Der 089
Der 089
Der 089
FUNDAMENTAL PARA LA
FLEXIBILIZACIÓN DE LA
CONGRUENCIA CAUSAL DE LA
PRETENSIÓN DE DESPIDO NULO
DENTRO DEL NUEVO PROCESO
ORDINARIO LABORAL
Marjorie de Fátima Serra-Landívar
Piura, noviembre de 2016
FACULTAD DE DERECHO
Área Departamental de Derecho
UNIVERSIDAD DE PIURA
FACULTAD DE DERECHO
Tesis para optar el Título de Abogado
2016
3
4
APROBACIÓN
_______________________
Directora de Tesis
5
6
DEDICATORIA
7
8
ÍNDICE
INTRODUCCIÓN ................................................................................... 1
9
CAPÍTULO II. EL NUEVO PROCESO LABORAL DENTRO
DE LA NLPT: LA VÍA DEL PROCESO ORDINARIO PARA
LA TRAMITACIÓN DE LA PRETENSIÓN DE NULIDAD
DE DESPIDO .........................................................................................39
2.1. Breve panorama de la Nueva Ley Procesal de Trabajo
Principales ......................................................................................42
2.2. El proceso ordinario laboral como vía procedimental típica
para el trámite de la pretensión de despido nulo ............................44
2.2.1. Procedimiento del proceso laboral ordinario ......................47
a) Presentación de la demanda ................................................47
b) Admisión y emplazamiento ................................................47
c) Audiencia de conciliación...................................................50
d) Audiencia de juzgamiento ..................................................57
10
CAPÍTULO IV. HACIA UNA FLEXIBILIZACIÓN DE LA
CONGRUENCIA CAUSAL EN EL PROCESO DE DESPIDO
NULO: ALCANCE Y LÍMITES ...................................................... 103
4.1. Modificación y/o ampliación de la demanda de despido nulo ..... 104
4.1.1. La modificación del elemento fáctico de la pretensión
y la preclusión de la prueba .............................................. 111
4.2. La influencia de los principios procesales sobre los hechos
dentro del proceso laboral ............................................................ 116
4.2.1. El principio dispositivo .................................................... 118
4.2.2. El principio de congruencia procesal ............................... 127
4.2.2.1. Tipos de incongruencia ....................................... 132
a) Incongruencia subjetiva .............................. 133
b) Incongruencia objetiva ................................ 134
c) Incongruencia causal ................................... 139
4.2.3. Principio de veracidad y su materialización dentro del
proceso laboral ................................................................. 146
a) Principio de sencillez ................................................ 149
b) Principios de oralidad y de inmediación ................... 151
b.1. El principio de oralidad ...................................... 151
b.2. El principio de inmediación ............................... 153
c) Los poderes de dirección del juez ............................ 156
4.3. Hacia una flexibilización de la congruencia sobre la causa de
pedir de la pretensión de despido nulo: primacía de lo oral
sobre lo escrito ............................................................................. 160
4.3.1. Flexibilización de la congruencia en el proceso judicial ... 161
4.3.2. Flexibilización de la congruencia sobre los hechos de
la causa de pedir de la pretensión de despido nulo .......... 169
4.3.2.1 La prevalencia de lo oral sobre lo escrito como
instrumento para la flexibilización ................................... 173
A.- Durante la confrontación de posiciones .................... 176
B.- Durante la actuación probatoria ................................ 188
11
INTRODUCCIÓN
1
equivocada. Sin embargo, la aplicación del principio de iura novit curia
siempre tendrá como límite otro principio, el de congruencia procesal, en
mérito del cual el juez en su pronunciamiento no podrá ir más allá de los
hechos afirmados por las partes. Por tanto, al momento de emitir su
sentencia el juez deberá atenerse a los hechos que constituyen la causa
petendi de la pretensión de despido nulo; no pudiendo conceder la
pretensión de nulidad por una causa de pedir distinta a aquella.
2
de la Ley N° 29497 al ordenamiento procesal peruano. Así como también
se tratará sobre la nueva estructura del proceso ordinario laboral en tanto
vía procedimental por excelencia para la tramitación de la pretensión de
despido nulo.
3
Las fuentes bibliográficas de las que nos hemos valido para
elaborar la presente investigación provienen tanto de estudios
doctrinarios (monografías y artículos) nacionales como internacionales,
no solo en materia laboral y procesal laboral, sino también en procesal
civil. Así como de la jurisprudencia emitida por nuestra Corte Suprema
de la República y del Tribunal Constitucional.
En cuanto a las dificultades con las que nos hemos encontrado éstas
han sido de lo más diversas, empezando por el hecho que la Ley N°
29497 tiene muy poco tiempo de existencia en nuestro ordenamiento
jurídico y todavía no se encuentra vigente en muchos Distritos judiciales
del país. Por lo que, se está ante una norma que, si bien ha sido estudiada
y comentada por procesalistas peruanos destacados, este estudio aún se
mantiene a un nivel superficial, a más que la doctrina y jurisprudencia no
es unánime en cuanto al tratamiento de algunos vacíos o deficiencias de
las que adolece la nueva ley procesal. De otro lado, al analizar conceptos
básicos y fundamentales del Derecho procesal como la pretensión no
hemos logrado encontrar alguna fuente que tratara propiamente sobre la
pretensión de despido nulo. En otras palabras, no se ha encontrado algún
tratado o estudio en material procesal laboral en donde se haya
desarrollado la pretensión dentro del proceso laboral, y más
concretamente la pretensión de despido nulo. Por lo que, para esta parte
de nuestra tesis se hubo de recurrir a la doctrina procesal civil y trasladar
los conceptos al específico ámbito del proceso laboral. Lo mismo ha
ocurrido con otros institutos jurídicos, que adquieren características
distintas en el proceso laboral a las que toman en el contexto del proceso
civil. Pero sobretodo nuestra mayor dificultad se ha presentado en el
estudio de la flexibilización de la congruencia dentro del proceso judicial,
pues las investigaciones en esta materia son muy escasas y poco
exhaustivas, tanto en la doctrina nacional como internacional, más aún
para el caso del proceso laboral. En tal sentido, sobre la flexibilización
del principio de congruencia procesal solo se ha podido encontrar
estudios en relación al petitorio de la pretensión (petitorio implícito) pero
ninguno referido a los hechos que constituyen la causa de pedir de la
pretensión de despido nulo. De forma tal que, para la construcción teórica
de la flexibilización causal se ha recurrido a investigaciones genéricas
sobre la flexibilización de la congruencia en el ámbito procesal civil, así
como a razonamientos lógicos, instituciones básicas del Derecho laboral
y a los principios procesales sobre los que se asienta el nuevo proceso
laboral.
4
En consecuencia, con la presente tesis esperamos aportar una nueva
visión dentro del Derecho procesal laboral peruano para la aplicación por
parte del juez de excepciones o flexibilizaciones en la sentencia, no solo
en cuanto al petitorio de la pretensión –como es lo más común- sino
también en relación a los hechos de la pretensión. Sobre todo porque el
modelo de proceso construido por la Ley N° 29497 se asienta sobre la
oralidad, la cual cumple un rol fundamental para una reconstrucción
veraz de los hechos. No obstante, dicha flexibilización siempre habrá de
hacerse respetando la garantía del debido proceso. Asimismo, aspiramos
a incentivar a la comunidad jurídica a realizar un estudio más profundo
de este fenómeno jurídico para así convertir al proceso laboral en un
instrumento no solo para la resolución de conflictos sino para el logro de
una justicia social a través de una sentencia más ajustada a la verdad de
los hechos.
5
6
CAPÍTULO I.
EL DESPIDO NULO EN LA LEGISLACIÓN PERUANA
1
MONTOYA MELGAR, Alfredo. Derecho del Trabajo. 30ª ed. Madrid: Tecnos, 2009.
pp. 469- 470. QUISPE CHÁVEZ, Gustavo. “El despido en la normativa laboral y su
7
Se han desarrollado dos interpretaciones o nociones de la palabra
DESPIDO: en sentido estricto o restringido y en sentido amplio. La primera
de ellas define al despido como la extinción de la relación laboral por
voluntad unilateral del empleador debido al incumplimiento contractual o
falta grave imputable al trabajador; noción que describe propiamente al
llamado despido disciplinario. Por su parte, en un sentido amplio, el
despido simplemente se define como la extinción de la relación laboral
por voluntad unilateral del empleador; es decir, se considera como
despido cualquier causa de extinción o cesación de la relación laboral que
tenga su origen en la decisión unilateral del empleador, sin importar si
dicha causa es imputable o atribuible al trabajador. Así pues, dentro de la
noción amplia no solo se considera como despido la resolución del
contrato laboral por causas imputables al trabajador (despido
disciplinario) sino también su terminación por causas ajenas a su
voluntad, como económicas, tecnológicas u otras similares (despido
colectivo). De modo que, el despido entendido en sentido amplio sería el
género, mientras que el despido en sentido restringido sería una especie
dentro de aquel2, puesto que el primero abarca cualquier causa que
extinga la relación laboral por decisión unilateral del empleador, sea de
forma individual o colectiva.
8
Esto significa que para que se pueda poner fin a la relación laboral no
basta una decisión unilateral del empleador sino que ésta debe ser
complementada con el acuerdo o autorización de un tercero, que pueden
ser de los trabajadores o de la Autoridad Administrativa. Pero para el
sector de la doctrina partidaria de una noción amplia de despido, la
terminación del contrato laboral por causas objetivas sí se encuentra
dentro de los supuestos de despido, ya que dependerá –finalmente- de la
voluntad del empleador invocar o no cualquiera de las causas para
extinguir la relación laboral3. Con todo, si bien la extinción colectiva de
las relaciones laborales por causas objetivas se produce solamente si así
lo decide el empleador, pues la sola aparición de una causa de orden
económico, tecnológico u otra semejante no produce la extinción del
contrato si ésta no es invocada por el empleador; no deja de ser cierto
también que para que se produzca un despido válido es necesario contar
con la autorización de la Autoridad administrativa de trabajo.
3
ARCE ORTÍZ, Elmer. La nulidad del despido lesivo de derechos constitucionales. 2a
ed. Lima: Pontificia Universidad Católica del Perú, Fondo Editorial, 2006. p. 45.
Sostiene Blancas Bustamante que en los supuestos de terminación de la relación laboral
por causas objetivas el hecho que la sola voluntad del empleador no sea suficiente para
extinguirla - por requerirse la previa aprobación de una autoridad- no establece una
diferencia sustancial con el despido individual, en tanto que aprobado el despido la
terminación del contrato depende únicamente de lo que el empleador decida.
BLANCAS BUSTAMANTE, Carlos. El despido… Op. cit. p. 56
4
BLANCAS BUSTAMANTE, Carlos. El despido… Op. cit. pp. 50-58.
9
aun cuando se asuma una noción amplia de despido, necesariamente debe
diferenciarse entre el despido individual y el despido colectivo puesto
que, si bien en ambos casos se pone fin a la relación laboral por voluntad
unilateral del empleador, las causales de extinción, el procedimiento para
el despido, la vía de impugnación judicial, entre otros, no son los mismos
en uno y otro caso.
10
ratificado el Protocolo de San Salvador mediante Resolución
Legislativa N° 26448, de 28 de abril de 1995, sino que también ha
recogido expresamente este derecho en el artículo 22° de la
Constitución Política de 1993.
5
BLANCAS BUSTAMANTE, Carlos. “Flexiseguridad, derecho al trabajo y estabilidad
laboral”. Derecho PUCP [en línea]. N° 68. Lima: Revista de la Facultad de Derecho,
2012. p. 392. Disponible en: http://revistas.pucp.edu.pe/index.php/derechopucp/
article/view/2839/2768. Consultado el 17 de septiembre 2015. También Sentencia Nº
22/1981, emitida por el Tribunal Constitucional – Pleno español, de fecha 02 de julio de
1981. Disponible en: http://tc.vlex.es/vid/14-9-53-35-as-ma-29-15034928. Consultado
el 17 de septiembre de 2015. Esta interpretación del contenido esencial del derecho al
trabajo también ha sido recogida por nuestro Tribunal Constitucional en la Sentencia
recaída dentro del Expediente N° 1124-2001-AA/TC, de fecha 11 de julio de 2002,
seguido por el Sindicato Unitario de Trabajadores de Telefónica del Perú S.A. y la
Federación de Trabajadores de Telefónica del Perú (FETRATEL) contra las empresas
Telefónica del Perú S.A.A. y Telefónica Perú Holding S.A. Véase en:
http://www.tc.gob.pe/jurisprudencia/2002/01124-2001-AA.html. Consultado el 18 de
septiembre de 2015.
11
Entonces, la exigencia de causa justa para la validez del
despido se desprende de uno de los aspectos individuales del
contenido esencial del derecho al trabajo, específicamente, del
derecho a la estabilidad laboral. Dicho de otro modo, el derecho al
trabajo en cuanto derecho del trabajador a continuar en el empleo
exige al empleador el tener que invocar una causa justa para
privarle de él. La causa justa se constituye pues en el elemento que
convierte al despido en un acto legítimo. Contrario sensu, el
despido ad nutum o incausado se proscribe por ser un acto
arbitrario6.
6
BLANCAS BUSTAMANTE, Carlos. “Flexiseguridad …”. Op. cit. pp. 392-393.
Véase también BLANCAS BUSTAMANTE, Carlos. El despido… Op .cit. p. 64.
7
BLANCAS BUSTAMANTE, Carlos. El despido… Op. cit. pp. 113-120.
12
Salvador (Art. 7° literal d) con el mismo rango de un derecho
constitucional, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 55° y
la Cuarta Disposición Final y Transitoria de la Constitución
vigente.
13
Es por eso que se dijo anteriormente que en la legislación
laboral peruana se acoge una noción estricta de despido8. Es decir
que, solamente se considera como despido la extinción de la
relación laboral por decisión unilateral del empleador motivada en
causas imputables al trabajador. Esto se termina de corroborar de
una mirada al artículo 16 ° de la LPCL, en la medida que esta
disposición jurídica considera como de extinción del contrato de
trabajo, por un lado, el despido; y por otro, la “terminación de la
relación laboral por causa objetiva”, que no es otra cosa que el
despido colectivo.
8
En realidad nuestro ordenamiento laboral empieza a asumir una noción restringida del
despido desde la Ley de Fomento del Empleo, aprobada por Decreto Legislativo N°
728, rompiéndose con ello la “unidad conceptual del despido” que se venía adoptando
en los anteriores modelos normativos. Así, con la LFE se produce la “reformulación del
concepto de despido”, considerándose como tal únicamente la extinción de la relación
laboral por causa referida a la conducta del trabajador o a su capacidad; excluyendo de
dicha noción a todos los demás supuestos de extinción de la relación laboral originados
en la voluntad unilateral del empleador. Es decir, se deja fuera del concepto de despido
al denominado “despido colectivo”. Vid. ARCE ORTÍZ, Elmer. Op. cit. pp.37-45.
BLANCAS BUSTAMANTE, Carlos. El despido… Op. cit. pp. 103-107.
9
QUISPE CHÁVEZ, Gustavo. “El despido…” Op. cit. p. 14- 50.
10
QUISPE CHÁVEZ, Gustavo. “El despido….” Op. cit. pp. 16-17.
14
su vez- puede formular sus descargos ante la causal atribuida.
Solamente en caso los descargos no se presenten o no sean
suficientes para desvirtuar la falta imputada, el empleador puede
proceder al despido.
11
Sobre las clases de estabilidad laboral véase FERRO DELGADO, Víctor. “La
protección frente al despido en la evolución de la jurisprudencia del Tribunal
Constitucional”. Derecho PUCP [en línea]. N° 68. Lima: Revista de la Facultad de
Derecho, 2012. pp. 473-475. Disponible en: http://revistas.pucp.edu.pe/index.php/
derechopucp/article/view/2843/2772. Consultado el 28 de agosto de 2015. FERRO
DELGADO, VÍCTOR. “El despido arbitrario y el despido nulo”. Themis: Revista de
Derecho. N° 34. Lima: Pontificia Universidad Católica del Perú, 1996. pp. 47-49.
TOYAMA MIYAGUSUKU, Jorge. Los contratos de trabajo y otras instituciones del
derecho laboral. Lima: Gaceta Jurídica, 2008. pp.464- 466. Sobre los modelos de
estabilidad laboral de otros países puede verse también ZEGARRA GARNICA,
Federico. “La estabilidad laboral”. Derecho PUCP [en línea]. N° 40. Lima: Revista de
la Facultad de Derecho, 1986. pp. 309-328. Disponible en: http://revistas.pucp.edu.pe
/index.php/derechopucp/article/view/6274. Consultado el 28 de septiembre 2015.
ROJAS MIÑO, Irene. “La indemnización por término de contrato de trabajo:
instrumento de protección ante el despido”. Revista Ius Et Praxis [en línea]. Vol. 20. N°
01. Chile: Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad de Talca, 2014.
pp. 91-122. Disponible en: http://www.revistaiepraxis.cl/index.php/iepraxis/
article/view/7/5. Consultado el 16 de noviembre de 2015.
12
Dentro del término “despido arbitrario” se pueden comprender distintos supuestos,
tales como: i) el despido realizado por una causal no prevista en la ley, ii) el despido
realizado sin invocación de causa justa ni cumplimiento del procedimiento previo para
despedir (conocido también como despido de hecho), iii) el despido con notificación de
carta de despido al trabajador pero realizado sin expresión de causa (que sólo señala
fecha de cese sin el motivo del despido) iv) el despido realizado sin cumplir con las
formalidades establecidas por la ley, v) el despido realizado por una causal prevista en
la ley, cumplimiento con las formalidades establecidas, pero que no se logra demostrar
15
Sin embargo, desde hace varios años el Tribunal
Constitucional ha venido emitiendo diversos pronunciamientos en
materia de despido a través de los cuales ha creado otras variantes
de despido distintas a las previstas por la LPCL, entre los que
destacan el despido incausado y el despido fraudulento13. Este
desarrollo jurisprudencial del TC ha supuesto una modificación
radical del sistema de protección previsto para el despido arbitrario
por la LPCL. En otras palabras, la creación de nuevas modalidades
de despido por vía constitucional ha modificado el mecanismo de
protección dispuesto por la LPCL para el despido considerado
como arbitrario, debido a que ha extendido la tutela restitutoria -en
el la vía jurisdiccional ordinaria- a supuestos de despido arbitrario
para los que la LPCL solamente ha previsto el pago de una
indemnización. Lo que ha sido objeto de una vasta discusión
doctrinal14.
en juicio o que, en todo caso, no es de tal magnitud que hubiera configurado una falta
grave; entre otros que puedan materializarse en los hechos. TOYAMA
MIYAGUSUKU, Jorge. Instituciones del derecho laboral. Lima: Gaceta Jurídica,
2004. pp. 466-467. Véase también PAREDES VEREAU, María José [et al.]. El despido
laboral: despido nulo, arbitrario, incausado y fraudulento. ALVA LÓPEZ, Noelia
(coord.). Lima: Gaceta Jurídica, 2014. pp. 91-114.
13
Véase STC recaída en el Expediente N° 976- 2001- AA/TC (conocida como caso
Eusebio Llanos Huasco), del 13 de marzo de 2003. También STC N° 0206- 2005-
PA/TC (conocido como Caso Cesar Baylón Flores), del 28 de noviembre de 2005.
14
Sobre el régimen de protección sustantivo y procesal contra el despido construido por
el TC. Vid. TOYAMA MIYAGUSUKU, Jorge. Op. cit. pp. 537-538. Cfr. BLANCAS
BUSTAMANTE, Carlos. El despido… Op. cit. pp. 374-379.
16
1.2. El despido nulo.
15
Vid. BLANCAS BUSTAMANTE, Carlos. El despido… Op. cit. pp. 277-279.
QUISPE CHAVEZ, Gustavo. “El despido en la normativa laboral …” Op. cit. p. 58.
17
bien ha optado por una enumeración taxativa o numerus clausus de los
motivos ilícitos que originan la nulidad del despido. Dichos supuestos se
encuentran taxativamente regulados en el Art. 29° de la LPCL16. A las
causales de nulidad previstas en la norma laboral ha de incorporarse dos
causales adicionales recogidas una de ellas en el Art. 6° de la Ley N°
26626, sobre la lucha contra el VIH, y la otra en el numeral 2) del Art.
31° de la Ley N° 27050, Ley General de la persona con discapacidad.
16
“El análisis de los motivos que la LPCL (Art. 29°) proscribe como causa del despido,
revela que estos entrañan conductas del empleador lesivas a determinados derechos
constitucionales del trabajador, tales como la libertad sindical, el derecho a no ser
discriminado, y el derecho a la tutela jurisdiccional. En tal sentido, el fundamento
último de la nulidad del despido, radica en la lesión a los derechos constitucionales del
trabajador que se materializa por la vía del despido, aun cuando el efecto concreto de la
enumeración legal consista en reservar la declaración de nulidad únicamente a la lesión
de los derechos constitucionales comprendidos en ella, excluyendo, por tanto, que ésta
pueda extenderse, en forma general, a toda violación de los derechos fundamentales que
opere efectivamente como motivo real del despido”. BLANCAS BUSTAMANTE,
Carlos. El despido… Op. cit. p. 280-292 y 317-318.
17
Vid. TOYAMA MIYAGUSUKU, Jorge. Los contratos de trabajo … Op. cit. p. 508.
BLANCAS BUSTAMANTE, Carlos. El despido… Op. cit. pp. 317-323. Véase también
ARCE ORTÍZ, Elmer. La nulidad del despido lesivo de derechos constitucionales. 3ra
ed. Lima: UBI LEX ASESORES, 2015. pp. 127-130.
18
despido nulo dentro de la vía ordinaria laboral, debe sustentar su
demanda necesariamente en alguno de los supuestos numerus clausus
establecidos por el Art. 29° de la LPCL, al ser estas causales las únicas
por las cuales el juez puede ordenar la reincorporación de trabajador en
su puesto habitual de trabajo.
19
en su puesto de trabajo, toda vez que su despido inconstitucional no
puede desplegar efectos jurídicos por ser nulo”18.
Para exponer las causales que dan origen a que el despido sea
considerado nulo seguiremos el esquema desarrollado por el jurista
BLANCAS BUSTAMANTE19, que agrupa en cuatro (4) los supuestos
de nulidad de despido: i) la discriminación antisindical, ii) la
discriminación por razón de sexo, raza, religión, opinión o idioma,
iii) el estado de embarazo y, finalmente, iv) el ejercicio del derecho
a la tutela jurisdiccional.
18
ARCE ORTÍZ, Elmer. La nulidad del despido… Op. cit. 3ra ed. pp. 129-130. Existen
sentencias en las que reconoce la posibilidad de otorgar una tutela restitutoria en casos
donde el despido se ha producido con lesión de derechos fundamentales distintos a los
que se encuentran recogidos en el Art. 29 de la LPCL. Surgen así dentro de la
jurisprudencia constitucional los llamados despidos vulneratorios de derechos
constitucionales. Que son despidos que por su afectación a derechos fundamentales son
declarados inconstitucionales, con la consiguiente reposición en el empleo. Vid.
MESINAS MONTERO, Federico. “El despido en la jurisprudencia del Tribunal
Constitucional: Análisis de los supuestos de despido inconstitucional”. En: QUISPE
CHAVEZ, Gustavo y MESINAS MONTERO, Federico. El despido en la
jurisprudencia judicial y constitucional. pp. 130-134.
19
Vid. BLANCAS BUSTAMANTE, Carlos. El despido… Op. cit. pp. 293-317. Sobre
las causales de nulidad y su desarrollo véase también ARCE ORTÍZ, Elmer. Op. cit. pp.
134 -172. QUISPE CHÁVEZ, Gustavo. “El despido…” Op. cit. pp. 62-79.
20
Ambas causales de nulidad tienen su sustento en la
necesidad de proteger la libertad sindical a la que tiene
derecho todo trabajador. Este derecho no solo ha sido
recogido en el inciso 1) del Artículo 28° de nuestra
Constitución sino también ha sido reconocido en números
instrumentos internacionales sobre Derechos humanos de los
que el Perú es parte, tales como la Declaración Universal de
los Derechos del Humanos, la Convención Americana sobre
Derechos Humanos, el Protocolo de San Salvador, los
Convenios OIT N° 87 y N° 9820. Así pues, por ejemplo, el
artículo 1° del Convenios OIT N° 98 establece que los
trabajadores deben gozar de una protección adecuada contra
cualquier acto de discriminación que tienda a menoscabar la
libertad sindical en relación con su empleo. Especialmente,
cuando estos actos tengan por objeto condicionar el empleo
del trabajador a su no afiliación o a su desafiliación de un
sindicato; o cuando se despida o perjudique al trabajador por
su afiliación sindical o su participación en actividades
sindicales.
20
BLANCAS BUSTAMANTE, Carlos. El despido… Op. cit. p. 293.
21
Ibídem. pp. 293-294.
21
La causal de nulidad recogida en el inciso a) del Art.
29° de la LPCL protege dos manifestaciones del aspecto
individual de la libertad sindical: el derecho del trabajador a
afiliarse a un sindicato y el derecho a participar en las
actividades del mismo. Respecto al primero de ellos,
comprende no solo el derecho de afiliarse a un sindicato ya
existente en la empresa sino el derecho a constituir nuevas
organizaciones sindicales. En cuanto al derecho a participar
en las actividades sindicales, su protección es importante
porque es el objeto de la libertad sindical. Como indica la
doctrina, la actividad sindical es el resultado o la concreción
del ejercicio de la libertad sindical, tan es así que dicha
actividad puede existir sin necesidad de que exista una
organización sindical. Quiere decir que, la actividad sindical
puede ser practicada bien por un sindicato, bien por un
trabajador de forma individual, e incluso en sin la existencia
de un sindicato. De este modo, no solo importa el elemento
estático u organizativo del contenido del derecho a la libertad
sindical, consistente la constitución o afiliación a un
sindicato, sino también el elemento dinámico pues es éste el
que permite desarrollar acciones en tutela de los intereses del
trabajador. En consecuencia, la protección que brinda esta
causal de despido nulo alcanza a todo trabajador que sea
objeto de un despido motivado en la decisión del trabajador
de integrar o constituir un sindicado o por su participación en
actividades sindicales, sea o no dirigente o militante
sindical22.
22
ARCE ORTÍZ, Elmer. Op. cit. p. 151-158. BLANCAS BUSTAMANTE, Carlos. El
despido… Op. cit. pp. 295-296. Puede verse también a QUISPE CHÁVEZ, Gustavo.
“El despido…” Op. cit. pp. 62-65.
22
causal de nulidad se aplicara a aquellas personas que actúan
como representantes de los trabajadores pero que no son
miembros o forman parte de una organización sindical. Sin
embargo, esta interpretación extensiva del término
“representante de los trabajadores” no es posible, pues el
Reglamento del TUO de la LFE prevé en el último párrafo de
su Art. 46° que solo gozan de la protección frente al despido
nulo aquellas personas que “postulan, han sido elegidos o han
cesado en cargos que gozan del fuero sindical, conforme a
Ley” 23. En otras palabras, solo se protege contra el despido
nulo a aquellos que actúen o hayan actuado dentro de marco
de una organización sindical.
23
ARCE ORTÍZ, Elmer. Op. cit. pp. 159-161.
24
BLANCAS BUSTAMANTE, Carlos. El despido… Op. cit. pp. 297-302.
23
En conclusión, el supuesto previsto en el inciso b) del
Art. 29° de la LPCL no dota de una mayor protección o de
una protección reforzada al trabajador que ejerce una función
sindical en relación con cualquier otro trabajador
sindicalizado o no protegido a través del inciso a) de la norma
en comentario. Configurándose simplemente como un motivo
prohibido más específico que trae consigo la nulidad del
despido.
25
Ibídem. pp. 304-305.
24
materia de empleo” con la finalidad de eliminar cualquier
tipo de discriminación (artículo 2°).
26
La razón por la que la LPCL establece una lista cerrada de los motivos de
discriminación que son causal de nulidad de despido se debe al hecho que su texto
original es anterior a la vigencia de la Constitución de 1993 y la Constitución de 1979 al
regular el mandato de no discriminación lo hizo a través de una cláusula cerrada de
motivos discriminatorios. TOYAMA MIYAGUSUKU, Jorge y HUAMÁN ESTRADA,
Elmer. “La prueba del despido nulo en la Nueva Ley Procesal del Trabajo”. En: Revista
de Estudiantes Ita Ius Esto. 7a ed. Noviembre 2012. p. 54. Disponible en:
http://www.itaiusesto.com/la-prueba-del-despido-nulo-en-la-nueva-ley-procesal-del-
trabajo/. Consultado el 16 de Enero de 2016. Efectivamente, la Carta Magna de 1979, al
regular el mandato de no discriminación establecía en su Art. 2.2. el derecho de toda
persona “a la igualdad ante la ley, sin discriminación alguna por razón de sexo, raza,
religión, opinión e idioma”. Es de verse pues, que la Constitución de 1979 no establecía
una cláusula abierta de motivos discriminatorios como hoy lo establece la constitución
de 1993, sino más bien contemplaba una de tipo cerrada, que fue la que siguió el D.L.
728 (LFE), que posteriormente dio lugar al texto de la LPCL.
25
restringe sustancialmente el contenido del Art. 2.2. de la
Constitución al otorgar protección contra el despido nulo
únicamente frente a los supuestos de discriminación previstos
taxativamente en la ley, excluyendo a aquellos otros que -
aunque no hayan contemplados legalmente- han servido de
razón para despedir al trabajador.
27
La Casación N° 2386-2006-Callao, emitida por la Corte Suprema de Justicia de la
República, considera al despido por trato desigual como una causal de nulidad de
despido. Con esta sentencia la Corte Suprema “no ha roto el numerus clausus del
artículo 29 de la LPCL, sino que solamente destaca que esta cláusula no puede
interpretarse en forma limitada y, más bien, debe comprender todo supuesto de
discriminación carente de una justificación objetiva (…) En ese sentido, lo único que
hace esta sentencia es una reinterpretación del inciso d) del artículo 29 de la LPCL,
acorde con la vigente Constitución, lo cual de ningún modo rompe el carácter taxativo
de la referida norma (…)”. QUISPE CHAVEZ, Gustavo. “El despido…” Op. cit. pp. 58
y ss
28
Vid. ARCE ORTÍZ, Elmer. Op. cit. pp. 145-147. Además, FERRO DELGADO,
Víctor. “El despido arbitrario …” Op. cit. p. 54. QUISPE CHÁVEZ, Gustavo. “El
despido…” Op. cit. p. 54.
26
desconocido la dignidad de la persona, ésta no se restablezca
debido a que el acto discriminatorio no ha sido marcadamente
diferenciado o notoriamente desigual29.
29
ARCE ORTÍZ, Elmer. La nulidad del despido… Op. cit. 3ra ed. p. 137.
30
BLANCAS BUSTAMANTE, Carlos. El despido…. Op. cit. pp. 306-308. ARCE
ORTÍZ, Elmer. Op. cit. pp. 141-145. QUISPE CHÁVEZ, Gustavo. “El despido…” Op.
cit. pp. 69-70. Véase también NEVES MUJICA, Javier. Introducción al derecho del
trabajo. 2ª ed. Lima: PUCP, 2012. pp. 138-147.
27
determinante para el desempeño de sus tareas habituales.
Causa justa que deberá encontrarse debidamente acreditada
por el empleador.
31
QUISPE CHÁVEZ, Gustavo. “El despido…” Op. cit. pp. 70-74.
28
Respecto a la nulidad del despido de una persona con
discapacidad, en nuestra opinión habría que evaluarse con
mayor detenimiento aquellos casos en que la discapacidad de
la persona sobreviene a la relación laboral. Según el Art. 2°
de la Ley N° 27050, “la persona con discapacidad es aquella
que tiene una o más deficiencias evidenciadas con la pérdida
significativa de alguna o algunas de sus funciones físicas,
mentales o sensoriales, que impliquen la disminución o
ausencia de la capacidad de realizar una actividad (…)
limitándola en el desempeño de un rol, función o ejercicio de
actividades (…)”. De lo anterior, se observa que la persona
que sufre una discapacidad con posterioridad al inicio de la
relación laboral verá afectado el desempeño habitual de sus
labores dentro la empresa por la merma de sus funciones
(físicas, mentales o sensoriales) o de sus capacidades. En tal
sentido, en relación a las persona que adolecen de una
discapacidad habrá de analizarse en el caso concreto las
circunstancias que han rodeado dicha incapacidad y hasta qué
punto el empleador se encuentra impedido de extinguir la
relación laboral con el trabajador sin que esto sea considerado
como una causal de nulidad de despido por discriminación.
32
BLANCAS BUSTAMANTE, Carlos. El despido…. Op. cit. p. 309. ARCE ORTÍZ,
Elmer. Op. cit. pp. 148-149.
29
motivo el embarazo, si el empleador no acredita en este caso
la existencia de causa justa para despedir. Lo dispuesto en el
presente inciso es aplicable siempre que el empleador hubiere
sido notificado documentalmente del embarazo en forma
previo al despido y no enerva la facultad del empleador de
despedir por causa justa”.
33
Respecto a la notificación al empleador del estado de embarazo, la Corte Suprema de
la República, a través de su jurisprudencia, ha señalado que este requisito legal no es
necesario para presumir que el motivo del despido ha sido el embarazo cuando el estado
de gestación de la mujer es evidente debido al desarrollo del feto, siendo lo razonable
entender que la madre trabajadora también se encuentra protegida contra el despido en
estos casos. Entonces, el Art.29 de la LPCL ha de interpretarse en el sentido de exigir la
notificación documental del embarazo al empleador solamente en aquellos supuestos
donde el estado de gestación de la mujer no es evidente, pues cuando éste es notorio no
se hace obligatorio presentar documentación al empleador. TOYAMA
MIYAGUSUKU, Jorge y HUAMÁN ESTRADA, Elmer. Op. cit. pp. 57-58. Véase
también Jurisprudencia Laboral. ¿Es necesario notificar previamente al empleador del
embarazo de la trabajadora, para que se configure la causal de despido nulo? En: RAE
JURISPRUDENCIA, febrero de 2009. Tomo 8. pp. 331-333.
30
despido nulo, pues no será la trabajadora quien deberá probar
la causal de nulidad sino que corresponde al empleador
demostrar que el despido se ha basado en una causa justa.
34
El Convenio N° 183 de la OIT del año 2000 fue aprobado mediante Resolución
legislativa N° 30312, publicada en el Diario Oficial El Peruano el 22 de marzo de 2015.
Entre sus disposiciones jurídicas destacan: el derecho de toda mujer embarazada a
licencia de maternidad de como mínimo 14 semanas (98 días), el derecho de la
trabajadora a retornar a su mismo puesto de trabajo o a uno equivalen al término su
licencia de maternidad, la prohibición de exigir una mujer que solicita un empleo que se
someta a un examen para comprobar si se encuentra o no embarazada, el otorgamiento
de una licencia -antes o después del período de la licencia de maternidad- en caso de
enfermedad o si existe riesgo de complicaciones o complicaciones como consecuencia
del embarazo o del parto.
31
Por su parte, en el Art. 1° de la Ley N° 30367 se
dispuso la modificación del tenor del inciso e) del Art. 29 de
la LPCL, quedando actualmente redactado en los siguientes
términos: “Es nulo el despido que tenga por motivo: (…) e) el
embarazo, el nacimiento y sus consecuencias o la lactancia, si
el despido se produce en cualquier momento del periodo de
gestación o dentro de los 90 (noventa) días posteriores al
nacimiento. Se presume que el despido tiene por motivo el
embarazo, el nacimiento y sus consecuencias o la lactancia, si
el empleador no acredita en estos casos la existencia de causa
justa para despedir. Lo dispuesto en el presente inciso es
aplicable siempre que el empleador hubiere sido notificado
documentalmente del embarazo en forma previa al despido y
no enerva la facultad del empleador de despedir por causa
justa".
32
carga de la prueba de que los motivos del despido no están
relacionados con el embarazo o el nacimiento del hijo y sus
consecuencias o la lactancia incumbirá al empleador”. De lo
anterior, es claro que esta norma busca proteger contra el
despido a la mujer trabajadora en los siguientes casos
durante: a) el estado de embarazo, b) el periodo de la licencia
por maternidad (Art. 4), c) el periodo de licencia por
enfermedad o por complicaciones o riesgo de complicaciones
a consecuencia del embarazo o del parto (Art.5), d) el periodo
de lactancia; pero también d) luego de la reincorporación de
la madre a su trabajo, por el periodo que establezca la
legislación nacional.
33
sus consecuencias, si esta causal de nulidad se va a aplicar
únicamente como máximo hasta los noventa (90) días
posteriores al parto, cuando es sabido que aquellas pueden
prolongarse por periodos de tiempo mayores. La insuficiencia
de la ley se nota más claramente para el caso de la lactancia,
ya que el Art. 1° de la Ley Nº 27240- Ley que otorga Permiso
por Lactancia Materna, modificado por la Ley N° 28731,
dispone que “la madre trabajadora, al término del período
postnatal, tiene derecho a una hora diaria de permiso por
lactancia materna, hasta que su hijo tenga un año de edad
(…)”. En este sentido, carece de lógica prever la lactancia
como motivo prohibido que configura causal de nulidad de
despido si la madre trabajadora, del año a que tiene derecho a
dar de lactar a su hijo, solo se encontrará protegida contra el
despido los tres (3) meses posteriores al parto.
34
En el ámbito concreto de las relaciones laborales, a
nivel internacional, el Convenio N° 158 de la OIT, sobre la
terminación de la relación de trabajo por iniciativa del
empleador, ha establecido expresamente en el inciso c) de su
Art. 5° que no puede constituir causa justa de despido el
“presentar una queja o participar en un procedimiento
entablado contra un empleador por supuestas violaciones de
leyes o reglamentos, o recurrir ante las autoridades
administrativas competentes” 35.
35
BLANCAS BUSTAMANTE, Carlos. El despido…. Op. cit. pp. 310-311.
35
En tal sentido, despedir al trabajador como represalia
por haber ejercido o intentado ejercer una acción judicial
contra el empleador configura una conducta que vulnera su
derecho a la tutela judicial efectiva. Siendo que, por tanto, si
se impide al trabajador iniciar un proceso o si como
consecuencia del ejercicio de su derecho de acción se le
despide, la norma sanciona este acto con la nulidad36.
36
Ibídem. p. 313. También ARCE ORTÍZ, Elmer. Op. cit. pp. 162-163.
36
de la norma reglamentaria parece ser evitar la presentación de
quejas o reclamos maliciosos o infundados destinados a
constituir prueba frente a un eventual despido, la exigencia de
estos dos requisitos es excesiva y podría favorecer el
amedrentamiento al trabajador de presentar reclamos que
siendo justificados se abstendrá de interponer por miedo a la
separación del trabajo. Por lo que, la norma reglamentaria
limita bastante la posibilidad de invocar válidamente la
causal del inciso c) del Art. 29° de la LPCL. Considerando
además que, el Art. 47° del Reglamento del TUO de la LFE
condiciona la protección contra el despido nulo por esta
causal a un término máximo de “tres meses de expedida la
resolución consentida que cause estado o ejecutoriada que
ponga fin al procedimiento”37.
37
FERRO DELGADO, VÍCTOR. “El despido arbitrario … Op. cit. p. 53. Véase
también ARCE ORTÍZ, Elmer. Op. cit. pp. 161-167. QUISPE CHÁVEZ, Gustavo. “El
despido…” Op. cit. pp. 65-67.
37
toda vez que el inciso c) del Art. 29° de la LPCL habla de
“autoridad competente” y, de ningún modo puede
considerarse al propio empleador como una autoridad. Por
tanto, lo que hace el reglamento simplemente es especificar
cuáles son las autoridades competentes ante cuya reclamación
se puede configurar un despido nulo. Sobre el particular la
Casación N° 12914-2014-Junín, emitida por la Sala
Constitucional y Social Transitoria de la Corte Suprema de la
República, ha sostenido que la queja planteada por el
trabajador solamente contra su empleador (queja directa)
escapa del ámbito de protección del despido nulo, pues éste
se configura cuando la queja o el reclamo se presenta ante las
autoridades competentes, judiciales o administrativas.
38
BLANCAS BUSTAMANTE, Carlos. El despido…. Op. cit. pp. 315-317.
38
CAPÍTULO II.
EL NUEVO PROCESO LABORAL DENTRO DE LA
NLPT: LA VÍA DEL PROCESO ORDINARIO PARA LA
TRAMITACIÓN LA PRETENSIÓN DE NULIDAD DE
DESPIDO.
39
propias necesidades. Así pues, en tanto que el Derecho laboral busca
proteger a la parte más débil de la relación laboral (trabajador), dada la
desigualdad (económica, jurídica, social, etc.) existente entre las partes,
necesita un Derecho procesal que se adapte a las particularidades de este
Derecho sustantivo, para poder resolver satisfactoriamente los conflictos
laborales. Por esta razón, el Derecho procesal laboral busca equilibrar las
desigualdades materiales de la relación laboral a través una protección
favorable al trabajador dentro del proceso39.
Son muchos los autores que se inclinan por sostener que el Derecho
procesal laboral es un Derecho autónomo, puesto que -en tanto que se
adecúa a la naturaleza del Derecho Laboral- tiene principios e
instituciones propias y distintas a los de otras disciplinas jurídicas40. No
obstante, sobre este punto coincidimos más bien con la posición de
aquellos autores que sostienen que el Derecho procesal laboral es una
rama del Derecho procesal, pues comparte instituciones y principios
generales que son comunes al cualquier tipo de proceso, pero –al mismo
tiempo- posee normas independientes de las normas procesales
ordinarias, principios propios en razón de las peculiaridades que tiene el
Derecho laboral41.
39
ROMERO MONTES, Francisco. El nuevo proceso laboral. Lima: Grijley, 2011. pp.
23-26. GÓMEZ VALDÉZ, Francisco. Nueva ley procesal del trabajo (Ley Nº 29497):
análisis secuencial y doctrinario. Lima: San Marcos, 2010. pp. 9 y ss. MALCA
GUAYLUPO, Víctor. Manual del nuevo proceso laboral y litigación oral. Trujillo:
Ediciones BLG, 2013. pp. 23-45.
40
ROMERO MONTES, Francisco. Op. cit. pp. 27-30. GÓMEZ VALDÉZ, Francisco.
Op. cit. pp. 9 y ss. MALCA GUAYLUPO, Víctor. Op. cit. pp. 36-45.
41
El Derecho procesal es un derecho instrumental, pues tiene que adecuarse a las
necesidades especiales que requiera el derecho material al cual le sirve; por eso existen
diversas disciplinas procesales. En este orden de ideas, el Derecho procesal laboral es
una expresión singular del Derecho procesal a través del cual se atienden las situaciones
jurídicas laborales. Precisamente, las peculiaridades que reviste el Derecho laboral son
las que hacen necesario contar con un proceso en el que se apliquen principios propios
para que éste pueda ser un instrumento eficaz de protección de los derechos laborales.
De este modo, el Derecho procesal de trabajo es una rama del Derecho Procesal, pues
tiene principios e instituciones comunes a cualquier tipo de proceso, pero –a su vez-
cuenta con principios y normas especiales que son necesarios para resolver los
problemas específicos del Derecho laboral. PRIORI POSADA, Giovanni [et al.].
Comentarios a la nueva Ley Procesal del Trabajo. Lima: Ara Editores, 2011. pp. 27-29.
Entonces, es errado considerar al Derecho procesal laboral como una rama autónoma
del Derecho porque para serlo necesita un objeto de estudio propio y distinto al de
cualquier otra disciplina jurídica, que en este caso sería el proceso laboral. Sin embargo,
el proceso como tal, ya es objeto de estudio del Derecho Procesal. Así, existen unos
40
Entonces, en la medida que el Derecho laboral busca tutelar los
intereses de la parte más débil de la relación de trabajo, el proceso laboral
posee una estructura, instituciones y unos principios propios que lo hacen
diferente de cualquier otro proceso. De este modo, existen principios
procesales en materia laboral que son diferentes a los del proceso civil,
los mismos que se encuentran estrechamente vinculados a los principios
del Derecho del trabajo. Por ejemplo, en el proceso laboral en cuanto a la
carga de la prueba no resulta aplicable el principio según la cual quien
afirma un hecho debe probarlo. Todo lo contrario, la regla general en el
proceso laboral es la inversión de la carga de la prueba, correspondiendo
al empleador demostrar en juicio lo alegado. Asimismo, se aplican el
principio protector, el in dubio pro operario y la primacía de la realidad,
que son propios y exclusivos del proceso laboral42.
principios y conceptos básicos (acción, jurisdicción y proceso) que forman parte del
objeto de estudio del Derecho Procesal y que son comunes a cualquier tipo proceso
(civil, penal, administrativo, laboral, etc). Por tanto, aunque existen distintas disciplinas
procesales, dependiendo de las particularidades y la naturaleza jurídica del derecho
material al que sirven de instrumento, todas ellas se desprenden de un tronco común que
es el Derecho Procesal. Los autores que sostienen que el Derecho procesal es un
Derecho autónomo, en realidad lo hacen poniéndolo en relación con el Derecho
procesal civil, al cual estuvo estrechamente ligado durante sus primeros años de
gestación y del cual se fue desligando con el paso del tiempo debido a las limitaciones y
excesivas formalidades que impedían resolver adecuadamente los conflictos laborales.
Aunque esta separación del Derecho procesal civil no es absoluta pues aún se sigue
aplicando de forma supletoria a las normas procesales laborales. Se puede concluir
entonces que, lo que en realidad se quiere expresar es que el Derecho procesal laboral es
una rama del Derecho procesal que posee autonomía respecto a las demás disciplinas
procesales (civil, penal, administrativa, etc).
42
HUAMÁN ESTRADA, Elmer [et al.]. Análisis y comentarios de la nueva ley
procesal del trabajo. VINATEA RECOBA, Luis y TOYAMA MIYAGUSUKU, Jorge
(dir.). Lima: Gaceta jurídica, 2012. pp. 31-32. MALCA GUAYLUPO, Víctor. Op. cit.
pp. 107-110. TOLEDO TORIBIO, Omar. Derecho procesal laboral: principios y
competencia en la Nueva ley procesal del trabajo, Ley 29497. Lima: Grijley, 2011. p.
65.
41
jurídico peruano; debiendo concentrarse los esfuerzos únicamente
analizar el nuevo régimen del proceso ordinario laboral.
43
Vid. MALCA GUAYLUPO, Víctor. Op. cit. p. 32 y 50. ROMERO MONTES,
Francisco. Op. cit. pp. 74-75. También puede verse HUAMÁN ESTRADA, Elmer [et
al.]. Op. cit. pp. 9-17.
44
Acerca del proceso de reforma laboral hasta la dación de la Ley N° 29497 véase
ARÉVALO VELA, Javier. “Antecedentes de la Reforma del Proceso Laboral en el
Perú”. En: Doctrina y análisis sobre la Nueva ley procesal del trabajo [en línea]. Lima:
Academia de la Magistratura del Perú, 2010. Disponible en:
http://sistemas.amag.edu.pe/publicaciones/derecho_trabajo/doctrina_analisis_ley_trabaj
o.pdf. Consultado el 14 de enero de 2016. pp. 20-21. También GÓMEZ VALDÉZ,
Francisco. Op. cit. pp. 32-35.
42
Pese a su entrada en vigencia, su aplicación no ha sido inmediata
para todos los Distritos Judiciales de nuestro país. En efecto, de acuerdo
a la Novena Disposición Complementaria de la NLPT, la aplicación de la
ley se realizará de forma progresiva en la oportunidad y en los Distritos
judiciales que disponga el Consejo Ejecutivo del Poder Judicial. Siendo
pues que, para aquellos otros en lo que aún no se disponga su aplicación
seguirá rigiendo la Ley N° 26636 y sus modificatorias respectivas.
45
Vid. ROMERO MONTES, Francisco. Op. cit. pp. 74-75. HUAMÁN ESTRADA,
Elmer [et al.]. Op. cit. pp. 10-11 y 18-27. MALCA GUAYLUPO, Víctor. Op. cit. pp.
100-101. PEÑA CAMARENA, Humbelino y PEÑA ACEVEDO, Juan. El nuevo
proceso laboral en sus documentos. Lima: Gaceta Jurídica, 2013. pp. 15-18. Sobre las
deficiencias o imprecisiones de la NLPT véase MONROY GÁLVEZ, Juan.
“Comentarios a la Ley procesal de trabajo”. Themis: Revista de Derecho [en línea]. N°
58. Lima: Pontificia Universidad Católica del Perú, 2010. pp. 165-184. Disponible en:
43
En líneas generales, más allá de las deficiencias de las que -como
cualquier otra norma- pueda adolecer, la NLPT propone un proceso
laboral caracterizado por la concentración de las principales actuaciones
procesales y por la oralidad como forma de expresión de lo dicho por las
partes dentro del proceso. Un ejemplo de ello es el caso de la audiencia,
donde en un solo acto se realiza la confrontación de posiciones, la
actuación probatoria, los alegatos y la expedición de la sentencia; lo cual
se contrapone al antiguo proceso escrito y desconcentrado de la LPT, en
el cual la audiencia de actuación de pruebas es un acto distinto y
separado de la sentencia. En consecuencia, la entrada en vigor de NLPT
ha supuesto un gran avance para el Derecho procesal peruano en su
búsqueda por ser una rama del Derecho Procesal con autonomía e
independencia del Derecho procesal civil, al cual solamente se acudirá de
forma supletoria en lo que no esté expresamente regulado. De igual
manera, la previsión por la nueva norma procesal de un proceso oral
busca lograr que el proceso laboral sea más ágil para solucionar los
conflictos laborales46.
http://revistas.pucp.edu.pe/index.php/themis/article/view/9126/9538. Consultado el 28
de Enero de 2016.
46
Ibídem.
47
HUAMÁN ESTRADA, Elmer [et al.]. Op. cit. p. 72. ROMERO MONTES,
Francisco. Op. cit. pp. 269-272.
44
cooperativista, referidas a aspectos sustanciales o conexos, incluso
previos o posteriores a la prestación efectiva de los servicios”. De este
modo, la competencia material de los juzgados especializados de trabajo
para conocer en la vía de proceso ordinario laboral es muy vasta, ya que
no solo abarca las controversias jurídicas originadas en relaciones
surgidas dentro de un contrato laboral, sino también en aquellas de
naturaleza formativa y cooperativista; a excepción de las relaciones de
naturaleza civil, a no ser que encubran una relación de trabajo. Incluso, a
través de este proceso el juez laboral conoce sobre las vulneraciones de
derechos producidas con anterioridad a la efectiva prestación de
servicios; con lo cual el Estado tutela el derecho al acceso al trabajo.
48
Al respecto véase HUAMÁN ESTRADA, Elmer [et al.]. Op. cit. pp. 82-83.
ROMERO MONTES, Francisco. Op. cit. pp. 102-103. MALCA GUAYLUPO, Víctor.
Op. cit. pp. 187-189. Este último autor sostiene, además, que cuando la norma procesal
señala que solo se conocerá en proceso abreviado laboral la reposición como única
pretensión, solo se está refiriendo a pretensiones principales, no a las accesorias. Y es
que la reposición trae naturalmente como consecuencia el pago de las remuneraciones
devengadas, intereses legales generados y los costos y costas del proceso. No comparte
esta opinión Arce Ortíz, quien considera que la disposición contenida en el Art. 2.2. de
la Nueva Procesal Del Trabajo definitivamente “no se refiere al despido nulo, ya que el
despido nulo tiene su propia vía procesal de impugnación de despido. Por eso se está
refiriendo a otras formas de impugnar el despido, cuya reparación consiste en la
reposición del trabajador en su puesto (…) De esta manera la Nueva Ley Procesal del
Trabajo abre una vía procesal al despido incausado y fraudulento (….) cuando el Pleno
45
posibilidad para que el trabajador pueda accionar su pretensión de
despido nulo también en la vía del proceso abreviado laboral. Y es que, el
Art.2.2 de la NLPT dispone que los jueces especializados de trabajo
conocen en dentro del proceso abreviado laboral “de la reposición
cuando ésta sea planteada como pretensión principal única”. Siendo pues
que, es factible que el trabajador que se ha visto afectado con un despido
nulo pueda acudir a un proceso abreviado laboral para solicitar la
readmisión en el empleo, en la medida que la LPCL ha previsto como
mecanismo de protección frente este tipo de despidos la reposición en el
empleo. Con lo cual se marca una diferencia notable con la regulación
establecida por la LPT, donde la pretensión de nulidad solamente podía
ser tramitada a través del proceso ordinario laboral.
46
Ahora bien, dado que el objeto de la presente investigación se
encuentra referido a la pretensión de despido nulo dentro de la vía del
proceso ordinario laboral, solamente analizaremos las normas de la
NLPT concernientes a este tipo de proceso laboral.
a) Presentación de la demanda:
b) Admisión y emplazamiento:
47
Al momento de calificar la demanda el juez tiene tres
posibilidades: i) declarar inadmisible la demanda, en cuyo caso –
de acuerdo a lo dispuesto por el Art. 17° de la NLPT- se otorgará al
demandante un plazo de cinco días hábiles para subsanar las
omisiones advertidas por el juez, bajo apercibimiento de disponerse
la conclusión del proceso; ii) declararla improcedente, siendo que
en este caso el juez rechaza de plano la demanda pero siempre y
cuando el incumplimiento de los requisitos de procedencia sea
notorio, por lo que su uso es excepcional; y, finalmente, puede iii)
admitir a trámite la demanda si ésta cumple con todos los requisitos
de admisibilidad y procedencia.
49
Vid. PRIORI POSADA, Giovanni [et. al.]. Op. cit. pp. 230-231.
48
13° de la NLPT, se deberá notificar a las partes con aquella
mediante cédula.
50
La NLPT señala claramente que la contestación de demanda debe contener tanto las
defensas de fondo como las defensas procesales; es decir, las excepciones, defensas
previas, cuestiones probatorias, entre otras. Además, si el demandado no niega
expresamente los hechos expuestos en la demanda éstos se consideraran como
admitidos; lo que significa que el juez no tendrá posibilidad de evaluar si los aprecia o
no como reconocidos, pues la propia norma ordena que sean considerados como
admitidos. Vid. PRIORI POSADA, Giovanni [et. al.]. Op. cit. pp. 148-149. ROMERO
MONTES, Francisco. Op. cit. pp. 175-176.
51
En el proceso ordinario laboral regulado por la LPT en el auto admisorio de la
demanda se tenían por ofrecidos los medios probatorios y se disponía correr traslado de
la demanda para que dentro del plazo de ley el demandado procediese a contestarla. Una
vez contestada la demanda, el juez emitía una nueva resolución en la que se tenía por
apersonado al demandando, por contestada la demanda, y en caso de existir excepciones
49
c) Audiencia de conciliación:
50
Concretamente, en la práctica judicial la única actuación procesal
que no se registra en audio y video es la conciliación propiamente
dicha. En otras palabras, la filmación y audio registran el inicio de
la audiencia de conciliación, suspendiéndose durante la
conciliación entre las partes, concluida la cual se retoma para
registrar el acuerdo conciliatorio al que hubieran arribado las
partes; o, en caso de no haberse producido éste, dejar constancia de
la falta de conciliación, así como del resto de la audiencia hasta su
conclusión.
53
MALCA GUAYLUPO, Víctor. Op. cit. pp. 293-297. HUAMÁN ESTRADA, Elmer
[et al.]. Op. cit. pp. 238-240. PRIORI POSADA, Giovanni [et. al.]. Op. cit. pp. 234-235.
51
En este orden de ideas, la asistencia o inasistencia de una o
ambas partes (demandante y demandado) a la audiencia de
conciliación puede dar a lugar a diversas consecuencias jurídicas
dentro del proceso:
54
PRIORI POSADA, Giovanni [et. al.]. Op. cit. p. 235.
55
La NLPT mantiene el error de la legislación procesal civil peruana cuando considera
que la no contestación de demanda produce la rebeldía del demandado. Lo cual no es
correcto, pues la rebeldía se produce por la no comparecencia del demandado al
proceso, no por la falta de contestación de la demanda. La comparecencia al proceso es
una carga, mientras que la contestación de la demanda es un acto a través del cual se
manifiesta el derecho a la defensa, y –por tanto- corresponde al demandado elegir si
ejerce o no este derecho. PRIORI POSADA, Giovanni [et. al.]. Op. cit. p. 235.
Entonces, la rebeldía se produce por la falta de comparecencia al proceso dentro del
plazo fijado en la ley, no por la falta de contestación de la demanda. No obstante, el
efecto inmediato de la declaración de rebeldía es que el demandado no pueda contestar
la demanda o ejercer otro medio de defensa, lo que no impide el demandado luego se
pueda apersonar al proceso en el estado en que éste se encuentre.
56
Con la figura de la rebeldía automática por falta de poderes suficientes para conciliar
del apoderado o representante, consideramos que la norma procesal busca propiciar que
se realice la conciliación entre las partes. De nada serviría la celebración de esta
52
incorporarse al proceso en el estado en que se encuentre, sin
necesidad de pagar multa alguna. Aunque no tiene
posibilidad de renovar los actos previos, precisamente por las
consecuencias jurídicas de la rebeldía.
4) Inasistencia de ambas partes: si ni el demandante ni
demandado asisten a la audiencia de conciliación el juez
declara la conclusión del proceso si dentro de los treinta días
(30) naturales siguientes ninguna de las partes solicita nueva
fecha para audiencia.
ii) Conciliación:
audiencia si es que el demandado asiste a ella sin contar con poderes para conciliar. De
modo que, la finalidad de la norma es sancionar al demandado por frustrar la
conciliación, impidiéndole contestar la demanda. Sin embargo, existe un Pleno
Jurisdiccional Nacional Laboral, celebrado en la ciudad de Lima en el año 2012, en el
que se concluye por mayoría que “el demandado que incurre en rebeldía automática por
no tener facultades suficientes para conciliar sí puede contestar la demanda”, debido a
que prima el derecho de defensa y de contradicción. A pesar que los plenos
jurisdiccionales no son jurisprudencia vinculante, habría de tomarse en cuenta lo
señalado por el pleno en cuestión, toda vez que la rebeldía en estricto se produce por la
incomparencia del demandado al proceso y no por la ausencia de facultades para
conciliar. Siendo que, la ley no puede privar al demandado de ejercer su derecho de
defensa por el hecho que no querer o no tener facultades para conciliar con el
demandante, más aún cuando la conciliación depende de la voluntad de ambas partes.
57
PRIORI POSADA, Giovanni [et. al.]. Op. cit. pp. 235-237.
53
La conciliación puede prolongarse todo lo que sea necesario
hasta que se dé por agotada, siempre que las partes así lo hayan
decidido. Es por eso que ésta puede continuarse los días hábiles
siguientes, las veces que se necesite, hasta un plazo máximo que no
exceda de un mes58. No obstante, aunque la norma no lo señala, en
caso una o ambas partes inasista en la fecha programada para
continuar con la conciliación, se deberán aplicar las consecuencias
jurídicas establecidas en el primera parte del Art. 43.1 de la NLPT,
que ya hemos desarrollado líneas arriba. Esto es así porque se
entiende que, aunque se programen nuevas fechas para proseguir
con la conciliación, todos estos actos siguen formando parte de un
solo acto procesal que es la audiencia de conciliación.
58
Realmente es poco probable la ejecución de esta disposición en la práctica, pues la
carga procesal de los juzgados laborales sino excesiva es abundante. El juez
difícilmente podría programar más de una sesión de conciliación -adicional a audiencia
de conciliación que quedó en continuación- en el lapso de un mes, debido a la gran
cantidad de procesos que tiene a su cargo, en los cuales tiene programada o por
programar su respectiva audiencia de conciliación o, incluso, la audiencia de
juzgamiento. Por lo que, la norma ciertamente busca un ideal que lamentablemente es
poco viable dentro del sistema procesal peruano.
54
hayan sido conciliadas entre las partes, careciendo de sentido seguir
discutiéndolas en el proceso59. Es por eso que es necesario que el
juez defina cuáles serán las pretensiones sobre las que versará el
proceso laboral. Nótese, que la ley habla sobre fijación de
pretensiones y no sobre fijación de puntos controvertidos, esto
debido a que hasta ese momento el demandado aún no ha
contestado la demanda.
59
PRIORI POSADA, Giovanni [et. al.]. Op. cit. p. 238.
55
demandante absuelva las defensas procesales que hubieran sido
planteadas por el demandado en el escrito de contestación,
entregado en la audiencia de conciliación, cuestión que si se
encontraba regulada en la LPT. Efectivamente, el Art. 63° de la
LPT establecía que, contestada la demanda, el juez debía notificarla
al demandante otorgándole un plazo de tres (3) días para la
absolución escrita de las excepciones y cuestiones probatorias
propuestas por el demandado, señalando también en la misma
resolución el día y hora para la celebración de la audiencia única.
Así pues, el Art. 43.3. de la NLPT debió seguir la misma línea y
prever un plazo para la absolución a las excepciones, cuestiones
probatorias o defensas previas propuestas por el demandado.
56
d) Audiencia de juzgamiento:
60
HUAMÁN ESTRADA, Elmer [et al.]. Op. cit. pp. 244-245.
57
i) Confrontación de posiciones:
61
Ibídem. pp. 293 y 297-299.
58
demandado; ayudando así al juzgador a descartar aquellos hechos
que no se discutirán en el proceso por no ser controvertidos. Dicho
de otro modo, el debate oral entre las partes sobre los hechos
alegados por cada una de ellas facilitará la labor del juez para fijar
los hechos controvertidos objeto del proceso, y respecto de los
cuales se realizará la actuación probatoria destinada a acreditarlos.
La fijación de los hechos controvertidos por el juez fomenta la
celeridad procesal ya que, de todos los medios de prueba ofrecidos
por las partes, solo se actuarán aquellos que estén destinados a
acreditar los hechos materia de conflicto62.
62
Vid. HUAMAN ESTRADA, Elmer [et al.]. Op. cit. pp. 246-250.
59
En la doctrina se ha señalado que la regulación de la
audiencia de juzgamiento es limitada y, por tanto, son los jueces
quienes deberán definir la secuencia y el orden en que se han de
realizar algunas actuaciones procesales; como ocurre con las
excepciones. De modo que, en este este caso, el juez deberá
decidir el orden en que se resolverán las excepciones; esto es, si se
resuelven antes de la actuación de los medios probatorios sobre las
pretensiones o después, en forma concurrente con la sentencia.
Ello dependerá del tipo de excepción de que se trate y de lo que
estime adecuado el juez, considerando la aplicación del principio
pro actione. De modo que, en los casos en que existe duda acerca
de la continuación o no del proceso el juez debe optar por lo
primero, es decir, por continuar con la audiencia hasta la etapa de
juzgamiento63.
63
VINATEA RECOBA, Luis y DELGADO DE MARKY, Elizabeth. “La audiencia de
juzgamiento en la Nueva ley procesal del trabajo”. En: Revista Laborem. Lima:
SPDTSS. pp 367 y 372-373. Artículo extraído del material de lectura del Pleno
Jurisprudencial Nacional Laboral del año 2013. Disponible en: https://www.pj.gob.
pe/wps/wcm/connect/38261080472f6623b5c4ff0b69dcafad/Tema+3.pdf?MOD=AJPER
ES&CACHEID=38261080472f6623b5c4ff0b69dcafad.
64
VINATEA RECOBA, Luis y DELGADO DE MARKY, Elizabeth. “La audiencia…
Op. cit. p. 374.
60
Es claro entonces que, frente al vacío legal sobre la
oportunidad procesal para la resolución de las excepciones y el
saneamiento procesal, el juez no puede quedarse inmóvil y deberá
decidir discrecionalmente sobre qué excepciones se pronunciará
antes de emitir sentencia y cuales otras diferirá hasta el momento
de la misma. Algunas necesariamente deberán ser resueltas con
anterioridad a la sentencia, en tanto que denuncian la ausencia o
defecto de alguna de las condiciones de la acción o los
presupuestos procesales, de tal envergadura que harían imposible la
continuación del proceso. Frente a este tipo de excepciones que,
por su naturaleza, no pueden ser resueltas conjuntamente con la
sentencia, lo más prudente sería que el juez se pronuncie sobre ellas
concluida la confrontación de posiciones pero antes iniciar de la
etapa de actuación probatoria. Esto con el fin que la etapa de
actuación se lleve a cabo únicamente sobre los medios de prueba
referidos a la cuestión de fondo y así también evitar la interrupción
de dicha etapa ante la estimación de alguna de las excepciones
planteadas por el demandado. Sería una pérdida de tiempo y
esfuerzo que el juez enunciara todos los hechos que no necesitan de
prueba, así como los medios de prueba dejados de lado, para luego
proceder a enunciar todas las pruebas admitidas sobre los hechos
que necesitan de actuación probatoria, si es que inmediatamente
después el juez resuelve una excepción declarándola fundada y
dando por concluido el proceso o suspendiéndolo temporalmente.
61
previamente- el juez haya declarado la existencia de una relación
procesal válida entre las partes.
65
Vid. HUAMÁN ESTRADA, Elmer [et al.]. Op. cit. pp. 251-252.
62
Ley N° 26636 – Ley Procesal del Trabajo (Art. 27.3), vigente aún
en algunos Distritos Judiciales, como la Ley N° 29497 -Nueva Ley
Procesal de Trabajo (Art. 23.3.b), han atribuido al trabajador la
carga de probar la existencia del motivo alegado como causal de
nulidad del despido. Salvo –como se ha visto supra- el caso del
inciso e) del Art.29° de la LPCL, para el cual la carga de la prueba
retorna al empleador, siendo éste quien debe demostrar la
existencia de la causa justa; de lo contrario se presumirá que el
despido ha tenido por motivo el embarazo, el nacimiento y sus
consecuencias o la lactancia.
66
BLANCAS BUSTAMANTE, Carlos. El despido…. Op. cit. pp. 353-354. Sobre el
principio de facilitación probatoria en el despido nulo. Vid. MONEREO PÉREZ, José
Luis. La carga de la prueba en los despidos lesivos de derechos fundamentales.
Valencia: Tirant lo Blanch, 1996. pp. 41 y ss. También ARCE ORTÍZ, Elmer. La
nulidad del despido… Op. cit. 3ra ed. pp. 113 y ss. TOYAMA MIYAGUSUKU, Jorge y
HUAMÁN ESTRADA, Elmer. Op. cit. pp. 59 y ss. BLANCAS BUSTAMANTE,
Carlos. El despido…. Op. cit. pp. 351 y ss. A nivel de la jurisprudencia peruana
podemos citar la Casación N°889-2012 – La Libertad, emitida por la Sala de Derecho
Constitucional y Social Permanente de la Corte Suprema de Justicia el 20 de agosto de
2012, en cuyos considerandos Tercero y Cuarto recoge el principio de facilitación
probatoria y prueba indiciaria.
63
que no necesitan de actuación probatoria por tratarse de: a) hechos
admitidos por las partes, b) presumidos por ley67, c) hechos
notorios o d) hechos recogidos en una resolución judicial con
calidad de cosa juzgada68. Quiere decir que la actuación probatoria
no se realiza sobre todos los hechos del proceso sino solamente
sobre los hechos que son controvertidos, vale decir, respecto de los
cuales existe discrepancia entre las partes por ser afirmados por una
y negados por la otra. Por tanto, al haber disconformidad entre los
litigantes sobre estos hechos se hace necesario que se acredite su
existencia o inexistencia. De ahí la importancia que el juez
67
La presunción es una actividad lógica de inferencia de nuevos hechos a partir de
afirmaciones base que han sido fijadas en el proceso, en virtud al nexo que existe entre
ellas. Así, la presunción se encuentra integrada por una afirmación base, una afirmación
presumida y el enlace que une a ambas, el cual si es fijado por la ley la convierte en una
presunción legal. Toda presunción se apoya siempre en una afirmación base y a partir
de ella se obtiene la afirmación presumida. En este orden de ideas, las presunciones
legales no se encuentran relevadas de la carga de la prueba por la parte favorecida con la
presunción, pues aunque no tiene que probar el hecho favorecido con la presunción
legal (afirmación presumida), sí tiene que acreditar la afirmación base de la presunción
sino no se podrá formar ésta. Por tanto, para que aplique la presunción se requiere que el
hecho a partir del cual se va a deducir aquella se encuentre completamente acreditado.
No obstante, la prueba de la afirmación base puede hacerse a través de cualquier medio
de prueba o por haber sido admitida expresamente por las partes. RAMOS MÉNDEZ,
Francisco. Derecho Procesal Civil. 5ª ed. Vol. 1. Barcelona: Bosch, 1992. pp. 534-535
y 635-642. Nuestro Código procesal civil regula las presunciones legal absoluta y
relativa en sus artículos 278° y 279°, exigiendo tanto para una como para otra que el
beneficiario de la presunción acredite “la realidad del hecho que a ella le sirve de base”.
Entonces, a pesar de no tratarse de hechos controvertidos, los hechos presumidos
legalmente serán objeto de prueba respecto al hecho base de la presunción legal, a no
ser que éste haya sido reconocido expresamente por las partes, con lo cual no habrá
necesidad de desplegar actividad probatoria alguna.
68
Los hechos admitidos son aquellos que las partes reconocen como ciertos, ya sea
porque éstos fueron afirmados por una parte y admitidos o no contradichos por la otra, o
porque ambas los reconocen a la vez. Esta situación se puede verificar del escrito de
demanda y contestación, y de la confrontación de posiciones. Sin embargo, el juez
puede ordenar la actuación de algunos medios probatorios que versen sobre hechos
admitidos, cuando se trate de derechos indisponibles o se presuma dolo o fraude
procesal. En cuanto a los hechos notorios éstos no requieren ser probados, bastando su
sola alegación dentro del proceso, aunque si el hecho no es conocido por el juez se
requiere probar su notoriedad, con lo cual indirectamente se demuestra el hecho.
Finalmente, en cuanto a los hechos recogidos en una resolución judicial con calidad de
cosa juzgada, puede tratarse de hechos que provengan de un proceso judicial anterior o
de hechos contenidos en una resolución emitida en audiencia de conciliación.
HUAMÁN ESTRADA, Elmer [et al.]. Op. cit. pp. 252-253. RAMOS MÉNDEZ,
Francisco. Op. cit. pp. 531-535.
64
determine correctamente los hechos controvertidos, ya que éstos
serán el objeto de la prueba. Es por esto que, la etapa de
confrontación de posiciones se ubica en un momento
inmediatamente anterior a la actuación probatoria, en la medida que
la exposición oral de cada una de las partes sobre su versión de los
hechos permite al juez darse cuenta de la naturaleza de cada uno de
los hechos alegados y así determinar con mayor facilidad los
hechos controvertidos.
65
juez solo admitirá las cuestiones probatorias que se sustenten en
medios de prueba que puedan actuarse en esta etapa de la audiencia
de juzgamiento69. Bajo la LPT una vez contestada la demanda por
el empleador, el juez emitía una resolución en la que tenía por
presentadas todas las cuestiones probatorias formuladas por el
demandado y corría traslado de las mismas al demandante por el
término de tres (3) días para que las absolviera; resolviéndose
aquellas en la audiencia única. En cambio, en el nuevo proceso
ordinario laboral si bien el demandado formula todas las cuestiones
probatorias en su escrito de contestación de demanda, dentro de la
etapa de actuación probatoria solo podrá proponer aquellas
referidas a los medios de prueba admitidos. Pero además de eso, el
juez no aceptará todas las cuestiones probatorias propuestas sino
únicamente las que se sustenten en medios de prueba que se puedan
actuar dentro de la misma audiencia. Lo cual definitivamente es un
claro ejemplo del principio de economía procesal.
Los medios de prueba son actuados por cada una de las partes
pero siempre en presencia del juez, siendo éste quien -como
director del proceso- guía la actuación probatoria bajo los
principios de oralidad, inmediación, veracidad, entre otros;
pudiendo sancionar cualquier conducta temeraria, dilatoria,
obstructiva o contraria al deber de veracidad. Durante la actuación
probatoria el juez, además, tiene la facultad para interrogar de
manera libre a las partes, testigos, peritos y cualquier otro
69
Existen autores que sostienen que si bien solo se admitirán las cuestiones probatorias
que se sustenten en medios de prueba que puedan actuar en la audiencia de juzgamiento,
en caso alguna de las partes requiera un informe pericial para contradecir una cuestión
probatoria -aunque la ley no lo diga- debería aplicarse lo dispuesto en el Art. 49.2 de la
NLPT y, en consecuencia, suspender la audiencia por el término establecido en ella.
PRIORI POSADA, Giovanni [et al.]. Op. cit. p. 247.
66
participante de esta etapa, sin tener que acudir a ningún ritualismo
o fórmula preconstituida; pero siempre haciéndolo de forma clara y
concreta. Por eso, el juez para hacer uso de esta facultad de
interrogar no necesita que las partes presenten pliegos de preguntas,
es más no se permite su utilización. Esto marca una diferencia muy
importante con el antiguo proceso laboral, pues bajo este régimen
el juez solamente se limitaba a leer las preguntas contenidas en el
pliego interrogatorio, sin más participación que la de un
intermediador entre el demandante y demandado, o viceversa. En
cambio, con la introducción del Art. 24° del NLPT, el juez ahora
mantiene un rol activo durante la actuación probatoria,
interrogando a los intervinientes con plena libertad y buen juicio.
Por otro lado, los abogados de las partes también pueden realizar
preguntas o solicitar aclaraciones de forma libre y sin hacer uso de
pliegos interrogatorios. Esto sin duda permite un dialogo fluido y
directo entre las partes y el juez, existiendo más probabilidad que
se pongan de manifiesto las cuestiones que permitan llegar a la
verdad de los hechos que difícilmente se podrían obtener a través
de un proceso escrito.
70
MALCA GUAYLUPO, Víctor. Op. cit. p. 302.
67
Finalmente, un sector de la doctrina –con la que coincidimos-
considera que, antes de continuar con la siguiente etapa de la
audiencia de juzgamiento (esto es, con los alegatos y sentencia), el
juez debe pronunciarse sobre las cuestiones probatorias y no diferir
su resolución hasta la emisión de la sentencia. Esto porque las
partes deben tener pleno conocimiento de las prueban que serán
valoradas y tomadas en cuenta por el juez al momento de emitir su
fallo, y también a efectos de realizar su exposición final de forma
correcta. Por tanto, la etapa de actuación probatoria debe concluir
con el pronunciamiento del juez sobre la estimación o no de las
cuestiones probatorias71.
71
HUAMÁN ESTRADA, Elmer [et al.]. Op. cit. p. 253.
72
Vid. MALCA GUAYLUPO, Víctor. Op. cit. p. 304. HUAMÁN ESTRADA, Elmer
[et al.]. Op. cit. pp. 261-262. PRIORI POSADA, Giovanni [etnh al.]. Op. cit. p. 247.
68
caso, el juez puede diferir el fallo de su sentencia como máximo
hasta dentro de los cinco (5) días hábiles posteriores a la
realización de los alegatos, informando a las partes en ese mismo
acto y citándolas para que comparezcan al juzgado a la notificación
de la sentencia.
73
Vid. MALCA GUAYLUPO, Víctor. Op. cit. pp. 304-305. HUAMÁN ESTRADA,
Elmer [et al.]. Op. cit. pp. 260-261. Sobre la sentencia Vid. ROMERO MONTES,
Francisco. Op. cit. p. 225-231.
69
70
CAPITULO III.
LA PRETENSIÓN PROCESAL Y SUS ELEMENTOS.
74
ORTELLS RAMOS, Manuel. Derecho procesal civil. 6ª ed. Cizur Menor (Navarra):
Aranzadi, 2005. pp. 241- 247. GUASP DELGADO, Jaime. La pretensión procesal. 2ª
ed. Madrid: CIVITAS, 1985. pp. 58-62. GUASP DELGADO, Jaime. Derecho procesal
civil. ARAGONESES, Pedro (dir.). 4ª ed. Vol. 1. Madrid: CIVITAS, 1998. p. 201.
También Véase también ASENCIO MELLADO, José María. Derecho Procesal Civil.
2ª ed. Vol.1. Valencia: Tirant lo Blanch, 2000. pp. 140-141.
71
Pero para estudiar correctamente la pretensión procesal primero es
necesario ocuparse brevemente de los concepto de acción y demanda,
con la finalidad de evitar confundirlos con aquella.
75
CALAMANDREI, Piero. Instituciones de Derecho procesal civil. SENTIS
MELENDO, Santiago (trad.). 2ª ed. Vol. 1. Buenos Aires: Ediciones Jurídicas Europa-
América, 1986. pp. 229-230.
76
Se habla de acción, por ejemplo, en oposición a la omisión dentro del campo de la
culpa civil o del delito penal, también se emplea esta palabra seguida del nombre del
derecho material que se quiere proteger (acción reivindicatoria, posesoria, contractual
de esta civil, etc.); para distinguir la rama del Derecho material a la que pertenece el
derecho de que se trate (acción civil, penal, laboral, administrativa, etc.); para expresar
si el sujeto del derecho material es una persona determinada o personas indeterminadas
(acción real y acción personal); entre otros significados. Vid. DEVIS ECHANDÍA,
Hernando. Teoría general del proceso: aplicable a toda clase de procesos. 3ª ed.
Buenos Aires: Editorial Universidad, 2002. pp. 173-174, 195-199. CARRIÓN LUGO,
Jorge. Tratado de Derecho procesal civil. 2ª ed. Vol. 1. Lima: Grijley, 2007. pp. 68-69.
72
Dentro de la historia del Derecho procesal se han tejido
diversas teorías en torno a la naturaleza jurídica de la acción, que
han ido desde identificarla con el derecho subjetivo material que se
discute en el proceso (teoría clásica de la acción) hasta finalmente
llegar a reconocerle un carácter autónomo e independiente del
éste77.
77
Vid. GUASP DELGADO, Jaime. Derecho procesal… Op. cit. pp. 202-205.
MONROY GÁLVEZ, Juan. Introducción al proceso civil. Santa fe de Bogotá: Temis de
Belaúnde & Monroy, 1996. pp. 252-268. DEVIS ECHANDÍA, Hernando. Op. cit. pp.
175-186. ALSINA, Hugo. Tratado teórico práctico de derecho procesal civil y
comercial. 2ª ed. Vol. 1.Buenos Aires: EDIAR, 1956. pp. 299-337.
78
CARNELUTTI, Francesco. Instituciones de Derecho procesal civil. SENTIS
MELENDO, Santiago (trad.). 5ª ed. Vol. 1. Buenos Aires: Ediciones Jurídicas Europa-
América, 1959. pp. 315-318. Buenos Aires: Ediciones Jurídicas Europa- América, 1959.
pp. 315-318. CARNELUTTI, Francesco. Sistema de Derecho procesal civil. SENTIS
MELENDO, Santiago y ALCALÁ-ZAMORA Y CASTILLO, Niceto (trad.). Vol. 2.
Buenos Aires: UTEHA Argentina, 1944. pp. 637 y 644.
73
A pesar que su teoría de la acción fue objeto de algunas
críticas79, su aporte supuso un gran avance en el Derecho procesal
para lograr la construcción del concepto de acción vigente en
nuestros tiempos.
79
Vid. DEVIS ECHANDÍA, Hernando. Op. cit. pp.180-183. AZULA CAMACHO,
Jaime. Manual de Derecho procesal civil. 6ª ed. Vol. 1. Santa Fe de Bogotá: Temis
S.A., 1997. pp. 114-115
80
MONROY GÁLVEZ, Juan. Introducción … Op. cit. pp. 271-272. DEVIS
ECHANDÍA, Hernando. Op. cit. pp.186-189. TICONA POSTIGO, Víctor. El Derecho
al debido proceso en el proceso civil. 2ª ed. Lima: Grijley, 2009. pp. 363-366.
CARRIÓN LUGO, Jorge. Op. cit. pp. 68-69. Además, la acción es un derecho
indisponible porque no se puede renunciar a él ni se puede transmitir. No se puede
realizar sobre él ningún acto jurídico (de disposición), sea a título gratuito u oneroso.
HURTADO REYES, Martín. Fundamentos de Derecho procesal civil. Lima: IDEMSA,
2009. pp. 31-42.
74
corresponde a cualquier ciudadano, tenga o no tenga el derecho
material que reclama.
81
MONROY GÁLVEZ, Juan. Introducción … Op. cit. pp. 283-285.
82
DEVIS ECHANDÍA, Hernando. Op. cit. pp. 205-207. También HURTADO REYES,
Martín. Op. cit. pp. 43-47. El derecho de contradicción es un derecho de naturaleza
constitucional, público, subjetivo, abstracto y autónomo que tiene todo sujeto de
derechos emplazado para exigir al Estado que le preste tutela jurisdiccional. MONROY
GÁLVEZ, Juan. Introducción … Op. cit. p. 283.
75
debe concederle el Estado al demandado para que se
defienda, con prescindencia de si lo hace o no; y 4) es un
derecho autónomo, pues su existencia no depende de si lo
que expresa el emplazado tiene o no un sustento real. El
derecho de contradicción no persigue una sentencia favorable
al demandado sino que tiene por objeto la obtención de una
sentencia justa, cualquiera que ésta sea, aunque también la
oportunidad de ser oído en el proceso para ejercer su derecho
de defensa en igualdad de condiciones. El resultado que se
obtenga mediante la sentencia no dependerá del derecho de
acción o de contradicción, sino de la existencia del derecho
pretendido por el demandante83.
83
Pero el derecho de contradicción no solo tiene naturaleza procesal sino también
constitucional, ya que suele expresarse a través del derecho de defensa. Aunque este
último es mucho más extenso y complejo, pues no solo corresponde al demandado. En
otras palabras, el desarrollo del derecho de contradicción dentro del proceso judicial
genera –a su vez- el derecho de defensa; no obstante, las manifestaciones del derecho de
defensa –como ser notificado, oído, poder probar, presentar recursos, etc.- no solo
permiten garantizar el derecho del demandado sino también el derecho de todos los
sujetos de la relación procesal, incluido el demandante. MONROY GÁLVEZ, Juan.
Introducción … Op. cit. pp. 283-287. DEVIS ECHANDÍA, Hernando. Op. cit. p. 206.
HURTADO REYES, Martín. Op. cit. p. 47. El derecho de contradicción “nace desde
que se presenta y admite la demanda, materializándose con la notificación de esta
providencia”. AZULA CAMACHO, Jaime. Op. cit. p. 127.
84
MONROY GÁLVEZ, Juan. Introducción … Op. cit. p. 285.
85
PEYRANO, Jorge. Procedimiento civil y comercial. Vol. 2. Rosario: Editorial Juris,
1992. pp. 127-128. cit. por: MONROY GÁLVEZ, Juan. Introducción … Op. cit. pp.
285-286.
76
de acción es totalmente libre, mientras que el ejercicio del
derecho de contradicción, si bien es libre en el sentido que el
demandado puede optar por defenderse o no hacerlo, es
menos libre que el derecho de acción pues, cualquiera sea la
actitud que tome el demando en el proceso, ésta siempre será
consecuencia del ejercicio previo del derecho de acción.
86
DEVIS ECHANDÍA, Hernando. Op. cit. pp. 208-209. ASENCIO MELLADO, José
María. Op. cit. pp. 195- 200.. Véase también ALVARADO VELLOSO, Adolfo.
Introducción al estudio del Derecho procesal. Vol. 1. Santa Fe: Rubinzal – Culzoni
Editores, 1997. pp. 179 y ss. AZULA CAMACHO, Jaime. Op. cit. pp. 127-130.
87
En el ordenamiento jurídico peruano erróneamente se identifica la contestación de
demanda con la comparecencia al proceso, siendo que la falta de contestación de aquella
produce la rebeldía del demandado (Art. 458° del CPC).
77
la posibilidad de incorporar nuevos hechos o
fundamentos jurídicos que contradigan los expuestos
por el actor en su demanda. Tan es así que la no
contestación de la demanda no supone que la sentencia
será favorable al demandante, pues para ello éste debe
probar los hechos que alega.
78
e.- Excepción material88: es la postura normal o que adopta
generalmente el demandado y consiste en oponerse a la
demanda en cuanto a su fondo, ya no simplemente
negando los hechos señalados en ella sino incorporando
nuevos hechos a su defensa para desvirtuar la
pretensión demandante. Estos hechos que el
demandado puede oponer a la pretensión de
demandante puede ser: impeditivos, extintivos y
excluyentes. A diferencia de la oposición procesal, con
este tipo de oposición el demandando pretende que se
emita una sentencia favorable a él pero en la que se
pronuncie sobre el fondo; es decir, una sentencia con
calidad de cosa juzgada.
f.- Reconvención: en este caso, el demandando contesta la
demanda no solo oponiéndose a la pretensión sino que,
además, él mismo formula una pretensión contra el
actor.
88
Monroy Gálvez no está de acuerdo con la clasificación que realiza la doctrina
mayoritaria sobre la excepción: sustantiva y procesal. Sostiene que, aunque un sector de
la doctrina afirme la existencia de excepciones sustantivas, que denuncian la existencia
de un hecho extintivo, impeditivo o modificativo de la relación jurídica sustantiva; el
hecho que éstas –normalmente- se apoyen en normas contenidas dentro del
ordenamiento civil demuestra que no existen excepciones sustantivas. La excepción es
un instituto procesal mediante el cual el demandado ejerce su derecho de defensa
denunciando la existencia de una relación jurídica procesal inválida, sea por omisión o
defecto de algún presupuesto procesal, o el impedimento de pronunciarse sobre el fondo
de la controversia, por omisión o defecto de una condición de la acción. MONROY
GÁLVEZ, Juan. Temas de proceso civil: introducción estudio de la medida cautelar,
apuntes para un estudio sobre la excepción, el aforismo iura novit curia y el art. VII del
título preliminar del código civil. Lima: Librería Studium, 1987. pp. 101-105. Aunque
la doctrina mayoritaria suele clasificar las excepciones en sustantivas y procesales, el
Código procesal civil peruano no hace distinción alguna entre unas y otras cuando las
regula en el Art. 446°.
79
Cuando el demandado adopta alguna o algunas de las
conductas señaladas en los literales c), d) o e) formula una
oposición a la pretensión. Siguiendo a DEVIS ECHANDÍA, la
oposición es la declaración de voluntad a través de la cual el
demandado manifiesta su resistencia a la pretensión del
demandante con la finalidad de obtener una sentencia que le
sea favorable o para que no haya proceso. Entonces, la
oposición comprende desde la simple negación del derecho y
los hechos que sustentan la pretensión hasta las excepciones
previas y las de mérito o fondo89. En consecuencia, existen
diversas clases de oposición. Así, la oposición será pasiva
cuando el demandado se limita simplemente a negar el
derecho material pretendido por el actor y/o los hechos que
en que aquel se fundamenta. O será activa, y en este caso
puede ser –a su vez- de fondo o de forma. La oposición de
fondo no consiste ya en una simple negación de la pretensión
sino en la alegación de hechos distintos a los afirmados por el
actor en su demanda con el objeto de desvirtuar la pretensión.
El demandado no niega o no se conforma con negar los
hechos de la demanda sino que además incorpora al proceso
hechos nuevos o distintos a los que fundamentan la demanda,
que pueden ser extintivos, impeditivos, excluyentes o
modificativos. Y en estos casos se dice que el demandado
propone excepciones de mérito. Por su parte, la oposición
procesal supone denunciar la inexistencia o la existencia
defectuosa de un presupuesto procesal o una condición de la
acción, sin atacar en fondo de la cuestión ni en derecho
material pretendido; a las que suele denominarse excepciones
previas o procesales90.
89
Por tanto, por defecto se excluyen de este concepto los casos de incomparecencia del
demandado, de comparecencia sin contestación (ni negación ni aceptación de la
pretensión) y el allanamiento, pues aquí no existe oposición ni defensa del demandado.
Y por exceso, la reconvención porque en este último caso existe un ataque separado
dentro del mismo proceso, en la medida que el demandado tiene una pretensión propia.
DEVIS ECHANDÍA, Hernando. Op. cit. p. 226.
90
Sin embargo, a decir de este jurista colombiano, las excepciones previas no son
verdaderas excepciones, ya que atacan exclusivamente el procedimiento o la forma del
proceso y no a la cuestión de fondo. Se trata simplemente de impedimentos procesales.
DEVIS ECHANDÍA, Hernando. Op. cit. pp. 228 y ss. Cfr. Por todos véase HURTADO
REYES, Martín. Op. cit. pp. 371 y ss.
80
De otro lado, la oposición tiene dos elementos: objeto y
razón. El objeto está constituido por la tutela jurídica que se
solicita al juez para que le otorgue determinado efecto
jurídico, que puede ser el rechazo total o parcial de la
pretensión, su paralización temporal, la reducción de la
pretensión, la suspensión o anulación del procedimiento,
entre otras. Y la razón, que es el fundamento de la oposición,
y que –al igual que la pretensión- se distingue en razón de
hecho o de derecho, según se trate de oponer hechos distintos
a los que sustentan la pretensión, o solamente deducir
consecuencias jurídicas distintas a las pretendidas por el
demandante. Sin embargo, debe quedar claro que la
oposición a la pretensión no integra ni forma parte del objeto
del proceso (pues esto corresponde solamente a la pretensión)
sino que su función es solamente delimitarlo, sin posibilidad
–en principio- de un cambio ulterior. Entonces fija los límites
dentro de los cuales el juez debe examinar la pretensión, los
cuales no puede desconocer sin incurrir en incongruencia91.
91
DEVIS ECHANDÍA, Hernando. Op. cit. p. 227. GUASP DELGADO, Jaime.
Derecho procesal … Op. cit. pp. 259 y 266.
92
DEVIS ECHANDÍA, Hernando. Op. cit. pp. 209, 226-227 y 231. También GUASP
DELGADO, Jaime. Derecho procesal … Op. cit. p. 258.
81
3.1.2. Concepto de demanda:
93
Sin embargo, la demanda no agota el ejercicio del derecho de acción, pues interpuesta
ésta la acción continua ejerciéndose durante todo el curso del proceso hasta que
concluya definitivamente. DEVIS ECHANDÍA, Hernando. Op. cit. p. 383. TICONA
POSTIGO, Víctor. Op. cit. pp. 358-363 HURTADO REYES, Martín. Op. cit. p. 300.
MONROY GÁLVEZ, Juan. Introducción … Op. cit. pp. 274-275..
94
TICONA POSTIGO, Víctor. Op. cit. pp. 355-357. DEVIS ECHANDÍA, Hernando.
Op. cit. pp. 383- 385. También MONROY GÁLVEZ, Juan. Introducción … Op. cit. pp.
274-275.
82
acción pero también es el instrumento que contiene la o las
pretensiones del demandante. De ahí que la pretensión es el
elemento central de la demanda. Por eso, se dice que la pretensión
es el petitum de la demanda95. Acción, demanda y pretensión son,
por tanto, conceptos distintos entre sí aunque relacionados.
95
Por todos Vid. TICONA POSTIGO, Víctor. Op. cit. pp. 349-355, 371 y 375. DEVIS
ECHANDÍA, Hernando. Op. cit. pp. 213 y 383-384. HURTADO REYES, Martín. Op.
cit. pp. 299- 304. ASENCIO MELLADO, José María. Op. cit. p. 181. ORTELLS
RAMOS, Manuel. Op. Cit. pp. 283-284
96
Sobre los efectos de la demanda véase AZULA CAMACHO, Jaime. Op. cit. pp. 342-
343. DEVIS ECHANDÍA, Hernando. Op. cit. pp. 399-401. ORTELLS RAMOS,
Manuel. Op. cit. pp. 297-301. FALCÓN, Enrique. M. Manual de derecho procesal. Vol.
1. Buenos Aires: Astrea, 2005. pp. 272- 273.
97
La preclusión procesal puede ser definida como la pérdida o extinción del derecho
para cumplir con un acto procesal, que puede deberse - entre otros factores, a la
conclusión del término o a la falta de ejercicio de derecho en el momento oportuno.
FALCÓN, Enrique. M. Op. cit. p. 130.
83
en los actos postulatorios, salvo disposición distinta de este
Código”. Esto significa que, el demandante debe ofrecer sus
medios de prueba dentro de la demanda; siendo que, una vez
presentada la misma el actor queda impedido de ofrecer otros
medios probatorios, salvo en los supuestos permitidos por el
Código procesal civil (artículos 374°, 440° y 429°).
98
MONTERO AROCA, Juan [et al.]. Derecho jurisdiccional. 12ª ed. Vol. 2. Valencia:
Tirant lo Blanch, 2003. pp. 116-119. DE LA OLIVA SANTOS, Andrés. Objeto del
proceso y cosa juzgada en el proceso. Cizur Menor (Navarra): Thomson – Civitas,
2005. 23-25. HURTADO REYES, Martín. Op. cit. p. 344.
99
Ibídem. p. 31.
84
Entonces, la pretensión es un acto, una manifestación de
voluntad a través de la cual se pide algo, la misma que puede ir o
no acompañada del derecho material que se reclama; siendo
precisamente de la existencia o no del derecho sustantivo de lo que
dependerá su fundabilidad o infundabilidad.
100
CARNELUTTI, Francesco. Sistema … Op. cit. p. 14. CARNELUTTI, Francesco.
Derecho procesal civil y penal. SENTIS MELENDO, Santiago (trad.). Vol. 1. Buenos
Aires: Ediciones Jurídicas Europa- América, 1971. pp. 61-62.
101
MONROY GÁLVEZ, Juan. Introducción … Op. cit. pp. 272-273. TICONA
POSTIGO, Víctor. Op. cit. pp.367-369. HURTADO REYES, Martín. Op. cit. pp. 345-
347. La pretensión material “es la facultad o derecho de exigir el cumplimiento de una
prestación y solo puede actuarse contra el sujeto pasivo de la correspondiente relación
jurídico material”, a diferencia de la pretensión procesal que se dirige a un órgano
decisor. PALACIO, Lino Enrique. Manual de derecho procesal civil. 18ª ed. Buenos
Aires: Lexis Nexis, 2004. pp. 96.
85
personal y directa contra el pretendido sino por intermedio del juez
a través del proceso. Sin embargo, no necesariamente la pretensión
material da origen a un proceso, pues puede ocurrir que el
demandante inicie el proceso sin haber exigido a la otra parte la
satisfacción de la pretensión con anterioridad al mismo, como
también puede suceder que al exigirse a la contraparte la
satisfacción de la pretensión material ésta cumpla lo requerido. Por
tanto, puede haber proceso sin necesidad de una pretensión material
y una pretensión material sin que exista proceso102. Así pues, la
pretensión material no siempre se convierte en procesal, como
tampoco la pretensión procesal surge necesariamente de una
pretensión material.
102
MONROY GÁLVEZ, Juan. Introducción … Op. cit. p. 273. TICONA POSTIGO,
Víctor. Op. cit. p. 369. HURTADO REYES, Martín. Op. cit. pp. 345-347. Puede verse
también ALVARADO VELLOSO, Adolfo. Op. cit. pp. 97-99.
103
MONROY GÁLVEZ, Juan. Introducción … Op. cit. p. 273. La pretensión procesal
es “la petición de una determinada consecuencia jurídica dirigida al órgano
jurisdiccional frente a otra persona, fundamentada en unos hechos de la vida que se
afirman coincidentes con el supuesto de hecho de una norma jurídica de la cual se hace
derivar la consecuencia pretendida”. ASENCIO MELLADO, José María. Op. cit. p.
139. Esta definición incorpora los principales elementos que componen a la pretensión
procesal.
104
PEYRANO, Jorge. Derecho procesal civil. Lima: Ediciones jurídicas, 1995. pp. 23-
24. cit. por: HURTADO REYES, Martín. Op. cit. p. 351.
86
juez pero frente a un sujeto pasivo105. Se infiere pues que, por un
lado, la pretensión se formula ante el juez porque la exigencia del
interés se realiza a través de un proceso para que sea el órgano
jurisdiccional quien se encargue de pronunciarse sobre aquella
mediante la sentencia. Pero, por otro, se dirige contra o frente al
demandado en tanto que éste es el sujeto pasivo de dicha exigencia,
el sujeto a quien se pretende obligar a cumplir con ella.
105
Este bien de la vida puede ser una cosa corporal o una conducta de otra persona.
GUASP DELGADO, Jaime. La pretensión procesal. Op. cit. pp. 71-75 y 84-85.
106
PALACIO, Lino Enrique. Op. cit. p. 96. AZULA CAMACHO, Jaime. Op. cit. p.
284. ASENCIO MELLADO, José María. Op. cit. p. 140.
107
DEVIS ECHANDÍA, Hernando. Op. cit. p. 216. Véase también HURTADO
REYES, Martín. Op. cit. pp. 356-357. ASENCIO MELLADO, José María. Op. cit. p.
140.
87
3.2.2.1. Elementos subjetivos.
108
HURTADO REYES, Martín. Op. cit. pp. 358-359. DEVIS ECHANDÍA, Hernando.
Op. cit. pp. 221-222. ASENCIO MELLADO, José María. Op. cit. p. 142. ALVARADO
VELLOSO, Adolfo. Op. cit. pp.102-103.
109
Ibídem.
110
TICONA POSTIGO, Víctor. Op. cit. p.390. AZULA CAMACHO, Jaime. Op. cit. p.
284. GUASP DELGADO, Jaime. La pretensión procesal. Op. cit. pp. 68-70.
PALACIO, Lino Enrique. Op. cit. p. 97. Este último autor incluso afirma que el órgano
jurisdiccional tiene la calidad de destinatario de la pretensión y el deber de satisfacerla,
sea acogiéndola o rechazándola. Sin embargo, el destinatario de la pretensión no es el
juez sino el demandando; el órgano jurisdiccional solo es el medio para hacer llegar al
demandando, mediante el proceso, la exigencia en que consiste la pretensión. Por tanto,
quien está llamado a satisfacer la pretensión no es el juez sino el pretendido, pues es
88
embargo, la mayor parte de la doctrina considera que el juez
no es un elemento subjetivo de la pretensión sino más bien el
encargado de resolver sobre ella en la sentencia. Si el juez
fuera un elemento de la pretensión perdería objetividad e
independencia para administrarla y resolverla. De manera
que, la pretensión procesal solo tiene como elementos
subjetivos a las partes, “siendo el juez un tercero imparcial
que se encargará de resolverla”111.
éste quien deberá cumplir con la prestación debida, en caso se declarase fundada la
demanda.
111
HURTADO REYES, Martín. Op. cit. p. 360. También DEVIS ECHANDÍA,
Hernando. Op .cit. p. 117. ASENCIO MELLADO, José María. Op. cit. p. 142.
ALVARADO VELLOSO, Adolfo. Op. cit. p. 103.
89
a) El petitorio u objeto de la pretensión:
112
DEVIS ECHANDÍA, Hernando. Op. cit. pp. 215 y 219. TICONA POSTIGO, Víctor.
Op. cit. p. 389. ASENCIO MELLADO, José María. Op. cit. p. 142. HURTADO
REYES, Martín. Op. cit. pp. 361-362.
113
MONTERO AROCA, Juan [et al.]. Op. cit. pp. 120-122. ORTELLS RAMOS,
Manuel. Op. cit. pp. 248-250. También PALACIO, Lino Enrique. Op. cit. p. 97.
HURTADO REYES, Martín. Op. cit. p. 362-363. SOLÓRZANO ASTETE, Silvia. La
aplicación procesal del principio iura novit curia [en línea]. MATHEUS LÓPEZ,
Carlos (dir.). Lima: Portal jurídico de la Facultad de Derecho de la USMP, 2009.
Consultado el 27 de mayo de 2016. pp. 28-30. Disponible en:
http://www.derecho.usmp.edu.pe/postgrado/doctorado/trabajo_alumno.htm.
90
Ahora bien, dado que la pretensión procesal forma
parte del contenido de la demanda y ésta se encuentra sujeta
al cumplimiento de determinados requisitos de admisibilidad
y procedencia, lógicamente que algunos de ellos se
encuentren referidos a la propia pretensión. En este orden de
ideas, el inciso 5 del Art. 424° del Código Procesal Civil
exige que el petitorio comprenda la determinación clara y
concreta de lo que se pide. En cuando al tipo de concreción
ésta “debe ser cualitativa, esto es, que debe indicarse la
naturaleza o índole de lo que se pide, ya sea una cosa, una
conducta de otra persona”, pero también -cuando la
naturaleza de la pretensión así lo requiera- la concreción debe
ser cuantitativa, es decir, precisarse el importe o el valor de lo
que se reclama. La claridad y concreción del petitorio es lo
que permitirá reconocer la naturaleza de la providencia
jurisdiccional114. En otras palabras, el petitorio de la
pretensión tiene que señalar de forma clara y concreta el tipo
de tutela jurisdiccional que reclama y el bien jurídico sobre el
cual ha de recaer dicha tutela. Por lo que, un petitorio
ambiguo, ininteligible, impreciso o indeterminado puede
originar la declaración de inadmisibilidad de la demanda, o
en su caso, puede ser cuestionado por el demandando a través
de la excepción procesal de oscuridad o ambigüedad en el
modo de proponer la demanda, prevista en el inciso 5 del Art.
446° del Código Procesal Civil.
114
TICONA POSTIGO, Víctor. Op. cit. p. 391.
115
HURTADO REYES, Martín. Op. cit. pp. 362-363. DEVIS ECHANDÍA, Hernando.
Op .cit. pp. 388- 389.
91
En lo que respecta a la pretensión de nulidad de despido
el petitum de esta pretensión vendría a ser la declaración de
nulidad del despido. Siendo el objeto inmediato la sentencia
declarativa de nulidad y el mediato el acto jurídico unilateral
del empleador extintivo de la relación laboral (despido), cuya
invalidez el trabajador pretende que sea declarada por el juez.
116
ARCE ORTÍZ, Elmer. La nulidad del despido… Op. cit. 3ra ed. pp. 230-231.
92
b) La causa de pedir:
117
MONTERO AROCA, Juan [et al.]. Op. cit. p. 122.
118
ORTELLS RAMOS, Manuel. Op. cit. p. 250. ASENCIO MELLADO, José María.
Op. cit. pp. 142-143.
119
ALVARADO VELLOSO, Adolfo. Op. cit. pp. 103- 106. MONROY GÁLVEZ,
Juan. Introducción … Op. cit. p. 274. Cfr. HURTADO REYES, Martín. Op. cit. p. 365-
366.
120
AZULA CAMACHO, Jaime. Op. cit. p. 286. TICONA POSTIGO, Víctor. Op. cit.
pp. 393 y ss. La causa petendi y los hechos son dos términos sinónimos. En tal sentido,
la causa de pedir es el conjunto de hechos de donde se deriva el derecho pretendido por
el demandante o la relación jurídica sustancial que éste alega. DEVIS ECHANDÍA,
Hernando. Op .cit. pp. 219-221 y 393-396. Cfr. HURTADO REYES, Martín. Op. cit.
pp. 365-366.
93
compuesta solamente por los fundamentos de hecho alegados
por el demandante.
121
En consecuencia, la causa de pedir no consiste en la invocación de normas,
principios jurídicos o calificaciones jurídicas, pues éstas por sí mismas son
abstracciones predicables a una pluralidad de hechos de la vida social, no siendo aptas
para identificar la causa de pedir de una petición e individualizar la pretensión respecto
de otras. MONTERO AROCA, Juan [et al.]. Op. cit. pp. 123-124. ORTELLS RAMOS,
Manuel. Op. cit. pp. 250-252. ASENCIO MELLADO, José María. Op. cit. pp. 142-143.
Véase también APOLÍN MEZA, Dante. “Apuntes iniciales en torno a los límites en la
aplicación del aforismo iura novit curia y la reconducción de pretensiones”. En: DI
MAJO, Adolfo [et al.]. Derecho procesal civil. Lima: Jurista Editores, 2009. pp. 134-
135 y 137-139.
94
deriva el derecho que se pretende. En consecuencia, dentro de
los fundamentos de hecho de la demanda deben distinguirse
los hechos sustanciales o constitutivos de la pretensión de los
que son meramente accesorios, secundarios o
circunstanciales; siendo que la causa petendi solo está
configurada por los primeros. Tal es así que la falta de
enunciación en la demanda de los segundos no impide que se
determine claramente la causa de pedir. Podría decirse
entonces que la causa de pedir de la pretensión es el
contenido de los fundamentos de hecho de la demanda122.
122
DEVIS ECHANDÍA, Hernando. Op .cit. pp. 393-395.
95
Respecto a la pretensión de despido nulo, el Art. 29° de
la LPCL establece una serie de causales que dan lugar a la
declaración de nulidad del despido. Sin embargo, la causa
petendi de la pretensión de despido nulo no es la causal legal,
pues esta última solo es el supuesto de hecho de la norma
jurídica cuya consecuencia solicita el trabajador. La causa de
pedir está integrada por el conjunto de hechos subsumibles
dentro de alguno de los supuestos de hecho (causales)
contenidos en el Art. 29° de la LPCL. En consecuencia, cada
conjunto de hechos calificables jurídicamente dentro de
alguna de las causales de nulidad configura una causa de
pedir distinta. Por tanto, no será lo mismo declarar la nulidad
del despido por haber existido un trato discriminatorio hacia
el trabajador por su creencia religiosa que por la presentación
de una queja contra su empleador ante el Poder Judicial. El
efecto o consecuencia jurídica (nulidad del despido) será la
misma sí pero la causa en la que se sustenta el petitorio no.
123
PALACIO, Lino. Derecho procesal civil. Vol. 4. p. 294. cit. por: TICONA
POSTIGO, Víctor. Op. cit. p. 396. En cuanto a la primera de las razones señaladas por
este autor, creemos que no es necesario que el demandado se pronuncie sobre todos y
cada uno de los hechos alegados por el demandante, sino únicamente sobre los hechos
jurídicamente relevantes y aquellos otros referidos a la prueba de la pretensión.
96
Ahora bien, los hechos constitutivos de la pretensión,
solamente pueden ser invocados por la parte demandante al
momento de plantear su pretensión en la demanda y vinculan
directamente al juez, vale decir, no podrán ser propuestos o
modificados por el órgano jurisdiccional. En consecuencia,
los hechos alegados por el demandante en su demanda
constituyen un límite para el juez al momento de resolver la
pretensión en la sentencia, ya que no puede basarse en hechos
que no han sido propuestos por las partes. A diferencia de los
fundamentos de derecho que sí pueden ser aplicados por el
juez oficiosamente, por lo que, su variación no supone una
modificación de la pretensión del actor124.
124
DEVIS ECHANDÍA, Hernando. Op .cit. pp. 219- 220, 393 y 395.
125
Ibídem. pp. 393 y 395.
126
HURTADO REYES, Martín. Op. cit. p. 365.
127
No obstante, por el carácter tuitivo del Derecho laboral, desde hace un tiempo se
viene aplicando en el proceso laboral el principios de suplencia de queja, principio que
es propio del Derecho constitucional. En virtud a dicho principio, el juez debe subsanar
97
c) La fundamentación jurídica.
las omisiones procesales advertidas para hacer viable el proceso, aunque sin alterar los
fundamentos de hecho o el petitorio de la demanda. Al respecto Vid. NUÑEZ PAZ,
Sandro. “Los principios de suplencia de queja y pro actione y sus alcances en la Nueva
Ley Procesal del Trabajo”. pp. 229-248.
128
DEVIS ECHANDÍA, Hernando. Op .cit. pp. 219 y 395.
129
DEVIS ECHANDÍA, Hernando. Op .cit. pp. 393- 395.
130
TICONA POSTIGO, Víctor. Op. cit. p. 398.
DEVIS ECHANDÍA, Hernando. Op .cit. p. 396.
98
derecho, cualquiera que sea la norma que lo contenga, haya
sido o no alegada por las partes, y sin que se tenga que probar
su existencia (iura novit curia)131.
131
DEVIS ECHANDÍA, Hernando. Op .cit. p. 396. Cfr. TICONA POSTIGO, Víctor.
Op. cit. p. 398.
132
TICONA POSTIGO, Víctor. Op. cit. p. 399.
99
este caso el juez deberá actuar en aplicación del principio
antes mencionado.
133
Vid. DEVIS ECHANDÍA, Hernando. Op .cit. pp. 389, 393 y 395. TICONA
POSTIGO, Víctor. Op. cit. pp. 365-366. ORTELLS RAMOS, Manuel. Op. cit. pp. 258-
259.
100
Lo hasta aquí dicho sobre la aplicación del iura novit
curia podría llevar a concluir –equivocadamente- que los
fundamentos de derecho, como elemento de la pretensión y
requisito de la demanda, carecerían de utilidad práctica o, en
todo caso, no serían imprescindibles. Sin embargo, destacada
doctrina advierte con gran acierto que, aunque la verdadera
calificación jurídica de los hechos viene determinada por su
naturaleza y por las circunstancias en las que éstos se dan, es
conveniente que el demandante exponga sus fundamentos de
derecho, pues sucede en algunos casos que una misma
situación de hecho pueda encajar en diversas normas
jurídicas con distintas consecuencias. Por tanto, la exposición
de los fundamentos de derecho puede convertirse en un
elemento importante para determinar el alcance de la
pretensión. Dicho con otras palabras, existen casos en donde
unos mismos hechos pueden calificarse jurídicamente de
distintas formas, en la medida que es posible subsumirlos en
el supuesto de hecho de dos o más normas con consecuencias
jurídicas diferentes. Por lo que, la calificación jurídica
realizada por el demandante sí puede servir para delimitar la
pretensión, ya que la petición del actor se encontrará sujeta a
la norma jurídica específicamente invocada; y la congruencia
y cosa juzgada habrán de referirse al objeto del proceso así
constituido134. En consecuencia, la fundamentación jurídica si
bien no identifica a la pretensión sí constituye un elemento de
ésta cuya mayor o menor necesidad dependerá del caso
concreto.
134
TICONA POSTIGO, Víctor. Op. cit. p. 398. CARLI, Carlo. La demanda civil. p. 87.
cit. por: TICONA POSTIGO, Víctor. Op. cit. pp. 365-366. MONTERO AROCA, Juan
[et al.]. Op. cit. p. 123. Véase también ORTELLS RAMOS, Manuel. Op. cit. p. 258.
101
102
CAPÍTULO IV.
HACIA UNA FLEXIBILIZACIÓN DE LA
CONGRUENCIA CAUSAL EN EL PROCESO DE
DESPIDO NULO A TRAVÉS DE LA ORALIDAD:
ALCANCE Y LÍMITES.
135
Vid. HUAMÁN ESTRADA, Elmer [et al.]. Op. cit. pp. 34-35. MALCA
GUAYLUPO, Víctor. Op. cit. pp. 112-116. También ROMERO MONTES, Francisco.
Op. cit. pp. 43-44. PEÑA CAMARENA, Humbelino y PEÑA ACEVEDO, Juan. Op.
cit. pp. 18-19.
103
En consecuencia, el principio de oralidad es, sino el más
importante, un principio esencial dentro del proceso laboral, a través del
cual se puede lograr la obtención de una sentencia acorde con la realidad
de los hechos. Precisamente, dadas las ventajas del acogimiento de este
principio en el ordenamiento procesal laboral, interesa analizar si el juez
puede sentenciar el proceso en base a hechos no invocados por el
demandante en su acto postulatorio de demanda, pero que surgen a
consecuencia de la efectiva realización de la oralidad y la inmediación en
el proceso. Más concretamente, se estudiará si acaso cabe la posibilidad
que el juez emita una sentencia favorable al trabajador fundada en hechos
que recién aparecen o, mejor dicho, se ponen de manifiesto durante la
audiencia de juzgamiento producto de las actuaciones orales de las
partes. Incluso, si es que la oralidad permitiría al juez pronunciarse sobre
la pretensión del trabajador en base a una causa petendi distinta a la
alegada por éste en su demanda.
136
AZULA CAMACHO, Jaime. Op. cit. p. 343.
104
En este orden de ideas, el Art. 428° del Código Procesal Civil137
permite al demandante modificar su demanda pero solo hasta antes que
ésta sea notificada al demandado. Quiere decir que, el actor tiene la
facultad de modificar su demanda aun después de haberla presentado, no
obstante, este derecho tiene como límite temporal para su ejercicio el
emplazamiento al demandado. Por tanto, la notificación de la demanda a
la parte contraria impide la variación de la demanda.
Ahora bien, del tenor del inciso 2) del Art. 438° del CPC pareciera
ser que el emplazamiento con la demanda solo impide la modificación
del petitorio de la pretensión. Es decir que, el único elemento de la
pretensión que no podría ser modificado luego de la notificación de la
demanda sería el petitorio, salvo en los casos permitidos por el Código
Procesal Civil. Sin embargo, a pesar de no estar expresamente regulado
en la norma procesal civil, es claro que el emplazamiento con la demanda
también impide la variación de la causa petendi que sustenta el petitorio
de la pretensión, así como de los sujetos de la misma. Esto se sustenta en
137
Este artículo ha sido modificado por la Ley N° 30393, publicada en el Diario El
Peruano el 28 de diciembre de 2014.
138
AZULA CAMACHO, Jaime. Op. cit. pp. 342-343. DEVIS ECHANDÍA, Hernando.
Op. cit. pp. 399-401. ORTELLS RAMOS, Manuel. Op. cit. pp. 297-301.
105
la tutela del derecho de defensa de la parte demandada. Si se permitiera
al actor modificar los sujetos o los hechos que fundamentan su pedido
luego de que el demandado ya ha tomado conocimiento de la demanda,
éste no podría ejercer adecuadamente su defensa, en la medida que el
demandado contradice la demanda en los términos en que ésta le fue
notificada (esto es, con un petitorio, unos sujetos y causa petendi
determinada). Además, también por una cuestión de seguridad jurídica,
puesto que si el actor pudiera modificar los elementos de su pretensión en
cualquier momento del proceso, cada vez que el demandante realizara
una modificación habría que correrle traslado al demandado para que
absuelva (a fin de evitar la indefensión del demandado), lo que haría casi
imposible la conclusión del proceso. En consecuencia, notificada la
demanda el actor no podrá modificar los sujetos, el objeto y la causa de la
pretensión formulada en la demanda.
139
MONROY GÁLVEZ, Juan. Introducción … Op. cit. p. 275.
106
modificación de demanda como sí existe para el escrito de la demanda,
salvo que el juez lo considere necesario. Y respecto a la oportunidad, la
modificación de la demanda debe efectuarse dentro del término
establecido en cada ordenamiento procesal, luego de lo cual precluye. En
cuanto al requisito de fondo, se exige que la modificación no consista en
una completa sustitución de los elementos esenciales de la demanda, sino
solamente en una modificación o alteración parcial. Por ejemplo, puede
incluirse un nuevo demandado y/o eliminarse otro, pero lo que no puede
hacerse es cambiar la totalidad de los demandados iniciales. En
consecuencia, es posible agregar nuevas pretensiones a la demanda o
suprimir algunas de las existentes pero no modificar totalmente las
pretensiones originales140.
140
AZULA CAMACHO, Jaime. Op. cit. pp. 343- 344. Véase también CARRIÓN
LUGO, Jorge. Análisis del Código procesal civil. Vol. 1. Lima: Cultural Cuzco S.A.,
1994. pp, 320-321. PALACIO, Lino Enrique. Op. cit. p. 117. DE LA OLIVA SANTOS,
Andrés y FERNÁNDEZ, Miguel Ángel. Derecho procesal civil. 3ª ed. Vol. 2. Madrid:
Centro de Estudios Ramón Areces S.A., 1992. pp. 98.
141
Los términos “transformación” y “cambio” se pueden utilizar como palabras
sinónimas para significar el “mudamiento total” de la demanda, mientras que los
términos “corrección” o “modificación” implican un cambio no de la totalidad de la
demanda sino solamente de una parte, de algo incidental. Por su parte, la ampliación y
reducción de la demanda son especies dentro de la modificación. FALCÓN, Enrique M.
Op. cit. pp. 257-258. Sin embargo, en cuanto a las dos primeras expresiones
consideradas como sinónimas, es preferible emplear únicamente el término
“transformación” para referirse a la sustitución de la demanda, debido a que el término
107
Bien advierte este autor que, un cambio sustancial de la pretensión
no sería ya una modificación de la demanda sino una trasformación de la
misma142, que conllevaría a la existencia de una nueva demanda y traería
como consecuencia dar por concluida la instancia abierta con la demanda
originaria. Ocurre, sin embargo, que nuestra legislación no contempla la
figura de la transformación de la demanda sino solo su modificación. Por
lo que, el juez al momento de evaluar el escrito de modificación de
demanda habrá de examinar si éste cumple con los requisitos de forma y
de fondo mencionados anteriormente. Siendo que, si de su contenido
aprecia la existencia de una modificación sustancial de la pretensión
deberá declarar improcedente la modificación, de conformidad con lo
dispuesto en el Art. 128° del CPC.
108
de la demanda. En cuando a las pretensiones accesorias que son
intrínsecas a la pretensión de nulidad (reposición, pago de
remuneraciones devengadas y CTS), aun cuando aquellas no sean
acumuladas o sean eliminadas de la demanda, el juez igualmente
deberá concederlas.
144
Entendemos por modificación en sentido estricto una sustitución, el cambio de una
cosa por otra pero sin alterar sus cualidades o características esenciales.
109
y luego modificarla para demandar la existencia de un despido
nulo.
Véase sobre el particular MONROY GÁLVEZ, Juan. Introducción… Op. cit. p. 276.
145
110
4.1.1. La modificación del elemento fáctico de la pretensión y la
preclusión de la prueba.
111
en la medida que se está incorporando al proceso hechos
constitutivos distintos a los que configuran la causa de pedir
inicialmente invocada en la demanda como sustento de la
pretensión de nulidad. No podría aplicarse a este supuesto la
preclusión procesal establecida en el Art. 21° de la NLPT, en la
medida que dicha preclusión opera solamente respecto de la causa
de pedir alegada en la demanda.
112
que sustente el petitorio de nulidad sino de incluir hechos para
complementar o reforzar la causa de pedir que fue alegada en la
demanda.
146
El supuesto de integración por excelencia es el de los hechos nuevos. PALACIO,
Lino Enrique. Op. cit. pp. 96 y 109. HINOSTROZA MINGUEZ, Alberto. Comentarios
al Código procesal civil. 3ª ed. Vol. 2. Lima: IDEMSA, 2010. pp. 351-352.
113
HURTADO REYES sostiene que aunque nuestra legislación no
ha definido concretamente qué se entiende por “hecho nuevo” la
doctrina y jurisprudencia sí han hecho un desarrollo sobre esto. En
tal sentido, hechos nuevos son aquellos hechos acontecidos con
posterioridad al momento procesal oportuno para introducir la
pretensión (esto es, la demanda) o también aquellos hechos
ocurridos con anterioridad al proceso pero sobre los cuales no se
había tenido noticia de su existencia al momento de formular la
pretensión en la demanda. Estos hechos nuevos deben guardar
relación con las afirmaciones que ya han sido introducidas en el
proceso, siendo que su acreditación coadyuvará a ratificar (o
desvirtuar en el caso del demando) la pretensión que constituye el
objeto del proceso; sin embargo, en ningún caso estos hechos
pueden alterar la causa petendi. De hecho, la incorporación de
hechos nuevos al proceso podría afectar el derecho a la tutela
judicial efectiva y el debido proceso si es que se hace de forma
arbitraria, es por ello que su introducción no debe generar una
modificación de la causa de pedir147.
147
Por todos HURTADO REYES, Martín. Op. cit. pp. 310-311.
148
PALACIO, Lino Enrique. Op. cit. pp. 409- 410.
114
controvertida, sino que además deben hallarse encuadrados dentro
de los términos de la causa y el objeto de la pretensión, ya que de lo
contrario, esta no resultaría integrada sino transformada” 149. Por lo
que, para que se puedan ofrecer medios probatorios extemporáneos
sobre hechos nuevos éstos deben reunir dichas características.
149
LEDESMA NARVÁEZ, Marianella. Comentarios al Código procesal civil: análisis
artículo por artículo. 3ª ed. Tomo I. Lima: Gaceta Jurídica, 2011. pp. 947-950
150
Los hechos nuevos pueden ser incorporados al proceso no solo por el demandante
sino por el demandado. Aunque, en el caso del proceso de despido nulo, la invocación
de hechos nuevos por parte del empleador demandado es poco probable, dado que éste
despide al trabajador en virtud a los hechos ocurridos y conocidos al momento del
despido, así como en base a los medios de prueba con los que contaba. Por lo que, el
conocimiento posterior de hechos ocurridos con anterioridad al inicio del proceso no
puede servir al empleador para sustentar la causa justa alegada como motivo del
despido, en la medida no se valió de estos hechos para la cesación del vínculo laboral
con el trabajador. Más difícil aun es el caso de alegar hechos ocurridos con
posterioridad a la contestación de demanda, debido a que la extinción del vínculo
laboral entre el empleador y el trabajador debe haberse producido por hechos ocurridos
115
4.2. La influencia de los principios procesales sobre los hechos en el
proceso laboral.
con anterioridad a dicha extinción. A no ser que se trate de hechos que complementan o
refuerzan los hechos que han constituido la causa justa de despido alegada por el
empleador; como puede ser, por ejemplo, la disposición del Ministerio Público de la
apertura de proceso penal por el presunto delito de hurto en perjuicio del empleador. Sin
perjuicio de ello, el juez habrá de analizar en el caso concreto los hechos nuevos
alegados por el empleador para establecer ellos coadyuvan a demostrar que existió un
motivo razonable del empleador para despedir al trabajador.
116
pide la nulidad de despido por haberse motivado dicho despido en el
inicio por parte del trabajador de un proceso judicial en contra el
empleador por el pago de beneficios sociales y que, sin embargo, del
debate surgido durante la audiencia de juzgamiento se revela que el
empleador extinguió el vínculo laboral debido a que conoció sobre la
presentación de otra demanda de trabajador que aún no le había sido
notificada; o que, por el contrario, la causa del despido fue realmente el
profesar la religión musulmana, debido a que el empleador no se
encontraba en desacuerdo con que el trabajador la practicara en el trabajo
(v.gr. vestimenta, oración, etc.).
151
Los principios procesales son pautas o directrices que sirven para orientar el
desarrollo del proceso. Son una expresión monodisciplinaria de los principios generales
del derecho y, como tales, tienen básicamente tres funciones: 1) creativa o informadora,
por cuanto sirven de inspiración al legislador para construir o fundamentar un
ordenamiento jurídico procesal; 2) interpretativa, pues sirven como criterio orientador
del juez para una interpretación cabal de la norma jurídica; y una función 3) integrativa,
ya que son una herramienta que ayuda al juez a integrar las lagunas o vacíos legales, a
suplir las deficiencias de las normas jurídicas procesales. Asimismo, los principios
expresan un deber de conducta de los individuos, por tanto, son criterios que permiten al
juez y a las partes conducir su actuación dentro del proceso. Y en cuanto a los principios
procesales que rigen dentro del proceso laboral, no solo se aplican en él aquellos que
son comunes a todo proceso, sino que cuenta con principios propios, los mismos que
guardan relación con el objetivo del Derecho laboral. Es decir que, tienden a compensar
dentro del proceso la desigualdad material existente entre empleador y trabajador
derivada de la relación laboral (v.gr. principio protector, principio de irrenunciabilidad
de derechos, inversión de la carga de la prueba, entre otros). HURTADO REYES,
Martín. Op. cit. pp. 93 y ss. MALCA GUAYLUPO, Víctor. Op. cit. pp. 107-108.
CASTILLO GUZMÁN, Jorge y CADILLO PONCE, José. Biblioteca manual del
litigante laboral. RAE JURISPRUDENCIA. Lima: ECB Ediciones, 2012. pp. 19-21.
PASCO COSMÓPOLIS, Mario. Fundamentos del derecho procesal del trabajo. 2ª ed.
Lima: AELE, 1997. pp. 37-39.
117
laboral se encuentra dotado de una serie de potestades y facultades que le
otorgan un rol protagónico dentro del proceso. Además de ello, la
estructuración del nuevo proceso laboral sobre un modelo oral convierte
al proceso en uno más flexible y más cercano a la verdad de los hechos.
Entonces, junto con los principios dispositivo y de congruencia, existen
otros que hacen del proceso laboral uno menos rígido en sus formas y de
los que también es necesario hablar para determinar si cabe hacer
excepciones al principio de congruencia respecto a los hechos de la
pretensión de despido nulo; y si puede hacerlo bajo qué límites.
152
HURTADO REYES, Martín. Op. cit. pp. 110-111 y 593-594. En cambio, el
principio inquisitivo - antítesis del dispositivo-, por un lado faculta al juez a investigar
la verdad por todos los medios legales que estén a su alcance, sin que la inactividad de
las partes lo obligue o lo limite a decidir el proceso únicamente sobre los medios de
prueba que éstas aporten o le pidan; y por otro, faculta al juez a iniciar de oficio el
proceso. DEVIS ECHANDÍA, Hernando. Op. cit. pp. 60-61.
118
prácticamente nula, su situación era la de un simple espectador al
que solamente le correspondía administrar el proceso ateniéndose a
la actividad realizada por las partes, sin que pudiera ejercer
facultades de oficio. Sin embargo, esta visión tan radical del
principio dispositivo ha quedado superada, habiendo sido atenuada
por el principio de autoridad o también conocido como principio de
dirección judicial del proceso, que marca el tránsito de un juez-
espectador a un juez-director153.
153
Vid. PEYRANO, Jorge. El proceso civil: principios y fundamentos. Buenos Aires:
Astrea, 1978. pp. 51-124. HURTADO REYES, Martín. Op. cit. pp. 111-112 y 593-596.
DEVIS ECHANDÍA, Hernando. Op. cit. p. 60. Sobre el principio de dirección judicial
MONROY GÁLVEZ, Juan. Introducción … Op. cit. pp. 92-93.
154
HURTADO REYES, Martín. Op. cit. pp. 112-113. DEVIS ECHANDÍA, Hernando.
Op. cit. pp. 61-63. Véase también MONROY GÁLVEZ, Juan. Introducción … Op. Cit.
pp. 87-108.
119
Recogiendo lo desarrollado por la doctrina, las
manifestaciones del principio dispositivo atenuado en un proceso
son diversas155:
A.- Iniciativa de parte: quiere decir que el proceso solo puede ser
iniciado a instancia de parte. Por tanto, el juez no puede
ejercer su actividad jurisdiccional de oficio e iniciar un
proceso mientras éste no haya sido solicitado por la parte
interesada a través del ejercicio de su derecho de acción
(nemo iudex sine actore, ne procedat iudex ex officio).
MONROY GÁLVEZ concibe esta expresión del principio
dispositivo como un principio propio al que denomina
principio de iniciativa de parte o de demanda privada.
155
PALACIO, Lino Enrique. Op. cit. pp. 63-66. HURTADO REYES, Martín. Op. cit.
pp. 112-115 y 596-597. DEVIS ECHANDÍA, Hernando. Op. cit. pp. 62-63. CASTILLO
GUZMÁN, Jorge y CADILLO PONCE, José. Op. cit. pp. 21-22. También MONROY
GÁLVEZ, Juan. Introducción … Op. cit. pp. 87-108. ENDERLE, Guillermo. La
congruencia procesal. Santa Fe: Rubinzal – Culzoni Editores, 2007. pp. 23- 40.
120
tendientes a impulsar el proceso. No obstante, esto no impide
que el juez pueda impulsar de oficio el proceso.
121
F.- Aportación de la prueba: es otra manifestación del principio
en comentario que exige que las partes aporten todos los
medios de prueba necesarios para sustentar los hechos que
afirman (en el caso del demandante los hechos que sustentan
su pretensión, y en del demandado los hechos de su defensa).
En su concepción pura era una atribución monopólica de los
litigantes, por lo que el juez estaba prohibido ordenar pruebas
de oficio. Sin embargo, esta rigidez del principio dispositivo
ha sido morigerada por la confluencia en el proceso del
principio inquisitivo, con lo cual ahora en el proceso el juez
también tiene la facultad de realizar actividad probatoria y,
por consiguiente, decretar de oficio las pruebas que considere
convenientes para verificar la realidad de los hechos; en tanto
y cuanto esta prueba de oficio esté referida a hechos
invocados por las partes. Sin embargo, es claro que la
actividad probatoria del oficio por parte del juez no puede
suplir la actividad probatoria de las partes. En otras palabras,
los litigantes no pueden acudir a un proceso sin material
probatorio alguno pretendiendo que sea el juez quien obtenga
los medios de prueba por ellos.
122
cosas no reclamadas por ellos156. Con todo, a pesar que el
principio dispositivo es uno de los principales fundamentos
de la congruencia no es el único en que se basa, como se verá
luego.
156
PEYRANO, Jorge. Op. cit. pp. 63-64. MILLAN, Carlos. La incongruencia civil.
Madrid: Tecnos, 1983. pp. 21-23.
157
TOLEDO TORIBIO, Omar. “El petitorio implícito y otras hipótesis de
flexibilización en el marco de la Nueva ley procesal del trabajo”. En: Soluciones
Laborales. N° 71. Lima: Gaceta Jurídica, noviembre 2013. pp. 13-14.
123
conveniente dotar al juez laboral de mayores facultades a fin de
evitar que la desigualdad existente entre las partes que configuran
la relación laboral sea determinante en el proceso. Entonces, el
carácter tuitivo del Derecho laboral obliga a la NLPT a atribuir un
mayor protagonismo al juez laboral del que la norma procesal civil
le confiere a sus órganos jurisdiccionales para así poder compensar
la desigualdad de las partes, lo que se ve reflejado en las potestades
que se han otorgado como: hacer prevalecer lo oral sobre lo escrito,
el fondo sobre la forma, el poder interrogar libremente a los
participantes del proceso, la facultad para sancionar conductas
contrarias a la buena fe, lealtad, probidad, etc.; sin que por ello se
deba concluir que el proceso laboral es de corte inquisitivo
158
Bajo la LPT no cabía el abandono del proceso, por eso el proceso se podía aletargar
indefinidamente sin que hubiera forma de concluirlo, debido a que el juez no podía
declarar el abandono del proceso como sanción a la inactividad de las partes; salvo
archivarlo si ambas partes inasistían a la audiencia única. La figura del abandono dentro
124
sin que se haya realizado acto procesal alguno que lo impulse (Art.
30° de la NLPT in fine). De esta manera, la actividad que realicen
las partes para hacer avanzar el curso del proceso es de suma
importancia, aun cuando también se haya facultado al juez para
impulsarlo de oficio y conducirlo por las diversas etapas
procesales. Por otro lado, son las partes quienes deben aportar los
hechos que respalden sus pretensiones o sus defensas. De modo
que, a pesar de las mayores prerrogativas otorgadas al juez dentro
del proceso laboral, éste no puede modificar los hechos del proceso
ni sustentar su decisión en hechos que no han sido introducidos a
aquel por alguna de las partes.
del nuevo proceso laboral permite la materialización del principio de celeridad procesal,
ya que el proceso concluirá si se configura el supuesto previsto por la norma para
declarar el abandono del mismo, a pedido de parte o de un tercero. Esto no solo ayudará
a reducir la carga procesal de los juzgados, preocupándose éstos solo de los casos en
donde existe interés de las partes de resolver la controversia; sino que además fomentará
que las partes –al menos el demandante- eviten que transcurra demasiado tiempo sin
que se realice el acto procesal que continúa dentro de la secuela del proceso. Lo anterior
no significa que el principio de impulso de oficio del proceso quede fuera del nuevo
proceso laboral, pues el abandono solo es predicable respecto de aquellas actuaciones
procesales que corresponde realizar a las partes, no a las del juez. Así también, la figura
del abandono no tiene por qué perjudicar al trabajador cuando se observa la presencia de
una conducta maliciosa del empleador para retrasar indebidamente el proceso, pues para
estos casos la NLPT ha previsto la facultad del juez para sancionar las conductas
dilatorias u obstructivas a la continuación del proceso. Por tanto, este instituto optimiza
el proceso, fomentando a que se realice en el menor tiempo posible.
125
Finalmente, en el proceso laboral la delimitación del objeto
sobre el que habrá de recaer el pronunciamiento judicial también
corresponde a las partes. Por tanto, el juez no puede decidir sobre
lo no pedido por las partes. Sin embargo, esta expresión del
principio dispositivo se encuentra bastante flexibilizada dentro del
proceso laboral, a diferencia de lo que ocurre en proceso civil en
donde su aplicación es plena. Ello toda vez que, la norma procesal
laboral faculta al juez a emitir sentencias ultra petita al permitirle
otorgar al trabajador mayores sumas a las demandadas cuando ha
existido un error en el cálculo de los derechos demandados o un
error en la invocación de las normas aplicables (Art. 31° de la
NLPT).
126
fallo ultra petita159, la prueba de oficio, la dirección del proceso,
entre otras.
159
PASCO COSMÓPOLIS, Mario. Op. cit. pp. 47-59. CASTILLO GUZMÁN, Jorge y
CADILLO PONCE, José. Op. cit. pp. 21-22. HERRERA GONZÁLES –PRATTO,
Isabel. “La búsqueda de la verdad en el proceso laboral”. En: Doctrina y análisis sobre
la Nueva ley procesal del trabajo … Op, cit. 108 y ss.
160
DEVIS ECHANDÍA, Hernando. Op. cit. pp. 433-434. También SERRA
DOMINGUEZ, Manuel. Estudios de Derecho procesal. Barcelona: Ariel, 1969. p. 395.
ASENCIO MELLADO, José María. Derecho Procesal Civil … Op. cit. p. 334. De otro
lado, la congruencia tiene una doble vertiente, la interna o impropia, que consiste en la
conformidad que debe existir entre la parte considerativa y parte dispositiva de la
sentencia; y la congruencia externa, que propiamente se refiere a la concordancia entre
lo pedido por las partes y la sentencia. AZULA CAMACHO, Jaime. Op. cit. pp. 79-80.
ENDERLE, Guillermo. Op. cit. p. 95.
127
En este orden de ideas, la congruencia predicada de la
sentencia consiste en la adecuación o conformidad que debe existir
entre lo resuelto por el juez en la sentencia y la pretensión o
pretensiones del demandante que constituyen el objeto del proceso,
y la oposición u oposiciones del demandado, en cuanto que
delimitan dicho objeto161.
161
GUASP DELGADO, Jaime. Derecho procesal … Op. cit. p. 483. También DEVIS
ECHANDÍA, Hernando. Op. cit. p. 434.
162
GUASP DELGADO, Jaime. Derecho procesal … Op. cit. p. 483. ASENCIO
MELLADO, José María. Derecho Procesal Civil … Op. cit. pp. 334-335. ORTELLS
RAMOS, Manuel. Op. cit. pp. 432- 433. ENDERLE, Guillermo. Op. cit. pp. 57 y ss. .
BORDENAVE, Leonardo. “La regla de congruencia y su flexibilización”. En:
QUIROGA LEÓN, Anibal [et al]. El proceso civil: problemas fundamentales del
proceso. CÓRDOVA SCHAEFER, Jesús (ed.). RAE JURISPRUDENCIA. Lima: EBC,
2011. pp. 41 y ss.
163
SERRA DOMINGUEZ, Manuel. Op. cit. pp. 397.
128
delimita y establece el objeto del debate. De modo tal que,
para emitir una sentencia congruente el órgano jurisdiccional
deberá atenerse a los sujetos, el petitum y la causa petendi de
la pretensión, así como a la defensa del demandado, en tanto
que se opone a aquella. .
164
Ibidem. p. 397.
165
Ibidem. p. 398. Véase también ORTELLS RAMOS, Manuel. Op. cit. p. 436.
MONTERO AROCA, Juan [et al.]. El nuevo proceso civil (Ley 1/2000). Valencia:
Tirant lo Blanch, 2000. p. 430. cit. por: ENDERLE, Guillermo. Op. cit. p. 101.
129
pretensiones del proceso, no habría incongruencia si el fallo
se atiene a aquellas166.
166
GUASP DELGADO, Jaime. Derecho procesal … Op. cit. p. 483. SERRA
DOMINGUEZ, Manuel. Op. cit. pp. 399-400. ASENCIO MELLADO, José María.
Derecho Procesal Civil … Op. cit. pp. 334-335.
167
ORTELLS RAMOS, Manuel. Op. Cit. p. 436.
168
MONTERO AROCA, Juan [et al.]. El nuevo proceso civil (Ley 1/2000). Valencia:
Tirant lo Blanch, 2000. p. 430. cit. por: ENDERLE, Guillermo. Op. cit. p. 101.
169
SERRA DOMINGUEZ, Manuel. Op. cit. pp. 395-397. Véase también ENDERLE,
Guillermo. Op. cit. pp. 80-82. DEVIS ECHANDÍA, Hernando. Op. cit. p. 434-436.
130
produce una incongruencia por exceso, y el deber de exhaustividad
o de pronunciamiento, cuyo incumplimiento da lugar a una
incongruencia por omisión. En tal sentido, el fundamento de la
congruencia residiría, por un lado, en el principio dispositivo y de
aportación de parte, ya que el primero veta al órgano jurisdiccional
de pronunciarse sobre un objeto procesal distinto al propuesto por
el actor y respecto a partes que no han sido traídas al proceso por
él, y el segundo impide al juez resolver sobre el objeto del proceso
en base a hechos no alegados por las partes o peticiones no
formuladas por el demandado. Pero, por otro lado, la congruencia
también se funda en el derecho a la tutela judicial efectiva –y en el
derecho a la defensa, agrega ASENCIO MELLADO-, ya que éste
persigue la obtención de una sentencia de fondo y fundada en las
cuestiones planteadas en la demanda, de forma que, una sentencia
que omita pronunciarse sobre todas o algunas de las pretensiones
viola aquel derecho constitucional e incurre en una incongruencia
por defecto170.
170
ORTELLS RAMOS, Manuel. Op. cit. pp. 434-435. ASENCIO MELLADO, José
María. Derecho Procesal Civil … Op. cit. pp.334-336. También CORTÉS
DOMÍNGUEZ, Valentín [et al.] Derecho procesal. Parte General. Proceso Civil. Tomo
I, Vol.1. Valencia: Tirant lo Blanch, 1991. p. 480. cit. por: ENDERLE, Guillermo. Op.
cit. pp. 80-81.
131
su providencia sobre todas las peticiones formuladas por las partes
en el proceso.
171
DEVIS ECHANDÍA, Hernando. Op. cit. pp. 440-446. GUASP DELGADO, Jaime.
Derecho procesal … Op. cit. pp. 483-484. ENDERLE, Guillermo. Op. cit. pp. 95, 103 y
105 y ss. ORTELLS RAMOS, Manuel. Op. cit. pp. 433 y ss. ASENCIO MELLADO,
José María. Derecho Procesal Civil … Op. cit. pp.335-336. Véase también SERRA
DOMINGUEZ, Manuel. Op. cit. pp.407 y ss.
172
Coincide con nuestra forma de clasificar los tipos de incongruencia HURTADO
REYES, Martín. Op. cit. pp. 142-149. DE LOS SANTOS, Mabel. “Postulación y
flexibilización de la congruencia (Su análisis con relación al Código Procesal Civil
peruano)”. En: Revista peruana de Derecho procesal. MONROY PALACIOS, Juan
(dir.). N° 8. Lima: Palestra, 2008. pp. 94-95.
132
pretensión, así como a la oposición del demandado que se
enfrenta a ella en cuanto la precise. En este orden de ideas, la
incongruencia de la sentencia puede ser subjetiva, objetiva o
causal, según si el juez dicta una sentencia que no se
encuentre conforme con los sujetos, con el objeto o con la
causa de pedir de la pretensión, sea porque aquella resuelva
más allá o distinto a alguno o algunos de los elementos de la
pretensión (por exceso), o porque omita pronunciarse sobre
ellos (por defecto).
a) Incongruencia subjetiva.
173
ENDERLE, Guillermo. Op. cit. p. 106.
174
ENDERLE, Guillermo. Op. cit. pp. 106-109. ORTELLS RAMOS, Manuel. Op. cit.
p. 437. BORDENAVE, Leonardo. “La regla de … Op. cit. pp. 41 y ss. HURTADO
REYES, Martín. Op. cit. pp. 146-147. DE LOS SANTOS, Mabel. “Postulación… Op.
cit. p. 94.
133
Empero también se puede dar una incongruencia
subjetiva por defecto, cuando la sentencia omite pronunciarse
sobre alguna de las partes de la relación jurídico procesal175.
Es decir, cuando la sentencia se pronuncia solo sobre algunos
demandantes o demandados, dejando fuera a otros pero sin
sustentar el motivo por el que se los excluye (citra petita). El
deber del juez de pronunciarse sobre todas las partes del
proceso no supone que tenga que favorecer a todos los
demandantes, o condenar o absolver a todos los demandados,
sino únicamente que el juez se encuentra obligado a
considerarlos en la sentencia y emitir un pronunciamiento
expreso sobre aquellos en el sentido que corresponda.
b) Incongruencia objetiva.
175
ENDERLE, Guillermo. Op. cit. pp. 164-165. HURTADO REYES, Martín. Op. cit.
pp. 146-147.
176
ORTELLS RAMOS, Manuel. Op. cit. p. 438. GUASP DELGADO, Jaime. Derecho
procesal … Op. cit. p. 483. HURTADO REYES, Martín. Op. cit. p. 142.
177
Algunos consideran que este tipo de incongruencia se configura también respecto de
la oposición deducida por el demandado. En tal sentido, habría incongruencia si la
sentencia otorga más de lo pedido en una excepción, si resuelve sobre excepciones no
pedidas por el demandado u omite pronunciarse sobre las propuestas por aquel. DEVIS
ECHANDÍA, Hernando. Op. cit. p. 441. ENDERLE, Guillermo. Op. cit. pp. 119-120.
HURTADO REYES, Martín. Op. cit. p. 142. Sin embargo, a nuestro entender no cabe
hablar de incongruencia objetiva respecto de la oposición del demandado, pues si bien
ésta contiene el pedido del demandado de tutela jurídica al órgano jurisdiccional para
que desestime la pretensión, ya sea de forma total o parcial, por el fondo o por la forma;
la oposición básicamente consiste en una resistencia a la pretensión del demandante
mediante la negación de la existencia de la razón (de hecho y de derecho) que la
sustenta. En consecuencia, si el demandado solicita que declare infundada la demanda y
el juez resuelve declararla improcedente no se podría decir que es incongruente por no
otorgar lo pedido por el demandado. Ahora bien, cuando el juez no resuelve o resuelve
134
Entonces, la incongruencia objetiva puede darse por
exceso, cuando se resuelve más allá de lo pedido (ultra
petita) o sobre algo distinto de lo pedido (extra petita); o por
defecto, cuando no resuelve sobre todas las peticiones
formuladas (citra petita) por el demandante (o por el
demandando en la reconvención).
135
peticiones de las partes no a las pruebas179. Así pues, el tema
de la prueba de los hechos es ajeno a este principio.
179
DEVIS ECHANDÍA, Hernando. Op. cit. p. 442. Si la sentencia recoge una cuestión
de hecho alegada pero no probada no estamos ante una incongruencia, sino solo ante un
error (de hecho o de derecho) en la apreciación de la prueba. SERRA DOMINGUEZ,
Manuel. Op. cit. p.401.
180
HURTADO REYES, Martín. Op. cit. p. 143. GUASP DELGADO, Jaime. Derecho
procesal … Op. cit. p. 484. ENDERLE, Guillermo. Op. cit. pp. 121-122. ASENCIO
MELLADO, José María. Derecho Procesal Civil … Op. cit. p. 336.
136
sentencia de condena ordenando el pago de una
indemnización por despido arbitrario.
137
incongruencia ultra petita, en tanto que se trata de una
pretensión accesoria y connatural a la misma.
183
HURTADO REYES, Martín. Op. cit. pp. 142-143. GUASP DELGADO, Jaime.
Derecho procesal … Op. cit. p. 483. ENDERLE, Guillermo. Op. cit. pp. 165-169.
184
DEVIS ECHANDÍA, Hernando. Op. cit. p. 445. ENDERLE, Guillermo. Op. cit. p.
165. MILLAN, Carlos. La incongruencia… Op.cit. pp. 115-117.
185
DEVIS ECHANDÍA, Hernando. Op. cit. p. 440. ENDERLE, Guillermo. Op. cit. p.
167.
138
c) Incongruencia causal.
186
SERRA DOMINGUEZ, Manuel. Op. cit. p.410.
187
DE LOS SANTOS, Mabel. “Postulación … Op. cit. p. 95. PEYRANO, Jorge. Op.
cit. p. 66. La congruencia exige el respeto por parte del juez de la causa petendi
oportunamente introducida al proceso por las partes. Por tanto, se incurrirá en
incongruencia causal cuando se resuelve en base a hechos no invocados por las partes,
cuando se resuelve una cuestión distinta a la invocada por ellas, o cuando se omite
considerar los hechos invocados y aceptados por alguna de las partes o por ambas.
Igualmente, existirá incongruencia cuando la sentencia admite una pretensión sustentada
en una causa distinta a la alegada por el actor. BORDENAVE, Leonardo. “La regla de
congruencia … Op. cit. pp. 43-44.
139
Sin embargo, desarrollaremos la clasificación propuesta por
SERRA DOMINGUEZ por ser más completa.
188
SERRA DOMINGUEZ, Manuel. Op. cit. p. 410. BORDENAVE, Leonardo. “La
regla de congruencia … Op. cit. p. 43. Así, no podrá calificarse de incongruente la
sentencia que aprecia la existencia de hechos referidos a las condiciones de la acción y
presupuestos procesales, ya le corresponde al juez la verificar si se ha cumplido con
éstos.
189
Si el juez falla en su sentencia sobre hechos alegados por la parte pero no probados,
no existe aquí incongruencia sino un error en la apreciación de la prueba. SERRA
DOMINGUEZ, Manuel. Op. cit. pp.400-402. ENDERLE, Guillermo. Op. cit. p. 152.
DEVIS ECHANDÍA, Hernando. Op. cit. p. 438.
140
Pero la incongruencia no solamente se produce cuando
el juez introduce en la sentencia hechos distintos o no
alegados por las partes, sino también si es que se desconocen
los hechos admitidos por aquellas. Los hechos admitidos por
ambas partes vinculan al órgano jurisdiccional de manera tal
que si éste incorpora hechos contradictorios a aquellos se
verá afectada la congruencia de la sentencia. Esto no significa
que el juez necesariamente tenga que considerarlos en su
sentencia, pero sí está obligado a respetarlos, sea
incluyéndolos en aquella o absteniéndose de incluir hechos
contradictorios con los admitidos. De modo que, si la
sentencia concede al demandante menos de lo admitido por el
demandado incurrirá en incongruencia190.
190
SERRA DOMINGUEZ, Manuel. Op. cit. pp.400-402 y 410. ENDERLE, Guillermo.
Op. cit. p. 152. Cfr. DEVIS ECHANDÍA, Hernando. Op. cit. pp. 438 y 441.
191
SERRA DOMINGUEZ, Manuel. Op. cit. p. 408.
141
ii) Incongruencia por variación de la causa de pedir de
la pretensión.
192
SERRA DOMINGUEZ, Manuel. Op. cit. pp. 410-411. ENDERLE, Guillermo. Op.
cit. p. 150. BORDENAVE, Leonardo. “La regla de congruencia … Op. cit. p. 44.
DEVIS ECHANDÍA, Hernando. Op. cit. pp. 138-139.
142
El juez solo debe limitarse a examinar en la sentencia
los hechos que constituyen la causa de pedir invocada por el
demandante y que han sido controvertidos por el demandado.
No es lo mismo pedir algo por una causa determinada que por
otra, ya que se puede tener el derecho en virtud a ésta y no de
aquella193.
193
DEVIS ECHANDÍA, Hernando. Op. cit. pp. 439-440 y 442-443.
194
SERRA DOMINGUEZ, Manuel. Op. cit. pp. 405-406. DEVIS ECHANDÍA,
Hernando. Op. cit. p. 230. CHIOVENDA, Giuseppe. Principios de Derecho procesal
civil. CASAIS Y SANTALÓ, José (trad.). Vol. 1. Madrid: Instituto Editorial Reus,
1977. p. 337.
143
tiempo existen hechos impeditivos o hechos extintivos para
negar la pretensión. En cualquiera de estos tres casos el juez
puede rechazar la demanda incluso aun sin instancia del
demandado. Sin embargo, existen hechos que solamente
pueden ser tomados en cuenta por el juez si son afirmados y
hechos valer por el demandado. Se trata de hechos que
constituyen un contraderecho frente a la pretensión y que
están dirigidos a anularla195.
195
CHIOVENDA, Giuseppe. Principios … Op. cit. pp. 337 y ss. ASENCIO
MELLADO, José María. Op. cit. p. 200. MILLAN, Carlos. La incongruencia… Op.cit.
pp. 118 y 125.
196
SERRA DOMINGUEZ, Manuel. Op. cit. p. 406. DEVIS ECHANDÍA, Hernando.
Op. cit. p. 437. CHIOVENDA, Giuseppe. Principios … Op. cit. pp. 339.
144
demanda o porque simplemente no propuso ninguna. Lo
mismo sucederá con las excepciones procesales, salvo
aquellas apreciables de oficio197.
197
SERRA DOMINGUEZ, Manuel. Op. cit. p. 411. En la misma línea CHIOVENDA,
Giuseppe. Principios … Op. cit. pp. 341 y ss. MILLAN, Carlos. La incongruencia…
Op.cit. p. 125-126. En la doctrina procesalística se ha acostumbrado a distinguir entre
excepciones en sentido propio (exceptiones iuris) y excepciones en sentido impropio
(exceptiones facti); siendo que las primeras el juez no puede tenerlas en cuenta sin la
instancia de parte; en cambio, las segundas sí debe tenerlas en cuenta aun de oficio.
CAPPELLETTI, Mauro. El proceso civil en del derecho comparado. SENTÍS
MELENDO, Santiago (trad.). Lima: ARA, 2006. pp. 40-41.
145
las partes no altera la pretensión del demandante ni la
excepción (propia) del demandado. Los elementos de derecho
que las partes proporcionan al juez no tienen trascendencia en
materia de la congruencia por la sencilla razón de que el
órgano jurisdiccional tiene plena libertad en la aplicación del
derecho y de las normas jurídicas que lo contienen, en virtud
al principio de iura novit curia. De modo que, la discrepancia
entre la calificación jurídica de los hechos efectuada por el
juez y aquella hecha por las partes, que no altera la causa de
pedir, no origina la incongruencia de la sentencia198.
198
SERRA DOMINGUEZ, Manuel. Op. cit. pp. 403-404. DEVIS ECHANDÍA,
Hernando. Op. cit. p. 439.
199
TARUFFO, Michele. “Conocimiento científico y criterios de la prueba judicial”. En:
Conocimiento, prueba, pretensión y oralidad. TARUFFO, Michele y CARVAJAL
RAMÍREZ, Diana. pp. 11-12 y 16-17. TARUFFO, Michele. La prueba de los hechos.
FERRER BELTRÁN, Jordi (trad.). 3ª ed. Madrid: Trotta, 2009. pp. 56-71. Puede verse
también BERIZONTE, Roberto. “El fin social del proceso y la importancia de los
hechos”. En: DÍAZ, Clemente [et al.]. Los hechos en el proceso civil. MORELLO,
AUGUSTO (dir.). Buenos Aires: La Ley, 2003. pp. 51-57.
146
apunta, precisamente, a determinar la verdad de los hechos
invocados por las partes dentro del proceso; a descubrir lo que
realmente ha sucedido entre aquellas, para así poder emitir una
decisión justa.
200
Por todos PASCO COSMÓPOLIS, Mario. Op. cit. pp. 40-42. El principio de
veracidad está muy ligado al principio de primacía de la realidad del Derecho laboral,
pues el juez busca alcanzar la verdal real a través del proceso y el principio de primacía
de la realidad actúa como un “hilo conductor” para llegar a ella. Pero no se les debe
confundir, puesto que la primacía de la realidad no es en sí la verdad sino que el
vehículo que permite llegar a ella. MALCA GUAYLUPO, Víctor. Op. cit. pp. 124-125
y 128-129.
147
extraprocesal dependerá de los límites que impongan las normas de
un determinado ordenamiento procesal “a la búsqueda de una
versión verdadera de los hechos”201.
201
TARUFFO, Michele. La prueba… Op. cit. pp. 24-25 y 71-79.
202
ALARCÓN SALAS, Magaly [et al.]. Comentarios a la Nueva Ley Procesal del
Trabajo. VINATEA RECOBA, Luis y TOYAMA MIYAGUSUKU, Jorge (dir.). Lima:
Gaceta Jurídica, 2010. pp. 31-32. BARZOLA ROMERO, Marlene. “Principios
148
Puede verse entonces que, a través del principio de veracidad,
se busca que la verdad sobre los hechos que se obtenga dentro del
proceso laboral coincida con la existente fuera del mismo. Pero la
efectividad de este principio no se logra simplemente con su
reconocimiento formal dentro del ordenamiento procesal sino que,
para su materialización, necesita de la concurrencia de otros
institutos jurídicos.
a) Principio de sencillez:
operacionales en la Nueva Ley procesal del Trabajo”. En: ARÉVALO VELA, Javier [et
al]. Nuevas instituciones del proceso laboral. CASTILLO MONTOYA, Carlos (dir.).
Lima: Gaceta Jurídica, 2014. pp. 66-68. MALCA GUAYLUPO, Víctor. Op. cit. pp.
124-125 y 128-129
203
El principio de sencillez implica una limitación al formalismo. ARÉVALO VELA,
Javier. Comentarios a la nueva ley procesal del trabajo. Lima: Jurista Editores, 2011.
pp. 32-33. CARRILLO CISNEROS, Félix. Comentarios a la nueva ley procesal del
trabajo (Ley N° 29497). Lima: Ideas Solución Editorial, 2013. p. 70. Cfr. MONROY
GÁLVEZ, Juan. Introducción… Op. cit. pp. 104-105.
149
así no es justicia”. En consecuencia, un proceso judicial como el
laboral en el cual se busca llegar a la verdad debe limitar la
formalidad a lo indispensable204.
204
PASCO COSMÓPOLIS, Mario. Op. cit. p. 42.
205
ALARCÓN SALAS, Magaly [et al.]. Comentarios a la …. Op. cit. pp. 31-32 y 38-
39. VINATEA RECOBA, Luis y DELGADO DE MARKY, Elizabeth. Op. cit. p. 367.
150
b) Principios de oralidad y de inmediación:
151
También coadyuva a que el proceso sea más sencillo y con
menos etapas procesales, lo que hace que el proceso sea
proceso más ágil; por lo que, la oralidad ayuda a la
realización de los principios de economía procesal,
concentración y celeridad. Pero sobre todo, un proceso oral -
de la mano con la inmediación- permite al juez no solo
apreciar de forma más clara los hechos que rodean la
controversia jurídica sino también observar las actitudes y
comportamientos de las partes durante el curso del proceso.
Esto en la medida que en las audiencias orales las partes
exponen sus argumentos, actúan sus pruebas, interactúen
entre sí y con el juez a través del interrogatorio; todo lo cual
ayuda a que el juez pueda darse cuenta de la autenticidad o
falsedad de las afirmaciones vertidas por cada una de las
partes procesales; haciendo posible la eficacia del principio
de veracidad.
206
HUAMÁN ESTRADA, Elmer [et al.]. Op. cit. p. 35. MALCA GUAYLUPO, Víctor.
Op. cit. pp. 112-113.
207
Por todos PASCO COSMÓPOLIS, Mario. Op. cit. pp. 92-94. También PALOMO
VELEZ, Diego. “Proceso civil oral: ¿Qué modelo de juez se requiere?”. En: Revista de
Derecho (Valdivia) [en línea]. Vol. XVIII. N° 1. Chile: Facultad de Ciencias Jurídicas y
Sociales de la Universidad Austral de Chile, Julio 2005. Consultado el 12 de agosto de
2016. Disponible en: http://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0718-
09502005000100007&lng=es&nrm=iso&tlng=es.
152
laborales. Es la condición sine qua non para la operatividad
de un conjunto de peculiaridades que hacen del proceso
laboral uno sustantivamente diverso del proceso común. Esta
herramienta es el medio más apropiado para averiguar y
aclarar los hechos en que las partes sustentan sus pretensiones
porque consiente el diálogo, la réplica instantánea, las
preguntas y respuestas a las mismas; también posibilita la
aclaración de dudas o inquietudes que le surjan al juez
durante las exposiciones que realicen los abogados de las
partes. De ahí que la oralidad sea el mejor vehículo para la
recepción de pruebas como la declaración de parte, testigos,
peritos. En consecuencia, el proceso oral es el sistema más
adecuado para la averiguación de la verdad de modo certero.
Vid. MONROY GÁLVEZ, Juan. Introducción … Op. Cit. pp. 94-95. También
209
153
La LPT recogió este principio en el Art. I de su Título
preliminar. Pero, si bien tuvo un reconocimiento formal no
llegó a ser eficaz en la práctica procesal, pues el único
contacto medianamente directo del juez con las partes era
durante la audiencia única, en la cual -no obstante- solamente
era un agente pasivo que se limitaba a cumplir
metódicamente con el procedimiento establecido en la ley
para su realización, sin tener un real acercamiento e
interacción con las partes. En tal sentido, en el antiguo
proceso laboral el juez conocía sobre los hechos y las
posiciones de las partes a través de los escritos presentados
por aquellas, los cuales recién evaluaba al momento de emitir
sentencia. Es pues recién con la NLPT que, gracias a la
introducción de la oralidad como principio esencial del nuevo
proceso laboral, el principio de inmediación ha logrado
alcanzar su verdadero sentido, propiciando una cercanía
directa entre el juez, las partes y los medios de prueba dentro
del proceso; primordialmente, a través de las audiencias.
154
diligente puede aprehender como elementos coadyuvantes a
la formación de su criterio (…). Igual sucede con la
inspección ocular y, en general, con toda prueba que requiera
de actuación en vivo”210.
210
Vid. PASCO COSMÓPOLIS, Mario. Op. cit. pp. 96-99.
211
DUCE, Mauricio [et al]. “Reforma de los Procesos Civiles Orales: consideraciones
desde el debido proceso y calidad de la información”. En: ARIZA, María Jesús [et al.].
La modernización de la justicia civil [en línea]. PEREIRA CAMPOS, Santiago (coord.).
Uruguay: Facultad de Derecho de la Universidad de Montenvideo, 2011. Consultado el
18 de agosto de 2016. Disponible en: http://biblioteca.cejamericas.org/bitstream/
handle/2015/4623/modernizacionjusticiacivil.pdf?sequence=1&isAllowed=y. pp. 208-
209 y 217. PEREIRA CAMPOS, Santiago. “Mecanismos legales para garantizar la
efectiva aplicación del principio de inmediación en el proceso por audiencias”. En:
ARIZA, María Jesús [et al.]. La modernización… Op. cit. p. 268. PASCO
COSMÓPOLIS, Mario. Op. cit. pp. 96-99. HUAMÁN ESTRADA, Elmer [et al.]. Op.
cit. pp. 33-34. También MALCA GUAYLUPO, Víctor. Op. cit. p. 110-112.
155
oralidad como la inmediación son piezas clave durante la
actuación de la prueba de la audiencia de juzgamiento, ya que
en esta etapa del proceso las partes actúan los medios
probatorios que respaldan los hechos alegados por ellas de
forma oral y en presencia del juez. Por lo que, esta cercanía
directa del juez con las partes, los hechos y los medios de
prueba, le ayuda a conocer lo que realmente ha ocurrido entre
las partes, pudiendo incluso obtener mayor información de
ellas a través del interrogatorio; además de poder observar
sus actitudes y su comportamiento durante la actuación de las
pruebas. De esta forma, el órgano jurisdiccional formará su
convicción sobre la base de lo visto y oído en la audiencia y
no únicamente de lo que obtenga de los documentos escritos
ofrecidos como prueba; emitiendo, en consecuencia, un
pronunciamiento más ajustado a la realidad de los hechos.
156
De otro lado, la NLPT también le ha otorgado la facultad
para interpretar la inconducta de las partes en la actividad
probatoria (Art. 29°) y para proveerse de los medios de convicción
que considere indispensables para el esclarecimiento de la verdad.
Lo que busca la nueva ley procesal es que los jueces tengan un
mayor protagonismo en la solución del conflicto laboral, que sean
verdaderos directores del proceso. Pero para que todo ello sea
posible, se necesita que en el proceso prime la oralidad y que exista
inmediación, pues solo así el juez podrá participar activamente
dentro del desarrollo del proceso con todos sus poderes y
facultades212.
212
ALARCÓN SALAS, Magaly [et al.]. Comentarios… Op. cit. pp. 42-43.
213
CARVAJAL RAMÍREZ, Diana. “La oralidad y su relación con los poderes de
instrucción que tiene el juez dentro del proceso”. En: Conocimiento, prueba, pretensión
y oralidad. TARUFFO, Michele y CARVAJAL RAMÍREZ, Diana. Lima: ARA, 2009.
pp. 98-103-107. Puede verse también LANDONI SOSA, Ángel. “Activismo y
garantismo en un proceso civil moderno”. En: ARIZA, María Jesús [et al.]. La
modernización… Op. cit. p. 312.
157
Corresponde a las partes indicar y definir los hechos que
sustentan sus pretensiones y defensas; y, además, de entre todos los
hechos relevantes que han alegado determinar cuáles necesitarán
ser probados. Por eso, una de las garantías fundamentales que
tienen las partes dentro del proceso es el derecho a la prueba. Sin
embargo, la actividad que realizan éstas puede no ser suficiente
para que el juez llegue a descubrir la verdad de todos los hechos
relevantes al caso. Es más, muchas veces las partes pueden tener
razones para encubrir, manipular o tergiversar la verdad de los
hechos; o incluso no siendo así éstas suelen no encontrarse en
igualdad de condiciones culturales o económicas. Siendo pues que,
puede existir una parte débil (como el trabajador) cuyos recursos
son escasos y que, por tanto, se ve limitada para invertir en la
recolección de evidencia, a comparación de la otra parte que sí
podría gastar más recursos. Por lo que, el desequilibrio entre las
partes procesales podría afectar el conocimiento de la verdad.
Entonces, si se dejara exclusivamente en manos de las partes la
actividad probatoria, la probabilidad de descubrir la verdad sería
muy baja214.
214
TARUFFO, Michele. “Recolección y presentación de evidencia en el litigio civil:
tradiciones culturales y tendencias teóricas”. En: Conocimiento, prueba… Op. cit. pp.
39-40 y 57-59.
215
TARUFFO, Michele. “Recolección y presentación… Op. cit. pp. 61-64. SIMÓN,
Luis María. “Aplicación de los principios dispositivo e inquisitivo en los modernos
procesos civiles por audiencias”. En: ARIZA, María Jesús [et al.]. La modernización…
Op. cit. pp. 351-352.
158
Un juez al que se le atribuye facultades de oficio para
decretar la realización de prueba cumple un rol activo en el proceso
pero eso no significa que sea inquisitivo o autoritario, pues deberá
ejercer sus poderes dentro del proceso sin mermar los poderes y
derechos atribuidos a las partes. Además, el límite para ejercer esta
facultad son los hechos alegados por las partes, no pudiendo
incorporar hechos materiales no invocados en el proceso. En tal
sentido la iniciativa probatoria del juez está sujeta a ciertos
límites216:
216
CARVAJAL RAMÍREZ, Diana. “La oralidad y su relación… Op. cit. p. 104.
SIMÓN, Luis María. “Aplicación de los principios… Op. cit. p. 355. PEREIRA
CAMPOS, Santiago. “El proceso civil ordinario por audiencias: la experiencia uruguaya
a 20 años de la implementación de la reforma”. En: ARIZA, María Jesús [et al.]. La
modernización… Op. cit. p. 669. Entonces, se puede atribuir iniciativa probatoria al
juez siempre que se limite a los hechos discutidos en el proceso, -protegiendo así el
principio dispositivo-, a las fuentes probatorias que ya consten en la causa –impidiendo
con ello que se vulnere la imparcialidad del juez-, y se permita el ejercer el derecho de
defensa a los litigantes. Con estos tres límites se evita la figura del juez autoritario.
PICÓ I JUNOY, Joan. “El derecho procesal entre el garantismo y la eficacia: Un debate
mal planteado”. En: QUIROGA LEÓN, Anibal [et al]. El proceso civil: problemas
fundamentales del proceso. CÓRDOVA SCHAEFER, Jesús (ed.). RAE
JURISPRUDENCIA. Lima: EBC, 2011. pp. 24- 26.
159
indagar acerca de la veracidad o falsedad de un hecho afirmado por
una parte y admitido por la contraria217.
217
LANDONI SOSA, Ángel. “Activismo y garantismo…” Op. cit. pp. 316-319.
160
4.3.1. Flexibilización de la congruencia en el proceso judicial.
218
DE LOS SANTOS, Mabel. “Postulación …Op. cit. p. 92-93. DE LOS SANTOS,
Mabel. Flexibilización de la congruencia civil. Muestreo jurisprudencial. Disponible
en: http://facultad.pucp.edu.pe/derecho/wp- content/uploads/2015/04/Felexibilizaci
%C3%B3n-de-la-congruencia-civil.-Muestro-jurisprudencial-DE-LOS-SANTOS-M.-
.pdf. pp. 1-2. A favor de la flexibilización de la congruencia también a ENDERLE,
Guillermo. Op. cit. pp. 224-235. GOZAÍNI, OSVALDO. “El principio de congruencia
frente al principio dispositivo”. En: Revista peruana de Derecho Procesal. MONROY
GÁLVEZ, Juan (dir.). N° 11. Lima: Communitas, 2008. pp. 145 y ss. CAL
LAGGIARD, Maximiliano. “Principio de Congruencia en los Procesos Civiles”. En:
Revista de Derecho [en línea]. Año IX. Nº 17. pp. 11-24. Uruguay: Facultad de Derecho
de la Universidad de Montevideo, 2010. Consultado el 10 de Julio de 2016. Disponible
en: https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=3271664. En este mismo sentido,
nuestro Tribunal Constitucional también ha reconocido que el principio de congruencia
no tiene un carácter absoluto, debiendo se razonablemente ponderado con el principio
iura novit curia, el cual adquiere especial relevancia en los procesos constitucionales.
STC N.º 02096-2009-PA/TC, emitida el 8 de julio de 2009.
161
En consecuencia, en casos excepcionales es menester
flexibilizar la congruencia; es decir, permitir al juez que se exceda
de los límites subjetivos, objetivos o fácticos establecidos por las
partes, para así garantizar una tutela jurisdiccional eficaz. No
obstante, esta flexibilización siempre deberá tener como límite el
respeto a la garantía de defensa219.
219
DE LOS SANTOS, Mabel. Flexibilización …Op. cit. p. 15.
220
DE LOS SANTOS, Mabel. “Postulación … Op. cit. pp. 93-94 y 97-99. DE LOS
SANTOS, Mabel. “Los hechos en el proceso y la flexibilización del principio de
congruencia”. En: DÍAZ, Clemente [et al.]. Los hechos en el proceso civil. MORELLO,
AUGUSTO (dir.). Buenos Aires: La Ley, 2003. p. 63. DE LOS SANTOS, Mabel.
Flexibilización … Op. cit. p. 2 y 6.
162
como sucede en el caso de los hechos nuevos (Art. 429° y 374° del
CPC).
221
ASENCIO MELLADO, José María. Op. cit. p. 200.
222
Casación N° 4664-2010-Puno, de fecha 18 de marzo de 201, dictada en el Tercer
Pleno Casatorio Civil realizado por las Salas Civiles Permanente y Transitoria de la
Corte Suprema de la República del Perú. Consultado el 09 de agosto de 2016.
Disponible en: https://www.pj.gob.pe/wps/wcm/connect/45efab0047ebd8ee8 b59ef1
f51d74444/TERCER+PLENO+CASATORIO+CIVIL.pdf?MOD=AJPERES&CACHEI
D=45efab0047ebd8ee8b59ef1f51d74444.
163
Señala así este reconocido procesalista peruano que el
principio de congruencia en su forma rígida impone al juez la
obligación de pronunciarse únicamente sobre las pretensiones, los
hechos y sujetos involucrados en el proceso, no pudiendo omitir,
variar o excederse en su decisión con respecto a estos tres
elementos. Sin embargo, en determinadas situaciones este principio
tiende a ceder dentro del proceso, aplicándose de manera menos
rigurosa y rígida para el otorgamiento eficaz de la tutela judicial
solicitada. Y es precisamente en este tipo de situaciones cuando nos
encontramos ante la flexibilización de la congruencia. La
flexibilización de la congruencia implica, entonces, un
apartamiento del juez de los rígidos cánones que impone este
principio, aunque ello no supone dar carta libre al órgano
jurisdiccional para la adopción de decisiones arbitrarias, no
discutidas o antojadizas, en las que se aparte de lo peticionado por
las partes sin justificación alguna. Todo lo contrario, aquella debe
desarrollarse en un contexto de pleno respeto de los derechos
fundamentales de naturaleza procesal de las partes223.
223
HURTADO REYES, Martín. “Soltando las Rígidas Formas. El Principio de
Congruencia Procesal y su Flexibilización en el Tercer Pleno Casatorio Civil”. En:
Tercer Pleno Casatorio Civil [en línea]. Lima: Fondo Editorial del Poder Judicial, 2010.
Consultado el 09 de agosto de 2016. Disponible en: https://www.pj.gob.pe/
wps/wcm/connect/1ca71e004a1e6356a681ee91cb0ca5a5/III+Pleno+Casatorio+Civil.pd
f?MOD=AJPERES. p. 84 En el mismo sentido, Toledo Toribio señala que existen
excepciones al principio de congruencia que se justifican por la necesidad de garantizar
la vigencia del derecho a la tutela jurisdiccional efectiva (Art. 139.3 de la Constitución)
dentro de un Estado democrático y social de Derecho. Y a estas excepciones que se
hacen al principio se les ha denominado hipótesis de flexibilización del principio de
congruencia, TOLEDO TORIBIO, Omar. “El petitorio implícito … Op. cit. p. 14.
224
HURTADO REYES, Martín. “Soltando las Rígidas Formas … Op. cit. pp. 95-96.
DE LOS SANTOS, Mabel. “Postulación y flexibilización … Op. cit. pp. 95-97.
164
De los elementos de la pretensión que podrían flexibilizarse,
interesa únicamente centrarse en la posibilidad de flexibilizar la
congruencia causal. Concretamente, interesa determinar si el juez
podría pronunciarse sobre hechos constitutivos no invocados
oportunamente por el demandante como sustento de su pretensión,
o como hechos nuevos.
225
Ley 17.454, Código Procesal Civil y Comercial de la Nación [en línea]. Buenos
Aires, 18 de agosto de 1981. Boletín Oficial, 27 de agosto de 1981. Disponible en:
http://www.saij.gob.ar/buscador/codigos.
226
DE LOS SANTOS, Mabel. Flexibilización … Op. cit. pp.8-9. DE LOS SANTOS,
Mabel. “Postulación … Op. cit. pp. 99 y 101. DE LOS SANTOS, Mabel. “Los hechos
en el proceso … Op. cit. pp. 66-67. Por el principio dispositivo son las partes quienes
deben introducir el material fáctico sobre el cual habrá de decidir el juez; pero, dicha
aportación debe realizarse dentro de los tiempos procesales previstos por la ley. Sin
embargo, no puede llegarse a un rigorismo formal, e impedir que se consideren en la
sentencia hechos que surjan durante la tramitación del proceso y que se hallen probados.
ENDERLE, Guillermo. Op. cit. pp. 224-233.
165
hechos que no fueron invocados por las partes en los escritos de
constitución del proceso si éstos resultan de la producción de las
pruebas. Sin embargo, evidentemente esta flexibilización que
realice el juez deberá respetar el derecho de defensa de las partes.
227
DE LOS SANTOS, Mabel. “Postulación … Op. cit. pp. 99-100.
166
Coincide con esta opinión HURTADO REYES al reconocer que
existen supuestos de flexibilización legislados y no legislados.
Evidentemente, los casos de flexibilización que menos problemas
generan son los que se encuentran autorizados por una disposición
legal (ope legis), porque emanan de la ley. La situación
problemática se presentará, en cambio, en aquellos supuestos en los
que el juez debe apartarse de lo solicitado por las partes,
pronunciándose sobre algo no pedido en el proceso, para proteger
bienes jurídicos de mayor trascendencia que la observancia del
principio de congruencia. Se está aquí frente a una flexibilización
de la congruencia ope judicis, puesto que el juez la realiza sin
respaldo normativo alguno, pero en la necesidad de garantizar la
tutela judicial efectiva; aunque siempre que con ello no se afecte el
derecho de defensa228.
228
Describe, además, algunos supuestos legislados de flexibilización de la congruencia.
HURTADO REYES, Martín. “Soltando las Rígidas Formas … Op. cit. pp. 95-98. DE
LOS SANTOS, Mabel. “Postulación … Op. cit. p. 94.
167
que otorgan una protección al trabajador frente a situaciones en las
que el empleador se encuentra en una posición de superioridad. Así
lo reconoce también HURTADO REYES229 al sostener que, aunque el
Tercer Pleno Casatorio Civil solamente analiza la flexibilización de
la congruencia dentro de los procesos vinculados al Derecho de
familia, este no es el único ámbito en el que el que es posible la
flexibilización de la congruencia, ya que también se puede apreciar
en el proceso laboral (por ejemplo con la sentencia ultra petita), en
el contencioso administrativo, en el proceso constitucional e
incluso en el proceso civil -donde la congruencia es inflexible-
cuando se trata de resolver cuestiones en las que se debe proteger
derechos de mayor trascendencia.
HURTADO REYES, Martín. “Soltando las Rígidas Formas … Op. cit. pp. 96-98
229
230
PISFIL CAPUÑAY, Oswaldo. “Flexibilización de Principios Procesales Clásicos”.
Ensayo preparado para la Academia de la Magistratura. Lima, abril 2013. cit. por
TOLEDO TORIBIO, Omar. “El petitorio implícito…” Op. cit. p. 14.
168
4.3.2. Flexibilización de la congruencia sobre los hechos de la
causa de pedir de la pretensión de despido nulo.
231
TOLEDO TORIBIO, Omar. “El petitorio implícito … Op. cit. pp. 14-15.
169
La primera de ellas tiene que ver con la naturaleza jurídica
del Derecho sustantivo al que sirve de instrumento el Derecho
procesal laboral.
232
CAPPELLETTI, Mauro. El proceso civil … Op. cit. pp. 31-32.
233
Por todos Vid. GARCÍA OVIEDO, Carlos. Tratado elemental de Derecho social. 6ª
ed. Madrid: E.I.S.A., 1954. pp. 1-13. CAPÓN FILAS, Rodolfo y GIORLANDINI,
Eduardo. Diccionario de derecho social. Derecho del trabajo y la seguridad social:
relación individual de trabajo. Argentina: Rubinzal y Culzoni, 1987. pp. 144-146.
170
trabajador es privada, también interviene en ella el Estado a través
de algunas instituciones, o a través de normas favorables al
trabajador. A diferencia del Derecho civil que es netamente un
Derecho privado, el Derecho laboral busca proteger a la parte más
débil de la relación laboral, que es el trabajador, por ser éste quien
se encuentra en relación de subordinación respecto del empleador.
Es por eso que este Derecho tiene una naturaleza social.
171
del empleador y que rara vez los pondrá de manifiesto a través de
su escrito de contestación a la demanda.
172
oral entre las partes y de la interacción de éstas con el juez, las
partes aportan material fáctico adicional sobre la pretensión, el
órgano jurisdiccional no debería ser ajeno a esta situación,
debiendo tomarlos en consideración en la sentencia a pesar de no
haber sido alegados por el demandante en su demanda.
234
ACEVEDO MENA, Roberto Luis. La Nueva Ley Procesal del Trabajo.
Comentarios, Jurisprudencia y Estadística. Lima: ECB Ediciones, 2013. p. 160-161.
Parte del libro compilado en el material de lectura del Pleno Jurisprudencial Nacional
Laboral del año 2013. Disponible en: https://www.pj.gob.pe/wps/wcm/connect/
38261080472f6623b5c4ff0b69dcafad/Tema+3.pdf?MOD=AJPERES&CACHEID=382
61080472f6623b5c4ff0b69dcafad. MARÍN, Felipe [et al]. “Reforma de los Procesos
Civiles Orales: consideraciones desde el debido proceso y calidad de la información”.
En: La modernización… Op. cit. pp. 197-198.
173
predominio de la oralidad en los procesos por audiencias;
como lo es el caso del proceso ordinario laboral.
235
ÁVALOS JARA, Oxal. Comentarios a la Nueva Ley Procesal del Trabajo. Estudio y
Análisis crítico de la Ley 29497. Lima: Jurista Editores, 2011. p. 232.
174
emitir su sentencia privilegiando lo manifestado oralmente
por las partes en la audiencia de juzgamiento sobre aquello
alegado en los escritos postulatorios. Pero, claro está, con el
establecimiento de ciertos límites a esta flexibilización, ya
que la audiencia de juzgamiento no se puede convertir en la
oportunidad del trabajador de transformar la demanda y
vulnerar el derecho de defensa del demandado.
175
las exposiciones orales que las partes ha realizado durante
toda la audiencia. Pero, de las tres etapas procesales en las
que participan las partes, éstas proporcionan información
relevante al juez sobre los hechos de la pretensión solamente
durante la confrontación de posiciones y la actuación
probatoria, puesto que en la etapa de alegatos las partes
simplemente deben realizar un resumen de los hechos que
han sustentado su posición en relación con lo que se ha
logrado acreditar en la actuación probatoria.
176
una pregunta del juez, las partes aporten hechos referidos a la
pretensión que no habían sido puestos de manifiesto en la
demanda o en la contestación. Ante a esta situación, el juez
debería tomar en consideración en la sentencia estos hechos
aportados recién durante la etapa de confrontación de
posiciones como consecuencia de la oralidad.
236
Los hechos de nueva noticia son hechos no conocidos con anterioridad a los actos
postulatorios y de los cuales recién se descubre su existencia durante la audiencia de
juzgamiento. Sin embargo, no se pueden catalogar como hechos nuevos, pues no son
invocados por la propia parte a quien le benefician sino más bien son introducidos por la
parte contraria y que, precisamente, por no haber sido conocidos previamente por el
favorecido no pudieron ser invocados en la etapa postulatoria o como hechos nuevos.
177
que esta cautela del empleador para procurar no revelar las
verdaderas razones del despido será un poco más difícil de
mantener durante la exposición oral que realice ante el juez,
su confrontación con el demandante, o ante el interrogatorio
que le realice el juez cuando así lo estime necesario. De
modo que, es probable que el demandado realice
declaraciones espontáneas sobre los hechos que han rodeado
al despido que difícilmente se expresarían a través de medios
escritos, donde tiene más poder de control sobre lo que se
quiere decir al juez sobre el despido del trabajador.
178
probable es que el empleador haya despedido al demandante
por la denuncia ante la Autoridad Administrativa y no por
aquella presentada ante el Poder Judicial.
237
ARÉVALO VELA, Javier. Comentarios a la nueva ley procesal del trabajo. 2ª ed.
Lima: Editorial Rodhas, 2013. pp. 98. Parte del libro compilado en el material de lectura
del Pleno Jurisprudencial Nacional Laboral del año 2013. Disponible en:
https://www.pj.gob.pe/wps/wcm/connect/38261080472f6623b5c4ff0b69dcafad/Tema+3
.pdf?MOD=AJPERES&CACHEID=38261080472f6623b5c4ff0b69dcafad. HUAMÁN
ESTRADA, Elmer [et al.]. Análisis y comentarios… Op. cit. p. 115.
179
sobre los actos escritos de demanda y contestación a la
misma, ya que con ello estaría vulnerando el principio de
preclusión procesal. En consecuencia, lo dispuesto en el Art.
12.1 de la NLPT no puede convertirse en un instrumento para
evadir el principio de preclusión. Entender lo contrario
permitiría favorecer no solo la morosidad procesal sino –
incluso- la realización de conductas contrarias a la buena fe,
ya que las partes bien podrían mantener en reserva algunos
hechos que consideren relevantes al proceso para su
exposición recién dentro de la audiencia de juzgamiento, con
la intención de mermar la garantía constitucional de defensa
de la otra parte, debido a que estos hechos no podrían haber
sido objeto de contradicción ni de prueba por no aparecer en
el escrito de demanda o de contestación.
180
No obstante, como se ha explicado al inicio de este
último capítulo, la flexibilización de la congruencia tiene
como límite el derecho de defensa. De modo que, para su
aplicación dentro del proceso de despido nulo el juez deberá
observar algunas pautas, a fin de no vulnerar esta garantía
constitucional del demandado:
238
HURTADO REYES, Martín. “Soltando las Rígidas Formas … Op. cit. pp. 100-
101.
181
Flexibilizar la congruencia no implica improvisar, no se
trata de sorprender a las partes con algo que no ha sido
peticionado por ellas. El ejercicio del contradictorio, en
consecuencia, es esencial si se pretende flexibilizar la
congruencia.
182
demanda al momento de sustentar oralmente su pretensión
ante el juez y si es que éste se encuentra facultado para
variarla239.
239
HUAMÁN ESTRADA, Elmer [et al.]. Análisis y comentarios… Op. cit. p. 115.
240
ARÉVALO VELA, Javier. Op. cit. p. 97. ACEVEDO MENA, Roberto Luis. Op. cit.
p. 162.
183
actos no puede hacerse prevalecer lo oral. De este modo, los
hechos que las partes exponen inicialmente por escrito deben
ser respetados, en la medida que éstos son trasladados a la
otra parte para su análisis y contradicción. Por lo cual, la
prevalencia de lo oral sobre lo escrito dispuesta por el Art.
12.1. de la NLPT se encuentra limitada a aquellas actuaciones
procesales en la que la variación de un acto escrito por un
oral no afecte el debido proceso ni favorezca la morosidad
procesal. Específicamente, para el caso de los hechos del
demandante, si el éste alega oralmente hechos no han sido
referidos en el escrito de demanda dichos hechos no podrán
ser tomados en cuenta en la sentencia241.
241
ARÉVALO VELA, Javier. Op. cit. p. 98. HUAMÁN ESTRADA, Elmer [et al.].
Análisis y comentarios… Op. cit. p. 116. ÁVALOS JARA, Oxal. Op. cit. p. 233.
242
HUAMÁN ESTRADA, Elmer [et al.]. Análisis y comentarios… Op. cit. pp. 115-
116. CERRUTTI, Daniel y RUGGIERO, Martín. La oralidad mal entendida en la
Nueva Ley Procesal de Trabajo. Consultado el 30 de agosto de 2016. Disponible en:
http://enfoquederecho.com/publico/laboral/la-oralidad-mal-entendida-en-la-nueva-ley-
procesal-del-trabajo/.
184
realizar las alegaciones que considere convenientes dentro de
la misma audiencia. No es lo mismo preparar con antelación
la contestación a un petitorio concreto que contestar en la
misma audiencia una pretensión intempestiva243, o
contradecir una causa de pedir distinta a aquella que se
resistió en la contestación.
243
CERRUTTI, Daniel y RUGGIERO, Martín. Loc. cit.
185
permiten al juez apreciar la existencia de una causa de pedir
distinta a la que fue invocada el demandante como sustento
de su pretensión de nulidad? ¿Podría el demandante, o
incluso el propio juez, reformular su pretensión y aceptarse la
posibilidad que juzgador base su sentencia en hechos
constitutivos de una causa de pedir distinta a la que fue
alegada por el actor en su demanda?
186
aquella que el demandado contradijo en su contestación. Por
lo que, deberá concedérsele la oportunidad de contradecir los
hechos que constituirán la nueva causa y ofrecer los medios
probatorios correspondientes. Entonces, la reformulación de
la causa de la pretensión debe hacerse en la etapa de
confrontación de posiciones, ya que luego de esta etapa se
procede a la actuación probatoria en la que se practicarán los
medios de prueba destinados a acreditar o desvirtuar los
hechos que constituyen la pretensión del demandante. En
consecuencia, si el juez advierte hechos configurativos de una
causa de pedir distinta a la alegada por el demandante al
momento de la emisión de la sentencia, no podrá tomarlos en
consideración en su pronunciamiento, pues a pesar de que
estos hechos han sido aportados por el propio demandado, no
han formado parte de la causa de pedir invocada por el
demandante y, en consecuencia, no fueron objeto de debate ni
de actuación probatoria.
187
laxos que los del proceso civil, no pueden llevarle a la
arbitrariedad244.
244
SOLTAU SALAZAR, Sebastián. “Vigencia del derecho a un juez imparcial en el
nuevo proceso laboral peruano”. En: Revista Laborem. N° 12. Lima: SPDTSS, 2013.
pp. 149-165.
188
posiciones), presumidos por ley, notorios o contenidos en
resolución judicial con calidad de cosa juzgada. Sin embargo,
en la práctica generalmente solo se suelen determinar los
hechos que son controvertidos, luego de lo cual se enuncian
los medios de prueba que se admiten por estar destinados a
probarlos; así como las cuestiones probatorias admitidas, en
caso de existir éstas.
189
participantes estén en frente de él. Para después, dictar
sentencia en base a todo aquello que tuvo que ver con el
debate oral previo245.
245
GÓMEZ VALDÉZ, Francisco. Op. cit. pp. 305-306.
246
ARIZA, María Jesús. “La prueba y el rol de juez”. En: La modernización… Op. cit.
pp. 863-864. SILVA VALLEJO, José Antonio. La ciencia del Derecho procesal. Lima:
FECAT, 1991. pp. 778-779. ALARCÓN SALAS, Magaly [et al.]. Comentarios a la…
Op. cit. p. 102.
190
conducta del interrogado. Todo lo cual le ayudará a tener un
conocimiento más cercano sobre los hechos247.
247
El interrogatorio a la parte, testigo o perito será iniciado por el juez, quien es el
encargado de dirigir el desarrollo de esta diligencia; luego de lo cual podrán intervenir
los abogados de las partes, sea para formular preguntas sobre aspectos que no han sido
específicamente cuestionados por el juez en el interrogatorio o repreguntas para aclarar
las respuestas que han sido brindadas al juzgador. ALARCÓN SALAS, Magaly [et al.].
Comentarios a la… Op. cit. pp. 136-138.
191
no podrían ser tomados en cuenta por el juez por no haber
sido invocados oportunamente. Es decir que, el juez no puede
basar su sentencia en hechos no alegados por el demandante,
aun cuando éstos resultasen de la prueba practicada, pues no
fueron aportados en su debida oportunidad.
248
HURTADO REYES, Martín. “Soltando las Rígidas Formas … Op. cit. p. 101.
192
De otro lado, ARAZI249 señala que la carga de la
afirmación de los hechos por las partes no es exigible
“cuando de las circunstancias especiales del caso surja que el
juez puede hacer mérito a hechos no alegados sin afectar el
derecho de defensa de la contraria; lo mismo cabe decir
respecto de los hechos anteriores a los escritos constitutivos
del proceso. Serán siempre las particularidades de cada
proceso lo que guíe al juzgador”.
249
ARAZI, Roland. “El sistema dispositivo y los hechos”. En: DÍAZ, Clemente [et al.].
Los hechos en el proceso civil. MORELLO, AUGUSTO (dir.). Buenos Aires: La Ley,
2003. p. 78.
250
DE LOS SANTOS, Mabel. “Los hechos en el proceso … Op. cit. p. 70.
193
Ahora bien, al igual que como se hizo con la etapa de
confrontación de posiciones, para que se pueda admitir la
flexibilización de la congruencia sobre los hechos de nueva
noticia que pone de manifestó el demandado durante la
actuación probatoria, el juez deberá observar algunas reglas
para poder considerarlos en su sentencia:
251
ARIZA, María Jesús. “La prueba y el rol de juez”. En: La modernización… Op. cit.
pp. 865-866. CAPPELLETTI, Mauro. El proceso civil… Op. cit. pp. 71-74.
194
persona interrogada esclarezca. Al realizar este tipo de
preguntas el juez deberá tener cuidado de no extralimitarse, y
principalmente, de no introducir él mismo nuevos hechos al
proceso252. Por lo que, generalmente, a través de este tipo de
preguntas no se obtendrá información nueva sobre la
controversia, pues solamente están destinadas a absolver
dudas o inquietudes del juez (o de la contraparte) o a explicar
de mejor modo lo manifestado en la audiencia. De modo que,
las preguntas aclaratorios ayudarán al juez sobre todo a
determinar la falsedad o veracidad del hecho, apreciando si
existe contradicción en lo declarado, o actitudes o
comportamiento de los que se pueda extraer conclusiones
sobre los hechos.
252
ARIZA, María Jesús. “La prueba y el rol de juez”. En: La modernización… Op. cit.
pp. 864-865.
253
Ibídem. p. 865.
195
oralidad, la informalidad, la inmediación y las mayores
facultades de instrucción del juez durante la audiencia de
juzgamiento son elementos esenciales para el esclarecimiento
de la verdad de los hechos dentro del proceso.
196
ser considerados por el juez en la sentencia. De lo
contrario, el pronunciamiento judicial será
incongruente.
En tal sentido, el juez no podrá considerar en la
sentencia aquello hechos que no hayan sido objeto de
discusión entre las partes dentro del proceso.
197
controvertidos se encuentran referidos a la causa petendi de
la pretensión alegada por el demandante, el juez solamente
podrá tomar en cuenta en la sentencia aquellos hechos que se
encuentren relacionados con ella.
254
COLERIO, Juan Pedro, en “Reformas al Código Procesal Civil y Comercial de la
Nación”, coordinado por FALCÓN, Enrique. Santa Fe: Rubinzal Culzoni, 2002. pp.
165-166. cit. por: GOZAINI, Alfredo. “Los hechos y la verdad en el proceso por
audiencias”. En: DÍAZ, Clemente [et al.]. Los hechos en el proceso civil. MORELLO,
AUGUSTO (dir.). Buenos Aires: La Ley, 200523. p. 141.
198
Esto no hace sino reafirmar que la oralidad dentro del
proceso laboral es el mejor instrumento para el
esclarecimiento de los hechos y la revelación de aquellos
otros que deliberadamente fueron omitidos por las partes en
sus actos postulatorios. Con lo cual, frente a circunstancias en
las que el empleador ha omitido hechos que, de haber sido
conocidos por el demandante, hubiera invocado como
constitutivos de su pretensión, se hace necesario que el juez
realice una excepción al principio de congruencia para
considerar este tipo de hechos en su sentencia, claro está
dentro de los límites que aquí se han señalado. Todo lo cual
redundará en una protección más efectiva del derecho a la
tutela judicial y el logro de un proceso justo.
199
200
CONCLUSIONES
201
imparcial y de director del proceso para pasar a
convertirse en el defensor del trabajador.
202
TERCERA.- El nuevo proceso laboral continúa rigiéndose por el
principio dispositivo y, en consecuencia, el juez sigue
sujeto a la observancia del principio de congruencia. La
congruencia de la sentencia en cuanto a los hechos exige
que el juez solamente considere en ella aquellos hechos
alegados oportunamente por las partes en sus actos
postulatorios y que, entre los hechos invocados y los que
resulten probados deben prevalecer los primeros, no
siendo posible que el órgano jurisdiccional tome en cuenta
hechos resultantes de la actuación de las pruebas que no
fueron alegados en su oportunidad por las partes. Sin
embargo, existen determinadas circunstancias que hacen
factible, e incluso necesaria, su flexibilización en relación
a la sentencia en pos de lograr una tutela eficaz de los
derechos. Concretamente, en el caso del proceso de
despido nulo se encuentra en discusión la afectación del
derecho al trabajo por la existencia de un despido fundado
en un motivo ilícito que, a su vez, vulnera otros derechos
del trabajador. En tal sentido, se trata de proteger un bien
jurídico no es exclusivamente privado sino de interés
social, al encontrarse su titular en relación de desigualdad
por su subordinación frente al empleador. Agregándose a
ello que el motivo prohibido por el que el empleador
despide al trabajador en su mayoría de veces se encuentra
encubierto bajo la apariencia de una causa justa.
203
CUARTA.- La regla de la prevalencia de lo oral sobre lo escrito
facilita la figura de la flexibilización de la congruencia
causal. De este modo, los hechos que se ponen de
manifiesto producto del debate oral entre las partes
durante la audiencia de juzgamiento, aunado a aquella
información adicional aportada por ellas o sus medios de
prueba a través del interrogatorio, permiten una
reconstrucción veraz de los hechos ocurridos que no puede
ser desconocida o ignorada por el juez por un rígido
respeto de la congruencia procesal. La oralidad dentro del
proceso, en consonancia con los demás instrumentos
jurídicos proporcionados por la NLPT, obligan al juez a
adoptar una postura más permeable o flexible en relación
los hechos sobre los cuales debe basar su sentencia. En
este sentido, se debe hacer una excepción al principio de
congruencia frente a los hechos de nueva noticia. Se trata
pues de hacer mérito en la sentencia de hechos
desconocidos por el demandante con anterioridad a la
presentación de su demanda, o como hechos nuevos, en
tanto que recién son descubiertos durante el desarrollo de
la audiencia de juzgamiento por acción del demandado
debido a la oralidad e inmediación con que ésta se
desenvuelve. Definitivamente, la flexibilización de la
congruencia respecto a los hechos de nueva noticia no solo
apunta al logro de un proceso más cercano o ajustado a la
verdad de los hechos ocurridos sino también a la
obtención de una solución justa de los conflictos laborales
y a la efectividad del derecho objetivo.
204
hechos no invocados por el demandante pero que no se
apartan de la causa petendi alegada por el actor. Es decir
que, además de los hechos alegados por el demandante,
toma en cuenta otros tantos a pesar de no haber sido
invocados por aquel.
205
De lo anterior se evidencia que, aun cuando el juez tenga
la posibilidad de flexibilizar la congruencia fáctica, ello no
lo habilita a variar la causa petendi de la pretensión si no
se lo pide el actor y únicamente dentro de la etapa de
confrontación de posiciones. Por lo que, la flexibilización
de la congruencia sobre la causa de pedir no permite al
juez emitir una sentencia extra petita, por aplicación del
principio dispositivo y el respeto de las garantías del
debido proceso.
206
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