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Índice
1 Historia
2 Interpretación esotérica
2.1 Ontología subyacente en la alegoría
2.2 La epistemología subyacente en la alegoría
2.3 La educación subyacente en la alegoría
2.4 La política subyacente en la alegoría
3 Interpretaciones exotéricas
4 Véase también
5 Referencias
5.1 Bibliografía
6 Enlaces externos
Historia
Estos hombres encadenados consideran como verdad las sombras de los objetos. Debido
a las circunstancias de su prisión se hallan condenados a tomar únicamente por
ciertas todas y cada una de las sombras proyectadas ya que no pueden conocer nada
de lo que acontece a sus espaldas.
Interpretación esotérica
La interpretación de la alegoría de la caverna hay que buscarla muy al final del
libro VI y en el libro VII de la República de Platón, una interpretación que es
puramente epistemológica, no en vano comienza la historia con estas palabras:
Ambos mundos son reales, pero el inteligible posee más entidad siendo fundamento de
todo lo sensible. Pertenecen a este mundo las esencias o ideas y, de entre ellas,
la idea de Bien es fundamento de todas las demás ideas y por ende de lo sensible.
Pero, con todo, esta explicación que nos da Platón no es más que una nota al margen
de lo que esta alegoría pretende dar a entender. Eso sí, es necesaria para entender
el camino del alma hacia el mundo inteligible.11
Pero, como alegoría que es, no tiene perfecta correspondencia con el pensamiento de
Platón. Por ejemplo, el personaje es continuamente obligado a ascender en los
grados de conocimiento porque, como dice el propio Platón al terminar de narrar la
alegoría, el saber es costoso y no suele hacerse de buena gana,15 mientras que más
adelante, ya terminado el mito, Platón señala que no es deseable usar la fuerza
para que los niños aprendan.16
En la política platónica no hay tal obligación externa encaminada a que los hombres
asciendan en los grados de conocimiento, nadie ha de ser arrastrado tal y como
narra la alegoría. Si acaso, la única obligación de la que habla Platón en su
política es de una obligación moral de todos los ciudadanos para que asuman con
responsabilidad el deber de educarse lo mejor que puedan conforme a su capacidad
por amor del mejor bien de la polis. Un bien que consiste en ser dirigida
rectamente, es decir, conforme a razón.
Los propios alumnos, guiados por maestros mediante el uso de la dialéctica, irán
alcanzando por sí solos los distintos grados de conocimiento hasta el límite que la
capacidad de cada uno de ellos determine.
Con todo, Platón es consciente de que muy pocos son capaces de llegar al más alto
grado de conocimiento. Ello le llevará a proponer que también han de desempeñar la
función de gobernar, en un gobierno que es temporal y rotatorio, los que más hayan
accedido al mundo inteligible por medio del pensamiento.18 El motivo de la rotación
es limitar en el tiempo la función de gobernar para no hacer más gravosa aun la
obligación de desatender el estudio y contemplación de las esencias al hacerla
perdurar excesivamente en el tiempo.
Interpretaciones exotéricas
Como a casi todo texto alegórico, a la alegoría de la caverna no le faltan
interpretaciones que han sido dadas al margen de la que le dio su autor en la
Academia. El motivo principal que lo causa es el hecho de que casi toda la obra de
Platón conservada19 es de carácter exotérico, es decir, destinada a los no miembros
de la Academia y por tanto accesible al gran público. Esto determinó que Platón
dotara a su obra de una extraordinaria belleza literaria por las imágenes
propuestas, pero con poca precisión conceptual en muchas de sus partes. El quedarse
solo en la lectura de la alegoría sin atender a las explicaciones que de él nos dio
su autor ha dado lugar a todo tipo de interpretaciones.20
Véase también
Idea de bien
Platón
Solipsismo
Teoría de la reminiscencia
Referencias
Cfr. Caverna de Platón. Diccionario de filosofía. Dtor: Ferrater Mora (1979)
Platón. Fedro. 254e y ss.
Cfr. Platón. República. 514a.
Op. Cit. 514a - 517a.
Platón. República 516b. Madrid: CEPC (1998). Traducción de José Manuel Pabón y
Manuel Fernández-Galiano.
Op. Cit. 517a.
Op. Cit 514a. Traducción de José Manuel Pabón y Manuel Fernández-Galiano.
Esta palabra será creada unos años más tarde de la muerte de Platón, pero, dado
que nos estamos refiriendo al mismo tipo de saber al que Teofrasto nombró por
primera vez, es corriente este uso anacrónico.
Cfr. República 517a - c. También en Ibid 532a - b.
La idea de Bien está completamente desprovista de todo sentido ético, para el
mundo griego el bien estaba referido a lo metafísico-teleológico, en términos
actuales sería equivalente a lo útil. Cfr. en GUTHRIE. Historia de la Filosofía
Griega. Madrid: Gredos (1990), Vol. IV, pág. 497 y ss.
Cfr. Jaeger. Paideia. Madrid: FCE (2004) pág. 693
En realidad no todo era mudable, Heráclito halló un principio que todo lo regía,
con lo que no se distanciaría tanto de la epistemología parmenidea.
Ninguno es falso, sino más o menos válidos.
Cfr. República 511d - e. También en 533a y ss.
Cfr. Ibid 517b.
Cfr. Ibid 537a.
Cfr. Ibid 540b.
Cfr. Jaeger. Paideia. Madrid: FCE (2004) pág. 665.
La excepción son sus cartas conservadas.
Véase supra el ejemplo dado en La política subyacente en la alegoría