Relaciones Abusivas Destructivas

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Violencia física: se puede manifestar de forma “sutil” con apretones y caricias

bruscas con mala intención.

Violencia sexual: toda acción u omisión que amenaza. Como hostigamiento,


prácticas sexuales no voluntarias, acoso y violación.

Características de un abusador:

Egocéntrico: todo el mundo se mueve a su alrededor.

Inconsistente: cambios de humor, un minuto parece estar contento y ser dulce, y al


otro esta violento.

Critico: el no piensa en nada mas que degradarla y agredirla verbalmente.

Aisla: su meta principal es aislar a la victima de su familia y amigos, para que


quede dependiente de el.

Hipersensible: la más leve ofensa lo puede hacer reaccionar. Todos están en “su
contra”.

Depravado y cruel: terminan dañando a su pareja, tanto físico como


psicológicamente.

¿Qué es una relación abusiva y destructiva?

Es una relación que produce abusos físicos, emocionales y psicológicos en ambas


personas o en el más vulnerable. Esta relación se caracteriza por el engaño, la
mentira, por la presencia constante de agresión, y por un patrón de indiferencia o
negligencia hacía los pensamientos, sentimientos o el bienestar de la otra persona
involucrada en esa relación, lo cual conlleva a la persona a sentirse
menospreciada, y generar dependencia emocional, social, económica y
psicológica hacía con la pareja agresora.

Hay diversas razones por las cuales una mujer permanece en una relación
destructiva y permite el maltrato como:

Aprendió a tolerar maltrato en su hogar


Muchas veces este tipo de mujeres provienen de hogares disfuncionales por lo
que ese es el ejemplo a seguir que tienen para imitar. Estas mujeres no han
podido cubrir sus necesidades más básicas desde el punto de vista emocional
puesto que sus padres, los seres que han tenido que darle protección y respeto
real, han estado ausentes física o emocionalmente.
Dentro de nuestra cultura Latina las mujeres crecen creyendo que esa es la
enseñanza, y siguen el estereotipo de la mujer sumisa y abnegada, y que hacerse
responsables por sus relaciones de pareja significa en muchos casos aguantar lo
que sea hasta abusos físicos en lugar de liberarse de ese sentimiento de culpa y
reconocer que no deben conformarse y aspirar a relaciones sanas y mejores.

 
Otra razón es la baja autoestima o ausencia de ella
Esta razón se encuentra sumamente presente en las mujeres que mantienen
relaciones destructivas ya que: EN EL FONDO CONSIDERAN QUE NO SON
MERECEDORAS DE LA FELICIDAD VERDADERA Y QUE SUS VIDAS NO
TIENEN VALOR ALGUNO. La mujer tiende a desvalorizarse y a confiar en la
presencia de su pareja para sentirse merecedora de tal valor, es decir, que sin él,
no vale nada. Así que aterrada ante la idea del abandono esta mujer es capaz de 
hacer o de aguantar cualquier cosa para evitar que la relación se disuelva:
engaños, maltratos físicos o emocionales, etc.

 
La mujer no reconoce o acepta que está en una relación destructiva
Esta es la señal de alarma más importante, ya que el agresor al mostrar cambios
en su comportamiento como el hecho de arrepentirse de sus acciones, es decir,
hay momentos en que se arrepiente de sus acciones, ofrece disculpas y se
muestra afectuoso, haciéndole creer a su pareja que todo puede cambiar. La
mujer no ve la realidad de la situación y se aferra a esos momentos de esperanzas
del supuesto cambio y sigue aguantando abusos. La realidad es que la mayoría de
las veces el agresor no cambia y continúa en este círculo agresivo.

1. Reconoce que tu vida de pareja es destructiva: Este es el primer paso para


empezar a tomar las decisiones necesarias que te ayudaran a salir de una relación
abusiva.
2. Habla con un familiar o amigo/a acerca de tu situación: Busca una persona en la
que puedas confiar, que esté en capacidad de escucharte y ofrecerte un buen
consejo y una opinión neutral acerca de la situación.
3. Libérate de culpas: Reconoce que no es tu culpa por lo que estás pasando y
que te mereces algo mejor.
4. Recurre a ayuda profesional: Buscar ayuda profesional por parte de un
especialista de salud mental (psicólogo o psiquiatra) es indispensable. Estos
especialistas conocen a fondo y respetan este tipo de problemas. También existen
organizaciones sin fines de lucro y de carácter comunitario que te pueden prestar
ayuda que esté a tu alcance.

Frase de John lennon: “Nos hicieron creer que cada uno de nosotros es la mitad
de una naranja, y que la vida solo tiene sentido cuando encontramos la otra mitad.
No nos contaron que ya nacemos enteros, que nadie en nuestras vidas merece
cargar en las espaldas, la responsabilidad de completar lo que nos falta.”

DRAMATIZACION:

Personajes:

Laura (esposa)

Pablo (esposo)

Rafael (capitán)

Mamá de Laura

Están en su casa a punto de salir a una fiesta.

Pablo: ¿tú piensas ir a la fiesta del comando con ese vestido? – dice de forma
despectiva

Laura: y qué tiene de malo este vestido? – dice nerviosamente y titubeando

Pablo: Nada. Solo que me parece ideal si fueras a bailar como stripper barata en
un bar – dice mirándola con desagrado y odio en la voz – pero esta noche está en
juego el traslado que tanto he estado esperando, y no voy a dejar que nada ni
nadie me lo arruine. Así que te pones algo más decente. ¡apúrate! Antes de que
se nos haga tarde para salir. No me discutas. ¡¿qué esperas?!

Laura: pues….con un simple “no me gusta ese vestido” hubiera sido suficiente…
no tenías por qué ser tan ofensivo.

Pablo: no me gusta el maldito vestido mi amor! – dice gritando serio y enojado –


¿así está mejor? ¿princesa? – dice mientras le toma la barbilla con la mano
bruscamente – ¿así está mejor?...cámbiate. Te espero en cinco minutos en el
carro – dice con una sonrisa hipócrita, y se va…luego se da la vuelta y dice: No
me hagas volver por ti.

Esposa (se queda callada conteniendo las ganas de llorar).

Llegan a la fiesta tomados de la mano.

Esposo: cambia esa cara, sonríe – dice mientras entran a la fiesta.

Esposa: no tengo ánimos para reír – dice con un tono de voz bajo y sumiso.

De pronto les llega a saludar un señor.


Capitán Rafael: ¿Laura? – dice mientras se le acerca

Laura: ¿Rafael?

Esposo: ¿se conocen?

Rafael: ¿que si la conozco? Laura fue el primer amor de mi vida.

Esposo: ¿que pequeño es el mundo no? – dice con sarcasmo – ahora ella es mi
esposa.

Rafael: ¿bailas conmigo una pieza Laura? Claro, si el capitán lo permite.

Laura: no…no, Rafael, que pena pero estoy muy cansada – dice fingiendo
lamentarse.

Esposo: no seas grosera con el capitán Laura – dice de forma dulce – ve a bailar
con él, anda – dice amablemente con una sonrisa hipócrita– claro, por mí no hay
ningún problema – le dice al capitán

Laura se va con el capitán a la pista de baile. Termina la escena. Llegan a la casa


y Laura se va directamente a su cuarto debido a que está cansada.

Esposo: ¿a dónde crees que vas?

Esposa: bueno mi amor…iba al cuarto… es que estoy de verdad un poco


cansada…

Esposo: ¡cansada! – dice con ironía – ¡¿de qué?! ¡¿De bailar con el capitán?! –
dice furiosamente.

Esposa: bueno…no sabía que te molestaba…mas bien yo no quería bailar….fuiste


tú quien insistió…

Esposo: aaay pobrecita…tu tan abnegada y sumisa como siempre, ¿no? – dice
con ironía – era una sola pieza Laura! – dice gritándole – no dos piezas! Eres una
cualquiera! – dice tomándola por el brazo – y no lo vas a volver a hacer después
de lo que te hare. Ve al cuarto y espérame.

Esposa (se queda callada conteniendo las lágrimas).

Esposa: pero…pero…no quiero hacerlo ahora…estoy cansada… - dice


nerviosamente y titutebando.

Esposo: ve al cuarto te dije! Desgraciada zorra! – le toma la muñeca y le besa la


mano mientras se la aprieta fuertemente haciéndole daño – no me cuestiones ¿si?
– dice de forma hipócritamente amable.
Al día siguiente la mama la llama para visitarla.

Suena el teléfono.

Laura: ¿aló? ¿Mama? ¿Cómo estás? – dice mientras esta en el baño mirándose
en el espejo el moretón.

Mama: hija ¿bien y tú? Sabes…estaba por ir a visitarte y creo que hoy es el día!
Quiero darle una sorpresa a los niños!!

Laura: no mamá…estoy un poco indispuesta como para recibir visitas…

Mama: con más razón hija! Así te ayudo con los niños.

Laura: no mamá no quiero tu ayuda – dice con enojo y cuelga.

Laura se agacha y comienza a llorar.

Termina la escena con Laura llorando en el suelo.

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