Sentencia Constitucional 0270-2021 s3
Sentencia Constitucional 0270-2021 s3
Sentencia Constitucional 0270-2021 s3
SALA TERCERA
Acción de libertad
Expediente: 34793-2020-70-AL
Departamento: Cochabamba
Desde hace más de tres años alquila una habitación en el bien inmueble ubicado en la calle Haití 849
entre av. 9 de abril y calle Litoral de la ciudad de Cochabamba, de propiedad del ahora accionado,
con quien suscribió un Acta de Acuerdo Total de Conciliación 05/2020 de 12 de marzo, donde se
estableció que su persona desocuparía la citada habitación el 26 de igual mes y año hasta las 20:00
horas; sin embargo, a causa de que el Gobierno central a través del Decreto Supremo (DS) 4196 de
17 del referido mes y año declaró emergencia sanitaria nacional y cuarentena rígida en todo el
territorio del Estado Plurinacional de Bolivia por la pandemia del Coronavirus (COVID-19), no pudo
buscar otro bien inmueble para trasladarse; asimismo, se vio afectado en sus ingresos económicos,
además en el lapso del tiempo que duró la cuarentena rígida tuvo que soportar perturbaciones y
agresiones verbales por parte del hoy accionado.
Medidas de hecho asumidas por el ahora accionando que lo dejaron sin poder ingresar a la habitación
que alquila donde está su ropa, muebles y demás pertenencias, dejándolo sin un lugar donde
cobijarse, encontrándose, por ello en la intemperie, durmiendo en las calles, plazas y bajo el puente,
ya que el hoy accionado hizo caso omiso a las disposiciones nacionales que prohíben los desalojos
durante la pandemia del COVID-19, extremo que pone en peligro su vida porque dicha pandemia
está causando la muerte de las personas sin distinción de sexo, raza y condición económica, entre
otros.
I.1.3. Petitorio
Celebrada la audiencia virtual el 24 de julio de 2020, según consta en el acta cursante a fs. 21 y vta.,
se produjeron los siguientes actuados:
Walter Vargas Tapia, mediante informe presentado el 28 de julio de 2020 -posterior a la audiencia de
consideración de esta acción de libertad-, cursante de fs. 34 a 35 vta., manifestó que: 1) La
“notificación” con la presente acción de defensa fue pegada en la puerta de su domicilio ubicado en
la calle Haití 849 entre av. 9 de abril y calle Litoral de la ciudad de Cochabamba y fuera del horario
judicial, por lo que no sería legal; 2) El 24 de julio de 2020 a las 9:00 horas aproximadamente sus
inquilinos recién vieron la referida “notificación” motivo por el cual no asistió a la audiencia de
consideración de esta acción tutelar que se llevó a cabo el día “viernes” a las 8:30 horas; 3) En el
memorial de esta acción tutelar tampoco se indicó su número de celular ni el de su abogado para que
se envié el enlace de la audiencia virtual, por lo tanto, existen vicios en dicho escrito; 4) Su domicilio
real no es en el lugar en el cual se efectuó la “notificación”, siendo que el mismo es en la calle Totai
166, zona campo ferial de la ciudad de Cochabamba como se encuentra en su cédula de identidad,
por ello el accionante actuó de mala fe al señalar una dirección falsa, debido a que el bien inmueble
que el accionante ocupa es destinado solo para alquilar; 5) Es una persona de la tercera edad con
problemas de nervios que fue diagnosticado con cuadro tensional sericodorsal, retomando sus
sesiones de fisioterapia porque su salud empezó a empeorar por los problemas que le ocasionó el
accionante, quien amenazó a su familia y a sus hijas; 6) De conformidad con el Acta de Acuerdo
Total de Conciliación 05/2020, el accionante debió desocupar la habitación que se le otorgó en
calidad de alquiler hasta el 26 de marzo de 2020; empero, no lo hizo, “burlándose” de la autoridad
del “Juez Conciliador”, es más le condonó los alquileres desde noviembre de 2019 hasta marzo de
2020, así como también el pago de los servicios básicos de agua y de luz; y, 7) Solicita que se
“rechace” la acción de libertad presentada contra su persona y se le otorgue garantías para toda su
familia.
I.2.3. Resolución
La Sala Constitucional Tercera del Tribunal Departamental de Justicia de Cochabamba, mediante
Resolución RAC-SCIII-0011/2020 de 24 de julio, cursante de fs. 22 a 25, denegó la tutela solicitada,
sin costas por ser excusable; bajo los siguientes fundamentos: i) El derecho a la vida puede ser
eventualmente tutelado por la acción de libertad, aunque no se encuentre necesariamente vinculado al
derecho a la libertad; empero, la afectación a la vida debe ser ciertamente probado de manera
objetiva, conforme a lo establecido en la SCP 2383/2012 de 22 de noviembre, debido a que el
principio de informalismo que caracteriza a esta acción de defensa no implica que pueda prescindirse
de la prueba mínima que acredite los hechos denunciados; ii) Al margen de lo manifestado en el
memorial de acción de libertad y la ratificación realizada en audiencia no existe prueba alguna que
demuestre o sustente lo denunciado por el accionante, lo que impide que se ingrese a analizar la
problemática planteada; iii) Si bien el accionante narra que fue desalojado de la habitación donde
vivía en calidad de inquilino, puesto que el ahora accionado habría cambiado las chapas de la puerta
de ingreso y que hasta la fecha -se entiende audiencia de consideración de la presente acción de
defensa- no le habría permitido su ingreso, lo que representaría la vulneración de su derecho a la
vida, porque al encontrarse a la intemperie podría contagiarse con el COVID-19, afirmación que se
constituye en subjetiva e incierta que no tiene sustento probatorio; es decir, que no es tangible,
admitir esa afirmación importaría que cualquier persona que viva en la intemperie o camine por la
calle corra el riesgo de contagiarse y morir eventualmente, extremo que no es “aceptable”, toda vez
que para evitar contagiarse del COVID-19 cada persona debe tomar las medidas necesarias de
bioseguridad; y, iv) Los argumentos expuestos por el accionante se acomodan a una medida de hecho
que vulneraría el derecho a la vivienda que es protegido a través de otra acción constitucional y no
por la acción de libertad.
II. CONCLUSIÓN
II.1. Cursa Acta de Acuerdo Total de Conciliación 05/2020 de 12 de marzo, emitido por la Oficina
de Conciliación del Juzgado Público Civil y Comercial Quinto de la Capital del departamento de
Cochabamba en suplencia legal de su similar Cuarto, suscrito por Walter Vargas Tapia -hoy
accionado- y Roberto Vivanco Lino -ahora accionante- quienes entre otras situaciones acordaron que
el accionante procedería a desocupar la habitación que el accionado le otorgó en calidad de alquiler y
entregar las llaves hasta el 26 de marzo de 2020 a las 20:00 horas, impostergablemente (fs. 13 a 15).
Acuerdo que fue aprobado por el Juez Público Civil y Comercial Cuarto de la Capital del
departamento de Cochabamba mediante Auto Interlocutorio 067/2020-AP de 18 de marzo,
adquiriendo el mismo el valor de cosa juzgada entre partes (fs. 31).
En consecuencia, corresponde determinar en revisión, si los hechos demandados son evidentes, a fin
de conceder o denegar la tutela solicitada.
III.1. Sobre la procedencia de la tutela del derecho a la vida por medio de la acción de libertad
Debe señalarse que esta conclusión, que emerge de la naturaleza del derecho a la vida y de la
acción de libertad como un medio inmediato para su defensa, encuentra sustento en la Constitución
Política del Estado y en el propio Código Procesal Constitucional. Efectivamente, de acuerdo al art.
125 de la CPE antes glosado, la acción de libertad puede ser presentada por toda persona ‘que
considere que su vida está en peligro’, sin condicionar la procedencia de esta acción a la
vinculación con el derecho a la libertad física o personal. En igual sentido, el art. 47 del CPCo,
señala que la acción de libertad procederá cuando cualquier persona crea que ‘su vida está en
peligro’.
Sin embargo, debe señalarse que, en todo caso, será la parte accionante la que, tratándose del
derecho a la vida, asuma la decisión de formular una acción de libertad o de amparo constitucional;
empero, también debe dejarse establecido que, es la justicia constitucional la que deberá analizar si
realmente se está ante una lesión o peligro directo al derecho a la vida tutelable a través de la
acción de libertad, pues su sola enunciación no activa el análisis de fondo de esta acción”’
Del entendimiento jurisprudencial citado se concluye que, dado el carácter elemental del derecho a
la vida -por constituirse en la condición previa necesaria para la realización y disfrute de todos los
demás derechos-, es procedente su protección vía acción de libertad, cuando se advierta una lesión
o peligro de afectación; no obstante, su sola enunciación no activa el análisis de fondo de esta
acción tutelar, por cuanto las características singulares que conciernen al resguardo de ese
derecho, no eximen a la parte que pretende su tutela de la carga de demostrar los hechos
manifestados o mostrar la relevancia del reclamo en directa vinculación con el derecho cuya tutela
se busca, en razón a que la justicia constitucional requiere de certidumbre sobre la lesión del
derecho invocado para tutelar y protegerlo, contrastando los hechos denunciados con los
elementos probatorios que generen convicción del acto ilegal u omisión indebida, caso contrario se
ve imposibilitada de analizar la problemática planteada y en su caso conferir la tutela solicitada”
(las negrillas son nuestras).
En ese sentido, si bien en la presente acción de defensa el accionante señala que su vida se encuentra
en peligro a causa de que el ahora accionado presuntamente le hubiera restringido el ingreso al bien
inmueble en el que tiene una habitación en calidad de alquiler, debido a que este habría procedido al
cambio de chapa de la puerta de ingreso, lo que derivó en el hecho de que el accionante se encuentre
durmiendo en las calles, plazas y otro lugares, exponiéndose de esa forma a la pandemia del COVID-
19, que en muchos casos causó la muerte.
En el presente caso, no se advierte que las afirmaciones realizadas por el accionante respecto a la
vulneración de su derecho a la vida a causa de una posible afectación a su salud, como tampoco las
medidas de hecho asumidas contra su persona, se encuentren respaldadas por documentación objetiva
y fehaciente; por lo tanto, no existe un peligro inminente y real contra el accionante, que ponga de
alguna manera en peligro su vida, debido a que lo manifestado por el accionante no se constituye en
sí mismo una situación de peligro que brinde certeza sobre lo alegado; consiguientemente, esta Sala
del Tribunal Constitucional Plurinacional, con la sola declaración del accionante no puede asumir
convicción sobre lo denunciado, por consiguiente, no puede otorgar al accionante una protección
inmediata por la vulneración del derecho a la vida, debiéndose denegar la tutela solicitada.
POR TANTO
MAGISTRADO
MAGISTRADA