonces,
un eje de mis trabajos futuros: “Revolución tecnológica y empleo”. Así fue
como, a finales de 1984, organizamos un seminario sobre el tema, en la
antigua Escuela de Medicina. Pudimos invitar a funcionarios públicos,
académicos, empresarios y sindicalistas de Europa y América Latina. Todos
quedaron asombrados por el que había sido, en la colonia, el Palacio de la
Inquisición. En todo ese periodo no dejábamos de aprender, todos aquellos
que estábamos trabajando en México pero no habíamos nacido en él, las
11
Se recomienda ver el anexo de la obra de Oscar Tangelson, en este número (pp. 259-262),
con los reportes y artículos realizados en esos años desde México.
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Dos partidas. Dos nostalgias
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12
Véase un texto sobre Maradona y aquella consagración en México 1986 en el núm. 72 de
Istor, de Fernando Segura M. Trejo, “Diego Maradona: Los Mundiales y la política”.
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Dos partidas. Dos nostalgias
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Hay minerales metalíferos como el cobre, hierro, aluminio, manganeso, plomo, zinc, oro
y plata, y minerales no metalíferos.
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Dos partidas. Dos nostalgias
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Elegimos
Pudimos elegir hombres de bronce. Inmaculadas e imperturbables
esculturas.
Ojos de piedra silenciosa. Imágenes de tiempo congelado.
Pudimos llenar de palabras el vacío. De perfiles descriptivos y
perfectos.
Hipotéticas figuras sin defectos. Héroes o semidioses de leyenda.
Majestuosos y distantes de la tierra. Poderosos, seguros, infalibles.
Sin dudas, sin errores, sin pecados. Sin cansancio ni polvo del camino.
Sin pasiones ni latidos.
Elegimos, en cambio, otros valores. Seres humanos tangibles y concretos.
Apasionados actores de la vida. Incorruptibles defensores de lo nuestro.
Ejecutantes solidarios del nosotros. Comprometidos cultores del trabajo,
De la acción, el pensamiento, la palabra.
Agredidos por espadas e interesses. Ejemplos de un pueblo perseguido.
De sangre de cordero derramada. Para ahogar la voz de las conciencias.
Para impedir hablar al oprimido. O acallar las demandas de justicia.
O corromper con dinero mal habido.
Quisimos compartir lo construido. Con quienes nos trazaron el camino
Entonando sus canciones, sus palabras. Cosechando sus voces, sus
propuestas,
Preñadas de ilusiones y esperanzas. De esfuerzo, de lucha y sacrificio.
Vinieron de rumbos diferentes. Distintos sus espacios y herramientas.
Diversos sus tiempos y partidos. Y el motivo de su lucha cotidiana.
El tren, la carne, los derechos. El sur inundado de pobreza.
La dolorosa evidencia de los hechos.
El punto de reunión fue el objetivo. La dignidad de la patria mancillada.
La reiterada entrega de lo nuestro. Las monedas de plata como precio.
Elegimos a quienes eligieron. Justicia y libertad como banderas.
Y vivieron sus vidas como ejemplo.
Seres humanos, entrañables. Cotidianos, amantes, esforzados.
Necesarios, como nunca, en este tiempo.
No son nombres grabados en la piedra.
Son presencia, son meta, son conciencia. Son prueba irrefutable que es
posible superar las pequeñas mezquindades.
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Dos partidas. Dos nostalgias
Mientras tanto, la vida. Los hijos crecían, iniciaban y concluían sus propias
carreras universitarias, mi esposa Martha desarrollaba un programa de
promoción del comercio exterior para artesanos. El país se había embarca
do en una concepción de política neoliberal con su secuela de concentración
del ingreso, pobreza, desempleo y creciente endeudamiento. A finales de
2001 la situación hizo eclosión y nos precipitamos en la crisis y el default.
En una semana tuvimos cinco presidentes. Fui designado entonces secre
tario de Empleo y Formación Profesional con la responsabilidad, particu
larmente, de diseñar y poner en marcha un programa con similares
propósitos al que había desarrollado en la Provincia de Buenos Aires, con
el ya señalado Programa de Innovación Tecnológica. La magnitud y pro
fundidad de la crisis social determinaron que una de las primeras medidas
adoptadas por el gobierno que tomara posesión a inicios de enero de 2002
fuera el dictado de disposiciones declarando la emergencia ocupacional
nacional y la creación del Plan de Jefes de Hogar que disponía una asigna
ción tendiente a garantizar un ingreso mínimo. Los elementos destacables
resultaron en:
nacionalidad.
• Promover la protección integral de la familia, estableciendo la educa
ción y salud de los hijos como requisito.
• Brindar cursos de capacitación para futura reinserción laboral.
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OSCAR TANGELSON
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Dos partidas. Dos nostalgias
14
Véanse, por ejemplo, “Crisis y recuperación argentina”, Revista Argentina de Sociología, año
8, núm. 15, 2011; “El caso de Argentina: Gobierno de Nestor Kirchner (mayo de 2003-di
ciembre 2007)”, en Samuel Lichtensztejn (comp.), Nuevas políticas de izquierda en América
Latina, Xalapa, Biblioteca Universidad Veracruzana, 2009, pp. 115-128, resultado de un
seminario con expertos sobre el tema de cinco países de América Latina: Argentina, Brasil,
Ecuador, México y Uruguay.
15
Un listado de los mismos se encuentra en el anexo (pp. 259-262); recomendamos ir en su
busca, pues este número de Istor es un homenaje a la obra y vida de Oscar Tangelson.
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Entre Argentina y México,
idas y retornos, muchos ejemplos
de fútbol, una trayectoria
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Entre Argentina y México, idas y retornos
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7
Véase E. Goffman, The Presentation of the Self in Everyday Life, Chicago, Anchor Books, 1959.
8
M. De Certeau, L’invention du quotidien, París, Gallimard, 1990.
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12
F. Segura M. Trejo, “Ritualización y mercantilización de la violencia en el fútbol”, docu
mento de trabajo dap núm. 267, 2013, cide.
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Entre Argentina y México, idas y retornos
Tengo el orgullo de haber nacido en una familia muy humilde […] no podría decir
que me haya faltado alguna vez la comida, ni tampoco ropa, pero estábamos lejos de
los lujos o comodidad […] aunque tuve una infancia muy feliz. A los trece años tuve
mi primer trabajo. Mi tío me invitó a su mercadito, pensé que con lo que ganara iba
a poder comprar esos botines (botas o zapatos) de fútbol que tanto quería. Por las
mañanas me subía a mi bicicleta, iba a la escuela, cuando salía iba a mi casa a comer
algo, y a las tres de la tarde llegaba al negocio de mi tío Eduardo y mi tía Lili, don
de alternaba entre la limpieza de los estantes y atender la fiambrería. A las 7:30 de
la tarde, nuevamente la bicicleta y al entrenamiento, a hacer eso que estaba esperan
do, jugar al fútbol.
Como todo oficio, dice el sociólogo Howard Becker, los gajes del mismo se
aprenden con años de práctica y con la evaluación de expertos en el área.
“Mis años en Patronato fueron de muchos triunfos, teníamos un equipazo,
claro que no era el mejor, recuerdo que tenía compañeros muy buenos,
siempre hacían más goles. A los catorce años comenzamos a jugar los
domingos a las nueve de la mañana”. Pero fue en esa etapa, en medio de la
adolescencia, cuando las decisiones y las acciones que los jóvenes toman
repercuten directamente en su filtro hacia el alto rendimiento: “Recuerdo
que los sábados me acostaba como máximo a las diez de la noche. Me levan
taba con una emoción increíble. Hasta que un día empezamos a perder. Ya
no jugábamos tan bien ni ganábamos tanto. No lo entendía, si creía que
éramos los mejores, ¿qué estaba pasando?” Bruno, al igual que aquellos que
toman la determinación de una disciplina temprana acorde con las aspira
ciones a futuro, percibió algunas diferencias: “Comencé a darme cuenta de
que algunos de mis amigos venían con olor a cigarrillo y contaban las his
torias que habían tenido en la noche. Ahí entendí por qué perdíamos los
partidos […] no podía creer que les gustara más salir a bailar que descansar
para jugar un partido. Claro, con los años comprendí por qué fui el único
de aquella camada que llegó a jugar profesionalmente”. Aunado a esto, tuvo
un incidente con su entrenador a los catorce años: tiró la pechera y salió
repleto de rabia, pues este último daba preferencia a su hijo sobre él. Su
padre le propuso cambiar de club, y fue a Belgrano, en la misma ciudad,
donde se entrenaba con el primer equipo (es decir, con chicos cuatro o cin
co años mayores que él). Al poco tiempo, el famoso club de Newell’s Old
Boys, de mucho renombre por su trabajo de reclutar jóvenes y formarlos
137
FERNANDO SEGURA M. TREJO Y BRUNO MARIONI
—un aspecto que Marcelo Bielsa reforzó con intensidad a finales de la dé
cada de 1980— realizó una prueba en Paraná, organizada por el Beto Bai
gorria, amigo del padre de Bruno, a quien le preguntó si su hijo podía
probarse. Como la rueda era para una categoría mayor, le dijeron que trata
rían de ponerlo unos minutos. La oportunidad se presentó: “En esos diez
minutos me fue bien. Sobre el final se acercó Jorge Bernardo Griffa, director
general de las divisiones inferiores y preguntó en el vestuario quién era
Bruno Giménez. Estaba en el piso y se me acercó. Me dijo: ‘Muy bien pibe,
estás citado para una prueba en Newell’s’”.
Bruno, no te quiero cortar tu ilusión de jugar al fútbol, pero te voy a pedir dos
cosas como condición. La primera es que me des el gusto de terminar el secundario,
13
P.M. Menger, op. cit.
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Entre Argentina y México, idas y retornos
14
Diego Roldán, consultado por el primer autor de este texto sobre su recuerdo de aquel
joven Bruno Giménez.
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FERNANDO SEGURA M. TREJO Y BRUNO MARIONI
En uno de esos partidos, creo que era contra Estudiantes de la Plata, Bruno había
errado una cantidad de goles. Estaba con mi padre en el estadio esa noche. Me
acuerdo que había un hincha [aficionado] que estaba muy enojado. Cuando la ju
gada no terminaba en gol, comenzaba a increparlo cada vez con mayor dureza, con
ese rigor desproporcionado que, a veces, le aplican los hinchas a los jugadores. El
partido continuó sin grandes sobresaltos. En un momento, casi sobre el final, llegó
un centro al área, Bruno conectó la pelota y convirtió el tanto decisivo. Todos
gritamos el gol y nos abrazamos. Pero en medio de esa euforia, recuerdo claramen
te a un muchacho joven que se le puso enfrente al hincha que había estado insul
tándolo y con su dedo sobre la boca le gritaba: ¡vos no lo gritas, vos no lo podés
gritar! A jugadores como ese pibe no se los insulta, porque no sabés cuándo te
pueden salvar un partido.
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Entre Argentina y México, idas y retornos
Argentina en la parte física. A los seis meses, con la llegada de otro entre
nador, Vicente Cantatore, argentino nacionalizado chileno empezó a jugar
más: “Además me hablaba en castellano. Fue una lástima que su estadía
durase tan poco tiempo. Cuando se fue, las cosas se fueron complicando”.
Si bien llegó el portugués Carlos Manuel, quien confió en Bruno para entrar
de titular en muchos partidos, los resultados no acompañaron y el entre
nador fue cesado. Demasiados cambios para la estabilidad de un equipo.
En la temporada de 1998 arribó el croata Mirko Jozic: “Para mi fortuna
llegaron varios argentinos, Aldo Duscher, el Gringo Heinze y Facundo
Quiroga. Los tuve tres meses de compañeros, realmente creamos un víncu
lo muy sólido, pero los resultados en la cancha seguían sin convencer a la
afición”. Fue en ese momento cuando por su carácter impulsivo tuvo un
choque, de esos que pueden ser correctos desde el punto de vista del juga
dor, pero los clubes europeos no perdonan: “Después de una derrota, salí a
dar la cara a la afición, la cual no paraba de increparnos. Me dije a mí mismo
que no tenía nada que esconder y no tenía por qué salir por otra puerta
como habían hecho otros compañeros. Discutí en un tono fuerte, pero que
yo consideraba franco”.
A partir de aquel incidente, el técnico decidió apartarlo del equipo: “Sin
poder jugar, tomé la decisión de regresar a mi país”. El presidente de Estu
diantes, Egardo Valente, abrió la posibilidad de integrar el equipo coman
dado por Patricio Hernández: “Llegué a un equipo que tenía muy buenos
jugadores, el Tecla Farías, Luciano Galleti, quienes se proyectaban para las
selecciones nacionales. Fueron increíbles los meses que pasé ahí. Me sentí
como en una familia”. Pero el fútbol no lo es todo. Si bien fueron seis meses
de buenas actuaciones, Bruno reconoce la crisis de pareja aquel año: “La
inestabilidad estaba volviéndome a afectar, pude salir de la situación porque
no bajé los brazos en los entrenamientos y menos en los partidos, lo cual hizo
que Independiente de Avellaneda se fijara en mí”. Dada la situación, no dudó
en aceptar el cambio para romper su crisis personal. En esta transición co
noció a su actual esposa, Gisela Giroto: “Mi mujer me ayudó mucho a enfo
carme, a centrarme, las cosas comenzaron a tener estabilidad en todos los
planos”. En Independiente fue el segundo goleador del torneo, su equipo
quedó detrás del campeón, River Plate. En 2000 fue transferido al Villarreal
de España, un equipo que iba por un camino ascendente:
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Entre Argentina y México, idas y retornos
15
En el mundo del fútbol se conoce con esa palabra cuando los jugadores son inyectados para
amortiguar el dolor y poder jugar.
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FERNANDO SEGURA M. TREJO Y BRUNO MARIONI
a veces son duras para los jugadores. Bruno siente que podría haberse que
dado, operarse, y en dos meses estar al cien por ciento. Regresó decepciona
do al Tenerife, donde le dijeron que no podían pagarle su salario y por lo
tanto no lo inscribirían en la liga. Fue ahí, con el apoyo fundamental de su
mujer, cuando decidió ir a Madrid a operarse la rodilla y rehabilitarse, una
inversión que podría depositarlo en las canchas, su lugar de felicidad. A los
pocos meses recibió el llamado del presidente de Pumas, proponiéndole
comprar su carta al Tenerife. Emprendió así su regreso a México. Pero las
cosas ya no funcionan tan bien como en su primera experiencia, el equipo
no calificó a la liguilla y perdió la final de copa de clubes de la Confederación
de Norteamérica, Centroamérica y el Caribe de Fútbol (Concacaf) con el
Saprisa de Costa Rica, encuentro que podía llevarlos al Mundial de Clubes.
La pérdida de un mellizo en el embarazo de la mujer de un compañero,
información que recibieron antes del partido, los afectó doblemente. La
tristeza dolía por el fútbol, pero sobre todo por un compañero que acababa
de sufrir una tragedia. El equipo tuvo una recuperación en la Copa Suda
mericana, en la cual eliminaron a equipos como Corinthians de Brasil y
Vélez Sarsfield. Empataron en ambas finales con Boca Juniors, en Ciudad
Universitaria y en la Bombonera, donde cayeron en la definición por pena
les. El saldo final era bueno, sobre todo para el jugador, que terminó golea
dor de aquel torneo sudamericano. Pero el siguiente semestre fue
realmente complicado. Hubo cambio de presidente y nuevo director técni
co. El presidente le avisó que no contaría más con sus servicios. El mundo
del fútbol es así, como el de las empresas. Ante una nueva gestión, varios
empleados de la anterior pueden “volar”. En otras palabras, son despedidos.
La tentación es describir cada temporada, en cada equipo, así como todos
los técnicos y jugadores emblemáticos. El espacio y la temática de este nú
mero nos obligan a un equilibrio para no excedernos en el plano futbolísti
co. Empero, tenemos que hacer una síntesis de su paso por el Toluca, pues
fue otro año clave en la carrera, un turning point en términos de Hughes.16
Llegó con un año de contrato a un equipo dirigido por el Tolo Gallego, a una
escuadra donde había realmente buen manejo del balón. Acompañado en la
delantera por el uruguayo Vicente Sánchez, el brasileño naturalizado mexi
16
E. Hughes, op. cit.
144
Entre Argentina y México, idas y retornos
cano, quien llegó a ser convocado al Tri, Zinha, el defensor paraguayo Pau
lo da Silva, el portero argentino Hernán Cristante, Carlitos Morales, Ariel
Rosada y otros tantos buenos jugadores, según sus palabras: “Un equipo
espectacular”. Ganador del torneo campeón de campeones contra Pachuca,
recuerda: “Hice goles en ambos encuentros, así que arranqué con el pie
derecho”. Arrancar con el pie derecho, como dice, es fundamental para
cualquier delantero.17 La adaptación a la nueva ciudad no fue del todo un
problema, aunque en algunos aspectos lo terminó siendo. La familia se
instaló en Metepec, ya con la nueva integrante, Valentina, la segunda hija
de Bruno y Gisela, quien nació en México en 2005. Su hija mayor, Giulia
na, estaba contenta en la escuela y el clima era muy positivo. Sin embargo:
Por más débil que parezca el argumento, el frío de la ciudad me costó mucho. En
trenar en mañanas heladas, el frío en la noche, la niebla, todo eso me hacía sentir que
me costaba vivir en Toluca, sobre todo porque mis rodillas comenzaron a sufrir el
clima. Tenía todo a favor para estar ahí, un club serio, un excelente equipo, mi fami
lia bien adaptada, todo para ser feliz, pero mi rodilla y el clima me terminaron de
convencer de que no podría hacer una vida a largo plazo ahí.
17
Como afirmaba el periodista argentino Dante Panzeri, el fútbol representa la dinámica de
lo impensado, todo es posible, incluso aquello que resulta menos probable puede pasar.
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de Devoto. Así que nos instalamos, teníamos familia que nos acogió y ade
más amigos en la zona. Se nos hizo fácil esa etapa, de la cual me siento muy
afortunado”. Aquel plantel era un equipo de alta estatura, pero venía de per
der el título en un desempate con Estudiantes de la Plata a finales de 2006.
El entrenador, Ricardo La Volpe, que había tenido éxito en la selección
mexicana, fue despedido y llegó Miguel Ángel Russo. Había nombres como
Martín Palermo, Guillermo Barros Schelotto, Rodrigo Palacio, Sebastián
Battaglia, Morel Rodríguez, el Cata Díaz, Nery Cardozo. En la pretempo
rada de verano, Bruno hizo dos goles contra el clásico rival de San Lorenzo.
Además, empezó a sonar la posibilidad del regreso de uno de los mayores
ídolos del club. Se hablaba de que Juan Román Riquelme podía aparecer
de un momento a otro: “Para mí era un sueño, era alguien a quien admira
ba mucho”. Hay veces en la vida que los sueños se hacen realidad.
En paralelo, si bien una etapa brillante se escribía, la familia percibía las
diferencias luego de sus años en México: “Unos días después de haber en
trado a su nueva escuela, mi hija mayor vino y me dijo: ‘Papá, acá todos mis
compañeros son maleducados, no piden nada por favor, algunos no saludan,
están siempre exaltados, otros gritan’”. Bruno le dijo que la cultura era
diferente, pero que de ambas podía incorporar lo que ella considerara mejor
para su vida. Para el jugador, su etapa empezó compartiendo la delantera
por el campeonato local junto con Rodrigo Palacio y alternaba en la Copa
Libertadores: “Los goles en la Libertadores siempre tienen un gusto especial.
Después del primero, Riquelme vino a abrazarme. No puedo explicar la
emoción que sentí. Tengo la fortuna de seguir teniendo una relación cerca
na con él hasta el día de hoy”. El equipo fue avanzando, Riquelme orques
taba un equipo con muchas variantes, bien aprovechadas por su director
técnico, Miguel Russo. Así, se llegó la final con Grêmio de Brasil. Boca
ganó 3 a 0 en la Bombonera y fue a Porto Alegre, una plaza siempre difícil.
Con un Riquelme sublime se impusieron 2 a 0, en total cinco goles de di
ferencia sobre los brasileños. Si bien el equipo trató de no descuidar el cam
peonato local, no pudo hacerse con la doble corona, pero Marioni recuerda
el gol que hizo frente a Belgrano de Córdoba: “Era el gol que soñaba, porque
después de convertirlo fui corriendo y me subí al alambrado donde se u bica
la hinchada de Boca. Fue una sensación de euforia que hasta hoy me eriza
la piel”. Al hacer un balance de aquel año intenso, reconoce que si bien Boca
146
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estaba ahí”. La experiencia duró poco por distintos motivos: “Era uno de mis
sueños volver a ese club y ser entrenador. Ganamos una serie de partidos
importantes, pero llegué más por entusiasmo que por discernimiento. Sin
haber hecho ni la pretemporada, ni haber podido elegir jugadores. Un error
que intentaré no c ometer en el futuro”. La presidencia del club contrató
luego a un manager directivo general, quien decidió junto con el presiden
te que Bruno no continuaría: “Siento que la decisión fue muy injusta, sólo
me dieron tres meses y no me dejaron desarrollar mi proyecto. Pero tal vez
pueda regresar algún día, uno nunca sabe”. Algunas victorias importantes
frente a América y Chivas le dieron sensaciones fuertes, acompañadas por
su cuerpo técnico así como por la afición. Otro momento que califica como
inolvidable fue haberse encontrado en la Copa Mx con Dorados de Sinaloa,
dirigidos por Diego Armando Maradona: “Fue increíble encontrarme con
Diego, alguien a quien siempre admiré, mi ídolo. Por si fuera poco, él siem
pre tuvo palabras de cariño y elogios para mí. Darle un abrazo como entre
nadores es de esos momentos que se guardan para toda la vida”.
La idea de Bruno al revisar estas líneas es la de seguir preparándose como
entrenador profesional y conocer la globalidad del fútbol. De ahí que en 2019
comenzó un máster internacional de gestión deportiva, con foco en fútbol,
además de estar pensando junto a quien escribe estas líneas proyectos que
vinculen el ámbito profesional con acciones sociales. Bruno se siente bien
en México, se ve en el país por un largo tiempo, “lo deseo con todo mi co
razón”, aunque no puede descartar ir a trabajar a otro lugar según los lla
mados que siempre pueden surgir, sobre todo cuando la persona tiene un
nombre en el ámbito. Bruno se considera un auténtico argenmex, pero reco
noce que sus hijas le manifiestan, de tanto en tanto, el deseo de retornar a
Argentina. De hecho, Giuliana se fue a Buenos Aires meses antes de terminar
de escribir este texto, a iniciar sus estudios universitarios en aquella ciudad
en la que vivió parte de su vida.
La historia de Bruno Marioni, es sin duda, la trayectoria de alguien que ha
tenido éxito y fortuna en la vida y en el fútbol, así como también naturales
dificultades y momentos de dilemas. Nadie puede escapar a ellos. Se trata,
en definitiva, de una historia singular dentro de un universo de jugadores
y entrenadores argentinos que han transitado y adquirido más que dos nacio
nalidades, una doble cultura en su forma de ver el mundo, con la diversidad
152
Entre Argentina y México, idas y retornos
y riqueza que esto implica, así como también la convivencia con el senti
miento de nostalgia permanente que idealiza un país y su pasado personal
cuando uno está en el otro. Los recorridos siguen, otros van por caminos
parecidos, algunos en el fútbol profesional, con éxito, otros con fracasos o
ambas cosas mezcladas. Pero también hay historias de jugadores argentinos
que militan en categorías inferiores del fútbol mexicano, que deben ser
consideradas en sus diferentes facetas, en la precariedad relativa o ascenso
según sea el punto de partida y el de llegada. Y están aquellos que transitan
el fútbol llanero, aquellos argentinos que cobran unos pesos en ligas amateurs
que pagan en negro, y que por placer o por necesidad, toman riesgos en su
integridad física. Este texto apunta, por consiguiente, a dejar abierta la
posibilidad de estudiar otros perfiles y ver que el fútbol, como otras esferas,
constituye un área donde Argentina y México se yuxtaponen, dialogan,
afianzan lazos, tienen contradicciones y tensiones, generan redes de indivi
duos que son parte de una unión de culturas, pero también de sus choques,
los arraigos y los desarraigos constantes.
153
Convergencias y divergencias
ALBERTO PELLEGRINI
Nací en la Capital Federal, Argentina, en septiembre de 1941. A los tres
años, nos mudamos a Sarandí (partido de Avellaneda).1 Ahora, al momento
de escribir este texto, tengo 77 años. Me crié con mis padres, junto a dos her
manos menores. Dejé Sarandí a los 27 años. Me casé con Lucía, tuve dos
hijos y me separé después de aproximadamente 23 años. A los 49 años for
mé un segundo matrimonio con Liliana, quien ya tenía tres hijas, y hemos
permanecido unidos hasta hoy. Los hijos de ambos viven por su cuenta. Mis
padres ya fallecieron. Mi madre falleció en México, en 2004,2 y mi padre en
Buenos Aires pocos años después.
Mis padres son argentinos, los abuelos, prácticamente los cuatro, emi
grantes europeos. Los de mi madre, de origen español por parte de su padre
y su madre italiana (la típica unión de muchos refugiados que han formado
la Argentina). El abuelo materno trabajó en los ferrocarriles y la abuela, que
murió joven, era ama de casa. Tuvieron seis hijos y dos de las mujeres termi
naron estudios como maestras; situación muy de avanzada para la época y
para su nivel social, una de ellas fue mi madre. Mi abuelo paterno llegó de la
entonces Yugoslavia. Se radicó en el área portuaria de Buenos Aires: La Boca,
en la Capital Federal y luego en Dock Sud, en el partido de Avellaneda.
* Recopilación de historias realizadas mediante entrevistas.
1
Sarandí es una ciudad de la zona sur del Gran Buenos Aires, Provincia de Buenos Aires,
Argentina. Pertenece al partido de Avellaneda, cabecera del partido homónimo. Se encuen
tra ubicada en la zona sur del conurbano bonaerese. Limita al oeste con Gerli, al sur, con
Villa Domínico, al este con el Río de la Plata, y al norte con Dock Sud y Avellaneda.
2
Cada uno de los miembros de la familia ubica la muerte de la madre en diferentes fechas.
155
ALBERTO, MANUEL Y MARIO PELLEGRINI
3
Tanto en México como en Argentina la secundaria es obligatoria, pero hay diferencias en
cada país, para los mexicanos los estudios son de tres años; en el secundario argentino se
unen lo que nosotros llamamos preparatoria. “En Argentina dependiendo de si la primaria
fue de seis años, hay un año más en el secundario que se divide en básico y orientado. El
Colegio Nacional de Buenos Aires es una de las instituciones más reconocidas, no sólo
pedagógicamente sino por fomentar la capacidad de los alumnos, abrirles perspectivas,
fomentar la observación y actitudes renovadoras, así como la independencia y responsabi
lidad del alumno”. Gustavo A. Brandariz (en sus textos del diario La Nación).
156
Las historias de tres hermanos argentinos entre Argentina y México
157
ALBERTO, MANUEL Y MARIO PELLEGRINI
4
Palabra de uso muy común en Argentina en todos los niveles. Dependiendo del tono y
situación la palabra es usada para insultar, mostrar enojo o para saludar con cariño a un
amigo. En su página digital la Real Academia Española (rae) acerca del origen de la pa
labra “puta” tiene esta primera entrada: “Quizá del lat. vulg. *puttus, var. del lat. putus ‘niño’”.
Es extraño que la rae presente tan vaga información sobre sus orígenes, cuando hay mucha
documentación sobre esta palabra. En el Diccionario Crítico Etimológico Castellano e
Hispánico de Joan Corominas encontramos que procede de la palabra putta (muchacha),
femenino de putto (muchacho), efebos y efebas a los que ya en la época romana se les
asociaba con la prostitución.
158
Las historias de tres hermanos argentinos entre Argentina y México
5
Palabra usada para personas poco confiables, mentirosas, incoherentes, con poca credibi
lidad que hacen o dicen cosas tontas. Algunos dicen que proviene del italiano “ciancia”
que significa burla, mentira.
6
“Simular es inventar o, mejor, aparentar y así eludir nuestra condición. La disimulación
exige mayor sutileza: el que disimula no representa, sino que quiere hacer invisible, pasar
desapercibido […] se contrae, se reduce […] no propone, insinúa; no replica, rezonga; no
se queja, sonríe”. Octavio Paz, El laberinto de la soledad, México, Fondo de Cultura Económica,
1999, p. 38.
159
ALBERTO, MANUEL Y MARIO PELLEGRINI
7
“Ahorita u orita” puede significar: nunca, al rato o de inmediato. Es como nadar en una
tierra desconocida, tanto para extranjeros como para mexicanos. “Los diminutivos le qui
tan al lenguaje el tono duro de la orden […] y le otorgan más bien el matiz amigable del
consejo”, que siempre puede ser desoído. “Decir que uno de veritas va a hacer los deberes al
ratito significa que ya Dios dirá si se hacen o no. Entre prometer cumplir algo ahora, y
prometer cumplirlo ahorita, da tiempo de olvidar las promesas”, Pablo Fernández Christ
lieb, Lo que se siente pensar o la cultura como psicología, México, Taurus, 2011.
8
En muchas casas hay un menú para la familia y otro para el servicio. En mi propia familia,
un día que le pedí a la muchacha “por favor, me traes…” Mi abuelo, dando un manotazo
sobre la mesa dijo: “Al servicio no se le pide por favor, se le ordena”; y qué decir de la
anécdota contada por un escritor mexicano que estando en su casa oye un ruido, pregunta
¿quién anda allí? y la sirvienta le responde “nadie”. La película Roma, presenta una relación
muy distinta, sin embargo la pareja, aunque le permite ver la televisión, sólo le habla para
darle órdenes. Cuando se separan, la mamá empieza a incluir a la sirvienta, ya no sólo por
necesidad, sino con aprecio.
9
“Nini” se dice que proviene de “ni trabaja, ni estudia” apelación considerada despectiva.
“Huey” de la palabra buey. Como ofensa se relaciona metafóricamente con las caracterís
ticas del toro castrado: lento y pesado; pero debido a su uso común, el término ha dismi
nuido su significado peyorativo al grado de convertirse en una muletilla. También se dice
que proviene del náhuatl uey o huey, que significa gran o grande y solía usarse antes de
tlatoani (rey); sin embargo, en ocasiones se empleaba sola, para referirse a una persona
respetada. Tambien se escribe como: güey o wey o sólo we, usado originalmente como una
ofensa, pero que también suele emplearse para referirse a cualquier persona sin necesidad
de llamarlo por su nombre y que aplica de igual manera al género masculino y al femeni
no. En el argot mexicano, güey puede aludir a estúpido, amigo, enemigo, trastornado, valiente y
un sinnúmero de términos que pueden resultar contradictorios. Güey es una deformación
de buey (del lat. bos, bovis) que en una de sus acepciones significa tonto o mentecato, el voca
blo presenta un cambio fonético de /b/ a /g/ posible para facilitar la articulación. El Dic
160
Las historias de tres hermanos argentinos entre Argentina y México
161
ALBERTO, MANUEL Y MARIO PELLEGRINI
162
Las historias de tres hermanos argentinos entre Argentina y México
MANUEL PELLEGRINI
Soy el menor de tres hermanos que hemos vivido entre Argentina y México.
Nací el 28 de abril de 1953. Nuestro hogar fue, toda la vida, de gente tra
bajadora, de clase media baja, pero nunca nos faltó nada para vivir decente
mente. Al ser el hijo más pequeño, viví con necesidades, aunque fueron
menores a las que pasaron mis hermanos mayores. Mi madre (de descenden
cia española) estudió y fue maestra casi toda su vida; mi padre (hijo de yu
goslavos), marino. Tengo poco presente su imagen, debido a sus viajes, una
vez fue a Indonesia y estuvo lejos de casa casi cuatro años. Mi madre realizó
una gran tarea con nosotros, siempre cuidándonos, trabajando y velando por
la familia. Recuerdo que, cuando era muy chico, me hacía escribirle a mi
padre una carta al día, de al menos ocho renglones. No sé si las cartas existen,
si llegaron a su destino y si las leyó. Al ser el menor, hubo diferencias en la
crianza con respecto a mis hermanos.
Mi imagen paterna fue la de mi hermano mayor. Ejercía su función como
tutor, e iba a la escuela a “dar la cara” porque, entre otras cosas, me gusta
ba escaparme o no mostraba atención ni interés en las clases. Cuando mi
madre fundó un jardín de infantes, en la parte de atrás de la casa, los tres
hermanos cooperábamos en la limpieza, la compra, el orden de la casa y del
jardín. En vacaciones, nos dedicábamos además a arreglar, pintar, las sillas,
mesas, ventanales, etc. Hice la escuela primaria y el colegio secundario,
pero no ingresé a la universidad. Comencé a trabajar a los catorce años, en
una veterinaria, luego una panadería, y después me hice cadete12 en una
escribanía.13 Ahorré y con la ayuda de mis padres pude comprarme un taxi,
podía hacerlo ya que, al cumplir 18 años, obtuve la licencia para manejar.
Nunca pensé seguir estudiando, ni en Argentina, a los veinte años y tam
poco al llegar a México con mis 31. En realidad nunca fue una prioridad
para mí. Mi objetivo era trabajar, salir de casa de mis padres, ganar dinero
y pasarla bien.
12
En México se dice ayudante de oficina o se aplica el término inglés de office boy.
13
Una escribanía equivale en México a una notaría.
163
ALBERTO, MANUEL Y MARIO PELLEGRINI
Mi madre estaba acostumbrada a vivir con sus tres hijos, sus cuarenta
infantes del jardín de niños y algunas clases privadas. Nunca salía de la casa,
las compras y la limpieza las hacíamos los hermanos. Cuando mi padre se
jubiló a los cincuenta años, “cayó en la casa, cómo un paracaidista” y eso
trajo muchos problemas. La convivencia fue difícil, se llevaban mal, la si
tuación se volvía cada día más tensa, discutían con mucha frecuencia, lle
garon a no hablarse. Mis hermanos mayores ya se habían ido de casa, así que
esos problemas recaían en mí. Me convertí en intermediario, transmitía
mensajes y muchas veces cenaba primero con uno y luego con el otro. La
tensión era fuerte y mi madre estaba siempre molesta y enojada. Mi padre
dijo que se iría de casa cuando yo hiciera el servicio militar y como me sal
vé de entrar en ese horrendo mundo disciplinario, decidió que lo haría en el
momento que me casara. Cuando lo hice, se separaron y mi padre fue a vivir
con otra mujer. Mi madre siempre esperó su regreso, en el fondo se querían
mucho, aunque no supieron convivir debido a la distancia que se generó por
los constantes viajes de mi padre y su regreso repentino. Ella sufrió mucho,
y aún más cuando él le pidió el divorcio. Decidió irse a México, donde vi
víamos en ese entonces sus tres hijos. Nunca se sintió cómoda en México,
le molestaba, en todos los sentidos, el país “que le había quitado a sus hijos”.
Fue perdiendo el ánimo y la salud, hasta que murió en 2002. En cambio,
mi padre gozaba mucho sus estancias que hacía cada año en México, mien
tras vivió. Sólo una vez estuvo con su mujer; “la que nunca más volvió”, ya
que a ella tampoco le gustó la vida en México (costumbres, comida, modo
de hablar, decía que no era “pulcro” y vaya saber qué otras cosas que su esno
bismo o su ignorancia le imprimían).
En lo que a mí respecta, atribuyo mi temprano casamiento, con sólo
veinte años, a la necesidad de salir de mi casa. En un principio, vivimos en
la parte alta de la casa de los padres de mi mujer.14 Con la finalidad de pro
gresar, me fui a la provincia norteña de Jujuy, a más de mil kilómetros,
donde mi hermano mayor trabajaba. Siento que me fue bien ahí, pero los
padres de mi esposa, que tenían mejor situación económica, insistían e insis
tían en querer tener a su hija cerca y me ofrecían muchas cosas. Creo que fue
14
En la calle Antofagasta en el partido de Avellaneda, Provincia de Buenos Aires, parte del
Gran Buenos Aires.
164
Las historias de tres hermanos argentinos entre Argentina y México
15
En la Avenida Mitre, también en Avellaneda.
16
En el Bajo Flores; se denomina Bajo Flores a la zona sur del barrio de Flores. Zona resi
dencial de clase baja y luego invadida de coreanos y sus maquiladoras.
17
La Avenida General Paz es una autopista de 24.3 km de extensión en Buenos Aires. Su
recorrido se inicia en la Avenida Lugones, cerca del Río de la Plata, y concluye en el Puente
de la Noria sobre el Río Matanza-Riachelo. Limita con la Provincia de Buenos Aires. La
utilizan como vía de acceso a la ciudad los habitantes de la zona norte y oeste del Gran
Buenos Aires. Es una de las vías de comunicación con mayor caudal del país. A los costa
dos de su trayecto se hallan varios grandes centros comerciales y sitios de interés.
18
General Rodríguez es la ciudad cabecera del partido homónimo, en la provincia de Buenos
Aires. Se encuentra situada al oeste de la ciudad, conforma parte del aglomerado conocido
como el Gran Buenos Aires.
165
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Las historias de tres hermanos argentinos entre Argentina y México
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Las historias de tres hermanos argentinos entre Argentina y México
169
ALBERTO, MANUEL Y MARIO PELLEGRINI
nadas que reparto de cuatro a seis de la mañana, luego de seis a una, uso mi
remís25 con clientes fijos, en su mayoría. En la tarde hago las compras para
venta de los productos, los preparo para poderlos entregar al día siguiente.
Vivo en el barrio de Don Torcuato, en Tigre.26
MARIO PELLEGRINI
Nací el 18 de abril de 1947, en Buenos Aires, Argentina, soy el hermano
del medio. Estudié en una escuela pública de Avellaneda, Provincia de
Buenos Aires, entre 1953 y 1959. Fui un estudiante con promedio medio.
En esa misma escuela, mi hermano mayor terminó siendo abanderado, todo
un honor en aquella época, una expresión de distinción y excelencia escolar.
Mi nivel secundario lo inicié en el Colegio Nacional de Buenos Aires: la
mejor y más reconocida escuela de Argentina. Al segundo año, me despi
dieron por mal alumno. Mis padres, que no sabían nada de psicología, me
inscribieron en el Instituto Social Militar Dr. Dámaso Centeno, donde
terminé mi nivel secundario con el título de maestro de escuela a los 19
años. Estudié magisterio, en la misma escuela ubicada en Primera Junta,
barrio de Caballito.27 Debía tomar un colectivo a las 6:15 de la mañana y
25
Los remís son automóviles (propios o de una empresa). No tienen ningún color ni carac
terística distintiva, los precios se determinan de antemano en función del trayecto, se re
servan telefónicamente o en una remisería. En general, suelen estar en mejores condiciones
que los taxis.
26
Don Torcuato es una localidad ubicada en el sur del partido de Tigre, en la zona norte
del Gran Buenos Aires.
27
Caballito es un barrio de la Ciudad Buenos Aires, se encuentra en el centro geográfico de
la misma. “Debe su nombre a la pulpería que en 1804 instaló don Nicolás Vila en la
esquina de las actuales Rivadavia y Emilio Mitre, y que era reconocida por su típica veleta
en forma de caballito. Estudiantes, filósofos y poetas llenan los cafés de Caballito, un barrio
amable y vibrante. El barrio ofrece fácil acceso al centro de la ciudad, sólo hay que ser un
poco paciente con el subte A, pero también hay numerosos y buenos autobuses, llamados
colectivos en Argentina que lo conectan con el resto de la ciudad. Se encuentran numero
sos sitios de interés, como el Barrio Inglés con hermosas edificaciones de estilo británico
realizadas entre finales del xix y principios del xx, cuenta con varios espacios verdes:
Parque Rivadavia, Centenario, Plaza Irlanda. Hay varios tipos de mercadillos, entre los
que destaca la venta de libros viejos y las ferias artesanales. Alberga importantes institu
ciones educativas católicas como el Instituto Social Militar Dr. Dámaso Centeno, el cole
gio marista, el de San José de Calasanz y otros. Además, cuenta con un fantástico club en
su corazón, Ferrocarril Oeste, un club multideportes que se destacó en varias disciplinas
deportivas como el fútbol en las décadas de 1970 y 1980, el volley y el básquet. El club
ofrecía espacios recreativos, colonias de verano para niños y niñas, natación, atletismo,
tenis de mesa, una cafetería y poseía una especie de club de tenis, un poco más elitista,
170
Las historias de tres hermanos argentinos entre Argentina y México
luego el metro para entrar a las ocho. Mis padres me inscribieron como
medio pupilo: en la mañana hacía las tareas y estudiaba. El curso de magis
terio era de una a seis de la tarde. Regresaba a mi hogar a las ocho.
Cuando empecé mi tercer año de magisterio decidí estudiar turismo en
la misma escuela, de 18:30 a las diez.28 Me salí del barrio donde me había
criado por la distancia y tiempos de viaje que implicaban los estudios. Es
tablecí nuevas amistades, tuve varias novias (propias de esa etapa). Deje atrás
el barrio donde había transcurrido mi infancia y el principio de mi adoles
cencia. Me recibí como un alumno regular, en mis prácticas como maestro
obtuve calificaciones más altas que las obtenidas en las diferentes materias
del magisterio. Con el título obtenido en 1965, y por ser varón, desde el
primer momento pude trabajar como maestro de primaria en escuelas pri
vadas de ocho a doce. Por la tarde, además de trabajar recogiendo chicos en
el jardín de infantes (kínder) de mi madre, estudiaba en la universidad. Me
Inscribí en la Universidad del Salvador, en la carrera de Ciencias Políticas
y Sociales, de 1966 a 1971. Al principio pensaba estudiar Diplomacia pero
por razones políticas,29 desestimé seguir esa carrera. En 1973, retornó Perón
al país y luego lo suplantó su segunda esposa en el gobierno. Como resul
tado de ese gobierno calamitoso, donde operaba la Triple A y un tal José
López Rega, tomaron el poder los militares, oficializaron la violencia de
Estado, desaparecieron personas y se mantuvieron hasta 1983.
Mis hermanos siguieron diferentes derroteros. Mi hermano mayor termi
nó en la Universidad de Buenos Aires la carrera de sociología, de la cual
nunca se apartó. Fue un buen estudiante y, antes de terminar la carrera, ya
dentro del propio club. Pero si algo ha caracterizado a Ferro, como se conoce popularmen
te y con cariño es al arraigo con el barrio, su orgullo. El club ha pasado por años difíciles
y desde mediados de la década de 1990 comenzó a decaer en su oferta de actividades so
ciales, incluso su equipo de fútbol cayó hasta la tercera división, cuando en 1982 y 1984
fueron campeones nacionales de primera división. Actualmente puja por reconstruirse, ha
remodelado su estadio, mantiene instalaciones de alto valor inmobiliario y su equipo de
fútbol milita en la segunda división en 2019. Por si fuera poco, la Universidad de Buenos
Aires tiene su Facultad de Filosofía y Letras, ubicada en el edificio de una antigua fábrica
de cigarrillos en la zona de Caballito.
28
Desde que mi padre enviaba postales de los destinos que visitaba, yo soñaba con conocer
los y buscaba en los libros datos como, su ubicación, su cultura e historia. Siempre me ha
atraído viajar y por trabajo y placer lo he logrado.
29
Cabe recordar que en 1966 hubo un golpe militar del general Juan Carlos Onganía al
democrático presidente Arturo Illia, esto causó una desilusión en mi vida.
171
ALBERTO, MANUEL Y MARIO PELLEGRINI
172
Las historias de tres hermanos argentinos entre Argentina y México
veces mayor que el del magisterio. Ya vivía con una novia con la que me
casé. El matrimonio duró apenas seis meses. Así llegué a 1974, cuando otro
laboratorio estadounidense me tomó en 1974 como gerente en la misma
área y luego como gerente de productos. En 1976 se produjo una oportu
nidad única y ese laboratorio me envió a Rahway, New Jersey, durante un
año a trabajar para América Latina en la sede de la casa matriz. El mundo
se me abrió de par en par. Viajes a otros países a ver, a inspeccionar, a dar
órdenes de trabajo. Con un buen sueldo y viviendo en hoteles. Es así como
viajé en agosto de 1976 a México y conocí a Silvia, mexicana, quien luego
sería la madre de mis hijos. A finales de 1976 regresé a Buenos Aires con
ese mismo laboratorio y en enero 1977 se vino a vivir conmigo mi pareja
mexicana. Decidimos tener hijos y en enero 1978 nos casamos en Cuerna
vaca, Morelos. Nuestro primer hijo nació en noviembre de 1979 y el segun
do, en julio de 1981; ambos en Buenos Aires y ambos varones.
A partir de mi retorno se inició un frenesí en mi carrera laboral. Con mi
experiencia exitosa local y con una sólida experiencia en Estados Unidos,
apareció un laboratorio nacional (en Argentina) y me ofrecieron el puesto
de gerente de marketing. Seis meses después apareció un laboratorio de
origen suizo y me ofrecieron la Dirección Comercial para Argentina y Pa
raguay. Era octubre de 1977, a mis treinta años me enviaban a Europa
cinco veces al año. Mi nivel de sueldo, comparado con un maestro era 30 o
35 veces superior. Así fue hasta marzo de 1982. En abril de 1982, los mi
litares de turno en el gobierno tomaron por sorpresa las islas Malvinas. En
mayo de 1982, una empresa de Estados Unidos, con sede en Miami, me
ofreció trabajar en México y Centroamérica, en el área de publicidad far
macéutica. En julio de 1982 las tropas argentinas se rindieron en las Mal
vinas y el 2 de agosto de aquel año llegué a vivir en México con mi familia
y el deseo de iniciar una nueva vida. Y así lo hice. Tener una esposa mexi
cana30 era un aliciente para pensar en ir a vivir en un país más estable que
Argentina, una de mis cuñadas me ofreció su casa en el D.F., mientras
encontrábamos una casa en la ciudad. Aunque ya antes (1979) había compra
do una casa de fin de semana en Cuernavaca. México crecía entre 5 y 6 por
ciento en su producto interno bruto y en general la clase media-alta en
30
Me separé después de algunos años y he tenido otras parejas.
173
ALBERTO, MANUEL Y MARIO PELLEGRINI
174
Las historias de tres hermanos argentinos entre Argentina y México
175
Relato engarzado de una chica argentina,
Verónica, que vivió en México y regresó a
su país, con el de Lara, una mexicana que
vivió en Argentina y regresó a México
* Verónica Pérez es experta en el sistema saap y colabora con uno de los periódicos argen
tinos de mayor importancia. Lara Iturbide es la madrastra de Verónica Pérez.
1
Castelar es una ciudad del oeste del Gran Buenos Aires en la provincia de Buenos Aires.
Es la segunda localidad más poblada del partido de Morón y se encuentra ubicada al oes
te del mismo.
177
VERÓNICA PÉREZ Y LARA ITURBIDE
178
Relato engarzado de una chica argentina con el de una mexicana
aunque mi padre no estaba del todo cómodo con esas reuniones. Yo tenía
una relación muy cercana con mi tía materna y mis primos. Los veía muy se
guido y frecuentemente me iba de vacaciones con ellos. Me sentía muy
relajada con mis primos.
En 1981 comencé mis estudios secundarios al terminar la educación
primaria, en plena adolescencia. Tenía un grupo de amigos y compañeros
de escuela, quienes me ayudaron y acompañaron en mi tristeza por la sepa
ración de mis padres. Éramos muy unidos. Por esos días el contexto políti
co y social del país era particular: la declaración de la guerra de Malvinas en
1982, y al mismo tiempo signos de que estaba terminando la dictadura
militar, que había sido terrible, cruenta, feroz, inhumana. Comenzaban a
permitirse las reuniones de personas en conciertos de música, por ejemplo
(algo que estuvo prohibido durante muchos años). En este entorno, la ado
lescencia por la que yo estaba pasando se centraba en sentirse unido, tener
un grupo de pertenencia, pensar de manera contraria a la dictadura militar.
La situación en mi casa se tornó muy difícil con las peleas cotidianas
entre mis padres. Mi hermana, que me cuidaba y me protegía, les reclamaba
a mis padres que dejaran de pelear. Se crearon dos “bandos” en la familia:
mi hermano y mi madre “contra” mi padre, mi hermana y yo. Finalmente, mi
padre se fue de la casa a vivir al departamento que un amigo le prestó. Mi her
mana, que en ese momento tenía 18 años, se fue a vivir a casa de una amiga
y yo me quedé con mi madre y mi hermano. En pocos días decidí que prefe
ría vivir con mi padre en la Capital Federal, dado que no me sentía del todo
a gusto con mi madre. A partir de ese momento se generó entre mis padres
una especie de competencia para ver con cuál de ellos me quedaba. Al pa
recer era el trofeo de la familia (conseguir mi tenencia legal).
Cuando llegué al departamento de mi padre en la Capital, me enteré
que él vivía con una mujer y sus dos hijos. Los había conocido en un asado
en el verano, pocos meses antes, pero no sabía de su relación. Fue un shock en
el momento enterarme, pero de alguna forma no fue algo que me pareciera
mal. Sólo que no estaba preparada ver a mi padre con otra mujer que no
fuera mi madre. Comencé entonces a vivir con mi nueva familia “ensambla
da”, en donde había pasado de ser la más pequeña a ser la mayor de dos niños
de ese nuevo hogar. No pasaba todos los días allí, sólo algunos, ya que seguía
yendo a la escuela en el partido Morón y el viaje llevaba más de una hora de
179
VERÓNICA PÉREZ Y LARA ITURBIDE
2
Nací en la ahora Ciudad de México, en diciembre de 1946, mi padre era abogado, prove
nía de una familia tradicional que vivía en La Villa; cuando murió su padre, que era mé
dico, la familia se trasladó a casa de la abuela en la colonia Condesa. Fueron seis hermanos,
tres varones y tres chicas, mi padre el más joven. Mi madre tuvo dos hermanas, ella era la
de en medio. Como sus padres viajaban mucho y por mucho tiempo a Europa (la familia
de mi abuela era vasco-francesa), se ocuparon de su educación las hermanas de mi abuelo.
Una familia de abolengo que tuvo trece hijos, mi abuelo también fue el menor y a él lo
educó su hermana mayor, porque su madre murió en el parto. Estudié en escuelas católicas
y al llegar a la universidad me rebelé y me fui a la unam, me costó caro pues los castigos
fueron severos, pero a pesar de ello estudié dos años Lengua y Literaturas Hispánicas. Me
casé al terminar mi segundo año y me fui a Alemania, donde viví cinco años (estudie y
trabajé). Al regresar continué trabajando y estudiando, terminé la carrera e hice maestría,
doctorado y fui profesora en la unam. En 1977, nació mi primer hijo y en 1980 el segun
do. Me separé durante este embarazo y sostuve a mis hijos hasta que terminaron sus ca
rreras universitarias en Argentina.
3
Hasta 1987, en Argentina, si un hombre o una mujer que se había divorciado, pero vivía
con otra persona bajo el mismo techo, eran considerados adúlteros, delito ante la ley, y
podían ir a la cárcel. Rehacer en ese sentido la vida no era por lo tanto legal.
180
Relato engarzado de una chica argentina con el de una mexicana
4
“Putear”, en el glosario de jergas y modismos de Argentina, significa fastidiar, perjudi
car a alguien, renegar. Y aunque proviene de la palabra puta casi no se usa para injuriar
o insultar.
5
A lo largo del siglo xx se ejecutaron numerosos golpes de Estado en Argentina, instalándose
diversas dictaduras militares o cívico-militares que culminaron en el terrorismo de Estado
entre 1976 y 1982.
181
VERÓNICA PÉREZ Y LARA ITURBIDE
que se realizaban. Época en que se robaban los bebés de las madres oposito
ras: detenidas o encarceladas, muchas de ellas desaparecidas. De ahí los
movimientos como el de las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo. La clase
alta era rica, elegante y cosmopolita; vivía en barrios específicos (muchos de
ellos cerrados o exclusivos), tenían casas de campo o campos. Los otros, la
clase media vivía bien (constituía la mayoría) y los obreros y trabajadores
tenían una gran dignidad y respeto por lo que hacían, lograban tener su
hogar, comer y mandar a sus hijos a estudiar, pero todos vivían con muchos
miedos: Si no pertenecían a la gente en el poder, la vigilancia era permanen
te. En las villas miseria, es decir, los barrios más precarios, imperaban las
viviendas paupérrimas, el desorden, la falta de agua y aún más la inseguridad.
Por si fuera poco, entre los propios vecinos habitaban personas que estaban
con el régimen: ladrones y buchones6 protegidos por los milicos (palabra
despectiva para los militares o paramilitares). Existían grupos, entre ellos el
padre de Verónica, que reunidos en asociaciones ayudaban a construir vi
viendas, lograban que llegara el agua, la comida y apoyaban a los “pibes” a
estudiar, desarrollar un oficio y jugar.7 En la calle no estaba permitido cami
nar sin documentos, cualquier policía o grupo militar te podía detener, sólo
porque no les gustabas, te maltrataban, se imponían con sus armas, y si eras
joven (con pelo largo y barba) te consideraban opositor y te podían llevar a
la comisaría oficial, o a las clandestinas y podías desaparecer, por algún
tiempo, o para siempre.
Un día, me invitaron a una reunión de hombres de negocios y consulto
res que organizó mi cuñado con sus socios, entre ellos el padre de Verónica.
Pocos días después me enteré que nos ofrecía su casa de veraneo, en Uruguay,
cerca de Punta del Este, por unas semanas. Además, gentilmente iba a
acompañarnos, para enseñarnos, el funcionamiento de su casa. El viaje fue
en ferry, la salida fue a las cuatro y media de la madrugada y como dice la
6
En Argentina, un buchón o botón es una persona que delata a otra, denunciándola a sus
espaldas o contando sus secretos. Por ejemplo: “La policía pudo capturar al delincuente
gracias a un buchón que compartió información muy valiosa”, la misma palabra tiene
distintos significadas en los países latinoamaericanos.
7
Es bien sabido que en los llamados potreros (campos baldíos), el futbol es el deporte favo
rito, obviamente para los varones, las nenas ayudaban en casa, aprendían manualidades,
evitaban los golpes de padres, hermanos y a veces las violaciones de las que no se hablaba.
182
Relato engarzado de una chica argentina con el de una mexicana
8
De una canción de Leonardo Favio, O quizás simplemente le regale una rosa: “Hoy corte un
flor/y llovía y llovía/Esperando a mi amor/y llovía y llovía”.
9
Bable es el término utilizado para referirse a la lengua tradicional del Principado de As
turias. El bable o asturleones evoluciona desde el latín, de manera distinta a la del caste
llano y el gallego. No se puede considerar que provenga de la lengua céltica prerromana,
aunque es posible que incorpore elementos de la misma. En la actualidad, el bable se
habla casi exclusivamente en Asturias, y se considera que existen tres bables distintos
atendiendo a la zona en que se habla: el bable entra en un periodo oscuro. La llegada del
romanticismo y el nacionalismo da un nuevo impulso al bable, que viviría una época de
auge hasta la Guerra Civil. Diccionario Enciclopédico Vox 1, México, Larousse, 2009; el
diccionario de la rae está considerando incluir la palabra.
183
VERÓNICA PÉREZ Y LARA ITURBIDE
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Relato engarzado de una chica argentina con el de una mexicana
momentos y pensé que era una locura que mis hijos permanecieran en un
lugar donde había tanta violencia, miedo y asesinatos. Tomé mis maletas
y regresé a México, mi compañero, lo sintió mucho y al poco tiempo, ya
reorganizada en Mexico, en la unam e iniciado mi proceso de divorcio, me
avisó que vendría a verme; al final de algunas idas y vueltas se quedó en
México. Compré una casita en Cuernavaca, en un condominio, él inició un
negocio e invitó a Vero a vivir con nosotros. Al principio le atrajo la idea y
aceptó, conocía México por las buenas referencias de las vacaciones de sus
conocidos; pero al llegar la fecha del viaje dudó, pero como ya había dado
su palabra, la cumplió. Siempre nos ocultó su dolor por la ruptura de su
familia original y el dolor de la distancia de los suyos.
A mi pareja, le gustaba mucho México y su cultura, leía mucho sobre el
país, viajamos cada vez que se podía; pero le costaba percibir la corrupción,
la tranza en los negocios; las mentiras y falsas excusas de los empleados, el
que todo se festejara con exceso de alcohol, la manera despectiva de hablar
y tratar a las mujeres, el “vales si tienes dinero”, la cantidad de trámites por
ser extranjero, las injusticias por ser inmigrante. Una vez un señor borracho
vino a insultarlo, trato de brincarse la barda de casa y, como no pudo, nos
echó basura, lo peor fue que cuando llegó la policía se llevó a mi compañe
ro y lo mantuvieron un día encarcelado por escándalo; gracias a las “palan
cas” pudimos sacarlo pagando un mínimo de multa. Tres años después sus
socios mexicanos lo estafaron, se quedó sin dinero, frustrado, enojado y
además la nostalgia de no ver a sus hijos (Vero ya se había regresado), au
nada a la nostalgia de una Argentina idealizada, y a los cambios reales que
se estaban produciendo. En efecto, la dictadura había retrocedido y Ricardo
Alfonsín era presidente. Decidió regresar, yo me opuse a acompañarlo, se
enojó, pero me dijo que cuando tuviera alojamiento y trabajo estable vol
veríamos a hablar.
***
Verónica: La despedida en Buenos Aires fue muy emotiva, todos mis ami
gos y mi hermana fueron al aeropuerto de Ezeiza cuando estaba por partir
hacia México. Todos lloramos mucho, éramos muy, pero muy unidos. Se
planeó que mi madre no se enterara del viaje para evitar trabas legales por
el conflicto que había con mi padre por mi tenencia. De hecho, le informé
185
VERÓNICA PÉREZ Y LARA ITURBIDE
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Relato engarzado de una chica argentina con el de una mexicana
12
El preceptor realiza el contacto cotidiano con el alumno y tareas administrativas. Antes se
llamaba “celador” y se le asocia al modelo prusiano de organización escolar: vigilar y
castigar. El diccionario de la Real Academia Española dice que el preceptor se focalizaba
en la gramática del latín y es un término que se utiliza para nombrar al individuo que se
dedica a la enseñanza.
13
Los guardapolvos blancos son una especie de bata blanca (con tablas, sin tablas, con boto
nes por detrás o por delante parecida a la que usan los médicos o enfermeras), que debían
usar por igual los educadores y educandos. Todos aquellos que fueron a una escuela públi
ca. Simboliza la educación y la lucha por la defensa de la escuela pública e igualitaria para
todos. Algo más sencillo que los uniformes que se usan en México, ya que el guardapolvos
se pone arriba de la propia ropa.
187
VERÓNICA PÉREZ Y LARA ITURBIDE
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Relato engarzado de una chica argentina con el de una mexicana
Otra cosa que era distinta eran los horarios en casa, se levantaban y acos
taban muy temprano. En Argentina se cena tarde y generalmente la gente
se duerme tarde, se hacen actividades hasta tarde también. Los domingos
acostumbrábamos hacer paseos fuera de la ciudad o ir a fiestas de los amigos
de Lara. En Cuernavaca había muy poco transporte público, además de las
“buenas costumbres”14 y miedos de Lara porque algo me pasara. Fue difícil
estar en un grupo social tan pequeño, cerrado, aunado a la edad que tenía:
“la edad del pavo”, es decir la adolescencia. Y qué decir de las comidas: a
mí sólo me gustaban las milanesas con puré de papa o zapallo. Me costó
mucho amoldarme, no sólo a la comida típica, sino incluso a las verduras,
legumbres, frutas y como Mafalda, aborrecía la sopa.
Sin embargo, el clima era espectacular para mí, siempre un calor agra
dable y mucho sol. El estilo de vestir en México era muy formal, pero en
Cuernavaca, dado el calor era un poco más alivianado. Pero se notaba en la
ropa, el grupo social al que pertenecías, incluso en los indígenas que con
servaban con orgullo sus atuendos. En Argentina la moda estaba ligada a la
ideología, los ricos y clase media eran formales, pero la mayoría de los jóve
nes y aquellos que estaban contra los militares mostraban su libertad y su
oposición con ropas diferentes, extravagantes, etc. Los meses de vacaciones
también eran distintos en Argentina, enero y febrero, y en México, junio y
julio, me sentía perdida en vacaciones, aunque mi padre trabajaba mucho,
y venía a casa a comer rápidamente. Recuerdo, sin embargo, con cariño otros
momentos de los veranos, cuando íbamos al mar, a los diversos pueblos, a
las montañas maravillosas, a las zonas arqueológicas, la variedad de artesanías
de cada lugar que visitábamos, pero me molestaba el regateo en el momen
to de la compra, no estaba habituada a esa costumbre y me parecía que no
estaba bien cuestionar el precio de algo que estaba a la venta. De Cuernava
ca me gustaban el Jardín Borda y el Zócalo, las calles empinadas y circula
res; empecé a interesarme por la historia de México y el Palacio de Cortés
me sirvió como guía para investigar, leer y preguntar.
Lo que más me molestó, además de las diferencias sociales, eran las gran
des casonas con hermosos jardines, albercas y sirvientes para todo.15 Ni qué
14
No estaba bien visto que una “señorita” se subiera a los camiones (buses), aunque había
miles de chicas, de otras clases sociales que lo hacían a diario.
15
Abrir la puerta, hacer y servir la comida, las compras y, por supuesto, limpiar, jardineros,
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VERÓNICA PÉREZ Y LARA ITURBIDE
hablar del tono déspota y agresivo que usaban para con ellos. La familia de
Lara era, a mi modo de ver, muy tradicional, tanto que no aceptaron nunca
su relación con mi padre, nunca vinieron a nuestra casa, que era muy sen
cilla, pero muy decente. Una vez una de sus hermanas apareció por breves
minutos pero se le veía en la cara, en las actitudes y gestos que sentía lásti
ma por su nueva situación (lo percibí, y tanto Lara como mi padre hicieron
comentarios). En esa época me encerraba en mi cuarto y lloraba mucho, me
costó mucho asumir el choque cultural, anhelaba Buenos Aires, a mis fami
liares y amigos. Les escribía cartas todo el tiempo (claro que no había redes
sociales a mediados de la década de 1980), esperaba con ansias el correo. Era
muy difícil y costoso hablar por teléfono a larga distancia. Mi padre leía
mucho y me incitaba a hacerlo, con él podía hablar un poco de lo que pen
saba y sentía. Lara era muy formal, atenta y sólo en algunas ocasiones cari
ñosa. Muy apegada a las reglas de sus grupos sociales: los de la universidad
y los de sus amigas. Pero no tanto a las de su propia familia, que obviamen
te al ser muy católicos, no aceptaban su divorcio y menos la unión con un
argentino desconocido y separado.
Conocí a un argentino en esa época, Alejandro, que trabajaba en una
inmobiliaria en la esquina de la casa. Lara se asustaba mucho, porque era
mayor, demasiado para ella. Ella me decía que él buscaba una relación físi
ca y se sintió responsable de cuidarme, vigilarme e incluso prohibirme ir a
verlo sola. Advirtió a mi padre del peligro que había con ese “vago, mal
viviente, que nadie conocía” (regla social importante en México, saber de
tus orígenes). Bien, pues esto fue la bomba, me enojé mucho y la situación
generó discusiones y peleas con ella y mi padre. Mi hermana, que trabajaba
como docente y vivía independiente, cosa muy común entre los chicos en
Argentina, insistía en que me fuera a vivir con ella y por supuesto me re
gresé a Morón, con 17 años. Estaba feliz de estar con mi hermana y amigos,
pero también sufrí porque ahora usaba otro vocabulario, tonadita mexicana
y ciertas actitudes de las cuales todos se burlaban o reían. Tuve que tramitar
la revalidación de los estudios realizados en México y pasar otra vez exáme
nes que me exigieron. El hecho triste es que tuve que cursar con otro grupo
niñeras y los cuidadores de la casa. Las casas, además, estaban rodeadas de bardas grandes,
altas, electrificadas, con cámaras de seguridad y “guaruras” (custodios) para la casa y cada
uno de los miembros de la familia.
190
Relato engarzado de una chica argentina con el de una mexicana
16
La segunda ciudad de importancia en el partido de Morón, “la urbanización de Castelar
está enmarcada en la formación del Gran Buenos Aires […] se dio ante todo en las dé
cadas de 1940 y 1950. Fue impulsada, como en el resto de la región, por las migraciones
internas […] desde otras localidades. […] El 15 de diciembre de 1971 se firmó el De
creto de Ley que declaró ciudad a Castelar. En 1970, Castelar tenía más de 80 mil habi
tantes. Las tradicionales casas de campo fueron subdivididas y vendidas en lotes por
empresas inmobiliarias. Como resultado, surgieron barrios residenciales en aquellos es
pacios. El sector rural disminuyó constantemente, hasta desaparecer. El único espacio
verde remanente fue la Base Aérea, al sur de Castelar. El perfil urbano consolidado fue el
de una zona residencial, con el tipo de vivienda de chalet californiano. El sector industrial,
pequeño, tendió a ubicarse en zonas marginales.
191
VERÓNICA PÉREZ Y LARA ITURBIDE
cutió en todos fue la caída de los militares, las elecciones, Alfonsín como
presidente, todo esto dio pie a que los jóvenes pudieran manifestarse, que
se rebelaran por todo lo que había pasado, era extraño vivir sin represión y
sin persecuciones, usar pelo largo y barba, el guardapolvos ya no era obli
gatorio, por lo tanto “nada era igual, todo era distinto pero nada mejor”.17
Mi padre regresó a Buenos Aires, y a los pocos meses consiguió que Lara
y sus hijos lo hicieran también. Vivieron primero en un departamento, en
el barrio de Flores, ubicado en el centro de la Capital Federal (que les alqui
ló un amigo de mi padre). Comencé a trabajar dos veces por semana con ellos.
Luego, Lara consiguió una casona vieja y la restauró, también en Flores. Se
hizo ahí un lugar para sus oficinas. Luego pasamos, debido a que el trabajo
se triplicó, a una oficina en el centro porteño, en la calle de Tucumán. Ahí
llevé toda la parte administrativa y de organización. Por otro lado, se renovó
la relación amorosa con Santiago,18 antes de irme a México ya éramos novios
y él por estar mucho tiempo conmigo reprobó varias materias y se quedó
retrasado. Repitió un año en la escuela y también por ese motivo quedó des
conectado de sus amigos. Estuvimos trece años en pareja, nos casamos en
1992. Él también trabajaba en la empresa de mi padre y de Lara. Compramos
una casa en Castelar, a crédito y en 1997 nació nuestro hijo Franco.
Murió mi padre en mayo de 1995 por causa de un cáncer y se iniciaron
una serie de dificultades laborales y de cambios en Argentina. El trabajo de
capacitación que hacíamos a varias empresas decayó por temporadas, los pagos
eran pobres y para colmo, la empresa consultora de mi padre y Lara entró en
las desavenencias de la herencia. Así que se disolvió la consultora y nos que
damos sin laburo (como se le dice al trabajo) mi marido y yo. Lara, cansada
17
Parafraseando al tango argentino Cambalache, compuesto en 1934 por Enrique Santos
Discépolo, que dice: “¡Todo es igual, nada es mejor, lo mismo un burro que un gran
profesor!”
18
A Santiago lo conocí cuando comencé la escuela secundaria. Desde el principio nos senta
mos juntos y fuimos grandes amigos. No pasó mucho tiempo para que nos convirtiéramos
en “novios” con catorce años. A los ocho meses me fui a México y nos separamos, pero al
regresar lo reencontré y volvimos a ser pareja. El repitió un año escolar por pasar tiempo
conmigo en vez de asistir a la escuela. Tuvimos una hermosa relación. Comenzamos a vivir
juntos a los 18 años y nos casamos a los 25. A los treinta nació nuestro hijo Franco. A los
33 años nos separamos y luego de dos años volvimos a vivir juntos por una cuestión eco
nómica y por evitar que nuestro hijo tuviera dos casas. Habiendo sanado ya las heridas de
la separación, nos llevábamos muy bien “como amigos”, hasta que el murió.
192
Relato engarzado de una chica argentina con el de una mexicana
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Entre Buenos Aires,
Culiacán y Buenos Aires
Una experiencia empresarial y personal
Julio Horno*
195
JULIO HORNO
horas para un posible puesto. Una de las condiciones era viajar a México
para conocer la compañía y hacer el programa de entrenamiento general y
específico del puesto. En abril de 2008 me confirmaron que había sido se
leccionado y me daban un mes para dejar todo organizado en Musimundo
e ingresar en mayo a Coppel.
Me convertí, así, en el primer gerente en Coppel Argentina, en mayo
de 2008. A medida que incorporaban personal, los enviaban con sus fami
lias a Culiacán (Sinaloa) para hacer su programa de entrenamiento (algunos
estuvieron hasta 18 meses en México). Trabajé en Argentina hasta finales
de 2009 y estuve a cargo del lanzamiento, junto al personal de recursos
humanos (dos de Coppel México y dos de Coppel Argentina) y tenía a cargo
las relaciones con los despachos jurídicos, contables, notariales, autoridades,
así como algunas otras tareas. Esto, además de mis propias actividades
relacionadas con inmuebles, proyectos y construcciones.
Al regreso de México del director general de Coppel y el resto de los
gerentes mexicanos, viajé a Sinaloa con mi familia a principios de enero de
2010 para conocer la empresa in situ y hacer mi entrenamiento. En un
principio la experiencia sería de sólo tres meses, sin embargo, mis jefes
fueron alargando mi estadía. Al final estuve ahí un año, y regresé a Buenos
Aires en diciembre de 2010.
Rosana, mi esposa, que hizo la carrera de medicina con muchos esfuerzos
en Argentina, la cursó siendo madre de nuestras tres hijas, había conseguido
un puesto con nombramiento de médica clínica (generalista) en el Hospital
Público en Buenos Aires, luego de trabajar y hacer guardias durante cinco
años sin recibir pago alguno. Para acompañarme en toda mi estadía en Méxi
co debía renunciar al puesto que acababa de obtener, sin reserva alguna del
mismo para su regreso. Por eso sólo me acompañó un mes con nuestras hijas.
No nos fue posible estar juntos durante mi estadía mexicana. Nuestras hijas:
Marina y Carolina, mellizas con 18 años y la menor Milagros con 16 años,
tampoco querían dejar sus estudios y amigos de Argentina. No fue fácil por
lo tanto la separación, para ninguno de nosotros, de hecho, causó muchos
problemas familiares.
Los modismos del idioma en sus diferentes versiones del castellano ha
blado en Argentina y en México, aunque no fueron un obstáculo, causaron
algunas confusiones y risas de ambos lados, sobre todo al principio. Mi
196
Entre Buenos Aires, Culiacán y Buenos Aires
197
JULIO HORNO
198
Entre Buenos Aires, Culiacán y Buenos Aires
fue el machismo uno de los rasgos que más me sorprendió, sobre todo por
que al mismo tiempo hay un culto a la madre. Me causó cierto pavor que
los narcos y hasta algunos policías hacían daño o asustaban a las madres de
sus víctimas, sabiendo que ese era su punto sensible. Ese asunto fue el más
difícil de comprender en mi estancia.
En cuanto al ambiente de trabajo, se daba en un absoluto verticalismo:
los empleados obedecían órdenes, nunca expresaban abiertamente lo que
pensaban, ni se quejaban de ciertos malos tratos, ni de algunas órdenes ar
bitrarias. Cuando me atrevía a preguntar el porqué, me respondían: “porque
el patrón así lo ordena”. Era una pena que a veces sus opiniones no fueran
escuchadas, sobre todo porque podían resolver situaciones de una manera
más práctica, sencilla y a veces de menor costo. Palabras como “mándeme
o mande usted”, eran para mi indicativas de la dosis de sumisión, recubier
tas, claro, de “buena educación”. Cumplir órdenes —de esta manera— im
pide la innovación, el involucramiento y la motivación. De esa forma, el
verticalismo se va endureciendo de arriba hacia abajo. Esto, a mi entender,
no es un liderazgo, sino el ejercicio del poder del jefe. Ante mis consultas y
mis constantes ¿por qué? Me respondían “porque siempre se hizo así”.
La iglesia, tanto la católica, como las cristianas, están siempre presentes
en la mayoría, no sólo de empleados, sino también en los jefes (en su hablar,
aunque no cumplan el espíritu de las “reglas” predicadas). Existen escuelas
públicas y muchas privadas, incluso de congregaciones religiosas. Las clases
sociales están muy marcadas y divididas, los ricos y poderosos envían a sus
hijos a las privadas, de preferencia a aquellas que son bilingües (y de alto
costo). Algo que no ocurría, de manera tan tajante en Argentina hasta hace
unas décadas, pero lamentablemente vamos en esa dirección también en mi
país. Me asombró cierta doble vida que viven algunas personas: la esposa
como “la madre de mis hijos o la jefa” y por otro lado la “casa chica”, el
acoso sexual, el abuso y burla a los débiles, lentos o no tan capaces sobre
todo si son mujeres.5 En Coppel Argentina aún no hay mujeres en el direc
5
El matrimonio está considerado “como una unión estable y destinada a crear hijos […]
Toda transgresión a esta regla se castiga con una sanción cuya severidad varía de acuerdo
con el tiempo y espacio” y, añadiría, con la clase social a la que se pertenece. En México,
como en todos los países latinoamericanos, funcionan con general aplauso dos morales, la
de los señores y la de los otros: pobres, mujeres”, Octavio Paz, El laberinto de la soledad,
México, Fondo de Cultura Económica, 1972.
199
JULIO HORNO
6
Carlos Monsiváis habla de “La americanización: la profunda integración superficial” y dice:
“Desde los años setenta lo que había sido fervor de las élites se manifiesta, y el entusiasmo
por ‘lo norteamericano’ ya es popular”, véase “Simbiosis de culturas. Los inmigrantes y su
cultura en México”, en Guillermo Bonfil Batalla (comp.), México, Fondo de Cultura
Económica, 1993, p. 506.
200
Entre Buenos Aires, Culiacán y Buenos Aires
201
Mi historia en México y el ballet
Débora Díaz*
203
DÉBORA DÍAZ
204
Mi historia en México y el ballet
4
Vicente López es una localidad o barrio del partido bonaerense del mismo nombre, ubi
cada en la Zona Norte del Gran Buenos Aires.
5
Porteño es un adjetivo que se refiere a lo que está vinculado con aquellas ciudades en las
que existe un puerto. El uso más habitual del término alude a Buenos Aires, capital de
Argentina, o a sus h abitantes.
205
DÉBORA DÍAZ
Batis. A pesar de que los mexicanos, en general, tienen una idea preconcebi
da de los argentinos, los consideran “mamones”,6 engreídos (no les gusta su
tono de voz y el uso de palabras consideradas como insultos), a mí no me
rechazaron. Por el contrario, el trato para conmigo fue amable, cortés, cono
cí personas generosas que me invitaban a sus casas. Por lo tanto, nunca sentí
el rechazo por ser extranjera, ni con mis compañeros o maestros, ni la de la
gente común (taxistas, meseros o en cualquier lugar adonde tuve que ir).
En el ballet, pasé unas audiciones muy exigentes y conseguí el ingreso
a la Compañía Nacional de Danza (cnd). Recuerdo que una bailarina
mexicana que no fue aceptada se quejó diciendo que cómo era posible que
ingresaran extranjeros antes que bailarines nacionales. Pero lo cierto es
que en el arte, la nacionalidad no siempre es lo primero que se pone en
valor, sino el talento, amén de que siempre ingresan en la cnd muchos
bailarines mexicanos —la mayoría—, además de algunos extranjeros (lo
que pasó el año que yo ingresé al Instituto Nacional de Bellas Artes, inba).
Fue interesante conocer a mis nuevos maestros y compañeros bailarines y
a directores mexicanos y europeos.7
En cuanto a la vida social, en la Ciudad de México los jóvenes salen en
general alrededor de las ocho de la noche y regresan hacia las dos de la ma
6
Uso coloquial y despectivo en México aplicado a una persona que es muy arrogante o
soberbia.
7
Testimonio de Natasha Lagunas, una de sus maestras de la Compañía Nacional de Danza,
que recuerda que Débora llegó muy jovencita a la compañía, a mediados de la década de
1990 (finales de 1994 o principios de 1995), junto a un grupo de bailarinas argentinas. En
ese momento en el Teatro Colón no había plazas disponibles, ni contratos, desgraciadamen
te ninguna oportunidad. Y afortunadamente para nosotros, dice Natasha, llegó este grupo,
y han seguido incorporándose otras argentinas que enriquecen la Compañía de Nacional
de Danza Mexicana: “Desde que llegó Débora, sorprendió mucho su belleza física, una
musicalidad muy definida y un movimiento muy orgánico. Bailó muchísimos repertorios
en la compañía y llamó siempre la atención de los coreógrafos que venían de fuera: por su
belleza y talento. Su versatilidad, técnica, agudeza, destreza, habilidad, y preparación eran
tan buenas que además se desempeñó en piezas neoclásicas y contemporáneas. La recuerdo
como una joven muy inteligente y sensible, además con una gran decisión y carácter muy
definidos en cuanto a sus convicciones, en cuanto a defender lo que considera justo, tanto
en las maneras como en las formas de realizar el trabajo. Fue siempre muy solidaria, dis
puesta a defender los derechos de todos sus compañeros. Se integró en un plazo muy corto,
se veía muy a gusto en la Compañía y, además, puedo decir que abrazó la cultura mexicana
tanto popular como culta. Hizo rápidamente muchos amigos y fue muy querida y aprecia
da por todos. Siempre le he tenido un cariño muy especial. En definitiva fue un verdadero
placer conocerla y tratarla”.
206
Mi historia en México y el ballet
8
La Real Academia Española señala que el adjetivo chilango hace referencia a quien ha na
cido en la Ciudad de México. También se extiende a todo aquello perteneciente o relativo
a dicha región y sus zonas aledañas. Según el ensayista mexicano Gabriel Zaid, la palabra
chilango nació en el estado de Veracruz como una derivación del término maya xilaan,
que significa desgreñado. A la hora de determinar el origen etimológico del término
chilango existen múltiples versiones. No obstante una de las que se considera más válida
es la que determina que procede de cilanco que hace referencia al charco salado que deja un
río al secarse. Y es que, de esta manera, se alude al hecho de que la Ciudad de México se
fundó sobre lo que quedó del lago de Texcoco […] Existen otras muchas […], la que
determina […] su origen en los vendedores de chile que en el pasado vendían en el mer
cado y que utilizaban una forma de hablar que parecía que cantaban […] Se dio en llamar
así a los presos que eran llevados a la cárcel de San Juan de Úlua, situada en Veracruz,
durante las épocas posteriores a la Independencia. Y es que iban atados en grupo de una
forma similar a la que se ataban los chiles que se vendían y que se presentan en manojos,
a los que se llamaba chilangas […] sin olvidar otra teoría que determina que chilango
procede de huachinango, un pescado de color rojizo. Y es que se considera que cuando la
gente del altiplano baja a los niveles más cercanos al mar se pone roja como aquel. Cuan
do el término es utilizado por personas que no habitan en el Distrito Federal, suele tener
una connotación despectiva. Véanse, entre otros, Julián Pérez Porto y María Merino.
207
DÉBORA DÍAZ
208
Mi historia en México y el ballet
todos los días 2 de noviembre en mi casa en Buenos Aires. Tengo más pre
sente actualmente el mapa y calles de México, que los de Argentina, entre
otras mil cosas. Tuve que hacer terapia y ocho años después siento que co
mienzo a integrarme al país que me vio nacer.
Actualmente doy clases en estudios privados, en el Colón. Concursé
junto a 500 personas, después de mucho tiempo. Siempre tengo presente
el inba: mi primer año en México con Fernando Alonso, mi crecimiento, lo
estable que era la institución, lo variado de sus programas, los directores
extranjeros que invitaban, el interés de los periódicos (diarios) en los even
tos, las críticas de los especialistas, las personas que llenaban el teatro y las
exitosas giras me llenan de añoranza. No bailo en los escenarios, pero he
continuado con mi carrera de docente, la cual me llena plenamente. Todo
mi aprendizaje en México ha sido fundamental para mi formación profesio
nal y las vastas experiencias que acumulé. México me dio más de lo que yo
podía haber imaginado: mi carrera como bailarina fue muy satisfactoria, fue
un gran lugar para trabajar. Añoro todo de México y al mismo tiempo estoy
contenta de haber regresado a mi país. Esto es lo que significa ser argenmex,
es decir, tener dos amores: Argentina y México, o México y Argentina, según
desde dónde y cómo se vea.
209
Escenas de mi vida como estudiante
de maestría en antropología
en la Ciudad de México
Federico Czesli*
211
FEDERICO CZESLI
212
Escenas de mi vida como estudiante de maestría
213
FEDERICO CZESLI
214
Escenas de mi vida como estudiante de maestría
9
Es decir, payaya, pero con mi acento argentino sonaba como papasha.
215
FEDERICO CZESLI
10
Cantera o fuerzas básicas constituyen los centros de formación de jugadores juveniles en
México.
216
Escenas de mi vida como estudiante de maestría
11
Papel de periódicos reciclados.
217
FEDERICO CZESLI
218
Escenas de mi vida como estudiante de maestría
219
El camino de las pruebas
Paulina Movsichof f *
221
PAULINA MOVSICHOFF
222
El camino de las pruebas
4
“Cuando emprendas tu viaje hacia Ítaca, ruega que tu camino sea largo,/y rico en aventu
ras y experiencias.” Constantino Kavafis.
223
PAULINA MOVSICHOFF
jo olvidada por los dueños nos servía para comer. Cuando Marcos partió,
debí apelar a todos mis recursos internos para que la soledad no me derrum
base. Mientras Guiomar se distraía con sus pocos juguetes, yo tocaba la
guitarra y cantaba hasta que mis cuerdas vocales me pedían una tregua. A
veces, acostada en el piso, rodaba como hiciera allá, en mis clases de expre
sión corporal. En otros momentos me recostaba en la cama, los ojos fijos en
el techo, sumergida en dolorosas remembranzas. Entonces ella, con la in
falible percepción de los niños, trataba de sacarme de ese estado invitán
dome a jugar.
La ausencia de Marcos y la falta de dinero me empujaron a buscar trabajo.
Había estado en la universidad. El rector me recibió de manera apresurada.
Respondió a mis requerimientos de acceder a una cátedra de literatura la
tinoamericana con amabilidad pero con firmeza; por el momento no había
ninguna posibilidad. La mayoría de las cátedras de la carrera de Letras es
taban ocupadas por argentinos. Lo mire, a su vez él me miraba, tal vez
desconcertado por mi silencio. Una tarde me encaminé a la Central de
Publicaciones, cuyo dueño me recibió con gran amabilidad y, como quien
no quiere la cosa, le comenté lo del cheque que no habían pagado. “Marcos
se confunde. Yo ya le pagué ese trabajo”. Verdadera o no, la respuesta me
dejó al borde de la desesperación. No teníamos ninguna entrada. Tal vez
percibió la expresión azorada de mi cara, porque me propuso: “¿Le gustaría
vender libros?” La pregunta me sorprendió. El pánico me estrujó las tripas.
¿Vendedora yo? ¿Y por la calle? Jamás en la vida había vendido ni un alfiler.
Salí esa misma tarde. Munida de un maletín atestado de folletos en donde
se anunciaba la mercadería más variada, comencé mi peregrinaje. A pesar
de que me facilitaron una lista de clientes, decidí yo misma el recorrido,
convencida de que sería mucho menos engorroso que preguntar a cada ins
tante por calles desconocidas. Tres horas después llegué a la oficina agitan
do triunfalmente dos facturas de venta, me pagaron la comisión en el acto.
Pude entonces contratar una niñera para que cuidara a Guiomar mientras
yo trabajaba. Conformado por una población indígena en su gran mayoría,
no resultaba difícil encontrar en Ecuador a aquellas mujeres que abando
naban el pueblo de origen para mejorar su condición. La que me tocó en
suerte se llamaba Elba. Se trataba de una joven vivaracha y dulce. Tenía la
facultad de aniñarse para jugar sus mismos juegos y conversaba con Guiomar
224
El camino de las pruebas
como si fuera una igual. Por las noches iba al colegio. Sentía como si un
hada hubiese venido en mi socorro.
Por las mañanas salía a vender, antes de salir me atacaba el pánico me
sentía presa de una abrumadora, ¿hambrienta?, ansiedad. Por las tardes,
pensaba en los amigos lejanos, en la familia ausente y añorada, en la patria
sumergida en un baño de sangre. Entonces me embargaba una opresiva
melancolía. De Marcos recibía una que otra carta y a través de ellas descubrí
su infidelidad. Ahora sentía la mordedura de los celos y nadie había allí con
quien desahogarme. Me despeñé en un llanto convulsivo. Las ventas resul
taban insuficientes y me ofrecieron ir por las tardes como secretaria. Fue así
como mis días se convirtieron en un torbellino sumado a que el transporte
de Quito era muy precario. Me angustiaba dejar tantas horas a Guiomar,
aun cuando tuviera la certeza de que estaba bien atendida. Me asaltaba la
duda de si actuaba bien. ¿Sería yo una desnaturalizada, una mala madre?
Dos semanas después, una de las empleadas de la agencia me dijo que tenía
un llamado. Era Marcos. Acababa de llegar y su voz sonó anhelante. “Ten
go trabajo” le informé, excitada. Y le relaté atropelladamente mis recientes
experiencias. No pude evitar la pregunta acallada durante tanto tiempo
“¿Me querés?” “Te adoro. Vení pronto” fue su acuciante respuesta.
Pérdidas y consolaciones.5 Esa misma semana recibí los pasajes que mi padre
nos envió a Guiomar y a mí. Oscilaba entre la ansiedad por volver a ver a
los míos y el terror que me provocaban las últimas noticias, cada día más
escalofriantes. Los desaparecidos eran cuantiosos y no había ninguna pauta,
nada que pudiera garantizar a un ciudadano común y corriente no ser saca
do de su casa por la fuerza para luego integrar ese cortejo de fantasmas que
parecían oscurecer la suerte del país. Tan sólo tres meses antes había llegado
el cable anunciando la muerte de Martín, mi primo. Todos estábamos al
tanto de su militancia y de la incógnita de su paradero. Sin embargo, aún
me ilusionaba con la idea de que él escaparía a la suerte tenebrosa que ya
habían corrido tantos compatriotas. Su lucha para que todos tuvieran lo que
él había tenido: techo, educación, amor. Luego del ascenso de Cámpora como
5
“Ayúdame a olvidar nuestra hermosa soledad/de animales en celo.” Thelma Nava.
225
PAULINA MOVSICHOFF
226
El camino de las pruebas
Por esos días recibí carta de Marcos en donde me informaba que Sylvie
había llegado a Quito. Como tenía poco dinero, él le ofreció alojarse en
nuestra casa, sin que yo participara en lo más mínimo en la decisión. Así
que allí estaban, los dos solos, esa mujer ocupando, en cierta manera, mi
lugar y yo ansiosa y devorada por los celos. La suerte me ayudó esa vez. Un
amigo peruano se ofreció a hospedarla. La casa estaba ya desocupada cuando
llegué, pero un muro de desconfianza se había erguido entre nosotros. Trata
ba de entender a Marcos, sin embargo, en un recóndito lugar de mi interior,
estaba resentida, tal vez porque guardaba aún el ideal del amor eterno. La
cuestión económica seguía siendo un motivo recurrente de disputas. Marcos
elaboraba trabajos y proyectos cuyos pagos se retrasaban indefinidamente.
Debíamos ya varios meses de alquiler. Cada día cinco del mes éramos des
pertados sin misericordia por los golpes de puño que el dueño daba en la
puerta para reclamar el pago del “arriendo”. Decidí retomar las ventas, in
terrumpidas por el viaje. Luego de la última pelea con Marcos algo se había
roto. No fue tanto el dolor de la cachetada, como saber que así no se podía
continuar, tarde o temprano habría que tomar una determinación. Ahora él
se encontraba casi siempre ausente. Llegaba de madrugada, cuando Guiomar
y yo dormíamos. Los sábados y domingos partía a la selva. Hubiera querido
acompañarlo. Vivir y conocer a fondo esas culturas. Me encontraba en el
corazón de Latinoamérica pero estaba entrampada. Marcos se iba solo, o así
me lo decía, a visitar a los otavalos, los jíbaros, los colorados. Un día, uno
de sus socios me dijo: “Eres una romántica incurable”, su voz tomó un tono
zumbón que me desagradó: “Marcos no se va solo. Sylvie está con él”.6 Todo
se derrumbó, cual castillo de naipes cuando de pronto sonó el teléfono y me
anunciaron: “Tu marido está preso”. Tardé en comprender lo que escucha
ba. Luego me desaté en un mar de preguntas: ¿Cuándo, cómo, dónde, por
qué? Apenas pude contenerme. “Lo llevaron a Cuenca. Nada más sé.” Al
igual que Argentina, Ecuador estaba, en ese tiempo, gobernado por milita
res. Queríamos ir a México, era una ilusión largamente acariciada y a punto
de convertirse en realidad. Poco tiempo atrás, Marcos me anunció: “Me
escribieron del Instituto Nacional Indigenista de México. Me ofrecen tra
bajar allí como investigador. ¿Qué te parece la idea?” No dudé: “Aceptá”.
6
“Arrojado a esta costa salvaje, lejos, muy lejos del hogar.” Walt Whitman.
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PAULINA MOVSICHOFF
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El camino de las pruebas
7
“Es inútil, paloma./Después del diluvio/la muerte está húmeda/y las mismas preguntas se
arrastran bajo la tierra.” Marco Antonio Campos.
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PAULINA MOVSICHOFF
México, 1978
Querida mamá:
Aquí estamos, recién llegadas. Los últimos días fueron agotadores. También el
viaje. Tuve que embalar sábanas y frazadas, así como los libros para luego enviarlos
por avión. Antes vendí los muebles y traspasé el departamento a un amigo. Toda
una epopeya. Al llegar aquí no podía con la carga, además de Guiomar. Cuando
caminaba por los pasillos del aeropuerto sentí en algún momento que caería redon
da al suelo. Por suerte, Marcos me esperaba. Momentáneamente nos alojamos en
un hotel hasta tanto consigamos departamento o casa, lo cual no parece tan fácil.
Resulta bastante incómodo estar los tres en una pieza con los bultos apilados, in
cluyendo triciclo y guitarra. El baño es chico y no tiene bañera, lo cual es una tra
gedia para Guiomar. Debo lavar la ropa en el lavatorio. Marcos está contento. A mí
me parece muy prematuro aventurar nada. Guiomar feliz de haberse reencontrado
con su papá. Cuando íbamos en el avión le enseñé unos volcanes con nieve y decía:
“¡Oh, qué maravilla de montañas!” Sin embargo, extraña un poco y me preguntó:
“¿No estará llorando Lida en Quito?” Estoy contenta de ver a Marcos. Al fin no
pudieron separarnos. Después de que consiga casa y alguien que cuide a Guiomar
veré de buscar un trabajo. El sueldo de Marcos no es gran cosa, seiscientos dólares,
pero nos permitiría vivir sin sobresaltos si no tuviéramos que montar de nuevo todo.
Espero no seguir esta vida de gitanos. Pero estoy más optimista que cuando llegué
a Quito. Los mexicanos parecen gente muy amable. Para hablar utilizan términos
graciosísimos. Por colectivo dicen camión, los choclos son elotes, a los maníes les
llaman cacahuates. Parece otro idioma. Ya veo cómo se reirán de Guiomar cuando
vayamos a Buenos Aires. ¿Cómo están ustedes? Recibe besitos de Guiomar y de tu
lejana hija, Sofía.
Lo más arduo era pasar por la aduana en donde revisaban hasta el alma.
México no era como Argentina, me habían dicho. Revuelven y miran todo
lo que traes con una escrupulosidad de lupa pues por allí pasa mucha droga.
Era cierto. México, por suerte, no era Argentina. Nadie vendría a nuestra
casa por la noche a arrebatarnos para siempre del reino de los vivos. Nadie
nos impediría pensar, hablar, escribir, comer. Un policía se acercó a nosotras.
Era moreno y fornido. “¿Me permite su pasaporte, señora?” Se lo alargué.
Lo miró con detenimiento. “Seguramente sabe lo sucedido en Ecuador y me
van a deportar”, pensé, aterrada. Mi lengua estaba seca como un pedazo de
madera. El hombre levantó la vista del documento y nos estudió prolija
mente. Se fijó también en la guitarra, que asomaba del canasto. “¿Qué hace
aquí una turista con tantas cosas?”, preguntó. En su frente se formaron dos
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El camino de las pruebas
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El camino de las pruebas
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PAULINA MOVSICHOFF
Orfandad.10 Era una fría tarde de febrero. La casa estaba tan silenciosa como
yo, salvo los bocinazos de los automovilistas afuera. Hacía ya dos meses que
Guiomar no estaba. Los últimos tiempos habían sido duros para las dos. No
había tenido tal vez la paciencia suficiente como para contenerla, acceder a
sus demandas adolescentes. Y un buen día, mejor dicho una mala noche,
luego de una tonta discusión metió rápidamente algunas cosas en el bolso,
estrelló contra la puerta el marco con la foto en donde nos veíamos las dos.
A veces, en plena desazón, me detuve enfrente del espejo y, mirándome a
los ojos, traté de darme ánimo. No puedo dejar de recordar.
Un día leí en el Uno más uno que solicitaban exiliados para publicar.
Nueve meses habían pasado ya desde mi llegada y ni noticias de trabajo;
llamé desde un teléfono público. La telefonista me informó que el profesor
Kurtz estaba en la cafetería. “Ahorita mismo le paso, no me corte por favor”.
Tragué saliva. A pesar de los ocho años transcurridos, me parecía ayer cuan
9
“Piola” en argentino se usa como sinónimo de: vivaracho, avispado, astuto, hábil. “Ban
cadora”: hacer algo por otro, apoyar, aguantar, soportar, tolerar.
10
“¿Por qué te sientes como una huérfana desollada viva?” Erica Jong.
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El camino de las pruebas
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PAULINA MOVSICHOFF
11
“Entretanto sobrevivo,/organizando mi mañana.” Sylvia Plath. “Ya no te pertenece ni si
quiera el silencio,/aquí donde las piedras del molino detuvieron su marcha.” Giorgios
Séferis.
236
El camino de las pruebas
mis tobillos. Pero los trámites, sobre todo los referidos a la visa, no podían
seguir postergándose y allí iba yo, con la manita de Guiomar fuertemente
asida a la mía. Cuando tomaba el metro me sentía empujada al interior por
una multitud desenfrenada cuya única meta era apoderarse de un asiento.
Yo me resistía a usar el mismo método y por lo general me quedaba de pie.
Entonces tomaba a Guiomar en mis brazos, temerosa de que la aplastasen.
Fue en uno de aquellos primeros viajes que sentí una mano pasearse por mis
nalgas. Me volví, furibunda, buscando al insolente, pero encontré una mu
ralla de rostros impasibles. Con la carga de Guiomar me resultaba im
posible moverme, así es que cerré los ojos, resignada a dejarme manosear.
Extrañaba horriblemente mi tierra, el aire de Buenos Aires, la luz, esa luz
que al resplandor de la memoria se me antojaba ligera e ingrávida como una
filigrana. También a mi gente. Las cartas eran para mí lo que el maná para
Israel en medio del desierto. A veces recibía siete u ocho juntas y me daba
con ellas un verdadero festín. Algunas tardes oía a Los Chalchaleros, Falú,
Atahualpa Yupanqui, Zitarrosa, la negra Sosa, la música de esa orilla que
ahora nos estaba vedada.
México fue metiéndoseme poco a poco a través de los ojos, los oídos, el
paladar. Aquella mañana, harta de sufrir privaciones me encaminé al Mon
te de Piedad. Quedaba en el Zócalo, es decir en el centro, allí donde se alzan
la Catedral y el Palacio Nacional. Era la primera vez que me aventuraba
sola por allí. Llevaba el propósito de empeñar el anillo que me regalaran
mis suegros el día de mi casamiento. Los cinco brillantes y aquella conste
lación de pequeños diamantes en los bordes pertenecían a la familia de mi
suegra. Nunca había tenido una joya tan hermosa, pero la había usado una
o dos veces y en ocasiones muy especiales. Cuando, luego de subir la esca
lera del metro, me encontré en aquel espacio abierto que fuera centro,
también, de la ciudad azteca de Tenochtitlan, una repentina sensación de
bienestar me invadió en medio de aquella multitud abigarrada y heterogé
nea. México vivía, y su antiguo corazón latía aún con fuerza en los limpia
botas, vendedores de periódicos, en los mendigos descalzos, en las mujeres
indias arrodilladas vendiendo sus productos. Recorrí los puestos que ofrecían
tortas de maíz calientes, o aquellos famosos tacos que me resistía, aún, a
comer. Por mi anillo me dieron mil pesos mexicanos, lo suficiente para
vivir con holgura muchos días. Apretando la cartera contra mi pecho me
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PAULINA MOVSICHOFF
238
El camino de las pruebas
12
“Vuelvo por esa calle que se aleja/Tan oscura como antes, con sus árboles/de nocturno
amargor.” Vicente Barbieri.
13
Comentario verbal y autorizado por la autora para publicarlo en esta recopilación novelada.
14
Como no ser invitada a participar en algunos eventos o que sus colegas hagan planes a sus
espaldas. Pudo trabajar algunas veces, gracias al respaldo de algún familiar. Ha sufrido como
casi todos sus compatriotas los descalabros de su país y hace poco, al casarse con un primo,
la familia no aprobó la alianza y ahora la excluyen de todas las celebraciones (públicas y
privadas). Sigue escribiendo y publicando. Usa su página de Facebook, para comunicar su
postura política, sus protestas, pero también sus poesías y su canto.
239
Ventana al mundo
Oscar Tangelson
El inesperado escritor de futuros
Guillermo Tangelson*
* Guillermo Tangelson nació el 9 de mayo de 1975 en Luján de Cuyo, Mendoza, tres meses
después estaba volando con su familia a México, donde vivió once años. Cuando volvió a
Argentina, empezó su relación con la literatura y ha publicado varios libros. Hizo la ca
rrera de Ciencias de la Comunicación, especializándose en Periodismo, y la maestría en
Comunicación y Cultura en la Universidad de Buenos Aires. Actualmente es docente
en la unla, donde, además, dicta un taller literario y es director de Cooperación Interna
cional. Casado con dos hijos.
241
GUILLERMO TANGELSON
hermana Cynthia, que le decía “ya está, papucho. Pensá que estás en el mar,
dejate ir. Tranquilo”; la otra mano la aferraba Martha, su mujer y compa
ñera de toda la vida, que le decía “pensá en nuestra casa, en que te vas a
poner bien, que vamos a salir pronto”. Yo veía esa escena y comprendí que
mi padre estaba ante un gran dilema. No se podía quedar, pero no quería
irse. Así que le susurré, “gracias por todo, viejo. Nosotros vamos a estar
bien”, intentando llegar a un justo punto medio entre los dos deseos. Oscar
expiró tres veces y resolvió el dilema: en ese instante empezó a trascender.
Dolida, desgarrada, mi madre me dijo entre sollozos, “¿Ves que no existen
los milagros?” Claro, ella esperaba uno de dimensiones bíblicas. Una cura
total, un Lázaro de nuestros días.
Es cierto, ese milagro no ocurrió. Pero sí hubo milagros a lo largo de
toda su vida. Él los llamaba “las varitas mágicas” y fue tocado por ellas
muchas veces. A cambio, él, un chico de bajos recursos que llegaría a vice
ministro de Economía, brindó su vida para mejorar la de millones de per
sonas. Para contextualizar lo improbable y excepcional que fue su camino,
debo empezar hablando de su padre, Sebastián; fue todo lo que puede ser
un hombre, al menos todo lo que puede ser en nuestro país, un hombre de
bajos recursos económicos pero ilimitados recursos creativos. Fue mecáni
co, chofer de taxi y de ómnibus, policía, radioaficionado y cantante de jazz.
Tocaba el uquelele. Era, ante todo y pese a todas las vicisitudes, un hombre
feliz. Vivían, junto a su mujer, Sara, y sus dos hijos, Oscar y Luis, en una
pequeña pieza en el barrio de Palermo. El conjunto de las camas y el escri
torio, que servía para estudiar, pero también de tabla de planchar y de mesa
para el mate, apenas dejaban espacio para caminar. Griegos, polacos, árabes,
en suma veinte personas de todas las naciones y religiones compartían un
mismo techo en perfecta armonía. Así eran esos días.
Oscar siempre fue estudioso. La primera vez que lo tocó la varita mágica
fue cuando el señor Laucau, del colegio número 15, un colegio público al
que él asistía, le encomendó trabajar en la biblioteca. Le puso a disposición a
Verne, a Salgari, a Dumas, le ofreció un ilimitado tesoro de conocimiento.
Y él lo asimiló todo. Sabrán disculpar, pero la versión de Oscar era más rica,
se ponía a hablar de las 20 000 leguas de viaje submarino, del Tigre de la
Malasia, de los mosqueteros, de viajes en el tiempo y todo aquello con una
pasión contagiosa.
242
Oscar Tangelson: El inesperado escritor de futuros
1
Conocidos en México como trapos de cocina o secadores.
2
Los cuatro hijos de Oscar y Martha somos: Darío, Cynthia, Pablo y yo, Guillermo.
243
GUILLERMO TANGELSON
244
Oscar Tangelson: El inesperado escritor de futuros
3
Se trata de una construcción ciudadana, política que empieza desde abajo y no de una
receta impuesta.
245
GUILLERMO TANGELSON
246
Anécdotas de la vida juvenil
de Oscar Tangelson
247
EDUARDO LAINGBORD COHEN
2
Mi actividad estuvo relacionada con la venta (por cuenta propia o de terceros) de artículos
para decoración de interiores: alfombras, cortinas, papeles. En los últimos años fabricamos,
de manera artesanal, artefactos de iluminación y biombos. Al morir nuestro hijo abando
namos todo lo que implicara cumplir con clientes. Ahora trabajo con madera a pedido de
amigos o familiares pero sin cargo. Susana se jubiló hace diez años como directora de es
cuela y me acompaña en mis emprendimientos. Actualmente colabora con una organización
de la sociedad civil que se dedica a entregar mantitas para bebés en centros de salud de
zonas carenciadas. Tejer y colaborar le ha servido como terapia.
248
Testimonios en homenaje
a Oscar Tangelson
1
El fragmento elegido es de la canción Por seguir, de Raúl Carnota y la interpretación del
grupo Don Olimpio, parte del video en homenaje póstumo a Oscar Tangelson: el guión,
montaje, imágenes y elección de las distintas escenas son del equipo de Megafón y del
programa Formarnos de la Universidad Nacional de Lanús (unla). “El puntapié fue un
fragmento de una clase en el Programa Formarnos de la unla”. Véase en Megafón TV UNLa
y/o YouTube https://m.youtube.com › channel › videos
Megafón es el nombre de uno de medios de comunicación de la unla. Utilizan su
propia radio y televisión. Son un enlace en comunicaciones con externos e internos (con
su propio portal web de noticias y producciones audiovisuales. Accesible por internet en:
megafonunla.com.ar
249
OSCAR TANGELSON
2
Véase la Resolución del Consejo Superior núm. 153/19. Consejo Publicaciones. Universo
Económico R.CS.N_153-19--14.08.19. Designar a Oscar Tangelson doctor honoris causa
post mortem.pdf; documento que avala la resolución, señalando su trayectoria. Redacción
del texto de Aritz Recalde se recomienda su lectura a los que deseen tener más datos del
Dr. Tangelson.
3
Vicerrector de la unla. Licenciado en Sociología (Universidad Nacional de Cuyo), master
of Public Affairs (Lyndon B. Johnson School of Public Affairs, University of Texas), doc
torando en Ciencias Sociales (Flacso Argentina). Se ha especializado en análisis, diseño y
evaluación de políticas sociales. Exdirector de Promoción Social y exsubsecretario de
Control de la Gestión Pública del Gobierno de la Provincia de Mendoza (Argentina). Se
ha desempeñado como consultor de organismos nacionales e internacionales y como pro
fesor de grado y posgrado en diversas universidades. Es coautor de Alianzas e innovaciones
en proyectos de desarrollo educativo local, edición del Instituto Internacional de Planeamiento
de la Educación-Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la
Cultura (iipe-unesco) Buenos Aires, libro en el que se presentan las conclusiones de la
evaluación de la Iniciativa Comunidades de Aprendizaje, impulsada en nueve países de
América Latina por la Fundación W.K. Kellogg, y coorganizador de “Aprendiendo juntos
en el proceso de autoevaluación” (edición de la misma institución). Coordinador de Pro
gramas y Proyectos de Evaluación del iipe-unesco Buenos Aires.
250
Testimonios en homenaje
experiencia del ágora le daba mucho más saber de lo que surge de los libros
y los laboratorios cuando actuaba como profesor e investigador. La predis
posición docente le imprimía un estilo pedagógico a su accionar político.
4
Secretaria general de la Asociación de Docentes Investigadores de la unla. Docente inves
tigadora del área de la Salud unla. Magíster en Metodología de la Investigación Científi
ca por la unla. Licenciatura en Enfermería por la Universidad de Buenos Aires (uba).
Especialista en Organización y gestión de servicios de enfermería materno-infantil, uba.
5
Director de Posgrado en la unla, docente investigador unla/Universidad Nacional Arturo
Jauretche. Doctor en Comunicación. Provengo de una familia de “clase media argentina”.
En mi casa había muchos libros y nuestros padres nos incentivaban (casi obligaban) a es
tudiar. Se debatía sobre política. Todos mis hermanos fueron a la universidad, yo estudié
sociología. Mis padres hicieron trabajo social barrial y una de mis hermanas mayores
militó en la universidad. La universidad me dio un método de lectura y una base general
de conocimientos. Títulos de algunas de sus publicaciones: Intelectuales, peronismo y univer-
sidad (2016), Estudios sobre Brasil (2016), Las municipalidades de la provincia de Buenos Aires
a través de la historia: ¿Autonomía o autarquía? (2019).
251
OSCAR TANGELSON
252
Testimonios en homenaje
7
En Argentina, estas dos categorías asumen un carácter especial cuando se contextualizan
en la doctrina política que Oscar profesaba. La condición de trabajador, en tanto respon
sable de la generación de recursos, y la otra, apelan no sólo a la de compartir la actividad,
sino también adherirse al mismo ideal. El sentido seguramente se terminará de dimensio
nar cuando se llegue a la lectura de la última cita, en la página final, en la que aparecen
también otras tres categorías: justa, libre, soberana.
8
El cambio de milenio encontró a la Argentina sumida en una deuda con el Fondo Mone
tario Internacional impagable, que generó recesión, cierre de fábricas, caída de las ventas,
pérdida masiva de puestos de trabajo y una crisis financiera, “el corralito”, que impedía a
los ahorristas retirar sus depósitos de los bancos. Esta situación derivó en la renuncia del
presidente de la Nación y en el término de una semana se sucedieron varios que trataron
de afrontar la crisis política, hasta que el Congreso nombró a Eduardo Duhalde para que
culminara el mandato.
253
OSCAR TANGELSON
254
Testimonios en homenaje
255
OSCAR TANGELSON
viaria, para hacer referencia a que tal proyecto lo estaba poniendo en manos
de alguien que conocía desde adentro los problemas. Mostró su confianza
profesional e interpeló a lo humano. Recuerdo que Oscar me llamaba Alejo.
Un “apodo” o apócope de Alejandro que sólo usaba, muy de vez en cuando,
mi mamá en mi más tierna infancia. Creo que hasta en ese detalle, esta
apelación, era una forma especialmente afectiva de considerarme.
Al principio del proyecto no teníamos bien claro hacia dónde orien
tarlo: ¿Pretendíamos desarrollar en un corto tiempo trabajadores que se
pudieran incorporar a las demandas laborales del ferrocarril? ¿Partiríamos
de graduados de diversas orientaciones y les aportaríamos conocimientos
específicos? ¿O propondríamos una carrera de grado, novedosa para el
sistema educativo argentino, formando profesionales universitarios en fe
rrocarriles? El desafío estaba planteado. Lo que sí queríamos era cubrir las
necesidades reales de la demanda. Así fue como iniciamos contactos con
diversos informantes clave: especialistas ferroviarios de antigua data, aca
démicos, miembros del poder político, gremialistas, gerentes de recursos
humanos de empresas ferroviarias y sus equipos técnicos, directivos del
Centro Nacional de Capacitación Ferroviaria (Cenacaf), que desarrolla
cursos de formación profesional para puestos laborales ferroviarios; en fin,
todos los que están directamente involucrados. También algunos especia
listas extranjeros, sobre todo de España. Organizamos varias reuniones,
intercambiamos opiniones, sometíamos a su consideración los borradores
que elaborábamos y pedíamos aportes.
Conceptualmente esto era de vital importancia para la ideología de la
unla: nuestra currícula la determinan los problemas de la sociedad, por lo
que necesitábamos identificarlos para poder proponer la mejor solución. No
era una actividad académica aislada, por el contrario, debía ser un diálogo
virtuoso con la realidad laboral. Éste fue uno de los aspectos tal vez más
destacados de la figura de Oscar, moverse en ámbitos académicos sin los
cánones que tales ámbitos sesgan y recortan. La búsqueda y construcción
del conocimiento real y valioso, aquel que se pone en juego en lo cotidiano,
el que se necesita para vivir, para transformar la realidad, para crecer econó
micamente, para afrontar los desafíos de la sociedad, para lograr el ascenso
social y la equidad, que no es más que la justicia social. Luego de dos años,
con la colaboración de Jorge Tzicas, lo logramos. Oscar presentó y expuso
256
Testimonios en homenaje
15
Por entonces director de la Especialización en Formación Profesional y que luego sucedería
a Oscar en la dirección del Departamento de Desarrollo Productivo y Tecnológico de la unla.
16
Dependiente, al igual que las universidades nacionales, del Ministerio de Educación.
257
OSCAR TANGELSON
17
El Plan FinEs se implementó en 2008, tras la promulgación de la Ley de Educación Na
cional, que contempla la obligatoriedad de la educación secundaria. Estaba orientado a
que los jóvenes y adultos finalizaran esa etapa educativa que hasta entonces no se exigía
formalmente, pero cuya carencia dificultaba la inserción laboral.
18
Subterráneos Buenos Aires Sociedad del Estado es propietaria del sistema de transporte
subterráneo.
19
A partir de la reforma universitaria que se produjo en Argentina en 1918 y que repercutió
en la organización de otras en varios países, se cuenta con un régimen democrático, que
entre otras cosas garantiza el cogobierno, los estudiantes tienen representación, voz y voto,
y por lo tanto responsabilidad en los diversos organismos colegiados. La universidad es,
como gusta decir nuestra rectora Ana Jaramillo, una democracia en miniatura.
20
En honor a un ingeniero italoargentino que en la década de 1930 trabajaba para los ferro
carriles —que estaban en poder de capitales foráneos— diseñó una locomotora diésel
258
Testimonios en homenaje
Los estudiantes comenzaron a trabajar a partir de los intereses que los mo
tivaban y elaboraron una publicación. Oscar solicitó que la presentáramos
a nuestra rectora, quien me escribió acerca de una experiencia similar en
México, país en el que también estuvo exiliada, algo que derivó años más
tarde precisamente en la creación de la universidad. Un vagón recuperado,
del año 1880, fue nominado como Saccaggio tras la difusión que el ateneo
hizo de la figura de este ingeniero que diseñó en la década de 1930 una
locomotora diésel eléctrica argentina, que sólo pudo construir en 1950 por
la decisión política del presidente Perón. El golpe de Estado de 1955 dio
de baja la construcción y la prensa se encargó de desprestigiar a este inge
niero, que finalmente moriría en el anonimato.
En años recientes, cuando surgieron graves acontecimientos en el trans
porte ferroviario a partir de 2012, se produjeron cambios en la organización
política, la secretaría de Transporte subió de rango a Ministerio (Interior y
Transporte) y se tomaron medidas drásticas. El nuevo Ministerio invitó a
cuatro universidades para firmar convenios de cooperación recíproca y asis
tencia técnica. Junto con la rectora Ana Jaramillo, Oscar, Jorge Tzicas y yo,
asistimos a la reunión que convocó el Ministerio en representación de la
unla, donde se suscribió el convenio que dio origen a varias actividades. Por
iniciativa de Tangelson, me asignaron todos los temas ferroviarios. Volvió
a confiar y tuve el gran honor de representar a la unla en varias comitivas.
A veces tuve que delegar cuando me era imposible participar: como fue en
China y los dos peritajes. Gracias a su apoyo e iniciativa, participé represen
tando a la unla en la Red Universitaria de Transporte, donde estoy en estos
momentos c ulminando mi segundo mandato como miembro del Comité
Ejecutivo. También representé a la unla en el Instituto Argentino de Trans
porte. La unla conformó el equipo técnico que asesoró sobre dos accidentes
ferroviarios, luego del trágico accidente de la estación “Once”.21 Del lamen
table suceso (al que ya hice referencia), se derivó la aludida reestructuración,
eléctrica, toda una innovación para la época, ya que en los ferrocarriles de superficie aún
reinaba el vapor.
21
La estación ”Once” de la línea ferroviaria Sarmiento es la terminal que se ubica en la
ciudad de Buenos Aires y que conecta con el Oeste del conurbano bonaerense: una for
mación de trenes no se detuvo y se estrelló provocando la muerte de medio centenar de
personas y una gran cantidad de heridos (los primeros tres coches se aplastaron el 22
de febrero de 2012).
259
OSCAR TANGELSON
que se extendió también a las empresas que operaban los servicios ferrovia
rios y perdieron las concesiones de los mismos.
Ya en sus nuevas funciones como director del Instituto de la Producción,
la Economía y el Trabajo (ipet), Tangelson siguió apoyando el desarrollo de
la carrera y en particular las investigaciones asociadas con ésta. A partir del
interés de otras dos universidades, firmamos un convenio tripartito para
presentarnos en proyectos de investigación convocados por el Ministerio de
Educación, en que se abordaron las problemáticas ferroviarias, siempre a
partir de hechos reales y concretos de los servicios ferroviarios: el propósito
era analizar y brindar soluciones con base en investigaciones aplicadas para
modificar el funcionamiento que derivaría en la renovación del servicio y,
por lo tanto, mejorar las condiciones de vida. Esta modificación en su face
ta de gestión dentro de la unla no le impidió continuar con su actividad
docente. Aquí debo hacer una mención especial a Lihuén Arscone Gasser.
Su asistente en el ipet y su instructor en Nuevos Escenarios, quien colaboró
estrechamente con Oscar en los últimos años y por quien tenía un aprecio
especial, que también comparto. Oscar siguió dictando la cátedra Nuevos
Escenarios en la carrera que dirijo hasta el día en que fue hospitalizado. En
un breve escrito que su hija Cynthia publicó da cuenta de que la luz de
Oscar se está apagando:
Queremos que sepan que estos dos meses dio pelea como un león. Sepan que se va
como vivió, con optimismo, fuerza, y siempre una palabra de cariño. En lo personal
como hija no puedo sino sentir un enorme orgullo y buscar en todo lo que mi viejo
le dio a la gente: desde su compromiso social, su entrega a su trabajo por la gente y
por sus alumnos, su eterna fe en que el ser humano es inherentemente bueno y su
amor incondicional hacia la vida [pronto] vamos a despedirlo y dejar que él se eleve
hacia ese universo que tanto le fascinaba y donde seguramente viajará de galaxia en
galaxia buscando respuestas a su inagotable curiosidad.
260
Testimonios en homenaje
Querido Oscar, en vos despedimos hoy a un hombre de bien. Un hombre que luchó
y puso el cuerpo y la vida en las situaciones muy difíciles por las que atravesó nues
tro país. Fuiste un compañero que luchó por el bien de todos y todas, entregando a
la patria lo mejor de vos. Un modelo de militancia, que dio sin esperar nada a cam
bio. Un maestro, que con tu ejemplo nos inspiraste a seguir la lucha por una patria
grande, justa, libre, soberana, inclusiva. El Departamento de Desarrollo Productivo
y Tecnológico, de nuestra querida Universidad de Lanús, te recuerda en el dolor de
tu partida y con la esperanza de seguir construyendo lo que vos mismo ayudaste a
forjar. Gracias compañero.22
22
Un breve pero sentido texto que Pablo Narvaja escribió cuando nos enteramos de su par
tida. Me apropio de estas dos citas, pues me facilitan la tarea de expresar todo lo que
significó Oscar Tangelson para quienes lo conocimos.
23
Comunicadora, gestora y productora audiovisual. Directora de Comunicación Institucio
nal de unla, fundadora de Megafón.
24
Licenciada en Comunicación Social, Universidad Nacional de La Plata (unlp). Locutora
del Instituto Superior de Enseñanza Radiofónica (iser), editora del portal Megafón. Con
ductora del programa “Feria Franca”.
25
Productor y periodista de Megafón. Editor de noticias en de la agencia nacional Télam
Argentina.
261
OSCAR TANGELSON
26
En la que Brasil, Argentina, Uruguay y Venezuela impulsaron al resto del continente a
frenar el acuerdo del Área de Libre Comercio de las Américas (alca) que Estados Unidos
había venido a imponer a Mar del Plata en 2005.
27
Así se llama en Argentina a las horas de congestión debida al exceso de autos, camiones o
cualquier otro medio de transporte. Embotellamientos en México.
262
Testimonios en homenaje
que ese camino terminaba en las recetas del Fondo Monetario Internacional.
También señalaba que, cuando el peronismo volvió al gobierno, después de
la crisis de 2001, se encontró con un gran porcentaje de capacidad industrial
ociosa: las pyme que se negaban a desaparecer y todavía preservaban má
quinas en galpones. Por eso fue posible la rápida recuperación de 2003 en
adelante. Advertía: “Hay que proteger a las pyme que generan casi tres
cuartas partes de los empleos formales en el país, si dejamos que quiebren y
tengan que rematar su capital después no va a haber nada que reactivar”. Sus
explicaciones siempre fueron planteadas con extrema sencillez y claridad y,
no eran pocas las veces, en las que cuando terminaba de analizar las perspec
tivas económicas del país notaba nuestros temores o preocupaciones. Con su
cálida sonrisa nos recordaba siempre que “la solución de los problemas
económicos no estaba en la economía”. Cada vez que los “zócalos y placas”28
de los canales de noticias se incendian con cada nuevo salto de la cotización
del dólar o las tasas de interés, recordamos que Oscar nos llevaba siempre a
pensar en la economía real y es lo que hoy tratamos de hacer. Era uno de esos
“imprescindibles”, no sólo porque era un sabio, o porque todo su conoci
miento lo había puesto al servicio de la Patria: en la lucha contra la desocu
pación y por la independencia económica. Oscar fue todo eso y también el
docente que, con una sonrisa, venía a la radio cada vez que hacía falta, a
pensar con nosotros por dónde encontrarle la “manija al mate”.29 También
se quedaba, hasta que las pyme que habían venido de visita, encontraban una
respuesta o herramienta para seguir subsistiendo. Confió, apoyó y acompañó
el crecimiento de los medios de la unla desde el primer día, y para nosotros su
apoyo, su pasión por comunicar y su vocación por construir son la huella de
un grande que nos acompañará siempre. Unas semanas antes de su fallecimien
to, el equipo de Megafón recibió su mensaje: “Chicos, no estoy por unas se
manas porque me tengo que internar” y antes de saber que ya no iba a volver,
lo empezamos a extrañar. Todo el equipo y los trabajadores de los medios
de la universidad, Megafón, abraza a su familia y a sus seres queridos.30
28
“Zócalo y placas” se refiere a las gráficas de los canales de noticias.
29
Estimular el pensamiento. El museo de ciencia de unla se llama Abremate (abrir diferen
tes perspectivas, incitar nuevas visiones).
30
Artículo autorizado a publicarse con los ajustes necesarios para este número. “El puntapié
fue un fragmento en el Programa Formarnos de la unla”, por Ana Cardoso.
263
OSCAR TANGELSON
31
Licenciado en Ciencias Políticas y Gobierno por la unla, doctorante en Ciencias Econó
micas (Tangelson iba a ser su director de tesis). Casado, con una hija, trabaja hace diez años
en la unla. Hijo de argentinos, madre, primera generación de migrantes alemanes, padre
segunda generación con una mezcla de italiano, vasco-francés y español.
32
De hecho lo conocí en el Ministerio de Economía en 2009 y empecé a trabajar bajo su
tutela en 2012, no sólo como su asistente en las áreas que dirigía, sino también como
ayudante de cátedra en la materia Nuevos Escenarios. Oscar se especializaba en desarrollo
tecnológico y empleo, y en esta materia se incluía la historia. Investigábamos juntos.
33
Me ayudó, aconsejó y apoyó también en los momentos difíciles personales que viví.
34
Aludo al constante y diario contacto: físico o por teléfono o móvil (celular), al preparar o
terminar alguna clase o documento, etc. y no sólo en la universidad.
264
Testimonios en homenaje
265
OSCAR TANGELSON
38
Cursó la materia Nuevos Escenarios.
39
Cursó la materia Nuevos Escenarios.
266
Testimonios en homenaje
40
Dirigente del Frente Productivo de Lanús.
267
OSCAR TANGELSON
41
Comunicadora, gestora y productora audiovisual. Directora de Comunicación Institucio
nal de unla, fundadora de Megafón.
268
Testimonios en homenaje
269
OSCAR TANGELSON
270
Reseñas
271
MORENA GOÑI Y FABIO PRIMO
2
Forma personalista de aludir a la Alianza Cambiemos a través de la figura de su fundador
y líder: Mauricio Macri, también, fundador de Propuesta Republicana (pro).
272
La batalla por el sentido común de los argentinos
273
MORENA GOÑI Y FABIO PRIMO
4
En el sentido que lo usa Austin en ¿Cómo hacer cosas con palabras?, un enunciado per
formativo.
274
La batalla por el sentido común de los argentinos
5
Usado como un concepto por Loïc Wacquant en Castigar a los pobres. El gobierno neoliberal
de la inseguridad social, Barcelona, Gedisa, 2012.
275
MORENA GOÑI Y FABIO PRIMO
6
La autora encuentra entre estas figuras una miscelánea —que va desde la figura pasiva
hasta el liderazgo estridente, se presentan como“garantes y custodias de un orden jerár
quico: “la mujer de dos caras”, “la figura de la buena esposa”, “ aquella que dice lo que
hay que decir”, “la mujer bombero”, “la custodia de la convicción”, “la guardiana de la
república”.
276
La batalla por el sentido común de los argentinos
Paula Canelo, ¿Cambiamos? La batalla cultural por el sentido común de los argentinos,
Buenos Aires, Siglo XXI Editores, 2019, 200 pp.
277
Migración y salud
Itzel Eguiluz*
279
ITZEL EGUILUZ
280
Migración y salud
a través del fear network model (modelo de redes del miedo).1 Según los au
tores esto repercute en la posibilidad de integración y adaptación de las
personas en el nuevo país. Asimismo, existe una cantidad de personal de
salud limitada que apoye en temas de salud mental, esto se ha comenzado
a solucionar a través de la capacitación de personal no profesional.
La segunda parte del libro se centra en el caso alemán y contiene cinco
artículos. Los cuatro primeros describen y analizan los casos más complejos
y casos de éxito en la atención y acceso a la salud de las personas refugiadas.
Esta parte pone un especial énfasis en temas de tamizaje2 para enfermedades
transmisibles, específicamente vih, tuberculosis, hepatitis B y C. La tuber
culosis es de especial relevancia en varios artículos de esta segunda parte,
por ejemplo, el sexto artículo del libro habla sobre el valor predictivo mo
derado de la prueba, ya que, dicen, no siempre es útil y se debe contemplar
el país de origen y el costo-efectividad de la misma. También, en el caso del
vih se reconocen la falta de datos, las dificultades para la adherencia y la
discriminación existente a personas que viven con el virus. Otro de los temas
destacados es la vacunación, para la cual no existen guías en la mayoría de
los países de la Unión Europea. En Alemania se recomienda poner las v acunas
en cuanto llegan las personas al país. Se pone como ejemplo el caso de éxito
de Friburgo, en donde la medicina general es la base del sistema de salud,
incluso para las personas refugiadas. El artículo siete del libro se centra en
la experiencia de Berlín, en donde una de las principales problemáticas fue
la infraestructura, que se ha solucionado con el paso de los años y que cuen
ta con programas como el autobús de la vacunación. Existen varios centros
de tamizaje a lo largo de la ciudad y muchos de ellos incluyen servicios de
salud mental con mediadores culturales e intérpretes en línea. El artículo
ocho se centra en el caso de Baviera, donde aclaran que no existen datos
suficientes y se requieren mayores estudios para identificar las necesidades
de los colectivos. Se presentan datos de un estudio específico en la región
donde se identifica que 2.9 por ciento de las personas refugiadas que parti
1
Es una extensión de los modelos de Lang y Foa y de Kozak en que se propone que los re
cuerdos de los eventos traumáticos se asocian en redes que se organizan en nuevas expe
riencias de aprendizaje.
2
Las pruebas de tamizaje son mediciones para establecer quién puede padecer cierta enfer
medad y quién no, en cualquier momento de la vida de un ser humano. Así se detectan
trastornos genéticos y enfermedades metabólicas.
281
ITZEL EGUILUZ
cipan en el tamizaje tienen parásitos intestinales, 14.4 por ciento tiene re
sultados positivos para la prueba de hepatitis B y hay alta prevalencia de
enfermedades respiratorias. El noveno, se centra en los resultados de un
estudio exploratorio sobre adolescentes refugiados no acompañados. Llama
la atención que no se toma en cuenta la salud sexual y reproductiva, siendo
tema relevante en este colectivo, excepto “si fuera necesario” se realiza una
prueba de embarazo para las mujeres. Por lo general, las personas adoles
centes del estudio (n=256) tienen buena salud. Al final, se presentan los
retos para el futuro para el sistema de salud alemán, en donde la mayoría de
los estudios se han realizado en los centros de recepción. El décimo artículo,
último de esta segunda parte, trata el tema de la sensibilidad y especificidad
de las pruebas para tuberculosis, así como los servicios de salud de preven
ción, curación y rehabilitación, que son aquellos que se otorgan dentro de
los primeros quince meses de haber llegado al país. Presentan una sección
sobre la salud infantil, en la que se mencionan los largos tiempos de espera
debidos a la necesidad de traductores y al aumento de la reunificación fami
liar.3 En otra sección se habla sobre la salud de las mujeres, sobre todo en
cuestión de embarazos y la falta de acceso a anticonceptivos debido a la
restricción de los quince meses para acceder a todos los servicios de salud
que, como se explica en un artículo anterior, limita el acceso a sólo algunos
servicios de salud durante ese tiempo.
La tercera parte del libro se compone de seis artículos, cada uno sobre la
situación en algún país europeo: Italia, Grecia, Holanda, Suiza, Suecia e
Inglaterra. La mayoría de los artículos comienzan con la descripción de la
situación actual de la migración, en especial de las personas refugiadas y
solicitantes de asilo. El caso de Italia, artículo once del libro, llama la aten
ción por el balance entre emigración e inmigración que se ha alcanzado en
los últimos años, en que más de 60 por ciento de la población migrante se
encuentra en el norte del país. Dicen los autores que, aunque una parte de
la población tiene la percepción de que hay una “invasión” de personas
migrantes, incluso así no se alcanza el equilibrio poblacional. Se tiene un
aumento en la llegada de niñez no acompañada y en las solicitudes de refu
3
Las personas que, una vez regularizada su situación de migrantes, pueden llevar al país de
acojida a sus familiares.
282
Migración y salud
gio. Al igual que se menciona antes en el libro, están presentes las lesiones
dermatológicas y los bajos resultados en salud mental. Por otro lado, en el
artículo doce, Grecia se distingue debido a su situación geopolítica y a los
países de origen de donde provienen las personas solicitantes de asilo o re
fugiadas. En Grecia se proporciona acceso a los grupos de personas “más
vulnerables”, es decir, personas menores de 18 años de edad, personas con
discapacidad, personas beneficiarias de protección internacional o solicitan
tes de asilo y sus familias. Llama la atención el dato de 10 por ciento de
mujeres embarazadas en este grupo y la importancia que da el capítulo a la
salud de la mujer. En el caso de Holanda, artículo trece, se tienen experien
cias de flujos histórico. Al llegar al país las personas son dirigidas a un
centro de recepción y después a un centro de solicitud de asilo. La medicina
general se encarga de 90 por ciento de las atenciones en salud y existen
servicios de interpretación; se destaca el papel del personal de enfermería.
Desde el primer momento se crea un expediente médico electrónico y al
contrario de otros países el tamizaje para tuberculosis sólo se realiza a per
sonas que provienen de países con alta incidencia y la vacunación para polio
se realiza del mismo modo. El artículo catorce habla sobre el caso de Suiza.
El país tiene nuevos flujos, como el de las personas procedentes de Afganistán,
pero existe una larga historia de personas refugiadas. Se presentan en este
artículo los resultados sobre la diversidad de las personas refugiadas y sobre
la Encuesta de Salud de Suiza, la cual incluye a los colectivos de personas
migrantes y refugiadas. Hay poco acceso a la atención para la salud mental
y la mutilación genital femenina que está presente en poblaciones que pro
vienen de Eritrea y Somalia. Por otro lado, Hannah Bradby, la autora del
artículo quince sobre Suecia, pone énfasis en las solicitudes de niñez y
adolescentes no acompañadas y hacen una clara distinción, que se echa en
falta en otras secciones, entre las personas refugiadas y otras personas mi
grantes. No hay atención para migrantes irregulares y la principal proble
mática para la atención en salud de las personas solicitantes de asilo o
refugiadas es la lejanía a los centros de salud. Un dato relevante presentado
por la autora es la tasa de personas refugiadas en el país, sólo comparable
con la de Hungría. El artículo dieciséis, sobre la salud mental de jóvenes en
Inglaterra, se centra en las generalidades y parece perderse el foco en la mi
gración y más aún en las personas refugiadas. Cox et al. sí mencionan las
283
ITZEL EGUILUZ
Alexander Krämer y Florian Fischer (eds.), Refugee Migration and Health: Challenges
for Germany and Europe, Nueva York, Springer, 2019, 213 pp.
284
¿Volver a casa?
Alondra A. Ambriz Nava*
285
ALONDRA A. AMBRIZ NAVA
286
¿Volver a casa?
287
ALONDRA A. AMBRIZ NAVA
2
“El perfil sociodemográfico del retorno migratorio reciente. Diferencias y similitudes
entre contextos de procedencia y acogida en América Latina”, (pp. 67-126). Claudia Mas
ferrer es profesora-investigadora en el Centro de Estudios Demográficos, Urbanos y Am
bientales de El Colegio de México. Victoria Prieto se desempeña como profesora en la
Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de la República del Uruguay.
3
“El retorno migratorio en el escenario poscrisis. Una mirada a las tendencias recientes en
México”, (pp. 127-163). Luciana Gandini es investigadora en del Instituto de Investiga
ciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México. Carlos Andrés Aran
zalez es docente en la Universidad del Valle de México.
288
¿Volver a casa?
4
“Familias mixtecas fracturadas por las deportaciones en Estados Unidos” (pp. 201-232).
Barros es profesora-investigadora del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en
Antropología Social, Ciudad de México.
5
“El Salvador de los retornados y los deportados. Volver a una región al bode de una crisis
humanitaria”, (pp. 393-432). Cristina Gómez es profesora de la Universidad Iberoameri
cana, Ciudad de México, Noemy Molina trabaja en la Fundación Iris de Centroamérica-
Partners El Salvador y Karla Martínez es asesora legal del Proyecto del Alto Comisionado
de las Naciones Unidas para los Refugiados (acnur)-comcavis-Trans El Salvador.
289
ALONDRA A. AMBRIZ NAVA
6
“Retornar y comenzar de cero. Experiencias de peruanas retornantes de destinos intra-y
extra-regionales”, (pp. 543-576). Lorena Izaguirre es candidata a doctora en Ciencias
Políticas y Sociales de la Universidad Católica de Lovaina.
290
¿Volver a casa?
Liliana Rivera Sánchez (ed.), ¿Volver a casa? Migrantes de retorno en América Latina.
Debates, tendencias y experiencias divergentes, México, El Colegio de México, 2019, 667 pp.
291
Cajón de Sastre
Jean Meyer
“Hay que ser poeta para ser historiador”: Le Moyne, De l’Histoire, 1670.
293
JEAN MEYER
294
Cajón de sastre
295
JEAN MEYER
296
Cajón de sastre
297
JEAN MEYER
De Gaulle chez les Soviets, documental de Nicolas Jallot (2017). El autor cuen
ta con sentido del humor la relación entre De Gaulle y Jrushchov durante la
Guerra Fría. Recuerdo la larga visita oficial de Jrushchov a Francia, en 1960;
durante once días, por primera vez, un jefe de Estado soviético estaba en
Francia, recibido por multitudes entusiastas. Seis años después, le tocan a De
Gaulle doce días en la URSS. Ambas visitas fueron muy mal vistas por
Washington: en 1966, De Gaulle acababa de salir de la Organización del
Tratado del Atlántico Norte (otan). La invasión de Checoslovaquia en agos
to de 1968 por las tropas del Pacto de Varsovia puso fin a esa luna de miel.
En attendant les hirondelles, película francesa (2018) del argelino Karim Mous
saoui, que presenta una radiografía muy fina y desesperada de los males de
su país: corrupción generalizada, patriarcado todopoderoso, silencio sobre
“la guerra sucia” que a partir de 1992 costó 200 000 muertos y 30 000
desaparecidos.
L’Insulte (2018), película del libanés Ziad Doueiri, que trata sobre la masa
cre de los cristianos en Damur, en enero de 1976, por la Organización para
la Liberación de Palestina (olp). Es muy conocida la masacre de los palesti
nos de los campos de Sabra y Shatila, perpetrada por milicianos cristianos
(en 1982) con la bendición del ejército israelí que había invadido Líbano.
Las víctimas de Damur no han recibido el mismo tratamiento. Por eso la
película, que ha tenido un gran éxito, es todo un acontecimiento. Intelec
tuales palestinos han saludado ese trabajo de reconciliación de las memorias.
298
Cajón de sastre
Festival de Cannes 2018: Ayka, película del director ruso Sergey Dvortsevoy
cuenta el combate de una joven kirguiz en Moscú. Ayka es la kirguiz ile
galmente residente en la capital de Rusia. Película tan hermosa como terri
ble, con la fuerza insoportable de un documental sobre la brutalidad y la
fealdad del mundo.
299
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ISTOR, año xx, número 80, primavera de 2020, no entró imprenta en los talleres de Impresión y D
iseño,
Suiza 23 bis, Colonia Portales Oriente, 03570, Ciudad de México. En su formación se utilizaron tipos
Garamond 3 Medium de 12.6 y 11 puntos.