El Problema Razón-Fe en La Edad Media
El Problema Razón-Fe en La Edad Media
El Problema Razón-Fe en La Edad Media
Esta religión lo que va a plantear es una nueva mentalidad, que va en contra del pensamiento
grecorromano.
El nacimiento del cristianismo trae conflictos con la filosofía, ya que esta última trataba de explicar la
realidad mediante la razón, buscaba las causas. La filosofía necesita una demostración de las cosas
para creérselas.
En el cristianismo hay una serie de verdades que uno tiene que creer, también llamadas Dogmas.
Estas verdades no se pueden demostrar, hay que creérselas, tener fe; Dios nos las ha dado a
nosotros, nos las ha revelado y son verdades impepinables.
El problema entre ambas se produce cuando empiezan a chocar sus ideas.
Las religiones anteriores al cristianismo son naturalistas, en cambio el cristianismo es una religión
revelada. Las naturalistas cogen elementos de la naturaleza y los convierte en algo divino
(antropomorfización).
El problema comienza con las reveladas, en este caso el cristianismo.
Para llegar a la consecución de la verdad hay que llevar a cabo unos pasos.
El primer paso consiste en las Artes Liberales, como son la dialéctica, astronomía, etc. El segundo
paso es la filosofía, en la que hay que cultivar la razón y las inquietudes del alma, tiene que ser un
saber práctico, un proceso desde las cosas materiales hacia la intimidad del alma (Dios). La filosofía
es una preparación a la teología. La religión es la culminación de la razón llegando a la fe, aquí se
encontraría la verdad plena acompañada de la felicidad.
San Agustín opina que fe y razón se complementan. Lo que la filosofía no alcanza, la fe sí; “Entiende
para creer, cree para entender”.
Los árabes desarrollaron su propia filosofía, llamada “Falsafa”. Esta es una mezcla de la
filosofía griega con los supuestos islámicos. El objetivo de esta es comprender la fe
revelada.
Los musulmanes eran muy respetuosos con los judíos, ya que dentro del Imperio musulmán
existían muchas ciudades judías.
Averroes dice que, en principio, no debe haber contradicción entre las verdades religiosas y
filosóficas. Si alguien ve alguna contradicción, el problema es de esa persona, de su
conocimiento.
El creyente básico encuentra contradicciones entre ambas verdades, el teólogo también
vería contradicciones entre ambas, pero el filósofo no encontraría ninguna.
Esta teoría fue muy mal recibida en Europa, se llama “teoría de la doble verdad”. Los
europeos piensan que Averroes dice que existen dos verdades, cuando en realidad no es
así.
Sto. Tomás de Aquino escribió “De veritate” en contra de esta teoría.
Ockham no está de acuerdo con Sto Tomás de Aquino, ya que expone que el preámbulo de
la fe no existe, no hay espacio común entre fe y razón. Esto lo justifica diciendo que cada
uno tiene sus propios contenidos y métodos, no hay nada en común entre ellas. Ockham
plantea que son dos mundos completamente distintos. La filosofía no puede explicar la
religión, no puede demostrar nada. Guillermo afirma que ni la existencia de Dios, ni la
inmortalidad del alma pueden ser demostradas por la filosofía.
La religión y la filosofía deben centrarse cada uno en sus asuntos. Con esto lo que consigue
es separar la filosofía y la religión, y darles autonomía e independencia