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Revista Iberoamericana de Ciencias ISSN 2334-2501

La eutanasia y el suicidio asistido en México


Propuesta de un modelo a seguir

Alexis Mazariego Osorio, Marisol González Hernández, Luis Abraham Paz Medina
y José Adolfo Pérez de la Rosa
División Académica Multidisciplinaria de los Ríos
Universidad Juárez Autónoma de Tabasco
Tenosique, Tabasco; México
[email protected]

Abstract—This article analyzes the Dutch legislation regarding the issue of euthanasia and assisted suicide, wiwhich is
contemplated in the “Law of Verification of the Termination of Life on Own Proposal” as opposed to international human
rights instruments binding to that European country, to assess in general whether or not there is a violation of the right to
human life, concluding that the same rule described above is attached to these legal systems, and therefore its regulation could
serve as an example to follow by the Mexican State in order to carry out a comprehensive reform that also provides for its
regularization in line with the Dutch model referring to this practice.

Keyword— Human right to life, comparative right.


Resumen— El presente artículo analiza la legislación holandesa respecto al tema de la eutanasia y el suicidio asistido, que
se encuentra contemplado en la “Ley de Verificación de la Terminación de la Vida a Petición Propia” contraponiéndolo a los
instrumentos internacionales en materia de derechos humanos vinculantes a ese país europeo, para evaluar en forma general
si existe o no una violación al derecho de la vida humana, concluyendo que la propia norma antes descrita se encuentra
apegada a dichos ordenamientos jurídicos, y por tanto su reglamentación pudiera servir como ejemplo a seguir por el Estado
mexicano a fin de llevar a cabo una reforma integral que prevea también su regularización en consonancia con el modelo
holandés referente a esta práctica.

Palabras claves— Derecho humano a la vida, derecho comparado.

I. INTRODUCCIÓN
La eutanasia y el suicidio asistido, son prácticas que buscan poner fin a la vida de un ser humano, bajo
la justificación de que el individuo así lo manifiesta, ya sea porque sufre una enfermedad incurable,
problemas físicos o mentales, inclusive es aplicada a la persona que no puede expresar su voluntad, debido
a causas que no se lo permiten, como aquellos enfermos que se encuentran en estado vegetativo y la
decisión para ejercerla en estos pacientes es la de un tercero, siendo a su ruego los familiares, no existiendo
limitaciones de grados conectivos.
Holanda se vio en la necesidad de legislar en dicha materia, con la finalidad de permitir que quien
consigo lleva extremos aspectos de salud “Enfermedades Terminales” tenga una alternativa factible,
aunque al mismo tiempo triste, puesto que hablamos de la existencia y la dignidad de un ser vivo y en
donde el Estado tiene la obligación de incentivar y procurar el deseo de seguir adelante, no el de motivar
a tomar esa medida de escape, pero desde el plano jurídicamente hablando cuenta con una regulación muy
rígida con respecto a esta práctica, a ello su mecanismo de control es muy estricto, ya que el médico si
llegara a dar incumplimiento al protocolo establecido en la ley, se le sería sancionado en su profesión,
incluso podría ir a la cárcel.
La siguiente investigación aborda la situación actual Holandesa, en materia de eutanasia y suicidio
asistido, cuyo alcance del trabajo esperado será el de poder concluir de acuerdo a lo investigado si la ¨Ley
de Verificación de la Terminación de la Vida a Petición Propia y Auxilio Asistido al Suicidio¨ es o no
violatoria de derechos humanos, limitados ampliamente debido a que no conocemos directamente el sentir

ReIbCi – Octubre 2019 – www.reibci.org


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de su sociedad con lo que versa al tema, que sería buen punto tomar en cuenta las observaciones de los
propios habitantes encontrados sujetos a dicho precepto jurídico. El objetivo general del artículo es
determinar mediante un análisis si la legislación de este país, pude ser usado como modelo normativo para
el ordenamiento legal mexicano, ya que se encuentra penalizada, pero que aun así existe población que ha
tomado esa salida, claro siempre y cuando justificando que han sido acreedores de una enfermedad
terminal que significa el por qué su actuar de querer morir; debiendo previamente como objetivo
específico determinar si dicha ley es violatoria o no de los instrumentos jurídicos en materia de derechos
humanos. Si bien notamos esencial hacer la distinción del concepto de eutanasia y el suicidio asistido y
así poder desenvolver las similitudes existentes en ambos, también se hace mención de algunos hechos
concretos y recientes de muertes asistidas llevadas a cabo en Holanda, con la finalidad de ver si cuando
se realizaron estuvieron debidamente justificadas.

II. MÉTODO Y MATERIALES DE ESTUDIO


El diseño del proyecto es de naturaleza cualitativa, no experimental, debido a que se trabajó en sucesos
pasados y no pueden ser manipulados, recurrimos del método analítico, a fin de poder analizar la eutanasia
y el suicidio asistido basados a legalidad conforme a derechos humanos. Como segundo plano se utiliza
el método comparativo y así determinar el posible modelo a seguir por la legislación mexicana, al
compararlo con el precepto jurídico holandés. Los materiales, fueron documentos digitales, páginas web
oficiales, no oficiales y de noticias, entre documentos digitales podemos encontrar un boletín de la
Comisión Nacional de Arbitraje Médico, un boletín de la Biblioteca Nacional de Chile, un ilustrado de la
Declaración Universal sobre Derechos Humanos, una traducción de la Carta de los Derechos
Fundamentales de la Unión Europea, un artículo de la revista digital de Cirujano General, no quedándose
atrás un artículo de la revista Hospital Clínico de la Universidad de Chile, en donde hacen un estudio de
derecho comparado con base al régimen legislativo de Holanda, ya que ha servido de ejemplo a nivel
internacional, al igual tomamos de referencia la Ley General de Salud y la Ley de Voluntad Anticipada
del Distrito Federal, ambas tipos PDF, quienes sirvieron para el entendimiento normativo mexicano,
cuanto a páginas web oficiales, se utilizó la del gobierno holandés, brindándonos información detallada
versada en la aplicación de dicha práctica a recién nacidos, las no oficiales, pero ayudándonos a
complementar, tal es así la de Bioética web que nos definió conceptos, por último de noticias digitales,
que a continuación mencionamos, el Mundo, el Espectador y el País, portadoras sobre antecedentes
planteados.

III. CONCEPTO DE EUTANASIA Y SUICIDIO ASISTIDO


Para poder comprender la temática a abordar, es necesario conceptualizar los dos términos de muertes
asistidas, con la finalidad de entender cada uno de ellos, ya que no son sinónimos, lo cual se ha prestado
a mucha confusión.
Eutanasia: Como sugiere su etimología (Del griego “eu-thanatos”), significa “buena muerte”, en el
sentido de apacible, sin dolores, y con esta acepción la introdujo en el vocabulario el científico Francisco
Bacon en 1623, sin embargo, actualmente se entiende por aquella acción –eutanasia activa-, u omisión –
eutanasia pasiva-, encaminada a quitar la vida de una manera indolora, a los enfermos incurables. Son
características esenciales, al ser provocada por personal sanitario y la existencia de una intencionalidad
supuestamente compasiva o liberadora. Se clasifica de las siguientes maneras:
• Por los fines perseguidos, se llama homicidio piadoso si la muerte se busca como acto para privar al
enfermo de los dolores, de una deformación física, de una ancianidad penosa o, en una palabra, de
algo que mueve a “compasión”.

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• Se llama eutanasia eugenésica, económica o social si la muerte se busca para purificar la raza, liberar
a la familia o sociedad de la carga de las llamadas “vidas sin valor”.
• Por los modos empleados se divide en eutanasia activa (Acción deliberada encaminada a dar la
muerte) y eutanasia pasiva; en ésta se omiten los cuidados proporcionados necesarios para sostener la
vida, con el fin de provocar la muerte. Desde otro punto de vista, se puede clasificar también la
eutanasia en voluntaria e involuntaria, en el caso de que lo pida o no el enfermo. [1]
Suicidio: La palabra se deriva del latín sui = sí mismo y caedere = matar.- Literalmente significa
matarse por sí mismo. El suicidio médicamente asistido se podría definir, de acuerdo a lo expresado por
Álvarez del Río, en una ponencia presentada en sesión académica en la Comisión de Arbitraje Médico,
como “la ayuda que da un doctor a un paciente, en respuesta a su solicitud, proporcionándole las
facilidades para suicidarse y el enfermo es quien realiza la acción que le causará su fin¨. [2]
Las dos modalidades, son acciones visiblemente muy parecidas porque tienen la clara intención de
ayudar a causar la muerte de uno o muchos individuos con enfermedades incurables, que es lo que a su
ruego estos quieren. Se distinguen entre sí porque en el suicidio asistido el médico se limita a
proporcionar a la persona los medios para que se prive de su existencia, pero no realiza la acción. Es
mejor hablar de suicidio médicamente asistido haciendo la distinción del primero, sin adjetivo, que sería
la ayuda 100 % otorgada para que alguien se quite la vida, pero llevándolo fuera del contexto clínico (La
razón por la que la persona quiere morir no proviene de una sufrida y terrible enfermedad y quien aporta
su ayuda no es un profesionista en salud). [3]

IV. DERECHO A LA VIDA


Una vez que se definieron conceptos, haciendo énfasis en la distinción que existe entre ambos, es vital
poder comprender el alcance del derecho a la vida, como derecho humano, tomando en cuenta la
legislación internacional en materia de derechos humanos, únicamente la que tiene ámbito de vinculación
con Holanda y México, que específicamente es: La Declaración Universal de los Derechos Humanos,
donde también se puede relacionar para el Estado holandés el Convenio Europeo de Derechos
Fundamentales:
• En el artículo 3, de la Declaración Universal de Derechos Humanos encontramos consagrado el derecho
de vivir aplicado a los dos países, lo cual a la letra nos refiere lo siguiente “Todo individuo tiene derecho
a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona”. En razón se puede apreciar que no hace una
apreciación de lo que consiste como tal, permitiendo que su interpretación y aplicación, dependa de las
causas. [4]
• Sin embargo en el artículo 2 del Convenio Europeo de Derechos Fundamentales, retoma el derecho a
la vida, pero estableciendo las situaciones en las cuales, si se podrá aplicar una excepción a la regla,
permitiendo que se pueda vulnerar, sin que el Estado las considere como conductas contrarias a
derechos humanos. Nos menciona:
1. El derecho de toda persona a la vida está protegido por la ley. Nadie podrá ser privado de su vida
intencionadamente, salvo en ejecución de una condena que imponga la pena capital dictada por un
Tribunal al reo de un delito para el que la ley establece esa pena.
2. La muerte no se considerará como infligida en infracción del presente artículo cuando se produzca
como consecuencia de un recurso a la fuerza que sea absolutamente necesario:
a) En defensa de una persona contra una agresión ilegítima;
b) Para detener a una persona conforme a derecho o para impedir la evasión de un preso o detenido
legalmente;

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c) Para reprimir, de acuerdo con la ley, una revuelta o insurrección. [5]


Como se pudo leer anteriormente, existe una gran distinción entre lo que manifiestan las dos leyes, ya
que la segunda, si permite expresamente en que situaciones se le podrá quitar la vida a una persona, lo
cual es como consecuencia que en la primera no existe una especificación, permitiendo que se puedan
justificar dependiendo el momento. Por lo que podemos comprender que el derecho a la vida es la
capacidad del ser humano de seguir habitando en el planeta tierra, siempre y cuando no exista alguna
justificación en la que se vea la necesidad de restringirle este derecho, tal cual y como se observa en lo
manifestado por la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea, pero haciendo omisión de
manifestarse al respecto de aquellas situaciones en donde el ser humano decida por sí mismo o mediante
la ayuda de algún tercero.

V. ANTECEDENTES DE LA EUTANASIA EN HOLANDA


Desde la legalización en Holanda, se ha practicado de manera normal, por lo cual es necesario hacer
mención sintéticamente cada uno de los acontecimientos más importantes, recientes y relevantes, que se
han llevado a cabo en los últimos años, con la finalidad de que podamos observar las circunstancias en
que se desarrollaron y así analizar si los solicitantes cumplieron con todo y cada uno de lo que requiere y
exige la ley en su contenido.
Un antecedente a considerar: El holandés Mark Langedijk tenía 41 años cuando pidió la eutanasia, en
julio de 2016. En la plenitud de su vida era alcohólico, padecía depresión y un trastorno de ansiedad.
Divorciado y con dos hijos pequeños, había entrado y salido de 21 clínicas de desintoxicación. Su muerte
levantó enorme polvareda, porque Mark no era un enfermo terminal, tampoco padecía una demencia
aguda que le robara la lucidez. Sin embargo, su médico de cabecera consideró que su sufrimiento y
dependencia del alcohol, eran indudablemente insuperables. [6]
Otro de los hechos es el de Aurelia Brouwers, recibió una llamada el 31 de diciembre de 2017. Al otro
lado de la línea estaba un trabajador de la federación holandesa de médicos KNMG. Era un domingo, pero
no les importó, le comunicaron que habían aprobado definitivamente su solicitud de suicidio asistido y le
preguntaron si quería tomarla ya, les dijo que sí y la programaron para el 26 de enero. Esta joven de 29
años vivía en Deventer, al este de Holanda, y estaba diagnosticada con un trastorno límite de la
personalidad, de estrés postraumático crónico y diversas adicciones. Aurelia murió el 26 de enero de
2018, a las 14:35. [7]
También ha sido de gran relevancia la eutanasia de una veinteañera holandesa, consiguió que se le
practicara por haber sido incapaz de recuperarse de las heridas psicológicas que le provocaron los abusos
sexuales que sufrió en su niñez, desde los 5 hasta los 15 años y a causa de ello padecía un fuertísimo estrés
post-traumático y graves daños mentales de los que no conseguía recuperarse a pesar de llevar años y años
en tratamiento, así que solicitó que se le aplicara y los doctores que la trataban dieron su visto bueno a que
se le permitiera cumplir su deseo a fin de evitarle más dolor y sufrimiento. Según los diagnósticos, los
problemas que sufría eran incurables e incluían anorexia, depresión crónica, alucinaciones, obsesiones,
tendencia al suicidio, compulsiones y autolesiones. A la mujer se le aplicó una inyección letal, la cual sale
a la luz pública ya que ha sido la primera que es aplicada a una persona no por razones físicas, sino de
tipos psicológicos. [8

VI. MARCO JURÍDICO DE LA EUTANASIA EN HOLANDA


Holanda dentro del marco de Derecho Internacional, ha sido un país pionero en la legislación sobre
eutanasia, ya que desde 1980 se abrió el debate entre el sistema judicial y la asociación médica (Royal

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Dutch Medical Association) para desarrollar guías clínicas y procedimientos controlados eficazmente.
En el año 2001 se legisla sobre el término de la vida y suicidio asistido, reglamentando las prácticas que
habían existido en ese país por casi 3 décadas. Las encuestas de opinión registraron más de un 90% de
aprobación a la medida y con respecto a la regulación, se generaron 5 comités regionales de revisión, y
quienes conforman los antes mencionados, son electos en base a sus conocimientos en torno a la materia
cada 6 años. [9]
La ley que entro en vigor en abril del 2002 cuyo nombre es “Verificación de la Terminación de la
Vida a Petición Propia y Auxilio Asistido al Suicidio” la cual le daba un recurso jurídico, solo a los
médicos que cumplieran con los requisitos, para asistir en el proceso a los pacientes denominados
terminales. [10]
El ordenamiento debidamente referenciado, hizo modificaciones al Código Penal holandés, el cual
sanciona con penas de prisión o multa al que termina con la vida de otra persona, aun contando con el
consentimiento de éste, en efecto, el mismo descrito, expresa que tal conducta no es punible solo cuando
es cometida por un profesionista en medicina, cumpliendo con los requisitos de debido cuidado prescritos
por la misma y cuando la conducta es comunicada al forense municipal. En este marco, se exime de
responsabilidad penal al que la lleva a cabo, es decir quien le pone fin a la existencia de alguien que está
experimentando sufrimiento insoportable y sin perspectivas de mejora, pero en tanto se cumplan con las
siguientes condiciones:
• Que el médico tenga la convicción de que existe una petición voluntaria y bien ponderada del
paciente;
• Que el médico tenga la convicción de que el sufrimiento del paciente es insoportable;
• Que el paciente sea informado de la situación en que se encuentra y sus perspectivas futuras;
• Que el paciente tiene claridad de la situación en que le aqueja;
• Se debe haber consultado, al menos, a otro médico independiente que, habiendo revisado al paciente,
haya dado su opinión escrita sobre que se cumplieron los 4 requisitos anteriores, y
• La muerte debe ser consecuencia directa del suicidio o asistencia al suicidio por medio del
mecanismo del “cuidado debido” contemplado en la ley.
• Cada instancia de la eutanasia y el suicidio asistido debe ser reportada a una de las 5 comisiones
regionales, que examinan las solicitudes, este se constituye en procedimiento de notificación y
control a posteriori. En los hechos, el médico le comunica al forense municipal todas las muertes no
naturales, entre las que se encuentran estos casos; los que pasan a un comité formado por un médico,
un especialista en ética y un experto jurídico quienes juzgarán si el médico ha tomado el debido
cuidado, si no lo hace, puede ser procesado criminalmente y las penas varían, desde 3 años por
auxilio al suicidio hasta 12 años de prisión por la eutanasia. [11]
Hoy en día debido a la reforma que indagaron los legisladores en el artículo 293 del Código Penal
Holandés, quien declaraba como ilegal la eutanasia y el suicidio asistido, más ya a la fecha actual
considerada lícita debido a las ediciones.
El supuesto quedó de la siguiente manera:
Artículo 293
1. El que quitare la vida a otra persona, según el deseo expreso y serio de la misma, será castigado
con pena de prisión de hasta doce años o con una pena de multa de la categoría quinta.
2. El supuesto al que se refiere el párrafo anterior de este apartado no será punible en el caso de que
haya sido cometido por un médico que haya cumplido con los requisitos de cuidado recogidos en

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el artículo 2 de la Ley sobre comprobación de la terminación de la vida a petición propia y del


auxilio al suicidio, y se lo haya comunicado al forense municipal conforme al artículo 7, párrafo
segundo de la Ley Reguladora de los Funerales. [12]
Es necesario hacer mención que está normatividad holandesa también permite terminar con la vida
de los considerados recién nacidos, solo con la condición de que cumplan con los siguientes criterios de
atención:
• A la luz de la opinión médica prevaleciente, el sufrimiento del niño debe ser insoportable y sin
posibilidad de mejora. Esto significa que la decisión de interrumpir el tratamiento está justificada.
No debe haber duda sobre el diagnóstico y pronóstico;
• Tanto el médico como los padres deben estar convencidos de que no existe una solución alternativa
razonable dada la situación del niño;
• Los padres deben haber dado su consentimiento para la terminación de la vida;
• Los padres deben estar completamente informados sobre el diagnóstico y el pronóstico;
• Al menos otro médico independiente debe haber examinado al niño y emitido una opinión por escrito
sobre el cumplimiento de los criterios de atención médica mencionados anteriormente.
• La terminación debe realizarse con el debido cuidado.
Después de la finalización de la vida de un recién nacido, el médico tiene el deber inmediato de
observar el siguiente procedimiento:
• Debe notificarlo al patólogo municipal, quien se comunicará con la Oficina del Ministerio Público.
• Si no ve ninguna razón en particular para el retraso, el Servicio de la Fiscalía emitirá el
consentimiento para el funeral. Posteriormente, el patólogo enviará los detalles del caso al Comité
Central de Expertos sobre el aborto tardío y el cese de los bebés.
• El patólogo evalúa si el médico ha actuado con el debido cuidado. El Comité reporta sus
conclusiones al Ministerio Público. Finalmente, el Servicio de la Fiscalía decide si se debe tomar
alguna acción contra el médico en cuestión. [13]

VII. SITUACIÓN DE LA EUTANASIA Y EL SUICIDIO ASISTIDO EN MÉXICO


En México la eutanasia y el suicidio asistido se encuentran penalmente sancionados, pero podemos
referirnos a una figura algo similar, en donde existen algunos avances importantes sobre voluntad
anticipada, enfocadas a la regulación de los cuidados paliativos, que estos constituyen un planteamiento
de mejorar la calidad de vida de los pacientes (adultos y niños) y sus allegados cuando afrontan problemas
inherentes a una enfermedad potencialmente mortal, previenen y alivian el sufrimiento a través de la
identificación temprana, la evaluación y el tratamiento correcto del dolor y otros factores, sean estos de
orden físico, psicosocial o espiritual, por lo que al considerar de lo anterior descrito que no tendrá
resultados en adelante, porque los enfermos imponen el consentimiento de no recibir en ningún momento
los medicamentos, dejándose morir. [14]
La Ley General de Salud establece en su artículo 166 Bis 4 que “toda persona mayor de edad, en pleno
uso de sus facultades mentales, puede, en cualquier momento e independientemente de su estado,
expresar su voluntad por escrito ante dos testigos, de recibir o no cualquier asistencia médica, con la
razón de que en un futuro si llegara a estar en situación terminal ya no le será posible manifestarse”. De
forma complementaria, la misma norma en su artículo 166 Bis 6 estipula que “la suspensión voluntaria
de la ayuda curativa supone a la cancelación de todo medicamento que busque contrarrestar de manera

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exclusiva el dolor o malestar del paciente”, aquí el médico especialista interrumpe, suspende, limita el
uso de instrumentos o cualquier procedimiento que contribuya a la prolongación de la vida, dejando a
que todo evolucione naturalmente”. [15]
De manera similar, desde el mes de Enero del 2008 existe la Ley de Voluntad Anticipada para el
Distrito Federal, que junto a su Reglamento dictan, establecen lineamientos y reglas claras, con la
finalidad de garantizar que se cumpla lo expresado por las personas, referente a decisiones y deseos en
sus necesidades, refiriéndonos a las ganas de morir libremente, logrando deslindarse de todo tipo de
agobios que los sujetan. [16]
En el mismo tenor, ya se cuentan con leyes similares en las legislaciones de 11 estados de la república
que son: Coahuila, Aguascalientes, Hidalgo, Chihuahua, San Luis Potosí, Guanajuato, Michoacán,
Nayarit, Guerrero, Colima y el Estado de México. En general, en todas estas leyes se prohíben las
conductas que tengan como consecuencia el acortamiento intencional de la vida, por lo tanto, no intentan
promover la eutanasia, sino a reconocer el derecho a rechazar el tratamiento terapéutico obstinado y no
recibir los llamados cuidados paliativos.

VIII. RESULTADOS Y CONCLUSIÓN


De acuerdo a lo investigado, se puede llegar a los siguientes resultados.
Se logró conceptualizar y distinguir la eutanasia y el suicidio asistido, donde la diferencia depende en
función de la actividad que haga el médico, en el primero, un profesionista del área de medicina es quien
realiza el proceso privativo de la vida a pacientes, en cambio en el segundo este solo se limita a
proporcionar la sustancia que permitirá que enfermos se otorguen la muerte sin dolor y sin ningún tipo
de molestia bajo sus responsabilidades.
Respecto a los hechos particulares, las circunstancias motivadoras tienen en común que son
enfermedades crónicas y no irreversibles, fueron llevadas a cabo cumpliendo lógicamente pautas que la
ley señala, a quienes eran solicitantes se les practicaron exámenes médicos y así identificar que en
realidad esa fuera la única alternativa hacia ellos, es decir, que no pudiera existir alguna otra solución a
su enfermedad y al cumplir con toda cláusula señalada por el orden jurídico, tuvieron la posibilidad de
morir “dignamente”, siendo este un medio escurridizo del sufrimiento, y de acuerdo a cómo igualmente
se observó, a las mismas personas que se les aprobaron su solicitud, no eran considerados enfermos
terminales, estos solo padecían trastornos psicológicos provocados gracias a la depresión, que hacían
ofrecerles una calidad de estabilidad muy baja, que subsanaban con adicciones, que al pasar el tiempo
les producían severos conflictos y entre tras varios intentos de recuperación recaían, a ello optaron
solicitar morirse y esas actuaciones son datos alarmantes, ya que no fue de no tener alguna vía a esos
problemas, sino porque perdieron la fe y a su vez la voluntad de continuar viviendo.
Se llegó a determinar que el derecho a la vida humana, de acuerdo a los instrumentos internacionales
en materia de derechos humanos vinculantes con Holanda, hacen notar que es la capacidad del ser
humano, en tener condiciones necesarias de poder subsistir y sobrevivir, sin que nadie pueda quitárselos
intencionalmente, pero que de acuerdo a la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea,
existen excepciones en donde sí se logra quebrantar, como es el de una sentencia impuesta por un tribunal
competente, en legítima defensa, para detener a una persona conforme a derecho, impedir la evasión de
un preso o detenido legalmente y reprimir una revuelta o insurrección, sin mencionar la eutanasia y el
suicidio asistido, lo cual se observa muy interesante, al querer delimitarlo, dando a que puede responderse
sencillamente con el principio general del derecho muy conocido que nos menciona, “lo que no está
prohibido, está permitido”, y eso nos hace ver que el derecho a vivir de acuerdo a los tratados
internacionales, no se encuentra limitado solo a esas opciones, sino que depende de las circunstancias

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del hecho, en lo que se puede observar que no existe una violación de derechos humanos con lo que
respecta a la “Ley de Verificación de la Terminación de la Vida a Petición Propia y Auxilio Asistido al
Suicidio” dando paso a que esto permite que, bajo los procesos burocráticos y exámenes clínicos se
puedan realizar este tipo de acciones, siempre con responsabilidad del que la practica, tal y como lo
señala el código penal holandés, en su artículo 293.
En cuanto a México es ilegal y sancionado penalmente, el asistir a alguien a quitarse la vida, sea ayuda
de un médico o gente externa, pero existe una figura consistente en dar a conocer la voluntad por parte
del enfermo, de no recibir tratamientos necesarios, sobre enfermedades que importan y cuentan con un
riesgo altamente y que el paciente al abandonarlo significa que acepta la muerte. Hoy en día la expresión
de voluntad anticipada en no recibir cuidados paliativos, es un antecedente claro de la intención de
legalizar la eutanasia y el suicidio asistido, puesto como se había mencionado suena incongruente
permitir que el que tiene una acción viable prefiera dejarse morir, sin importarle resultados negativos, a
lo que igual se hace ver contradictorio porque se habla de frenar el derecho a la salud y al de vivir, ambos
de índoles irrenunciables y el propio individuo se quebranta al dejar de propiciarse atenciones
competentes y arduamente preparadas.
Basados a lo analizado podemos concluir que la ley holandesa si puede ser un modelo a seguir sobre
la legislación en México, debido a que establece un sistema de control riguroso para todo el personal
sanitario, pero con la finalidad de no llevar adelante estas conductas que ponen fin a la vida de seres
humanos hacerse descontroladamente y puedan emanar un daño en la sociedad al querer justificarse con
cosas insignificantes, es necesario permitirla solamente a enfermedades verdaderamente graves y que no
tengan soluciones, inclusive en Holanda al ejercerse en menores de edad, el médico se ve obligado a dar
aviso a autoridades competentes inmediatamente después de practicada, en donde se evalúa si el que la
cumplió actuó con pleno apego a la ley, procurando que si haya existido la justificación que fuera motivo
del proceso y si hubiera de que exista incumplimiento, puede perder su licencia para ejercer la profesión
e inclusive ser sancionado con una pena privativa de libertad u otra sanción que contemple el código
penal holandés. Por último, también consideramos que la legalización podría llegar hacer un factor
negativo, y en su aplicación, puede motivar a la población a suicidarse, al ser utilizada por aquellos que
no pueden superar traumas o daños psicológicos que alteran sus días, y es un punto que se debería de
tomar en cuenta al momento de evaluar causas o justificaciones si se llegara legislar la eutanasia y el
suicidio asistido en México.

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https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/palliative-care
[15] Congreso de la Unión. (2018). Ley General de Salud. Ciudad de México, México. Recuperado de
http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/pdf/142_241218.pdf.
[16] Congreso del Distrito Federal. (2008). Ley de Voluntad Anticipada para el Distrito Federal. D.F., México.
Recuperado de http://aldf.gob.mx/archivo-077346ece61525438e126242a37d313e.pdf.

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