Rouquie, Alain America Latina, El Extremo de Occidente, Parte 2 Cap 6 Iglesia e Iglesias

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IGLESIA E IGLESIAS 233

6. IGLESIA E IGLESIAS gravedad de la Iglesia universal se ha transferido no sólo ha-


cia el hemisferio occidental sino sobre todo hacia el sur, ha-
cia el mundo en desarrollo.
El catolicismo es, "culturalmente" al menos, la religión
de la inmensa mayoría de latin oamericanos, practicant e s o
no. La extensión de la "verdadera fe" fue uno de los móviles
Si bien la presencia militarista es espectacular y enigmática, y una de las principales justificaciones de la conquista. Al gu-
la religión cristiana es omnipresente y multiforme en todo nos teólogos y apologistas incluso han visto en el descubri-
el continente. No olvidemos que está consustancialrnente li- miento de América, que duplicaba la extensión de las tierras
gada a su destino desde el descubrimiento y la conquista y evangelizables, un designio de la divina Providencia. Al gra-
que, sin América Latina, la fe en Cristo sería prácticamente do de concluir de allí la neces idad de postular la beatifica-
privilegio de Europa y sólo del mundo industrializado. La ción de Cristóbal Colón, el "revelador del globo" según Léon
Iglesia católica romana tiene una posición dominante en la Bloy. La conversión de los america:pos y la enseñanza de la
región pero otros grupos religiosos, sectas cristianas o no, doct rina cristiana originaron instituciones coloniales como
están igualmente presentes en las sociedades latinoamerica- la encomienda o las reducciones que contribuyeron a mode-
nas, algunas de las cuales echan sus raíces en el espesor con- lar las sociedades. Mientras que las formas mismas de la
flictivo de un tejido social específico. Con todo es al catoli- evangelización practicada por los españoles definieron los
cismo al que debemos otorgar aquí el primer lugar y con él grandes rasgos de l a cristiandad en el Nuevo Mundo .
abordamos evidentemente una institución singular. Ante La Iglesia, a través de sus sacerdotes más generosos y exi-
todo por su' carácter transnacional, que obedece no sólo a su gentes, como el obispo de Chiapas, el gran Bartolomé de Las
universalidad y a su dirección vaticana sino también al ca- Casas, se esforzó por obtener de la corona la protección de
rácter a menudo extranjero dd clero latinoamericano. Luego los indios contra la codicia ·y la crueldad de los conquista-
porque en la América Latina contemporánea, quizá más que dores.
en otras partes, el papel de esta Iglesia, lejos de limitarse al Las responsabilidades del clero para limita r las exaccio-
terreno espiritual y sacramental, está ampliamente difundi- nes de los conquistadores, cazadores de esclavos o "busca-
do, inextricablemente enredado en los pliegues de las evolu- dores" de oro, pronto rebasaron el terreno espiritual. Las
ciones sociales, el perfil de los comportamientos y los ejes de misiones jesuitas del sur de Brasil o de Paraguay, animadas
la vida nacional así como en los recovecos de la existencia· por la utopía teocrát ica, no son sino el caso límite de una ac-
cotidiana. titud pat ernalista que no se desmentirá. La propensión a no
limitarse sólo a los problemas espirituales, e incluso cierta
forma de clericalismo autoritario, procedería de ese ardor
Historia religiosa y sociedade_s misionero desbordante cuya temporalidad no está excluida.
Por lo demás la conquista espiritual fue, tam bién, un a con-
Recordemos primeramente algunos datos. América Latina quista, es decir una sumisión violenta de los a utóctonos. Los
es el continente católico por excelencia. Con el 90% de sus conquistadores, incluso a lo divino, corno se decía en aquel
habitantes bautizados, comprende al 45 % de los fieles de la entonces en E sp aña, evidentemente no son defensores de la
Iglesia romana y a una tercera parte de sus obispos. Uno de libertad de conciencia de los "paganos" a los que tienen por
cada dos católicos será latinoamericano a fines del siglo XX. misión salvar: ¿acaso la cruz no siguió a la espada en Améri-
Brasil es el pr:imer Estado católico del mundo, su episcopa- ca? ¿Acaso la práctica del Requerim iento no cons istía en no-
do es el más numeroso de la cristiandad después del de Ita- tif icar a las nuevas pobl aciones que se "descubrían" la or-
lia. A causa de la irnpqrtancia de América Latina, el centro de den de someterse y aceptar la p redicación de la fe so pena
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de ser reducidas a la esclavitud? 1 Asimismo las conversio- a pesar de la patente escasez numérica del cuerpo sacerdotal.
nes forzadas a menudo fueron bastante superficiales. Se ha En el transcurso del siglo XIX, las iglesias y los cleros na-
dicho que América Latina cuenta con infinitamente más bau- cionales desempeñaron un papel capital en la edificación de
tizados, y católicos "nominales", que cristianos, sobre todo los estados y la instauración de los sistemas políticos. Por
porque los indios fueron sacramentalizados más que conver- dos razones fundamentales. En p rimer lugar porque la
tidos. Un barniz de cristianismo reinterpretado o adaptado unión de la Iglesia y el Estado -el catolicismo es religión
recubre muy a menudo creencias anteriores entre las pobla- oficial- heredada de la corona española o portuguesa crea a
ciones de origen indio o africano. El sincretismo religioso es menudo relaciones particulares entre los gobiernos de na-
también una de las consecuencias de las modalidades de ciones en construcción y los episcopados nacionales. En se-
evangelización. gundo lugar porque el clero constituye una fracción impor-
De esos misioneros camorristas, hombres de acción más tante de la clase política. Así como bajo la monarquía
que de pensamiento y meditación, no podía esperarse en la francesa del siglo XVII los "primeros ministros" son carde-
época colonial un clero intelectualmente notable y dotado de nales, en la América española a la hora de la "emancipación"
una gran cultura teológica. Las órdenes contemplativas bri- los sacerdotes están muy a menudo entre los únicos letrados
llan por su ausencia. El cristianismo al otro lado del Atlánti- capaces de participar en debates constitucionales o en jus-
co procedente de la Contrarreforma y del Concilio de Trento tas políticas. En el Río de la Plata, la presencia del clero en
es más vigoroso que profundo, más rico temporalmente que el Congreso constituyente de Tucumán, que proclamó la in-
intenso espiritualmente. De esta manera la Iglesia de México dependencia en 1816, es particularmente notable: aproxima-
era la primera propietaria del país en la época de la indepen- damente la mitad de sus miembros son sacerdotes. Antes, el
dencia, pues había concentrado en sus manos, mediante las deán Funes de Córdoba había formado parte, en 1810, de
hipotecas de las haciendas y donaciones, cerca de la mitad una de las primeras juntas de gobierno. Ya avanzado el si-
de las tierras cultivables convertidas en bienes de manos glo, otros sacerdotes desempeñaron un papel político muy
muertas y muy pronto factor en juego de las luchas políti- activo en la instauración del orden constitucional, como el
cas. No obstante el nivel de cultura de esos sacerdotes deja- orador sagrado argentino Fray Mamerto Esquiú (muerto en
ba mucho que desear. 1888).
La riqueza acumulada por los cleros locales permite asu- La sublevaciones de la independencia contra las metrópo-
mir, es cierto, durante toda una parte del siglo XIX, un con- lis no dejaron de reflejar su conflicto en el seno del clero, esa
junto de responsabilidades sociales que sólo la Iglesia toma- · "clase intelectual" vinculada a la corona por un lado y muy
rá a su cargo: la enseñanza, el estado civil, la ayuda social fuertemente arraigada en la vida social de las colonias por
y la salud. Asimismo en las naciones de América Latina la el otro. Se producen profundas fracturas, como en el Río de
Iglesia a menudo es la organización más fuerte, la mejor ar- la Plata o en Nueva España, entre una jerarquía a veces de
ticulada. En todo caso es la única fuera del Estado que inspi- origen español, cercana a los virreyes, y un clero inferior
ra, patrocina o sostiene hoy a instituciones que, de la escuela criollo solidario con las aspiraciones emancipadoras. El ca-
al sindicato, cubren todo el abanico de las actividades huma- rácter radical de la predicación revolucionaria de dos sacer-
nas . Las iglesias nacionales frecuentemente tienen ramifica· dotes que fueron los primeros en levantar el estandarte de
ciones allí donde el Estado es generalmente débil: pueblos la rebelión contra España asusta a la oligarquía mexicana.
aislados, zonas desheredadas y sin medios de acceso. Y ello Los curas Hidalgo y Morelos, ambos de origen popular, reu-
nieron ejércitos indios y, bajo el pendón de la Virgen de Gua-
1 dalupe, desencadenaron una guerra de raza y de clase que
Véase el texto oficial de este "Requerimiento'" de convertirse a la ver·
<ladera fe notificado a los indígenas en El padre Las Casas y la defensa de los precipitó a muchos criollos a los brazos de los españoles.
indios (presentado por Marcel Bataillon y André Saint-Lu), Barcelona, Ariel. Durante el siglo XIX independiente, la situación de la Igle-
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PODERES Y SOCIEDADES

s ia varía de un país a otro. A veces los nuevos es tados se l873, consagra oficialmente as~ ?aís al ~agrado Corazón de
apresuran a reconciliarse con Roma - que no tiene nfoguna Jesús. Es asesinado en 1875 por JOVene~ hberalesflq~e oy;ron
prisa- para poner en práctica su derecho de proposición de los llamamientos al tiranicidio del ardiente pan ~tist~ uan
obispos (patronato real) heredado de España. Otras veces, Montalvo desde su exilio parisiense. En 1895, el hder liberal
las relaciones tardan en restablecerse. No obstante, en todos Eloy Alfaro subleva Guayaquil ~'se apodera del ~ocle~; Su
los países, las relaciones entre Iglesia y Estado inspiran las ·mer objetivo: desmantelar la fortaleza confes10nal de-
discrepancias d e la vida política. La "cuestíó:q religiosa" ~rdi por el "santo del cadalso", García Moreno. Alfara, a
Jª ·a es sus enemigos llaman m· mas , m· menos e 1 "An t.icns-.
está generalmente en el centro de los enfrentamientos entre qmen . ., . 1 lºb
11
mienza una nueva Constituc10n que garantiza a i er-
~~d, ~:conciencia; di~orcio. er~ s~bre
liberales y conservadores. Contra la unión entre Iglesia y Es-
tado, y sobre todo las t entaciones ultramontanas que salen incluso autoriza el P to-
a la luz durante el pontificado de Pío IX, fuertes corrientes d da origen a la expropiación de los bienes ec1esiasticos en
liberales y anticlericales exigen la secularización de cierta lo , arco de una política destinada a modernizar a marchas
e m
forzadas a la somnolienta repu' blºica an d ma:,
º . .·
cantidad de funciones asumidas hasta entonces por el clero:
enseñanza, estado civil y administración de los cementerios Las violencias engendradas por la. cuestl.on religiosa no
principalmente. Sin embargo la Iglesia del Syllabus (1869) y terminan con el siglo XIX. En Colombia, la ~irma de un con-
de la infalibilidad pontificia (1870) no se inclina mucho que d to con el Vatic"ano por parte del presidente conserva-
digamos a los arreglos. Por una parte, a lgunos liberales que cdor Na úñez que hace del catolicismo la religión del Estado Y
or , · 1
quieren liquidar el pasado colonial de las nuevas r epúblicas da a la Iglesia poderes exorbitantes, no es aJena a a gu~rr~
y reformar las estructuras económicas en el sentido del 11 da de los "mil días" que terminó en 1902 y ocasiono
ama b . 1, 1 ¡·
"progreso" tal como se concibe en Europa consideran que la m ás de 100 000 muertes. Aunque, t~nto ~JO e angu o ~e 1-
Iglesia, su poder y riqueza frenan el desarrollo del capitalis- gioso como bajo muchos otros, las diferencias entre cachi~o-
mo. De esta manera el movimiento de reforma en México s (liberales) y godos (conservadores) sean tenues -segun
decidió la venta de los bienes de manos muertas de la Iglesia ~o cía Márquez en Colombia se dice que "los conservador.es
(1855) -<;lesamortización- y promulgó una constitución li- v:~ a misa a las cinco y los liberales a la iglesiada las si:-
beral y laica, en 1857, que desencadenó la furia del clero. Los te" -, los sangrientos enfrentamientos entre l~s os p~rtl­
conservadores y los sacerdotes se sublevaron, proclamando d tradicionales marcaron la historia de la primera mitad
una verdadera cruzada contra los "anticlericales". Una d~~ siglo xx. La dimensión religiosa de la violencia, es~ fe_-
guerra civil de tres años (1858-1861 ), caracterizada en ambos · roz guerra civil entre liberales y conservadores que ocas10no
b andos por un fanatismo sangriento y sin medida, fue la más de 300 000 muertes entre 1948 y 1956, no pu:de pasar
inadvertida. En efecto, algun~s . sadcer dote.~ no rehusan ~,yu­
1 1
principal consecuencia de la expoliación del dero. La abru-
madora deuda externa provocada por ese conflicto y la vic- dar personalmente al extermm10 e os i er~ e~, esos ro-
toria del liberal Juárez sobre los conservadores sirvieron . " i·mpíos enemigos de la verdadera fe y asimilados a los
JOS , b 1 ,1 .
comunistas. Los predicadores desig!Ja an en e, pu pito a ª.s
1
también de pretexto a la invasión francesa, que colocó en el
trono de México al efímero y desdichado archiduque Maxi- víctimas de las bandas conservadoras en la mas pura tradi-
miliano. ción de las guerras de religión . . ,
En Ecuador, Gabriel García Moreno, jefe de Estado teo- En México, la cuestión religiosa tamb1é~ ~egen~ro , e:i
crático y sediento de progreso material -es a la vez espe- a sangrienta guerra civil cuyos efectos poht1cos y J~ndi­
cialista d e derecho canónico y químico-, se apoya en la ~~s están lejos de haber sido suprimidos en nuestros .d1as. A
Iglesia para modernizar al país y fortalecer al Estado. Pro- ar de su 98% de bautizados, el número de practicantes
mulga en 1869 una Constitución clerical que de alguna ma- ~e8s% de los fieles que asisten a la misa dominical), el modus
nera hace del clero el partido único de la República y, en vivendi ligeramente t enso que permitió el viaje a Puebla del
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papa Juan Pablo U en 1979, la Iglesia no tiene personalidad nada en fanatismo. Las guerrillas católicas prosiguieron con
jurídica, sus sacerdotes no tienen derecho de llevar sotana menos virulencia pocos años después contra los " programas
en público ni de votar o ser elegidos. México no tiene relacio- de educación socialista" creados para descristianizar al país
nes con el Vaticano. La reforma.de Juárez y la "guerra de los en nombre de las luces y la razón. Finalmente, en 1937, tras
tres años" hicieron por mucho tiempo conflictivas las rela- la batalla escolar, se halló un modus vivendi. No obstante
ciones entre la Iglesia y el Estado liberal. Si bien Porfirio aún quedan rescoldos en algunas regiones. Todavía ocurren
Díaz, olvidando sus orígenes liberales, impuso a la Iglesia incidentes que acusan a curas de pueblo o a maestros, mu-
una conciliación que ésta aceptó de muy buena gana, la revo- chos años después d e la segunda guerra mundial. En la déca-
lución provocaría una nueva ruptura. El episcopado, en efec- da de los sesenta, un grupo de estudiantes que llegaron a al-
to, manifestó cierta simpatía por el campo contrarrevolucio- fabetizar a un lejano pueblo de Guerrero fueron asesinados
nario. La Iglesia eligió a Huerta contra Madero. También la por campesinos en nombre de la defensa de la religión.
Constitución de 1917 es laica mientras que el Estado instau- Podemos sacar una lección de esta larga crisis mexicana.
rado es antirreligioso. Frente a un clero poderoso y que no El anticlericalismo, de la misma manera que la religión, pue-
desea renunciar a sus prerrogativas, los nuevos dirigentes de ser un elemento de integración nacional y sobre todo un
dan prueba de un jacobinismo militante. Su voluntad de mo- motor de la construcción estatal. En México no hay duda de
dernizar la sociedad y de construir un Estado independiente que la lucha contra l a Iglesia, fuerza ultramontana, que se
de las fuerzas sociales tradicionales tropieza además con un considera ligada a una "potencia" extranjera, contribuyó al
recrudecimiento del dinamismo de la Iglesia mexicana: pre- nacimiento de un nuevo nacionalismo centrado en el Estado
sente en adelante en la acción sindical así como en las escue- y la modernización política del país después de la revolución.
las y la vida política, disputa a la "revolución" las clases me-
dias y los obreros. La competencia católica en el terreno
sindical es para algunos uno de los principales motores de Fue rzas y debilidades del catolicismo latinoamericano
la violencia de la reacción antirreligiosa y la razón del papel
predominante que desempeño allí Morones, jefe de la CROM. La sociología religiosa del continente es difícil de resumir.
Calles, por su parte, presidente en 1924, supuestamente fue El establecimiento de la Iglesia es muy desigual tanto en
un "místico del anticleralismo" (J ean Meyer) que sólo soña- cantidad como en calidad según los países o las regiones en
ba con aplastar al infame y terminar con las "tinieblas" de una misma entidad nacional. Si bien la práctica dominical
la superstición y el fanatismo. Dado que en 1926 se tomaron rebasa el 65% en México o en Colombia, apenas alcanza de
medidas vejatorias contra los sacerdotes, el espiscopado de- 5 a 10% de presunto"s fieles en Venezuela. Desde luego se han
cidió la huelga del culto. Algunos sacerdotes $On detenidos: podido señalar ciertas tendencias comunes, un clima especí-
se realizan sublevaciones esporádicas y luego generaliza das fico del catolicismo ·continental: a l lado de un ritualismo sin
en algunos estados contra la persecución religiosa. Es la gran profundidad, aparece una religión "folklórica" cercana
guerra de los cristeros, de 1926 a 1928 . Los campesinos del a la superstición y a la cual a veces se mezclan prácticas má-
centro-oeste del país toman las armas, dirigidos por sus sa- gicas. "Pobre México, ironiza un ensayista, tan lejos de Cris-
cerdotes, contra el gobierno impío en nombre de Cristo Rey to y tan cerca de la Virgen de Guadalupe."2 A l~ religiosi-
Y la Virgen de Guadalupe. Mientras la jerarquía, más bien ti- dad popular le interesa más buscar protectores para la vida
bia, busca un arreglo, una feroz guerra civil devasta al país cotidiana que la salvación eterna. Sus referencias y sus san-
causando millares de muertos. La cruzada contrarrevolucio- tos patronos no siempre son reconocidos por Roma. En el
naria de los cristeros es a la vez un movimiento mesiánico
Y una rebelión popular contra la modernización social. La 2 Vicente Leñero, "Catolicismo a la mexicana", Siempre! (México), 29 de
campaña de "desfanatizac,i ón" que le responde no l e pide mayo de 1968.
.l 241
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cruce de la leyenda y lo apologético, se reverencia en Argen- constituyen gran parte del clero parroquial. Las diferencias
tina a la Difunta Correa o al "santito" ranquel Ceferino Na- nacionales son enormes. En 1965 se hallaba un sacerdote
muncurá. La popularidad de esos patronos más o menos or- por cada 3 000 a 3 700 habitantes en Chile (país líder), Co-
todoxos se acrecienta por su o,rigen autóctono. Ya sea que lombia o Ecuador. Situación que se degradó ligeramente en
permitan naturalizar la religión cristiana haciéndola cerca- 197 S más a causa de la oleada demográfica que de la
na y familiar, o que cristianicen creencias indígenas precolo- redu~ción de la cantidad de sacerdotes. No obstante las dife-
niales. El dios azteca Quetzalcóatl fue identificado en Méxi- rencias siguen s iendo las mismas. Varios países no tienen
co con el apóstol Santo Tomás, mientras que Guadalupe más que un sacerdote por cada 10 000 habitantes o más: Hai-
cristianizó a la diosa madre Tonantzin. En Perú, el santo mu- tí, Honduras, El Salvador y República Dominicana están
lato Fray Martín de Parres, que fue padre portero entre los aproximadamente en ese caso. Cuba, por razones muy_ ?arti-
dominicanos, goza de una devoción particular. En Venezue- culares que por lo demás sólo obedecen a la persecuc10n re-
la, la Virgen de Coromoto, aparecida a un jefe indio en el si- ligiosa, presenta un panorama aún más crítico. Con unos 200
glo XVII, se convirtió oficialmente en la patrona del país. sacerdotes por 10 millones de habitantes (1 por cada 50 000),
La composición étnica matiza ese panorama tan general. nos enfrentamos a una sociedad profundamente descristia-
En las zonas afroamericanas la práctica es exigua, estén o no nizada. Cierto, el marxismo leninismo ha provocado la de-
desarrollados los cultos africanos. En las regiones indias el serción de la mitad del clero hostil a la nueva corriente revo-
fervor es generalmente fuerte al igual que la participación lucionaria. Sin embargo si bien de hecho actualmente no hay
en los ritos, apareciendo el sacerdote como una autoridad más que 100 000 practicantes, ya en 1955 apenas el 10% de
social de enorme importancia. Entre los guaraníes de Para- los cubanos era practicante, es decir 450 000 personas. Los
guay, la expresión "el padre dijo" concluye las discusiones cultos africanos de las santerías, en boga bajo Batista, atraen
más acaloradas. Por los demás esta religiosidad india es a más fieles que las iglesias.
menudo ambigua. Detrás de una fachada cristiana, se disi- El clero latinoamericano presenta además dos caracterís-
mulan o más bien se mezclan creencias milenarias y un sen- ticas que disminuyen o limitan todavía más su audiencia:
tido telúrico de lo sagrado que no tiene nada de ortodoxo. Es comprende un porcentaje elevadísimo de extranjeros, está
sorprendente oír a una joven catequista perteneciente a una dividido por las discrepancias que reflejan los conflictos Y
comunidad católica del Quiché en Guatemala evocar con un distorsiones de las sociedades latinoamericanas . Paradójica-
fervor natural el culto al maíz o a l sol al l ado de referencias mente, ese continente masivamente cristiano es también
bíblicas.J tierra de misión. No sólo los obispos latinoamericanos recu-
Continente católico, cierto, pero la fuerza de ese catolicis- rren a la ayuda extranjera, sino una proporción frecuente-
mo no deja de recordar al coloso de pies de barro. En efecto, mente elevada del clero proviene d e los países industrializa-
con el 45% y pronto el 50% del total de fieles de la Iglesia dos, principalmente de Europa. La mitad del clero venezolano
romana, América Latina sólo agrupa a l 9% del clero mun- no está constituida por nacionales. En Cuba, más del 70% de
dial. El cuerpo eclesiástico del "pueblo de Dios" está muy los sacerdotes eran extranjeros en 1960. ¡Se ignora que en
desigualmente repartido. Mientras en Francia se cuenta con Chile hay obispos franceses, y _en América Central o El Cari-
un sacerdote secular por cada 1 460 habitantes, los latino- be obispos norteamericanos ! Esa es una de las causas de la
americanos en su conjunto sólo disponen de un sacerdote por "desnacionalización" de la Iglesia que no favorece mucho.
cada 5 700-6 000 habitantes, incluyendo a los regulares que que digamos el acercamiento entre el sacerdote y la masa de
fieles. Numerosos problemas de integración se le plantean a
3 Se trata de Rigoberta Menchú, cuyas palabras fueron recogidas por este clero misionero, sospechoso además a los ojos de la a u-
Elizabeth Burgos en Me llamo Rigoberta Menchú . .. y así me nació la con- toridad si se interesa demasiado de cerca en los deshereda-
ciencia, México, Siglo XXI, 1985. dos, y fácil de expulsar.
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Por o tra parte, la distribución geogr á fica del clero corres- tificar a las clases dominantes el existir en calidad de domi-
ponde a actitudes p articulares. Los s acerdotes son más nu- nantes" e " imponer a los dominados un reconocimiento de
merosos en las ciudades, sobre todo a causa de las funciones la legitimidad de la dominación"? La trilogía obispo, gene-
de enseñanza desempeñadas por algunas órd enes. En Ven e- ral, gran propietario no es una imagen del pasado. La alian-
zuela, el 40% del clero regular reside en la capital; ahora za del sable y el hi sopo está muy fuerte en algunos países.
bien, en ese p aís que cu enta con menos d e 1 800 sacerdot es, En Colombia donde el cardenal Muñoz Duque, arzobispo
hay más de 1 000 religiosos. En los barrios residenciales de Bogotá, fue promovido a general de brigada en j u nio de
donde se hall an los colegios religiosos -una tercera p arte 1976, l a Iglesia goza de un pod er temporal consider able. Por
de la capital en superficie-, la concentración sacerdotal al- el Concordato y el Acuerdo Misionero de 1953, una parte del
canza la cifra de un sacerdote por cada 500 habitantes. Esa territorio es confiada al gobierno directo del clero. En este
elevada densidad en los barrios elegantes, y esas funci ones imperio teocrático los poderes c iviles d eben obedien cia a la
tradicionales de formación de élites no carecen d e cierta autoridad eclesiástica. El papel de esos "siervos de Dios"
identificación con ést a. Más generalmente y a contrario, es que también son "amos de los indios" es por supu esto de-
en los barrios pobres y las regiones d esheredadas donde nunciado por los cristianos progresistas y el clero contesta-
aparece el clero progresista. Así, en Bras il, es en el nordeste tario colombiano.
o en las zonas obreras donde se hallan los obispos "de avan- En Argentina, l a entusiasta acogida reservada por parte
zada", los más activos y comprometidos. Sus nombres han de la jerarquía a l os sucesivos r egímen es milita res no tiene
dado la vuelta a l mun do: H é lder Cámara, obispo de Recife; nada de excepcional. En 1966, el arzo"I:>ispo de Buenos Aires,
Antonio Fragoso, originario de Crateus en Ceará; Pedro Ca- rodeado de un equipo de cristianos "preconciliares" y mesiá-
saldállga, de origen catalán, que tiene a s u cargo la diócesis nicos, bendecía el golpe de Estado del general Onganía con
"caliente" de Sao Fé lix d e Arraguaia en el Matto Grosso, o un rotundo " es una aurora para nuestro país". A pesar de los
Cándido Padim, obispo en Bauro, ciudad obrera del estado asesinatos de religi osos, cat equistas y hasta de un obispo,
de Sao Pa ulo, son muy representativos de ese fenómeno. Por que h abían t omado el p a r tido de las "clases peligrosas", el
el contrario, es en las pequeñas ciudades adormiladas d e las arr eglo de una p a r te del clero y la jerarquía con la sangrien-
zonas tradicionales de Minas Gerais donde surgen los pala- ta dict adura m ilitar del general Vi dela y s u s acólitos en 197 6
dines del ala m ás conserva dora del episcop a do brasileño, fue particularmente notorio. El capellán del ejérdto (monse-
como e l célebre monseñor Proern;a Sigaud, obispo de Dia - ñor Tórtolo) llegó a exaltar la acción purificadora del ejérci-
mantina . La disparidad de los " lugares sociales" inspira las to que liberaba a l país de la subversión. Si bien algunos obis-
actitudes y divide a los cleros. pos p articiparon desde 1979 en las diferentes instituciones
de defensa de los derechos humanos, no fu e sino hasta agos-
to d e 1982 cu and o la Iglesia institucional manifestó su p reo-
Iglesia y sociedad: d el aggiornam ento a la discordia cupación con respecto a los 8 000 a 10 000 "desaparecidos"
de la "guerra sucia" que hasta entonces había ignor ado. En
Tradicionalmente la Iglesia, o por lo m enos su jerarquía, cambio, b ajo la democracia restablecida, la prontitud de la
está estrechamente ligada a las clases dirigentes. E sa h eren- Conferencia Episcopal para fustigar la licencia de las cos-
cia d e la historia continental se ajusta sin duda a la lógica tumbres y e l eventual restablecimiento del divorcio es reve-
de lo religioso. El p apel de "administradores de bienes de ladora de una tranquilidad de conciencia conservadora y a
salvación", según Pierre Bo urdie u, 4 ¿acaso no es el de "jus- menudo antidemocrática que j amás se ha desdich o.
De manera menos manifiesta, el polo conservador de la
4
Pierre Bourdieu, "Genese et structure du champ r e ligieux", Revue Iglesia latinoamericana en su s diferentes matices, de los "in -
Franr;aise de Sociologie, xn, 197 1. tegristas" a los "pastorales", dispone de una doctrina y una
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legitimidad c ristianas inexpugnables así como de una red de cien es militares contra gobie rnos p rog res is tas o s im p lemen-
organización muy amplia, ajustadas a la función canónica de te con siderados insuficien temen t e sens ibles al p eligro del
lo religioso en la vida de las sociedades organizadas. La doc- comunism o atéo. As í, la Iglesia que apo ya al ejércit o en R e-
trina es bien conocida. Ha sido mil veces orquestada. Se re- p ública Dominicana , es un verdadero golpe de E stado " cléri-
fiere a la palabra de Cristo recordando ·q ue su reíno no es de co-militar" que a r rastra a Juan Bosch , presidente socializan-
este mundo. "Dadle al César.. .", se dijo, y "Bienaventurados te, en septiembre. de 1963. 5 E n 1963-1964 en B rasil, se
lo pobres ... " El poner el acento en las virtudes de esperan- o r ganizan m a r ch as " por la defen s a de l a fami lia con Dios y
za y caridad tiene como consecuencias, voluntarias o no, de- por l a libertad " en las gr andes ciudades del sur contra el go-
bilitar la resistencia a las injusticias del s tatu qua y reforzar b ierno legal del presi dente Goulart. N u mer osos sacerdot es
las tendencias a la resignación. Si bien la misión de la Iglesia toman parte en ellas con la aprob ación de su s obi spos. E n
es la sa !vación eterna de los creyentes, la felicidad terrestre a gosto de 1971, en Bolivia , el golpe de Esta do del gene r al
escapa d e su dominio . Esta posición t a n atrasada frente a las B ánze r fue precedido o prepara do por las jornadas eucarís-
terribh.~s realidades de aquí abajo evidentemente no disgus- ticas d e Santa Cruz donde s e expresó en un lengu aje d e
ta a la .s fuerzas conservadoras, que esperan de ella la santifi- guer ra santa una verdadera "teología del golpe de E s tado",
cación d el "misterio del orden social", y a las dictaduras mi- cuyo carácter providencial subrayaron l os portavoces
litares, que pretenden defender el "estilo de vida occidental después del aco ntecimiento .6
Y cristiano" de las repúblicas latinoa mericanas . Esas posi- De l as organizacio nes de apostola do o de c atequesis a las
ciones, criticadas por el ala "activa" de la Iglesia, son gene- congr egaciones religiosas o laicas , la Iglesia di sp o ne de nu -
ralmente consideradas pre conciliares, es decir no ajustadas merosos m edios par a inspirar actitudes , incit a r agru pacio-
a las enseñanzas del Vaticano II (1962-1965) mediante el cual n es, es timular acciones en el terren o p olítico y social. E n
Juan XXIII había querido que la Iglesia '<se adaptara a su América Lat ina, el Opus Dei ha tenido una fortuna c as i tan
siglo". brillante en a lgunos países y en ciert as épocas como en la
De hecho, la Iglesia goza de una capacidad de moviliza- E sp aña fra nquista . Los cur sillos de cristi andad, especie de
ción y organización tanto más eficaz cuanto que aparece "rearme moral " para uso de las élites "que han sen tido la
como un polo ideológico contrarrevolucionario. Su papel de amenaza del marxismo",7 tienen una influencia decisiva en
bastión de los valores espirituales y de la paz social contra Venezuela, Perú y Argentin a donde t oda una genera ció n de
el comunismo ateo y la lucha de clases le da una audiencia gen erales golpistas ha frecuentado e sos retiros de primera
inigualada. La densidad de sus redes parroquiales así como línea. No hay grupúsculo, incluyendo a los resuelt a m en te
la amplitud de sus recursos financieros le permiten incluso, integ ristas como las célul as del movimiento Tradición, Fa-
en algunos países, utilizar medios de propaganda modernos milia y Propiedad (presentes en Brasil, Chile y Argen t ina),
con un éxito seguro. Así, la Iglesia colombiana, cuyo triun- c uyos res abios de macart ismo polic ia co no engañan a n adie,
falismo es uno de sus rasgos dominantes, es maestra en el que no goce del apoyo de algún príncipe de l a Igles ia.
arte de pone r a su servicio la radio y la televisión. Las escue- No obs tante son lo s sindicatos y los partidos de insp ira-
las radiofónicas del padre Salcedo (radio Sutatenza) llegan
5 " L'E gli se a Saint-Dom in gue", Freres du Mo nde, núm. 66, a b r il de 1970,
a un amplio público campesino al que alfabetizan y cate-
pp. 23-49.
quizan. 6
" La B olivie du colonel B anzer ", Les Inform ations Catholiques Intema-
La influencia política de los episcopados actúa las más de tionales, 1 d e n oviemb re de 1972 .
las veces en favor de las causas conservadoras: en las elec- 7
S egún Jean T oulat, sa c erdote francé s , e n s u libro Espérance en
ciones, donde la palabra autorizada de la Iglesia condena las .Amérique du S u d, París , Li brair ie a cadé miq ue Pe rrin , 1965, p. 42. Parece
candidaturas que no respetan su enseñanza en el terreno fa- que esos cursillos t u vie ran u na color a ción diferente o más bien p rogresista
e n a lgunos países como P e r ú o El Salvador.
miliar y escolar, frecuentemente también durante interven-
246 PODERES Y SOCIEDADES IGLESIA E IGLESIAS 247

ción cristiana los más repr~sentativos hoy de la acción de clases y tentada por el socialismo, se desprendería de la ex
masas de la Iglesia tradicional, y de la profundidad de su Falange a partir de 1970.
evolución en los últimos veinte años. Los "círculos ob reros" En Venezuela, el COPEI (Comité de Organización Política
y los sindicatos cristianos fundados por iniciativa de la Igle- Electoral Independiente), partido social cristiano, compren-
sia católica para aplicar su doctrina social nacen para pre- de también hoy un ala de izquierda activa. No obstante esta
servar a los trabajadores de las ideologías socialistas Y opo- fo rmación política, creada en 1946, inspirada por la Falange
nerse a la "lucha de clases". De esta manera en Colombia, la española y sostenid a por los grandes propietarios de los es-
Unión de Trabajadores de Colombia fundada en 1946 es ase- tados andinos, surgió para oponerse al "peligro marxista"
sorada por los j esuitas y está estrechamente ligada al P.arti- representado por el partido socialdemócrata Acción Demo-
do conservador. La UTC predica la paz social y la armoma de crát ica, mayoritario en la oposición y detentador del poder
las relaciones capitál-trabajo que excluye el recurrir a la en 1948. El COPEI está desde 1958 en competencia-
huelga. Esta central sindical evolucionará hacia una mayor complicidad con el partido AD, uno de los dos pilares de la
independencia y espíritu reivindicativo paralelamente al democracia venezolana, pero se ha mantenido claramente
. movimiento de la Iglesia. Los partidos demócrata-cristianos más conservador que su homólogo chileno. Es cierto que l a
que, desde la década de los sesenta, han conquistado el po- posición de los partidos siempre es relativa. Si bien en Hon-
der en varios países, constituyen fuerzas conservadoras mo- duras el partido demócrata cristiano, que dispone de un solo
dernas dotadas de un discurso anticapitalista ambiguo: raí- diputado en la Cámara en 1982 y se alía con los partidos
ces conservadoras, frutos radicales, se ha escrito.ª Esos marxistas de la extrema izquierda, no puede ser considerado
partidos nacen generalmente de la ruptura con la ideología moderado, en El Salvador, el PDC, dominado por la fuerte
conservadora tradicional por parte de sectores juveniles personalidad de Napoleón Duarte, presidente de la Repúbli-
universitarios sensibles a los estímulos dispensados por la ca e legido desde 1984, es denunciado por la oligarquía y la
enseñanza social de la Iglesia desde León XIII (Rerum nova- extrema derecha del mayor d'Aubuisson como comunista y
rum). Así en Chile, el partido que llevó a la presidencia a cómplice de la guerrilla tanto a causa de su ideología "comu-
Eduardo Frei en 1964 nació en 1938 de una escisión bajo la nitarista" como por las reformas que promulgó, sobre todo
influencia de la Acción Católica de las juventudes del parti- en el terreno agrario.
do conservador, que se convirtió en la Falange Nacional. Esa El polo avanzado de la Igles ia católica de América Latin a
agrupación política modernista vaciló por largo rato en_tre goza, sobre todo en Francia, c!e una mayor visibilidad que el
los espejismos corporativistas de los movimientos autorita- a la tradicionalista, lo cual no siempre significa que sea más
rios europeos y la inspiración democrática de Maritain, y representativo. Los gestos políticos espectaculares de sacer-
hasta de Marc Sangnier. En 1964, el partido de. Freí repre- dotes revolucionarios o de obispos opositores no han p asado
sentaba, con el apoyo de 19- jerarquía católica y la ayuda del inadvertidos. Sigue s iendo necesario volverlos a colocar en
gobierno de Estados Unidos, un polo de reunión para todos el contexto de las iglesias nacionales y de una evolución con-
los que querían.poner obstáculos al candidato marxista Sal- tinental pacífica. Algunas fechas y algunos datos permitirán
vador Allende. No obstante, la democracia cristiana chilena poner en pe rspectiva la mutación que ha sufrido el catolicis-
puso en práctica un programa de reformas, y sobre todo una mo latinoamericano en los últimos veinte o treinta años . En
reforma agraria, que la separó de sus aliados de derecha septiembre de 1955, al final del Congreso Euc arístico de Río
mientras que su ala de izquierda, hostil a la colab~ración de de Janeiro, se creó un Consejo de Obispos Latinoamericanos
destinado a reflexionar sobr e las condiciones específicas en
las que vive el cristianismo en los países del continente. El
8 "¿D.C.latinoamericana, ideología o partido?", en The Economist para centenar de obispos que crean el CELAM, tal es el nombre de
América Latina , 18 de septiembre Q.e 1968. este organismo, fue sensible a las presiones de sacerdotes
248 PODERES Y SOCIEDADES IGLESIA E IGLESIAS 249

y laicos deseosos de que la Iglesia se. involucrara más direc- mido y explotado no puede ni alcanzar su pleno des arrollo
tamente en los problemas de las sociedades latinoamerica- humano ni ajustarse a un ideal moral. La denuncia d e la
nas. Hombres como Hélder Cámara, en aquel entonces auxi- "violencia institucionalizada" de las estructuras socia les
lia r de Río, y Manuel Larrain, obispo de Talca en Chile, que inicuas evidentemente varía de un país a otro. No t odos los
desempeñaron un papel decisivo en su creación, se sienten episcopados se comprometen corno l a CNOB (Con f erencia
directamente requeridos por la injusticia y la miseria en Nacional de Obispos Brasileños) a "apoyar las luchas del
cuanto pastores. Un año antes, en Santiago de Chile, se había pueblo a través de los sindicatos y otras organizacion es p o-
fundado la CLASC (Confederación Latinoamericana de Sindi- pulares intentando conocer mejor la realidad vivida po r los
catos Cristianos), que se convirtió en 1971 en la CLAT (Confe- oprimidos". A veces, las personalidades del movimient o son
deración Latinoamericana de Trabajadores), siguiendo en relativamente rep r esentativas del tono dominante d e la I gle-
ello a la "desconfesionalización" a nivel mundial de la CISL, sia -es el caso de monseñor Hél der Cámara en Bras il-,
hoy Confederación Mundial del Trabc..jo {CMT), cercana a la otras veces los obispos de avanzada son figuras más b ien
Iglesia y sobre todo a la izquierda demócrata-cristiana. En aisladas, incluso encerradas en guetos diocesanos, que n o
1961, la encíclica Mater et magistra de Juan XXIII manifies- hacen sino reforzar el tradicionalismo de jerarquías confor-
ta la misma preocupación social y refuerza la orientación ya mist as; tal era el caso de monseñor Méndez Arceo en su dió-
esbozada, que Pacem in terris (1963) y luego Populorum pro- cesis de Cuernavaca en México en la década de los seten t a
gressio (1967), tras la actualización pastoral del Vaticano 11, o de mon señor Romero en El Salvador, quien fue asesinado
vienen a confirmar y apoyar. El despertar teológico, espiri- en marzo de 1980 por haber denunciado a la oligarquía y al
tual y social de la Iglesia romana halla un eco profundo en ejér cito de su país y declarado l egítimo el "derecho a la vio-
América Latina. La semilla de la renovación cayó en terreno lencia insurrecciona!" a falta de cualquier otro canal de di á-
fértil: una América Latina en plena mutación social, que se logo.9
urbaniza e industrializa, un continente donde la guerra fría Ese compromiso en favor de los pobres y oprimid os tiene
acaba de hacer irrupción y sobre el cual flota el espectro de sus teólogos, que hacen hincapié en el mensaje liberador de
las revoluciones castristas. Cristo e interpretan la violencia est ruct ural de l as socieda-
Con el impulso de Vaticano 11, la mayoría de las iglesias des injustas a la luz de las ciencias sociales. Algunos cr is t ia-
del continente, con más o menos entusiasmo y celo, se dispo- nos no se conforman, a partir de esos análisis, con tomar par-
nen a amoldarse a su siglo y a responder a las exigencias so- tido por las masas para "concientizarlas" y movilizar con
ciales de la actualidad tomando bajo su responsabilidad a miras a su liberación pacífica. Esta "teología de la lib e r a-
"todos los hombres y todo el hombre". Con ese ánimo de re- ción", anticapitalista y revolucionaria, a veces desemboca·
novación evangélica, la presencia de la Iglesia ·debe adoptar en la opción del socialismo. Fue el caso de los "Sacerdo tes
nuevas modalidades que la acerquen al "pueblo de Dios": las por el Tercer Mundo " en Argentina en la década de los set en-
pastorales especializadas (la pastoral de la tierra en Brasil, ta o, en la misma fecha, de l os "Cristianos por el socialismo"
por ejemplo) y la creación de "comunidades eclesiásticas de en Chile. Agunos sacerdotes que llegan al extremo de su
base" son los medios institucionales elegidos para manifes- compromiso espiritual incluso han abrazado la lucha a rma-
tar "la opción preferencial por los pobres" conforme a las da como Camilo Torres, muerto con los guerrilleros cas t r i s-
nuevas prioridades de la Iglesia. La vanguardia del clero tas de Colombia en febrero de 1966, y que decía que "la r evo-
comprometido que ha elegido ese nuevo apostolado critica lución es una lucha cristiana y sacerdotal", o el sacerdot e
sin tapujos la dimensión institucional de la Iglesia privile-
giando lo que debería ser su función profética. Denuncian la 9 En u n a entrevis ta concedid a a l p eriodista mexicano Mario Menéndez
injusticia como un pecado cardinal y subrayan la incompati- Rod ríguez, publicada en El Salvado r, una auténtica gue rra civil, S an José,
bilidad entre la miseria y la. vida espiritual: el hombre opri- E d u ca , 1981 , p. 113.
250 PODERES Y SOCIEDADES IGLESIA E IGLESIAS 251

español Domingo Laín quien compartió la misma suerte. cambió de manos. Los obispos de avanzada perdieron el con-
Esos gestos deslumbrantes y heroicos, que dan prueba de trol. Ei secretario general es monseñor López Trujillo, obis-
otra manera de vivir la fe cristiana o de un resurgimiento po de Bogotá, qüien no oculta sus preferencias conservado-
mesiánico, ciertamente siguen siendo minoritarios . Camilo ras. Por todas estas razones, los teólogos innovadores,
Torres, brillante intelectual procedente-de una gran familia algunos de los cuales estaban presentes en Medellín, fueron
colombiana, es un sacerdote entre 4 000; los "Sacerdotes por excluidos. No obstante el documento final es equilibrado y
el Tercer Mundo" argentinos no eran sino 300 o 400 de casi ambiguo. Condena el capitalismo liberal de manera poco ta-
5 000. Pero no deja de ser cierto que la Iglesia latinoamerica- jan te y el colectivismo marxista de manera muy firme . La
na está de "parto" . Desgarrada por graves divergencias y doctrina de la seguridad nacional, ideología contrarrevolu-
conflictos que rebasan las controversias teológicas, en ella cionaria de los regímenes militares -ciertamente está en
se llevan a cabo enfrentamientos internos de naturaleza in- franco retroces o en la época de Puebla-, fue igualmente ob-
negablemente política. Aparece pues como un "factor en jue- jeto de un rechazo total. En el momento en que numerosos
go", lo cual no puede dejar a la Curia romana indiferente. sacerdotes son perseguidos por su oposición a las dictadu-
En este clima excesivamente polarizado se sitúan las se- ras, en El Salvador, Brasil o Chile, la conferencia da su apo-
gunda y tercera Conferencia General del Episcopado Latino- yo al clero en lucha por los derechos humanos. Pero se niega
americano, inauguradas respectivamente por Pablo VI y a considerar la violencia como medio legítimo para abatir
Juan Pablo II, así como los numerosos viajes efectuados por las tiranías y liberar a los hombres. Menos avanzados en
este último por todo el continente y sobre todo a las iglesias comparación con Populorum progressio y Medellín, los obis-
más divididas. La Conferencia Episcopal de Medellín en Co- pos latinoamericanos no dan la razón ni al terrorismo de Es-
lombia, que se llevó a cabo del 26 de agosto al 6 de septiem- tado ni a las guerrillas revolucionarias.
bre de 1968, se caracterizó por la personalidad del papa Pa- Las Conferencias de Medellín y Puebla fueron aconteci-
blo VI quien vino a inaugurar los trabajos, y por la euforia mientos mundiales. A causa de la importancia numérica de
progresista y renovadora del Vaticano II. Sin duda el papa las comunidades católicas del otro lado del Atlántico, todo
se esforzó por sosegar las pasiones y acercar a los dos secto- lo que afecta a la Iglesia latinoamericana afecta ahora direc-
res extremos de la Iglesia. No obstante, a pesar de las adver- tamente a la Iglesia universal. Si cualquier desviación teoló-
tencias contra la violencia como medio de transformación gica o un cisma se apoderara de ella, podemos pensar que
social, los "liberadores" y los "proféticos" innegablemente sería todavía más grave que la reforma del siglo XVI. Asimis-
se anotaron algunos tantos . ¿Acaso no reconoció Populorum mo es comprensible que la Santa Sede y numerosos obispos
progressio el derecho a la insurrección en el caso de una "ti- estén preocupados por las tendencias centrífugas de un ca-
ranía evidente y prolongada que atente contra los derechos tolicismo radicalizado y hasta revolucionario. Es cierto que
de la persona"? la Iglesia está muy lejos de hablar con una sola voz. Expo-
En la Conferencia Episcopal de Puebla, del 27 de enero al niéndonos a cometer una irreverencia impía estaríamos más
12 de febrero de 1979, la atmósfera es diferente. Los medios bien tentados a hablar de cacofonía. A pocas semanas de dis-
progresistas temen un retroceso con relación a Medellín, y tancia, el episcopado brasileño justifica el robo en caso de
hasta una pública llamada de atención a la iglesia contesta- "extrema necesidad" citando a Santo Tomás de Aquino mien-
taria. La personalidad y las preocupaciones del papa llegado tras Juan Pablo II declara que "los pobres no son una clase
del Este son conocidas . El nuevo soberano pontífice está en lucha" y un obispo brasileño denuncia la "teología de la
muy apegado a la ortodoxia doctrinal. Poco inclinado a los liberación" como una teología de clase que debe más a Marx
éxitos teológicos . quiere ser el defensor de la enseñanza mo- que a Jesús.Jo
ral tradicional de la Iglesiá y desconfía de todo lo que, de le-
jos o de cerca, se refiere al marxismo. Además, el CELAM JO Véase Le Monde, 4 y 13 de octubre de 1984, y la entrevista de don
252 PODERES Y SOCIEDADES IGLESIA E IGLESIAS 253

Si bien el Vaticano jamás ha manifestado su inquietud Doctrina de la Fe puso en guardia a los fieles y el clero en
frente a las tendencias integristas en el seno de la Iglesia ni septiembre de 1984, 11 supuestament e olvida el pecado y
condenado públicamente el apoyo de sacerdotes o episcopa- quizá hast a la trascendencia de la salvación para sólo intere-
dos a las dictaduras militares, a la Curia romana y al papa sarse en los disgustos y las violencias de órdenes terrestre
Juan Pablo II les han inquietado algunas desviaciones doc- y temporal. Sus partidarios como el franciscano brasileño
trinales y pastorales representadas por el funcionamiento Leonardo Boff, dramáticamente convocado en R oma en sep-
de las "comunidades eclesiásticas de base" (CEB), por los tiembre de 1984 para explicarse sobre sus escritos, utilizan
"teólogos de la liberación" y por lo que se ha dado en llamar el marxismo como instrumento de análisis de las realidades
la "Iglesia popular". Las comunidades eclesiásticas de base, sociales y privilegian un enfoque racionalista o historicista
destinadas a acercar la Iglesia a los fieles, y sobre todo a los de la Iglesia en cuanto institución. Para el Vaticano el mar-
más desfavorecidos, paliando la falta de sacerdotes, han xismo, incluso bautizado, no puede ser inocente, porque está
sido alentadas por el clero progresista y vistas con gran re- consustancialmente ligado a u n a ideología atea. La p rocla-
celo por parte de los poderes establecidos. Esta manera de mación de la Palabra Divina no debe esperar los cambios de
vivir la fo cristiana colectivamente en vez de ir simplemente estructuras. Y éstos no incumben a la Iglesia. "La misión
a orar a la Iglesia ocasiona una "concientización" de los par- de la Iglesia no puede reducirse a lo sociopolítico", como
ticipantes que se agrupan en el lugar donde viven. Así, fre- el papa Juan Pablo II decía a los brasileños en julio de
cuentemente, las CEB desempeñan un papel en la defensa de 1980.
los intereses comunes de sus miembros. Por consiguiente, la Si bien los teólogos incriminados se defienden de los re-
pastoral comunitaria aparece esencialmente como una pas- proches que se les hacen, y sobre todo del de interesarse más
toral de clase. Para las clases poseedoras y los medios con- en los pobres o el desarrolló que en Dios, es cierto que el ca-
servadores, las comunidades, al organizar una asociación tolicismo progresista toma a veces un sesgo poco ortodoxo,
horizontal entre semejantes sociales, rompen la organiza- que huele bastante a azufre. Así, el sacerdote poeta y hoy mi-
ción vertical del statu qua. De allí a acusarlas de comunismo nistro del gobierno sandinista nicaragüense Ernesto Carde-
no hay más que un paso que es alegremente dado. Para la nal escribía, antes de la victoria del Frente, en marzo de
Santa Sede y una parte de los episcopados tradicionalistas, 1979, no sólo que el cristianismo era compatible con la vio-
son la división en clases del pueblo de Dios que realizan las lencia revolucionaria, sino que el reino de Dios era "el esta-
CEB y su tendencia a ignorar la jerarquía, lo peligroso para blecimiento de una sociedad justa y perfecta sobre la tierra,
la cohesión de la Iglesia. Si bien es arriesgado cancelar esta la sociedad comunista", y que "un revolucionario ateo cono-
forma de evangelización que ha tenido tan buenos resulta- ce a Dios, pero que un obispo que defiende a una dictadura,
dos, es la reflexión teológica que acompaña a esas nuevas ése no conoce a Dios" . 12
prácticas en medios pobres la que está en l~ mira de la Igle- Por lo demás, no hay duda de que la situación de la Iglesia
sia conservadora. El proceso contra la teología de la libera- en Nicaragua no es ajena a las inquietudes del Vaticano ante
ción por parte de los sectores conservadores de los episcopa- la teología de la liberación. En efecto, algunos cristianos y
dos latinoamericanos en la década de los setenta, y luego a
través de la ofensiva del Vaticano en 1984, se basa en cierto 11 /nstructions sur quelques aspects de la théologie de la libération, pu-
número de puntos doctrinales que supuestamente constitu- blicado el 3 de septiembre de 1984, y firmado por el cardenal Joseph Ratzin-
yen otras tantas desviaciones graves. Esta teología, contra la ger. Esta condena fue atenuada por la /nstruction sur la liberté c h ré tienne
cual una Instrucción de la Congregación Romana para la et la libération del 22 de marzo de 1986.
12 Citas sacadas del artículo del padre Ernesto Cardenal, intitu lado
"Deux annonces du royaume des cieux", publicado en Le Monde, 15 d e mar-
Boaventura Kloppenburg publicada por Veja (Río de Janeiro), núm. 9, enero zo de 1979. Véase también su libro Cris-Psaumes politiques, París, Le Cerf,
de 1985, bajo el título "O marxismo na igreja".
1977.
254 PODERES Y SOCIEDADES IGLESIA E IGLESIAS 255

numerosos sacerdotes apoyan el régimen revolucionario de Las otras iglesias: ¿refugio o liberación?
Managua que afirma ser marxista leninista y se propone edi-
ficar una sociedad socialista original. A pesar de las conmi- Antes de mencionar las iglesias protestantes y los cultos
naciones del Vaticano, tres sac,erdotes son miembros del go- africanos, sería bueno evocar el singular avatar del catolicis-
bierno sandinista mientras que la jerarquía se halla en mo en su versión brasileña que ha sido el mesianismo reli-
oposición al régimen. Esos sacerdotes identifican sin dificul- gioso. Surgido en el nordeste a principios de siglo, ha sido
tad al Frente $andinista con la causa de los pobres: una Igle- justamente comparado con el bandolerismo de los cangacei-
sia popular paralela parece estar a punto de ver la luz. En ros: dos fenómenos ligados, según Josué de Castro y Roger
todo caso, la Iglesia nicaragüense está partida en dos. El Bastide, a las grandes sequías que exaltan el espíritu en bus-
papa que llegó a reunir al rebaño desunido, en marzo de ca de la Tierra Prometida y de la Nueva Jerúsalén. Antonio
1983, fue muy mal recibido por los comandantes en Mana- Le Conseiller, profeta laico, anuncia a las masas campesinas
gua. Éstos le reprochaban su tono beligerante y su negativa del sertao en 1889 el próximo regreso de Cristo y la cercanía
de condenar la agresión del "imperialismo" y de los contras. del Reino. Crea su ciudad mística en Canudos, donde lo
Ese incidente no favoreció ni a la Iglesia ni a la revolución acompañan miles de peregrinos exaltados y famélicos, y pre-
sandinista. dica la guerra contra la república impía que acaba de ser
Los numerosos viajes del papa Juan Pablo II revelan su proclamada. Se necesitaron varias campañas militares para
nuevo interés por este continente cristiano. En Brasil, en ju- poner fin a la ciudad sagrada y a esa rebelión popular. El
lio de 1980, aquello fue una apoteosis y una lección de equili- padre Cicero, auténtico sacerdote de la pequeña ciudad de
brio pastoral. A los gestos hacia los pobres -favelados de J uazeiro, en Ceará, tuvo más suerte que su predecesor Le
Río o sindicalistas ·perseguidos- seguían discursos política- Conseiller. Como taumaturgo, atrae a miles de peregrinos,
mente muy balanceados donde la buena doctrina era clara- enfermos y penitentes. Tras infructuosos ataques policiacos
mente recordada. En América Central, en marzo de 1983, el contra su feudo, el gobierno reconoció la autoridad del pa-
papa fue a proclamar el "derecho a la vida" a Guatemala dre Cícero, que hasta su muerte en 1936 se convirtió en un
donde el dictador (protestante) en funciones creyó oportuno "coronel místico" cuya autoridad política era reconocida
hacer ejecutar en~onces a seis opositores. En El Salvador, por todos. En ambos casos, se trata de una reinterpretación
visitó la tumba de monseñor Romero, mientras que en Ma- de ideas esencialmente católicas. Más generalmente, lo que
nagua llamaba a la disciplina al clero descarriado y a los fie- proponen los mesianismos viene a ser la liberación milagro-
les nicaragüenses divididos entre su fe y su credo sandinista. sa de la desgracia. Esos mesías son santos patronos vivos de
En octubre de 1984, la peregrinación papal al Caribe fue la quienes se espera ayuda y protección sobrenaturales mien-
ocasión que aprovechó para denunciar a la Iglesia popular tras que se da por supuesto que la sociedad de injusticia no
de tipo nicaragüense. En enero de 1985, durante una visita puede ser cambiada. Volvemos a hallar este enfoque en
a cuatro países andinos, y sobre todo Perú, d papa lanzó una otras manifestaciones _religiosas.
advertencia insistente contra la teología de la liberación. No El protestantismo, bajo su forma mayoritariamente evan-
debemos hacernos ilusiones de que vaya a disminuir el acti- gelista y penteco~tista, parece haber realizado grandes pro-
vismo papal en esta parte del mundo donde se juega el futu- gresos en América Latina en los últimos treinta años. ¿Acaso
ro de la Iglesia y, para algunos observadores, quizá más. El la Guatemala católica e india no tuvo un presidente protes-
"Che", guerrillero cristiano y mártir reverenciado de las tante del 23 de marzo de 1982 al 9 de agosto de 1983? El des-
iglesias populares, ¿acaso no dijo que cuando los cristianos concertante general Ríos Montt, tras haber militado en la de-
se volvieran auténticamente revolucionarios, la revolución mocracia cristiana, se había convertido al protestantismo y
latinoamericana sería invencible? ¿Es esta perspectiva la se había vuelto prosélito y predicador de una secta norte-
que tortura al papa Wojtil~? · americana, la Iglesia del Verbo, antes de apoderarse tempo-
256 PODERES Y SOCIEDADES IGLESIA E IGLESIAS 257

ralmente del poder. Se considera que h ay aproximadamente m os un fenómeno de otra naturaleza, de funciones sociales
un 4 % de protestantes, incluyend o todas las iglesias, en todo amb iguas. Esas religiones de desarraigados, nacidas en la
el subcontinente. Con algunos puntos fuertes. Chile es sin población esclava deportada de África, tienen como fondo
duda el país donde el establecimiento del pentecostismo ha común la recomposición de vestigios de mitologías proce-
sido m ás den so: cerca del 12% de la población responde a dentes del continente negro. E s a rearticulación que tiene
ese credo. E l protestantismo es generalmente más minorita- algo de chapucería incorpora elementos variados: brujería
rio. Incumbe al 6% de la población de Brasil -lo cual, to- en el vudú de los campesinos haitianos, catolicismo en los
mando en cuenta la importancia d e ese país, equivale a cerca cultos brasileños donde los orixás tienen como asisten tes
d e 8 m illones de personas- y al 2% en Argentina. Se concen- sincrético s a los santos del panteón cristiano. Corresponden-
tra igualmente en a lgunas regiones en países donde, a nivel cia particularmente marcada en el candomblé de Bahía,
nacional, no tiene una dimensión masiva. Es el caso del no- mientras que el umbanda h a tomado muchas cosas del espi-
res te de México; Nuevo León tuvo un gobernador protestan- ritismo kardecista. No obstante esas religiones de "adapta-
te. En algunos pueblos de los estados costeños d e Tabasco y ción social" (social adjustment) son también cultos de resis-
~eracruz, h allamos tantos templos protestantes como igle- tencia que manifiestan la voluntad de preservar una identidad
sias católicas. Por último, el avance del protestantismo es africana y una vida comunitaria de la que atestigua el.aspec-
m u y marcado en el Caribe y América Central: del 10 al 15 % to festivo d el candomblé por ejemplo. Algunos de esos cul-
d e la población en Guatemala y El Salvador. tos, como el umbanda, que ya no es sólo privilegio d e los ne-
Es que en efecto el éxito protestante es tributario de las gros, tienen gran éxito en Brasil porque responden a una
misiones norteamericanas que no carecen de medios para súplica de intercesión y protección sobrenaturales de las po-
establecerse y propagar su credo. E se protestantismo -esto blaciones desheredadas. Se piensa que hay unos 20 millones
es sin duda menos cierto en el caso del extremadamente aus- de umbandistas hoy. Esos "cultos de aflicción" son muy
tra l Chile- propone, s e ha dicho, una interpretación nortea- apreciados por los políticos tradicionales en Br asil, porque
m ericana tj.e la Biblia y constituye uno de los instrumentos contribuyen a la paz social -en la medida en que "se propo-
d e la penetración cultural de Estados Unidos. De eso a ver nen interpretar en términos individuales desgracias cuyos
m óviles poco religiosos d e t rás de algunas sectas y sus envia- orígenes son eminentemente sociales" .14
d os . .. Sea lo que fuere , las iglesias evangélicas raramente Por lo d em ás Brasil es un laboratorio religioso. Las sectas
procuran, como una parte del catolicismo hoy, "concienti- se han multiplicado h asta decir basta. No hay pueblo que no
zar' · a los pob res y a l os desh eredados. Les ofrecen más bien t en ga su templo de la "Asamblea de Dios". El espiritismo ha
"una estrüctura sociológica que sacraliza la opres ión" . 13 Su encontrado allí, más que en Argentina, su tierra de elección.
éxito en los estratos populares y en particular en los secto- Ala n Kardec es más conocido en Río o Sao Paulo que en Pa-
res más desfavorecidos, los n egros en Brasi.l p or ejemplo, se rís d onde está enterrado (en el Pere Lachaise). En Brasilia,
deb e a su coloración comunitaria, pero también a su función la sede de la Federación Espiritis ta es más imponente que ia
de escap a t oria frente a una realidad insoporta ble. Se ha ha- d e la Conferencia Episcopal. Los santuarios espiritistas no
blado de "religión refugio" para subrayar s u papel social han dejado de multiplicarse, sobre todo en el altiplano en
conservador. torno a la capital federal, Brasilia. En Vale do Amanhecer,
Con las religiones africanas del Caribe o Brasil, ab orda- verdadera ciudad espiritista, millares de médium atienden a

13 14 Según el antropólogo Pe ter Fry en su ensayo "Manchester século


Christian Lalive d'Epinay, "La iglesia evangélica y la revoluci ón lati-
noamericana" (conferen cia presentada en la consulta de ISAL en Piriápolis x1xe. e Sao Paulo século xxe., dois movimentos religiosos", en Peter Fry,
[Uruguay], el 12 de diciembre de 1967, 12 pp., mimeografiado), reproducido Para inglés v er, identidade e política na cultura brasileira, Río d e Janeir0,
en CJDOC Informa , Cuernavaca, 1968, Doc. 78. Zahar Editores, 1975, p . 29.
258 PODERES Y SOCIEDADES
IGLESIA E IGLESIAS 259
pacientes llegados de todo el país, mientras que otros inicia- Landsberger, Henry A. et al., The Church and social change in Latin
dos, vestidos con trajes de romanos de teatro, recogen las America, Notre-Dame, University of Notre-Dame Press, 1970.
firmas de los visitantes para la redención de almas. Malley, Frarn;:ois.- lnquiétante Amérique latine, París, Le Cerf ("L'Égli-
No pretendemos pasar revista de todas las religiones se aux cent visages"), 1963.
practicadas en el continente. Para ello tendríamos que men- Meyer, Jean, La cristiada, vol. 2, El conflicto entre la Iglesia y el Es-
cionar a los hinduístas y musulmanes de Surinam, las colo- tado (1926-1929), México, Siglo XXI, 1973.
nias menonitas de Paraguay y Belice, y las activas y próspe- Singer, Paulo, Vinicius Caldeira Brant et al., Sii.o Paulo: o povo em
ras comunidades judías de Brasil y sobre todo de Argentina. movimento, Sao Paulo, Vozes-CEBRAP, 1981.
Los gauchos judíos cantados por Gerchunoff se han vuelto Vaccari, Giuseppe, Théologie et révolution, París, UGE, 1971.
Verger, Pierre Fatumbi, Orisha. Les dieux yorouba en Afrique et
raros, pero Buenos Aires sigue siendo la segunda ciudad ju-
dans le Nouveau Monde, París A.-M. Métailié, 1982.
día del mundo después de Nueva York. El catolicismo no
está amenazado en su dominación, no es la única religión Consultamos muy particularmente las siguientes publicaciones:
conquistadora de América Latina y su evolución social y Fréres du Monde,
política, que tanto inquieta al Vaticano, puede dejar el terre- Les Informations Catholiques Internationales,
no libre a religiones más consoladoras que, desviando al fiel Témoignage Chrétien,
de las realidades de este "valle de lágrimas", ofrecen reme- Études,
dios individualistas a sus sufrimientos. Projets,
Criterio (Buenos Aires).

Obras literarias:
ORIENTACIÓN BIBLIOGRÁFICA
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