Leer Abre Mundos
Leer Abre Mundos
Leer Abre Mundos
(…) lo que determina la cualidad de un lector en tanto tal no es solo qué lee o cuánto
lee, sino la manera en que capitaliza la lectura en su vida social, afectiva, política o
laboral, cómo y por qué se llega a la lectura, qué o quiénes influyen en ella, cómo se
socializa1
1
Bahloul, Joëlle (2002): Lecturas precarias. Estudio sociológico sobre los “poco lectores”. México: Fondo
de Cultura Económica.
Sabemos que niños y niñas aprenden en relación con las personas adultas y con
los pares que tienen a su alrededor. Como solía insistir la pedagoga argentina
Berta Braslavsky, se precisa de la intervención docente para achicar la
desventaja de quienes crecen en el seno de familias en las cuales el uso de una
oralidad bien nutrida de palabras y de la lengua escrita no es algo frecuente. Por
eso es tan importante la generosidad de maestras y maestros que se ocupan de
poner el cuerpo y la voz para compartir una lectura amorosa, generosa y de un
modo persistente en algún momento de cada jornada, tal como sugiere Mempo
Giardinelli en su libro Volver a leer:
La recepción de los libros puede ser una noticia para difundir entre todas y todos
los miembros de la comunidad educativa en una suerte de celebración de los
libros nuevos. Abrir la caja con las y los estudiantes, permitir que los ejemplares
sean hojeados y manipulados, y finalmente elegir entre todas y todos un libro
para hacer una primera sesión de lectura en común. Esta será una hermosa
manera de dar la bienvenida a la Colección.
2
Giardinelli, Mempo (2006): Volver a leer. Propuestas para ser una nación de lectores. Buenos Aires:
Edhasa
organizar semanalmente muestras temáticas a partir de las novedades. Una
mesa con tres o cuatro libros nuevos que comparten algún tema o alguna
característica.
Así, libros de viajes, libros del mar, libros sobre la amistad, libros de amor, entre
otros, pueden ser el centro de una
exhibición con otros textos
relacionados que ya formaban parte
de la biblioteca escolar. Es posible
además invitar a las y los
estudiantes a traer un libro de sus
hogares que se relacione con el
itinerario propuesto, dar lugar a que
puedan contar por qué los traen y
cómo los conocen, qué momentos
de su vida evocan (libros que
leyeron cuando eran chicos, libros
que eran de su familia, de abuelas o
abuelos, de mamás, papás o
hermanos). Esas mesas de consulta pueden estar a disposición de docentes y
estudiantes, pero también, pueden convertirse en ocasión de visita de las
familias y del resto de la comunidad escolar.
Toda actividad que permita socializar lecturas entre los miembros de una
comunidad será útil para formar y sostener lectores y lectoras en la práctica.
3
Chambers, Aidan (2007): Dime: los niños, la lectura y la conversación. México: Fondo de Cultura
Económica.
4
Chambers, Aidan, op. cit.
5
Montes, Graciela (2001): Mover la historia: lectura, sentido y sociedad. Madrid: Funda ción Germán
Sánchez Ruipérez.