Ensayo 3 Aeropuertos

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 4

REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA DEFENSA


UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL POLITÉCNICA
DE LA FUERZA ARMADA NACIONAL BOLIVARIANA
FACULTAD DE INGENIERÍA

ENSAYO GRUPO 4: PISTAS

PROFESOR(A): BACHILLER:
ING. Reyes Gabriela Mendoza Peña, Jennifer M.
C.I: 26.369.738

Maracay, Mayo de 2021.


La pista de aterrizaje o pista de despegue se definen como la superficie
de un campo de aviación o de un aeropuerto, sobre la cual los aviones toman
tierra y frenan o en la que los aviones aceleran hasta alcanzar la velocidad que
les permite despegar. En español es más habitual hablar de pista de aterrizaje
que de pista de despegue. En inglés existe una única palabra para ambos
términos, que es runway.
Estas son el único punto de contacto entre las aeronaves y el suelo, por
tanto, es un elemento crítico en la seguridad. La pista de aterrizaje de los
aeropuertos son un elemento físico relacionado directamente con la seguridad
del despegue y aterrizaje y, por tanto, con la seguridad aeroportuaria. Fabricada
con un pavimento resistente a grandes cargas (no solo peso, también esfuerzos
mecánicos horizontales) sus propiedades han de soportar un uso mucho más
intenso que el de una autopista.
La construcción de una pista de aterrizaje no es algo sencillo y tienen en
sus manos la seguridad de millones de personas. La infraestructura
aeroportuaria de un país es signo inequívoco de su nivel de desarrollo e
interrelación con el resto del mundo; parte medular de tal infraestructura es la
calidad de las pistas de aterrizaje cuya prioridad es la seguridad de las personas
y el cuidado de las aeronaves.
Es de suma importancia para la pista de aterrizaje, una buena
construcción ya que esto influye en la seguridad del personal que la usa, en la
conservación de la aeronave y en la economía de operación y mantenimiento de
un aeropuerto. La vida útil de una pista aérea de despegue y aterrizaje bien
ejecutada puede llegar hasta los 30 años en buenas condiciones y extenderse
hasta por 15 más con un moderado mantenimiento.
Para lograr pistas de aterrizaje adecuadas según los estrictos estándares
de calidad internacionales regidos por la Organización de Aviación Civil
Internacional (OACI) y por la Dirección General de Aeropuertos Coordinados
(DGAC), tienen lugar una serie de estudios previos que incluyen el de mecánica
de suelos para saber sobre qué tipo de terreno se va a trabajar y, en
consecuencia, el tratamiento idóneo, ya que no es lo mismo calcular la
resistencia de una pista sobre un terreno rocoso, que sobre uno arcilloso, de
terraplén u otro.
Asimismo, se realizan estudios geo-hidrológicos para saber la cantidad de
agua contenida en el subsuelo, así como para detectar la presencia de posibles
cárcavas que pusieran en riesgo la estabilidad de la cimentación, ocasionando
fracturas al no ser rellenadas, hundimiento en el pavimento por el gran peso que
recibe, agrietamiento, entre otras fallas que se puedan presentar por no tomar
en cuenta estudios que son sumamente importantes a la hora de una
construcción.
Aunado a esto se realizan análisis meteorológicos que arrojan información
sobre el espesor de la niebla, tipo de vientos del lugar, su fuerza y orientación,
valores a considerar al momento de ubicar la pista.
Las pistas se construyen de tal manera que se adapten de forma óptima
a los vientos predominantes en el lugar. Tanto para despegar como para aterrizar
es deseable que el viento sople de frente, ya que con ello disminuye la longitud
de pista requerida.
También se efectúan estudios geográficos para identificar la presencia de
obstáculos visuales de tipo natural como elevaciones del terreno o vegetación.
Acto seguido tiene lugar el proyecto de obra; éste contempla la capacidad y
tamaño de las naves que utilizarán la pista así como la frecuencia de los
despegues y aterrizajes esperados.
El grosor de la base de la pista depende del tipo y tamaño de los aviones
que la utilizarán. Así, por ejemplo, las pistas destinadas a los grandes aviones
requieren una base extremadamente gruesa (entre 3 y 5 m aproximadamente)
resistente para soportar el peso elevado de tales aparatos.
Las dimensiones de las pistas de aterrizaje y despegue varían también
según los modelos de aviones que las utilizan. Los grandes aeropuertos
disponen generalmente de una o varias pistas con una longitud de hasta 3
kilómetros.
Los grandes aviones, con plena carga de combustible y de pasajeros,
como el Boeing 747 o el Airbus 340 requieren de pistas de al menos 2.5 km para
despegar y para aterrizar de forma segura. Por el contrario, aviones de pasajeros
pequeños necesitan pistas que no superan un kilómetro.
Por ejemplo, la pista 14L/32R del aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-
Barajas tiene un ancho de 60 metros que equivale a 15 carriles de autopista y un
largo, con “arcenes”, de 7,5 metros. Soporta cargas como las del gigante A380
de 420 toneladas a velocidades de 250 km/h, el equivalente a diez camiones de
mercancías. El pavimento de esta pista de aterrizaje, de 50 cm de espesor, ha
de soportar tensiones estáticas elevadas.
Disponen de una señalización blanca pintada sobre la superficie de la
pista. El objetivo de la señalización de la pista de aterrizaje es informar a los
pilotos al despegar, y sobre todo al aterrizar, sobre los diversos tramos y
distancias en los que se divide la pista, así como sobre su eje longitudinal central,
para facilitarles las maniobras.
Para los despegues y aterrizajes nocturnos y en condiciones de visibilidad
reducida, como en el caso de niebla, además de la señalización pintada, la pista
de aterrizaje está iluminada mediante luces que señalizan sus lados, el eje
longitudinal central, los diversos tramos de la pista, así como su comienzo y su
final. Para los aterrizajes en dichas condiciones las pistas de cierta importancia
disponen de balizas de aterrizaje que se instalan en una longitud de varios
centenares de metros por delante de la pista, y que constan de focos montados
en un orden determinado.
Las longitudes de las pistas de un aeropuerto no son estándar, es decir,
depende de cada aeropuerto y el volumen de tráfico que gestione. Los grandes
aeropuertos, donde la demanda es muy elevada, disponen de varias pistas. Los
grandes aviones, con plena carga de combustible y de pasajeros, como el Boeing
747 o el Airbus 340 requieren de pistas de al menos 2,5 km para despegar y para
aterrizar de forma segura. Por el contrario, aviones de pasajeros pequeños
necesitan pistas que no superan un kilómetro. En el caso de las bases aéreas
militares sucede lo mismo.

También podría gustarte