Apocalipsis
Apocalipsis
Apocalipsis
En el principio de esta sección hay una visión de Jesús. Lo que liga a Jesús con las iglesias es que Él está en medio de
ellas, y los atributos de Jesús en el capítulo uno están repetidos en relación con cada iglesia.
Juan no da una visión romántica de la iglesia, sino muestra lo fuerte y lo débil que es. Un buen ejercicio es listar de las
debilidades y los puntos fuertes que se presentan en la iglesia. (cap. 2 y 3)
Hay una fórmula de siete aspectos que el autor llena: 1) comisión, 2) presentación de Jesús, 3) alabanza de Jesucristo, 4)
reproche de Jesucristo, 5) consejo de Jesucristo, 6) llamamiento y 7) promesa de Jesucristo.
Todas las iglesias también reciben el mensaje, “El que tenga oídos, que oiga lo que es Espíritu dice a las iglesias”
(Apocalipsis 2:7; 2:11; 2:16; 2:29; 3:6; 3:13; y 3:21).
Entonces…la pregunta clave: ¿Qué dice el Espíritu en el resto del libro a la iglesia?
La visión continúa desde 4:1 hasta 8:5. Juan se encuentra en el cielo en todos estos capítulos.
Adoración
En todo, Dios está en el centro sentado en Su trono (47 veces en Apocalipsis). Juan quiere darnos a entender que Dios es
el único soberano. No da una descripción de Dios, sino las actividades y actitudes de los que están alrededor del trono.
Cuando Dios está en el centro de todo nuestras vidas estamos adorando a Dios.
Los 24 ancianos representan los 12 patriarcas y los 12 apóstoles = el pueblo de Dios. Representan la unión de los dos
pactos. La barrera que separaba a los dos pueblos ha sido derrumbada (Efesios 2:11-22). Como los 12 patriarcas dieron
inicio al pueblo en el Antiguo Pacto, los doce apóstoles “pusieron los cimientos, pero nadie puede poner un fundamento
diferente del que ya está puesto, que es Jesucristo” (1 Corintios 3:10-11).
Los 4 seres vivientes = la naturaleza que también adora a Dios.
En respuesta a la iglesia débil, Juan nos presenta una visión de Dios soberano.
La pregunta “¿Quién es digno de abrir el libro y desatar los sellos?” (Apocalipsis 5:2) es la clave de esta sección. En otras
palabras, ¿quién controla el desarrollo de la historia? La respuesta es “El Cordero que fue inmolado por nuestros
pecados es digno” (Apocalipsis 5:12; ver también Hebreos 2:14-18). ¡¡Todo el capitulo responde con himnos a este
Cordero!!
Jesucristo está en control de la historia con todos sus problemas para los humanos. Este libro explica el por qué de la
historia. Cuando vemos que abre los sellos vemos que habla de las fuerzas, motivos o los motores detrás de la historia.
Cristo el conquistador
Blanco es el caballo de Cristo. Él sale en la historia conquistando para vencer a todos sus enemigos. La historia es la
historia de la conquista de Cristo. Es importante que los primeros cristianos y nosotros sepamos que Jesús es nuestro
líder en la batalla a lo largo de la historia. Hay una alternativa interpretación donde el Caballo Blanco representa
“conquista” en el sentido malo.
Estos tres sellos están bajo el control del León-Cordero. Jesús controla la maldad. No debemos estar espantados por los
problemas de ésta vida.
Amarillo es el color de la muerte por cualquier causa que rompa nuestra vida.
Aquí tenemos la fuerza contraria. Los santos de Dios también mueren en este conflicto cósmico. Aquí cada vida es
contada…cada vida vale. Sus vidas y oraciones no son en vano. La oración de los santos es uno de los motores de la
historia,
Veremos en el resto del Apocalipsis cómo Dios responde a las oraciones de los santos. (Las oraciones re-aparecerán en el
capítulo 8). Así que tu vida y oración son importantes en el plan de Dios. Tu oración es escuchada.
El sexto sello describe la situación cuando granizo y fuego caen sobre la tierra. Esto no es único en Apocalipsis, sino que
se encuentra también en las palabras de David (Salmo 11). Representa el juicio de Dios.
El capitulo 6 termina con una pregunta: ¿Quién podrá mantenerse en pie? (Apocalipsis 6:17). Esta pregunta responde a
la situación donde los santos están reclamando justicia y Dios está respondiendo con un juicio. Los juicios están
desglosados en el resto del Apocalipsis. El capítulo 7 responde a esta pregunta.
Interludio (cap. 7)
¿Quiénes son los consiervos / siervos que van a sufrir el martirio? (Apocalipsis 6:9 comparar Apocalipsis 7:3).
El capítulo 7 arranca con el conteo de 144,000 en una enumeración extraña de 12,000 por Tribu israelita. Podemos
observar que ésta lista no existe en ninguna otra parte de las Escrituras. Por tanto no es una lista de Israel. Segundo,
observamos en el capítulo 5 la descripción del León es audible pero la descripción del cordero es visual. Aquí tenemos el
mismo patrón literario que de la lista de los 144,000; es audible y la visual es la multitud sin número. Son la misma gente
descrita de dos maneras distintas tal como el Cordero y el León son la misma persona. Así el número indica que hay un
número especifico de personas que van a ser salvas y va a ser un número muy grande de personas que son salvas.
La lista de los 144,000 empieza con Judá en la cabeza de la lista. Esto es porque están iniciando la “guerra santa” y la
conquista. El león de Judá es su rey.
La esquema de 6:1 a 8:5 es 4 (jinetes) + 2 (5 y 6 sellos) + más un interludio en dos partes + el séptimo sello.
El interludio que es cap. 7 es la respuesta a la pregunta ¿Quién puede mantenerse en pie? (6:17b)
El pueblo de Dios está guardado de la ira de Dios.
a. 1-4 una introducción solemne. La ira de Dios no será derramado hasta que Dios haya sellado a su pueblo.
b. 13-17 ¿Quiénes son esta multitud? Los que han salido de la gran aflicción o gran sufrimiento.
Cuando llegamos al final y vemos el juicio que Dios ha hecho hay un silencio en el cielo por media hora. Este silencio
(Apocalipsis 8:1) refleja Habacuc 2:20, “Pero el Señor está en su santo templo: calle delante de Él toda la tierra” (BLA).
Los siete ángeles que están de pie ante el trono de Dios. Ellos reciben siete trompetas.
Las trompetas no son nuevas aquí, sino que las encontramos en el Éxodo y en Jericó para anunciar la victoria de Dios.
Apocalipsis 8:2-6
Esto es el preludio a las siete trompetas. El motivo por las trompetas sale del altar, donde se toma las oraciones que
pedían justicia (Apocalipsis 6:9-10) y las mezclan con las brazas del altar y las arroja “... sobre la tierra; y se produjeron
truenos, estruendos, relámpagos y un terremoto” (Apocalipsis 8:3-5) (Ver: Éxodo 19). Las trompetas son la respuesta a
las oraciones de los santos. Esto debe cambiar el contenido de nuestras oraciones y como esperamos que Dios las
contesta.
¿Quiénes son los siete ángeles? Los que previamente habían sido mencionados en capítulos 1-3.
Esto es una posibilidad. Los 7 arcángeles también son Gabriel, Miguel, Rafael, Uriel, Raguel, Remiel y Zerachiel. 1 Énoc
20; Tobias 12:15 (Deuterio-canónico). Todos estos nombres terminan con “EL” que quiere decir, Dios en Hebreo.
Apocalipsis 8:3-5
Las siete trompetas se originan ante el trono de Dios. La imagen del cielo es lo de un templo.
Qué significan las SIETE TROMPETAS: Advertencia de juicio Ezequiel 33:1-5, Sofonias 1:14-16, Joel 2:1. 2 Esdras 5:23
menciona que las trompetas dan temor a los hombres. Las trompetas anuncian el juicio porvenir. Esto es en contraste
con las copas que son juicio. Las trompetas impactan a una tercera parte de la tierra; las copas la totalidad de la tierra.
Son una advertencia de que lo peor es por venir. Sin embargo, las trompetas no funcionan, porque los hombre no se
arrepientan. (9:20 y 21)
Las trompetas
Las trompetas son similares a las plagas de Egipto (Éxodo 7:14-12:30 ver también Éxodo 19).
La primera, séptima y oscuridad plagas están aplicadas a la situación que los cristianos están experimentando a manos
del Imperio Romano.
En la primera trompeta se arroja “sobre la tierra granizo y fuego mezclados con sangre” (Apocalipsis 8:7). Éxodo 9:26
Segunda trompeta (Apocalipsis 8:8): “Una montaña cae al mar con fuego y el mar se cambia a sangre (Éxodos 7:17-20)”
que es una reflejo de la erupción de Vesubio en Nápoles, Italia. Roma dependía del mar por su comercio. Egipto
dependía del Rio Nilo.
Tercer trompeta (Apocalipsis 8:10): Una estrella que cae del cielo. Hace el agua dulce cambia a agua amarga.
Es obvio que nuestra interpretación no puede ser literal. Los profetas describen los “los ayes mesiánicos. El día del Señor
viene con ayees. Éxodo 10:21-29; Éxodo 13:17-22; Joel 2:30-31; Mateo 24:29; Hechos 2:19-20; Apocalipsis 8:12; y
Apocalipsis 11:6.
Un ángel abre el abismo. Todo lo que sucede es porque Dios es soberano. Paralelo al octavo plaga de langostas. Dios le
da poder para atormentar a los humanos por cinco meses. Similar a Joel 1 y 2. La langosta se convierte en un alacrán
para hacer dolor. Un ejército de caballos preparado para la guerra. El rey de este ejercito es Satanás (Lucas 10:18;
Apocalipsis 8:10; Apocalipsis 20:1 donde Satanás es tirado al abismo). El abismo es el infierno donde las fuerzas
demoniacas están guardadas. Dios está usando las fuerzas del mal para juzgar al imperio.
Apocalipsis da 8 rasgos del ejercito de las langostas. Muchas de estas imágenes están tomados del libro de Joel.
Dios llama a la gente a arrepentirse, sin embargo ésta gente no se arrepintieron de la obras de sus manos, sino siguen en
sus pecados (Apocalipsis 9:20-21). Sus pecados son presentados en dos grupos. Primero la adoración de los demonios y
las imágenes (Isaías 44:9-20), luego los homicidios, hechicerías, fornicación, y robos. Los pecados de adoración son las
más graves.
El ángel se pone un pie en el mar y el otro en la tierra. Más adelante vemos una bestia del mar y otra de la tierra.
“Guarda en secreto lo que han dicho los siete truenos, y no lo escribas” (Apocalipsis 10:3-4).
En los días en que hable el séptimo ángel, cuando comience a tocar su trompeta, se cumplirá el designio *secreto de
Dios, tal y como lo anunció a sus *siervos los profetas” (Apocalipsis 10:6-7 NVI).
Cuando empieza a tocar la séptima trompeta, el plan de Dios se ha llevado acabo. El fin habrá llegado. Este anuncio
indica que hay un final del tiempo a final de las trompetas.
El rollo es dulce a todo creyente verdadero y amargo en que anuncia los juicios de Dios. Al comer el rollo Juan recibe
otra comisión.
Los dos testigos (Apocalipsis 11:1-14 La mediación del templo ver Ezequiel 40-42)
1 Se me dio una caña que servía para medir, y se me ordenó: «Levántate y mide el templo de Dios y el altar, y calcula
cuántos pueden adorar allí.2 Pero no incluyas el atrio exterior del templo; no lo midas, porque ha sido entregado a las
naciones paganas, las cuales pisotearán la ciudad santa durante cuarenta y dos meses.3 Por mi parte, yo encargaré a mis
dos testigos que, vestidos de luto, profeticen durante mil doscientos sesenta días.»4 Estos dos testigos son los dos olivos
y los dos candelabros que permanecen delante del Señor de la tierra.5 Si alguien quiere hacerles daño, ellos lanzan
fuego por la boca y consumen a sus enemigos. Así habrá de morir cualquiera que intente hacerles daño.6 Estos testigos
tienen poder para cerrar el cielo a fin de que no llueva mientras estén profetizando; y tienen poder para convertir las
aguas en sangre y para azotar la tierra, cuantas veces quieran, con toda clase de plagas.
En el Nuevo Testamento después de la resurrección de Jesús el templo es la iglesia. 1 Corintios 3 y 6, 1 Pedro 2 son
ejemplos donde encontramos esta identificación. Se mide el templo para mostrar la grandeza del templo de Dios. Los
dos testigos son Moisés y Elías (la ley y los profetas) que eran los dos testigo de la transfiguración (Marcos 9:2-13).
También son las dos iglesias que no recibieron reclamo en capítulos 2 y 3 (Esmirna y Filadelfia). Estas lo identifica Juan
con la frase “estos los dos olivos y los dos candelabros que permanecen delante del Señor de la tierra” (Apocalipsis
11:4). Las iglesias reciben poder como lo de Moisés en Elías para plagar a sus enemigos mientras proclaman la palabra
de Dios.
Los dos testigos tienen poder como los profetas del Antiguo Testamento:
Estos testigos tienen poder para cerrar el cielo a fin de que no llueva mientras estén profetizando (Elias); y tienen poder
para convertir las aguas en sangre (Moisés) y para azotar la tierra, cuantas veces quieran, con toda clase de plagas
(Apocalipsis 11:6).
7 Ahora bien, cuando hayan terminado de dar su testimonio, la bestia que sube del abismo les hará la guerra, los
vencerá y los matará.8 Sus cadáveres quedarán tendidos en la plaza de la gran ciudad, llamada en sentido figurado
Sodoma y Egipto, donde también fue crucificado su Señor.9 Y gente de todo pueblo, tribu, lengua y nación contemplará
sus cadáveres por tres días y medio, y no permitirá que se les dé sepultura.10 Los habitantes de la tierra se alegrarán de
su muerte y harán fiesta e intercambiarán regalos, porque estos dos profetas les estaban haciendo la vida imposible.
Ellos tenían protección de sus enemigos hasta que terminaron su tarea de dar testimonio de Jesús (Juan 15:26-27;
Hechos 2:8). Ellos están comparados con Juan el bautista que hacía la vida imposible para Herodes ya que denunció sus
pecados (Marcos 6:14-29).
11 Pasados los tres días y medio, entró en ellos un aliento de vida enviado por Dios, y se pusieron de pie, y quienes los
observaban quedaron sobrecogidos de terror.12 Entonces los dos testigos oyeron una potente voz del cielo que les
decía: «Suban acá.» Y subieron al cielo en una nube, a la vista de sus enemigos.
13 En ese mismo instante se produjo un violento terremoto y se derrumbó la décima parte de la ciudad. Perecieron siete
mil personas, pero los sobrevivientes, llenos de temor, dieron gloria al Dios del cielo.
Cuando los dos testigos terminan su tarea están martirizados y el mundo se regocija porque ellos le había hecho la vida
imposible. (¿Está diciendo Juan que el cristianismo va a desaparecer antes de la venida de Jesús?)
La bestia se menciona por primera vez en Apocalipsis en relación a los dos testigos.
Sus cadáveres quedarán en la gran ciudad de Sodoma y Egipto donde fue crucificado el Señor y quedarán expuestos por
tres días y medio (Oseas 6:1-3, ver también Ezequiel 37:5 y 10).
Los dos testigos resucitan dando mucho temor en la gente del mundo. Y esto también inicia el final del tiempo.
Los dos testigos también tienen un paralelo con los enemigos de Cristo: las dos bestias.
Los “ayees”
El segundo “AY” está después de la sexta trompeta y el tercer “AY” se encuentra en la séptima trompeta. Otra
posibilidad es la que se encuentra en los “Ayees” en Apocalipsis 18:10; 16; 19.
Esto es la segunda presentación del Triunfo final de Cristo. Ya no habrá más tiempo (Apocalipsis 10:6-7). Esto significa
que Apocalipsis presenta la historia entre Cristo y el final de diferentes perspectiva paralelas.
Aquí encontramos dos himnos: uno sobre el reino (Apocalipsis 11:15) y el otro de acción de gracias por lo que Dios ha
realizado (Apocalipsis 11:17-18).
Esta sección describe la historia profunda de la tierra. Muchas veces nos concentramos en la historia superficial, es decir,
¿qué hacen las naciones? Pero la historia profunda responde a la pregunta, ¿qué hace Dios en la historia?
Guerra en el cielo
Hay varios textos en los que la Biblia nos presenta a Jesús como un superhéroe. Uno de ellos es Apocalipsis 12 donde
narra una guerra en el cielo para echar fuera al dragón (Satanás), que es el acusador de los santos. Este relato junta
muchas otras historias, desde Génesis 3:15 donde indica que el vencedor del mal será un hombre. El pueblo de Dios es
representado en la mujer que da a luz a Jesús. Todas las historias del Antiguo Testamento tienen su propósito en cumplir
las promesas en Jesús. Si ellos no hubieran cumplido su propósito, Jesús no podría cumplir su función como el Mesías.
Así este capítulo resume toda la historia bíblica.
La primera descripción es de una mujer que está encinta y a punto de dar a luz a un niño. Este lucha dura toda la historia
del Antiguo Testamento. Este niño, Jesús, está destinado a reinar sobre las naciones. Un dragón esta presente para
destruir al niño cuando nazca.
1 Apareció en el cielo una señal maravillosa: una mujer revestida del sol, con la luna debajo de sus pies y con una corona
de doce estrellas en la cabeza.2 Estaba encinta y gritaba por los dolores y angustias del parto.3 Y apareció en el cielo
otra señal: un enorme dragón de color rojo encendido que tenía siete cabezas y diez cuernos, y una diadema en cada
cabeza.4 Con la cola arrastró la tercera parte de las estrellas del cielo y las arrojó sobre la tierra. Cuando la mujer estaba
a punto de dar a luz, el dragón se plantó delante de ella para devorar a su hijo tan pronto como naciera.5 Ella dio a luz
un hijo varón que gobernará a todas las *naciones con puño de hierro (Salmo 9:9). Pero su hijo fue arrebatado y llevado
hasta Dios, que está en su trono.6Y la mujer huyó al desierto, a un lugar que Dios le había preparado para que allí la
sustentaran durante mil doscientos sesenta días (Apocalipsis 12:1-6).
Cuando nace el niño (Jesús) se desata una guerra en el cielo. Aquí tenemos la descripción de una guerra en el cielo entre
un dragón y un niño. Uno pensaría que el dragón fácilmente puede ganarle a un niño.
Se desató entonces una guerra en el cielo: Miguel y sus ángeles combatieron al dragón; éste y sus ángeles, a su vez, les
hicieron frente, pero no pudieron vencer, y ya no hubo lugar para ellos en el cielo. Así fue expulsado el gran dragón,
aquella serpiente antigua que se llama Diablo y Satanás, y que engaña al mundo entero. Junto con sus ángeles, fue
arrojado a la tierra (Apocalipsis 12:7-9).
El resultado de esta guerra es que el dragón (Satanás) es expulsado del cielo junto con sus ángeles. Ya que está
expulsado tiene el propósito de engañar a tantos como pueda. Cristo ganó la guerra en su muerte, resurrección y
ascensión. La guerra ya está aquí entre nosotros. Por está razón tenemos conflicto en nuestras vidas como cristianos.
PERO: Estamos juntos a Cristo ganando la guerra con el dragón.
El resultado de la guerra es el himno de la victoria de Cristo. También es nuestra victoria porque vencemos al dragón con
la sangre de Cristo y nuestro testimonio cuando proclamamos el evangelio.
Hay una nota de advertencia en que el diablo está lleno de enojo y está entre nosotros en la tierra. Él sabe que no tiene
mucho tiempo para tratar de arruinar el triunfo del Cordero.
13 Cuando el dragón (drakon en griego) se vio arrojado a la tierra, persiguió a la mujer que había dado a luz al varón.14
Pero a la mujer se le dieron las dos alas de la gran águila, para que volara al desierto, al lugar donde sería sustentada
durante un tiempo y tiempos y medio tiempo, lejos de la vista de la serpiente.15 La serpiente, persiguiendo a la mujer,
arrojó por sus fauces agua como un río, para que la corriente la arrastrara.16 Pero la tierra ayudó a la mujer: abrió la
boca y se tragó el río que el dragón había arrojado por sus fauces.17 Entonces el dragón se enfureció contra la mujer, y
se fue a hacer guerra contra el resto de sus descendientes, los cuales obedecen los mandamientos de Dios y se
mantienen fieles al testimonio de Jesús. (12:13-17)
El dragón ya está en la tierra y persigue a la iglesia de Cristo (la mujer). Dios utiliza hasta a la naturaleza (tierra) misma
para ayudar la mujer y a su descendencia a escapar. Aquí claramente identifica la descendencia del Hijo por los que
obedecen los mandamientos de Dios y son fieles al testimonio de Jesús. La victoria de la mujer, su Hijo y su
descendencia está segura.
En los capítulos 13 y 14 varias cosas están agregadas a la escena. Encontramos más oposición en la primera Bestia (Job
40-41 y Daniel 7:1-7 Juan presenta estas cuatro bestias como una sola bestia, Apocalipsis 13:2) en la forma política.
Daniel, también presentaba el poder político-militar en la forma de bestias. En el Imperio romano su emperador era
considerado dios y se pone celoso de otras religiones. El culto del estado iba mucho más allá de los emperadores
cruzando religión, economía y patriotismo.
Hay una segunda bestia que subía de la tierra. Esta bestia parece representar la religión-filosofía porque recibe la
adoración de la gente. Los sacerdotes que promovían el culto al emperador y que eran sus agentes políticos que
representan la segunda bestia.
Para mí, la clave para entender la “marca de la bestia” en “la mano” o en “la frente” se encuentra en Deuteronomio 6: 7-
9; Salmo 24:4 donde dice que “... sólo el de manos limpias y corazón puro, el que no adora ídolos ni jura por un dios
falsos”. Las manos son acciones puras y el corazón puro es el pensamiento puro. La marca de la bestia no es una marca
física sino que las personas en sus acciones y en sus pensamientos estén contaminadas. Es decir, que es obligatorio
participar en la corrupción para hacer negocios y vivir en la sociedad.
Así, tenemos dos motores más que mueven la historia. El poder político-económico y el poder religioso-filosófico. Estos
poderes se han involucrado en la persecución de los verdaderos cristianos a través de la historia.
El que deba ser llevado cautivo, a la cautividad irá. El que deba morir a espada, a filo de espada morirá. ¡En esto
consisten la perseverancia y la *fidelidad de los santos! (Apocalipsis 13:9-10, ver Jeremías 15:2 y 43:11, Ezequiel 14:21-
23).
Juan indica que debemos aceptar como normal la muerte por nuestro testimonio a Jesús.
El pueblo de Dios
La Bestia El Cordero
cordero (Apocalipsis 13:11) Cordero (Apocalipsis 14:1,4)
de la tierra (Apocalipsis 13:11) Monte Sion (Apocalipsis 14 1)
adoraron a la Bestia (Apocalipsis 13:12) El cántico nuevo de los 144,000 (Apocalipsis
14:3)
El número de la Bestia 666 (Apocalipsis El número de los Santos 144,000 (Apocalipsis
13:18) 14:1)
Esclavizados (Apocalipsis 13:16) Redimidos (Apocalipsis 14:3)
La marca de la Bestia (Apocalipsis 13:16- Sellados con el nombre del Padre y el cordero
17) (Apocalipsis 14:1)
Engaño de la Bestia (Apocalipsis 13:14) No hay mentira en su boca (Apocalipsis 14:5)
El capítulo 14 hace los preparativos para el final y describe el juicio final (cosechar la tierra).
Babilonia destruyó el primer templo y Roma (Babilonia) destruyó la segunda (El tesoro del este templo fue usada para
construir el Coliseo de Roma).
“6 Luego vi a otro ángel que volaba en medio del cielo, y que llevaba el *evangelio eterno para anunciarlo a los que
viven en la tierra, a toda nación, raza, lengua y pueblo.7 Gritaba a gran voz: «Teman a Dios y denle gloria, porque ha
llegado la hora de su juicio. Adoren al que hizo el cielo, la tierra, el mar y los manantiales.» (Apocalipsis 14:6-7).
Babilonia ha caído:
8 Lo seguía un segundo ángel que gritaba: «¡Ya cayó! Ya cayó la gran Babilonia, la que hizo que todas las naciones
bebieran el excitante vino de su adulterio.»
«Si alguien adora a la bestia y a su imagen, y se deja poner en la frente o en la mano la marca de la bestia,10 beberá
también el vino del furor de Dios, que en la copa de su ira está puro, no diluido. Será atormentado con fuego y azufre, en
presencia de los santos ángeles y del Cordero.11 El humo de ese tormento sube por los siglos de los siglos. No habrá
descanso ni de día ni de noche para el que adore a la bestia y su imagen, ni para quien se deje poner la marca de su
nombre.» (Apocalipsis 14:9-11).
Juan termina esta sección con una promesa para los que están martirizados:
¡En esto consiste la perseverancia de los *santos, los cuales obedecen los mandamientos de Dios y se mantienen fieles a
Jesús!
13 Entonces oí una voz del cielo, que decía: «Escribe: *Dichosos los que de ahora en adelante mueren en el Señor.»
«Sí —dice el Espíritu—, ellos descansarán de sus fatigosas tareas, pues sus obras los acompañan.» (Apocalipsis 14:12-
13).
La cosecha (14:14-20)
La imagen de la cosecha está tomada de Joel 3:13 (ver también Job 4:8; Proverbios 22:8; Jeremías 12:13; Oseas 8:7;
Gálatas 6:7-8; Jeremías 51:33; Miqueas 4:12-13).
La representación del juicio como una cosecha se toma de Joel 3:13 que es la única en el Antiguo Testamento donde el
juicio es presentado así. Esta cosecha también representa el juicio final otra vez, por eso viene en dos etapas. La primera
etapa es de los justos y la segunda de los que rechazan el cordero.
En versículo 20, 320 kilómetros es 1600 estadios. Cuando se traduce la distancia a kilómetros se pierde su valor
simbólico. Este número es simbólico y representa 4 x 4 x 10 x 10 x 10 y representa toda la tierra.
Después de leer la Biblia vemos que Dios está enojado con los pecadores que constantemente se rebelan contra Él. Otro
motor que mueve la historia es la ira de Dios.
Juan empieza esta sección señalando que los desastres son plagas. Ya vemos que está poniendo en paralelo el Éxodo
con la situación actual en el mundo. Dios está salvando a Su pueblo y derrotando los ejércitos enemigos. Está
convenciendo a Su pueblo que tiene que salir hacia la salvación. La salvación es un éxodo del pueblo de Dios de este
mundo.
Luego tenemos el canto de Moisés y del Cordero. Esto hace un fuerte nexo entre el Éxodo y la salvación. Recuerdo
cuando un solista cantaba este himno en la iglesia hace muchos años. Así cantó lo que esta pasando ahora. Cristo esta
venciendo sus enemigos ahora.
y te adorarán,
las obras de tu justicia» (Apocalipsis 15:3-4 NVI; ver también Éxodo 15:1-18 y Deuteronomio 31:30-43).
Después de establecer que Dios envía las plagas para traer la gente a salvación reparte las copas de oro llenas de la ira
de Dios. La ira de Dios se manifestó en plagas (paralelo con el Éxodo) para obligar a la gente a acercarse a Dios.
5 Después de esto miré, y en el cielo se abrió el templo, el tabernáculo del testimonio.6 Del templo salieron los siete
ángeles que llevaban las siete plagas. Estaban vestidos de lino limpio y resplandeciente, y ceñidos con bandas de oro a la
altura del pecho.7 Uno de los cuatro seres vivientes dio a cada uno de los siete ángeles una copa de oro llena del furor
de Dios, quien vive por los siglos de los siglos. (Apocalipsis 15:5-7)
Dios no está guardando pasivamente su ira para el juicio final, sino es activo en detener el pecado de los hombres. Las
plagas y juicios son los resultados de su ira. No podemos ver como Dios hace esta acción (Habacuc 3:4).
“La ira de Dios viene revelándose desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los seres humanos, que con su
maldad obstruyen la verdad” (Romanos 1:18 NVI).
7 trompetas 7 copas
1. Tierra (Apocalipsis 8:7) 1. Tierra (Apocalipsis 16:2)
2. Mar (Apocalipsis 8:8-9) 2. Mar (Apocalipsis 16:3)
3. Ríos y manantiales (Apocalipsis 8:10-11) 3. Ríos y manantiales (Apocalipsis 16:4-5)
4. Sol, luna y estrellas (Apocalipsis 8:12) Sol (Apocalipsis 16:8)
5. Pozo del abismo (Apocalipsis 9:1) 5. el trono de la bestia (Apocalipsis 16:10)
6. El río Eufrates (Apocalipsis 9:13-14) 6. El río Eufrates (Apocalipsis 16:12)
7. Relámpagos y granizo (Apocalipsis 7. Relámpagos y granizo (Apocalipsis
11:15,19) 16:17,21)
Luego hay un himno que declara que las acciones de Dios son justos.
La sexta copa es contra el río Éufrates por apoyar los reyes del oriente.
Podemos esperar este clase de plaga en cualquier momento de la historia humana. Todas apuntan a la séptima plaga,
que es el juicio final que destruye todo.
Luego viene una advertencia: la gente ignora, como los Egipcios, las pagas y no se arrepienten. Pero Jesús dice que viene
como un ladrón.
¡Cuidado! ¡Vengo como un ladrón! *Dichoso el que se mantenga despierto, con su ropa a la mano, no sea que ande
desnudo y sufra vergüenza por su desnudez.» (Apocalipsis 16:15 NVI).
Hay dos tipos de ladrones: uno silencioso que entra a la casa cuando están fuera de la casa o el que le asalta en la calle
cuando uno está distraído. Pero hay otro tipo de ladrón que saca su pistola y te dice cara a cara: “dame todo lo que
tienes de valor”. Este segundo tipo de ladrón es la imagen que quiere darnos Juan en este capítulo. Todos van a ver a
Jesús cuando regrese a la tierra.
La séptima copa es el regreso de Jesús y el juicio final. Este es el cuarto final registrado en el Apocalipsis.
“SE ACABÓ” (Apocalipsis 16:17), “EL TIEMPO HA TERMINADO” (Apocalipsis 10:6), y “TODO SE HA CUMPLIDO” (Juan
19:30) son frases que indican que el proceso ha llegado a su final. Noten bien el paralelismo entre los sellos, las
trompetas y las copas.
Esta parte del Apocalipsis describe con más detalle a los enemigos de Dios (Babilonia) que en el resto del libro. Los
enemigos están descritos como una ramera y como una bestia. La descripción está hecha para que los enemigos de Dios
nos causen repulsión.
Nota: la ramera (Apocalipsis 17: 1—18) está en contraste con la novia (Apocalipsis 19:9-15).
Es importante definir Babilonia porque no es una ciudad o lugar geográfico sino representa la oposición a Dios. La raíz de
Babilonia es “Babel” donde se rebelaron la gente contra Dios. Babel quiere decir “puerta del cielo” que fue hechos por la
iniciativa del hombre. En hebreo esta palabra significa “confusión”.
La segunda fuente para informar el símbolo es el imperio de Babilonia descrito en Isaías, Jeremías, Habacuc, 2 Reyes, 2
Crónicas y otros. Este imperio era responsable por la destrucción de Jerusalén y el exilio. Fue caracterizado por su
orgullo, arrogancia e idolatría, y oposición a Dios. A parte de este arrogancia ellos eran un pueblo mercantil que
explotaban a los otros pueblos para su propia ganancias. Todos los pueblos los admiraban y odiaban a la vez. Juan
detalle los productos de comercio (Apocalipsis 18:11—17) de Roma haciendo obvio su identificación de Babilonia con el
Imperio Romano.
Estas dos fuentes “Babel” y “Babilonia” forman el arquetipo de lo que Juan habla cuando se refiere a “Babilonia”. Como
el Imperio Romano era opositor a los judíos y a los cristianos, y había destruido el templo como lo había hecho
Nabucodonosor. Como los Cesares y Nabucodonosor se habían proclamado divinos era fácil aplicar el nombre Babilonia
a Roma y a todo los políticos y sistemas que se oponen a la fe cristiana.
Cuerno, simboliza el poder y orgullo (ver Salmos 75:10; Salmo 132:17; Ezequiel 29:21). En Apocalipsis representa los
individuos que tienen el poder (Xavier León-Defour, Diccionario del Nuevo Testamento, Cristiandad, p. 162).
16 Los diez cuernos y la bestia que has visto le cobrarán odio a la prostituta. Causarán su ruina y la dejarán desnuda;
devorarán su cuerpo y la destruirán con fuego,17 porque Dios les ha puesto en el corazón que lleven a cabo su divino
propósito. Por eso, y de común acuerdo, ellos le entregarán a la bestia el poder que tienen de gobernar, hasta que se
cumplan las palabras de Dios. (Apocalipsis 17:16-17).
Nota: Dios causa que el mal destruye el mal. La bestia mata la prostituta. Al igual que en Habacuc 1:5-11 Dios causa que
el mal juzgue al mal. Ni Juan, ni Habacuc vieron la posibilidad de que la sociedad fuera cambiada por los “creyentes”.
Estaban más allá de la posibilidad de transformación.
Después de la descripción a detalle, Dios destruye los falsos sistemas y falsos dioses que no permiten que salgamos para
servirle (como en Éxodo 5:1). La maldad en estos dos capítulos recibe una cara humana, son personajes.
En la séptima parte de esta sección volvemos a ver al jinete del caballo blanco (Apocalipsis 6:29), Cristo. Esto es el desfile
de la victoria. El emperador ha triunfado y está regresando a su capital para la fiesta. El en verdad es el “Rey de reyes y
Señor de señores” (Apocalipsis 19:16). Él ha derrotado a todas las personas y todos los sistemas que le han resistido en
la historia.
Investigación: Lee capítulos 17—19 y anota que dice acerca de Dios y sus santos.
Apocalipsis 19:11-16
El libro tiene una estructura elíptica en donde se repite el mismo tema varias veces, o esta recopilando la misma
situación desde varias perspectivas.
“Juan está haciendo una declaración teológica en el libro y no busca establecer una cronología.” (Gordon Fee, Regent
College). Dios es el soberano absoluto y no hay otro.
El capítulo 20 ha sido un capítulo que ha generado muchas opiniones. Unos creen que cuando la iglesia fue unida al
Estado empezaba el milenio entre 313 y 325 cuando Constantino proclamó el cristianismo como la religión oficial del
imperio. (Por eso el Papa tiene una corona y los símbolos de la realeza) (preterista). Otros creen que por medio de la
proclamación del evangelio vamos a lograr una sociedad ideal antes de que venga Jesús (post-milenaristas). Otros creen
que al venir a la tierra Jesús establecerá un reino que durará mil años (pre-milenaristas). Si el texto fuera fácil no habría
tanta opinión. Por esta razón debemos ser tolerantes con los que no están de acuerdo con nosotros al interpretar este
sección.
5. Ni un trono(s) en la tierra.
8. Ni la ciudad de Jerusalén.
9. Ni Israel o Palestina.
Para muchas personas un “milenio”, un reino temporal en la tierra por el Mesías. Y citan a Isaías 11 para referirse a
milenio, pero Isaías está describiendo la Nueva Creación.
Pero, la idea de un milenio no se encuentra en los profetas, ni uno lo menciona. No está en Daniel tampoco. La idea sólo
se encuentra en 4 Esdras 7:26-35 donde habla de reino temporal mesiánico de 400 después del cual mueren todos y 2
Baruc 40:1-4 en la segunda siglo d.C. (Gordon Fee, Regent College, Vancouver, BC, Canadá).
El milenio sólo se menciona aquí en todas las Escrituras. Estas versículos han provocado mucha debate en toda la
historia.
Gordon Fee describe esta sección como un interludio ya que la sección anterior habla del juicio del falso profeta y la
bestia. Sólo falta el juicio de Satanás para terminar con la derrota de la trinidad satánica que se presenta a continuación.
También está claro que Apocalipsis 19:19-21 y 20:7—15 presenta el juicio final. Así estamos ante una situación similar a
la relación entre Apocalipsis 11:15-21 y capítulo 12 que arranca una nueva recopilación desde la creación hasta el final.
Juan no esta describiendo un milenio como tal. Juan usa los números en un sentido simbólico. Los mil años es simbólico.
Daniel 7:8-27 es la fuente. El levantamiento y destrucción del pequeño cuerno va a ser derrotado por el Anciano de Días.
Juan aplica Daniel 7 a Roma por el Hijo de Dios o el Cristo y su pueblo.
En Daniel 7:21 y 25 los santos van a ser derrotadas por la bestia. Pero Daniel 7:22 y 26 dice que la bestia va a ser
derrotada por el Anciano de Días. En el siguiente texto dice que su poder va a pasar a Cristo y su pueblo 22; 26-27 el
poder va a ser entregado a los santos.
Juan toma Daniel y lo re-escribe para ayudar los santos cuando enfrontan el martirio.
En Apocalipsis 6:9—12 encontramos la oración de los mártires, que perdieron sus vidas por su testimonio, pidiendo que
Dios venga su muerte y sufrimiento. En Apocalipsis 13: 5—8 indica que la bestia tiene autoridad para derrotar el pueblo
santo de Dios y derrotarlos. La pregunta entonces es, si vale la pena dar la vida por Cristo (Apocalipsis 12:11). Aquí esta
la respuesta porque en capítulo 20 dice que los que han dado la vida por Cristo, “ … los que han sido decapitados por dar
testimonio … Volvieron a la vida, y reinaron con Cristo durante los mil años.” (Apocalipsis 20:4—5).
El milenio en el Apocalipsis sólo existe para dar un reconocimiento especial para los mártires. Todo cristiano es llamado
a dar la vida para Cristo (Marcos 8:34—37).
Muchas personas piensan que el milenio será un tiempo cuando Cristo tendrá un reino absoluto o una teocracia
absoluta como uno de los viejos monarcas europeos. Pero esto no es la descripción de reino que nos da las Escrituras.
Lo cierto es que Cristo ha sido *levantado de entre los muertos, como *primicias de los que murieron. De hecho, ya que
la muerte vino por medio de un hombre, también por medio de un hombre viene la resurrección de los muertos. Pues
así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos volverán a vivir, pero cada uno en su debido orden: Cristo, las
primicias; después, cuando él venga, los que le pertenecen. Entonces vendrá el fin, cuando él entregue el reino a Dios el
Padre, luego de destruir todo dominio, autoridad y poder. Porque es necesario que Cristo reine hasta poner a todos sus
enemigos debajo de sus pies (Salmo 110:1). El último enemigo que será destruido es la muerte, pues Dios «ha sometido
todo a su dominio». Al decir que «todo» ha quedado sometido a su dominio, es claro que no se incluye a Dios mismo,
quien todo lo sometió a Cristo. Y cuando todo le sea sometido, entonces el Hijo mismo se someterá a aquel que le
sometió todo, para que Dios sea todo en todos (1 Corintios 15:20-28 NVI).
Aquí tenemos un problema serio. Si no se refiere al tiempo en que Cristo establecerá el milenio cuando venga, ¿a qué
periodo se refiere? Tenemos otra indicación a que tiempo se refiere aquí en el texto porque describe el periodo como
tiempo entre dos resurrecciones. El único otro lugar en las Escrituras que habla de dos resurrecciones está registrado en
el Evangelio de Juan 5:19—30 cuando Jesús afirma:
—Ciertamente les aseguro que el hijo no puede hacer nada por su propia cuenta, sino solamente lo que ve que su
padre hace, porque cualquier cosa que hace el padre, la hace también el hijo.20 Pues el padre ama al hijo y le muestra
todo lo que hace. Sí, y aun cosas más grandes que éstas le mostrará, que los dejará a ustedes asombrados.21 Porque así
como el Padre resucita a los muertos y les da vida, así también el Hijo da vida a quienes a él le place.22 Además, el Padre
no juzga a nadie, sino que todo juicio lo ha delegado en el Hijo,23 para que todos honren al Hijo como lo honran a él. El
que se niega a honrar al Hijo no honra al Padre que lo envió.
Primera resurrección24 »Ciertamente les aseguro que el que oye mi palabra y cree al que me envió, tiene vida eterna y
no será juzgado, sino que ha pasado de la muerte a la vida.25 Ciertamente les aseguro que ya viene la hora, y ha llegado
ya, en que los muertos oirán la voz del Hijo de Dios, y los que la oigan vivirán.26 Porque así como el Padre tiene vida en
sí mismo, así también ha concedido al Hijo el tener vida en sí mismo,27 y le ha dado autoridad para juzgar, puesto que
es el Hijo del hombre.
Segunda resurrección28 »No se asombren de esto, porque viene la hora en que todos los que están en los sepulcros
oirán su voz,29 y saldrán de allí. Los que han hecho el bien resucitarán para tener vida, pero los que han practicado el
mal resucitarán para ser juzgados.30 Yo no puedo hacer nada por mi propia cuenta; juzgo sólo según lo que oigo, y mi
juicio es justo, pues no busco hacer mi propia voluntad sino cumplir la voluntad del que me envió (Juan 5:19-30).
La primera resurrección
Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor por nosotros, nos dio vida con Cristo, aun cuando estábamos
muertos en pecados. ¡Por gracia ustedes han sido salvados! Y en unión con Cristo Jesús, Dios nos resucitó y nos hizo
sentar con él en las regiones celestiales, para mostrar en los tiempos venideros la incomparable riqueza de su gracia,
que por su bondad derramó sobre nosotros en Cristo Jesús (Efesios 2:4-7 NVI, Ver también Romanos 6:4 y Colosenses
3:1).
La segunda Resurrección
Ésta es la primera resurrección; los demás muertos no volvieron a vivir hasta que se cumplieron los mil años. Dichosos y
santos los que tienen parte en la primera resurrección. La segunda muerte no tiene poder sobre ellos, sino que serán
sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con él mil años (Apocalipsis 20:5-6 NVI).
Si tenemos vida eterna por haber creído en Jesús, la segunda muerte no tiene poder sobre nosotros. Esto indicaría que
el milenio describe el periodo entre la resurrección de Jesús y Su regreso a la tierra.
Al terminar el milenio Satanás es juzgado. El último enemigo es eliminado. Jesús es triunfante. Los enemigos de Dios
están en el lago de fuego.
La derrota de Satanás también marca el momento de juicio de los humanos. Este juicio marca el paso de algunos a la
vida eterna y la segunda muerte para los que no han sido fieles a Dios.
La nueva Jerusalén está ubicada en una nueva tierra, bajo un nuevo cielo. La nueva Jerusalén bajaba de Dios, esto
contrasta con la peregrinación del hombre a Jerusalén. Dios estará en medio de su pueblo (Immanuel Isaías 7:14). Dios
cumple la esperanza del Antiguo Testamento, “Dios mismo estará con ellos y será su Dios. En esté lugar no habrá
lagrimas, ni muerte, ni llanto, ni lamento, ni dolor. Todo es nuevo. El que salga “vencedor” (Apocalipsis 2:7; 2:11; 2:17;
2:26; 3:5; 3:12; y 3:21), pero los cobardes, incrédulos, abominables, asesinos, los que hacen inmoralidades sexuales,
practican artes mágicas, idólatras, y mentirosos recibirán la herencia del lago de fuego, es decir, la segunda muerte
(Apocalipsis 21:8).
Los siete ángeles presenten la ciudad santa en toda su gloria. Tendrá12 puertas con los nombres de los 12 tribus de
Israel. Tendrá 12 cimientos con los nombres de los “12 apóstoles del cordero”. Así representa todo el pueblo de Dios.
Estará adornado con 12 piedras preciosas.
La ciudad es un cubo que es una versión más grande del lugar santísimo. Mide 2,200 kilómetros. Las medidas y decoro
indican que es una ciudad gloriosa.
La ciudad no tiene necesidad de un templo porque Dios mismo es su templo. No tenía necesidad de luz ya que el
Cordero es su lumbrera. Las puertas de la ciudad siempre estarán abiertas. Y no tendrá ninguna cosa inmunda en ella. Y
será habitada por los que están inscritos en el libro de la vida del cordero. (Apocalipsis 21:27).
Dios hace un nuevo Edén, sin el pecado y sus resultados. El rio que da vida procede del trono de Dios (Ezequiel 47) y
sana a las naciones. Ya no hay una maldición. No habrá noche, ni lámparas ya que la fuente de luz les va a iluminar. No
habrá más noche. Dios el Señor los iluminará (Apocalipsis 22:5).
“No el injusto siga haciendo injusticias, que el impuro siga siendo impuro, que el justo siga practicando la justicia, y que
el que es santo siga guardándose santo” (Apocalipsis 22:11-12).
El que deba ser llevado cautivo, a la cautividad irá. El que debe morir a espada, a filo de espada morirá. ¡En esto
consisten la perseverancia y la fidelidad de los santos! (Apocalipsis 13:9-10 NVI).
Las Escrituras dicen: similar a Deuteronomio 4:2 “No añadan ni quiten palabra alguna a esto que yo les ordeno” (NVI),
Deuteronomio 12:32, “Cuídate de poner en práctica todo lo que te ordeno, sin añadir ni quitar nada” (NVI). Juan cierre
su Apocalipsis con la formula que cierra los pactos:
“A todo el que escuche las palabras del mensaje profético de este libro le advierto esto: Si alguno le añade algo, Dios le
añadirá a él las plagas descritas en este libro. Y si alguno quita palabras de este libro de profecía, Dios le quitará su parte
del árbol de la vida y de la ciudad santa, descritos en este libro” (Apocalipsis 22:18-19).
Conclusiones:
En el Apocalipsis hemos visto siete veces toda la historia entre la resurrección de Jesús y Su segunda venida. Las iglesia,
los sellos, las trompetas, los siete personajes, las copas, la destrucción de babilonia, y el milenio. Cada vez que Juan
relata la historia lo hace desde una perspectiva distinta (G. Hendriksen, Más que vencedores, Desafio).
4. Porque Dios va a vengar la sangre de los mártires que dieron sus testimonios y sus vidas por su causa.
6. Porque hay una gran batalla entre Jesús y Satanás hoy (ver Génesis 3:15).
7. Porque Dios está utilizando todo para ganar la batalla. Aún la naturaleza lucha a favor de los santos de Dios.
9. Porque Dios juzgará a los que se oponen su plan para este mundo.
10. Porque Cristo va a vencer a todos sus enemigos. “El último enemigo que será destruido es la muerte.” (1 Corintios
15:26)
Juan ve a Jesucristo activo en los asuntos de éste mundo. No es pasivo esperando que la gente le siga. Juan ve un
conflicto de vida y muerte entre la maldad y Jesús en el tiempo actual. Así, el libro de Apocalipsis interpreta el tiempo
presente con la seguridad de que Jesús va a vencer y llevar a sus seguidores (Su Pueblo, la iglesia) a un lugar donde
podemos tener comunión con Dios (Éxodo 5:1).
El lenguaje de Juan está dirigido a la comunidad cristiana. No tiene referencias a las prácticas del Judaísmo. No menciona
en ninguna parte que los judíos van a tener el domino sobre el mundo. Estas ideas provienen más del Antiguo
Testamento cuando hablaba de una edad mesiánica. Estas profecías se cumplen en Jesús.
Se nota que Juan no está pensando que los cristianos van a transformar la sociedad. Más ve a la sociedad como un
enemigo de Dios. La única manera para tener una sociedad en paz es teniendo paz con Dios. Si uno no ha logrado paz
con Dios, Dios es su enemigo hasta la muerte.
“No guardes en secreto las palabras del mensaje profético de este libro, porque el tiempo de su cumplimiento está
cerca. Deja que el malo siga haciendo el mal y que el vil siga envileciéndose; deja que el justo siga practicando la justicia
y que el santo siga santificándose” (Apocalipsis 22:10-11).