Mordaza de Prensa

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“Año de la Universalización de la Salud”

SENATI
Servicio Nacional de Adiestramiento en el Trabajo Industrial

TAREA N° 2
MORDAZA DE PRENSA

ESTUDIANTE: SANTOS V HUAHUAN MERMA


INSTRUCTOR: RUBEN GOMEZ CCORAHUA
CARRERA: MECÁNICO DE MANTENIMIENTO
CURSO: VERIFICACIÓN Y CONTROL DE MÁQUINAS
TAREA: MORDAZA DE PRENSA
SEMESTRE: V
ZONAL: CAMD
CFP: ABANCAY
Mordaza de prensa

La correcta sujeción de piezas de trabajo de cualquier material que deben


cortarse, perforarse, limarse o mecanizarse de alguna manera requiere de
herramientas manuales especiales para garantizar no sólo una operación
precisa y de alta calidad, sino también la máxima comodidad y seguridad para el
usuario.

Unas de esas herramientas de sujeción indispensables en todo taller, ya sea


mecánico, de herrería, carpintería, plomería, cerrajería y hasta relojería y afines,
son las morsas, también conocidas como tornillos de banco o mordazas de
taller.

Básicamente, una morsa es una herramienta de gran robustez, de tamaño


variable, de un peso que puede oscilar ampliamente entre 200 g y 30 kg, y que
consta de:

Un par de mordazas para sostener firmemente la pieza de trabajo evitando


cualquier deslizamiento.

Un husillo o manivela que se hace girar manualmente para abrir o cerrar las


mordazas.

Una base de apoyo.
La figura de abajo esquematiza uno de los modelos de morsas más simples y
más usados, con sus partes principales.

La base de la morsa se monta en un banco o mesa de trabajo mediante diversos


métodos, dependiendo del diseño de la herramienta, y puede ser fija o giratoria.

Las boc
a s o ma
n díbulas 
s on dos:
una fija 
y
otra mó
v il;
la boca
móvil s
e
desplaza a través de un eje enroscado en una tuerca alojada en el interior de la
boca fija; en un extremo, el eje está provisto de una manivela. Sobre las bocas
se atornillan sendas mordazas estriadas intercambiables y de perfiles diversos,
que son las que sujetan la pieza de trabajo. Al mover la manivela en sentido
horario las bocas se cierran, permitiendo que las mordazas aprisionen la pieza
interpuesta entre ambas. Si la manivela se mueve en sentido contrario, las
bocas se abren y las mordazas liberan la pieza.

La apertura de las bocas puede producirse de dos maneras, lo que ha lugar a


dos grandes grupos de morsas:

Morsas paralelas: son las más usadas porque las mordazas se mantienen


siempre paralelas en cualquier apertura, sujetando piezas de diversos tamaños
de forma adecuada a ese tamaño y sin necesidad de ejercer demasiada presión
sobre ellas. Estas morsas se construyen de hierro colado o de acero fundido,
este último más costoso, pero más resistente. Más abajo veremos las morsas
paralelas en detalle.

Morsas de herrero o de pie: se construyen de acero forjado y son muy


resistentes. Provienen de las épocas en que se preparaban las herraduras para
los caballos y se utilizan para sostener una pieza que debe golpearse con un
martillo pesado, lo que las hace ideales para trabajos de herrería y forja. Se
sujetan a un banco de trabajo robusto o de la pared, y la pata larga se asegura
en una base sólida en el piso. No son apropiadas para trabajos de ajuste
mecánico porque sus mordazas no se conservan paralelas al abrirse y, por lo
tanto, las piezas no quedan sujetas adecuadamente o se deforman si se aprieta
demasiado.
Tipos de morsas paralelas
En razón de su uso más difundido, las morsas paralelas presentan una gran
variedad de modelos, e incluso algunas están destinadas a trabajos muy
específicos, como las morsas para soldar en escuadra o las que se utilizan con
máquinas determinadas, por ejemplo, tornos o taladradoras.

En este artículo vamos a conocer los tipos más comunes de morsas paralelas.

Morsas de banco
Sin duda la clase de morsa más usada, también se conocen en algunos países
como tornillo de banco (o de bancada) para maquinistas. Se emplean para
sujetar objetos grandes y pesados, y la base se atornilla firmemente a un banco
de trabajo. Dependiendo del fabricante, estas morsas se ofrecen en tres
modelos, combinados o no. Estos son:

Morsas con base fija: las más comunes y económicas, disponibles en una gran
variedad de tamaños.

Morsas con base giratoria: esta base permite desplazar la morsa en un ángulo


de 180º para una óptima posición de trabajo.

Morsas con yunque: adosado a la boca fija (es decir, a la parte posterior) de la


herramienta, el yunque es útil para realizar operaciones ligeras de martillado a
fin de aplanar y/o dar la forma adecuada a la pieza.
La figura de abajo muestra ejemplos de estos tipos de morsas de banco.
Morsas de mesa

Son morsas de banco ligeras y portátiles. Se montan a una mesa o banco de


trabajo mediante una abrazadera ubicada en la parte inferior. Tienen mordazas
estriadas para sujetar la pieza y algunos modelos incluyen una base giratoria.
Se utilizan para sujetar materiales livianos o en áreas donde no se dispone de
morsas más robustas.

Morsas para caños o tubos


Están especialmente diseñadas para sujetar piezas redondas y son manuales,
portátiles y sumamente resistentes. Tienen mordazas en “V” que permiten ubicar
la pieza y bloquearla en posición. Generalmente se montan en un banco de
trabajo, aunque también se dispone de modelos para montar en trípode o en
estantes. Se emplean para sujetar tubos de 1/8 pulgada a 8 pulgadas de
diámetro que deben someterse a corte o roscado.

Las morsas para caños pueden ser de dos tipos:

Morsas a bisagra: están compuestas por una mordaza superior basculante y una


inferior fija, ambas intercambiables y construidas en acero fundido endurecido.
La horquilla, la base y la manivela son de fundición y el tornillo o eje es de acero.

Morsas a cadena: constan de dos mordazas fijas fresadas, intercambiables y


construidas en fundición sobre las cuales se apoya el caño, que se sujeta
firmemente mediante la cadena, construida en acero templado y revenido. La
base es de fundición y la manivela es de acero fundido.
Morsas planas

También son de diseño especial para atornillarse a una taladradora, un torno o


un banco de trabajo. La base puede ser fija o giratoria, y vienen de dos tamaños:
uno con mordazas de 105 mm de ancho y 105 mm de apertura máxima, y el otro
con mordazas de 150 mm de ancho y 180 mm de apertura máxima, aunque
estas medidas varían según el fabricante. Se utilizan para sujetar trozos
pequeños de madera o metal para el mecanizado u operaciones de perforación.

Morsas combinadas
Como lo indica su nombre, combinan la función de morsa de banco con morsa
para caños o tubos y pueden tener base fija o giratoria. Se atornillan a un banco
o mesa de trabajo y se usan para sujetar objetos pesados, caños para el corte y
roscado, y para dar forma a metales.
Consejos para el uso y mantenimiento de las morsas
Las morsas son máquinas sencillas que no emplean corriente eléctrica y, por lo
tanto, su mantenimiento no comprende grandes requisitos.

Para realizar los trabajos de forma apropiada y evitar posturas incómodas del
operario, es condición indispensable que la morsa se encuentre montada a la
altura adecuada. Dicha altura se logra cuando el operario es capaz de tocar con
el codo la parte superior de las mordazas de la morsa, tal como muestra la figura
siguiente.

De lo contrario, el banco de trabajo deberá elevarse o bien deberá disponerse


una tarima en el piso para que el operario pueda subirse a ella.

Las operaciones de mecanizado deben efectuarse de modo de no afectar las


mordazas. Para ello, la pieza montada en una morsa debe sujetarse a una altura
adecuada, esto es, a aproximadamente 1 cm de las mordazas. Cuando la morsa
no se usa, se recomienda proteger las mordazas desplazándolas hasta que se
toquen ligeramente y dejando la manivela en posición vertical. Nunca se debe
golpear una morsa con un objeto pesado ni sujetar piezas grandes en una
morsa pequeña.

En todo momento las morsas deben mantenerse bien engrasadas y limpias. No


se deben acumular virutas, especialmente en las guías por las que se desplazan
la boca móvil, la tuerca y el eje. A tal fin, se deben limpiar con un trapo después
de cada uso y aplicar una ligera capa de aceite. Sin embargo, debe evitarse
aplicar aceite en la base giratoria o la junta giratoria, ya que esto disminuye la
fuerza de sujeción de la herramienta.

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