Eneatipo

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Mi eneatipo: (Mi forma de ser actual, mi ego)

Identificado con el ego EL ESPECIAL

TRÁGICO-ROMÁNTICO, ARTISTA, MELANCÓLICO, SOÑADOR, INCOMPRENDIDO,


EGOCÉNTRICO, DESEQUILIBRADO Y DRAMÁTICO

Patrones de conducta inconscientes del ego:

• Cree ser distinto de los demás y suele sentirse incomprendido.

• Fantasea con historias trágicas y melancólicas creadas por su mente.

• Su hipersensibilidad le hace ser una persona muy susceptible, con continuas

subidas y bajadas emocionales.

• Debido a su carácter rebelde, suele considerarse el «raro» o incluso la «oveja

negra» de la familia.

• Es muy dramático y temperamental; parece como si estar alegre no congeniara con

su estilo de vida.

• Es muy egocéntrico y tiende a hablar constantemente de sí mismo, de cuestiones

relacionadas con su mundo interior.

• Se compara con otras personas de su entorno y suele concluir que es inferior a

ellas.

• No le gustan las situaciones corrientes y vulgares; todo tiene que ser «especial y

diferente».

• Se interesa por distintas manifestaciones artísticas y suele ser muy creativo.

• Si lo critican o lo malinterpretan, tiende a encerrarse en sí mismo y ponerse de

mal humor.

• Vive de forma muy dramática las pérdidas afectivas y tarda mucho más que los

demás en recuperarse de éstas.

• Trata de llamar la atención, mostrando su particular forma de ser; es como si en el

fondo estuviera esperando a que lo «descubran».

Recuerdos de la infancia: Asocia su infancia con haber sido invisible a los ojos de

sus padres. E incluso recuerda haber aprendido que tenía que manifestar cualidades

y atributos especiales para llamar la atención de los demás. Así, poco a poco
interiorizó que no estaba bien ser demasiado práctico ni demasiado feliz.

Miedo y deseo inconscientes: Su miedo más profundo es no tener una identidad

especial y ser considerado común o vulgar. Por eso se encierra tanto en sí mismo y

se apega a sus sentimientos y fantasías sobre lo que podría ser o llegar a conseguir.

Su deseo más inconsciente, por otro lado, es ser único y diferente de la mayoría,

cosa que lo lleva a convertirse en una persona autocomplaciente, demasiado

centrada en sí misma.

Raquel se pasaba los días buscando «prendas únicas» con las que vestirse para

sentirse especial y diferente de todas sus amigas. Se molestaba sólo con pensar

que alguien podría ir vestida igual que ella; le «aterrorizaba» la idea de coincidir

en una fiesta con alguien que llevara un mismo conjunto.

Vocecita egoica: Le suele recordar que tiene que mostrarse especial y diferente

para llamar la atención de los demás.

Visión subjetiva y distorsionada del mundo: En el mundo los demás tienen algo que

a él le falta; por tanto, se pregunta: «¿Qué me pasa?».

Alberto solía creer que él, a diferencia de sus amigos, jamás sería feliz. Siempre

encontraba algún motivo para sentirse triste o para que su alegría fuera

«incompleta». Se sentía el «protagonista de una película con un final trágico», lo

que le provocaba grandes dosis de «dulce melancolía».

Reacción habitual: La melancolía, que le hace creer que siente mucho más

intensamente que los demás, así como desesperarse por su soledad e incomprensión

emocional.

Raúl reconoce que en ocasiones se sentía solo incluso cuando estaba rodeado

de sus mejores amigos. Pensaba que nadie podría llegar a entender cómo se sentía

por dentro, donde todo era «demasiado profundo e intenso».

Cómo quiere ser visto por los demás: Como una persona especial, sensible,

interesante y muy diferente de la masa.

Lo que siente por dentro: Envidia, que también podría definirse como la sensación

de que le falta algo esencial que los demás sí tienen.

De qué huye: De lo vulgar y corriente; de ser considerado como un miembro normal

más de la sociedad.
Maribel nunca frecuentaba lugares adonde fuera «todo el mundo». Ella sólo iba

a sitios que tuvieran «algo especial», donde pudiera conocer personas

interesantes y diferentes de la mayoría.

Estilo de comunicación: Suele suspirar, lamentar, sufrir, interpretar, imaginar,

poetizar, dramatizar, expresar, emocionar... Y mientras lo hace le suelen brillar

intensamente los ojos. Le gusta hablar mucho de sí mismo, de lo que siente, piensa y

desea; y hace preguntas personales a sus interlocutores con la finalidad de mantener

conversaciones profundas e interesantes. Utiliza con frecuencia pronombres como

«yo», «me», «mí», «mío»...

Principal preocupación: Sentirse rechazado por los demás o sentirse inferior;

también se cuestiona acerca de si sabe expresarse y comunicar de una forma especial

todo lo que siente en su interior.

Señal de peligro: Creer que tiene que aferrarse a sus sentimientos, a su mundo

fantástico, íntimo y especial, que se ve intensificado mediante la imaginación y la

ensoñación.

Martín podía pasarse horas soñando con la mujer de su vida, por mucho que

todavía no la hubiera conocido. Inventaba historias románticas, en las que él la

conquistaba una y otra vez. La vuelta a la «cruda» realidad a veces se le hacía

«insoportable».

Cómo manipula a los demás: Se muestra tan temperamental que los demás tienen

que ir con mucho cuidado si no quieren ser víctimas de su irracionalidad.

Algo que no suele tener en cuenta: Aunque se esfuerce por ser profundo e intenso,

tal vez los demás no conecten con su mundo interior ni sepan comprenderlo ni

apreciarlo.

Víctor solía compartir sentimientos y pensamientos muy íntimos con personas a

las que acababa de conocer y a veces se sentía ofendido por la falta de empatía o

desinterés que éstas mostraban hacia él.

Actitud paradójica e insana: Después de vivir un período de estrés y temiendo que

se cumpla su miedo básico (no tener una identidad especial y ser considerado común

o vulgar), suele tratar a las demás personas con desdén, como si no fueran «nadie» y

no valieran ni importaran nada.


Irene solía relacionarse con artistas o intelectuales que tuvieran un mundo

interior apasionante; la gente «normal y corriente» no le interesaba para nada,

puesto que los consideraba como parte del decorado de la película en que se

había convertido su vida.

Descentramiento: Finalmente, después de identificarse plenamente con su ego y

sufrir las consecuencias propias de su eneatipo, termina por descentrarse al eneatipo

2, el ayudador, asumiendo los rasgos más oscuros de su ego, como el victimismo, la

dependencia, la adulación y la manipulación. (Véanse páginas 63 y ss.)

Punto de inflexión: Darse cuenta de que dedica demasiado tiempo y energía a

crearse una identidad especial para llamar la atención y ser aceptado y deseado por

los demás. Y tomar conciencia de las consecuencias que le está conllevando

apegarse exageradamente a sus sentimientos y pensamientos. Si llega a la conclusión

de que su verdadera esencia no es la de llamar la atención por medio de su especial

y diferente forma de ser, estará dando sus primeros pasos para encontrar su

ecuanimidad interior.

Cambiar rasgos de mi ego para ser mas equilibrado

Conectado con la esencia ECUANIMIDAD

EQUILIBRADO, PROFUNDO, ORIGINAL, CREATIVO, REVELADOR, SENSIBLE, OBJETIVO Y


REALISTA

Prácticas que contribuyen al desarrollo de la esencia:

• Desconfía de las interpretaciones subjetivas que das a las intenciones o

comentarios aparentemente negativos de los demás acerca de ti. No te quedes

simplemente con tus sospechas. Si te interesa la verdad objetiva, averíguala y

corrobórala. Además, debido a tus ataques de egocentrismo, a veces puedes


llegar a abrumar a tus amigos. Recuerda que ellos también tienen sus propios

problemas. Aprende a reducir al mínimo las referencias sobre ti mismo e intenta

hablar siempre después de haber preguntado al otro. Establecer empatía con los

demás enriquecerá todas tus relaciones.

• Deja de creer que la sensibilidad equivale a los continuos cambios de humor. Tus

intensas reacciones emocionales son precisamente las que impiden que las

experiencias te afecten en un plano mucho más profundo. Aprende a fluir por la

vida sin reaccionar tanto ni tan intensamente. La emoción verdadera suele ser

suave y sencilla.

• Reconoce los aspectos de tu yo fantástico que no están en consonancia con la

realidad de tu vida. Deja de soñar con lo que podrías llegar a hacer, y

simplemente haz lo que puedas. Pon en marcha tus proyectos y crea por el simple

placer de crear, no por lo que vas a obtener a cambio. El arte que no alberga

expectativas es el más original y revelador de todos.

• La melancolía es más peligrosa de lo que crees. Puede que al principio su sabor

sea dulce y agradable, pero, si te dejas arrastrar por ella, suele acabar

envenenándote y sumiéndote en la tristeza. Es como rascarse una picadura de

mosquito. Al principio es muy placentero, pero rascándote sólo consigues que el

picor sea cada vez más intenso. Si quieres evitar la tristeza y la depresión,

¡despídete primero de la melancolía!

• Disfruta y enriquécete de las cualidades positivas de otras personas. No sientas

envidia por ellas. ¡Admíralas! Y deja de compararte: todos tenemos virtudes y

defectos. Acéptate tal como eres, porque en tu interior albergas mucho más de lo

que envidias en otras personas.

• Establece rutinas positivas y productivas. La inspiración sólo aparece cuando

estás trabajando. Un poco de organización puede ayudarte a liberar la infinita

creatividad que puedes ofrecer al mundo.

• Abandona tus ensoñaciones trágico-románticas. Cuanto más te evadas de la

realidad a través de este tipo de pensamientos cargados de sentimiento, más

difícil te va a resultar vivir «con los pies en la tierra». Aunque sea un bonito

refugio donde experimentar lo que te gustaría vivir, se trata de una ilusión que te
está consumiendo poco a poco, absorbiendo la energía que necesitas para poner

en marcha proyectos en tu verdadera vida. Recuerda que escapar de la realidad

es el problema, y no la solución. Además, no es sostenible a largo plazo.

Cambio de percepción de la realidad: Comprendes que no tienes que obsesionarte

por ser especial y diferente para crearte una identidad que te garantice el amor, la

valoración y la aceptación de los demás. Al ser cada vez más consciente, interiorizas

que el afán de enriquecerte de experiencias y personas especiales te impide disfrutar

de los momentos ordinarios y cotidianos de la vida. Liberado de tu ego, abandonas tu

miedo básico (no tener una identidad especial y ser considerado común y vulgar) y

empiezas a estar más equilibrado y a participar más empática y serenamente en la

vida de los demás.

Cualidad esencial: Al recuperar el contacto con tu yo verdadero, sustituyes la

pasión dominante de tu ego (la envidia) por tu cualidad esencial: la ecuanimidad. Es

decir, la habilidad de ver lo bueno en lo malo y lo malo en lo bueno, cultivando una

visión más neutra y objetiva de la realidad. Al empezar a fluir de manera natural y

estable, te vuelves más equilibrado y no tan encerrado en tus fantasías e

idealizaciones subjetivas. Comprendes que el ser diferente y especial no es

patrimonio de nadie ni de nada, sino que todo lo que existe tiene valor por sí mismo.

Así, dejas de padecer constantes subidas y bajadas emocionales en busca de la

identidad soñada, y te aceptas a ti mismo tal y como eres. La gran capacidad que

tienes para bucear en las profundidades de ti mismo empiezas a emplearla para

conocer y orientar a los demás a potenciar sus dones creativos ocultos. Descubres

que no todo tiene por qué ser tan intenso y te vuelves más activo y organizado a fin

de sacar adelante tus propios proyectos creativos. Ya no dependes de la atención de

los demás, y ello te permite ser mucho más estable y realista en tu toma de

decisiones y forma de ser. Al abandonar conscientemente tus estrategias

egocéntricas, se cumple tu deseo básico: te conviertes en una persona sensible y

original a la que no le falta de nada. Al ser plenamente consciente de todo ello,

recuperas la paz interior que habías perdido mientras tratabas egocéntricamente de

gustar a los demás.


Consideraciones personales

*Habla sin filtro

*Se tu mismo

*No tomarse bromas y criticas como algo serio, bromea tu también

*NO SOBREREACCIONAR, deja que tus reacciones sean naturales

*ESCUCHA DE VERDAD A LOS DEMAS

*DEJA UN POCO DE HABLAR SOBRE TI, SOBRE LO QUE PIENSAS, SOBRE LO QUE HAS HECHO

*Ser mas sincero, sin miedo a decir lo que tienes que decirlo

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