Chavez Calderon Pedro - Capitulo 12

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 19

capítulo

El marxismo
12
(el problema
histórico-social)
CONTENIDO DEL CAPÍTULO

• Significado y antecedentes
• El marxismo (caracterización general)
• Materialismo dialéctico
• Materialismo histórico
• Diferentes tipos de socialismo
222 Historia de las Doctrinas Filosóficas

Significado y antecedentes
El término marxismo prácticamente se identifica con socialismo, debido
a que el tema central del primero, desde sus inicios, fue el problema
social. En otras palabras, el marxismo nació como un socialismo.
En su significación primaria, el término marxismo designa el conjunto
de ideas (de Karl Marx y de Friedrich Engels) integradas en una teoría
relativa al problema social. Como segundo sentido, marxismo también
compren­de todas las teorías y los estudios que, posteriores a Marx y
Engels, se han hecho tomando como base las ideas de éstos, y teniendo
como finalidad su interpretación, difusión y aplicación. Por último, el
marxismo puede ser entendido como el conjunto de los movimientos
que, para llevar a la práctica las ideas de Marx, se han producido y segui-
rán generándose en todo el mundo.
Aquí nos ocuparemos del marxismo únicamente en el primero de los
sentidos. Entendiéndolo así, el marxismo tiene tres antecedentes muy cla-
ros: el socialismo utópico, la filosofía de Hegel y la economía política.

El socialismo utópico
De acuerdo con el trabajo escrito por Engels, titulado Del socialismo utópico
al socialismo científico, se conocen como socialistas utópicos a Saint-Simon,
Fourier y Owen, quienes, frente a la posición conservadora del positivismo,
re­presentaban el movimiento progresista en la primera mitad del siglo xix.
Owen fue el primero que utilizó la palabra socialismo. Los tres sostenían que
el sistema socialista era el único capaz de establecer las igualdades políticas
y sociales, y de destruir las contradicciones de clase. Owen atacó la so­cie-
dad burguesa en sus fundamentos mismos. En primer lugar, critica la pro­
piedad privada porque es el origen de las desigualdades; critica también la
división capitalista del trabajo y la competencia mercantil porque, en ambos
ca­sos, el resultado es la dilapidación del trabajo y del capital. En tercer lugar,
censura las máquinas, pues aun cuando proporcionan beneficios a “los
hom­bres en general, opinaba que tal como se manejaban en el sistema, eran
la mayor de las maldiciones”.
Fourier y Saint-Simon afirmaron que “la base granítica de la pirámide
social son los obreros que se dedican a un trabajo manual”. Por esta
razón, ellos aspiran a una sociedad donde todos los hombres trabajaran.
Estos pensadores pregonaron la importancia de la clase trabajadora y pro-
ponían proyectos en los cuales los intereses personales se armonizasen
con los de la sociedad. Al respecto, Engels dijo: “Haber opinado así de
la clase trabajadora fue un gran descubrimiento en los inicios del siglo
xix”.
A estos tres socialistas se les denominó utópicos porque: 1. Sin conside­
rar la realidad y sólo partiendo de lo que debe ser, tomaron como base el
siguiente ideal: “Todos los hombres son hermanos”. Además, refrendaron
el objetivo de la Ilustración francesa: “Instaurar el reino de la razón y de
la justicia eterna”. 2. Al promover el movimiento revolucionario liberador,
Unidad VIII • Positivismo y socialismo 223

olvidaron mantener al proletariado como la vanguardia. Entre las personas


afectadas por la adquisición creciente de la riqueza, como resultado de la
industrializa­ción, entraban por igual obreros, campesinos, intelectuales,
banqueros y co­merciantes. 3. No fomentaban entre los obreros su con-
ciencia de clase. Esta circunstancia, según Engels, era la más negativa. Se
circunscribían al campo de la ideología y allí querían encontrar la solución.
No se preocuparon por despertar la conciencia del proletariado.
En contraposición a este socialismo de Saint-Simon, Fourier y Owen,
vendría después, en la segunda mitad del siglo xix, el socialismo con-
figurado por Marx y Engels, al cual ellos mismos llamaron socialismo
científico.
Leamos ahora un escrito de Engels:

Más tarde, vinieron los tres grandes utopistas: Saint-Simon, en quien la tenden-
cia burguesa sigue afirmándose todavía, hasta cierto punto, junto a la tendencia
proletaria; Fourier y Owen, quienes en un país donde la producción capitalista
estaba más desarrollada y bajo la impresión de los antagonismos engendrados
por ella, expusieron sistemáticamente una serie de medidas encaminadas a abo-
lir las diferencias de clase, en relación directa con el materialismo francés.
Rasgo común a los tres es el no actuar como representantes de los intereses
del proletariado, que entretanto había surgido como un producto histórico. Al
igual que los enciclopedistas, no se proponen emancipar primeramente a una
clase determinada, sino, al mismo tiempo, a toda la humanidad. Y lo mismo
que ellos, pretenden instaurar el reino de la razón y de la justicia eterna.
Sus teorías incipientes no hacen más que reflejar el estado incipiente de la
producción capitalista, la incipiente condición de clase. Se pretendía sacar de
la cabeza la solución de los problemas sociales, latente todavía en las condicio-
nes económicas poco desarrolladas de la época. La sociedad no encerraba más
que males, que la razón pensante era la llamada a remediar. Tratábase por eso
de descubrir un sistema nuevo y más perfecto de orden social, para implantarlo
en la sociedad desde fuera, por medio de la propaganda, y a ser posible con el
ejemplo, mediante experimentos que sirviesen de modelo. Estos nuevos siste-
mas sociales nacían condenados a moverse en el reino de la utopía; cuanto más
detallados y minuciosos fueran, más tenían que degenerar en puras fantasías.
Engels, Del socialismo utópico al socialismo científico.

La filosofía de Hegel
La influencia filosófica más fuerte que recibieron Marx y Engels fue, sin duda, la
del sistema hegeliano. Por un lado, Marx estaba totalmente de acuerdo con
Hegel en una parte sustancial de su sistema, pero también hubo aspectos fun­-
damentales que no aceptó.
La parte que Marx sí aceptó fue la teoría de la estructura de la realidad. Ésta,
según Hegel, tiene estructura dialéctica. La dialéctica es la esencia de lo real.
La afirmación de que la realidad tiene estructura dialéctica quiere decir
que:

• La realidad es relacional.
• Los hechos son el resultado de un juego de relaciones.
224 Historia de las Doctrinas Filosóficas

• La realidad es procesual, en cuanto que no es fija ni determinada


para siempre.
• Los procesos particulares están regidos por la contradicción, enten-
dida ésta como oposición de contrarios.

Marx también estaba de acuerdo con que la dialecticidad funciona en


el terreno del conocimiento. La razón es obvia: si la realidad es dialéctica, el
cono­cimiento también tiene que serlo para que pueda configurarla.
La parte de la filosofía hegeliana con la que Marx no estaba de acuerdo
es el punto de partida. Para Hegel el punto de partida es la idea o el espíri­
tu. La esencia de la realidad es la idea; por esta razón, todo lo real es racio­
nal. Las manifestaciones materiales del espíritu son algo secundario.
Para Marx el punto de partida es la materia. Las manifestaciones del
espíritu solamente son determinaciones de la materia.
Del desacuerdo sobre la primacía del espíritu o la materia como lo prin-
cipal de la realidad se derivarían otros desacuerdos. Por ejemplo, Hegel
había dicho que el Estado es el origen y motor de la historia; Marx, por
el contrario, sostenía que estas funciones correspondían al proletariado,
etcétera.
Es verdad que entre Hegel y Marx existieron muchos desacuerdos, pero
también es un hecho que sin la filosofía de Hegel el sistema marxista
habría sido imposible.

La economía política
Otra influencia decisiva en la preparación de Marx para la elaboración
de su sistema fueron las teorías económicas de su tiempo, sobre todo las
inglesas.
Marx afirmaba que él no descubrió la existencia de las clases, ni la
existencia de la lucha de clases, sino que estos conceptos se debían a otros
eco­nomistas que hicieron la anatomía económica.
De los economistas, aprendió Marx que el trabajo, como capacidad
pro­ductiva, es una propiedad exclusiva del hombre y que las mercancías
contienen parte del trabajo humano. Los economistas liberales defendían,
además, que existen leyes que regulan la economía en sus aspectos de pro-
ducción y distri­bución. A estas aportaciones de los economistas hay que
agregar las enseñanzas de los historiadores, que nos muestran la estructura
de los movimientos. Marx apreciaba sobre todo la enseñanza histórica de la
Revolución Francesa.
Karl Marx tomó los conceptos económicos anteriores e introdujo en
ellos “algunas modificaciones necesarias”, como decía él.

El marxismo (caracterización general)


Por marxismo entendemos aquí el conjunto de ideas y reflexiones presen-
tadas sistemáticamente por Karl Marx y Friedrich Engels, con el propósito
de ofrecer una teoría explicativa de la realidad social.
Unidad VIII • Positivismo y socialismo 225

De acuerdo con la opinión general, el marxismo o teoría marxista


tiene dos vertientes teóricas: una de carácter filosófico, que se conoce
como materialismo dialéctico; y otra de naturaleza científica, que lleva el Materialismo dialéctico
nombre de materialismo histórico. La primera contiene los fundamentos Fundamento filosófico del
filosóficos del sistema; la segunda presenta la explicación científica de la marxismo.
realidad social, aprovechando los postulados y la cosmovisión que ofrece
la primera.
Como nota aclaratoria conviene tener en cuenta lo siguiente:

• Cuando se habla de marxismo nos referimos al sistema en general


y no únicamente a la aportación de Karl Marx. Materialismo histórico
• De las dos disciplinas mencionadas, una (el materialismo dialécti- Postulado de explicación
co) se debe principalmente a Friedrich Engels y la otra (el materia- científica de la realidad social
lismo histórico) es, en su mayoría, producto de Karl Marx. del marxismo.

Podemos considerar el marxismo desde dos enfoques:

• Como filosofía, nos ofrece una concepción de la realidad. Ésta,


para él, es básicamente materia en movimiento que se desarrolla
dialécticamente. Marxismo
• Como teoría científica es una crítica de la economía, una explica- Designa al conjunto de las
ción del problema social y de la historia. ideas de Marx y Engels in-
tegradas en una teoría relativa
La realidad social es un complejo de superestructuras, fundadas todas al problema social.
sobre una estructura que es la producción. Dicha estructura permite en­-
­ten­der la historia, que en su esencia no es más que la historia de la lucha
de clases.

Materialismo dialéctico
Materialismo
La disciplina filosófica del marxismo es el materialismo dialéctico. Hay
dos términos clave: “materialismo” y “dialéctico”. En este apartado nos
ocuparemos solamente del primero.
Siempre ha habido materialismo, pero en cada momento o sistema
se presenta con matices específicos. El materialismo inmediato anterior
al ma­te­rialismo marxista fue el de Ludwig Feuerbach. Están tan relacio-
nados el uno con el otro que algunos historiadores y comentaristas han
llegado a pensar que Marx lo tomó de Feuerbach, pero no es así. Para que
no hubiera duda de que ambos materialismos son muy diferentes, Marx
escribió un libro (Las tesis sobre Feuerbach) en donde critica la posición
materialista de este filósofo.
Según Engels, el materialismo de Marx es una concepción general del
mundo, de acuerdo con la cual lo único real es la naturaleza; ésta existe
independientemente de toda filosofía. Fuera de la naturaleza y de los
hombres, nada existe.
226 Historia de las Doctrinas Filosóficas

La concepción materialista de Marx se va afinando al hacer el análisis


crí­tico de la posición de Feuerbach. La primera crítica, probablemente
la más fuerte, que Marx hizo al materialismo feuerbachiano se refiere al
carácter mecanicista, porque todo lo quiere explicar recurriendo a causas
que produ­cen siempre los mismos efectos. Dentro de este materialismo
hay determinaciones fijas; Marx, por el contrario, defiende que en la reali-
dad, incluyendo la materia, siempre hay procesos y desarrollos que llevan
a la superación de etapas anteriores.
El materialismo marxista concibe al hombre principalmente activo y
prác­tico, no sólo como un ser contemplativo. Por esta razón, la tarea prin-
cipal del filósofo no es la de interpretar el mundo, sino la de transformarlo.
El propósito principal de Marx, al no aceptar el materialismo de Feuer-
bach, fue evitar cierto idealismo subterráneo y manifestar su desacuerdo con
la in­su­ficiente crítica feuerbachiana a la alienación religiosa y, en general,
a la fi­lo­sofía de Hegel. Por último, lo que mejor caracteriza el materialismo de
Karl Marx (1818-1883). Marx es su carácter dialéctico.
Nació en Tréveris (Alema- Leamos ahora las tesis de Marx acerca de Feuerbach:
nia), en una familia judía.
Fundó en París el Anuario
1. La falla fundamental de todo el materialismo precedente (incluyendo el de
germano-francés, con la
Feuerbach) reside en que sólo capta la cosa, la realidad, lo sensible, bajo la
pretensión de reformar la
forma de objeto o de la contemplación, no como actividad humana sensorial,
filosofía hegeliana. En esta
práctica; no de un modo subjetivo. De ahí que el lado activo fuese desarrollado
misma ciudad conoció a
de un modo abstracto, en contraposición al materialismo, por el idealismo,
Proudhon y sus doctrinas
el cual, naturalmente, no conoce la actividad real, sensorial, en cuanto tal.
socialistas. Expulsado de
Feuerbach aspira a objetos sensibles, realmente distintos de los objetos con-
París, se fue a Londres,
ceptuales, pero no concibe la actividad humana misma como una actividad
donde, con su amigo y
objetiva (gegenstädliche). Por eso en La esencia del cristianismo sólo se considera
colaborador Friedrich En-
como auténticamente humano el comportamiento teórico, y en cambio la
gels, vivió hasta su muerte.
práctica se capta y se plasma bajo su sucia forma judía de manifestarse.
Sus obras principales
De ahí que Feuerbach no comprenda la importancia de la actividad revo-
son: Miseria de la filosofía,
lucionaria, de la actividad crítico-práctica.
Crítica de la filosofía del
2. El problema de si puede atribuirse al pensamiento humano una verdad
Estado de Hegel, Manuscritos
objetiva no es un problema teórico, sino un problema práctico. Es en la
económico-filosóficos, Las
práctica donde el hombre debe demostrar la verdad, es decir, la realidad y el
tesis sobre Feuerbach y El
poder, la terrenalidad de su pensamiento. La disputa en torno a la realidad
capital. En colabo­ración con
o irrealidad del pensamiento —aislado de la práctica— es un problema
Engels, escribió: Manifiesto
puramente escolástico.
comunista, La sagrada fa-
3. La teoría materialista del cambio de las circunstancias y de la educación
milia, La ideología alemana,
olvida que las circunstancias las hacen cambiar los hombres y que el edu-
Contribución a la crítica de la
cador necesita, a su vez, ser educado. Tiene, pues, que distinguir en la socie-
economía política.
dad dos partes, una de las cuales se halla colocada por encima de ella.
La coincidencia del cambio de las circunstancias, con el de la actividad
humana o el cambio de los hombres mismos, sólo puede concebirse y
entenderse racionalmente como práctica revolucionaria.
4. Feuerbach parte del hecho de la autoenajenación religiosa, del desdobla­
miento del mundo en un mundo religioso y otro terrenal. Su labor consiste
en reducir el mundo religioso a su fundamento terrenal. Pero el hecho de que el
fundamento terrenal se separe de sí mismo, para plasmarse como un reino
independiente que flota en las nubes, es algo que sólo puede explicarse por
el propio desgarramiento y la contradicción de este fundamento terrenal
Unidad VIII • Positivismo y socialismo 227

con­sigo mismo. Por ende, es necesario tanto comprenderlo en su propia con­


tra­dicción, como revolucionario prácticamente. Así, pues, por ejemplo, después
de descubrir la familia terrenal como el secreto de la familia sagrada, hay que
aniquilar teórica y prácticamente la primera.
5. Feuerbach no se da por satisfecho con el pensamiento abstracto y recurre a
la contemplación (anschauung); pero no concibe lo sensorial como activi-
dad sensorial humana práctica.
6. Feuerbach resuelve la esencia religiosa en la esencia humana. Pero la esencia
humana no es algo abstracto e inmanente a cada individuo. Es, en su rea­
lidad, el conjunto de las relaciones sociales.
Feuerbach, que no entra en la crítica de esta esencia real, se ve, por lo tanto,
obligado:
a) A prescindir del progreso histórico, plasmando el sentimiento religioso
de por sí y presuponiendo un individuo humano abstracto aislado.
b) La esencia sólo puede concebirse, por lo tanto, de un modo —genéri-
co—, como una generalidad interna, muda, que une de un modo natural
a los muchos individuos.
7. Feuerbach no ve, por lo tanto, que el sentimiento religioso es, a su vez, un
producto social, y que el individuo abstracto que él analiza pertenece a una
determinada forma de sociedad.
8. Toda vida social es esencialmente práctica. Todos los misterios que inducen
a la teoría, al misticismo, encuentran su solución racional en la práctica
humana y en la comprensión de esta práctica.
9. Lo más a que puede llegar el materialismo contemplativo, es decir, el que
no concibe lo sensorial como una actividad práctica, es a contemplar a los
diversos individuos sueltos y a la sociedad civil.
10. El punto de vista del materialismo antiguo es la sociedad civil; el del mate-
rialismo moderno, la sociedad humana o la humanidad social.
11. Los filósofos se han limitado a interpretar el mundo de distintos modos; de
lo que se trata es de transformarlo.
Marx, Tesis sobre Feuerbach.

Dialéctica
En lo que respecta a la concepción del mundo, la idea cardinal del mar-
xismo es la dialéctica. Ésta se basa en la dialéctica de Hegel, pero sólo en
su aspecto revolucionario.
La última frase nos está indicando que Marx aceptó la dialéctica hege-
liana en su estructura y leyes esenciales, pero que no está de acuerdo con Dialéctica marxista
algunos aspectos. Veamos primero las modificaciones que el marxismo La misma dialéctica concebida
intro­dujo, o sea, el enfoque revolucionario. por Hegel, aunque invertida.
La modificación sustancial que Marx hace a la dialéctica hegeliana está Para Hegel, el sujeto de la
en el punto de partida. Para Hegel, el sujeto de la dialéctica es el espíritu; dialéctica es el espíritu; para
Marx, son la materia y la reali-
aquélla es el despliegue de éste. Para Marx el sujeto es la materia y la rea-
dad social.
lidad social, porque esto es lo verdaderamente real; las manifestaciones
del espíritu sólo son determinaciones de la materia.

Escribió Karl Marx en El capital:


El hecho de que la dialéctica sufra en manos de Hegel una mistificación no
obsta para que este filósofo fuese el primero en exponer de un modo amplio
228 Historia de las Doctrinas Filosóficas

y consciente sus formas generales de movimiento. Lo que ocurre es que la


dialéctica aparece en él invertida, puesta cabeza abajo. No hay más que darle
la vuelta, mejor dicho, ponerla de pie, y en seguida se descubre, bajo la corteza
mística, la semilla racional.

Otras variantes, no fundamentales como la anterior, son las que se refieren


a la interpretación y el manejo de algunas categorías dialécticas; por ejemplo:

1. Respecto de la categoría “inmediatez-mediación”, Marx negaba que


todo objeto que se presenta como inmediato haya sido el resultado
de una mediación. Esto se advierte de manera especial en la natura-
leza, donde cualquiera de sus manifestaciones es inmediata.
2. En la categoría de la totalidad también hay diferente interpretación.
Hegel se refería a una totalidad de espíritu y razón; Marx opinaba
que esta cate­goría se refería a la totalidad natural-social, esto es, a la
totalidad de la sociedad de clases.
3. Marx aceptaba la relación o el movimiento de contradicción y
negatividades, pero entendidos como algo que se da en la realidad
y no como algo puramente conceptual o lógico.

Veamos ahora lo que sí aceptó el marxismo de la dialéctica hegeliana.


En primer lugar estaba de acuerdo con que la dialéctica es la esencia misma
de la realidad (naturaleza y sociedad). La dialéctica es el proceso mediante
el cual se llega a ser y se deja de ser, es decir, es un incesante movimiento
y cambio con sus relaciones consecuentes.
El segundo punto en el que está de acuerdo es que la dialéctica se rige
por tres leyes, cuyas propiedades son:

•  undamentales, porque en ellas se apoya todo el sistema materialis-


F
ta del marxismo.
• Universales, ya que a ellas se ajustan todos los fenómenos y objetos
de la naturaleza.
• Objetivas, pues no dependen del hombre.
Las leyes dialécticas son tres:

1. Ley de la unidad y lucha de los contrarios


2. Ley de la transición de la cantidad a la cualidad y viceversa
3. Ley de la negación de la negación

Las tres leyes dialécticas


Ley de la unidad y lucha de los contrarios  De acuerdo con esta ley, todos
los seres y sucesos en la naturaleza poseen parejas de opuestos o contra-
rios internos, que se hallan unidos y simultáneamente en lucha.
Los contrarios se dan en la materia y sus derivados: conciencia, pen-
samiento, sociedad, etcétera. La lucha entre esos contrarios es la causa
transformadora, ya que ella propicia todo movimiento o cambio que se
da en la realidad.
Unidad VIII • Positivismo y socialismo 229

Como prueba de la existencia objetiva de la unidad y lucha de los contra­


rios, Engels, en su Dialéctica de la naturaleza, ofrece una serie de ejemplos:

• En física encontramos luz y oscuridad, electricidad positiva y nega-


tiva, propiedades corpusculares y ondulatorias.
• En biología: herencia y adaptación, excitación e inhibición, asimila­
ción y desasimilación.
• En historia: lucha de clases, propiedad privada y propiedad común.
• En filosofía: esencia y fenómeno, materia y forma, acto y potencia.
ley del tránsito de la cantidad a la cualidad y viceversa  De acuerdo con
esta ley, el aumento o la disminución en la cantidad de materia influyen Salto cualitativo
en el cambio de cualidad o esencia de las cosas. Momento cuando se produce
Generalmente los cambios en la cantidad son progresivos, mientras el tránsito de una cualidad
a otra.
que los cambios cualitativos son revolucionarios porque transforman
una cosa en otra esencialmente distinta.
Todos los seres tienen su conjunto específico de propiedades, y este con-
junto, a la vez, es inseparable de ciertos aspectos cuantitativos. Cuando la
cantidad aumenta en ciertas proporciones, entonces se produce un cambio
en la cualidad o esencia del objeto.
Al momento en que se produce el tránsito de una cualidad a otra, se le
llama salto cualitativo. Los principales saltos que se han dado en la natura­
leza son: el tránsito de la materia bruta al vegetal; el paso del vegetal al Leyes dialécticas
animal, y la transformación del animal en ser humano. La realidad dialéctica se rige
El paso de una cualidad a otra es un mejoramiento porque, al adquirir por tres leyes fundamentales y
una nueva cualidad, ésta resulta superior a las anteriores. universales: la de la unidad
y lucha de los contrarios, la
ley de la negación de la negación  Esta ley preside todos los cambios de
de la transición de la cantidad
la naturaleza y representa el paso de lo viejo a lo nuevo. Mediante esta a la cualidad y viceversa, y
ley se forman los ciclos dialécticos, que forman la espiral ascendente del la ley de la negación de la
progreso y la superación. negación.
Cada ciclo dialéctico comprende tres fases:
En la primera fase, que es la de tesis, se presenta un elemento afirmati-
vo que propone la existencia de alguna cosa.
En la segunda fase, que es la de antítesis, aparece un segundo contrario
que desplaza o niega al anterior.
En la tercera fase, que es la de síntesis, se presenta un tercer elemento
que niega al segundo, es decir, aquí ya hay negación de la negación. Este
tercer contrario tratará de conjuntar lo que haya de bueno en cada una Ciclo dialéctico
de las dos primeras posiciones. Comprende tres fases: tesis,
Según el marxismo, toda la realidad se mueve dialécticamente. Las antítesis y síntesis.
relaciones internas de los objetos, fenómenos y procesos culminan
siempre en una transformación sintética que constituye el progreso en los
distintos órdenes y campos.
Leamos ahora un texto de Friedrich Engels relativo a este tema:

Las leyes de la dialéctica se abstraen, por lo tanto, de la historia de la naturale-


za y de la historia de la sociedad humana. Dichas leyes no son, en efecto, otra
cosa que las leyes más generales de estas dos fases del desarrollo histórico y
230 Historia de las Doctrinas Filosóficas

del mismo pensamiento. Se reducen, en lo fundamental, a tres:


Ley del trueque de la cantidad en cualidad, y viceversa;
Ley de la penetración de los contrarios;
Ley de la negación de la negación.
Las tres han sido desarrolladas por Hegel, en su versión idealista, como simples
leyes del pensamiento: la primera, en la primera parte de la Lógica, en la doctrina
del ser; la segunda ocupa toda la segunda parte, con mucho la más importante de
todas, de su Lógica: la teoría de la esencia; la tercera, finalmen­te, figura como la ley
fundamental que preside la estructura de todo el sistema. El error reside en que
estas leyes son impuestas, como leyes del pensamiento, a la naturaleza y a la his-
toria, en vez de derivarlas de ellas. De ahí proviene toda la construcción forzada y
que, no pocas veces, pone los pelos de punta: el mundo, quiéralo o no, tiene que
organizarse con arreglo a un sistema discursivo, que sólo es, a la vez, producto
de una determinada fase de desarrollo del pensamiento humano. Pero, si inver-
timos los términos, todo resulta sencillo y las leyes dialécticas, que en la filosofía
idealista parecían algo extraordina­riamente misterioso, resultan inmediatamente
sencillas y claras como la luz del sol.
No nos proponemos escribir aquí un tratado de dialéctica, sino simplemen­
te demostrar que las leyes dialécticas son otras tantas leyes reales que rigen el
desarrollo de la naturaleza y cuya vigencia es también aplicable, por lo tanto,
a la investigación teórica natural. No podemos, por consiguiente, entrar a
es­tudiar la conexión interna de estas leyes entre sí.
Engels, Dialéctica de la naturaleza.

Historia Materialismo histórico


La teoría marxista postula
que, en sentido estricto, es la La historia (concepto y categorías)
historia de la lucha de clases,
o bien, es la historia de las Como el materialismo histórico es la disciplina científica del sistema
relaciones económicas de pro- marxista, y el materialismo dialéctico la disciplina filosófica, es el pri-
ducción. Su motor principal es mero al que le corresponde formular la teoría explicativa del fenómeno
el proletariado. histórico-social.
Marx concebía la historia como la historia de las relaciones econó-
micas de producción. Antes se consideraba que el hombre se compor-
taba pasivamente frente a la historia, de manera que sólo aquellos que
destacaban como personalidades eran sus autores auténticos. Así, según
la concepción antigua, la historia se reducía a los hechos de los grandes
Proletariado personajes.
Clase de los trabajadores in- En la teoría marxista la historia depende del hombre y su trabajo; por
dustriales. Después se amplió consiguiente, el proletariado, como autor de las revoluciones sociales, es
el concepto para abarcar tam- el principal motor de la historia. Esta teoría se basa en ciertos conceptos
bién a todo trabajador asa- y en el funcionamiento de algunas categorías.
lariado que tuviera estas dos Para entender mejor dichas categorías conviene recordar el contenido
características: la no posesión de los siguientes conceptos:
de los medios de producción y
el tener conciencia de clase.
Proletariado. Es la clase de los trabajadores industriales. Después se
am­plió el concepto para abarcar también a todo trabajador asalariado
que tu­viera estas dos características: la no posesión de los medios de
producción y tener conciencia de clase.
Unidad VIII • Positivismo y socialismo 231

Agente de producción. Es el individuo o conjunto de individuos que, de


una u otra forma, participan en el proceso de producción.
Relaciones de producción. Son las que surgen en el proceso de producción Agente de producción
y que dependen tanto de los agentes como de los medios. Las relaciones Individuo o conjunto de
pue­den ser técnicas o sociales. individuos que, de una u
Relaciones técnicas. Son las distintas formas de control que los agentes otra forma, participan en el
de la producción ejercen sobre los medios o instrumentos. proceso de producción.
Relaciones sociales. Son las que se establecen entre los que participan en
el proceso de producción, o sea, entre los agentes. Éstos pueden ser propie­
tarios o no propietarios de los medios de producción. Puede haber dos tipos
de relación: la de explotación-explotado y la de colaboración recíproca. La
pri­mera se da cuando los propietarios de los medios viven del trabajo de los Relaciones de producción
agentes directos (no propietarios); la segunda relación existe entre los agen- Las que surgen en el proceso
tes cuando la propiedad de los medios no es privada sino colectiva. de producción y que depen-
Fuerza productiva. Es el trabajo o la capacidad de producir que tiene el den tanto de los agentes
hombre. como de los medios (las
Las principales categorías que integran la nueva teoría de la historia relaciones pueden ser técnicas
son: estructura económica, superestructura, modo de producción, forma- o sociales).
ción so­cial y revolución social.
Estructura económica. Esta categoría se refiere al conjunto de las fuerzas
productivas y de las relaciones de producción, presentando dicho con-
junto como la base fundamental de toda la realidad social.
Superestructura. Sobre la estructura económica se levantan una serie de Relaciones técnicas
estructuras que configuran la conciencia; por ejemplo, las religiosas, las Las distintas formas de control
políticas, las jurídicas, las artísticas, etcétera. El conjunto de estas ideas que los agentes de la produc-
constituye la superestructura. ción ejercen sobre los medios
El modo de producción. Esta categoría se refiere a la totalidad social o instrumentos.
porque engloba tanto a la estructura económica como a las distintas
su­per­es­tructuras sociales. El modo de producción dará también como
resultado que en los individuos y en las clases predomine determinada
formación social.
Revolución social. La categoría histórica de la revolución social nos sirve
para explicar la subversión de las superestructuras, la cual ocurre cuando Relaciones sociales
se destruyen y transforman determinadas relaciones de producción. Las que se establecen entre
quienes participan en el
Teniendo en cuenta lo anterior, la teoría marxista de la historia se
proceso de producción, es
puede concretar en las siguientes tesis: decir, entre los agentes.

1. El factor determinante de la historia es la relación entre las fuerzas


productivas y las relaciones de producción, de manera que la his-
toria de toda sociedad es, en último término, la historia de la lucha
de clases.
2. Según Engels, decir que el factor económico es el único determi- Fuerza de trabajo
nante de la historia es una frase abstracta y vacía, ya que hay una Capacidades física y mental
relación dialéctica entre la infra y la superestructura. que tiene el hombre para
producir.
3. El fin al que se dirige la historia es la desaparición de las clases y la
ins­tauración del comunismo. Esto acabará con las alienaciones y
permitirá la realización del hombre.
232 Historia de las Doctrinas Filosóficas

Leamos ahora algunos pasajes acerca de la producción, escritos por


Marx:
Estructura económica
Conjunto de las fuerzas pro- Toda la historia de la sociedad humana, hasta hoy día, es una historia de luchas
ductivas y de las relaciones de de clases.
producción, donde dicho con- Libres y esclavos, patricios y plebeyos, barones y siervos de la gleba,
junto es la base fundamental maestros y oficiales; en una palabra, opresores y oprimidos, frente a frente,
de toda la realidad social. siempre, empeñados en una lucha ininterrumpida, velada unas veces, y otras,
franca y abierta, en una lucha que conduce en cada etapa a la transformación
revolucionaria de todo el régimen social o al exterminio de ambas clases
beligerantes.
En los tiempos históricos nos encontramos a la sociedad dividida casi por
doquier en una serie de estamentos, dentro de cada uno de los cuales reina, a la
vez, una nueva jerarquía social de grados y posiciones. En la Roma antigua son
Superestructura los patricios, los équites, los plebeyos, los esclavos; en la Edad Media, los seño-
res feudales, los vasallos, los maestros y los oficiales de los gremios, los siervos
La que se levanta sobre la
de la gleba, y dentro de cada una de esas clases todavía nos encontramos con
estructura económica y que
nuevos matices y gradaciones.
configura la conciencia;
por ejemplo, la religión, la La moderna sociedad burguesa que se alza sobre las ruinas de la sociedad
política, lo jurídico, lo artístico, feudal no ha abolido los antagonismos de clase. Lo que ha hecho ha sido crear
etcétera. nuevas clases, nuevas condiciones de opresión, nuevas modalidades de lucha,
que han venido a sustituir a las antiguas.
Sin embargo, nuestra época, la época de la burguesía, se caracteriza por haber
simplificado estos antagonismos de clase. Hoy, toda la sociedad tiende a sepa­
rarse, cada vez más abiertamente, en dos grandes campos enemigos, en dos
grandes clases antagónicas: la burguesía y el proletariado.
Marx y Engels, Manifiesto del Partido Comunista.
Modo de producción
El marxismo plantea que es El resultado general a que llegué y que, una vez obtenido, me sirvió de guía
la totalidad social, porque para mis estudios puede formularse brevemente de este modo: en la produc-
engloba tanto a la infraes- ción social de su existencia, los hombres entran en relaciones determinadas,
tructura económica como a necesarias, independientes de su voluntad; estas relaciones de producción
las distintas superestructuras corresponden a un grado determinado de desarrollo de sus fuerzas produc-
sociales. tivas materiales. El conjunto de estas relaciones de producción constituye la
estructura económica de la sociedad, la base real sobre la cual se eleva una
super­estructura jurídica y política, y a la que corresponden formas sociales
deter­minadas de conciencia. El modo de producción de la vida material
con­diciona el proceso de vida social, política e intelectual en general. No es
la conciencia de los hombres la que determina la realidad; por el contrario,
la realidad social es la que determina su conciencia. Durante el curso de su
de­sarrollo, las fuerzas productoras de la sociedad entran en contradicción con
Revolución social las relaciones de producción existentes, o, lo cual no es más que su expresión
Categoría útil para explicar la jurídica, con las relaciones de propiedad, en cuyo interior se habían movido
subversión de las superestruc- hasta entonces. De formas de desarrollo de las fuerzas productivas que eran,
turas, la cual ocurre cuando estas relaciones se convierten en trabas de estas fuerzas. Entonces se abre una
se destruyen y transforman era de revolución social. El cambio que se ha producido en la base económica
determinadas relaciones de trastorna más o menos lenta o rápidamente toda la colosal superestructura. Al
producción. considerar tales trastornos importa siempre distinguir entre el trastorno mate-
rial de las condiciones económicas de producción —que se debe comprobar
fielmente con ayuda de las ciencias físicas y naturales— y las formas jurídicas,
políticas, religiosas, artísticas o filosóficas; en una palabra, las formas ideoló-
Unidad VIII • Positivismo y socialismo 233

gicas, bajo las cuales los hombres adquieren conciencia de este conflicto y lo
resuelven.
Marx, Contribución a la crítica de la economía política.

El ser del hombre y el trabajo enajenado


Probablemente la crítica más fuerte que Marx hizo al sistema capitalista
fue la afirmación y demostración de que en este tipo de economía el Hombre
hombre se enajena, se pierde a sí mismo. Es un ser que tiene concien-
Para entender lo anterior recordemos qué es el hombre para Marx y cia, tiene historia y, por lo
mismo, tiene que hacerse
cuáles son las notas que caracterizan al capitalismo.
hombre, es decir, hu-
Al hombre hay que entenderlo como un ser natural y, como tal, es manizarse. Es un ser sociable
un ser que tiene fuerzas naturales. La naturaleza humana no es fija. El y político porque su esencia
hombre es un ser que tiene conciencia, tiene historia y, por lo mismo, debe consiste en las relaciones
hacerse hombre, es decir, humanizarse. sociales que básicamente son
Entre las fuerzas que el hombre posee la principal es el trabajo (fuerza relaciones de producción.
productiva). Esta capacidad de producir es lo que constituye la esencia
humana; ella lo distingue de los animales. Cuando decimos que la praxis
configura el ser del hombre y de la vida social en general, damos a dicho
término el sentido de producción. El hombre es sociable y político por-
que su esencia consiste en las relaciones sociales que, básicamente, son
relaciones de producción.
En cuanto a la economía capitalista, he aquí sus principales carac- Enajenación
terísticas: Marx menciona que el
trabajador pone su vida en el
• De los valores que posee un objeto (valor de uso y valor de cam- objeto que produce; a partir
bio), el único que le interesa es el que lo convierte en mercancía, es de esa transferencia, su vida
no le pertenece a él sino al
decir, el valor de cambio, porque el lema fundamental es producir
objeto. Por tal razón, al quedar
y comprar para vender. enajenado el trabajo de una
• Ley de la oferta y la demanda. De acuerdo con esta ley, el precio persona, ella misma queda
de la mercancía aumenta o disminuye, no por su valor intrínseco, enajenada.
sino en razón inversa de su abundancia o escasez.
• Lo que determina el valor de una mercancía es la cantidad de tra-
bajo socialmente necesario para producirla.
• La plusvalía es la forma típica de la producción de la ganancia capi-
talista, y consiste en que al trabajador no se le paga todo el valor
del trabajo que él incorpora en el producto (mercancía). Las canti-
dades de trabajo no retribuidas se acumulan y forman el capital.
Plusvalía
Al observar los elementos de la economía capitalista advertimos que Forma típica de la producción
uno de sus resultados es la alienación del trabajo y, por ende, la aliena- de la ganancia capitalista y
ción del hombre. consiste en que al trabajador
La alienación, en sentido económico, es la transferencia que, de cierta no se le paga todo el valor del
pro­piedad, una persona hace a otra. Para que haya alienación se necesitan trabajo que incorpora en el
producto.
dos personas entre las cuales se establezca la relación. Para que se inicie la
relación es indispensable que una de ellas ejecute la acción productiva, es
decir, el trabajo, y la otra posea los medios de producción.
234 Historia de las Doctrinas Filosóficas

Cuando el obrero con su trabajo produce un objeto, éste se le enfrenta


convertido en una mercancía que no puede adquirir, pues la cantidad
Trabajo que se le paga por su trabajo es menor que el precio que se le da al objeto.
Marx lo definió como la El hombre, al realizar el objeto, se desrealiza a sí mismo. El trabajador
fuerza principal que posee el pone su vida en el objeto, pero a partir de ese momento dicha vida ya
hombre. Esta capacidad de no le pertenece a él sino al objeto. Por esta razón, al quedar enajenado el
producir es lo que constituye trabajo de una persona, ella misma queda enajenada.
la esencia humana.
Leamos ahora un análisis de Karl Marx relativo a este tema:

El obrero es más pobre cuanto más riqueza produce, cuanto más crece su
producción en potencia y en volumen. El trabajador se convierte en una mer-
cancía tanto más barata cuantas más mercancías produce. La desvalorización
del mundo humano crece en razón directa de la valorización del mundo de las
cosas. El trabajo no sólo produce mercancías; se produce también a sí mismo
y al obrero como mercancía, y justamente en la proporción en que produce
Alienación mercancías en general.
Transferencia que de cierta Este hecho, por lo demás, expresa: el objeto que el trabajo produce, su pro-
propiedad, una persona hace ducto, se enfrenta a él como un ser extraño, como un poder independiente del
a otra. productor. El producto del trabajo es el trabajo que se ha fijado en un objeto,
que se ha hecho cosa; el producto de la objetividad del trabajo. La realización
del trabajo es su objetivación. Esta realización del trabajo aparece en el estadio de
la economía política como desrealización del trabajador, la objetivación como
pérdida del objeto y servidumbre a él, la apropiación como ex­traña­miento,
como enajenación.
Hasta tal punto aparece la realización del trabajo como desrealización del
trabajador, que éste es desrealizado hasta llegar a la muerte por inanición. La
objetivación aparece hasta tal punto como pérdida del objeto, que el trabajador
es despojado de los objetos más necesarios no sólo para su vida sino para su tra-
bajo. (El trabajo mismo se convierte en un objeto del que sólo puede apoderarse
con los mayores esfuerzos y con interrupciones muy irregu­lares). La apropiación
del objeto aparece como enajenación que cuanto más objetos produce el obrero,
menos puede poseer y más cae bajo el dominio de lo que produce: del capital.
Marx, Manuscritos económico-filosóficos.

Diferentes tipos de socialismo


La historia registra varios tipos de socialismo y de vida comunitaria. Un
ejemplo es la vida de bienes compartidos que trataron de llevar los prime-
ros cristianos, en el siglo i, bajo la dirección de los apóstoles. En este aparta-
do nos ocuparemos únicamente de los principales tipos de socialismo que
apa­re­cie­ron en la segunda mitad del siglo xix, o un poco después, como
contra­peso del nacimiento del socialismo científico de Marx y Engels.
Socialismo cristiano. Este tipo de socialismo en realidad se inicia en la
pri­mera mitad del siglo xix; su anhelo era un vivir socialista basado en
los principios del cristianismo. Cuando la ideología marxista empezó
a adquirir prestigio se formó una corriente democrática en las filas del
socialismo cristiano, que tenía como objetivo el incremento de la lucha
por la paz y el progreso social.
Unidad VIII • Positivismo y socialismo 235

Socialismo de cátedra. Un grupo de profesores alemanes se propusieron


dar bases teóricas a una posible transformación pacífica del capitalismo
en socialismo. A este movimiento ideológico, que apareció en la segunda
mitad del siglo xix, se le conoció como socialismo de cátedra y lo encabe-
zaron L. Stein, A. Wagner y G. Schmoller.
Socialismo democrático. En el Congreso de Francfort, celebrado por la
Inter­nacional Socialista en 1951, se delineó una variante ideológica, en
cierta forma opuesta al marxismo-leninismo. La nueva ideología se presen-
tó bajo el rubro de socialismo democrático y tenía la pretensión de entron-
car con las raíces teóricas del neokantismo. Según la nueva concepción, el
socialismo no es un producto lógico del desarrollo histórico-cultural, sino
un ideal accesible a todos los sectores de la sociedad. El problema de la
transformación socia­lista de la sociedad es sobre todo un problema moral
que se puede y debe resolver mediante la educación de la sociedad en el
espíritu socialista; por consiguiente, no son aconsejables la lucha de clases
ni la revolución.
Socialismo ético. Dentro del socialismo democrático, la corriente de dere-
cha propuso a la vez otra variante socialista: el socialismo ético. Sus Socialismo utópico
defensores fueron los neokantianos Paul Natorp y Hermann Cohen,
Toda doctrina social que se
quienes trata­ron de acoplar los principios del socialismo con la filosofía basa en la posesión comunita-
moral de Emmanuel Kant. Esta teoría hace a un lado los postulados bási- ria, en la obligación de trabajo
cos del marxismo y propone como problema principal la realización de para todos los miembros de la
los valores morales y el perfeccionamiento de la humanidad. sociedad y en la distribución
Socialismo utópico. Ya nos referimos a este tipo de socialismo al ini- equitativa de los bienes.
cio de la presente unidad. Aquí, por vía de aclaración, nos permitimos Saint-Simón, Fourier y Owen
fueron importantes socialistas
recordar que el término utopía lo empleó por primera vez Tomás Moro, utópicos.
para designar una isla imaginaria en la que se desarrolló una sociedad
ideal. En general, el nombre de socialismo utópico hace referencia a toda
doctrina social que se basa en la posesión comunitaria, en la obligación de
trabajo para todos los miembros de la sociedad y en la distribución equita-
tiva de los bienes.
Comunismo. De acuerdo con el marxismo-leninismo, el comunismo
es la etapa superior del desarrollo social, siendo el socialismo la primera
fase. En realidad, socialismo y comunismo solamente se distinguen por
el grado de madurez económica, social y espiritual.
En la fase socialista todavía hay dos formas de propiedad: la del pue-
Comunismo
blo y la del grupo; existen dos clases fundamentales: los obreros y los
campesinos; y hay un grupo especial: el de los intelectuales, lo cual da Según el marxismo, etapa
superior del desarrollo social,
lugar a dos tipos de trabajo: el manual y el intelectual.
previa a ella se encuentra el
En la fase desarrollada del socialismo aparecerá el comunismo. En él socialismo como primera fase.
se perfeccionarán todas las relaciones sociales, desaparecerán las diferen- En el comunismo no existirían
cias anteriores entre obreros y campesinos, entre trabajo manual e inte- las clases sociales ni el Estado.
lectual. En esta etapa, la sociedad funciona sobre la base de autogestión
y con la conciencia de que el libre desenvolvimiento de cada uno es la
condición para el libre desenvolvimiento de todos.
Unidad VIII • Positivismo y socialismo 237

Ejercicios del capítulo 12

Aplicación
1. Elabora un pequeño libro en el que escribas los principales puntos acerca del marxismo. Deberá con-
tener portada, contraportada con una descripción breve de la obra, índice de contenido, introducción,
temas, biografías, imágenes, bibliografía y glosario. En este espacio elabora la descripción del mismo.

Información general
1. Eli­ge la al­ter­na­ti­va co­rrec­ta:

Las leyes de la dialéctica se , por lo tanto, de la historia de la naturaleza y de la historia


1 abstraen / enajenan
de la sociedad humana. Dichas leyes no son, en efecto, otra cosa que las leyes más ge­nerales de estas dos

fases del desarrollo histórico y del mismo pensamiento. Se reducen, en lo , a tres:


2 fundamental / esencial
Ley del trueque de la cantidad en cualidad, y viceversa;

Ley de la penetración de los contrarios;

Ley de la negación de la negación.



238 Historia de las Doctrinas Filosóficas

Las tres han sido desarrolladas por Hegel, en su versión idealista, como simples leyes del pensa­miento: la

primera, en la primera parte de la Lógica, en la doctrina del ser; la segunda ocupa toda la segunda parte,

con mucho la más importante de todas, de su Lógica: la de la esencia; la tercera,


3 teoría / hipótesis
finalmente, figura como la ley fundamental que la estructura de todo el sistema. El error
4 preside / rige
en que estas leyes son impuestas, como leyes del pensamiento, a la naturaleza y a
5 reside / consiste
la historia, en vez de de ellas. De ahí proviene toda la
6 derivarlas / bifurcarlas 7 construcción / destrucción
forzada y que, no pocas veces, pone los pelos de punta: el mundo, quiéralo o no, tiene que organizarse

con arreglo a un sistema , que sólo es, a su vez, producto de una determinada
8 discursivo / disertativo
fase de desarrollo del pensamiento humano. Pero, si invertimos los términos, todo resulta sencillo y las

leyes dialécticas, que en la filosofía idealista parecían algo extra­ordinariamente misterioso, resultan inme-

diatamente sencillas y claras como la luz del sol.

No nos proponemos escribir aquí un tratado de dialéctica, sino simplemente demostrar que las leyes dia-

lécticas son otras tantas leyes reales que rigen el desarrollo de la naturaleza y cuya es
9 vigencia / validez
también aplicable, por lo tanto, a la investigación teórica natural. No podemos, por
10 consiguiente / antecedente
, entrar a estudiar la conexión interna de estas leyes entre sí.

Engels, Dialéctica de la naturaleza.

1. ¿Qué debemos entender por marxismo?


2. ¿Quiénes son los socialistas utópicos?


3. ¿Cuál es la influencia filosófica más fuerte sobre Marx?


4. ¿Cuáles son las dos disciplinas teóricas del marxismo y a quién se deben?

5. ¿Cuál es el contenido de las dos disciplinas teóricas del marxismo?


6. Menciona los socialismos diferentes del socialismo científico de Karl Marx.




Unidad VIII • Positivismo y socialismo 239

Precisión conceptual

1. ¿Por qué a Saint-Simon, Fourier y Owen, Engels los calificó como socialistas utópicos?

2. ¿Qué es lo característico del materialismo marxista?


3. Según Marx, ¿cuál es la falla fundamental del materialismo precedente?


4. ¿Qué propiedades, según Engels, tienen las tres leyes dialécticas?


5. Explica los ciclos dialécticos que forman la espiral del progreso.


Comparación conceptual

1. ¿En qué estaban de acuerdo Marx y Hegel y en qué no respecto de la dialéctica?


2. ¿Qué debe Marx a los economistas ingleses?


3. ¿Hay o no relación entre estos conceptos: proletariado, agente de producción, relaciones de producción?

4. ¿Cuál es la diferencia principal entre el socialismo utópico y el socialismo científico?


Comentario filosófico
Comenta brevemente las siguientes afirmaciones:

1. La estructura económica es la base de la realidad social.



2. Toda la realidad se mueve dialécticamente.

3. “La plusvalía enajena al hombre”.



También podría gustarte