Análisis Del Poema Altazor o El Viaje en Paracaídas de Vicente Huidobro

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Altazor o El viaje en paracaídas de Vicente Huidobro

Reseña biográfica del autor


Vicente Huidobro es uno de los poetas más imprescindibles de la poesía chilena de
todos los tiempos, precursor del creacionismo y un importante referente para los autores
chilenos actuales.
Nació en Santiago de Chile en 1893 y falleció en Cartagena en 1948 y se lo considera
una de las figuras más destacables de la poesía vanguardista de su tierra.
Gracias a haber nacido en el seno de una familia acomodada, desde pequeño entró en
contacto con la poesía y las diversas corrientes literarias de la época, además viajó
varias veces a Europa, pudiéndose empapar de las diferencias léxicas de cada región y
admirar en persona la poesía de grandes como Breton, Réverdy o Joan Miró.
Pero seguramente uno de los aportes innegables de Huidobro a la poesía fue la
invención del creacionismo un movimiento que ubicaba al artista como un semidiós,
donde el arte ya no intentaba imitar a la naturaleza sino crear nuevos universos.
Entre las obras más importantes de Huidobro podemos citar Altazor, Temblor de cielo y
El diario de Alicia Mir.

Análisis métrico y estilístico del poema


Altazor o el viaje en paracaídas, o simplemente Altazor, es la cúspide de la obra del
poeta chileno Vicente Huidobro publicada en Madrid en 1931. En esta obra Huidobro
exhibe un lenguaje que rompe las estructuras clásicas, característica común dentro del
creacionismo, movimiento vanguardista desarrollado en el primer tercio del siglo XX
por el mismo Huidobro.
Vicente Huidobro escribe el poema Altazor o el viaje en paracaídas durante 1919 y
1931; durante ese período partes del texto fueron publicadas en francés y español.
Compuesto por un prefacio y siete cantos, la construcción del poema implica una
trasgresión de la lengua a nivel semántico, sintáctico y morfológico de la lengua.
Uno de los principios claves en la poética huidobriana es la supremacía de la imagen, es
decir, el poema es un objeto que no pretende describir sino presentar. Para Huidobro: la
imagen constituye una revelación [...] para el poeta creacionista será una serie de
revelaciones dadas mediante imágenes puras, sin excluir las demás revelaciones de
conceptos ni el elemento misterio, la que creará aquella atmósfera de maravilla que
llamamos poema.
En Altazor, el instrumento de creación de otros mundos es por excelencia la metáfora,
pero para crear una interacción y no sólo sustitución, intensificando y ampliando el
significado de los términos. A través de la metáfora, el discurso poético de Huidobro
lleva al extremo la arbitrariedad del signo lingüístico, buscando establecer nuevas
relaciones entre los elementos nombrados.
El Prefacio se desarrolla como un texto escrito en prosa, aspecto que de alguna manera
exterioriza el carácter narrativo del poema. La configuración de este se podría tomar
como un racconto o narración preactiva realizada en el presente, para situar al lector y
enmarcar el relato del viaje del protagonista; durante el discurso se registran repentinos
saltos en los tiempos verbales que tienen que ver con la proyección de los recuerdos y
los deseos del futuro en un tiempo presente.
El Canto I inicia con el sujeto sumido en sus pensamientos; éste percibe la soledad que
le rodea. Instalado en las alturas y habitante de los cielos, goza de un poder ligado a la
conciencia lúcida y dolorosa. Aquí se apela al estado de la autoconciencia, la
autopercepción y la crítica. El sujeto evidencia las contradicciones entre lo que ve y
siente. Esta perspectiva queda en evidencia a través del dialogismo que domina la
mayor parte del poema, la mirada desdoblada tiende a traspasar las fronteras del yo para
penetrar en los espacios insondables de la realidad dada. El estado interno de angustia le
obliga a descender no sólo físicamente sino que también a un nivel interno, la caída es
un acto de despojo y derrumbe de todo paradigma, un acto físico y espiritual.
La acción de caer supone la renuncia, el despojo o el ocaso de las cosas que Altazor
debe abandonar. El carácter liberador de la caída, la constituye en una acción recurrente
en las escenas que siguen, ya que no sólo el personaje se precipita al vacío, las imágenes
y los objetos se precipitan sobre él. Estos aspectos están exteriorizados en la
configuración visual del texto, compuesto de estrofas de diversa extensión carentes de
signos de puntuación y en estrecha relación semántica.
A través de los versos se condensan sintéticamente algunas de las figuras asumidas por
el personaje que serán escenificadas en el trascurso de la obra: el antipoeta, el animal, el
ángel, el mago. El antipoeta autónomo de la realidad, tiene su correspondencia en la
figura del superhombre que predica Nietzsche a través de Zarathustra: una persona
capaz de generar su propio sistema de valores: el hombre es algo que debe ser
superado. Para Huidobro, la poesía será por excelencia la forma de superación del
hombre. Así, el antipoeta estaría en un mismo plano referencial con el Anticristo. Desde
la figura del superhombre pasa a la del animal, autodesignándose como un perro,
encarnando al ser protector y benéfico, así como también al impuro y al maldito. Luego
se separa abruptamente de su yo para trasladar su mirada crítica al sistema histórico
social en el que está inserto. En un acto desesperado, Altazor reniega de la vida: rechaza
la ley natural de la procreación ya que es un acto absurdo y sin sentido, donde se ponen
seres humanos en el mundo desprovistos de un significado último y decisivo a la
existencia.
En el Canto II, se trata el estado de enamoramiento teniendo como objeto la figura de la
mujer y presentando distintas cualidades del amor: la delicadeza, lo sutil, el deseo, la
violencia, el rechazo y la posesión.
En el Canto III se retoma el hilo conductor del Canto I y el sujeto retorna al tiempo de la
aventura. La idea central de este canto es insistir en el advenimiento de un nuevo
lenguaje, por consiguiente la creación de nuevos mundos. Huidobro apela a la
participación de los sentidos y las pasiones del receptor haciendo énfasis en los
postulados teóricos de la poética creacionista. El motivo de la búsqueda y el extravío
predominan en la escena y motivan el tránsito del sujeto de una imagen a otra. Los
párrafos del texto son breves y separados por espacios en blanco. La trama visual del
poema sugiere velocidad y cambio continuo. Son dos los aspectos principales aquí: el
rechazo de Altazor contra el simulacro de la poesía tradicional y el juego como principal
herramienta de combate.
El Canto IV se desarrolla en especial continuidad con el canto precedente, desarrollando
la idea del juego pero enfocado en la figura del mago y sus actos venideros. Los
experimentos con el lenguaje y la construcción de imágenes puras son cada vez más
radicales, destacando la construcción de motivos líricos y lingüísticos; estos consisten
en la reiteración y la combinación con otras palabras, buscando en ello infinitas
combinaciones de amplitud semántica. A través de este mecanismo, el poeta transgrede
el nivel gramatical y semántico de las palabras en función de lo que está expresando. En
esta parte, podemos reconocer tres motivos en orden de aparición: el ojo, la golondrina
y el rosiñol. El poder transformador de Altazor da origen a objetos que se alejan cada
vez más de su realidad; las palabras son trasformadas mediante un collage lingüístico:
horitaña, fir-mazonte, golonfina, marería, rodoñol, rosiñol, meteópalos, eterfinifrete,
espaverso, etc. La combinación inusual de palabras y partes de palabras, genera poco a
poco la separación cada vez más drástica con las referencias en la realidad. Despojado
Altazor del recuerdo y la fatalidad con la que se había identificado hasta ese momento,
el personaje da un paso más hacia lo desconocido, hacia lo nunca visto ni realizado
hasta ese momento.
El espacio vacío en el Canto V es la preparación al advenimiento de algo todavía nuevo.
Aquí comienza el campo inexplorado: Redondo a causa de los ojos que lo miran / Y
profundo a causa de mi propio corazón [...] Hay un espacio despoblado / Que es
preciso poblar. Una parte clave dentro de este canto es la peculiar disposición de más de
cien versos donde el objeto de caracterización es el molino. Las frases están
conformadas mediante anáforas, con la repetición del sustantivo ‹molino›, más una
preposición o conjunción y un sustantivo o verbo en gerundio, lo que genera en cada
final de verso una rima consonante. Esta disposición especial del texto sugiere la idea de
la obsesión y las sensaciones de vértigo y exasperación, y al mismo tiempo se detiene el
tiempo de la narración al focalizar la descripción en un solo objeto. A partir de ese
caligrama, el movimiento circular del molino es evocado en la configuración visual del
espiral. Con esta estrategia, se tratan de emular las cualidades cinéticas del movimiento,
lo que también está presentado en la ductilidad de las palabras y su transformación.
Ya en el Canto VI se expone un nivel aún más radical en este viaje. Radical por la
ruptura manifiesta al lenguaje hasta ahora desarrollado en el poema, las leyes
morfológicas, sintácticas y semánticas de las palabras quedan en segundo plano. La
subjetividad del protagonista se diluye entre las palabras sueltas y agrupadas
arbitrariamente sin coherencia sintáctica para, hacia el final del canto, aparecer cortadas
en sus sílabas y agrupadas con otros segmentos de palabras. Esta reformulación
constante refleja la ruptura con el aspecto denotativo del lenguaje. El juego metafórico
de implicancia o sustitución de funciones que ha predominado a lo largo del poema es
reemplazado por la pura referencialidad de las palabras que se logran distinguir en el
texto; se trata de un mecanismo desintegrador cada vez más radical que no resta
musicalidad y ritmo al lenguaje del poema.
El viaje del personaje y el fin del relato parecen llegar al fin en el Canto VII. El sujeto
representado en el lenguaje no está referido en conceptos ni imágenes, sino a través de
sonidos. El sustrato expresivo de la lengua se rearticula en favor de la pura sonoridad,
privilegiando lo fónico. El espacio construido a través del discurso alude a una
atmósfera particular y capaz de significar por sí misma: es autocreado. El valor
referencial del lenguaje se pierde completamente, por tanto, el significado atribuido al
canto es formulado en relación a los principales signos y su interpretación señalados
hasta este punto. El viaje arquetípico finaliza con esta llegada, representada en la
disección y fragmentación del lenguaje. El sujeto ha logrado traspasar la capa que
recubre lo visible para llegar a destino; un ciclo se completa y da paso a otro nuevo,
donde el lenguaje poético se encarga de presentar el cuerpo de un nuevo ser en un nuevo
mundo.
En definitiva, Vicente Huidobro nos presenta en este poema, el relato del viaje
arquetípico de Altazor movido por la búsqueda imperiosa del origen y el sentido último
de las cosas, travesía que lo lleva irremediablemente a sí mismo. Esta aventura implica
el tránsito hacia estadios cada vez más internos de su personalidad; por consiguiente, el
viaje simboliza también la negación de un individuo que rompe las ataduras de una
realidad y la transforma. Este texto insertado en la trama histórica y social de fines de la
Primera Guerra Mundial y su crepuscular atmósfera de apocalipsis e inauguración de
una nueva era, construyen una alegoría del mundo moderno y de sus individuos.

REFERENCIAS

− Huidobro, V. (1919). Altazor o el viaje en paracaídas. Recuperado de


https://www.vicentehuidobro.uchile.cl/altazor.htm

− Biografía de Vicente Huidobro. (s.f). Recuperado de https://www.poemas-del-


alma.com/vicente-huidobro.htm

− Yurkievich, S. (1989). Altazor, infinauta del infimento. Recuperado de


https://www.persee.fr/doc/ameri_0982-9237_1989_num_6_1_945

 Salvatori Maldonado, P. (2012). Cuerpo y espacio, estudio de la escena poética


del texto Altazor de Vicente Huidobro y del montaje Un viaje en parasubidas.
Recuperado de https://scielo.conicyt.cl/scielo.php?
script=sci_arttext&pid=S0718-71812012000100014

− Franco, J. (1975). Historia de la literatura hispanoamericana a partir de la


independencia. Recuperado de https://archive.org

− Análisis Poético (s.f.). Recuperado de


https://www.bxscience.edu/ourpages/auto/2009/9/2/40509212/An_lisis
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− Colegio Colon Maristas de Huelva. (s.f.). Apuntes de Poética. Recuperado de


https://www.maristashuelva.es/wp-content/uploads/2016/04/Apuntes-de-Po
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