Posmodernidad y Narrativa en América
Posmodernidad y Narrativa en América
Posmodernidad y Narrativa en América
Latina
Carlos García-Bedoya M.
Universidad Nacional Mayor de San Marcos
0. Introducción.
1
Todo nuestro esfuerzo se coloca bajo el signo de la precariedad: la
gran dificultad para aprehender lo posmoderno, aquello que hace tan
confunden sus deseos con la realidad, y que sólo se interesan por echar
una cortina de humo sobre la conflictividad que signa a nuestra época.
1 “The point is that we are within the culture of postmodernism to the point where its
facile repudiation is as imposible as an equally facile celebration” (Jameson 1991: 62.
Mi traducción).
2 Obviamente, queda fuera de nuestras clasificaciones el uso hispánico del término
Posmodernismo en tanto denominación de las manifestaciones literarias,
especialmente poéticas, posteriores al Modernismo rubendariano.
2
Más coherentes son aquellas posiciones que identifican la
Posmodernidad como el gran quiebre que marca el fin del proyecto de la
que la nueva formación social en cuestión ya no se rige por las leyes del
capitalismo clásico, esto es, la primacía de la producción industrial y la
omnipresencia de la lucha de clases”.4 Finalmente, el propio Jameson
3
Para otros, se trata más bien de una corriente estética. Algunos definen
tal corriente estética como una prolongación del Modernism o
[posvanguardismo]”.6
Las actitudes valorativas ante el fenómeno son también variadas:
hay quienes rechazan a la posmodernidad en nombre de la modernidad,
5 "the proper program for postmodernism is neither a mere extension of the modernist
program … nor a mere intensification of certain aspects of modernism" (Barth 1984:
201. Mi traducción).
6 "Credo tutavia che il post-moderno non sia una tendenza circoscrivibile
cronologicamente, ma una categoria spirituale … Potremmo dire che ogni epoca ha il
propio post-moderno" (Eco: 38. Mi traducción).
7 Para un detallado examen de estas diversas opciones, véase Jameson: 56-61.
4
logrando remontarse hasta el siglo V. Best y Kellner detectan la palabra
posmoderno por primera vez hacia 1870, usada por John Watkins
5
posindustrial pero que podría ser denominado más
adecuadamente multinacional.8
A la última fase le llama también capitalismo tardío. Cada una de ellas
sería la consecuencia de una fase de expansión del capitalismo,
8 “there have been three fundamental moments in capitalism, each one marking a
dialectical expansion over the previous stage. These are market capitalism, the
monopoly stage or the stage of imperialism, and our own, wrongly called
postindustrial, but what might better be termed multinational”. (Jameson: 35. Mi
traducción).
6
Posmodernidad, sino de una compleja lógica cultural vigente, la del
Postmodernism-Posvanguardia.
2. La narrativa Posvanguardista.
7
El elenco de narradores postmodernists o posvanguardistas, sin
llegar tan lejos como Homero, no deja de sufrir las más caprichosas
que ven el Postmodernism más como continuidad que como ruptura con
el Modernism.
Es verdad que resulta todavía difícil a veces distinguir entre los
8
Un programa adecuado para la narrrativa posmodernista
[posvanguardista], creo, es la síntesis o superación de estas
antítesis, que cabe sumarizar como modos de escritura
premodernista [prevanguardista] y modernista
[vanguardista]. Mi autor posmodernista [posvanguardista]
ideal ni meramente repudia ni meramente imita, ya sea a
sus padres modernistas [vanguardistas] del siglo XX, ya sea
a sus abuelos premodernistas [prevanguardistas] del siglo
XIX.11
Se sustenta aquí la presencia sucesiva de tres secuencias dominantes
en la narrativa de Occidente de los últimos dos siglos: premodernist,
9
mismo, que caracterizaba a los exponentes más "duros" del
vanguardismo. Esto implicará una nueva valoración de la comunicación
12 “may not hope to reach and move the devotees of James Michener and Irving
Wallace--not to mention the great mass of television-adicted non-readers. But he
should hope to reach and delight, at least part of the time, beyond the circle of what
Mann used to call the Early Christians: professional devotees of high art”. (Barth: 203.
Mi traducción).
13 "il ritrovamento non solo dell´intreccio ma anche della piacevollezza" (Eco: 37. Mi
traducción).
10
difuminación en ellos de la antigua (esencialmente alto-
modernista) frontera entre la alta cultura y la así llamada
cultura de masas o comercial,y la emergencia de nuevas
clases de textos imbuídos de las formas, categorías y
contenidos de esa misma industria cultural tan
apasionadamente denunciada por todos los ideólogos de lo
moderno ... materiales que ellos ya no simplemente “citan”
como lo habría hecho un Joyce o un Mahler, sino que
incorporan en su propia sustancia.14
Los dos rasgos más destacados de la narrativa posvanguardista
son pues el privilegio de la trama y el diálogo con la cultura de masas.
11
Broch, Yo el Supremo, etc.), indudablemente la hay también
posvanguardista. Un rasgo distintivo de esta nueva manifestación de la
sin renunciar a una gran densidad semántica que subyace a una trama
superficial accesible a todo tipo de público (como lo prueba su
multitudinario éxito editorial). Tenemos aquí un ejemplo paradigmático
15 Seguramente muchas obras más que no conocemos podrían ser candidatas a este
título. No pretendemos aquí dilucidar precedencias, sino proponer un ejemplo
temprano.
12
aducir muchos ejemplos del diálogo entre literatura "ilustrada" y
literatura "de masas", pero dirijamos ahora nuestra atención a la
posibilitan que a pesar de ello (o tal vez justamente por ello), América
Latina esté integrada, por cierto de modo periférico, a un sistema que
tiene como uno de sus rasgos centrales una globalización no sólo de la
industria cultural que tiene su eje en Estados Unidos, pero que tiene
también sus manifestaciones locales (telenovelas y demás). Cerrar los
ojos a un fenómeno tan central de nuestros tiempos sería pretender
13
John Barth selecciona a García Márquez como representante
arquetípico de la narrativa postmodernist. Indudablemente, esta elección
14
literatura occidental. Pero es por cierto la opción del diálogo con la
cultura de masas la más productiva y característica. La figura más
15
sentimentalismo penetra el otro hilo narrativo de la obra, el
seudoautobiográfico de los amores de Marito y la tía Julia, que asume
peculiar alusividad con que es presentado éste, siempre desde fuera, sin
penetrar su misterio ni despejar su aura, a pesar de ser como es uno de
los personajes articuladores del relato. Un aspecto que toma de la
17 Generosidad intelectual de la que carece Vargas Llosa, pero de eso, otra vez, mejor
no hablar.
16
El premio Nobel colombiano incursiona en los predios del
posvanguardismo con El amor en los tiempos del cólera. El
trovadoresca-stilnovista.
Pero el ejemplo más patente de la nueva actitud ante la cultura de
masas es el de Manuel Puig, quien desde su primera novela, tan
Aires Affair. Desde el comienzo (desde el propio título) juega con los
moldes de la novela policial. Pero indudablemente hay que convenir con
Pamela Bacarisse en que no lo es. Se trata de una pista falsa,
17
que en semiótica se denomina función de anclaje, puntuando el
peculiar tono sentimental (¿oide?) que debe presidir la lectura del texto.
18 Especialmente magistral nos parece el recurso a las breves narraciones por pura
acumulación de sustantivos en Boquitas pintadas.
18
BIBLIOGRAFIA
19
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