L'efecte Pigmalió
L'efecte Pigmalió
L'efecte Pigmalió
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¿Quién o quiénes asignan los papeles (roles) que representamos en la sociedad?
Nos los asigna principalmente la familia ya que es con el primer grupo con el que
socializamos y por tanto del primero del que empezamos a imitar conductas y roles. La
escuela es también un factor importante en la asignación de roles, como podemos observar
en el documental de Una clase dividida , debido a que el profesorado es un agente
autoritario y por tanto asumes, o no, el rol asignado a cada alumne. De hecho, formar parte
del alumnado ya es asumir el rol como tal. El grupo de iguales diría que es consecuente a la
familia y la escuela, por no decir coetáneo, en cuanto a asignación de roles sociales, ya que
dentro del grupo cada cual tiene un papel precisamente asignado por el resto del grupo.
Por otra parte las instituciones sociales, así como las normas, reglas y el propio sentido
común modelan y moldean los roles a asumir en cada situación. Gráficamente lo veo como
una especie de presión tanto exterior como interior que nos intenta obligar a interpretar un
papel de la mejor manera posible, y que si no conseguimos, nos castiga tanto socialmente
como personalmente.
Lo que opino que caracteriza a una norma social es la asunción de ésta por la sociedad al
completo. Por los agentes impositivos de dicha norma y por los agentes sublevados a la
misma. Veo también que las normas sociales son “bien vistas” y aceptadas por la gran
mayoría de la sociedad, y que llegan incluso a ser justificadas mediante argumentos
absurdos.
Si no son cumplidas y al igual que explicaba anteriormente con los roles mal representados,
se experimenta un castigo social y personal que puede llegar a generar graves conflictos.
Incluso el suicidio tiene cabida en dichos castigos, concretamente el suicidio anómico de
Durkheim, cuando no encontramos nuestro papel en la sociedad y ya ninguna norma social
puede consolarnos.
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Lucía Caballer Hernani
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En mi opinión sí la hay. Según qué roles, me parecen más bien normas sociales que
papeles a interpretar. De hecho me parece que los roles contienen las mismas
características que las normas sociales; Además de representar uno u otro dependiendo del
momento, situación y posición, el hecho de negarse a hacerlo supone el castigo que
explicaba anteriormente, el las normas sociales. El representar en cambio dichos papeles
también me parece que guarda un paralelismo con el cumplir las normas sociales, pues
actuamos bajo una presión tanto exterior como interior. Incluso veo la posibilidad de que
muchos roles se adopten en consecuencia de una norma social. Diría que los roles beben
de las normas sociales.
Por ejemplo, pongamos que he de cumplir la norma social de ser madre por el hecho de ser
una mujer joven y estar emparejada. Imaginemos que no me apetece para nada una
criatura pero que por el miedo al qué dirán y a ser juzgada, me quedo embarazada.
Aproximadamente nueve meses después doy a luz y automáticamente adopto el rol de
madre, el cual implica darse de baja por maternidad, querer a mi bebé, amamantarle, ser
mantenida por mi pareja, que trabaja mientras yo cuido le cuido durante sus primeros
meses de vida, que esto no me suponga ninguna clase de conflicto, y mil y una cosas más.
En mi opinión nos permite tener múltiples personalidades sin sufrir el estigma que esto
posee. Nos permite adaptarnos a diferentes situaciones, momentos, géneros, edades,
posiciones. En definitiva a diferentes necesidades, abastecidas mediante la interpretación
de un papel u otro.
Opino que los interiorizamos a partir de la aceptación social y la repetición de los mismos. Y
no me refiero a la aceptación sinónima del estar de acuerdo, sino a la aceptación de la
existencia y coexistencia de los diferentes roles.
Por otra parte la presión externa e interna de cumplir uno u otro rol me parece que también
influye en la interiorización de éstos, aunque sobretodo opino que es a base de repetición y
costumbre.
Creo que hay distinción entre la aceptación de los roles según si ocurre o no a la fuerza,
según el grado del trauma que te puede acarrear dicha aceptación.
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Lucía Caballer Hernani
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Acabamos consiguiendo aquello de lo que estamos más segures y convencides, sea
positivo o negativo, ya que de alguna manera estimulamos y mejoramos las capacidades
necesarias para llevar a cabo cualquier propósito.
Por ejemplo, si trabajo en Avone y me convenzo a mi misma de que al mes voy a vender
una cantidad determinada de productos cosméticos, es muy probable que dicha creencia
acabe produciéndome una mejora en mis capacidades comunicativas, de convicción, de
negociación y mi inteligencia emocional, entre otras.