Foro 1 Lecturas Inaugurales

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 65

Muchas gracias por enviarnos las lecturas, solo tengo una pregunta, a partir del lunes 26

podremos hacer nuestros comentarios, eso entendí.

Mi pregunta es acerca de lo que se va a realizar con cada una de las lecturas, ¿hay alguna
guía a seguir?  ¿Haremos una síntesis de todas las lecturas? O ¿simplemente comentarios
sobre de cada una o sobre de todas juntas? No entiendo bien.

Ojalá me lo pudieras aclarar, quedo pendiente y muchas gracias de antemano.

Lorenza P

 
Enlace permanenteMostrar mensaje anteriorResponder

Re: Foro de las lecturas inaugurales


de Alfonso Herrera - Monday, 26 de October de 2020, 05:39
 
Hola Lorenza. Se trata de que entre todos reflexionemos lo abordado en las lecturas,
aportando nuestra perspectiva, sugiriendo la revisión de otros textos, coincidiendo o
discrepando con lo leído o con lo que otro compañero apunte, etc.

Es un seminario donde no hay voz cantante. Mi labor como responsable del certificado es
contrapuntear todo lo que ustedes vayan pensando por escrito. Sugeriré enfoques,
aportaré materiales en la medida en que el debate avance, aclararé dudas o precisaré
conceptos, pero ustedes pueden hacer lo mismo en cualquier momento.

Entren al foro cuantas veces puedan o quieran. La ventaja de estar trabajando en modo
asíncrono es que esta actividad es incorporada a nuestras tareas diarias en la medida de
las posibilidades de cada uno. Por supuesto, se trata de aprovechar los foros para avanzar
en las reflexiones conjuntas todo lo que sea posible para hacer más fecundo el certificado.

Los foros serán semanales. Por cuestiones técnicas, nuestro certificado ha iniciado
una semana después de lo previsto pero no se preocupen porque abarcaremos
todos los contenidos. Las 3 primeras semanas serán de ajuste en la calendarización
de los temas y después el ritmo será así: cada viernes subiré el material del foro que
inicia, y de lunes a viernes debatiremos sobre esas lecturas y esos temas (el foro de
esta semana versa sobre la técnica, la creación y las bienvenidas al dispositivo
analítico. También subiré las lecturas relativas a la hystoria y al dispositivo, segundo
foro. Para el tercero iremos ya al corriente).

Cuando deba entregarse alguna tarea específica lo haré saber con tiempo.
 

 
Enlace permanenteMostrar mensaje anteriorResponder

Re: Foro de las lecturas inaugurales


de Mónica Campos - Monday, 26 de October de 2020, 13:50
 
Hola Alfonso, no he podido empezar la revisión de las lecturas de esta semana porque me
aparecen con códigos de barra, hay algún problema en los archivos o es mi computadora?

Gracias y saludos

Mónica Campos

 
Enlace permanenteMostrar mensaje anteriorResponder

Re: Foro de las lecturas inaugurales


de Alfonso Herrera - Monday, 26 de October de 2020, 13:59
 
Hola Mónica. Hasta donde sé, el resto del grupo ha podido acceder sin problema a sus
archivos de lectura. ¿Es así, compañeras?

Para que no te retrases, por favor envíame tu correo a [email protected] y te las haré
llegar.

Si alguien más tiene problemas técnicos de acceso, favor de escribir a Esaú Segura
(encargado de extensión académica) a: 

[email protected]

(Espero tu correo, Mónica.)

 
Enlace permanenteMostrar mensaje anteriorResponder

Re: Foro de las lecturas inaugurales


de Mónica Campos - Thursday, 29 de October de 2020, 11:46
 
Alfonso muchas gracias

Pude ver qué es lo que estaba pasando con los archivos es que se abrían en word y me
aparecían con los códigos de barra, pero los abrí con word Pad y ya los ve bien, estoy
trabajando en estas lecturas y enviaré mis reflexiones.

Saludos y gracias

 
Enlace permanenteMostrar mensaje anteriorResponder

Re: Foro de las lecturas inaugurales


de Mónica Campos - Friday, 30 de October de 2020, 22:16
 
Ahora que revisaba las lecturas, hay algo que me da vueltas en la cabeza y que seguro
tendrá que ver con con mi pobre acercamiento a la teoría psicoanalítica y es cuando se
habla del hecho traumático: "Como causas desencadenantes Freud distingue una
impresión psíquica excesiva, la imposibilidad de una reacción motriz o lingüística frente al
hecho traumático, o el rehusamiento a reaccionar ante la vivencia" Me queda claro que
Freud intenta en este momento explorar las causas del síntoma, es decir la relación entre el
hecho traumático y el síntoma, desde una anatomía psíquica, señalando que habrá
experiencias que sí atraviesen por esa reacción motriz y lingüística evitando con ello la
presencia del síntoma, en lo que veo pertinente pensar ¿se trata entonces de una
estructura psíquica selectiva?¿De qué depende la selección de lo que ha de fluir en
reacción motriz o de lenguaje, y lo que ha de imprimirse como hecho traumático? Tendrá
esto que ver con lo que planteaba Nietzsche la lucha interna impuesta por la moral de lo
bueno y lo malo, la vida la muerte, lo mesurable, lo inmesurable, lo soportable y lo
insoportable. ¿Es aquí donde anticipa lo selectivo?   

 
Enlace permanenteMostrar mensaje anteriorResponder

Re: Foro de las lecturas inaugurales


de Alfonso Herrera - Saturday, 31 de October de 2020, 16:02
 
Hola Mónica.

Siempre es pobre nuestro acercamiento a lo psicoanalítico pero tu reflexión no lo es.


Cuando un hecho causa una impresión psíquica considerable, la tramitación motriz ayuda a
descargar algo de lo que -de otro modo- puede yugular subjetivamente a quien lo padece.
Pero si la descarga física no fuera posible (por inhibición, por parálisis momentánea, por
coagulación anímica -si se me permite decirlo así) entonces puede estarse poniendo en
marcha lo que después podrá derivar en un trauma.

Trauma, en psicoanálisis, define la resignificación de una vivencia –en un primer tiempo


inasimilable. Es decir, una determinada circunstancia puede vivirse en grado cero (sin
significación precisa), pero un segundo tiempo puede, en lectura retroactiva, hacerla
devenir traumática. El segundo tiempo se vuelve entonces primero (desde el punto de vista
lógico) y el que era el momento originario se vuelve segundo (traumático).

 
Enlace permanenteMostrar mensaje anteriorResponder

Re: Foro de las lecturas inaugurales


de Mónica Campos - Sunday, 1 de November de 2020, 17:21
 
Gracias Arturo, entonces idea de la causa que planteaba Freud, de algún modo tiene algo
de azaroso?, es decir entiendo ahora con lo que comentas en cuanto "pero si la descarga
física no fuera posible (por inhibición, por parálisis momentánea, por coagulación anímica"
que hay algo no determinante, una causa que no siempre tendrá el carácter de ser La
CAUSA. claro está que no podría ser desde la idea científica de causa-efecto, pero
entonces en qué sentido Freud buscaba ir a la causa?

 
Enlace permanenteMostrar mensaje anteriorResponder

Re: Foro de las lecturas inaugurales


de Alfonso Herrera - Sunday, 1 de November de 2020, 23:36
 
Hola Mónica.

Para Freud, los fenómenos psíquicos están sobredeterminados. Con lo que se infiere que
hay más de una causa concurrente.
En el caso del trauma, éste no se fija en el momento de una vivencia sola. Es el efecto de
dos vivencias: una que se padece y otra que resignifica la experiencia que se padeció.
Entre ambas vivencias puede mediar mucho tiempo.

Para Freud, el azar no opera. Es lo que conocemos con el nombre de determinismo: lo que
no está causado por lo consciente está determinado por lo inconsciente. Si te interesara
ahondar en el asunto, el capítulo XII de Psicopatología de la vida cotidiana está dedicado al
tema.

 
Enlace permanenteMostrar mensaje anteriorResponder

Reflexión a propósito de TÉCNICA-PSICOANÁLISIS


de Ezequiel Mir - Monday, 26 de October de 2020, 00:52
 
Muy buenas, navegantes

os adjunto unas reflexiones a propósito.

Saludos cordiales.

Ezequiel Mir Casas

 1ª Semana.docx

Enlace permanenteMostrar mensaje anteriorResponder

Re: Reflexión a propósito de TÉCNICA-PSICOANÁLISIS


de Alfonso Herrera - Monday, 26 de October de 2020, 13:32
 
 

Gracias Ezequiel por estos dos ensayos.

Comento algunas cosas:

Mencionas que la técnica es dominio de la economía productiva. Es verdad. 

En nuestro caso, la técnica psicoanalítica apunta a lo que se relaciona con la economía


subjetiva.
Existe por un lado la economía pecuniaria (la del dinero constante y sonante), y por otro la
economía libidinal. De la pecuniaria en su relación a lo libidinal nos ocuparemos cuando
abordemos la cuestión del dinero en psicoanálisis.

En este primer módulo, la técnica nos sirve para reflexionar sobre los recursos anímicos,
psíquicos del sujeto. Esos recursos (cuando se acude adonde un(a) analista, están
comprometidos o en déficit.

El analista (para comentar otro pasaje de tu ensayo) tiene que defender constantemente su
lugar porque siempre estará en riesgo de ceder a la tentación de ser amo, mentor,
consejero, orientador, confidente, confesor, etc. En cualquiera de esos sitio, ya no está en
el lugar del analista Es por eso que debe defender su posición todo el tiempo
salvaguardándose de sí mismo.

 Pero el psicoanálisis también debe preservar su lugar (no ha sido diferente desde que
nació): porque será siempre denigrado o cuestionado por la ciencia, porque rivalizará con
los fines de mercado a lo que no sirve, porque la justicia invocará los servicios de un
psicólogo o de un psiquiatra pero nunca de un psicoanalista para analizar un caso judicial,
porque un sujeto analizado amplía su margen de maniobra y eso no conviene a ciertas
inercias de control político, etc. Atendamos al hecho de que en los llamados países
totalitarios, el psicoanálisis no se ejerce o es minuciosamente vigilado.

En lo psicoanalítico se trabaja con el creer saber en dos sentidos (ambos de vía negativa):
porque lo que un(a) analizante cree saber sólo tapona y evidencia lo que quiere seguir
desconociendo; y porque el analista debe cuidarse de creer que sabe, porque lo único que
le está permitido saber es que nada sabe acerca de lo inconsciente que en una cura será
develado. Sí que debe saber de los procedimientos para develarlo pero no debe confundir
eso con saber sobre lo inconsciente mismo.

 
Enlace permanenteMostrar mensaje anteriorResponder

Re: Reflexión a propósito de TÉCNICA-PSICOANÁLISIS


de Manuel Dominguez - Tuesday, 27 de October de 2020, 02:04
 
Me llamaron la atención los términos de economía subjetiva y economía libidinal, y hacen
bastante sentido con lo dicho más adelante, es decir el empleo de los recursos anímicos y
psíquicos del sujeto, el manejo de sus necesidades y también la expresión de sus
demandas. Al mismo tiempo esta economía libidinal y subjetiva, o mejor dicho: subjetiva en
tanto que libidinal está directamente relacionada con el control político también
mencionado. Pareciera que cuanto menor conciencia de la economía subjetiva, mayor
control político hay. Escribo como si pensara en voz alta y no se, pero pienso que esto
puede relacionarse bastante con las teorías queer, por ejemplo. 

 
Enlace permanenteMostrar mensaje anteriorResponder

Re: Reflexión a propósito de TÉCNICA-PSICOANÁLISIS


de Alfonso Herrera - Tuesday, 27 de October de 2020, 12:13
 
Hola Manuel, compañeras.

Es tal como dices, Manuel: a menor conciencia y asunción de la economía subjetiva, mayor
biocontrol. Esto sucede así porque quien se vive en minusvalía anímica puede llegar a
traducir (casi como una consecuencia lógica) esa sensación de carencia en una economía
pecuniaria efectivamente rota. 

Es, entre otras cosas, lo que se trabaja en un análisis: ¿cómo encontrar la correspondencia
de determinados lugares que la economía global asigna (empleado, autoempleado, dueño
de negocio, inversionista) con marcos psíquicos concretos? Si pensamos que el 70 % de la
población mundial está en el primer caso (el de empleado), el biocontrol, por ejemplo,
opera al diseminar la certeza que eso es así única y exclusivamente por
razones objetivas (la falta de oportunidades, la desigual distribución de la riqueza,
condiciones jurídico-políticas legales aunque injustas, etc.). Todo esto tiene su parte de
verdad pero...¿qué hay de las (sin)razones subjetivas que imperceptiblemente se amoldan
a ese marco discursivo?

Por lo tanto, trabajar para otro(s) -en el sentido objetivo pero también subjetivo- nos lleva
en la vertiente filosófica que establece la diada del amo y el esclavo.

¿Qué tiene que ver esto con la obertura de nuestro curso, dirán ustedes? Mucho. Porque
cuando alguien acude adonde un(a) analista -estamos revisando el momento de las
bienvenidas a un determinado dispositivo-, espera encontrarse… con un analista, en
efecto; aquí es donde debemos estar advertidos de que ese lugar, el del analista, es el
opuesto al lugar del amo.

En los 4 discursos que Lacan propusiera (cinco con el discurso del capitalismo), dos de
ellos son el del analista y el del amo. Y la escritura de ambos se hace en espejo, para
demostrar que representan lo opuesto. Ya tenemos aquí un muy breve avance de la
dimensión política implicada en un proceso de análisis.

 
Enlace permanenteMostrar mensaje anteriorResponder

Algo más...
de Ezequiel Mir - Tuesday, 27 de October de 2020, 10:22
 
Muy buenas,

continuando con el viaje, dejo unas notas más.

Saludos.

Ezequiel Mir Casas

 Algo más....docx

Enlace permanenteMostrar mensaje anteriorResponder

Re: Algo más...


de Alfonso Herrera - Tuesday, 27 de October de 2020, 12:24
 
Hola Ezequiel, compañerxs:

A propósito del pasaje donde apuntas: “los hechos observados en la práctica pueden no
corresponder a la teoría”, debemos recordar que el corpus freudiano parte de la casuística:
es a partir de la experiencia clínica que las categorías son forjadas para dotar de
coherencia argumentativa a los fenómenos observados, sabiendo siempre que la lógica
discursiva distará siempre de lo sucedido en acto. Si la teoría no se ajusta a los hechos,
decía Charcot, pero para ella porque los hechos clínicos tienen  precedencia. Es ésa la
relación que guardan el psicoanálisis y la metapsicología: el primero es el brazo práctico de
la segunda, y ésta, la extensión conceptual del primero.

 
Enlace permanenteMostrar mensaje anteriorResponder

Re: Algo más...


de Mónica Campos - Friday, 30 de October de 2020, 21:38
 
Cuando Freud señala " Mis pacientes no podían menos que "saber" todo lo que de
ordinario sólo la hipnosis les volvía asequible, y mi asegurar e impulsar acaso apoyado por
la imposición de la mano, debía tener el poder de esforzar hasta la conciencia los hechos y
nexos olvidados" me hace pensar en un acercamiento importante al pensamiento de
Schopenhauer, ya que si el "hecho" es lo que adviene en la práctica psicoanalítica porque
no es impuesto por un diagnóstico como saber conocido, entonces es que lo que se busca
saber se esconde. En palabras de Schopenhauer es en la voluntad donde está el saber, y
no en otro lado. La voluntad es el velo que esconde el saber, el sujeto tiene un saber que
se esconde y del cual sólo él podrá dar cuenta. Es aquí, en ese acceder a lo que se
esconde, donde la técnica psicoanalítica tendrá lugar. 

 
Enlace permanenteMostrar mensaje anteriorResponder

Re: Algo más...


de Alfonso Herrera - Saturday, 31 de October de 2020, 16:15
 
Mónica, compañerxs:

Lo inconsciente es un saber, que por no saber que se tiene, se cree que se ignora
(Lacan dixit).

Quien consulta, no sabe que sabe; el analista sabe (bien) que no sabe. El dispositivo
analítico está dispuesto para que lo inconsciente -que pide ser dicho- sea develado.

Podemos encontrarnos con la paradoja de que el sujeto quiere saber, pero no lo desea.


Esto se explica porque el querer es consciente (y ahí es donde la voluntad tiene lugar) pero
el desear es inconsciente. (donde la voluntad nada puede).

De esta manera muchas veces queremos lo que no deseamos y deseamos lo que decimos
no querer. Hay siempre una distancia entre ambos mecanismos (tópica). Por ejemplo: se
puede querer un hijo y no desearlo. El deseo implicaría la crianza que precisa de toda una
vida; el querer implica algo de mucho menor rango (cumplir con una demanda social o
familiar, verbigracia).

Sobre el deseo (una de las categorías más evocadas y menos discutidas del psicoanálisis)
podemos apuntar que define todo intento de reviviscencia de una experiencia de
satisfacción originaria (y, por lo tanto, mítica). Sabemos que en el origen no hay hechos
históricos, sino mitos. Pero dado que nos reconocemos carentes (porque si nada nos
faltara no hablaríamos, no amaríamos, no demandaríamos nada, no anhelaríamos, no
buscaríamos un sentido en lo que somos o hacemos, etc.). Esa falta constitutiva nos hace
suponer de un modo lógico (es decir, retroactivo), la noción de unidad perdida, de
completud resquebrajada; al intento de suturar esa hiancia, esa cisura, la llamamos deseo
(que –como ustedes ven– es siempre nostálgico).

El límite de la hipnosis es que actúa a nivel preconsciente, es decir, la incidencia se queda


a medio camino entre el querer y el desear. Por eso es que su eficacia es de muy corto
aliento. Y esa es la razón por la que Freud renunció  pronto a esa herramienta de
intervención.

 
 
Enlace permanenteMostrar mensaje anteriorResponder

Re: Reflexión a propósito de TÉCNICA-PSICOANÁLISIS


de Sandy Roman - Wednesday, 28 de October de 2020, 13:47
 

1. Sobre la Economía.

Ya en las palabras y las cosas, Foucault ligaba la Economía política al psicoanálisis: llegó


afirmar que el acta de nacimiento de la Economía política se encuentra signada por Freud
al haber develado la esencia de la riqueza del lado del sujeto en su capacidad de
producir… en su cualidad deseante. Me parece que vale la pena considerar los estudios del
filósofo frances pues con él es posible retomar la pregunta por la fuerza que
encaminó/empujó a Freud a representar un espectro somático predominantemente
femenino, y en lo subsecuente, a la construcción de la técnica psicoanalítica: una voluntad
de saber que ejercía cotidianamente sobre el cuerpo social sus efectos.

La técnica psicoanalítica, siguiendo el hilo del pensamiento en Historia de la sexualidad, se


adeuda en medida a las fuerzas producidas por el intrincado desarrollo del capitalismo
industrial, la estructuración de los Estados modernos, y el nacimiento de la práctica
científica moderna (entiéndase ésta última como práctica discursiva en sentido
foucaultiano) que tuvieron lugar entre los siglos XVII y XVIII en la Europa occidental. Así,
desde sus inicios, y pese aquello que puede ser entendido como la voluntad singular de
Freud, se antoja creer la práctica psicoanalítica estaría bajo el pernicioso modo
de gobearnar/dis-poner aquella oscura región del inconsciente por y para las fuerzas
productoras tanto del Estado, del Capitalismo, como de las ciencias de la sexualidad
(considérese que para Deleuze, el capitalismo, siempre ha sido un capitalismo de Estado):
de ahí que para el caso sea válido tener presente en la discusión las categorías de
Economía política, Economía libidinal, Capitalismo, y Economía del saber. Del cuerpo
teórico de Foucault, y a decir de esto, debemos el término bio-control: bio-política: gobierno
de vida.

 
Enlace permanenteMostrar mensaje anteriorResponder

Re: Reflexión a propósito de TÉCNICA-PSICOANÁLISIS


de Alfonso Herrera - Thursday, 29 de October de 2020, 16:26
 
Totalmente de acuerdo, Sandy.

Foucault tuvo en los inicios de su obra una opinión muy favorable del psicoanálisis.
Después viró a la descalificación total.
Como pueden ver en las lecturas sobre el dispositivo, fue en un diálogo con Jacques-Alain
Miller (yerno de Lacan y legatario testamentario) que definió su concepción de ese
concepto.

Dejo aquí una referencia para quien se interese por la economía libidinal:

Jean François Lyotard. Economía libidinal [1975], Buenos Aires, Fondo de Cultura


Económica, 1990. 

 
Enlace permanenteMostrar mensaje anteriorResponder

Re: Reflexión a propósito de TÉCNICA-PSICOANÁLISIS


de Manuel Dominguez - Friday, 30 de October de 2020, 04:21
 
Interesantísimo tu aporte, Sandy y sobre todo el énfasis que haces en el desglose de las
estructuras que subyacen al Otro. Aquí es cuando también decontrucción y psicoanálisis se
emparentan y traigo a colación el comentario de Eduardo, cuando dijo que que la
deconstrucción echa mano de las prácticas propias del psicoanálisis ya que "solo dando
cuenta de la economía, la dinámica y la tópica de un proceso psíquico es posible hablar de
un análisis metapsicológico". 

Por otra parte, no comprendo y me gustaría que me explicaras un poco más a qué te
refieres cuando dices: "representar un espectro somático predominantemente femenino" 

Saludos. 

 
Enlace permanenteMostrar mensaje anteriorResponder

Reflexión a propósito de Heidegger


de Ezequiel Mir - Monday, 26 de October de 2020, 01:16
 
Aquí va otra aportación.

Saludos.

Ezequiel Mir Casas

 
 La pregunta por la técnica.docx

Enlace permanenteMostrar mensaje anteriorResponder

Re: Reflexión a propósito de Heidegger


de Alfonso Herrera - Monday, 26 de October de 2020, 13:54
 
Ezequiel, compañeras:

Cuando en psicoanálisis hablamos de técnica procuramos no pensar en una serie de


preceptos, directivas o recetas. Se trata de establecer un mapa general de lo que es
pertinente (o no) hacer en la dirección de una cura.

 En el tema de la técnica aparece la sintomática del psicoanálisis como práctica y de la


metapsicología como cuerpo teórico de esa praxis.

Nuestro punto de partida ha sido lo inaugurado por Freud porque la


palabra psicoanálisis  (lo mismo que el vocablo metapsicología) fueron forjados por él en
1896. Y como en psicoanálisis no hay diferencia entre práctica y teoría debemos concluir
que se trata de una práctica teórica en la que rigen ciertos principios.

Cuando hablamos de técnica también nos referimos a una orientación en el hacer, que sea
congruente con la lógica de lo inconsciente. Este tema será motivo de reflexión en muchos
momentos de este curso. ¿Por qué afirmamos que lo inconsciente opera con una lógica?
Porque funciona con las leyes de lo simbólico.

Por lo tanto, nuestro camino en la exploración de la técnica nos conducirá –no a encontrar
respuestas sino a formular las preguntas pertinentes para que lo inconsciente pueda ser
articulado.

¿Qué piensan ustedes?

 
Enlace permanenteMostrar mensaje anteriorResponder

Re: Reflexión a propósito de Heidegger


de Ana Marcela Juárez Albarrán - Tuesday, 27 de October de 2020, 12:31
 
Justamente como mencionas y a propósito de las lecturas me surgió la pregunta sobre
¿qué entender por psicoanálisis y quién esta autorizado a avalarlo como tal?  Coincidiendo
con lo que señalas, no existe un manual de procedimiento simplemente porque la
naturaleza del método no permite que así sea. Los efectos de los fenómenos discursivos
son inestimables y siempre impredecibles, pero no  por eso deja de existir un objetivo claro
en cuanto a la función del analista y creo entender que es ahí donde se juega el qué hacer
y la ética misma.  

 
Enlace permanenteMostrar mensaje anteriorResponder

Re: Reflexión a propósito de Heidegger


de Alfonso Herrera - Tuesday, 27 de October de 2020, 15:30
 
Hola Marcela.

Lo que comentas da pie a definiciones que exigen de una precisión y rigurosidad extremas:

Por psicoanálisis se entiende un método que busca develar la lógica del psiquismo
inconsciente. Develar en el sentido griego (Aletheia), categoría mencionada en la primera
lectura sobre Heidegger. Psiquismo porque el aparato psíquico que Freud conjeturó se
distingue en términos heurísticos de la mente y del cerebro (entidades que otras áreas de
saber eligen como superficie de inscripción). Inconsciente, entendiendo por ello algo
distinto a lo que conciencialismo aduce y traduce en lo que llamamos sujeto de la filosofía o
sujeto de la psicología. Ser sujeto de lo inconsciente es estar sujetado a un éxtimo (que
está en nuestro núcleo y es al mismo tiempo ajeno).

Lacan propuso (pensémoslo en castellano) que el analista se autoriza de sí mismo


(no por sí mismo). Es decir, no se trata de un acto arbitrario sino de un efecto de análisis: el
sujeto se autoriza de aquello que (en) su proceso analítico (se) efectúo.

Lacan propuso un rito específico: el pase. Lo que es una abierta contradicción con la
primera formulación antecitada. Porque si uno se hace autorizar por otros contradice en
esa verificación lo que en su análisis tuvo estatuto de efectuación (si me permiten decirlo
así). 
A este tema volveremos en detalle en los tramos finales del certificado pero está bien que
entreveremos los temas presentes con los finales e intermedios porque la secuencia
temática de este curso es sólo orientativa. Todo el tiempo haremos recorridos de amplio
espectro por las  categorías que sea preciso abordar.

 
Enlace permanenteMostrar mensaje anteriorResponder

El psicoanálisis es más bien cuestión antes que saber


de Ezequiel Mir - Wednesday, 28 de October de 2020, 02:04
 
Muy buenas de nuevo,

¿La práctica debería más bien invitar a los psicoanalistas a considerar las derivas
psicologizadoras y reduccionistas como un síntoma en la interfaz entre la sociedad y el
psicoanálisis, llegando a cuestionarse tanto una como el otro en una especie
de obsesión mutua? ¿Por qué el psicoanálisis tiene tantas dificultades para desarrollarse
en culturas distintas a Occidente? Este síntoma colectivo no es fácilmente descifrable con
las únicas herramientas del psicoanálisis.

Las obras de Derrida, donde tan a menudo se trata del psicoanálisis, ayudan a respirar un
poco frente a estas importantes cuestiones, ciertamente interrogan estas confusiones, pero
siempre tratan de deconstruirlas. Derrida subraya cuánto está expuesto el psicoanálisis a
perder su alcance «mesiánico», pero también llama, al mismo tiempo, a analizar esta
deriva desde adentro en lugar de condenarla. El interés por leer atentamente a Derrida
proviene del hecho de que, al no ser ni de la categoría de los analistas ni de los
analizantes, no estando en definitiva en este mundo que a veces está un poco cerrado
sobre sí mismo, se las arregla como filósofo para un conocimiento de los textos freudianos
o lacanianos sin reducir su alcance a un aumento del saber psicológico

Deconstruyendo pacientemente los textos analíticos, capta sus problemáticas, sus


debilidades, sus contradicciones. Lo que empuja a llevar más lejos, incluso más allá, la
elaboración analítica.

Saludos.

Ezequiel Mir Casas

 
Enlace permanenteMostrar mensaje anteriorResponder

Re: El psicoanálisis es más bien cuestión antes que saber


de Alfonso Herrera - Wednesday, 28 de October de 2020, 03:12
 
Hola Ezequiel.

Como ustedes saben, el psicoanálisis nunca pretendió erigirse como sistema (es decir,
como una teoría panóptica del todo). Como constructo, tiene sus callejones sin salida, sus
inconsistencias, sus aporías. Freud lo instrumentó como técnica y lo abstrajo como
metapsicología con fines muy precisos: aliviar el malestar de las neurosis (el caso del
presidente Schreber extiende ese horizonte a otro tipo de estructura por la vía literaria más
que específicamente clínica). Lacan extendió esa incidencia a las psicosis.

Lo dicho por el psicoanálisis no tiene carácter universal (no podría tenerlo). Cualquier
antropólogo sospecharía del vocablo universal (y Lévi-Strauss lo hizo de la manera más
enérgica objetando con argumentos monumentales la supuesta universalidad del Complejo
de Edipo). Lo mismo vale para las culturas que no han florecido al amparo del
judeocristianismo.

Pero todo lo anterior no obsta para que el psicoanálisis sea una de las entidades que con
más rigor abordan el problema de la subjetividad.

Derrida (y tantos otros) han sometido al psicoanálisis a una reflexión crítica desde las
instancias del psicoanálisis mismo. La desconstrucción es una de las variantes filosóficas
de lo que la metapsicología establece en términos conceptuales-clínicos: sólo dando
cuenta de la económica, la dinámica y la tópica de un proceso psíquico es posible hablar
de un análisis metapsicológico propiamente dicho.

Pero Lacan, Colette Soler, Jean Allouch e incluso Jacques-Alain Miller –insisto, entre
muchos otros – han aportado elementos de subversión instrumentando las herramientas
que Freud mismo nos legara.

Mientras las reflexiones sean de un nivel que no degrade la materia de la que se ocupan,
todas estas posturas críticas son bienvenidas (como las que todos ustedes tengan a bien
comentar en este curso). Porque –espero coincidan- el psicoanálisis es una cosa
demasiada seria como para dejarla sólo en manos de los psicoanalistas.

 
Enlace permanenteMostrar mensaje anteriorResponder

El psicoanálisis también se resiste a si misma…


de Ezequiel Mir - Wednesday, 28 de October de 2020, 05:37
 
De nuevo,
Es así como en Resistencias del psicoanálisis Derrida cuestiona el relativo fracaso del
impacto del psicoanálisis en el mundo actual. ¿Es esto, como se dice a menudo,
simplemente un efecto de la resistencia natural de todos al inconsciente y, por tanto, al
psicoanálisis? ¿O no es más bien un efecto de la resistencia del psicoanálisis a sí mismo?
Y en Estados de ánimo del psicoanálisis. Lo imposible más allá de la soberana crueldad,
especifica la naturaleza de esta resistencia

"La resistencia al psicoanálisis, en el mundo, [y]… la resistencia al mundo, en el interior de


un psicoanálisis que resiste también a sí mismo, que se repliega para resistirse, si se
puede decir, para inhibirse a sí mismo, de manera casi autoinmunitaria (…) El
psicoanálisis, en mi opinión, todavía no se ha propuesto, y por lo tanto menos aún ha
logrado, pensar, penetrar, ni cambiar los axiomas de lo ético, lo jurídico y lo político,
particularmente en esos lugares sísmicos donde tiembla el fantasma teológico de la
soberanía y donde se producen los acontecimientos geopolíticos más traumáticos,
digamos incluso, confusamente, más crueles de estos tiempos".

Saludos.

Ezequiel Mir Casas

 
Enlace permanenteMostrar mensaje anteriorResponder

Re: El psicoanálisis también se resiste a si misma…


de Alfonso Herrera - Wednesday, 28 de October de 2020, 06:03
 
Algunas de estas palabras fueron pronunciadas en el marco de algo que fue llamado "Los
estados generales del psicoanálisis". Y, como se sabe, hablar de "estados generales"
evoca en lo político a un momento de crisis.

Pero, ¿ha habido algún lapso en que el psicoanálisis no haya estado en crisis?

 
Enlace permanenteMostrar mensaje anteriorResponder

Re: El psicoanálisis también se resiste a si misma…


de Ezequiel Mir - Wednesday, 28 de October de 2020, 06:43
 
Pues sí.. Y como has dejado entrever en algún momento, el psicoanálisis puede
convertirse en una ideología cerrada, aprisionada en un saber cerrado…
No colocándose como analizante, que nunca lo ha sido, sino como filósofo, Derrida invita al
psicoanálisis a salir de su matriz y encontrar más allá de los callejones sin salida actuales
la esencia del discurso freudiano (¡si es que la tiene!), realizar un análisis deconstructivo de
textos tanto entre los partidarios del psicoanálisis como entre sus detractores (textos que
no son necesariamente textos escritos, o bien un escrito que no es reducible a lo que
habitualmente escuchamos bajo este término). Lector atento e infatigable de la obra de
Freud, identifica la extrema novedad del enfoque, pero también los vacíos, las íntimas
contradicciones, que suele dejar al margen un lector apresurado o bajo influencia, lo que es
excluido y sin embargo evidentemente presente para un lector informado y no cómplice, y
luego busca el rastro de estos apartados en los herederos (psicoanalistas e instituciones
psicoanalíticas).

Porque si Freud aclara claramente los mecanismos de la dominación, si lo teoriza de


manera magistral, también lo repite él mismo poniendo en marcha un fabuloso linaje
teórico-práctico e institucional al servicio de la herencia de su obra. Depende de nosotros,
con la ayuda de Freud, saber cómo deconstruirlo.

Es a través de esta vía de deconstrucción de la ideología analítica que mejor lograremos


continuar la aventura del psicoanálisis, que continuaremos inventando la teoría y la práctica
del análisis a medida que avanzamos.

Derrida invita al psicoanálisis a abordar como prioritario el tema general de la «crueldad»


(una obvia referencia a su trabajo sobre Antonin Artaud), e incluso hace del psicoanálisis la
única vía que daría, si no saber, pensar, o al menos interrogar lo que podría significar esta
extraña y familiar palabra de crueldad. Podría hacerlo sin coartada moral, filosófica o
teológica. Así, daría a entender cómo esta crueldad universal, permanente, absoluta, es
identificable a minima en todos, incluso en sus contrarios (la amistad, el amor, la
generosidad, etc.), mientras que sólo se denuncia generalmente en sus excesos
sanguinarios, torturantes o tiránicos.

Saludos.

Ezequiel Mir Casas

 
Enlace permanenteMostrar mensaje anteriorResponder

Re: El psicoanálisis también se resiste a si misma…


de Santiago Rueda - Thursday, 29 de October de 2020, 09:47
 
Me parece interesante interrogar si el psicoanálisis está llamado a ejercer una influencia
que cambié el mundo o por el contrario su lugar es el de ir un tanto a contrapelo de la
corriente de la historia. Por otra parte el psicoanálisis es ¿la teoría, su práctica, los
analistas, las instituciones psicoanalíticas? ¿Todas ellas?  No queda claro a qué nos
referimos con el psicoanálisis cuando pretendemos que tenga un cierto alcance.
Evidentemente sí pensamos en las neurociencias, tampoco tengo claro que es
exactamente lo que impulsa sus efectos sobre la cultura, quizás es toda una red de
discursos entre los que campos aparentemente ajenos como la capacidad de cómputo
informático son los que producen más gravedad en sus efectos.

Gracias por el comentario

 
Enlace permanenteMostrar mensaje anteriorResponder

El psicoanálisis también se encierra fácilmente en una lógica de poder...


de Ezequiel Mir - Thursday, 29 de October de 2020, 11:50
 
Muy buenas,

A través de situaciones tan diferentes a primera vista como la conducción de una cura, el
dominio pedagógico de un saber, el ejercicio de las funciones parentales, el trabajo
asociativo o la política, siempre está la cuestión del poder en algún lugar, un poder que
debe ejercerse, pero al mismo tiempo un poder que siempre debe ser deconstruido en su
posible crueldad. Si, por supuesto, el psicoanálisis permanece siempre en el punto de
encuentro del malestar individual y la cura de los síntomas neuróticos, si siempre los remite
a una historia singular, a los significantes que lo representan y a la repetición
transgeneracional, no puede desinteresarse por las condiciones sociales e históricas en las
que han surgido traumas o disfunciones (pobreza, guerras, exclusión, sistema económico,
etc.). Si el psicoanalista sabe más que cualquier otro que la repetición no se libra tan
fácilmente, que la generosidad o la conveniencia de los deseos, no más que la condena de
los errores, no bastan para cambiar una situación, también debe saber que hay condiciones
mínimas para que la vida pueda mantenerse y que puedan advenir el Sujeto, el Deseo, el
Yo. Así, por ejemplo, las exigencias del analista sobre el pago de las sesiones a veces
pueden reforzar esta lógica del poder financiero y solo repetir un trauma.

Saludos.

Ezequiel Mir Casas

 
Enlace permanenteMostrar mensaje anteriorResponder

Re: El psicoanálisis también se resiste a si misma…


de Alfonso Herrera - Thursday, 29 de October de 2020, 16:14
 
Hola Santiago:
 

Freud decía que el psicoanálisis es inepto para solucionar de manera unitaria los
problemas de la existencia.

Ver: Conferencia 35 en:

https://www.bibliopsi.org/docs/freud/22%20-%20Tomo%20XXII.pdf

Ya es bastante, decía Freud, si logramos mudar la miseria neurótica en infortunio ordinario


(v. Estudios sobre la histeria).

 
Enlace permanenteMostrar mensaje anteriorResponder

Re: Reflexión a propósito de Heidegger


de Manuel Dominguez - Friday, 30 de October de 2020, 04:00
 
Estimado Eduardo, estimados, compañeros. 

He seguido cada una de las lecturas y respuestas y tengo algunas dudas: 

¿A qué se refiere cuando se menciona que el analista se autoriza de sí mismo y no por sí


mismo. No me queda clara la diferencia. ¿En qué texto menciona eso Lacan? 

También me gustaría recomendaciones bibliográficas para ahondar en el tema del


presidene Schreber y en la diferencia entre metapsicología y psicoanálisis. 

Muchas gracias de antemano. Saludos. 

 
Enlace permanenteMostrar mensaje anteriorResponder
Re: Reflexión a propósito de Heidegger
de Alfonso Herrera - Friday, 30 de October de 2020, 06:07
 
Hola Manuel.

Puedes encontrar esa expresión de Lacan en 3 lugares:

a) El Seminario, libro XXI, Los no incautos erran (1973-1974). Inédito

b) Radiofonía y Televisión (Anagrama)

c) Textos institucionales. "Sobre la experiencia del pase". (Ornicar? 1)

La traducción que propongo del seminario XXI no es la canónica (regularmente se


traduce "Los no incautos yerran". Propongo erran porque Lacan refiere 2 sentidos : que los
incautos se equivoquen (yerren) y que deambulen extraviados (erren). Si optamos por la
segunda posibilidad, en castellano conserva el equívoco porque errar es equivocar y
deambular. En cambio la palabra "yerran" sólo permite un solo sentido.

Como dije, el analista se autoriza a sí mismo, no en un acto arbitrario, sino apoyado en el


resultado de un proceso de análisis que ya tuvo lugar. 

Sobre la diferencia entre psicoanálisis y metapsicología, subiré un documento en este


mismo foro, porque es una inquietud que ya han manifestado otrxs compañerxs.

PS: ¿Eduardo?

 
Enlace permanenteMostrar mensaje anteriorResponder

Re: Reflexión a propósito de Heidegger


de Mónica Campos - Friday, 30 de October de 2020, 21:05
 
Ana, me resuena tu comentario sobre ¿Qué entender por psicoanálisis?

en mí también fue una pregunta que estuvo dando vueltas mientras realizaba las dos
primeras lecturas. Conforme avanzaba en ellas, fui invitada a hacer un trazo de ideas
sueltas, pero que quisiera compartir. 

La pregunta es ¿Qué entender por psicoanálisis? o ¿Qué entender por la clínica


psicoanalítica? o ¿Qué entender por la práctica psicoanalítica? o ¿Qué entender por
técnica psicoanalítica?, ¿Son todas preguntas diferentes, que apuntan a lugares diferentes,
como generalmente sucede en el campo de las disciplinas de índole científico en las que se
logran grados de especialización que conforme esto avanza requiere incorporar más
elementos que categorizados que habrán de darle validez? Si el psicoanálisis ha apuntado
para otro lado, que lo aleje de lo científico, entonces ¿será que el psicoanálisis sólo está en
la clínica, en la práctica y en la técnica, en todas a la vez y sólo en el momento en que
estás ocurren?

De ser así, y forzando el peso histórico de cómo llega Freud a su encuentro con el
psicoanálisis, desde un espacio clínico-médico, en el cual priorizo experiencia dada en la
praxis y en la cual, sólo en ella, se posibilita la técnica. Será entonces que se pueda pensar
que el psicoanálisis se posibilita en la clínica, se configura en la práctica y opera en la
técnica?

 
Enlace permanenteMostrar mensaje anteriorResponder

Re: Reflexión a propósito de Heidegger


de Alfonso Herrera - Saturday, 31 de October de 2020, 17:25
 
Hola Mónica. Planteas las preguntas más importantes en lo que a los propósitos de este
curso se refiere. 

Vamos al lío:

El psicoanálisis es una praxis que acomete la subjetividad desde una perspectiva crítica de
los criterios conceptuales, doctrinarios, metodológicos, teóricos y estrictamente técnicos
que le son propios… siempre provisoriamente. Por lo anterior, es que afirmamos que el
psicoanálisis es una práctica teórica.

Pero esta definición que propongo debe ser desmenuzada:

Por psicoanálisis se designa un método de investigación de lo psíquico inconsciente.

También se entiende con este término una práctica terapéutica. Therapéin significa


atender, cuidar (en el sentido que Lacan retoma de su sentido etimológico: “hacerse cargo
de…”, como habíamos mencionado ya. Therápeuma era antiguamente el cuidado del
cuerpo.(Colette Soler ha llamado la atención sobre el hecho de que Freud haya bautizado
así su método (análisis del alma, de la psique) cuando el psicoanálisis implica de manera
fehaciente al cuerpo. Lacan definió el síntoma como un acontecimiento del cuerpo en 1975,
y hay todo un campo de investigación que podríamos denominar la biología lacaniana. Pero
este es ya otro tema.)

Por clínica psicoanalítica entendemos una praxis basada en la escucha. Este


desplazamiento de la exploración y la mirada( que asociamos a la clínica médica) a una
clínica de la escucha, es el gran giro epistémico que lo psicoanalítico representa.

“Técnica del psicoanálisis” es, en primer lugar, un sintagma, una combinación o asociación
de palabras. A veces un sintagma deviene oxímoron porque asociamos dos términos
contradictorios: “el ecuánime fanatismo”, “el leal traidor” (modo en que Heidegger lee a
Nietzsche), “la oscura evidencia”, etc. “Técnica psicoanalítica”,  ¿es un oxímoron, un
sintagma sospechoso? En cualquier caso debe evitarse el absurdo de creer que sólo por
hablar de técnica del psicoanálisis ya se conoce aquello que se nombra.

“Técnica del psicoanálisis” es entonces un sintagma que da a entender que la praxis en


cuestión está vertebrada por principios que le dan razón y propósito.

¿Cuál es entonces esa razón?: querer dar cuenta de una fenoménica que fuerza a la
conjetura de una anatomía psíquica (distinta a la anatomía física donde se pesquisan
causas que derivan en enfermedades infecciosas, tumorales o degenerativas). ¿Cuál el
propósito?: develar procesos inconscientes que evidencian que hay un saber sin sujeto.

De modo que hablar de técnica del psicoanálisis presupone que hay racionalidad que
subyace a lo que se hace. Ése es el objetivo de este seminario: explicitar esa racionalidad.
Recuerden que detrás de la jactancia de un psicoanalista que no da cuenta de las razones
y de los propósitos de su práctica, siempre hay una duda.

El inconsciente es el fundamento de la técnica psicoanalítica. La esencia del psicoanálisis


está en hacer manifiesto lo oculto. “Hacer trabajar lo reprimido para que se produzca algo
que no estaba” decía Freud. ¿Es el inconsciente el bloque de mármol que hace aparecer
una estatua entre muchas posibles, o es un estanque lleno de peces que hay que sacar de
uno en uno? El inconsciente es ahí lo que habrá sido después del trabajo. A este tiempo se
lo denomina futuro anterior.
 

Se trata de requerir (recuerden a Heidegger), de hacer advenir la palabra para que se


devele algo que no le pertenece a la palabra: lo real, que es el trasfondo de una práctica
lenguajera. Lo real es lo que falta en la articulación de la palabra. No hay forma de evocar
lo real sino a través de la palabra. La palabra es técnica, dice Heidegger. Es por eso que el
inconsciente es indisociable de la técnica que lo hace surgir. Dice Lacan: “El inconsciente ni
es ni no es; es del orden de lo no realizado”. ¿No señala aquí Lacan el camino de la técnica
psicoanalítica?

¿Cuál es la causa en psicoanálisis? Esta es la cuestión de la técnica. Para Platón, la causa


es la razón por la que una cosa es lo que es. Para Aristóteles, la episteme era conocer las
causas por las que las cosas son lo que son y sin las cuales las cosas no son nada. (Dios,
¿es la causa de todo?).

Como Heidegger nos recordaba en su pregunta por la esencia de la técnica, evocando a


Aristóteles, hay cuatro modalidades de la causa: material, formal, final y eficiente.

Lacan propone:  Causa material: el Psicoanálisis

                                 Causa formal: la Ciencia

                                Causa final: la Religión

                                Causa eficiente: la Magia

La magia “es la verdad como causa bajo su aspecto de causa eficiente” (Jacques
Lacan. Escritos, “La ciencia y la verdad”, p.850). Invoca a la Cosa para que responda y es
el significante el que responde al significante (Ibídem, p.849). En psicoanálisis hablamos de
la Cosa como el objeto del deseo por excelencia.

En la Religión, “el religioso le deja a Dios el cargo de la causa [pero] con ello corta su
propio acceso a la verdad […] la verdad no aparece sino como causa final; en el sentido de
que es trasladada a un juicio del fin del mundo” (Ibídem, p.851).

 
En la ciencia, “la incidencia de la verdad como causa […] debe reconocerse bajo el aspecto
de la causa formal” (Ibídem, p.853).

En psicoanálisis, la causa es el objeto en tanto que falta. Es ese su elemento motor: la


incompletud de lo simbólico (la verdad no puede decirse toda); la castración de la madre; la
no existencia del metalenguaje (no puede hablarse convenientemente del lenguaje mismo);
la castración, etc. El mundo prolifera como efecto del deseo, por lo que no hay. Por tanto,
en psicoanálisis la incidencia del significante remarca su causa material.

Con lo que podemos hacer otra subdivisión.

En psicoanálisis:

•   Causa material: la palabra, el discurso, el lenguaje (ese mármol de los psicoanalistas).
Ahí donde la palabra tiene todos los poderes. El lenguaje que produce la sexuación. (En
psicoanálisis, por sexuación se entiende un posicionamiento psíquico que el sujeto guarda
ante aquello que no es ni tiene.)

•   Causa formal: el dispositivo (einrichtung: que pone en movimiento; lo efectivo). Se


necesita analista analizado a su vez.

•   Causa final: la cura. El “hacerse cargo de...”. La modificación del lugar del sujeto en el
discurso. El paso del lugar del agente histérico al agente del analista (evoco aquí dos de los
5 discursos propuestos por Lacan, el de la histérica y el del analista, a los que volveremos
más adelante). Que el sujeto se haga cargo de su deseo y de las consecuencias de su
deseo.

•   Causa eficiente: deseo del analista (como aquello que constantemente anima y trabaja
en la cura).

  
Es la unión aristotélica de las cuatro causas lo que permite tener idea de cómo se trabaja
en psicoanálisis. Así, poner en acción al inconsciente es positivizarlo. Se trata de una
producción provocadora que hace hablar.

Es esta una respuesta aproximativa y evidentemente incompleta.

Pero en este grupo hay compañeros médicos y psicoanalistas que podrán aportar
posiciones que complementen (o diverjan de) lo dicho .

 
Enlace permanenteMostrar mensaje anteriorResponder

Re: Reflexión a propósito de Heidegger


de Arturo Gerard - Sunday, 1 de November de 2020, 16:36
 
‘per via di porre, per via di levare’
..a propósito de que, el inconsciente es el bloque de mármol que hace aparecer una
estatua entre muchas posibles... En la idea del escultor y el pedazo de mármol, la causa
material sería el mármol; la causa formal, la idea del escultor que se traduce en una
determinada figura; la causa final, el producir lo bello; y la causa eficiente, la actividad del
escultor.

‘per via di porre, per via di levare’ Tomado de las obras completas de Sigmund Freud en su
tomo VII de Amorrortu Editores en el año de 1905. Es una oración que Leonardo da Vinci
da a las artes para poder entenderlas, refiriéndose a lo que corresponde tanto a la pintura
como a la escultura. En este texto se nos propone ciertamente que la práctica hipnótica y la
psicoanalítica son totalmente excluyentes. Para ello tomaré en cuenta la redacción que nos
propone S. Freud en su artículo ‘Sobre psicoterapia’ presentado en dicho tomo y que nos
explica con claridad esta acumulación de teorizaciones. Cito a Freud: “La pintura, dice
Leonardo, trabaja ‘per via di porre’; en efecto, sobre la tela en blanco deposita
acumulaciones de colores donde antes no estaban; en cambio, la escultura procede ‘per
via di levare’, pues quita de la piedra todo lo que recubre las formas de la estatua contenida
en ella. De manera en un todo semejante, la técnica sugestiva busca operar ‘per via di
porre’; no hace caso del origen, de la fuerza y la significación de los síntomas patológicos,
sino que deposita algo, la sugestión, que, según se espera, será suficientemente poderosa
para impedir la exteriorización de la idea patógena. La terapia analítica, en cambio, no
quiere agregar ni introducir nada nuevo, sino restar, retirar, y con ese fin se preocupa por la
génesis de los síntomas patológicos y la trama psíquica de la idea patógena, cuya
eliminación se propone como meta. Por este camino de investigación, ha hecho avanzar
muy considerablemente nuestros conocimientos. Si abandoné tan pronto la técnica
sugestiva y, con ella, la hipnosis, es porque dudaba de poder hacer una sugestión tan
fuerte y resistente como se requería para una curación duradera. En todos los casos
graves, vi cómo la sugestión introducida volvía a desmoronarse, y entonces reaparecían la
enfermedad misma o un sustituto de ella. Además, reprocho a esta técnica que nos impide
penetrar en el juego de las fuerzas psíquicas”.

 
Enlace permanenteMostrar mensaje anteriorResponder

Re: Reflexión a propósito de Heidegger


de Mónica Campos - Sunday, 1 de November de 2020, 17:34
 
Gracias Arturo. Antes de ver esto que comentas aquí en mi participación que está más
arriba tu respuesta justo me llevó a preguntar por la causa en el psicoanálisis y con todo
esto que comentas tengo mucho que pensar.

 
Enlace permanenteMostrar mensaje anteriorResponder

Re: Reflexión a propósito de Heidegger


de Carlos Lázaro - Tuesday, 27 de October de 2020, 15:34
 

A mi entender la técnica y debido, creo, al acceso al deseo de analista afirmado en el


transcurso del propio análisis y, mucho antes en algún lugar fantaseado, es una
delimitación al goce. Más bien es una atención al goce, si estás en eso no estás en esto.

Tanto es así que un desconocimiento de la técnica puede ser mas perjudicial que un
desconocimiento de la teoría, pues al ser la trasferencia el sostén de lo que en el
dispositivo ocurre, la técnica sostiene en el deseo del analista que su goce, su fantasma
estén jugándose solo de su lado lo más posible.

 
 
Enlace permanenteMostrar mensaje anteriorResponder
Re: Reflexión a propósito de Heidegger
de Carlos Lázaro - Tuesday, 27 de October de 2020, 15:47
 
Perdonar por el tamaño de la letra.

 
Enlace permanenteMostrar mensaje anteriorResponder

Re: Reflexión a propósito de Heidegger


de Alfonso Herrera - Wednesday, 28 de October de 2020, 02:54
 
Hola Carlos, compañerxs:

Es verdad que se puede pensar la técnica como un límite al goce, tanto del (de la)
analizante como del (de la) analista.

En el costado de quien consulta, porque el analista tiene como uno de sus propósitos
favorecer el deseo y no el goce. Para ello cuenta con múltiples herramientas tácticas
(silencio, escansión, vacilación calculada de la neutralidad, abstinencia, y un muy largo
etcétera que iremos desglosando en este curso).

Del lado del (de la) analista, la técnica también pone un tope al goce por cuanto
suponemos que ese(a) analista ha sido analizado. Con lo que  -luego de aprender las
técnicas de lo analítico- no puede sino concluir que ética y técnica son una y la misma
cosa: en la técnica converge el instrumental operativo de su deseo como analista (es decir,
el deseo de que un análisis tenga lugar, que se efectúe). Y ese deseo establece el marco
de una ética (la de instar a una resubjetivación en quien consulta).

Sólo instar, ojo. Porque un analista siempre dirige una cura, nunca al paciente.

 
Enlace permanenteMostrar mensaje anteriorResponder

Re: Foro de las lecturas inaugurales


de Santiago Rueda - Thursday, 29 de October de 2020, 02:31
 
 

Algunas reflexiones efecto de la lectura:

En lo personal encuentro refrescante volver a la “prehistoria” del psicoanálisis,


reconociendo  en el texto y en sus misivas, la posición de un Freud que inicia su recorrido
en la búsqueda que lo llevará al psicoanálisis y al inconsciente. Rescato de este momento
la pregunta por el “saber” del que se sirve el síntoma y que en ese momento está
atravesado por el enigma que plantea la hipnosis.

Me pregunto ¿de qué saber se trata? Me hizo pensar en el caso paradigmático (no sé qué
tan común) de la parálisis de guante, que muchas veces se utiliza en las facultades para
mostrar este desencuentro entre el cuerpo biológico y el psíquico. 

“La histeria ignora tanto el sistemas nervioso, como nosotros antes de que la
conociéramos.” Freud se dirige a los médicos que ahora conocen bien de qué va el sistema
nervioso. Pero, sí sé cómo funcionan los nervios de mi brazo. ¿Puedo a pesar de ello tener
una parálisis de guante?, ¿dejaría de tenerlo por saber su imposibilidad biológica?,
¿Realmente lo llegamos a saber por leerlo en un libro, una clase de anatomía, la
explicación del terapeuta, el seminario de Lacan? o hace falta abrir la carne para
comprobarlo, nuestra propia carne? 

Todo esto me interroga por qué tipo de saber es ese que muestra el truco del síntoma y lo
deshace, del que podemos servirnos en la clínica con nuestros pacientes.

Me interroga también ese “saber de siempre” que parece que nunca lo he aprendido: de
que tengo una mano; que seguramente se inscribe en el momento de nombrarla. Supongo
que es un tema para tratarlo más adelante en el curso.

Por otra parte, respecto a la cuestión de la técnica. Parecería que a pesar de que la
transferencia se instala ya desde el primer encuentro, incluso desde el lugar de quién viene
la referencia, el curso del análisis no se da de por sí. Hace falta una cierta manera de
proceder para provocar el análisis o un efecto terapéutico, este proceder, sin embargo, no
se circunscribe a lo que podría ser un proceso, replicable en todos los casos como se
esperaría de la lógica física de la causa-efecto. 

Este “cierto proceder” incluso en las fases más diagnósticas que podrían ser susceptibles
de manual, requieren un abordaje que parece estar más del lado de un cierto “arte”. Me
hace pensar en técnicas como la fotográfica que requiere un manejo y apropiación de la
mecánica de la cámara (tiempo y apertura, cómo en el inconsciente), y un saber sobre la
composición, la luz, etc. Pero, que sin embargo no es suficiente para sacar una buena foto.
Hay un plus en lo que podríamos llamar una buena foto que escapa al saber que puede ser
transmitido en un curso de fotografía. Me pregunto igual sobre cómo opera este “cierto
proceder” y cómo formalizarlo para evitar su banalización o su empuje al terreno del
cientificismo técnico.

Me interesa este saber aplicado especialmente al “arte” de lograr el giro de  implicar
subjetivamente al paciente con la demanda que lo trae a consulta.
Hasta aquí algunas de mis reflexiones, no me he detenido demasiado en la rigurosidad
teórica, por lo que seguramente habrá mucho que puntualizar y afinar en mis preguntas y
comentarios. Espero que sume a la reflexión y continuar con el trabajo que nos implica.

Saludos,

Santiago,

 
Enlace permanenteMostrar mensaje anteriorResponder

Re: Foro de las lecturas inaugurales


de Ezequiel Mir - Thursday, 29 de October de 2020, 12:30
 
De nuevo,

Los psicoanalistas, en su lugar específico de analistas, son confrontados constantemente a


las aporías, a su práctica, a sus múltiples referencias teóricas. Así que, como cada uno de
nosotros en nuestra vida personal, se ven conducidos a elecciones complicadas y, por lo
tanto, responsables. Por un lado, deben aprender a rechazar ese papel de experto en la
plaza pública que se les quiere dar o que con demasiada frecuencia se atribuyen porque
les halaga, les consuela del silencio de la cura, o porque no creen que puedan hacer otra
cosa. Por lo tanto, deben escuchar la pregunta individual y colectiva que se les plantea,
pero por otro lado, aprender a rechazar el producir un conocimiento absoluto a cambio,
explicar que no pueden ser, como a veces gustaría, «el psicoanalista de turno», el que
tendría, como tal, la respuesta a todo. Si bien está claro que no siempre pueden recusarse,
si también deben responderse cuando puedan a preguntas específicas, lo harán ante todo
como psicólogo, psiquiatra, filósofo, sociólogo o sencillamente como ciudadano. Y tan
pocas veces como sea posible, en base a su propia experiencia personal y profesional de
la cura, en nombre de una práctica de psicoanalista que es, por naturaleza, subjetiva.

Porque, estrictamente hablando, nunca hay objetividad en el psicoanálisis. Este rumbo es


difícil de mantener en público, mantener fuera la verborrea y el mutismo. Esta exigencia de
rigor será tanto más fructífera en sus efectos cuanto que las declaraciones del psicoanalista
se cuidarán de no dar una respuesta definitiva sobre la base de conocimientos teóricos
pasados, sino que abrirán un cuestionamiento diferente, inesperado, fruto de una escucha
diferente y actual a los problemas de nuestro tiempo. De lo contrario, el psicoanálisis
acabará pareciéndose a esas personas que creen saberlo todo sobre la existencia y que
divagan dando lecciones a los demás con el pretexto de que su edad les ha dado la
experiencia. Uno termina huyendo de ellas y un día se encuentran solas.
Si el psicoanálisis quiere permanecer joven en su cuestionamiento, seguir ayudando y
curando en el mundo actual, debe, antes de ser un saber adquirido, una pedagogía, una
moral, inventarse constantemente en un nuevo estilo, iniciar nuevos gestos. Debe seguir
sabiendo que no sabe y que ese es el precio de escuchar algo de la escena del
inconsciente. Un arte, por tanto, que no reproduce el terror.

Saludos

Ezequiel Mir Casas

 
Enlace permanenteMostrar mensaje anteriorResponder

Re: Foro de las lecturas inaugurales


de Carlos Lázaro - Saturday, 31 de October de 2020, 04:13
 
saludos,

decir algo desde un saber del psicoanálisis es bien distinto que hacerlo desde un saber por
el psicoanálisis. Este ultimo lugar nos obliga con responsabilidad a callar y por
responsabilidad a decir.

Carlos Lázaro.

 
Enlace permanenteMostrar mensaje anteriorResponder

Re: Foro de las lecturas inaugurales


de Alfonso Herrera - Thursday, 29 de October de 2020, 15:08
 
Santiago, compañerxs:

 En efecto, es el marco discursivo lo que dota de existencia  y realidad a las cosas. No es
que las cosas no existan: es que las cosas acceden a la ex - sistencia al nombrarlas.

Ustedes saben que la primacía de una realidad factual es algo discutible; lo que es
indiscutible es que hay tantas realidades psíquicas como sujetos. “Cada realidad se funda y
se define con un discurso” (Lacan, Seminario XX, Aún), de modo que las cosas no son
como son, las cosas son como somos. De ahí que Wittgenstein  afirme: “Los límites de mi
lenguaje significan los límites de mi mundo” (Tractatus 5.6). El síntoma de origen psíquico,
como artefacto del goce, también está hecho de palabras perimidas.
Ese savoir fair (saber hacer) en términos poiéticos que mencionas, fue enfatizado por
Lacan: el psicoanalista puede no saber lo que dice pero tiene que saber lo que hace.

 
Enlace permanenteMostrar mensaje anteriorResponder

Re: Foro de las lecturas inaugurales


de Arturo Gerard - Thursday, 29 de October de 2020, 03:08
 
Comentario, sobre lo leído y lo comentado.
Resulta de suma importancia el repaso histórico de los fundamentos del psicoanálisis, la
tan bien lograda síntesis que hemos leído y las lecturas complementarias, permite
remitirnos a los orígenes de la técnica en contexto, es decir, recordar, historizar el
psicoanálisis. Ceñirnos a la historia tal cómo Freud la concibió, es requerido, pero no
exclusivo. Como ya lo ha hecho patente Paul Laurent Assoun (1976 y 1981) analizar al
psicoanálisis desde el discurso original del que emerge, sin que este análisis sea exclusivo
a él; esto es, a partir de la sistematización de las argumentaciones en torno a la
conceptualización y propósitos que el mismo Freud le asigna a su propia creación –
pero- sin intentar justificarlo ideológicamente ni pretender ajustarlo a los requerimientos de
un sistema determinado.

Ezequiel sugiere realizar un análisis deconstructivo y, coincidiendo con Alfonso en que, el


psicoanálisis es una cosa demasiada seria como para dejarla sólo en manos de los
psicoanalistas, me inscribo para dar paso a discusiones, interdisciplinarias, pero también
clínicas, que confirmen o refuten las tesis planteadas, aquello que dé lugar a la reflexión de
nosotros, psicoanalistas o no, sobre la eficiencia y vigencia de la práctica clínica
psicoanalítica, con base en un análisis crítico de los fundamentos y a la luz de la propia
metodología de investigación del psicoanálisis, tanto como a los resultados que este ha
dado al mundo.

¿Por qué sugiero enfatizar la eficiencia y vigencia de la práctica clínica? Por tomar ideas de
otras lecturas sobre el tema que nos atañe y entre otras razones, porque si pasamos
revista a la literatura psicoanalítica reciente, no podremos evitar una inquietante conclusión:
los miembros de la comunidad psicoanalítica internacional, nos encontramos divididos por
un desacuerdo fundamental respecto de la naturaleza de nuestra disciplina. Los
cuestionamientos sobre esta particularidad del psicoanálisis alcanzan un carácter
epistemológico, vinculado frecuentemente con una insistencia en ubicar a esta disciplina
dentro de un modelo determinado, sea positivista, sea hermenéutico, sin que pueda ser
ajustado plenamente a las herramientas y procedimientos de uno u otro. Lo mismo puede
observarse en los congresos psicoanalíticos, sean ellos locales, regionales o
internacionales, y en los entusiastas intercambios que se dan en el Grupo de Discusión en
Internet del International Journal of Psycho-Analysis o aquí mismo, en una certificación. ¿Y
cuál es el parteaguas de esta controversia? Pues nada más, ni nada menos, que la ya
clásica disputa entre los investigadores y los terapeutas.
Esta polémica no es nueva. Por lo contrario, viene dándose desde los orígenes del
psicoanálisis. Ferenczi y Rank lo señalaron claramente en su libro de 1922 sobre El
desarrollo del psicoanálisis, al hablar de “El efecto recíproco de la teoría y la práctica.” Allí
nos dicen que: “El análisis ha presentado, desde sus comienzos, dos aspectos bien
diferentes que entran permanentemente en contacto, se superponen y entrecruzan, y todo
depende del ángulo desde donde lo vemos. Si uno considera a la técnica analítica como un
medio para encontrar nuevos hechos y conexiones psicológicas, es decir, para la
investigación de la vida mental, podrá decir entonces que su valor terapéutico es
puramente accidental. Si, por lo contrario, la ve desde el punto de vista de la terapia, los
resultados científicos serían bienvenidos como un deseable subproducto (Ferenczi y Rank,
1922, pág. 46).

Alfonso señala que, “el corpus freudiano parte de la casuística: es a partir de la experiencia
clínica que las categorías son forjadas para dotar de coherencia argumentativa a los
fenómenos observados, sabiendo siempre que la lógica discursiva distará siempre de lo
sucedido en acto. Si la teoría no se ajusta a los hechos, decía Charcot, peor pero para
ella porque los hechos clínicos tienen precedencia. Es ésa la relación que guardan el
psicoanálisis y la metapsicología: el primero es el brazo práctico de la segunda, y ésta, la
extensión conceptual del primero”. Sí, deseablemente, pero revisando la otra historia, la
que no cuentan los vencedores y, a propósito lo que plantea Marcel de quién está
autorizado a "avalarlo" como tal..., ¿será éste uno de los puntos de desacuerdo que
determinaron el conflicto entre Freud y Ferenczi? Considero medular este conflicto, para el
posterior desarrollo del psicoanálisis, pues se extendió a todos aquellos temas
potencialmente conflictivos que fueran objeto de su atención: la regresión, las experiencias
traumáticas, la contratransferencia y los aspectos reales de la relación emocional que se da
entre analista y analizado, entre muchos otros.

El creador del psicoanálisis mostró siempre un muy escaso interés por la terapia. Ésta fue
una práctica que asumió a regañadientes, tomándola como una fuente de trabajo y como
una oportunidad novedosa y privilegiada para dedicarse a la investigación. Podríamos decir
que, para él, la práctica psicoanalítica era fundamentalmente un medio que le permitía
continuar desarrollando sus intereses científicos. Ferenczi, por su parte, era un apasionado
de la terapia. Sus propios sufrimientos lo habían sensibilizado a los de sus pacientes, y es
a partir de esta comprensión empática que orientó todas sus actividades terapéuticas. Esta
divergencia no escapó a la atención de Freud, quien, en una carta fechada el 11 de enero
de 1930, le dijo a su discípulo que “estaba ‘fed up’ [harto] (usó la expresión inglesa) de los
aspectos terapéuticos del psicoanálisis, por contraste con el furor sanandi de Ferenczi, su
deseo de curar a toda costa” (Masson, 1984, pág. 235, mi traducción). Ferenczi, en cambio,
es descrito por Balint en los siguientes términos: “Si tuviera que definir en una palabra lo
que fue realmente nuestro maestro en su corazón, debiera decir que fue un médico en el
mejor y más rico sentido de la palabra. [...] Lo único que podía mantener permanentemente
su interés, y en lo que su inquieto espíritu podía hallar reposo, era ayudar, curar. [...] Su
única meta, la cual jamás perdía de vista, era aliviar los sufrimientos de las personas
mentalmente enfermas [Balint, 1933, pág. 235].

¿La visión de Freud como alguien poco identificado con la medicina se puede prestar a
discusión?
Si bien contamos con el apoyo de la lectura de Alfonso “Todo el bagaje neurológico de
Freud fue relativizado en una ocasión memorable en la que Charcot reivindicaba los ejes
del trabajo clínico (ver y ordenar), criticando los desvaríos de la medicina teórica. Al
señalar, a propósito de un comentario específico, que equis cosa no podía ser por
contradecir la teoría de Young- Helmholtz, Charcot reviró: ‘Tanto peor para la teoría; los
hechos de la clínica tienen precedencia’. Y remató: La théorie, c'est bon, mais ça
n'empêche pas d'exister (“la teoría es buena pero no impide [que los hechos de la clínica]
existan”, la subjetividad de Freud habitaba ya en él dinámica, tópica y económicamente “..la
preocupación por mantenerse en el sitio alcanzado, la necesidad de hallar algo nuevo que
tenga al mundo ocupado y que no sólo consiga la aprobación de unos pocos, sino que
atraiga la afluencia de muchos (...) comprendo que no tengo por qué experimentar
ansiedad respecto al éxito final de mis esfuerzos; se trata solamente de saber cuánto
tiempo tardará en llegar” a la luz de las cartas a Martha.

Danilo Perestrello (1964, 1969) por su parte, sostiene que, más allá de sus creencias
conscientes al respecto, Freud era esencialmente un médico. Marialzira Perestrello (1992),
por lo contrario, concluye, al comentar estos trabajos, que Freud “era mucho más que un
médico [pero que] no fue primordialmente médico” (pág. 26), así afirma que “(...) en Freud,
el investigador era lo primordial. El indagador predominaba (...) no había en Freud un
deseo primario de ‘hacer algo por aquel paciente’, de ‘tratar de aminorar su sufrimiento’”
(pág. 23). Y agrega “contrapongo [aquí] la tendencia epistemofílica a la terapéutica-
sacerdotal-reparadora” (pág. 26). Una vez enunciado su desacuerdo con Danilo Perestrello,
la autora interpreta que su “entusiasmo (...) por defender tan ardientemente y de manera
tan estética la vocación médica de Freud, ¿no estaría ligado a su propia vocación?”
(Perestrello, M., 1992, pág. 24). De allí pasa a describir afectuosamente una conmovedora
imagen de Danilo como un médico de corazón, muy al estilo de Ferenczi. De allí su
conocida frase: “primero el paciente, después el paciente, y antes que nada el paciente”. La
autora imagina que la meta de Freud, por lo contrario, debería expresarse como: “primero
la búsqueda de la verdad, después la búsqueda de la verdad, y antes que nada la
búsqueda de la verdad” (pág. 24).

Sea como fuere, esta última descripción de lo que Freud no era, coincide con lo que
sabemos que Ferenczi sí era. Si aceptamos esta versión, tendremos que concluir que esta
diferencia de orientación repercutió, indudablemente, en la relación transferencial mutua
que se estableció entre Ferenczi y Freud, con motivo del análisis del primero de ellos. La
gran necesidad afectiva de Ferenczi no pudo encontrar la respuesta que buscaba en la
austera personalidad de Freud, y esto lo dejó profundamente dolido, con las características
de una depresión de transferencia (Martín-Cabré, 1997; Muñoz Guillén, 1996). Y, en la
medida en que su relación con Freud continuó, no dejó de reprochárselo, tal como éste lo
registra en “Análisis terminable e interminable” (Freud, 1937a) y, sobre todo, en una carta a
Jones del 29 de mayo de 1933, en la cual describía la situación emocional de Ferenczi
durante su enfermedad terminal: “En el centro estaba la convicción de que yo no lo amaba
lo suficiente, de que no quería reconocer sus trabajos, y también de que lo había analizado
mal. Sus innovaciones en la técnica se conectaban con esto, ya que quería mostrarme con
cuánto amor debe uno tratar a sus pacientes para ayudarlos (Freud, 1933a, citado por
Masson, 1984, pág. 181). Sería el deseo de Freud que Ferenczi tuviera un amor de
transferencia al estilo propio de él a Charcot quien “no es solamente un hombre al que
debo estar subordinado, sino también un hombre con el cual me siento muy contento de
estarlo” a decir de lo imposible de pasar por alto que “el mismo Freud albergó algún tiempo
la esperanza de que Sándor Ferenczi desposara a Anna...”, tal como él se vio tentado de
cortejar a la hija de Charcot.

Los efectos a largo plazo de este análisis incompleto determinaron consecuencias


trascendentes para el futuro del psicoanálisis. Por un lado, Ferenczi debió buscar en el
análisis de sus pacientes aquello que había faltado en su relación con Freud. Sus
incansables experimentos técnicos, sobre todo en el período de 1927 a 1932 (Ferenczi,
1927, 1928, 1929, 1930, 1931, 1933), podrían interpretarse, como un intento de elaborar la
herida emocional que le generara la falta de respuesta de su analista. Herida que sólo
reavivaba los antiguos traumas derivados de su relación con su familia de origen.Esto era
lo que el maestro no podía entender. La infancia de Freud, como hijo preferido de su
madre, que albergaba un oculto desprecio hacia su padre, lo predispuso a la neurosis, pero
nada en su experiencia le permitía comprender empáticamente la tragedia de un hijo no
querido. Ferenczi, en cambio, la captaba perfectamente en sus pacientes, como lo
demostró en su lúcido trabajo sobre “El niño no deseado y su instinto de muerte” (Ferenczi,
1929). Freud, por su parte, reaccionó con irritación y enojo ante la traición de su discípulo, y
esta nueva desilusión lo persiguió hasta el fin de sus días. De su propio intento de
elaboración, hemos recibido esa joya que es “Análisis terminable e interminable” (1937a).
No hay duda de que su discusión con Ferenczi continuó por años después de la muerte de
éste (Green, 1987; Martín-Cabré, 1997; Muñoz Guillén, 1996), y que a él también lo forzó a
un muy creativo intento de elaboración de su intensa transferencia o ¿sería mejor decir
contratransferencia?

Pero el análisis de estos desacuerdos no puede quedarse en la comprensión —


indudablemente requerida— del substrato emocional de los mismos. Existen también
divergencias teóricas y epistemológicas profundas que nos remiten a dos formas
radicalmente diferentes de concebir la naturaleza humana y el tratamiento psicoanalítico.

Una parte considerable de la dificultad que todos tenemos al abordar este problema, surge
de la tendencia a personalizar las posiciones, que nos genera un conflicto de lealtades
entre nuestras figuras ideales de identificación. Freud y Ferenczi tenían diferencias
irreconciliables. ¿Deberemos entonces elegir a uno de ellos y romper con el otro? Una
decisión semejante inevitablemente pondría en crisis nuestra identidad analítica, al impedir
el logro de una síntesis armoniosa de nuestras identificaciones. ¿Resistencias del
psicoanálisis? ¿El relativo fracaso del impacto del psicoanálisis ortodoxo en el mundo
actual?

Esta situación emocional se parece notablemente al conflicto padecido por los hijos de
padres divorciados que no han logrado poner fin a su discordia. Pero esto es precisamente
lo que ocurrió.

La comunidad psicoanalítica optó por Freud y rechazó masivamente a Ferenczi, llegando a


renegar de su existencia. Así lo reconoce Balint (1968), al describir los efectos del conflicto:
"el acontecimiento histórico del desacuerdo entre Freud y Ferenczi actuó como un trauma
sobre el mundo psiconalítico (pag. 152). (...)El impacto de este suceso fue tan doloroso que
la primera reacción del movimiento analítico fue la negación y el silencio, que sólo se ha
roto en los últimos años (pag. 149).

Este tipo de operación defensiva siempre trae consecuencias nocivas. Las experiencias
traumáticas renegadas por una generación son transmitidas en forma inmodificada a las
generaciones subsiguientes; ésta es la esencia de lo que otros psicoanalistas señalan
como "trauma transgeneracional". El resultado parece ser una brecha cada vez mayor
entre la teoría y la práctica, y el surgimiento de ese curioso fenómeno defensivo que es la
"ortodoxia psicoanalítica" (Bergmann, 1997).

¡Salud os!

Arturo     

 
Enlace permanenteMostrar mensaje anteriorResponder

Re: Foro de las lecturas inaugurales


de Alfonso Herrera - Thursday, 29 de October de 2020, 12:54
 
Hola Arturo, compañerxs:

Gracias por este comentario tan rico en cavilaciones y referencias.  Ferenczi, el “gran visir
secreto” de Freud, abogó siempre por el furor curandi, como afirmas. Por encima de todas
las cosas, le interesaba el bienestar de sus pacientes. En este punto, objetó a Freud (para
quien la felicidad no había sido contemplada en el esquema de la creación) y hubiera
discrepado de Lacan mismo (quien consideraba  los efectos terapéuticos como un
beneficio por añadidura).

Sucede que en lo filosófico (muchxs psicoanalistas han sido formados también en esa


área), el tema de la felicidad, por ejemplo, es extraordinariamente serio y abstruso. Es difícil
descartarlo aduciendo una simple ocurrencia. Se trata menos de ser ferencziano (siempre
criticado por su sentimiento oceánico), que de ser más riguroso en la consideración de
categorías cuya reflexión crítica podría aportar elementos importantes al psicoanálisis.

Tienes mucha razón al afirmar que “los miembros de la comunidad psicoanalítica


internacional, nos encontramos divididos por un desacuerdo fundamental respecto de la
naturaleza de nuestra disciplina”. Gérard Pommier abría boca en su reflexión sobre El
desenlace de un análisis (Point Hors Ligne, 1987) postulando que “algunos de los
problemas cruciales que [el psicoanálisis] plantea siguen aún irresueltos. Su estatuto
epistemológico, sus objetivos y resultados permanecen en una vaguedad embarazosa”. Y
es precisamente por eso que lxs psicoanalistas estamos llamadxs a decantar nuestras
reflexiones metapsicológicas y a depurar nuestro instrumental técnico. Para ello, como
sugieres, hay que leer con detenimiento a Ferenczi que para más de unx fue “el clínico más
dotado de la historia del freudismo” (V.: Elizabeth Roudinesco. Diccionario de psicoanálisis,
Buenos Aires, Paidós, 1989).

Es cierto también que hay una disputa de larga data entre investigadorxs y terapeutas. Lo
interesante es cuando logramos amalgamar ambos estatutos y somos
psicoanalistas y metapsicólogxs, investigadores y practicantes del psicoanálisis.

Ezequiel nos recordaba el texto de Derrida sobre las resistencias del psicoanálisis (otro


genitivo). El psicoanálisis resiste, qué duda cabe pero no en el sentido de pertrecharse
contra sus detractores (que también…), sino cerrándose a la readecuación de la técnica
mediante una crítica profunda de los fundamentos que –para seguirlo siendo– deben ser
revisados. No otra cosa hizo Lacan con Freud.

Un ejemplo de lo anterior es el modo en que esta emergencia sanitaria nos confronta con
los formatos canónicos de la práctica psicoanalítica. Los psicoanalistas ultraortodoxos que
hace 20 años decían a voz en cuello que el psicoanálisis nunca llegaría a ser una
teletecnopráctica, hoy atienden por skype.

 
Enlace permanenteMostrar mensaje anteriorResponder

Re: Foro de las lecturas inaugurales


de Mónica Campos - Saturday, 31 de October de 2020, 09:51
 
Otro de los terrenos, que a mi parecer poco se ha explorado desde la práctica
psicoanalítica y que hoy más que nunca interpela a los psicoanalistas del diván y de la
escucha a través de la palabra, es el relacionado con la discapacidad, sobre todo con
personas sordas, con sindrome down o con parálisis cerebral, entre otras. Podríamos decir
que en el caso del autismo se ha ido avanzando en  documentar los hallazgos en este
sentido, encontrando a quienes dicen que es posible el psicoanálisis con autistas y quienes
no lo consideran así, pero la discusión está ahí. Esto me hace pensar en la urgente
necesidad de reflexionar sobre qué o/y quiénes tienen la autoridad para decir si la práctica
psicoanalítica tendrá que ir moviéndose del diván a otros espacios y otras formas. Ya Maud
Mannoni quitó el diván y buscó otras formas de hacer psicoanálisis que hoy sin duda los
especialistas de este campo tendrán que encontrar para la práctica con personas sordas,
con sindrome down y con parálisis cerebral, quienes cada vez hacen más presente su
presencia. 

 
Enlace permanenteMostrar mensaje anteriorResponder

Re: Foro de las lecturas inaugurales


de Alfonso Herrera - Saturday, 31 de October de 2020, 17:30
 
Totalmente de acuerdo, Mónica. El psicoanálisis tiene que ponerse al día en muchos
rubros.

Carlos Lázaro nos podría expresar su punto de vista sobre este particular por ser un
especialista en temas de discapacidad.

 
Enlace permanenteMostrar mensaje anteriorResponder

Re: Foro de las lecturas inaugurales


de Carlos Lázaro - Tuesday, 3 de November de 2020, 09:53
 
hola, soy Carlos.

En relación a lo que comenta Monica decir que, por un lado creo el sicoanálisis ya se está
moviendo algo fuera del diván y hoy concebimos la posibilidad de transferencia allí donde
antes era impensable. Aún recuerdo la primera videollamada con mi analista, en las
primeras semanas del confinamiento, lo natural que me pareció y que después de los
saludos de rigor lo extraño era verlo directamente ya en sesión y pedí que apagara la
cámara, yo mismo atiendo en algún caso por videollamada. 

Por otro lado, creo que una cosa es acceder a los medios para que el hablar sea trasmitido
en palabras, traductores de signos, asistentes personales, etc. Cosa que en ciertos lugares
es ya posible y otra la utilización de otras modalidades de comunicación o expresión, no
olvidemos el trabajo de Francois Dolto con el dibujo.

Y sí, tienes razón, hay que encontrar La formula para que haya analista frente al real del
cuerpo biológico dañado, donde lo orgánico cobra una omnipresencia, en algunos casos
abrumadora. Crear un dispositivo que ayude y no cuarte y, a la vez, preguntarse cuanto
hay de compromiso orgánico y hasta donde es lo emocional en juego lo que está
produciendo un déficit en sus funciones? Como bien se pregunta Ariel Pernicone.

 
Enlace permanenteMostrar mensaje anteriorResponder
Re: Foro de las lecturas inaugurales
de Santiago Rueda - Friday, 30 de October de 2020, 01:17
 
Te agradezco Arturo por tu rico aporte. Me ha despertado un interés por Ferenczi. ¿Alguna
recomendación bibliográfica por dónde empezar a conocer más sobre su propuesta clínica?

Saludos

 
Enlace permanenteMostrar mensaje anteriorResponder

Re: Foro de las lecturas inaugurales


de Arturo Gerard - Friday, 30 de October de 2020, 14:49
 
Gracias Santiago,

Se me ocurre que tal vez empezar por la correspondencia entre Freud y Ferenczi puede
ser un buen comienzo.

(Correspondencia Completa 1908 - 1911. Sigmund Freud / Sandor Ferenczi.)

Y aquí algunas referencias bibliográficas, pero te recomiendo especialmente "confusión de


lenguas entre los adultos y los niños":

BALINT, M. (1933): “Dr. Sándor Ferenczi as psycho-analyst.” En Problems of Human


Pleasure and Behaviour. Nueva York: Liveright, 1957, págs. 255-242.

— (1952): Primary Love and Psycho-Analytic Technique. Nueva York: Liveright, segunda


edición corregida y aumentada, 1965.

— (1967): “Los experimentos técnicos de Sandor Ferenczi.” En Wolman, B. B.: Técnicas


psicoanalíticas. Buenos Aires: Troquel, 1972, págs. 205-231.

— (1968): The Basic Fault. Therapeutic Aspects of Regression. Nueva York:


Brunner/Mazel, 1979. [Traducción castellana: La falta básica. Aspectos terapéuticos de la
regresión. Buenos Aires: Paidós, 1982.]

BATESON, G. (1972): Steps to an Ecology of Mind. Nueva York, Ballantine Books, 1972.


[Traducción castellana: Pasos hacia una ecología de la mente. Buenos Aires: Carlos Lohlé,
1976.] 

FERENCZI, S. (1909): “Introjection and transference.” En First Contributions to Psycho-


Analysis. Nueva York: Brunner/Mazel, 1980, págs. 35-93. [Traducción castellana:
“Introyección y transferencia.” En Sexo y psicoanálisis. Buenos Aires: Hormé, 1959, págs.
35-72.]

— (1924): “Thalassa: A theory of genitality. Introduction.” Psychoanalytic Quaterly, 1933

— (1926): “The problem of acceptance of unpleasant ideas——Advances in knowledge of


the sense of reality.” En Further Contributions to the Theory and Technique of Psycho-
Analysis. Nueva York: Brunner/Mazel, 1980, págs. 366-379. [Traducción castellana: “El
problema de la aceptación de las ideas desagradables. Progresos en el conocimiento del
sentido de realidad.” En Teoría y técnica del psicoanálisis. Buenos Aires: Paidós, 1967]

— (1927): “The problem of the termination of the analysis.” En Ferenczi (1955), págs. 77-
86. [Traducción castellana: “El problema de la terminación del análisis.” En Ferenczi
(1955),]

— (1928): “The elasticity of psycho-analytic technique.” En Ferenczi (1955), págs. 87-101.


[Traducción castellana: “La elasticidad de la técnica analítica.” En Ferenczi (1955), págs.
77- 88.]

— (1929): “The unwelcome child and his death instinct.” En Ferenczi (1955), págs. 102-107.
[Traducción castellana: “El niño no deseado y su instinto de muerte.” En Ferenczi, (1955)]

— (1930): “The principles of relaxation and neocatharsis.” En Ferenczi (1955), págs. 108-
125. [Traducción castellana: “El principio de relajación y la neocatarsis.” En Ferencz,(1955)]

— (1931): “Child-analysis in the analysis of adults.” En Ferenczi (1955), págs. 126-142.


[Traducción castellana: “El análisis infantil en el análisis de adultos.” En Ferenczi (1955)]

— (1933): “Confusion of tongues between adults and the child. (The language of
tenderness and the language of passion.)” Nueva traducción al inglés por Jeffrey M.
Masson y Marianne Loring. En Masson (1984): The Assault on Truth. Londres: Fontana,
1992, pags. 291-303. [Traducción inglesa previa en Ferenczi (1955), págs. 156-167.
Traducción castellana: “La confusión de lenguajes entre los adultos y el niño.” En Ferenczi
(1955)]

— (1955): Final Contributions to the Problems and Methods of Psycho-Analysis. Nueva


York: Brunner/Mazel, 1980. [Traducción castellana: Problemas y métodos del
psicoanálisis. Buenos Aires: Hormé, 1966.]

—  (1933): “Confusion of tongues between adults and the child. (The language of
tenderness and the language of passion.)” Nueva traducción al inglés por Jeffrey M.
Masson y Marianne Loring. En Masson (1984): The Assault on Truth. Londres: Fontana,
1992. [Traducción inglesa previa en Ferenczi (1955). Traducción castellana: “La confusión
de lenguajes entre los adultos y el niño.” En Ferenczi (1955)]
MARTÍN-CABRÉ, L. (1997): “Freud-Ferenczi: controversy terminable and interminable.”
(The International Journal of Psycho-Analysis, 1997)

 
Enlace permanenteMostrar mensaje anteriorResponder

Re: Foro de las lecturas inaugurales


de Sandy Roman - Thursday, 29 de October de 2020, 12:27
 
Compañerxs.

Potentia VS Potesta.

En la filosofía política que plantea Deleuze, el dispositivo, por el modo que produce, puede
ser instrumento de Potesta (Poder), con la cualidad de gobernar, de gestionar y controlar la
vida: de meternos en un verdadero callejón sin salida… tanto en nuestras vidas como en
nuestros pensamientos, y es que a veces, es de común decir, se siente la vida como por
encierros. Consecuentemente, Lacan advertía en la dirección por la cura el germen de
dominación inmanente en la relación analista-demandante: “pretendemos mostrar en qué
la impotencia para sostener auténticamente una praxis, se reduce, como es corriente en la
historia de los hombres, al ejercicio de un poder”.

Contrario al sentido de dominación que otorga a Potesta, el mismo Deleuze trabajó


la Potentia en tanto potencia: que produce… que libera: me pregunto por las directrices
convenientes a una cura. De lo cual sustraigo:

1.- Que el analista conozca su lugar. Y, ¿cuál es el lugar del analista en el dispositivo? Así
mismo, ¿es posible asir un lugar particular al analista? Es decir, ¿es el mismo durante todo
el proceso de cura? Si no es el de consejero, amigo, maestro, colega, educador… ¿Cuál
es? Siguiendo el camino de Deleuze: ¿sería válido pensar que el analista se integra al
dispositivo como un elemento más que establece relación con el resto de los elementos
donde el Yo pierde sus fronteras? Deleuze responde: una máquina agenciada a otra
máquina. En sintonía, Lacan consigna/sentencia: el lugar del analista es el del muerto…
cuidado de la transferencia. ¿Qué es eso de lo que Lacan entiende por muerto?

Por otro lado, ¿vale lo mismo para pensar el lugar del demandante? Es decir ¿cuál es el
lugar del demandante en el dispositivo psicoanalítico? ¿Es posible asir un lugar particular,
petrificado, al demandante? Unas veces alumno, otras colega, o amigo, unas más
demandante y otras paciente… ¿Es el mismo durante el proceso de cura? Si el sujeto de la
demanda encuentra lugar en/por el discurso psicoanalítico ¿sería políticamente
conveniente fijarlo como demandante, o paciente? 
2.- Que el analista demuestre habilidad, destreza, capacidad de discernimiento,
inteligencia, y sabiduría. ¿Cómo? En primer lugar, conociendo los elementos que
constituyen el dispositivo (lo técnico), lo mismo que el estatuto de cada elemento en
relación consigo mismo y con el resto de los elementos que componen la técnica. ¿Cuáles
elementos? En el Dispositivo de Giorgio Agamben, se va más allá de la noción que
Foucault introdujo en sus estudios sobre Biopolítica, considerando así casi cualquier cosa,
sea ésta de naturaleza discursiva o material: ¡incluso un bolígrafo sería las veces de
dispositivo! Además, de que resulta Ad hoc a la propuesta/advertencia de Jacques-Allain
Miller: actuar con espíritu de responsabilidad en todo momento, ya que el demandante
entra en contacto con el dispositivo psicoanalítico desde la “Bienvenida”.

En segundo lugar, que el analista conozca la relación que se establece entre cada
elemento, es decir, la dinámica funcional del dispositivo: ¿qué, cómo, cuándo, cómo, por
qué hacer? Lo mismo qué, cómo, y por qué hablar. Foucault advertía que el dispositivo no
carece de límites petrificados, que se compone de materia cambiante: en él, no es la norma
la que impera, sino la regularidad, la constancia. La ventaja, dice Heidegger, es que el
despliegue de la técnica permite también desvelar los elementos técnicos de la técnica.
Mejor para el analista, porque le permite un trabajo… una constante revaloración del
dispositivo mismo (en función, considero, de lo que sería políticamente conveniente, y
teóricamente correcto): considérese de favor que los tiempos modernos, tiempos de
distanciamiento físico y acercamiento virtual,  exigen una revaloración/adecuación de la
técnica psicoanalítica… de los métodos de intervención.

3.- Que el analista no pierda de vista en todo momento los modos en que trabaja el
dispositivo psicoanalítico: Potesta Vs Potentia: medio de liberación, o de dominación: amo
y/vs esclavo. El peligro de la dominación subyace como germen en la relación dialéctica del
analista-demandate; a lo que Lacan sentencia: todo analista… tiene que componérselas
allí ante un fenómeno del que no es responsable… y que subyace a la espontaneidad en
el paciente: la transferencia. Luego pues, no está de menos prepararse para la
contingencia.  

4.- Me queda algo más que plantear, ideas sin digerir: ¿qué del(los) sentido(s) que se le
otorga(n) a la cura, tanto del demandante como del analista? Me viene al caso la pregunta
con que Deleuze da inicio a Diferencia y repetición: ¿qué lleva que un hombre defienda su
esclavitud como si de su libertad se tratase? Y es que no descarto la posibilidad que el
demandante cargue consigo prejuicios sobre el procedimiento y la finalidad de la empresa,
lo mismo que el analista. ¿Cómo trabajar esto?

 
Enlace permanenteMostrar mensaje anteriorResponder

Re: Foro de las lecturas inaugurales


de Alfonso Herrera - Thursday, 29 de October de 2020, 15:59
 
 
Hola Sandy, compañerxs:

El lugar del analista es el de un fedatario (es decir, da fe de lo que en su presencia se está


enunciando, absteniéndose de juzgar, ordenar, adaptar, sugerir, orientar.

Considero, siguiendo a Deleuze, que puede hablarse del sujeto como una máquina en
tanto deseante, por tanto una máquina simbólica. De un lado, el analizante que dice algo
(sujeto del enunciado) sin estar al tanto del lugar desde donde dice lo que dice (sujeto de la
enunciación); del otro, un analista que se sustrae en términos subjetivos para favorecer una
relación que no podría ser intersubjetiva sino transubjetiva.

En lo intersubjetivo dialogan un sujeto y otro semejante; en lo transubjetivo, quien consulta


se dirige a Otro (con mayúscula), más allá de quien lo escucha.

El Muerto (léase” analista”) en el juego de bridge (léase “cura”) nunca juega sus cartas a
libre voluntad, lo hace según le es indicado por el llamado declarante (léase “analizante”). 
Cuando le toca al Muerto jugar, el declarante elige una carta y el Muerto la juega sin
intervenir.

Así, el analista sólo da juego al despliegue de la palabra de quien le habla. Está en el papel
del Muerto, porque el analista debe arreglárselas para jugar sin intervenir.

(Este tema será ahondado cuando se analice la importancia del silencio en un análisis.)

Las tácticas del analista son mudables, no así el lugar del analista mismo. Por ejemplo (y
eso también lo revisaremos a detalle) cuando el analista se desplaza de la neutralidad a
una vacilación calculada de la neutralidad, hay un cambio de táctica pero la condición de
analista pervive. Y es que una cosa es el lugar y otra muy distinta es  aquello con lo que
ese lugar se ocupa: en el encuadre, el analista representa un lugar en el que se desplegará
su instrumental técnico al dirigir una cura. El analizante, por otro lado, muta todo lo que
quiera, pueda o desee (para eso es  analizante).

Los elementos que componen la técnica son los que desplegaremos a lo largo del curso
todo. El planteamiento del índice sólo es orientativo porque iremos de adelante atrás y
viceversa todo el tiempo.

¿Qué lleva que un hombre defienda su esclavitud como si de su libertad se


tratase?, preguntas citando a Deleuze.

El goce que eso procura. La Boétie lo llamó “servidumbre voluntaria”.


 

Véase:

https://www.traficantes.net/sites/default/files/pdfs/discurso-de-la-servidumbre-voluntaria.pdf

Freud lo llamó ganancia de la enfermedad o satisfacción sintomática.

Véase pp.344-356 de:

https://bibliopsi.org/docs/freud/16%20-%20Tomo%20XVI.pdf

 
Enlace permanenteMostrar mensaje anteriorResponder

Re: Foro de las lecturas inaugurales


de Lorenza Petersen - Thursday, 29 de October de 2020, 17:23
 
En la técnica psicoanalítica se dedica una real importancia a la razón, el origen y
el principio como fundamentos básicos, y las tres deberán poner un especial interés
al inicio, es decir a la gestación y las razones por las cuales se crearon o necesitaron,
ciertos comportamientos que acompañan a un ser humano durante su vida.

El psicoanálisis como práctica, (Freud utilizó el término clínica como sinónimo de práctica),
invita a la cura en el sentido de hacerse cargo de, no tiene relación con la sanación ni
mucho menos con la salvación. Es un trabajo minucioso, tanto del psicoanalista como del
psicoanalizado, para ir construyendo a base de deconstruir, en cada una de las sesiones lo
que en su momento fue necesario para sobrevivir a los avatares de la vida, pero que quizás
a estas alturas del camino, ya no se necesite y habrá que despojarse de estas
construcciones trayéndolas al presente, por medio del recuerdo y la palabra.

En la práctica psicoanalítica se trabaja con la memoria de lo sucedido, memoria que tiene


más que ver con el porvenir, es decir una memoria que refleja el origen de lo que esta
presente o por venir y en este sentido es que cobra importancia, como origen y fundamento
de un futuro.

Es interesante recorrer la historia del trabajo que se ha venido haciendo en el conocimiento


del inconsciente eligiéndose diferentes caminos hasta llegar a esta gran aportación de S.
Freud de hacer consciente lo inconsciente, en la medida de lo posible, a través de la
memoria de los recuerdos pero con plena conciencia, renunciando poco a poco a los
métodos utilizados por sus colegas como el hipnotismo e invitando a sus pacientes a
utilizar la asociación libre de todo lo que venga a su mente incluyendo sus recuerdos,
siendo este un punto de partida para trabajar la defensa, la represión y la resistencia.

La importancia de la técnica estriba en el proceso de hacer visible lo que había


permanecido oculto, mediante el requerimiento (como el acceso a lo que se requiere sin
interferir en su esencia) y no la necesidad (como imposición que degrada y pervierte el
verdadero requerimiento) pero a través de la palabra, como herramienta esencial.

Así, en este sentido la técnica de desocultar lo que había permanecido en lo inconsciente,


va conquistando el ámbito de la libertad, aunque en sí mismo el desocultamiento alerte de
peligro. Sin embargo, Hölderlin menciona que: “…donde hay peligro, crece también lo
salvador”, salvar en el sentido de buscar la esencia para hacerla brillar. Heidegger también
dice: “Todo camino de desocultar acontece desde el confiar y en cuanto tal”, tomando esto
en cuenta, no hay posibilidad de hacer un proceso de desvelamiento si no hay confianza en
quién acompaña en este proceso: el psicoanalista. La pregunta siempre se debe
contextualizar (Heidegger habla de constelación), es decir, conocer en dónde acontece
tanto el ocultamiento como el desocultamiento, que es lo esencial de la verdad.

Desocultar es un proceso íntimamente ligado con el arte, pues el arte en sí mismo es un


desocultamiento de la verdad que habita en el hombre.

Preguntar es una herramienta fundamental para conocer porque abre caminos y estos
caminos conducen a pensar a través de la pro-vocación, por lo tanto, preguntar es un
instrumento necesario en la técnica de la práctica psicoanalítica, aunque nos acerquemos
con ello al peligro, porque como bien dice Heidegger: “Cuanto más nos acerquemos al
peligro, tanto más claramente comienza a destellar el camino a lo salvador, tanto más
preguntadores llegaremos a ser. Pues el preguntar es la devoción del pensar”

Por último, es importante siempre tener en cuenta la subjetividad en la relación analista-


analizado, pues no hay patrones a seguir, precisamente en esto estriba la riqueza de un
psicoanálisis. El interesado acude a él, en la mayoría de los casos, por voluntad propia,
dándose con esto una ventaja importante porque la persona se presenta por la necesidad
de cambiar algo en su vida que le está impidiendo vivir con tranquilidad.

Es necesario tener siempre en cuenta que, en la práctica psicoanalítica, como dice Miller,
Jacques-Alain (1997) “no tenemos patrones, tenemos principios” punto de partida
diametralmente opuesto a las recetas o manuales. Se debe de estar consciente de que
puede surgir cualquier eventualidad, incluso sabiendo que algunas de ellas no podríamos
ni siquiera haberlas advertido.

Saludos,

Lorenza P

 
Enlace permanenteMostrar mensaje anteriorResponder
Re: Foro de las lecturas inaugurales
de Alfonso Herrera - Friday, 30 de October de 2020, 07:02
 
Lorenza: te agradezco esta condensación de lo revisado y el modo en que vas incrustando
tus reflexiones en el texto.

Amplío algunas cosas que pueden ser del interés de todxs:

Cuando Heidegger dice que el desocultar de la verdad sólo puede hacerse en el confiar,
desde lo psicoanalítico no puede dejar de evocarnos el término transferencia (que
revisaremos en detalle al abordar la cuestión estratégica en psicoanálisis). Transferir ya
implica una cierta confianza, y confianza significa “fe compartida”.

Por otra, en su escrito sobre la hystoria Lacan dice que los casos de urgencia lo distraen
(en coincidencia con el cansancio que Freud expresaba en su correspondencia privada por
las horas dedicadas a la atención clínica; lo que Arturo señalaba a propósito del furor
curandi tan contrario a Ferenczi). Psicoanalíticamente, los casos de urgencia son aquello
donde el goce (y su padecimiento concomitante) están en punto límite.

En una cura bien llevada siempre hay urgencia por develar la verdad, en el sentido de que
ese desocultamiento no puede esperar. Ya sabemos que partiendo del deseo de saber es
frecuente desembocar en el  horror de saber, pero –esto es esencial- estamos hablando
del saber, no de la verdad. Y la urgencia está del lado de la verdad, porque es cierto que a
veces no nos urge saber por el desafío subjetivo que eso implica. Pero decir la verdad
implica un coraje que los antiguos llamaban parresía.

 
Enlace permanenteMostrar mensaje anteriorResponder

Re: Foro de las lecturas inaugurales


de Tammy Lati - Thursday, 29 de October de 2020, 21:38
 
He notado que (al menos en algunos lugares) se distingue el psicoanálisis epistemológico
(o teórico) del psicoanálisis clínico (o práctico). Yo siempre me había inclinado por el
primero, pues el psicoanálisis parece erguirse como una escuela crítica y, por lo mismo,
existe la posibilidad de hacer psicoanálisis de la cultura (tal como sucede en la Escuela de
Frankfurt). Sin embargo, y después de las lecturas y comentarios de esta semana, la
frontera parece difuminarse, pues el psicoanálisis práctico no existe sin la teoría y
viceversa. Entonces, mi primera gran conclusión es que parece solo existir un psicoanálisis
y es epistemológico y clínico a la vez, como bien Lacan lo dijo, en tanto práctica. Quizá lo
único que varía es el contenido de lo analizado.

Dijimos que hablar de psicoanálisis implica, necesariamente, ir al corpus teórico de Freud y


Lacan, pero la práctica psicoanalítica ha evolucionado con el tiempo, incluso los pacientes
de Freud eran de una clase social muy particular en una coordenada espaciotemporal muy
específica. Y en ese sentido ¿podemos hablar de un psicoanálisis real hoy? Por ejemplo,
durante la pandemia (y todavía) muchos análisis se llevaron (se llevan) a través de
plataformas digitales ¿cómo cambia la experiencia?, ¿o qué pasa cuando la escansión deja
de ser técnica de la práctica y se convierte en estrategia financiera?, ¿estamos ante otro
tipo de análisis? O el mismo psicoanálisis permite y esta-abierto-a esa metamorfosis
inherente al movimiento del mundo. Aunque bien es cierto que el psicoanális está en crisis,
como bien lo dice Elizabeth Roudinesco en ¿Por qué el psicoanálisis?, ya sea por las
disputas entre analistas (como se ha dicho aquí) o por los individuos anestesiados (como
dice Roudinesco).

Adorno y Horkheimer en la reedición de 1969 de Dialéctica de la ilustración advierten


que valoramos sin excesiva ingenuidad la transición al mundo administrado. Y es que en
un mundo enteramente administrado y mercantilizado no hay sujetos, hay cosas. Pero el
análisis psicoanalítico exije sujetos.

Veo mucho de la dialéctica negativa de Adorno en el psicoanálisis, ese buscar los silencios,
los vacíos, los cambios. Y en ese sentido, el psicoanálisis nunca es uno, pero tampoco
busca serlo. Aunque eso nos podría llevar al extremo de pensar que, si no hay nunca
reconciliación, no hay cura. Pero puede que esté llevando similitud demasiado lejos.

 
Enlace permanenteMostrar mensaje anteriorResponder

Re: Foro de las lecturas inaugurales


de Alfonso Herrera - Friday, 30 de October de 2020, 09:35
 
Tammy, compañerxs:

 Es así como lo dices en tu primer párrafo: el psicoanálisis es una práctica teórica, lo que
hace imposible en este caso separar la praxis de la especulación que sobre ella se hace.
De ahí que psicoanálisis y metapsicología definan dos caras de la misma luna.

(Agregaré a las lecturas de este foro una arqueología de ambos conceptos sólo para fines
didácticos. Verán ustedes que Freud estableció esa cisura terminológica en lo esquemático
-porque en lo real no aplica.)

 
Lo que señalas de los peligros mercantilistas que pueden llegar a pervertir lo psicoanalítico,
lleva a muchas reflexiones que desglosaremos a lo largo del curso (recuerden que una
sección específica versará sobre el dinero en psicoanálisis). Hoy que lo telemático se
impone en muchas formas de trabajo es más importante aún tener claros los fundamentos
de lo psicoanalítico. Por dar un ejemplo: ¿cómo saber lo que está en juego en una cita
telefónica (cuando la red nos obliga a prescindir del video en una sesión constantemente
interrumpida debido al ancho de banda de cualquiera de los dos puntos geográficos
implicados) si como analistas desconocemos lo que el psicoanálisis ha elaborado sobre la
voz como  objeto a (uno de varios, propuestos por Lacan? De gran utilidad nos sería
conocer el seminario X La angustia (1962-1963), clase 23; o el seminario XIII, El objeto del
psicoanálisis (1965-1966), clase 20; o el XVI, De otro al otro ((1968-1969), clase 16; o
haber leído la conferencia que se ha dado en titular “La tercera”. Si por curiosidad revisan
ustedes lo que Lacan dice ahí sobre la voz, comprobarán que nada será igual en sus
sesiones telemáticas (ni como analizantes ni como analistas). Esa es la adecuación que se
necesita hoy día: la actualización técnica de lo psicoanalítico en un mundo
teletecnocientífico pero también la revisión de lo que fue elaborado hace ¡medio siglo!, y
que, por desgracia, muchos analistas desconocen.

 
Enlace permanenteMostrar mensaje anteriorResponder

Re: Foro de las lecturas inaugurales


de Ileana Pavetto - Friday, 30 de October de 2020, 02:33
 
Hola a todas, es un gusto leer sus aportaciones y reflexiones, no puedo estar a la altura de
la rigurosidad demandada, aunque espero acercarme más a ella en el transcurso del curso.

Me aferro a la frase de tu bienvenida, Alfonso, en la que dices “Se trata justamente de eso:
de que todos quedemos en evidencia manifestando nuestra ignorancia, y poco a poco
transitaremos de la ignorancia crasa y supina a la ignorancia docta en la que nos instruyó
Nicolás de Cusa” para atreverme a articular algún pensamiento en la escritura ante
compañeros/lectores tan instruidos y rigurosos.

Al leer tu bienvenida, puedo intuir de donde viene mi confusión o cierto desconocimiento


respecto de la técnica en psicoanálisis, decías que entre los Lacanianos es un tema tabú, y
aunque no pueda nombrarme como tal, sí que mis estudios universitarios han sido desde la
lectura Lacaniana, y evidentemente luego no he continuado mi indagación y formación por
aquel camino.

 Me ha gustado leer estos textos, acercarme más al origen griego del término técnica, con
estas dos vertientes de poiêsis y téchnē, como un modo de volver a pensar qué es la
técnica y resituarme respecto de la misma. Ya que en el contexto del territorio Español, en
el ámbito de la psicología y de la salud mental, desde mi experiencia y otras formaciones
que he hecho, abundan “Las técnicas”, cuál si fueran herramientas que se aprenden, se
adquieren y una lleva en un maletín listas para aplicar en el encuentro con otro, técnicas
articuladas a protocolos específicos para cada padecimiento, pre-determinadas en función
de una nomenclatura, un servicio, o una demanda. Técnicas que muchas veces se rigidizan
en detrimento del trabajo mismo.

Al no sentirme a gusto con esa forma y por la falta de estudio y de interlocutores, me he


alejado de esta acepción quedándome con la justificación “ética”. No es sino, hasta que
vuelvo a encontrarme con la consulta privada que comienza a interrogarme la cuestión de
la técnica, a revelarse- me lo que cojea (o en lo cojeo) allí, es la práctica la que me lleva a
su pregunta, y la pregunta a apuntarme a este curso.

Coincido con Miller en que  no se puede separar la técnica de la ética, “no hay ningún
punto técnico que no se vincule con el ético”, y ambas no se pueden pensar y abordar sino
desde la práctica clínica.Y la práctica clínica es en el espacio de la consulta, en el
encuentro con el paciente, pero es también en las supervisiones, en la escritura y en el
habla con otros, es allí que algo de lo que aconteció en la sesión se puede leer, la técnica
la podemos leer a posteriori, pero porque estaba allí desde el principio como un saber no
sabido. Así, para mi,  con la técnica siempre se llega tarde, es necesario conocerla,
estudiarla, pensarla, pero a condición de ser capaces de olvidarla. Porque si entramos con
la técnica, si no podemos equivocarla y olvidarla (teniendo en cuenta que el olvido implica
ya la posibilidad del recuerdo), y nos la representamos como instrumento “vamos a
permanecer apegados a querer dominarla y omitiremos la esencia de la técnica. La esencia
que es en sentido elevado, equívoca…” como dice Heidegger ..” y tal equivocidad se indica
en lo misterioso del desocultamiento, esto es, de la verdad”.

Por ello rescato lo que de poiêsis se da en cada encuentro, la creación, el producir


artesanal, lo poético, que no pueden predeterminarse a priori y que sólo se podrá saber a
posteriori. Tomo lo poético como lo menciona Heidegger de Platón: lo que más puramente
surge apareciendo. Esto que surge apareciendo nos va marcando el camino por donde
andar, aunque no se trata de un andar a ciegas, por eso la ética, por eso el estudio y la
formación, por eso la supervisión, por eso la técnica.

 Deseo a través de estos encuentros y estas lecturas conocer más la técnica psicoanalítica,
y confrontarla con mi práctica.

 Gracias Alfonso también por ese fragmento tan simple y tan necesario, donde recuerdas la
diferencia entre curar y sanar, tan importante en la clínica y en el trabajo con personas con
graves padecimientos subjetivos.

 
Enlace permanenteMostrar mensaje anteriorResponder
Re: Foro de las lecturas inaugurales
de Alfonso Herrera - Friday, 30 de October de 2020, 10:06
 
Ileana, gusto en leerte.

En todo lo que escribes veo que el rigor está presente. El resto de los compañeros, yo el
primero, ignoramos tanto como tú, y esa es la ganancia colectiva: que tenemos todo por
aprender.

El saber no sabido de lo inconsciente está articulado pero debe advenir articulable. Y eso


es lo que se efectúa en un análisis (hablamos de saber textual). En lo que aquí nos
convoca, todo el saber está por ser construido, en un sentido poiético (hablamos acá del
saber referencial). Hölderlin nos sigue invitando a ello a través de Heidegger: ahí donde
está el peligro (de preguntar), ahí crece lo que salva (formulando entre todos mejores
preguntas cada vez). Porque las respuestas fecundas, creo yo, no son sino preguntas
encubiertas.

 En lo atinente a la técnica que debe tenerse para luego olvidarse, coincido también. Los
grandes creadores, en todos los campos, dominan primero la técnica de su arte y después
la cuestionan (o la increpan contraopinando, o la someten a nuevas re-flexiones, a
contorsiones inéditas). Pero para dejar algo a un lado debemos saber qué es lo que
estamos dejando del lado. Parece una perogrullada decirlo así pero la ignorancia crasa no
va más allá de nada porque no hay punto de referencia alguno (sólo la nada tiene prisa por
llegar a la nada, dice el gran poeta Pedro Salinas); la docta ignorancia puede ir más allá de
lo que creía saberse (porque se ha reflexionado en ello) para así acceder a un no saber
fundamentado, largamente trabajado.

De otra manera, como bien dices, estaríamos en la creación ex nihilo, no en la poiêsis.

 
Enlace permanenteMostrar mensaje anteriorResponder

MATERIAL DE LECTURA
de Ileana Pavetto - Friday, 30 de October de 2020, 02:53
 
Buenos días Alfonso, podrías orientarme con algún material más para ampliar y seguir
leyendo sobre las bienvenidas y la entrada en análisis? 

Muchas Gracias!

Ileana 
 
Enlace permanenteMostrar mensaje anteriorResponder

Re: MATERIAL DE LECTURA


de Alfonso Herrera - Friday, 30 de October de 2020, 10:29
 
Ileana: En dos cuartillas reproduzco una reflexión sobre el marco en el que la primera
pregunta de un analista tiene lugar. Por supuesto es una conjetura pero verás ahí lo que
subyace a ese primer encuentro (aunque las preguntas, o los silencios fueran otros).

Son las dos primeras páginas de:

Jean Allouch. Freud, después Lacan, Buenos Aires, Edelp, 1993, pp.9-10.

Subiré más material sobre las bienvenidas (con el tema de las entrevistas preliminares) en
este mismo foro.

Enlace permanenteMostrar mensaje anteriorResponder

Entrevistas preliminares
de Ezequiel Mir - Friday, 30 de October de 2020, 05:46
 
Muy buenas,

La expresión «entrevistas preliminares» designa los primeros encuentros de un posible


analizante con un analista de su elección, a quien llega para dirigir lo que constituirá su
demanda. Si bien el hablar ocupa un lugar central en estos encuentros, la mirada no está
ausente. El calificativo «preliminar» indica un más allá, que normalmente se considera el
inicio del análisis y, por tanto, un umbral a franquear. Pero su distinción con el comienzo del
análisis no siempre es tan clara, y nos enfrentamos a la pregunta de cuándo comienza
realmente un análisis.

Si la experiencia psicoanalítica se fundamenta en la hipótesis de la existencia del


inconsciente, o en el supuesto de un saber inconsciente que atestigua la división del sujeto,
es evidente que este fundamento determina el modo según el cual estos primeros
encuentros se van a desarrollar.

Lo que empuja a un sujeto al análisis, en cualquier caso, es menos una preocupación por la
curación que una necesidad de rehacer su historia para proseguir con su vida, una historia
que él no conoce y de la que ni siquiera sabe cómo desea, recreándola, hacerla otra y por
donde debe pasar, aunque eso le signifique pagar el precio de la ficción que desea ver
realizada. Esto no significa, sin embargo, que la curación no pueda formar parte de este
proyecto, pero no está vinculada de manera esencial al deseo inconsciente de ser
analizado.

El encuentro analítico siempre tiene la particularidad de ser no solo incierto, sino también


una experiencia fuera de lo común para ambos interlocutores de la situación. De hecho,
constituye una experiencia única, nunca renovable en sí misma.

Cuando una persona va al encuentro de un psicoanalista para hablarle de sus heridas del


alma, de su malestar, es con la esperanza de que su sufrimiento, ligado a las dificultades
de gestión de sus conflictos, sea acogido y reconocido. Más allá de la incertidumbre que,
para cada uno, se cierne sobre este encuentro -cuyo carácter único contiene en sí un
aspecto abrumador-, el compromiso de un trabajo analítico con un sujeto que sufre tiene
siempre algo aún más temible que está destinado a modificar un equilibrio constituido, ya
sea inestable o patológico, para transformarlo en otro que nadie puede predecir si podrá
advenir ni cuál será su destino. Debido a las dificultades del sujeto para percibir lo que lo
conduce a sufrir y a las repeticiones que le hacen intolerable su manera de vivir, pero
también por el papel que juega su inconsciente, el analista debe lograr permitirle que
acceda a su mundo interno en un lenguaje que le «toca».

A partir de las entrevistas preliminares, cuyo número es aleatorio pero la multiplicación a


menudo necesaria, el analista busca representarse, via el discurso manifiesto que se le
dirige, los modos de comunicación y de relación ligados a la organización económica del
funcionamiento psíquico del sujeto que vino a consultarlo. Desde el momento en que se
acepta que cada uno dispone de una organización psíquica original y compleja, y que su
lenguaje, como sistema de intercambios ligado a representaciones simbolizables y
compartibles, arroja luz sobre las emociones puestas en juego por su sistema pulsional, el
analista ya no puede ponerse a la escucha de las modalidades psíquicas fuera de los
intercambios intrapsíquicos e interpersonales que presiden y gobiernan lo que es del orden
relacional en conexión, o no, con el despliegue fantasmático.

¿Quién elige? ¿El analizante o el analista?...

Saludos
Ezequiel Mir Casas

 
Enlace permanenteMostrar mensaje anteriorResponder

¿Quién elige?
de Ezequiel Mir - Friday, 30 de October de 2020, 13:20
 
Muy buenas,

yo diría que el analista.

Esta respuesta sugiere que el deseo del analista es participe de las entrevistas
preliminares. Además: tiene que estar. ¿Pero de qué forma? 

Si se parte de que la práctica psicoanalítica puede definirse, entre otras cosas, como un
ejercicio sobre la relación del sujeto con el significante. Una de las consecuencias de esta
relación es que el sujeto es portador de significados de los que nada sabe. Y entre estos
significados, verdaderas líneas de su destino, está el fantasma inconsciente.

Por tanto, la forma del deseo que actúa por parte del analista, durante las entrevistas
preliminares, es el deseo de tal o cual analista que escucha tan singular enunciado de la
demanda que se le dirige. En otras palabras, el analista se confronta a lo largo de las
entrevistas preliminares con una pregunta que puede formularse en los siguientes términos:
¿cómo, a partir del texto inicial de la demanda, algo puede emerger en el nivel del
significante, sin que lo ignore, y luego sostener su deseo de escuchar más sobre la relación
del sujeto con el significante y los significados del que es portador, es decir,
comprometerse al desciframiento del inconsciente del demandante? Este es uno de los
temas, probablemente el principal, de las entrevistas preliminares.

Diría que las entrevistas preliminares son un tiempo de una duración indeterminada al
inicio, una zona de paso más o menos vaga, borrosa, difusa, pero donde los resortes
operatorios de un análisis tienen la oportunidad de establecerse y ponerse en movimiento.
Y ello con la condición de que el deseo del analista, polarizado por el inconsciente y sus
procesos, por tanto abierto a la sorpresa, sea el motor. Durante este tiempo, el analista
estará en la posición de un barquero entre dos orillas, una de las cuales es la demanda
inicial y la otra la apertura del inconsciente.

Saludos.

Ezequiel Mir Casas

 
Enlace permanenteMostrar mensaje anteriorResponder
Re: ¿Quién elige?
de Alfonso Herrera - Sunday, 1 de November de 2020, 08:48
 
Gracias Ezequiel. 

Esta es una reflexión muy ponderada sobre las entrevistas preliminares.

¿Cuál es la experiencia (como analizantes o como analistas) del resto, compañerxs?

 
Enlace permanenteMostrar mensaje anteriorResponder

Una sugerencia fílmica


de Ezequiel Mir - Friday, 30 de October de 2020, 13:49
 
Os dejo el nombre de una buena película:

Les Garçons et Guillaume, à table!

La versión en español: Guillaume y los chicos, ¡a la mesa!

El título en latinoamérica: Yo, mi mamá y yo

Creo que os puede ser de interés.

Saludos,

Ezequiel Mir Casas

 
Enlace permanenteMostrar mensaje anteriorResponder

Re: Una sugerencia fílmica


de Lorenza Petersen - Wednesday, 4 de November de 2020, 05:49
 
Que bien que hayas recomendado esta película, muy a doc con el tema que estamos
atendiendo: Ver más allá de lo que se mira a simple vista. Lo más interesante de esta
película es que el director es el protagonista, es decir, narra su propia historia. 

Lorenza P
 
Enlace permanenteMostrar mensaje anteriorResponder

Re: Una sugerencia fílmica


de Eugenio Bustillos Sánchez - Thursday, 5 de November de 2020, 00:56
 
Buenas bastantes tardes – noches para todos.-

     Las lecturas y la lectura de sus aportaciones me llevo a recordar el seminario 11 de Los
cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis de Lacan de 1964 donde responde a la
pregunta de qué entender por psicoanálisis – aportación de Ana Marcela – pero en relación
si el psicoanálisis es una ciencia. Valdría la pena leer las clases I y II donde a partir de la
función de la institución psicoanalítica elabora una conceptualización del psicoanálisis en
cuanto praxis.

     Alfonso señala la diferencia acerca del saber. Y a propósito. La lectura sobre el
desarrollo de los orígenes del psicoanálisis y de la técnica. Freud hace el viraje del saber
médico a un nuevo campo, descubre un campo virgen, el del inconsciente. Aquí me
pregunto, si como dice Lacan en el seminario 11 que Freud procedió cartesianamente en
su descubrimiento porque descubrió que allí donde Eso piensa, allí hay pensamiento
inconsciente, entonces Freud “deconstruyó” mediante la invención de su técnica un nuevo
modo de “pensar” subjetivo y un nuevo modo de “pensar” el inconsciente. Descubrió
ese saber textual que mencionas Alfonso (¿?).  Pero si el mismo consideró que hay tres
imposibles: psicoanalizar, gobernar y educar, es porque descubrió un último irreductible,
inasimilable en el sujeto (en falta) producto de lo Real: lo descubrió en la hipnosis, en la
catarsis, en la sugestión y en la transferencia. Y en la cultura – Más allá del principio del
placer – por eso el psicoanálisis no termina de encuadrar(se) con una ideología o una
ciencia, es intrínsecamente subversivo…

     Por último y saltando…  “Producción” me hace eco… Freud descubre un modo de
producción del pensamiento, radicalmente diferente, inconsciente y articulado a la lógica
del deseo. Lo descubre en la clínica con la histeria – deseo de la histérica. Hace el
recorrido inverso, de la técnica y del método de la hipnosis, la catarsis y la sugestión a la
poiêsis en tanto producción, fabricación, creación por medio de la palabra. Acto subersivo
que hace de la dirección de la cura un arte que traduce una realidad (poiêsis) en función de
directrices clínica marcadas por la Tychè y el Automatón.

  

 
Enlace permanenteMostrar mensaje anteriorResponder

Re: Una sugerencia fílmica


de Alfonso Herrera - Sunday, 8 de November de 2020, 12:08
 
Eugenio, compañerxs:

El 18 de mayo de 1966 Lacan tuvo entre los asistentes a (El objeto del psicoanálisis) a un
interlocutor privilegiado: Michel Foucault. En algún punto, Lacan le expresa una diferencia
de perspectiva: “donde usted [le dice a Foucault] mantiene la distinción del cogito y de lo
impensado, para nosotros no hay impensado. La novedad para el psicoanálisis es que ahí
donde usted designa […] lo impensado en relación al cogito, ahí donde hay este
impensado, Eso piensa”.

Como muy convenientemente nos recuerdas, Eugenio, Lacan dice en su seminario once,
que Freud procede de manera cartesiana… pero para concluir algo anticartesiano. Y esa
es la esencia del sujeto de lo inconsciente: que está escindido. Por tanto, en lugar de
“pienso, luego entonces existo”, Lacan propone: ahí donde soy no pienso, y ahí donde
pienso, no soy. Podemos ver las monumentales consecuencias de este saber textual que
opera sin sujeto.

El sujeto cartesiano es el sujeto conciencialista, el sujeto filosófico, el amo y soberano


del yo soy yo. El sujeto de lo inconsciente, el sujeto psicoanalítico no gobierna nada, es
gobernado (Yo es otro, para Rimbaud).

De ahí que Lacan asegure: el sujeto del psicoanálisis es el sujeto cartesiano (el sujeto de la
ciencia) … en tanto forcluido. Lo más importante es esa forclusión: en la medida en que el
sujeto de lo inconsciente sea desalojado, la ciencia, la filosofía , la psicología (y un largo
etcétera) operarán desde el saber referencial que el sujeto produce; con la irrupción del
psicoanálisis el sujeto del deseo está en posibilidad de develar un saber textual
que lo produce.

En el caso del sujeto de la filosofía, el sujeto es causa de lo que llega a saber. En el caso
del sujeto de lo inconsciente, el sujeto es efecto de lo que del Eso piensa se puede llegar a
saber, si me permiten decirlo así.

Enfatizo el “puede llegar a saber” (quizá, tal vez) porque, como bien dices Eugenio, hay ahí
un irreductible al que sólo podemos aproximarnos al subvertir al sujeto cartesiano. El sujeto
de lo inconsciente, en efecto, es subversivo porque en sí mismo fue subvertido.

Se me ocurre con la última parte de tu comentario, que ahí donde hay Automatón, el


analista introduce la Tychè; y ahí donde hay Tychè, el Automatón (sin intervención del
analista) vuelve por sus fueros.

 
Enlace permanenteMostrar mensaje anteriorResponder
Re: Foro de las lecturas inaugurales
de José Carlos Hernández Pineda - Tuesday, 3 de November de 2020, 07:31
 
Saludos, envío algunos comentarios y preguntas respecto de las primeras lecturas. Pude
leer los textos pero no he podido leer todos los comentarios de los compañeros
 

 comentario foro 1.docx

Enlace permanenteMostrar mensaje anteriorResponder

Re: Foro de las lecturas inaugurales


de Alfonso Herrera - Thursday, 5 de November de 2020, 17:23
 
Hola José Carlos. Gracias por tus comentarios, que nos invitan a precisar cosas muy
importantes.

Comienzo por lo último:

El concepto de representación (Vorstellung) en Freud puede rastrearse en las siguientes


fuentes:

Las neuropsicosis de defensa

Nuevas puntualizaciones sobre las neuropsicosis de defensa

Un caso de curación por hipnosis

Algunas consideraciones con miras a un estudio comparativo de las parálisis motrices


orgánicas

Manuscritos H y K (correspondencia con Fliess)

Caso Emmy von N.

La parte teórica de los historiales clínicos (Breuer)


Traumdeutung (6 H)

El chiste y su relación con lo inconsciente (Parte teórica c, VII, 1)

Para Freud era la percepción psíquica, que se inscribe como huella mnémica.

Desde que estudiaba las afasias, Freud distinguía entre la representación-cosa


(inconsciente) y la representación-palabra (que sumada a la representación-cosa sería
tópicamente consciente).  Para esta distinción véase sobre todo Lo inconsciente (1915).

Todos los títulos corresponden a la edición de Amorrortu.

Sobre si Heidegger estuvo interesado en construir una ética, como sabes hay opiniones
encontradas. La mayoría de los especialistas se decanta por concluir que a Heidegger no le
interesaba el tema. Pudiendo estar equivocado, soy de los pocos que creen que a
Heidegger sí le interesaba el asunto y mucho. Me refiero a su obra, porque en su vida, el
compromiso con la ideología nazi ha dado para ríos de tinta.

Sus críticos más feroces fueron inclementes a este respecto: “El compromiso de Heidegger
con el nacionalsocialismo fue una consecuencia necesaria de su pensamiento, que no
concede ningún tipo de sustento a la ética”, escribió Jaspers.

En su obra, como dije, en la carta a Jean Beaufret, en su tratado sobre el Lógos en


Heráclito, en los seminarios de Zollikon y, por supuesto en sus interpretaciones
fenomenológicas sobre Aristóteles, pueden rastrearse jirones de una postura filosófica
sobre la ética.

Cuando Heidegger propone remitirse a una idea originaria de la ética se desmarca de guías
o prescripciones para la acción. Toma distancia de la ética como disciplina filosófica pero la
concibe como un elemento constituyente del pensar.

También la concibe también como una orientación en el uso de la técnica (que es lo que


nos concierne).
 

Dice Heidegger que debe pensarse “la teknné como suelo de transformación de


la Alethéia”. Aún más: “Tekhné significa un conocer,  un saber-cómo-proceder”
(V.: Preguntas fundamentales de la filosofía, Granada, Comares, 2008, pp.166-167.)

Pero –para efectos del tema que nos ocupa– donde creo que Heidegger expresa la tekhné
como medio posible de transformación  de la tekhné, es en lo que tituló Serenidad. En 1955
(dos años después de la conferencia de Münich sobre la esencia de la técnica,  Heidegger
pronunció otra conferencia en Masskirch, su aldea natal.

Ahí dijo que somos siervos de los dispositivos técnicos que nos invaden (basta ver
alrededor, en cualquier momento, para observar la relación de los sujetos con sus tablets y
sus teléfonos inteligentes). Propone usar esos servomecanismos, servirnos de ellos y
no servirlos, y a distancia prudente para poder prescindir de ellos cuando sea preciso.

Esta reflexión vectoriza una ética al manifestar un criterio de acción responsable.

Para Heidegger, el dispositivo (se refiere a los servomecanismos pero nosotros podemos
aplicarlo al dispositivo analítico) es un modo de intervención. Y ese modo de intervención
requiere de una técnica (no se interviene de cualquier modo en cualquier momento). Y esa
técnica de una ética (puesto que perseguimos ciertos fines con modos de intervención
pautados por una técnica), que sirva a los fines de quien consulta . ¿Pueden servir también
al (a la) analista? Sí, en un sentido y sólo en uno: mantener su deseo de analizar.

Para Heidegger, la palabra es tekhné. Y es con la palabra con la que un analista y un(a)


analizante trabajan para develar la verdad. Lo inconsciente es lo formado en la sesión
analítica. El trabajo analítico propende a formar lo inconsciente; es esa la meta del
trabajo analítico. ¿Qué bien se quiere alcanzar con el psicoanálisis? ¿Qué se debe hacer?
Todo aquello que permita formar el inconsciente. Evitar todo aquello que conspire contra
ese propósito.

Por tanto, no se opera desde el saber (porque eso aleja de la verdad), sino desde la
ignorancia docta que es también un medio técnico, y ético, puesto que si el analista operara
desde el saber estaría vehiculando lo que cree saber que le conviene a quien consulta.

En el quehacer analítico se trata menos de que la ética tenga una técnica (o viceversa),
que de concluir que técnica y ética son indisociables porque algo se dice (o se calla) con un
fin determinado. Y si no se persigue que haya un análisis, se estará persiguiendo (quiérase
o no, sépase o no) otro fin. De ahí, se infiere, que una falta ética implica siempre una pifia
técnica… y viceversa.

La técnica analítica opera sobre un sujeto y el producto es la consecución de una verdad (o


de un saber pero de orden textual, no referencial); es el develamiento de lo inconsciente
(su desencriptamiento). En suma, el producto es un análisis.

Respecto de las preguntas planteadas: desde mi punto de vista la categoría principal en la


técnica del psicoanálisis es el silencio. Parece absurdo afirmar esto cuando la materia
prima de un proceso analítico es la palabra, pero sabemos que esa palabra  es emitida
para relanzar el deseo y tiene como destino fallar en su propósito de decir lo que nunca
acaba por ser dicho. La palabra es importante en cuanto falla, y el resto (lo indecible)
contiene la nuez de una verdad articulada pero inarticulable. Creo que Lacan lo afirma así
cuando dice “la esencia de la teoría psicoanalítica es un discurso sin palabras”.

En psicoanálisis sí hay un método porque al dirigir una cura se sigue un camino para
arribar a un fin. Y la técnica atañe tanto al trayecto como a la meta. No olvidemos que
Platón incluía en la noción  de método la mejor elección posible del camino a tomar (Soph,
218 D). Habla también de que a veces el camino a seguir tendrá que ser largo en afinidad
al alto fin que persigue (Rep. VI, 505 B-E). Aristóteles lo define del mismo modo en su Ética
a Nicómaco.

También hay método en psicoanálisis si coincidimos con Freud en el llamado determinismo


psíquico: lo que se haga o deje de hacer, lo que se hable o se calle, estará determinado
desde lo consciente o desde lo inconsciente: por tanto, hay aquí un camino
predeterminado. Como Freud siempre consideró al psicoanálisis como una ciencia de la
naturaleza, lo dotó de un método disperso en toda su obra (pues nunca llegó a escribir el
tratado de técnica que muchas veces mencionó en su correspondencia privada). De ahí
que Miller diga (pero desde a técnica debida a Lacan) que intentará hacer un “discurso del
método”. Eso evoca a Descartes, para quien las reglas metódicas eran reglas de invención
(en el sentido de que invenire se refiere a eso que debe advenir: lo inconsciente, en
nuestro caso). Más aún: para Descartes el método es necesario para la búsqueda de la
verdad. Ya sabemos que la verdad en psicoanálisis es la develada (no la revelada –
religiosa- ni la de la adecuación –matemática-).

Por ejemplo: si el sueño tiene un sentido, debemos elegir el camino (el método) que nos
lleve a develarlo. Ese método se vale de técnicas diversas: el silencio del analista, la
interpretación, la escansión, el medio decir, etc.

 
Enlace permanenteMostrar mensaje anteriorResponder
Re: Foro de las lecturas inaugurales
de José Carlos Hernández Pineda - Monday, 9 de November de 2020, 09:40
 
Muchas gracias por sus respuestas. Me gustaría ir comentando y en la medida de lo
posible co-plantear problemas acerca de la relación del psicoanálisis y la filosofía, es decir,
además de la técnica, el método, la estrategia, la táctica, la política, la ética (éstas últimas
que remiten a la filosofía de manera explícita) me gustaría también, en la medida de lo
posible, examinar como elaborar la relación del psicoanálisis con la ontología y la
epistemología. Por el momento, con la ontología me gustó mucho pensar la relación del
pensamiento de Heidegger con la técnica y el dispositivo (posteriormente abordaré la
relación con Foucault, Deleuze y Agambem), pero algo que no deja de sonarme
problemático es lo siguiente.

Usualmente se divide el pensamiento de Heidegger en dos parte: el Heidegger de la


ontología fundamental y el Heidegger del pensar  ontohistório, ambas partes tienen sus
respectivas sub-partes. Sin embargo, hay un eje tematizador que es la pregunta por el ser y
su relación con la verdad y la historia. Yo me preguntaba hasta que punto deja de ser
psicoanálisis un concepto que se saca fuera del psicoanálisis para otra disciplina y hasta
que punto, en el caso de Heidegger, si queremos tomar un concepto de Heidegger, como el
caso de la técnica y la verdad como desocultamiento, nos obliga a tomar su proyecto
filosófico, o dicho en otro sentido, hasta qué punto tomar algunos conceptos de Heidegger
al ser llevados al psicoanálisis pierden su fuerza si no tomamos sus otros conceptos y, en
suma, su proyecto u horizonte filosófico. Una consecuencia de esto es que si ocurre tal
cosa quizá el propio psicoanálisis no termine tan enriquecido o fundamentado (suponiendo
que ese sea el objetivo). En este sentido me termino preguntando si preguntar acerca de la
dimensión óntica u ontológica, por ejemplo,  es una pregunta válida para el psicoanálisis

 
Enlace permanenteMostrar mensaje anteriorResponder

Re: Foro de las lecturas inaugurales


de Alfonso Herrera - Friday, 13 de November de 2020, 14:43
 
Hola José Carlos.

Ciertamente, el tomar un concepto filosófico para llevarlo al psicoanálisis (o viceversa)


desnaturaliza la categoría en cuestión por quedar descontextualizada del ámbito en el que
(y para el que) fue concebida.

Sin embargo (pero esta es una posición personal) creo que esa desnaturalización
enriquece el campo en el que se reinjerta el concepto trasterrado.
Lacan y Freud hacían esto todo el tiempo. El Ello (tomado de Groddeck), lo inconsciente
(desnaturalizando lo que al respecto había dicho Hartmann), el principio de Nirvana
(tomado de una lectura de Bárbara Löw) fueron conceptos decontextualizados que
adquirieron un relieve distinto en la obra freudiana.

Lacan hizo lo mismo tomando conceptos sueltos de la lógica, la topología, la lingüística (al
punto de llevarlo a aclarar que él hacía logiquería, topologería y lingüistería).

Las cuestiones óntica y ontológica tiene una importancia axial en psicoanálisis, aunque sea
por la vía negativa:

Lacan desliga lo óntico de lo inconsciente al señalar la evanescencia que le es intrínseca;


por otro lado y a propósito del campo escópico dialoga imaginariamente con Merleau-Ponty
de las implicaciones ontológicas que de ahí se derivan (Ver Sem. XI, Los cuatro conceptos
fundamentales del psicoanálisis).

Sobre lo ontológico hay un interesante diálogo que Lacan sostiene con Octave Mannoni
(Sem. I) .

Más importante todavía es lo que Lacan elabora a propósito del proceso primario elucidado
por Freud en la Traumdeutung (ver Seminario 2).

Creo recordar que en el seminario XIX, …o peor deslinda al discurso psicoanalítico de la


ontología (y de la filosofía misma).

 
Enlace permanenteMostrar mensaje anteriorResponder

Re: Foro de las lecturas inaugurales


de Arturo Gerard - Tuesday, 3 de November de 2020, 22:25
 
Alfonso nos pregunta:

¿Cuál es la experiencia (como analizantes o como analistas) del resto, compañerxs?

Me gustaría, entonces, compartir mi experiencia como psicoanalista formado con


la “orientación de la Internacional” a propósito de la Hystoria, la bienvenida, las entrevistas
preliminares y los dispositivos.

Mucho antes de quererme formar como psicoanalista, demandé avalar mi autoevaluación,


pedí ser psicoanalizado, sin tener idea de que era eso. Mi motivación consciente, era desde
la idiosincrasia médica, como paciente que busca que lo sanen, aquella donde se le otorga
al médico el lugar del “omnipotente”, el “deseo oceánico”, en aras de eliminar los síntomas
que aquejan, cuando, como señala Ezequiel, se “va al encuentro de un psicoanalista para
hablarle de sus heridas del alma, de su malestar, con la esperanza de que su sufrimiento,
ligado a las dificultades de gestión de sus conflictos, sea acogido y reconocido”.

Con el paso de los años y tras haberme inscrito en la carrera, universitaria, de psicología,
mi motivación había evolucionado, pero es verdad que años más tarde, al postrarme como
candidato a psicoanalista, él análisis didáctico cambio la intención, que no la esencia, de mi
discurso ya emprendido con antelación; primero porque me pidieron cambiar de analista
por un analista didáctico, después, porque se instauró en mi, el dispositivo paranoide ante
la ansiedad de castración, punto de detención neurótico, pero punto de detención en el
cual, también está implicado el analista y la institución internacional.

Es verdad, que caí en cuenta de eso, a la postre, tal vez, de mis entrevistas preliminares,
mucho antes de finalizar mi formación y, de ser avalado como psicoanalista miembro de la
IPA, pues como sujeto, ahí, signo de mi propia castración, ya no me coloqué en el drama
de las escenas, sino en la dimensión del autoengaño por el goce. Como diría Freud “las
mociones hostiles y los fenómenos amorosos” -que la escisión institucional, consecuencia
de las disputas políticas de poder-, se manifestaban en el artificio de la transferencia,
interrumpiendo el juego libre y asociativo de mi discurso.

Fue en el porvenir de mí análisis, que se develó, la dimensión que


repetía, inconscientemente, en mi análisis didáctico, justificado tras la postre a la
autorización institucional para convertirme en un “candidato”.

Si, el “dispositivo”, los discursos hegemónicos que ordenan y organizan el poder


institucional, inciden sobre las modalidades con que se analiza, se supervisa y se enseña
en esos ámbitos políticos y de poder, pero que, como señala Ezequiel, es “un poder que
debe ejercerse, pero al mismo tiempo un poder que siempre debe ser deconstruido...”,
pues como señala Alfonso, “en una sociedad disciplinaria o de control, avasalla el “para
todos”, -mientras que- el dispositivo analítico propugna el “para uno”. Lo imperante,
entonces, no es si es didáctico o no, si no, si es psicoanalítico o no.

A propósito sobre ¿quién elige, el analizante o el analista?

“Si el “gobierno de los dispositivos” es un enunciado cuya lectura depende de nuestra


posición subjetiva. Si con ese sintagma mentamos el control que los dispositivos ejercen
sobre el sujeto, estaremos en la lógica del amo y el esclavo; si leemos la frase como el
gobierno que el sujeto ejerce sobre el dispositivo, nos posicionamos en la diada que
permite aquilatar nuestro margen de libertad”. Por tanto, es el analizante ante el dispositivo
analítico.

 
Enlace permanenteMostrar mensaje anteriorResponder

Re: Foro de las lecturas inaugurales


de Alfonso Herrera - Friday, 6 de November de 2020, 10:59
 
Arturo, en lo personal te agradezco este testimonio sobre el decurso de tu formación. 

Lacan no distinguía los análisis didácticos como una clase aparte porque creía que todos lo
eran. Como dices con rigor, lo importante es que se trate de un análisis. 

 
Enlace permanenteMostrar mensaje anteriorResponder

Re: Foro de las lecturas inaugurales


de Christián Esaú Espinoza Sandoval - Monday, 9 de November de 2020, 08:25
 
Hola Alfonso, todos y todas:

En principio, disculparme por intervenir tardíamente en este foro ... las dos primeras
semanas de inicio del Certificado han coincidido con una abrumadora carga de trabajo y no
he podido sino hasta este fin de semana comenzar las lecturas del primer foro. En estos
días me pongo al día con el segundo foro.

De cualquier manera, me han sido muy beneficiosas no solo las aclaraciones y precisiones
que ha hecho Alfonso sobre variados temas del primer foro, así como los comentarios
planteados por varios de los compañeros y compañeras. Dado que me sumerjo de a poco
en el terreno del psicoanálisis, he disfrutado muchísimo estas primeras tentativas de ir
cimentando un terreno común sobre la temática del Certificado.

En concreto, dado que me aproximo por vez primera a muchos conceptos del psicoanálisis,
lo que más me ha resonado es lo relativo al concepto de "deseo", planteado por Alfonso en
un comentario y con algunos puntos añadidos en otros comentarios. Tengo la impresión de
que este concepto es el concepto fundamental -o, por lo menos, uno de los más centrales-
para comprender la práctica teórica del psicoanálisis. Y, sin embargo, como dice Alfonso,
se dice muy poco acerca del mismo o se dan por supuestas muchas cosas. Mis lecturas
iniciales del psicoanálisis, que involucran alrededor de ese concepto a Freud, Reich y
Lacan, me han generado la opinión de que el concepto de "deseo" varía de un autor a otro,
dado que cada uno de estos autores tenía preocupaciones específicas en sus propias
teorías, además de que entraban en diálogo o se insertaban en tradiciones intelectuales
diferentes (Lacan con Spinoza y Hegel, por ejemplo; Reich con el marxismo) ....

Se que estudiaremos más a fondo el "deseo" en momentos ulteriores de este Certificado,


pero quería pedirte desde ya -estimado Alfonso- que pudieses sugerir (me, nos) algunas
lecturas claves para comenzar a sumergirnos en la problemática alrededor de este
concepto... Como lo dije al momento de mi presentación, trabajo en mi tesis doctoral sobre
el pensamiento político de Deleuze y Guattari, y como todos sabemos, la propuesta de una
concepción antagónica del deseo frente al psicoanálisis está a la base de esa nueva
filosofía política, razón por la cual me interesaría mucho "avanzar" al respecto, mientras
sigo nutriendo mis conocimientos del psicoanálisis conforme seguimos avanzando ...
muchas gracias y saludos!

Christian

 
Enlace permanenteMostrar mensaje anteriorResponder

Re: Foro de las lecturas inaugurales


de Alfonso Herrera - Friday, 13 de November de 2020, 15:08
 
Christian, gusto en leerte.

La primera aproximación que recomiendo es la de los diccionarios. Es muy útil su consulta


porque da una visión panorámica que permite mapear el terreno que después uno puede
explorar meticulosamente.

Te anoto algunos:

 Pierre Kauffman. Elementos para una enciclopedia del psicoanálisis (Paidós).

Roland Chemmama. Diccionario de psicoanálisis (Amorrortu).

Alain de Mijolla. Diccionario internacional de psicoanálisis. 2 vols. (Akal).

Jean Laplanche y Bertrand Pontalis. Diccionario de psicoanálisis (Labor).

Dylan Evans. Diccionario introductorio de psicoanálisis lacaniano (Paidós).

Elisabeth Roudinesco y Michel Plon. Diccionario de psicoanálisis (Paidós).

Pierre Fedida. Diccionario de psicoanálisis (Alianza Editorial).

Américo Vallejo. Vocabulario lacaniano (Helguero editores).

Paul-Laurent Assoun. El vocabulario de Freud (Nueva Visión).

Jean-Pierre Cléro. El vocabulario de Lacan (Atuel/ Anáfora).


 

Nota: También subiré en el foro de esta semana un escrito sobre el deseo que te dará
una perspectiva de cómo evolucionó ese concepto en la obra de Lacan.

 
Enlace permanenteMostrar mensaje anteriorResponder

Re: Foro de las lecturas inaugurales


de Christián Esaú Espinoza Sandoval - Wednesday, 18 de November de 2020, 00:01
 
Muchas gracias, Alfonso, por las recomendaciones bibliográficas. He leído ya tu "Gramática
del deseo" y agradezco la claridad de la aproximación a las concepciones lacanianas del
deseo. Intervendré luego en ese foro al respecto. Saludos.

También podría gustarte