Capítulo 1 Olvera

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Realidad social

Capítulo 1
Realidad social

Sí, el hombre es infinitamente más sociable que las abejas y que todos los demás animales
que viven en grey, es evidentemente, como he dicho muchas veces, porque la naturaleza no hace
nada en vano… su organización les permite sentir estas dos afecciones [alegría y dolor] y
comunicárselas entre sí; pero la palabra ha sido concedida para expresar el bien y el mal, y, por
consiguiente, lo justo y lo injusto.
Aristóteles

L a persona es un ser “social por naturaleza”, decía Aristóteles en su libro La Política


(1982), es “un animal político” al referirse
a polis como ciudad, comunidad. Es por él y mediante él, de naturaleza social. Sin
embargo, dicha naturaleza se desarrolla y madura a lo largo de la vida; imposible
sobrevivir solo. Conforme tiene experiencias, crece y se contacta con otros grupos,
además de la familia, considerado como el primer grupo social de aprendizaje. El ser
humano, hoy y siempre, precisa de los demás para darle sentido a la vida y, si es
“social por naturaleza”, ¿qué sería entonces un ser no social por naturaleza?, ¿sería
humano, no humano?, ¿solamente uno más entre todos los seres vivos?
Por su parte, Carlos Marx (1968) plasmó en sus Manuscritos de economía y filosofía,
que el hombre pertenece al género humano y forma parte de un conjunto
denominado sociedad humana. Es evidente que la necesidad del hombre de vivir
acompañado es inherente al género humano, pues a lo largo de su historia se muestra
como una necesidad vital, natural y espontánea. La compañía de los otros, ya sea una
pareja, la familia o un grupo local, le ha permitido llegar a lo que hoy se conoce como
sociedades humanas, al adaptar sus conductas primitivas y deseos a las necesidades de
un grupo.
Para el cristianismo no es distinto, el hombre pertenece a una comunidad; no
obstante que cada ser humano sea único e irrepetible, desde la concepción hasta su
muerte, es singular, es hijo de Dios. Tiene dignidad. Este concepto de dignidad se
refiere a valores personales impregnados a la naturaleza humana. Valores, derechos
y obligaciones, como parte del vivir en comunidad.
Sin embargo, el ser único no lo exime de controlar su conducta primitiva y
autorregular sus deseos frente a las necesidades de los otros. ¿Cómo lo hace?
Educando esos instintos desde el seno familiar y reforzando esa conducta durante
toda su vida, con lo que se prepara para equilibrar intereses personales con los de la
familia, la escuela y la sociedad en general. Para que toda relación, conversación,
encuentro, lleve al desarrollo.
Así que, si las abejas pueden vivir en comunidad y muy bien organizadas a pesar
de carecer de la palabra, por qué el ser humano no podría hacerlo. Además, tiene la

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Realidad social

ventaja de poseer el lenguaje y la capacidad de comunicarse a través de este;


manifestar sus emociones, comunicarlas; hacer el bien, aunque también dañar. El
lenguaje entonces es un proceso que no se gesta ni desarrolla en solitario.
Esto lleva a decir que se es siempre y cuando se sea con los otros: coexistir, cocrear,
a pesar de la dimensión individual, que permite un acercamiento al temperamento y
carácter que conformará la personalidad, el ser. Por eso, dicha dimensión no puede
estar separada de la dimensión social del ser humano, pues desde el nacimiento se
precisa necesaria para una interacción en grupo. Ahora bien, si toda persona se
conforma como un ser social, relacionándose para su integración, no puede hacerlo
en soledad, sino en comunidad. Precisa adquirir lo necesario para poder interactuar
con quienes le rodean. Fortaleciendo su dimensión humana en relación consigo
mismo y con el otro.
Queda de tarea la reflexión. Puede ser que se hable de la autosuficiencia del
hombre; si es el caso, este no podría vivir en sociedad ni pertenecer a ninguna, porque
no lo necesitaría. Pero no es así, la realidad es que todo hombre requiere satisfacer
necesidades físicas: alimento, cobijo, compañía, así como espirituales. Porque no es
autosuficiente en su totalidad, le es indispensable el grupo para sobrevivencia de su
especie. De esta manera, poco a poco se va conformando un sistema denominado
comunidades organizadas.

1.1 La persona como ser social

El desarrollo del talento humano se da por respuesta a otro ser humano dentro de
una comunidad organizada. Aunque se niegue a aceptarlo, sí depende de otro. Por
ejemplo: ¿para qué se aprende a hablar y cómo es ese proceso? Aunque la madre
tiene la capacidad para entender desde el nacimiento los gestos y formas de
expresión del bebé, su forma de comunicarse o entender sus necesidades, esta
mantiene un proceso de interacción con él, para que aprenda a emitir palabras, a
reconocer objetos o personas. Poco a poco, el niño se comunica, se expresa y extiende
su campo de acción más allá de la madre. Así procede con el aprender a caminar,
comer, relacionarse con sus pares y con el mundo. Más adelante, el niño aprenderá
normas sociales, a leer y escribir en la escuela, ¿por qué?, ¿para qué? Para adaptarse
a las normas de comportamiento social, para seguir comunicándose y satisfaciendo
sus necesidades. En resumen, para llevar un proceso de socialización.

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En otro ejemplo, si se observa al famoso personaje Robinson Crusoe en una isla,


pero sin acompañante. Junto a él no aparece ningún otro ser humano, además del
nativo encontrado por él allí, llamado Viernes. Supóngase que lo dejan y regresan
quince años más tarde, ¿cómo lo encontrarían?, ¿millonario,
empresario, próspero y dueño de un complejo turístico? Sería un
poco absurdo pensar que suceda de esta manera. Es más probable
que lo encuentren un poco desquiciado o interactuando con los
animales. Pero hasta ahí.
El hombre aprende porque alguien le enseña, directa o
indirectamente, porque imita conductas.
Lo que no quiere decir que los aprendizajes del ser humano se lleven
a cabo única y exclusivamente, para complacer a otra persona; si así
fuera, se hablaría de una actitud de
Es importante recordar que Aristóteles fue uno de
poca autoestima.
los primeros filósofos que afirmó la calidad de ser
social del ser humano. El hombre es un ser social por
Hacer para que los otros vean o para
naturaleza, decía. También reconoció el valor de las complacer. Aunque hoy en día
experiencias en la familia y los grupos externos como puedan darse casos, en general no es
factor fundamental en el aprendizaje. así.

Aristóteles dijo que la ciudad (polis) es una de las cosas que existen por naturaleza y
el hombre es, por naturaleza, un animal político:

Puesto que vemos que toda ciudad es una cierta comunidad y que toda comunidad está
constituida con miras a algún bien (porque en vista de lo que les parece bueno todos
obran en todos sus actos), es evidente que todas tienden a un cierto bien, pero sobre
todo tiende al supremo la soberana entre todas las demás. Esta es la llamada ciudad y
comunidad cívica […] nacemos, vivimos, morimos en relación con otros hombres y
mujeres. Pero no se trata de vivir simplemente acompañados de otros. Vivir en sociedad
significa que los hombres y las mujeres participan activamente en una red de lazos
sociales y normas, sean estos usos o costumbres normas jurídicas, como las leyes.
Al nacer, cada uno de nosotros llega a un mundo que existe desde antes y que
condiciona nuestro modo de actuar, de pensar y de sentir. Por diferencia de los
animales, el comportamiento de las personas es el resultado del aprendizaje y de la
experiencia que les brinda vivir con otras personas. Si comparamos distintas
sociedades, encontraremos que existen formas muy diversas de comportarse y de
organizar la vida. Si bien todos los seres humanos necesitamos comer o dormir, en cada
sociedad estas actividades se realizan de manera distinta. Cada sociedad establece una
serie de pautas acerca de lo que considera correcto o incorrecto, posible o imposible de
ser realizado. Algunas de estas pautas se denominan, se transmiten de generación en
generación y se van modificando de acuerdo con los cambios que experimenta la
sociedad en cada momento histórico (Aristóteles, 1982, p. 393).

Existen diversas teorías sobre la naturaleza humana y la forma en que se relaciona


como ser social, más allá de la filosofía, la biología, la arqueología o sicología, las

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ciencias del siglo XXI, como la neurociencia, han mostrado interés por despejar dudas
al respecto.

Gráfi ca 1
Evolucionismo
Darwin
Genética conductual Etología
Genes regulan el El actuar se determina
comportamiento por los genes y
El entorno es el instinto
determinante

Naturaleza
Sicobiología
humana Conductismo
Dimensión cultural
evolucionista
Comportamiento
La genética permea

Filosofía
Sociobiología
Se es gracias a las
El humano es una
experiencias con
"tábula rasa"
el mundo

En resumen, las más recientes investigaciones han demostrado que los genes
juegan un papel determinante en la conducta humana, pero solamente en un 50%. El
otro tanto es, hasta hoy, impredecible, porque el medio, el lugar donde cada persona
se desenvuelve y las experiencias vitales de cada una, experimentadas a lo largo de
la vida, inciden en la conducta que se tiene con el mundo, con la sociedad y con la
familia.
otras?

1.2 Importancia de la visión social para el entendimiento humano contemporáneo

La incertidumbre es la imagen que miramos en el espejo de nuestro


futuro.
Elena Olvera

El entendimiento es lo que sitúa al hombre por encima de los


seres sensibles y le concede todas las ventajas y potestad que tiene sobre ellos, es ciertamente un
asunto, por su propia dignidad, que supervalora el trabajo de ser investigado. El entendimiento,
como el ojo, aunque nos permite ver y percibir todas las demás cosas, no se advierte a sí mismo, y
precisa arte y esfuerzo para ponerse a distancia y convertirse en su propio objeto. Locke

Desde el momento que el hombre tiene la necesidad de relacionarse de manera


autónoma, puede hablarse de un proceso de sociabilización, acción que se da
mediante una serie de experiencias vivenciales, como ya se mencionó: con la madre,

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Realidad social

padre, hermanos y otros grupos. Sin embargo, también existe la necesidad de una
autorrealización y, para lograrlo, no puede andar por el mundo agrediendo al
prójimo para satisfacer sus intereses, así que precisa aprender a autorregularse en el
interior de una comunidad. Desde la familia, como primer centro de aprendizaje,
incorpora las normas de conducta, comunicación, negociación, cultura, lenguaje,
entre otras. Todo ello le funcionará para lograr una comunicación y relaciones
satisfactorias. Con sus altibajos, pero siempre en desarrollo de la persona (Aronson,
2000).
El ser humano necesita protección de los de su especie, a ello se le conoce como
comunidades o sociedades. De ahí la importancia de aclarar, antes de continuar, algunas
posturas sobre el concepto de cultura, así como la nueva visión del mundo desde la
perspectiva del otro (González, 2003).

1.2.1 Cultura y naturaleza

Desde la filosofía, un ser natural sería contrario a un ser artificial; en los seres naturales
se incluye a los minerales, plantas, animales y al hombre. Cuando se habla de naturaleza,
se hace referencia al campo de lo biológico, a esos rasgos que permiten ser universales
como humanos, que estructuran como miembro de una misma especie biológica al homo
sapiens sapiens. Cultura, en cambio, dice el Diccionario Español de la Lengua (DEL), es un
“2. f. Conjunto de conocimientos que permite a alguien desarrollar su juicio crítico. 3. f.
Conjunto de modos de vida y costumbres, conocimientos y grado de desarrollo artístico,
científico, industrial, en una época, grupo social, etc.” (RAE, 2018). Por tanto, se trata de
lo adquirido, no natural, las líneas específicas que determinan la forma en que unos y
otros solucionan el tema de conservación de la especie humana.
Para llegar a una comprensión más global del ser humano, es preciso juntar estos dos
conceptos, pues lo biológico y lo cultural son complemento de todos. Ambos permiten
la comprensión de sí mismo y el autodesciframiento; no podría ser solamente naturaleza
sin cultura.
Si se pone por caso que una persona tenga una enfermedad, ocasionada por
naturaleza, como el cáncer, ahora bien, gracias a la quimioterapia y radioterapia, entre
otras alternativas, es decir, mediante medios no naturales, puede tener mejor salud. Otro
ejemplo, una persona nace ciega y, por medio de la cirugía de última generación, puede
ver; aquí lo artificial sirve a lo natural. Esto puede acercar a la idea de la que se ha venido
hablando: la cultura y su difusión social, medios artificiales, han permitido solucionar
conflictos que se traen por naturaleza.
Para la cultura griega el término naturaleza —physis—, al referirse a ‘esencia’, es la
composición o lo que conforma una cosa; por la physis, existe la diferenciación. De
acuerdo con esto, la esencia sería la naturaleza humana. Así, el hombre se asemeja entre
uno y otro, y se diferencia de los animales. La última postura es de la ciencia, la biología

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toma como naturaleza la mera información genética recibida de los padres y que pasa a
los hijos. El ser humano es un sistema de compuestos químicos, orgánicos y materia
organizada por sí misma. Mero “sistema vivo”.
En resumen, naturaleza y cultura son conceptos que no deben confundirse, pues
deben aceptarse como parte del ser humano y de las formas en que se comparte este
planeta. Tal vez se confunden porque no se ha podido lograr un sentirse parte de la
naturaleza y se le agrede o altera sin reflexionar en el daño infringido hacia sí mismo.

Autorretrato y El vitruvio de Da Vinci. Habrá que tomar el ejemplo de uno de los grandes artistas de la humanidad,
quien supo admirar la naturaleza, en todos sus sentidos: la humana y la no humana. Es preciso ver en su obra al
hombre de ciencia, de las artes y del entendimiento humano. Nada más a lugar que las siguientes palabras del mismo
Leonardo da Vinci: “Aunque el ingenio humano pueda crear invenciones varias que, por la ayuda de varias máquinas
respondiendo al mismo fin, nunca producirá ninguna invención más bella, ni más simple, ni más apropiada que las
que hace la Naturaleza...”.

Leonardo da Vinci, pintor, escultor, inventor, hombre de ciencia y arte, supo entender
la naturaleza, sobre todo la humana; lo artificial en las ciencias y el arte, para transmitir
muchas de las complejidades de la conformación del ser en este mundo, como seres
biológicos y sociales. Transmitió sus conocimientos mediante la cultura, la ciencia; lo
artificial. Ahora, puede comprenderse que hay más complejidad en la creación humana
de la que se describe.

1.2.2 Géneros sociales

Lo femenino y masculino son dos géneros sociales que el hombre ha acuñado para
clarificar, a lo largo de la historia, la forma de actuar y conducirse ante las personas de
cualquier sexo. Así, todo ser humano ha de ser socializado, pero en forma distinta; según
su sexo, formará parte de uno de los dos grupos genéricos. Pero, ¿acaso los géneros
sociales son universales? No en todas las sociedades, García (2010) afirma que uno y otro
género no determinan la igualdad en los comportamientos de las culturas. En ninguna
época la diferencia natural establece los géneros; más bien, se estaría hablando de
construcciones “socioculturales”. ¿Qué es entonces la identidad de género? ¿Únicamente

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Realidad social

la idea de un sueño? Por su parte, cada cultura establece ciertos patrones de conducta a
los que se asocia lo definido como identidad de género. Cuando se construyen las
identidades, se estructuran al mismo tiempo diferencias sociales, que a lo largo del
tiempo se han visto como segregación y discriminación del género femenino.
Uno de los grandes pensadores de la historia, Rousseau (17121778), dejó en sus
escritos una larga reflexión sobre la relación de los individuos que conforman una
sociedad, en la que una de sus preocupaciones era el cómo se podría llegar a convivir en
forma armoniosa. Para él, el hombre puede ser feliz, aun al estar en aislamiento; pero,
cuando se junta en comunidad, se corrompe o lo corrompen; “pasa del ‘amor de sí’, un
sentimiento espontáneo e ingenuo relacionado con el instinto de autoconservación, al
‘amor propio’, producto de la civilización y relacionado con el egoísmo” (García, V.,
2010, p. 58).
De lo anterior se desprende la afirmación de diversas teorías sobre el determinismo
genético de las conductas humanas, así como el instinto agresivo con el que se
desarrollan. Otras proponen las relaciones sociales como campo de producción de todo
lo realizado o de lo olvidado. También se puede leer sobre los organismos vivos y su
forma de actuar por instrucciones o información, o por inercia del medio ambiente, al
permitir el aprendizaje mediante la representación en el sistema nervioso (memoria); este
sistema de percepción opera captando, procesando, acumulando y transmitiendo
información de todos los días.
Para Maturana (2017), por ejemplo, el problema para validar estas hipótesis como
verdaderas ha estado en que ninguna de tales tesis ha contado con una respuesta
adecuada para resolver la dificultad central del conocimiento humano. A pesar de eso,
no puede negarse del todo el impacto del entorno, las experiencias y la historia de cada
persona, en cada contexto, pues determina una visión social adecuada para el
entendimiento humano.
La importancia de tener una visión social es crucial en estos tiempos por lo difícil que
se vuelve la convivencia si el individuo se atora y pierde la confianza en la racionalidad;
“las personas dejan de creer en la racionalidad para moverse a un espacio de creencias y
prejuicios, al pozo de los sentimientos” (Hubard, 2018, p. 12), en la ruta hacia el
entendimiento humano. Por no aceptar el hecho de compartir un planeta, de no habitar
solos, de ser parte de un mismo espacio, hoy se precisa un razonamiento común, pues
solamente hay un planeta. Urge armar “el conocimiento, el entendimiento que posibilita
la convivencia humana, es el mayor, más urgente, más grandioso, y más difícil desafío
que enfrenta la humanidad presente” (Maturana, 2017, p. 15).

A. Después de leer el fragmento de Locke, discute en pareja lo siguiente y presenta


tu opinión al grupo.

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Realidad social

Tratado sobre el entendimiento humano (Fragmento)


Supongamos que la mente es, como decimos, un papel en blanco, vacío de cualquier
carácter, sin ninguna idea. ¿Cómo se rellena? ¿De dónde le llega toda esa enorme
provisión que la fantasía desbordada y sin límites del hombre ha pintado sobre ella con
una variedad casi infinita? ¿De dónde proceden todos los materiales de la razón y el
conocimiento? Para responder con una sola palabra, de la experiencia. Locke.

1. El fragmento de Locke señala: “La mente humana está vacía al nacer y después se
va llenando o nacemos ya con datos previos”. ¿Cuál de las dos posturas mantiene
el autor?
B. Realiza la lectura del texto de Maturana y después trabaja los siguientes puntos.

Primeras hojas: La necesidad de conocernos (fragmento)


¿Podría el ser humano desarrollar una teoría capaz de dar cuenta de los procesos que
generan su propia conducta, incluida la conducta auto-descriptiva, esto es, la conducta
de descripción de sí mismo o autoconciencia?
¿Es posible explicar la gran dificultad de poder lograr un desarrollo social armónico y
estable (aquí y en cualquier parte del mundo), por el vacío de conocimientos del ser
humano sobre su propia naturaleza? En otras palabras: ¿Será posible que nuestra gran
eficacia para vivir en los más diversos ambientes se vea eclipsada y a la postre anulada,
ante nuestra incapacidad de convivir los unos con los otros? ¿Será posible que la
humanidad, habiendo conquistado todos los ambientes de la Tierra (incluido el espacio
extraterrestre), pueda estar llegando a su término y nuestra civilización verse en peligro
real de desaparecer, sólo porque el ser humano no ha logrado aún conquistarse a sí
mismo, comprender su naturaleza y actuar desde este entendimiento?
Desgraciadamente, todo parece indicar que hemos entrado ya en la fase final de este
camino en el cual la incomprensión de los seres humanos entre sí amenaza con la
destrucción sistemática, no sólo de la vida humana en el planeta sino, mucho antes aún,
de la vida interna, de la confianza básica de unos en otros, que es la base fundamental
del vivir social. Poco a poco parece que nos estamos acercando al momento en que el
grande, poderoso y aparentemente indestructible buque que es nuestra moderna
civilización, choque contra la gran masa sumergida de nuestro formidable autoengaño,
de la estéril racionalidad con la que falseamos nuestra naturaleza (social) y que nos ha
conducido a esta titánica confrontación de fuerzas donde todo entendimiento, toda
reflexión profunda, toda revisión de la responsabilidad personal que cabe en la
generación de este abismo parecen ser sistemáticamente abolidas, puesto que “siempre
la culpa de todo la tienen los otros” […] pero lo esencial ¿dónde? ¿Qué se plantea como
solución para lograr una armonía social en el largo plazo?, ¿qué escuela de economía o
de ciencias políticas ha centrado sus estudios en torno al proceso fundamental de la
sociedad, el aprendizaje? Porque el proceso de aprendizaje es, para los seres sociales,
todo. No conocemos ni amando ni odiando a nadie en particular. ¿Cómo entonces lo

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Realidad social

aprendemos?, ¿cómo es que el ser humano es capaz de llegar a odiar con tanta virulencia,
como para llegar a destruir a otros aun a costa de su propia destrucción en el intento?
(Esto último, comenzando incluso a aprenderlo en su propia familia) Maturana, 2017, p.
XI.

1.3 La complejidad de la realidad social

Somos seres complejos pero espontáneos, desde el interior somos sistema, hacia el
exterior somos sistema; el reto es encontrar la punta de la madeja mediante la
imaginación. Para llegar al entendimiento y la razón.
Elena Olvera

Las formas de organización social, a través del tiempo, han sido diversas; por lo que
escribir sobre la sociedad no es hablar sobre una simple suma de integrantes, sino de
personas que se encuentran agrupadas de acuerdo con determinadas normas, específicas
para cada situación, pero de características generales más o menos estables. De tal
manera que no resulta fácil comprender la gran influencia ejercida por la sociedad hacia
sus integrantes. El niño y también el adulto, por ejemplo, reciben del ambiente humano
conocimientos, normas de conducta y tradiciones que los circundan; por tanto, se
observa un proceso en forma consciente, mediante la escuela y otros elementos de
intención educativa, y de manera espontánea, por medio de la vida misma de una
comunidad. Todo lo anterior irá conformando una sociedad compleja, desde su forma
de organización de la producción, de la distribución de bienes, de creencias, de cultura,
de moral, o estructuras políticas, establecidas como elementos de una sociedad que
encaminan la manera de actuar, las metas y conductas de cada individuo.
Cuando se habla de la acción ejercida por la sociedad sobre sus miembros, no quiere
decir con ello que sea la única forma de relación; existen las formas de actuar hacia un
lado u otro, al desarrollar ideas y ponerlas en práctica, ya sea interactuando o
simplemente expresando con diversas personas, a lo largo de una vida. No cabe duda
que lo anterior tendrá una determinada influencia, alterará y modificará un todo, un
sistema.
Las “complejidades” llevan a un aprendizaje práctico. Por ejemplo: se aprende cómo
conseguir un trabajo, cómo relacionarse con personas del género opuesto o simplemente
cómo moverse en una gran ciudad. Como barco en altamar, el hombre funciona y
aprende a desplazarse con ciertos radares, en medio de huracanes imprevistos; aunque
básico, lo importante no es tener el radar, sino saber cómo usarlo; lo mismo que todo el
equipo para sobrevivir a la tempestad. Si solamente se sostiene en la teoría sin haber
experimentado por lo menos una vez todos los instrumentos, claro que será complicado
manejarse, sobre todo saber improvisar (Villasante, 2007).

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Realidad social

Véase algo más sencillo, un hombre tiene un automóvil, nuevo, radiante y es todo
suyo; lo importante no sería únicamente tenerlo, sino saber cómo manejarlo, reconocer
cómo funciona la máquina y todo lo necesario para que marche, sobre todo gasolina y
agua. En esto de manejarlo, no será suficiente tomar el curso teórico y decir que sabe
todo sobre conducir automóviles porque leyó el manual completo; si no toma el curso
práctico, de nada servirá. Después de finalizar ambos cursos, tendrá que atreverse a
usarlo, practicar y practicar más de una vez y, aunque sepa moverse y cumplir todas las
reglas, siempre será necesario estar listos para “imprevistos”, que nunca faltarán.
Para Cáceres (2014), la complejidad de la realidad social hace que los individuos
observen, sean más atentos, construyan sus propios conceptos de lo que les rodea y
actúen en consecuencia por el simple hecho de la diversidad social, de sus varias formas
de interacción humana. Aunado a ello, están las intenciones, los simbolismos de cada
comunidad que, en el intercambio social, forman parte de la conciencia. Sin embargo,
¿cuándo se precisa ser más práctico? En el caso de querer encarar los “problemas reales”
de cada individuo con la sociedad a la que pertenece, ¿acaso no son todos reales desde
la perspectiva personal? Cosa compleja, ¿no es así? Sume a esto “los agentes sociales”
confusos, incomprensibles e inseguros que se presenten (Villasante, 2007).
Por su parte, Edgar Morín (2001) reafirma la importancia del conocimiento pertinente,
que necesita desafiar la complejidad, que significa complexus, aquello que se encuentra
en un solo tejido, porque forma parte de un sistema, porque se puede evitar la
complejidad de ese todo conformado por lo político, social, cultural o ecológico; “son
inseparables y existe un tejido interdependiente, interactivo e interretroactivo entre el
objeto de conocimiento y su contexto, las partes y el todo, el todo y las partes, las partes
entre ellas. Por ello, la complejidad es la unión entre la unidad y la multiplicidad”
(Morín, 2001, p. 37). Todo el desarrollo ocasionado por el hombre, la unidad y la
diversidad, ha dado pie a situaciones espinosas. Cada día el hombre se desconcierta por
fenómenos que él mismo ha provocado. Llega al punto en que, de manera cada vez más
veloz y con más intensidad, todo lo moderno: desarrollos tecnológicos, científicos o
económicos de esta era lo confrontan o desafían en una realidad llena de retos complejos.
¿Cuál es la necesidad vital e intelectual al mismo tiempo? Conocer y reconocer el
mundo y sus problemáticas, reorganizar el pensamiento, articularlo y organizarlo; pero
de una manera más humana. Afrontar las situaciones reales del mundo, las
informaciones vitales; saber ubicarlas en su contexto actualizado, desde lo político,
económico, cultural, antropológico, biológico, pero sobre todo ecológico. “La era
planetaria necesita situar todo el contexto y en la complejidad planetaria…” (Morín,
2001, p. 35).

1.3.1 Concepción de la realidad en el pensamiento complejo

Todo lo posible de conocer en una realidad social, cultural y política depende de un


sistema interpretado desde el enfoque y experiencia de cada sistema; desde sus
tradiciones, su nivel económico, su geografía, su historia y sistema político. Dice Peña

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(2008) al respecto que mediante las teorías y sistemas de pensamiento es que surgen los
mitos sociales y todas las alegorías que Occidente se plantea, del mismo modo que la
crítica que el hombre hace, las teorías lógicas y propuestas de interpretación.
Por ejemplo, cuando el niño come brócoli pregunta a su mamá:
— Mamá, ¿por qué tengo qué comerme el brócoli?
— Porque te alimenta.
— ¿Qué pasa con el brócoli si me lo como mamá?
— Se mete en tu organismo, se desintegra y centra y con él tu cuerpo hace músculos
y sangre.
— ¿Yo me produzco a mí?
— Sí, te produces a ti mismo, por eso eres autopoiético.
— ¡Yo soy autopoiético porque como brócoli!
En este mismo sentido de lo complejo, por muchos años el hombre se ha preguntado:
¿cuál es el origen de lo humano? A lo que han surgido muchas respuestas, entre ellas se
dice que lo fundamental de este origen no es otra cosa que el lenguaje; el conversar, el
hacer algo juntos, el mirarse aun sin decir nada; el modo de convivir en un ámbito de
cercanía duradera en el estar bien, en el amar, en el conocer el lugar que corresponde y
más.
Todo lo anterior no sería posible hacerlo en soledad; el ser humano precisa de los
otros. ¿Cuál sería la dinámica relacional, el modo de vivir adecuado, sin complejidades?
Se habla aquí del modo de cercanía duradera, del bienestar, con la familia, amigos o
colegas del trabajo; en el gusto de estar juntos, pues si no hay placer, no hay familia, no
hay grupo. El ser humano se transforma en la familia, en la interacción con el padre y
madre; más adelante, con los compañeros de escuela; luego en un contexto laboral. Hacer
las cosas juntos, el sentir de las emociones y vivir sabiendo el rumbo puede volver este
mundo menos complejo.
Para Maturana (2017), el estar con otros seres humanos es lo que hace lo humano, lo
que enfrenta a la complejidad. Ahí es donde se involucra el lenguaje. En la coordinación
de la comunicación, en el escuchar, el detenerse en el silencio para descubrir desde dónde
el otro dice lo que dice. Pues si hay falta de comunicación, hay conflicto. ¿Dónde surge
este? En lo fundamental, en el no detenerse para mirar al otro, encontrarse con el otro.
En ignorar cómo mostrar con la corporalidad el mensaje que interesa enviar. Asimismo,
la comunicación efectiva también se encuentra en validar al otro en lo que dice, en lo que
hace. La convivencia en sociedades tan complejas, como las de hoy, se puede facilitar si
se mantiene una coherencia entre lo que se siente y lo que se hace, para no llegar a una
dificultad en las relaciones, que de entrada ya lo son. Porque la mayoría de los conflictos
familiares, sociales o laborales ocurren debido a la falta de conocimiento de sí mismo, de
la autoconciencia y esencia de las intenciones.
Como observamos en el siguiente esquema, transitar de los sistemas naturales hacia
los artificiales es apenas un paso.

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Realidad social

Primer orden: Segundo orden: Tercer orden:


célula organismos familia/
vivos sistema social

Gráfica 2. Distinción entre los sistemas autopoiéticos de diversos órdenes de acuerdo con el dominio en que esta se
realiza. Gráfico basado en la propuesta de Maldonado, 2009.

Según Maturana (2017), el hombre se conforma molecularmente y tiene la capacidad


de autoproducirse. Por esa razón, “lo externo que incide sobre nosotros, no especifica lo
que nos sucede, podemos hablar de lo externo que nos sucede, no podemos hablar de
una realidad como algo externo, que nos afecta, solamente puede gatillar en nosotros
cambios determinados en la estructura” (Maturana, 2017, p. XVII). Si eso pasa en un solo
individuo, se junta un grupo social y ¡ya está!: sociedad compleja. De lo anterior se
desprende que el entorno, o lo geográfico, posibilita a un organismo el campo idóneo
para que se origine como un sistema maravillosamente dinámico. Véase el siguiente
esquema:

En resumen, a lo largo de la historia y desde su


Componentes dimensión individual, el hombre ha podido manifestar
naturales
sus cualidades adquiridas a lo largo del tiempo, las
reconoce y explora en el tiempo que las lleva a la acción
Componentes
políticos
Componentes
sociales
para vivir y convivir en familia, en comunidad o en el
Espacio nivel planetario. Al hacerlo, existe implícita cierta
geográfico
actitud pacífica y que busca el beneficio de unos y otros.

Componentes Componentes
Generalmente no es el daño la primera opción. ¿Dónde
económicos culturales radica el ser? En esa misma dimensión del individuo,
desde ahí aprende a coordinarse y equilibrarse con
Gráfica 3. Componentes del espacio
la “dimensión social”.
geográfico. El espacio geográfico es lo que
permite la convivencia en sociedades
complejas y se compone de cinco Eso es el vivir en sociedad, en el accionar del
elementos que interactúan entre sí.aprendizaje que el ser humano adquiere a partir de
su nacimiento, con la familia, con su entorno micro y
luego en sistemas educativos o laborales. Morín (2001) lo ha llamado proceso de
socialización.
¿Cuál es el problema al que se enfrenta el individuo como ciudadano del siglo XXI?,
¿cómo buscar y lograr aprehender toda la información generada por el mundo?, ¿puede

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Realidad social

ser capaz de organizarla, primero, en un sistema artificial y, luego, en el cerebro? Habría


que llegar a una concepción clara del contexto, del significado de lo global y, aun así,
sería imposible.

1.4 Papel social del profesional universitario

“Los hombres son hombres (personas) antes de ser abogados, médicos, comerciantes o
industriales. Si se forman capaces y sensibles, serán después médicos y juristas capaces”. Alfonso
Borrero

Al correr del presente milenio, es clara la necesidad no solamente de formar buenos


captadores de información, técnicos especializados o especialistas exitosos y capaces de
generar un capital que les permita vivir holgadamente. Es preciso, desde la perspectiva
de un mundo global, formar personas dotadas “de capacidades empáticas, críticas,
imaginativas, necesarias para cumplir el papel de ciudadanos” (Buitrago, P., Reyes, S., y
Torres, S., p. 99). Tomar una postura activa y no pasiva ante los fenómenos sociales,
políticos y culturales que enmarcan nuestro presente. Dicha postura, defendiendo lo que
vale la creatividad humana, va más allá del conocimiento, significa un empaparse de un
aprendizaje global del significado de la vida social de su tiempo. “Actividad, creación e
investigación se proponen como valores prioritarios de la educación actual en pos de
una vida y un saber superior. Por encima de la relatividad de las normas está la
generalidad de los valores. El valor de un pensamiento activo que lleve a comprender
que la formación universitaria es un medio para acercarse a un proceso activo en la vida
social” (Avendaño, 1995, p. 47).
La intención es hacer una reflexión sobre el papel de una profesión en el nuevo
milenio, para ello es conveniente puntualizar algunas características, antes de adentrarse
en el quehacer del profesional universitario en la vida social. Aunque aterrizar un solo
concepto significa una osadía, pues el concepto se modifica conforme avanza cada
sociedad. Sin embargo, se resumen algunas propuestas como guía para el presente tema.
Para Abundis (2013), tres propuestas acercan a una definición del concepto, más
acorde con los nuevos tiempos. La primera es de Benavides (2009), quien afirma que la
profesión ha sido concebida como una forma de ejercitarse hacia una meta de experto,
especialista, capaz de edificar obras concretas o dar un servicio con la calidad obtenida
en el tiempo de formación. El autor plantea la urgencia de una comunidad o sociedad
que permita adquirir “saberes más especializados” para solucionar inmediatamente
necesidades específicas, pues todo trabajo requiere sujetos capaces de realizar
actividades valoradas como indispensables para la nueva sociedad exigente. Hoy se le
demanda al profesional amplios y precisos conocimientos, y también una forma
específica de integración a la fuerza laboral, una ética y valores acordes con el nuevo
milenio.

13
Realidad social

Por su parte, Cortina (2000) lo toma como un proceso activo de servicio, específico, a
la sociedad, que a su vez le es indispensable cubrir para sobrevivir. En este sentido, sería
el trabajo del profesional dar a la sociedad o comunidad un “bien específico”; de no
existir, detendría su desarrollo o transformación. Juan Manuel Cobo concuerda en el
elemento práctico y utilitario, pero sustentado con conocimientos adquiridos de manera
teórica-práctica.
Las tres propuestas coinciden en colocar a la profesión como un formarse dentro de
una institución reconocida, regirse por códigos y normas, para dar un servicio
indispensable que la sociedad demanda. “Asimismo, de manera ordinaria, se entiende
por profesión la facultad o capacidad adquirida por el sujeto, para realizar un trabajo
especializado, tras un proceso de enseñanzaaprendizaje en un campo de conocimiento
determinado” (Abundis, 2013, p. 1).
Por otra parte, los propósitos sociales deberán basarse en capacidades técnicas, pero
también éticas, que permitan poner en práctica una visión moral firme que sea guía en
su práctica, abrazada de un actuar justo, responsable y empático; todo ello reflejado en
su continuo actuar. El compromiso activo con el servicio a la sociedad, a su comunidad
y al otro, debe ser uno de sus componentes (Shulman, 1998, en Bolívar, 2005).
Hay que destacar el hecho de que un diploma no hace al profesional; no simplemente
es prepararse para prestar un servicio y obtener una remuneración. Su función debe ser
basamento importante en la dinámica social, en la que se plantan las seguridades de
caminar hacia un desarrollo común. Dichas reflexiones llevan a observar (sic) “que uno
de los papeles fundamentales de las profesiones dentro de la dinámica de la vida social,
es cómo éstas proporcionan un bien que, al hacerlo suyo los destinatarios para quienes
se desarrollan los trabajos de la profesión, sus vidas son afectadas de manera positiva, se
generan cambios y se tiene la oportunidad de contribuir al desarrollo del medio social
donde se inserta el profesional. No en vano a lo largo del tiempo las instituciones de
educación superior, donde se forman los profesionales, son apreciadas y vistas de
manera óptima en todas las sociedades del mundo” (Abundis, 2013, p. 3).
Tales competencias son: conocimientos y modos de actuar característicos de una
persona con calidad moral adquirida en el ámbito familiar, pero también con las
experiencias en comunidad. “Lo que conlleva el compromiso con determinados valores
sociales que buscan el bien de sus conciudadanos. Deontología profesional, ética
profesional y educación para la ciudadanía configuran así, como se describirá
posteriormente, tres niveles en la educación integral del ethos profesional, en los que
cada uno engloba y presupone al anterior” (Bolívar, 2005, p. 99). Ese actuar como parte
de una misma sociedad, verse como un ciudadano más, le permitirá dar un sentido más
profundo a su ejercicio.
Más exactas son las palabras de Abundis sobre el profesionista universitario en un
contexto que ya está más allá de la Posmodernidad: “[las profesiones] resignifican la
realidad social porque la transforman, le atribuyen nuevos significados, definen sus
dinámicas e interpretan las situaciones, identifican los problemas que ésta tiene y
proponen alternativas para resolverlos, poniendo en juego las habilidades de los

14
Realidad social

profesionistas. Con base en lo anterior, se concluye que las profesiones juegan un papel
vital en el desarrollo de la sociedad por los servicios que éstas le prestan y los cuales
están orientados a su crecimiento, expansión, progreso, bienestar y el confort, ya sea en
el plano teórico o en el práctico; toda profesión pretende contribuir al desarrollo del
individuo que la ejerce, no sólo de manera individual, sino también colectiva, dado que
el ejercicio profesional carece de sentido si no tiene una dimensión social de servicio a
otros, donde el individuo desarrolla sus habilidades, capacidades y talentos en pro de
un bien no sólo de sí, sino también de los de su especie” (Abundis, 2013, p. 5).
El siglo XX se ha caracterizado por dar espacio al crecimiento de las profesiones, por
la Modernidad y la evidente complejidad de crecimiento humano; se es testigo de su
permanente transformación y actualización. Llegada la Posmodernidad, los estudiantes
y las instituciones han debido encaminarse a una orientación científica, tecnológica y
técnica para poder moverse en un contexto globalizado. No obstante, hay un elemento
básico y fundamental en esta nueva forma de ver al profesionista en su papel social, y es
la formación humana.
El profesional universitario no solamente posee conocimientos y técnicas concretas de
su profesión que lo llevan a solucionar problemas y resolver necesidades de los
individuos; en él se deposita la confianza de un saber comprobado, pero también de su
actuar.
Por eso el “peligro de una educación superior exclusivamente vocacional, orientada a la
preparación profesional, no debe eximirnos —como argumenta Nussbaum (2001)— de
la tarea fundamental de la educación universitaria: crear una comunidad de personas
que desarrollen el pensamiento crítico, que busquen la verdad más allá de las barreras
de clase, género y nacionalidad, que respeten la diversidad y la humanidad de otros”
(Bolívar, 2005, p. 96).
Para que el universitario del siglo XXI pueda “articular y organizar los conocimientos”
que le permitan “reconocer y conocer los problemas del mundo”, necesita no
simplemente una adquisición de conocimientos, sino que será fundamental su
disposición a un cambio de paradigma. Transformar, articular y organizar los
pensamientos y conocimientos del siglo XXI, conocer sus movimientos: sociales,
culturales, políticos y ecológicos. Todo lo que concierne al mundo. Para ello, como dice
Morín (2001), es preciso transformar la forma en que se piensa y ve el mundo.
A estos y otros problemas universales se enfrentan las nuevas generaciones y la
educación del mañana, afirma Morín (2001). También lo está el universitario del futuro
y del presente, pues ha de situar el conocimiento del planeta; ver el mundo desde un
enfoque globalizado, unir los saberes, las disciplinas y la formación. No se trata de una
sociedad dividida, la clave es actuar dentro de realidades polidisciplinarias,
transversales, multidimensionales, transnacionales, globales, planetarias. Situar el
conocimiento del mundo podría verse a grandes rasgos, tomando en cuenta las
propuestas de Edgar Morín (2001), resumidas en el siguiente esquema:

15
Realidad social

El
contexto

Lo Relación Lo
complejo todo/partes global

Gráfica 4. La idea de Morín


sería unir los saberes y Lo
multidimensional
realidades en un solo
quehacer profesional.

a) El contexto. Para que una información y sus componentes


adquieran sentido en el individuo, es preciso ubicarlos en su contexto; no pueden
razonarse como si fueran módulos aislados. Por ejemplo, la palabra corazón, tiene un
significado para las disciplinas de la salud y otro para las disciplinas humanísticas. Un
discurso sobre el corazón tendrá un sentido si está dirigido a un grupo de médicos y otro
para un grupo de adolescentes enamorados.
b) Lo global. Va más allá del contexto, pues une las partes en forma “interretroactiva
y organizacional… una sociedad es más que un contexto, es un todo organizado del cual
somos parte nosotros. (…) El planeta Tierra es más que un contexto, es un todo a la vez
organizador y desorganizador del cual somos parte” (Morín, 2001, p. 36).
c) Lo multidimensional. La sociedad y el ser humano se consideran unidades
complejas, pero también son multidimensionales. Somos biología, somos un ser síquico;
pero también somos emociones, razonamos e interactuamos. Una sociedad tiene sus
“dimensiones históricas, económicas, sociológicas, religiosas” (Morín 2001, p. 36).
d) Lo complejo. La era planetaria es una era compleja, que confronta cada vez con
más intensidad a desafíos cada vez más grandes; donde debe comprenderse cada una de
las dimensiones que envuelven a la humanidad: política, económica, cultural, afectiva,
sociológica; la “unidad y la multiplicidad”, el yo, pero también el tú y el nosotros.
Con estos saberes, puede asegurarse que, mediante los encuentros o posibilidades que
aporta un espacio universitario, el hombre movido por la razón puede llegar a la
experiencia de la tolerancia, respetar las diferencias y abrirse a la novedad; en ese espacio
puede forjarse una “pasión por la singularidad”, que no debe confundir con posturas
individualistas ni pasiones competitivas.
En el mismo sentido, la propuesta de Ángel Ruiz (1995) sugiere un espacio de
reflexión al retomar los postulados de Aristóteles en cuanto a la naturaleza social del
hombre: el hombre social, cívico, religioso y político. Dicha proposición se desglosa en
cinco dimensiones de la persona como ser social, inspirada en diversos teóricos que han
intentado definir la naturaleza social del hombre; sobre estas véase el siguiente esquema:

16
Realidad social

Sociedad de los amigos


Amistad/razón

Sociedad humorística Sociedad de los hijos


Homo ridens de Dios

El juego social Sociedad cómplice


Homo ludens Homo religiosus

Gráfica 5. Dimensiones de la persona, tomadas de las propuestas por Ángel Ruiz.

Al tomar en cuenta los postulados anteriores, pueden enfocarse algunas dimensiones


del papel universitario, considerado como un tipo de socialización basado en el modelo
griego, retomado por Ruiz, que no compagina con la apatía, con la decepción, con la
insensibilidad o desapego a la comunidad; diría el autor mencionado, con la actitud del
“todo vale”.
Desde la amistad, hace factible una forma de vivir, con enfoque a socializar, a
integrarse. En relación con la sociedad de los amigos, Ruiz (1995) afirma que todo se
encuentra “sometido a la conversación”, al diálogo, a la negociación y la escucha activa.
La considera como la primera idea que no se concibe como el simple “soltar la lengua”,
“parlotear” sin fundamento alguno, pues de esta manera no se construyen relaciones.
¿Cuál es la actitud adecuada que deberá tener la persona? Entre otras cosas, con el
respeto de las ideas, aunque no se compartan.
Pensadores como Michel Foucault, F. Nietzsche y S. Freud escribieron sobre el actuar
del sujeto en su cultura occidental. Así como el peligro del desconocimiento de las leyes
del lenguaje y la necesidad de ser reconocido (Ruiz, 1995). Hoy no puede concebirse a
un universitario sin conocimiento de la argumentación y la función que esta tiene en la
sociedad que le rodea; precisa saber ligar el pensamiento y argumentar, con lo que podrá
mostrar su respeto al otro. Deberá llegar a la excelencia ética y política (polissociedad),
debido a que no hay sociedad universitaria donde los amigos no tengan asuntos que
discutir y decidir, por ejemplo: la belleza de la mujer, el trabajo, la familia, la educación
a la que puede acceder, el amor, la justicia, entre otros temas. Ser amigo de la sociedad
es la meta.
Desde el pensamiento cristiano, todo hombre y mujer forma parte de la sociedad de
Dios. Son sus hijos, hechos a su imagen y semejanza. Así, desde su espiritualidad,
cualquiera que esta sea, el hombre se encuentra con una forma de pensar y de vivir con
la que compaginar el sentido dado a su existencia; y desde ahí contribuir a su
comunidad, además de ver a los otros, como a sí mismo, con igualdad, tolerancia y
aprecio. Mediante la práctica, actitud de vida como un hábito, cuida su armonía, la

17
Realidad social

comunicación entre los pares y con el resto de la comunidad. Buscar valores como el ser
solidario, ser justo, saber perdonar y siempre buscar el bien común. Una práctica que le
irá aclarando a la persona la manera de manifestar sus emociones, aprecios y simpatías.
Aquí se encuentra con otra vía para la socialización, sin que por ello se renuncie a la
razón.
Cuando Ruiz (1995) habla del “otro como cómplice”, el homo religiosus, se trata de un
hombre como sujeto, desde un paradigma más moderno; es quien tiene que lidiar con
conceptos como ilusión, libertad o autonomía. En este sentido, el universitario de hoy será
capaz de entender la ilusión de libertad, pues esta termina cuando la del otro empieza.
Observar y aceptar al sujeto como soberano de su propio destino, pero no entendido
como monarca, sino como una esencia de discreción, rodeado de silencio, “oculto en las
grandes urbes”.
Considerar las propuestas de Mircea Eliade y J. Huizinga en estos tiempos ayuda a
descifrar algunas incógnitas a quienes buscan una explicación para la tesis sobre la
licitud del sujeto como “soberano”, pero considerando la idea de Bataille. De acuerdo
con el primero, cuando se refiere a lo sagrado y lo profano lo hace para explicar los
comportamientos del hombre en el momento real. Lo sagrado, no como opuesto, sino
como idea de transformar desde sus postulados, tiene como premisa la idea adaptada
aquí en función del actuar universitario:

...experiencia de sentido del mundo y de los otros (la alteridad humana y divino) que se
cumple según gestos que no pertenecen al orden de la producción, ni de lo útil, ni de lo
funcional y ni de lo calculable (ideales de la Modernidad). El hombre habita lo sagrado
cuando, en lo cotidiano, accede a un objeto, un afecto, una pasión, una palabra y los extrae
de su significación instrumental y mercantil y lo experimenta como una realidad gratuita,
un ofrecimiento, un don divino. En este sentido todo lo que ingresa en las fiestas, en los
juegos, en las celebraciones, en los amores, en los rituales, es experimentado sin otra
finalidad que vivir intensamente, celebrar la existencia como canto, o mejor, es el hacerse
canto la existencia. Así, lo sagrado no es lo opuesto a lo profano, sino su transformación:
‘Al manifestar lo sagrado, un objeto cualquiera se convierte en otra cosa sin dejar de ser él
mismo, pues continúa participando del medio cósmico circundante (Eliade, 1992, p. 19).

¿Cómo puede el universitario abordar el concepto de lo sagrado, en un contexto


contemporáneo? Mediante la manifestación concreta de su sensibilidad. Desde lo
personal hasta lo social, su moverse en el mundo cotidiano, sus anhelos, sus miedos,
sueños y esperanzas en lo profesional, en lo emocional y familiar. Cuando se divierte;
cuando se enamora, asiste con sus amigos a las fiestas o juega algún deporte; cuando

18
Realidad social

cuida su salud y su cuerpo, se arregla; cuando prepara su propia imagen desde el


exterior, pero también desde su interioridad para contactarse con la otredad. Es decir: Lo
sagrado es aquí, el contacto, la cocreación, el estar en el mundo. Se suma y comulga con
otros. Se hace sujeto, no objeto. Tal y como lo propusieran S. Kierkegaard, G. Marcel y
otros, desde la fenomenología.
En cuanto a lo profano que propone Eliade (1992), ¿cómo se insinúa? Totalmente
opuesto a lo mencionado arriba, es la individualidad, es el aislamiento desde su propio
centro; la introversión, reflexión de sí mismo, consigo mismo: “sujeto cosificado y
calculador”. Aquí se hace objeto, no sujeto (Ruiz, 1995). El sujeto es solamente
pensamiento, razonamiento intrapersonal.
Reconocer en el proceso de consumo y producción un modo de acceder al mundo de
hoy como un modo de ser en lo sagrado no lo lleva a un proceso de comunión verdadera.
Aunque sí necesita ser consciente de su involucramiento en dichos ritos sociales, para no
dejarse llevar por la marea de los escenarios del ser consumista. Pero, como no puede
excluirse de la sociedad productiva, encontrar las formas de mediación sería su
responsabilidad. Sería, por un lado, accionar desde “éticas (laborales, profesionales,
individuales) para posibilitar vínculos funcionales (hoy decimos humanos) entre los
hombres; y por el otro, [hacer conciencia de que] todo movimiento de despilfarro
propicia una relación estética en la que el Otro, más allá de toda normatividad se
experimenta como cómplice” (Ruiz, 1995, p. 14).
Desde la fenomenología, las dos formas de estar en el mundo y vivir las experiencias
determinan el tiempo y espacio del universitario: lo sagrado (social) y lo profano
(individual). ¿Lo asume el hombre? ¿Lo asume el universitario de hoy? ¿Cómo
experimenta esos distintos niveles de intensidad en su diario vivir?
Procesos de socialización del universitario

Procesos de
socialización

Tiempo y espacio Tiempo y espacio


profano. sagrado.
Lo individual Lo social

Universitario

Producción Consumo
de sentido
vínculo con otros
valores
socializa
objetos
celebra bodas, cumpleaños,
calidad de vida
ritos fúnebres, vacaciones,
progreso
graduaciones, etc.
civilización

Gráfica 6. Esquema basado en la propuesta fenomenológica de Mircea Eliade y G. Bataille.

19
Realidad social

Por ejemplo, la diferencia por establecer entre estos dos tipos de socialización
propuestas para el universitario, desde la teoría mencionada arriba, se encuentra en la
forma de relación que entabla con el otro. Si se compromete a una interrelación de
cooperación o cómplice. Las dos maneras de ser, por ejemplo, dos formas de ser
estudiante, uno aislado y otro cooperativo; uno que está dispuesto a realizar el proyecto
escolar con sus compañeros y aceptar las propuestas de cada uno, o el que no incluye,
no acepta sugerencias y prefiere realizarlo solo. “En el primer caso un hombre se
distingue del otro por su función en la red productiva; en el segundo se realiza una
pérdida de identidad funcional y el hombre se hace contemporáneo del Otro por la
generosidad que afectivamente dispense a los encuentros” (Ruiz, 1995, p. 15). Que la
experiencia humana no sea de una manera en que el Otro cuente únicamente como un
funcionario más, sino como “cómplice” de un mismo reto. Tomar el mundo en sus manos
y habitarlo con chispa, alegría y energía; pero en comunión con la del Otro. El hombre
debe dar pie a los encuentros que le permitan crear proyectos, crecer con ellos; permitir
que se generen los estilos de cada uno.
Se ha de valorar, para estos tiempos convulsos, lo propuesto por Ruiz (1995) en cuanto
al homo ludens (el juego social). En el juego de las sociedades, ser amigo de la verdad,
como diría Aristóteles, pero también participar en el juego de la vida.

1.5 México en los entornos locales, regional y planetario

Lo importante no es lo que han hecho de nosotros, sino lo que hacemos con lo que
han hecho de nosotros. Jean Paul Sartre

Van casi tres décadas de la historia de México, impregnada de fuertes tensiones


sociales, políticas, económicas y culturales; relacionadas con un fin de siglo, el XX, y los
inicios de otro, el XXI. Los diferentes modelos de desarrollo planteados por distintos
gobiernos han atravesado todas las esferas desde lo local, regional y planetario, y han
logrado una transformación que todavía se intenta descifrar si ha sido para el bien de
nuestra nación o todo lo contrario. Mucho tiene que ver con la forma de llevar estos
modelos que han sustituido los procesos internos por uno de trasnacionalización.
Además de ello, no se ve con claridad el hecho de que los cambios sean de utilidad.
Cuando menos resulta complicado afirmar que existe un total progreso encaminado a
generar tales o cuales beneficios para la sociedad.

1.5.1 Sobre la desigualdad social

Hablar de desigualdad social es referirse a problemas enraizados profundamente en


la historia mexicana. El México de hoy, descrito por la abundante narrativa, se muestra

20
Realidad social

lleno de penumbras y roto en mil pedazos, amarrado solamente por un débil hilo,
mantenido por círculos viciosos que se observan, década tras década. Las desigualdades
en esta nación se repiten históricamente. Sin embargo, habrá que identificar y analizar
cómo se dan los procesos de cambio de estructuras, instituciones y conflictos políticos.
¿Qué ha contribuido a desatar o detener los procesos de gestación de dichas
desigualdades en un escenario por demás dramático? ¿Qué se puede hacer para detener
este fenómeno? ¿Cómo generar proyectos o acciones que disminuyan iniquidades y
permitan estar en sociedades más democráticas? ¿Dónde encontrar y cómo la equidad,
justicia, valores, respeto a los derechos humanos, de las personas y ciudadanos? La
situación no es sencilla precisa una reflexión en grupo, entre todos y para todos.
Fenómenos como la desigualdad, movimientos sociales, educación, relaciones de
género, culturas e identidades, derechos humanos relacionados con la sociedad civil y
organismos públicos implicados, entre otros, son ejemplos de los muchos temas de los
que se ha escrito. Uno de los trabajos importantes sobre el fenómeno estudiado es el de
Emilio Álvarez Icaza Longoria, “Propuestas reveladoras y motivadoras para seguir
indagando”; por su parte, Rocío Guadarrama Olivera escribe “Cultura, identidad y
trabajo. Recuentos, desencuentros y nuevas síntesis”; sobre los estereotipos y
representaciones en la frontera norte, el experto es José Manuel Valenzuela Arce; y sobre
la frontera sur de México, Rodolfo Casillas R. explica el fenómeno. Trabajos relacionados
con lo cultural son “Identidad y su elaboración mediante la música y el baile”, de Darío
Blando Arboleda; y “La invención del intelectual en México” de Guillermo Zermeño
(Ordorica, 2012).

1.5.2 Educación, género y medio ambiente

Se presenta a continuación una lista de temas y autores, así como una síntesis de sus
trabajos, para hacerse a la reflexión del contexto actual.

a) Educación
Diversos estudios se han enfocado en la enorme complejidad del sistema educativo en
la nación mexicana; los conflictos encarados y los recursos puestos por instituciones
diversas; los que corresponden a cada persona y los que no se han canalizado
adecuadamente. Dichos análisis muestran, al mismo tiempo, las formas de gestión hoy
complicadas por la geografía de México, por la diversidad de su gente y por el
involucramiento de un sicodélico coctel de fuerzas públicas y sociales. El reto planteado
es un sistema educativo mucho más equitativo e incluyente. Educación para todos, pero
educación de calidad. A finales del siglo XX ya se estaba trabajando sobre una
transformación del sistema educativo, proyecto que se continuó en la primera década
del siglo XXI. Arnaut y Giorguli (2012) hablan sobre los problemas básicos que se
afrontan en este asunto y su evolución.

21
Realidad social

Lo importante es la equidad en lo educativo, pero también la permanencia y


conclusión de períodos educativos; evitar el rezago y abandono. El sistema educativo
mexicano está compuesto por escuelas que conservan algunos de los rasgos esenciales
de las instituciones fundadas en el siglo XIX y propuestas del siglo XX, que hoy enfrentan
un reto de actualizarse a las nuevas tecnologías y generaciones o quedar al margen.
El débil acoplamiento entre estos tres componentes es, quizás, el principal desajuste
del sistema y allí se encuentra la raíz de la mayoría de los problemas educativos. Por eso,
el principal reto consiste en “armonizar —volver a unir— lo que fue separado por el
tiempo: las escuelas del siglo XIX, los maestros del XX y los estudiantes del XXI. En otras
palabras, lograr una respuesta mucho más acertada a los rasgos y necesidades... de los
años que están por venir” (Alberto Arnaut y Silvia Giorguli en Ordorica, 2012, p. 133).
Sobre el tema de educación en México, se construyó un nuevo proyecto, poco después
de la Segunda Guerra Mundial., que contribuyó a la integración social, a la generación
de un mercado nacional, a la vinculación entre las diversas regiones del país, a forjar y
consolidar la identidad nacional, a crear, en pocas palabras, “una ciudadanía política y
social” (Blzberg, en Ordorica, 2012, p. 77). Sin embargo, los movimientos sociales se
volvieron en contra de la Modernidad, de la educación y de la sociedad. Las preguntas
serían: ¿cómo logró generarse una identidad colectiva?, ¿qué permitió que surgieran
protagonistas sociales?, ¿será posible el nacimiento de nuevas propuestas grupales fuera
de intereses individuales?
b) Relaciones de género
Uno de los cambios visibles, ya terminando el siglo XX, es el relativo a “relaciones
intergenéricas”. Así como la importancia de los movimientos formados en materia de
género presentes en tres campos que son el poder, el cuerpo y la cultura. “El género no
sólo es una categoría para hacer el mundo social más inteligible, sino que se ha
convertido, a lo largo de estos últimos 30 años, en una categoría de análisis
imprescindible en el campo de las ciencias sociales y las humanidades. Se han estudiado
(…) con fundamentos renovados y con visiones basadas en conocimientos innovadores,
con el fin de apuntar a un futuro con menos desigualdades, o más utópicamente, sin
desigualdad genérica” (Ordorica, 2012, p. 251).
Las relaciones se han modificado a la par que los cambios de poder. La violencia de
género, movimientos indígenas o anarquistas que enarbolan causas ajenas son visibles
todos los días. Se habla también de lo femenino y la repartición equitativa de poder, de
la existencia de nuevas ideas sobre el fenómeno del cuerpo como territorio que cada uno
puede dominar y guiar.
El campo de la cultura, por su parte, se ha convertido en el espacio propicio para el
debate del tema, que se enriquece por el conocimiento y propuestas diversas. Mediante
el cine, teatro, danza y otras manifestaciones artísticas se construyen y destruyen mitos;
se plantean nuevos espacios para las relaciones de comunidades diversas con nuevos
enfoques sociológicos.

22
Realidad social

c) Medio ambiente
El fenómeno del medio ambiente y los cambios que se avecinan son discutidos hoy
por diversos especialistas, grupos sociales, académicos y políticos. La transformación de
los territorios geográficos, formas de vida, salud, espacios sociales y daño a la naturaleza
son una preocupación creciente. El debate no es solamente sobre la destrucción del
planeta, también se generan propuestas para el impulso de un futuro sostenible. Los
temas urgentes para enfrentar el fenómeno de modificación ambiental son inclusive de
población, desarrollo regional, así como migraciones ocasionadas por falta de alimentos,
por territorios inhabitables o conflictos económico-políticos. Comprender la sociedad
mexicana es aceptar la existencia de desigualdad social, falta de infraestructura
educativa, formas de economía que han muerto, pérdida de culturas e identidades.

1.5.3 De la economía mexicana y su integración

La economía mexicana ha navegado por infinidad de crisis, no cabe duda. Para salir
de ellas, los gobiernos de México la han sometido a distintas reformas desde lo
macroeconómico, comercial, regulatorio, sectorial y laboral. La situación económica
mexicana se puede abordar desde tres dimensiones. Estas secciones han sido
desarrolladas por El Colegio de México, en un trabajo muy profesional, coordinado por
Ordorica (2012): crecimiento económico y equidad, microeconomía y economía rural.
En estas dimensiones económicas, destacan dos temas a comentar: el primero se
refiere al trabajo que realizan las empresas para cumplir con normas ambientales y
sociales; cuestión escrita por Alfonso Mercado, en el texto titulado: “Externalidades
económicas, ambientales y sociales de las empresas”, donde se presenta un análisis
comparativo entre empresas extranjeras y mexicanas, así como el comportamiento de las
mismas, en relación con su interés, así como el cumplimiento de las normas, que hoy
interesa que se acaten. Es interesante descubrir que, en territorio mexicano, los
empresarios extranjeros cumplen a cabalidad, pero los mexicanos no se quedan atrás. El
segundo es sobre los adultos mayores y su participación en lo laboral, así como sus
pensiones. ¿Dónde radica la importancia de este tema? En la realidad del universitario
de hoy, pues el asunto de obtener una pensión es ya un sueño, no una realidad. Ahora
deberán ahorrar, por sí mismos, su retiro, debido a cambios en la política económica-
social de jubilaciones.
____________________________________________________
Lee el siguiente texto de José Luis Lezama y Boris Graizbord. Coméntalo en sesión
plenaria.

Introducción general
El medio ambiente del cual se habla en esta obra posee una doble característica. Por una
parte, se trata de un campo de problemas, de una realidad caracterizada por condiciones

23
Realidad social

de deterioro, contaminación, pérdida de la biodiversidad, deforestación, así como por


fallas institucionales y en el cumplimiento de las leyes y normas ambientales. Pero, por
otra parte, existe también un medio ambiente en México que permite fincar esperanzas
en una recuperación y en una restitución del capital ambiental amenazado o perdido
por la intervención humana. En este caso nos referimos a algunos de los pocos y aún
incipientes logros obtenidos en materia de contaminación ambiental, como es el caso de
la calidad del aire en el Valle de México, la creación paulatina y progresiva de una
estructura jurídica y un arreglo institucional que, al menos en su aspecto formal, estén
a la altura de los de algunos países del primer mundo. Destaca también el surgimiento
y consolidación de una conciencia ambiental que, poco a poco, penetra un cierto ámbito
de la conciencia colectiva y que promete una presión reivindicativa susceptible de
encausar la acción gubernamental y ciudadana hacia un medio ambiente y calidad de
vida de mejor calidad (José Luis Lezama y Boris Graizbord, 2012, pp. 10-22).

1.6 Época contemporánea

No solo de racionalidad vive el hombre.


Elena Olvera
Mirarnos como ciudadanos de la Tierra, ciudadanos del mundo. Pensar diferente, sentir
diferente, actuar a otro ritmo. En familia, en comunidad, en la calle o en el trabajo. Será la
clave para lograr un mundo sustentable y en desarrollo.
Elena Olvera

Anthony Giddens escribió sobre algunos asuntos o fenómenos con relación al estado
actual del mundo, sobre todo a finales del siglo XX. Se refirió a ellos como los:
“Sentimientos que muchos tenemos al vivir en un tiempo de cambios rápidos” (2000).
Hoy, después de casi dos décadas de iniciado el siglo XXI, se sigue buscando respuestas
a: ¿cuál es el estado del mundo en que vivimos? Edmund Leach tituló su libro ¿Un mundo
desbocado?, donde los signos de interrogación presagiaban una posibilidad; más tarde,

24
Realidad social

Giddens se los quitó para titularlo: Un mundo desbocado, al afirmar que ya está en proceso
de caída libre. Cuando se aborda el tema de globalización y sistemas democráticos, ¿será
que sigue el mismo proceso o ya es el fondo?
Los cambios de transición histórica referidos por el autor, al llegar a un fin de siglo,
tienen algo significativo al no concretarse en una zona del planeta, porque es ya un
fenómeno que lo abarca todo. “Cuanto más seamos capaces de comprender
racionalmente el mundo ya nosotros mismos, mejor podremos manejar la historia para
nuestros propósitos” (Giddens, 2000, p. 14). Sin embargo, estas ideas sobre construir un
mundo global, basadas en el pensamiento de Karl Marx, George Orwell y Max Weber,
no es lo que vislumbraron. Ni se parece ni se siente de la misma manera. Se ha perdido
el control, se ha salido de las manos y avanza a un ritmo acelerado, como un mundo en
caída libre.
Ya en el mismo inicio del presente milenio, Edgar Morín (2001) llamaba a la reflexión:
para adoptar la idea de un mundo enfocado en la “durabilidad”, como fundamento de
nuestra forma de vivir, de gobernar, de crear comunidades y buscar relaciones de una
forma integral. Aceptar que día a día el hombre se sumerge en una transformación, en
una evolución de estilos de pensamiento, de vida, relaciones y conductas. En ese ritmo,
algunas de las inclinaciones planeadas para hacer la vida más llevadera y segura, que se
supondría llevarían al camino de la felicidad y del dinero, no parecen ser así. Inclusive
los avances científicos y tecnológicos desvelan una realidad completamente opuesta. El
deber del hombre es trabajar en unidad y en la misma línea, para construir un sistema
en términos de durabilidad.

Un mundo sustentable basado en el concepto de durabilidad de Morín

Mundo sustentable
Durabilidad

Familias Relaciones Economías Construcciones


durables durables durables durables

Gráfica 7. Desafío de durabilidad para un mundo sustentable, planteado por Morín. Para “modificar nuestro
pensamiento de manera que enfrente la complejidad creciente, la rapidez de los cambios y lo imprevisible que
caracterizan nuestro mundo” (Morín, 2001, p. 11).

25
Realidad social

1.6.1 Globalización-mundialización

Con el acercamiento de las distancias se reordena el tiempo y el espacio, para generar


nuevos procesos que transforman la sociedad; algunos lo llaman globalización… Jesús
Andrade

Según García y Pulgar (2010), la globalización es un fenómeno que ha invadido todos


los niveles del actuar humano al manifestarse en varias dimensiones y al abarcar esferas
económicas, sociales, culturales y ecológicas; desde lo familiar, en la comunidad y en la
nación, hasta llegar a una afectación mundial. Para él, dicho concepto ha conquistado el
debate de las aulas universitarias, espacios políticos y escenas sociales; término que
empezó a sonar allá por el siglo XX en la década de los 80. “A partir de entonces, la
globalización ha venido siendo enfocada desde diferentes posiciones, dependiendo del
campo de acción del conocimiento y de los intereses del juego” (García y Pulgar, 2010,
p. 721). La coincidencia, pese a las abundantes definiciones, se encuentra en la forma de
ver este fenómeno como una fase del proceso de avances mundiales y formas de
organización del trabajo en el nivel internacional.

26
Realidad social

a) Dimensión social
A casi dos décadas del siglo XXI, es evidente la afectación de la globalización en el
índice de desarrollo humano. De acuerdo con el Programa de Naciones Unidad para el
Desarrollo (PNUD), el índice para el desarrollo humano para 2017 arroja algunos
resultados que consternan a la ciudadanía mundial, tales como:

Argumento
de seguridad

desaceleración PNDU Confl ictos


económica bélicos
2017

Crisis
humanitaria

Gráfi ca 8. Plan del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo.

b) Desarrollo sostenible
¿A qué alude la gran alianza planteada por el (PNUD)? A la participación de todos los
sectores sociales, a un esfuerzo mundial para hacer viable un planeta sostenible. La
alianza es indispensable para enfrentar los retos del nuevo mundo. ¿Cuáles son las
propuestas de la Agenda 2030 del PNUD?
Convoca a redirigir esfuerzos sobre el tema de sostenibilidad en cuanto a recursos; de
manera tal que puedan crecer sociedades con inclusión y con visión a orientar la
dignidad humana, todos caminando al mismo ritmo. Como objetivos de primer orden
se reconocen el erradicar el hambre y la pobreza. Aunque no se ha dejado de lado buscar
la igualdad y sociedades más conscientes de lo que signifi ca sustentable. Levantar
“sociedades justas, proteger los derechos humanos, promover la igualdad de género, y
garantizar la protección de los recursos naturales y del medio ambiente” (Catterberg y
Mercado, 2017, p. 15). Entre otros puntos, el informe tiene hoy un gran reto, y la
posibilidad de llevarse a cabo y que funcione, es con la participación de todas las
sociedades y economías del mundo.

27
Realidad social

Objetivos de Desarrollo Sostenible en la Agenda 2030, informe PNUD 2017.

La trascendencia del Informe 2017 del PNUD se encuentra en la posibilidad de llevar


a buen puerto todas y cada una de las propuestas para un mundo sostenible con el
compromiso de las diferentes naciones, donde debe plantearse como crucial el uso
adecuado de la información, pues existe la necesidad de contar con “más y mejor
información confiable, oportuna y accesible; que permita desarrollar nuevos
indicadores...” (Catterberg y Mercado, 2017, p. 15).

28
Realidad social

1.6.2 Hipertecnologías de la información y comunicación (TIC). Sociedad de la


información o sociedad red

Una de las autoridades, para abordar este tema, es sin duda el sociólogo Manuel
Castells, quien plantea la siguiente hipótesis: existe una superioridad de las
organizaciones a través de la historia de la humanidad, sobre todo en su verticalidad y
jerarquía sobre las llamadas redes, debido a las barreras materiales que debían franquear,
en función con la disponibilidad. Todo era muy básico entonces. El poder vertical
monopolizaba las “redes”. Sin embargo, un punto clave fueron los movimientos que
buscaron el derecho a la libertad y su manifestación en todos los sentidos, al permitir el
espacio y tiempo idóneo “para producir las tecnologías red, que sirvieron de
infraestructura esencial para que las empresas realizaran su reestructuración en términos
de globalización, descentralización y redes” (Andrade, 2010, pp. 139-140). En el nuevo
milenio, la forma de actuar del paradigma tecnológico se encuentra integrado a la
sociedad, a la cultura y la economía, a la piel del ciudadano mundial. Los rasgos que
caracterizan este nuevo enfoque, enumerados abajo, son para Castells ese basamento
sólido de lo que él llama sociedad de la información (Castells, 2006, p. 88).

Bases para la sociedad de la información

La materia prima es la información

Poder de penetración en cada procesos de la vida social e individual

Mantiene una función básica en la compleja interacción, que da pautas a la creatividad de la


misma interacción

La interacción se basa en la flexibilidad

Tiene una convergencia creciente de tecnologías específicas en un sistema altamente integrado

Gráfica 9. Nuevo paradigma tecnológico integrado a la sociedad, basamento de la sociedad de la


información.

Castells lo denomina como “un acontecimiento histórico al menos tan importante


como lo fue la Revolución Industrial del siglo XVIII” (Castells, 2006, p. 57). Ambas
revoluciones pueden caracterizarse por “su capacidad de penetración” en cada uno de
los ámbitos del quehacer del hombre, como las raíces con las que se agarra dicha
actividad enfocadas “hacia el proceso”, y la creación. Hoy no se remite a la capacidad o
al proceso, sino a la materia, a las tecnologías del procesamiento de información y
comunicación; lo que hace completamente diferente el núcleo de la metamorfosis
experimentada en la llamada revolución tecnológica en curso. Ya no importa solamente el
conocimiento, sino la forma de procesar toda esa información existente, así como la
manera en la que se da la comunicación “en un círculo de retroalimentación acumulativo
entre la innovación y sus usos” (Castells, 2006, pp. 57-58).

29
Realidad social

Se puede hablar de tres etapas experimentadas en el uso cotidiano, que pueden


identificar dichos cambios, para realizar tareas en forma más automática. Por ejemplo:
En la primera etapa se aprende a usar la tecnología, la segunda lleva a crearla,
reconfigurarla, y finalmente encontrar nuevos campos de aplicación. Gracias a la
difusión, el hombre ha aumentado el poder de apropiación y redefinición de sí mismo.
Ha creado símbolos para identificar su cultura y pertenencia a una sociedad.
Aunque es preciso tomarlos como procesos a desarrollar y no quedarse meramente en
la aplicación, para controlar la tecnología y no, al revés, ser controlados por ella. ¿Será
verdad, como dice Castells, que la mente se está convirtiendo en extensión de la fuerza
productiva directa? Habrá que preguntarse. Todavía es evidente la profunda y compleja
transformación llevada a cabo en tema de revolución tecnológica.
Por su parte, la llamada revolución biológica humana se está reconociendo y
comprendiendo desde las esferas de lo cultural, al tomar conciencia de la realidad y
naturaleza evolutiva de la humanidad. Por tales motivos se requiere una percepción más
abierta sobre la unidad y relación entre teorías utilizadas para explicar el funcionamiento
de lo mecánico y de lo humano, “ya que la comprensión del cerebro humano arroja luz
sobre la naturaleza de la inteligencia” (Castells, 2006, p. 91). Esta ha buscado hacer
propios los valores de la especie humana en sentido del bien común al tomar a la
sociedad red como un fenómeno a su favor, para organizarse socialmente, pero ahora
con sustento en la información. Todo ello implica un cambio de paradigma sobre tópicos
de salud, identidad cultural, comunicación, migración, conflictos armados y más.
Aunque existe un elemento importante, la expansión tecnológica fue selectiva
socialmente y lo sigue siendo, en menor grado, pero existe. En este sentido, “la primera
ley de Kranzberg dice lo siguiente: ‘La tecnología no es buena ni mala, ni tampoco
neutral’” (Castells, 2006, p. 92). Es una fuerza arrolladora que ha penetrado en el centro
vital de la vida humana y de la mente.

1.6.3 La importancia estratégica del conocimiento: economía del conocimiento y


sociedades del conocimiento

La economía del conocimiento se refiere a la forma en que el hombre hace uso de los
diversos saberes, en el momento de tomar decisiones con respecto de la materia que
pretende usar en la producción, en el consumo y cuando se trate de invertir, en cualquier
concepto de la vida humana junto a lo que el individuo produce y reproduce con
respecto de su propio saber. “Esta economía del conocimiento ‘se sustenta
fundamentalmente en el uso de las ideas, más que en las habilidades físicas; en la
aplicación de la tecnología, más que en la transformación de materias primas, o la
explotación de mano de obra barata. Es una economía donde el conocimiento es creado,
adquirido, transmitido y usado más eficientemente por individuos, empresas,

30
Realidad social

organizaciones y comunidades, con el fin de promover el desarrollo económico y social


(The World Bank, 2003, p. 1)” (Vilaseca y Díaz, 2002, p. 722).

1.6.4 Los grandes desafíos presentes y futuros del mundo

Un fenómeno nada ajeno a cualquier habitante del planeta es todo lo referente al


cambio climático, estragos a los que se enfrenta la población todos los días. Si bien
Giddens (2000) lo planteaba como algo probable, la transformación del medio ambiente
hoy es un hecho ineludible. Un riesgo de todos los días que desafía la creatividad
humana. Ideas significativas y premonitorias. Tristemente, la responsabilidad del
hombre en la destrucción acelerada del planeta es patente, pues son científicamente
comprobados los factores que han transformado las estaciones climáticas: extinción de
las especies, escasez de agua, sobrepoblación, entre otros. Ciencia y tecnología han traído
muchos beneficios, pero también riesgos.
“La democracia, la equidad y la justicia social, la paz y la armonía con nuestro entorno
natural deben ser las palabras clave de este mundo en devenir” (Morín, 2001, p. 11).
Muchos de los fenómenos del planeta mencionados, de finales de siglo XX, como el
calentamiento global, hoy se ponen enfrente como una macabra realidad, situaciones
desencadenadas por la ciencia y la tecnología mal aplicadas por el hombre. Ya no existe
la certeza de que el planeta se recupere, quizá se pueda detener la inercia un poco, pero
el daño hoy es demasiado. Independientemente de donde viva el ser humano y de lo
mucho o poco que le falte para vivir, cada uno ha sido responsable de la degradación de
la “casa en común”. La sociedad humana precisa una transformación urgente si quiere
seguir satisfaciendo sus necesidades.
¿Cuál es el principio mayor de un conocimiento pertinente? Distinguir, ligar, religar,
analizar, sintetizar, conjugar. Los desafíos de la complejidad son los desafíos de la era
mundial. Un ser planetario, es un ciudadano de la tierra que necesita replantearse una
forma distinta para organizar el conocimiento y lograr un cambio al derribar los muros
de viejas tradiciones, en relación con el conocimiento y las disciplinas: “concebir la
manera de volver a unir lo que hasta ahora ha estado separado” (Morín, 2001, p.11).
Reformular nuestras miradas, posturas,
actitudes y valores será la estrategia adecuada.

El siglo XX ha producido progresos gigantescos en todos los campos del conocimiento


científico, así como en todos los campos de la técnica, al mismo tiempo ha producido una
nueva ceguera ha generado innumerables errores ilusiones comenzando por los de los
científicos, técnicas y especialistas. ¿Por qué? Porque se desconocen los principios mayores
de un conocimiento pertinente… comprender un pensamiento que separa y que reduce
junto con un pensamiento que distingue y que religa (Morín, 2001, p. 43).

31
Realidad social

La mundialización es la fase vigente de la “era planetaria”. En la época de internet,


redes sociales e información instantánea, todos los días el hombre se enreda en una
complejidad de datos que desvanecen su posibilidad de hacer el mundo más
comprensible o legible. Y no se habla de abandonar el conocer de lo particular por el de
la totalidad; lo importante es conjugar diversas visiones que se encaminen por un mismo
fin.

¿Sustentabilidad…?
(Fragmento)

Los niños, niñas y jóvenes humanos se transforman a lo largo de su crecimiento en la


convivencia con los adultos humanos con quienes conviven incorporándose en un ámbito
social u otro según sientan que tienen presencia y que su vida hace sentido individual-
social, y según la inspiración que surja en ellos en ese convivir. ¿Entonces cuál es la
dinámica constitutiva del aprendizaje? Aprender es siempre un resultado de la propia
deriva de transformaciones en la convivencia, aprendemos con o sin educación,
aprendemos con o sin enseñanza. Y según sea la convivencia será lo que aprendamos […].
[…] El amar ocurre como el dominio de las conductas relacionales a través de las cuales
uno mismo, el otra, la otra surge como legítimo otro en convivencia con uno. En tanto el
amar es un ocurrir, un suceder, lo que un observador distingue como conducta amorosa,
es una dinámica relacional de convivencia, de coexistencia centrada en el respeto por uno
mismo, por los otros y otras, en el espacio social al que se pertenece. Amar es ver, ver es
amar, es decir, no estamos hablando de sentimientos, no hablamos de valores, de ser
cariñoso o compasivo, sino de la dinámica operacional de la mutua aceptación que dio
origen al ámbito social desde los primeros insectos sociales. ¿Y cuándo, dónde y cómo
hemos sido tan ciegos que hemos generado espacios donde es posible que nuestros niños,
niñas y jóvenes se perifericen? (sic). Las personas no nacen delincuentes, se hacen, según el
modo de convivir que les haya tocado vivir. ¿Cuál en nuestra posibilidad para salir de esta
encrucijada dolorosa? Encrucijada que seguimos conservando, realizando y generando en
nuestro modo de relacionarnos en esta cultura que vivimos. Nuestra gran posibilidad es
transformarnos en personas adultas amorosas, serias y responsables. Los niños, niñas y
jóvenes desean personas adultas en quienes confiar y a quienes respetar. Hay sólo un
camino de salida, y que es un hecho de nuestra constitución biológica: La Biología del
Amar. El procedimiento de acción social es generar en las comunidades humanas la
Reflexión-Acción-Ética en todo el quehacer teniendo a la biología del amar como el
referente de reflexión y acción en todo momento desde la concepción a la autonomía ¿En
qué consiste la dinámica del aprendizaje?

32
Realidad social

1.7 Impactos de la época contemporánea de la humanidad en la cultura, las relaciones


sociales y la cotidianidad de las personas

Discúlpeme, no le había reconocido, ¡he cambiado tanto!.


Oscar Wilde

En el fluir humano hay un proceso de convivencia, una interacción donde el lenguaje


surge como un hacer de sentires; el hacer y las emociones cuando se comparten
actividades, esa convivencia que conforma y se hace indispensable desde el origen de la
familia. Por eso la manifestación de las emociones es un modo de estar en la relación,
cuando el individuo observa el modo de relacionarse del otro. En ese instante, puede
sentir o identificar esa emoción;
aunque no es del todo posible distinguir lo que el otro, desde su intimidad corporal,
psíquica y subjetiva, está sintiendo realmente; pero sí logra darse un acercamiento más
signifi cativo. Sin embargo, es solamente una percepción, perspectiva y realidad alterna;
porque es capaz de mostrar una cosa y sentir otra, por lo que no siempre es transparente.
El esquema siguiente muestra cuatro acercamientos teóricos, para conocer diversas
propuestas sobre los impactos de la humanidad en la cultura, relaciones y vida cotidiana:

Sociedad La juventud
del cansancio vacía

Byung-Chul Gilles
Han Lipovetsky

Michel Zigmut
Maff esoli Bauman

Tribus Generación
Urbanas líquida

Gráfica 10. Teoría y teóricos sobre cambios sociales y generacionales.

Para poder identificar lo que la humanidad ha transformado en diversas dimensiones


y para que el hombre de hoy pueda ubicarse en el quién y cómo es actualmente, puede
acercarse un poco a las propuestas de cuatro teóricos de la Modernidad y
Posmodernidad: Gilles Lipovetsky (2000), Zigmunt Bauman (2001), Maffesoli (1990) y,
por último, Byung- Chul Han (2012).

33
Realidad social

Sobre este tema, a finales del siglo XX, Giles Lipovetsky (1986) planteó en su libro La
era del vacío la siguiente pregunta: ¿cuáles son los rasgos significativos de los tiempos
actuales? Primero: “la conmoción de la sociedad, de las costumbres, del individuo
contemporáneo de la era del consumo masificado, la emergencia de un modo de
socialización y de individualización inédito, que rompe con el instituido desde los siglos
XVII y XVIII” (Lipovetsky, 1986, p. 5). Ya en la segunda década del siglo XXI, la
humanidad sigue haciendo la misma pregunta: ¿qué es eso que distingue la era que le
toca vivir y que transforma el modo de ser y estar en el mundo? Habría que tomar
algunos de los postulados de Lipovetsky para darse cuenta que no mucho ha cambiado.
La consternación está presente en la mente y actuar de la sociedad contemporánea y ha
modificado las costumbres.
La propuesta filosófica de Han (2012) es sobre la transformación hacia una sociedad
del rendimiento, del cansancio.

Fundamentos de la sociedad del cansancio:


1. Prometeo agotado (símbolo de la sociedad del rendimiento).
2. Sujeto de la sociedad del rendimiento (lo externo no me domina, me domino a mí
mismo).
3. La sociedad del rendimiento es una época neuronal (toda época tiene su
enfermedad emblemática. Esta es la del siglo XXI).
4. Sociedad del rendimiento y sin vida (el hombre que cae en una infracción es
absolutamente eliminable).
5. Sociedad del rendimiento contra vida contemplativa. La contemplación es
negatividad, esta hace lento el proceso acelerado en el que se vive.
Desde la filosofía hegeliana, la negatividad logra mantener la existencia plena de vida,
pues aleja de la aceleración y lleva a la contemplación del mundo y del propio ser. Han
observa que el hombre de hoy no puede permitirse eso, pues de evitar la negatividad
tendría que enfrentarse a sí mismo. Ir más lento obliga a observarse, preguntarse y sentir.

Indiferencia Modernidad/
Seducción posmodernidad

Narciso/vacío

Sociedad
Nuevas humorística
relaciones

Gráfica 11. Esquema sobre nuevas posturas según Gilles Lipovetsky.


1. Propone una era posmoderna. Donde surge un estallido de lo social, se disuelve lo
político, el individuo se planta como el soberano de su propia existencia. Es “la era
del vacío”, intenta indagar en los rasgos destacados de su tiempo.

34
Realidad social

2. Surgen nuevas actitudes de la mano de la Posmodernidad: indiferencia, deserción,


apatía, la seducción desplaza la convicción, actitud generalizada de humor. La
personalidad se reorganiza hacia el narcisismo, nuevas relaciones sociales sin tanta
violencia.
3. Es una nueva propuesta de estado de cultura, establecido por el desánimo y caída
de modelos arcaicos atribuidos a una actitud individualista de las diversas
sociedades, llamadas nuevas democracias.

Si bien existe un consumo masificado que no se detiene, con ciertos matices, por
diferencia del siglo XX, existen dos tendencias:

1. Es más accesible, pero se ha cerrado la brecha de los grupos con poder adquisitivo.
Un tema completamente diferente y drástico es la necesidad de un modo distinto
de socialización basado hoy en las redes sociales, que no eran tan fuertes a finales
del siglo XX.
2. Se manifiesta igualmente la necesidad imperiosa de continuar con una
individualización, acrecentada por la distancia impuesta por los dispositivos
electrónicos. Eso que para Lipovetsky era “inédito”, hoy es común. No es una
ruptura con el siglo pasado, más bien, se ha dado una continuidad y
acrecentamiento. La vida cotidiana de las personas se sumerge en una necesidad
de satisfacer las relaciones con el mundo, pero de una manera virtual. Sin embargo,
precisa hacerlo solo, frente a la pantalla de una laptop, tableta o celular. Hoy el
clásico “no estoy solo, tengo mil amigos en mis redes sociales” es común escucharlo
en voz de los jóvenes y los no tan jóvenes.

Véase el siguiente comparativo:

Modernidad Postmodernidad

• Ordenado • Complejo
• Cierto • Incierto
• Lineal • Estocástico
• Predecible (rige el azar)
• Equilibrado • Azaroso (peligroso)
• Relación causa- • Caótico (Virtual)
efecto • No se puede predecir
• No hay relación
causa-efecto

Gráfica 12. Tabla comparativa de aspectos modernos y posmodernos.

De manera que el hombre sigue en la incertidumbre de a dónde lo llevarán estas


formas posmodernas de socializar y de establecer su vida cotidiana. Se ha establecido

35
Realidad social

“una nueva forma de control de los comportamientos, a la vez que una diversificación
incomparable de los modos de vida, una imprecisión sistemática de la esfera privada, de
las creencias y los roles, dicho de otro modo, una nueva fase en la historia del
individualismo occidental” (Lipovetsky, 1986, p. 5). Si Gilles Lipovetsky hablaba de una
segunda revolución, Han descubre una tercera “revolución individualista”.
Por su parte, Zigmunt Bauman, sociólogo y ensayista polaco de origen judío, describe
a la sociedad posmoderna como una generación líquida. Las siguientes son algunas ideas
desarrolladas por el filósofo:
a) La Posmodernidad y sus descontentos
b) Modernidad líquida
c) La sociedad individualizada
d) Vida líquida
e) Amor líquido: acerca de la fragilidad de los vínculos humanos
f) Mundo consumo
La vida líquida es la que cambia constantemente, evoluciona, se interrelaciona y fluye.
De manera opuesta, Michel Maffesoli es el primero en hablar de una sociedad no
individualista; presenta un nuevo concepto: tribus urbanas. Para él, en las sociedades
posmodernas el individualismo llegó a su fin, con lo que se generan nuevos valores,
nuevas formas de manifestar los sentimientos, las pasiones y los ideales, que ahora tienen
mucha más efervescencia en un nivel grupal. Surge la necesidad de pertenecer a un
grupo de jóvenes o adolescentes con los mismos hábitos, que además sean visibles a la
sociedad. Contrario a la teoría de Lipovetsky, no es posible aislarse, agruparse es la
necesidad; pero no necesariamente con la familia, se tiene que dar con iguales. Es la
forma de sustituir el vacío y lo efímero con ideales del grupo.

1.7.1 La interconexión planetaria y el papel de las TIC en la modificación de las


relaciones sociales de las aspiraciones personales y colectivas y de las formas de
actuar

En el hombre surgió la necesidad de comunicarse no ha parado ni su imaginación para


descubrir estrategias de acercamiento al Otro mediante el interactuar oral, el conversar
mientras se mira a la cara, o tocarse las manos al saludarse, abrazarse o caminar hombro
con hombro. En ese interactuar, mientras se descubre el movimiento y los gestos del otro,
al ritmo de las palabras, hacerse uno y modificarse, el cuerpo comunica y se comunica.
Sin embargo, el actual ritmo de vida y los medios de comunicación, a los que se ata el
individuo y se hacen indispensables en las rutinas diarias, han desvanecido en gran
manera la posibilidad y riqueza de esta forma de ejercer el lenguaje y la comunicación:
el arte de conversar. No se trata solamente de informar, comunicar o mandar mensajes
por las redes sociales. Se habla de un fenómeno que ha llevado el interactuar a un nivel

36
Realidad social

más planetario, acaso, ¿virtual? Por lo que vale preguntarse: ¿qué más se ha modificado
con la nueva interconexión planetaria?

1.7.2 ¿Qué es el arte de conversar vs mensajear?

Conversar es recuperar la confianza; “la confianza es historia, cuando se borra la


confianza, se borra la historia” (Wilde, 2007). No puede recuperarse, hay que volver a
vivir la experiencia juntos porque es un resultado del proceso. El hombre tiene que
encontrarse haciendo una historia nueva, para conformar un espacio de confianza, ese
que únicamente es posible en presencia del otro. De ahí las crisis, pues tiene que ver con
las experiencias diarias; vivir y convivir de otra manera.
La necesidad de una interconexión planetaria y el nuevo papel de las TIC han tenido
una reacción adversa a la humanidad. La crisis ha tenido mucho que ver con la falta de
diálogo, intercambio, entendimiento, actitud de llevar una verdadera
intercomunicación. En cambio, la “conversación es un arte efímero y privado; quizá el
más selecto de todos, ya que son muy pocos los elegidos que tienen la fortuna de
escuchar y participar en cualquiera de sus mejores representaciones”, diría Oscar Wilde
(2007). Uno de los grandes escritores deja evidencia de su amena y lúcida forma de
conversar en sus epigramas, palabras que pueden generar distintos enfoques de la vida.
Por su parte, Samuel Gordon destaca una forma de reconocimiento del otro en el
conversar, a través de la que puede introducirse en el universo del otro y compartirlo.
Dos mentes, dos conciencias que se identifican. “‘Conversar es humano’, diría Octavio
Paz en un poema de su libro Árbol adentro... En la conversación, en el diálogo, existe una
comprensión mutua del otro, y aunque haya posiciones encontradas entre los
interlocutores, está siempre el ánimo de compartir ideas, vivencias y visiones del mundo.
Podría decirse que el arte de conversar consiste en compartir cosmovisiones” (Vázquez,
2007, p. 258). En este sentido, si el individuo necesita que algo ocurra, debe buscar el
proceso, que no se dará si se deja llevar por una cultura lineal, causal. No habrá historia,
porque todos en la medida del encuentro son historia. Al llevar a cabo el arte de
conversar se hace historia, porque se mira, entiende y colabora para guiarse por la
incertidumbre. ¿Cuándo se pierde la colaboración?, cuando se da pie a la competencia,
la envidia, la sordera; cuando se pierde la cualidad de seres amorosos. Ese amor de
confianza, de ser cuidados y protegidos desde el seno materno, no el de ser traicionados;
dejar que surja un punto de convivencia con posibilidad de transformarse hasta una
edad adulta.
¿Por qué tantas enfermedades, tantas fobias, tantas guerras?, el hombre se escucha
poco, se mira poco, se enferma del cuerpo y del alma. Si le niegan el sentir, el escuchar,
se transforma en una invitación a la locura.
Ejemplo:
— Mamá, no quiero tomar clase con ese profesor.
— ¿Por qué no quieres?

37
Realidad social

— Porque el profesor no me quiere.


— ¿Por qué no te quiere?
— Porque cuando levanto la mano, no me pregunta. — ¿Te sientes ignorado?
El hombre siente placer al ser visto, al estar junto a otros; por eso es dependiente de
las redes sociales que lo exponen al mundo y lo conectan. Ahí, no se siente ignorado. Así,
el lenguaje se transforma en modo de existir, porque el modo de vivir humano es
cultural, porque el lenguaje es cultura. En esta línea, el colaborar es espontáneo cuando
hay una intención de conversar, saludar al otro, escucharlo y hacerlo sentir que tiene
presencia en el sistema. En la conversación, los hombres hacen historia juntos, en el
diálogo se escucha a sí mismo y al otro. En caso contrario, cuando se le dice al otro: “no
estas siendo objetivo”, ¿cuál es el mensaje?; el mensaje es: “no piensas como yo pienso,
estás siendo subjetivo”.

38
Realidad social

1.8 Contribución del profesional universitario en la transformación de la


realidad social: niveles de transformación (macro y micro), alcances, limitaciones y
posibilidades

En este tema, el objetivo será analizar la responsabilidad social del profesional


universitario como una posibilidad de formarse en la paz y el convivir social, para la
transformación de la comunidad y del planeta. Para ello es importante identificar los
valores visibles en el actuar cotidiano de la comunidad estudiantil. En observación de la
naturaleza del ciudadano para el siglo XXI que deberá actuar en función de una
transformación de la sociedad que le toque vivir. Por eso, se presupone un compromiso
del individuo y del sistema educativo superior, en el nivel social y desde la formación
hasta el ejercicio de la profesión, al establecer la clara necesidad de conjugar no
solamente conocimientos, sino valores, principios coherentes y emblemáticos.
En medio de este panorama, cabe cuestionarse lo siguiente: ¿cuál es la postura
personal al respecto?, ¿de qué manera el profesional ha venido haciendo suya la
transformación social?, ¿cuál es el contexto donde se promueve la transformación hacia
una cultura de paz y colaboración? Aprender la condición humana es la propuesta de
Morín (2001) y fortalecer los valores para hacer posible un cambio en el nivel macro y
micro. Al respecto dice Morín: “Estamos en la era planetaria; una aventura común se
apodera de los humanos dondequiera que estén. Éstos deben reconocerse en su
humanidad común y, al mismo tiempo, reconocer la diversidad cultural inherente a todo
cuanto es humano” (Morín, 2001, p. 47).
Por ejemplo, un estudiante universitario del siglo XXI necesita contextualizar su
objetivo para ser coherente con su existir y pertinente en su actuar, y tendrá que
cuestionarse: ¿quién soy?, ¿dónde me encuentro parado? ¿es el lugar correcto?, ¿la
carrera correcta?, ¿me gusta?, ¿aprendo porque me hace feliz?; de la misma forma
revisará lo siguiente: ¿de dónde vengo?, ¿quién es mi familia?, ¿qué valores me forman?,
¿cuál es mi origen? y, finalmente, ¿a dónde voy?, ¿quiero trabajar en mi país o fuera?,
¿para ello me tengo que preparar más o no? En suma, conocerse en lo común y admitir
la diversidad como elemento inherente a la transformación social, herramienta
indispensable para la comprensión y cooperación entre individuos.
Aquí conviene recordar lo presentado por Yrali Palacios (2011) en relación con la
Responsabilidad Social (RS) y cultura de paz: “Sociológicamente, la Responsabilidad
social, surge como una nueva concepción expresada en la participación del individuo en
lo social, abordando las problemáticas y hechos sociales, no solo como un instrumento
para obtener ganancias, sino en la conversión del hombre en un actor benéfico, dotado
de una cultura propia, capaz de crear identidad y repensar en los acontecimientos que
describen el mundo donde está inmerso” (Palacios, 2011, p. 40). Lo anterior se vuelve
clave siempre que consiga hacer una reflexión profunda y haga propia la idea de que,
como ser humano creativo y productivo, puede llegar a nuevas propuestas sociales.

39
Realidad social

En el caso del estudiante del presente milenio, puede accionar su creatividad en el


momento de ejercer prácticas relacionadas con la promoción de estilos de vida que
encaminen al bien común, tanto en lo individual como en lo colectivo. Ahí está ya
ensamblando vivencias y conocimientos del centro educativo donde se desarrolla, de lo
aprendido en su entorno familiar y social. Por eso es trascendente su accionar; llevar a
cabo actividades y proyectos de transformación social que le proporcionen “elementos
teóricos metodológicos que fortalezcan su formación, constituyendo de esta manera los
componentes fundamentales en la formación y el desarrollo de los ciudadanos y las
ciudadanas, en torno a la convivencia” (Palacios, 2011, p. 50). Así, al empezar desde lo
micro —desde la academia y sus aulas al diseñar y aplicar propuestas de “acción
comunitaria” en salud, igualdad, arte y cultura; estilos de vida holísticos; riesgos sociales
o ambientales— se estará garantizando un mundo más justo para su estar en el mundo
que le toque vivir al colaborar activamente en solucionar inminentes problemas de
índole local, regional y nacional. Y también al responder ante la injusticia, la violencia,
corrupción y falta de conciencia ecológica.

Fuentes de consulta

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