Taller Las Sillas
Taller Las Sillas
Taller Las Sillas
(La Vieja y el Viejo, la Vieja tirando del Viejo, se dirigen hacia las dos sillas de la parte
delantera del escenario. El Viejo se sienta con toda naturalidad en las rodillas de la Vieja.)
EL VIEJO: Son las seis de la tarde. Ya es de noche. ¿Te acuerdas de que en otros tiempos no
era así? Todavía era de día a las nueve de la noche, a las diez y a medianoche.
EL VIEJO: No lo sé, plastita mía. Quizás porque cuanto más se avanza más se hunde uno. Es a
causa de la tierra, que gira, gira y gira.
LA VIEJA: Gira, gira, pichoncito. (Silencio.) ¡Sí, eres ciertamente un gran sabio! Tienes
mucho talento, pichoncito mío. Habrías podido ser presidente, jefe, rey jefe, doctor jefe y
hasta mariscal jefe si hubieras querido, si hubieras tenido un poco de ambición en la vida.
(De pronto se oyen entre bastidores ruidos y una marcha militar. Se abre con estrépito la
puerta del fondo. No se ve a nadie pero una luz potente invade la escena y marca la entrada
del Emperador, el cual es un personaje invisible.)
EL VIEJO: ¿Será posible?... Pero sí... ¡Es el Emperador! ¡Su majestad el Emperador!
6. ¿En esta obra teatral se hace referencia al sinsentido que adquiere la vida con el paso
del tiempo? ¿Por qué?
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8. ¿En qué momento hay un cambio de tema que puede indicar incomunicación entre los
personajes? Justifica citando un fragmento.
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9. ¿Mediante qué elemento se representa la entrada del Emperador? ¿Qué opinas de esto?
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10. Teniendo en cuenta lo que dice la vieja, ¿consideras que siente enfado y resentimiento
hacia el viejo? ¿Por qué?
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