Semana 7 Civilizacion e Historia

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CIVILIZACIÓN E

HISTORIA
DOCENTE EDUARDO MENDIETA GARCIA

Datos del alumno:


María Cielo Tapia Beiza
Matrícula
210051277
Universidad Tres Culturas
Licenciatura en derecho a distancia.
INDICACIONES
SEMANA 7

Elabora un ensayo sobre la evangelización de los indígenas

Contempla:
Razones de evangelización

Ventajas y desventajas

Debe tener:

Introducción

Desarrollo y Conclusión

INTRODUCCIÓN
En el caso de la Nueva España la enseñanza de la religión fue una necesidad primordial al tener
enormes núcleos de población en Mesoamérica con un grado avanzado de desarrollo religioso,
así como estados teocráticos y prácticas opuestas a principios religiosos occidentales como el
sacrificio humano y la poligamia. Millones de indígenas tenían que ser adoctrinados en el
catolicismo por la Monarquía hispánica para tres fines fundamentales: la salvación eterna, el
credo católico y su integración a los usos occidentales.

España poseía a principios del siglo XVI aún el llamado espíritu de Reconquista para combatir a
los infieles y la creencia en un plan divino para llevar el evangelio, la verdadera fe y la
civilización a todos los rincones de la tierra, según las enseñanzas de Jesucristo.

Los reyes hispanos desde los Carlos I fueron los principales impulsores de este proceso que tuvo
como protagonistas principales a los frailes de las llamadas órdenes mendicantes, las cuales
además de atender la espiritualidad nativa con notables soluciones y métodos -que incluyeron
esfuerzos importantes en arquitectura, pintura, música, teatro, traducción de textos y
aprendizaje de lenguas indígenas- intentaron implementar entre las cantidades ingentes de
indígenas mesoamericanos el estilo de vida europeo.

Evangelización y educación religiosa en América


Colonial
DESARROLLO

La evangelización y la educación colonial de los indígenas tuvo sus matices debido a que desde
el comienzo de la conquista se planteó un doble problema vinculado a la naturaleza de los
indígenas. Por un lado, eran súbditos de la Corona de Castilla, en cuyo caso no podían ser
esclavizados, o si no lo eran y entonces podían convertirse en una mercancía. Por otro lado,
había que definir la índole de la relación de los conquistadores con los naturales. La discusión
inicial giró en torno a si los indígenas eran bárbaros o infieles a quienes podían esclavizarse, o si
eran paganos que debían ser evangelizados. Cuando Colón advirtió que en las islas caribeñas no
abundaba el oro, intento desarrollar un método que había proporcionado a los portugueses
importantes beneficios en África: la venta de esclavos. Ante las ganancias que se podían
obtener, la Corona accedió a la petición del almirante, pero algunos teólogos próximos a los
Reyes Católicos se opusieron alegando que como los indios eran paganos, primero se les debía
iniciar en la fe y sólo cuando la rechazasen explícitamente podrían considerarse infieles. De este
modo, la reina Isabel declaró que los indígenas eran libres y no sujetos a servidumbre.
La evangelización fue el proceso que, conducido por la Iglesia española, permitió la
conversión masiva de los indígenas americanos al cristianismo. Sin embargo, no en todos los
lugares los indios respondieron de la misma manera, ni los estímulos materiales y espirituales
fueron los mismos, razón por la cual los ritmos y características de la evangelización debieron
adaptarse a patrones regionales. Todos los indicios apuntan a que la cristianización de los
indígenas fue más rápida en México y Perú y más lenta en algunas zonas periféricas. Marco
Palacios y Frank Safford señalan que los clérigos que llegaban a la costa atlántica de Colombia
no permanecían en ella mucho tiempo, pues las comunidades indígenas de la zona eran
bastante pobres y no podían garantizar la buena vida de los doctrineros. Los religiosos optaban
por marcharse al Perú o a otras regiones donde la población india era más numerosa.
Procesión en Cuzco

En los momentos iniciales de la conquista y colonización, las órdenes religiosas cumplieron


un papel central en el adoctrinamiento de los indígenas, al estar más predispuestas a
relacionarse con los indígenas que el clero secular. En poco tiempo, la presencia de los
religiosos se consolido en América y a fines del siglo XVI ya habían llegado a América entre
5.000 y 5.500 monjes, entre ellos 300 mercedarios, 2.200 franciscanos, 1.670 dominicos, 470
agustinos y 350 jesuitas. Esta superpoblación de frailes, con los consiguientes conflictos entre
las órdenes, cada cual, con su particular método de adoctrinamiento y lealtades, hizo necesario
ordenar territorialmente la conquista espiritual. De este modo, a partir de 1563 se estableció que
todos los nuevos monasterios que se construyeran en una provincia deberían depender de una
misma orden, lo que no impidió a las tradicionales contar con grandes e imponentes parroquias
conventuales en las principales ciudades.

La Educación Colonial

La política educación colonial de la Corona potenció la creación de colegios para indios y


mestizos, mientras descuidaba la enseñanza de los niños españoles.
Colegios como el de San Bernardo de Cuzco eran excepcionales. La situación era diferente en
la enseñanza superior, ya que el ingreso a las universidades estaba prohibido a quienes no
fueran españoles. La enseñanza para los indígenas se centró en los colegios de las órdenes
regulares. El primer colegio lo fundaron los franciscanos en Santo Domingo en 1513, junto a su
convento. A mediados del siglo XVI los franciscanos tenían unos 200 colegios en México, y los
dominicos unos 60 en Perú. Algunos establecimientos se centraban en la educación de los hijos
de los caciques. Éste fue el caso del colegio de la Santa Cruz de Tlatelolco, fundado en 1536, que
tuvo hasta mil alumnos y sirvió de modelo en Puebla, Bogotá, Quito o Lia. El colegio de San
Juan de Letrán, creado en 1547, era para los mestizos. Muchas enseñanzas de artes y oficios,
como la fundada por los franciscanos en México. Talleres-escuela también se vieron en los
hospitales-pueblos de Vasco de Quiroga. Una parte de la enseñanza superior estuvo a cargo de
las órdenes religiosas, especialmente de jesuitas y dominicos. En este sentido se diferenciaban
las universidades mayores u oficiales fundadas en México y Lima en 1551 de las menores o
religiosas, vinculadas a algún colegio o convento. La creación de estas universidades requería
una doble autorización: papal y real. La primera se creó en 1538 en Santo Domingo y a lo largo
del siglo XVI surgieron otras en Lima (Universidad Mayor de San Marcos), La Plata, La Paz y
Quito. En el siglo XVII se fundó la Universidad Real y Pontificia de San Carlos, en Guatemala, y
se crearon dos en Quito y en Bogotá, entre ellas la Javeriana, junto a otras en Cuzco,
Chuquisaca y Córdoba.

VENTAJAS Y DESVENTAJAS
La época colonial hubo diversos aspectos que fueron de gran relevancia en los tuvieron ventajas
y desventajas para el desarrollo de nuestro país. Entre los que se pueden mencionar los
siguientes: Político, Social, Cultural, Económico, Religioso.
 Ventajas en el ámbito Político: Se le dio nombre de la Nueva España y era la joya más preciada
por sus riquezas. La forma de gobierno era monarquía. Estructurado con rey, real consejo de
indias, virrey, audiencias y tribunales, la iglesia, alcaldes mayores, jueces y corregidores.
Ventajas en el ámbito Social: Se crearon y dividieron en clases sociales: Blancos, Indígenas y
Negros que dieron origen al mestizaje y la formación de castas: mestizos, mulatos, zambos.
Ventajas en el ámbito Económico: Se exploto la agricultura, la ganadería, la industria textil y la
minería siendo ésta la principal actividad.
Ventajas en el ámbito Religioso: Se trajeron órdenes religiosas como Franciscanos, Agustinos,
Dominicos Y Jesuitas para enseñar el idioma español, artes y oficios, técnicas de cultivo y
evangelizar imponiendo la religión católica.
Ventajas en el ámbito Cultural: La educación estuvo en manos de la iglesia. Destaco la literatura
de Sor Juana Inés de la Cruz, Carlos Sigüenza y Góngora, así como el pintor Miguel Cabrera En
la arquitectura destaca el arte Barroco en la construcción de iglesias y conventos.
 Desventajas en el ámbito Político: Que la forma de gobierno fue una monarquía, aunque los
criollos fueron gente con estudios no podían los cargos más importantes.
Desventajas en el ámbito Social: La sobreexplotación laboral a través de la encomiendo y el
repartimiento. La discriminación de razas.
Desventajas en el ámbito Económico: Las riquezas de la Nueva España eran llevadas a España.
Existencia de las tiendas de raya. Se formaron los latifundios beneficiando solo a los españoles
La escasez de alimentos trajo la hambruna de las clases más pobres. La minería provoco la
deforestación de tierras. La minería causo la mortandad de indígenas.
Desventajas en el ámbito Religioso: Se eliminaron templos y códices y creencias de las diversas
culturas que existían. El enriquecimiento de la iglesia.
Desventajas en el ámbito Cultural: Que la educación solo estaba en manos de la iglesia.

CONCLUSIONES
"La encomienda era convertir a los indígenas
paganos en cristianos susceptibles de ser
explotados”
Aunque suele pensarse que la Conquista de México y la evangelización de los pueblos
originarios son cosas muy diferentes, no se podría entender la expansión imperial y comercial
de la España de Carlos V, ni la explotación masiva de los yacimientos mineros de América, sin la
connivencia de militares y frailes.

“Pese a lo paradójico que pueda sonarnos, los intereses imperiales y los principios católicos
estaban en armonía debido a que el cristianismo es una religión tan extraña que es capaz de
justificar guerras, Cruzadas e instituciones como la Inquisición y, a un mismo tiempo, predicar
sobre amor universal y protección a los débiles”.

Nuestra tendencia a concebir Conquista y evangelización como empresas independientes es


herencia del siglo XIX. De hecho, el ver a la primera como un evento nefasto y a la segunda
como lo único rescatable de ese periodo salió de las mentes de los historiógrafos decimonónicos
quienes, aunque liberales y hasta masones, en el fondo eran católicos y, por lo mismo,
consideraban a la llegada del cristianismo como algo necesario para “civilizar” a las culturas
originarias de Mesoamérica.

“No olvidemos que los religiosos encargados de adoctrinar a los indígenas llegaron a lo que hoy
es México justo tras la caída de la gran Tenochtitlan en 1523 lo hicieron los franciscanos, en 1526
los dominicos y en 1533 los agustinos, ni que todos estos frailes eran funcionarios del rey,
pagados por la corona y desembarcados en el Nuevo Mundo con una encomienda: convertir a
los indígenas paganos en cristianos susceptibles de ser explotados”.

El cristianismo y poder siempre han estado unidos y, desde el principio, la evangelización fue
clave para el plan español de expansión y sometimiento. Las tres órdenes consideraban que la
violencia ejercida por los conquistadores era necesaria para hacerles llegar la Biblia a los
pueblos originarios y, amparados bajo esta lógica, les decían a los nativos: ‘venimos a darles la
salvación, a cambio ustedes deben trabajar para nosotros’.

“El cristianismo defiende una verdad absoluta en la que no cabe lo diferente. Bajo esta óptica el
islam, el judaísmo, las herejías cristianas y los cultos prehispánicos debían desaparecer así que,
aunque nos hayan dicho tantas veces que fray Bernardino de Sahagún escribió su libro para
entender el mundo mesoamericano y rescatarlo para las generaciones futuras esto es falso; lo
hizo para que los indígenas no practicaran sus cultos y erradicar idolatrías”.

Es claro al señalar que en el imaginario colectivo suele verse a los frailes como etnólogos en
ciernes sumamente interesados en entender y preservar la cultura, lengua y pensamiento de los
pueblos originarios; no obstante, estas ideas corresponden más bien a la Ilustración y a una
serie de cambios en el siglo XIX que condujeron a que las sociedades concibieran el respeto y la
protección de otras civilizaciones como algo de mucha valía. 

“Los religiosos del siglo XVI eran de posturas antagónicas a las recién mencionadas y, a tal
grado, que llegaron a comparar a Hernán Cortés con Moisés por haber rescatado a los pueblos
indígenas de la esclavitud del pecado y haberlos llevado a la libertad de la salvación. Como se
ve, para los frailes desembarcados en la Nueva España la tolerancia era algo impensable, y lo
mismo el respeto al otro”.

El hecho de que hoy vivamos en una sociedad secular, es decir, en una donde la religión es un
asunto personal e individual, hace que olvidemos que en siglos pasados todo giraba en torno a
la idea de un dios y ello moldeaba las conductas y formas sociales hasta en sus más mínimos
detalles.

“El rey lo era por voluntad divina; el ayuno determinaba lo que la población comía a lo largo del
año; las fiestas religiosas interrumpían dinámicas económicas al prohibir el trabajo en ciertas
fechas; los templos eran sitios en donde la gente iba a enterarse de las noticias del mundo, y la
jornada se medía según el repicar de las campanas (por ejemplo, al mediodía se le conocía como
la hora del ángelus)”.

La Iglesia, como administradora del orden social, tenía un gran poder y estaba a la cabeza de
una comunidad que, supuestamente, se preparaba para el final de los tiempos, por lo que no
debería extrañar que la huella de la evangelización sea perceptible incluso en el ordenamiento
del México actual, ya que todos los pueblos hoy conocidos se crearon durante la época colonial,
detalla el académico.

“Aunque sedentarios, las comunidades mesoamericanas no estaban urbanizadas en el sentido


occidental: tenían un núcleo donde se erigían sus templos y alrededor había múltiples aldeas
dispersas en un gran territorio. Ello entorpecía la conversión indígena ya que a veces los frailes
tardaban años en volver y, al retornar de donde habían partido, su adoctrinamiento se había
olvidado, los nativos habían integrado la cruz a sus dioses y los rituales continuaban”.

A fin de evitar estas evangelizaciones malogradas, la estrategia fue sacar a los indígenas de sus
hogares y congregarlos en un solo lugar; casi siempre lejos de donde estaban sus santuarios a
fin de que olvidaran a los dioses originales, creando comunidades que le dieron un
ordenamiento geográfico definitivo a Nueva España, tanto en sus asentamientos chicos como
en sus concentraciones urbanas.

“Puebla fue fundada por 14 familias de colonos y franciscanos; Oaxaca por un grupo de hispanos
provenientes de Segura de la Frontera y de dominicos; Mérida nace con el arribo de una
avanzada de españoles y frailes, y lo mismo pasa en Guadalajara y Valladolid. Las órdenes
religiosas cofundan las ciudades y hacen de ellas centros logísticos desde donde se coordinaba
la evangelización”.

Todo esto, además de ayudar a la propagación del cristianismo, facilitó el cobro de tributos a la
hacienda novohispana, el manejo de mano de obra nativa a mineros y terratenientes y benefició
tanto a la Corona y a encomenderos como a las autoridades indígenas que se aliaron con los
recién llegados. “Y es que muchos caciques pactaron con los frailes. Se repite que los indígenas
participaron activamente en la Conquista y poco se menciona que también se sumaron a la
evangelización, pues muchos hicieron todo lo posible para sustituir las creencias originales por
el credo de Cristo”.

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