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El camb io d e p a ñ al
en la formación inicial y permanente
Este artículo nos demuestra en qué medida es Virginia Cecilia, Esther Grávalos, Alfredo Hoyuelos, Nerea Luquin, Silvia
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imprescindible que el aprendizaje del cambio Miranda, Arantza Osés y Nerea Sabalza
de pañal forme parte del contenido educativo
[DAVID, M. y APPELL, G. (2010): Lóczy, una insólita atención personal,

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Formarse en las de la formación inicial, la importancia de este
relaciones momento de vida cotidiana y la importancia de Barcelona: Octaedro y A. M. Rosa Sensat.] lo que llaman los principios
20 su práctica y observación. fundamentales o rectores de la vida cotidiana con los niños y niñas de esta
Alfredo Hoyuelos pensada, cuidada y detallada organización. Estos principios, que son indi-
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solubles y que suponen una manera peculiar y original de pensar en la


Una de las partes más importantes de la asignatura que doy en la infancia, son los siguientes:
Universidad Pública de Navarra, «Organización de la Escuela Infantil»,
dentro de los estudios de Grado de maestro en Educación Infantil, es el • «El valor de la actividad autónoma». Un niño o niña capaz de tomar
aprendizaje del cambio de pañal. No me considero, en absoluto, un decisiones e iniciativas propias, desde el nacimiento, para llevar a cabo
especialista cualificado en esta importante propuesta, pero me parece su proyecto de acción, sin dependencias innecesarias de la persona adul-
imprescindible que forme parte del contenido educativo de la forma- ta a la que se encuentra vinculado. Autonomía esencial y veraz que es
ción inicial. contraria a la seudoautonomía, concepto planteado por Judith Falk
Semanalmente, las alumnas traen a la Universidad muñecos y muñecas [FALK, J. (1997): Mirar al niño, Buenos Aires: Ariana.], pediatra cola-
con los que poder practicar esta importante tarea. boradora de Emmi Pikler, para alertar sobre los momentos en los que
Las extraordinarias reflexiones de Emmi Pikler y la adecuada práctica en las criaturas sólo responden pasivamente a las expectativas planteadas
el instituto Lòczy de Budapest sobre el cuidado personal de los niños y por el mundo de los adultos.
niñas, nos dan la posibilidad de desvelar el cambio de pañal como una • «El valor de una relación afectiva» con la educadora que, en ausencia de
oportunidad privilegiada de relación cualificada entre los niños y niñas y la madre y el padre inexistentes, crea una relación estable de confianza y
las profesionales. seguridad privilegiada con cada niño o niña.
En 1971, dos investigadoras francesas, Myriam David y Geneviève • «La necesidad de favorecer en el niño la toma de conciencia de sí mismo
Appell, pasaron quince días en este centro y desvelaron en un libro y de su entorno». Es en los momentos extraordinariamente educativos,
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íntimos e individualizados de atención y cuidado del baño, del cambio


de pañal o de la comida cuando la educadora solicita con intensidad el
diálogo y la participación consciente de los niños y niñas. Es extraordi-
nario, en este sentido, observar cómo las educadoras –a través funda-
mentalmente del lenguaje y de la búsqueda dialogante de la mirada–
significan los movimientos y las interpretaciones que hacen de las inten-
ciones de las acciones de niños y niñas.
• «La importancia de un buen estado de salud física». Una idea de salud
entendida, también, como bienestar mental, emocional, social y cultural.

Detengámonos, especialmente, en el cambio de pañal como oportunidad


cualificadora de la formación inicial universitaria. Esta propuesta impide la
adopción de dos ideas, a veces extendidas entre algunas profesionales, en

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ejercicio, de educación infantil:

• que las alumnas separen momentos educativos (hacer barro, leer cuen-
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tos, hacer propuestas de «matemáticas»…) de otros que no consideran


educativos y de menor categoría profesional, como el cambio de pañal; 21
• que las alumnas vean el cambio de pañal como algo rutinario, banal,

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fácil o sin importancia. De hecho, esta propuesta, bien hecha, es una de
las más difíciles y complejas que encuentro en mi propia práctica profe-
sional. Cada cambio de pañal, en realidad, es un reto permanente, para
no tratar al niño o a la niña como un objeto sino, como dicen David y
Appell, como un «ser que siente, observa y comprende».

El cambio de pañal es, al mismo tiempo, una técnica precisa y un arte


coreográfico que debe respetar el alma infantil, su iniciativa, su participa-
ción activa por medio de la intensificación de una relación y una coope-
ración que respeta la libertad de movimientos de los niños y niñas. Algo
muy difícil de conseguir.
A lo largo de las 18 semanas que dura el semestre analizamos, práctica-
mente, con las alumnas algunos aspectos interrelacionados que conforman
el cambio de pañal. Éstos son sólo algunos importantes:

• El acercamiento relacional al muñeco a través de la búsqueda de su mirada.


• La forma de usar la palabra y el tono en la relación.

Fotos del artículo: Alfredo Hoyuelos.


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• La manera del contacto. Anna Tardos ‘[TARDOS, A. (2008): «La mano (body, pijama…). Ensayamos el protocolo de vestir y desvestir al muñe-
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de la educadora», en Judit Falk (ed.): Lóczy, educación infantil, Barcelona: co, tratando de no desequilibrar su posición en el espacio y respetando
Octaedro y A. M. Rosa Sensat, p. 59-68.] explica con extraordinaria su eje corporal y su centro de gravedad.
sutileza cómo debe sujetar y moverse la mano de la educadora para pro- • Cómo establecer un ritmo de diálogo entre la iniciativa del niño, sus

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porcionar un contacto corporal que no sea ofensivo, molesto o provocar movimientos y nuestras precisas y anticipables intenciones.
22 sentimientos de frustración en el niño o en la niña. Un gesto delicado,
tierno y seguro que sepa generar equilibrio, confianza y que dé el tiem- Junto a estas prácticas también analizamos vídeos para observar, en este
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po necesario para que cada criatura se sienta competente, partícipe y momento, como dice Judit Falk [FALK, J. (2008): “Cuidado personal y pre-
pueda tomar decisiones y expresar sus sentimientos. vención”, en Judit Falk (ed.): Lóczy, educación infantil, Barcelona: Octaedro y
• Las formas de solicitar el permiso del niño o de la niña. A. M. Rosa Sensat, p. 11-20.], cómo los niños y niñas influyen en este pro-
• La forma de levantar (desde el suelo, desde una cuna o desde el cambia- ceso o en los acontecimientos que les afectan, y cómo un cambio de pañal
dor) adecuadamente, a los niños y niñas, con movimientos de manos y hecho con cuidado es una fuente de placer para las criaturas que sienten con-
brazos que busquen la comodidad de la persona adulta y el bienestar fianza porque se sienten atentamente escuchados, acogidos y respetados.
físico y emocional de los niños y niñas. Pero también constato que todo esto no es suficiente para una adecuada
• La forma de dejar, con eficacia segurizante, a los niños y niñas sobre una formación inicial. Por este motivo, las alumnas tienen además la oportuni-
superficie horizontal. dad de realizar observaciones guiadas directamente en la Escuela Infantil
• La forma de sostener al niño y a la niña en brazos, respetando su posi- Municipal La Milagrosa de Pamplona. Este centro educativo ofrece con
ción en el desarrollo motor, con una forma segura que, al mismo tiem- generosidad esta extraordinaria ocasión para poder mirar, ver, comprender
po, posibilite la sutileza de sus movimientos. y aprender cómo realizar con delicadeza y sumo cuidado adecuados cam-
• Cómo preparar estéticamente la mesa de cambios y cómo presentar anti- bios de pañal con niños y niñas menores de un año. Deseo agradecer a
cipadamente a los niños y niñas el pañal, las toallitas, etc. todas las compañeras de La Milagrosa su profesionalidad, su valor, su aten-
• También hablamos de la cercanía y distancia corporal del espacio vacío ción y su capacidad de compartir con sinceridad y humildad su cualificada
que acoge el lleno del Otro. experiencia. También deseo agradecer a la Dirección Técnica de las Escuelas
• Otro aspecto que presenta una dificultad añadida es el tipo de vestido Infantiles Municipales de Pamplona esta posibilidad de valor incalculable.
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• Avisamos a la niña y al niño de que vamos a cambiar el pañal, hablán-


dole desde cerca, mirándole a los ojos y buscando su atención.
• Le tumbamos en el cambiador boca arriba, suavemente y sin prisa, anti-
cipándoselo antes.
• Desde esta postura inicial dejamos que elija su postura más cómoda.
Algunos se quedan quietos, otros se giran, otros se ponen de pie.
• Les vamos haciendo partícipes de todas las acciones que vamos a realizar
y les pedimos colaboración. Les damos tiempo para que participen y
nos den su respuesta. De esta forma, por ejemplo, estiran el brazo para
ponerles la camiseta, acercan el pie para poner el zapato. En definitiva,
participan activamente de todos los pasos que supone el cambio.
También hay algunos que eligen no colaborar y lo respetamos.
• En todo momento, nos parece importante atraer su atención mediante

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La importancia del cambio de pañal la palabra y la mirada para intensificar la relación con los niños y niñas.
• A veces ocurre que el niño se enfada porque no quiere cambiarse.
Ponemos palabras a ese enfado, dándole un poco de tiempo. Nosotras no
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Esther Grávalos, Nerea Luquin y Arantza Osés


debemos perder nuestro objetivo que es cambiar el pañal. Poco a poco,
Desde nuestra experiencia como educadoras de lactantes en la Escuela Infantil hablándole y dándole tiempo, hemos comprobado que se tranquiliza. 23
Municipal La Milagrosa de Pamplona, creemos que el cambio de pañal de

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nuestros niños y niñas debe ser un momento privilegiado de relación afectiva
¿Qué nos ha aportado en nuestro día a día esta manera de hacer en la
con nosotras, así como de desarrollo de su propia autonomía, lenguaje y auto- escuela?
estima. Debe primar también, por parte de la persona adulta, un absoluto
respeto a la iniciativa del pequeño y a sus deseos de movimiento. Esta manera de entender y realizar el cambio de pañal ha requerido de
Para conseguirlo, desde hace dos cursos, hemos instalado en las aulas muchas ganas y esfuerzo. Como contrapartida nos ha permitido poder enri-
unos cambiadores similares a los que ideó Emmy Pikler para el instituto quecer las relaciones con los niños de forma más íntima e individual. Esto
Lóczy de Budapest. Su principal cualidad es que goza de unos barrotes que ha favorecido que los niños y niñas sean más autónomos en los momentos
facilitan el movimiento libre de los niños y niñas. de juego libre.
Hemos notado que el cambio de pañal es un momento de relajo para
todos los niños, niñas y educadoras. El ambiente general del aula mejora.
¿Cómo realizamos el cambio de pañal?
Esta forma de realizar el cambio de pañal favorece muchos y diversos
• Preparamos antes de llevar al pequeño al cambiador, todo lo necesario aspectos: el movimiento libre, la colaboración, la interacción y cercanía con
para el cambio: el pañal, las toallitas, ropa limpia y todo lo que creemos la persona adulta, la autonomía y un adecuado vínculo afectivo. Para que
necesario. esto sea posible es necesario darles tiempo, tener un ambiente tranquilo,
• Evitamos que haya distracciones que puedan interferir en el cambio de aprender a esperar las iniciativas de la niña y del niño, dejarles hacer para
pañal (objetos a su alcance no necesarios, espejos que, particularmente, posibilitar su colaboración, anticipar lo que vamos a hacer, hablarles y, sobre
puedan distraer a algunos niños y niñas). todo, escuchar su forma de participar en cada momento relacional.
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Practicar y observar el cambio de pañal

Virginia Cecilia, Silvia Miranda y Nerea Sabalza

Como alumnas de la Universidad Pública de Navarra, estudiantes de magis-


terio infantil, hemos contado con la oportunidad de acudir a la escuela
infantil La Milagrosa para realizar observaciones de cómo se lleva a cabo el
cambio de pañal con lactantes.
Una de nosotras ya había estado en esta escuela durante un año realizan-
do prácticas y, por lo tanto, ya había podido observar cómo era este
momento. Sin embargo, dos de nosotras no teníamos esta experiencia y
nos sorprendió gratamente la manera en que tenía lugar el cambio de pañal.
Vamos a organizar nuestra experiencia del cambio de pañal basándonos
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en diferentes aspectos, como por ejemplo lo fundamental que es un ambien-


te adecuado, la actitud de las educadoras, la influencia que esta tiene en la
disposición de los niños y niñas y el tiempo dedicado a este hábito.

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Queremos empezar comentando el ambiente que encontramos, ya que,
24 tras varias experiencias en distintas escuelas, nos hemos dado cuenta de lo
importante que es un entorno óptimo en el que los niños y niñas se pue-
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dan encontrar seguros, cómodos, en el que prime la confianza y el respeto.


En el caso de La Milagrosa, observamos que este ambiente cálido y propi-
cio es posible. Un entorno en el que no se juzgue la actitud del niño o de
la niña para que se encuentren a gusto realizando cualquier propuesta, para
que su libertad de movimientos sea respetada en todo momento, para que
pueda elegir qué hacer e ir formándose como una persona autónoma res-
pecto a sus decisiones. Creemos que, de esta forma, la niña y el niño pue-
den ir descubriendo sus posibilidades y limitaciones por sí mismos.
Pero un ambiente adecuado no tiene sentido sin la apropiada actitud de una
educadora dispuesta a ofrecer lo mejor de sí misma. Respecto a este punto, con-
sideramos que la actitud corporal de la educadora es esencial. Durante los cam-
bios de pañal que hemos observado, nos hemos dado cuenta de que las educa-
doras se mostraban totalmente abiertas y disponibles hacia los niños y niñas.
Además de respetar continuamente sus movimientos y decisiones. Por ejemplo,
cuando en un primer momento la educadora se dirige a un niño diciéndole que
le acompañe al baño para cambiar el pañal y este decide no ir, la educadora res-
peta esta decisión. Siempre y cuando no sea imprescindible el cambio.
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Otro ejemplo de lo anteriormente citado es que, durante el cambio,


hemos podido presenciar que el niño y la niña se pueden mover con total
libertad, ya que la educadora no le dice cómo tiene que ser su postura cor-
poral, ni si tiene que estar quieto o no. Lo que nos llamó mucho la aten-
ción fue que mientras se estaba realizando el cambio, la niña o el niño se
ponían de pie, se sentaban, etc., y la educadora se adaptaba a sus movi-
mientos. No obstante, a ojos de personas ajenas al día a día de esta escuela,
puede parecer que esta actitud entorpece la práctica, pero nosotras perso-
nalmente, hemos podido comprobar que es todo lo contrario. Pensamos
que este modo de actuar conduce a que los niños y niñas sean más autó-
nomos y da pie a que, por ellos mismos, decidan actuar en su propio cam-
bio de pañal e interactuar con la educadora. A lo que añadimos la impor-
tancia de la mirada, el tacto y la palabra. La niña y el niño necesitan que le

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digamos lo que vamos a hacer para que pueda anticipar lo que va a ocurrir
y que queremos entrar en contacto con él. Para comunicarnos, no sola-
mente debemos contar con la palabra, sino que es esencial que nuestra
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mirada se funda con la suya.


Para continuar, vamos a comentar el aspecto del tiempo. Creemos 25
que las prisas no tienen cabida en este momento, pero tampoco en

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ningún otro. Los niños necesitan su propio tiempo, y hemos sido más
conscientes de este aspecto en La Milagrosa, ya que, si comparamos con
otras escuelas en las que hemos estado, este hábito se realizaba de forma
automática sin respetar la libertad de movimientos y expresión de los
niños y niñas.
A menudo, las personas adultas tenemos mucha prisa por acabar todo
cuanto antes, y no somos conscientes de la importancia que tiene hacer las
cosas dedicando el tiempo que requieren. Aquí dejamos esta reflexión abier-
ta para que todos y todas podamos pensar acerca de ello.
Queremos agradecer la posibilidad que nos ha dado la escuela Infantil
La Milagrosa para observar y aprender más sobre el cambio de pañal.
Para terminar, y en resumen, queremos comentar que aprender el cam-
bio de pañal en la formación inicial nos aporta saber cómo respetar más el
cuerpo del niño y de la niña, ser sensible a sus estados de ánimo y sus sen-
timientos y saber valorar esta propuesta educativa tanto como otros
momentos que parecen más importantes como hacer barro, el juego, los
talleres, etc. 

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