Teoría Del Enlace de Valencia

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Elia Colomer Clavel

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TEORÍA DEL ENLACE DE VALENCIA

La teoría del enlace de valencia surge de la necesidad de buscar una geometría adecuada a
moléculas que presentan enlaces covalentes y en las que la observación experimental no coincide
con los modelos teóricos de Lewis y del modelo de Repulsión de los Pares de Electrones de la
Capa de Valencia (RPECV). Así, esta teoría busca explicar cómo se da un enlace covalente
gracias al solapamiento de los orbitales atómicos de dos átomos. Se llama “solapamiento”, a la
interpenetración de dos orbitales moleculares. De esta manera, necesitamos conocer las formas
geométricas de los orbitales s y p (implicados en los enlaces covalentes) para poder explicar esta
teoría.

1. Geometría de los orbitales s y p

La forma de los orbitales viene dada por la distribución de probabilidad de la ubicación del
electrón alrededor del átomo.

Así, los orbitales s tienen forma esférica, como el del átomo de hidrógeno (H), que posee,
según su configuración electrónica, un único electrón en el orbital s (desapareado):

Electrón desapareado

Imagen 1. Orbital atómico del hidrógeno.

Los orbitales p presentan dos lóbulos simétricos con respecto al átomo que se sitúa en el eje
de simetría, como es el caso del azufre (S), que posee tres orbitales p, y observando la
configuración electrónica, deducimos que uno de ellos se encuentra lleno (dos electrones) y dos
están semillenos (un electrón desapareado):

Imagen 2. Orbital atómico del azufre.


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2. Teoría del enlace de valencia

Como hemos dicho previamente, para obtener un enlace covalente es necesario solapar los
orbitales atómicos de los dos átomos que se van a enlazar. De esta manera, la densidad de carga
de los electrones se concentrará en la región del solapamiento, lo que creará una fuerza de
atracción entre los núcleos de los átomos que se enlazan y se formará el enlace covalente. Esta
es la manera en que se solapan los orbitales atómicos s, s y p, y p; y sus respectivos orbitales
moleculares resultantes:

Imagen 3. Superposición de orbitales atómicos.

Retomaremos el ejemplo del hidrógeno y el azufre para exponer un ejemplo de esta teoría. La
molécula resultante es el sulfuro de hidrógeno H2S. Lo que ocurre, es que dos átomos de
hidrógeno van a compartir electrones con uno de azufre, por lo que, en cuanto a orbitales, dos
orbitales s (del H) se van a solapar con dos orbitales p (del S) respectivamente, creando un enlace
de tipo σ por estar en el mismo plano longitudinal. Según el modelo del enlace de valencia, los
enlaces covalentes resultantes son:

Imagen 4. Modelo de enlaces covalentes del sulfuro H2S.

Así, observamos que la molécula presenta un ángulo de enlace de 90º, lo cual se acerca a la
realidad de 92º. En cambio, la estructura de Lewis nos sugiere un ángulo de 109.5º, muy alejado
de la realidad.
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3. Hibridación de orbitales

Muchas moléculas no pueden ser explicadas geométricamente con la teoría del enlace de
valencia, por lo que es necesario ampliarla con lo que se denomina el modelo de hibridación.
Este modelo va a combinar algebraicamente las ecuaciones de onda de los orbitales 2s y 2p para
crear nuevos orbitales, que se denominarán “orbitales híbridos”, que tendrán 25% de carácter s y
75% de carácter p. Se representan con un lóbulo pequeño y un lóbulo mayor, como podemos ver:

Imagen 5. Orbital híbrido sp

La nomenclatura es la siguiente: un orbital sp implica la combinación de un orbital s con un


orbital p, lo que significa que se crearán 2 orbitales híbridos y que la molécula tendrá una
estructura lineal plana en el espacio, tal y como muestra la imagen 6. El orbital híbrido sp 2 hibrida
de manera análoga, con una estructura triangular plana. De igual manera, un orbital sp 3 implica la
combinación de un orbital s con tres orbitales p, lo que significa que se crearán 4 orbitales híbridos
y que tendrán una estructura tetraédrica en el espacio.

Imágenes 6, 7 y 8. Disposición de los orbitales híbridos sp, sp2 y sp3, respectivamente.

4. Enlaces pi (π) y sigma (σ)

La hibridación de orbitales atómicos nos lleva a distinguir entre dos tipos de enlaces formados:
los enlaces π y σ. Los enlaces σ son los más sencillos: son los enlaces covalentes que se crean
entre orbitales en el mismo plano. Los enlaces π, por su parte, implican la existencia de un enlace
múltiple (aparecerá un enlace π si hay un doble enlace y dos enlaces π en el caso de un triple
enlace), y el enlace π aparecerá entre los dos orbitales p perpendiculares al plano principal de la
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molécula. Observemos un ejemplo de cada tipo de enlace gracias a la molécula de etileno C 2H6,

de estructura de Lewis:

Imagen 9. Enlace sigma σ

Imagen 9. Enlace pi π

El enlace σ produce un solapamiento mayor que el enlace π, siendo el enlace σ+π más fuerte
que el enlace simple σ, aunque no más fuerte que el doble del enlace σ.

Finalmente, podemos concluir que la teoría del enlace de valencia, junto con la hibridación de
orbitales, aporta una explicación realista al enlace covalente que se produce entre átomos; pero
que no deja de ser una manera más de representar los enlaces moleculares. [1]

Bibliografía:

[1] R. H. Petrucci, F. G. Herring, J. D. Madura, and C. Bissonnette, QUIMICA( pag. 675). 2011.

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