La Conducta Del Abogado
La Conducta Del Abogado
La Conducta Del Abogado
Código de la asignatura:
CDE-4911.
Sección: 16:00
Quizá entre tantas veces al ver series o películas que tratan sobre juicios en una corte
judicial y justo cuando se ve la exposición o relato de hechos tanto por la parte de la
defensa, como del ente acusador nos hemos preguntado ¿qué pasa si por ejemplo el
abogado defensor en su experiencia u opinión personal él sabe que la persona a la que
está defendiendo es culpable? Y a pesar de todo continúa esforzándose en justificar su
inocencia o en el peor de los casos trata de lograr la menor de las condenas.
Pero no sin antes mencionar que toda persona profesional o no, debe regir su actuar
conforme a las leyes, costumbres, normas éticas, morales, y general todos los valores
que se nos son enseñados desde del seno familiar.
Como también nos dice, que el abogado debe tener independencia y honor en su
actuar respecto de toda clase de injerencias o intereses propios o ajenos. Como ser
solidario con sus colegas, jueces y funcionarios públicos, siempre y cuando se respete
la línea de lo legal, ya que de observar alguna conducta inmoral de estos, estará
facultado a rexportarlos ante el colegio de abogados.
Y por otro lado, el Código de Ética incita a que todo abogado en el ejercicio de su
profesión nunca debe llevar un caso a un juicio con la intención de ganar o perder, sino
con la de hacer justicia. Absteniéndose en todo momento de usar la mentira y falsos
testimonios.
También dejando claro que aunque todo abogado deba demostrar apoyo, respeto y
lealtad, ante las autoridades respectivas, éste, no debe de olvidarse de su
independencia y autonomía para la sana critica en el ejercicio de su profesión, y con
mucha más razón cuando considere que dichas autoridades hayan aplicado
incorrectamente las leyes.
Al igual que en la relación entre el abogado con su cliente, que a pesar que tiene la
obligación de respetar ciertas indicaciones o parámetros del mismo, el abogado
siempre debe gozar de cierta independencia en su buen actuar, puesto que si dicho
cliente actúa de forma incorrecta irrespetando tanto a las autoridades judiciales como a
la contraparte el abogado estará facultado a cesar dicha representación legal. Ya que
en el desarrollo de cualquier proceso judicial, su buen actuar debe contraponerse ante
todo interés por obtener un fin de lucro. Aun a sabiendas de que todo trabajo que se
lleve a cabo debe tener como consecuencia una retribución justa.
se recomienda que para garantizar mayor seguridad tanto del cumplimiento como a la
prestación servicios profesionales lo más conveniente es celebrar un contrato por
escrito que dentro de sus cláusulas se acuerde todo lo relativo a los gastos y la forma
de pago de honorarios e inclusive sobre las consecuencias del incumplimiento de las
mismas por cualquiera las partes.
Finalmente y en cuanto a la relación del abogado con sus colegas, esta, debe ser
buena entre ellos, para así, en caso de dificultad logren apoyarse en situaciones
difíciles e inéditas, asesorando el uno al otro, y de esta forma poder decir que como
profesionales nunca estamos solos y que con la unión de conocimiento y experiencias
se fortalece más la profesión, ya que de mediatamente se garantiza una mejor solución
a los asuntos de sus clientes y a su vez se vuelven más competentes, cotizables y por
lo tanto más útiles a la sociedad.
Por lo que a título personal se puede decir que gracias al buen actuar del abogado en
el ejercicio de sus funciones, esta es una de las profesiones más respetadas dentro de
la misma sociedad, tanto, que es tomada como parámetro para vivir digna y
correctamente.
Bibliografía