Trabajo de Derecho Probatorio

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República Bolivariana De Venezuela

Ministerio del Poder Popular para la Educación Superior


Universidad Nacional Experimental De Los Llanos Centrales ´´Rómulo Gallegos´´
Área: Ciencias Políticas Y Jurídicas.
San Juan De Los Morros
Estado Guárico.

EL DERECHO
PROBATORIO

Profesor: Abg. Andrés Urdaneta


Unidad Curricular: Derecho Probatorio I
Bachilleres:
Rhona Morgado V-19221590
Yommer Navas V-17062215
Norelbys Morales 19724941
4° año Sección 5 Fin de semana

Marzo de 2021
 EL DERECHO PROBATORIO

El Derecho Probatorio es una disciplina del Derecho Procesal o adjetivo,


constituido por el conjunto de premisas jurídicas, dispuestas en normas de
derecho positivo, reguladoras principalmente de las formas y mecanismos para la
obtención y conformación de los indicios en la etapa o fase procesal
correspondiente, hasta alcanzar el valor esencial de convicción como prueba
judicial. Principios que determina el proceso normativo, que es fruto de la
concepción filosófica, política, sociológica e histórica de una sociedad
jurídicamente organizada.

En sentido general, es la disciplina jurídica que estudia las distintas normas


reguladoras de la prueba en el proceso, en cuanto a su práctica o producción, su
fijación, sus características, naturaleza y procedimientos, así como su examen o
evaluación.

Es una rama del derecho que regula todo lo referente a la búsqueda de los
medios que conlleven a la verdad de aquellos, hechos que sean circunstanciales
en el procedimiento instrumental legal, pues todo hecho deja algún rastro.

Dentro de este orden de ideas, por derecho probatorio se entiende, en


sentido estricto, una materia más amplia, de la cual forman parte las pruebas
judiciales, pero comprende en general la verificación social de los hechos, es
decir, la prueba en sus múltiples manifestaciones en el campo del derecho, tanto
procesal como extraprocesal. Es en el derecho probatorio donde puede separarse
la parte procesal o sustancial de esta rama del derecho; no en las pruebas
judiciales, porque la denominación misma excluye la posibilidad de negarles un
carácter puramente procesal.

 CARACTERÍSTICAS
 Procedimiento
 Obtención
 Promoción,
 Oposición
 Impugnación
 Admisión
 Producción
 Evacuación,
 Análisis y
 Valoración

 SUSTANTIVIDAD DE LA PRUEBA

Es la legalidad que tiene la prueba, la legalidad en la obtención de la prueba


abarca dos aspectos fundamentales como son, en el primer término, el aspecto
formal o directo, que consiste en el cumplimiento de las formalidades específicas
establecidas por la ley procesal o por leyes especiales para la obtención de la
evidencia o fuente de prueba. Estos requerimientos están referidos a la necesidad
y ajuste a la ley dé registros, allanamientos, interceptación de correspondencia,
comunicaciones telefónicas, o grabaciones directas de personas, o a la presencia
de testigos instrumentales imparciales o del imputado y su defensor, allí donde
sea posible. En este caso se dice que estamos ante el llamado aspecto formal o
directo del principio de legalidad en la obtención de la prueba. De .ahí que la
demostración de la ilicitud formal de la prueba, es relativamente fácil, pues las
autoridades de investigación penal, que son las destinatarias de los
requerimientos legales, tienen que consignar obligatoriamente en las actuaciones
los documentos y actas, de los cuales podrá apreciarse el cumplimiento o no de
los requisitos de ley. Dichos requisitos formales, para la licitud de la prueba,
constituyen una limitación establecida a la actuación de los órganos de
investigación y acusación y a favor del ciudadano, por lo cual estas reglas son
reglas de libertad que responden al llamado principio de "favor regulae".
El artículo 181 del Código Orgánico Procesal Penal establece lo siguiente:
Los elementos de convicción sólo tendrán valor si han sido obtenidos por un medio
lícito e incorporados al proceso conforme a las disposiciones de este Código.
No podrá utilizarse información obtenida mediante tortura, maltrato, coacción,
amenaza, engaño, indebida intromisión en la intimidad del domicilio, en la
correspondencia, las comunicaciones, los papeles y los archivos privados,, ni la
obtenida por otro medio que menoscabe la voluntad o viole los derechos
fundamentales de las personas. Asimismo, tampoco podrá apreciarse la
información que provenga directa o indirectamente de un medio o procedimiento
ilícitos.

Mientras que el artículo 7 del Código Orgánico Procesal Civil establece:

Los actos procesales se realizarán en la forma prevista en este Código y en las


leyes especiales. Cuando la ley no señale la forma para la realización de algún
acto, serán admitidas todas aquellas que el Juez considere idóneas para lograr los
fines del mismo.

 OBJETO DEL DERECHO PROBATORIO

Su objeto es el estudio de las formas de verificación de los hechos, tanto


procesal y los principios y reglas de valoración social y judicial.

 LA PRUEBA COMO CONVICCIÓN


En este sistema el convencimiento del juez se elabora libremente, según su
propio criterio, “la credibilidad de la prueba reside por completo en la fuerza
privada e interna del juez, es el método que corresponde a una estructura del
proceso que, con el auxilio de garantías para las partes, repudia la desconfianza y
las limitaciones propias de la ley, es propio del sistema de justicia que emplea
jurados y escabinos. Este método se encuentra vinculado históricamente al
proceso acusatorio, que se caracteriza por los principios de oralidad, publicidad y
contradicción.

Con arreglo al método del libre convencimiento o íntima convicción, el juez debe
examinar y apreciar las pruebas de conformidad con su raciocinio y su conciencia;
los medios de prueba tienen un contenido material, que representa en este
sistema diferencias fundamentales respecto al método legislativo, el cual
establece el valor conviccional de la prueba y que en el sistema de la libre
convicción el tasado fue suprimido, dejando a libre criterio del juzgador su
valoración. La formación del convencimiento del juez sobre el material de las
pruebas, sin que la ley ponga trabas y determinaciones a priori, constituye un
método natural y humano. El sistema de la libre apreciación lleva implícito el
sistema de la libertad de pruebas. Es suficiente que al juez le parezca,
razonablemente, que un elemento allegado al proceso en debida forma tiene cierta
fuerza probatoria, para que pueda considerarlo como fundamento de su decisión.

 PROBLEMAS GENERALES DEL DERECHO PROBATORIO


La prueba persigue la convicción judicial, es el mecanismo empleado dentro
del proceso para establecer la convicción judicial sobre un hecho jurídico, sobre
cuya existencia o particularidades se ha establecido una duda. Dicho de otra
forma, al estar presente una duda existe la necesidad de obtener el conocimiento
de lo cierto, ello nos lleva al proceso y este a la prueba. La necesidad de probar ha
estado impresa en los modelos de enjuiciamiento desde siempre: ordalías o
pruebas de fe, prueba legal o tarifada o la libre convicción de la prueba, todas ellas
de alguna forma se han apoyado en mecanismos instrumentales para su
obtención. Cada etapa de la historia de la humanidad ha buscado incorporar el
conocimiento humano para mejorar la racionalización de la convicción del juzgador
en el espectro de despejar la duda sobre la hipótesis jurídica inicialmente
planteada.

El derecho probatorio es una disciplina auxiliar pero autónoma del derecho


procesal, no se limita a enunciar los medios de prueba y al examen aislado de
cada uno de ellos, sino que hay que considerar esos medios de prueba articulados
a una mecánica procedimental e incluido en un proceso especifico determinado,
es decir, la sinapsis entre ambas disciplinas no permite considerarlas
aisladamente una de otra, no es posible considerar el derecho procesal al margen
del derecho probatorio. El derecho probatorio va siempre inscrito en un proceso
determinado y desde luego, un sistema probatorio también determinado.

 BASE CONSTITUCIONAL DEL DERECHO PROBATORIO


Entre las normativas más destacables que se ha generado en el ámbito
probatorio es la constitucionalización del proceso en Venezuela, lo cual obliga
hacer referencia a los siguientes artículos de nuestra Carta Magna:

El Artículo 2 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela,


establece:

“Venezuela se constituye en un Estado democrático y social de Derecho y de


Justicia, que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico y de
su actuación, la vida, la libertad, la justicia, la igualdad, la solidaridad, la
democracia, la responsabilidad social y, en general, la preeminencia de los
derechos humanos, la ética y el pluralismo político”.
En este artículo se hace referencia a que el Estado Venezolano será
democrático, lo cual sólo se alcanza cuando convergen y participan en la vida
política los factores económicos, culturales, profesionales y los sociales para
mancomunar esfuerzos junto a los órganos del Estado; y por lo que respecta al
Estado social, se entiende cuando asume como función propia la de intervenir
activamente en el proceso económico-social. Al respecto, Brewer Carías señala:
“la idea de Estado social es la de un Estado con obligaciones sociales, de procura
de la justicia social, lo que lo lleva a intervenir en la actividad económica y social,
como Estado prestacional”. En este mismo sentido, el mencionado artículo
establece la preeminencia de los derechos humanos, la ética y el pluralismo
político. De esta manera, el Estado asume la responsabilidad de que por encima
de sus actos de autoridad prevalecen los derechos humanos, teniendo la
obligación de ofrecer recursos judiciales para prevenir, investigar, sancionar y
reparar adecuadamente las violaciones a los derechos humanos.

Asimismo, en los artículos 26, 49, y 257 del texto constitucional, se


reafirmaron las nociones de acción procesal, del proceso y sus principios, de
jurisdicción, de las pruebas y de la tutela judicial efectiva, con las cuales se les da
a los ciudadanos la posibilidad de acudir a los órganos jurisdiccionales, a los fines
de resolver sus conflictos de intereses, a través del proceso. De manera que, el
acceso a los órganos jurisdiccionales es una garantía constitucional para todo
ciudadano en igualdad de condiciones, cuya máxima expresión se encuentra
contenida en la normativa prevista en el artículo 26 eiusdem, el cual señala lo
siguiente:

“Toda persona tiene derecho de acceso a los órganos de administración de justicia


para hacer valer sus derechos e intereses, incluso los colectivos o difusos, a la
tutela efectiva de los mismos y a obtener con prontitud la decisión correspondiente.
El estado garantizará una justicia gratuita, accesible, imparcial, idónea,
transparente, autónoma, independiente, responsable, equitativa y expedita, sin
dilaciones indebidas, sin formalismos o reposiciones inútiles”.

Asimismo, el artículo 49.1 Constitucional señala que:

“Toda persona tiene derecho…de acceder a las pruebas y de disponer del tiempo
y de los medios adecuados para ejercer su defensa…”Se observa de la norma
constitucional que las partes tienen en el proceso la libertad y el derecho de
aportar y producir todos los medios de prueba que sean pertinentes, legales y
licitas que consideren suficientes para demostrar los hechos alegados y
controvertidos, la cuales serán analizadas bajo los preceptos jurídicos, arrojando
las consecuencias jurídicas propias del medio propuesto. Esta norma,
conjuntamente con la anterior, conlleva a la parte actora a probar su pretensión y a
la demandada a enervar la pretensión del actor, mediante la promoción y
evacuación de los medios probatorios, adquiriendo el derecho a contradecir y
controlar la prueba en la oportunidad procesal indicado para ello, siendo apreciado
y valorado por el juzgador en el fallo que se dicte, en cumplimiento a la tutela
judicial efectiva.

El Articulo 397 del Código de Procedimiento Civil establece que:

Dentro de los tres días siguientes al término de la promoción, cada parte deberá
expresar si conviene en alguno o algunos de los hechos que trata de probar la
contraparte, determinándolos con claridad, a fin de que el Juez pueda fijar con
precisión los hechos en que estén de acuerdo, los cuales no serán objeto de
prueba. Si alguna de las partes no llenare dicha formalidad en el término fijado, se
considerarán contradichos los hechos. Pueden también las partes, dentro del lapso
mencionado, oponerse a la admisión de las pruebas de la contraparte que
aparezcan manifiestamente ilegales o impertinentes.

La actividad del juez en cuanto al derecho y en cuando a los hechos.

Como ya sabemos, la finalidad de la actividad probatoria es convencer al juez de


la existencia de los hechos discutidos y que él pueda verificarlos. Esto supone, en
principio, que las normas jurídicas no entran en el debate, es decir, el derecho
material no es controvertido.

En base a esto surgen dos juicios importantes que son aplicados al juez. En
primer lugar, el juez está obligado solo a considerar los hechos discutidos y que
hayan sido alegados e instrumentados por las partes. En segundo lugar, el juez
tiene la obligación de conocer el derecho.

Por su parte el artículo 389 CPC explica cuando no habrá lugar al  lapso
probatorio

Excepciones a la prueba del derecho.

1. Cuando el proceso se discute la existencia o inexistencia de la ley.


2. Si se trata de verificar la existencia y vigencia de alguna norma jurídica, el
juez tiene el deber de investigar de oficio el derecho aplicable. Las normas
jurídicas son tema de prueba solo si son conocidos por el juzgador.
3. En caso que los usos y costumbre alegados sean negociados pro la
contraparte.
4. Si es contradicha por la parte, el juez debe aceptar su verificación e incluso
en caso de dudas podrá inquirirla de oficio.
5. Si bien es cierto que el juez debe conocer el derecho nacional no está
obligado a conocer el derecho extranjero.
6. Principios en el derecho probatorio.
7. La actividad del juez con relación a los hechos debe precisar cuáles son los
hechos discutidos, cuales son los hechos no discutidos o aceptados por las
partes, los hechos tácitamente aceptados y la fijación de los hechos
tácitamente aceptados y la fijación de los hechos controvertidos. (Artículos
389 y 397 CPC)
8. En cuanto a los hechos; el juez tiene la obligación de aducir en sentencia
los hechos discutidos y que hayan sido aportadas conforme a la ley, esto es,
a través de los medios admitidos y practicados, de manera de no poner en
sentencia hechos discutidos que no hayan sido fijados mediante alguno de
los procesos admitidos por la ley.
9. Si las partes exigen la aplicación del derecho extranjero, es necesario
probarse la existencia y su aplicabilidad en el caso concreto. La prueba
derecho extranjero no puede limitarse a su existencia y contendido, pues ha
de comprender como se procede a su aplicación, por lo que la mera
disposición de un artículo de un código o una ley no es suficiente.
 Principios dispositivos: las partes son llamadas a iniciar al proceso. El
ejercicio de la actividad procesal esta encomendado tanto en los activo como
en lo pasivo a los particulares que en la relación procesal son las partes en
litigio, entonces, son ellos los que inician, determinan el contenido y objeto e
impulsan el proceso. Hoy en día con la conformación del Estado
constitucional y de justicia la tendencia es a imponerse la forma interventora
del juez en procura de la verdad y la justicia, superando la visión
individualista y enmarcándose más en una visión de estado social de
derecho.
Sin emplazar el principio dispositivo se impone el otorgamiento de ciertas
facultades probatorias al juez en el marco de las garantías procesales. No se trata
de un juez “parcial” a una de las partes, sino un juez que busca la verdad y la justa
como bienes de la sociedad.

 Principio inquisitivo
 Presente en los artículos 401 y 514 CPC.
El juez tiene facultad probatoria pero no tiene libertad probatoria.

Tradicionalmente se ha denominado principio inquisitivo a la actividad oficiosa o a


la potestad de investigación oficiosa a la potestad de investigación oficiosa del
juez sobre los hechos. Lo característico de este principio es que constituye una
potestad del juez, lo que no implica a la etapa probatoria está sometida a la
voluntad del juez o a su iniciativa.

En  nuestro CPC, se le concedió al juez iniciativas probatorias, acogiendo las


tendencias procesales modernas de involucrar al juez en el proceso civil,
superando su postura de espectador y pasar a ser el director del mismo y garante
de los derechos de las partes y de una administración de justicia, transparente,
imparcial y justa, le atribuyo facultades probatorias para el imperio de la verdad y
de la justicia.

El legislador contemplo en el código los llamados “autos complementarios de


prueba” y “autos para mejor proveer”, lo cual constituyo un importante adelante en
materia procesal.

 Noción de Prueba
Iniciaremos este epígrafe con el sentido etimológico de la palabra «prueba»,
porque si no se precisa su sentido idiomático, siendo ésta polisémica, es difícil
entender su función en el proceso. Dice Sentís Melendo, que la palabra llegó al
español del latín; en el cual, probatio, probationis, lo mismo que el verbo
correspondiente (probo, probas, probare) viene de probus, que quiere decir bueno,
recto, honrado. Así, lo que resulta probado es bueno, correcto, podríamos decir
que es auténtico, que corresponde a la realidad, es decir, verificación o
demostración de autenticidad.

La palabra «prueba» tiene un uso amplio en el mundo del saber y la


práctica cotidiana. En casi todas las ciencias se aplica este concepto con una
connotación más o menos similar. Inicialmente se construyó como forma de
argumentar acerca de una idea o una propuesta explicativa, por ejemplo, un
teorema; más tarde con la aparición del método inductivo se aplicó a los hechos,
lo que modificó el significado del término «prueba». Probar se vinculó entonces a
la demostración de un hecho o fenómeno, a sus relaciones, a sus causas y
efectos; y también a la manipulación del mismo. De esta manera todos los
operadores de las diversas disciplinas científicas tienen que probar sus tesis o
hipótesis. Probar en este sentido es convencerse y convencer a otros de la
existencia o de la verdad de algo. Probar es, pues, producir un estado de
certidumbre en la mente de una o varias personas sobre la existencia o
inexistencia de un hecho, o de la verdad o falsedad de una proposición. Puede
decirse, también, que probar es evidenciar algo, o sea, lograr que nuestra mente
lo perciba con la misma claridad con que los ojos ven las cosas materiales. En
ciencias, una prueba es un hecho conjeturado por alguna teoría cuya presencia o
ausencia sólo es compatible con determinadas teorías científicas.

Así, las pruebas permiten discriminar qué teorías científicas pueden dar
cuenta adecuadamente de cierto conjunto de hechos y cuáles no. Además, prueba
también tiene connotaciones de experimento en el significado científico, ya que en
este campo, habitualmente, se cambian los parámetros de las pruebas o ensayos
que se están experimentando para poder verificar los resultados y determinar
diferentes resultados.

En el Diccionario de la Real Academia Española se dice que prueba es


«razón, argumento, instrumento u otro medio con que se pretende mostrar y hacer
patente la verdad o falsedad de algo». «Prueba de algo, partiendo de verdades
universales y evidentes» o «comprobación, por hechos ciertos o experimentos
repetidos, de un principio o de una teoría». El problema de la prueba no es un
problema distintivo de la ciencia del Derecho. La necesidad de construir el
fundamento racional de conocimientos que pertenecen al campo de la experiencia
empírica y no al de la lógica demostrativa resulta común a diversos sectores del
conocimiento.
 Concepto de Prueba

Cuando hablamos de la nomenclatura o terminología de la prueba


jurisdiccional, es necesario, en primer lugar, establecer que es prueba para el
proceso jurisdiccional y cuál es su finalidad o función en el mismo. La prueba es
un estado de cosas, susceptible de comprobación y de contradicción, que tiene
lugar en el proceso de conformidad con la ley, para producir convencimiento, no
sólo en el juez, sino en las partes y en el público sobre la veracidad 0 falsedad de
los hechos del proceso y, consiguientemente, para sustentar las decisiones.

Ese estado de cosas, que puede consistir en un sujeto que confiesa, otro
que rinde testimonio, el juez que inspecciona, un experto que analiza y dictamina,
un documento que dice algo o un objeto que indica o sugiere algo, resulta claro
entonces que ese estado de cosas en el proceso al que llamamos prueba es
introducido a éste a través de los llamados medios de prueba o medios
probatorios.

La doctrina se ha dividido respecto a si la finalidad de la prueba es alcanzar


la verdad o producir convencimiento o certeza de los hechos del proceso. En
realidad ambas posiciones no son contrarias, sino más bien reconciliables en el
terreno filosófico, pues la búsqueda de la verdad objetiva es un desiderátum
supremo del proceso, pero las posibilidades cognoscitivas del ser humano para
arribar a ella son limitadas, unas veces por razones de la estructura del proceso
(sistemas de tarifa legal o prohibición de libre inquisición judicial), otras veces por
ineptitud de los operadores de justicia y otras por dificultades objetivas de prueba.

 Definiciones de la prueba

Etimológicamente prueba proviene del latín probus que significa bueno,


honrado, que te puedes fiar de él.

En sentido lato, la palabra prueba puede tener los siguientes


significados: Acción y efecto de probar. Razón, argumento, instrumento u otro
medio con que se pretende mostrar y hacer patente la verdad o falsedad de algo.
Indicio, señal o muestra que se da de algo.

Según Carnelutti y Rocco la expresión prueba tiene un distinto significado


en el lenguaje común y en el lenguaje jurídico, pues prueba judicial es la
comprobación, no de los hechos, sino de las afirmaciones, a ello podríamos
agregar que en materia procesal se puede hablar de prueba solo cuando se trate
de comprobar hechos que están sujetos a contradicción y que no han sido
admitidos por ambas partes dentro del proceso judicial, es por eso que tiene
características propias que la diferencian de la prueba en sentido común.

Se puede definir la prueba como “la actividad de las partes procesales dirigida a
ocasionar la evidencia necesaria para obtener convicción del Juez o Tribunal
decisor sobre los hechos por ellas afirmados, intervenida por el órgano
jurisdiccional bajo la vigencia de los principios de contradicción, igualdad y de las
garantías constitucionales tendentes a asegurar su espontaneidad e introducida
en el juicio oral a través de medios lícitos de prueba”.

De la definición transcrita se desprende que la prueba es esencialmente un acto


de parte. Es, en efecto, a las partes procesales a las que incumbe no sólo
introducir en el proceso unos hechos determinados, sino también su ulterior
acreditación mediante el uso de unos medios de prueba previamente propuestos.

Para el jurista Eduardo J. Couture, la prueba es “...la acción y efecto de probar; y


probar es demostrar de algún modo la certeza de un hecho o la verdad de una
afirmación...” Para él, la prueba en sí es una experiencia cuya finalidad es hacer
patente la exactitud o inexactitud de una afirmación. Couture estima que la prueba
en materia civil, debe ser comprobación y no averiguación, como podría serlo en
un esquema penal.

Esa tesis es objetada por otros autores como Hernando Devis Echandía, para
quien existe un marcado interés público en que el proceso llegue a una decisión
acertada y justa. De ahí que el juez debe investigar la verdad de las afirmaciones
de las partes.

Según el criterio de Francesco Carnelutti en el lenguaje común “prueba” se utiliza


como comprobación de la verdad de una afirmación, y no debe confundirse con el
procedimiento empleado para la verificación de la proposición

 Naturaleza jurídica de la prueba

Es de carácter mixto, por encontrarse dentro de las normas sustantivas y


las adjetivas, es un acto voluntario que corresponde a las partes en litigio.

 Diferencia entre los conceptos de Prueba y los medios de pruebas

Como bien lo expresa Rocco: se puede diferenciar la prueba del medio de


prueba. En sentido estricto, son pruebas judiciales las razones o motivos que
sirven para llevarle al juez la certeza de los hechos, en tanto que por medios de
pruebas, deben considerarse los elementos o instrumentos utilizados por las
partes y el juez, que suministren esas razones o motivos.

Probar en el proceso, no es más que una actividad de parte, consistente en llevar


a él, por los medios y procedimientos prescriptos en la ley, las razones que
convengan al juzgador de la certeza o veracidad de los hechos cuestionados.

En cuanto a esa diferencia entre pruebas y medios, diferencia muy sutil,


Dellepiani toma como la primera la acción de probar, de hacer la prueba (para
nosotros esto en sentido procesal) como cuando se dice que el actor incumbe la
carga de la prueba de los hechos afirmados por él. “actor probat actionem” con lo
cual se preceptúa que es el quien debe suministrar los elementos de juico o
producir los medios indispensables para determinar la exactitud de los hechos que
alega como base de su acción, sin cuya demostración perdería el pleito, en tanto
que medios de prueba (que para nosotros solo es la actividad probatoria) son los
distintos elementos de juicio, producidos por las partes o recogidos por el juez, a
fin de establecer la existencia de ciertos hechos.

Es pertinente hacer una distinción entre el hecho fuente o fuente de la


prueba, ósea el hecho principal, el hecho demostrativo que va a servir de
evidencia; y el medio, ósea, el procedimiento, que deviene en lo aportado por la
parte para lograr la certeza dentro de la secuela del proceso.

El maestro Carnelutti nos enseña que fuentes de la prueba en sentido


estricto son los hechos que sirven para la deducción del hecho a probar y que
están constituidas por la representación de este, en tanto que medios de prueba
constituyen la actividad del juez mediante la cual busca la verdad del hecho a
probar.

 Adjetividad de la prueba

Están previstas en normas adjetivas en cuanto a como se pondrán en práctica y


cuando es el momento de evacuarlas y de admitirlas. Código Orgánico Procesal
Penal a partir del artículo 181 y siguientes. Y Código Orgánico Procesal Civil, el
procedimiento civil se desarrolla con apoyo de la demanda (art. 11 CPC), que
representa el escrito por el cual el actor o demandante ejercita en un juicio civil
una o varias acciones. Art. 338-339 de la referida norma. Ley orgánica procesal
del trabajo.

 Los Medios de Prueba en el Ordenamiento Positivo Venezolano

Según Echandia (1981)

Los medios de prueba pueden considerarse desde dos puntos de vista,


conforme al primero, se entiende por medio de prueba la actividad del juez
o de las partes, que "suministra al primero el conocimiento de los hechos
del proceso y, por lo tanto, las fuentes de donde se extraen los motivos o
argumentos para lograr su convicción sobre los hechos del proceso. Con
base al segundo punto de vista, se entiende por medio de prueba "los
instrumentos y los órganos que suministran al juez ese conocimiento y esas
fuentes de prueba. (p.189)
Expone el maestro Muñoz (1997)

Para que los instrumentos probatorios puedan llevar a cabo su función,


deben hallarse naturalmente dotados de dos propiedades básicas:
impresionabilidad y traslatividad. El primero se refiere al registro, al
estampado del hecho histórico; el segundo, que pueda llevar al proceso el
hecho, o sea, que se apto para hacer la aportación al proceso. (p.157)
Cabrera (1998) sostiene que los medios de pruebas son los documentos
que se otorgan a los sujetos procesales, para trasladar al proceso los
hechos
que permiten verificar las afirmaciones de las partes, o averiguar la
existencia
de una situación fáctica" (p.94) 
El código civil estudia la materia en el capítulo V del Título III, de su libro III,
cuando habla de la Prueba de las obligaciones y de su extinción” y su artículo
1354 pauta: “quien pida la ejecución de una obligación debe probarla, y quien
pretenda haber sido liberado de ella debe por su parte probar el pago o el hecho
que ha producido la extinción de su obligación”

De la forma transcrita se desprende que la teoría de la prueba no solo compete al


estudio de las obligaciones, sino que domina todo el derecho; ya que no basta ser
titular de un derecho de familia, real o de crédito, porque se ese derecho es
desconocido, tendrá que probarse su existencia para evitar se le considere como
inexistente.

Código civil: El capítulo V del Libro III del Código Civil, consta de siete secciones
donde se encuentran las pruebas establecidas por el legislador venezolano:
sección: 1º) de la prueba por escrito. 2º) de la prueba de testigos. Sección 3º) de
las presunciones. Sección: 4º) de la confesión. Sección 5º) del juramento. Sección
6º) de la experticia. Sección 7º) de la inspección ocular”

 Objeto de la prueba. Teoría de las diversas escuelas

He aquí otra categoría sumamente controversial dentro de la terminología de la


prueba, pues algunos definen el objeto de la prueba como aquello que debe ser
probado, es decir, como el thema probandum. En lo tocante a esto se habla de los
hechos objeto de prueba, de una conducta que debe ser objeto de prueba y cosas
semejantes, en el sentido de que tales situaciones deben ser comprobadas.

Otros definen el objeto de prueba como la sustancia, cuerpo o cosa sobre la


que se practica una experticia o que por sí misma prueba material. Aquí la
expresión objeto se utiliza en su sentido más directo, o sea como destinatario de la
actividad cognoscitiva, como cosa a ser examinada

Finalmente, otros autores definen el objeto de la prueba en un sentido genérico


y filosófico, entendiendo por tal todo aquello a lo que puede accederse por medio
de los sentidos.

De cualquier manera, la diversidad conceptual no empece aqui la percepción por


el jurista del concepto de objeto de prueba, pues los tres puntos de vista
expuestos no son excluyentes entre sí, sino más bien complementarios y todos
tienen como sustrato común la consideración de que el objeto de la prueba es
aquello sobre lo que recae la actividad cognoscitiva. Por estas razones, la
determinación de a qué clase o conceptuación del objeto de la prueba nos
referimos estará únicamente en dependencia del contexto en que tal expresión
sea usada.
El objeto de la prueba, consiste en términos generales, en lo que puede probarse.
Devis Echandia caracteriza esta noción como puramente objetiva y abstracta, no
limitada a los problemas concretos de cada proceso ni a los intereses o
pretensiones de las partes.

 Teoría de las diversas escuelas

Escuela Italiana:

Chiovenda y Carnelutti:

Explican que implica que se requiere contradicción de los hechos, pues si son
admitidos no requieren de probanza al no existir contradicción por lo tanto no son
objeto de prueba.

Escuela Alemana:

Rosembert y Stein:

Existe contradicción entre ambos doctrinarios:

Por su parte Rosembert afirma que: el objeto de la prueba está constituido por
hechos y máximas experiencias. Para Stein: explica que los objetos solo lo
pueden constituir los preceptos jurídicos y los hechos a fin de poder aceptar o
negar existencia.

Escuela Española:

Pietro de Castro y Jaime Guasp: Sostienen que el objeto de la prueba está


constituido por los mismos datos que integran los alegatos presentados.

Escuela Argentina o de Rio de La Plata:

Couture y Hugo Alsina: Couture: dice que el objeto de la prueba son los hechos
por las partes.

Alsina: Afirma que lo constituyen los hechos y los fundamentos de derecho.

 Qué es lo que se prueba


El objeto de la prueba es demostrar la veracidad y certeza de ciertos
hechos que al ser alegados llevan consigo la necesidad de determinar su
verosimilitud. La noción del objeto probatorio es tan amplia como el concepto
jurídico que se pueda tener de los hechos. Son las realidades que en general
pueden ser probadas, con lo que se incluye todo lo que las normas jurídicas
pueden establecer como supuesto fáctico, del que se deriva una consecuencia
también jurídica. El tema del objeto de la prueba busca una respuesta para la
pregunta: "qué se prueba, que cosas deben probarse". Cabe ciertamente
distinguir entre los juicios de hecho de los de puro derecho. Los primeros dan
lugar a la prueba; los segundos, no. Esta división elemental suministra una
primera noción para el tema en estudio; regularmente, el derecho no es objeto
de prueba; sólo lo es el hecho o conjunto de hechos alegados por las partes en
el juicio.
Artículo 182 COPP. “Salvo previsión expresa en contrario de la ley, se podrán
probar todos los hechos y circunstancias de interés para la correcta solución
del caso y por cualquier medio de prueba”, siempre que:
• Esté referido directa o indirectamente, al objeto del proceso y sea útil para el
descubrimiento de la verdad.
• Sea incorporado conforme a las disposiciones del Código y no esté
expresamente prohibido por la ley.
La prueba del derecho
Existe un estrecho vínculo entre la regla general de que el derecho no se
prueba y el principio General. Que consagra la presunción de su conocimiento;
no tendría sentido la prueba del derecho, en un sistema en el cual éste se
supone conocido. El conocimiento, se ha dicho, trae la obligatoriedad de la
aplicación de la norma, como la luz proyecta la sombra del cuerpo. La regla a
la inversa en el derecho griego primitivo, en el juez sólo podía sólo podía
aplicar la ley invocada y probada por las partes.
Son objeto de la prueba:

1. Los hechos producidos del quehacer humano;

2. Los hechos productos de la naturaleza y en cuya formación no ha habido


presencia humana.

3. El ser humano en su aspecto tanto físico como biológico.

4. Los hechos psíquicos de la personalidad.

5. Los actos voluntarios o involuntarios del individuo que denotan su conducta


en relación con los otros seres.

6. La costumbre.

7. La ley extranjera.

8. Los hechos sociales ya sean presentes o pasados.

 La prueba de los hechos

La regla de que solo los hechos son objetos de prueba tiene una serie de
excepciones:

La primera excepción consiste en que sólo los hechos controvertidos son objeto
de prueba. Esta conclusión se apoya en la norma que establece que las pruebas
deben ceñirse al asunto sobre el que se litiga, y las que no le pertenezcan serán
irremisiblemente desechadas de oficio, al dictarse la sentencia. Y los asuntos
sobre que se litigan son, sin duda, aquellos que han sido objeto de proposiciones
contradictorias en los escritos de las partes.

 Hechos que no requiere prueba


Los hechos que no son objeto de prueba serán: los admitidos, los
presumidos por Ley, hechos evidentes, indefinidos, negativos, impertinentes,
irrelevantes, notorios, comunicacionales, notoriedad judicial, hechos cuyas
pruebas prohíbe la Ley. Estos hechos señalados están eximidos de pruebas.

 Diversos tipos de hechos. Hechos notorios, Negativos, Hechos importantes


o incoherentes
 Hechos Notorios
Para Hugo Carrasco Irriarte señala que un hecho notorio es “lo público y sabido de
todos. Conocimiento que forma parte de la cultura normal propia de un
determinado círculo social. Los considerados ciertos e indiscutibles. Hechos
comúnmente sabidos en un determinado lugar por los morados que lo habitan.”
Para Calamandrei, los hechos notorios “son aquellos que entran naturalmente en
el conocimiento, en la cultura o en la información normal de los individuos, con
relación a un lugar o a un círculo social y a un momento determinado, en el
momento en que ocurre la decisión.”
 Hechos Negativos
En sí, la omisión o abstención; el no hacer u obrar. Con relación a otro
hecho, el contrapuesto o el que lo destruye. En el primer sentido constituye hecho
negativo la incomparecencia de una de las partes en el juicio, cuando ha sido
debidamente citada. En el otro aspecto, es negativo, frente a edificar, demoler;
luego de vender, retraer. En ciertas ocasiones, el hecho negativo tiene específicas
consecuencias legales predeterminadas, como el no hacer testamento, que
origina, al morir el causante, la sucesión ab intestato; o el no hacer capitulaciones
matrimoniales, que lleva a aplicar el régimen o sociedad patrimonial que el
legislador haya establecido; por lo cual algunos ven, en tales supuestos, una
aceptación tácita o una especie de ratificación en el hecho de no obrar.
 Pruebas no admisibles

Para que las pruebas puedan ser apreciadas por el Tribunal, su práctica debe
efectuarse con estricta observancia de las disposiciones establecidas en este
código. Art. 183 COPP.

 Pruebas legalmente prohibidos


En realidad, se puede afirmar, prima facie, que toda prueba ilícita es una
prueba prohibida por cuanto al Juez o Tribunal le está vedada su admisión у
valoración como elemento probatorio. La prohibición haría referencia a las
consecuencias que derivan de la ilicitud.

Explica Miranda (1999), que las prohibiciones probatorias pueden dimanar


de la propia consagración constitucional de derechos fundamentales y de los
principios constitucionales, de tal forma, que aun no existiendo una
disposición legal. Expresa de carácter prohibitivo, quedaría vedada toda
actuación o práctica de prueba que violase tales derechos fundamentales. Se
estaría, en este caso, ante lo que se pudiera denominar prohibiciones
probatorias implícitas o tácitas, no especificadas expresamente como tales
en la ley. Desde esta perspectiva cabe distinguir entre prohibiciones legales de
carácter general y prohibiciones legales de carácter singular, según las
mismas vayan referidas a un medio de prueba con carácter abstracto o
general o, por el contrario, tengan un alcance más limitado.
La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (1999), rechaza
de forma tajante en su artículo 49 las declaraciones bajo tortura, coacción o
amenaza. Así, como en el Código Orgánico Procesal Penal (2001), se encuentran
prohibiciones que afectan a determinados métodos de investigación para la
obtención de las fuentes de las pruebas, por ejemplo, cuando prohíbe en los
interrogatorios del imputado la utilización de preguntas indirectas, capciosas o
sugestivas, así como el empleo de cualquier género de coacción o amenaza.
Del examen de estos preceptos legales se puede inferir que en el proceso
penal venezolano resulta totalmente inadmisible la utilización de cualquier medio o
procedimiento que tienda a limitar la libertad y/o espontaneidad de la declaración
del imputado o acusado.
 La prueba ilícita

¿Cuál es el modo de conjugar el derecho del Estado de investigar, enjuiciar y


castigar con el derecho de los particulares a preservar sus derechos
fundamentales? No se puede buscar la verdad vulnerándose las libertades o
derechos de las personas. En nuestro criterio, se rompería el equilibrio que debe
existir en toda civilización. Dejaría de tener valor e importancia la seguridad
jurídica que diferencia a un Estado Democrático de uno completamente tiránico o
autoritario. Si el Estado castiga al delincuente por infringir la Ley, qué legítima al
administrador de justicia, o al mismo Estado, para violarla. Un ilícito penal no
justifica otro ilícito o hecho punible. Si el Estado quebranta la Ley, en una
averiguación penal, el investigado, ora imputado, ora acusado, no debe ser
sancionado. Cierto que el Estado tiene el derecho de castigar al delincuente; pero
éste, como cualquier otro ciudadano inocente, tiene derecho a que se le respeten
sus garantías constitucionales. Si permitiéramos la primacía de la ilegal obtención
de los medios probatorios sobre los derechos fundamentales de las personas,
estaríamos justificando el abuso y el atropello policial; el maltrato y la tortura;
dando pie a la persecución penal sin importar para nada el quebrantamiento de los
derechos o garantías fundamentales de los miembros de la sociedad. En otras
palabras, el respeto de la dignidad de las personas se retrotraería el dominio del
sistema inquisitivo, dónde el fin justificaba los medios, siendo una obsesión, la
búsqueda de la verdad material o histórica, convirtiéndose en regla: la tortura
autorizándose inclusive para sacar una confesión del imputado.
El jurista colombiano más importante del siglo XX Hernando Devis Echandia',
define las pruebas ilícitas como: aquellas que están expresa o tácitamente
prohibidas por la ley o atentan contra la moral y las buenas costumbres del
respectivo medio social o contra la dignidad y la libertad de la persona humana o
violan sus derechos fundamentales que la Constitución y la Ley amparan".

Conforme a esta corriente doctrinal, la ilicitud de la prueba no tiene su origen


únicamente en la transgresión de la norma procesal, sino en la desobediencia de
cualquier tipo o categoría de normas jurídicas, e incluso de principios generales.
Empero, no siempre el concepto de ilicitud en el plano demostrativo se iguala con
el de hecho punible. Por eso, para que un medio probatorio o la recolección de un
elemento de convicción sea calificado de ilícito no es menester que la conducta
encauzada a su obtención sea componente de infracción penal, optando por una
idea amplia de prueba ilícita.

Entonces, teniendo claro que al verse compelida la norma constitucional se


produce una prueba ilícita. Miranda Estrampes, la define como "aquellas que se
obtuvieron mediante violación de derechos tutelados por normas diversas y, en
primer lugar, por normas constitucionales". De allí que se considera prueba ilícita a
la obtenida no sólo mediante la infracción de normas constitucionales, sino
también mediante vulneración de normas con simple rango de Ley.

 Ineficaces

Se dice que un acto es ineficaz cuando se ve privado de sus efectos


normales. Expresada así, se descarta que equivalga a la eliminación jurídica
absoluta del acto. Jurídicamente el acto se reputa realizado, solo que no ha
producido todos sus efectos. Las consecuencias que se esperaba que tuviese en
cuanto acto procesal regular, no las tiene, pero sí puede tener otras38. Por ello,
decir que la anulación de un acto lleva a la eliminación absoluta de este es una
exageración, porque seguirá siendo un acto dentro del proceso que será
considerado en algunos aspectos.

Una prueba es considerada ineficaz cuando violenta el debido proceso


contemplado en el art. 49 de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela.

 Prueba de la costumbre

Por la esencia misma del derecho consuetudinario que nace de la


conciencia jurídica del pueblo, en el cual adquiere de hecho su fuerza obligatoria,
existe desde antiguo la idea de que el derecho consuetudinario es un hecho y que
en lo relativo a la carga de la prueba y al procedimiento probatorio para demostrar
su existencia, deben valer las mismas reglas comúnmente admitidas para los de
más hechos que deben probarse en una causa.
Pero como observa Savigny, toda relación jurídica tiene una doble base,
una general y otra particular: la primera es la regla de derecho; la segunda
consiste en los hechos que dan lugar a la aplicación de la regla en cada caso
singular. El juez puede y debe conocer la regla de derecho (iura novit curia) pero
no debe ni puede al contrario saber nada de los hechos hasta que la parte no los
haya alegado y probado. Esta distinción afirma Savigny, permanece inalterada, ya
derive la regla de derecho de la ley o de la costumbre. De manera que aquella
idea del derecho consuetudinario como hecho, se funda según Savigny en una
confusión de los das elementos de la relación jurídica, aplicando al conocimiento
de la regla de derecho, aquello que es verdad solamente para el conocimiento de
los hechos específicos de cada caso.

En un sentido más general, concluye Savigny: se puede sin duda llamar


hecho, también el constituirse de un derecho consuetudinario y así lo consideran
los sostenedores de aquella doctrina; pero para ser lógicos, deberían aplicar el
mismo procedimiento también a la ley, puesto que también las leyes resultan del
hecho de su promulgación; pero esto, nadie lo ha sostenido nunca”.

En sentido análogo, sostiene Alcalá-Zamora y Castillo, que debe


distinguirse el contenido de la costumbre, esto es: la serie de actos cuya repetición
origina la costumbre, del hecho de su existencia, esto es: la realidad de esos actos
en el momento en que son objeto de prueba, porque una costumbre que existió en
determinado tiempo, puede no existir ya. La duda de esa existencia, afirma Alcalá-
Zamora y Castillo— es lo que motiva la prueba. Y concluye "En resumen, que la
costumbre jurídica es norma de Derecho de igual entidad que la ley, y que lo que
es objeto de prueba respecto a ella el hecho de su existencia, lo mismo que
sucede con la ley extranjera, que no por serlo, deja de ser ley, aunque el legislador
releve al juez de conocer obligatoriamente ambas categorías de normas, que es lo
que justifica que cuando le sean desconocidas se proceda a inquirir su existencia".

En verdad existe una semejanza entre la prueba del derecho consuetudinario


controvertido y la de los hechos que fundamentan la pretensión, pero no una
identidad. Ya Savigny había destacado las siguientes diferencias prácticas:

1. El juez no puede suplir nunca hechos que no sean alegados por las partes; pero
puede y debe aplicar el derecho consuetudinario aun cuando sólo tenga de él un
conocimiento casual.

2. Los hechos deben alegarse y probarse en las condiciones de tiempo del


procedimiento, según las reglas de éste; en cambio, el derecho consuetudinario
puede ejercitar influencia sobre la decisión en cualquier estado de la causa y el
juez tiene plena libertad para la admisión de la prueba del mismo.

3. El derecho consuetudinario es pues, en esto, similar en todo a las leyes


extranjeras de las cuales puede depender la decisión de la litis.
4. El conocimiento de las leyes extranjeras no es exigido al juez, y las panes
deben alegarlas y probarlas precisamente en el modo en que pueden hacerlo para
el derecho consuetudinario, sin que se puedan aquéllas asimilar del todo a los
verdaderos y propios hechos de la Causa "°

Reduciendo esta cuestión a sus términos más simples, puede afirmarse con
Couture, que en los casos en que la costumbre es derecho, si fuere discutida o
controvertida, habría de ser objeto de prueba; pero también en estos casos, debe
tenerse presente que, a falta de prueba suministrada por las panes, el juez puede
hacer la investigación de la costumbre por sus propios medios”

Si bien la costumbre es fuente directa de derecho, su relación con la ley ha


cambiado con los tiempos. En los orígenes de los pueblos, la costumbre es la
fuente predominante del derecho. Más tarde, en el derecho romano aparece en
igual rango que la ley, pero su esfera de acción se fue reduciendo a medida que el
derecho escrito se ampliaba regulando cada vez más todas las manifestaciones
de la vida. Sin embargo, cuando para la misma cuestión existía ya una ley con
anterioridad a la costumbre y ésta se encontraba en oposición a aquélla, se daba
la preferencia al más reciente de ambos derechos, sin distinguir si era ley o
costumbre, en atención al principio de la parificación y en otros casos se reconocía
a la costumbre la fuerza de modificar o abrogar una ley, con la limitación de que
una costumbre particular no podía valer contra una ley general".

En el derecho moderno, por obra de la codificación fue abolido el derecho


consuetudinario como derecho común y se estableció el principio general de que
la costumbre tiene valor sólo en cuanto la ley remita a ella o permita su aplicación.
Así fue sancionado ese principio en los tres códigos tipos de la codificación
moderna en Europa: el código prusiano, el código austriaco y el código francés, y
no se reconoce en general a la costumbre función abrogatoria de la ley.

En el derecho venezolano se adopta la corriente moderna. En


materia civil, rige el principio de que: "Las leyes no pueden derogarse
sino por otras leyes; y no vale alegar contra su observancia el
desuso, ni la costumbre o práctica en contrario por antiguos y
universales que sean" (Art. 7 Código Civil).
En materia mercantil, el Artículo 9 del Código de Comercio
establece que: "Las costumbres mercantiles suplen el silencio de la
ley, cuando los hechos que la constituyen son uniformes, públicos
generalmente ejecutados en la República o en una determinada
localidad y reiterados por un largo espacio de tiempo que apreciarán
prudencialmente los jueces de comercio".
Sin embargo, tanto en materia civil, como en la comercial, en algunos casos
la ley remite expresamente a la costumbre o usos mercantiles. Así, en materia de
medianería dispone el Artículo 684 del Código Civil, que: "La medianería se regirá
por las disposiciones de este parágrafo y por las ordenanzas y usos locales, en
cuanto no se le opongan o no esté previsto en él". Y en materia de intereses de
las deudas mercantiles, el Artículo 108 del Código de Comercio dispone: "Las
deudas mercantiles de sumas de dinero líquidas y exigibles devengan de pleno
derecho el interés en el mercado siempre que éste no exceda del doce por ciento
anual".

En concordancia con esta disposición, el Artículo 118 del citado código establece:

"Siempre que se deba determinar el curso del cambio, el justo precio o el


precio corriente de las mercancías, de los seguros, fletes, transporte por
tierra y por agua, de las primas de seguros, de los efectos públicos y de los
títulos industriales, se recurrirá para hacer la determinación a la lista de
casación de la Bolsa de la localidad, y en su defecto, se recurrirá a todos
los medios de prueba".
 El objeto de la prueba en el derecho positivo Venezolano

SUPUESTOS DE NECESIDAD DE LA PRUEBA EN LA LEGISLACIÓN


VENEZOLANA:

Código Civil: se deben probar:

Todos los hechos que sirvan para originar, modificar, extinguir Obligaciones
Civiles entre estos: Contratos civiles o Derechos de: propiedad, posesión,
usufructo, uso, habitación, servidumbre. Hechos constitutivos de acciones como:
causales de divorcio y separación de cuerpos. Excepciones: cosa juzgada,
prescripciones.

Los medios probatorios en materia civil se observan en el

Artículo 1354 "Quien pida la ejecución de una obligación debe probarla, y quien
pretenda que ha sido libertado de ella debe por su parte probar el pago o el hecho
que ha producido la extinción de la obligación.

Código de Procedimiento Civil

Establece y determina cuales son los medios probatorios y la forma para hacerlos
valer. Artículo 395. C.P.C: Trata del Principio de la Libertad de los Medios de
Prueba, su Promoción y Evacuación; al respecto expresa: ...son medios de prueba
admisibles en juicio aquellos que determina el código civil, el código de
procedimiento civil y otras leyes de la República.

Código de Comercio:
Establece que serán objeto de prueba: los contratos y deudas mercantiles (prevé
que podrán ser examinados los libros de los comerciantes).

Ley Orgánica del Trabajo:

Determina como objeto de prueba; las situaciones de hecho tales como la relación
laboral, existencia y duración. Prestaciones de servicio. Salarios percibidos.

Código Penal y Código Orgánico Procesal Penal:

Establecen que serán objeto de prueba todos los actos que constituyan actos
típicamente antijurídicos.

 Necesidad de la prueba
La necesidad de la prueba es entendida por muchos autores como
sinónimo de objeto de la prueba, entendido este último como thema
probandum o tema de prueba, en tanto que los que suponen que el objeto de
la prueba es una noción genérica e indeterminada que expresa todo lo que en
general puede probarse, consideran que la necesidad de prueba es una noción
concreta que indica lo que efectivamente debe ser probado en un proceso
determinado, habida cuenta que es posible, en un caso específico, que haya
hechos que deban ser probados y otros que no ameriten prueba alguna. Para
estos últimos, el thema probandum es lo mismo que la necesidad de la prueba,
es decir, lo que debe ser probado.
Sea como fuere, estas nociones o conceptos tienen un valor meramente
doctrinario y para nada influyen en la percepción práctica que los abogados
deben tener sobre lo que deben o no deben probar. Ese conocimiento es
puramente práctico, pues por encima de precisiones teóricas cada uno en el
proceso debe saber lo que debe ser probado, bien que se le llame a eso objeto
de prueba o tema de prueba. Y en un sistema de prueba libre como el que rige
en el proceso penal acusatorio, el saber lo que debe ser probado es un
problema de sentido común más que jurídico.
 Periodos de práctica de la prueba

Son los actos procesales para que los diversos medios concretos aducidos
o decretados de oficio se ejecuten en el proceso.

Es el procedimiento para formar el medio probatorio, por ejemplo, realización de la


inspección judicial o deposición de testigos.

 No apertura del lapso probatorio

Antes de mencionar la no apertura del lapso probatorio, debemos ver cuando es la


apertura del lapso probatorio.

Artículo 388 CPC. Al día siguiente del vencimiento del lapso del emplazamiento
para la contestación de la demanda, sin haberse logrado la conciliación ni el
convenimiento del demandado, quedará el juicio abierto a pruebas, sin necesidad
de decreto o providencia del Juez, a menos que, por deberse decidir el asunto sin
pruebas, el Juez lo declare así en el día siguiente a dicho lapso.
Artículo 389 No habrá lugar al lapso probatorio: 1°. Cuando el punto sobre el cual
versare la demanda, aparezca, así por ésta como por la contestación, ser de mero
derecho. 2º Cuando el demandado haya aceptado expresamente los hechos
narrados en el libelo y haya contradicho solamente el derecho. 3º Cuando las
partes, de común acuerdo, convengan en ello, o bien cada una por separado pida
que el asunto se decida como de mero derecho, o sólo con los elementos de
prueba que obren ya en autos, o con los instrumentos que presentaren hasta
informes. 4º Cuando la ley establezca que sólo es admisible la prueba instrumental,
la cual, en tal caso, deberá presentarse hasta el acto de informes.

Nos señala la doctrina. Sabiendo que para el lapso probatorio la ley fija los
términos para ejercitar los actos procesales, tratamos de ver que este es el plazo
del cual la ley permite promover las pruebas y evacuarlas, En el procedimiento
ordinario este término es de 15 días para promover y 30 para evacuarlas. Pero
hay pruebas privilegiadas que puede las partes, de común acuerdo hacer efectuar
en cualquier momento y grado de la causa.

Ahora bien estas pruebas privilegiadas. Son aquellas que por su especial
importancia la ley permite ofrecer y actuar en cualquier momento del juicio. Dentro
de nuestra legislación y en el procedimiento ordinario no tiene este carácter sino:
la confesión, el juramento decisorio y la prueba instrumental en sus diversas
formas.

 Actitud del juez

Cuando no se abre a pruebas el proceso, el juez deberá declarar dentro de


las 24 horas siguientes de efectuado el acto de testación de la demanda, si el
asunto merece decidirse sin pruebas, atendiendo a cualquiera de los presupuestos
previstos para la no apertura del lapso probatorio. El Juez mediante auto que el
declaro que no se abrirá la causa a pruebas, fundados en los casos 1, 2 y 4 del
artículo 389. Será apelable, y el recurso se oirá libremente.

En el precepto anterior se observa que el legislador otorga al Juez un lapso


de 24 horas para decidir, sin embargo este lapso no se toma como horas-reloj;
sino como despacho, lo que quiere decir que el Juez decidirá en el día siguiente a
dicho acto. Pero alguna de las partes puede no estar de acuerdo con el criterio del
Tribunal donde se declare la no admisión; y cuando se trate de alguno de los
supuestos contemplados en los numerales primero, segundo y cuarto del artículo
389 del Código de Procedimiento Civil, la parte perjudicada podrá apelar de ese
decreto, oyéndose libremente el recurso; pero, cuando los litigantes en común
avenencia han convenido que no se abra a pruebas el juicio, o que sólo se decida
con los instrumentos y pruebas que obren en los autos, no se oirá apelación
(numeral 3º, art 389).

 Los momentos de la prueba

Si un asunto va a decidirse con pruebas, establece el artículo 392 del código de


procedimiento Civil el término de 15 días de despacho para promoverlas y de 30
días para evacuarlas, atendiendo lo dispuesto en los artículos 197, 200 y 400 del
Código de Procedimiento Civil, el cómputo de los lapsos probatorios habrá de
hacerse por días de despacho.

Artículo 392. Si el asunto no debiere decidirse sin pruebas, el término para ellas
será de quince días para promoverlas y treinta para evacuarlas, computados como
se indica en el artículo 197, pero se concederá el término de la distancia de ida y
vuelta para las que hayan de evacuarse fuera del lugar del juicio.
Artículo 197. Los términos o lapsos procesales se computarán por días calendarios
consecutivos, excepto los lapsos de pruebas, en los cuales no se computarán los
sábados, los domingos, el Jueves y el Viernes santos, los declarados días de fiesta
por la Ley de Fiestas Nacionales, los declarados no laborables por otras leyes, ni
aquéllos en los cuales el Tribunal disponga no despachar.
Artículo 200. En los casos de los dos artículos anteriores, cuando el vencimiento
del lapso ocurra en uno de los días exceptuados del cómputo por el artículo 197, el
acto correspondiente se realizará en el día laborable siguiente.
Artículo 400. Admitidas las pruebas, o dadas por admitidas conforme a los artículos
precedentes, comenzarán a computarse los treinta días destinados a la
evacuación; pero si hubieren de practicarse algunas mediante comisión dada a otro
tribunal, se hará el cómputo del lapso de evacuación del siguiente modo:
1. Si las pruebas hubieren de practicarse en el lugar del juicio, se contarán primero
los días transcurridos en el Tribunal después del auto de admisión hasta la salida
del despacho para el Juez comisionado exclusive, y lo que falta del lapso, por los
días que transcurran en el Tribunal comisionado, a partir del día siguiente al recibo
de la comisión.
2. Si las pruebas hubieren de evacuarse fuera del lugar del juicio, se contarán a
partir del auto de admisión: primero el término de la distancia concedido para la
ida; a continuación, los días del lapso de evacuación que transcurran en el Tribunal
comisionado, a partir del día siguiente al vencimiento del término de la distancia, de
lo cual dejará constancia el comisionado; y finalmente, el término de la distancia de
vuelta. No se entregarán en ningún caso a las partes interesadas los despachos de
pruebas para los jueces comisionados. Si las comisiones no fueren libradas por
falta de gestión del interesado, el lapso de evacuación se computará por los días
que transcurran en el Tribunal de la causa.

En conformidad con los artículos citados, se cuentan primero los días para
promover, luego los señalados al tribunal para proveer y por último los
correspondientes al lapso de evacuación.

 Promoción de las pruebas. Admisión

El artículo 395 del Código de procedimiento Civil señala, que son medios de
prueba admisibles en juicio aquellos que determina el Código Civil, el ya
mencionado código y otras leyes de la República. Hay unas variaciones en
materia civil y penal con respecto a la conceptualización de "promoción de
prueba".

En materia civil la promoción tiene que ver con la proposición y presentación de


pruebas, cuestión que deriva, básicamente del principio dispositivo; no obstante,
en los sistemas inquisitivos o en aquellos que los jueces tienen facultades
probatorias, cuando el juez actúa oficiosamente la ordenación forma parte de ese
concepto de proposición y presentación de pruebas"

Deben precisarse algunos conceptos subsidiarios de "promoción de pruebas", los


cuales son: Proposición y Presentación de la prueba. Hay proposición cuando la
parte se limita a indicar un posible medio con la exigencia al juez que lo admita y
decrete y se proceda a la práctica, cuestión incluso valida cuando la prueba es
oficiosa, pues, el decreto de ordenación lleva implícito la proposición. Hay
presentación cuando la parte interesada aduce el medio y el juez se limita a
admitirlo, en este caso hay simultaneidad entre la proposición y la presentación,
ejemplo, los documentos.

La promoción de pruebas está sujeta al cumplimiento de diversas condiciones de


orden intrínseco y extrínseco. Las primeras se refieren a los requisitos que debe
satisfacer todo acto procesal, esto es, legitimación del peticionario y competencia
y capacidad del funcionario ante quien se hace el acto. Las segundas
corresponden a los requisitos de modo, tiempo y lugar, como: escrito u oral,
concentración o periodo delimitado, oportunidad y preclusión.
En el artículo 388 del Código de Procedimiento Civil se establece la apertura del
lapso probatorio de la siguiente manera:

Al día siguiente del vencimiento del lapso del emplazamiento para la contestación
de la demanda, sin haberse logrado la conciliación ni el convenimiento del
demandado, quedará el juicio abierto a pruebas, sin necesidad de decreto o
providencia del Juez, a menos que, por deberse decidir el asunto sin pruebas, el
Juez lo declare así en el día siguiente a dicho lapso.

En el sistema acusatorio penal, caracterizado por la dicotomía metamórfica


de la prueba (fase preparatoria-Juicio oral), el problema de la oportunidad para la
promoción de pruebas también presenta una doble connotación, pues la prueba,
en la fase preparatoria, es promovible en todo momento desde que se es parte,
bien sea como búsqueda a través de las diligencias de investigación o bien por
incorporación directa, en tanto que para el juicio oral existe una oportunidad
concreta de promoción de pruebas, que generalmente se concreta al escrito de
acusación para las partes acusadoras y al escrito de contestación de la acusación
para el imputado y su defensor, aun cuando existan otras oportunidades
posteriores, antes y durante el juicio oral, para el caso de las pruebas de cuya
existencia se haya conocido con posterioridad al auto de apertura al juicio oral.

 Admisión de la prueba

La admisión de la prueba es la autorización o conformidad del sujeto


director del proceso o la investigación para que un medio probatorio sea
incorporado al proceso, bien por incorporación directa de un medio ya
materializado o bien mediante la orden de realizar la actividad tendiente a buscar
la prueba.

Vista esa dicotomía en lo que puede considerarse como admisión de


pruebas, la doctrina ha distinguido entre admisión de prueba propiamente dicha,
es decir, la incorporación directa de un medio de prueba ya elaborado, Como
puede ser la incorporación de un documento a las actuaciones; y la ordenación de
la prueba, o sea la orden de realizar una actividad encaminada a buscar y fijar la
prueba, como podría ser la citación de un testigo para ser interrogado, o la orden
de practicar una inspección ocular.

En realidad, si bien esta distinción doctrinal es acertada desde el punto de


vista lógico, lo cierto es que en la práctica ambas situaciones son tratadas bajo el
rubro de admisión de prueba, por cuanto en uno y otro caso cuando el órgano
actuante dispone que se haga lo uno o lo otro, está dando entrada a los elementos
de valoración que pretende el promovente, oferente o proponente de la prueba. De
tal manera, la admisión de la prueba es la respuesta positiva a la proposición,
promoción u ofrecimiento de la prueba. Por lo general, la admisión de un medio
probatorio no debe dar lugar a un recurso, pues no se causa gravamen alguno a la
contraparte, quedando a salvo su derecho a tachar o contradecir la prueba
admitida. Por el contrario, la no admisión de una prueba oportunamente propuesta
debe dar siempre a alguna suerte de recurso o sucedáneo de éste, como puede
ser una protesta u oposición, bien sea ante el mismo funcionario actuante o ante
un tribunal superior. En el proceso penal acusatorio, la admisión de pruebas en la
fase preparatoria, tiene lugar en todo momento en que se solicite al Ministerio
Público o al juez instructor, juez de garantías, de control, etc. En la fase
intermedia, corresponde al tribunal que la rige y en el auto de apertura a juicio oral,
pronunciarse sobre la admisión de las pruebas de que las partes intentan valerse
para el juicio oral; en tanto que en el juicio oral, es competencia del tribunal de
juicio el determinar sobre la admisibilidad de las pruebas que ante él se
promuevan, bien en el período de preparación del debate oral o durante éste.

En el proceso civil después del lapso para oposición previsto en el artículo


397 Código de Procedimiento Civil, se advierte la etapa de admisión de pruebas.
En efecto, el artículo 398 Código de Procedimiento Civil dispone que dentro de los
tres días siguientes al vencimiento del término fijado en el artículo anterior, el juez
providenciara los escritos de pruebas, admitiendo las que sean legales y
procedentes y desechando las que aparezcan manifiestamente ilegales o
impertinentes. Igualmente, deberá indicar aquellos hechos que aparecen
claramente convenidos por las partes, prohibiendo toda declaración o prueba
sobre ellos.

De lo expuesto se desprende que no toda prueba propuesta por las partes


debe ser admitida. Para la admisión es indispensable que se cumplan los
requisitos intrínsecos de utilidad del medio, de pertinencia del hecho que se
pretende probar, licitud del medio y la formalidad exigida; de la misma forma,
deben cumplirse los requisitos extrínsecos que corresponden el proceso en
general como: oportunidad procesal, legitimación del proponente y competencia
del funcionario que deba admitir. En el auto de admisión o rechazo de pruebas
debe ser motivado debe expresarse conforme lo exige el artículo 398 los
fundamentos en los que se basa para admitir o para rechazar. Cabe destacar que
habitualmente los tribunales emiten de forma breve que admiten las pruebas solo
con una declaración "se admiten cuanto ha lugar en derecho" sin hacer un
pronunciamiento razonado sobre su admisibilidad. Como lo indica Henríquez La
Roche, esto es una postergación de la decisión sobre la legalidad, pertinencia o
idoneidad de la prueba, para la sentencia definitiva. Debe analizarse si hay la
pertinencia y legalidad, es un deber del juez y un derecho de las partes.

Esa motivación implica una precognición del proceso en cuanto a los


hechos alegados por el actor y por el demandado, lo cual fijara los hechos
controvertidos y sobre estos es que se debe operar la etapa probatoria, así lo
establece el artículo 397. Esto supone que las partes deben expresar la
correspondencia entre el medio probatorio y el hecho que pretenden probar, es
decir, en las propuestas del medio se debe manifestar que hecho se pretende
probar con él, allí el juez "podrá fijar con precisión los hechos en que estén de
acuerdo las partes, los cuales no serán objeto de prueba". Si los proponentes de
las pruebas no expresan los hechos que pretenden probar con los medios
aducidos, la contraparte no podrá expresar si conviene en alguno o algunos de los
hechos u oponerse a la admisión de aquellas pruebas que sean impertinentes. La
pertinencia o impertinencia son cuestiones de hecho, su apreciación consiste si
tales hechos se relacionan o no con los derechos que se ventilan en el proceso y
por tanto pueden o no influir en la sentencia. De manera, que la única forma que
tienen las partes y el juez para determinar la pertinencia o impertinencia de un
medio de prueba es mediante la indicación que haga el proponente del hecho que
trata de probar.

El juez debe admitir o rechazar las pruebas por auto expreso dentro del
lapso de tres días. La norma así lo ordena. En caso que el juez no admita las
pruebas en tal lapso se aplicara lo dispuesto en el artículo 399 Código de
Procedimiento Civil, que contiene dos supuestos: uno, la multa disciplinaria para el
juez que incurrió en la falta y, dos, si no hay oposición de las partes a la admisión,
estas tendrán derecho a que se proceda a su evacuación, aun sin providencia de
admisión. Si hay oposición si es necesaria la providencia.

En el mismo auto, dice el artículo 398 in comento, el juez indicara los


hechos
que aparezcan claramente convenidos por las partes, ordenando que se omita
declaración o prueba sobre tales hechos, resulta inútil practicar una prueba sobre
hechos que han sido aceptados por las partes, ello atenta contra la economía y
celeridad procesal. No presenta ninguna utilidad al proceso, puesto que el hecho
admitido por las partes no es controvertido y por tanto so es objeto de prueba.

Del auto de admisión, bien porque admita o niegue la admisión de pruebas


tiene apelación, al cual se oye a un solo efecto. Podrá apelar quien haya hecho
oposición, cuando hayan sido admitidas las pruebas impugnadas, o a quien se les
haya negado. En el caso que haya silencio, es decir, que el juez no se pronuncie
por la admisión puede entenderse como denegación de justicia lo cual está
previsto en el artículo 19 Código de Procedimiento Civil, en cuyo caso las partes
están facultados para acudir al superior, artículo 399 Código de Procedimiento
Civil. Si el juez silencia el pronunciamiento sobre alguna de las pruebas
propuestas, no debe presumirse que hayan sido admitidas. En estos casos queda
el recurso de apelación a favor de la parte agraviada, tal como se dispone en el
artículo 402 Código de Procedimiento Civil.

 Extemporaneidad

La extemporaneidad de la prueba se da cuando las mismas no son


promovidas en el tiempo establecido por la ley.

 Improrrogabilidad del lapso probatorio


Los lapsos procesales, entre ellos, el de evacuación de pruebas, están
regidos por el principio de Improrrogabilidad, según el cual una vez cumplidos no
podrán abrirse de nuevo, a menos que la ley lo determine expresamente, o una
situación de hecho así lo determine, tal como igualmente lo dispone el artículo 202
del Código de Procedimiento Civil. Es de observar que de acuerdo con la doctrina
procesal y la jurisprudencia nacional, para que pueda discutirse y acordarse lo
referente a la prórroga de un lapso procesal, debe solicitarse dentro del propio
lapso, pero nunca luego de su vencimiento, pues, en este caso, no se estaría
solicitando la prórroga sino la reapertura del lapso (...)

 Desechamiento de pruebas

Las pruebas son desechadas cuando son obtenidas ilícitamente

 Evaluación de pruebas. Cómputos de los lapsos probatorios


Los términos o lapsos procesales se computarán por días calendarios
consecutivos excepto los sábados, los domingos, el Jueves y el Viernes Santo, los
declarados días de fiesta por la Ley de Fiestas Nacionales, los declarados no
laborables por otras leyes, ni aquellos en los cuales el Tribunal disponga no
despachar.
La evacuación de la prueba se da en cómputos por días hábiles, en el
Tribunal que fue Comisionado para tal fin y tomando en cuenta el termino
Ultramarino. Es una medida que realiza el juez con la finalidad de descubrir si las
pruebas presentadas son relacionadas con el caso, si tienen relevancia o no para
tomar la decisión definitiva.
Según el Art. 400 del C. P. C. se inicia el cómputo una vez admitidas las
pruebas de treinta (30) días hábiles. Se puede proceder la evacuación por un
tribunal comisionado cuando este se encuentre en el mismo lugar del comitente o
en un lugar distinto, pero que sirva de ayuda para evacuar las pruebas. El termino
ultramarino se da cuando las pruebas se encuentren en el exterior, en este caso el
plazo se alarga por seis (06) meses.
 Evacuación de pruebas en el extranjero
Según el Art. 400 del C. P. C. se inicia el cómputo una vez admitidas las
pruebas de treinta (30) días hábiles. Se puede proceder la evacuación por un
tribunal comisionado cuando este se encuentre en el mismo lugar del comitente o
en un lugar distinto, pero que sirva de ayuda para evacuar las pruebas. El termino
ultramarino se da cuando las pruebas se encuentren en el exterior, en este caso el
plazo se alarga por seis (06) meses.
De la misma manera contempla la Convención Interamericana sobre
prueba e información acerca del derecho extranjero (1989), en su artículo 1,
reza: La presente Convención tiene por objeto establecer normas sobre la
cooperación internacional entre los Estados Partes para la obtención de
elementos de prueba e información acerca del derecho de cada uno de ellos.
Entendiéndose así, los lineamientos o parámetros establecidos en la misma
con la finalidad de evitar algún percance o circunstancia que pueda
suscitarse al momento de hacer uso de sus atributos en la resolución de un
conflicto.
Así mismo la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela
(1999), en su artículo 49 numeral 1, expresa: La defensa y la asistencia
jurídica son derechos inviolables en todo estado y grado de la investigación y
del proceso. Toda persona tiene derecho a ser notificada de los cargos por
los cuales se le investiga; de acceder a las pruebas y de disponer del tiempo y de
los medios adecuados para ejercer su defensa. Serán nulas las pruebas obtenidas
mediante violación del debido proceso.
Toda persona declarada culpable tiene derecho a recurrir del fallo, con las
excepciones establecidas en esta Constitución y en la ley, tomando como
base legal la norma matriz contemplada en el debido proceso como derecho
fundamental de todos los ciudadanos. En nuestro país el derecho procesal desde
el punto de la perspectiva internacional asume la necesidad de tomar en cuenta
los recursos que emplean las partes durante la litis con la finalidad de aprovechar
cualquier medio de prueba idónea y pertinente que justifique los hechos alegados
entre las partes.
Un medio de prueba eficaz puede ser la prueba de informes mediante el cual el
tribunal a petición de parte interesada solicita para el proceso, asociaciones
gremiales entidades bancarias, u oficinas públicas, tengan relación o no con el
procedimiento en curso, datos concretos y específicos documentos, archivos,
libros entre otros y en su defecto, copia certificada de los mismos que se
encuentre en ellos. En ese sentido, se plantean algunos puntos relevantes
analizando la
prueba de informes en el derecho procesal civil venezolano, en cuanto a la
naturaleza, la regulación y los sujetos de la prueba, tomando en cuenta los
formalismos para la evacuación de la prueba de informes en el derecho
extranjero, además de los principios de la Convención Interamericana sobre
recepción de pruebas en el extranjero, con el propósito de interpretar estos
contenidos desde el ámbito documental.
 Comunidad de la prueba

La comunidad de la prueba, también denominada principio de adquisición


de la prueba, consiste en que todo aquel que sea parte en un proceso puede
servirse de las pruebas aportadas por otras partes, al tiempo que las demás
también pueden servirse de la que éste haya aportado. La idea de la comunidad
de la prueba se funda en dos de nociones fundamentales: la unidad de la prueba y
la búsqueda de la verdad. La unidad de la prueba es la suma ineludible de todos
los elementos probatorios traídos al proceso por las partes, tales como
testimonios, experticias, documentos, etc (mass of evidence la llaman los
anglosajones), los cuales deben ser valoradas individualmente y en su relación
con los demás, a fin de poderse formar una visión general del thema decidendum.
Por esta razón se dice que la comunidad de prueba está íntimamente ligada con el
problema de la de la búsqueda de la verdad, pues ello no sería posible sin un
análisis global de toda la prueba.

Según RODRIGO RIVERA MORALES en su obra “Las Pruebas en el


Derecho Venezolano”, pág. 92 señala:

“(…) El principio de la comunidad de la prueba, también llamado de


la adquisición, se refiere a que la prueba pertenece al proceso; en
este sentido, ya no es la prueba de quien la aportó, sino que
pertenece a la comunidad procesal concreta. (…) La prueba una vez
que ha sido aportada al proceso tiene que ser tomada en cuenta en
la valoración, sin importar que beneficie a quien la aportó o a la parte
contraria (…).”
De acuerdo al artículo 509 y 510 del Código de procedimiento civil
venezolano, los jueces deberán ponderar, sopesar y analizar todas las pruebas
que hayan sido materializadas en el procedimiento independientemente de la
parte que hubiese promovido, es decir que el sentenciador no podrá argumentar
que a alguna no le atribuye merito o valor si hipotéticamente favoreciere en su
resultado a la parte no promoverte de ella.

Artículo 509
Los Jueces deben analizar y juzgar todas cuantas pruebas se hayan producido,
aun aquellas que a su juicio no fueren idóneas para ofrecer algún elemento de
convicción, expresándose siempre cuál sea el criterio del Juez respecto de ellas.
Artículo 510
Los Jueces apreciarán los indicios que resulten de autos en su conjunto, teniendo
en consideración su gravedad, concordancia y convergencia entre sí, y en relación
con las demás pruebas de autos

En el proceso penal acusatorio dónde la base de la prueba se forma en la


fase preparatoria (diligencia de investigación), pero se perfecciona en el Juicio oral
(prueba propiamente dicha), la comunidad de la prueba es muy importante pues
cada parte puede promover, ofrecer o proponer Como prueba para el debate oral,
el resultado de cualquier diligencia de investigación (o la falta de éste), que haya
promovido otra parte, incluso cuando dicha parte haya renunciado a promoverlo.
En este mismo sentido, en el juicio oral, cada parte puede pedir al tribunal la
valoración a su favor de la prueba practicada a instancias de otra parte, cuando de
su efectiva evacuación resulten circunstancias o elementos que beneficien a su
interés.

El problema de la comunidad de la prueba, es también una conquista


democrática y racional de las modernas concepciones del proceso, pues esta
noción no siempre se comportó igual a través de la historia, ya que hubo épocas,
fundamentalmente entre los pueblos bárbaros y en el medievo, cuando se
consideraba que cada parte sólo podía servirse de las pruebas por ella
promovidas. En este punto recuerdo cómo la Ley de Enjuiciamiento Civil española
de 1882, base de la legislación procesal civil cubana, siendo de corte liberal y
reconociendo como reconoce, la comunidad de la prueba después de los informes
de primera instancia, recoge la forma medieval de practicar la prueba de cada
parte en cuadernos separados, que sólo se mandan a unir a los autos principales
cuando ha concluido el período de prueba.

En cuanto a si el principio de comunidad de prueba debe estar regulado o


plasmado en una norma, la respuesta contundente es no, pues siendo que la
modernidad del proceso impone la comunidad de prueba por ley de la razón,
entonces la separación de pruebas deviene odiosa excepción y es la estructura
misma de los procesos modernos la que supone la comunidad de prueba. De más
está decir que el moderno proceso penal acusatorio presupone de suyo la
comunidad de prueba, y de ahí que se haya hecho tan popular en los países de
Europa una frase, utilizada por los abogados defensores cuando presentan sus
escritos de contestación a la acusación, también conocidos como conclusiones
provisionales de la defensa, y que no tardaremos en ver aparecer en los esos
escritos en Venezuela. La frase en cuestión se usa en el momento de ofrecer la
prueba y luego de que se ha promovido la propia, y su texto más o menos es el
siguiente: Además, promuevo y hago mía toda la prueba ofrecida o propuesta por
el Ministerio Público y el querellante, aun para el caso de que ellos renunciaren a
ella.

 Pruebas en segunda instancia


La segunda instancia es una nueva etapa del juicio, en la cual se revisa
la controversia con base en los alegatos y pruebas presentados por las
partes ante el juez de la causa, y excepcionalmente con aquellas que
válidamente se hayan promovido ante la alzada. La fase de instrucción en
la última instancia es limitada, pues sólo permite la promoción de
determinadas pruebas, entre las que se encuentran el documento público,
las posiciones juradas y el juramento decisorio. En efecto, el artículo 520
del Código de Procedimiento Civil, establece:
“En segunda instancia no se admitirán otras pruebas sino la de
instrumentos públicos, la de posiciones y juramento decisorio . Los
primeros podrán producirse hasta los informes, si no fueren de los que
deben acompañarse con la demanda; las posiciones y juramento
decisorio podrán evacuarse hasta los informes, siempre que se solicite
dentro de los cinco días siguientes a la llegada de los autos al
Tribunal.

Podrá el Tribunal dictar auto para mejor proveer, dentro de los límites
expresados en el artículo 514.”
En tal sentido, el autor Humberto La Roche, “Comentarios al Código de
Procedimiento Civil”, pág. 49, Tomo 4,  señala respecto al artículo 520 lo siguiente:

“...La segunda instancia es también una etapa judicial de revisión del caso ya
instruido por el tribunal que dictó el fallo apelado. Esa previa instrucción que ha
tenido lugar mediante el aporte de las pruebas que obran en autos, justifica que
sean restringidos en la alzada los medios probatorios disponibles.
Por ello esta norma es de derecho estricto y no admite una interpretación extensiva
a los fines de incluir dentro de la permisión legal las pruebas atípicas.
Las pruebas válidas en segunda instancia son aquellas que por su naturaleza
tienen un valor de convicción importante, por no estar sujetas a la memoria de otro
o depender la evidencia del reconocimiento que hace la contraparte. Es así como
la ley permite sólo la presentación de instrumentos públicos, posiciones juradas y
juramento decisorio.

El instrumento público es prueba admisible en segunda instancia en un


sentido formal; esto es, independientemente de la pertinencia de su contenido
probatorio para la litis que está sujeta a revisión por el juez superior. Tampoco
queda sujeta la admisibilidad de esta prueba al thema decidendum de la sentencia
apelada: si el instrumento consignado es una prueba concerniente a la
interrupción de la prescripción alegada en la litis contestación mas no acreditada
en el lapso probatorio ni en los informes de primera instancia, será con todo,
prueba admisible por la alzada y de obligatoria consideración y valoración en la
sentencia...”

 Criterios de la clasificación
 SEGUN SU OBJETO

 Pruebas directas: Son directas las pruebas que ponen en contacto al juez
con el hecho que se trata de probar, las que permiten a éste conocerlo a
través de sus propios sentidos, es decir, por percepción, desde luego
sometidas a las formalidades que la ley exige. Ejemplo: La inspección
judicial ya que es aquella es el examen o comprobación directa que realiza
el juez o tribunal a quien corresponda verificar hechos o circunstancias de
un juicio, cuya descripción se consigna en los autos respectivos, para dar fe
de su existencia, así como de las personas, cosas o lugares que deban ser
examinados a proposición
 Pruebas Indirectas: Presuponen que el juez no percibe directamente la
realidad del hecho que se trata de demostrar, porque éste, por ser pretérito,
ya ha desaparecido; puede conocerlo a través de las huellas que dejó su
acaecimiento en el mundo exterior y esas huellas se lo representan. Estas
son mediatas porque el juez no percibe el hecho por probar sino la
comunicación o el informe que la percepción de ese hecho tuvo otra
persona documentos públicos y privados testimonios, experticia, confesión.
 Pruebas Principales: Son aquellas cuando el hecho al cual se refieran las
partes en el proceso forma parte del fundamento fáctico e la pretensión o
excepción, en cuyo caso la prueba es indispensable. Por ejemplo: para la
interdicción por demencia, es imperativo que a la demanda se acompañe
un certificado médico sobre el estado de salud del presunto interdicto y que
el juez decrete un dictamen de peritos médicos sobre la situación mental
del paciente indirectamente relacionadas con los supuestos de la norma por
aplicar, por lo que su prueba tiene menor importancia.
 Pruebas Accesorias

SEGÚN SU FORMA: (pruebas escritas y orales)

  Las escritas como su nombre lo indica, deben tener una formalidad,  ejemplo  los


documentos públicos y privados, los dictámenes de peritos cuando se rinden por
escrito, los certificados de funcionarios, los planos, los dibujos y las monografías.
Encontramos en lo penal, cuando se investiga un homicidio, para establecer la
muerte, se necesita la partida de defunción, o certificado médico, en proceso de
interdicción por demencia.

    Las Orales se obtienen  de forma verbal, tenemos la confesión judicial en


interrogatorios de la parte, los testimonios y las peritaciones recibidas en
audiencias. A pesar de que estos pueden pasar después a escritos, por cuanto el
secretario o escribiente lo hace constar en sus documentos, para anexar al
expediente

SEGÚN SU ESTRUCTURA O NATURALEZA: (pruebas personales y reales o


materiales)

En las pruebas personales, vemos que la estructura del medio que suministra la


prueba, son personas. Ejemplos: en testimonios, la confesión, el dictamen de
peritos y la inspección judicial en cuanto es una actividad del juez asesorado de
testigos o peritos; y en las reales o materiales, se tratan de cosas, como
documentos (incluyendo los planos, dibujos, fotografías, etc.) huellas o rastros y
objetos de toda clase.
  SEGÚN SU FUNCIÓN: (pruebas históricas y críticas o lógicas)

La prueba histórica representa claramente el hecho pretérito que se trata de


demostrar, es como una fotografía; este medio de prueba le suministra al juez una
imagen del hecho por probar, y éste aprecia la verdad del hecho a través de su
representación sin esfuerzo mental alguno.
Cuando el juez decida con fundamento en esta clase de prueba, su actividad y su
función se asemejan a la del historiador y requiere la concurrencia de otro sujeto,
el que le trasmite la imagen del objeto representado mediante su discurso, su
dibujo u otro acto, Ejemplos: testimonios, la confesión, (pruebas personales) y el
escrito, el dibujo, los planos (pruebas materiales).
    Las pruebas críticas o lógicas carecen de función representativa y no despierta
en la mente de la juez ninguna imagen distinta de la cosa examinada, pero le
suministra un término de comparación para el resultado probatorio mediante juicio
o razonamiento. Tal es el caso de los indicios y las presunciones.  
SEGÚN SU FINALIDAD: pruebas formales y sustanciales.

     En esta clase debemos tener en cuenta la parte que suministra la prueba
puede perseguir una de dos finalidades: cuando la parte satisface la carga que
pesa sobre ella o desvirtuar la prueba suministrada por la contraparte. En el primer
caso podemos denominarla prueba de cargo y en el segundo de descargo o
contraprueba. Ambas partes pueden recurrir a las dos clases de prueba.
     Las siguientes son las pruebas formales estas poseen un valor simplemente ad
probationem, es decir,  que tienen una función exclusivamente procesal; la de
llevarle al juez el convencimiento sobre los hechos del proceso (Lo son casi todas
las pruebas). Las pruebas ad solemnitaten o ad substantiam actus; (sustancial),
tienen un valor material, puesto que son condiciones para la existencia o la validez
de un acto jurídico material, tal como sucede con la escritura pública para la
compraventa o hipoteca de un bien inmueble o la constitución de sociedades.
SEGÚN SU RESULTADO: (Pruebas plenas,).

     En la prueba plena, que además de ser completa, debe presentar al juez como
cierta en indudable la existencia de un hecho o de un acto jurídico, ésta ha sido
conocida por la parte contra la cual se aduce, ya que por consiguiente ha podido
ejercer su derecho de que controvertirla o discutirla.
       SEGÚN LOS SUJETOS PROPONENTES DE LA PRUEBA: (Pruebas de
Oficio y de Parte)

 En esta clasificación, nuestro autor guía no profundiza. El profesor DEVIS


ECHANDIA, dice “Que sobra toda explicación”. Pero debemos tener en cuenta
que es una de las principales clases de pruebas en el derecho probatorio.

       La prueba de oficio en el proceso, que van desde el “ podrá “ hasta el “ deberá
“, con limitaciones diversas, en especial para ciertos medios probatorios; con
exclusiones respecto del comportamiento de las partes, especialmente de la
doctrina y de la jurisprudencia, ya que algunos les cierran el paso a la iniciativa
cuando se trate de graves negligencias. La prueba de oficio, el juez “debe “ ó
“puede”, según las respectiva legislación, acordar pruebas por su propia iniciativa,
dentro de los límites del proceso y en cualquier momento. Pero esto no significa
que las partes queden liberadas de la carga de la prueba, pues las secuelas del
hecho, incierto subsisten, y por lo que se encuentran en inmejorable posición de
suministrar los medios idóneos para acreditar la respectiva situación fáctica, ya
que conocen mejor las peculiaridades ocurridas.

En cambio, el juez le es muy difícil asumir solo la actividad verificadora de


situaciones o actos a los que haya sido ajeno, conocidos también como actos de
verificación.

     Las pruebas oficiosas deben practicarse con todas las formalidades previstas
en los estatutos procesales, ya que no son privilegiadas, sino como las decretadas
a instancia de parte, hasta el punto de diferir solo en cuanto al origen y en cuanto
al momento en que puede acordarlas el juez, si se considera que los interesados,
por lo general, se impetran en la demanda, en la contestación y en los escritos de
apertura de los incidentes. De otro lado, los poderes instructores del juez abarcan
tanto la primera como la segunda instancia, como veremos más adelante. Incluso
a casación la corte puede decretar pruebas de oficio antes de proferir la sentencia
de reemplazo. En resumen los deberes- poderes o las simples potestades de la
prueba de oficio se encaminan en el proceso a las verificaciones de las cuestiones
fácticas sometidas por las partes, para facilitar la decisión justa. Al mismo tiempo,
convierten la fase probatoria del proceso en una comunidad de esfuerzos.

  SEGÚN LA OPORTUNIDAD O EL MOMENTO EN QUE SE PRODUCE: (En


proceso y extraproceso; preconstituida y causales; judiciales y extrajudiciales)

Se entiende por pruebas en procesos las que se practican, aducen y tienden a


demostrar los hechos litigiosos en un proceso. Y las pruebas extraproceso las que
tienen origen fuera del proceso, ejm.  Inspecciones judiciales, documento público y
privado en que consten actos no procesales. También se le conocen con el
nombre de pruebas anticipadas.

      Por otro lado, las pruebas son preconstituidas o causales, según el destino
para que sean creadas: Si para servir de medios de convicción en un proceso o
para fines extraprocesales y ocasionalmente son llevadas a un proceso. Las
preconstitutivas si tienen la intención de acreditar en el futuro un hecho, estas
llevan la intención preconstituyente o jurídicamente dispositiva y probatoria. Su
denominación la dio BENTHAM, quien también las llamo “por documento”.

     Las pruebas judiciales, son aquellas que se han producido ante el juez en


ejercicio de sus funciones, y cumpliendo con el principio de la inmediación. En
cambio, la prueba extrajudicial no ha tenido ocurrencia ante el juez, la prueba es
obtenida fuera del proceso y sin la intervención de dicho funcionario, esta es
precaria y debe acreditarse o mostrarse dentro de la actuación judicial.

  SEGÚN SU CONTRADICCION: (sumarias y controvertidas)

     La prueba sumaria, con independencia del poder demostrativo que pueda


tener, es aquella que no ha sido conocida por la parte contra la cual se presenta, y
que por tanto no ha tenido oportunidad de controvertir. Esta no se relaciona con su
poco poder demostrativo, ya que no se trata de una prueba incompleta, pues
aquella tiene que demostrar plenamente el hecho, solo que le falta ser
contradicha. En principio, esta prueba carece de valor procesal, sin embargo,
excepcionalmente el legislador les otorga méritos a pruebas que no han sido
tomadas con audiencia de la parte contraria, quien tampoco ha dispuesto de
autoridad procesal para discutirlas.
    Las pruebas no controvertidas o sumarias no pueden servir de fundamento a las
providencias de fondo que dicte el funcionario judicial, puesto que por disposición
constitucional, en un proceso las pruebas deben ser controvertidas.

11. SEGÚN SU LICITUD E ILICITUD: (pruebas licitas e ilícitas)

La clasificación atiende a diferentes factores entre los cuales los más importantes
la licitud, controversial, fuente y origen.

La prueba licita e ilícita, dando razón al hecho de que la prueba deba ceñirse a la


ley para que sea eficaz. Comenta el doctor JESUS IGNACIO GARCIA, en
consideración al respecto de los derechos humanos que se reafirma en estos el
principio de legalidad de la prueba.

     Ahora si bien sabemos que la incorporación de las pruebas debe regirse por la
moral y el respeto a la persona humana, con esta apreciación se reitera lo
importante que los derechos humanos son para el contexto constitucional. Estas
series de acotaciones conllevan a analizar el carácter de ilicitud que puedan tener
algunos medios probatorios. Entre otros tenemos los testimonios o las confesiones
obtenidas mediante el suministro de drogas a los sujetos, el empleo de las
pruebas electrónicas por medio de grabaciones, las pruebas obtenidas mediante
coacción e irrespetando la moral, las buenas costumbres y la dignidad humana.
     Otro de los aspectos que de forma material perfeccionan el carácter ilícito, es el
obtener pruebas por medios como el narcoanálisis, y el hipnotismo. Medios por los
cuales el sujeto perturba y desarticula su conciencia fisiológica o química hasta el
punto que sea tan mortífera y aniquiladora esa acción dirigida contra los principios
fundamentales del ser humano.

    La práctica y obtención de las pruebas por esos medios son atentatorios contra
el debido proceso y que se reafirma la ilicitud de este tipo de prueba cuando
observamos lo dispuesto en el art.49 constitucional.

    La prueba debe ser acorde con la moral y las buenas costumbres, por esta
razón cuando la obtención de esta sea violadora de estos argumentos válidos,
debe ser rechazada por el funcionario judicial o practicado pero no sometida a su
valoración.

     En forma aceptada la aplicación del principio de legalidad o licitud de la prueba


y sus consecuencias van íntimamente relacionadas con el debido proceso,
garantía plena en el art.49 la ilicitud de la prueba da razón a la nulidad de la
misma, tanto por lo dispuesto en el art.49 de la CRBV. Dicha nulidad no amerita
ser declarada sino que opere el pleno derecho. El funcionario no entra a
considerar las pruebas ilícitas o ilegales y por ende tampoco tendrán valoración
alguna.

 SEGÚN SUS RELACIONES CON OTRAS PRUEBAS: (pruebas simples y


compuestas o complejas, concurrentes y contrapuestas)

Se entiende por prueba simple, cuando tiene una existencia autónoma para


llevarle al juez por si sola la convicción sobre el hecho por demostrar, como
sucede con la escritura pública respecto a la comparecencia de las partes y lo
manifestado por éstas. Ejemplo: la inspección judicial sobre el hecho mismo, la
confesión en materias civiles cuando no existe norma legal que la excluya y reúna
los otros requisitos para su validez y eficacia.

A diferencia, la prueba es compuesta o compleja, cuando esa convicción se


obtiene de varios medios. Ejemplos: el testimonio único cuando no convenza al
juez o un indicio necesario, complementados con otras pruebas.
Las pruebas complejas de subdividen en concurrentes y contrapuestas. Las
primeras existen cuando los varios medios de prueba sirven para producir la
convicción del juez en un mismo sentido, es decir, sobre la existencia o
inexistencia del hecho; y las contrapuestas se presentan cuando varios medios
están en contra posición, porque sirven para una conclusión. En ambos casos el
convencimiento del juez es el resultado del estudio de conjunto de los diversos
medios.

SEGÚN LA FORMA COMO OBRA EN EL PROCESO: (prueba trasladada o


prestada y originaria o independiente).

 La prueba trasladada

La prueba trasladada es aquella que ha sido practicada en un proceso


determinado, pero que intenta hacérsele valer en otro proceso distinto. Así, por
ejemplo, alguien puede promover como prueba en un proceso A, la declaración de
un testigo ya fallecido, que haya declarado en un proceso anterior B. En ese caso,
el promovente simplemente solicitará la certificación respectiva del acta de
declaración del testigo en el proceso B y pedirá que se incorpore a los autos del
proceso A. Por tanto, la prueba trasladada es la que pasa de un proceso a otro en
forma de certificación documental de una promoción de prueba o del resultado de
una actividad probatoria. Cuando se trata de documentos, estos o bien se
desglosan de las actuaciones que los contienen para ser llevados al nuevo
proceso, o bien se certifican al mismo efecto. Cuando se trata del resultado de una
ordenación de prueba, entonces se certifica el resultado de la diligencia probatoria,
ya sea la declaración de un testigo, o el informe de una experticia o de una
inspección.

Pero el paso de una prueba de una de las actuaciones de un proceso a las


de otro, requiere, obviamente, que el proceso donde se reclama la incorporación
de la prueba cuya «importación» se pretende, sea un proceso en curso, es decir,
no decidido. A ese proceso donde se realiza la actividad probatoria que interesa la
traslación (solicitud de traslación), le podemos denominar, a nuestro solo riesgo,
proceso de llegada.

Sin embargo, el proceso de donde se toma la prueba ya evacuada y cuyo


traslado se pide, y que de manera igualmente convencional podemos denominar
proceso de salida, puede ser un proceso ya terminado, decidido o archivado sin
decisión de fondo (por desistimiento de la acción o por perención de la instancia,
por ejemplo): El proceso de salida de la prueba trasladada puede ser un proceso
de la misma jurisdicción que el proceso de llegada o de otra distinta, puede ser un
proceso seguido en tribunal extranjero. También se plantea el problema de si el
proceso de salida y el de llegada se verifican entre las mismas partes, o entre
partes distintas, o con cierta coincidencia entre sujetos activos y pasivos, o si en
ambos se trató del mismo objeto litigioso u otro concomitante, o absolutamente
diverso, etc. Finalmente, el valor de la prueba trasladada depende en gran medida
del tipo de prueba de que se trate, o sea, si se trata de un testimonio de un
fallecido que no puede ser ratificado, o si se trata de una experticia irrepetible, o
de un documento que resulta fácilmente desglosable y por tanto trasladable.

En razón de todas estas situaciones, la prueba trasladada presenta


innumerables problemas que el juez del proceso de llegada debe resolver, tanto
desde el momento mismo de la admisión de la solicitud de prueba trasladada,
como en la oportunidad de valoración de la eficacia de ese tipo de prueba. En este
sentido, el juez del proceso de llegada, a los efectos de la admisión y de la
valoración de la prueba trasladada, tendrá que considerar, aparte de los supuestos
normales de pertinencia, utilidad, conducencia y licitud, los siguientes aspectos

• Si quien resulta contraparte del solicitante del traslado de prueba, pudo


ejercer control y contradicción de esa prueba en el proceso de salida;

• Si la prueba cuyo traslado se pide fue tachada o declarada ilícita o sin valor
alguno, en el proceso de salida

• Si la prueba que se pretende trasladar es admisible por su naturaleza en el


proceso de llegada;

• Si puede considerarse que la prueba trasladada hace pleno efecto en el


proceso de llegada o si se admite solo ad ratificaciones;

• Si los hechos sobres los que versa la prueba trasladada pueden tener
cabida en el proceso de llegada.

Hay que destacar aquí que el juzgador decisor del proceso de llegada no
está nunca obligado por la valoración que se haya dado a dicha prueba en el
proceso de salida, y por tanto la prueba trasladada quedará siempre sujeta a las
reglas de valoración que rijan el proceso de llegada.

En lo que se refiere al proceso penal acusatorio como proceso de llegada


de la prueba trasladada, ello sólo es posible en la fase preparatoria, dado que allí
no existe inmediación respecto de la prueba, y por sus características de
predominio de la escritura, pueden incorporársele documentos traídos de otros
procesos.

En el juicio oral la prueba trasladada es mucho menos frecuente, en razón


de la misma estructura del proceso penal acusatorio, que exige que las pruebas se
hayan formado o incorporado primariamente al proceso por la fase preparatoria.
Sin embargo, habida cuenta de que los ordenamientos acusatorios suelen dar
entrada en el juicio a pruebas nuevas o de cuya existencia se conoció luego de
dictado el auto de apertura a juicio oral, entonces por esa vía puede entrar la
prueba trasladada al juicio oral.

Lo que sí hay que tener claro en este punto, es que los resultados de las
diligencias de investigación en la fase preparatoria, que luego son promovidos
como prueba a la fase del juicio oral, no constituyen, en modo alguno, un supuesto
de prueba trasladada, por la muy simple razón de que se trata de evidencia
obtenida dentro del mismo proceso y, por tanto, no requiere de certificación
alguna. Recuérdese que ese paso de la evidencia de la fase preparatoria al juicio
oral, en virtud de los actos de promoción de las partes y de admisión de los
tribunales, durante la fase preparatoria, se denomina la metamorfosis de la prueba
en el proceso penal acusatorio.

 La prueba anticipada

El Código Orgánico Procesal Penal, al respeto establece que:

Artículo 289. Cuando sea necesario practicar un reconocimiento, inspección o


experticia, que por su naturaleza y características deban ser consideradas como
actos definitivos e irreproducibles, o cuando deba recibirse una declaración que,
por algún obstáculo difícil de superar, se presuma que no podrá hacerse durante el
juicio, el Ministerio Público o cualquiera de las partes podrá requerir al Juez o
Jueza de Control que lo realice. Si el obstáculo no existiera para la fecha del
debate, la persona deberá concurrir a prestar su declaración.
El Juez o Jueza practicará el acto, si lo considera admisible, citando a todas las
partes, incluyendo a la víctima aunque no se hubiere querellado, quienes tendrán
derecho de asistir con las facultades y obligaciones previstas en este Código.
En caso de no haber sido individualizado el imputado, se citará para que concurra
a la práctica de la prueba anticipada a un defensor o defensora pública.

La prueba anticipada es aquella que debiendo tener lugar normalmente en


el juicio oral, se realiza en la fase preparatoria de ahí su nombre por razones de
urgencia y de necesidad de aseguramiento de sus resultados, por lo cual debe ser
apreciada como s efectivamente se hubiera practicado en el juicio, por lo que
constituye uno de los raros casos de vulneración de la inmediación de la prueba
en el proceso penal acusatorio

La prueba anticipada es una categoría absolutamente privativa o propia del


proceso penal acusatorio y es una de las modalidades esenciales de lo que en
teoría probatoria se denomina aseguramiento de la prueba. Al mismo tiempo la
prueba anticipada es una modalidad muy peculiar de la actividad probatoria en el
proceso penal acusatorio. Como se sabe, en el juicio oral, como fase decisoria
principal del proceso penal acusatorio, rige con carácter absoluto el principio de
inmediación de la prueba, es decir, el tribunal del juicio oral sólo puede basar su
sentencia en las pruebas que hayan sido practicadas en el debate oral y público.

Sin embargo, en el proceso penal acusatorio, puede cobrar suprema


importancia el testimonio o la opinión calificada como experto de una persona, que
por estar o devenir grave-mente enferma, hay riesgo de que no llegue viva al dia
del juicio oral, o que se trate de alguien que deba ausentarse por largo tiempo del
país, o de un experto extranjero que no podrá estar presente el día del juicio oral.
En estos casos, la ley autoriza a las autoridades penales a asegurar la declaración
de las personas que se encuentren en esos casos, mediante la llamada prueba
anticipada, que consiste en tomar esa declaración o hacerle rendir su experticia
frente a un juez y con la asistencia de todas las partes del proceso, y por ende con
la posibilidad de que éstas puedan controlar esa prueba.

La prueba anticipada rompe necesariamente con el principio de


inmediación, porque el juez o tribunal que la autoriza y presencia no es el tribunal
del juicio oral, pero la presencia de ese juez es necesaria para guardar el debido
equilibrio procesal en la práctica de la prueba anticipada, la cual tendrá en el juicio
oral el mismo valor que si se hubiera llevado a cabo ante el tribunal del debate.
Como podrá observarse, la práctica de la prueba anticipada requiere la citación o
convocatoria de todos los que sean parte en el proceso, y esa totalidad incluye, a
no dudarlo, al imputado y a su defensor, quienes tienen que tener la oportunidad
de controlar esa prueba.

Lo último expresado, hace surgir la interrogante de si es posible entonces la


práctica de una prueba anticipada cuando todavía no se determinado un imputado
en una causa penal, la cual obviamente se halla en fase de investigación. La
doctrina no ha sido unánime en este punto, y al respecto los teóricos alemanes,
desde Schönke hasta Roxin, han admitido que ello es posible, pero la inmensa
mayoria de los doctrinarios, encabezados por los italianos Manzini, Florian y
Leone, y por el francés Gorphe, han concluido que no puede considerarse la
existencia de prueba anticipada si no existe un imputado en la causa, con un
defensor, que puedan controlar aquella diligencia que pretende hacerse valer
como prueba anticipada.

Por otra parte, y como puede colegirse de la definición vertida supra, la


prueba anticipada sólo puede recaer sobre la prueba personal, es decir, se trata
simplemente de adelantar la intervención de testigos o de expertos al juicio oral,
en un acto procesal cuyos resultados han de tomarse como si se hubieran
producido en el propio debate oral y público. Pero nunca puede anticiparse la
prueba por el hecho de que los objetos que hayan de ser examinados corran el
riesgo de perecer, pues para ello no hace falta ningún adelantamiento de las
diligencias estimatorias, ni periciales ni de inspección, ya que las características
de dichos objetos, su ubicación y estado, pueden ser perfectamente fijados en el
tiempo mediante actas, fotografías, testigos instrumentales, filmaciones,
mediciones, etc., que son las formas ordinarias de plasmación o documentación
de los resultados de las diligencias de investigación durante la fase preparatoria.
En este sentido, sería un exabrupto el pensar que la inspección del lugar del
hecho o los resultados de un allanamiento puedan ser objeto de prueba
anticipada.

Pero hay que advertir, la prueba anticipada en el proceso penal acusatorio


no es prueba trasladada, porque se forma en el mismo proceso donde se
promueve y valora, y tampoco es prueba preconstituida, porque no se realiza
antes del proceso, sino dentro del proceso mismo, aunque en una fase anterior a
aquella donde debe surtir efecto.

En otro orden de ideas, si para la fecha en que deba celebrarse el juicio


oral, no existiere la imposibilidad que determinó la producción de la prueba
anticipada, el órgano de prueba deberá comparecer al juicio y la diligencia
anticipatoria habrá perdido todo valor. Por tanto, ninguna parte puede oponerse a
la asistencia al juicio del testigo que estaba moribundo a la fecha de la prueba
anticipada y que luego se recuperó o del experto extranjero que finalmente pudo
volver al país, pues su presencia pone de manifiesto la necesidad de prevalencia
de la inmediación de la prueba, que se había roto con la anticipación de la prueba
y quedaría ahora restituida.

 La prueba Legal y la prueba libre

“se llama legal la prueba cuando su valoración está regulada por ley”.

En este sentido autores como Chiovenda enseña que en dicha prueba el


momento probatorio se presenta a la mente del legislador y no a la del juez. Este
sistema se contrapone al de la libre convicción y por supuesto al de la sana
critica.  Ejemplo artículo 431 del CPC.
Prueba Libre

Artículo 395 del Código Procesal Civil.: “Son medios de prueba admisibles en juicio
aquellos que determina el Código Civil, el presente Código y otras leyes de la
república. Puede también las partes valerse de cualquier otro medio de prueba no
prohibido expresamente por la ley y consideren conducentes a las demostración de
sus pretensiones. Estos medios se promoverán y evacuarán aplicando por
analogía las disposiciones relativas a los medios de prueba semejante
contempladas en el Código Civil, y en su defecto, en la forma que señale el Juez.”

 Dejo sentado criterio la Sala Civil en sentencia de fecha 08 de marzo de 2003, en


el juicio entre el Fisco Nacional Vs el Banco Mercantil C.A

 
“…Conforme a nuestro ordenamiento jurídico procesal rige el denominado principio
o sistema de libertad de medios de pruebas, según el cual las partes resultan
legitimadas para elegir y promover los medios probatorios que consideren
conducentes para la demostración de sus pretensiones, bien sea entre las
denominadas pruebas libres o de aquellas expresamente establecidas en la ley.
Asimismo, resulta común en la doctrina y la jurisprudencia patria (en la cual se
incluye la de este alto Tribunal), el considerar que dicho sistema de libertad de
pruebas resulta incompatible con cualquier limitación o restricción respecto a la
admisibilidad del medio probatorio escogido por las partes, con la excepción de
aquellos legalmente prohibidos o que resultaren inconducentes para la
demostración de sus pretensiones”.

      Por otra parte, los medios de pruebas libres, deben promoverse y evacuarse
aplicando por analogía las disposiciones relativas a los medios de pruebas
semejantes, y en su defecto, en la forma que señale el juez.

 La prueba ilícita: la teoría de los frutos del árbol envenenado

El concepto de la doctrina del árbol venenoso tiene su sustento en la


doctrina norteamericana, siendo que el procedimiento inicial violatorio de garantías
constitucionales tal ilegalidad se proyecta a todos aquellos actos que son su
consecuencia y que se ven así alcanzados o tenidos por la misma legalidad. De tal
manera, no sólo resultan inadmisibles en contra de los titulares de aquellas
garantías las pruebas directamente obtenidas del procedimiento inicial, sino
además toda aquella otra evidencia que son fruto de la ilegalidad originaria.
(Carrió, p.90). La moderna tendencia procesal consiste en reconocer
procesalmente a la doctrina del fruto del árbol venenoso, a través de disposiciones
expresas. (Miranda, 1999, p. 95).

Por otro lado, siendo el procedimiento inicial violatorio de garantías


constitucionales, en los ejemplos, el allanamiento o la confesión coactiva, tal
ilegalidad se proyecta en todos aquellos actos que son su consecuencia y que se
ven así alcanzados o tenidos por la misma ilegalidad. De tal manera, no sólo
resultan inadmisibles en contra de los titulares de aquella garantía las pruebas
directamente obtenidas del procedimiento inicial, en los ejemplos, los objetos
secuestrados en el allanamiento y la confesión misma, sino además todas
aquellas otras evidencias que son “fruto” de la ilegalidad originaria. En los
ejemplos, los demás testimonios, las pruebas materiales encontradas en poder de
los interrogados o en otro lugar, etc. La doctrina anteriormente indicada
funcionaría en el siguiente contexto: si el agente de policía ingresa ilegalmente en
el domicilio de una persona o si interroga a un sospechoso por medio de
apremios, los elementos encontrados en el domicilio allanado,  los dichos
vertidos,  no serán admisibles como prueba en contra de quiénes han padecido
tales violaciones de sus garantías constitucionales.
Tenemos el aspecto indirecto o material del principio de licitud en la obtención de
la prueba, que exige que la evidencia, aun siendo auténtica, no haya sido obtenida
mediante engaño, coacción, tortura física o psicológica, ni por medios hipnóticos o
sugestopédicos, ni tampoco por efectos de fármacos, estupefacientes o brebajes
enervantes de la voluntad de las personas. La llamada teoría del fruto del árbol
envenenado, pues una evidencia obtenida de manera ilegal es un procedimiento
contra un ciudadano determinado no podrá usarse contra otro ciudadano, ni contra
el primero, aun cuando sea corroborado por un medio legal, ya que, en ambos
casos, se trataría de uso indirecto de la prueba ilegalmente obtenida.

Es así como la garantía del debido proceso y del derecho a la defensa son
hoy día universalmente reconocidos como fundamentos esenciales del Estado de
de Derecho. En este sentido, la exigencia de la licitud de la prueba en el proceso
penal es uno de los más importantes corolarios de esa aserción, pues el Estado es
el principal ente acusador en la sociedad moderna y no debe usar su inmenso
poder para obtener de forma fraudulenta la evidencia incriminatoria contra los
ciudadanos procesados. Si así lo hiciere, todo el sistema de libertades civiles
estaría en grave peligro, pues la piedra angular de la idea del estado de Derecho
es justamente el mantenimiento de la función pública dentro de los estrictos
marcos de la ley. De tal manera, el asunto de la imposición al Estado del respeto
al favor regulae de los ciudadanos en la obtención de la prueba de cargos, es un
asunto de vida o muerte para la sociedad democrática.

Sin embargo, las exigencias del combate a la delincuencia violenta u


organizada, y a las dificultades probatorias que enfrentan las autoridades frente a
estos fenómenos, respecto a los cuales la sociedad va siempre a la zaga, ha dado
lugar a un replanteo de las rígidas reglas sobre la legalidad de la prueba y ha
planteado la necesidad de suavizarla o morigerarlas, a fin de utilizar válidamente
en juicio determinadas las evidencias obtenidas por así decirlo, con cierto grado
de ilegalidad. De tal manera, la necesidad de la lucha contra el flagelo del delito,
desbordados los marcos de la legalidad y provoca un conflicto entre valores tan
importantes para la supervivencia de la sociedad democrática como lo son la
seguridad pública y la licitud de la prueba, sin que haya postulado general posible
que concilie en el plano abstracto esa contradicción, pues se supone que ambos
son valores fundamentales que no pueden excluirse, por lo cual solo en caso
concreto bajo examen judicial puede establecerse cuál de los dos debe
prevalecer.

Referencias Bibliográficas
https://derechoprocesalpenal.page.tl/31-.-_-PRINCIPIO-DE-LEGALIDAD-DE-LA-
PRUEBA.htm

https://derecho-probatorio.jimdofree.com/probatorio-i/unidad-i/la-
prueba/#:~:text=La%20prueba%2C%20es%20el%20medio,sentencia%20dictada
%20por%20el%20juez.

https://www.monografias.com/trabajos92/derecho-procesal-civil-
venezolano/derecho-procesal-civil-venezolano.shtml#google_vignette

Código de Procedimiento Civil Venezolano

Código Orgánico Procesal Penal

Constitución de la República Bolivariana de Venezuela

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