Comentario Literario - Poemas de Los Dones - BORGES

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 6

1

Comentario literario
Poema de los dones
Jorge Luis Borges
Autor: Eugenio Farini Piñeyroa
2

POEMA DE LOS DONES


Nadie rebaje a lágrima o reproche
esta declaración de la maestría
de Dios, que con magnífica ironía
me dio a la vez los libros y la noche.

De esta ciudad de libros hizo dueños


a unos ojos sin luz, que sólo pueden
leer en las bibliotecas de los sueños
los insensatos párrafos que ceden

las albas a su afán. En vano el día


les prodiga sus libros infinitos,
arduos como los arduos manuscritos
que perecieron en Alejandría.

De hambre y de sed (narra una historia griega)


muere un rey entre fuentes y jardines;
yo fatigo sin rumbo los confines
de esta alta y honda biblioteca ciega.

Enciclopedias, atlas, el Oriente


y el Occidente, siglos, dinastías,
símbolos, cosmos y cosmogonías
brindan los muros, pero inútilmente.

Lento en mi sombra, la penumbra hueca


exploro con el báculo indeciso,
yo, que me figuraba el Paraíso
bajo la especie de una biblioteca.

Algo, que ciertamente no se nombra


con la palabra azar, rige estas cosas;
otro ya recibió en otras borrosas
tardes los muchos libros y la sombra.

Al errar por las lentas galerías


suelo sentir con vago horror sagrado
que soy el otro, el muerto, que habrá dado
los mismos pasos en los mismos días.

¿Cuál de los dos escribe este poema


de un yo plural y de una sola sombra?
¿Qué importa la palabra que me nombra
si es indiviso y uno el anatema?

Groussac1 o Borges, miro este querido


mundo que se deforma y que se apaga
en una pálida ceniza vaga que se parece al sueño y al olvido

1
Paul Groussac (1848-1929), escritor y erudito franco-argentino. Compartió con Borges dos datos
biográficos: el cargo de director de la Biblioteca Nacional y la ceguera.
3

ANÁLISIS A POEMA DE LOS DONES DE JORGE LUIS BORGES

El siguiente comentario de texto poético se centrará en «Poema de los dones» del poeta y
escritor argentino Jorge Luis Borges (1899-1986). Premio Cervantes en 1979 ex aequo con
Gerardo Diego. Borges es uno de los escritores en lengua castellana más trascendentales
internacionalmente. Su literatura se centra temas fundamentales: los sueños, la historia literaria,
la cábala, la historia, la mitología europea y la filosofía, entre otros. Todo ello enmarca a la obra
de Borges en la metaficción. Tanto por su estilo y por las temáticas tratadas, se rastrea en Borges
un evidente lugar de carácter fundacional en la literatura hispanoamericana: «El magisterio de
Borges consistió no sólo en habernos enseñado a escribir de un modo que no existía antes en
América, sino en hacemos pensar e imaginar la literatura desde un ángulo totalmente nuevo»2
El siguiente poema se encuentra en El hacedor (1960). El libro contiene tanto poemas
como relatos breves. Tiene un carácter misceláneo y los textos fueron escritos durante diversas
etapas de la vida del escritor. Está dedicado a Leopoldo Lugones y la clave de la justificación del
libro podemos hallarlo en el cuento que da título a la obra, donde se describe en tercera persona
a la figura de Homero, sin nunca mencionar su nombre: el rumor de las Odiseas e Ilíadas que era
su destino cantar y dejar resonando cóncavamente en la memoria humana»3. Borges cultivó la
metaliteratura y menciona a Homero en varias ocasiones debido a que también fue ciego. Hay un
evidente paralelismo con el cuento El inmortal, incluido en el Aleph (1949). Como se verá,
existen ciertos paralelismos con el poema y ese libro de relatos dado que aparecen en algunas
ocasiones las mismas obsesiones borgianas centradas en las bibliotecas, la ceguera en los
escritores y la tradición literaria universal a través de múltiples mitos.
Al centrarnos en la poesía de Borges, puede atisbarse la profunda deliberación a la que
hace protagonista. A diferencia de la poesía de Neruda, donde hay mayor sensualidad y vocación
sentimental, permitido en especial por el surrealismo de sus últimos ciclos, en Borges existe un
permanente agasajo al pensamiento: «La poesía de Borges invita a la reflexión; se construye sobre
cosas mínimas, pero que ejercen una influencia profunda sobre el hombre. Esta es la esencia de
su lírica: la meditación»4 y la cultura en donde el hombre halla sus desafíos: La poesía de Borges
es en todo momento la poesía de un hombre que, perdido frente al mundo, crea sus mitologías o
las combate»5.
Al igual que en su narrativa, Borges apela constantemente al lector y a su circunstancia
tras el acto de la lectura. Como tema literario, la metaliteratura es un rasgo esencial en la obra del
escritor argentino. En 1955 queda definitivamente ciego, lo que le da una nueva vitalidad a su
obra poética, como se verá en el siguiente análisis a poema de los dones.

2
Oviedo, 2001, p. 15.
3
Borges, 1998, p. 7.
4
Bellini, 1997, p. 312
5
Bellini, 1997, p. 311-312
4

De este poema se podría decir que la idea central no es otra que la glorificación de la
biblioteca como espacio fundamental para la humanidad. El enaltecimiento de su figura como
espacio de reflexión y como depositaria de cultura que ha enriquecido a los hombres a través de
los siglos. Es además un poema autobiográfico. El escritor trabajó a lo largo de su vida como
bibliotecario. El poema es un paseo demiúrgico, donde el poeta-bibliotecario transita una extensa
biblioteca. Cada estrofa es un comentario a lo que experimenta, donde se mezcla su historia
personal marcada por la ceguera, algunas alusiones a hechos históricos y comentarios
metaliterarios. Todas las obsesiones temáticas de Borges se manifiestan en el poema, siendo la
biblioteca el símbolo de aquello: «la biblioteca ve acentuado su significado mítico, pero donde,
sobre todo, el poeta transforma en privilegio de la maestría de Dios su situación personal, que al
mismo tiempo le ha dado una biblioteca entera – la dirección de la Biblioteca Nacional de Buenos
Aires- y la ceguera»6
En cuanto a su estructura interna, el poema se compone de nueve estrofas. Cada una de
ellas es un cuarteto con rimas consonánticas en emparejamiento ABBA (Rima abrazada). Existe
una excepción en la segunda estrofa, que la rima se presenta en ABAB, lo que le otorga una breve
pausa antes de reanudar el paseo. El verso tiene estructura endecasílaba, adscrito al arte mayor.
Finalmente, desde la inventio retórica, el poema se adscribe a los tópicos tradicionales de cosa,
en el subapartado de los tópicos de creación literaria del exordio, El discurso se va a organizar
como se indica en la primera estrofa a requerimiento de un conocido, encarnado en la figura de
dios: «es en cierto modo una fórmula de humilitas, pues en este caso no se justifica la escritura
desde una iniciativa personal, sino como recomendación ajena»7
El poema se organiza como un paseo por una biblioteca, pero tres momentos concretos
que se examinarán ahora.
El primer momento va desde el primer al quinto cuarteto. Se nos presenta el poema con
su discurso organizado en el tópico de creación literario. En el primer cuarteto El poeta apela con
leve ironía a su lector para comunicarle que su decisión literaria es obra de la divinidad. Cierra el
cuarteto con «me dio a la vez los libros y la noche», metáfora que pone el valor de los libros como
una luz, que irónicamente no vería a causa de la ceguera, que signa la noche. En el segundo
cuarteto se inicia con una metonimia de símbolo por cosa simbolizada: «De esta ciudad de libros
hizo dueños» así todo se incardina en la idea de que Borges es un guardián que transita por una
biblioteca que en apariencia no puede disfrutar de ella por su discapacidad visual. Los siguientes
cuartetos profundizan en la idea de la vastedad del conocimiento universal de oriente y occidente
y la incapacidad humana de saber todo lo que los numerosos libros albergan. Se menciona a la
Biblioteca de Alejandría como el símbolo del saber de las épocas antiguas. Finalmente, Borges

6
Bellini, 1997, pp. 312-313.
7
Azaustre, Casas, 2019, p. 49
5

confiesa su extravío por la biblioteca, por todo lo que acumula y por la ceguera que le impide la
contemplación visual de lo que va narrando.
El segundo momento es un reforzamiento de las ideas expuestas en el primero. Se
establece el locus amoenus en los versos veintitrés y veinticuatro. El concepto del paraíso con su
flora y vegetación, con las maravillas naturales al servicio de un descanso eterno y merecido pasa
a ser un lugar anclado en la tierra; donde la biblioteca ofrecerá las maravillas correspondientes,
por donde Borges se pasea como un dios. Posteriormente en siguientes cuartetos vemos por un
lado la presencia del azar. Borges entiende que su ceguera es producto de una causalidad que
desconoce y la atribuye a la suerte. Por otra parte, asistimos a un desdoblamiento de un otro. Al
parecer Borges recuerda a su otro yo con vista que leyó antes por el Borges ciego los libros: «que
soy el otro, el muerto, que habrá dado /los mismos pasos en los mismos días». En el verso
veintiocho repite metáfora para referirse a la ceguera cuando habla de borrosas tardes. El adjetivo
antepuesto al sustantivo para dar énfasis.
Finalmente, en el tercer y final momento del poema, asistimos a la idea de que la ceguera
es el punto de inflexión que permite el desdoblamiento de ese otro yo. Hay una metamorfosis
evidente que se desencadena en forma de reflexión. La pregunta retórica que anuncia el final del
poema en los versos treintaicuatro y treintaicinco: «¿Cuál de los dos escribe este poema de un yo
plural y de una sola sombra?». Borges se desconoce a sí mismo en el texto y duda si realmente es
el o es otro. Finalmente, aparece la figura de Groussac, también ciego y bibliotecario como él,
con ello pareciera decir que la ceguera y custodiar los libros es un azar que se repite
constantemente, como si fueran símbolos y no seres reales. Por ello el poema acaba con la
sensación de que todo parece ser efímero y difuso como los sueños.
Al comparar este poema con los cuentos reunidos en El Aleph, se podría afirmar que
Poemas de los dones es un guion de todos los temas que tratados en el libro. Todas las temáticas
borgeanas están presentes tanto en el poema como en gran parte de los relatos. Las referencias a
la antigüedad clásica como en los cuentos El inmortal, La casa de Asterión, Los teólogos e
Historia del guerrero y la cautiva. En el primer cuento, la figura célebre del ciego se nos revela
en un final de infarto: «Yo he sido Homero; en breve, seré Nadie, como Ulises; en breve, seré
todos: estaré muerto»8. La tradición de oriente se aprecia con En busca de Averroes y Abencajacán
el Bojarí, muerto en su laberinto. En el cuento El Aleph, Carlos Argentino Daneri, parodia de
Neruda, es bibliotecario y desea describir el mundo. Cuando acaba el relato, La idea que la
realidad tiene grietas y que es un sueño y que se desvanece como olvido se reitera: «Nuestra mente
es porosa para el olvido; yo mismo estoy falseando y perdiendo, bajo la misma erosión de los
años, los rasgos de Beatriz»9. Ambos textos literarios concluyen con ideas similares.

8
Borges, 2003, p. 30.
9
Borges, 2003, p. 198.
6

BIBLIOGRAFÍA

Azaustre, Antonio; Casas, Juan. Manual de retórica española, Barcelona, Ariel, 2019
[1997].

Bellini, Giuseppe, Nueva historia de la literatura hispanoamericana, Madrid, Cátedra.


1997.

Borges, Jorge Luis, El hacedor, Madrid, Alianza Biblioteca Borges, 1998 [1960].

___ El Aleph, Madrid, Alianza Biblioteca Borges, 2001 [1949].

Oviedo, José Miguel, Historia de la literatura hispanoamericana 3, De Borges al


presente, Madrid, Alianza, 2001.

Paz, Octavio. El laberinto de la soledad, Ed. Enrico Mario Santí, Madrid, Cátedra Letras
Hispánicas, 2015 [1950]

También podría gustarte