El documento resume la influencia del positivismo de Eugenio María de Hostos en Latinoamérica, destacando que adoptó una versión "sui generis" del positivismo que enfatizaba la capacidad creativa y el progreso humanos. También describe brevemente la intervención estadounidense en la República Dominicana de 1916 a 1924 y sus efectos culturales, incluida la adopción de costumbres estadounidenses y un mayor liberalismo social.
0 calificaciones0% encontró este documento útil (0 votos)
48 vistas4 páginas
El documento resume la influencia del positivismo de Eugenio María de Hostos en Latinoamérica, destacando que adoptó una versión "sui generis" del positivismo que enfatizaba la capacidad creativa y el progreso humanos. También describe brevemente la intervención estadounidense en la República Dominicana de 1916 a 1924 y sus efectos culturales, incluida la adopción de costumbres estadounidenses y un mayor liberalismo social.
Descripción original:
Título original
Causas y Consecuencias del positivismo y la intervencion norteamericana 1916-1924
El documento resume la influencia del positivismo de Eugenio María de Hostos en Latinoamérica, destacando que adoptó una versión "sui generis" del positivismo que enfatizaba la capacidad creativa y el progreso humanos. También describe brevemente la intervención estadounidense en la República Dominicana de 1916 a 1924 y sus efectos culturales, incluida la adopción de costumbres estadounidenses y un mayor liberalismo social.
El documento resume la influencia del positivismo de Eugenio María de Hostos en Latinoamérica, destacando que adoptó una versión "sui generis" del positivismo que enfatizaba la capacidad creativa y el progreso humanos. También describe brevemente la intervención estadounidense en la República Dominicana de 1916 a 1924 y sus efectos culturales, incluida la adopción de costumbres estadounidenses y un mayor liberalismo social.
Descargue como ODT, PDF, TXT o lea en línea desde Scribd
Descargar como odt, pdf o txt
Está en la página 1de 4
Nombres: Yenifer Carolina Apellidos: Medina Pérez
Matricula: 1-20-3548 Profesor: Bienvenido Jiménez
Materia: Historia y Cultura Dom. Sección: SOC-210-003
Incidencia del racionalismo positivista de Eugenio María de Hostos
El positivismo fue asumido y cultivado en Latinoamérica de forma sui generis como una filosofía optimista llena de confianza en el hombre, en la capacidad creativa de su pensamiento, en la cultura, la educación, la ciencia, el progreso y el desarrollo industrial. Aliado al liberalismo y a la defensa de la democracia sus ideas resultaban muy avanzadas para los países latinoamericanos, recién liberados en su mayoría del colonialismo español y enfrascados entonces en profundas luchas entre las oligarquías retrogradas y la naciente burguesía nacional. Las ideas filosóficas y educativas de Hostos ponen de manifiesto la riqueza alcanzada por el pensamiento latinoamericano en el siglo XIX que aunque compartió algunas posiciones con el krausismo y el positivismo no se dejó arrastrar de forma unilateral por estas corrientes y supo aprovechar los elementos de valor contenidos especialmente en el positivismo que supo asumir de modo sui generis como la mayoría de los intelectuales latinoamericanos de esa época que se identificaron con él en correspondencia con una praxis educativa y política beneficiosa a los pueblos de América Latina. Causas - El positivismo surgió como manera de legitimar el estudio científico naturalista del ser humano, tanto individual como colectivamente. - Acelerar el proceso de completamiento de la malograda ¨modernidad latinoamericana.¨ Consecuencias - Organizó ideológicamente las nacientes democracias liberales sobre la base de u orden racional y moderno. - Hostos completó la idea de Comte de que «hay fuerzas naturales en la humanidad que se traducen por actos físicos, intelectuales y morales» que, como la materia, son indestructibles y «de lo que se trata, pues es de interpretarlas y de dirigirlas con arreglo a su destino fatal y social». - Ligada como está a la moral, Hostos también hace una síntesis, parte de la doble etimología que tiene la palabra Educación (conducir de adentro hacia afuera, además de nutrir) dándole sentido a su doble finalidad individual y social, la «excelsa plenitud de la naturaleza humana» con su propósito antillanista y latinoamericanista «de formar una patria entera con los fragmentos de patria que tenemos los hijos de estos suelos». Este concepto de educación no es puramente racional. Hostos señala que los recursos de la pedagogía son tres: educación de los sentidos, la razón y la voluntad.
La intervención norteamericana de 1916-24 y sus manifestaciones
culturales Desde finales del siglo XIX, la República Dominicana estaba comprometida con Estados Unidos. No sólo por las deudas económicas sino por las inversiones que estos tenían en el país. A principios del siglo XX, debido al incumplimiento de los pagos, la República Dominicana se vio obligada a renegociar la deuda externa firmando varios acuerdos de pago con Estados Unidos. El más importante de estos acuerdos fue la Convención Dominico-americana de 1907. En este pacto, Estados Unidos exigía el cese de las luchas entre los caudillos dominicanos, de no cumplirse este acuerdo, ellos ocuparían militarmente la República Dominicana. Este requerimiento se debió a que los caudillos usaban los fondos para comprar armamentos y sofocar las rebeliones, quedándose sin fondos para cumplir con los acuerdos económicos contraídos con Estados Unidos. Luego de la firma de este convenio las luchas caudillistas menguaron y no fue, sino hasta el año 1911 y tras la muerte del presidente Ramón Cáceres, que estas surgen nuevamente en búsqueda del poder, ocasionando una gran inestabilidad política en la República Dominicana, llegando a tener más de 6 presidentes en 5 años. De igual forma esta inestabilidad afectó los intereses de los Estados Unidos, así como el incumplimiento de la convención Dominico-americana y lo estipulado en la misma, lo que generó la intervención militar en el territorio dominicano en el año 1916. Durante esta intervención, los Estados Unidos toman el control total de la República Dominicana efectuando cambios en los ámbitos económicos, políticos y sociales, como: - La censura de la prensa - El desarme de la población - El establecimiento de la educación primaria obligatoria y gratuita. - La creación de la guardia nacional. - La creación de la secretaria de salud, estado y beneficencia. Mientras sucedían estos cambios, la República Dominicana siguió exportando artículos como café, cacao y principalmente azúcar, ya que eran productos muy demandados por los países europeos debido a la Primera Guerra Mundial. Esto ocasionó que en el año 1920 surgiera un período de gran auge económico al cual se le llamó “danza de los millones”. El dinero obtenido en este período, lo utilizaron en procesos de urbanización y modernización de algunos pueblos dominicanos como Santiago, La Vega, San Pedro de Macorís y Puerto Plata. Este período de auge duró sólo un año debido a que los precios de los productos exportados cayeron estrepitosamente a causa de la finalización de la Primera Guerra Mundial, sumergiendo al país en una nueva crisis económica debido a la expansión de obras de infraestructura; ante esta situación, Estados Unidos firma nuevos acuerdos de préstamo elevando la deuda dominicana. Esta firma de nuevos acuerdos, ocasionó un gran descontento en los dominicanos, quienes no dudaron en demostrarse por medio de protestas silenciosas donde cubrían las banderas dominicanas con paños negros en señal de luto insurrecciones armadas, y, campañas de denuncias internacionales a las violaciones de los derechos humanos. Esta situación de inconformidad se mantuvo hasta el año 1922, cuando la República Dominicana y los Estados Unidos firman un nuevo acuerdo llamado el plan Hughes- Peynado. En éste se establecieron las bases para la retirada de las tropas estadounidenses. Como condición debía instaurarse un presidente provisional hasta la celebración de las elecciones libres. No fue, sino dos años más tarde en 1924, que se celebraron las elecciones, resultando como ganador Horacio Vásquez, dando así inicio a la desocupación del territorio dominicano por parte de los Estados Unidos. Manifestaciones culturales - A partir de la ocupación militar americana de 1916, la población urbana y la campesina iniciaron un proceso de acercamiento y de integración cultural y o extraño se fue haciendo parte de la identidad nacional, afirma el investigador. - Comenzaron a deleitarse tomando copas de “crema de menta”, y competían en algunos juegos para obtener besos como premios, y comían “pickleys” y carne en latas, brindaban el té, jugaban “take and put”, bailan “fox trots” y “one-step”, al compás de una pianola eléctrica o una victrola, mientras tomaban whisky y se contorsionaban al ritmo del baile conocido como “shimmy”. - La gente joven y las mujeres adquirieron costumbres más independientes y la obsesión del dinero como elemento determinante del valor del individuo se apoderó no sólo de las clases encumbradas sino de gran parte de las otras radicadas en las zonas urbanas”, - La sociedad se hizo más liberal y se inició el rompimiento con el conservadurismo social. Como consecuencia de esto, comenzaron a publicarse revistas, como El Grafico y Cromos, en las que aparecían a páginas completas imágenes de mujeres totalmente desnudas, fotografías que hoy podrían ser tenidas como pornográficas, mientras que lugares exclusivos, como el “Club Unión”, centro de diversión por excelencia de la aristocracia dominicana, abrió sus puertas al merengue y el bongó, al güiro, la maraca, la rumba y la guaracha, que a decir de Gimbernard “acechaban en espera de la oportunidad de su invasión”. - Bajo el influjo de los norteamericanos surgieron establecimientos en los que se reunían las familias más adineradas, como lo fue el “Santo Domingo Country Club” abierto en 1920. - En cuanto a la religión, hasta muy entrado el siglo XIX, el pueblo dominicano fue de tradición cristiana católica, pero, dijo Ramos, con la presencia americana se incrementaron las religiones protestantes. - En 1922 fue instalada la primera iglesia adventista de la República Dominicana, ubicada en la ciudad de Santo Domingo en la intersección de las calles Mercedes con Sánchez.