Tema 9 Censos Demograficos
Tema 9 Censos Demograficos
Tema 9 Censos Demograficos
Esta operación todavía hoy en día constituye para muchos países un reto logístico y
organizativo descomunal. La realización del recuento de la población y de sus
características es una tarea llena de dificultades que necesita muchos recursos.
En España, el primer censo moderno de población, entendiendo como tal el que utiliza
a la persona como unidad de análisis, se realizó en 1768 por el Conde de Aranda bajo
el reinado de Carlos III. También son de destacar por su interés el Censo efectuado en
1787 por Floridablanca y el realizado diez años más tarde por Godoy en tiempos de
Carlos IV.
Los censos de población se promueven por parte de Naciones Unidas, que emite
recomendaciones internacionales para que puedan considerarse homogéneos en todo
el mundo. Se propone que esos recuentos se hagan al menos una vez cada diez años,
normalmente los años terminados en cero o uno. Así, hablamos de ronda censal de
2020 para referirnos a los censos realizados en el mundo en torno a esa fecha si bien
el programa mundial 2020 de Naciones Unidas realmente abarca el periodo 2015-2024.
En el caso europeo, el año censal es 2021, por eso en la UE se habla más bien de ronda
2021.
La ronda censal 2020 (o 2021) se ha visto muy afectada por la pandemia de Covid-19,
iniciada en marzo de 2020, que alteró los planes de recogida de muchos países en todo
el mundo y ha supuesto retrasos en muchos de ellos.
Como ya ocurriera con la edición de 2011, los censos en la Unión Europea (UE) de la
ronda 2021 se realizan además con una reglamentación comunitaria. El reglamento
763/2008 del Parlamento Europeo y del Consejo (junto con otros que lo desarrollan),
además de implantar la obligatoriedad de realizar el Censo cada diez años (afecta a los
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censos de 2011 y 2021), asegura la comparabilidad de los resultados a nivel de la Unión
Europea por lo que respecta a la metodología, definiciones, el plan de datos a publicar
y los metadatos estadísticos asociados.
Además, una vez que se censan edificios puede ser conveniente no solo censar las
viviendas que hay en ellos sino también los locales comerciales, sobre todo cuando no
se tiene otra fuente para conocer tales locales. Por eso, tradicionalmente en España se
hacían dos tipos de censos demográficos: un primer censo (también conocido como
“primer recorrido”) en el que se censaban todos los edificios y un segundo recorrido del
territorio, unos meses después, en el que se acudía a esos edificios previamente
censados para realizar el verdadero censo de población y viviendas.
Este sistema de doble recorrido todavía sigue vigente en muchos lugares del mundo.
En España se hizo el último verdadero censo de locales en 1991. El censo de Edificios
se ha venido realizando hasta 2011, así como el de población y el de viviendas.
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se censan los locales, lo cual proporciona una fuente de inestimable valor para
conocer la actividad económica cuando no se dispone de otras fuentes.
Los colectivos objeto de estudio en unos censos son la población, los hogares y las
viviendas.
«Residencia habitual»: el lugar en que una persona pasa normalmente el período diario
de descanso, independientemente de ausencias temporales con fines de ocio,
vacaciones, visitas a amigos o parientes, negocios, tratamiento médico o peregrinaje
religioso.
Así pues, la población residente es la que cumplía esas condiciones durante la fecha
censal. Pero no es esta la única definición posible de población. En la actualidad sigue
habiendo un buen número de países que no miden esta población basada en el
concepto de residencia habitual (también conocida como “población de jure” o “de
derecho”) sino que se centra en conocer la población de hecho (o “de facto”), es decir,
las personas presentes en un momento determinado (en la fecha de referencia)
independientemente de si se encontraban en su lugar de residencia o no. Este matiz
tiene mucha importancia porque en el primer caso se debe censar a población que en
el momento de referencia estaba ausente; en el segundo se contempla como población
a la que en la fecha censal se encontraba presente en el lugar donde se censa aunque
estuviera desplazada de su vivienda habitual, por ejemplo, de turismo. Imaginemos la
importancia que este matiz tendría en zonas turísticas si el censo se realizara en verano.
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Pero no son esas las únicas definiciones posibles de población. Conforme los países
van optando por nuevos métodos de recogida basada en datos administrativos se
empieza a consolidar un nuevo concepto. El Reglamento 763/2008 del Parlamento
Europeo y del Consejo, añade un importante matiz a la definición de población residente
mostrada anteriormente:
• Viviendas familiares
o Viviendas convencionales
Viviendas principales
Viviendas secundarias
Viviendas vacías
o Alojamientos
• Establecimientos colectivos
Vivienda familiar es aquella destinada a ser habitada por una o varias personas, no
necesariamente unidas por parentesco, y que no constituyen un establecimiento
colectivo.
Las viviendas familiares pueden ser convencionales (una vivienda familiar que cumple
todos los requisitos para ser habitada y en la fecha censal no se utiliza totalmente para
otros fines) o puede ser “no convencional” como sería una chabola, una cueva o una
caravana.
2Ver documento “Guidelines on the use of registers and administrative data for population and housing
censuses”. Diciembre de 2018. https://www.unece.org/index.php?id=50794&L=0
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9.2.3 Los hogares
Si entendemos por hogar simplemente a todas la personas que comparten una vivienda,
tenemos el menos restrictivo concepto “hogar-vivienda”, habitual en los censos. En el
ejemplo anterior, todas esas personas formarían un hogar aunque no tengan vínculos
familiares.
No hay un método único para contar la población. Casi cabría sostener lo contrario: hay
tantos métodos como países, pero esencialmente podemos clasificar estos métodos en
varios grupos según el método de recogida y los recursos humanos que se utilizan.
Por un lado figuran los censos que podemos denominar de “un día”, en los cuales, se
toma una fecha censal y en ella se moviliza una cantidad ingente de personas que
actúan como agentes censales. El día del censo es festivo: se suele ordenar un toque
de queda por parte de las autoridades del país y la población está obligada a
permanecer en sus hogares hasta que los visite el entrevistador. La población que se
contabiliza en censos así normalmente es población de hecho, es decir, la que durante
la noche de referencia pernocta en el domicilio censado, independientemente de si es
esa su residencia habitual o no, aunque no siempre es así.
Este sistema sigue vigente en el mundo: hay decenas de países, sobre todo los menos
favorecidos, que aún hoy en día cuentan la población así.
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En este tipo de censos se tiende a medir la población residente de jure o de derecho,
es decir, se busca conocer a los residentes habituales, independientemente de si en la
fecha de referencia estaban o no en la vivienda.
Este es el sistema seguido en España hasta 2001 (en ese censo trabajaron como
agentes censales unas 40.000 personas durante más de tres meses); todavía sigue
vigente en la mayor parte de los países desarrollados.
En los últimos años han mejorado mucho los métodos de recogida: los agentes usan
dispositivos electrónicos para censar y tomar coordenadas GPS de los edificios o se
fomenta que los hogares rellenen los cuestionarios por Internet, entre otras mejoras. En
algunos casos se aplican técnicas de muestreo, de forma que no toda la población tiene
que rellenar los formularios censales sino solo una parte. Pero esencialmente se trata
de capturar la información directamente preguntando por ella a la población.
Durante las últimas décadas ha ido avanzando una forma diferente de contar a la
población y de conocer sus características. Al principio, en los años 80 o 90 del siglo
pasado, fueron unos pocos países, los nórdicos y Holanda, los que dejaron de recurrir
a trabajos de campo y obtuvieron la información a partir de registros administrativos.
Este planteamiento es radicalmente distinto a los anteriores y se fundamenta en la
posibilidad que ofrecen estas fuentes de ofrecer información sobre la población de
mayor calidad, a un coste muy inferior que la que se obtiene recorriendo todo el territorio
y sin necesidad de preguntar a la población por datos que en muchos casos ya obran
en poder de las administraciones.
En 2011, España no estaba todavía en condiciones de dar el salto y se situó junto con
Alemania, Austria (o Suiza, fuera de la UE) en el grupo de países que abandonaron el
recuento exhaustivo y que realizaron un método mixto, con uso de registros
administrativos pero también encuestando a parte de la población. En concreto, el
Censo de Población de 2011 en España se basó en la combinación entre datos
administrativos y una encuesta al 9% de la población.
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recogidos, como ocurría tradicionalmente con los censos, ni tampoco era el número de
habitantes que se obtenía del padrón (ver apartado 9.5.1 El Padrón).
El objetivo fundamental del fichero precensal era disponer de información suficiente para
realizar el recuento de la población y de su estructura según las principales variables de
clasificación (sexo, edad, nacionalidad, país de nacimiento). El resto de variables
censales tendrían que salir forzosamente de la encuesta dirigida al 9% de la población.
Otros registros tendrán un factor de recuento 0, y por tanto esas personas no se cuentan
como residentes. Son aquellos que se han encontrado en los ficheros de defunciones y
que aún figuran en el padrón, generalmente porque se trata de defunciones recientes
aún no procesadas y en algunos casos porque no se ha podido determinar
perfectamente el enlace entre persona fallecida y empadronada.
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Para ello se realizó un procedimiento mediante el cual se asignaba ese factor en función
del número esperado y encontrado de personas para 742 grupos en los que se clasificó
la población dudosa (por edad, nacionalidad y provincia).
El factor de recuento medio resultó ser 0,424, lo que implica que el 1.046.000 de
dudosos se contabilizaron como una población de 444.000 personas aproximadamente.
Al final de este proceso todos los registros tienen asignado un factor de recuento, con
valor 1 para el 97% de los registros, y con valor distinto de uno (casi siempre menor),
para el resto. El fichero así formado se conoció como Fichero Censal Final Ponderado
(FCFP), que contenía unos 47,4 millones de registros, pero que sumaban 46,8 millones
de residentes estimados: la cifra censal
Pero todas las variables que se recogen en el censo provienen de un cuestionario que
respondieron aproximadamente 4 millones de personas, luego en puridad, el censo de
2011 se considera que es una muestra, no un verdadero censo, en tanto que la mayor
parte de las variables no proceden de un recuento exhaustivo. Este método es muy
similar al que siguieron Suiza y Alemania.
A mediados de 2014 se iniciaron los trabajos para la construcción del censo de 2021.
Para poder tomar una decisión final sobre la metodología a emplear, fundada en datos,
se realizó un trabajo que se puede considerar un ensayo general del censo de población,
referido a 1 de enero de 2016, el llamado “fichero precensal 2016” (FPC-2016). También
se realizaron los primeros estudios de viabilidad del censo de viviendas basado en
registros. No hay que olvidar que el proyecto censal en realidad incorpora dos proyectos
conectados pero distintos: el recuento de la población y el de las viviendas.
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Los resultados del análisis de viabilidad del FPC-2016 fueron concluyentes: se
consideró perfectamente factible un censo basado en la combinación de registros
administrativos. El requisito mínimo para el Censo de 2021, que es la información a la
que obliga el Reglamento de la UE se cumplía sobradamente para todas las variables
referidas a la población. Sería necesario completar la información con procedimientos
estadísticos de imputación, tal como se hace en un censo clásico en el que se tiene que
imputar la falta de respuesta, muy notable en algunas variables. El nivel de imputación
requerido sería, de hecho, inferior al usado en censos anteriores.
El proyecto censal de 2021 se completa con una Encuesta sobre las Características
Esenciales de la Población y las Viviendas (ECEPOV) paralela al censo, con un tamaño
que ronda el 1% de la población, y que permite proporcionar información de calidad para
las variables no cubiertas por los registros administrativos, tales como el uso de lenguas,
las formas de convivencia, la movilidad cotidiana, el equipamiento de las viviendas o el
entorno físico y medioambiental.
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corto, que se dirige a toda la población y que contiene solamente las variables más
relevantes, y el cuestionario largo, que se dirige a una muestra de la población y que
recopila muchas más variables, sobre otros muchos aspectos.
Entre las variables presentes siempre en los censos podemos incluir el sexo, la edad, el
estado civil legal, la situación en relación con la actividad económica, la ocupación, el
sector de actividad económica, el nivel de estudios o los estudios en curso, el país o
lugar de nacimiento, el país de nacionalidad, las residencias anteriores, el año de
llegada al país o al lugar actual, las formas de convivencia (tipo de núcleo familiar del
que se forma parte, el número de personas con el que se convive y las relaciones de
parentesco) las condiciones de la vivienda, el régimen de tenencia de la vivienda o
características relativas a la vivienda como el suministro de agua, el saneamiento o las
instalaciones.
En ese sentido, Naciones Unidas establece recomendaciones sobre qué variables
incorporar y sobre todo respecto de cómo incorporarlas en el caso de que así se haga,
pero no incluye un conjunto obligatorio de variables (es preciso señalar que Naciones
Unidas emite recomendaciones, no obliga a los países); pero en el ámbito específico
europeo sí que existe un reglamento que obliga a los países a recopilar lo que podemos
considerar un conjunto mínimo de variables que componen el censo de población.
La relación de variables que se investigan en los Censos 2011 y 2021 en la UE se basan
en el Reglamento 763/2008 del Parlamento Europeo y del Consejo de la Comisión
Europea que estableció un mínimo común denominador para los países miembros.
Además se han añadido otras variables que corresponden a necesidades de
información nacional y que vienen derivadas de la conveniencia de la continuación de
series históricas que continúan siendo relevantes o de nuevas necesidades de
información reclamadas por usuarios.
La existencia del padrón continuo permite disponer de una fuente de incalculable valor
para actualizar los datos de población residente, que de otra forma solo podría
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actualizarse cada diez años, con los censos. El padrón permite conocer los flujos
migratorios ocurridos en la población, de forma que la cifra censal se pueda ir
actualizando periódicamente.
Durante los años 70 y 80 del siglo pasado en España se disponía de una cifra oficial de
población cada diez años (el Censo de 1970 y el de 1981) y en los periodos
intercensales se procedía a la actualización de esos datos mediante la renovación o
rectificación padronal.
Así mismo, en el año central de cada periodo intercensal se realizaba lo que se conocía
como “renovación padronal”. En 1986, entre los censos de 1981 y 1991, se produjo la
última renovación padronal. La “renovación” de 1986, al contrario de la “rectificación”
anual era un verdadero procedimiento censal. En 1986 se enviaron a los hogares los
volantes de empadronamiento para actualizar los datos de los vecinos residentes en
cada municipio.
Pero a diferencia de cómo venía sucediendo hasta entonces, de acuerdo con la nueva
normativa, el censo de población y viviendas no venía a corregir la serie padronal sino
que las cifras del padrón se actualizaban por medio de actuaciones de los
ayuntamientos, no mediante una operación de envío de cuestionarios censales o
padronales.
El padrón se actualiza continuamente. Cada vez que una persona cambie de domicilio
debe comunicarlo.
3 Ley 70/1980, de 16 de diciembre, por la que se modifican las fechas de referencia para la formación de
los Censos Generales de la Nación y de renovación del Padrón Municipal de Habitantes.
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Pero lo que tienen en común ambas fuentes es que permiten contabilizar la población
y, de hecho, a partir de 2021, cuando el censo se construya a partir del propio padrón,
pasarán a integrarse cada vez más en un único producto.
Es importante señalar desde la entrada en vigor del padrón continuo, que la existencia
de dos fuentes con distinta naturaleza hace que en España haya dos series de datos de
población independientes entre sí. Es a partir del censo de 2001 cuando se consuma
esta separación:
- Por un lado, cada año, se tienen las cifras poblacionales basadas en recuentos
directos de padrón que se publican como cifras oficiales de los municipios de
España a uno de enero.
- Por el otro se construye la “serie estadística”. Partiendo de los datos del censo
de 2001, durante la década 2001-2011 esta serie se conoce como “Estimaciones
de la población actual” (EPOBA) y desde 2011, con alguna mejora metodológica,
bajo la nueva denominación de “Cifras de Población”. Esta serie se actualiza
también cada seis meses, sumando a la cifra censal los flujos demográficos
estimados.
En realidad esas dos fuentes no son del todo independientes: lo son en cuanto a que la
segunda toma como punto de partida el censo, pero la serie estadística también se
apoya en el padrón, dado que tanto los flujos migratorios como el propio stock del censo
2011 se obtienen del padrón.
La existencia de dos series de población oficiales supone una cierta anomalía. Tiene
cierto parecido al caso de los datos de paro registrado y los que proporciona la Encuesta
de Población Activa (EPA). Las cifras del padrón proporcionan población empadronada,
con sus requisitos legales. La serie estadística pretende introducir ciertas correcciones
que se aproximen más a la población residente, si bien por la naturaleza en la que se
basan los censos de 2011 y 2021, la definición esencial es también la de población
registrada (empadronada).
En cualquier caso, las diferencias entre cifras de censo y padrón son mínimas en la
actualidad, y con las sucesivas modificaciones introducidas en la forma de contabilizar
la población en padrón se espera poder confluir en una única cifra oficial de población
en un futuro cercano.
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