Manual de Riego Del Kiwi
Manual de Riego Del Kiwi
Manual de Riego Del Kiwi
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• AUTORES
2 Catalina Atenas
CER
Departamento de Producción
3 Diego Silva
2
• INDICE
4 Reseña proyecto
5 Presentación manual
13 Evapotranspiración
14 Transpiración
21 Frecuencia de riego
23 Tiempo de riego
27 Estrés hídrico
32 Tratamientos de riego
37 Bibliografía
40 Agradecimientos
3
reseña proyecto
4
presentación manual
Los autores.
5
necesidad de agua del kiwi chileno
El kiwi es una liana originaria del Sureste de China, específicamente de zonas montañosas cercanas
a las costas, cuyo clima monzónico, caracterizado por una gran cantidad de precipitaciones (1.000
mm) y alta humedad relativa, le aseguran un adecuado suministro hídrico durante todo el año. A
diferencia del centro de origen y de algunas de las principales zonas exportadores de kiwi, tales
como Nueva Zelanda y la zona norte de Italia, la producción de este frutal se distribuye en una zona
geográfica con veranos secos, una marcada concentración de las precipitaciones en los meses
de invierno (junio-agosto), y una alta demanda hídrica en los meses de verano (diciembre-marzo).
Consecuentemente, la producción comercial del kiwi en Chile requiere de la aplicación de elevadas
cargas hídricas para satisfacer la demanda evaporativa entre brotación y cosecha. (Figura 1)
Figura 1: Serie histórica de precipitaciones anuales para zonas productoras de kiwi de importancia mundial
en Italia (Bolonia), China (Zheijang), Nueva Zelanda (Bay of Plenty) y Chile (San Fernando).
La cantidad de agua de riego que pueden necesitar las plantas de kiwi es variable y no sólo
depende de las condiciones climáticas, sino también de las características propias del cultivo y del
manejo agronómico de los huertos. Aunque varias investigaciones han sugerido que los mejores
rendimientos se obtienen con aplicaciones de agua cercanas a los 10.000 m3/ha (Holzapfel et
al., 2000), en Chile es común encontrar huertos regados con una cantidad de agua superior a lo
recomendado por estos trabajos.
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Figura 2: Cantidad de agua aplicada en 6 huertos del país expresado como m3/ha.
Resultados de un seguimiento del riego en 6 huertos de kiwi entre las regiones de O’Higgins y
del Ñuble en Chile, mostraron una aplicación de agua de riego promedio de 14.000 m3/ha, lo cual
representaría un sobre-riego de un 140% con relación a los valores usualmente indicados como
adecuados para este cultivo. Aunque las razones de esta práctica no están claras, se cree que
el regar por sobre la demanda máxima del kiwi generaría condiciones microclimáticas similares
a las del su centro de origen (De la Fuente, 1988), y por lo tanto, mejoraría el comportamiento
productivo de las plantas. (Figura 2)
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sistema de riego en kiwi
Los sistemas de riego más utilizados para el cultivo del kiwi en Chile son el de aspersión, surco
y goteo. El empleo de sistemas de riego presurizados, aspersión y goteo, está asociado a una
considerable reducción del consumo de agua en los huertos, en comparación con los sistemas de
riego gravitacionales, tendido y surco. Esto se debe a una menor pérdida de agua por escurrimiento,
evaporación y percolación profunda. (Figura 3)
Figura 3: Evolución de los sistemas de riego utilizados en kiwi desde el año 2003 a 2018.
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Cuadro 1: Principales características, ventajas y desventajas de cada sistema de riego empleado
en kiwi.
conducida por tuberías a presión Sistema automático, con manejo Pérdidas por evaporación
y al llegar al aspersor el chorro a distancia
se rompe en muchas gotas que Alta eficiencia de uso del agua Alta inversión inicial
caen sobre el suelo. (80%)
Aumento en la incidencia de
Se adapta a suelos con texturas hongos de la madera
pesadas (permite riegos frecuentes)
Este método de riego consiste en Se adapta a suelos con Aumenta el escurrimiento superficial
la aplicación de agua al suelo en texturas pesadas (permite riegos en suelos con pendiente
Microaspersión
En un estudio con kiwis de la variedad Hayward en Chile, Holzapfel et al., (2000) reportó que plantas
regadas a través de micro-aspersión produjeron un 37% más que aquellas regadas por goteo, lo
cual se atribuyó a una mejor exploración de suelo y oxigenación por parte de las raíces de planta
regadas por micro-aspersión. Recientemente, Salazar (2019) no encontró diferencias en calidad de
la fruta, ni en redimiento por hectárea entre plantas de kiwi regadas por goteo y micro-aspersión
para una aplicación de agua de reigo de 100%, 130%, y 160% de la demanda máxima del cultivo.
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condiciones del suelo
El centro de origen del kiwi posee suelos profundos (hasta 4 m), arenosos, ricos en humus y con
buen drenaje, lo cual facilita el movimiento rápido de las grandes cantidades de agua provenientes
de las precipitaciones, y permite mantener niveles de humedad y oxígeno adecuados para el
crecimiento de raíces.
Figura 4: Anegamiento de la sobrehilera debido al escurrimiento superficial del agua en kiwis sobre
suelos con limitantes de drenaje y baja velocidad de infiltración.
En Chile, muchos kiwales se han establecido en suelos poco profundos, con un alto contenido
de arcillas y una baja porosidad, lo cual restringe la velocidad de infiltración, el drenaje y
disminuye el oxígeno en la zona de las raíces. Un estudio realizado en un huerto adulto de
kiwis del cv. Hayward en San Nicolás, región del Ñuble mostró que el contenido volumétrico
de agua en suelos arcillosos era 33% superior a la capacidad de campo de los mismos,
observándose un importante nivel de escurrimiento superficial y una reducción de un 10% en
el crecimiento de raíces finas (Silva 2018). Smith et al., (1990) encontraron un reducción lineal
en el crecimiento de raíces finas, cuando plantas de 32 clones del cv. Hayward se mantuvieron
en condiciones de anegamiento por más de tres días continuos.
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El crecimiento de las raíces no sólo puede verse limitado por la falta de oxígeno en el perfil, sino
también por la modificación de las características químicas de los suelos (Morlat and Jacquet
1993). Por ejemplo, es común ver síntomas de toxicidad por aluminio (Foy 1992), asociado a la
acidificación del suelo producto de la descomposición de la materia orgánica (Campillo et al., 2006).
Adicionalmente, cuando se producen grandes fluctuaciones en el contenido de humedad de los
suelos, es común ver oxidaciones de hierro de color anaranjado asociadas a condiciones de mal
drenaje (moteados).
Figura 5: Raíces de kiwi en un suelo con presencia de moteados producto de oxidaciones de hierro.
Otro efecto de una baja velocidad de infiltración del agua en el suelo es la generación de condiciones
adecuadas para la transmisión y desarrollo de enfermedades, como por ejemplo Phytophthora
spp. El contacto del agua libre con el cuello del tronco permite que las hifas de este hongo lleguen
al tronco, generando la “Pudrición del cuello” y el colapso de la planta.
Figura 6: Pudrición de raíces como consecuencia del alto contenido de humedad en el suelo.
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Por otro lado, el establecimiento de huertos de kiwi en suelos arenosos puede estar asociado a un
mayor riesgo de desecamiento en la zona de raíces, especialmente en riegos de baja frecuencia.
Bajo este tipo de manejo, la menor capacidad de retención de humedad en los suelos arenosos
puede generar disminuciones abruptas en el estado hídrico de la planta que depriman el turgor
mínimo para la elongación de las raíces (Acevedo 1979).
En plantas jóvenes de kiwi (menores a 10 años), Gandar y Hugues (1988) han mostrado que
el crecimiento de las raíces es mayoritariamente superficial y lateral, independiente del tipo de
suelo en el cual estén establecidas. Por otro lado, en plantas de mayor edad, la zona radical se
homogeniza horizontalmente dentro del perfil de suelo. Esto último concuerda con lo reportado
por McAneney y Judd (1983), quienes encontraron en “kiwales” adultos (15 años) que el tipo de
suelo no afectaba mayormente el crecimiento horizontal de las raíces dentro del perfil, pero si
determinaba el crecimiento vertical.
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evapotranspiración
La evapotranspiración se define como el paso del agua a través del continuo suelo-planta hacia la
atmósfera, desde el estado líquido al gaseoso. Si la pérdida de agua ocurre directamente desde el
suelo, se habla de evaporación, mientras que si esta ocurre a través de las plantas se denomina
transpiración.
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transpiración
Aunque todos los tejidos vegetales pueden perder agua por transpiración, este proceso ocurre
principalmente a través de unos poros muy pequeños ubicados en las hojas llamados estomas.
En kiwi, los estomas están ubicados exclusivamente en el envés de las hojas y en una cantidad
que es generalmente mayor al de la mayoría de las especies frutales. La densidad de los estomas
y el grado de apertura de estos guarda directa relación con la facilidad con la cual los gases, tales
como el vapor de agua y el dióxido de carbono, pueden moverse desde o hacia la atmósfera a
través de las hojas, lo cual se denomina conductancia estomática. Esta variable fisiológica se mide
experimentalmente con un instrumento llamado porómetro en hojas del tercio superior del dosel,
bien iluminadas, y sin síntomas de daño por estrés biótico o abiótico.
Debido a que la conductancia estomática de las hojas varía durante la temporada, al igual que las
condiciones climáticas que determinan la evaporación del agua, la magnitud de la transpiración en
kiwi cambia a medida que se acerca la fecha de cosecha. En la región de O’Higgins, la medición de
la conductancia estomática en seis huertos comerciales de kiwi durante las temporadas 2016-2017
y 2017-2018 mostró una importante variabilidad desde floración (fines de Noviembre) hasta un mes
después de cosecha (Mayo). Los máximos valores de conductancia estomática se aproximaron a
800 mmol/m2s, y se registraron durante todo el mes de enero.
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Figura 8. Conductancia estomática evaluada en diferentes huertos de la región de O’Higgins durante todo
su ciclo de desarrollo (brotación a senescencia).
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Como toda liana, el kiwi presenta un hábito de crecimiento rastrero y una distribución de
carbohidratos orientada a la formación de hojas, y no de madera. Debido a esto, es que los huertos
de kiwi suelen exhibir un generoso desarrollo vegetativo (dosel o canopia). Esta característica le
permite al kiwi ser un cultivo frutal eficiente en la intercepción de luz, pero muy demandante en
agua, especialmente en sistemas de conducción que favorezcan el cubrimiento del suelo.
Figura 10: PAR interceptado en diferentes huertos de la region de O´higgins durante su ciclo de desarrollo
(brotación a poscosecha).
La cantidad de agua transpirada por el cultivo dependerá del porcentaje de cobertura que este
alcanza. En la región de O’Higgins se observó una importante variabilidad en el porcentaje de
intercepción de radiación fotosintéticamente activa (PAR) entre huertos comerciales de kiwi. Esto
refleja diferencias en las tasas de crecimiento del follaje y la superficie foliar que definien a su vez
criterios importantes de riego. Por ejemplo, los huertos menos vigorosos (huertos 1 y 6) tienen
una menor intercepción de PAR durante la época de máxima demanda de agua (Enero-Febrero)
(intercepción PAR ~75%), lo que significa que frente a una misma demanda hídrica, se deberán
regar con una menor cantidad de agua que los huertos más vigorosos (huertos 2, 3, 4, 5 y 7)
(intercepción PAR ~90%). Junto con esto, los huertos más vigorosos logran alcanzar su máximo
desarrollo vegetativo antes que aquellos de menor vigor, lo cual implica que el aumento en la
cantidad de agua apliacada ocurre también anticipadamente.
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como estimar la evapotranspiración
En donde:
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El valor de evapotranspiración de referencia se calcula mediante estaciones meteorológicas
automáticas, las cuales para que cumplan con los requerimientos de la FAO, deben contar con un
radiómetro, un sensor de temperatura y humedad relativa del aire y un anemómetro que mide la
dirección y la velocidad del viento.
Es importante considerar que la estación meteorológica debe estar instalada al centro de una
superficie cultivada con una pradera de 12 cm de altura, sin problemas asociados a estrés biótico y
abiótico, en un área libre de caminos, cursos de agua superficial, construcciones y a una distancia
entre 7-10 veces la altura de la edificación más cercana.
En la actualidad, existen diferentes servicios que permiten estimar los valores de ET0 en forma
directa e instantánea mediante aplicaciones móviles e internet. Además, también está la opción
para quienes no cuenten con una estación meteorológica propia, de acceder a datos climáticos y a
los valores de ET0 a través de las plataformas de Agromet (www.agromet.cl) o Agroclima (www.
agroclima.cl) para descargar esta información.
La evapotranspiración se expresa en milímetros (mm) por unidad de tiempo, lo cual suele ser
diario, aunque puede ser usado en horas, días, meses o incluso un año. Esto refleja la cantidad de
agua “perdida” en una superficie expresada como altura de agua. En términos simples, si la pérdida
equivale a 1mm/día es lo mismo que decir 10m3/ha*día1 (ya que 1 hectárea es igual a 10.000m2
y 1 milímetro es 0,001 m).
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cálculo de la necesidad de agua de riego en kiwi
Donde la precipitación efectiva se define como el agua disponible para los cultivos que está en las zonas de
las raíces y que las plantas pueden aprovechar, y el ascenso por capilaridad hace referencia al agua de las
napas freáticas, si estas están presentes en la superficie donde se está realizando el cálculo. Además, hay que
considerar una aplicación de agua adicional cuando hay presencia de sales, y también cuando el sector de riego
es desuniforme (así se obtienen las necesidades brutas de agua).
Debido a que ET0 responde a los cambios en las condiciones climáticas, como lo son la radiación solar y la
temperatura, por ejemplo, este valor debe ser ajustado para cada zona y estación. De este modo, se calcula
la evapotranspiración de cultivo (ETc), la cual se define como la cantidad de agua perdida por un cultivo y que
responde a condiciones óptimas, es decir, un cultivo sano, con buena fertilización y producción y que tiene
condiciones ideales de suelo y disponibilidad de agua.
Kc definidos por la FAO para el cultivo del kiwi en sus diferentes etapas de desarrollo fenológico.
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Figura 12: Cálculo de ETc a partir del Kc de la FAO y los datos de la estación meteorológica de
Quinta de Tilcoco.
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frecuencia de riego
La frecuencia de riego se define como el tiempo transcurrido entre dos riegos sucesivos (por lo
general son días). Las prácticas de riego tradicionales estimaban que se debía regar con altas
frecuencias de riego (riegos diarios) para reponer el agua evapotranspirada, sin considerar
factores de variabilidad entre sectores de riego o cuarteles como lo es, por ejemplo, el tipo de
suelo. Diversos estudios han modificado esta práctica, por lo que los riegos con alta frecuencia son
recomendados para suelos con una menor capacidad de retención de agua, como lo son los suelos
de texturas más gruesas. En suelos más pesado y con una menor macroporosidad los riegos de
una menor frecuencia (2 a 3 días) son los que han mostrado mejores resultados, ya que riegos
diarios pueden provocar un exceso de agua en el suelo, teniendo por consecuencia en el caso del
kiwi el aumento de pudriciones de raíces, y de moteados en el suelo.
Una forma de estimar la frecuencia de riego es a través de la información otorgada por el suelo
mediante análisis físicos y químicos (capacidad de campo, punto de marchitez permanente,
densidad aparente, pedregosidad, textura y presencia de sales, por ejemplo). Con este antecedente
se puede determinar el contenido de agua disponible total de cada sector de riego, lo cual sumado
a la ETc permiten estimar de forma más certera y adecuada el tiempo que transcurre entre dos
riegos sucesivos.
Para calcular la frecuencia de riego (FR) se debe calcular la cantidad de agua disponible total (ADT)
y la cantidad de agua fácilmente aprovechable (AFA). La ADT se calcula como:
Ejemplo 1
Calcular ADT de un suelo Franco con una profundidad de raíces de 700 mm, una
capacidad de campo de 38%, punto de marchitez permanente de 18%, sin piedras en
el perfil y con un 0,5% de la superficie mojada por los emisores.
ADT= [(38-18)/100] x 700 x 0,5 x (1-0)
ADT = 0,2 x 700 x 0,5 x 1
ADT = 70 mm
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AFA= ADT x P
En donde P corresponde a la fracción de agotamiento o umbral de riego, el cual Según
la FAO en cultivo de kiwi corresponde a 0,35 considerando una profundidad radicular
máxima entre 0,7 y 1,3 m, es decir, significa que para no afectar el estado hídrico de la
planta, es necesario reponer el riego cuando se consuma un 35% de la ADT.
AFA= 70 x 0,35
AFA= 24,5 mm
Una vez calculados tanto ADT como AFA, se puede determinar la frecuencia de riego a través de
la siguiente ecuación:
FR = Frecuencia de riego
AFA = Agua fácilmente aprovechable expresado en mm
ETc = Evapotranspiración de cultivo expresado en mm/dia
FR= 24,5/7
En este caso, el manejo del riego para el período de máxima demanda, se deberían
reponer 24,5 mm o 245 m3/ha cada 3,5 días para mantener una buena relación entre el
contenido de agua y aire en la zona de raíces.
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tiempo de riego
El tiempo de riego se define como la cantidad de horas que debe operar un equipo de riego en
cada sector para suplir la ETc del kiwi. Para calcular el tiempo de riego se debe considerar en
primer lugar la evapotranspiración calculada, las precipitaciones presentes (denominada como
precipitación efectiva) y la intensidad de precipitación del equipo de riego.
TR= NB/IPP
Donde NB corresponde al requerimiento del riego del cultivo o necesidades brutas de agua
expresada como mm/día. Para calcular la NB se debe considerar el valor de ETc, las precipitaciones
(pp) y la eficiencia del equipo de riego (expresada en valores de 0 a 1) mediante la siguiente relación.
La eficiencia de equipo de riego generalmente es de 90% para riego por goteo, 85% para
microaspersión y 50% para riego por surco.
Otro factor necesario para calcular el tiempo de riego es el IPP, también conocido como intensidad
de precipitación del equipo la cual se expresa como mm/h. Para poder conocer este valor se debe
conocer el caudal de los emisores (goteros o microaspersores) expresado en L/h y el número de
emisores por hectárea. La ecuación para su cálculo responde a
Es necesario acotar que este cálculo es válido cuando no existen problemas de sales, en caso de
que existan, se debe restar la fracción de lavado de sales a la eficiencia del equipo.
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Ejemplo 2
Determinar el tiempo de riego de un huerto de kiwi con riego por goteo con un caudal de 2L/h,
donde el suelo no presenta problemas de altas concentraciones de sales. La eficiencia del equipo
es de 90%. No hay precipitaciones durante el período de tiempo. ETc= 7mm*d1. El número de
emisores por ha es de 9000
Es importante acotar que este cálculo se debe realizar considerando las condiciones propias del
suelo para cada sector de riego, ya que esto determinará la fracción de agua aprovechable, valor
que es determinante a la hora de calcular la frecuencia de riego. Otro factor importante es que los
tiempos de riego y las frecuencias van variando a lo largo del ciclo del kiwi, ya que depende de la
evapotranspiración la cual, como se presentó anteriormente, varía dependiendo del Kc para cada
etapa fenológica.
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Ejemplo 3
Desarrollar un programa de riego para kiwi en el mes de enero utilizando datos diarios
Datos
AFA= ADT x p
TR= NB/IPP
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Cuadro 2: Planilla ejemplo de programa de riego, utilizando datos diarios en un huerto de kiwi en
enero (mes de mayor demanda hídrica)
Día ET0 Kc Etc (mm/d) A capilar Balance (mm/d) Riego (mm/d) TR (h)
1 7 1 7 0 31,5 24,5 9,1
2 7 1 7 0 24,5 17,5
3 7 1 7 0 17,5 10,5
4 7 1 7 0 10,5 3,5
5 7 1 7 0 31,5 24,5 9,1
6 7 1 7 0 24,5 17,5
7 7 1 7 0 17,5 10,5
8 7 1 7 0 10,5 3,5
9 7 1 7 0 31,5 24,5 9,1
10 7 1 7 0 24,5 17,5
11 7 1 7 0 17,5 10,5
12 7 1 7 0 10,5 3,5
13 7 1 7 0 31,5 24,5 9,1
14 7 1 7 0 24,5 17,5
15 7 1 7 0 17,5 10,5
16 7 1 7 0 10,5 3,5
17 7 1 7 0 31,5 24,5 9,1
18 7 1 7 0 24,5 17,5
19 7 1 7 0 17,5 10,5
20 7 1 7 0 10,5 3,5
21 7 1 7 0 31,5 24,5 9,1
22 7 1 7 0 24,5 17,5
23 7 1 7 0 17,5 10,5
24 7 1 7 0 10,5 3,5
25 7 1 7 0 31,5 24,5 9,1
26 7 1 7 0 24,5 17,5
27 7 1 7 0 17,5 10,5
28 7 1 7 0 10,5 3,5
29 7 1 7 0 31,5 24,5 9,1
30 7 1 7 0 24,5 17,5
31 7 1 7 0 17,5 10,5
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estrés hídrico
Las plantas de kiwi son muy sensibles a la falta de agua en comparación con otras lianas como
por ejemplo las vides. Esto se debe principalmente a su alta conductancia estomática, incluso en
situaciones donde el potencial hídrico de la planta y el suelo son bajos. El mantener los estomas
abiertos en suelos secos genera una rápida deshidratación de la planta debido a que la elevada
pérdida de agua por transpiración no puede ser compensada con la absorción de agua desde el
suelo. Si el agua no es repuesta mediante el riego, los primero en verse afectado es el crecimiento
de los órganos, cuyas células no contarán con la turgencia suficiente para seguir creciendo. Si el
agua no es respuesta a tiempo, los primeros órganos en dejar de crecer y deshidratarse serán las
hojas (Figura 13).
Adicionalmente, debido a que las plantas jóvenes de kiwi poseen un crecimiento de raíces
lateral y superficial, esta especie exhibe una baja capacidad de escape frente a una situación de
déficit hídrico. En otras palabras, las plantas jóvenes tienen una exploración de raíces limitada e
insuficiente para acceder a agua de reserva en los suelos más profundos.
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La severidad del estrés hídrico se puede evaluar con varias herramientas fisiológicas, dentro de
las cuales destaca la medición de potencial hídrico del brote o de la hoja con la cámara de presión.
Esta herramienta mide el estado energético del agua, en donde un menor estado energético refleja
una mayor deshidratación del órgano evaluado.
Figura 15: Medición de potencial hídrico en hoja mediante el uso de la bomba tipo Scholander.
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Figura 16: Efecto de un estrés hídrico muy severo (LWP < -1.4 MPa) sobre la senescencia de hojas
en un huerto de kiwi cv. Hayward.
En términos simples, una muestra de hoja (u otro órgano) es presurizado con gas en una cámara,
y se registra la presión necesaria para sacar el agua desde la lámina hacia la atmósfera con un
manómetro. El valor de la medición se registra en unidades de presión, bares o megapascales.
Hojas de plantas deshidratadas requieren una mayor presión para sacar el agua, tal como
ocurriría con un limón ya exprimido. La ventaja de la cámara de presión con relación a otras
evaluaciones, como por ejemplo la determinación de la humedad del suelo, es que el potencial
hídrico de la planta integra el efecto de la humedad del suelo y de la demanda por agua desde
el ambiente. Esto significa que la medición del potencial hídrico de la planta es una evaluación
representativa de muchas condiciones edafoclimáticas.
Uno de los primeros efectos generados por el estrés hídrico es la inhibición del crecimiento expansivo
de los tejidos vegetales debido a la disminución en la turgencia de las células. Adicionalmente,
cuando los potenciales hídricos de las hojas llegan a valores de -0,9 MPa se produce un cambio en
la orientación de las mismas, lo cual tendrá como efecto una disminución en el área fotosintética
de la planta (Judd et al., 1989). Cuando los valores de potencial hídrico de la hoja son inferiores
a -1,2 MPa, se considera como un nivel de estrés hídrico severo, en donde se puede apreciar el
marchitamiento y caída anticipada de las hojas. Las consecuencias de esta defoliación anticipada
dependerán de la época de ocurrencia y la duración del estrés hídrico severo (Figura 16).
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En términos generales, valores de potencial hídrico de la hoja entre -0,7 y -0.5 MPa indicarían
condiciones sin estrés hídrico, entre -1,0 y -0,7 MPa indicarían condiciones de estrés leve-moderado,
entre -1,2 y -1,0 MPa indicarían un estrés moderado-severo, entre -1,5 y -1.2 MPa indicarían un
estrés severo-muy severo, y bajo -1.5 indicarían un estrés extremadamente severo, donde se
produce un importante grado de embolismo en el sistema conductor de agua en las plantas.
Figura 17: Relación entre conductancia estomática y potencial hídrico de la hoja en kiwis cv.
Hayward y cv. Soreli.
Junto con la deshidratación de los órganos, el cierre de los estomas es otra respuesta de las plantas
frente al déficit hídrico. A diferencia de otros frutales no arbóreos, como por ejemplo el arándano,
el kiwi es conocido por ser una planta con una sensibilidad estomática moderada frente a la falta de
agua en los suelos. La evaluación de la relación entre potencial hídrico y conductancia estomática
en huertos de kiwi de la región de O’Higgins muestra que el aumento en la severidad del estrés
hídrico induce el cierre de los estomas. Sin embargo, llama la atención la importante variabilidad
en la respuesta estomática de las hojas. Mientras algunas plantas severamente estresadas (-1.2
MPa) muestran conductancias estomáticas altas (~800 mmol/m2s), otras han reducido sus valores
de conductancia a la mitad.
En cuanto a los efectos sobre los frutos, la disminución de las tasas de elongación celular, por acción
de la disminución del turgor, puede reducir el tamaño final de los frutos. Estudios italianos han
reportado una disminución significativa del contenido de calcio en frutos de plantas severamente
estresadas. En el caso de las raíces de plantas sometidas a estrés hídrico, como estrategia para
llegar a fuentes de agua próximas se promoverá el crecimiento de raíces finas (Buwalda y Hutton,
1988), pero ya viéndose agotadas las fuentes cercanas de agua estas raíces comenzaran a verse
afectadas por los efectos del estrés hídrico. Uno de los efectos más importantes del estrés hídrico
sobre las raíces es la generación de promotores del etileno los cuales serán movilizados a las zonas
superiores de la planta, localizándose en la base del pedicelo de la fruta pudiendo inducir la caída
de la fruta (Silva – Datos no publicados).
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riego deficitario controlado en kiwi
El riego deficitario controlado (RDC) es una técnica de riego en la cual se reduce la aplicación
de agua por debajo de la demanda máxima de los cultivos durante ciertos estados fenológicos
(Fereres et al., 2007). La aplicación de prácticas culturales conservacionistas del recurso hídrico,
tales como el RDC, puede contribuir no sólo a lograr un ahorro importante de agua de riego en los
huertos, sino también a mejorar algunos aspectos de calidad de la fruta. Por ejemplo, el RDC ha
sido exitosamente aplicado durante varias décadas en uva de vino, pues se sabe que la aplicación
de un período de estrés hídrico está asociado a aumentos en la concentración de compuestos
fenólicos y aromáticos que determinan la calidad enológica de las bayas (Roby et al., 2004). De
manera similar, en ciruelo europeo y almendro, científicos de la Universidad de California han
logrado reducir la aplicación de agua de riego hasta en un 40% sin disminuir la productividad, ni
la calidad de las ciruelas secas o almendras (McCutchan y Shackel, 1992; Shackel et al., 2000).
En kiwi, la aplicación de RDC ha mejorado significativamente algunos parámetros de calidad de
fruta, tales como la firmeza de la pulpa, la cantidad de materia seca, y la concentración de sólidos
solubles (Currie et al. 2008). Según Lagos et al., (2017), el empleo de RDC en kiwi puede llegar a
ahorrar cerca de 100 dólares/ha por concepto de uso de energía eléctrica en actividades de riego,
sin disminuir la producción ni la calidad de los frutos.
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tratamientos de riego
Los siguientes tratamientos de riego fueron aplicados por dos temporadas consecutivas (2016-
2017 y 2017-2018) en cinco huertos de kiwi de la Región de O’Higgins. De estos, cuatro huertos
correspondieron al cultivar de pulpa verde Hayward, y uno al cultivar de pulpa amarilla Soreli.
La aplicación de los tratamientos de RDC disminuyó el potencial hídrico de la hoja y del tallo en
los huertos de kiwi. Sin embargo, la velocidad de esta disminución y el valor máximo de estrés
alcanzado por las plantas dependió en gran medida del tipo de suelo presente en el huerto. Por
ejemplo, para plantas del cv. Hayward en suelos arenosos, el potencial hídrico de las hojas pasó
en el tratamiento 4 (100% corte) desde un valor sin estrés hídrico a un estrés severo, -0.75 a
-1,25 MPa (Figura 18) en tan solo dos semanas, mientras que plantas en suelos franco-arcilloso
demoraron una semana más en llegar a un estrés severo (Figura 19). Estas diferencias en la
velocidad de deshidratación de las hojas son de vital importancia a la hora de desarrollar un
programa de RDC, pues significa que se debe tener un control preciso y frecuente del estado
hídrico de las plantas, y no confiarse en un número de semanas sin riego, especialmente en
suelos de texturas gruesas con baja capacidad de retención de humedad.
Figura 18: Potencial hídrico de la hoja en un huerto con suelo arenoso. Línea verde refleja en riego
control del productor, y línea naranja la aplicación de RDC.
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Figura 19: Potencial hídrico de la hoja en un huerto con suelo franco-arcilloso. Línea verde refleja
en riego control del productor, y línea naranja la aplicación de RDC.
Como se puede ver, los tratamientos de riego disminuyeron el potencial hídrico en plantas del cv.
Hayward (Figura 21) y Soreli (Figura 20). En ambos cultivares, el tratamiento D100_3 llegó a un
máximo nivel de estrés hídrico de aproximadamente -1,2 MPa.
Si bien todos los tratamientos mostraron en ambos cultivares un mayor nivel de estrés que el
Control por casi tres semanas, la fecha de corte de los tratamientos de RDC fue distinta para cada
cultivar debido a las diferentes épocas de cosecha de Hayward y Soreli.
Figura 20: Potencial hídrico de la hoja en un huerto de kiwi amarillo variedad Soreli sujeto a cuatro
tratamientos de riego durante las temporadas 2016-2017 y 2017-2018.
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Figura 21: Potencial hídrico de la hoja en un huerto de kiwi amarillo variedad Hayward sujeto a
cuatro tratamientos de riego durante las temporadas 2016-2017 y 2017-2018.
Pese a que las plantas con menores valores de potencial hídrico de la hoja y del tallo tendieron a
mostrar los menores valores de conductancia estomática, los tratamientos de RDC no afectaron
de manera consistente la conductancia estomática. De igual modo, no se detectó un efecto
de los tratamientos de RDC sobre el crecimiento vegetativo, pero si un leve impacto sobre la
senescencia de las hojas, observándose en algunas plantas del cv. Soreli bajo RDC un aumento
de un 2% en la penetración de luz a través del dosel.
34
Cuadro 3: Calidad de la fruta en plantas de kiwis cv. Hayward y cv. Soreli sometidos a
cuatro tratamientos de riego en 2016-2017 y 2017-2018.
Tratamientos
Control D50_3 D50_5 D100_3
Soreli
Brix 8.1 b 8.9 b 8.9 b 10.0 a
Firmeza (lb) 13.0 12.6 12.3 12.5
Materia seca (%) 16.2 17.0 16.6 16.8
Peso fresco (g) 117.6 115.3 120.3 114.0
Diámetro ecuatorial (mm) 52.7 52.1 53.1 52.3
Diámetro polar (mm) 68.5 68.1 68.3 67.8
Hue piel 47.1 46.1 46.6 45.6
Hue pulpa 93.9 92.9 92.7 92.3
Hayward
Brix 6.9 b 7.1 b 7.2 b 7.7 a
Firmeza (lb) 17.7 17.4 17.4 17.6
Materia seca (%) 16.3 16.4 16.6 16.7
Peso fresco (g) 99.4 97.6 98.6 97.2
Diámetro ecuatorial (mm) 52.0 51.9 51.8 51.8
Diámetro polar (mm) 62.5 61.8 62.5 61.4
Los tratamientos de riego deficitario, incluídos los más severos, no afectaron el número de yemas
florales por cargador en ambos años. El cultivar amarillo Soreli (1 huerto), promedió cerca de
24 yemas florales por cargador en ambas temporadas, mientras que el cultivar verde Hayward
(5 huertos) promedió 18 yemas florales por cargador. Estos resultados muestran que un estrés
hídrico durante la última etapa de crecimiento del cultivo, llegando hasta niveles máximos de -1.2
MPa, no afectaría la capacidad de las plantas de kiwi de producir yemas florales.
35
Figura 22: Yemas florales por cargador en los años 2017 y 2018 en huertos de kiwi amarillo variedad Soreli y
verde variedad Hayward sujeto a cuatro tratamientos de riego durante las temporadas 2016-2017 y 2017-2018.
En la evaluación sensorial para la variedad Soreli (Figura 23) realizada durante las dos temporadas
de aplicación de los tratamientos de riego en donde se expresan los resultados de los parámetros
de sabor (asociado a la determinación de un sabor extraño), fundencia, acidez, dulzor, dureza,
jugosidad y aceptabilidad general. Los resultados para la evaluación realizada después de 60
días de almacenamiento en frio para la variedad Soreli en la primera temporada establecieron
que el tratamiento D100_ 3 tuvo una mayor dureza y acidez, lo cual repercutió en una mayor
aceptabilidad general.
Para el caso de la variedad Hayward (Figura 24), cuando se evaluó después de 90 días de
almacenamiento en frio, se pudo observar que en la segunda temporada, el tratamiento que
mostró una mayor dureza fue aquel en donde se restringió el riego (D100_3) y también fue el que
mostró una mejor aceptabilidad.
Figura 23: Gráfica de analisis sensorial para Figura 24: Gráfica de analisis sensorial para
30 días despues del almacenamiento en frio 30 días despues del almacenamiento en frio
en la variedad Soreli. en la variedad Soreli.
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agradecimientos
Gobierno Regional de O’Higgins y su Consejo Regional
Colaboradores:
Dr. Richard Bastías I.,
Ing. Agr. José Cuevas,
Dr. Ignacio Serra.
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