Ensayo Excepciones Al Deber de Testimoniar

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EXCEPCIONES AL DEBER DE TESTIMONIAR: ARTÍCULO 209 DEL CÓDIGO

GENERAL DEL PROCESO

DR. SANTANDER JOSÉ ORTIZ MARÍN

INTEGRANTES:

JENNIFER GULLOSO TORRES


SAMIR LARA LARIOS
TATIANA RINCÓN SANTIAGO

FACULTAD DE DERECHO

UNIVERSIDAD COOPERATIVA DE COLOMBIA

SANTA MARTA
EXCEPCIONES AL DEBER DE TESTIMONIAR: ARTÍCULO 209 DEL CÓDIGO
GENERAL DEL PROCESO

Inicialmente, se debe tener en cuenta la noción de testimonio, el cual es visto


jurídicamente como un medio de prueba, consistente en una declaración verbal libre
que pueda o no tener interés personal dentro del proceso, hecha ante el funcionario
competente con el lleno de las formalidades legales, respecto de hechos pasados
que interesan al respectivo asunto, de los cuales tenga conocimiento o haya recibido
información. Es un medio de prueba, porque así aparece concebido en legislación
colombiana, en la cual se la califica de prueba testimonial (Articulo 165 del Código
General del Proceso)

Así mismo, el testimonio se configura por una declaración de ciencia o de


conocimiento, realizada mediante narración o descripción de los hechos y
circunstancias objeto de ella, y en forma verbal libre, puesto que siempre se
responde a los interrogatorios de viva voz, sea que se emplee grabación o
videograbación (procesos orales) o que se consignen las respuestas verbales por
escrito (procesos escriturarios), pero siempre con plena libertad al deponer o
testificar, ya que existe prohibición absoluta de coaccionar al testigo por cualquier
medio para compelerlo a declarar en determinada forma, sin perjuicio obviamente,
del deber de testimoniar so pena de sanción pecuniaria, arresto hasta de 48 horas
y su conducción forzosa a los estrados judiciales.

No obstante, el artículo 209 de la ley 1564 del 2012 plantea algunas excepciones
en cuanto al deber a testimoniar. En esta norma se establece que no están
obligados a declarar sobre aquello que se les ha confiado o ha llegado a su
conocimiento por razón de su ministerio, oficio o profesión:

1. Los ministros de cualquier culto admitido en la República.


2. Los abogados, médicos, enfermeros, laboratoristas, contadores, en relación
con hechos amparados legalmente por el secreto profesional y cualquiera
otra persona que por disposición de la ley pueda o deba guardar secreto.
Por su parte, debemos tener en cuenta que es un derecho del Estado poder exigir
a las personas que se encuentran dentro del territorio colombiano, que rindan
testimonio, las cuales tienen la obligación de comparecer ante el Juez, después de
ser citado legalmente, prestar juramento, en el sentido de afirmar que dirá la verdad
de lo que sabe, entre otras obligaciones. Lo anterior es posible gracias a que uno
de los poderes de la jurisdicción es precisamente el poder de coerción y en uso de
ella está facultado para ordenar la comparecencia del testigo.

Sin embargo, teniendo en cuenta las excepciones planteadas en el artículo 209 del
Código General del Proceso, encontramos que debido al secreto profesional
algunas personas se encuentran amparadas bajo esta obligación de guardar o
mantener en secreto cierta información obtenida de su cliente.

Aunque se puede presentar el caso en el que el profesional si lo desea puede rendir


testimonio y será válido, pero se le podrá interponer acciones civiles donde el cliente
pueda reclamarle por los perjuicios causados por el hecho de revelar lo confiado
bajo su reserva del secreto profesional.

Tomando como sustento, lo estipulado por la Corte Constitucional en la Sentencia


C-301 del año 2012, donde se argumentó que el secreto profesional nace de una
relación de confianza que surge entre el profesional y su cliente a propósito de los
asuntos objeto de su relación. Además, el secreto profesional en Colombia es
inviolable por expresa disposición del artículo 74 de la Constitución Política. En este
sentido, la Corte Constitucional ha señalado: “Como en el caso del derecho a la
vida, en el del secreto profesional la Carta no dejó margen alguno para que el
legislador señalara bajo qué condiciones puede legítimamente violarse un derecho
rotulado "inviolable". Esa calidad de inviolable que atribuye la Carta al secreto
profesional, determina que no sea siquiera optativo para el profesional vinculado por
él, revelarlo o abstenerse de hacerlo. Está obligado a guardarlo”.

Uno de los interrogantes planteados es: ¿Quienes obtengan información confiada


en razón de la profesión, oficio o ministerio pueden o deben declarar respecto del
conocimiento de esos hechos? Precisamente la sentencia C-301 del año 2012 hizo
énfasis en que: El secreto profesional tiene un alcance distinto en cada profesión,
dependiendo del radio de cercanía que la misma tenga sobre el derecho a la
intimidad personal y familiar y del control del Estado sobre las mismas. Se determinó
que el secreto profesional en materia médica está regulado en la Ley de ética
médica, la cual lo define de la siguiente manera: “Entiéndase por secreto profesional
médico aquello que no es ético o lícito revelar sin justa causa. El médico está
obligado a guardar el secreto profesional en todo aquello que por razón del ejercicio
de su profesión haya visto, oído o comprendido, salvo en los casos contemplados
por disposiciones legales”. Esta ley señala la posibilidad de que el médico revele el
secreto profesional en los siguientes casos:

 Al enfermo, en aquello que estrictamente le concierne o convenga.


 A los familiares del enfermo, si la revelación es útil al tratamiento.
 A los responsables del paciente, cuando se trate de menores de edad o de
personas mentalmente incapaces.
 A las autoridades judiciales o de higiene y salud, en los casos previstos por
la ley.
 A los interesados cuando por defectos físicos irremediables o enfermedades
graves infecto-contagiosas o hereditarias, se pongan en peligro la vida del
cónyuge o de su descendencia.

Ahora bien, al estudiar el contenido y alcance del sigilo que deben guardar los
profesionales de la medicina sobre los aspectos que conocen por razón de su
relación profesional con los enfermos, la Corte ha considerado que el médico
únicamente puede ser relevado de mantener en secreto lo que conoció, oyó, vio y
entendió, por razón de su relación profesional con el paciente, cuando tal revelación
comporte beneficios comprobados para el enfermo, y ante la necesidad extrema de
preservar los derechos a la vida, y a la salud de las personas directamente
vinculadas con él. Además, el médico debe guardar la información que le ha
suministrado el paciente, cuando su revelación pueda implicar la autoincriminación
del mismo (Sentencia C-264-1996).
Con respecto al sector bancario, la Corte Constitucional ha señalado que si bien es
un deber mantener el secreto profesional, su aplicación en algunos eventos merece
consideraciones especiales: “En desarrollo de dicho precepto, el legislador ha
dispuesto que no es aplicable el secreto bancario, en asuntos tales como la lucha
contra el tráfico y la trata de personas, el lavado de activos, la corrupción, el
narcotráfico y las infracciones cambiarias, así como el control a las entidades
bancarias y financieras, la investigación acerca de ciertos fenómenos financieros
dentro del ámbito estatal y el régimen disciplinario de aduanas”.

Cabe resaltar que la Corte Constitucional ha señalado que el secreto profesional


tiene un alcance especial pues puede afectar también el derecho a la defensa, el
Código Disciplinario del Abogado, estipula que se debe guardar el secreto
profesional, incluso después de cesar la prestación de sus servicios. Solo será
pertinente hacer revelaciones para evitar la comisión de un delito, este estado de
necesidad constituye una causal de exclusión de la responsabilidad realizada en el
tipo disciplinario. Sin embargo, es necesario que se presente:

 En primer lugar, el estado de necesidad exige la existencia de un peligro


actual o inminente para un bien jurídico, entendido como la posibilidad de
que el mismo sea lesionado desde una posición ex ante, es decir, desde una
perspectiva previa al hecho.
 En segundo lugar, se requiere la ponderación de intereses entre un bien
jurídico que debe ser tutelado y otro que debe ser lesionado para
salvaguardar el primero. Esta ponderación de intereses implicaría la
salvaguarda del bien jurídico que pudiera ser afectado por el delito que se
pretende impedir y sacrificando el secreto profesional.
 En tercer lugar, el estado de necesidad no puede aplicarse de manera
ilimitada, sino que se requiere que la conducta realizada constituya un medio
idóneo para hacer frente al peligro.

No hay que olvidar, que el artículo 37 el Estatuto del Abogado, tipifica como una
falta de lealtad con el cliente revelar o utilizar los secretos que este le haya confiado,
“aun en virtud de requerimiento de autoridad, a menos que haya recibido
autorización escrita de aquel, o que tenga necesidad de hacer revelaciones para
evitar la comisión de un delito.”

La Corte Constitucional ha dicho que “la inviolabilidad del secreto profesional resulta
ser un mecanismo por medio del cual se protege de forma directa derechos como
la intimidad, la honra, la defensa técnica, y la garantía a no ser obligado a declarar
contra sí mismo, entre otros. Así mismo, indirectamente resulta también un
mecanismo de protección del derecho a recibir información veraz e imparcial y al
ejercicio de profesión u oficio; sin que esta enumeración deba considerarse taxativa
o realizada con un espíritu exhaustivo.” (Sentencia C-951 de 2014).

Por su parte, en el ámbito penal “el derecho a guardar silencio se ha protegido como
derecho fundamental del procesado por los diferentes instrumentos internacionales
tanto en materia de derechos humanos como en materia del derecho penal
internacional. Incluso, ha tenido mayor protección por medio del derecho a la no
autoincriminación, derecho del cual se deriva, que en materia de estándares
internacionales ha implicado el amparo directo al derecho a guardar silencio sin que
aquella actuación implique cualquier tipo de indicio en contra del procesado”.
(Riveros, 2008. pag. 376).

Por lo tanto, un ejemplo donde se puede ver la aplicación del artículo objeto de
estudio puede ser: Médico titulado, es llamado a rendir testimonio en un proceso de
"investigación de paternidad", donde es parte demandada, su paciente, y, por virtud
de la relación médico y paciente, el medico conoce intimidades de su estado de
salud y enfermedad que padece. Por tales circunstancias, se presenta el día de la
audiencia, pide al juez lo exonere del deber de testimoniar, acogiéndose al derecho
consagrado en el citado art. 209.

Para finalizar, se puede inferir que todo servidor público que vaya a recibir la
declaración de un testigo, deberá informar a este, el derecho que tiene a no
testimoniar. Sin embargo esta excepción no es absoluta, pues el testigo es quien
decide si se acoge o no a este derecho, el cual deberá consignarse por escrito en
el documento donde se plasme el testimonio.
Ninguna persona está exenta a que en cualquier momento la llamen a testificar, ya
sea en proceso laboral, civil, penal, tributario, etc. Y a pesar de que existe lo que
conocemos como secreto profesional, figura que constituye una garantía
fundamental, para los individuos, y un deber legal para diversos profesionales, se
puede presentar algunas excepciones al deber de testificar.
Referencias Bibliográficas

Barrero, J. y López, D. (2015). El secreto profesional en Colombia, regulación y


sanciones por su revelación. Recuperado de:
https://revistas.unibague.edu.co/dosmiltresmil/article/view/20

Corte Constitucional: Sentencia C-301 del año 2012.

Ibarra, G. (2019). El secreto profesional en el ámbito de las investigaciones sobre


competencia. Recuperado de: https://www.asuntoslegales.com.co/analisis/gabriel-
ibarra-pardo-558821/el-secreto-profesional-en-el-ambito-de-las-investigaciones-
sobre-competencia-2928306

Quengua, A. (2015). Resumen Parcial I Probatorio. Recuperado de:


https://www.studocu.com/co/document/universidad-pontificia-bolivariana/derecho-
probatorio/apuntes/180414528-resumen-parcial-i-probatorio-docx/4816613/view

Riveros, J. (2008). El derecho a guardar silencio: visión comparada y caso


colombiano. Recuperado de: http://www.scielo.org.co/pdf/ilrdi/n12/n12a14.pdf

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