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UNIVERSIDAD NACIONAL DE SAN AGUSTIN

ESCUELA DE PRE GRADO


“TÍTULO PROFESIONAL DE ABOGADO”

“LOS PRINCIPIOS DE IGUAL APLICACIÓN DE LA LEY Y PREDICTIBILIDAD


JUDICIAL EN LAS SENTENCIAS DE VISTA SOBRE CAMBIO DE NOMBRE, EN EL
DISTRITO JUDICIAL DE AREQUIPA (PERIODO: ENERO 2015 - SETIEMBRE 2017)”

Presentado por el Bachiller:

VICTOR ALFONSO MAMANI CUSIATAU

Para optar el título profesional de:

ABOGADO

Asesor:

Mg. JOSE LUIS VELARDE HUERTAS

AREQUIPA-PERU

2017
A Victoria, mi madre, quien hizo que
conozca a Dios y el amor en este mundo.

A Yovany Alfonso, mi padre, que desde


niño me forjó disciplinado.

A Dios, por regalarme la vida en una


hermosa familia y cuidar de nosotros.

2
RESUMEN

El nombre, compuesto por el pre nombre y los apellidos, forma importante parte de nuestra

identidad y nos singulariza de los demás. La doctrina clásica lo ha establecido como algo inmutable

y estático; sin embargo, actualmente con la forma tan dinámica que se interactúa en sociedad, el

valor que se le da al nombre es considerable (correos, redes sociales, etc…), por ello, se ha visto

que el llevar un nombre que nos cause problemas en nuestro libre desarrollo de nuestra

personalidad, resulta perjudicial.

El remedio que nuestro ordenamiento jurídico ha establecido es el proceso no contencioso de

“cambio de nombre”, sin embargo es sólo una excepción que para ser amparada por un juez, este

debe evidenciar un “motivo justificado”. Queda la pregunta abierta a desarrollar: ¿Qué es un

motivo justificado que ampare un cambio de nombre en nuestro distrito judicial?, ¿El motivo que

es justificado para un juez, lo es también para otro?

Nuestra investigación evidencia que el trato que se le está dando a la materia no es alentadora;

por el contrario, no hay uniformidad, ni siquiera aproximación de criterios en ciertos supuestos.

Ante ello nosotros proponemos algunos aportes que quizá puedan contribuir a no afectar principios

constitucionales, como viene sucediendo.

PALABRAS CLAVE

1.- Identidad, 2.- Libre desenvolvimiento de la personalidad, 3.-Nombre, 4.-Cambio de

nombre, 5.-Motivos justificados, 6.-Predictibilidad de las Decisiones Judiciales, 7.-Igualdad en la

Aplicación de la Ley.

3
ABSTRAC

The name, composed by the pre-name and surnames, forms an important part of our identity

and distinguishes us from others. Classical doctrine has established it as something immutable and

static; however, currently with the dynamic form that is interacted in society, the value given to

the name is considerable (emails, social networks, etc ...), so it has been seen that bearing a name

that causes us problems in our free development of our personality, is harmful.

The remedy that our legal system has established is the non-contentious "change of name"

process, however it is only an exception that to be protected by a judge, this must show a "justified

reason." There remains the open question: What is a justified motive that protects a change of

name in our judicial district? Is the motive justified for one judge, also for another?

Our research shows that the treatment that is being given to the subject is not encouraging; on

the contrary, there is no uniformity or even approximation of criteria in certain assumptions.

Before this we propose some contributions that perhaps can contribute to not affect constitutional

principles, as it has been happening.

KEY WORDS

1.- Identity, 2.- Free development of personality, 3.-Name, 4.-Change of name, 5.- Justified

reasons, 6.-Predictability of judicial decisions, 7.-Equality in the application of the law.

4
“Primeramente, ¡oh, hijo!, haz de temer a
Dios; porque en el temerle está la sabiduría, y
siendo sabio no podrás errar en nada”.

Consejos que dio Don Quijote a Sancho Panza


antes de irse este a gobernar la Ínsula Barateria.

– Miguel de Cervantes Saavedra (1547-1616)

5
INDICE

RESUMEN..................................................................................................................................... 3
ABSTRAC ..................................................................................................................................... 4
INTRODUCCIÓN ...................................................................................................................... 10

CAPITULO I
EL DERECHO DE IDENTIDAD

1.1. ÁMBITO DEL DERECHO DE IDENTIDAD .......................................................... 15

1.1.1. La identidad de la persona ................................................................................... 15

1.1.2. La identidad como derecho humano ................................................................... 21

1.1.3. El contenido constitucionalmente protegido del derecho a la identidad ............. 24

1.2. EL NOMBRE COMO IDENTIDAD DE LAS PERSONAS ..................................... 25

1.2.1. Definición y utilidad del nombre ........................................................................ 25

1.2.2. Características del nombre .................................................................................. 28

1.2.2.1. Obligatoriedad ..................................................................................................... 30

1.2.2.2. Inmutabilidad ...................................................................................................... 30

1.2.2.3. Indisponibilidad................................................................................................... 31

1.2.2.4. Imprescriptibilidad .............................................................................................. 32

1.2.2.5. Irrenunciabilidad ................................................................................................. 33

1.2.2.6. Inembargabilidad................................................................................................. 33

1.2.3. Desarrollo histórico del nombre .......................................................................... 34

1.2.4. Evolución, alcances y composición del nombre en el Perú ................................ 38

6
1.2.5. El rol del RENIEC............................................................................................... 48

1.2.6. El rol del Registrador .......................................................................................... 52

1.2.7. Regulación del nombre en el Derecho Comparado ............................................. 55

CAPITULO II
EL PROCESO NO CONTENCIOSO DE CAMBIO DE NOMBRE

2.1. EL CAMBIO DE NOMBRE EN EL PERÚ .............................................................. 77

2.1.1. El Cambio de Nombre en los Código Civiles de 1854 y 1936 ........................... 77

2.1.2. Regulación en el Código Civil de 1984 .............................................................. 79

2.1.3. Análisis del artículo 29º del Código Civil ........................................................... 81

2.1.4. Procedimiento del Cambio de Nombre ............................................................... 83

2.1.5. Impugnación por Cambio o Adición de Nombre ................................................ 84

2.2. EL CAMBIO DE NOMBRE EN EL DERECHO COMPARADO ........................... 85

2.2.1. El cambio de nombre en América ....................................................................... 85

2.2.2. El Cambio de Nombre en Europa Continental .................................................... 92

2.2.3. El Cambio de Nombre en Asia .......................................................................... 102

CAPITULO III
ANÁLISIS CONSTITUCIONAL DEL CAMBIO DE NOMBRE

3.1. LA PREDICTIBILIDAD DE LAS DECISIONES JUDICIALES........................... 104

7
3.1.1 El principio constitucional de Predictibilidad Judicial. ..................................... 104

3.1.2 Posición del Tribunal Constitucional ................................................................ 106

3.1.3 Nuestra posición ................................................................................................ 108

3.2. EL PRINCIPIO DE IGUALDAD ............................................................................ 111

3.2.1 El principio constitucional de Igualdad ............................................................. 111

3.2.2 Posición del Tribunal Constitucional ................................................................ 116

3.2.3 El derecho de igualdad como Derecho Huamno ............................................... 120

3.2.4 Nuestra posición ................................................................................................ 123

CAPITULO IV: ANÁLISIS DE CASOS


Los “Motivos Justificados” en los procesos de Cambio de Nombre de las Salas Superiores
del Distrito Judicial de Arequipa (enero 2015- septiembre 2017)

4.1 CUESTIONES PREVIAS DE LA METODOLOGIA APLICADA ........................ 126

4.2 ¿POR QUÉ BUSCAR EL CONTENIDO DE LOS “MOTIVOS JUSTIFICADOS” EN

LAS SALAS SUPERIORES CIVILES? ............................................................................ 127

4.3 RAZONES DE LAS SOLICITUDES DE CAMBIO DE NOMBRE ...................... 132

4.4 LAS POSTURAS DISÍMILES DE LOS MAGISTRADOS .................................... 169

4.4.1 La “posición rígida” al Cambio de Nombre ...................................................... 170

4.4.2 La “posición permisiva” al Cambio de Nombre ............................................... 173

4.5 NUESTRA POSICIÓN ............................................................................................ 176

4.5.1 Cuando el nombre sea notoriamente extravagante o ridículo ........................... 178

8
4.5.2 Cuando el nombre afecte el libre desenvolvimiento de la personalidad del

solicitante, cualquiera que fuere su causa. ...................................................................... 179

4.5.3 El cambio del pre nombre, cuando hubiere adquirido notoriedad en su entorno

social ........................................................................................................................... 181

4.5.4 El cambio de nombre por razón de identidad de género. .................................. 182

4.5.5 En caso de homonimia con alguien que haya sufrido escarnio público o sea

buscado por la justicia. .................................................................................................... 183

4.6 ANÁLISIS ESTADÍSTICO DE LA INVESTIGACIÓN REALIZADA................. 184

4.6.1 Datos Generales................................................................................................. 184

4.6.2 Motivos por los que solicitan el Cambio de Nombre ........................................ 185

4.6.3 Respuestas del Órgano Jurisdiccional ............................................................... 186

4.6.4 Presencia de Votos de Discordia en las Sentencias........................................... 187

4.6.5 Consideración de la burla y discriminación como un “motivo justificado” ..... 188

CONCLUSIONES..................................................................................................................... 189
RECOMENDACIÓN ............................................................................................................... 191
BIBLIOGRAFIA....................................................................................................................... 192
PROYECTO DE REFORMA DEL ARTÍCULO 29º DEL CODIGO CIVIL E
INCORPORACIÓN DEL ARTÍCULO 829º-A EN EL CÓDIGO PROCESAL CIVIL ... 197
ANEXOS .................................................................................................................................... 203

9
INTRODUCCIÓN

El nombre que lleva una persona, qué duda cabe, es un atributo que llevamos desde el inicio de

nuestra vida. Este es elegido por nuestros padres, quienes deciden cómo nos singularizaremos de

las demás personas y cómo será que nos llame la gente; de ahí que siempre esta decisión tan

importante sea pensada varias veces antes de que sea decidida.

Ya de niños, una de nuestras primeras lecciones, además de decir “papá” o “mamá”, es aprender

nuestro nombre, y durante esta primera etapa de nuestra vida es el criterio diferenciador que

conocemos de las otras personas. No hay lugar para cuestionamientos en esta etapa sobre qué

nombre estamos llevando, porque vemos que es algo inmutable, fue de las primeras cosas que

conocimos y ya forjamos identidad con este.

El problema surge cuando empezamos a contrastar esa identidad que forjábamos en nuestro

nombre con la sociedad, ese conjunto pluricultural de personas que asumen ciertos valores y se

caracteriza por la heterogeneidad de conductas. Así no pasa desapercibido que hay factores como

el idioma, la historia, el lenguaje, entre otras muchas posibles razones por las que se dé situaciones

en las que un “nombre” empiece a representar algunos problemas que ocasionen disminución en

la identidad de la persona; a modo de ejemplo tomaré algunos casos que evidenciarán cómo esa

identidad que tenemos con nuestro nombre empieza a ser afectada al entrar a la vida en sociedad:

El primero, cuando el problema deviene el tiempo, como es el caso de Luis Abimael Guzmán

Cruz, quien no presentaba problemas con la identidad de su nombre hasta antes de la época del

terrorismo en el Perú, es después de este que devino en ser su nombre objeto de burla y menoscabo,

10
puesto que lo identificaron con el líder senderista Manuel “Abimael Guzmán” Reynoso, siendo

imposible no asociarlo con este sujeto que purga condena actualmente tras hacer tanto daño al país

por los actos de terrorismo cometidos en los años 80´.

El segundo caso, cuando el problema deviene en el tiempo, en este caso condicionado al entorno

cultural, como es el de Santiago Ccaca Lupa, que mientras vivía en Apurímac no presentó mayores

problemas, puesto que en quechua su apellido “Ccaca” significa “Roca dura”, pero cuando vino a

estudiar a Arequipa se le empezó a identificar su apellido con el excremento humano, denigrando

su identidad, evidentemente.

Y el problema no sólo está en las vinculaciones que una sociedad pueda empezar a hacer de un

nombre, sino que hay de aquellos nombres que escogen los padres que puedan originar problemas

en la vida futura de sus hijos; ejemplo de ello, podemos encontrar en el portal oficial de RENIEC

en Facebook1, donde se publican estadísticas de nombres peruanos en alusión a distintas fechas

conmemorativas, de ellos, algunos nombres que llamaron mi atención fue saber que hay: 49

personas que se llaman “Jhon Lennon”, 67 “Elvies Presley”, 36 “Miyagi”, 7 “Teacher”, 49

“Rambo”, 2 “Xmen”,10 “Mami”, 5 “Jornal”, 2553 “Messi”, 282 “Maradona”, 2 “Chaplin”, 27

“Actriz”, 8 ”Vulcano”, 1 “Spiderman”, 1 “Pinocho”, 83 “Ben Hur”, 4 “Frankestein”, etc… entre

muchos otros singulares nombres.

Entonces, podemos afirmar 2que esta interacción en sociedad, las posibles eventualidades que

surgen y los mismos padres al poner nombres singulares a sus hijos, ocasionan que alguien quizá

1
Para encontrar más de estos nombres y estadísticas pueden seguir el enlace en Facebook:
#ElPerúEstáEnSusNombres.
2
Podemos afirmar, no sólo porque dicha información está en el Fanpage oficial de RENIEC, sino porque con
registro de solicitud Nº0288-2017, pedimos RENIEC nos diga si dichos datos estadísticos eran ciertos, a lo que con
CARTA Nº 000280-2017/SGEN/OAD/RENIEC respondió afirmativamente.

11
no esté de acuerdo con el nombre que lleva, y la decisión que remedie el problema sea cambiarse

de nombre.

Sobre el cambio de nombre, que es el tema central en nuestra investigación, la ley indica como

regla general, que nadie se puede cambiarse de nombre, excepto lo ampare un “motivo justificado”.

Así, la redacción del artículo 29º de nuestro Código Civil es la siguiente: “Nadie puede cambiar

su nombre ni hacerle adiciones, salvo por motivos justificados y mediante autorización judicial,

debidamente publicada e inscrita. El cambio o adición del nombre alcanza, si fuere el caso, al

cónyuge y a los hijos menores de edad”, recayendo toda la responsabilidad de dar contenido de la

norma al Juez.

El problema en este proceso no contencioso podría suscitarse cuando el juez atiende una

solicitud de cambio de nombre sin observar valores constitucionales, como la dignidad de la

persona, y sólo exprese con total subjetividad su posición, y lo que simplemente lo considera

justificado lo ampara y si no, no lo ampara.

Al respecto, para ejemplificar cómo influye la subjetividad de los jueces, presentaremos dos

casos; en el primero de ellos, en el expediente Nº 08641-2014-0-0401-JR-CI-07, donde Manuel

Nemecio Quispe Blanco apelaba la sentencia de primera instancia que desestimaba su solicitud de

cambio de apellido, que pretendía cambiar su apellido paterno “Quispe” por el de “Salgado”, ello,

alegando que le hacía sentir mal y le ocasionaba conflictos internos en su personalidad por las

burlas de su entorno social; ante ello, la Segunda Sala Civil confirmó la sentencia recurrida,

desamparando así su pedido.

De otro lado y con un respuesta jurisdiccional opuesta, en el expediente 04588-2015-0-041-JR-

CI-08, Yan Wilner Quispe Yucra, argumentando la ridiculización que le ocasiona llevar el apellido

12
“Quispe”, que hubo sido objeto de burlas y agresión por parte de sus compañeros de colegio, con

un colegiado distinto, obtuvo una diferente respuesta de la Segunda Sala Civil, esta vez,

autorizando su cambio de apellido y procediendo al cambio de apellido paterno por el de “Chura

Sánchez”, ello con dos votos en discordia, lo que evidencia que el tema no es pacífico.

En consecuencia, el asunto de fondo no está en el apellido que pretendo cambiarme o si expreso

una razón específica que pueda resultar justificada para mí, sino por la carga argumentativa que le

presente al Juez y que a su subjetividad lo resuelva, considerando justificado o no el pedido.

En esa perspectiva, al no encontrar criterios uniformes, es posible verificar la incidencia en la

materialización del principio constitucional de Igualdad (Igual aplicación de la ley) y el principio

de Seguridad Jurídica (predictibilidad judicial), encontrándose nuestra investigación dirigida a

analizar qué se está entendiendo en nuestro distrito judicial por un “motivo justificado” que ampare

un cambio de nombre; así, con ello, conseguiremos mostrar la situación real del problema y en qué

magnitud se está presentando; y dentro de los alcances de la investigación se propondrá un aporte

jurídico con la finalidad de contribuir a la solución de este problema.

Finalmente, respecto a la estructura de nuestra investigación, esta consta de Cuatro Capítulos,

el Primer Capítulo denominado “El Derecho de Identidad”, donde abordamos la ubicación espacial

de nuestro tema, principalmente por la importancia del nombre en la identidad de las personas; el

Segundo Capítulo: “El Proceso No Contencioso de Cambio de Nombre”, en el cuál desarrollamos

su actual regulación, así como su desarrollo histórico y cómo se suscita en el derecho comparado;

el Tercer Capítulo: “Análisis Constitucional del Cambio de Nombre”, en el cual analizamos el

tema desde la perspectiva de dos principios fundamentales: el Principio de Igualdad y el de

Seguridad Jurídica, ello incluyendo el desarrollo supranacional; y el Cuarto Capítulo: “Análisis de

Casos”, donde respaldamos todo lo desarrollado por el Marco Teórico con lo que sucede

13
efectivamente en nuestro distrito judicial, con análisis de sentencias y diagramas estadísticos.

Finalizamos nuestra investigación con nuestras Recomendaciones y aportes a la solución del

problema planteado y la Propuesta de un Proyecto de Reforma Legislativa del artículo 29º del

Código Civil que regula el Cambio de Nombre.

14
CAPITULO I

EL DERECHO DE IDENTIDAD

1.1. ÁMBITO DEL DERECHO DE IDENTIDAD

1.1.1. La identidad de la persona

La identidad de las personas, qué duda cabe, es algo que siempre se encuentra en convivencia

con nosotros, todo el tiempo; y tratar de definirla, siendo algo tan abstracto, resulta una labor

bastante complicada, ¿dónde podemos encontrar diferentes ángulos para abordarla en su

complejidad? Existe innumerable cantidad de libros, artículos y demás producciones intelectuales

importantes, que discriminar de entre todas, no es tarea sencilla; por ello haremos el intento de

conceptuarla y dar los alcances en lo que identidad de personas naturales respecta, sin que, por

complicado, no sea un trabajo ocioso, y así, presentarlo desde nuestro punto de vista, lo que

resultará importante a tener en cuenta como un punto necesario de partida antes de tratar el tema

de investigación propuesto.

Empezaremos con algunas preguntas propuestas por Francisco J. Laporta 3que importan la

identidad personal: ¿Qué me distingue de los demás? ¿Qué soy?¿Cuándo empiezo y dejo de

ser?¿Qué me hace único e irrepetible?¿El individuo de ayer es el mismo al de hoy?¿En qué consiste

ser persona?¿Hay atributos que determinen mi identidad?¿Puede hablarse de un concepción,

llamémosla “aspiracional”, de la identidad personal, es decir, puede darse un conjunto de atributos,

rasgos o propiedades cuyo reconocimiento por los demás y también por el derecho, resulte en la

3
LAPORTA, Francisco, “Identidad y derecho: una introducción temática”, en anuario de la Facultad de Derecho,
nº 17, Madrid: Universidad Autónoma de Madrid, 2003, pp.17-38.

15
consolidación de mi autoestima y de una imagen satisfactoria de mí mismo, y que no sólo sea, sino

que deban moralmente ser reconocidos por mi sociedad y mi orden jurídico?

Con este preámbulo abordaremos los alcances de este derecho desde la óptica doctrinaria, así

también la óptica de la jurisprudencia judicial y finalmente, la jurisprudencia constitucional; ello

porque nuestra investigación pretende contribuir a su desarrollo.

Primeramente, veamos lo que, a alguien a quien podemos reconocer por ser un especialista en

la materia, Carlos Fernández Sessarego, conceptúa: “La identidad personal es el conjunto de

atributos y características que permiten individualizar a la persona en sociedad. La identidad

personal es todo aquello que hace que cada cual sea uno mismo y no otro.”4 Así también, al

respecto menciona que se constituye, en cuanto ser libres, a través de un continuo proceso creativo,

mediante una sucesión de haceres que consiste la existencia, por la adhesión a una determinada

concepción del mundo5.

La identidad, para este importante referente en la doctrina nacional, se presenta en dos

vertientes: una “biológica” y una “dinámica”, esta última – que importa en el presente trabajo -

referida a la personalidad misma de la persona, a su actitud cosocial, a su modo de comportarse, a

sus hábitos y modales.

Así mismo, otro aspecto que Carlos Sessarego indica sobre la identidad, es referida a la tutela

preferente que merece, por ser esencial en la vida de las personas, así indica el autor: “la identidad,

debe protegerse de modo preferente, atendiendo a que la vida, la libertad y la identidad conforman

4
FERNANDEZ SESSAREGO, Carlos. Derecho a la Identidad Personal 8ª Edición. Editorial Grijley. Perú.,
p.113.
5
Ibid., pp. 15 y 288.

16
una trilogía de intereses que podemos calificar como esenciales entre los esenciales, por ello,

merecen una privilegiada y eficaz tutela jurídica”6

Por su parte, para Espinoza Espinoza, otra voz autorizada en la materia, el derecho a la identidad

“es el derecho a ser uno mismo7, a que se respete su verdad histórica”; en este concepto, él le da

relevancia al término de verdad histórica, postura que podemos presumir se inclina a ser rígida si

se postulase que uno puede cambiar sus apellidos paternos y así que el vínculo de filiación no

figure en el nombre de quién lo solicite. Así también Juan Espinoza indica que a nivel de la doctrina

italiana, particularmente Tommasini, se sostiene que “el derecho a la identidad se desdobla en dos

manifestaciones, a saber, la identidad estática, la cual está conformada por la que llamamos las

generales de ley (tal es el caso de la filiación, fecha de nacimiento entre otros datos que identifican

a la persona), y la identidad dinámica, la cual está constituida por el patrimonio cultural,

spiritual, político, religioso y de cualquier otra índole, de cada uno de nosotros.”8

La Corte Suprema de Justicia también ha tenido su cuota en el desarrollo de este derecho a

través de su jurisprudencia, refiriendo lo siguiente: “Que, entre los atributos esenciales de la

persona, ocupa un lugar primordial el derecho a la identidad consagrado en el inciso 1 del

artículo 2 de la Constitución Política del Estado, el cual comprende el derecho a un nombre, a

conocer a sus padres y conservar sus apellidos, el relativo a tener una nacionalidad y la

obligación de que el Estado reconozca su personalidad jurídica.”9

También la Corte Suprema, hubo incidido sobre la importancia que tiene la identidad de los

menores, que muchas veces mediante impugnaciones de paternidad suelen cuestionarse, dejando

6
Ibid., p. 22.
7
ESPINOZA ESPINOZA, Juan, Derecho de las personas, Pacífico Editores, Lima, p. 438.
8
ESPINOZA ESPINOZA, Juan, op. cit., p.671.
9
CASACIÓN 2726-2012 de la Sala Civil Transitoria de la Corte Suprema, considerando Octavo.

17
en relevancia que también a nivel Internacional se procura preservar que la persona desde niño

deba conocer quién es, y que se deba preservar no sólo su nacionalidad, sino también su nombre;

así lo indicó de esta manera: “El niño deberá ser inscrito inmediatamente después de nacido y

tendrá derecho desde que nace a un nombre, a adquirir una nacionalidad y en la medida de lo

posible, a conocer a sus padres y a ser cuidado por ellos, comprometiéndose los estados parte a

respetar el derecho del niño a preservar su identidad, incluidos la nacionalidad, el nombre y las

relaciones familiares conforme a ley”10

Aunado a la anterior idea respecto al derecho de poder conocer su identidad, más allá de la

prevalencia de que el menor pueda conocer sus orígenes, su identidad genética, sobre los plazos

que establece la impugnación de paternidad; se ha afirmado la tutela a la identidad dinámica, ello

al indicar que en el desarrollo continuo de la vida del individuo, este se hace a sí mismo, así lo

expresó: “Cuando se objeta la identidad de una persona se tiene que valorar tanto el cariz estático

como el dinámico del derecho fundamental; es decir cuando se impugna la paternidad de una

persona ella no puede justificarse solo en el dato genético, pues ello implicaría olvidar que el ser

humano se hace así mismo en el proyecto continuo que es su vida. Más allá de los datos fijos es

la propia historia del individuo lo que lo hace idéntico a sí mismo.”

Y por su parte, el Tribunal constitucional también ha desarrollado el tema, en el caso Karen

Mañuca Quiroz Cabanillas11 expuso que el derecho a la identidad es: “entendido como el derecho

que tiene todo individuo a ser reconocido estrictamente por lo que es y por el modo cómo es. Vale

decir, el derecho a ser individualizado conforme a determinados rasgos distintivos, esencialmente

de carácter objetivo (nombres, seudónimos, registros, herencia genética, características

10
Expediente Nº 4666-2012-LAMBAYEQUE, Sala Constitucional y Social Permanente de la Corte Suprema de
Justicia, fundamento Séptimo.
11
Expediente Nº 2273-2005-PHC/TC, Caso Karen Mañuca Quiroz Cabanillas, fundamentos 22, 23 y 24.

18
corporales, etc.) y aquellos otros que se derivan del propio desarrollo y comportamiento personal,

más bien de carácter subjetivo (ideología, identidad cultural, valores, reputación, etc.).”

El máximo intérprete de la constitucionalidad también desarrolló, que la identidad no sólo se

debe observar desde una percepción unidimensional sustentada en los elementos estrictamente

objetivos - como el nombre o las características físicas -, que permiten individualizar a la persona;

sino que se encuentra involucrada elementos de carácter subjetivos- las costumbres o creencias -,

que en muchos casos, pueden ser incluso más relevantes que los primeros. Concluye el TC que

para entender la complejidad del derecho a la identidad debe concebirse necesariamente de manera

integral, “tanto más cuando de por medio se encuentran planteadas discusiones de fondo en torno

a la manera de identificar del modo más adecuado a determinadas personas.”

Ahora bien, por considerar también de importancia, mencionaremos lo que refiere RENIEC,

siendo la Institución que por sus funciones está vinculada a este derecho a la identidad, define tal

de la siguiente forma: “concebimos la identidad como un derecho fundamental que deriva del

derecho a la dignidad de las personas, constituido por el conjunto de elementos con rasgos

propios y originales que identifican y diferencian de las personas frente a los demás. Es esta

individualidad –con rasgos y particularidades cuantitativas y cualitativas, estáticas y dinámicas-

la que conforma la realidad de lo que cada uno es.”12

Y por su parte otra Institución como la Defensoría del Pueblo en su Informe Defensorial Nº

107-2016/DP13, sostiene que el derecho a la identidad es un derecho fundamental consagrado en

el artículo 2.1 de la Constitución Política del Perú y, como tal, está íntimamente ligado a la

12
RENIEC, Plan Nacional Perú contra la indocumentación 2011-2015, Lima: RENIEC, 2012. 31.
13
DEFENSORIA DEL PUEBLO, Informe Defensorial Nº 107, La Defensoría del Pueblo y el Derecho a la
Identidad, Campaña de documentación y supervisión 2005-2006.

19
dignidad de la persona , teniendo dos ámbitos de protección: identidad estática, que comprende un

conjunto de características objetivas e inmutables en el tiempo e identidad dinámica compuesta

por características mutables en el tiempo. Es con relación a la primera que el Estado tiene la

obligación de mantener un registro donde se inscriba a los peruanos y peruanas desde su

nacimiento.

Consideramos que es importante mencionar, en el derecho comparado, un aspecto relevante en

este punto que se suscita en Argentina, que siendo un país de una realidad muy cercana a la

nuestra, se ha promulgó con fecha 23 de mayo del 2012 la ley que establece el derecho de identidad

de género de las personas; en la cual establece algunas precisiones:

1) La ley conceptúa la identidad de género a la vivencia interna e individual del género tal

como cada persona la siente, la cual puede corresponder o no con el sexo asignado al

momento del nacimiento, incluyendo la vivencia personal del cuerpo. Esto puede

involucrar la modificación de la apariencia o la función corporal a través de medios

farmacológicos, quirúrgicos o de otra índole, siempre que ello sea libremente escogido.

2) Toda persona tiene derecho a ser tratada de acuerdo con su identidad de género y, en

particular, a ser identificada de ese modo en los instrumentos que acreditan su identidad

respecto de el/los nombre/s de pila, imagen y sexo con los que allí es registrada.

3) Respecto a su ejercicio, toda persona podrá solicitar la rectificación registral del sexo, y el

cambio de nombre de pila e imagen, cuando no coincidan con su identidad de género auto

percibida.14

14
En el artículo 6° de la mencionada ley se establece la forma de proceder el trámite: “Cumplidos los requisitos
establecidos en los artículos 4° y 5°, el/ la oficial público procederá, sin necesidad de ningún trámite judicial o
administrativo, a notificar de oficio la rectificación de sexo y cambio de nombre de pila al Registro Civil de la
jurisdicción donde fue asentada el acta de nacimiento para que proceda a emitir una nueva partida de nacimiento
ajustándola a dichos cambios, y a expedirle un nuevo documento nacional de identidad que refleje la rectificación

20
4) Con relación a las personas menores de dieciocho (18) años de edad la solicitud del trámite

deberá ser efectuada a través de sus representantes legales y con expresa conformidad del

menor, debiendo contar con la asistencia de un abogado. En caso sea imposible obtener su

consentimiento pueden recurrir a la vía sumarísima para que el juez lo autorice; respecto a

estas modificaciones, sea de sexo o de nombre no se darán publicidad por ningún medio.

5) Finalmente establece que toda norma, reglamentación o procedimiento deberá respetar el

derecho humano a la identidad de género de las personas. Ninguna norma,

reglamentación o procedimiento podrá limitar, restringir, excluir o suprimir el ejercicio del

derecho a la identidad de género de las personas, debiendo interpretarse y aplicarse las

normas siempre a favor del acceso al mismo.

Como hemos podido ver en los puntos anteriores, el concepto de identidad estática que

desarrollamos en nuestra doctrina nacional, puede ser relativamente dinámica en países como

Argentina que deja un espectro amplio para que las personas puedan modificar su identidad, no

siendo algo pétreo. Y queda a la reflexión, si ello no merece un cambio en nuestra legislación, al

ver que la realidad de nuestra sociedad ha sido muy dinámica en los últimos años y se han

presentados cambios en los dogmas tradicionales.

1.1.2. La identidad como derecho humano

registral del sexo y el nuevo nombre de pila. Se prohíbe cualquier referencia a la presente ley en la partida de
nacimiento rectificada y en el documento nacional de identidad expedido en virtud de la misma. Los trámites para la
rectificación registral previstos en la presente ley son gratuitos, personales y no será necesaria la intermediación de
ningún gestor o abogado”.

21
La identidad de las personas en cuanto a su reconocimiento legal, identificación propiamente

dicha, a través de su Documento Nacional de Identidad (llamado más adelante como el Derecho

al Reconocimiento de la Personalidad Jurídica) ha sido en varias ocasiones llevado a debate en

sede constitucional por presuntas arbitrariedades de RENIEC, sin embargo ello no se agota en sede

nacional, sino que debemos tener en cuenta por el principio de convencionalidad, lo que los Pactos

y Tratados Internacionales han desarrollado al respecto.

Es en el artículo 55 de la Norma Fundamental, que señala que los tratados celebrados por el

Estado peruano y en vigor forman parte del derecho nacional. En este sentido, los tratados sobre

Derechos Humanos ratificados por el Estado, por pertenecer al ordenamiento jurídico interno, son

derecho válido, eficaz, y en consecuencia, de aplicación inmediata.

Así las cosas, el Derecho al Reconocimiento de la Personalidad Jurídica, si bien no se encuentra

previsto de manera expresa en el texto de nuestra Constitución, encuentra acogida en el artículo

16 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos: “Todo ser humano tiene derecho, en

todas partes, al reconocimiento de su personalidad jurídica”, así como en el artículo 3 de la

Convención Americana sobre Derechos Humanos: “Toda persona tiene derecho al reconocimiento

de su personalidad jurídica”.

La Corte Interamericana de Derechos Humanos, en la sentencia de fecha 25 de noviembre de

2000 (Caso Bámaca vs. Guatemala, fundamento 179) señaló lo siguiente: “(...) El citado precepto

debe interpretarse a la luz de lo establecido por el artículo XVII de la Declaración Americana de

los Derechos y Deberes del Hombre, que textualmente establece: “Toda persona tiene derecho a

que se le reconozca en cualquier parte como sujeto de derechos y obligaciones, y a gozar de los

derechos civiles fundamentales”. El derecho al reconocimiento de la personalidad jurídica implica

la capacidad de ser titular de derechos (capacidad de goce) y de deberes; la violación de aquel

22
reconocimiento supone desconocer en términos absolutos la posibilidad de ser titular de esos

derechos y deberes (...)”

Pudiendo afirmar que el nombre, como tal tiene importancia dentro del contenido del derecho

a la identidad, es que mencionaremos que a nivel internacional existen instrumentos

internacionales que protegen el derecho al nombre de la personas como la Convención sobre los

Derechos del Niño, que en el artículo 7.1 establece que: “El niño será inscrito inmediatamente

después de su nacimiento y tendrá derecho desde que nace a un nombre, a adquirir una

nacionalidad y, en la medida de lo posible, a conocer a sus padres y a ser cuidado por ellos.”

Así mismo, se encuentra regulado el derecho al nombre de la persona en el Pacto Internacional

de Derechos Civiles y Políticos, que en el artículo 24.2 establece que: “Todo niño será inscrito

inmediatamente después de su nacimiento y deberá tener un nombre.”

En el Pacto de san José de Costa Rica o conocido como Convención Americana de Derechos

Humanos también se encuentra regulado el nombre en su artículo 18º: “El derecho a un nombre

propio y a los apellidos de sus padres o al de uno de ellos.”, de este se puede desprender algunos

puntos importantes, derechos fundamentales como el nombre, la verdad genética, el derecho a

tener una familia, ellos entre los que podemos ver.

Hemos considerado necesario esta parte, en cuanto a materia de derechos humanos respecta,

debido a que son postulados del derecho internacional, así como los tratados y las cartas

declarativas; que proyectan hacia los ordenamientos internos de los países adscritos criterios

necesarios a fin de salvaguardar el derecho de las personas y su aplicación e importancia va

teniendo mayor relevancia en esta etapa de desarrollo del derecho. Además de ello, respecto a la

efectivización, tenemos lo postulado por el artículo V del Título Preliminar del Código Procesal

23
Constitucional peruano que indica: “El contenido y alcances de los derechos constitucionales

protegidos por los procesos regulados en el presente Código deben interpretarse de conformidad

con la Declaración Universal de Derechos Humanos, los tratados sobre derechos humanos, así

como de las decisiones adoptadas por los tribunales internacionales sobre derechos humanos

constituidos según tratados de los que el Perú es parte 15”, qué duda cabe entonces de la

observancia de este control de convencionalidad.

1.1.3. El contenido constitucionalmente protegido del derecho a la identidad

Con el expediente Nº 02432-2007-HC/TC PUNO llegó al Tribunal Constitucional el caso del

señor Rolando Apaza Chuquitarqui, donde se demandaba que RENIEC de manera arbitraria le

había denegado la solicitud de inscripción y otorgamiento de su documento e identidad, causándole

un grave perjuicio, alegando al respecto que, al no ser reconocido como ciudadano se hubo visto

impedido de ejercer sus derechos conforme a ley; ello fue motivo para que el máximo intérprete

de la constitucionalidad pueda ofrecer alcances a su jurisprudencia del contenido esencial del

derecho a la identidad, de esta manera refirió lo siguiente:

“Que tanto el DNI como el pasaporte son instrumentos que bajo ciertas circunstancias

permiten que la persona ejerza su derecho al libre tránsito y a fijar residencia en cualquier lugar

de la República o fuera de ella”; y que por consiguiente esta privación involucra una restricción

al derecho a la libertad de tránsito.

15
Art. V Código Procesal Constitucional peruano

24
En un siguiente fundamento en conexión a lo que indicaba mencionó que: “el Documento

Nacional de Identidad, dentro de nuestro sistema jurídico, cumple la misión de identificar de

manera individual a los ciudadanos nacionales, además de posibilitar la realización de diversos

actos jurídicos que inciden en su esfera privada”, además que en el caso Karen Mañuca ya hubo

señalado que el DNI posibilita la identificación personal, constituyendo un requisito para el

ejercicio de derechos civiles y políticos, así como para el desarrollo de actividades comerciales y

de carácter personal.

Más aun, el Tribunal Constitucional dejó abierta la posibilidad de que la negativa a expedirlo

sea causa suficiente de vulneración de otros derechos fundamentales, que al hacerlo necesario para

el desarrollo de estos, está referido al contenido constitucionalmente protegido.

1.2. EL NOMBRE COMO IDENTIDAD DE LAS PERSONAS

1.2.1. Definición y utilidad del nombre

Partamos de la actual definición según la Real Academia de Lengua Española, sobre la

definición de “nombre”, cual es: “Palabra que designa o identifica seres animados o inanimados”,

así mismo la de “nombre propio”: “Por oposición al común, nombre sin rasgos semánticos

inherentes que designa un único ser.”16

16
Consulta web en la plataforma virtual de la Real Academia de Lengua Española, recopilada del enlace:
http://dle.rae.es, el 31 de julio de 2017 a horas 12:57pm

25
Jurídicamente varios autores han desarrollado su concepto legal17, entre ellos citaré algunos.

Para FERRARA: “El nombre civil es un signo estable de individualización de la persona como

sujeto y unidad de la vida jurídica, que sirve para distinguirla de los demás”. Para DE CASTRO:

“El conjunto de palabras con las que jurídica y oficialmente se individualiza, identifica y designa

a cada persona”. Para BERCOVITZ: “El conjunto de palabras con las que jurídica y oficialmente

se individualiza, identifica y de signa a las personas”.

Estas definiciones no han sido ajenas a un respetable sector de la doctrina nacional. Juan

Espinoza Espinoza nos da la siguiente definición: “El nombre es la designación con la cual se

individualiza al sujeto de derecho, sea éste persona natural, persona jurídica u organización de

persona no inscritas. En el caso de las personas jurídicas se prefiere hablar de denominación

(para las personas no lucrativas) o razón social (para las sociedades y demás personas jurídicas

lucrativas). Sin embargo, todas estas voces pertenecen a la categoría jurídica genérica del

nombre.”18

A su vez, para Fernández Sessarego el nombre se define como: “La expresión visible y social

mediante el cual se identifica a la persona, por lo que adquiere singular importancia dentro de

los derechos de la persona. Esta peculiar función hace que la facultad de la persona a ser

reconocida por su propio nombre implique también el deber, frente a la sociedad, de no cambiar

de nombre, salvo por motivos justificados y mediante autorización judicial”.19

17
En el ámbito internacional, el derecho al nombre se encuentra reconocido en el artículo 7, inciso 1 de la
Convención sobre los Derechos del Niño; en el artículo 24, inciso 2 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos, así como en el artículo 18 del Pacto de San José de Costa Rica o Convención Americana de Derechos
Humanos.
18
Comentarios al artículo 19º del código civil en: “Código Civil Comentado por los 100 Mejores Especialistas”,
Editorial GACETA JURÍDICA, Edición 2010.
19
FERNÁNDEZ SESSAREGO, Carlos, op cit., pp. 105 y sgtes.

26
Aníbal Torres Vásquez también aporta son su definición: “El nombre es un deber y un derecho

fundamental del ser humano. Sirve para individualizarlo e identificarlo ante los demás miembros

de la sociedad”20

Y Enrique Varsi, citando a Nuzzo, refiere que el nombre “es el conjunto de elementos que

desempeñan la función de individualización de la persona”. Agrega que según PLINER es: “El

atributo que le sirve de signo exterior individualizante, como símbolo y asidero a la vez para

captar, mentar y designar al sujeto individual humano en su plena realización física, espiritual,

moral y normativa.”21

Tema ajeno no ha sido para las jurisprudencia peruana, que también ha contribuido a su

desarrollo, así tenemos por ejemplo casaciones que aportan a su definición: “El nombre es atributo

de la personalidad del que no se puede ser despojado sin causar grave daño ya que la institución

civil del nombre pertenece al orden público y con él se identifica a la persona en todos los actos
22
públicos y privados”. Y así también mediante la jurisprudencia se ha definido cuales son las

implicancias en nuestro sistema jurídico del llamado derecho al nombre, así tenemos que: “…

implica el derecho que tenemos de poder conocer nuestro origen y quiénes son nuestros

progenitores, por lo que mal se puede afirmar que se está protegiendo el derecho a la identidad

de una persona al mantenerla en la creencia, a través de un documento oficial, de que su padre

es una persona que legalmente no tiene tal calidad”23

20
TORRES VÁSQUEZ, Anibal, Código Civil, 6º ed., Bogotá: Temis, 2002, p.68
21
VARSI ROSPIGLIOSI, Enrique, Tratado de derecho de las personas, Lima: Gaceta Jurídica, 2014, p. 623.
22
Expediente Nº 170-95-Ucayali, Gaceta Jurídica N° 48, p. 10-A
23
Casación Nº 750-97 Junín, Sala Civil de la Corte Suprema, El Peruano, 8/01/99, p. 2435.

27
Ahora bien, tras habernos aproximado a las definiciones de la categoría jurídica “nombre”,

podemos afirmar que este tiene una indudable utilidad que es muy importante en la sociedad, cual

es, en síntesis, procurar la individualización y la identificación de las personas.

Así también, es de importancia que cada persona como sujeto de derechos y obligaciones,

mediante su nombre tenga una identificación inequívoca, ya que representa un valor jurídico,

moral, económico y social.

Un valor jurídico, por cuanto contribuye a nuestra identidad como personas, dándonos la

oportunidad de poder conocer nuestros orígenes y parentesco con nuestros antepasados, así como

poder accionar el sistema judicial para solucionar nuestros conflictos de intereses. Un valor moral,

porque a partir que iniciamos nuestro desenvolvimiento en la sociedad nuestra buena reputación

nos garantiza el buen nombre que llevemos. Un valor económico, dado que estamos en una

sociedad dinámica se requerirá de poder identificarnos en las acciones comerciales que hagamos,

desde los usuales contratos que realicemos hasta la propiedad que pretendamos oponer y obtener

beneficios económicos. Y un valor social, por cuanto nos permite desenvolvernos siendo objeto

de recibir prestaciones estatales como servicios básicos u atenciones médicas, entre otras.

1.2.2. Características del nombre

28
En esta parte empezaremos por mencionar las características que ostenta el nombre a la luz de

lo que nuestro Tribunal Constitucional hubo señalado en sentencia de 20 de abril de 2006,

contenida en el EXP. N° 2273-2005-PHC/TC24, cuales son:

1. Es obligatorio tenerlo y usarlo.

2. Es inmutable, salvo casos especiales

3. No es comercial, puesto que es personalísimo

4. Es imprescriptible, aunque se deje de usar, se haya empleado uno más o menos

erróneo o se utilice un conocido seudónimo

5. Permite la identificación, individualización y la pertenencia de una persona a una

familia.

De ello, podemos ver que el máximo intérprete de la constitucionalidad 25 en nuestro sistema de

Estado Democrático, sostiene que nombre es una categoría jurídica rígida que entre otras, es

inmutable. Al respecto también indica que hay casos especiales, a cuya salvedad pueda perder esta

característica, es decir, pueda cambiarse. Es importante mencionar que nunca el Tribunal

Constitucional desarrolló cuales son esos “casos especiales” en los que el nombre pierda su

inmutabilidad- y este es justamente el tema que abordamos en la presente investigación.

24
Expediente N.° 2273-2005-PHC/TC, Caso Karen Mañuca Quiroz Cabanillas, fundamento 13.
25
Coincidiendo con Domingo García Belaunde consideramos que el llamar al Tribunal Constitucional: ”Máximo
intérprete de la Constitución” es errado, puesto lo que hacen no es interpretar la Constitución, sino la
constitucionalidad de los actos de otros a la luz de la Constitución; ello, aunque esta denominación este expresa tanto
en el Código Procesal Constitucional como en la Ley Orgánica de esta misma institución(y no en la propia
Constitución).

29
Toda vez, que este tema resulta importante, aunado a lo señalado por el Tribunal Constitucional

peruano tomamos en cuenta las características que esboza la doctrina nacional, y hemos

desarrollado las características del nombre que aceptamos en nuestra legislación, cuales son:

1.2.2.1. Obligatoriedad

Es nuestro mismo código civil de 1984 que indica que el nombre es un “derecho y un deber”,

con lo que resalta su imperativo de obligatoriedad, tanto en tener un nombre, como el derecho a

poder usarlo, este estará estructurado por una dualidad en su composición: el apellido, que fijará

la filiación y la identidad genealógica con su familia y, el prenombre, que es de libre elección y no

tiene ninguna vinculación con otro criterio establecido. Ello garantiza el desenvolvimiento de la

personas en el sistema jurídico, pudiendo individualizarse de los demás e identificarse.

1.2.2.2. Inmutabilidad

Para poder distinguir quién es quién en la sociedad, no basta con las diferencias somáticas, sino

que requiriendo de un soporte jurídico que contribuya a ello, es que “el nombre” entra a tallar

como el único criterio por excelencia a considerar26, de ahí que al ser registrarnos en el Registro

Civil e Partidas no podemos alterarlo a nuestro antojo. En el artículo 29º del código civil se

26
Es pertinente aclarar, que por su uso cotidiano y de fácil conocimiento por todos, no sólo el nombre ha sido
tomado en cuenta en nuestro sistema jurídico para individualizar a las personas; sino esta también el Documento
Nacional de Identidad, que nos permite ejercer la ciudadanía, así también los códigos de seguros, y aquellos otros
códigos que se generan en diferentes instituciones, como la universidad, las bibliotecas, etc…

30
establece “la regla” que nadie puede cambiar su nombre ni hacerle adiciones; pues de no ser así,

entendemos, que sería difícil la identificación de la persona y esta inseguridad jurídica generaría

serios impedimentos en el desenvolvimiento de las relaciones sociales de las personas.

Sin embargo, para nosotros, esta inmutabilidad no es absoluta, y es que en el mismo artículo

citado se da la excepción de que el nombre pueda ser cambiado - tanto el pre nombres como

apellidos- de existir motivos justificados que el juez pueda autorizar su cambio en el Registro.

Entonces, esta inmutabilidad es relativa, y dependerá del órgano jurisdiccional evaluar si es que

existe un motivo justificado que pueda hacer vencible esta inmutabilidad.

Vásquez Ríos señala que “el principio se reduce a asegurar la prohibición absoluta de las

modificaciones voluntarias o caprichosas manteniendo la regla general del nombre invariable

durante toda la vida del sujeto, salvo en los supuestos en los que la mutación se produce por

imperio de la ley.”27

1.2.2.3. Indisponibilidad

Como lo diría Juan Manuel Sosa Sacio28, no es fácil poder determinar que implica el carácter

de “disponible” en un derecho fundamental como el nombre, ya que el ordenamiento jurídico le

reconoce el trato del más alto nivel en nuestro sistema legal. La doctrina y el mismo Tribunal

Constitucional ha sido clara en señalar que el nombre es “indisponible e inalienable”- en cierto

modo estos términos aproximados a la misma argumentación de no poder ser vendidos,

27
VÁSQUEZ RÍOS, Derecho de las personas, ob. cit., p. 175.
28
SOSA SACIO, Juan Manuel, “Sobre el carácter indisponible de los derecho fundamentales”. Ponencias inéditas
del IX Congreso Nacional de Derecho Constitucional.(Arequipa-setiembre de 2008)

31
transferidos, etc…- , pero nosotros tomamos la posición, siguiendo la teoría de los derechos

fundamentales que esto no es así del todo, sino que para determinar su disponibilidad se deberá

primero analizar si se refiere a su ámbito objetivo o subjetivo.

La indisponibilidad importa que ni el Estado, ni los particulares puedan intervenir en lo que se

refiere nuestro nombre, esta indisponibilidad hace referencia a su ámbito objetivo, es decir a su

contenido normativo y titularidad. Entonces al ser registrados con este distingo que importa el

nombre, e individualizarnos únicamente a nosotros y a nadie más, garantiza que nadie pueda

disponer de esta denominación legal que por derecho nos corresponde.

Nosotros consideramos que esta indisponibilidad es relativa, porque sólo puede hacerse sobre

el ejercicio propio del derecho, es decir que sólo alcanza al ámbito subjetivo, lo que implicaría que

el nombre pueda ser aprovechado comercialmente por nosotros mismos, incluso celebrando

negocios jurídicos que otorguen a otros su aprovechamiento; podemos afirmar de ello que sí

disponemos de este ámbito subjetivo del nombre, siempre y cuando no afecte propiamente la

titularidad ni su contenido normativo.

1.2.2.4. Imprescriptibilidad

Por razones de seguridad jurídica es que el derecho crea la institución de la prescripción, la cual

hace que el status de algo cambiare por el transcurso del tiempo. Este no es el caso del nombre,

pues como ya hemos desarrollado anteriormente, es un derecho y un deber el ejercer su defensa;

que nace con la persona y permanece con ella hasta su muerte, e incluso hasta sobrevienen sus

32
efectos jurídicos después de la existencia de la persona misma. De todo ello, es que podemos

afirmar que “el tiempo” no tiene lugar, ni en su adquisición, ni en su pérdida.

1.2.2.5. Irrenunciabilidad

Cuando el Código Civil menciona que el nombre, además de ser un derecho es una

“obligación”, hace de este, un imperativo - entre otras razones -, porque es de interés público que

al estar registrados con nuestro nombre, lo debamos llevar toda la vida sin poder renunciar a este

de forma unilateral. Sólo y únicamente, es posible que si el nombre colisionara con causas que

justifiquen sea necesario su cambio, lo podrá hacer el juez; pero esto no sería propiamente una

renuncia, sino dar cuenta al Órgano Jurisdiccional que hay razones que justifican sea este quien

autorice el cambio, garantizando no sólo el interés particular, sino el interés público.

1.2.2.6. Inembargabilidad

La inembargabilidad está referida a la calidad de “derecho” que tiene el nombre. Por lo que

llevar el pre nombre y el apellido de sus padres es un derecho regulado por ley y nadie puede privar

su uso, no mediando razón o motivo que lo justifique. Tanto es así que incluso la persona que

cometiera un crimen de gran aberración, que merezca un alto reproche penal, no podría ser privado

de su nombre; porque la propia naturaleza de este lo hace necesario, y quizá sea de los derechos

absolutos que no admiten relatividad en su aplicación.

33
1.2.3. Desarrollo histórico del nombre

Desde épocas remotas ha existido la necesidad de designar a una persona con un vocablo

determinado, esto ha sido una constante histórica, y es que ¿para que una persona que vive aislada

necesitaría individualizarse?, sin embargo, desde siempre existiendo la formación de grupos

humanos sea en hordas, comunidades, sociedades etc… donde conviven más personas, resulto

necesario esa individualización.

Estas designaciones para individualizar a los sujetos no siempre fueron como los conocemos

hoy en día, sino que eran descriptivos de una persona, haciendo referencia a una cualidad física o

moral: “el fuerte”, “el tuerto”, “el pelirrojo”, etc…

Con posteridad se dio el crecimiento de la población, y ello ya esto no fue suficiente. Entonces

adicionalmente a ese apelativo se vinculaba el vocablo con las designaciones de sus padres,

profesión, actividad que realizaban, lugar de nacimiento. Así por ejemplo tenemos a “Jesús de

Nazaret”, “Juan el bautista”, ello evitaba el caso de homonimias y poder individualizar bien a la

persona. Este nombre era algo personal, que permitía identificar a cada individuo.

Ya en la Roma Republicana encontramos el uso de vocablos semejantes a los que conocemos

hoy en día como “apellidos”, o nombre de la familia, que permitía una mejor individualización de

los sujetos miembros de una población. La Tría nomina romana estaba compuesta por: praenomen,

nomen y cognomen, que respectivamente son el nombre propio, apellidos y rama de la familia; a

ello se adicionaba había veces que se adicionaba un agnomen (título o alguna designación

34
honorífica en su vida). Un caso que lo ejemplificaría sería el de: “Publius Cornelius Scipio

Africanus”.

Paralelamente a esta época romana, en Grecia, también una de las grandes civilizaciones de la

época antigua, nos indica FUSTEL DE COULANGES que no todos los nombres eran individuales

(Aquiles, Aristóteles, Platón), sino que se añadía su lugar de nacimiento (Solón de Atenas, Quilón

de Esparta, Tales de Mileto).29

A la caída del imperio romano tomaron auge los nombres individuales, dejando de lado los

vocablos que vinculaban a la familia; en esto tuvo influencia el cristianismo, donde con el bautismo

se designaba a la persona con un solo y exclusivo nombre.

Todo esto fue hasta aproximadamente el siglo XI, en el que comenzó a extenderse el uso de los

nombres de la familia (lo que conocemos hoy como apellidos), a fin de optimizar la identificación

del individuo. Ello fue progresivo debido a que su uso en el comercio era necesarios para suscribir

los documentos ante los escribanos (y no todos realizaban estos actos), entonces en un inicio sólo

contaban con estos atributos los nobles, burgueses o religiosos y a posteridad con los años, es que

se extendió al pueblo en general.

Ya cuando se generalizó el nombre con uso del apellido es que se iniciaron a establecer criterios

que serían utilizados por todas las civilizaciones, siendo los origines de muchos apellidos que se

mantienen hasta la actualidad y se pueden agrupar en cuatro grupos:

29
FUSTEL DE COULANGES. La ciudad antigua: estudio sobre el culto, el Derecho, las instituciones de Grecia
y Roma. Daniel Jorro. Madrid, 1931. p. 151.

35
1) Los apellidos patronímicos en primer lugar, que estaban referidos a la ascendencia del

padre, generalmente anexada con un prefijo o sufijo, así podemos ilustrar con los

siguientes ejemplos:

En lengua castellana las terminaciones “ez” como Fernández, González. En lengua

portuguesa los sufijos “es” como Nunes, Antunes. En lengua escandinava “sen” como

Poulsen, Jougersen. En lengua inglesa “son” como Jhonson, Stevenson.

En los pueblos eslavos, como Rusia, se utilizaron sufijos, dependiendo del sexo del

hijo, así, si fuera varón iba con los sufijos “ov” u “óvich” y los sufijos “ova” u “ovna” si

fuera mujer. Así podemos ejemplificarlo incluso con personajes actuales como Alisher

Usmanov y María Sharápova.

Encontramos también el uso de prefijos que se anteponen al nombre del padre, como

en Irlanda O´Brien, O´Hara, en Escocia MacDonald, MacRobert y en Inglaterra el prefijo

“Fitz” en caso se tratase el hijo de un nobel como Fitzgerald, Fitzroy, etc…

Por su lado en la cultura hebrea se antepuso el prefijo “Bar”/“Ben”, como Benjamín,

Bartolomé.

2) En un segundo grupo están los apellidos que hacen referencia a la ocupación de la persona

o situación social, usualmente se daba porque tanto las profesiones como el status social

se transmitían a su descendencia, así tenemos apellidos como “Zapatero”, “Guerrero”,

“Labrador”, “Soldado”, “Caballero”, “Márquez”, etc…

36
Semejantes criterios no sólo se dieron en los países de habla Hispana, sino también en

Europa, cómo podemos ver en el cuadro que presentamos, que aunque hay diferencia en

el lenguaje, se tiene el criterio de designar por la ocupación de la persona:

EN CASTELLANO EN INGLÉS EN ALEMÁN EN FRANCÉS

Carpintero Carpenter Zimmermann Carpentier

Molinero Miller Müller Meunier

Panadero Baker Boulanger Bäcker

Granjero Farmer Farmer Farmier

3) En un tercer grupo tendremos a los apellidos que hacen referencia al lugar de nacimiento

de la persona como “Catalán”, “Navarro”, “Gallego”, entre otros; o los toponímicos

(ubicación de la vivienda) “Del Rio”, “De la Fuente”, “Del Bosque”. También se incluye

en este grupo a los que hacen referencia a las características o atributos físicos del

individuo como: “Valiente”, “Delgado”, “Chaparro”, “Rubio”, “Alegre”, etc…

4) Finalmente, está en grupo de aquellos que denotaban falta de filiación, usado usualmente

en las monjas y sacerdotes: “De la Cruz”, “Expósito”, “De Dios”, “Santa María”.

Ha sido bastante prolongado el tiempo, donde la costumbre y el uso social han sido las únicas

maneras de componer el nombre, careciendo de propia regulación jurídica, de ahí que dio paso a

la necesidad de hacerlo, para mantener un ordenamiento social más uniforme, ello ya, dependiendo

de cada legislación, como lo veremos más adelante, en la legislación comparada.

37
En nuestro caso, hemos emulado la regulación de los españoles, que ya tenían las partidas

bautismales para inicios del siglo XVI, cuando llegaron a Perú, y hasta ahora no hemos cambiado

mucho, e incluso se ha acentuado la diversidad entre la cultura quechua y la española teniendo

criterios bastante diferenciadores socialmente.

1.2.4. Evolución, alcances y composición del nombre en el Perú

1.2.4.1 Los nombres antes de la llegada de los españoles

Si queremos encontrar como ha sido el tratamiento de los nombres antes de la llegada de los

españoles a nuestro país, tenemos que remontarnos necesariamente al origen de nuestros ancestros,

los incas; que como en otras culturas, tenemos una explicación mítica y una explicación histórica.

Para conocer esta época hemos tomado como referente al Inca Garcilaso de la Vega30, y su

obra - de gran influencia en los historiadores del Perú - “Los Comentarios Reales”, 31el cual en su

Capítulo XXVI que se denomina: “Los nombres reales y la significación de ellos”, nos da alcances

de los apellidos en su contexto histórico.

El autor indica que los nombres y los renombres significaban una cosa notable entre los Incas,

pues servía para determinar su linaje, la “Sangre Real” que sólo se transmitía a los varones. Al

Inca se le llamaba “Zapa Inca” (solo Rey), y este nombre no se transmitía ni a sus hijos, ni a

30
Su nombre verdadero fue Gómez Suárez de Figueroa, luego poniéndose el nombre de Inca Garcilaso de la Vega,
fue un escritor e historiador peruano de ascendencia inca y española.
31
GARCILASO INCA DE LA VEGA, “Primera Parte de los Comentarios Reales”, publicada en 1609, Lisboa.
Obra que encontramos en versión digital, con data (28/08/2017, 13:10pm), en:
http://shemer.mslib.huji.ac.il/lib/W/ebooks/001531300.pdf.

38
alguien que perteneciera de su parentela; así mismo, a sus hijos y a demás descendientes que fueran

varones se les ponía por nombre “Auqui” (infante). Estos eran los “nombres y renombres” que

refiere Garcilaso de la Vega, a los varones de su “Sangre Real”.

En cuanto al nombre y apellidos de las mujeres de la “Sangre Real”, a la esposa legítima del

Inca se le llamaba “Coya”, (Reina o Emperatriz), dándosele también el apellido de “Mamachic”

(Nuestra Madre); a sus hijas se las llamaba “Coya” por participación de la madre, y no por apellido

natural, porque este nombre “Coya” pertenecía solamente a la Reina.

En el caso de las concubinas del Inca y a todas sus hijas (también miembros de la Sangre Real),

se las llamaba “Palla” (mujer de la sangre real), en el caso de las concubinas extranjeras y

descendencia del Inca se las llamaba “Mamacuna”, (mujer con obligación de hacer oficio de

madre). A la demás parentela del Inca que no fueran las anteriores (en el caso que fueran legítimas)

se las llamaban “Ñusta” (doncella de la sangre real), por otro lado, en el caso de no ser legítimas,

se les anteponía el lugar de donde eran originarias sus mamás; Garcilaso de la Vega ejemplifica

estos supuestos: Colla Ñusta, Huanca Ñusta, Yunca Ñusta, Quitu Ñusta, y así de las demás; cuando

se casaban pasaban a llamarse “Palla”.

Además de ello, revisando otras crónicas hechas, no hemos podido encontrar si había algún

criterio general para nombrar a una persona que no sea de la “Sangre Real”, pues ese tema no se

ha tocado en sus diversos relatos.32Sin embargo, encontramos similitud en su nominación como se

daba en Occidente, singularizando a la persona con sus principales cualidades, virtudes o alguna

vivencia que los hubieron marcado, así por ejemplo:

32
Ambos relatos de los orígenes los tenemos en restos arqueológicos y documentos ancestrales que hubieron sido
estudiados, y a los que nos referiremos; no pudiendo hacer mayores investigaciones al respecto que las ya hechas, por
tener limitaciones en esta materia.

39
Por citar el nombre de tres Incas, tenemos a Sinchi Roca, llamado “Guerrero Magnifico”,

nombre que se le dio debido a que reforzó el ejército Inca con las huaras de guerra, lo que lo hizo

respetable ante los pueblos vecinos que acudieron a pedirle su protección; Yahuar Huaca, que

significa “El Que Llora Sangre”, quien en un inicio llevaba el nombre de Tito Cusi Yupanqui, sin

embargo al ser raptado por Tocay Capac y los Huallacanes, cuenta la leyenda que el príncipe

empezó a llorar sangre y por el susto a este hecho fue liberado, de ahí el nombre con el que

posteriormente gobernara y Pachacutec, que significa “Transformador de la Tierra”, fue llamado

así por la importancia que tuvo en la expansión del Imperio, llevando a cabo la defensa militar ante

la invasión de los Chancas y conquistando muchas etnias, entre ellas el Collao, mostrando su

excepcional liderazgo.

Así es como las personas llevaban el nombre hasta la llegada de los españoles al Perú, donde

después de la conquista siguió la colonización, y con ella la incorporación de los criterios que ellos

ya tenían en su tradición, como la ceremonia del bautismo católico para que los padres pongan el

nombre a sus hijos.

1.2.4.2 La aparición de los apellidos castellanizados

Como anteriormente hemos ido esbozando, una constante en el crecimiento de los grupo

sociales ha sido la aparición de “los nombres”, su tratativa paralelamente ha ido siendo

modificada, evolucionando jurídicamente tal como ahora le damos uso. El empleo de los nombres

empezó masivamente en la mayoría de países entre el siglo XII y el siglo XX, incluso algunos

40
pueblos griegos, indios y hebreos utilizaban apellidos, muy similares a los que llevamos, ya desde

el siglo VII a.C.

Es en España que el apellido legalmente se impuso en el mismo momento en que se regularizó

el Estado Civil, al margen de los registros parroquiales, y ello importó la necesidad de su

regulación mediante leyes.

En el Perú, con la llegada de los españoles en 1532 hemos tenido la experiencia de los apellidos

castellanizados, que son aquellos que tuvieron origen en naciones o culturas distintas a la española

y que, con el tiempo, fueron transformando su grafía, adaptándola a la fonética española.

Algunos de esos usos, que fueron traídos por España, de la experiencia europea fueron: 1) Los

apellidos patronímicos, que tienen su origen en un nombre propio, como Gonzales, que con el

adicional “ez” vendría a significar hijo de Gonzalo, igual Harrison, con otro adicional, que sería

“son”(hijo); esos sufijos ya dependían del idioma del país donde se empleaba. 2) Los apellidos

toponímicos, que toman su denominación dependiendo del lugar, región, comarca o paraje en el

que procedían o poseían tierras los antepasados de las primeras familias; muchos están precedidos

de la preposición “de”, “del”, “de la” o simplemente son gentilicios, algunos ejemplos como:

Arroyo, Rios, De la Roca, Molina, etc. 3) Apellidos de oficio, donde el criterio a utilizarse fue el

trabajo como medio de identificación, por citar algunos ejemplos: Guerrero, Labrador, Molinero,

Cantero, etc…

3) Apellidos descriptivos, en los que singularmente correspondían a alguna característica de la

persona que lo llevaba y así era conocida en su entorno; apellidos, que son usuales verlos como:

Delgado, Blanco, Moreno, Alegre, etc…

41
En nuestro país realizamos el registro del nombre al inscribir a una persona en el Registro Civil,

el cual no es igual en todas las legislaciones, pues cada país define las características de dicho

registro y la forma de proceder, este tema lo abordaremos más adelante.

En nuestra regulación, respecto a los nombres, todos los peruanos llevamos dos apellidos (el

primer apellido es del padre y el segundo de la madre), pues este sistema fue usado en España;

siendo diferente, por ejemplo, en los casos de Japón, Alemania o Francia, entre otros muchos,

donde sólo se usa un apellido, que puede ser el del padre o la madre que se usan como el “apellido

familiar”, y en algunos casos, sólo el del padre por un tema de costumbre patriarcal, como en Italia,

que no hay norma expresa que así lo disponga pero su costumbre está bastante arraigada.

Así, en nuestro sistema, como podemos darnos cuenta, el apellido de la madre al no ser

transmitido por sus hijos a sus descendientes termina perdiéndose, pues sólo se transmite el

apellido del padre y cabe la reflexión de saber si esto es adecuado, es razonable, en un país donde

la propia Constitución Política declara la igualdad entre los cónyuges en el matrimonio; a propósito

de ello, para el 2015 se hubo presentado un proyecto de ley que permitiera el poder decidir el orden

de los apellidos no siendo necesario que primero anteceda el del padre sino también siendo posible

que sea el de la madre; pero este Proyecto de Ley fue rechazado, y continuamos con esta tratativa.

1.2.4.3 Los pre nombres o nombres de pila

En lo que respecta a los “pre nombres”, la tradición siempre dictó que por costumbre estos se

elijan libremente por mera manifestación de los padres(aún sigue siendo así), y justamente el

problema es este, que aunque en su momento el pre nombre registrado le parezca muy adecuado a

42
los padres por el significado que les parece, posteriormente sea rechazado por el mismo dueño del

nombre, pues la interculturalidad hace que las perspectivas de ver las cosas sean muy distintas,

siendo esto perjudicial para el desenvolvimiento de su personalidad; lo cierto es que ya

encontrándonos en esta época resulta sorprendente que de ello no haya ningún artículo del Código

Civil que lo regule, ni siquiera para decir que es un derecho y un deber hacerlo, siendo la única

excepción la consignada en el artículo 23º del Código Civil, el que dice: “El recién nacido cuyos

progenitores son desconocidos debe ser inscrito con el nombre adecuado que le asigne el

Registrador del Estado Civil”, donde al menos con el adjetivo de “adecuado”, se pueda procurar

cierto intento legislativo de control al momento de elegir el nombre.

Sin embargo, ante la omisión de nuestro Código Civil, es el artículo 25º del Reglamento de

Inscripciones del Registro Nacional de Identificación y Estado Civil (Decreto Supremo Nº 015-

98-PCM) que indica: “Es deber y derecho del padre y de la madre inscribir de manera individual

o conjunta a sus hijos recién nacidos”, y sistematizado con el inciso c) del artículo 32º que dice:”

En la inscripción del nacimiento se detallará (…) el nombre del inscrito”, siendo de ello, donde

ahora sí, podemos encontrar el sustento legal para que los padres puedan escoger libremente el pre

nombre de sus hijos, pero subsiste el problema de la ausencia de control.

Esta falta de parámetros o límites que la ley haya fijado para la libre elección del pre nombre

de los menores, no siempre fue así, pues en un inicio este Reglamento en su artículo 33º daba

ciertos márgenes para que el Registrador rechace una inscripción al encontrar el nombre perjudicial

para el desarrollo del niño, sin embargo muy controversial fue este margen de subjetividad que

hizo que la vigencia de este artículo dure tan sólo 3 dias, siendo derogado.

Actualmente, sobre el control del pre nombre que se le ponga al menor no tenemos un control

ex ante, como el reglamento primigenio lo establecía, sino que sólo tenemos un control ex post,

43
que se hace mediante un proceso no contencioso de cambio de nombre; quedando aún a la

subjetividad del juez si el cambio es respaldado por un motivo justificado, de no serlo para el

magistrado, no hay más remedio jurídico, pudiendo esto perjudicar la identidad de quien no esté

de acuerdo con el pre nombre que le hubieron puesto sus padres.

1.2.4.4 Los hijos matrimoniales y extramatrimoniales

Los denominación que se le da, de hijos “matrimoniales” y “extramatrimoniales”, no fue

siempre así, puesto que por bastante tiempo se habló de hijos “legítimos” e “ilegítimos”, nos

referíamos así a aquellos que nacieron dentro de un matrimonio y aquellos que nacieron fuera de

este vínculo, respectivamente; incluso en estos últimos habían distinciones, llamándose

“naturales” a los que uno los procreara de soltero o viudo, sin la relación conyugal propiamente y,

meramente “ilegítimos” los que nacieron a causa de adulterio.

En el Perú, cuando estaba vigente el Código Civil de 1936, así como el “Reglamento para la

Organización y Funcionamiento de los Registros de Estado Civil” existía una diferenciación en la

conformación del nombre de los hijos legítimos y los ilegítimos. Se decía que el nombre del “hijo

legítimo” se constituía con el o los prenombres elegidos por los progenitores y por los primeros

apellidos de ambos, respectivamente; en contraparte, la constitución del nombre en los “hijos

ilegítimos” seguía similar regla, con la diferencia que, en caso de no acudir alguno de los

progenitores no se podía revelar el nombre de la persona con la que se tuvo el hijo, es decir, podría

omitirse el nombre del progenitor que no acudía al reconocimiento”.

44
Así entonces, la conformación del nombre de los hijos ilegítimos se podía realizar con los

prenombres y un solo apellido, sea el del padre o el de la madre.

Es a raíz de la Constitución de 1979 en la que se establecía la igualdad de los hijos, tal

equiparamiento fue reproducida en el mismo sentido por la siguiente Constitución, la de 1993, ya

habiendo homogenización entre filiación matrimonial y la extramatrimonial, extinguiendo así,

hasta la actualidad, cualquier diferencia entre hijos legítimos e ilegítimos.

En cuanto a la conformación del nombre, la podemos encontrar en la disposición del artículo

20º del Código Civil33, el que señala que al hijo le corresponderá el primer apellido del padre y el

primero de la madre. No obstante, aunque no implica un trato diferenciado, nos resulta útil

mencionar que la norma indica que si los padres del menor tienen un vínculo matrimonial,

cualquiera de ellos puede registrarlo, a diferencia del hijo nacido fuera del vínculo matrimonial,

pues aquel que lo inscribe podrá revelar el nombre de la persona con quien lo hubiera tenido; en

este supuesto, el hijo llevará el apellido del padre o de la madre que lo inscribió, así como del

presunto progenitor.

No podemos dejar pasar esta parte, para referirnos que las legislaciones de muchos países

permiten que la pareja de esposos elija el apellido que irá primero, que siempre resulta preminente

por el uso social; circunstancia que no se da en Perú, y que podría apreciarse una distinción que

dista de lo igualitario. Entonces cuando nuestra Constitución consagra la igualdad de los cónyuges

dentro del matrimonio, sabemos que en lo referido a la nominación de los apellidos familiares, no

lo es; y, esto trae consigo un necesario cambio en esta materia, a nuestro parecer.

33
El texto anterior a esta modificación (Art.-1º de la ley Nº 28720) decía: “Art.20º Al hijo matrimonial le
corresponden el primer apellido del padre y el primero de la madre”.

45
Sobre el tema anterior, cabe decir que en octubre del 2015 se presentó Proyecto de ley Nº

4949/2015-CR donde se pretendía modificar los artículos 20º y 22º del Código Civil, teniendo

como fundamentos en la exposición de motivos que el orden de los apellidos deben de estar en

sintonía con otros derechos fundamentales de la personas, como la igualdad y la libertad.

Así mismo, a efecto de salvaguardar estos derechos dentro de la familia se debe de permitir a

los padres, de manera libre y de común acuerdo, que decidan el orden en que el hijo llevará sus

apellidos, precisando que a falta de común acuerdo primará el orden alfabético.

Dicho Proyecto de Ley, con un contenido bastante interesante terminó por no tener el

respaldado del Congreso de ese entonces, entonces persiste esa diferenciación tradicional en la

familia.

1.2.4.5 El apellido de la mujer casada

El Código Civil no ha sido ajeno al cambio en la identificación de los nombres de las mujeres

que contraen matrimonio, regulando en el artículo 24º de su texto legal que es un “derecho” de la

mujer el llevar el apellido de su esposo agregado al suyo y conservarlo mientras no contraiga un

nuevo matrimonio, incluso ella puede conservarlo tratándose de una separación de cuerpos.

Ha sido usual que se de esta tratativa a los apellidos de casada, por ejemplo, la señora Gloria

Pérez Jaramillo al contraer matrimonio con Rosendo Cruz López, cambia en su documento de

identificación no solamente la condición de casada, sino que su mismo nombre, por el de Gloria

Pérez de Cruz; aunque como bien nos dice la norma, este es un derecho , mas no una obligación,

por lo que resulta facultativo que la mujer pueda mantener su apellido de soltera siendo casada,

46
esto hay que resaltarlo como algo progresivo en términos de igualdad de género, pues en muchos

países, como E.E.U.U. la mujer pierde su apellido de soltera y es el apellido del esposo que define

el apellido familiar.

Respecto a este tema, cabe la crítica si realmente podemos consagrar en la Constitución la

igualdad de los cónyuges en el matrimonio, si es que a la mujer llevando el prefijo “de” es

establecido como una norma que está vigente en el ordenamiento jurídico, a diferencia del varón,

de quien no existe ninguna modificación en sus apellidos, al respecto.

1.2.4.6 Los nombres de los menores adoptados

La Ley 26981, Ley del Procedimiento Administrativo de Menores de Edad Declarados

Judicialmente en Abandono34es la norma que indica cómo es el trámite de adopción de menores,

trámite que concluye con la emisión de la “Resolución de Adopción”, al expedir esta resolución

se comunica al juzgado de familia que declaró el abandono del menor adoptado, de la declaración

de adopción; además de ello se cursa oficio al Registro Nacional de Identificación y Registro Civil

(RENIEC) de la localidad donde se registró el nacimiento, para dejar sin efecto la inscripción

original y registrar los nuevos nombres y apellidos.

Es después de la anulación de inscripción original, que corresponde a los padres poner sus

apellidos al menor siguiendo las reglas de que el primero sea el del padre y el segundo de la madre;

y en caso sea alguien de estado civil soltero, ponerle sus dos apellidos.

34
Ley publicada en El Peruano, el sábado 3 de octubre de 1998.

47
Pero ni el código civil, ni dicho reglamento menciona algo sobre el pre nombre del menor,

quedando abierta la posibilidad para que aquel pre nombre que el registrador le hubiera puesto sea

cambiado por el que elijan los padres; sin embargo, en la práctica, depende mucho de la edad del

menor que está siendo adoptado, que de haber formado una identidad con un pre nombre deba

continuar llevándolo velando por el interés superior del niño, siendo ya la responsable de velar por

ello la persona encargada de la Oficina de Adopciones de la Gerencia de Promoción de la Niñez y

la Adolescencia del Ministerio de Promoción de la Mujer y el Desarrollo Humano (PROMUDEH).

1.2.5. El rol del RENIEC

El Registro Nacional de Identificación y Estado Civil se creó bajo el amparo de los artículos

177º y 183º de la Constitución peruana de 1993, emergiendo como un organismo autónomo con

personería jurídica de derecho público interno. Su regulación está contemplada en la Ley Orgánica

del Registro Nacional de Identificación y Estado Civil, Ley 26497.

RENIEC es la encargada de organizar y mantener el registro único de identificación de las

personas naturales e inscribir los hechos y actos relativos a su capacidad y estado civil. Esta

institución tiene entre sus funciones, el registrar los nacimientos, emitir constancias de inscripción,

mantener el registro de identificación, emitir el documento de identidad, entre otras35.

35
Ley Nº 26497, artículo 7.- Son funciones del Registro Nacional de Identificación y Estado Civil:
a) Planear, organizar, dirigir, normar y racionalizar las inscripciones de su competencia;
b) Registrar los nacimientos, matrimonios, divorcios, defunciones y demás actos que modifiquen el estado civil de
las personas, así como las resoluciones judiciales o administrativas que a ellos se refieran susceptibles de inscripción
y los demás actos que señale la ley;
c) Emitir las constancias de inscripción correspondientes;
d) Preparar y mantener actualizado el padrón electoral en coordinación con la Oficina Nacional de Procesos
Electorales;

48
En lo que respecta al presente trabajo resulta importante desarrollar, es sobre el registro de

nombre de las personas; saber cómo es el procedimiento, si existen parámetros y qué problemas

se pueden suscitar.

Entonces partamos por el procedimiento, la persona parte un hecho natural de la vida, el

nacimiento; es después de este que por mandato imperativo de la ley se deban realizar las

inscripciones dentro del tercer día de producido el nacimiento en las oficinas de registros civiles

instaladas en los mismos hospitales.36Sin perjuicio de esto, la ley también obliga a todos los centros

de salud pública y privadas que mensualmente remitan una relación de los nacimientos producidos

en ese periodo, bajo sanciones administrativas ante el incumplimiento.

En caso de los niños abandonados, corresponde hacer la inscripción en el plazo de 60 días 37a

los Directores de los Centros de Protección, el representante del Ministerio Público o de la

e) Proporcionar al Jurado Nacional de Elecciones y a la Oficina Nacional de Procesos Electorales la información


necesaria para el cumplimiento de sus funciones;
f) Mantener el Registro de Identificación de las personas;
g) Emitir el documento único que acredita la identidad de las personas, así como sus duplicados;
h) Promover la formación de personal calificado que requiera la institución;
i) Colaborar con el ejercicio de las funciones de las autoridades policiales y judiciales pertinentes para la
identificación de las personas, dejando a salvo lo establecido en el inciso siguiente y en los incisos 1), 5) y 6) del
Artículo 2 de la Constitución Política del Perú;
j) Velar por el irrestricto respeto del derecho a la intimidad e identidad de la persona y los demás derechos
inherentes a ella derivados de su inscripción en el registro;
k) Garantizar la privacidad de los datos relativos a las personas que son materia de inscripción;
l) Implementar, organizar, mantener y supervisar el funcionamiento de los registros dactiloscópico y
pelmatoscópico de las personas;
m) Brindar, durante los procesos electorales, la máxima cooperación a la Oficina Nacional de Procesos Electorales,
facilitando el uso de su infraestructura material y humana;
n) Cumplir las demás funciones que se le encomiende por ley.
o) Realizar la verificación de la autenticidad de las firmas de adherentes para la inscripción de toda organización
política, así como para el ejercicio de los derechos políticos previstos por la Constitución y las leyes.
36
Los hospitales deben de pertenecer al Ministerio de Salud o al Instituto Peruano de Seguridad Social, en caso de
no ser así, la inscripción debe de realizarse en el plazo de 30 días en la dependencia del registro bajo cuya jurisdicción
se haya producido el nacimiento.
37
Mediante Ley Nº 29462 se modificó la Ley Orgánica RENIEC Nº 26497, estableciendo el plazo de inscripción
en 60 días calendario de producido el nacimiento.

49
Defensoría del Niño o, incluso, al Juez Especializado; si hubieran personas mayores de 18 años no

inscritos hasta esa edad serán ellos quienes acudan a los oficinas de registro.

Continuando, conviene conocer si existen límites o parámetros al momento de poner los

nombres. Debemos referir que en la Ley Orgánica del Registro Nacional de Identificación y Estado

Civil no se hace mención alguna, es, sino, en el Decreto Supremo Nº 015-98-PCM: Reglamento

de Inscripciones del Registro Nacional de Identificación y Estado Civil, donde sí se daban los

alcances, los cuales eran los siguientes:

 Al momento de la inscripción, dentro de los datos requeridos por los registradores, entre

otros38, se exige consignar el nombre del inscrito.

 Se prohíbe que la persona tenga más de dos pre nombres.

 Está prohibido que los pre nombres, por sí mismos, o en combinación con los apellidos,

resulten extravagantes, ridículos, irreverentes, contrarios a la dignidad o al honor de la

persona, así como el orden público o las buenas costumbres.

 Está prohibido que los pre nombres, por sí mismos, o en combinación con los apellidos,

expresen o signifiquen tendencias ideológicas, filosóficas o políticas.

 Está prohibido que los pre nombres, por sí mismos, o en combinación con los apellidos

susciten equívocos respecto al sexo de la persona a quien se pretende inscribir.

38
Artículo 32.- En la inscripción del nacimiento se detallará la siguiente información:
a) La hora, fecha y lugar del nacimiento.
b) El sexo.
c) El nombre del inscrito.
d) El nombre, edad, nacionalidad y el número de CUI o de la libreta electoral o de cualquier otro documento que
permita fehacientemente la identificación del padre y la madre, así como el domicilio de esta última.
e) Lugar y fecha de la inscripción.
f) Nombre y firma de los declarantes.
g) Nombre y firma del Registrador.

50
Esos, cómo dijimos, “eran los límites” que daban los registradores a la voluntad de los padres

en la imposición del nombre de sus hijos; y esto es así, porque la vigencia del artículo 33º del

Reglamento que lo contemplaba fue derogado a los tres días de su vigencia, ello con la publicación

del decreto supremo 016-98-PCM, publicado el 29/04/98; y desde ese entonces no se volvió a

regular la intervención que puedan tener los registradores al momento de registrar el nombre de

las personas.

Sorprende entonces que todo nuestro ordenamiento jurídico no haya una limitación expresa

para la elección del pre nombre, subsistiendo entonces las interrogantes: ¿es necesario que el

RENIEC establezca limitaciones a los padres en la elección del nombre de sus hijos?, ¿si los

registradores estarían facultados para rechazar inscripciones por considerarlas “inadecuadas”, no

se le estaría dando potestades sobre algo tan subjetivo a este registrador?

Sobre las impugnaciones a las partidas registradas, la ley establece dos formas, la primera de

ellas por “Oposición” dentro de los 15 días posteriores a la inscripción, siendo el caso que exista

una persona evidentemente perjudicada con la inscripción, para lo cual deberá de ofrecer

documentación indubitable que el registrador considere amerite proceder a cancelar o alterar la

partida; así mismo, puede procederse ya sea a la cancelación, rectificación o adición, en virtud de

una resolución judicial firme, donde el Juez meritue los medios de prueba que justifiquen proceder

a lo solicitado, ello de acuerdo a los artículos 53º, 56º y 57º de la ley 26497 39.

39
DECRETO SUPREMO Nº 015-98-PCM. Art.3.- “La inscripción en el Registro es obligatoria. El derecho a
solicitar que se inscriban los hechos relativos a la identidad y estado civil de las personas es imprescriptible e
irrenunciable.
Son hechos inscribibles, los siguientes: (…) v) Los cambios o adiciones de nombre.”

51
1.2.6. El rol del Registrador

El trabajo de investigación que estamos realizando está centrado en el proceso de cambio de

nombre, que se da necesariamente en sede judicial, por lo que nos estamos refiriendo a las

circunstancias de un control “ex post” del nombre; sin embargo, esto no nos limita de poder

proponer un control “ex ante” a la inscripción del nombre, el que se daría en el Registro de

Nacimientos y Estado Civil y sería llevado a cabo por el Registrador.

Sobre el pre nombre, nos encontramos con la sorpresa de que a lo largo de todo el texto de

nuestro Código Civil no hay ni un solo artículo que mencione la regulación de este, sino sólo de

los apellidos; y en esa tarea, nos remitíamos al Reglamento de Inscripciones del Registro Nacional

de Identificación y Estado Civil, Decreto Supremo Nº 015-98-PCM, que más allá de indicar, que

la obligación de elegir el pre nombre corresponde a las personas legitimadas para inscribir al

menor, no daba mayores pautas; a excepción del derogado artículo 33º, que sólo tuvo tres dias de

vigencia, al publicarse el Decreto Legislativo Nº 016-98-PCM.

El derogado artículo 33º tenía el siguiente texto: “La persona no podrá tener más de dos

prenombres. No podrán ponerse prenombres que por sí mismos o en combinación con los apellidos

resulten extravagantes, ridículos, irreverentes, contrarios a la dignidad o al honor de la persona,

así como al orden público o a las buenas costumbres, que expresen o signifiquen tendencias

ideológicas, políticas o filosóficas, que susciten equívocos respecto del sexo de la persona a quien

se pretende poner, o apellidos como prenombres. El Registrador es la persona autorizada para

denegar las inscripciones que se soliciten en contravención de lo dispuesto en el párrafo anterior

de este artículo.”
52
De su lectura podemos ver la existencia del control “ex ante” del nombre, que estaba a cargo

del Registrador, e incluso se ponían de forma expresa los supuestos en los que él podía denegar la

inscripción. Actualmente no existe en el Reglamento artículo similar, no teniendo el Registrador

ninguna atribución de oponerse a la voluntad de los padres al registrar el nombre de sus hijos,

aunque fueran estos ridículos, extravagantes, y pudiendo perjudicar la dignidad y el honor de quien

lo lleve.

Preocupados por esta situación, realizamos a través del, Acceso a la Información Pública-

Transparencia, la consulta al Registro Nacional de Identificación y Estado Civil, ingresado el 21

de setiembre de 2017, solicitud con registro Nº 0721-2017, preguntado si tenían internamente en

su institución alguna directiva que prevea estos supuestos, o es que meramente no se pueden

oponer a la voluntad de los padres; de ello, mediante Carta Nº000259-2017/SGEN/OAD/RENIEC,

la Gerencia de Asesoría Jurídica nos refirió la Directiva “DI-45-GRC/032: Procedimientos

Registrales para la Inscripción de Hechos Vitales y Actos Modificatorios del Estado Civil ante

Oficinas Autorizadas”. En la lectura de sus 91 hojas no hemos encontrado nada al respecto, siendo

el único margen de restricción el precisado en el numeral 5.2.3 en la que indica que no debe

admitirse las siglas, abreviaturas o símbolos no aceptados por el alfabeto ampliado.

De todo ello, es que no nos resulta extraño que haya ciudadanos peruanos que llevan nombres

como “Charqui”, “Blanca Nieves”, “Florido”, “Rambo”, “Xmen”, “Chaplin”, “Spiderman”,

“Pinocho”, “Frankestein”; entre otros similares , que de sólo darles lectura resultan lógicamente

absurdos. De esto, nos preguntamos: ¿no será necesario que el Registrador pueda denegar la

inscripción de una partida en estos casos?, ¿debe primar la voluntad de los padres, aunque

manifiesten poner un nombre evidentemente ridículo?, y ¿dónde está el interés superior del niño?

53
Nosotros proponemos regresar a la norma derogada en el año 1998, en su texto original, y darle

atribuciones al Registrador para que pueda ejercer el control “ex ante” de los nombres de los

menores a inscribirse, aisladamente o en su conjunto; y es que, no debe primar la voluntad

antojadiza del padre cuando se transgreda el Interés Superior del Niño. No es esta una medida que

transgreda valores constitucionales, por el contrario, buscamos resguardarlos, y no proponemos

que sea como en Portugal, donde necesariamente los nombres escogidos deben ser de origen

portugués; sino que el margen de control sea lo que evidentemente va a ser perjudicial al menor.

Y, seguramente no faltarán los cuestionamientos de quienes dirán: ¿quién es el Registrador para

no permitir la inscripción del nombre que deseo ponerle a mi hijo?, pues es una cuestión con

importante grado de subjetividad.

Ante ello, nosotros consideramos; primero, que debe primar el interés superior del menor y no

la antojadiza decisión de imponer un nombre; y segundo, que la decisión denegatoria puede ser

impugnada administrativamente ante un órgano superior que lo revise, e incluso si aún no se está

conforme, puede ventilarse en sede judicial. Entonces existiendo esos controles, no resulta

arbitraria e inimpugnable la decisión de no registrar un nombre que sea considerado contrario a

Interés Superior del Niño.

Entonces proponemos que sea insertado un artículo 33º en el Reglamento de Inscripciones del

Registro Nacional de Identificación y Estado Civil con el siguiente texto:

“La persona no podrá tener más de dos prenombres. No podrán ponerse prenombres que por sí

mismos o en combinación con los apellidos resulten extravagantes, ridículos, irreverentes,

contrarios a la dignidad o al honor de la persona, así como al orden público o a las buenas

costumbres, que expresen o signifiquen tendencias ideológicas, políticas o filosóficas, que susciten

54
equívocos respecto del sexo de la persona a quien se pretende poner, o apellidos como prenombres.

El Registrador es la persona autorizada para denegar las inscripciones que se soliciten en

contravención de lo dispuesto en el párrafo anterior de este artículo. El Registrador deberá dar

prevalencia en la inscripción del nombre al principio del Interés Superior del Niño”. (La parte

en negrita es lo que proponemos adicionar al texto original del artículo derogado)

1.2.7. Regulación del nombre en el Derecho Comparado

A inicios del desarrollo del capítulo hemos visto como la imposición del nombre a un sujeto ha

sido un avance cultural progresivo a través de las diferentes civilizaciones, teniendo mucho en

común el objetivo principal, cual es, el individualizar a la persona.

La etimología de los apellidos son, aunque varían por el idioma: patronímicos, referidos a sus

oficios, gentilicios, toponímicos, etc…

Respecto a la composición del nombre, pondremos como ejemplo los países de Europa, que

como en casi todos los países, puede utilizarse una u otra palabra para significar nombre o apellido,

estos tienen la siguiente denominación:

PAÍS NOMBRE PRE NOMBRE APELLIDO

Francia Nom Prenóm Nom de Famille

España Nombre Nombre Propio Apellido

Portugal Nome Nome Apelidos

Italia Nome Prenome Cognome

55
Alemania Name Vorname Familienname

Inglaterra Name First Name Surname o Last Name

El anterior cuadro nos sirve para hacer una precisión, y es que en contraste con nosotros,

algunos países de Latinoamérica y España, cuando nos referirnos al “nombre” no pensamos que

tal está compuesto estructuralmente por el(los) pre nombre(s) y los apellidos; sino que sólo nos

referimos al prenombre; de tal manera que para que alguien consigne la totalidad de su nombre es

usual que digamos que indique su nombre y su apellido, lo que nos conlleva a una imprecisión

técnica, jurídicamente hablando.

Ahora bien, iremos desarrollando en esta parte del capítulo, cómo es la regulación del Nombre

en diferentes países, para poder conocer y contrastarlo posteriormente con nuestra legislación, en

cuanto a su tratativa y estructura.

Así, nos proponemos desarrollar la legislación de los siguientes países: España, Portugal, por

haber tenido bastante influencia histórica en Sudamérica, y los países de Alemania, Francia,

Argentina, Japón e Italia, y en el Common Law de distinta tradición jurídica, veremos el caso del

Reino Unido y Estados Unidos:

1.2.7.1 Los alcances restringidos del nombre en la ley de Registro Civil de España

56
En este país, para regular la materia tienen la Ley del Registro Civil, la cual fue aprobada el 21
40
de julio mediante Ley 20/2011, ella es complementaria a su Código Civil respecto a los actos

inscribibles. En el Título VI “Hechos y actos inscribibles”, dentro del Capítulo Primero,

denominado: “Inscripción de nacimiento”, en su sección 2 “Contenido de la inscripción de

nacimiento” podemos encontrar las precisiones necesarias sobre el nombre en la legislación

española.

En dicha ley se indica que en la inscripción de nacimiento constarán los datos de identidad del

nacido consistentes en el nombre que se le impone y los apellidos que le correspondan según su

filiación; dicha filiación está determinada por ambas líneas, correspondiendo a los progenitores

acordar el orden de transmisión de su respectivo primer apellido, antes de la inscripción registral. 41

El orden de los apellidos que se haya establecido para la primera inscripción de nacimiento

determinará el orden para la inscripción de los posteriores nacimientos con idéntica filiación. En

esta primera inscripción, cuando así se solicite, podrán constar la preposición «de» y las

conjunciones «y» o «i» entre los apellidos cuando fuera usualmente nombre propio o empezare

por tal.42

En cuanto la nombre propio, lo que conocemos como pre nombre, serán a libre elección de los

padres y sólo quedará sujeto a las siguientes limitaciones, las cuales deben de interpretarse

restrictivamente: 1) No se puede consignarse más de dos nombres simples o uno compuesto, 2)

No es posible que se impongan nombres que sean contrarios a la dignidad de la persona ni los que

40
En el texto de su Código Civil, en el Libro Primero denominado “De las personas”, Capítulo I “De las Personas
Naturales” no hace ninguna referencia a la estructura y forma de imponer el nombre.
41
“En caso de desacuerdo o cuando no se hayan hecho constar los apellidos en la solicitud de inscripción, el
Encargado del Registro Civil requerirá a los progenitores, o a quienes ostenten la representación legal del menor,
para que en el plazo máximo de tres días comuniquen el orden de apellidos. Transcurrido dicho plazo sin
comunicación expresa, el Encargado acordará el orden de los apellidos atendiendo al interés superior del menor”.
42
Art.53º, inciso 1 de la Ley 20/2011 “Cambio de apellidos mediante declaración de voluntad”.

57
hagan confusa la identificación. Y 3) No podrán imponerse nombres que ostente uno de sus

hermanos con idénticos apellidos, a no ser que hubiera fallecido.

De lo anterior podemos dar cuenta que al regular de una manera tan específica y dejar

abiertamente que los padres pongan en el orden que lo consideren, sus apellidos, a sus hijos será

reducida la posibilidad que en un futuro los hijos cuestionen la filiación de sus padres.

1.2.7.2 El arraigado sentido patrio del nombre en Portugal

El Código Civil portugués 43establece en su artículo 72º que es derecho de toda persona usar su

nombre, completo o abreviado, y a ponerse cualquier otro que lo use con fines indicativos o de

cualquier otra índole, gozando de protección; así como el nombre, el seudónimo que tenga

“notoriedad”; así también se precisa que el titular no puede utilizarlo de tal forma que lesione los

intereses de otro cuyo nombre coincida, total o parcialmente con el suyo.

Así las cosas, podemos apreciar que la regulación en lo que respecta el derecho al nombre en

este país, es muy tuitivo, incluso hace una acotación en su artículo 81º, indicando que cualquier

limitación voluntaria al ejercicio de los derechos de personalidad es nula, por oponerse a los

principios de orden público.

43
Promulgado mediante Decreto ley 47344/1996, de 25 de noviembre, actualizado por última vez el 30 de
diciembre de 2014.

58
Respecto a la composición de los nombres y apellidos, el artículo 1872.2 prescribe que la

elección corresponde a los padres, y sólo de no haber acuerdo decidirá el juez atendiendo los

intereses del menor.

En cuanto a su estructura, es el Código do Registro Civil, donde se indica que en la inscripción

del nacimiento se debe consignar su nombre, señalando que el nombre completo tendrá como

máximo seis vocablos gramaticales simples o compuestos, de los que sólo dos de ellos se

corresponderán con los nombres propios y cuatro con los apellidos. Así mismo, para su elección,

se debe tener en cuenta las siguientes reglas:

 Los nombres propios deben ser portugueses, bien de la onomástica nacional o adaptados a

la gráfica y fonética del portugués

 No deben presentar dudas sobre el sexo del nacido.

 Se admiten nombres extranjeros en su forma original si el nacido fuera extranjero, hubiera

nacido en el extranjero o tuviera otra nacionalidad además de la portuguesa

 Se admite un nombre propio extranjero si uno de los padres del inscrito fuera extranjero o

tuviera otra nacionalidad además de la portuguesa.

 No puede imponerse el mismo nombre propio a dos hermanos, salvo que uno de ellos

hubiera fallecido.

Específicamente sobre los apellidos, estos, que pueden ser hasta cuatro, se escogerán entre

ambos progenitores, pudiendo ser de sus padres o abuelos para mantener los vínculos familiares,

e incluso es posible que se escoja uno de los nombres por los que fueran conocidos.

En la regulación de los apellidos, también es posible que, en caso, la maternidad o paternidad

fuera declarada con posterioridad a su inscripción, se modifiquen tales apellidos; de no tener la

59
paternidad declarada puede llevar los apellidos del marido de la madre, bajo la posibilidad de que

el hijo pasando dos años de su mayoría de edad solicita que dicho apellido del marido de su madre

sean borrados de su nombre.

En cuanto al apellido de la mujer casada, ella no pierde sus apellidos, claro, que si desea puede

hacerlo, en el margen que tiene la posibilidad de tener hasta cuatro apellidos; de hacer ello, puede

conservarlos en caso de viudez o de divorcio, siendo el juez el único quien pueda negárselo al

verificar perjuicios a terceros en su uso.

De esta manera, para ejemplificar lo anterior descrito, veamos el siguiente ejemplo: una mujer,

hipotéticamente, tiene el nombre de Paula María Silva Texeira Nunes, el nombre usual cómo se la

conoce de forma simplificada es Paula Nunes, si contrae matrimonio con Rui Alex Gonzales

Santos Moreira, su nombre bien podría ser Paula María Texeira Nunes Santos Moreira y su hijo

Joao Paulinho Texeira Santos Moreira, o incluso alguno que no sea de sus padres, sino de sus

abuelos o bisabuelos, incluso.

Respecto a la posibilidad de sus cambios, además de los regulados con motivos de adopción,

matrimonio y reconocimiento filial; puede ser posible según lo indicado en el artículo 104º del

Código do Registro Civil, por autorización del Conservador de los Registros Centrales; ello debe

ser con un pedido justificado ofreciendo pruebas necesarias, así como ausencia de antecedentes en

el registro criminal, siendo posible que la decisión del conservador sea impugnada en sede judicial.

Así también, en dicha ley se detallan los supuestos que pueden ser valorados ante la solicitud

de cambio, cuales son: el fin del establecimiento de filiación , por motivo de adopción, por

rectificaciones en el registro habiendo errores materiales ya corregidos en sede notarial, por

renuncia en función de matrimonio, o por haberse anotado el cambio de sexo.

60
En el portal web de “ABC Internacional”, se menciona en un artículo que los nombres y

apellidos es un asunto problemático, por lo que anualmente existe una media de 800 cambios al

año, tanto de pre nombres como apellidos; entre los motivos se tiene que buscan una armonización

de descendencia portuguesa, algunos por gustos y otros porque quieren suprimirse los nombres

que no usan, y aquellos que después de cambiarse, no se adaptan y piden regresar a su nombre

original.44

1.2.7.3 La especificidad en la regulación de los apellidos en Alemania

“Bürgerliches Gesetzbuch” es el nombre del Código Civil alemán, que fue promulgado en enero

del año 1990, en este cuerpo legal podemos encontrar la regulación de cómo es la imposición de

los nombres.

Respecto al nombre propio (vorname) el Código Civil no da mayores precisiones, sin embargo

es en la Ley del Estado Civil de la Personas (Personenstandsgesetz45) que indica que dentro de los

siete días de nacido debe de comunicarse, entre otros datos46, el nombre propio y los apellidos del

menor.

44
Portal web ubicado en el siguiente link: http://www.abc.es/internacional/20141212/abci-portugal-nombres-
apellidos-201412111302.html. Consultado el 22/09/2017, 13:18 hrs.
45
Ley en vigor desde 1 de enero de 2009 y modificada posteriormente por la Ley de 28 de agosto de 2013. Esta
Ley es sucesora de las antiguas leyes de 1937 y 1957 sobre el estatuto personal y de registro del mismo.
46
También se indicará sobre los datos del niño; el lugar, fecha, hora y minuto en que se produjo; sexo de la criatura;
nombres y apellidos de los padres y, a petición de uno de ellos, su afiliación a alguna comunidad religiosa. Señala
también el precepto que se incluirán otros datos como la nacionalidad de los padres si alguno fuese extranjero, los
datos de matrimonio si estuviesen casados, certificados de nacimiento de ambos, adquisición de la nacionalidad
alemana por el niño en su caso y régimen legal de su apellido.

61
Deja entonces a discrecionalidad de los padres el poner el nombre propio del menor, así también

se indica que el caso de los niños que fueran encontrados sin conocerse su filiación, corresponderá

al Registro el signar un nombre para el menor. Podemos afirmar, entonces, que la imposición de

nombre propio a los niños era competencia exclusiva de su representante legal, el padre, la madre

o el tutor y no estaba regulada en norma alguna en su Código Civil, sin duda, porque el legislador

otorgaba mayor importancia al apellido, como señal distintiva familiar.

Ahora bien, respecto a la imposición de los apellidos, e incluso su posible cambio, se encuentra

regulado en el Libro IV (Derecho de familia) de su Código Civil; en Alemania hemos podido

encontrar que existen tres distintas denominaciones a los apellidos: Tenemos, así, el apellido de

nacimiento “Geburtsname”; el apellido de casados, “Ehename”, el apellido de acompañamiento,

“Begleitsname”, que se corresponde con el del cónyuge cuyo apellido no se ha utilizado como

apellido de casados, quien podrá usarlo como apellido de acompañamiento, antes o después del de

casados elegido y el apellido común propio que es equiparable al apellido de casados,

”Lebenspartnerschaftname47”, pero que en este caso se usarán para las uniones civiles de parejas

de hecho entre personas del mismo sexo.

Es, en el caso de los apellidos, consuetudinariamente aceptable, que el apellido de casados que

escojan los matrimonios sea el del esposo, no obstante es permisible que el apellido familiar que

elijan sea también el de la mujer48. Pero no siempre fue así, sino que había distingo en la imposición

de apellidos, donde se imponía al hijo legítimo el apellido del padre, al hijo ilegítimo el de la madre

47
La ley reguladora de la unión civil de parejas de hecho (del mismo sexo), denominada “Gesetz über die
eingetragene Lebenspartnerschaft”, del 16 de febrero de 2001; en su parágrafo 3, idéntico en lo esencial al parágrafo
1355 del “Bürgerliches Gesetzbuch”, equipara esta unión a la del matrimonio, en lo referido a la elección de un
apellido común propio.
48
Ello fue un cambio reciente, ya que durante el último medio siglo la tratativa era distinta a la actual, con matices
totalmente diferentes.

62
y al hijo adoptado el apellido del adoptante. Hasta que con la Ley de 14 de junio de 1976, se

determinó que el apellido familiar ya no sería, obligatoriamente, el del padre, sino que los cónyuges

podrían escogerlo, y Ley de 16 de diciembre de 1997, de “Reforma de la filiación y de la situación

jurídica del niño”, que introdujo un régimen uniforme para los hijos legítimos e ilegítimos,

conforme al mandato constitucional (artículo 6.5 de la Ley Fundamental de Bonn).

Finalmente nos parece importante mencionar que la tratativa en los casos de divorcio, aunque

mucho tiempo se mantuvo de una manera rígida, junto a Francia y España49; actualmente, se tiene

que una vez disuelto el matrimonio corresponde a los esposos el poder elegir si llevarán aún su

apellido de matrimonio, o si llevarán su apellido de nacimiento, cual fuere el caso, el Registro

Civil posteriormente publicará el cambio.

1.2.7.4 La utilidad de “los Nombres de Uso” en Francia

La regulación de la atribución y transmisión del nombre la encontramos en su Código Civil

(Code Civil), a partir del artículo 57º; donde indica que los nombres del nacido serán escogidos

por su padre y su madre, en caso que los progenitores no estén habidos le corresponderá al Oficial

del Registro Civil escoger tres nombres, el último de estos le servirá de apellido.

49
En ambos países, al llevar necesariamente el apellido del esposo en el matrimonio, la regla general era que la
mujer no podía quitárselo, excepto si, al ser declarada la única culpable de la separación, a solicitud del esposo pueda
quitársele, si la responsabilidad fuera compartida puede retomar su apellido anterior. Le era permitido a la esposa,
sólo adicionarle su apellido de nacimiento después del de su ex esposo, sin poder retirarse el primero.

63
Al llegar al Registro Civil, en casi que estos nombres o uno de ellos, solo o asociado con los

otros nombres o el apellido le parezcan contrarios al interés del niño o al derecho de terceros a

proteger su apellido, se avisará de ello sin retraso al Fiscal para que dé cuenta al juez de familia 50.

Si el juez considerara que el nombre no es conforme con el interés del niño o no reconoce el

derecho de los terceros a proteger su apellido, ordenará la supresión en los registros del Estado

Civil. Con ello, si los padres no eligen otro que se ajuste a los intereses mencionados, será él quien

impondrá al niño otro nombre51.

En lo que respecta al “apellido”, en la legislación francesa también tiene el valor social que le

es común, cuál es preservar el nexo de unión entre cada generación e identificar el grupo familiar.

Así bien, aunque no haya ley que lo especifique se ha tenido la costumbre de que el apellido de

familia que lleve cada matrimonio sea el del esposa y no el de la esposa, situación que ha cambiado

influenciado por los lineamentos progresistas emitidos por la Unión Europea.

50
Con la Ley 93-22 de 8 de enero de 1993, se introdujo como novedad la prohibición de imponer nombres que
vayan en contra del interés del menor en unos términos que son los actualmente vigentes, es decir, si los nombres
propios, solos o en conjunción con los apellidos, fuesen contrarios al interés del menor o al derecho de un tercero
sobre su apellido.
51
Article 57 (versión actual): “L'acte de naissance énoncera le jour, l'heure et le lieu de la naissance, le sexe de
l'enfant, les prénoms qui lui seront donnés, le nom de famille, suivi le cas échéant de la mention de la déclaration
conjointe de ses parents quant au choix effectué, ainsi que les prénoms, noms, âges, professions et domiciles des père
et mère et, s'il y a lieu, ceux du déclarant. Si les père et mère de l'enfant ou l'un d'eux ne sont pas désignés à l'officier
de l'état civil, il ne sera fait sur les registres aucune mention à ce sujet. Les prénoms de l'enfant sont choisis par ses
père et mère. La femme qui a demandé le secret de son identité lors de l'accouchement peut faire connaître les prénoms
qu'elle souhaite voir attribuer à l'enfant. A défaut ou lorsque les parents de celui-ci ne sont pas connus, l'officier de
l'état civil choisit trois prénoms dont le dernier tient lieu de nom de famille à l'enfant. L'officier de l'état civil porte
immédiatement sur l'acte de naissance les prénoms choisis. Tout prénom inscrit dans l'acte de naissance peut être
choisi comme prénom usuel.
Lorsque ces prénoms ou l'un d'eux, seul ou associé aux autres prénoms ou au nom, lui paraissent contraires à
l'intérêt de l'enfant ou au droit des tiers à voir protéger leur nom de famille, l'officier de l'état civil en avise sans délai
le procureur de la République. Celui-ci peut saisir le juge aux affaires familiales.
Si le juge estime que le prénom n'est pas conforme à l'intérêt de l'enfant ou méconnaît le droit des tiers à voir
protéger leur nom de famille, il en ordonne la suppression sur les registres de l'état civil. Il attribue, le cas échéant, à
l'enfant un autre prénom qu'il détermine lui-même à défaut par les parents d'un nouveau choix qui soit conforme aux
intérêts susvisés. Mention de la décision est portée en marge des actes de l'état civil de l'enfant”. Code Civil.
www.legifrance.gouv.fr.

64
Aprovecharemos para desarrollar algunos puntos importantes que hicieron que este cambio

tradicional, sobretodo marcado por las diferencias de género, fuera evolucionando a un punto más

equitativo en lo que el uso de apellidos respecta:

1) El 03 de enero de 1972, mediante la Ley 72-3, se promulgaban algunas modificaciones al

Código Civil, entre ellas se daba la equiparación de los llamado hijos legítimos y los

ilegítimos (nacidos fuera del matrimonio), aunque aún nada se concretaba en los apellidos.

2) El 23 de diciembre de 1985, con Ley 85-1372, se abrió paso a la igualdad de los esposos

en los regímenes matrimoniales y de los padres en la administración de los bienes de sus

hijos menores. Así también se incorporaba el llamado “apellido de uso”, el que podría

usarse en la vida cotidiana, pero no fuera como el apellido propiamente dicho, pues este

sólo se usaba para realizar actos de estado civil; pues bien, la mencionada ley permitía, en

su artículo 43, que cualquier persona mayor de edad podía unir a su apellido el de aquel

progenitor que no se lo hubiera transmitido “a título de uso”, actualmente puede emplearse

el llamado “apellido de uso” con previa notificación a la Administración.

3) Con la Ley 2002-304 de 4 de marzo de 2002, se alteró la postura tradicional de los

apellidos, agregando la inclusión de la declaración conjunta de los progenitores, además

de ello se desaparece la diferencia existente entre hijos legítimos y naturales, incorporando

que el apellido familiar puede formarse por el del padre, el de la madre, o el de ambos,

unidos en el orden que conjuntamente decidiesen.

En el caso de que uno de ellos, o los dos, ya tuviese un apellido compuesto podrán

transmitir, de mutuo acuerdo, aquél de ellos que prefieran, es decir, sólo se permite

65
transmitir un apellido simple por cada progenitor. Quedaba también previsto que, a falta

de acuerdo entre ambos, se impusiera el apellido del padre.

4) Años después, con la promulgación de la Ley 2013-404 de 17 de mayo de 2013, se extendió

el matrimonio a las parejas del mismo sexo 52, si bien hubieron bastantes cambios en el

Código Civil53, nos es útil mencionar que ahora se autorizaba a cada uno de los esposos a

llevar, “a título de uso”, el apellido del otro, sustituyendo o uniéndolo al suyo propio, en el

orden que escogiese, así mismo, a falta de acuerdo entre los padres respecto al apellido que

se transmitiría al hijo, se le impondrían los de ambos, “unidos”, y siguiendo un orden

alfabético.

1.2.7.5 La precisión del Código Civil y Comercial en la regulación del nombre en Argentina

En la legislación Argentina, hace no mucho se ha incorporado al nuevo Código Civil y

Comercial, el cual tiene regulada la materia que trae nuestra investigación desde el artículo 62º al

artículo 71º, donde empieza, indicando de forma similar a nuestro Código Civil peruano que, “la

persona humana tiene el derecho y el deber de usar el prenombre y el apellido que le

corresponden”, dando así notoriedad y relevancia a la identidad de la persona a través de un

nombre, en sus dos esferas de actuación: como un derecho subjetivo y objetivamente, como una

obligación.

52
Ello no significó cambio alguno en la normativa del nombre propio.
53
Entre otros, se sustituyeron las palabras padre o madre, esposa o esposa por el término genérico “parents”.

66
Respecto al pre nombre se establecen ciertas reglas a las que está sujeta la elección, como:

1) Corresponderá a los padres la elección o dar la autorización al otro; en defecto de todos,

debe hacerse por los guardadores, el Ministerio Público o el funcionario del Registro del

Estado Civil y Capacidad de las Personas. De esta manera cubriendo los supuestos y

designando los responsables, a fin de que no se dé el caso que un nacido no tenga un

nombre.

2) Se da la restricción de que no pueden inscribirse más de tres prenombres, apellidos como

prenombres, primeros prenombres idénticos a primeros prenombres de hermanos vivos;

tampoco pueden inscribirse prenombres extravagantes.

3) Hace la aclaración de que en la elección pueden inscribirse nombres aborígenes o derivados

de voces aborígenes autóctonas y latinoamericanas. Lo que al parecer busca la preservación

cultural.

Ahora, respecto a los apellidos, aunque esta proscrita la diferenciación de trato54, se hace una

ligera aclaración entre los apellidos que deben llevar los hijos nacidos dentro del matrimonio, y

los que no, de esta forma:

1) Las personas llevan un solo apellido, que puede ser el de la madre o el del padre.

El hijo matrimonial lleva el primer apellido de alguno de los cónyuges; en caso de no

haber acuerdo, se determina por sorteo realizado en el Registro del Estado Civil y

Capacidad de las Personas. A pedido de los padres, o del interesado con edad y madurez

suficiente, se puede agregar el apellido del otro.

54
Precisa el artículo 241º del Código Civil y Comercial argentino, en clara intención de no admitir distinción
alguna entre los distintos tipos de filiación, que el Registro de estado civil y capacidad de las personas: “expedirá
únicamente certificados de nacimiento que sean redactados en forma que no resulte de ellos si la persona ha sido o
no concebida durante el matrimonio o ha sido adoptada plenamente”.

67
Todos los hijos que pertenezcan al mismo matrimonio deben llevar el apellido que se

haya decidido para el primer hijo.

Ello ha sido bastante progresivo en términos de derechos humanos pues anteriormente, con la

ley 18248 se proclamaba que toda persona natural debía llevar el apellido de su padre, quedando

a elección del hijo al cumplir 18 años el poder llevar el apellido compuesto del padre o el apellido

de la madre solicitándolo al Registro de Estado Civil. 55

2) En cuanto al hijo extramatrimonial, al llevar un solo vínculo filial, llevará el apellido de

ese progenitor, entre los padres del niño acordarán el orden; a falta de acuerdo, el juez

dispone el orden de los apellidos, según el interés superior del niño.

También el Código Civil y Comercial regula, que ante la posibilidad de niños abandonados que

al ser mayores de edad no tengan apellidos, pueden estos inscribir el apellido que hayan estado

usando.

Queda a elección de los cónyuges si llevarán el apellido de su pareja, y si lo harán, si llevarán

antepuesto la preposición “de”, o sin esta. En el caso del divorcio, a diferencia de Alemania, la

persona divorciada no puede usar el apellido del otro cónyuge, excepto que, por motivos

razonables, el juez la autorice a conservarlo. Y en el caso de viudez, queda a elección de

55
“Artículo 4° – Los hijos matrimoniales de cónyuges de distinto sexo llevarán el primer apellido del padre. A
pedido de los progenitores podrá inscribirse el apellido compuesto del padre o agregarse el de la madre. Si el
interesado deseare llevar el apellido compuesto del padre, o el materno, podrá solicitarlo ante el Registro del Estado
Civil desde los DIECIOCHO (18) años. Los hijos matrimoniales de cónyuges del mismo sexo llevarán el primer
apellido de alguno de ellos. A pedido de éstos podrá inscribirse el apellido compuesto del cónyuge del cual tuviera el
primer apellido o agregarse el del otro cónyuge. Si no hubiera acuerdo acerca de qué apellido llevará el adoptado,
si ha de ser compuesto, o sobre cómo se integrará, los apellidos se ordenarán alfabéticamente. Si el interesado
deseare llevar el apellido compuesto del cónyuge del cual tuviera el primer apellido, o el del otro cónyuge, podrá
solicitarlo ante el Registro del Estado Civil desde los DIECIOCHO (18) años. Una vez adicionado el apellido no
podrá suprimirse. Todos los hijos deben llevar el apellido y la integración compuesta que se hubiera decidido para
el primero de los hijos”. www.infoleg.gob.ar

68
sobreviviente si lo continuará llevando o no, quedando prohibido de que lo lleve si contrae nuevas

nupcias.

Finalmente resulta interesante que termine esta Sección del Código mencionando que el

seudónimo notorio goza de la tutela del nombre.56

1.2.7.6 El tradicional “Registro de Familias” en Japón

El Código Civil de Japón fue uno de los primeros en Occidente, país que tomó como punto

referente en su redacción a Alemania, Francia y España. En su Libro IV, contiene la regulación

del nombre, en su artículo 750º indica que los esposos deben llevar sólo el apellido de uno de los

cónyuges, quedando a elección de estos si será el del hombre o la mujer57, y que, siendo el caso de

la defunción de uno de estos, es posible que el cónyuge supérstite pueda recuperar el apellido que

con motivos del matrimonio hubiera perdido.

Así también, según el artículo 767º, en el caso de extinguirse la relación de afinidad a causa de

un divorcio de mutuo acuerdo, el cónyuge que hubiera renunciado a su apellido puede volver a

usarlo como en el estado anterior al casado; sólo podrá mantener el apellido de condición de casado

56
Código Civil y Comercial de Argentina, artículo 69.- Cambio de nombre. El cambio de prenombre o apellido
sólo procede si existen justos motivos a criterio del juez. Se considera justo motivo, de acuerdo a las particularidades
del caso, entre otros, a: a) el seudónimo, cuando hubiese adquirido notoriedad; (…)
57
Esta situación es diferente en la República de China, también país asiático, donde los que contraen matrimonio
mantienen sus propios apellidos y nombres, pues este es un derecho de alta relevancia que se encuentra en el artículo
99º de los Principios Generales del Derecho Civil de la República Popular China, promulgada el 23 de diciembre de
1991 por Decreto Presidencial Nro.54.

69
si no hace la respectiva declaración conforme a la Ley de Registro Familiar58 durante los tres meses

posteriores a la disolución del vínculo.

Sobre el apellido de los hijos, en el artículo 790º se regula que deban de llevar estos el apellido

de sus padres, pero si el hijo hubiera nacido fuera del matrimonio tomará el apellido de su madre.

La Ley de Registro Familiar, regula la creación de hojas de registro por cada familia, siguiendo

la antigua tradición de las “casas” japonesas, es en ella donde se anotan todos los cambios y

modificaciones en el status familiar a través de sus vínculos; sin embargo, algo singular de esta

ley lo encontramos en el artículo 6º, que indica que solamente se crea la hoja de registro 59para

cada unidad familiar con el mismo apellido, salvo que deseen constituir una nueva unidad familiar.

En el caso de los niños abandonados, se le impone el nombre del alcalde del lugar donde se

encontrasen, y en el caso de los hijos adoptados, de manera similar a los hijos matrimoniales, se

les impone el apellido que los adoptantes eligiesen.

1.2.7.7 Los matices de patriarcado del apellido en Italia

En la normativa de este país es imperante la obligación de llevar el apellido del padre, con o

sin, acompañado del de la madre; permaneciendo el criterio clásico de la prevalencia de la figura

paternal, siendo indiscutiblemente cabeza de familia.

58
Ley Nº 224 del 22 de diciembre de 1947.
59
El artículo 13º y 14º de la Ley de Registro Familiar se establece que las anotaciones en dichos registros deben
de ser: el nombre, la fecha de nacimiento, el sexo y familia de cada persona inscrita; siendo el orden de la inscripción:
primero el cónyuge (sea esposo o esposa) de quien hayan adoptado su apellido familiar, luego el nombre del otro
cónyuge, seguidamente el de los hijos de acuerdo a la fecha de nacimiento y finalmente el nombre de cualquier otra
persona que por distintos motivos sea de esa familia.

70
En el artículo 6º del Codice Civile se proclama que toda persona tiene derecho a que se le

atribuya un nombre, el cual debe de estar compuesto por el prenome (nombre propio) y cognome

(apellido), así también se regula en el artículo 89º del Ordinamento dello stato civile60 la tutela

jurídica del seudónimo, cuándo este haya adquirido la importancia del nombre, ello es algo

novedoso frente a la regulación de otros países.

Respecto al prenome, establece el artículo 34º del Ordinamento dello stato civile, que es a libre

elección de los padres, pudiendo ser más de uno pero no más de tres, siendo los únicos límites los

siguientes: a) se prohíbe poner al niño el nombre del padre o de un hermano vivo que tuviere, b)

Imponer un apellido como nombre, o algún nombre ridículo o vergonzoso, c) que el prenome del

menor sea de acuerdo al sexo que tenga, y que d) Siendo el caso de los apellidos extranjeros que

adquieran la ciudadanía italiana, deberán estos de expresarse en el alfabeto italiano. En el caso que

alguien contravenga los límites fijados anteriormente el oficial del estado civil está en la obligación

de advertirle la prohibición, mas no puede prohibirle; sólo le corresponderá elaborar el acta de

nacimiento y posteriormente informarle al fiscal para que promueva el juicio de rectificación con

previa notificación a los padres.

Respecto a la imposición de los apellidos (cognome), tanto la mujer como el hijo toman el

apellido del varón, siendo el apellido de familia uno y único 61. Aunque es notoria la contravención

a la igualdad entre cónyuges, el Tribunal Constitucional se ha pronunciado en más de una ocasión,

precisando que ese límite de la unidad familiar es el que justifica que se establezca un único

apellido en cada familia, el del marido.

60
Introducido por Decreto Presidencial Nro. 396 con fecha 03 de noviembre del año 2000, Regolamento per la
revisione e la semplificazione dell´ordenamento dello stato civile.
61
En la doctrina italiana se ha puesto en manifiesto que dicha regulación contraviene lo dispuesto en la
Constitución de la República italiana en su artículo 29º, que proclama que el matrimonio se basa en la igualdad moral
y jurídica de los cónyuges.

71
En el caso de los niños de los que se desconociera a sus padres, será el oficial del estado civil

quien le escogerá el nombre, conjuntamente con su sexo y edad aparente, informando esta

circunstancia al tribunal de menores.

En el caso de viudez, la mujer debe continuar llevando el apellido del esposo fallecido hasta

que contraiga nuevas nupcias; y en el caso del divorcio también debe continuar llevando el apellido

del esposo de quien se hubo separado, dejándolo de usar, solamente con autorización del juez,

quien evaluará si su uso puede ocasionarle graves perjuicios a ella o al ex esposo.

En el caso de los menores adoptados, estos llevarán el apellido del adoptante; de ser alguna

mujer soltera llevará el apellido de esta, pero si es que los adoptantes son un matrimonio, el menor

llevará el apellido del varón.

1.2.7.8 El nombre en el Common Law

Para abordar cómo es la tratativa que se está dando al nombre en este sistema jurídico distinto

al romano germánico; tomaremos dos de los principales países que lo integran: el Reino Unido y

Estados Unidos, de este último al tener un sistema federado, y pudiendo cambiar la regulación en

los diferentes estados que lo integran, es que tomaremos el especial caso del estado de Luisiana

(por ser el estado que tiene un Civil Law inspirado en el Código Napoleónico).

Consideramos importante no pasar al desarrollo propuesto, sin antes, mencionar que el Derecho

inglés (Common Law) se nutre principalmente de dos fuentes: 1) Las leyes o derecho escrito

(Statute Law) conformado por los Acts of Parliament, leyes promulgadas por su parlamento, y los

Statutory Instruments, normas promulgadas por los ministerios, de carácter secundario; y el 2) El

72
derecho de los comunes, Common Law propiamente dicho, que es de carácter consuetudinario y

jurisprudencial, donde los jueces están guiados por los precedentes.

1.2.7.8.1 La flexibilidad del “Deed Poll” en el Reino Unido

Los países que lo integran están guiados principalmente por las costumbres, el common law

propiamente dicho; la excepción es que exista una determinada ley que regule ese aspecto; por lo

que no existe una norma especial para los nombres y su posible cambio, por ser en su perspectiva

un tema del ámbito privado.

Los ciudadanos pertenecientes a estos países tienen el derecho de escoger el apellido que

quieran, no encontrándose ligados por algún certificado de nacimiento o bautizo; si una mujer

quiere llevar el apellido del hombre con quien desea hacer vida en común puede hacerlo, incluso

sin que haya la celebración de algún matrimonio de por medio.

Este cambio de apellido puede efectuarse por un procedimiento muy sencillo, que consiste en

otorgar una escritura sellada denominada “deed poll62”, que se cursa a las autoridades

administrativas, en la que hace constar el apellido que está dejando de llevar y el nuevo que se

atribuye.63Con este instrumento el ciudadano inglés puede añadirse o quitarse apellidos, alterar el

orden de los mismos, reorganizándolos y de las letras que lo forman, a través de guiones, iniciales

62
Este documento puede ser redactado por el propio ciudadano indicando sus nombres anteriores, los nuevos que
utilizará y su voluntad de cambio, así como su dirección, lugar y fecha del documento y el nombre de dos testigos.
63
RUBISTEIN. “Iniciación al Derecho Inglés”. Bosch. Barcelona, 1956.p. 283. Obra citada por FERNANDEZ
PEREZ, Enrique Antonio, en su tesis doctoral: “El nombre y los apellidos. Su regulación en derecho comparado y
español”, Sevilla, año 2015; p. 686.

73
de nombre, etc…, siendo el único requisito tener 16 años de edad o ser mayor, así se explica en la

página oficial del Gobierno del Reino Unido.64

Para hacer oficial el cambio de nombre, el titular puede hacer la inscripción mediante un

documento llamado “Enrolling a name change”, siendo los requisitos para hacerlo el formular su

deseo en una declaración legal (Estatutory Declaration) ante determinados funcionarios,

comprometiéndose a usar únicamente el nuevo nombre, si es el caso de apellido y es casado, debe

llevar el consentimiento del cónyuge.

Reiteramos, que estas escasas limitaciones no implican que no haya norma alguna que indique

cómo los deben imponer, pues su norma por excelencia es la costumbre y esta indica que la mujer

tome el apellido del marido y los hijos lo reciban de su padre.

1.2.7.8.2 Estados Unidos

Siguiendo la tradición del Common Law, es la costumbre la que define los usos de los nombres

y apellidos, usualmente poniéndole al hijo con dos nombres propios y un apellido, que será el del

padre; así también es costumbre que la mujer pierda su apellido y adopte el apellido de su esposo.

Así, la estructura del nombre está formada por una Tria nomina: first name, middle name, y

last name o surname, donde el middle name se representa con su sola inicial; sin embargo, en el

uso se suele rechazar a esta por poner la inicial del apellido de soltera de la madre; por ejemplo:

64
“You don´t have to follow a legal process to start using a new name. But you might need a deed poll to apply
for or to change official documents like your passport or driving licence”. https://www.gov.uk/change-name-deed-
poll, página web consultada el 19/09/2017, 10:25 hrs.

74
John F. Kennedy, ex presidente de los Estados Unidos, y la letra “F” que proviene de la inicial de

su madre que apellidaba Fitzgerald.

En lo que respecta al cambio de los nombres y apellidos es de manera similar que el Reino

Unido, sólo que no es una petición que sólo se solicite en sede administrativa, sino que debe tener

una autorización judicial previa. Esta petición debe ser solicitada al tribunal de su condado, donde

se exige que además de sus datos personales se exprese si ha sido condenado por algún delito, si

tiene juicios pendientes, si ha sido declarado en quiebra, obligaciones alimentarias, etc…; así

también importante es mencionar que la Domestic Relations Laws indica que es posible cambiarse

el apellido en caso de divorcio o anulación de matrimonio.

En conclusión en Estados Unidos, el cambio de nombres o apellidos necesitan la autorización

judicial de sus respectivos estados, en donde la regla general es que no se permitirá tal cambio si

existieran propósitos fraudulentos.

Como mencionábamos líneas arriba, el nombre tiene en este país un matiz diferenciado en el

estado de Luisiana, debido a la diferente tradición jurídica incorporada en su sistema.

En el caso de Luisiana, coexisten tanto el Civil Law, como el Common Law; siendo

predominante la primera, incluso teniendo un Civil Code; en el artículo 100º del mencionado texto

se establece que en el matrimonio la mujer puede seguir llevando su apellido propio, siendo la

costumbre que sólo sea el hijo quien si deba llevar el nombre del padre; sin embargo es posible, a

diferencia de los demás estados del país, que el niño pueda llevar un apellido compuesto por el

apellido de sus padres.

En el caso del cambio de nombre en Luisiana se debe presentar una petición al tribunal del

distrito teniendo 18 años de edad y expresando los motivos de la petición, si la petición es

75
promovida a favor de un menor, debe ser con la autorización de sus padres; proceso donde

interviene el Fiscal del Estado; de ser el caso favorable, se procede a inscribirse en los Registros

del Estado.

76
CAPITULO II

EL PROCESO NO CONTENCIOSO DE CAMBIO DE NOMBRE

2.1. EL CAMBIO DE NOMBRE EN EL PERÚ

2.1.1. El Cambio de Nombre en los Código Civiles de 1854 y 1936

Aunque no parezca posible, el nombre de la persona no tenía un lugar para la regulación del

Código Civil de 185465, no hemos encontrado ninguna referencia a ellos en lo largo de su texto,

aunque sí bastantes diferenciaciones en lo status civiles de las personas, pues recién se iba

superando los efectos de la esclavitud (se encontraban los Ingenuos, los Siervos y los Libertos 66);

con mayor razón, como resulta obvio, no hay nada referido a un posible cambio de nombres.

Esta situación “no habida” fue distinta en el Código Civil de 1936 67


que lo precedió,

denominado el procedimiento como “cambio o adición del nombre”, en este se dedicó cuatro de

los seis artículos del Título III, denominado: “De la Protección del Nombre”, indicando las

siguientes precisiones:

65
Promulgado bajo la Ley del 23 de diciembre de 1851.
66
Código Civil de 1854, Titulo V. Art.95.- “Mientras subsisten los efectos de la antigua esclavitud, las personas
en el estado civil, son también ingenuos, siervos ó libertos”.
67
Promulgado el 02 de junio de 1936, con la Ley Nº 8305. Vigente desde el 14 de noviembre de ese año hasta la
entrada en vigencia del actual Código Civil de 1984.

77
Art.15.- “Nadie puede cambiar de nombre o apellido ni añadir otro a los suyos, sin autorización

obtenida por los trámites prescritos en el Código de Procedimientos Civiles para la rectificación

de las partidas del estado civil”.

Art.16.- “La resolución que autoriza el cambio o adición de nombre se publicará en el diario

destinado a los aviso judiciales y se anotará al margen de la partida de nacimiento”.

Art.17.- “El cambio a o adición del nombre no altera la condición civil del que obtiene ni

constituye prueba de filiación.

Art.18.- “La persona perjudicada por un cambio de nombre puede impugnarlo judicialmente

dentro de un año a partir del día en que se publicó la resolución”.

De ello, podemos ver que el trámite debía seguirse según el ya derogado, Código de

Procedimientos Civiles, y que dichos trámites se ventilaban en un procedimiento no contencioso

ante el juez civil. El juez estaba obligado a publicitar el pedido, con el fin de que posibles terceros

que pudieran tener perjuicios a raíz del cambio o adición del nombre solicitado puedan “oponerse”

al pedido (el procedimiento tomaba ya una forma contenciosa, pues entre el interesado y el

solicitante seguían el proceso hasta que tuviera la calidad de cosa juzgada). Y que el plazo de

caducidad propuesto para su impugnación era de un año.

Así también podemos resaltar, que el artículo 17º del Código Civil de 1936, estaba referido a

las consecuencias sobrevinientes al cambio o adición de nombre y, a diferencia de la actual

regulación, sólo se establecían las consecuencias de la modificación para el solicitante interesado.

Posteriormente el mencionado Código de Procedimientos Civiles fue derogado con la entrada

en vigencia del Código Procesal Civil de 1992, regulando la Rectificación de Partidas por

modificación de nombres como un proceso no contencioso, como ahora lo conocemos.

78
2.1.2. Regulación en el Código Civil de 1984

La regulación de la materia que nos interesa, la encontramos en nuestro actual Código Civil en

el Libro I, denominado “Derechos de las Personas”, y dentro de este, en el Título III, que lleva por

título “Nombre”.

Es dentro de esa ubicación, en su artículo 29º que textualmente dice: “Nadie puede cambiar su

nombre ni hacerle adiciones, salvo por motivos justificados y mediante autorización judicial,

debidamente publicada e inscrita. El cambio o adición del nombre alcanza, si fuere el caso, al

cónyuge y a los hijos menores de edad.”

De esta redacción podemos dar algunos alcances, que son óbice para el trabajo de investigación

planteado:

Primero, por el “nombre” se debe entender: el pre nombre y los apellidos de la persona;

constituyendo estos según el artículo 19º del Código Civil no sólo un “derecho”, sino también un

“deber” de la persona humana.

Así también, en la doctrina se ha desarrollado bastante de los atributos del nombre, siendo uno

de ello la “inmutabilidad”; sin embargo, esto no es del todo correcto, pues aunque la regla general

sea que nadie puede cambiarse el nombre, está la excepción de que sí puede hacerlo, siempre y

cuando el juez competente lo autorice. Entonces resulta a nuestro parecer, siendo respetuosos de

la doctrina desarrollada, que el nombre no es inmutable, sino que tiene el carácter de mantenerse

estable en el tiempo.

Ahora bien, en la redacción del mencionado artículo 29º resulta bastante determinante conocer

a qué aspectos puede estar referido el término “motivos justificados”, y siendo que corresponde al

79
juez establecer su contenido, -pues la ley no lo da- para precisar los aspectos sólo queda recurrir a

la jurisprudencia judicial68.

Hay posiciones en la doctrina sobre las implicancias del contenido posible de “motivos

justificados”; entre ellos, nos indica Fernández Sessarego69, que se ha preferido no enumerar las

situaciones concretas y de excepción, que pueden motivar un cambio de nombre por considerarse

“inconveniente”, en relación a la diversidad de casos que se presentan en la vida real, y que ello es

imposible inventariarlo en su totalidad, y que de omitir una, se correría el grave riesgo de omitir

alguna circunstancia que, justificadamente, generaría una acción tendiente al cambio de nombre.

De otro lado, sobre el posible contenido de motivos que justifique un cambio en el nombre,

León Barandarián 70menciona que si el apellido representa una significación “grosera, inmoral o

ridícula”, se justifica el cambio de nombre. A su vez, Marcial Rubio Correa 71, menciona como

algunos motivos justificados el caso de la persona que tiene por homónimo a un delincuente, o que

su nombre puede tener un significado deshonroso, sarcástico en el idioma; o que la persona haya

pasado por una situación particular que se haya hecho notoria con su nombre para mal.

Sobre el cambio de sexo también resulta controversial el tema, sin embargo, sobre este tema

específico si ha habido respuesta del órgano jurisdiccional, siendo este favorable; pues el cambio

de nombre deviene a raíz de un cambio de sexo por no haber compatibilidad de mantener a una

persona de naturaleza masculina con un nombre femenino, o viceversa; incluso en diciembre del

68
Por jurisprudencia judicial nos referimos al sentido de las decisiones judiciales que se va esbozando a lo largo
de su labor jurisdiccional que contribuye con los principios de predictibilidad judicial e igualdad de la aplicación de
la ley.
69
FERNÁNDEZ SESSAREGO. “Derecho de las Personas, Exposición de motivos y comentarios al Libro
Primero del Código Civil Peruano”. Librería Studium Editores. Lima, 1986.
70
LEÓN BARANDIARÁN. “Tratado de Derecho Civil”. Tomo 1. WG Editor. Lima, 1991.
71
RUBIO CORREA, Marcial. “El ser humano como persona natural”. PUCP. Lima, 1995.

80
2016 el Tribunal Constitucional también ya ha aceptado el cambio de sexo en la identificación de

las personas, tema que desarrollaremos con mayor amplitud en nuestro último capítulo.

Podemos concluir esta parte, afirmando que, ni el Código Civil, ni otra ley nos da mayores

alcances de esos supuestos excepcionales donde si procedería amparar un cambio de nombre,

dejando todo en la subjetividad del juez, y esto aunado a que no hay sentencias vinculantes de la

Corte Suprema, ni precedente o jurisprudencia del Tribunal Constitucional deja el margen de

interpretación del juez de manera muy abierta.

2.1.3. Análisis del artículo 29º del Código Civil

La opinión del profesor Fernández Sessarego, muy respetada en la doctrina nacional, refiere

sobre este artículo 29º del Código Civil, que no es conveniente que tenga un clausula cerrada y se

deje al criterio del juez evaluar en los casos concretos si las razones que da, quien pretende

cambiarse de nombre, es un “motivo justificado”.

Ello lo compartimos parcialmente, pues entendemos que la formulas legislativas de una norma

cerrada en los casos que se deba evaluar una solicitud no es conveniente, pues el juez no sólo es la

boca de la ley, como décadas atrás se hubo debatido; sino que, corresponde al juez, que observando

la constitución y en una interpretación sistematizada de las normas aplicables pueda tomar una

decisión, y dicha decisión, la motive expresando las razones que lo llevaron a resolver la

controversia de esa manera, ello por ser propio de un Estado Constitucional Democrático de

Derecho.

81
Sin embargo, existen riesgos en que las texturas abiertas de las normas no dispongan ningún

parámetro o límites a seguir; pues ello, deja que sean las valoraciones subjetivas de los magistrados

que indiquen cómo aplicar dichas normas. Este riego posible ¿qué consecuencias tendría? Como

hemos desarrollado más extensamente en capítulos anteriores, implicaría que en casos similares,

se tengan diferentes respuestas judiciales y consecuentemente se afectaría de modo directo a dos

principios jurídicos que son necesarios en nuestro modelo de Estado Democrático; el principio de

“Igualdad ante la ley”, estrictamente en su dimensión de Igual aplicación de la ley, y el principio

de “predictibilidad de las decisiones judiciales”.

La Igualdad en la Aplicación de la Ley, porque no existiendo parámetros (ni de la ley, ni de la

jurisprudencia judicial y tampoco de la jurisprudencia constitucional) de lo que debe ser un

“motivo justificado”, son los jueces quienes deben suplir ello con su razonamiento jurídico, y de

allí, que en los casos dónde se argumenten similares razones para solicitar un cambio de nombre,

existan diferentes pronunciamientos de los jueces (como veremos que así está sucediendo, más

adelante).

Y la Predictibilidad de la Decisiones Judiciales, porque estos diferentes pronunciamientos en

su conjunto, no sólo afectan a un solicitante, sino que a un colectivo de quienes pretendan

solicitarlo, pues verán que en la jurisprudencia judicial existen diferentes opiniones sobre “los

motivos justificados” que pueden amparar su solicitud; ergo, la seguridad jurídica es algo que no

existen en lo que esta materia respecta, como veremos más adelante.

De todo ello, como dijimos al inicio, no estamos de acuerdo con la opinión del profesor

Fernández Sessarego y cierta parte de la doctrina, de que la norma no deba conservar un catálogo

cerrado de motivos que justifiquen un cambio de nombre porque corre el riesgo de haber una gran

variedad de supuestos que al no estar contemplados, sean denegados; ello, ya que hemos visto en

82
nuestra investigación, que se están dando diferentes respuestas a quienes solicitan su cambio de

nombre, resultando perjudicial no sólo para ellos, sino para un sistema de justicia en general.

2.1.4. Procedimiento del Cambio de Nombre

El Código Procesal Civil regula en la Sección Sexta “Los Procesos No Contenciosos”, en su

primer artículo, el 749º, indica: “(…) Se tramitan en procesos no contenciosos los siguientes

asuntos: 12) Las solicitudes que, a pedido del interesado y por decisión del juez, carezcan de

contención, (…)”

Así, al ser un proceso no contencioso, no hay propiamente una demanda; sino, una solicitud

dirigida al juez especializado en lo civil del domicilio del solicitante; en ella debe expresarse como

dijimos anteriormente la expresión de las razones por las cuales el juez deba amparar su pedido y

siguiendo las reglas del proceso civil, anexar los medios probatorios que respalden la alegación de

los hechos, así como los anexos del artículo 424º y 425º del mismo cuerpo legal.

Sobre la vía procesal donde corresponde, debe ser objeto de una vía procesal especial, mas no

es viable seguir el proceso en una vía cautelar.

El juez, una vez admitida la demanda, fijará fecha para la audiencia de actuación y declaración

judicial, la que se realizará dentro de los quince días siguientes; en este acto el juez ordenará actuar

los medios de prueba anexados a la solicitud.

83
Concluida el trámite se ordenará la entrega de una copia certificada de lo actuado al interesado,

manteniéndose el original en el archivo del juzgado; la resolución que pone fin al proceso es

apelable con efecto suspensivo y lo resuelve la Sala Civil en instancia definitiva.

Finalmente, la resolución que estime el pedido deberá ser publicada e inscrita en el registro civil

correspondiente, siendo esta registrada como anotación marginal de la partida de nacimiento.

2.1.5. Impugnación por Cambio o Adición de Nombre

En este proceso no participa el Ministerio Público, como sí lo hace en otras legislaciones para

cautelar el interés público de la sociedad que pueda verse afectado con el cambio; ello no excluye

que no puedan intervenir terceros en el proceso; pues de haberlo, en el caso que con el cambio de

nombre propuesto se puede verse afectado, podrá formular su oposición dentro del proceso y actuar

como parte, y de ser desestimado su pedido incluso puede apelar a la Sala Civil correspondiente.

Además de ello, la ley ha previsto los casos en los que una vez registrado el cambio, una persona

pueda verse perjudicada por este; como por ejemplo una persona quien tiene fama por la actividad

que realiza, y se entera que quien se cambió el nombre pretende inducir a error a las demás

personas, valiéndose de la homonimia; en estos casos se recurre a un proceso denominado:

“Impugnación judicial por cambio o adición de nombre”; así indica el artículo 31º del Código

Civil: “La persona perjudicada por un cambio o adición de nombre puede impugnarlo

judicialmente”, esta acción es de carácter personal prescribe a los 10 años según lo establece el

artículo 2001, en su inciso 1), iniciándose el cómputo del plazo a partir del cambio adición del

nombre (la publicación de la autorización del cambio).

84
Sin perjuicio de esto, se podrá seguir la acción prevista en el artículo 28º del Código Civil, sobre

la usurpación de nombre, correspondiendo una indemnización al perjudicado e incluso accionar la

responsabilidad civil extracontractual, aunque de esta su plazo es dos años, según el artículo 2001,

inciso 4).

Como podemos ver, los remedios procesales para evitar posibles problemas de que sean

perjudicados terceros cuando que el juez ampare el cambio o adición de nombre no sólo es uno,

habiendo la tutela suficiente para tales circunstancias.

2.2. EL CAMBIO DE NOMBRE EN EL DERECHO COMPARADO

2.2.1. El cambio de nombre en América

2.2.1.1 Argentina

En el sistema jurídico argentino la normativa en esta materia de cambio de apellidos durante

mucho años la encontrábamos en el artículo 15º de la “Ley del Nombre de las Personas Naturales”,

ley 18.24872, decía que “Después de asentados en la partida de nacimiento el nombre y apellido,

no podrán ser cambiados ni modificados sino por resolución judicial, cuando mediaren justos

motivos”. 73

En la mencionada ley se contemplaba que la petición será tramitada en un proceso sumarísimo

y con la intervención del Ministerio Público, al cual se dará la debida publicidad y podrá ser objeto

72
Ley 18.248; Ley de Nombre de las personas naturales, Buenos Aires, promulgada el 10 de junio de 1969. Tuvo
en el país argentino una duración de casi 15 años.
73
Esa redacción legal restrictiva, que no da mayores luces que “justos motivos”, es casi idéntica a la nuestra en el
Código Civil peruano de 1984, con la excepción de que, en el caso argentino, ya dieron un paso adelante regulando
en el nuevo Código Civil y Comercial, los supuestos que deben ser considerados como justos motivos.

85
de oposición. Así mismo se indicaba que producida la modificación, de autorizarse,

automáticamente se procedía a que se rectifique simultáneamente las partidas de los hijos menores

y la del matrimonio.

Sin embargo, la mencionada ley fue derogada, hace muy poco, y esta materia ya fue regulada

por el Código Civil y Comercial de la Nación74, también se dan alcances sobre el cambio de

nombre o apellido. Este se encuentra en la totalidad del texto del artículo 69º, el que dice:

“Artículo 69.- Cambio de nombre. El cambio de prenombre o apellido sólo procede si existen

justos motivos a criterio del juez. Se considera justo motivo, de acuerdo a las particularidades del

caso, entre otros, a:

a) el seudónimo, cuando hubiese adquirido notoriedad;

b) la raigambre cultural, étnica o religiosa;

c) la afectación de la personalidad de la persona interesada, cualquiera sea su causa, siempre

que se encuentre acreditada.

Se consideran justos motivos, y no requieren intervención judicial, el cambio de prenombre por

razón de identidad de género y el cambio de prenombre y apellido por haber sido víctima de

desaparición forzada, apropiación ilegal o alteración o supresión del estado civil o de la identidad.”

De ello, podemos ver, que en contraste con nuestra legislación, al menos en la redacción del

texto dan supuestos en los que los jueces considerarán se dé un “justo motivo”, no cerrando el

espectro para otras posibles razones que lo ameriten los jueces.

74
Con fecha 07 de octubre de 2014 se promulgó en Argentina el Código Civil y Comercial de la Nación, en esta
se incorporó lo que se refería al nombre de las personas naturales, derogando la ley 18.248 que regulaba la materia.

86
Pero ahí no queda la extensión de la regulación del cambio de nombre, sino que también merece

mencionar que la existencia de la Ley 26743 – Ley que establece el derecho de la identidad del

género de las personas75 –, en la que establece en su artículo primero que toda persona tiene

derecho al reconocimiento de su identidad de género, al libre desarrollo de su personalidad

conforme a dicha identidad de género, a ser tratada de acuerdo con la misma y “en particular, a ser

identificada de ese modo en los instrumentos que acreditan su identidad respecto de el/los

nombre/s de pila, imagen y sexo con los que allí es registrada”. En un segundo artículo define a

la identidad de género como la vivencia interna e individual del género tal como cada persona la

siente, que puede o no coincidir con su sexo de nacimiento. El artículo 3º señala que toda persona

podrá pedir la rectificación registral de sexo y el cambio del nombre de pila cuando no coincidan

con su identidad de género autopercibida. 76(El subrayado es nuestro).

Así también la mencionada ley establece en su artículo 5º la permisión que los menores de edad

soliciten dicho cambio a través de su representante legal. Si se negase o no fuera posible la

autorización de su representante legal, se podrá recurrir a la vía sumarísima para que los jueces

resuelvan.

De esta última ley, vemos que siendo una materia tan controvertida, y disponer que cada persona

pueda desarrollar la orientación sexual con la que se sienta identificada, sin intromisión alguna de

75
“Ley que Establece el Derecho a la Identidad de Género de las Personas”, sancionada el 09 de mayo del 2012
y promulgada el 23 de layo del 2012.
76
En el artículo 4º de la Ley 26743 detalla los requisitos necesarios para el cambio de nombre en caso contravenga
a su identidad de género, los cuales son: 1) mayoría de edad, 2) solicitud indicando estar amparado por tal ley para el
cambio y modificación de su nombre de pila en el Registro civil y en el documento nacional de identidad; sin embargo
no será preciso justificar intervención quirúrgica alguna ni acreditar terapias hormonales o tratamiento
psicológico.
Y en su artículo 6º, también sobre el trámite indica que cumplidos los requisitos, el oficial público procederá sin
necesidad de ningún trámite judicial o administrativo, a notificar de oficio al Registro Civil la rectificación de sexo y
cambio de nombre de pila, para que emita un nuevo certificado de nacimiento y un nuevo documento nacional de
identidad adecuado a los cambios realizados. No se hará referencia a la ley en cuestión en la nueva partida de
nacimiento ni el documento de identidad ni se requerirá la mediación de gestor o abogado alguno.

87
los poderes públicos es algo novedoso en Latinoamérica, más si este resulta ser un supuesto de

cambio de nombre en la identidad de las personas, lo cual queda abierto a muchos

cuestionamientos.

2.2.1.2 Chile

En la legislación chilena la Ley 4808, Ley de Registro Civil 77, es la que establecía de manera

restringida la posibilidad de que alguien una vez registrado pueda rectificar sus nombres 78,

indicando que sólo sería posible por autorización del juez; en esta parte es similar a como en Perú

actualmente nosotros llevamos regulando el tema.

Sin embargo, para 1970 esta posición cambio con la entrada en vigencia de la Ley 17344,79 la

cual si autoriza el cambio de nombres y apellidos, de los cuales podemos resumir en los siguientes

puntos lo que establece:

1) La persona tiene derecho a usar los nombres y apellidos con que haya sido individualizada

en su respectiva inscripción de nacimiento, sin embargo por única vez se la puede autorizar

para cambiar sus nombres o apellidos, o ambos a la vez, en los casos siguientes:

a. Cuando unos u otros sean ridículos, risibles o la menoscaben moral o

materialmente.

77
Ley Núm. 4808: Reforma la ley sobre el Registro Civil, promulgada en la república de chile en enero de 1930
que derogaba la anterior ley de registro civil de 1884.
78
Ley Nro. 4808, Art. 17. “Las inscripciones no podrán ser alteradas ni modificadas sino en virtud de sentencia
judicial ejecutoriada. (…)”.
79
Ley que autoriza el cambio de nombres y apellidos y modifica ley Nro. 4,808, sobre Registro Civil, promulgada
el diez de Septiembre de 1970. Sin embargo por ley Nro. 19585 se dispuso que la modificación entraría en vigencia
después de un año de su publicación.

88
b. Cuando el solicitante haya sido conocido durante más de cinco años, por motivos

plausibles, con nombres o apellidos, o ambos, diferentes de los propios, y

c. En los casos de filiación no matrimonial o en que no se encuentre determinada

la filiación, para agregar un apellido cuando la persona hubiera sido inscrita con

uno solo o para cambiar uno de los que se hubieren impuesto al nacido, cuando

fueren iguales.

2) La ley es permisiva de que en casos que una persona haya sido conocida durante más de

cinco años, con uno o más de los nombres propios que figuran en su partida de nacimiento,

y estos no los hubiere usado; podría solicitarse que sea suprimida de la inscripción.

3) En los casos de menores de edad que carecieren de representación legal o se negasen a

autorizar al menor para solicitar el cambio, el juez resolverá con audiencia del menor, a

petición de cualquier consanguíneo de éste o del Defensor de Menores.

4) La solicitud deberá publicarse en extracto en el Diario Oficial de los días 1° o 15 de cada

mes, o al día siguiente hábil; siendo posible que dentro del término de treinta días, contados

desde la fecha del aviso, cualquier persona que tenga interés en ello podrá oponerse a la

solicitud.

5) Si el solicitante fuere casado o tuviera descendientes menores de edad, deberá pedir

también, en el mismo acto en que solicite el cambio de su apellido, la modificación

pertinente en su partida de matrimonio y en las partidas de nacimiento de sus hijos; el

cambio de apellidos no alterando su filiación.

6) Finalmente la ley sanciona con la pena de presidio menor en su grado mínimo el uso

malicioso de los primitivos nombres o apellidos y la utilización fraudulenta del nuevo

89
nombre o apellido para eximirse del cumplimiento de obligaciones contraídas con

anterioridad al cambio de ellos.

2.2.1.3 Estados Unidos

Como fue desarrollado más ampliamente en un capitulo anterior, al pertenecer este país a la

tradición jurídica del Common Law, es la costumbre la que determina definiendo y siendo el

criterio relevante para la imposición del nombre y los apellidos.

Para el caso de su cambio, no es tan ligero como el Reino Unido, donde basta con el “Deed

Poll”, que es una suerte de procedimiento administrativo simplificado; sino que se necesita de una

autorización judicial del tribunal del condado del estado donde pertenezca el peticionante.

El límite a dicho pedido, es que el juez pueda ver que se quiera encubrir fraudulentamente

responsabilidades ante la justicia y las responsabilidades civiles.

En este país se da el especial caso del estado Luisiana, donde predomina la tradición jurídica

del Civil Law (en menor grado también tienen presente la tradición del Common Law), y al tener

su Código Civil, en este se regula que es posible darse el cambio, además de los otros estados del

país, en el caso de que el menor quiera llevar el apellido de la madre, o uno compuesto por los dos.

2.2.1.4 El Salvador

90
En este país para abordar esta materia se tiene la Ley del Nombre de la Persona Natural80,

sancionado por decreto legislativo Nro. 450 publicada el 04 de mayo de 1990. Esta ley detalla en

su Capítulo IV (artículos 16 a 28), titulado, precisamente, “Del cambio de nombre”, los únicos

supuestos de cambio permitidos (en este caso ya no cabe a discrecionalidad del juez, como el caso

peruano, el evaluar qué motivos resultan justificados, sino el verificar si se encuentran dentro de

los previstos).

Los supuestos cerrados en los que cabe la posibilidad de cambiar de nombre son los siguientes

que resumidamente detallamos:

1) Si uno de los padres no estuviere de acuerdo con el nombre propio que el otro asignó al

hijo, por las razones contempladas en el artículo 1181, podrá recurrir a solicitar el cambio,

dentro del plazo de seis meses contados a partir de la inscripción del nacimiento, ante el

Alcalde Municipal82.

2) Cuando la paternidad fuere reconocida voluntariamente en acto posterior a la inscripción

del nacimiento del hijo, consignándose sus apellidos en el orden que se prevé 83. De la

misma forma se establece en el caso de los hijos adoptados, correspondiendo aún a la

descendencia de estos últimos continuar llevando el apellido del adoptante.

80
Es el único cuerpo normativo en el país salvadoreño; no habiendo mención en lo que respecta al cambio de
nombre en su Código Civil, Código de Familia, Ley Orgánica del Registro nacional de las personas naturales, su
correlativo Reglamento, y Ley Transitoria del Registro Familiar y de los regímenes patrimoniales del matrimonio.
81
D.L. 450(El Salvador) Art. 11.- “No se podrá asignar nombre propio, cuando fuere lesivo a la dignidad humana,
impropio de personas o equívoco respecto al sexo, salvo en este último caso cuando tal nombre esté precedido de
otro determinante del sexo.”
82
En caso de apelación por no estar conforme con la decisión del Alcalde será de conocimiento del juez de primera
instancia que conozca de lo civil.
83
D.L. 450(El Salvador) Art. 14.- “Los hijos nacidos de matrimonio así como los reconocidos por el padre,
llevarán el primer apellido de éste, seguido del primer apellido de la madre.”

91
3) Los casos en que se contraiga matrimonio queda a decisión de los cónyuges si es que a su

apellido llevarán la palabra “de” seguido del de su esposo/a. En caso de divorcio será

retirado dicho apellido del registro y en caso de viudez quedará a elección del cónyuge.

4) En los casos de homonimia, cualquiera de los interesados tendrá derecho a solicitar que se

cambie su nombre propio; Y por una sola vez, cuando fuere equívoco respecto del sexo,

impropio de persona, lesivo a la dignidad humana, extranjero que se quisiera castellanizar

o sustituir por uno de uso común.

5) El cambio en el apellido se extenderá a los descendientes menores de edad y a los mayores

que consientan en ello. También se extenderá al cónyuge cuando ésta ha optado por usar el

apellido del marido.

2.2.2. El Cambio de Nombre en Europa Continental

2.2.2.1 Francia

El 08 de enero de 1993 el “Code Civil” 84tuvo una modificación85, cual fue la incorporación de

una Sección 2, en el Capítulo II del Título I, denominada: “De los cambios de nombres propios y

apellido”86, comprendiendo los artículos 60 al 61-4. En tales dispositivos se dan los siguientes

parámetros:

84
Llamado Código de Napoleón o Código Napoleónico, de los cuerpos normativos más importantes del mundo,
fue aprobado por la Ley del 21 de marzo de 1804.
85
A más de dos siglos que pasaron desde la entrada en vigencia del “Code Napoleón”, se dio la reforma que entró
en vigencia el pasado 1 de octubre de 2016.
86
En lo que respecta al cambio de nombre la norma indica en su texto original del artículo 61 lo siguiente: “Article
61 En savoir plus sur cet article: Toute personne qui justifie d'un intérêt légitime peut demander à changer de nom.

92
1) La solicita la persona con interés para adicionar, eliminar o modificar el orden de los

nombres propios, ello se solicita ante el Juez de Familia; si el menor fuese mayor de 13

años se requiere su consentimiento.

2) En el caso del cambio de apellidos, la solicitud tendrá como objeto evitar la extinción del

apellido de un ascendiente o colateral del solicitante hasta el cuarto grado de

consanguinidad. Este se publica por Decreto.

3) La solicitud para el cambio de apellidos se dirige al Ministro de Justicia, debiendo expresar

los motivos en que se funda la petición y acompañando la publicación del anuncio de la

solicitud en el Diario Oficial de la República y en un periódico de la provincia que indique

su identidad actual, así como su dirección y los apellidos que desea adquirir.

4) El cambio de apellido del peticionario se extiende a sus hijos menores de 13 años, de ser

mayores de 13 años se requerirá de su consentimiento.

5) El cambio de apellidos podrá ser cuestionado ante el Consejo de Estado por cualquier

interesado dentro de los dos meses de la publicación en el Diario Oficial.

6) Los cambios que se hiciesen se anotarán en al margen de las actas de estado civil de los

interesados, y de los cónyuges e hijos si los afectara.

Entonces es notorio que el cambio de nombre es de libre elección, pero para el cambio de

apellidos hay que cumplir el parámetro de darle continuidad a algún apellido que este dentro del

cuarto grado de consanguinidad o afinidad, no pudiendo pasar este límite meramente por gustos u

otros.

La demande de changement de nom peut avoir pour objet d'éviter l'extinction du nom porté par un ascendant ou un
collatéral du demandeur jusqu'au quatrième degré. Le changement de nom est autorisé par décret.”

93
Y aunque no está referido en un sentido estricto se incorporaron ciertas facultades concedidas

por el artículo 43, de la Ley 85-1372 de 23 de diciembre87, el cual indica que se permite a las

personas casadas, adicionar a su apellido familiar un “apellido de uso”, el cuál será su apellido de

nacimiento, siendo esta una decisión totalmente facultativa, no afectando el apellido familiar y

pudiéndose usar en su vida cotidiana, incluso si le da aviso a la administración es posible agregarlo

a su documento de identidad o pasaporte.

En el caso de las personas solteras, que sean mayores de edad, también pueden llevar a título

de uso el llamado “nom d’usage”; esto implica que puede unir a su apellido de familia el apellido

de aquel progenitor que no le hubiese transmitido el suyo.

2.2.2.2 Alemania

Ni en su Código Civil (Bürgerliches Gesetzbuch88), ni en la Ley de Introducción al Derecho

Civil (Einführungsgesetz zun Bürgerlichen Gesetzbuche), y tampoco en la Ley del Estatuto

Personal (Personenstandsgesetz89), hemos encontrado precepto que refiera el cambio de nombre o

apellido en el que se tenga que solicitar con una causa justificada o algo parecido; en el último

dispositivo citado sólo se contempla las acciones lógicas de rectificaciones que puedan realizarse

en el registro.

Las únicas causa contempladas, pero que no implican en sentido estricto un cambio de nombre

propiamente dicho, que podemos extraer del mismo cuerpo de su Código Civil son las referidas a

87
Ley promulgada el 23 de diciembre de 1985.
88
Código Civil alemán que se mantiene desde el 18 de agosto de 1896.
89
Ley del Estatuto Personal alemán de fecha 03 de noviembre de 1937.

94
la elección del apellido de cónyuges o en las uniones de hecho, y por reconocimiento (adopción)

o impugnación de alguna filiación, en los que hacen las siguientes precisiones:

1) En los casos de matrimonio, en artículo 1335º de su código civil se indica las formas en la

que los esposos han de constar en el registro cuál será su apellido de casados, la cual deberá

ser certificada públicamente ante el encargado del registro civil, pudiendo escoger

cualquiera de los apellidos que lleven como el apellido que llevarán de casados.

2) En el caso del cónyuge cuyo apellido no haya sido escogido como apellido del matrimonio

podrá unir su apellido, anteponiéndolo o posponiéndolo al mismo, formando un apellido

compuesto.

3) En el caso de divorcio, se podrá solicitar al encargado del registro civil que retomar el

apellido de nacimiento que tuviese antes de estar casado.

4) Es para el caso de la adopción, según los artículos 1741º al 1772º, que este adquiere la

posición jurídica de sus padres llevando los apellidos de casados e los cónyuges, sin

embargo, hay posibilidad ante el juez de familia el cambio o aumento del pre nombre.

De esta forma podemos concluir que en el ordenamiento jurídico alemán hay libertad máxima

para poder llevar los apellidos familiares que dispusiesen, sin que necesariamente afecte la

filiación.

95
2.2.2.3 Italia

El artículo 6º del “Codice Civile90” establece que no se permite el cambio, la adición o

rectificación del nombre, sino en los casos previstos por la ley.

La Ley a la que hace remisión es el “Ordinamento dello Stato Civile91” y señala en su artículo

28.2,f), entre los actos que deben transcribirse en el Registro de estado civil: “los decretos de

cambio o adición de nombre y apellido y los procedimientos que revocasen o anulasen dichos

decretos”. A su vez, los artículos 84 a 94 del Título X (Dei cambiamenti e delle modificazioni del

nome e del cognome) detallaban el procedimiento a seguir para solicitar tales cambios, si bien el

Decreto del Presidente de la República de 13 de marzo de 2012, número 154, derogó los cinco

primeros (84 a 88), los otros hasta hoy perduran.

Es así que el artículo 89º establece que quien quiera cambiar su nombre propio, añadirse otro

nombre o cambiar su apellido porque sea ridículo o vergonzoso, porque revele su origen no

matrimonial, o porque quiera añadir otro apellido deberá solicitarlo al Prefecto de la provincia

donde tenga su residencia, o de la circunscripción de la Oficina del Estado Civil donde se inscribió

su nacimiento, exponiendo en la petición los motivos por los que la realiza.

Es de resaltarse que se proscribe expresamente que en ningún caso se admitirá la atribución de

apellidos de importancia histórica o que hagan presumir su pertenencia a familias ilustres,

especialmente, si residen en el lugar donde el peticionario hubiera nacido o tuviese su residencia

habitual.

90
Código Civil aprobado por el Decreto Real N° 262 de 16 de marzo de 1942.
91
Norma sancionada como: R.d. 9 luglio 1939, n. 1238.

96
Una vez evaluada la solicitud y antes de ser autorizada deberá el peticionante hacerla pública

en su lugar de residencia y de nacimiento, así mismo también tiene un plazo de 30 días quien se

oponga. Finalmente indica el artículo 93º de la misma ley que el cambio de nombre o apellido

estará exento de cualquier tasa, en los casos en que los mismos sean ridículos o vergonzosos para

el solicitante, o revelen su filiación natural; quedando a petición del interesado que se curse

comunicación y notifique a las Oficinas del Estado Civil donde se haya inscrito su nacimiento,

matrimonio y nacimiento de hijos, bastando un único decreto para los miembros de una misma

familia.

2.2.2.4 Portugal

En su legislación poseen un Código do Registro Civil 92que regula específicamente el cambio

de nombres y apellidos, además de los ya regulados en su código Civil, como son el caso de

reconocimiento filial, adopción y matrimonio.

93
En el artículo 104º de la mencionada norma establece que el nombre registrado en la

inscripción de nacimiento sólo puede ser modificado por autorización del conservador de los

92
“Código do Registo Civil” aprobado por Decreto legislativo Nro. 131/95, del 6 de junio.
93
“Artigo 104º Alteração do nome: 1 - O nome fixado no assento de nascimento só pode ser modificado mediante
autorização do conservador dos Registos Centrais. 2 - Exceptuam-se do disposto no número anterior: a) A alteração
fundada em estabelecimento da filiação, adopção, sua revisão ou revogação e casamento posterior ao assento; b) A
alteração resultante de rectificação de registo; c) A alteração que consista na simples intercalação ou supressão de
partículas de ligação entre os vocábulos que compõem o nome, ou no adicionamento de apelidos, se do assento
constar apenas o nome próprio do registado; d) A alteração resultante da renúncia aos apelidos adoptados por
virtude do casamento e, em geral, da perda do direito ao nome por parte do registado; e) A alteração resultante do
exercício dos direitos previstos no artigo 1876º do Código Civil; f) A alteração que consista na mera adopção do
nome inicialmente pretendido pelos interessados, quando o assento de nascimento tenha sido lavrado na pendência
de consulta onomástica sobre a sua admissibilidade. g) A alteração do nome próprio resultante da mudança da
menção do sexo. 3 - O averbamento de alteração não dependente da autorização prevista no nº 1 é efectuado a
requerimento do interessado que, quando for apresentado verbalmente, deve ser reduzido a auto.

97
Registros Centrales, salvo en los supuestos que el precepto detalla, entre los que destacamos los

siguientes: cambios resultantes de establecimiento de filiación o de adopción, por rectificaciones

en el registro, por adición o supresión de partículas que unen los vocablos que componen el

nombre, por renuncia a apellidos adoptados en función de matrimonio, por derecho a usar el

apellido del marido de la madre (derechos previstos en el artículo 1876 del Código Civil) y por

cambio de nombre propio al haberse notado cambio de sexo.

En la Subsección IX (Processo de alteração do nome) regula cual es el procedimiento para el

cambio de nombre (artículos 278º al 282º), entre los que están:

1) El interesado debe solicitarlo al conservador de los Registros Centrales.

2) La solicitud debe de contener las razones que lo justifican y ofrecer las pruebas necesarias.

3) En caso el solicitante sea mayor de 16 años debe de presentar una solicitud para obtener el

certificado de ausencia de antecedentes en el registro criminal.

4) Aclara el artículo 279 que el conservador de los Registros Centrales, tras examinar la

petición, podrá ordenar las diligencias que considere necesarias, así mismo, esta decisión

es impugnable judicialmente94.

4 - No caso previsto na parte final da alínea d) do nº 2, o averbamento é realizado oficiosamente. 5 - No caso


previsto na alínea f) do nº 2, o requerimento para a alteração de nome deve ser apresentado no prazo de seis meses
contados a partir da data da notificação do despacho de admissibilidade. 6 - O averbamento de conservação de
apelidos por parte do cônjuge divorciado é feito em face de autorização do ex-cônjuge, prestada em auto lavrado
perante o conservador ou de documento autêntico ou particular autenticado, de termo lavrado em juízo ou mediante
autorização do tribunal. 7 - O averbamento de conservação de apelidos por parte do cônjuge viúvo que contrair
novas núpcias é feito em face de declaração prestada perante o conservador, em auto, no processo de casamento. 8
- As alterações de nome dos registados averbadas aos respectivos assentos de nascimento são comunicadas ao serviço
de identificação nos termos estabelecidos por despacho do presidente do IRN, I. P.”
94
Regulado por el Decreto Ley 324/2007, de 28 de septiembre, que derogaba los artículos 280º y 281º del Código
de Registro Civil.

98
2.2.2.5 España

España tiene una gran importancia de estudio en el presente tema, pues la tradición que

seguimos, en cuanto a nombre se refiere, proviene de ellos; así como Brasil de Portugal.

A fin de conocer su tratamiento será necesario conocer La Ley 20/201195 sancionada el 21 de

julio del 201196, que deroga la Ley de Registro Civil de 8 de junio de 1957; esta ley regula en sus

artículos 49 a 57 lo referido a la imposición de los nombres, al orden que deben llevar estos, y a

su cambio (tanto de nombres como apellidos).

De esta normatividad podemos resaltar los siguientes puntos, los cuales por su desarrollo,

podríamos destacar al diferenciase de nuestra legislación en materia de cambio de nombre:

1) Se puede autorizar el “cambio de nombre” con previa declaración del interesado, ello

mediante procedimiento registral (puede ser solicitado por el propio interesado si es mayor

de dieciséis años). Quien se encargará de autorizar el cambio de nombre será el Encargado

del Registro Civil, que deberá evaluar que se pruebe el uso habitual del nuevo nombre,

siempre que concurran las demás circunstancias exigidas en la legislación del Registro

Civil.

2) Se puede acceder al “cambio de apellidos” de tres formas: mediante declaración de

voluntad, mediante expediente y en circunstancias excepcionales.

95
Esta Ley entrará en vigor en su totalidad el 30 de junio de 2018, conforme establece la disposición final décima
Con las siguientes excepciones: a) Los artículos 49.2 y 53, que entraron en vigor el día 30 de junio de 2017. b) Las
disposiciones adicionales séptima y octava y las disposiciones finales tercera y sexta entraron en vigor el 23 de julio
de 2011. c) Las modificaciones de los artículos 44 a 47, 49. 1 y 2, 64, 66, 67.3 y disposición adicional novena el 15
de octubre de 2015.
96
Esta Ley ha sido modificada posteriormente en algunos preceptos no sustanciales por las leyes 15/2015, 19/2015
y 4/2017.

99
3) El cambio de apellidos mediante declaración de voluntad puede autorizarse en los

siguientes casos97:

a) La razón sea la inversión del orden de apellidos.

b) La anteposición de la preposición «de» al primer apellido que fuera usualmente

nombre propio o empezare por tal, así como las conjunciones «y» o «i» entre los

apellidos.

c) La acomodación de los apellidos de los hijos mayores de edad o emancipados al

cambio de apellidos de los padres cuando aquellos expresamente lo consientan.

d) La regularización ortográfica de los apellidos a la lengua española correspondiente

y la adecuación gráfica al español de la fonética de apellidos también extranjeros.

e) Cuando sobre la base de una filiación rectificada con posterioridad, el hijo o sus

descendientes pretendieran conservar los apellidos que vinieren usando antes de la

rectificación. Dicha conservación de apellidos deberá instarse dentro de los dos

meses siguientes a la inscripción de la nueva filiación o, en su caso, a la mayoría

de edad

4) Podrá autorizarse el cambio de apellidos, previo expediente instruido en forma

reglamentaria, sólo si se cumplen con los siguientes requisitos:9899

a) Que el apellido en la forma propuesta constituya una situación de hecho, siendo

utilizado habitualmente por el interesado.

(*) Basta con este requisito, sin que se cumplan los dos siguientes, si el apellido

o apellidos solicitados correspondieran a quien tuviere acogido al interesado,

97
Artículo 53º de la ley 20/2011 del 21 de julio.
98
Podrá formularse oposición fundada únicamente en el incumplimiento de los requisitos exigidos.
99
Artículo 54º de la ley 20/2011 del 21 de julio.

100
siempre que aquél o, por haber fallecido, sus herederos, den su consentimiento al

cambio. En todo caso se requiere que, por sí o sus representantes legales, asientan

al cambio el cónyuge y descendientes del titular del apellido.

b) Que el apellido o apellidos que se tratan de unir o modificar pertenezcan

legítimamente al peticionario.

(*) Es posible que se acceda al pedido, sin tomar en cuenta el requisito anterior

(pero si el tercero) para cambiar o modificar un apellido contrario a la dignidad o

que ocasione graves inconvenientes.

c) Que los apellidos que resulten del cambio no provengan de la misma línea.

(*) Se puede acceder al pedido, sólo tomando en cuenta el requisito anterior (y

no el primero) para cambiar o modificar un apellido contrario a la dignidad o que

ocasione graves inconvenientes.

5) Se podrá autorizarse el cambio de apellidos por circunstancias cuando se trate de víctimas

de violencia de género o de sus descendientes que vivan o hayan vivido en hogares en los

que se haya producido tal situación, así como en aquellos supuestos en los que la urgencia

de la situación o las circunstancias excepcionales lo requieran, podrá autorizarse el cambio

de apellidos por Orden del Ministerio de Justicia, en los términos fijados

reglamentariamente.

100
Respecto a los requisitos anteriores, se tiene como reglas comunes el que dicho cambio

de apellido alcance a los descendientes y a todas las personas sujetas a la patria potestad que

100
Artículo 57 de la ley 20/2011 del 21 de julio: “Reglas comunes al cambio de nombre y apellidos”

101
expresamente lo consientan. El cambio de nombre y apellidos se inscribirá en el registro

individual del interesado, teniendo dicha inscripción carácter constitutivo.

2.2.3. El Cambio de Nombre en Asia

2.2.3.1 Japón

En este país, el régimen legal para proceder al cambio de pre nombres o apellidos es posible si

se encuentra en los casos que establece el Código Civil, como: cambio de nombre por razón de

matrimonio, ya sea para cambiar adicionando al apellido de los esposos o para retirárselos al

divorciarse, así también, en el caso de adopción.

Además de su Código Civil, ellos poseen en la Ley de Registro Familiar,101otras posibilidades

de cambio de nombre cuales son:

Cuando se dé el caso que cuando una persona, que figure como cabeza de un registro familiar,

y su cónyuge, deseen cambiar su apellido “por motivos inevitables”, en el cual enviará una

notificación a tal efecto, tras obtener el permiso del Juzgado de Familia. Esta tendrá el efecto de

crear un nuevo Registro Familiar para quien solicitó el cambio de apellido.

101
La Ley número 224 de 22 de diciembre de 1947, de Registro Familiar, regula la creación de distintas hojas o
registros por cada familia siguiendo, parcialmente, la antigua tradición de la “casa” japonesa; es decir, se crea un
registro de cada familia en el que se anotan las vicisitudes de la misma,

102
Y además de esta, en el caso de los hijos, que siendo ya mayores de 15 años de edad deseen

llevar el apellido del padre que no fue escogido como apellido familiar, lo que también, en el caso

de efectuarse, deberá ser añadido en el registro familiar.

2.2.3.2 China

La posibilidad de cambio de nombre sólo la encontramos en el artículo 99º de los Principios

Generales del Derecho Civil de la República Popular China.

El precepto determina, entre otras referencias al nombre, que los ciudadanos “tendrán derecho

a tener un nombre personal, y tendrán derecho a determinarlo, usarlo o cambiarlo conforme a la

regulación vigente”.

Haciendo remisión a el total de su legislación sólo hemos encontrado lo referido a los apellidos

del matrimonio, en donde queda a libre elección de los cónyuges el elegir si los apellidos que

llevarán serán los propios que llevaban o unirlos, siendo primero siempre el apello paterno. Así,

también encontramos lo referido a los menores que fueron adoptados, donde queda a elección de

los padres adoptantes si le darán su apellido o si mantendrá el que ya lleve, quedando a decisión

del menor una vez que obtenga la mayoría de edad.

103
CAPITULO III

ANÁLISIS CONSTITUCIONAL DEL CAMBIO DE NOMBRE

3.1. LA PREDICTIBILIDAD DE LAS DECISIONES JUDICIALES

3.1.1 El principio constitucional de Predictibilidad Judicial.

En nuestro actual modelo de estado, ya no basta que, en base a la representatividad del poder

legislativo, se sancionen a discreción leyes que sean directrices del desenvolvimiento estatal; sino

que, encontrándonos en un estado constitucional de derecho en el que la Constitución posee un

carácter de norma normarum, se respeten los valores que se recojan del texto constitucional,

estando ellos establecidos en normas autoaplicativas, otras de aplicación diferida y unas terceras

en principios (que según Eto Cruz son normas constitucionales declarativas).

Estos principios constitucionales son mandatos de optimización- según la teoría de Robert

Alexy, la cual me permito seguir102- que al estar desprendidos de la Constitución, qué duda cabe

son vinculantes no sólo en la función legislativa de dar leyes, ni la judicial de administrar justicia,

sino en todas las actuaciones del aparato estatal; de ahí su importancia y relevancia para tenerlo en

cuenta en el presente capítulo.

Uno de estos principios constitucionales es el de “predictibilidad de las decisiones judiciales”,

el cual no significa otra cosa que, cuando se presenten casos con identidad de hechos y de

102
La teoría del derecho para Robert Alexy es como una mezcla entre el normativismo de Kelsen y el
iusnaturalismo de Radbruch, es por ello que su teoría jurídica del derecho se conoce como no positivo.

104
fundamento se debe tener respuestas similares por parte del órgano jurisdiccional, pues como lo

define su nombre, es la capacidad de ser predecible: “Ubi eadem ratio, ídem jus”: “a igual razón,

igual derecho.”. Ello es significante para los justiciables, pues previo a iniciar su derecho de acción,

podrán darse cuenta y estar sobre aviso que existen procesos que no deben plantearse porque no

van a tener resultados positivos, y hay procesos que sí van a tener resultados predecibles porque

de acuerdo a los hechos y a la jurisprudencia sentada va a permitir que se resuelva favorablemente,

ya quedando a estimación del ciudadano si accionará o no su derecho.

Este principio, considerado fundamental en la administración de justicia, es de observancia

obligatoria porque minimiza la corrupción, genera seguridad jurídica, y reduce la carga procesal.

Además de estos atributos podemos resaltar que, genera confianza y credibilidad en el Poder

Judicial.

No nos es ajeno que en los últimos años el Poder Judicial ha venido trabajando el tema de la

predictibilidad a través de los Plenos Casatorios que permite el art. 400º del código civil, donde,

aunque tomando posiciones discutidas, fijan criterios de interpretación de observancia obligatoria,

generando así cierto grado de predictibilidad en las decisiones judiciales. Lo mismo hace el

Tribunal Constitucional a través de los precedentes vinculantes, que establecen interpretaciones

constitucionales de observancia obligatoria para los jueces. Con esto se busca que los jueces

resuelvan de manera predecible ante situaciones que son similares.

Entonces podemos afirmar que el tema de la predictibilidad lo que se busca resguardar es la

seguridad jurídica, porque cuando se puede constatar que ante los mismos hechos un juzgado tiene

un criterio y otro juzgado tiene otro criterio, queda claro que no es saludable para un sistema

jurídico y estamos en la necesidad de uniformizar esas opiniones disimiles.

105
3.1.2 Posición del Tribunal Constitucional

Este tema por ser de relevancia, no ha sido ajeno a que el máximo interprete la constitución, el

Tribunal Constitucional, lo desarrolle jurisprudencialmente dando así los alcances de la

predictibilidad judicial.

Así citaremos algunas ideas desarrolladas por este órgano, que consideramos importante tener

en cuenta:

En el fundamento 7 del expediente Nº 03950-2012-PA/TC, el Tribunal Constitucional aclaró

que aunque el principio de predictibilidad de las resoluciones judiciales no lo encontremos

expresamente en nuestro texto Constitucional no podemos desconocer su existencia, puesto que

este se deriva del propio estado constitucional de derecho con calidad de principio, así fue

indicado: “Si bien el principio constitucional de seguridad jurídica no se encuentra reconocido

expresamente en la constitución, ello no ha impedido a este Tribunal reconocer en él a un

principio constitucional implícito que se deriva del estado constitucional de derecho (artículos 3º.

y 4.3º de la constitución). Ahora bien, no cabe duda de que esta exigencia constitucional de

predictibilidad y certeza de las decisiones judiciales se ve concretizada con la denominada

doctrina jurisprudencial constitucional, la que solo se tendrá por cumplida si se respetan tales

decisiones”.103

En otra oportunidad en el expediente Nº 04899-2007-PA/TC, caso Jockey Club del Perú contra

SEDAPAL el Tribunal Constitucional indicó que el normal desarrollo de las funciones

103
Expediente Nº 03950-2012-PA/TC, José María Gómez Tavares y otros. (fundamento 7.)

106
jurisdiccionales de los jueces es buscar dar predictibilidad judicial, y ello a su vez, contribuye a

materializar el principio de seguridad jurídica, claro está, siempre basándose en argumentos

jurídicos objetivos; así tenemos: “Cuando en base a argumentos jurídicos objetivos se alcance

cierto entendimiento o interpretación del alguna norma, no podría comprenderse que exista un

prejuzgamiento por parte de los jueces, sino el normal desarrollo de la actuación jurisdiccional,

en donde se pretende dar predictibilidad a las decisiones judiciales y materializar el principio

constitucional de seguridad jurídica.”104

Posteriormente, en el expediente Nº 03950-2012-PA/TC, José María Gómez Tavares y otros,

esta vez el Tribunal Constitucional nos indicaría qué implica garantizar el principio de

predictibilidad judicial, lo que es que con regularidad del criterio de aplicación del derecho, a

excepción de justificadas diferenciaciones, además de resaltar que esto contribuye a la realización

de los derechos fundamentales; así en su texto dice: “El principio de predictibilidad y certeza de

las decisiones judiciales en cuanto que manifestación del principio de seguridad jurídica implica

la exigencia de coherencia o regularidad de criterio de los órganos judiciales en la interpretación

y aplicación del derecho, salvo justificada y razonable diferenciación. Así, la finalidad de esta

exigencia funcional no es otra que la contribución en la fundamentación del orden constitucional

y el aseguramiento de la realización de los derechos fundamentales”.105

A su vez, en el fundamento 09 del ya mencionado expediente 03950-2012-PA/TC el Tribunal

Constitucional menciona, que al existir disparidad de criterios interpretativos, recae en ellos y su

supremacía interpretativa el reparar dicha afectación al sistema jurídico, por lo que es concluyente

que, el no observar este principio daña gravemente la seguridad jurídica y por ende los derechos

104
Expediente Nº 04899-2007-PA/TC, fundamento 03.
105
Expediente Nº 03950-2012-PA/TC, José María Gómez Tavares y otros. (fundamento 7.)

107
de los justiciables, así lo dijo en líneas: “…en situaciones en las que el principio de seguridad

jurídica se vea afectado por la existencia de una disparidad de criterios interpretativos en torno

al sentido de la doctrina jurisprudencial o se produzca la inaplicación de la misma, este tribunal

está llamado a reparar dicha afectación, pues así lo exige no solamente el mencionado principio

constitucional, sino también la supremacía interpretativa que ostenta este colegiado”.106

Así, recorriendo brevemente el desarrollo jurisprudencia que dio el Tribunal Constitucional en

lo que respecta al principio de predictibilidad judicial, podemos afirmar que este es un principio

del estado constitucional de derecho, que tiene reconocimiento implícito de la Constitución y lo

que busca es materializar la seguridad jurídica del Estado. En consecuencia, será de exigencia para

todos los jueces que le presten la debida observancia a fin de no transgredir este principio.

3.1.3 Nuestra posición

Ya quedando clara la idea de la importancia y necesidad de la predictibilidad en las decisiones

judiciales, como principio propiamente de un estado constitucional de derecho; y tomando muy en

cuenta la postura de Aníbal Torres Vásquez 107consideramos importante resaltar las consecuencias

de su no observancia por parte de los jueces, las cuales daremos desarrollo por su importancia, y

serían las siguientes:

1) No existencia de una justicia predecible.- Cuando se resuelven las pretensiones de los

justiciables con sentencias contradictorias, originadas por las interpretaciones disimiles

106
Expediente 03950-2012-PA/TC, José María Gómez Tavares y otros. (fundamento 9.)
107
Ideas recogidas del artículo web: “La jurisprudencia como fuente de derecho”, en el enlace:
http://www.etorresvasquez.com.pe/La -Jurisprudencia.html recogido con fecha: 27/07/2017, 13:34hrs.

108
entre los jueces sobre materias comunes, se transgrede la seguridad jurídica, y por ende,

no se garantiza la igualdad de las personas frente a la ley.

Ello deviene en lo que es evidente ahora, “la reducida la credibilidad institucional del poder

judicial”, y a su vez, desincentiva la inversión privada para el desarrollo económico.

2) Da cabida a que se realicen actos de corrupción.- La absoluta discrecionalidad de los

jueces para interpretar el ordenamiento jurídico es una puerta abierta para que se puedan

encubrir actos de corrupción, vulnerando el principio de que “ante la ley, todos somos

iguales” deslegitimando el sistema de justicia.

En cambio, si podemos establecer una justicia predecible, se puede verificar fácilmente

cuando un juez se aparta de los criterios establecidos para casos similares, claro está, que

el mensaje no es que se restrinja la “autonomía del juez”; sino que, si este lo hace, de

razones jurídicas objetivas de las razones por las que toma la decisión de apartarse. Ello

sin duda, aumenta el control jurídico que los abogados puedan hacer en los procesos

judiciales.

3) Genera desconfianza en el sistema judicial.- Si como justiciables encontramos que ante

mismos fundamentos se dan decisiones en sentidos opuestos, la calificación categórica que

le pueden dar es que son “interpretaciones antojadizas de los jueces”; así las cosas,

terminamos deslegitimando un poder del estado que es, en este modelo de estado, el único

encargado de resolver los conflictos de los ciudadanos.108

108
Excluimos de esta proposición a la Conciliación y al Arbitraje, porque aunque son mecanismos alternativos de
resolución de conflictos, no son estrictamente el Órgano encargado de hacerlo en nuestro modelo de estado.

109
4) Su no observancia incrementa la carga procesal.- Cuando se establece una línea de

criterios para resolver los casos con identidad de hechos y argumentos se hace más sencilla

la labor de los juzgadores, así mismo teniendo respuestas definidas se desalienta la

presentación de demandas y recursos impugnatorios que desde un inicio, (conociendo la

línea jurisprudencial), saben que no tendrán éxitos sus pretensiones; la consecuencia directa

es la reducción de la carga procesal y celeridad de la administración de justicia. En sentido

opuesto, de no darle la observancia debida, sucede todo lo contrario, deviniendo en una

administración de justicia lenta, sobrecargada y atendiendo causas que al final no tendrán

amparo.

5) Origina desestabilidad política.- Si tenemos un poder judicial deslegitimado y sin

credibilidad, no puede tener este un auténtico contrapeso político que los funcionarios

públicos puedan respetar en los límites establecidos por la Constitución y la ley, sino que

terminan adecuando el derecho según sus intereses y fines que persiguen.

110
3.2. EL PRINCIPIO DE IGUALDAD

3.2.1 El principio constitucional de Igualdad

Un necesario punto de partida en este capítulo es expresar que lo que realmente predomina en

nuestra sociedad -y no sólo la nuestra-, son las diferencias y no la igualdad. Y esto no está mal,

pues lo que realmente enriquece nuestro país pluricultural son las diferencias, que configuran,

tanto nuestra identidad individual, como la identidad de grupo social.

Para ver la magnitud de su importancia empecemos con lo señalado por Rosenfled, quien

expresa que esta institución es la principal piedra angular del constitucionalismo, revelándose en

constante interacción con otros derechos constitucionales. 109

La igualdad emerge entonces, como una promesa de nuestra constitución, y es éste pluralista

estado constitucional contemporáneo, que proclama ser respetuoso de las libertades y de las

distintas identidades. Entonces partamos de lo que nos indica nuestra Constitución debido a su

jerarquía e importancia:110

109
ROSENFELD, Michel. “Hacia una reconstrucción de la igualdad constitucional”. En: Miguel Carbonell
(compilador). El principio constitucional de igualdad. Lecturas de introducción. Comisión Nacional de Derechos
Humanos, México, 2003, p. 69.
110
Es aceptado, no sólo por el Tribunal Constitucional, sino también por autores de respetada opinión, que la
Constitución tiene un doble carácter: “Lex Legis y Norma Normarum”, que respectivamente son: Ley de leyes, con
un nivel jerárquico superior, y el de norma que regula la creación de las demás normas de rango inferior. Son estos
atributos que la hacen sui generis en nuestro sistema jurídico.

111
Constitución Política del Perú: Art.2º.- “Toda persona tiene derecho: (…) a la igualdad

ante la ley. Nadie debe ser discriminado por motivo de origen, raza, sexo, idioma, religión,

opinión, condición económica o de cualquiera otra índole”.

Al respecto del derecho de igualdad, Luis Alberto Huerta Guerrero nos dice: “El derecho a la

igualdad implica que todas las personas deben ser tratadas en forma igual por parte del Estado.

En consecuencia, todo trato diferente está prohibido. Este trato desigual de los iguales se conoce

como discriminación”.111 Para Humberto Nogueira Alcalá, enfatizando en la incidencia de la

dignidad de la persona en el derecho de las personas a la igualdad, expresa: “El derecho a la

igualdad puede ser considerado desde diversas perspectivas, la más básica de ellas, que se

encuentra inscrita en todo el derecho constitucional occidental, es la igual dignidad de todas las

personas, la cual es independiente de su edad, capacidad intelectual o estado de conciencia,

dignidad que es difícilmente definible en abstracto (…) Es en virtud de esta igual dignidad común

a todos los seres humanos donde se fundamentan los derechos humanos o derechos esenciales de

la persona humana, que igualmente pertenecen a cada uno y a todos los seres humanos por tener

la dignidad de personas”.112

En las anteriores dos posiciones vemos que es un concepto afectado por posiciones ideológicas,

y así lo señala Francisco J. Laporta al indicar que la idea la igualdad pasa por ser uno delos

parámetros fundamentales del pensamiento social, jurídico y político de nuestro tiempo.113

111
HUERTA GUERRERO, Luis Alberto, “El Derecho a la Igualdad”, revista: “Pensamiento Constitucional”; año
XI, revista nro.11, Lima 11 de diciembre de 2003.
112
NOGUEIRA ALCALÁ, Humberto, “el Derecho a la Igualdad en la Jurisprudencia Constitucional”, revista:
“Ius Et Praxis”, vol. 2, núm.2, 1997, Universidad de Talca, Chile.
113
LAPORTA Francisco J. “El Principio de Igualdad: Introducción a su Análisis”. En SISTEMA, Nº 67, Madrid,
1985, p.3.

112
Ahora bien, hemos visto que, del derecho de igualdad se pueden despender varios matices

(sociológicos, políticos, filosóficos, etc…), sin embargo, importa para el presente trabajo enfatizar

en “la igualdad ante la ley” propiamente dicha.

En líneas generales, el derecho de igualdad ante la ley es una prohibición de toda diferenciación

que pueda producirse en el ejercicio de los derechos individuales y en consecuencia, lo que se

busca como estado es reducir las disparidades existentes en el ámbito social y económico.

El derecho de la igualdad ante la ley, siguiendo la teoría jurídica contemporánea y lo esbozado

por Juan Manuel Sosa Sacio114, está comprendido, a su vez, por: 1) La igualdad en el contenido de

la Ley y 2) La igualdad en la aplicación de la Ley; dimensiones distintas del derecho de igualdad

que procederemos a desarrollar puntualmente:

3.2.1.1 La Igualdad en el Contenido de la Ley

Sobre “la igualdad en el contenido de la ley”, se debe partir de la concepción de la ley como

general y la ley como abstracta, también llamada la igualdad material, la cual busca que las leyes

que encarnan la voluntad general sean igualadoras a los privilegios y arbitrariedades de las clases

dominantes.

114
Charla que el Dr. Juan Manuel Sosa Sacio dio en la sede del tribunal constitucional en Arequipa en noviembre
del 2016, siendo el tema: ” Derecho a la igualdad, a la no discriminación y al reconocimiento de las diferencias”

113
Esta dimensión del derecho la igualdad está referida a la exigencia al legislador de que su labor

reglamentaria debe satisfacer un estándar necesario de igualdad, proscribiendo que las normas

contengan diferencias que afecten ilegítimamente el trato igual que merecen las personas.

Lo anterior no debe de entenderse como una cerrada prohibición de diferenciación, sino que es

posible que por “la naturaleza de las cosas” (Art. 103º de la Constitución) se establezcan

diferencias, debiéndose tratarse igual, a lo igual y desigual, a lo desigual; constituyendo un límite

al legislador que toda diferencia de trato debe estar constitucionalmente justificada haciendo uso

del test de igualdad, donde se está obligado a justificar de manera adecuada y suficiente las

diferencias de trato que introduce su actividad legislativa.

El “test de igualdad” para verificar la afectación, implica:

a) Debe determinarse la existencia de un trato legislativo diferente y un término de

comparación.

b) Debe determinarse la intensidad de la intervención en la igualdad, dependiendo de la

importancia de los bienes involucrados.

c) La determinación de la finalidad del tratamiento diferente.

d) Debe aplicarse el examen de proporcionalidad.

Por su parte, el Tribunal constitucional ha señalado que: “la cláusula de igualdad prevista en

el artículo 2.2 de la Constitución, no implica el derecho a un tratamiento ‘uniforme’, esto es, que

no supone un principio de protección frente al trato diferenciado sino, tan solo, frente al

discriminatorio, entendido este como aquel juicio de distinción que no se sustenta en base

razonable, objetiva y concretamente verificable”115.

115
Sentencia del Expediente Nº 001-2004-AI/TC, publicada el 05/10/2004, f. j. 47.

114
De ello, podemos afirmar, que el Tribunal Constitucional entiende que, si es admisible un trato

diferenciado, siempre que no resulte un tratamiento arbitrario basado meramente en la

subjetividad, capricho o en virtud de criterios artificiosos116.

3.2.1.2 La Igualdad en la Aplicación de la Ley

Este punto resulta determinante para el presente trabajo, y es que la administración y la

jurisdicción deben aplicar la ley de manera uniforme (salvo situaciones singulares, objetivas y

razonables). Se prohíbe toda diferenciación injustificada e irracional.

Es también llamada la igualdad formal, y en el mismo sentido de la línea anterior, reiteramos

que no sugiere que la ley sea general e impersonal, sino que su aplicación por los poderes públicos

se haga sin excepciones o consideraciones personales.

Sin embargo, esto no quiere decir que el órgano que aplica el derecho este limitado, y no pueda

apartarse de los criterios aplicados en casos anteriores, debiendo dar necesariamente, sea el caso,

fundados argumentos y razones atendibles.

En el mismo sentido, podemos afirmar, como lo dijere Natalia Torres Zuñiga, que la igualdad

en la aplicación de la ley se encuentra en estrecha conexión con el principio de interdicción de la

arbitrariedad.117

116
Sentencia del Expediente Nº 1399-2001-AA/TC, publicada el 09/10/2004, f. j. 3.
117
TORRES ZUÑIGA, Natalia, “Igualdad ante la Ley, distinción entre la igualdad en el contenido de la ley y en
la aplicación de la ley”, revista Gaceta Constitucional, tomo 15, marzo 2009, pp., 91 y ss.

115
El Tribunal Constitucional en su oportunidad se ha pronunciado diciendo que : “la ley debe ser

aplicada de modo igual a todos aquellos que estén en la misma situación, sin que el aplicador

pueda establecer diferencia alguna en razón de las personas o de circunstancias que no sean las

que se encuentren presentes en la ley”.

De ello, podemos esbozar, que para verificar esta afectación se deba observar que:

a) La aplicación de la ley debe provenir de un mismo órgano.

b) Debe existir identidad sustancial entre los supuestos de hechos resueltos.

c) No debe haber un término de comparación, donde se acredite que exista una línea constante

de interpretación y aplicación de normas anteriores.

d) No debe existir una adecuada motivación que justifique el cambio de tendencia.

3.2.2 Posición del Tribunal Constitucional

A lo largo de los años, aunque no muchos en comparación con otras materias, el Tribunal

Constitucional ha desarrollado ciertos alcances y particularidades de este derecho.

Para empezar, respecto a la problemática de su definición se ha indicado en diversas sentencias

que la naturaleza jurídica de la igualdad reposa en una condición o presupuesto indispensable para

el ejercicio de los distintos y plurales derechos individuales; por ende, no es un derecho autónomo,

sino relacional.118

118
Sentencia del Expediente Nº 0261-2003-AA/TC, publicada el 26/04/2004, f. j. 3.1; Sentencia del Expediente
Nº 0018-2003-AI/TC, publicado el 4/05/2004, f. j. 2.

116
También es importante mencionar lo desarrollado en el expediente Nº 0018-2003-AI/TC, donde

se ha mencionado concretamente que el principio de igualdad se constituye simultáneamente de

esta forma:

 Como un límite para la actuación normativa, administrativa y jurisdiccional de los poderes

públicos.

 Como un mecanismo de reacción jurídica frente al hipotético uso arbitrario del poder.

 Como un impedimento para el establecimiento de situaciones basadas en criterios

prohibidos (discriminación atentatoria a la dignidad de la persona).

 Como una expresión de demanda al Estado para que proceda a remover los obstáculos

políticos, sociales, económicos o culturales que restringen de hecho la igualdad de

oportunidades entre los hombres.119

Ahora bien, en su oportunidad llegó a sede del Tribunal Constitucional una demanda de

inconstitucionalidad a propósito del artículo 337° del Código Civil120, que establece los criterios

adicionales a ser apreciados por el juez en determinadas causales de separación o divorcio. En este

proceso, la Defensoría del Pueblo interponía la demanda de inconstitucionalidad contra el citado

artículo, considerando que no existía una justificación razonable para que el juez pueda tomar en

cuenta la educación, costumbre y conducta de los cónyuges para decidir la procedencia del

divorcio como consecuencia de un acto de sevicia, injuria grave o conducta deshonrosa. En esta

sentencia el Tribunal Constitucional el objeto de la controversia se postulaba de la siguiente forma:

“(...) Este Tribunal debe decidir si la apreciación por el juez, en cada caso concreto, de la

educación, costumbre y conducta de los cónyuges es o no discriminatoria, como alega el

119
Sentencia del Expediente Nº 0018-2003-AI/TC, publicada el 4/05/2004, f. j. 2.
120
Sentencia del Expediente Nº 018-96-I/TC, publicada el 13 de mayo de 1997.

117
demandante y para ello debe analizar si la desigualdad de educación, costumbre y conducta entre

las parejas casadas, es circunstancia justificatoria del trato desigual que debe hacer el juez, en la

aplicación del Artículo 33º del Código Civil (...)”. Al ponderar los aspectos señalados indico,

que:121

 El principio de igualdad plasmado en la Constitución no sólo exige, para el trato desigual

en la aplicación de la ley a las personas, que la finalidad legislativa sea legítima, sino que

los que reciban el trato desigual sean en verdad desiguales;

 Los derechos a la dignidad, integridad física, psíquica y moral, al libre desarrollo y

bienestar, al honor y buena reputación, a la vida en paz, al goce de un ambiente adecuado,

al desarrollo de la vida y a no ser víctima de violencia ni sometido a tratos humillantes, son

derechos constitucionales aplicables a todo ser humano, sin que interese su grado de

educación, costumbre, conducta o identidad cultural. En lo que respecta a estos derechos

fundamentales, todas las personas son iguales, y no debe admitirse, en algunas personas y

en otras no, la violación de estos derechos;

 Si bien la finalidad de la conservación del matrimonio que contiene el Artículo 337° del

Código Civil es legítima, no debe preferirse ni sacrificarse para la consecución de ésta,

otras finalidades también legítimas y constitucionales, referidas a la defensa y desarrollo

de la persona humana como tal, pues los derechos humanos mencionados en el párrafo

anterior tienen mayor contenido valorativo y constituyen finalidades más altas y

primordiales que la conservación del matrimonio.

121
HUERTA GUERRERO, Luis Alberto, “El Derecho a la Igualdad”, revista “Pensamiento Constitucional”, año
XI, Nº 11, pp. 322 y ss.

118
 En consecuencia, el Tribunal no considera legítima la preservación de un matrimonio

cuando para lograrla, uno de los cónyuges deba sufrir la violación de sus derechos

fundamentales.

El aporte importante y relevante de esta sentencia fue que el Tribunal Constitucional

estableció criterios de interpretación precisos para analizar la compatibilidad de un derecho a

la igualdad ante la ley; advirtiendo que el trato desigual sólo podía darse en el caso de personas

que se encuentran en una situación de desigualdad , lo cual no se daba en el caso, pues todas

personas se encuentran en igualdad de condiciones respecto de la tutela de sus derechos

fundamentales, y este valor es más importante que el objetivo legítimo de la preservación del

vínculo material.

También debemos resaltar que también el Tribunal Constitucional, mediante su

jurisprudencia en el caso Cámara Peruana de Construcción-CAPECO, expediente Nº 261-

2003-AI/TC, señaló que el derecho de igualdad ante la ley no riñe con normas diferenciadoras

a condición de que se den los supuestos que procederemos a mencionar:

a) La existencia de una norma diferenciadora

b) La existencia de distintas situaciones de hecho

c) Una finalidad específica

d) Razonabilidad, es decir, su admisibilidad desde la perspectiva de los preceptos, valores

y principios constitucionales.

e) Racionalidad, es decir, coherencia entre los supuestos de hecho y la finalidad que se

persigue.

119
f) Proporcionalidad, es decir, que la consecuencia jurídica diferenciadora sea armónica y

correspondiente con los supuestos de hecho y la finalidad122.

3.2.3 El derecho de igualdad como Derecho Huamno

El derecho de igualdad no sólo está reconocido en nuestro ordenamiento jurídico interno, sino

que también lo podemos encontrar en múltiples tratados internacionales, declaraciones,

jurisprudencia internacional, por mencionar algunas.

Así, podemos encontrar al Pacto Internacional de Derecho Civiles y Políticos, a la Declaración

Universal de los Derechos Humanos, a la Convención Interamericana de Derechos Humanos, así

como la Declaración Americana de Derechos del Hombre, los cuales sucintamente procederemos

a desarrollar:

En la Declaración Universal de los Derechos Humanos, lo encontramos de esta forma:

Artículo 2.1. "La persona tiene todos los derechos y libertades proclamadas en esta Declaración,

sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra

índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición." 2.

"Además, no se hará distinción alguna fundada en la condición política, jurídica o internacional

del país o territorio de cuya jurisdicción dependa una persona, tanto si se trata de un país

independiente como de un territorio bajo administración fiduciaria, no autónomo o sometido a

cualquier otra limitación de soberanía."

122
Sentencia del expediente Nº 261-2003-AI/TC.

120
Artículo 7. "Todos son iguales ante la ley y tienen, sin distinción, derecho a igual protección de

la ley. Todos tienen derecho a igual protección contra toda discriminación que infrinja esta

Declaración y contra toda provocación a tal discriminación."

A su vez, en la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre, encontramos:

Artículo 2.- "Derecho de igualdad ante la ley. Todas las personas son iguales ante la ley y tienen

los derechos y deberes consagrados en esta Declaración sin distinción de raza, sexo, idioma, credo

ni otra alguna."

En el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, tenemos:

Artículo 2. 1. "Cada uno de los Estados Partes en el presente Pacto se compromete a respetar y

a garantizar a todos los individuos que se encuentren en su territorio y estén sujetos a su

jurisdicción, los derechos reconocidos en el presente Pacto, sin distinción alguna de raza, color,

sexo, idioma, religión, opinión política o de otra índole, origen nacional o social, posición

económica, nacimiento o cualquier otra condición social." Artículo 3. "Los Estados Partes en el

presente Pacto se comprometen a garantizar a hombres y mujeres la igualdad en el goce de todos

los derechos civiles y políticos enunciados en el presente Pacto." Artículo 20. 2. "Toda apología

del odio nacional, racial o religioso que constituya incitación a la discriminación, la hostilidad o

la violencia estará prohibida por la ley." Artículo 23. 4. "Los Estados Partes en el presente Pacto

tomarán las medidas apropiadas para asegurar la igualdad de derechos y responsabilidades de

ambos esposos en cuanto al matrimonio, durante el matrimonio y en caso de disolución del mismo.

En caso de disolución se adoptarán disposiciones que aseguren la protección necesaria a los hijos."

Artículo 24. 1. "Todo niño tiene derecho, sin discriminación alguna por motivos de raza, color,

sexo, idioma, religión, origen nacional o social, posición económica o nacimiento, a las medidas

121
de protección que su condición de menor requiere, tanto por parte de su familia como de la

sociedad y del Estado." Artículo 26. "Todas las personas son iguales ante la ley y tienen derecho

sin discriminación a igual protección de la ley. A este respecto, la ley prohibirá toda discriminación

y garantizará a todas las personas protección igual y efectiva contra cualquier discriminación por

motivos de raza, color, sexo, idioma, religión, opiniones políticas o de cualquier índole, origen

nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición social."

Por su parte, en la Convención Americana sobre Derechos Humanos:

Artículo 24. "Igualdad ante la ley." "Todas las personas son iguales ante la ley. En consecuencia,

tienen derecho sin discriminación a igual protección de la ley."

Finalmente cabe resaltar que jurisprudencialmente, en la Corte Interamericana de Derechos

Humanos, en 1984, a petición del gobierno de Costa Rica, se desarrolló la opinión consultiva Nº

4, referente a una posible norma constitucional en la cual se establecía que la mujer no

costarricense que contrajera matrimonio con un costarricense obtendría, en ciertas condiciones, la

nacionalidad del marido. La Corte Interamericana, en su opinión consultiva, declaró que dicha

cláusula resultaba discriminatoria, siendo el principal fundamento, entre otros:

 No hay discriminación si una distinción de tratamiento no conduce a situaciones contrarias

a la justicia, a la razón y a la naturaleza de las cosas.

 No pueda afirmarse que exista discriminación siempre que esa distinción parta de

supuestos hechos sustancialmente diferentes y que expresan de modo proporcionado una

fundada conexión entre esas diferencias y los objetivos de las normas, los cuales no pueden

apartarse de la justicia de la razón, vale decir, no pueden perseguir fines arbitrarios,

122
caprichosos, despóticos o que de alguna manera repugnen a la esencial unidad y dignidad

de la naturaleza humana.

 Si la circunstancia de hecho pueda ser más o menos difícil de apreciar se debe partir de la

base de la dignidad del ser humano, siendo posible apreciar circunstancias en que los

imperativos del bien común puedan justificar un mayor o menor grado de distinción que

no se aparten de las consideraciones precedentes.

 El Magistrado Piza Escalante sistematizó en un voto separado algunos criterios empleados

por la Corte y señaló que el concepto de discriminación podría caracterizarse en función

de tres criterios básicos, los de racionabilidad, proporcionalidad y adecuación a las

circunstancias.

3.2.4 Nuestra posición

Hemos visto que la igualdad, no sólo es un Principio rector de un Estado Democrático, sino que

es un Derecho Fundamental, es más, un Derecho Humano que implica un trato equitativo por parte

del estado a todas las personas, un deber primordial como lo indica nuestra Constitución:

Constitución Política del Perú, “Artículo 44.- Son deberes primordiales del Estado: (…)

promover el bienestar general que se fundamenta en la justicia y en el desarrollo integral y

equilibrado de la Nación.”

123
Sin embargo, también es necesario resaltar que no todas las personas están en condiciones

iguales de responder a las obligaciones del Estado, a cubrir sus propias necesidades y

desenvolverse con normalidad en la sociedad, siendo necesario un trato, aunque no igualitario

propiamente dicho, deba ser equitativo; de ahí que concluimos, que si existe un trato desigual, ante

igualdad de condiciones, sin que medie una justificación razonable, racional y proporcional;

estaremos indefectiblemente frente a la “categoría de un acto sospechoso”, que pueda ser

discriminatorio.

Lo esgrimido anteriormente, no es diferente respecto a la igualdad en la aplicación de la ley,

donde la afectación se daría cuando a similares fundamentos se obtengan diferentes respuestas de

una misma institución del estado, que aunque no implique un acto discriminatorio en estricto,

estamos frente un trato desigual carente de razonabilidad, racionalidad y proporcionalidad;

constituyendo un acto violatorio al derecho de igualdad.

Si sometemos la investigación que venimos realizando en el presente trabajo a los parámetros

que ha establecido el Tribunal Constitucional para saber si estamos vulnerando al principio de

igualdad en la aplicación de la ley, tenemos lo siguiente:

a) La aplicación de la ley debe provenir de un mismo órgano.- En el caso de las solicitudes

de “cambio de nombre”, hemos evidenciado que, en las Salas Superiores Civiles de la Corte

de Justicia de Arequipa, las respuestas disímiles se dan de los mismos órganos colegiados,

usualmente encontrando la presencia de “discordias”, y aunque no hemos visto que un

mismo magistrado cambie de criterio en casos similares, si podemos afirmar que en su

conjunto las Salas Civiles dan respuestas diferenciadas a solicitantes con similares

argumentos.

124
b) Debe existir identidad sustancial entre los supuestos de hechos resueltos.- De los casos

analizados en el Marco Operativo, hemos encontrado que el argumento expresado con

mayor incidencia es la discriminación y la burla en sus grupos sociales por el apellido que

llevan; y estas solicitudes con identidades sustanciales reciben respuestas distintas por el

Órgano Jurisdiccional, con lo que también superamos este test.

c) No debe haber un término de comparación, donde se acredite que exista una línea

constante de interpretación y aplicación de normas anteriores.- Los términos de

comparación que podemos encontrar en los casos que hemos analizado se dan entre ellos,

con carácter de anterioridad, encontrando ya situaciones que expresando similares

argumentos pueden terminar teniendo una respuesta favorable para el solicitante, pero

cuando, con posterioridad, el solicitante recurre a el mismo órgano jurisdiccional recibe

una respuesta opuesta; a todo ello, se ve la relación con el principio de predictibilidad

judicial, el cual en estas solicitudes no existe.

d) No debe existir una adecuada motivación que justifique el cambio de tendencia.- En

el tema de la motivación de las sentencias analizadas, hemos encontrado que existen

algunos errores, ello, al tomar como vinculantes, partes de la sentencia Quiroz Cabanillas

(respecto al cambio de nombre) que no son la obiter dicta de la sentencia, y que son

tomadas, a nuestro criterio, en un contexto equivocado en que el Tribunal las dio; por lo

que encontraríamos deficiencias en la motivación externa al no tener validez la

interpretación jurídica que sustenta su argumentación algunos votos de los magistrados.

125
CAPITULO IV: ANÁLISIS DE CASOS

Los “Motivos Justificados” en los procesos de Cambio de Nombre de las Salas Superiores

del Distrito Judicial de Arequipa (enero 2015- septiembre 2017)

4.1 CUESTIONES PREVIAS DE LA METODOLOGIA APLICADA

Para lograr los objetivos que nos planteamos en la presente investigación, decidimos recurrir

directamente a los pronunciamientos de la Primera, Segunda y Tercera Sala Civil de la Corte

Superior de Justicia de Arequipa, por ser los Órganos Superiores de nuestro distrito judicial; y,

quienes en esta materia tienen el pronunciamiento final.

Por ello recurrimos, con previo trámite de autorización, a los “Copiadores de Resoluciones” de

cada una de las Salas Civiles; estas desde el año 2015 (Enero) hasta las que últimas que han ido

archivando en el presente año (Septiembre de 2017).

No podemos asegurar que las Sentencias de Vista examinadas sean la totalidad de

pronunciamientos emitidos en esta materia, pues el número de Copiadores han sido bastantes en

cada una de las Salas y es posible que no hayamos podido encontrar todas, que era lo que

pretendíamos; sin embargo encontramos el número de dieciséis, y este resulta un número

considerable, que evidencia la problemática planteada.

Una vez recolectadas las Sentencias materia de investigación, empleamos la metodología de los

“Case Brief” con cada una para analizar lo que nos resultaría útil, en este caso, qué expresan como

una razón justificada los solicitantes y qué meritan por los Jueces Superiores cómo un motivo

126
justificado. Pero con fines prácticos se acomodó los resúmenes en lo que nos resulta pertinente y

alejándonos un poco del Case Brief, hemos propuesto en el trabajo de investigación unos

resúmenes sucintos de lo que mencionamos, para su fácil ubicación y fines didácticos.

Finalmente, hemos sistematizado la información en “Gráficos de Pasteles” para que se puedan

evidenciar en sencillo, las cifras y estadísticas que pretendemos demostrar. De todo ello,

consideramos que ha sido una metodología adecuada para trabajar el tema de investigación que

decidimos realizar.

4.2 ¿POR QUÉ BUSCAR EL CONTENIDO DE LOS “MOTIVOS JUSTIFICADOS” EN

LAS SALAS SUPERIORES CIVILES?

Un punto de partida inicial que nos motivó a desarrollar la presente investigación fue buscar

respuestas a las interrogantes: qué parámetro hay, cuándo, en qué circunstancias y cómo, es que

un juez decide si las razones expresadas por los solicitantes para cambiar sus nombres pueden ser

amparadas, ello a lo que la ley llama “motivos justificados”.

Esta inquietud, a nuestra opinión; se justifica por tener una importante implicancia, pues, de

aceptar favorablemente la solicitud de cambio de nombre, corresponde proceder a su modificación

en el registro en la partida de nacimiento, y consecuentemente, en el documento de identificación

(entendiendo la importancia de este, no sólo en la esfera individual del interesado, sino también en

el desenvolvimiento social y el orden público).

Es usual, que en las controversias jurídicas, muchos de estos márgenes en la aplicación de la

ley vengan determinadas en otra ley especial; en el caso del Código Civil, puede haber una ley de

127
remisión externa o un reglamento que lo desarrolle, y así, poder el juez aplicar la ley de una manera

uniforme en su jurisdicción; sin embargo, nuestro artículo 29º del Código Civil, que regula

excepcionalmente el Cambio de Nombre no tiene más desarrollo en nuestra legislación que su

mismo texto, y encontramos la primera deficiencia para determinar qué debe entenderse por

“motivos justificados”.

Ante las omisiones que existen en la ley, y -aunque no las existieran-el juez debe recurrir a

verificar el pronunciamiento vinculante de los órganos superiores jerárquicos sobre la materia; en

este caso la Corte Suprema de Justicia, como máximo órgano del Poder Judicial y del Tribunal

Constitucional, como máximo intérprete de la constitucionalidad en el estado peruano; entonces

veamos si en ellos, el juez encuentra las respuestas que nos planteábamos al inicio de este capítulo.

Empecemos por el Tribunal Constitucional, revisando su jurisprudencia desarrollada, podemos

decir que no ha fijado estrictamente (aunque ha dado aportes de manera indirecta) qué criterios se

deban ameritarse para proceder a un cambio de nombre, y esto nos parece que es una omisión

importante, pues no hablamos de un derecho legal propiamente dicho, sino que de por medio esta

“la identidad”, y “el libre desarrollo de la personalidad123”; los cuales no sólo son derechos

constitucionales, sino que tienen la categoría de “Derechos Fundamentales”, y su resguardo está

entre las funciones que tienen.

Hasta dónde sabemos, no hay ningún caso específico de cambio de nombre que hubiera llegado

a este Tribunal, sino sólo los casos en los que se solicitó el cambio de sexo, y de forma accesoria

123
Expediente Nº 0007-2007-PI/TC: “Aun cuando el artículo 2, inciso 1, de la Constitución vigente, cuando
menciona el derecho de la persona al ´libre desarrollo y bienestar´ pudiera interpretarse como alusivo al libre
desenvolvimiento de la personalidad, tal interpretación no sería del todo correcta, ya que desarrollo y bienestar,
dotan de un contenido o, al menos, de una orientación, en los casos que habría de interpretarse la libertad de actuación.
Por el contrario, el objeto de protección de la libertad de actuación es la simple y llana conducta humana, desprovista
de algún referente material que le otorgue algún sentido –desarrollo y bienestar-”

128
el cambio en el nombre. Sin embargo, no podemos desconocer que indirectamente si hubo algún

aporte, pues es de estas sentencias que podemos inferir algunas conclusiones de la materia que nos

importa, y pasaremos a desarrollar resumidamente.

Fue en el caso “Karen Mañuca Quiroz Cabanillas124”, donde Manuel Jesús Quiroz Cabanillas,

per se, ya tenía una sentencia favorable de cambio de nombre otorgada por el Poder Judicial; sin

embargo, al extraviarse su DNI, el RENIEC no le otorgó el duplicado solicitado por cotejar que

tenía dos identidades, llevándole a interponer un proceso de habeas corpus; de los fundamentos de

este caso, se pudo extrapolar que para el Tribunal Constitucional es totalmente aprobado el cambio

de nombre cuando este no coincida con la identidad de género de la persona, pues no hubo de ello

ninguna observación de la decisión judicial; en cambio sí fue resaltado, aunque no lo solicitó, que

no podía modificarse los demás datos de la persona registrada, entre ellos, el sexo de nacimiento.

Posteriormente, en el expediente 00139-2013-PA/TC, el caso P.E.M.M. en el mismo sentido

resaltó, que estaba totalmente restringido el cambio de sexo en el documento de identificación, lo

que se dijo de forma tan enfática, que incluso se mencionó que la homosexualidad era un

“transtorno” y una “patología”; sin embargo este pronunciamiento fue anulado y se tomó otra

posición.

Es en noviembre del 2016 que se publicó la sentencia del caso Ana Romero Saldarriaga 125, y

que se asumió la posición de que sí es posible cambiarse legalmente de sexo y consecuentemente,

cambiarse el pre nombre; ello en razón a los principios de identidad, igualdad y dignidad. Incluso

en este expediente se estableció que no era necesario que se ventile la causa en un proceso

constitucional, sino que la vía ordinaria era igualmente satisfactoria, siendo el proceso sumarísimo

124
Expediente Nº 2273-2005-PHC/TC.
125 Expediente Nº 6040-2015-PA/TC. Resolución publicada el: 08/11/2016.

129
(artículo 546.6º del Código Procesal Civil) una vía adecuada para cuando se solicite el cambio de

sexo, incluso aunado el cambio de nombre; y cuando se solicite solamente el cambio de nombre,

el proceso para rectificación de partidas resulta una vía idónea.

Dejando de lado, el tema de la posibilidad de cambio de nombre por razón del cambio de sexo;

el Tribunal Constitucional, cuando entró en el análisis del caso Karen Mañuca, sólo de manera

ejemplificativa en los últimos párrafos del fundamento 20º, indicó como “motivos justificados”

que el juez puede evaluar, el caso en el que el nombre resulte extravagante o ridículo, que sea

móvil para la burla de tercera personas, con la consiguiente afectación de su tranquilidad y

bienestar. Así mismo cuando una persona es homónima de un avezado y famoso delincuente o de

una persona que ha sufrido escarnio público, pues tales coincidencias le impedirían realizar

normalmente sus actividades cotidianas, por las continuas discriminaciones o temores de los que

sería víctima.

Actualmente, entonces vemos que para el Tribunal Constitucional sí procede el cambio de

nombre a razón de una contradicción en la identidad del género biológico y que, es de su opinión,

que también se pueda acceder al pedido de cambio de nombre cuando sea un nombre que ridiculice

a la persona frente a terceros, cuando hayan homónimos que por su identidad los perciban de

manera inadecuada y los identifiquen con ellos, y por las discriminaciones que pueda sufrir.

De otro lado, siguiendo el criterio de jerarquía, corresponde ver si es que la Corte Suprema de

Justicia ha emitido algún criterio vinculante para determinar los alcances de “los motivos

justificados” en el proceso de cambio de nombre.

Es en esta parte donde encontramos otro impase, y es que, en la Casación Nº 1323-2009 Lima,

dijo la Corte Suprema que: “(…) en los proceso no contenciosos no es procedente el recurso de

130
casación en tanto no subyace un típico conflicto de intereses (pretensión de un sujeto, resistida por

otro), tal es así, que posteriormente en sede contenciosa y amplia puede discutirse o contradecir el

conflicto que deriva del proceso no contencioso (…)”.

Ello, además de lo mencionado por el Dr. Jorge Carrión Lugo ex magistrado de la Corte

Suprema, quien mencionó en un artículo: “Sin embargo cabe anotarse, conforme se ha establecido

mediante resoluciones dictadas últimamente por las Salas de Casación en lo Civil, que es viable el

recurso de casación contra resoluciones finales dictadas en procedimientos no contenciosos cuando

se refieran a asuntos que pueden renovarse formulando la petición nuevamente” 126, lo que reduce

aún más nuestras posibilidades de poder encontrar respuesta alguna de este órgano sobre esta

materia.

Pero, aun cuando la Corte Suprema hubo mencionado ello, podemos afirmar que no hay una

prohibición irrestricta, máxime, teniendo en cuenta el artículo 384º del CPC que establece como

uno de los fines de este recurso la “Unificación de la jurisprudencia nacional”. De ello opinamos,

que en el supuesto de que podamos evidenciar que los jueces estén dándole valoraciones distintas

a los “motivos justificados” que amparan los cambios de nombres; les correspondería establecer

expresamente, mediante ejecutoria que contenga un principio jurisprudencial, la regla

correspondiente sobre el tema.

Concluimos entonces, que la ley no nos ayuda a saber esos supuestos que deben ser

considerados como “motivos justificados” para que el juez conceda el cambio de nombre; ni

tampoco el Tribunal Constitucional, salvo, en el caso de cambio de sexo; y que la Corte Suprema

126
CARRION LUGO, Jorge. “El Recurso de Casación”, en la “Revista de egresados de la Facultad de Derecho y
Ciencias Políticas de la Universidad Mayor de San Marcos”, encontrada en la web el 28/09/2017,
http://sisbib.unmsm.edu.pe/bibvirtualdata/publicaciones/ius/n1_2001/5.pdf.

131
de Justicia tampoco ha dicho nada, pues se viene siguiendo el criterio que no es competente para

conocer un proceso no contencioso en sede casatoria.

Entonces, ¿dónde podemos encontrar el desarrollo vinculante que nos ayude a resolver nuestras

interrogantes?, el único camino que nos conduce a la respuesta es, a la “Jurisprudencia Judicial”;

y dentro de ella, por el criterio de jerarquía que resulta legítimo en nuestro modelo de judicial, a

las Salas Superiores Civiles.

Es competente para conocer el proceso de Cambio de Nombre en primera instancia, el juez

especializado en lo civil, y en caso de no ser declarada fundada la solicitud, es recurrible a la Sala

Superior Civil; es en este órgano colegiado que recae la función de determinar estos alcances, pues

como vimos en los párrafos anteriores la Corte Suprema no estas conociendo estas materias no

contenciosas.

Justamente por esta importante responsabilidad es que en nuestro trabajo de investigación

hemos escogido conocer, a través de la jurisprudencia judicial de data reciente de las Salas

Superiores de Justicia de Arequipa, qué se está considerando un “motivo justificado”, ergo, que

no lo es.

4.3 RAZONES DE LAS SOLICITUDES DE CAMBIO DE NOMBRE

Como hemos ido esbozando anteriormente, resulta determinante para la presente investigación,

conocer el desarrollo jurisprudencial de las Salas Superiores Civiles sobre qué son “motivos

justificados” para un cambio de nombre.

132
Claro está, que al ser un proceso de naturaleza no contenciosa dónde el juez competente es el

juez especializado en lo civil, en las Salas Superiores llegan aquellas solicitudes que hubieran sido

denegadas por los primeros; entonces, son las causas que tienen controversia sobre lo que deben

ser motivos justificados.

Además de ello, resulta importante su pronunciamiento, pues como hemos visto al inicio de

este Capítulo, no se está dando trámite en sede casatoria para que lleguen esta naturaleza de

procesos a la Corte Suprema de Justicia, siendo la respuesta definitiva del órgano jurisdiccional,

la de las Salas Civiles.

Se han analizado todas las sentencias de vista emitidas por los tres Colegiados Civiles que

tenemos en nuestro distrito judicial, ello en el periodo de data reciente, de los años 2015, 2016,

hasta agosto de 2017. De estas sentencias de vista, hemos desprendido cuáles son las razones por

las que se están solicitando el cambio de nombre y de manera resumida encontramos que son las

siguientes:

1) Sus nombres, por su connotación, los hacen objeto de burla.

2) Sus nombres han ocasionado que los discriminen en su entorno social y que no sólo sea a

ellos, sino también a sus menores hijos, lesionando su dignidad.

3) Sus nombres les ocasionan sentimientos de inferioridad y baja autoestima.

4) No se sienten identificados con el nombre que llevan, pues hubo abandono moral de uno

de sus padres, pretendiendo llevar los dos apellidos del otro padre o de la persona que

suplió la ausencia del primero.

5) Sus nombres no coinciden con la apariencia que llevan, al haber pasado por una

intervención quirúrgica, afectando su identidad.

133
6) Sus nombres son homónimos de alguien que tiene problemas con la justicia y no le permite

desenvolverse tranquilamente en la sociedad.

7) Sus nombres fueron registrados diferente a los apellidos de sus padres y los solicitan con

fines de filiación.

Como podemos apreciar de esta enumeración sintética de razones por las que las personas

en nuestro distrito judicial solicitan su cambio de nombre, no encontramos supuestos tan

extensos que sean imposibles de catalogar; por lo que resultaría adecuado, tomar una posición

definida que unifique criterios, de acuerdo a los principios establecidos por nuestra

constitución, a fin de garantizar el derecho de los solicitantes.

Para corroborar lo anteriormente mencionado, hemos elaborado unos resúmenes sintéticos

de los argumentos por los que los solicitantes piden su cambio de nombre y las razones que

han esgrimido los magistrados.

134
CASO I: EXPEDIENTE: 03802-2014-0-JR-CI-03

I. RESUMEN DE DATOS DEL EXPEDIENTE

Solicitante(s): Edgar Mauro Quispe Chilo, Gloria Betty Quispe Chilo, por sí y, en

representación de Verónica Quispe Chilo.

Nombre que solicitan cambiar: “Quispe”

Nombre que solicitan tener: “Barrantes”

Sentencia de primera instancia: Improcedente

Sentencia de Vista: REVOCAR A INFUNDADA

Voto de Discordia: se revoque a FUNDADA (dos votos)

II. RESUMEN DE LOS FUNDAMENTOS

i. Fundamentos de los solicitantes:

 Han sido conocidos en su entorno desde hace mucho tiempo, no por el apellido “Quispe”,

sino, por el apellido “Barrantes”.

 El apellido “Quispe” ha sido causa de burla, mofa, hilarancias, etc…, lo que les ha

ocasionado perjuicios en su desarrollo personal, desenvolvimiento social, su integridad

(moral, psíquica y física), y el libre desarrollo de su personalidad.

 El juez, al indicar que no se ha podido probar la discriminación e insultos recibidos, no está

tomando en cuenta la sensibilidad del caso, no pudiendo exigirles todas las razones de

insultos que recibieron.

ii. Fundamentos de la sentencia

135
 Se apoya en el fundamento 18 del caso “Karen Mañuca”, de que procede el cambio de

nombre cuando sea extravagante, ridículo y motivo de burla.

 El apellido “Quispe” es un digno apellido, bastante difundido en el país y no puede

aceptarse que sea calificado de raro, jocoso o extravagante, siendo posible concluir que

de ninguna manera implica un impedimento al libre desarrollo de la persona.

 Además, por la unidad del material probatorio, que indica que las pruebas deben ser

valoradas en forma conjunta, encuentran que hay discordancia en las pruebas ofrecidas,

porque indican el uso del apellido y también la discriminación.

iii. Fundamentos de la discordia

 Indican que el derecho la nombre es parte del derecho de la identidad de la persona, también

el derecho al cambio de nombre forma parte de dicho derecho matriz; el mismo no debe

apreciarse desde la dimensión objetiva del interés público, que justifica la intervención del

Estado para regularlo, sino como es el pensamiento del TC en el caso “Karen Mañuca”,

que debe apreciarse la dimensión subjetiva que justifica el ejercicio de la libertad y la

autodeterminación que toda persona tiene respecto a su manera de ser reconocido

estrictamente por lo que es y por el modo cómo es.

 Se ha manifestado los serios problemas que les ha ocasionado el apellido que llevan, no

pudiendo exigirles que se presenten a cada momento literalmente las razones, pues ya se

hicieron en un manifestación inicial, además que de ello, existe prueba psicológica que

aunque no son explícitos refieren la afectación que sienten, e incluso se han efectuado las

publicaciones de ley y ninguna persona se ha opuesto.

136
 Entonces no existen razones para que para que el juzgador imponga lo que para algunos,

aunque sean juristas, es o no justificado desde el ámbito subjetivo del derecho al nombre y

derecho a cambiarlo; dado que esa justificación solo puede ser válida si proviene de la

autonomía de la misma persona.

CASO II: EXPEDIENTE: 07429-2014-0-0401-JR-CI-07

I. RESUMEN DE DATOS DEL EXPEDIENTE

Solicitante: Maribel Quispe Pilco

Nombre que solicita cambiar: “Quispe”

Nombre que solicita tener: “Jiménez”

Sentencia de primera instancia: Infundada

Sentencia de Vista: REVOCAR A FUNDADA

Voto de Discordia: se revoque a INFUNDADA (dos votos)

II. RESUMEN DE LOS FUNDAMENTOS

i. Fundamentos de los solicitantes:

 Debido al apellido “Quispe”, en su entorno social, le ponen apodos, como “quispilla”,

“quispicanchi”, “quiste”, “quiscuda” con lo que le hacen sentir mal.

 El apellido “Quispe” le ocasiona un sentimiento de inseguridad y baja autoestima por los

constantes apodos, tomadas de uso de pelo, burlas, mofas, discriminaciones desde su niñez,

hasta incluso el centro de instrucción de la policía, al que pertenece.

137
 El juez no ha tenido en cuenta que se han probado los motivos justificados, obviando el

principio de dignidad que conforme a la Constitución representa el valor supremo que

justifica la existencia del Estado; además del derecho a la identidad personal, elemento

esencial para garantizar una vida no solo en su faz formal o existencial, sino también en su

dimensión sustancial o material para garantizar un vida digna.

ii. Fundamentos de la sentencia

 Apoyándose en la sentencia del Tribunal Constitucional en el caso “Karen Mañuca”,

sostiene que entre los atributos esenciales de la persona, ocupa un lugar primordial el

derecho a la identidad consagrado en el inciso 1) del artículo 2º de la Carta Magna,

entendido como el derecho que tiene todo individuo a ser reconocido estrictamente por lo

que es y por el modo cómo es.

 La identidad no puede estar sustentada en una percepción unidimensional sustentada en

los elementos estrictamente objetivos o formales que permiten individualizar a la persona.

Se encuentra demás, involucrada con una multiplicidad de supuestos, que pueden

responder a elementos de carácter netamente subjetivos, en muchos casos, tanto o más

relevantes que los primeros.

 El derecho la nombre es parte del derecho de la identidad de la persona, también el derecho

al cambio de nombre forma parte de dicho derecho matriz; el mismo no debe apreciarse

desde la dimensión objetiva del interés público, que justifica la intervención del Estado

para regularlo; sino que debe apreciarse la dimensión subjetiva que justifica el ejercicio de

la libertad y la autodeterminación que toda persona tiene respecto a su manera de ser

reconocido estrictamente por lo que es y por el modo cómo es.

138
 En el cambio de nombre, el ordenamiento jurídico civil impone al estado su intervención

para velar por la dimensión objetiva del ejercicio del derecho a su cambio, esto es, el

respeto del derecho de los demás, que es el límite natural del ejercicio de todo derecho

subjetivo; dejando a la libertad y autodeterminación de cada persona la adopción de

decisiones dentro de su ámbito subjetivo.

iii. Fundamentos de la discordia

 El art. 20 del código civil, señala que al hijo le corresponde el primer apellido del padre y

el primero de la madre, además en el caso “Karen Mañuca” establece que el apellido

establece la filiación y paternidad, el vínculo familiar respecto al hijo en primer grado de

consanguinidad en línea recta.

 En el ámbito del derecho penal sirve para establecer circunstancias atenuantes, agravantes

o eximentes; además estos datos tienen efectos útiles para fines estadísticos.

 Respecto a la alegada dignidad vulnerada, esta se proyecta no sólo defensiva o

negativamente ante las autoridades y particulares, sino también como un principio de

actuaciones positivas para el libre desarrollo de la persona y de sus derechos.

 El apellido “Quispe” es un digno apellido, bastante difundido en el país y no puede

aceptarse que sea calificado de raro, jocoso o extravagante, siendo posible concluir que de

ninguna manera implica un impedimento al libre desarrollo de la persona.

139
CASO III: EXPEDIENTE: 02121-2014-0-0411-JM-CI-01

I. RESUMEN DE DATOS DEL EXPEDIENTE

Solicitante(s): Antonio Alejandro Tapia Herrera, Guillermo Andrés Tapia Herrera, y

Rafael Arcángel Tapia Herrera.

Nombre que solicitan cambiar: “María Trinidad Herrera de Tapia” (madre)

Nombre que solicitan tenga: “Indalecia Herrera Velarde” (madre)

Sentencia de primera instancia: Infundada

Sentencia de Vista: REVOCAR A IMPROCEDENTE

Voto de Discordia: No hay.

II. RESUMEN DE LOS FUNDAMENTOS

i. Fundamentos de los solicitantes:

 Los solicitantes indican que figura su acta de nacimiento como madre de ellos, María

Trinidad Herrera de Tapia; sin embargo, en el registro de sucesión intestada, se tiene que

la causante es Indalecia Herrera Velarde.

 Sus demás hermanos están concurriendo solos a la sucesión, excluyendo a los solicitantes

porque el nombre de la causante no coincide y desean que, a raíz de ampararse el cambio

sean incluidos en la sucesión como herederos.

 El juez al no encontrar acreditado que María Trinidad Herrera de Tapia sea la misma

persona que Indalecia Herrera Velarde, recorta su derecho a la rectificación de partida en

la modalidad de cambio de nombre y perjudica el derecho de ser incorporados en la

sucesión intestada.

140
ii. Fundamentos de la sentencia

 No obran en el expediente, medios probatorios suficientes para formar convicción de que

se trate de la misma persona, a cuyo nombre quieren cambiar de su partida de nacimiento.

 Además, existe una inconsistencia, pues el nombre que se demanda es “Indalecia Herrera

Velarde”, sin embargo, en el acta de nacimiento el nombre que aparece es “Indalecia

Herrera y Velarde”, por lo que no subsume lo solicitado en lo declarado en el art. 29 del

código civil, siendo que no existe conexión lógica entre los hechos y el petitorio,

resultando improcedente.

141
CASO IV: EXPEDIENTE: 08569-2014-0-0401-JR-CI-08

I. RESUMEN DE DATOS DEL EXPEDIENTE

Solicitante: Juana Canahuire de Gutierrez

Nombre que solicita cambiar: “Mamani”

Nombre que solicita tener: “de Gutiérrez”

Sentencia de primera instancia: Improcedente

Sentencia de Vista: CONFIRMAR IMPROCEDENTE

Voto de Discordia: No hay.

II. RESUMEN DE LOS FUNDAMENTOS

i. Fundamentos de los solicitantes:

 La solicitante señala que al caducar su Documento Nacional de Identidad que la

identificaba como Juana Canahuire de Gutiérrez, se expidió el duplicado agregando su

apellido paterno a su apellido materno, generando confusiones ante los controles

migratorios.

 Además de ello, la solicitante es conocida hace muchos años por Juana Canahuire de

Gutiérrez, tanto en el país, como en Italia, donde también realiza actividades.

ii. Fundamentos de la sentencia

 El cambio de apellido materno reemplazándolo con el apellido del cónyuge no está

permitido por la ley.

142
 Tampoco la confusión que podría presentarse con su Documento Nacional de Identidad es

un motivo justificado para su cambio de nombre, porque la identidad de la persona con su

apellido paterno y materno no puede estar condicionada a la subsistencia del hecho del

matrimonio, por el carácter de orden público que tiene el nombre.

 La solicitante tiene la vía administrativa para que atiendan su solicitud; y de ser el caso,

existe el control judicial en la acción contenciosa administrativa.

CASO V: EXPEDIENTE: 05336-2014-0-0401-JR-CI-02

I. RESUMEN DE DATOS DEL EXPEDIENTE

Solicitante: Gabriela Valdivia Málaga

Nombre que solicita cambiar: “Gabriela”

Nombre que solicita tener: “Gabriel”

Sentencia de primera instancia: Fundada la pretensión e infundada la oposición.

Sentencia de Vista: CONFIRMAR FUNDADA LA PRETENSIÓN

Voto de Discordia: No hubo.

II. RESUMEN DE LOS FUNDAMENTOS

i. Fundamentos de los solicitantes:

 La persona solicitante no se identifica con su sexo femenino, sino con el masculino,

ocasionando con ello una incoherencia entre su identidad sexual y psicológica al llevar el

nombre de Gabriela.

143
 Ha estado en situaciones, en las que debido a su apariencia masculina, ha sido objeto de

burlas, maltratos e insinuaciones ofensivas, vulnerando así, su dignidad y afectando su

normal desarrollo en sociedad.

 Ala contradicción planteada por RENIEC, quien indica que la solicitud altera su identidad

biológica sexual; refiere que no plantea ello, sino una discrepancia entre el sexo e identidad

psicológica y somática que no supone la variación del sexo de la solicitante.

ii. Fundamentos de la sentencia

 Se apoya extensamente en los fundamentos del caso “Karen Mañuca”, exponiendo que la

dignidad no sólo opera como un derecho fundamental, sino como un principio de

determinación del contenido esencial constitucionalmente protegido de determinados

derechos, tales como la libertad, la igualdad e identidad; debido a que son necesidades que

emergen del diario devenir en la existencia del ser humano.

 Al ser la dignidad un derecho fundamental, se constituye en un ámbito de tutela y de

protección autónoma, manifestándose la posibilidad que el individuo agraviado se vea

legitimado para exigir la intervención de los órganos jurisdiccionales.

 Respecto a la identidad, siguiendo la línea del TC, indica que esta no puede estar sustentada

en una percepción unidimensional, ni sustentada en los elementos estrictamente objetivos

o formales que permiten individualizar a la persona. Se encuentra demás, involucrada con

una multiplicidad de supuestos, que pueden responder a elementos de carácter netamente

subjetivos, en muchos casos, tanto o más relevantes que los primeros.

144
 Afirma que cada persona es un ente único, singular e irrepetible; ya que comprende una

unidad biológica y psicológica, posee raciocinio y emociones y, por moldearse en función

de diferentes factores que redefine su personalidad constantemente.

 El certificado médico al describir que la solicitante goza de buena salud mental y tiene

identidad masculina y que es absolutamente responsable de tomar decisiones; descarta que

la decisión de la solicitante sea circunstancial, y que en un futuro inmediato pueda

arrepentirse de su decisión. Sin embargo esto no es motivo para que se interprete que es

posible el cambio de sexo en el DNI, pues existe pronunciamiento expreso del TC (Caso

P.E.M.M).

CASO VI: EXPEDIENTE: 7717-2014-0-0401-JR-CI-03

I. RESUMEN DE DATOS DEL EXPEDIENTE

Solicitante: Jefrey Armando Quico Quico

Nombre que solicita cambiar: “Quico”

Nombre que solicita tener: “Quiroz”

Sentencia de primera instancia: Improcedente

Sentencia de vista: CONFIRMAR IMPROCEDENTE

Voto singular: Sobre el fondo, el abandono del padre no es un motivo justificado.

Voto de Discordia: Se declare la resolución apelada NULA E INSUBSISTENTE.

II. RESUMEN DE LOS FUNDAMENTOS

145
i. Fundamentos de los solicitantes:

 Indica que el padre biológico que lo reconoció en su partida de nacimiento, lo dejó

abandonado con su madre; mientras que la persona de, Jesús David Quiroz Zúñiga es la

persona que lo trata como a su hijo. De allí que no desea seguir llevando el apellido

“Quico”, sino “Quiroz”.

 Por el apellido “Quico” que lleva, es objeto de burlas siendo molestado de Quico del chavo

del ocho y otras groserías que le están traumando psíquicamente.

ii. Fundamentos de la sentencia

 El juez de primera instancia declara improcedente el pedido, porque considera que su

pretensión persigue fines de filiación, sin embargo ello es errado, habiendo una indebida

interpretación.

 La doctrina reconoce que toda persona debe distinguirse jurídica y socialmente a través

de uno o más signos o “etiquetas” que la diferencien de las demás y que permitan su fácil

identificación, lo que se consigue a través del nombre.

 En los extremos del petitorio indica que pretendería el cambio de los datos de quien figura

como padre en su partida de nacimiento, acción que no se encuentra prevista en el cambio

de nombre, careciendo legitimidad para obrar en esta solicitud.

 Al no estar claro los extremos del petitorio, se hace necesario que la parte demandante

aclare si los dos extremos del petitorio analizados está dispuesto a plantearlos en forma

independiente y acumulativamente para analizar bien cada pretensión, por lo que debe

declararse improcedente.

146
iii. Fundamentos del voto singular

 Al establecer el artículo 20º del código civil que al hijo le corresponde el primer apellido

del padre y el primero de la madre, por tanto, habiendo el demandante firmado que su padre

vive, tiene el deber de llevar su apellido.

 El hecho de haber sido abandonado por su padre biológico, no es un motivo justificado

para cambiar su apellido.

iv. Fundamentos de la discordia

 Al indicar el solicitante en su petitorio, que desea cambiar los nombres del padre de su

partida y el suyo y, habiéndolo presentado como única pretensión; esta no genera claridad,

por lo que le juez debió requerir al demandante su aclaración, siendo esta una causalidad

de inadmisibilidad y no de improcedencia.

 Sin perjuicio de ello, no se puede extraer de autos que lo que se pretenda tenga fines

sucesorios como lo entiende le juez de primera instancia; de ello, uno de los extremos de

la solicitud estaría dirigida al cambio de apellido, por lo que no se le puede negar

liminarmente el acceso a la tutela jurisdiccional efectiva.

 Pero si resulta necesario que el solicitante indique si los extremos del petitorio los planteará

de manera independiente y acumulativamente, para analizar los requisitos de procedencia

de cada uno; por lo que la solicitud debe ser declarada nula e insubsistente.

147
CASO VII: EXPEDIENTE: 1471-2015-0-0401-JR-CI-08

I. RESUMEN DE DATOS DEL EXPEDIENTE

Solicitante: Héctor Moisés Mamani García

Nombre que solicita cambiar: “Mamani García”

Nombre que solicita tener: “García Otazu”

Sentencia de primera instancia: Infundada

Sentencia de vista: CONFIRMA INFUNDADA

Voto singular: Llevar el apellido del padre no afecta la dignidad de la persona.

Voto de Discordia: Se revoque a FUNDADA (dos votos).

II. RESUMEN DE LOS FUNDAMENTOS

i. Fundamentos del solicitante:

 Indica no desea seguir llevando el apellido “Mamani”, porque desde el colegio ha sido

objeto de burla y discriminación; siendo humillado hasta con tono despectivo: “eres un

Mamani”, como diciendo que era inferior.

 También señala que no se siente identificado con los apellidos de su padre.

 Llevar el apellido “Mamani” significa una limitación para el ascenso en la empresa donde

labora, siendo marginados los que tienen apellidos indígenas, porque la empresa que lo

contrata es una empresa Europea.

 En su página de Facebook el solicitante usa el nombre de “Héctor M. García”, como es

conocido, siendo la letra “M” de Moisés y no de “Mamani”; así también en los correos

electrónicos que usan con sus amistades emplea sólo su apellido materno.

 Solicita el demandante que sus apellidos no sean “Mamani García”, sino “García Otazu”.

148
ii. Fundamentos de la sentencia

 Para ser fundada la demanda, debe existir un motivo justificado que debe probarse, en

este caso debe probarse que dicha discriminación existe o se ha materializado en un hecho

concreto; y, que el cambio de apellidos sea la única forma de superar la discriminación

alegada.

 La discriminación racial es un problema de nuestra sociedad, pues impide que las

relaciones entre peruanos y peruanas se den en forma horizontal y sobre la base del

respeto; y el cambio de apellido no es una forma adecuada ni la única, de luchar y superar

la discriminación, porque conlleva a despojarnos de nuestra propia identidad.

 El solicitante ha ofrecido testigos, documentos que prueban su filiación, no poseer

antecedentes penales ni judiciales, no tener deudas, como se identifica en Facebook; pero

no ha probado ningún hecho efectivo de discriminación.

 Al negarse el cambio de apellidos no se atenta contra el derecho a la identidad del

solicitante; más bien, es salvaguardarlo, ya que el apellido es la designación común de la

estirpe y permite distinguir la filiación y el parentesco de las personas, por ello, no pueden

ser asignados ni cambiados, libre ni arbitrariamente.

iii. Fundamentos del voto singular

 Llevar el apellido propio que corresponde al de su padre, no puede afectar la dignidad de

una persona, sólo sería un apellido indigno si es sinónimo de una palabra soez, ridícula o

ha sido usado por algún delincuente u otra persona que lo hizo indigno.

149
iv. Fundamentos de la discordia

 La doctrina reconoce que toda persona debe distinguirse jurídica y socialmente a través

de uno o más signos o “etiquetas” que la diferencien de las demás y que permitan su fácil

identificación, lo que se consigue a través del nombre.

 El solicitante no pretende eludir a la justicia, pues ofrece pruebas que evidencian que no

registra antecedentes penales, judiciales, ni policiales; además no está registrado en

INFOCORP, tampoco es un deudor moroso.

 Las razones de su pedido están referidas a su esfera personal, advirtiéndose un motivo

justificado en sus razones expresadas, máxime, sino existe oposición alguna; por lo que

siendo el objeto legal del nombre individualizar a la persona como ser humano dentro de

la sociedad, si este nombre al recurrente le causa problemas en la sociedad, con sus

amistades de la comunidad, debe atenderse el pedido; sin embargo, esto no constituye

prueba de filiación.

CASO VIII: EXPEDIENTE: 1209-2014-0-0405-JM-CI-01

I. RESUMEN DE DATOS DEL EXPEDIENTE

Solicitante: Gabriel Huayapa Quispe

Nombre que solicita cambiar: “Huayapa”

Nombre que solicita tener: “Huaraya”

Sentencia de primera instancia: Infundada

Sentencia de vista: CONFIRMA INFUNDADA

Voto de Discordia: Se revoque a FUNDADA (un voto).

150
II. RESUMEN DE LOS FUNDAMENTOS

i. Fundamentos del solicitante:

 El solicitante no se encuentra conforme con el apellido “Huayapa”, porque es objeto de

burlas en su entorno, que llevan a comparar su apellido con “guayaba” y otros similares.

 Esta burla le viene ocasionando problemas entre sus amistades, haciendo que se sienta

cohibido en el desempeño diario de sus actividades, privándose en ocasiones de reuniones.

ii. Fundamentos de la sentencia

 Correspondiendo a quien alega los hechos, probarlo, es necesario que el solicitante pruebe

que su apellido es motivo de burlas, encontrándose cohibido en el desempeño diario de

sus actividades

 En el caso de autos no se han encontrado medios de prueba suficiente, pues la declaración

de un solo testigo, en forma vaga e imprecisa, no puede justificar el cambio de apellido

del actor.

iii. Fundamentos de la discordia

 La doctrina reconoce que toda persona debe distinguirse jurídica y socialmente a través

de uno o más signos o “etiquetas” que la diferencien de las demás y que permitan su fácil

identificación, lo que se consigue a través del nombre.

 Es advertido que el solicitante no registra antecedentes penales.

151
 La testigo que ofreció, como puede verse del acta de audiencia de actuación y declaración

judicial, reconoció que cuando se realizan las asambleas de la comunidad, le dicen

“papaya”, “guayaba”, por lo que se encuentra cohibido.

 Sin embargo, la declaración de la testigo contiene mucha subjetividad, no generando

convicción en el juzgador; debiendo adjuntarse un informe psicológico sobre los extremos

alegados.

CASO IX: EXPEDIENTE: 6972-2014-0-0401-JR-CI-05

I. RESUMEN DE DATOS DEL EXPEDIENTE

Solicitante: Marco Antonio Calizaya Chiarella

Nombre que solicita cambiar: “Calizaya”

Nombre que solicita tener: “Cazillas”

Sentencia de primera instancia: Infundada

Sentencia de vista: CONFIRMA INFUNDADA

Voto de Discordia: Se revoque a FUNDADA (un voto).

II. RESUMEN DE LOS FUNDAMENTOS

i. Fundamentos del solicitante:

 El apellido “Calizaya”, le causa problemas de índole psicológico, ocasionándole estrés

psicosocial, síndrome ansioso depresivo e inestabilidad emocional por presión psicosocial.

152
ii. Fundamentos de la sentencia

 El Tribunal Constitucional indica que una vez que se asigna cierta denominación a cada

individuo, surge la necesidad de que este conserve el nombre que se le ha dado. Su eventual

modificación podría generar confusión e impediría la identificación de la persona. De ahí

que el titular tenga también el deber de mantener la designación que le corresponde

 Dicha situación emocional, no es motivo que justifique cambiarse de nombre, salir de su

estirpe y tratar de desvincularse de su familia; ya que podría superarse mediante un

tratamiento psicológico o de otra índole, que no atente contra el orden público en la

sociedad.

 El cambio solicitado sólo por su decisión podría ocasionar confusión e impediría su

identificación.

 Lejos de renegar del apellido “Calizaya”, tiene el deber de mantener la designación que le

corresponde; porque así lo ha establecido la ley.

iii. Fundamentos de la discordia

 La doctrina reconoce que toda persona debe distinguirse jurídica y socialmente a través de

uno o más signos o “etiquetas” que la diferencien de las demás y que permitan su fácil

identificación, lo que se consigue a través del nombre.

 Es advertido que el solicitante no registra antecedentes policiales, ni judiciales, ni penales.

 Así mismo, obra en autos un Informe Psicológico por rechazo afectivo de su padre, que lo

abandonó, determinando un síndrome ansioso depresivo, estrés psicosocial e inestabilidad

emocional por el apellido que le ocasiona una actitud evasiva.

153
 Ha adjuntado además el certificado negativo de deudores alimentarios morosos y de

INFOCORP.

 Siendo necesaria la defensa de la persona humana y su dignidad, así como su libre

desarrollo e integridad moral se debe acceder a su pedido.

CASO X: EXPEDIENTE: 2015-1551-00-3SC

I. RESUMEN DE DATOS DEL EXPEDIENTE

Solicitante(s): Zenón Ignacio Mamani Chatta y Felicitas Octavia Cutipa Coaguila y,

sus hijos Giancarlo Sami Rodrigo Mamani Cutipa y Heydi Gabriela Mamani Cutipa.

Nombre que solicitan cambiar: “Mamani”

Nombre que solicitan tener: “Mendoza”

Sentencia de primera instancia: Infundada

Sentencia de Vista: REVOCAR A FUNDADA

Voto de Discordia: se revoque a INFUNDADA (dos votos)

II. RESUMEN DE LOS FUNDAMENTOS

i. Fundamentos de los solicitantes:

 Desde su niñez, tanto en la primaria, como en la secundaria, por el apellido “Mamani”.

siempre fue objeto de burla por parte de sus compañeros de estudio, lo que sucedía también

en el barrio y en el trabajo.

 Las burlas y discriminación le han ocasionado problemas de sentimientos de inferioridad

que no ha podido superar.


154
 El solicitante señala también, que sus hijos vienen siendo objeto de discriminación a su

corta edad y no quiere que lo mismo le suceda a ellos.

 Actualmente vienen siendo conocidos con el apellido de “Mendoza” y no por el de

“Mamani”.

ii. Fundamentos de la sentencia

 Se considera que las razones argumentadas permiten alcanzar convicción necesaria para

acreditar los motivos justificados que exige la ley.

 Considerando, el artículo IX del Título Preliminar del Código de los Niños y

Adolescentes, al no autorizar el cambio de apellido puede conllevar a una afectación en

el desarrollo emocional de los menores hijos del solicitante.

 Si bien es cierto, el apellido “Mamani” no es extravagante o ridículo, el mismo ha sido

objeto de burla de terceras personas, con la consiguiente afectación de su tranquilidad y

bienestar; por tanto, si no se afecta la identidad ni entroncamiento alguno y por el

contrario, se fortalece su libre desarrollo de personalidad de los solicitantes,

correspondería otorgarles el cambio de nombre.

 También se considera que de los medios probatorios se acredita que no se pretende eludir

responsabilidad alguna.

 Así mismo, se tiene que estando el cambio de nombre garantizado por la publicidad para

garantizar el derecho de posibles terceras personas afectadas, de ello no ha habido

personas que presenten oposición a lo solicitado.

iii. Fundamentos de la discordia

155
 En lo desarrollado en el caso “Karen Mañuca”, el Tribunal en el fundamento 13 indica que

el nombre recoge datos históricos de la persona que la singularizaban de los demás y provee

la información base para la emisión del Documento Nacional de Identidad; así mismo

permite la identificación, individualización y la pertenencia de una persona a una familia.

 Del ofertorio del escrito de demanda se tiene que el accionante ofreció como medios

probatorios para acreditar los hechos alegados 1) partidas de nacimiento, 2) partida de

matrimonio, 3) certificados de antecedentes penales y policiales, 4) Dos declaraciones

testimoniales (que no fueron actuadas), 5) Certificado de no ser deudor moroso, 6)

Certificado del RENIEC y, 7) Reporte de INFOCORP.

 Ello, analizado con el artículo 197 del Código Procesal Civil, se tiene que son medios

probatorios insuficientes para acreditar los hechos de burla y discriminación, que aduce el

solicitante; por lo que al no haberse acreditado debe ser de aplicación el artículo 200º del

Código Procesal Civil y, consecuentemente no amparar su pedido de cambio de nombre.

156
CASO XI: EXPEDIENTE: 2014-8373-00-3SC

I. RESUMEN DE DATOS DEL EXPEDIENTE

Solicitante: Ciro Eduardo Gonzales Carlos

Nombre que solicita cambiar: “Gonzales” y “Ciro”

Nombre que solicita tener: “Manrique” y se suprima “Ciro”

Sentencia de primera instancia: Infundada

Sentencia de Vista: CONFIRMAR INFUNDADA

Voto de Discordia: No hubo.

II. RESUMEN DE LOS FUNDAMENTOS

i. Fundamentos de los solicitantes:

 En la partida del solicitante indica ser hijo de José Sabino Gonzales Miranda y Vilma

Carlos Sarca; sin embargo refiere que no conoce a su progenitor y que siempre ha estado

bajo el cuidado de su madre.

 Tiene sus familiares maternos conocen el abandono moral y material que tiene por parte de

su padre biológico.

 Es conocido por sus amigos, vecinos y compañeros de colegio con el nombre de “Eduardo

Manrique Carlos”, con el que se siente identificado.

ii. Fundamentos de la sentencia

 En lo desarrollado en el caso “Karen Mañuca”, el Tribunal en el fundamento 13 indica que

el nombre recoge datos históricos de la persona que la singularizaban de los demás y provee

157
la información base para la emisión del Documento Nacional de Identidad; así mismo

permite la identificación, individualización y la pertenencia de una persona a una familia.

 No basta expresar que por el abandono sufrido ha optado llevar los nombres de “Eduardo

Manrique Carlos”, no permitiendo alcanzar la convicción necesaria para acreditar la

justificación necesaria requerida por el artículo 29º del Código Civil.

 Las declaraciones testimoniales resultan insuficientes para acreditar que es conocido en su

entorno por “Eduardo Manrique Carlos”, no siendo un motivo justificado.

 Los motivos expresados no son válidos, por cuanto resulta imprescindible no solamente

explicitar, sino probar, por qué se quiere suprimir el nombre de “Ciro”, además no justifica

razonadamente, ni prueba, el por qué no quiere llevar el apellido paterno “Gonzales” y

porqué se quiere llevar el apellido de “Manrique”.

 Al no acreditar los nombres que desea cambiar el órgano jurisdiccional no ha podido

justificadamente acceder al reconocimiento de su “verdad personal”.

CASO XII: EXPEDIENTE: 2015-613-00-3SC

I. RESUMEN DE DATOS DEL EXPEDIENTE

Solicitante: Adriana Salas Delgado

Nombre que solicita cambiar: “Adriana”

Nombre que solicita tener: “Adriano”

Sentencia de primera instancia: Infundada

Sentencia de Vista: CONFIRMAR INFUNDADA

Voto de Discordia: No hubo.

158
II. RESUMEN DE LOS FUNDAMENTOS

i. Fundamentos de los solicitantes:

 “Adriana” quiere cambiar su nombre por el de “Adriano”, porque, por su fisonomía siempre

le han conocido como “Adriano” desde hace más de cuatro años.

 Cuando alguna autoridad le pide su documento de identidad y verifica que su nombre es

“Adriana” es objeto de discriminación, lo cual va en contra de sus derechos humanos y

dignidad.

 Su cambio de nombre no va a afectar a nadie y evitará cualquier discriminación.

 En el escrito de apelación agrega que, ha sido objeto de una intervención quirúrgica para

tener su reconvención sexual de femenino a masculino.

 También agrega, que en su Whatsapp aparece el nombre con el cual lo conocen y su

fotografía.

ii. Fundamentos de la sentencia

 En lo desarrollado en el caso “Karen Mañuca”, el Tribunal en el fundamento 13 indica que

el nombre recoge datos históricos de la persona que la singularizaban de los demás y provee

la información base para la emisión del Documento Nacional de Identidad; así mismo

permite la identificación, individualización y la pertenencia de una persona a una familia.

 Del escrito de demanda se han ofrecido como medios probatorios: 1) partida de nacimiento,

2) copia de su DNI, 3) Ficha RENIEC y, 4) Copia de la sentencia dictada en otro expediente

de cambio de nombre.

159
 Las pruebas presentadas no son suficientes para acreditar los hechos que sustentan su

petición, por lo que es de aplicación lo dispuesto en el artículo 196º del Código Procesal

Civil.

 No hay pronunciamiento de fondo de los hechos nuevos invocados en su escrito de

apelación, porque estos no figuraban en el escrito de demanda, siendo de aplicación por el

principio de coherencia procesal lo previsto en la última parte del artículo VII del Título

Preliminar del Código Procesal Civil.

CASO XIII: EXPEDIENTE: 2015-2675-00-3SC

I. RESUMEN DE DATOS DEL EXPEDIENTE

Solicitante: Angélica Huamaní Castillo

Nombre que solicita cambiar: “Huamaní” “Castillo”

Nombre que solicita tener: “Castillo” “Guzmán”

Sentencia de primera instancia: Infundada

Sentencia de Vista: CONFIRMAR INFUNDADA

Voto de Discordia: No hubo.

II. RESUMEN DE LOS FUNDAMENTOS

i. Fundamentos de los solicitantes:

 La solicitante desea que su apellido materno (“Castillo”) sea su primer apellido y que quede

como segundo apellido “Guzmán”.

160
 Tiene un hermano de nombre “Rolando Huamaní Castillo”, quien tiene inconvenientes a

causa de la homonimia que tiene con otra persona que presenta problemas de carácter

judicial y que incluso tiene orden de captura.

 La situación de la persona ha sido bastante difundida y le han ocasionado comentarios

maliciosos de diversas personas en su entorno vecinal y en los centro de estudios de su

familia.

 Él y su familia ha llegado a tener vergüenza, porque el llevar su apellido les ha provocado

discusiones e incluso a veces, peleas; por lo que han decidido los hermanos, cambiarse de

nombre.

ii. Fundamentos de la sentencia

 En lo desarrollado en el caso “Karen Mañuca”, el Tribunal en el fundamento 14 indica que

el apellido es el nombre de la familia que sirve para distinguir a las personas, y es

irrenunciable e inmodificable. Debe figurar primero el apellido paterno y luego el apellido

materno. El apellido no puede cambiarse respecto al que consta en la partida de nacimiento,

salvo por tramitación administrativa judicial. El apellido establece la filiación, los lazos de

parentesco y la paternidad.

 Citando a Sessarego, indica el autor que siguiendo a la doctrina y jurisprudencia comparada

es posible admitir que se permite el cambio de nombre cuando ha dejado de cumplir su

inherente función individualizadora, sea contrario al orden público, a las buenas

costumbres o a la dignidad de la persona. Admitiendo así el cambio de nombre en los casos

de homonimia intolerable, agravio al interés social o al de la persona, o sea ofensivo al

sentimiento cívico, religioso o moral de la comunidad, principalmente cuando tenga una

161
designación deshonrosa, indecorosa, grosera, ridícula o sugiera la idea de algo vergonzoso

o despreciable según el sentido general de la comunidad.

 En el caso, la solicitante justifica suficientemente su pretensión; sin embargo, no cumple

con acreditar debidamente lo señalado en relación a que la persona que tiene el mismo

nombre de su hermano tiene problemas con la justicia, no pudiendo acreditar la

justificación requerida por el artículo 29º del Código Civil.

 Entonces si bien existe el deseo de cambiarse de apellidos, ello debe estar acreditado, a

efecto de que el órgano jurisdiccional justificadamente acceda al reconocimiento de su

“verdad personal”.

CASO XIV: EXPEDIENTE: 03802-2014-0-JR-CI-03

I. RESUMEN DE DATOS DEL EXPEDIENTE

Solicitante: Walter Condorcallo Quea

Nombre que solicita cambiar: “Condorcallo”

Nombre que solicita tener: “Vargas” y se adicione el pre nombre “Ronal”

Sentencia de primera instancia: Infundado

Sentencia de Vista: REVOCAR A FUNDADA

Voto de Discordia: se confirme a INFUNDADA (dos votos)

II. RESUMEN DE LOS FUNDAMENTOS

i. Fundamentos de los solicitantes:

162
 El hecho de no tener dos prenombres le generan cierto desconcierto; porque todas las

personas tienen dos, hasta incluso tres prenombres, por lo que solicita se adicione el

prenombre de “Ronal” a fin de tener una identificación.

 Su apellido paterno “Condorcallo” ha sido generador de despectivismo e insultos

constantes, diciéndole “ave Cóndor”.

 Los insultos le generan desestabilización emocional y sentimientos de inferioridad, por lo

que desea llevar en su lugar el apellido materno del padre, “Vargas”.

ii. Fundamentos de la sentencia

 En el cambio de nombre debe existir un motivo justificado, lo que constituye una

valoración subjetiva por parte del juez, en este sentido se debe tener en cuenta que, al

tener las normas la finalidad de solucionar los problemas de los justiciables, mas no

constituir un fin en sí mismo, la valoración que debe efectuarse debe ser siempre desde el

punto de vista del solicitante, pues de ser perceptible las alegaciones ellas deberán de ser

amparadas sin más prueba que el propio sentir y expresión de la parte, toda vez que resulta

procedente el cambio de nombre, cuando estos sean ridículos, risibles o afecten la moral,

la dignidad y el desarrollo de una persona.

 En los fundamentos de hecho el solicitante expresa sentimientos de inferioridad y la baja

autoestima los cuales no son reversibles por otros medios, más que mediante el cambio

de nombre.

 El apellido paterno del solicitante hace referencia a un animal, situación que justifica

válidamente su pretensión; no resultando necesario la acreditación de dicho aspecto con

medios probatorios adicionales.

163
 Se toma en cuenta que el cambio de apellido paterno solicita sea cambiado por el apellido

materno del padre, lo que significa que el mismo va a tener la identidad familiar con su

padre al mantener el apellido materno; situación que es merituado como plausible para el

buen desarrollo del actor.

iii. Fundamentos de la discordia

 En lo desarrollado en el caso “Karen Mañuca”, el Tribunal en el fundamento 13 indica

que el nombre recoge datos históricos de la persona que la singularizaban de los demás y

provee la información base para la emisión del Documento Nacional de Identidad; así

mismo permite la identificación, individualización y la pertenencia de una persona a una

familia.

 En lo desarrollado en el caso “Karen Mañuca”, el Tribunal en el fundamento 14 indica

que el apellido es el nombre de la familia que sirve para distinguir a las personas, y es

irrenunciable e inmodificable. Debe figurar primero el apellido paterno y luego el apellido

materno. El apellido no puede cambiarse respecto al que consta en la partida de

nacimiento, salvo por tramitación administrativa judicial. El apellido establece la

filiación, los lazos de parentesco y la paternidad.

 El actor presenta como medios de prueba: 1) Partida de nacimiento, 2) Certificado de

antecedentes policiales, 3) Certificado de antecedentes penales; y ello no acredita un

motivo justificado para acreditar el cambio de nombre.

 Por no acreditar con medios probatorios los motivos justificados que ameriten la

pretensión de cambio de nombre debe de negársele.

164
CASO XV: EXPEDIENTE: 02696-2016-0-0401-JR-CI-09

I. RESUMEN DE DATOS DEL EXPEDIENTE

Solicitante: Jhonathan Wilbert Arregui Sullcahuaman

Nombre que solicita cambiar: “Sullcahuaman”

Nombre que solicita tener: “Aranibar”

Sentencia de primera instancia: Infundada

Sentencia de Vista: REVOCAR A FUNDADA

Voto de Discordia: se confirme a INFUNDADA (dos votos)

II. RESUMEN DE LOS FUNDAMENTOS

i. Fundamentos del solicitante:

 Su apellido materno viene dando lugar a que el actor sea discriminado, lo cual afecta a su

derecho al libre desarrollo, identidad, integridad física, moral y psíquica, pues recibe

apodos sarcásticos como “Chulquita” que en quechua significa “el menos desarrollado” o

“persona de escasa inteligencia”.

 El apellido Sullcahuaman tiene una significación deshonrosa y vergonzosa, porque el

apócope del mismo “Shulk`a” es un vocablo quechua que significa “el menos desarrollado,

el más inepto”; y que alguno de sus familiares y compañeros le ponen bastantes apelativos.

 El juez que declaró infundada la demanda no ha considerado que el apellido le origina

discriminación por motivo de origen y raza, contraviniendo los derechos constitucionales.

ii. Fundamentos de la sentencia

165
 Del análisis de los medios probatorios documentales presentadas por el recurrente, se

aprecia una caricatura de una persona sentada en un banco usando un sombrero o cono,

lo que tiene una connotación negativa, pues, se trata de una persona castigada por su falta

de conocimientos o retraso en el aprendizaje, se aprecia que el solicitante tienen razones

justificadas y suficientes para solicitar el cambio de nombre.

 De acuerdo a lo establecido en la Constitución en su artículo 1º corresponde acceder al

pedido de cambio de nombre, a fin de que en lo sucesivo la persona no siga viéndose

perjudicada en su dignidad.

iii. Fundamentos de la discordia

 Toda persona tiene derecho a una identidad, lo que es reconocido por el inciso 1º del

artículo 2 de la Constitución, así como el artículo 18º de la Convención Americana de

Derechos Humanos, por el artículo 16º del Pacto Internacional de Derechos Civiles y

Políticos de las Naciones Unidas y el artículo 19º del Código Civil.

 En lo desarrollado en el caso “Karen Mañuca”, el Tribunal en el fundamento 13 indica que

el nombre recoge datos históricos de la persona que la singularizaban de los demás y provee

la información base para la emisión del Documento Nacional de Identidad; así mismo

permite la identificación, individualización y la pertenencia de una persona a una familia.

 En lo desarrollado en el caso “Karen Mañuca”, el Tribunal en el fundamento 14 indica que

el apellido es el nombre de la familia que sirve para distinguir a las personas, y es

irrenunciable e inmodificable. Debe figurar primero el apellido paterno y luego el apellido

materno. El apellido no puede cambiarse respecto al que consta en la partida de nacimiento,

166
salvo por tramitación administrativa judicial. El apellido establece la filiación, los lazos de

parentesco y la paternidad.

 Indican que el derecho la nombre es parte del derecho de la identidad de la persona, también

el derecho al cambio de nombre forma parte de dicho derecho matriz; el mismo no debe

apreciarse desde la dimensión objetiva del interés público, que justifica la intervención del

Estado para regularlo, sino como es el pensamiento del TC en el caso “Karen Mañuca”,

que debe apreciarse la dimensión subjetiva que justifica el ejercicio de la libertad y la

autodeterminación que toda persona tiene respecto a su manera de ser reconocido

estrictamente por lo que es y por el modo cómo es.

 De las pruebas ofrecidas, conforme lo dispone el artículo 197º del Código Procesal Civil,

se tiene que son insuficientes (certificados no de tener deudas y problemas con la justicia)

para acreditar los hechos que invocan como justificación a la petición, por lo que es de

aplicación el artículo 200º del mismo cuerpo normativo.

CASO XVI: EXPEDIENTE: 04588-2015-0-0401-JR-CI-08

I. RESUMEN DE DATOS DEL EXPEDIENTE

Solicitante(s): Yan Wilner Quispe Yucra

Nombre que solicita cambiar: “Quispe Yucra”

Nombre que solicita tener: “Chura Sanchez”

Sentencia de primera instancia: Infundada

Sentencia de Vista: REVOCAR A FUNDADA

Voto de Discordia: se confirme a INFUNDADA (dos votos)

167
II. RESUMEN DE LOS FUNDAMENTOS

 El apellido “Quispe” ha sido causa de burlas y mofas desde su formación escolar, lo que

les ha ocasionado perjuicios en su desarrollo personal, desenvolvimiento social, su

integridad (moral, psíquica y física), y el libre desarrollo de su personalidad.

 Le ponían apodos como “Quispiño”, que es una tortilla de quinua, y por el apellido “Yucra”

le decían Yuca y era castigado por sus profesores al defenderse.

 Ha terminado de estudiar la carrera de enfermería y pretende continuar estudiando la

carrera de medicina humana, pero se siente con baja autoestima ocasionándole depresión

por la afectación psicológica que tiene desde su infancia.

i. Fundamentos de la sentencia

 La doctrina reconoce que toda persona debe distinguirse jurídica y socialmente a través de

uno o más signos o “etiquetas” que la diferencien de las demás y que permitan su fácil

identificación, lo que se consigue a través del nombre.

 El nombre constituye una exigencia de la vida comunitaria. Es un instrumento que hace

posible la separación de una persona dentro de un grupo, respetando, de ese modo la

individualidad o singularidad de cada ser humano. La función primordial que cumple el

nombre es la de servir de instrumento de individualización e identificación de todo ser

humano, dentro de la sociedad.

 El recurrente, como indica, ha sido objeto de burlas y mofas desde su formación escolar,

siendo que es razonable que pretenda utilizar los apellidos maternos.

168
 Se advierte la existencia de un motivo justificado para acceder a lo peticionado, máxime

si no existe oposición o alguna, por lo que siendo objeto legal del nombre individualizar

a la persona o singularizarla como ser humano dentro de la sociedad, si este nombre al

recurrente le causa problemas en la sociedad, debe atenderse le pedido, teniéndose

presente que ello no constituye prueba de filiación.

ii. Fundamentos de la discordia

 En el expediente no aparece prueba alguna que demuestre la supuesta discriminación hacia

el demandante en su etapa escolar, por tanto a tenor de lo dispuesto del artículo 200º del

Código Procesal Civil, no se ha probado en qué se sustenta la demanda.

 El apellido “Quispe” es un digno apellido, bastante difundido en el país y no puede

aceptarse que sea calificado de raro, jocoso o extravagante, siendo posible concluir que de

ninguna manera implica un impedimento al libre desarrollo de la persona.

 El cambio de apellidos no es una forma adecuada, ni la única, de luchar y superar la

discriminación, porque conlleva a despojarnos de nuestra propia identidad, por tener un

apellido oriundo; por lo que, la discriminación alegada de existir en el caso concreto, no

terminaría con una sentencia judicial que cambie el nombre del demandante.

4.4 LAS POSTURAS DISÍMILES DE LOS MAGISTRADOS

Hemos podido distinguir de las sentencias de vista examinadas, posiciones diferenciadas de los

Jueces Superiores Civiles sobre los “motivos justificados” que deben amparar un cambio de

nombre, a su criterio.

169
De estas, en líneas generales, es visible dos posturas diferenciadas; lo que ha motivado la

presencia de los “votos de discordia” en la mayor parte de las sentencias que encontramos. El

discernimiento de estas posturas las observamos no sólo por la emisión del voto de ponente, sino

que también al firmar el voto que consideran, expresa un razonamiento que ellos asumirían; estas

posiciones las clasificaremos desde nuestra percepción en dos: una posición rígida al cambio de

nombre y otra, permisiva.

4.4.1 La “posición rígida” al Cambio de Nombre

Esta primera postura, la denominamos “rígida”, porque tiene la tendencia de no amparar las

solicitudes de cambio de nombre que se presentan en sus despachos, ello desde una perspectiva

tradicional del nombre, el cual debe mantenerse inmutable en el tiempo por el valor social que

tiene; así también son bastantes exigentes no sólo en lo sustantivo, sino también en lo procesal,

pues cuando alegan discriminación de su apellido, el ofrecimiento de testigos y las pericias

psicológicas lo consideran “insuficiente” para probar los hechos alegados.

De las sentencias examinadas, los Jueces Superiores que incluimos en este grupo no han

otorgado en ningún supuesto el cambio de nombre a los solicitantes; y, la mayor cantidad de casos

presentados (donde siempre ha habido votos de discordia) han expresado las siguientes razones,

que sistematizamos resumidamente en el siguiente cuadro:

170
CUANDO EL LOS JUECES SUPERIORES DE ESTA

SOLICITANTE COMO POSICIÓN “RÍGIDA” ARGUMENTAN…

MOTIVOS, ALEGA…

Mi nombre ocasiona burlas y Los nombres que pretenden cambiar tienen

discriminación, afecta mi bastante difusión en nuestro país, estos no puede

dignidad e impide el desarrollo ocasionar afectación a su dignidad o personalidad; la

de mi personalidad; me hace solución no es cambiarse el nombre, sino buscar

tener sentimientos de terapia psicológica que les ayude a superar los

inferioridad. sentimientos de inferioridad que tienen.

No encuentro identidad en mi El Código Civil establece que “el nombre es un

nombre (apellido), porque mi deber” y dispone que debe llevarse el primer apellido

padre me hubo abandonado del padre y el segundo de la madre; y al encontrarse

moral y materialmente; no me estos vivos, no puede cambiarse el apellido y

identifico con su familia. desconocer a un padre, pues el apellido determina la

estirpe.

El nombre que llevo no refleja Hay datos en las partidas de nacimiento que no

mi identidad sexual, pues mi pueden modificarse solo con alegaciones unilaterales,

identidad biológica es una y mi como el nombre y el sexo; sin embargo, de ser el caso,

identidad personal es opuesta; debe acreditarse el pedido del solicitante con medios

171
cuando uso mi DNI y la gente me probatorios suficientes que expresen las burlas,

llama por un nombre opuesto a discriminación y estado psicológico. De no poder

cómo me veo me hace sentir hacerlo, no se puede amparar su pedido.

discriminado, afectando mi

dignidad.

No tengo identidad con el Los nombres de una persona no sólo sirven para

nombre que llevo, porque identificarla y singularizarla de los demás, sino que

siempre me han hecho objeto de también cumplen una función social, porque

burla y afecta mi dignidad; por determina la filiación a una familia, identificando la

ello es que tengo otro nombre con estirpe a la que pertenece.

el que sí me identifico y así es El estado debe de resguardar la identidad de las

como me conoces mis amigos y personas con motivos de orden social. Además, no es

las redes sociales. prueba suficiente el señalar cómo está su nombre en

redes sociales u ofrecer testigos.

Es importante mencionar, que estos magistrados consideran como “motivos justificados” los

que se esbozan en la Sentencia del Tribunal Constitucional en el expediente Nº 02273-2005-

HC/TC Caso “Karen Mañuca Quiroz Cabanillas”, donde en el fundamento 18º dice entre líneas

lo siguiente: “(…) se puede decir que una persona tiene un motivo justificado para realizar cambio

de nombre cuando se le ha asignado uno extravagante o ridículo, que sea móvil para la burla de

terceras personas, con la consiguiente afectación de su tranquilidad y bienestar(…). Así mismo,

podría proceder el cambio de nombre de una persona que es homónima de un avezado y famoso

172
delincuente o de una persona que ha sufrido escarnio público, pues tales incidencias le impedirían

realizar normalmente sus actividades cotidianas, por las continuas discriminaciones o temores de

los que sería víctima.”

Dicha sentencia, siempre la citan; sin embargo dicho párrafo contextualizándolo con el íntegro

de la sentencia, no genera la posición cerrada de únicos supuestos de cambio de nombre; y

afirmarlo así es equivocado, pues el Tribunal Constitucional discutía el cambio de nombre con

motivo del cambio de sexo y en ese fundamento 18º expresaba a grandes rasgos su opinión de qué

podría considerar un juez como un motivo justificado; resaltaremos, que dicha opinión no es

vinculante, como la forma en la que estos Jueces Superiores lo vienen considerando.

4.4.2 La “posición permisiva” al Cambio de Nombre

A este segundo grupo de Jueces Superiores, estamos denominando que adoptan una posición

“permisiva”; puesto que a diferencia de los anteriores, consideran la prevalencia de principios

constitucionales pro homine, como el libre desarrollo de la personalidad y la autodeterminación

de esta, a fin de no presentar mayores oposiciones que las consideradas razonables para declarar

fundada la solicitud de cambio de nombre.

En los mismos supuestos anteriores que mencionamos, ellos asumen otra posición, lo que

también origina los votos de discordia al encontrarse con la posición “rígida”, y sus argumentos

en contraparte son opuestos, como sistematizaremos a continuación:

173
CUANDO EL LOS JUECES SUPERIORES DE ESTA

SOLICITANTE COMO POSICIÓN “PERMISIVA” ARGUMENTAN…

MOTIVOS, ALEGA…

Mi nombre ocasiona burlas y El nombre que alegan, si bien no es perceptible que

discriminación, afecta mi sea motivo de burlas, ellos lo encuentran como un

dignidad e impide el desarrollo impedimento a su libre desarrollo, cuestión que es

de mi personalidad; me hace bastante subjetiva. Debe concedérseles el cambio de

tener sentimientos de nombre porque es la única solución que se les puede

inferioridad. dar para superar esa afectación de las que indican son

objeto; no se les puede exigir que en el proceso a cada

momento refieran las burlas de las que son víctimas

por ser un tema bastante delicado.

No encuentro identidad en mi Si los solicitantes consideran malestar a causa de

nombre (apellido), porque mi llevar un apellido, y estos han podido evidenciarse en

padre me hubo abandonado las pericias psicológicas debe de permitirles cambiar

moral y materialmente; no me el nombre, pues se observa que no pretenden eludir a

identifico con su familia. la justicia y otras responsabilidades, máxime que

después de efectuadas las publicaciones de ley, nadie

se ha opuesto al cambio de nombre que pretenden.

174
El nombre que llevo no refleja El tribunal constitucional ha considerado la

mi identidad sexual, pues mi posibilidad de cambio de nombre a causa de estas

identidad biológica es una y mi razones, considerando de mucha importancia el

identidad personal es opuesta; permitir que la identidad de la persona no sea

cuando uso mi DNI y la gente me lesionada; y no encontrar incongruencia en la manera

llama por un nombre opuesto a cómo se siente y la manera cómo es.

cómo me veo me hace sentir Todas las personas tienen derecho a ser como son

discriminado, afectando mi y que la sociedad los acepte como tales.

dignidad.

No tengo identidad con el La identidad es algo que no puede verse sólo desde

nombre que llevo, porque una perspectiva unidimensional, pues importa también

siempre me han hecho objeto de considerar las cuestiones subjetivas de la

burla y afecta mi dignidad; por personalidad. Si a la persona le afecta en su esfera

ello es que tengo otro nombre con subjetiva el llevar un nombre, este puede ser

el que sí me identifico y así es cambiado, ello al observar primera que no produzca

como me conoces mis amigos y afectación al orden social y a terceros.

las redes sociales.

En lo que respecta a esta segunda posición, nosotros consideramos que es más unificadora y

progresiva de este sistema de derecho, pues no asume cerradamente lo que la ley indica, sino que

175
considera sistematizar el ordenamiento jurídico, poniendo los principios constitucionales en una

primera parte.

De sus pronunciamientos hemos podido ver que les importa las cuestiones subjetivas de las

personas y tienen una visión más dinámica de la identidad; también suelen usar en sus argumentos

la sentencia del Caso “Karen Mañuca Quiroz Cabanillas”, pero en los fundamentos que el Tribunal

que hace hincapié a la importancia del dinamismo de la identidad de la persona, lo cual es un deber

del estado el garantizarlo, y resulta perjudicial que si estos nombres les ocasiona daños

emocionales y sociales, deban continuar llevándolos.

En la parte procesal, siguen las disposiciones del proceso civil ordinario, donde se deben de

ofrecer pruebas suficientes que amparen los hechos que expresan para poder ser merituados por

los jueces, pero ello de manera más flexible.

Consideran ellos que lo importante es garantizar que no hay perjudicados por el cambio de

nombre que pretenden; por eso se exige los antecedentes negativos penales, policiales y judiciales,

así como acreditar que no tienen deudas alimenticias o estén en INFOCORP; de otro lado, se exige

que no haya oposiciones de terceros posiblemente perjudicados.

4.5 NUESTRA POSICIÓN

Saliendo del análisis de las posturas de los jueces, consideramos nosotros que debe tomarse en

cuenta que no estamos frente a un tema civil patrimonial, o que determine vínculos sucesorios o

176
de establecer efectivamente un daño; sino que estamos técnicamente frente a una “solicitud”, que

por ley debe de ser respondida por el órgano jurisdiccional.

En este contexto, cabe la pregunta: ¿ciertamente necesitamos pruebas que acrediten el daño

emocional psicológico, que es un tema bastante subjetivo?, o si ¿necesitamos testigos que puedan

decir o acreditar los problemas que les ocasiona a ciertas personas el llevar el nombre que

tienen?¿No es suficiente con que la persona al encontrar impedimentos para su libre desarrollo en

su nombre, ya que es una “etiqueta” en nuestra sociedad, exprese su disconformidad, claro está,

probando negativamente que no perjudicará a un tercero?

A nuestro parecer, para una solicitud de cambio de nombre (sea este el prenombre o apellido)

no debe de considerarse la postura clásica de enmarcar al nombre en la identidad estática, como

algo incólume al paso del tiempo; pues, como hemos visto en nuestra realidad, por cuestiones

sociales, nuestros nombres pueden ocasionar que se obstruya el desenvolvimiento de la

personalidad de la persona a causa de burlas, discriminación, entre otros; sino que debe dejarse la

posibilidad para que las personas en supuestos donde encuentren perjudicial su nombre para su

identidad, puedan cambiarlo.

No estamos proponiendo con esto, una flexibilidad total, donde uno cambie su nombre las

veces que desea y cuando se le antoje hacerlo (como es el caso del common law); sino que este se

dé por única vez, cuando la persona reúna ciertos requisitos necesarios, como demostrar que no

posee antecedentes penales, policiales o judiciales, así como que no esté inscrito en el registro de

deudores morosos de alimentos y en la central de riesgo de INFOCORP; ello a fin de garantizar el

orden social y que no permita evadir alguna de las responsabilidades que tiene. Así también, que

se cumpla la publicación de los edictos establecidos por ley, para dar la oportunidad a conocer a

un posible tercero que se vea perjudicado con el cambio de nombre.

177
Sin perjuicio de ello, el mismo Código Civil establece la posibilidad de que la persona

perjudicada por una usurpación de nombre pueda ejercer vía acción su derecho, con la denominada

Impugnación judicial por cambio o adición de nombre, no quedando en situación de indefensión,

en caso se vea afectado; dicho artículo es el 31º que dice: “La persona perjudicada por un cambio

o adición de nombre puede impugnarlo judicialmente”.

Ahora bien, no podemos dejar el artículo 29º como se encuentra actualmente, porque se seguiría

prestando a la total subjetividad de los jueces y perjudicando a los principios constitucionales de

Igual Aplicación de la Ley y Predictibilidad Judicial; y viendo la no posibilidad de tener

jurisprudencia vinculante que determine qué debe entenderse por “motivos justificados”, sólo

correspondería solucionarlo, efectuando un cambio legislativo en dicho artículo, tal como hubo

optado Argentina.

Dicho cambio en el artículo 29º del Código Civil debe de contener un catálogo de supuestos en

los que los jueces deben de conceder el cambio de nombre a los solicitantes, pero no, un catálogo

cerrado, pues no se debe encasillar unos únicos supuestos de motivos que justifiquen un cambio

de nombre.

Los supuestos que consideramos que deben de estar catalogados para que el juez ampare la

solicitud de cambio de nombre deben de ser las siguientes:

4.5.1 Cuando el nombre sea notoriamente extravagante o ridículo

Consideramos necesario que este supuesto sea amparado, ello, por conocer, la existencia de

prenombres que resultan evidente motivo de burla que no es necesario probar, que afectarán el

178
libre desenvolvimiento de la persona. Y es que esto se origina ante la ausencia de un control “ex

ante” en el nombre y no fijar límite alguno para la imaginación de los padres al momento de poner

nombre a sus hijos; y, es precisamente ante esta deficiencia que se requiere dar tutela a quienes se

vean afectados, puedan cambiarse el pre nombre que sus padres le pusieron ante la evidente

afectación.

Pero no sólo puede darse en el ámbito del pre nombre, sino también en los apellidos que tengan

una connotación que perjudique a quien lo lleve, por ejemplo el apellido “Ladrón” o aquellos que

aunque tienen un significado relevante en otra legua, para el común, no lo es, como “Cacca”,

“Q´ueso”, entre otros que encontramos en nuestra investigación.

Por todo ello es que debe ampararse dichas solicitudes, y tal afectación, al resultar tan evidente,

no llevará al juez a ser tan riguroso en pedir se acredite el perjuicio, supuesto que sería irracional.

4.5.2 Cuando el nombre afecte el libre desenvolvimiento de la personalidad del

solicitante, cualquiera que fuere su causa.

En este supuesto, seguro no resultará pacífica nuestra propuesta, pues ya hemos visto que existe

una presencia importante de magistrados que asumen en estos casos una postura “rígida”, sobre

todo cuando de apellidos se trata.

Sin embargo; resulta necesario establecerlo, porque hemos visto que la mayor parte de

solicitudes examinadas solicitan el cambio de apellido porque son objetos de burla y

discriminación; lo que ocasiona problemas en su libre desenvolvimiento social, y hasta problemas

179
psicológicos como sentimientos de inferioridad; y la administración de justicia no ha asumido

alguna posición específica.

Pero no sólo encontramos ese supuesto cuando afectación a la personalidad hablamos, sino

también cuando no se sienten identificados con sus padres, por el abandono moral y material que

sufrieron por parte de ellos, lo que les lleva a no sentir identidad con el apellido que llevan y que

forzadamente, esta forma parte de su identificación e individualización social.

Entonces la postura por la que optamos, es que sí se les otorgue el cambio de nombre en esos

supuestos, donde por estas causas o por alguna otra puedan ver perjudicado el libre

desenvolvimiento de su personalidad; y, que, como hemos visto, no se exija rigurosamente la

presencia de varias personas que testifiquen las burlas de las que son objeto o que se les exija a

ellos mismo de manera reiterada, expresen qué es lo que les dicen. No se les puede exigir ello, y

bastará su declaración inicial en la solicitud, porque resulta un tema delicado y se estaría dando

una doble victimización, pues si bien no es perceptible que sea motivo de burlas, ellos encuentran

en sus apellidos un impedimento a su libre desarrollo, cuestión que es bastante subjetiva. Debe

concedérseles el cambio de nombre porque es la única solución que se les puede dar para superar

esa afectación de las que indican son objeto.

Por parte del abandono moral y material de sus padres, será necesario se acredite tan solo el

abandono, como prueba mínima para amparar su solicitud; pues aunque el nombre es un deber, no

puede imponérsele a alguien, llevar uno que le afecte; resultando irrazonable, como hace voto un

Magistrado, de que es su obligación llevarlo, pues su padre es quien le dio vida.

180
4.5.3 El cambio del pre nombre, cuando hubiere adquirido notoriedad en su entorno

social.

Ello no va en contra de nuestro ordenamiento jurídico, porque el mismo Código Civil garantiza

la protección del seudónimo, con el siguiente texto: Artículo 32º.- “El seudónimo, cuando adquiere

la importancia del nombre, goza de la misma protección jurídica dispensada a éste”; entonces

nuestra propuesta no se encuentra distante de ser coherente con el ordenamiento jurídico civil.

Hacemos la observación de que ello sólo cuando se refiera al pre nombre y no al apellido,

porque la naturaleza de este segundo es diferente, y aunque asumimos una posición flexible

permisiva, tampoco no podemos ir al extremo de que alguien por el mero gusto pueda cambiarse.

Como dijimos líneas arriba, sólo el apellido podría cambiarse cuando afecte el libre

desenvolvimiento de su personalidad o sea evidentemente motivo de burla; diferente situación a

la del pre nombre, que un hijo no lo escoge, por ser voluntad irrestricta de los padres, y que, aunque

este no resulte evidentemente perjudicial, siendo un asunto de total subjetividad, es posible que en

el desarrollo de una persona, esta no se encuentre de acuerdo y en su entorno social lo conozcan

por otro nombre, lo que merecería tutela.

Los medios de prueba que un juez, razonablemente podría exigir en este supuesto son, además

de testigos, que se exhiban pruebas que indistintamente respalden la notoriedad que le dio el

nombre que desea adoptar, tales como mensajes, correos, entre otros...

181
4.5.4 El cambio de nombre por razón de identidad de género.

Aunque es bastante controversial, este supuesto necesita ser catalogado, pues ya existe desde

años atrás lo fijado por el Tribunal Constitucional en el caso “Karen Mañuca Quiroz Cabanillas”,

donde el Tribunal dejaba claro, que una persona no tiene una identidad unidimensional, y que

afectaría a su dignidad si hay una incongruencia en cómo se ve y como la tratan.

Entonces, en el caso anterior, aunque en el fondo se negaba la pretensión de cambiar el sexo

que indica su DNI, el Tribunal asentía que el cambio de nombre otorgado en sede judicial a raíz

de su identidad de género si resultaba adecuado.

Postura que es reforzada por el Caso Ana Romero Saldarriaga, donde cambiando de criterio,

establece que es posible cambiar el sexo de su DNI, e incluso indica la vía adecuada para hacerlo,

conjuntamente con la pretensión accesoria de cambio de nombre ante un juez civil.

Con la taxatividad de este supuesto no estamos agregando algo nuevo a nuestro sistema de

derecho, sino, haciendo taxativo una postura que ya hubieron asumido, no sólo el órgano

jurisdiccional, sino también el máximo intérprete de la constitucionalidad.

Sobre qué pruebas serían las necesarias para que se otorgue un cambio de pre nombre distinto

al género de nacimiento, resultaría necesario que exista un certificado psicológico, que establezca

que la persona actúa con la convicción de mantener la identidad sexual distinta a la que nació, ello

a fin de asegurar que tiene la madurez para hacer un cambio de tal relevancia social.

182
4.5.5 En caso de homonimia con alguien que haya sufrido escarnio público o sea buscado

por la justicia.

El mencionado supuesto también ha sido considerado ejemplificativamente por el Tribunal

Constitucional, pues evidentemente el nombre al ser, entre otras cosas, una “etiqueta social”, no

sería posible admitir, que ocasione perjuicios a la reputación de una persona por hechos

delincuenciales ajenos a la persona, que sólo por llevar un similar nombre, le sea asociado.

Los problemas se agravan, yendo más allá del meollo social, cuando la justicia interviene y la

persona a la que buscan por el ilícito, sea confundida por alguien que nada tiene que ver; teniendo,

consecuentemente, que estar pasando por situaciones embarazosas de control policial, entre otros,

que evidentemente ocasionarían un perjuicio para su desenvolvimiento social. De allí, la

importancia de regular este supuesto.

Procesalmente, sobre la prueba suficiente requerida para conceder este cambio de nombre,

nosotros consideramos que no es necesario, como ejemplifica el Tribunal, se trate de un “famoso”

delincuente, pues bien sería difícil saber si un delincuente tiene fama o no; sino que bastará con

ofrecer pruebas de la persona homónima que tiene cuestiones pendientes con la justicia, mejor aún

si existen testigos que puedan acreditar las burlas o situaciones embarazosas que pasó por las

confusiones; las pruebas psicológicas no serán necesarias ante las evidencias objetivas, pero

podrían coadyuvar a manifestar los malestares psíquicos de la persona por dicha situación.

183
4.6 ANÁLISIS ESTADÍSTICO DE LA INVESTIGACIÓN REALIZADA

4.6.1 Datos Generales

4.6.1.1 Técnicas e Instrumentos

 Observación documental
Técnica de investigación

 Ficha bibliográfica

Instrumentos empleados  Ficha documental

 Matriz de registro

4.6.1.2 Campo de Verificación

Ubicación espacial La Corte Superior del Distrito

Judicial de Arequipa.

Ubicación temporal Sentencias de Vista desde enero del

2015 hasta setiembre del 2017.

Unidades de estudio Las Sentencias de Vista que emiten

las Salas Superiores Civiles.

Universo Dieciséis sentencias de Vista de las

Tres Salas Civiles que existe.

184
4.6.2 Motivos por los que solicitan el Cambio de Nombre

MOTIVOS DE LA SOLICITUD DE
CAMBIO DE NOMBRE
Discriminación, burla,
sentimientos de
inferioridad.(15)
13% Abandono moral y material
3% de uno de los padres.(3)

47% Identidad de género, su


22% nombre no coincide con su
apariencia.(2)
6% Es conocido en su entorno
9% social con otro nombre.(7)

Homonimias con personas


que tienen problemas con la
justicia.(1)
Otros motivos.(4)

INTERPRETACIÓN

Como es de verse en el gráfico, tenemos las razones que los solicitantes alegan para

solicitar el cambio de nombre (sea esta por adición, sustracción o un cambio

estrictamente). De todas ellas, la mayor incidencia está en que su nombre es motivo

para que se burlen de ellas, discriminándolas y, en consecuencia, afectando su

dignidad y el libre desenvolvimiento de la personalidad. Como segunda incidencia de

casos, están cuando se alega que han sufrido el abandono moral y material de uno de

sus padres y llevar su apellido no los identifica, afectado a identidad subjetiva.

185
4.6.3 Respuestas del Órgano Jurisdiccional

SENTIDOS DE LAS SENTENCIAS DE


VISTA

44%
56%
ESTIMATORIAS (7)
DESESTIMATORIAS (9)

INTERPRETACIÓN

Este gráfico muestra los sentidos finales de las sentencias que resuelven las

solicitudes de cambio de nombre; ya sea confirmando infundada, confirmando la

improcedencia, revocando la improcedencia a infundada, confirmando fundada (sólo

en un caso donde RENIEC apeló el que se haya desestimado su oposición) o

revocando a fundada. Para tener el panorama más claro, lo hemos divido

sencillamente en sentencias estimatorias o desestimatorias; de las cuales vemos que

excede en dos tercios las Sentencias de Vista que desestiman las solicitudes de cambio

de nombre, que por su naturaleza es la respuesta definitiva del Órgano Jurisdiccional.

186
4.6.4 Presencia de Votos de Discordia en las Sentencias

PRESENCIA DE VOTOS DE DISCORDIA

25%

HUBO DISCORDIA.(12)
NO HUBO DISCORDIA.(4)

75%

INTERPRETACIÓN

Con el gráfico podemos dar cuenta que la cuestión no resulta pacífica y uniforme

en cuanto a materia de cambio de nombre nos referimos. Como expresábamos en un

inicio de la investigación, al ser un proceso de naturaleza “no contenciosa”, donde no

hay litis o un conflicto de intereses formalmente, pareciera que no hay mayores

problemas; sin embargo, podemos demostrar que no es así, por el contrario hay una

importante presencia de los “Votos de Discordia”, que expresan respuestas opuestas

a una misma situación. La presencia de “Votos Singulares” fue de Dos en la totalidad

de sentencias, resaltando la respuesta desestimatoria.

187
4.6.5 Consideración de la burla y discriminación como un “motivo justificado”

¿LA BURLA Y DISCRIMINACIÓN ES UN


"MOTIVO JUSTIFICADO"?

SENTENCIAS DONDE SE
INDICA QUE SI LO ES.(7)
50% 50%
SENTENCIAS DONDE SE
INDICA QUE NO LO ES.(7)

INTERPRETACIÓN

Lo que podemos observar en el gráfico es una situación bastante interesante; y, es

que viendo el primer gráfico hemos visto que las razones que más alegan los

solicitantes para pedir su cambio de nombre es, que estos originan que los discriminen

en sus grupos sociales, haciéndolos objetos de burla y afectando su dignidad y el

desenvolvimiento de su personalidad con normalidad.Y justamente, en lo que respecta

a esta alegación, hay dos posiciones totalmente disímiles por parte del órgano

Jurisdiccional en su conjunto, las que se presentan en una igual proporción; lo que

hace necesario uniformizar un criterio, al menos en este supuesto para solicitar el

cambio de nombre.

188
CONCLUSIONES

Al haber desarrollado la parte teórica, confrontándola con lo que viene sucediendo en nuestro

distrito judicial; y, considerando los aportes de la legislación comparada y los valores proclamados

por nuestra Constitución Política de 1993, hemos podido llegar a las siguientes conclusiones:

PRIMERA.- La redacción del artículo 29º del Código Civil considera el cambio de nombre

como una excepción a la regla, siendo la única posibilidad cuando el juez considere que está frente

a un “motivo justificado”, quedando a su total subjetividad de qué supuesto es, o no es, un motivo

justificado.

SEGUNDA.- Ante la textura abierta del artículo 29º, no existe alguna norma de desarrollo que

establezca parámetros de qué es un “motivo justificado”, tampoco jurisprudencia vinculante que

lo desarrolle, pues la Corte Suprema ha tomado la postura genérica de no conocer los procesos de

naturaleza no contenciosa y el Tribunal Constitucional sólo ha desarrollado la posibilidad de

cambiarse el nombre al no coincidir con la identidad de género del individuo.

TERCERA.- Los órganos en los que recae la responsabilidad de desarrollar, a través de la

jurisprudencia judicial de qué deben considerarse como “motivos justificados” son las Salas

Superiores Civiles; sin embargo, no tienen posturas definidas e incluso totalmente contradictorias.

CUARTA.- Las respuestas disímiles que el órgano jurisdiccional da a los solicitantes, (a pesar

de contener similares fundamentos) transgrede principalmente dos principios constitucionales: el

“Principio de Igualdad”, en su dimensión de Igualdad en la Aplicación de la Ley, y la “Seguridad

Jurídica” en el ámbito de la Predictibilidad de las Decisiones Judiciales. Ello conlleva a una actitud

189
del Órgano Jurisdiccional que no se ajusta a los valores que declara nuestra Constitución, no sólo

subjetivamente a los solicitantes, sino objetivamente al Estado Constitucional de Derecho.

QUINTA.- Hemos visto que la razón de mayor incidencia para solicitar el cambio de nombre

es la discriminación por los apellidos y las burlas, lo que les ocasiona sentimientos de inferioridad

y afectación a la autoestima; y que de dicho motivo, hay criterios opuestos de los magistrados,

algunos sí considerando estos como “motivos justificados”, y otros magistrados, que no.

190
RECOMENDACIÓN

ÚNICA.- Estando frente: a) a la ausencia de la norma que establece los alcances de qué es un

“motivo justificado” para amparar el cambio de nombre; b) a la remota posibilidad de que haya

criterios vinculantes en esta materia, tanto de la Corte Suprema, como del Tribunal Constitucional;

c) a la disimilitud de respuestas jurisdiccionales de los Jueces Superiores en similares supuestos;

y, d) siendo evidente la consecuente vulneración a los solicitantes de los principios

constitucionales de Igualdad y Seguridad Jurídica; SE RECOMIENDA que se reforme el artículo

29º del Código Civil, estableciendo un catálogo de motivos que deban considerarse como

justificados, donde se considere una posición uniforme sobre las causas más solicitadas; y, para no

transgredir la Autonomía de los Jueces y futuros nuevos supuestos que se pueda alegar, dejar

abierta la norma a que puedan atender otras motivos que puedan considerar justificados.

191
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TEXTOS JURISPRUDENCIALES REVISADOS:

o Casación Nº 750-97 Junín.

o Expediente Nº 170-95-Ucayali

o Expediente Nº 03950-2012-PA/TC.

o Expediente Nº 04899-2007-PA/TC.

o Expediente Nº 001-2004-AI/TC.

o Expediente Nº 1399-2001-AA/TC.

o Expediente Nº 0261-2003-AA/TC.

o Expediente Nº 0018-2003-AI/TC.

o Expediente Nº 018-96-I/TC.

195
o Expediente Nº 261-2003-AI/TC.

o Expediente Nº 2273-2005-PHC/TC.

o Expediente Nº 6040-2015-PA/TC.

o Expediente Nº 00128-2008-PHC/TC.

196
PROYECTO DE REFORMA DEL ARTÍCULO 29º DEL CODIGO CIVIL E

INCORPORACIÓN DEL ARTÍCULO 829º-A EN EL CÓDIGO PROCESAL CIVIL

PROYECTO DE LEY

El Congresista __________________________, en uso de las facultades conferidas por el

artículo 107º de la Constitución Política del Perú y en el inciso c) del artículo 22 del Reglamento

del Congreso de la Republica; propone le proyecto de ley siguiente:

EL CONGRESO DE LA REPÚBLICA

Ha dado la Ley siguiente:

LEY QUE MODIFICA EL ARTÍCULO 29º DEL CÓDIGO CIVIL E INCORPORA EL

ARTÍCULO 829-A EN EL CÓDIGO PROCESAL CIVIL

Artículo 1.- Objeto de la Ley

La presente Ley tiene por objeto consolidar la igualdad en la aplicación de la ley en lo que debe

entenderse como un “motivo justificado” para la evaluación del juez ante las solicitudes de cambio

de nombre, así como establecer requisitos de procedencia para atender las solicitudes.

Artículo 2.- Modificación del artículo 29º del Código Civil

Modifíquese el artículo 29º del Código Civil, que quedará redactado de la siguiente forma:

197
Artículo 29º.- CAMBIO DE NOMBRE

“El cambio de nombre sólo procede si existen motivos justificados a criterio del juez civil; el

cambio alcanza, si fuere el caso, al cónyuge y a los hijos menores de edad. Se considera motivo

justificado, cuando:

a) El nombre sea notoriamente extravagante o ridículo, siendo perceptible el perjuicio que le

ocasiona al individuo en su desenvolvimiento social,

b) El nombre sea la razón de recibir actos de burla o discriminación, ocasionando afectación

a la dignidad del solicitante,

c) El pre nombre hubiere adquirido notoriedad en su entorno social.

d) El nombre sea contrario a la identidad de género de la persona solicitante,

e) Exista caso de homonimia con una persona que haya sufrido escarnio público o sea

requerido por la justicia.

f) Otros motivos que el juez considere, sean justificados.

En los casos anteriores deberá observarse los requisitos establecidos por el artículo 829-A del

Código Procesal Civil.”

Artículo 3.- Incorporación del artículo 829-A en el Código Procesal Civil

Incorpórese el artículo 829-Aº en el Código Procesal Civil, el cual quedará redactado de la

siguiente forma:

198
Artículo 829-A.- Requisitos para la solicitud de cambio de nombre

“En todos los supuestos establecidos por el artículo 29º del Código Civil, el solicitante debe

presentar en su escrito, bajo apercibimiento de ser rechazada liminarmente su solicitud, los

certificados negativos de antecedentes judiciales, penales y policiales; así como no estar inscrito

en INFOCORP y el Registro de Deudores Alimentarios Morosos. La pericia psicológica será

necesaria en los literales b),c) y d) del mencionado artículo, en esta se debe de evaluar, además del

perjuicio, si el solicitante asume con madurez el cambio de nombre que solicita.

El cambio de nombre se da por única vez; sólo existe la posibilidad de solicitarlo,

excepcionalmente por una segunda vez, si es que se pretende regresar al nombre que se hubiere

cambiado, debiendo reunir los requisitos generales que son necesarios para el cambio de nombre.

En el caso de solicitarse el cambio de apellido, éste tendrá que mutar a un apellido que

corresponda a su filiación familiar hasta el segundo grado de consanguinidad.

Es responsabilidad del juez, publicar el extracto pertinente de la solicitud, al ser admitida a

trámite, y la sentencia, de ser estimatoria, en el diario oficial El Peruano y otro de mayor

circulación. Si media oposición el juez civil adecuará el proceso de acuerdo a los artículos 753º,

754º, 755º,756º y 757º de este código.”

199
I. EXPOSICIÓN DE MOTIVOS

El inciso 1 del artículo 2 de la Constitución prescribe que:

“Toda persona tiene derecho:

1.-A la vida, a su integridad moral, psíquica y física y a su libre desarrollo y bienestar. El concebido

es sujeto de derecho en todo cuanto le favorece.”

En consecuencia es importante resguardar estos aspectos, para que efectivamente el desarrollo

legislativo procure no vulnerarlos.

El actual texto legal del artículo 29º del Código Civil indica:

Cambio o adición de nombre.-

Artículo 29º.- “Nadie puede cambiar su nombre ni hacerle adiciones, salvo por Motivos

Justificados y mediante autorización judicial, debidamente publicada e inscrita. El cambio o

adición del nombre alcanza, si fuere el caso, al cónyuge y a los hijos menores de edad.”

Del texto legal la norma es permisiva para que el órgano Jurisdiccional pueda evaluar en cada

situación concreta lo que debe significar un “motivo justificado”; sin embargo, dado cuenta de que

han existido bastantes discrepancias entre los magistrados sobre el contenido de dicha norma, por

ser un tema de bastante subjetividad, resulta necesario que la norma sea más precisa, para

establecer un sistema más uniforme y no afectar el derecho de los solicitantes.

En la legislación comparada hay bastante variedad de supuestos de cómo es que se debe de

consignar los nombres de un persona; desde aquellos que sólo llevan un solo apellido familiar,

otros donde los cónyuges escogen libremente el orden de los apellidos que deben llevar sus hijos,

200
hasta aquellos que no importa el nombre que adopten, sólo dando cuenta del cambio a la

administración pública, pudiendo hacerlo cuantas veces desean.

Lo más coherente en nuestro sistema jurídico como esta, no es dar tanta flexibilidad, ello por el

extenso número de ciudadanos y sobre todo, para procurar la salvaguarda del orden público.

Por ello, es que observando que hasta no mucho la legislación Argentina tenía a los mismos

inconvenientes, ellos bajo el supuesto de sólo permitir el cambio de nombre cuando se expresen

“Justos Motivos”, pero tras largos debates, en la dación de su Código Civil y Comercial, se hubo

procurado por establecer una lista de supuestos que deban de ser “Justos Motivos”.

Es adecuado en nuestro sistema jurídico optar por la misma solución, pero siendo muy

respetuosos de la Autonomía de Jueces al resolver las causas, y sólo especificando los supuestos

que requieren ser unificados, debido a las constantes disimilitudes; todo ello a fin de que los

solicitantes encuentren tutela a su pretensión en un órgano Jurisdiccional que atienda a sus

necesidades y procure el resguardo de los derechos constitucionales establecidos.

Así mismo se ha incorporado el “Art. 829-A.- Requisitos para la solicitud de cambio de

nombre”, donde se establecen requisitos de procedencia, tales como no estar inscrito en

INFOCORP y el Registro de Deudores Alimentarios Morosos, además de una pericia psicológica

que será necesaria para acreditar que la persona está asumiendo una modificación importante en

su identidad, pretendiendo. En el mencionado artículo también resulta necesario establecer que el

cambio de nombre se da por única vez, pues importa resguardar no sólo la identidad de la persona,

sino también la seguridad social, que pudiera verse perjudicada si una persona cambia cuantas

veces quisiera su identidad tratando de evadir responsabilidades de diferente naturaleza.

201
Importante aporte también da la incorporación de este artículo en la elección de los apellidos,

que de ser el caso, pretenda mutar; el cual debe tener necesaria vinculación con su familia próxima,

siendo la finalidad de ello, evitar que una persona se incorpore apellidos extravagantes que luego

pueda ser motivo de originar futuros cambios nuevamente en sus descendientes; y, que una persona

intente ser homónimo de otra para sacar ventaja; por lo que es una medida de restricción razonable.

II. ANÁLISIS COSTO BENEFICIO

El presente proyecto de ley no genera ningún gasto al Estado, por el contrario se pretende

erradicar las vulneraciones evidenciadas a los principios constitucionales de Igualdad y Seguridad

Jurídica, buscando un sistema jurídico más coherente y uniformizado; lo que económicamente

resultaría menos oneroso para los solicitantes, pues no tendrían que apelar las sentencias que

desestimen sus solicitudes o volver a iniciar una, en caso sean denegadas en segunda instancia.

III. EFECTO DE LA NORMA EN LA LEGISLACIÓN NACIONAL

El efecto de la presente iniciativa legislativa será la modificación del artículo 29º del Código

Civil y no implica la modificación de alguna otra norma jurídica, por el contrario hace expresa lo

ya desarrollado por la Corte Suprema y el Tribunal Constitucional en años anteriores, incluyendo

nuevos supuestos que ameritan uniformidad por parte del Órgano Jurisdiccional.

202
ANEXOS

IA.- Proyecto de Investigación

IB.- Informe aprobatorio del Director de la Unidad de Investigación

IC.-. Resolución Nº 246-2017-FD que aprueba el Proyecto de Investigación.

ID.- Informe del Asesor de la Tesis.

IE.- Carta Nº 000259-2017/SGEN/OAD/RENIEC

IF.- Carta Nº 000280-2017/SGEN/OAD/RENIEC

IG.- Carta Nº 000281-2017/SGEN/OAD/RENIEC

203

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