La Rutina
La Rutina
La Rutina
De ahí la
importancia de erradicarla a tiempo.
Y aunque es más factible que matrimonios de largos años caigan en la monotonía, también puede ocurrirle a parejas que
llevan menos tiempo, pero que se han acostumbrado a repetir ciertos hábitos.
¿Cómo romper la rutina con la pareja? Revisen estos 10 consejos muy simples de poner en práctica.
1. Recuperar los pequeños detalles
Desde preparar una cena romántica, sin estar de aniversario, hasta ir a buscarse por sorpresa a sus lugares de trabajo. O
más simple aún, enviarse un mensaje bonito a mitad del día, aunque se vayan a ver en las próximas horas. Gestos como
esos son los que marcan la diferencia y los que contribuyen a romper con la monotonía.
Miren atrás y recobren esos pequeños, pero valiosos detalles, que se expresaban al comienzo de su relación.
2. Respetar su independencia
Aunque los consejos respecto a cómo cambiar la rutina de pareja apuntan a un trabajo entre los dos, es igual de importante
que cada uno mantenga su independencia y se respeten los espacios de ambos, tanto en lo profesional como en lo
recreativo.
Si se sienten felices y motivados con su propia existencia, será mucho más fácil contagiar a la pareja e impregnar la relación
de puros buenos sentimientos.
3. Implementar nuevas rutinas en casa
Son muchas las ideas, así que solo dependerá de los gustos de cada pareja. Por ejemplo, algunos días pueden disfrutar de
un baño de tina juntos antes de ir a dormir. Así se relajarán y se reconectarán en un espacio íntimo. O los fines de semana,
si nunca lo hacen por sus horarios, desayunar relajadamente en la cama.
También pueden construir un huerto y empezar a cultivar sus propios productos. O intercambiar las tareas domésticas que
les corresponden. El objetivo es que implementen nuevas dinámicas para desarrollar en el hogar.
4. Reabrir el círculo social
Quizás hay muchos amigos en común que han dejado de ver, con los que solo se comunican por redes sociales. Y aunque se
justifiquen aludiendo a que es por falta tiempo, oblíguense a retomar esos lazos.
Ya sea afuera o en casa, organizar reuniones con esas amistades les servirá para romper con la monotonía del día a día y de
su relación. Desde algo tan simple como acortar la semana en un happy hour.
5. Destecnologizarse
La tecnología suma en todos los aspectos de la vida, salvo en la comunicación de pareja cuando es frente a frente. Por lo
mismo, propónganse silenciar sus celulares cuando se sienten a comer o, idealmente, la mayor parte del tiempo que pasen
juntos.
Descubrirán que al desconectarse surgirán nuevas conversaciones, revelaciones y muchas más risas. Se escucharán
realmente si no están pendientes de sus teléfonos.
Una historia que nos pide desterrar la rutina de nuestra vida diaria
Hubo una vez en la historia del mundo un día terrible en el que el Odio, que es el rey de los malos sentimientos, los defectos
y las malas virtudes, convocó a una reunión urgente con todos los sentimientos negros del mundo y los deseos más
perversos del corazón humano. Estos llegaron a la reunión con curiosidad de saber cuál era el propósito.Cuando estuvieron
todos habló el Odio y dijo:
- "Los he reunido aquí a todos porque deseo con todas mis fuerzas matar a alguien".
Los asistentes no se extrañaron mucho pues era el Odio que estaba hablando y él siempre quiere matar a alguien, sin
embargo todos se preguntaban entre sí quién sería tan difícil de matar para que el Odio los necesitara a todos.
- "Quiero que maten al Amor", dijo. Muchos sonrieron malévolamente pues más de uno quería destruirlo.
El primer voluntario fue el Mal Carácter, quien dijo:
- "Yo iré, y les aseguro que en un año el Amor habrá muerto; provocaré tal discordia y rabia que no lo soportará".
Al cabo de un año se reunieron otra vez y al escuchar el reporte del Mal Carácter quedaron decepcionados.
- "Lo siento, lo intenté todo pero cada vez que yo sembraba una discordia, el Amor la superaba y salía adelante".
Fue entonces cuando, muy diligente, se ofreció la Ambición que haciendo alarde de su poder dijo:
- "En vista de que el Mal Carácter fracasó, iré yo. Desviaré la atención del Amor hacia el deseo por la riqueza y por el poder.
Eso nunca lo ignorará".
Y empezó la Ambición el ataque hacia su víctima quien efectivamente cayó herida pero, después de luchar por salir
adelante, renunció a todo deseo desbordado de poder y triunfó de nuevo.
Furioso el Odio por el fracaso de la Ambición envió a los Celos, quienes burlones y perversos inventaban toda clase de
artimañas y situaciones para despistar el amor y lastimarlo con dudas y sospechas infundadas. Pero el Amor confundido
lloró y pensó que no quería morir, y con valentía y fortaleza se impuso sobre ellos, y los venció.
Año tras año, el Odio siguió en su lucha enviando a sus más hirientes compañeros, envió a la Frialdad, al Egoísmo, a la
Cantaleta, la Indiferencia, la Pobreza, la Enfermedad y a muchos otros que fracasaron siempre, porque cuando el Amor se
sentía desfallecer tomaba de nuevo fuerza y todo lo superaba. El Odio, convencido de que el Amor era invencible, les dijo a
los demás: "Nada hay que hacer. El Amor ha soportado todo, llevamos muchos años insistiendo y no lo logramos".
De pronto, de un rincón del salón se levantó alguien poco reconocido, que vestía todo de negro y con un sombrero gigante
que caía sobre su rostro y no lo dejaba ver, su aspecto era fúnebre como el de la muerte. "Yo mataré el Amor", dijo con
seguridad. Todos se preguntaron quién era ése que pretendía hacer solo lo que ninguno había podido. El Odio dijo: "Ve y
hazlo".
Tan sólo había pasado algún tiempo cuando el Odio volvió a llamar a todos los malos sentimientos para comunicarles
después que, de mucho esperar, por fin el Amor HABÍA MUERTO. Todos estaban felices, pero sorprendidos.
Entonces el sentimiento del sombrero negro habló: "Ahí les entrego el Amor totalmente muerto y destrozado", y sin decir
más se marchó. "Espera", dijo el Odio, "en tan poco tiempo lo eliminaste por completo, lo desesperaste y no hizo el menor
esfuerzo para vivir. ¿Quién eres?"
El sentimiento levantó por primera vez su horrible rostro y dijo: "soy La Rutina."