Actividad 2 - Hacia La Comprensión de La Comunidad

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Actividad 2 - Hacia la comprensión de la comunidad

Presentado Por:
Yasmin Escala Losada
Alejandro Sánchez Noguera
Yuli Magnely Rivera
Kerly Tatiana Ospina Pinilla

Rodrigo Eliceo Liz Bernal

Corporación Universitaria Iberoamericana


Facultad de educación, Ciencias Humanas y Sociales
Psicología Virtual
Marzo 2021
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Hacia La Comprensión De La Comunidad

El término comunitario, posee un carácter polisémico, es decir, puede definirse desde


variados sistemas de conceptualización, sin embargo, hay ciertos mínimos que permiten darle
claridades. Autores como García, Giuliani and Wiesenfeld plantean hasta 9 diversas formas de
utilizar el término “comunitario”, de las cuales, se concluye que una comunidad puede ser
concebida en tres dimensiones: a) como un lugar donde el entorno físico es considerado como
natural o como artificial, b) como un grupo de personas, como una población. Sin embargo, las
Comunidades difieren en el tamaño de sus poblaciones y en las características sociales de sus
habitantes; y c) como un sistema social.

Una comunidad como un sistema se puede considerar como la totalidad de las interacciones
entre los subsistemas (salud, educación, economía, religión, la familia y la comunicación), ya que
cada comunidad tiene una variedad de normas de conducta que satisfagan las necesidades locales a
través de la especialización de las funciones y de las personas que componen estos subsistemas
(1999, p. 728).

A su vez, las definiciones de lo “comunitario” no solo parten de percepciones homogéneas


sino que también constituye elementos de carácter subjetivo, llegando a denotar combinaciones
afectivas, emotivas, culturales, hasta la construcción de identidades (Lord & Brown, 2001, p. 138),
que se verán representadas en las formaciones de integración social en su interior y sobre todo, en
los procesos de liderazgo en ellos insertos.

En este sentido, el liderazgo como factor casi innato en las relaciones comunitarias, nace con
varios enfoques y hasta diversas concepciones, algunas llegan a permear la propia contradicción.
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El líder comunitario se perfila como un “tejedor” de relaciones, de pasiones, de talentos, de


conocimientos y experiencias, con el objetivo de crear comunidades más sanas, produciendo
estructuras de valores, desarrollo de talentos, de visiones y enlaces frente a la recursividad externa e
interna (Fortier, 1999, p. 3).

Así mismo, el liderazgo comunitario, surge como posibilidad de participación frente a los
variados entes políticos y culturales, anclados en un Estado, logrando desempeñar papales
determinantes como la legitimidad democrática, y llegando a ser órganos electos (Boland, 2005, p.
13), lo cual puede generar formas de representación comunal directa en las esferas del poder
(Gaventa, 2004, p. 31)

 Clasificación y formas de liderazgo comunitario

El liderazgo comunitario, a pesar de tener ciertas características que hace de sí mismo una forma
homogénea de percibirlo, posee en su formación interna dinámicas contextuales, temporales y sobre
todo, percepciones de su propia comunidad, con elementos dispares. En esta medida, tanto
organizaciones políticas, académicas, como sociales, plantean la posibilidad de llegar a categorizar
diferentes formas de liderar una comunidad; (Harwood, 2007, p. 1), en esta medida se tiene en
primera instancia a los líderes oficiales, tendientes a ser funcionarios electos por sus comunidades,
con decisiones políticas, y reguladores de desarrollo económico.

En segundo orden están los líderes cívicos, quienes generalmente son líderes con poder
religioso, o presidentes de asociaciones pequeñas con cargos cívicos, y con grandes destrezas a la
hora de informarse sobre las problemáticas de la comunidad. Están también lo catalizadores, los
cuales se definen como personas con sabiduría social, creada a partir de su experiencia y quienes
son voceros de aquellos que buscan consejos en su liderazgo. Para finalizar, se encuentran los
lideres conectores, los cuales posibilitan la difusión de ideas entre las diferentes comunidades,
aunque menos visibles que los anteriores.
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Así mismo, los liderazgos comunitarios, asumen “movimientos libres”, que procuran por
generar dinamismo a la organización o comunidad, son apropiadores de cierta “autoridad” que les
permite direccionarse hacia el frente de la movilidad comunitaria, forjando objetivos, proponiendo
finalidades, creando tácticas y estrategias de mejoramiento, buscando crear redes y relaciones con
otros líderes y sus organizaciones comunitarias etc. (Easterling, 2011, p. 92).

En tanto, el liderazgo comunitario no es autoritario, se habla de solidaridad comunitaria, de


necesidades compartidas, de historia común, de objetivos comunes y, se trata también de la
prioridad de los intereses colectivos sobre los individuales en cuanto al trabajo que se realiza para la
comunidad y se demuestra en cuando hay situaciones adversas como el encierro (Ugas, Sanchez &
Galindo, 2009, p. 382), lo que significa que cuando un líder deja de consultar a los miembros de los
grupos organizados y a las personas clave de la comunidad a la cual pertenece, cuando negocia sus
intereses sin tomarlos en cuenta ni informar a tiempo, cuando busca beneficiarse a costa de los
recursos de la comunidad o a sus espaldas, dejará de ser líder de la comunidad.

Para Concluir podemos decir que los líderes comunitarios, se caracterizan por ser personas
participativas, democrática, activas, generan y fortalecen el compromiso con la comunidad y sus
intereses, se asumen como servicio, generan modelos de acción y fuentes de información para la
comunidad, tiene un carácter político al buscar el bienestar colectivo (Maquera, 2011, p. 4). Según
Montaño (2005, p. 8), el liderazgo comunitario es un proceso complejo, y también el modo de como
los líderes lo asumen depende de la percepción que tienen de sí mismos, la cual a su vez depende de
su relación con los demás miembros de la comunidad.

Así, la legitimidad y credibilidad de los líderes es construida en la relación con el grupo, de


esta forma, los líderes derivan de esa relación la confianza en sí mismos y refuerzan su autoestima,
a la vez que se distribuye el apoyo social entre los miembros de la comunidad al fomentar la
participación de los demás.
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 Referencias

Montero, M. (2004) Introducción a la psicología comunitaria. Desarrollo, conceptos y


procesos. Buenos Aires: Paidós.
Recuperado de: http://www.catedralibremartinbaro.org/pdfs/libro-montero-introduccion-a-
la-psicologia-comunitaria.pdf

Labourdette, S. & Scaricabarozzi, R. (2010). Hacia un nuevo concepto de liderazgo.


Orientación y sociedad, 10, 00. Pp. 1 – 19.
Recuperado de: https://dialnet-unirioja-
es.ibero.basesdedatosezproxy.com/servlet/articulo?codigo=3883510

Rojas, R. (2013). El liderazgo comunitario y su importancia en la intervención comunitaria.


Psicología para América Latina, (25), 57-76.
Recuperado de: http://pepsic.bvsalud.org/pdf/psilat/n25/a05.pdf

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