Comentarios Descartes Segundo de Bachillerato
Comentarios Descartes Segundo de Bachillerato
Comentarios Descartes Segundo de Bachillerato
Y como, en efecto, la exacta observancia de estos escasos preceptos que había escogido,
me proporcionó tal facilidad para resolver todas las cuestiones, tratadas por estas dos
ciencias, que en dos o tres meses que empleé en su examen, habiendo comenzado por las
más simples y más generales, siendo, a la vez, cada verdad que encontraba una regla útil
con vistas a alcanzar otras verdades, no solamente llegué a concluir el análisis de
cuestiones que en otra ocasión había juzgado de gran dificultad, sino que también me
pareció, cuando concluía este trabajo, que podía determinar en tales cuestiones en qué
medios y hasta dónde era posible alcanzar soluciones de lo que ignoraba. En lo cual no
pareceré ser excesivamente vanidoso si se considera que no habiendo más que un
conocimiento verdadero de cada cosa, aquel que lo posee conoce cuanto se puede saber.
Así un niño instruido en aritmética, habiendo realizado una suma según las reglas
pertinentes puede estar seguro de haber alcanzado todo aquello de que es capaz el ingenio
humano en lo relacionado con la suma que él examina. Pues el método que nos enseña a
seguir el verdadero orden y a enumerar verdaderamente todas las circunstancias de lo que
se investiga, contiene todo lo que confiere certeza a las reglas de la Aritmética.
Análisis:
1 (Subrayado naranja) Descartes nos hace una introducción sobre como seguir las reglas de
las matemáticas es beneficioso. Y observa en este método que empezando por lo simple
conseguirá resolver lo más complejo. Conforme iba descubriendo verdades, deseaba ver
más.
2 (Subrayado rojo) El además concluye que cada verdad lleva a otras, poniendo de
ejemplo a un niño que usando la aritmética, llega a dominar muy bien la verdad en esa
ciencia. Él comenta al final, como el método es en cierta forma un orden para conseguir
acceder a la verdad.
6. Pero lo que me producía más agrado de este método era que siguiéndolo estaba seguro
de utilizar en toda mi razón, si no de un modo absolutamente perfecto, al menos de la
mejor forma que me fue posible. Por otra parte, me daba cuenta de que la práctica del
mismo habituaba progresivamente mi ingenio a concebir de forma más clara y distinta sus
objetos y puesto que no lo había limitado a materia alguna en particular, me prometía
aplicarlo con igual utilidad a dificultades propias de otras ciencias al igual que lo había
realizado con las del Álgebra. Con esto no quiero decir que pretendiese examinar todas
aquellas dificultades que se presentasen en un primer momento, pues esto hubiera sido
contrario al orden que el método prescribe. Pero habiéndome prevenido de que sus
principios deberían estar tomados de la filosofía, en la cual no encontraba alguno cierto,
pensaba que era necesario ante todo que tratase de establecerlos. Y puesto que era lo más
importante en el mundo y se trataba de un tema en el que la precipitación y la prevención
eran los defectos que más se debían temer, juzgué que no debía intentar tal tarea hasta que
no tuviese una madurez superior a la que se posee a los veintitrés años, que era mi edad, y
hasta que no hubiese empleado con anterioridad mucho tiempo en prepararme, tanto
desarraigando de mi espíritu todas las malas opiniones y realizando un acopio de
experiencias que deberían constituir la materia de mis razonamientos, como ejercitándome
siempre en el método que me había prescrito con el fin de afianzarme en su uso cada vez
más.
Síntesis: Descartes nos comenta como tuvo prudencia a la hora de realizar su método.
Análisis:
1 Descartes comenta que siguiendo las reglas del método, se puede alcanzar la verdad con
seguridad.
2 El además nos habla sobre como su mente hace lo posible para llegar a ver la verdad de
forma clara. Se da alegoría a la evidencia como criterio para llegar a la verdad.
3 El añade como no está en la edad ideal para realizar de manera clara sus investigaciones.
Descartes nos comenta como va a hacer un análisis de lo observado y concluye que tendrá
en cuenta una serie de cuestiones para no cometer errores en su trabajo.
7. No sé si debo entreteneros con las primeras meditaciones allí realizadas, pues son tan
metafísicas y tan poco comunes, que no serán del gusto de todos. Y sin embargo, con el fin
de que se pueda opinar sobre la solidez de los fundamentos que he establecido, me
encuentro en cierto modo obligado a referirme a ellas. Hacía tiempo que había advertido
que, en relación con las costumbres, es necesario en algunas ocasiones opiniones muy
inciertas tal como si fuesen indudables, según he advertido anteriormente. Pero puesto
que deseaba entregarme solamente a la búsqueda de la verdad, opinaba que era preciso
que hiciese todo lo contrario y que rechazase como absolutamente falso todo aquello en lo
que pudiera imaginar la menor duda, con el fin de comprobar si, después de hacer esto, no
quedaría algo en mi creencia que fuese enteramente indudable. Así pues, considerando
que nuestros sentidos en algunas ocasiones nos inducen a error, decidí suponer que no
existía cosa alguna que fuese tal como nos la hacen imaginar. Y puesto que existen
hombres que se equivocan al razonar en cuestiones relacionadas con las más sencillas
materias de la geometría y que incurren en paralogismos, juzgando que yo, como
cualquier otro estaba sujeto a error, rechazaba como falsas todas las razones que hasta
entonces había admitido como demostraciones. Y, finalmente, considerado que hasta los
pensamientos que tenemos cuando estamos despiertos pueden asaltarnos cuando
dormimos, sin que ninguno en tal estado sea verdadero, me resolví a fingir que todas las
cosas que hasta entonces habían alcanzado mi espíritu no eran más verdaderas que las
ilusiones de mis sueños.
Síntesis: Descartes nos habla de como tuvo en cuenta que cualquier cosa puede estar
siendo falsa y sus posibles errores.
Análisis:
De forma que únicamente restaba la alternativa de que hubiese sido inducida en mí por
una naturaleza que realmente fuese más perfecta de lo que era la mía y, también, que
tuviese en sí todas las perfecciones de las cuales yo podía tener alguna idea, es decir, para
explicarlo con una palabra que fuese Dios. A esto añadía que, puesto que conocía algunas
perfecciones que en absoluto poseía, no era el único ser que existía (permitidme que use
con libertad los términos de la escuela), sino que era necesariamente preciso que existiese
otro ser más perfecto del cual dependiese y del que yo hubiese adquirido todo lo que
tenía. Pues si hubiese existido solo y con independencia de todo otro ser, de suerte que
hubiese tenido por mí mismo todo lo poco que participaba del ser perfecto, hubiese
podido, por la misma razón, tener por mí mismo cuanto sabía que me faltaba y, de esta
forma, ser infinito, eterno, inmutable, omnisciente, todopoderoso y, en fin, poseer todas las
perfecciones que podía comprender que se daban en Dios. Pues siguiendo los
razonamientos que acabo de realizar, para conocer la naturaleza de Dios en la medida en
que es posible a la mía, solamente debía considerar todas aquellas cosas de las que
encontraba en mí alguna idea y si poseerlas o no suponía perfección; estaba seguro de que
ninguna de aquellas ideas que indican imperfección estaban en él, pero sí todas las otras.
2 El además nos habla sobre como si algo procedía de la nada, lo aprendido debía de ser
por un defecto presente en él.
3 Descartes concluye que tendrá en cuenta una serie de cuestiones que demuestran que si
él siendo imperfecto, le ha llegado información perfecta, debía existir un dios superior
4 Descartes comenta que nada imperfecto podía no estar presente en ese dios debido a que
él siente que no desea tener esas cosas.
5 El realiza una separación entre cuerpo y alma, dando a entender que el no podía ser
perfecto del todo por tener algo que no viniera de la inteligencia dada por dios, pero
finalmente concluye en que esas dos naturalezas debían de existir gracias a la perfección
de dios.