COMENTARIO - CANCIÓN V, Garcilaso de La Vega

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COMENTARIO DE TEXTO, ANA BURGOS

La obra a comentar, Canción V, Ode ad florem Gnidi, fue escrita hacia 1533, por Garcilaso
de la Vega (1501?-1536), autor insigne del Renacimiento español. Poeta introductor de las nuevas
métricas italianas, junto con su amigo Juan Boscán.

La oda va dirigida a doña Violante Sanseverino, el poeta realiza la función de intercesor de


su amigo Mario Galeota, quien cortejaba en vano a la dama. Así nos relata que le gustaría dominar a
través de la música los elementos, los animales, la naturaleza, y si pudiese conseguirlo, si llegase a
ser como Orfeo, no sería la función de ese don el cantar las contiendas de Marte, ni las glorias de
los capitanes romanos, únicamente debería poner al descubierto una carencia de esta dama, la
indiferencia que apunta hacia su amigo, que la ama. Este amante, apenado por ella, no encuentra el
equilibrio; en la lucha ha perdido la destreza, la tristeza le acompaña, y hasta la compañía de sus
amigos le importuna, hechos de los que el poeta es testigo. Por consiguiente, el dolor vence a la
razón. Reprochando a la dama esa ingratitud, aconseja que mantenga esa actitud cuidadosa de no
errar y actúe en consecuencia; pues esa misma situación llevó a Anajárate a presenciar la muerte de
su amante Ifis, que se ahorcó a sus pies, incapaz de sobrellevar los desdenes a los que se encontraba
sometido. Anajárate ante tal visión se transformó en mármol. El mismo poeta extrae la enseñanza
que la dama debe tomar: evitar la justicia divina atendiendo al amante.

El tema de la composición es el tormento que padece el amante al no ser correspondido por


su dama.

El poema está compuesto por 22 estrofas, de cinco versos, heptasílabos y endecasílabos, de


rima consonante,7a, 11B, 7a, 7b, 11B. Esta estrofa utilizada con anterioridad por Bernardo Tasso,
poeta italiano, fue introducida por Garcilaso en España, y precisamente de esta composición, del
primer verso tomó su nombre, lira.

La distribución del texto se inicia con una introducción de modo hipotético, donde nos
explica qué fin le gustaría conseguir, y una vez conseguido en qué lo aplicaría: en cantar las
bondades de la dama, pero estaría obligado a notar sus faltas. (Estrofas 1 a 6).
En la estrofa 7, nos descubre al amante, la situación penosa que padece, avisando a la dama
directamente de las causas en las estrofas 8 a 12.
En la estrofa 13, se produce un reproche, la dama debe desterrar el error en que está sumida.
Así comienza a relatar (estrofas 15 a 20) el mito de Anajárate a modo de ejemplo.
Las dos últimas estrofas (21 - 22) exponen la enseñanza que la dama debe extraer de toda la
exposición.

Garcilaso inicia el poema ayudándose de la condicionalidad oracional Si de mi baja lira,


situándose a través del epíteto en una posición de humildad, en ese deseo de convertirse en Orfeo,
pero a la vez guardando el respeto debido a tal deidad, representativa de la cultura renacentista,
recuperada de la Antigüedad junto con los clásicos, que particularmente Garcilaso leía como
contemporáneos.
El uso del pluscuamperfecto en modo subjuntivo nos desplaza al mundo irreal e hipotético
de los deseos del poeta. Asimismo, la alteración de la posición del adjetivo anteponiéndose al
sustantivo remarcando las cualidades, precisamente las que el poeta quiere, baja lira, animoso
viento, ásperas montañas, süave canto.
Si con su música y su voz pudiese alterar los elementos, calmar a las fieras, entonces... el
autor tras la condición nos indica lo que haría, cambia el modo del verbo a indicativo; pasamos del
mundo irreal al real; y nombra a la hermosa flor de Gnido anteponiendo de nuevo el adjetivo;
enmarcando el sintagma entre comas, a modo de vocativo, su interés nos dirige a la metáfora, que
guarda a la destinataria del poema, Violeta Sanseverino. La referencia de Gnido presenta un

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desdoblamiento, por un lado hace referencia al barrio donde la dama vivía, y por otro a una ciudad
en la que se encontraba un templo de Afrodita (Venus), diosa del amor, tema a tratar por el autor.
Una vez conseguida la condición el poeta no se dedicará a cantar las hazañas de el fiero Marte
airado, (el rodear la figura de Marte con dos adjetivos incide en la admiración que Garcilaso siente
por la Antigüedad), ni las hazañas de los capitanes romanos.
El uso del adverbio nada más iniciar el verso unido al encabalgamiento suave, aquella /
fuerza de la berdad, subraya la belleza de la dama que es la razón verdadera que el poeta cantará, y
alguna vez, con esta indeterminación quiere suavizar ,de entrada ,el mensaje de que ella tiene una
falta, la aspereza de que estás armada.
Finaliza este tramo alabando el valor y la hermosura de la dama, motivo por el cual un
miserable amante sufre por ella de amor, convertido en vïola, en referencia al nombre de ella,
Violante.

En la estrofa 7 el poeta necesita describir a la dama la situación desastrosa en que vive el


amante: aquel cativo / de quien tener se debe más cuidado,la alteración del orden de la perífrasis
nos incide en la obligación inherente de esta construcción. Su circunstancia aparece a modo de
oxímoron muriendo vivo, además de estar condenado a remar, atado, siguiendo a la diosa del amor.
A los condenados a galeras se les llamaba galeotes, así el poeta hace referencia del apellido del
amante, Mario Galeota.

En las estrofas 8 a la 12 desarrolla las causas por las que el amante vive tal circunstancia.
Estas causas se enumeran iniciando cada estrofa con el sintagma por ti, esta anáfora coexiona las
cuatro primeras estrofas, donde Garcilaso destaca cualidades y preocupaciones del hombre
renacentista; en la primera, la visión del caballo refleja la valentía (gallardía) del hombre, que se
encuentra desbocada, no siente el freno, el caballero ha perdido el equilibrio; en la segunda, la
destreza del caballero renacentista se ha esfumado, la espada no es presurosa, y la lucha no se
resuelve con claridad; en la tercera, el poeta sitúa a la dama en el lugar de musa, inspiración del
caballero, no aparece a través de la música, cítera sonante, sino se hunde en la expresión del
sentimiento doloroso, tristes querellas usa, que realza recurriendo a un recurso de la Edad Media, el
pleonasmo, tanto es el llanto abundante que baña el rostro del amante; y la cuarta estrofa, refiere a
la amistad, el poeta atestigua que en este momento le importuna. El poeta ha tenido que ayudarle a
superar el decaimiento, expresado abruptamente con el encabalgamiento peligroso / naufragio y la
comparación con el hundimiento del barco unida a la elección del adjetivo peligroso, así nos da una
visión muy visual de la vida actual del amante.
Es en la estrofa 12 donde el amante ha perdido la cualidad más preciada del hombre
renacentista, la razón, que auna el equilibrio y el conocimiento, amada por ambos y ahora temida al
convertirse en razón perdida.
La alteración del orden posicional del sustantivo y el adjetivo se ha mantenido
mayoritariamente en todo este fragmento, el poeta claramente ha deseado destacar las cualidades de
cada persona, cosa, animal, hasta este punto donde deja de hacerlo.

Después de esta exposición el poeta quiere hacer notar a la dama preocupada por no errar en
su vida como ha caído en el pecado de la ingratitud, y al igual que otros escritores a lo largo del
tiempo utiliza el “exemplo”, la fábula, el cuento, en este caso el mito, para a través del didactismo
conseguir su fin, ablandar a la dama ante el amante, así es reflejado en la estrofa 13.

El mito se relata en las estrofas 14 a 20, pero antes de iniciar el relato intenta manipular a la
dama nombrando cualidades negativas; teme y se cobarde, que tus desdenes, no te dirijan a la vida
por Anajárate que se arrepintió tarde y su alma ha quedado atrapada en el mármol, y no ha podido
liberarse del cuerpo, fin de la religión cristiana, la ascensión del alma al paraíso, o para el hombre

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renacentista la unión a la perfección divina. La frialdad y el calor se contraponen en esta imagen del
frío mármol frente al calor que transmite el alma viva, sufriendo, dentro de él.
Anajárate se regocijaba del mal del amado, cuando abajo mirando; la unión de los tres
adverbios intensifica la circunstancia y el movimiento del verbo mirar (mirando) se opone al cuerpo
inerte del miserable amante . El amante muere ahorcado; el lazo que atado a su cuello ha acabado
con él, también acaba con su esclavitud, expresado diestramente con el juego de palabras lazo /
desenlazó. El breve instante de sufrimiento de su muerte supondrá el castigo eterno para ella. En ese
momento Anajárate comienza a sentir la transformación, su crueldad empieza a convertirse en
piedad amorosa, y su lamento se transmite con dos exclamaciones retóricas y su reflexión en la
interrogación igualmente retórica, que por supuesto no encuentra respuesta sino en su corazón. La
sangre perdió su compostura, el cuerpo se fue transformando en piedra dura, epíteto evidente que
realza la imagen de la transmutación en mármol. De esta manera la venganza del amante es
consumada.

En la estrofa 21 y 22 recogemos la moraleja: No quieras tú, señora, que Némesis vengadora


de los amantes infelices guie su ira hacia ti, que sean tus buenas obras las que canten los poetas, que
transciendan a la inmortalidad, y no destaquen versos penosos que canten la miseria de otro
miserable amante.
Destacar para finalizar la aparición de la expresión por Dios cerca de una deidad pagana,
Némesis, no es circunstancial, el hombre renacentista busca la fusión de ambas tendencias, pagana y
cristiana, en beneficio del hombre.

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