Relatos de Vida de Personas Trans Privadas de La Libertad
Relatos de Vida de Personas Trans Privadas de La Libertad
Relatos de Vida de Personas Trans Privadas de La Libertad
Edición: 2022
Este libro se ha realizado con la ayuda financiera del Fondo Internacional Trans.
Solo queda apostar por que lxs lectorxs de esta publicación puedan
acercarse a estas experiencias libres de prejuicios, que puedan abrir
su corazón y su mente para conocer las situaciones por las que pasa
una mujer trans o un hombre trans en una cárcel y de esta manera se
pueda generar consciencia de todo lo que han tenido que vivir y tal vez
se animen a visitar a quienes no tienen a nadie, a respetar su identidad
de género y a no juzgar tan rápido a una persona que cometió un delito.
ANDREA
A N D R E A
Andrea y tú ¿cómo te identificas a ti misma, como mujer trans, como persona trans, como
travesti, chica transgénero, transexual?
Como mujer trans.
¿Dónde naciste?
Aquí en la ciudad de México. En la delegación Benito Juárez, en el hospital de ahí de
Benito Juárez, pero yo soy de aquí de Iztapalapa, de la colonia Santa María Aztahuacán.
¿Eres indígena?
No.
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la noche y no entendía bien su mundo. Crecí con mis primos y tengo solamente un
hermano, y su mundo es diferente, es de hombres. Yo llegué a tener novia pero no
me sentía bien porque no era plena. Tuve novias para tapar el ojo a mi mamá porque,
como ella es de pueblo, lo ve mal. Entonces, para tapar eso tenía que andar con una
mujer y yo no me sentía bien, esto desde los 13 años. Entonces, cuando me corre
mi mamá y se entera que yo era homosexual traté de regresar a mi núcleo familiar
y engañarme y engañar a la demás gente. Decidí andar con una chica para que me
acepte mi familia y no me sentí satisfecha, no era yo, hasta ahorita que soy Andrea me
siento plenamente como Andrea y vivo como Andrea y soy Andrea. Así fue mi infancia.
Después me metí a trabajar a empresas, fui creciendo y conociendo los antros, lugares
de más amistades gays, de ver que había un mundo más allá del que yo pensaba.
Sólo conocía mi núcleo familiar, mi sociedad y todo eso era en mi colonia. Trabajé en
empresas cerca de mi casa, tuve mis amistades cerca de mi casa y no conocía más
allá.
Aparte de arrastrar esa frustración de una falta paterna y tu autoestima está por los
suelos, imagínate que ya de grande te estén humillando y que te golpeen y que no
tengas la ayuda de nadie, porque esa persona hasta me encerró y me arrancó del
núcleo familiar. Pero también de lo malo siempre hay que agradecer, porque de lo
malo siempre vienen cosas buenas, siempre de un sufrimiento viene una sonrisa, de
una lágrima viene hasta una caricia, viene algo más, siempre lo he dicho, de lo malo
vienen cosas buenas, y gracias a él empecé a salir. Antes de esto yo no sabía por qué
el sentimiento, por qué me gustaban los compañeritos, nadie me dijo “es porque tú
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eres homosexual”. Todo eso yo lo fui descubriendo. Entonces, la vecina se da cuenta
y el esposo que es judicial va y me saca de la casa. Me llevaron a la delegación,
levantamos un acta y ahí fue donde mi familia interviene, me llevan a mi casa otra
vez, pero me vuelvo a salir, ya me gustaba estar fuera de mi núcleo familiar. Empecé
a rentar un cuartito y a trabajar en fábricas como ayudante general, vivir un mundo
de hombre, pero siempre escondiendo la homosexualidad.
A las diez y media de esa noche estaba cruzando la aduana del Reclusorio Oriente.
Y pues empezar a caminarle. Cuando llegué al Reclusorio desde la delegación sentí
miedo. La única que me ayudó, la única que supo el problema, fue mi hermana Eliveth
Cárcamo Ramiro, que en paz descanse. Y nunca me soltó. Me acuerdo que cuando
crucé la aduana el judicial que me trajo aquí, todavía en una gasolinería de Cabeza
de Juárez, me dijo: “órale, cena, te voy a regalar tu última Coca y tus últimas papas para
que cenes, porque vas a la grande”. Entonces yo tenía mucho temor. A mi familia no le
avisaron, no le notificaron que iba a llegar yo aquí, no le avisan a nadie. Me acuerdo
que una judicial de la comunidad me sacó de los separos de la delegación. No sé si
se oiga mal, yo no soy muy despectiva con las etiquetas, pero era muy machorra, muy
mala, muy grosera, muy déspota. Me saca y me dice: “órale, jotito, ¿qué crees?, vas a
ir al Oriente por esto que hiciste, te la vas a tragar toda allá adentro de la cárcel”.
Me saca, me esposan y me meten a la patrulla de los judiciales. El oficial, bien buena
onda, en vez de que ellos fueran los malos, los que te dijeran jotito -porque ya se
me notaba pero no me vestía de ella aún-, cuando llegué a la aduana, ¿qué crees
que hizo? Había un custodio en la mera entrada de la aduana y varias patrullas que
llegan a dejar a internos aquí y me dice:
- Ay, hijo de tu… conque tú eres esto ¿no? Pues te vamos a hacerla vivir aquí.
Voltea el judicial y le dice -nunca se me va a olvidar, no recuerdo su nombre-,
pero le dijo:
- No, carnal, él viene de a Pablito, él viene de a pagador.
Pensé que me iban a golpear y resultó que el judicial me hizo el paro para que no
me dieran en la madre al entrar a este lugar. Yo creo que si hubiera venido vestida de
Andrea -quién iba a pensar que iba a existir Andrea, porque nunca pensé que me iba
a vestir- pienso que las cosas habrían sido diferentes. Ahora hay más tolerancia y nos
ven como una comunidad y no nos tocan, no hay tanta violencia.
Pensé que me iba a pasar algo más, pero el custodio ya no dijo nada. Me llevaron a
certificarme en servicio médico y dije “bueno, soy homosexual, me van a comer aquí
adentro, me va a pasar todo, no sé qué va a pasar”. Pensaba en la incertidumbre de mi
familia. Yo no le deseo esto a nadie, yo no les deseo esto que pasas. Mucha gente dice
“qué bueno que están en la cárcel”, pero mucha gente, si estuviera un minuto dentro,
vería que hay mucha gente inocente dentro. Cuando salga le voy a decir a la gente
esta frase: “el que esté libre de pecado que aviente la primera piedra”, porque a veces
la gente señala, dice que todos los presos son malos y hay gente que es mala y está
allá afuera, y aquí hay muchos seres humanos y muchos ángeles como no tienen idea.
Al pasar del tiempo tenía que buscar un sustento económico, así que empecé a
trabajar aquí en la población de mesero. La gente me decía:
- Oye ¿eres gay’
- Sí, manita. ella, sal”. Y yo pensaba que si no lo
- ¿Y por qué no te vistes de mujer? hice en la calle por qué lo voy a hacer
La misma visita me decía eso y yo dentro de la cárcel. Si salgo del clóset
respondía: la población me va a comer, me van a
- Es que me da pena. señalar o los custodios me van a decir
“pinche joto”. Me tatúe unas estrellas
La misma visita, a escondidas, te en los hombros, ya me estaba haciendo
regalaba un lapicito, un perfumito, no femenina para caminar y me estaba
sé, algo para que te pintaras. La misma gustando. La gente y las chicas que
gente de la comunidad me decía: “oye, venían en aquellos años a visitar a sus
Oscar, ¿por qué no te vistes? Si tú eres esposos iban a comer conmigo y ya me
decían ‘manita’ y me preguntaban: hay un mundo, no te frustres en el
- ¿Cómo te llamas?, ¿o cómo te Oscar, no te frustres”. Le platicaba que
dicen, manita? luego te señalaba la gente, que no me
sentía a gusto, y entonces me empiezo
Yo todavía no usaba el nombre de Andrea a afeminar un poquito más, a cambiar la
y ya me estaba transformando poquito voz, ya sabes, el trayecto que pasamos
a poquito. Las chicas de la comunidad las chicas trans, empezar a salir poquito
me decían “vístete”. Había una chica a a poquito, que primero el aretito… poco
la que le decían La China que me decía: a poco a liberarme y ya después me
“ya no te cortes el cabello cortito, mana, decían:
ya vístete de ella, se tú, sal. Hermana, - ¿Y cómo te llamas?
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Yo todavía no había definido un nombre, no sabía cómo llamarme: Juana, Petra, un
nombre. La gente me decía Estrellita por los tatuajes. Había una compañera que se
llamaba Thalía a quien a veces como que se le iba el cerebrito, y siempre iba a mi
celda y se me quedaba viendo y me decía:
- Oye, te pareces mucho a una amiga que ya falleció que se llamaba Andrea.
- Ah órale.
A mí me daba miedo la compañera. De repente llegaba otra vez a la celda, tocaba y
decía:
- ¿Disculpa, no se encuentra mi hermana Andrea?
Y todos así de:
- ¿Quién es Andrea?
- Ella dice que yo soy Andrea.
- Tú eres mi hermana Andrea, porque me recuerdas mucho a mi hermana Andrea,
tú te llamas Andrea.
Y a partir de tu creértela: eres Andrea y saca a Andrea y haz nacer a Andrea, dale vida
a Andrea. Desde ahí soy Andrea y voy caminando en la cárcel. Así nació Andrea.
¿Entonces cuando tú te asumes como Andrea, esta feminidad cada vez la refuerzas más?
Bastante, me empecé a hormonizar a escondidas. Aquí seguridad y custodia ha visto
mi evolución. Cuando llegas te toman la primera foto y se queda plasmada en las
fichas sinalépticas y te vas detallando poco a poco, que el lapicito, que esto, que
el otro, que te dejas crecer poquito el cabello. Yo tengo pareja ahorita. Él fue parte
también fundamental.
¿Cuánto llevas con él?
Ya voy para 7 años.
todo eso y querían que me casara en No, él venía, lo traían para acá. Yo
que no, que tenía que ser aquí en porque ya no lo estoy. En ese inter yo
bodas LGTB. Y dije: sí, vamos a pelear también su amigo, yo siempre platicaba
por esa boda, y fue la primera boda inter con él. Me la pasé bien con Trini, hasta
Sabía que tenían que renovar otra vez el permiso porque supuestamente se renovaba
cada medio año o cada año, y de repente otra vez no viene un lunes y viene el
sábado y así estuve un mes sin saber que pasaba. Hasta que después me dicen: “oye,
te tenemos que mandar a hacer unas pruebas”, y yo dije ¿por qué? Pensaba que el
problema era allá en CERESOVA, no aquí, y él me decía “yo lo voy a resolver”. Y sale
positivo a sífilis. Yo en ese entonces no sabía cómo se trasmitía.
Me dicen que debo ir a Clínica Condesa: “te tenemos que hacer las pruebas porque tu
esposo salió positivo en sífilis”. Yo salgo negativa y le pregunté al doctor: ¿por qué se
da?, y me dice “por contacto sexual”. Y dije ¡ah bueno! Luego una es intuitiva y dije:
este wey me va a querer marear. Llego a la visita el sábado y le digo:
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- ¿Qué crees? Que me mandaron a llamar para hacerme las pruebas y me van a
traer los resultados, pero dicen que tú estás positivo en sífilis, ¿por qué no me
dijiste nada?
Me decías que aquí trabajabas primero como mesera, ¿ahora en qué trabajas?
Corto cabello.
Y ¿qué crees? Que una vez me peleó con el patrón y me quiere humillar enfrente
de la gente, de la clientela, y yo le renuncio. Me quedé 15 días sin trabajo y el poco
dinero que tenía pues me lo fui gastando y dije “¡chin! ora que hago”. Estaba yendo a
los cursos de peluquería, pero no practicaba, simplemente iba por cumplir, hasta que
me acordé de mi amigo, el que me dio el consejo de mi vida:
- Oye, wey ¿no estás trabajando? Ponte a cortar cabello, tienes la máquina, ¿o
la vendiste?
- No, no la vendí, ahí la tengo.
Y me puse a cortar cabello, a tusar a la banda por una cuota voluntaria de 5 pesitos, 3
pesitos. Y poco a poco conocí a mucha gente. Muchos me apoyaron y me decían “corta
el cabello así”. Yo no sabía cómo agarrar la máquina, ni cómo echarle el aceitito, ni
nada de eso. Me enseñó un amigo colombiano, Gio se llamaba. Me enseñó cómo
desvanecer el cabello y como que fue el plus y ya iba “levantando rating”. Ya me
llamaban: “¿Andrea, puedes venir a cortarme el cabello?” Así di un paso muy grande.
Por eso te digo que la cárcel te quita pero también te da. La cárcel no se maldice, se
bendice porque también hay cosas buenas, aquí hay mucha gente que vale la pena,
aquí aprendí a cortar cabello y una cosa muy importante: que soy Andrea, eso es lo
más importante, que tengo una vida, que valgo, que si la gente me señala no me
importa, lo siento, yo soy Andrea.
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No sé, puede ser en los juzgados. Ellos no saben cómo te llamas acá dentro, ellos
están fuera, pero deberían tener un poco más de sensibilidad. Si te veo chica trans,
pues te hablo de ella.
No se dirigen a ti en femenino.
Te dicen: “a ver, señor fulano de tal”.
¿Y crees que lo hacen porque no están capacitadas o lo hacen porque aun teniendo esa
capacitación es como una manera de hacerte sentir mal?
De las dos formas, porque sí están capacitadas. En estos tiempos no podemos decir
que no están capacitados, todos están capacitados. Por ejemplo, a los custodios les
dan cursos de derecho humanos. Yo camino el kilómetro y ningún custodio me dice
“él”, todos me dicen: “¿cómo estás, Andrea”? ¨Porque saben nuestros nombres, porque
somos una comunidad muy reducida, de 8 mil personas heterosexuales, 30 personas
somos trans. Aunque somos menos aquí en el Reclusorio Oriente, somos como 15.
Si bajas a la visita como hombre nadie te va a pelar, pasas como un interno normal,
pero si bajas como chica trans voltean a verte desde la chica que viene a ver a su
marido, el mismo marido, la tía, la abuelita… y te vuelves el centro de atención, porque
se les hace raro, por morbo: “ah, mira, se ve bien” o “ah, mira, se va mal”. O se sienten
atacadas. No hay mucho bullying, antes sí había porque era como que más cerrada
la bronca, antes éramos mucho más internos y el sistema penitenciario ha cambiado
bastante, se ha estado depurando al cien por ciento, día a día se va depurando.
Antes, creo eran hasta como 14 mil personas cuando llegué en el 2012, era una
población super densa. Como chica trans tenías que caminar segura, con fortaleza, y
al primer wey que se pase de lanza pues a darle en la madre. Por eso hasta decían
“pinches putos rudos” o “pinche puto chacal”, pero no te dejabas, porque si ellos te
amedrentaban tú también le echabas huevos. Todo eso ha cambiado bastante.
Yo antes tenía un lugar donde ponía la estética, una mesita, no creas que una estética
producida, era una mesita con las máquinas y la gente llegaba a cortarse el cabello.
A mí ya me falta un año para irme a la calle, yo ya quité todo eso, yo ya camino de
dormitorio en dormitorio, de anexo en anexo en las diferentes áreas. Los custodios
ahora te llaman: “a ver, chicas trans, van a bajar al módulo a hacer labor social, a
cortarles el cabello”, porque es nuestra comisión, cortarle el cabello a los internos.
Eso te va abriendo las puertas. Llegas al módulo y le cortas el cabello a gente que
son muy malotes, pero no son malos, son unos seres humanos bien chingones, y
cortando el cabello te ganas un respeto. Gente que se pensaría que es el más malote
narcotraficante de algún cartel, un asesino, un violador, convives con ellos. Con narcos,
con asesinos, con rateros… y ellos conviven con un transexual. Dirían que es la crema
y nata de lo malo, pero ellos son hasta más sensibles. Dirá la gente ¿pero cómo? si
mató a mi familia, mató a mi hermano, me secuestró, sí, pero también son sensibles
los cabrones y ellos nos han dado nuestro lugar acá adentro. Acá no hay poderes. No
estoy diciendo que hay un poder, sino que ellos, que tal vez tuvieron poder en la calle,
aquí adentro te ven como tal. Cuando le corto el cabello a alguien que fue un matón
allá afuera y le dieron periodicazo no me dice: “a ver, joto”, sino que me dice: “buenos
días ¿cómo está usted?”, “¿me podría cortar el cabello?”, “¿cómo se llama?” Se hace un
lazo, una amistad y un respeto.
Antes era diferente, antes sí había discriminación, pero yo no la viví como tal porque a
mí no me tocó la cárcel como era antes, el sistema poco a poco se fue depurando y la
conciencia fue abriéndose más. Ahora, gracias a los derechos humanos, asociaciones
como ustedes de Alma Cautivas, se ha logrado concientizar a la gente, han ido
sensibilizando a las personas para que respeten a la comunidad LGTB, porque
también la gente de la comunidad respeta a la gente heterosexual. El día que me
casé salí al otro día en el periódico, me sacaron en la televisión, y en vez de recibir
bullying al día siguiente, cuando bajé a trabajar de mesera, no te miento, la gente
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me veía y me decía: “te casaste”, “felicidades”. Y los de la banda -o sea, la gente del
reclusorio- te decían: “eres tú, te casaste”. Y las señoras viejitas llegaban hasta donde
estaba trabajando de mesera y me decían “hija, te recorté el periódico, toma, te lo
regalo”. Hay ya una sensibilidad muy grande.
O sea, tus amigas nada más te recomendaban las hormonas pero hasta ahí.
Es lo que falta aquí en el sistema penitenciario, que si un interno tiene alguna duda
o algún problema psicológico sea atendido. No tiene nada de malo que te vuelvas
trans en la cárcel, porque mucha gente dice: “ay sí, ya te volviste puto en la cárcel”.
Esto puede ser afuera o adentro, es como cuando se te muere un familiar: se te puede
morir acá adentro o allá afuera.
“ Pasé frente de la En mi caso, Andrea nació aquí, pero falta
aquí en el sistema penitenciario alguien
Voy a decir una estupidez, a ver si no me meto en broncas: dicen que la justicia es
ciega e imparcial. No, la justicia es ciega y pendeja por quienes la manejan. Son
gente corrupta. Estoy muy sentida contra la juez, contra el juzgado número que me
acusó de un delito que no cometí. La persona que me acusó está allá afuera y tenía
antecedentes penales por abuso sexual, robo y portación de arma y ni al Ministerio
Público ni a la juez les importó eso. A mí me hizo un daño psicológico, ¿quién lo va a
reparar? Y no me estoy haciendo la víctima, porque yo le agradezco a Dios y a la vida
haber estado aquí.
Ya para terminar, algún sueño que quieras compartirnos, algún último mensaje que
quieras compartir para quien vaya a leer tu historia.
Pues hay que vivir la vida, día tras día, aquí en la cárcel se vive mucho. El que esté libre
de pecado que aviente la primera piedra. Y para la gente que está allá afuera, que viva
al cien por ciento, no dejen de acariciar a su papá, a su mamá, a sus hermanos. A mí se
me fue alguien muy importante hace un año, yo no sé si fue por COVID pero falleció
en esa época y es un dolor y un duelo que no se ha podido depurar. Iveth Cárcamo
Ramiro, mi hermana, era todo para mí. Mis lágrimas no son de tristeza, son de alegría
porque sé que tengo un ángel ahora allá. Y a las chicas trans, lejos de posarnos,
darnos cuenta que somos seres humanos, y las chicas trans que estamos aquí en la
cárcel somos seres humanos igual, y tenemos alas para volar. Un sueño que tenía era
volver a ver a mi hermana, pero ya no se pudo, pero voy a ver a mi madre, voy a ver
a mi sobrino y poderme reinsertar a una sociedad y podré ser Andrea y ayudar a la
gente, y, si puedo, entrar a una asociación para poder ir a las cárceles a ayudar. Porque
yo tuve quien me ayudara, me regalaron una sonrisa y se les agradece a ustedes,
a Almas Cautivas, a la subsecretaría, al sistema penitenciario, a los comandantes…
gracias a ustedes, que conforman todo esto, estamos abriendo puertas. Aunque no
podamos salir a la calle, estamos abriendo puertas, estamos haciendo historia, porque
el sistema penitenciario está cambiando y se está sensibilizando con la gente trans.
Hace años no hubieran permitido esta entrevista, ni que trajéramos un lapicito, ni
maquillaje, ni el cabello largo, eso hay que tomarlo en cuenta. A las chicas trans en la
cárcel no se les estaba permitido traer el cabello largo, ni ser ellas, hoy se ha podido
hacer. Eso es todo. Gracias.
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Sufrí en ingreso porque en ingreso a nosotros
nos tienen aislados, nos tienen en una sola
celda y casi no nos dejan salir. No querían que
nos hicieran nada, ni que nos gritaran, ni que
nos mandarAn a recoger, ni hacer fajina, como
aquí dicen. Sufrí mucho el encierro.
DOMENECK
D O M E N E C K
Me gustaría que me dijeras ¿cómo te identificas a ti misma? ¿Cómo mujer trans, como
transexual, como travesti?
Bueno yo me identifico como una chica trans porque la verdad yo ya vengo así desde
la calle y la verdad me gusta mi identidad, me gusta mi género. Me gusta vivir bien y
me gusta notar que todos sepan lo que ahorita voy a contar que es mi vida.
Y antes entonces vivías en Irapuato. ¿Cómo era en ese entonces la relación con tus papás?
La relación con mis papás siempre ha sido buena, mis papás me supieron comprender
y me supieron apoyar, nunca sufrí discriminación de ninguna persona, menos de mi
familia, al contrario, mi familia me apoya y me sigue apoyando y de eso me tengo que
sentir muy orgullosa.
Cuando ibas a la escuela, ¿cómo era tu relación con los demás niños, con las niñas? ¿Con
quién te juntabas más? Cuéntame sobre eso un poco.
Bueno cuando yo estaba en la escuela, cuándo estaba chiquito pues la verdad me
llevaba bien con mis compañeros, sí sufrí un poco de discriminación, uno u otro
compañero si me decía groserías, pero pues la verdad no les tomaba importancia. Yo
seguía con mis compañeras porque con ellas me juntaba, me daban su apoyo a mí no
me interesaba el bullying, no le tomaba tanta importancia, al contrario, me hice de
muchos amigos.
Entonces tú vienes de Irapuato para acá a los 13 años, ¿te viniste sola?
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No, mi mamá me trajo para acá con mi abuelita. Mi abuelita me crió.
En la adolescencia como a los 13, 14 años ¿cómo era tu relación con la gente?
Ah bueno, ahora sí que como yo vivo en una unidad habitacional, pues toda la gente
ya me conocía. Incluso iba a la secundaria, pero fue cuando ya me cambiaron el
nombre, ya no me llamaba Omar, ya me decían Tamara y la verdad pues me llevé
súper mega bien con mis amigos de la secundaria e incluso con mis maestros y
empecé a andar con el hijo de la directora de mi escuela.
No te dejabas.
No me dejaba y terminaban golpeados.
Yo llegué ahí porque una amiga trans me dijo: “vente a trabajar conmigo, ganas bien,
te va bien, compras lo que quieres, consigues clientes, amigos” y la verdad me llamó
la atención lo que ella dijo y desde ahí empecé a frecuentar la prostitución.
¿Ganabas bien?
Sí, ganaba muy bien, pero tener sexo con los clientes no era lo mío, había clientes
que me tocaban y me daba un poquito de asco por el olor de su piel, por el olor de
su boca, por cómo te tocan, pero me gustaba ganarme mi propio dinero y por eso yo
dejaba que me hicieran todo eso. Me iba bien, en una noche me tenía tres mil, cuatro
mil pesos.
Y en esa época cuándo tú empezaste a trabajar, ¿ya vestías con ropa femenina?, ¿usabas
hormonas?
No, yo nunca me he inyectado hormonas. La verdad no las conozco, pero la verdad
si me gustaría tratar eso, conocerlas, pero la verdad si me vestía ya como mujer. No
me daba pena llegar a mi casa, así vestida de mujer, porque como les cuento, tuve
mucha relación con mis papás. Mis papás me apoyaron y en todo lo que yo siempre
he decidido, siempre me han apoyado.
De tu el trabajo ¿podrías contarme alguna historia, alguna anécdota con tus compañeras
de trabajo o con algún cliente?
Okey con mis compañeras de trabajo me llevaba bien, la verdad te voy a contar una
cosa, yo conocí un chico que se llamaba Juan, trabajaba en el Palacio de los Deportes
y no sé qué le di o no sé qué me dio, pero empezó primero como un cliente y después
el señor se fue enamorando de mi o no sé, a lo mejor le caí bien por la confianza
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y porque no me dedicaba a robar, me dedicaba a trabajar bien, de ahí, el señor me
pidió el número de mi casa, pasaba por mí a mi casa, me pagaba el tiempo que estaba
conmigo. El 31 de diciembre, el 24, me compraba mis regalos, me compraba mis cosas,
me llevaba a cenar, me llevaba a comer, hubo una relación, así como tipo pareja, pero
yo no lo veía como pareja porque yo sabía que él era un cliente, pero pues él me
miraba, así como pareja, me invitaba al cine, me invitaba a muchos restaurantes, no
le daba pena salir conmigo.
¿Y tú?
Yo apenas tenía 20.
Cuándo trabajabas en la calle ¿sufriste violencia por parte de los clientes, de los policías
o de la gente?
Mira fíjate que todo eso, tú sabes bien que sí se ve ¿no? Mira yo en mi caso nunca
sufrí maltrato ora sí que de un cliente o de un policía, al contrario, soy buena onda y
me gusta ser así porque siendo buena onda y no haciendo tonterías tienes el acceso y
la puerta abierta a muchas cosas y la verdad nunca sufrí violación, nunca sufrí daños
psicológicos, golpes o cosas así. La verdad, no.
Generalmente cuando trabajas en la calle te ofrecen muchas cosas, drogas por ejemplo,
¿tu consumías alguna sustancia?
Mira la verdad yo sé que la droga es una perdición total. Yo en la calle no me drogaba,
mi única drogadicción era la coca y los cheetos, eso sí. Todas las noches me compraba
mi coca, mis cheetos, mis doritos, lo que fuera, cualquier chuchería, incluso hasta
tortas pero así de que yo consumiera alguna droga, no. De hecho, yo en la calle era
así como que muy mensa porque no conocía yo un tipo de droga.
Ahora cuéntame un poco de cuándo llegaste aquí ¿cómo te trataron por ejemplo en
ingreso?
En ingreso me desvistieron toda totalmente para poder ingresar a la población y la
verdad eso no me gustó. Sufrí en ingreso ¿por qué? Porque la verdad cuando llegas
casi no tienes apoyo de nadie, ni nada de eso. Incluso, le marcaba yo a mis papás
diciéndoles que tenía miedo, por mi papá y mi mamá fue que me hice fuerte aquí y
gracias a ellos, ahorita estoy viva, estoy sana y le estoy echando ganas.
Y ¿por qué dices que sufriste en ingreso? ¿Qué fue lo qué pasó?
Sufrí en ingreso porque en ingreso a nosotros nos tienen aislados, nos tienen en una
sola celda y casi no nos dejan salir. No querían que nos hicieran nada, ni que nos
gritaran, ni que nos mandarán a recoger, ni hacer fajina, como aquí dicen. Sufrí mucho
el encierro.
¿Cómo era tu relación con los guardias, con los administrativos, con gente de salud?,
¿cómo te han tratado?
La gente de seguridad es gente que nos apoya, nos han tratado súper bien porque
ellos saben que la población vulnerable tiene un respeto, así como ellos nos respetan
nosotras también tenemos que respetar a ellos. Incluso a los externos, que luego
vienen a acompañarnos y nos vienen a dar platicas yo siento que todos esos apoyos
pues no cualquier persona te los da y esos apoyos son los que debes de aprovechar.
¿Cuándo tú llegaste a ingreso traías el cabello largo?
Sí, lo tenía largo.
¿Te lo cortaron?
Sí me lo cortaron, pero fue voluntario, no fue de que me lo cortará custodia o equis
cosa, no, no. Mi corte fue voluntario porque yo quise cortarme el pelo cortito.
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¿Te cortaste el pelo por todo lo que traías?
Exacto yo me corté mi pelo y sufrí mucho por lo mismo, desde que yo estaba en la
calle sufrí mucho. Incluso, lo que yo hice no lo hice consciente, yo lo que hice lo hice
drogada, bien chocha, bien alcohólica, bien drogada. La verdad esas son las cosas de
las que me arrepiento porque drogada haces cosas, despiertas y dices ¿qué hice? No
te acuerdas de nada.
Entonces ¿tú dirías que estás aquí como consecuencia de lo que te pasó en tu relación
amorosa?
Exacto por lo que yo sentía, por lo que yo cargaba, por todas esas cosas yo me sentía
mal, yo ya llevaba muchos meses de estarme drogando y alcoholizando, Mi vida no
era así, yo era una chica trans sana, bonita, bella, otra onda, pero después que tuve
esa mala experiencia mi vida se convirtió en un completo desastre e incluso cuando
me agarraron me hicieron confesar, ellos me dieron alcohol y me hicieron confesar
hartas tonterías.
Ellos, ¿quiénes?
Los que me agarraron, los de la PGJ. Ellos me agarraron y me llevaron a la delegación,
me pusieron borracha y la verdad me hicieron a que dijera que yo lo había hecho y
sí lo aceptó, yo lo hice, pero lo hice drogada, alcoholizada, lo hice chocha. Toda mi
declaración está así como desvariada, en mi declaración digo muchas tonterías, digo
que ellos me manosearon, que ellos esto y que ellos lo otro y pues así no fueron las
cosas. En realidad, no me acuerdo de todo eso, lo que pasó.
Y, por ejemplo, él que ya se fue ¿alguna vez te volvió a llamar? o ¿cuándo se van ya no
sabes nada?
De hecho, lo sigo contactando, le hablo y me contesta, me contesta su mamá.
¿Acá adentro se da mucho que los hombres busquen a las chicas trans?
Sí, ¿por qué? Porque somos su única alternativa, porque ellos nos ven como una
mujer, como un apoyo, como un cariño que ellos no tuvieron de sus esposas. Por
ejemplo a mí me buscan porque a veces quieren desahogarse conmigo, o porque
quieren tener relaciones conmigo, hacer cosas que con su esposa o que allá a fuera
nunca hicieron y acá las vienen a hacer con nosotras.
¿Ellos no te visitan?
No, no vienen.
¿Ellos viven aquí en la ciudad?
Sí, viven en la Ciudad de México, en la alcaldía Iztacalco.
a hundirme en las
¿Amistades has hecho acá adentro o
drogas, ese no era también es difícil?
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incluso yo tenía una amiga mía de mi
porque yo quise y propia estancia, pero tuvimos un gran
Cuéntame algún sueño, algo que quieras compartir con la gente que va a leer tu historia.
Okey mi sueño, siempre ha sido este: cuando yo era chiquito y cuando no era todavía
una chica trans, mi sueño era ser modelo. Mi sueño no era dedicarme a la prostitución,
a hundirme en las drogas, ese no era mi sueño, eso lo hice porque yo quise y fue una
muy mala experiencia, pero mi sueño era ser modelo, aparecer en una revista, en una
portada y la verdad que cualquiera que lea mi historia me gustaría que supieran un
poquito de mí, porque no me gusta decir mentiras, me gusta decir verdades.
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desahogue, a mí me gusta platicar, me gusta reír, me gusta gritar, me gusta llorar y
sí me siento un poquito feliz, al saber que ustedes me están brindando este tipo de
amistad y este tipo de confianza. Muchas gracias por estar aquí con nosotras.
RUBÍ
R U B Í
¿Dónde naciste?
En Querétaro
Puedes contarme antes de esa parte que es bastante interesante, un poco sobre tu
infancia ¿a qué edad empezaste a expresarte como mujer?
Pues mira yo me empecé a identificar como lo que yo soy, a los 11, 12 años. Saliendo
de la escuela, de la primaria estuve un año con mi familia en mi casa, en un pueblo
que se llama Pinal de Amoles, Querétaro. Allá soy nacida y pues estuve un año
después de salir de la escuela con mi mamá y mis hermanos, pero nunca me gustó
ver a mi familia o a mi mamá trabajar mucho. Así que me fui para Estados Unidos.
Llegué cumpliendo 14 años allá. Llegué al Estado de Oregón.
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¿Cómo hacías con el inglés?, ¿les entendías?
Cuando trabajé en el campo en Oregón, me iba una hora para la iglesia, era la iglesia
de Pentecostés y daban clases de inglés, ahí aprendí a saberme mover un poco. No
hablaba inglés al cien porciento, pero pues ya me defendía para buscar trabajo y para
salir a comprar algo.
Y tú muy joven.
Y yo muy joven, prácticamente toda mi adolescencia, allá la pasé. Quiero mucho a mi
mamá y a toda mi familia, pero nunca he estado con ellos. Después de 7 años allá,
regresé aquí a México ya como Rubí a ver a mi mamá.
¿Cómo fue todo? ¿Ya le habías enviado fotos antes?
Cuando tuve mi primer pareja allá le envié fotos como era
yo y después me llevé a uno de mis hermanos a Estados
Unidos a Tennessee. En ese tiempo yo ya trabajaba en una
zona hotelera, era housekeeping, después fui manager. Me fui
superando, siempre he sido una persona que me gusta tener
bien mi trabajo. He sido una persona muy responsable, no soy
adicta a nada, al trabajo solamente, hasta que vine a dar un
tropezón que nunca lo esperé que aquí en mi propio país. Me
vine, por ejemplo, yo impuesta a las leyes de allá de Estados
Unidos, allá tanto rico o pobre por igual te trata la ley y aquí
en México pues no es así. Aquí en México si tienes dinero te
tratan bien y si no lo tienes pues te ven mal. Y ahorita en esta
situación que yo estoy, hubo mucha discriminación cuando a
mí me arrestaron, desde los policías y todo, porque un policía
no tiene derecho de agarrar a una persona trans como nosotras
y revisarla. Ni discriminarte prácticamente por lo que eres, ni
agredirte verbalmente. Me quedé yo como un poco sacada de
onda a como es aquí en México todo esto.
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¿Por qué volviste?
Porque mi mamá fue operada tres veces y en la tercera vez me llamó y me dijo: “Rubí
yo creo que en esta operación ya no te voy a volver a ver”. Pues a mí me ganó el
corazón y me tuve que regresar, en esa misma semana que la iban a operar, agarré
lo indispensable y le digo a mi pareja: “¿sabes qué? Yo me voy a México, voy a ver a
mi mamá”.
¿Tu pareja era mexicano?
Puertorriqueño.
Siempre he sido una mujer muy guerrera e impongo siempre a la persona que sea a
mi manera. Él me decía:
- Me sorprende como te has superado, tú aquí sin familia, sin nada.
En ese tiempo pagaron cuatro mil dólares. Era mucho dinero en ese tiempo también,
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pero a mí me daba miedo. Mis amigas me decían:
- Opérate, te ayudamos.
- No, yo no
Porque en ese momento yo estaba chavala. Me daba miedo como decían que te
puedes quedar en el quirófano por una cirugía, por eso no me operé allá.
O sea tu llegaste a León, te pasaste a Querétaro a estar con tu mamá y luego te viniste a
la Ciudad de México ¿para ya no regresar a Estados Unidos?
No, no era mi tirada quedarme yo aquí en México. Renté una casa por Perinorte. Tengo
una amiga que estuvo también conmigo en Estados Unidos, igual que yo transexual.
Ella tiene una vecindad, pusimos una estética y trabajé con ella, entre las dos, nos
asociamos y trabajamos como 3 años juntas. De ahí me habla
mi hermano, que se va a casar una hermana que tengo en
Veracruz, yo con tal de no ir, porque mi hermana tenía más
de 11 años que no la veía y le digo: “no, no voy a ir porque la
verdad no tengo dinero”, pero yo por no querer ir y me dice
mi hermano, el que está en Estados Unidos, en California, me
dice: “yo te voy a mandar para que vayas, allá esta mi mamá y
se va a casar Isabel y quiero que vayas”. Pues que me manda
dinero para ir, me voy a Veracruz, mi hermana vive en Jalapa,
adelantito como una hora, el pueblito se llama Trapiche del
Rosario y allá conocí a mi pareja actual con la que me quedé
yo aquí en México.
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quedó allá. Regresé a los 15 días a verlo, entonces hubo una
fiesta y en esa fiesta se vino conmigo. Nos juntamos y decidí
quedarme en México a darme una oportunidad, mi familia no
estaba de acuerdo, ni mi hermano.
¿Tu hermano te está ayudando con este proceso con los abogados?
Ahorita ya no, porque yo pedí un abogado de oficio, el que llevaba mi defensa iba
bien. Y este de ahorita, pues estoy en espera de que me resuelvan todo esto.
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mujer ella es la que te revisa.
“Yo no quisiera
¿Están juntos aquí?
Sí, haz de cuenta que le dimos permiso que tuvieran un
de quedarse a un chavo en la casa. Era
tropezón como el
cliente de la estética que pasaba a
cortarse el pelo frecuentemente. Tenía mío por ser buena
15 años, nos pidió permiso, nos dijo que
lo había corrido su mamá y nos mandó
gente, Miren donde
mensajes para que le dijera a mi marido estoy por ser
que le diéramos permiso. Le dimos
permiso, yo me imagino que él se había
confiada ”
puesto de acuerdo con su mamá, lo que
querían era dinero, como sacar dinero,
y ya dijo que nosotros lo habíamos privado de su libertad, le mando a su mamá la
ubicación de su teléfono, le mandó unas fotos, entonces la mamá llamó al 911 y
llegaron a la ubicación de mi casa.
Yo digo esto es como una película, el niño no sé si este mal de su cabeza o la mamá
quería algo y no se le concretó ¿me entiendes? Llegaron preguntando por él, pero
imagínate, que la mamá llamó al 911. El 911 no te manda con una patrulla y 6
personas, si fuera un secuestro o privado de la libertad, oye como voy a llegar, ni el
policía puede llegar así, entrar a mi casa, sin una orden. Entraron como 6 policías y 2
mujeres y la mujer me decía: “eres un puto”. Me dijo muchas cosas, haz de cuenta me
torturó psicológicamente.
Yo soy una persona muy explosiva pero no le contesté porque dije, estoy en México,
aquí en México es puro mitote de los policías. Porque los policías, un policía aquí en
México no es como un policía en Estados Unidos. Un policía en Estados Unidos te
para y te da un ticket y tú ni te bajas de tu carro, no mas abres la ventanilla le das tu
aseguranza y tu licencia y te pone un ticket por lo que ibas, si al máximo de velocidad
porque te hayas pasado un alto o equis. Pero aquí no. Aquí ya me había pasado, iba
con una amiga y le ayudé a manejar y me paro el policía, se me acerca y me dice “¿qué
no se piensa bajar del carro?” “A ver vámonos arreglando con tanto”, me pedía 500
pesos para dejarme ir. Bueno para no hacértela larga, llegó la policía, el muchacho
les mando la ubicación, nos arrestaron de una manera arbitraria.
Pero pues, aquí ahorita ya hay un poco más de dónde quejarse uno, ya hay Derechos
Humanos y todo. Y también pues estar con una mujer en una cárcel de mujeres ya son
muchos problemas, muchos conflictos, no me gustaría. Por un rato seríamos amigas,
pero pues ya estar del día y noche, sería mucha discordia entre nosotras. Ahorita a mí
me gustaría solucionar mi problema, ya salir de aquí.
¿Tienes visitas?
Ahorita ya tiene un año, 3 meses que no entra visita a verme. Mi Mamá no me gusta
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que venga, ya esta grande. Mi hermana, una vive en Veracruz, otra en Tijuana, la otra
esta en Estados Unidos. Y mi esposo esta aquí.
Ahorita he hablado a muchos lados para que me apoyen y un abogado revise bien mi
carpeta, he tratado de hablar a los abogados de la comunidad porque pues a veces los
de oficio tienen mucho trabajo y pues no es igual. He hablado a Derechos Humanos
para que vean como va mi proceso, les digo que han violado mucho mis derechos
porque a mi no me van a sentenciar por algo que yo no hice. Ya van dos años.
Ya absuelta, yo a esas personas las voy a demandar, aunque no me paguen con dinero
o psicológicamente pero que paguen con cárcel porque imagínate cuanto tiempo yo
llevo aquí. Perdí mi salón, todo, por ellos.
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amistad sincera, tampoco. Aquí no hay amistades, aquí vive la
gente de mucha hipocresía, mucha mentira. Acá adentro es un
pueblo chiquito donde todos se conocen, allá afuera sí puedes
conocer una amistad sincera, aquí no, aquí puedes conocer una
entre cien.
¿Qué piensas que significa la justicia para ti? Ya que estas en una
situación de injusticia.
Pues yo he visto aquí muchos casos que se van personas,
mucha como se podría decir, mucha corrupción. Se va la
persona que sí lo hizo y se va libre, se queda pura gente
pagadora para aparentar que aquí esta lleno, aunque haiga
mucha gente inocente. La verdad si yo me fuera, yo me uniría
a la comunidad para trabajar y ver por muchas personas que
están aquí inocentemente.
¿Qué piensas del trabajo que hace Almas Cautivas?
Almas Cautivas ayuda a muchas persona así como nosotras de la comunidad, porque
yo veo que aquí hay muchas personas que no tienen visita, son personas abandonadas
que ya las deja su familia al olvido y pues la asociación regala cobijas, regalan
insumos: shampoo, crema, pasta de dientes, jabón para bañarse.
Yo tengo dos perros, tengo un perro pastor alemán negro y un perro bulldog. Fíjate
con las cuerdas que los sacábamos a correr al deportivo, como cuerdas de hilo, con
eso se amarró el chamaco las manos y se puso un paño en la cara y mando las fotos o
sea ¿cómo las va a mandar? Y luego en el celular se ve si lo puso en tiempo, minutos
o segundos para que se tomará la foto. Eso es lo que quiero que pidan, pero aquí solo
vale su palabra de él porque es menor de edad.
Yo exijo todo eso. Yo quiero un peritaje, con todo. Él no me va a venir a arruinar
mi vida, ni él, ni su mamá. Yo he vivido afuera una vida muy desahogada, no tengo
necesidad de nada de lo que ellos me están acusando.
Pues que así sea Rubí. ¿Algo más que quieras agregar?
Pues que no se olviden de las personas de aquí, que en verdad necesitan muchas
cosas porque hay personas de muy bajos recursos aquí, lamentablemente.
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Sí, hay mucha discriminación en la calle
contra nosotras, la verdad y más que nada los
hombres, pero ¿te digo una cosa? Son los que
más van a pedir servicio, la verdad.
KENDRA
K E N D R A
Me gustaría que me contaras, ¿cómo te identificas? Como una chica trans, una persona
transexual, travesti, transgénero.
Yo me identifico como una chica trans.
¿Ahí en Cuernavaca?
No, aquí en México. En Zaragoza.
¿Cómo era la relación con tu familia cuando empezaste a vestirte como mujer?
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Pues mi papá era muy machista, la verdad. No me quería al principio porque decía qué
como yo iba a hacer eso, que cómo yo me iba a vestir de mujer. Y yo le dije pues que yo
quería ser así porque yo veía a mis hermanas como se maquillaban y a mí me llamaba
la atención. Ya con el tiempo ya fue agarrando la onda y todo. Un día fue la fiesta de mi
sobrinito, y yo di show en su fiesta. Mis tías le dijeron a mi mamá:
- ¿Quién es ella?
- Es Francisco.
- ¡Ay pero se ve bien guapa!
A reconocerte.
Mis primos me quieren un montonal. Mis tíos me respetan, me hablan de mujer, mis
hermanas igual, me quieren un montonal. Me apoyan y todo. Mi mamá, más que nada se
ha enojado porque volví a caer aquí al reclusorio y la que me ha apoyado es mi hermana
la más chica.
Viniste a los 10 acá a la CDMX, a los 16 empezaste a trabajar en la
calle, ¿ya no ibas a la escuela?
No, ya no iba.
¿Cómo piensas que eso te afectó? ¿Estás acá por robo, cierto?
Vengo por robo, por un cliente.
¿Crees que ser trans de alguna manera te ha generado alguna discriminación en la calle?
Déjame decirte que sí, o sea tú vas caminando y luego empiezan a echar indirectas: que
“joto”, que “mira a ese joto” y más que nada personas o las mujeres que te dicen joto. Sí, hay
mucha discriminación en la calle contra nosotras, la verdad y más que nada los hombres,
pero ¿te digo una cosa? Son los que más van a pedir servicio, la verdad.
Y digamos ya has ingresado varias veces y ¿en cada reclusorio el trato es diferente hacia ti
como mujer trans? O ¿es igual?
Pues la verdad yo siempre que he caído a los reclusorios, la verdad me tratan bien. Siempre
tenemos el apoyo de los custodios, de los comandantes, o sea que si hay discriminación
entre los chavos ¿por qué? Porque como es un reclusorio de varoniles entonces no
permitían eso, porque antes no se permitía eso, de dejarnos vestir de mujer, ni nada, pero
como ya entró derechos humanos.
Entonces ¿tú si has visto un cambio con los años de cómo se trata a las mujeres trans en los
reclusorios?
Sí porque antes nos trataban bien feo, o sea entraban al dormitorio, nos aventaban rancho,
orines, hasta popo y agua caliente. No nos querían.
¿Te da miedo?
Sí, sí me cuido. Fíjate que he intentado buscar un trabajo, yo le dije a mi hermana que me
metiera material para hacer bolsas de estambre porque luego ya si me da miedo, la verdad
hay mucho cochino aquí, hay enfermedades. Entonces sí me da miedo.
Eso estaría bien, y hacer otras cosas, ¿no hay trabajos acá que ustedes pudieran hacer?
No, ahorita no. Antes sí pero ahorita no. Son puros talleres de varoniles, artesanías y todo
eso. Yo tengo comisión. Estoy comisionada por lo de mi sentencia, como es corta. Tengo la
de artesanos, la de CECATI, la del auditorio y la de la escuela.
¿Tú tienes alguna experiencia en algún centro penitenciario que haya tenido un impacto
significativo en tu vida? Algo que nos quieras contar.
Cuándo yo llegué la primera vez aquí si la viví. Me daba miedo salir al kilómetro, a los anexos,
me ponía a llorar y decía: “es que ya me quiero ir” y lloraba, lloraba y en la impotencia de no
salir de aquí. Yo estuve en la delegación detenida 3 días, me dijeron: “¿sabes qué? Te vas a
ir al reclusorio, háblale a tu familia”. Ay yo dije: “no, ¿cómo crees?” El miedo, la impotencia.
Y yo dije: no me vayan a hacer nada, no me vayan a pegar o vayan a abusar de mí porque
como nosotras somos trans entonces a mi si me daba miedo.
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Sí, claro. Vivo con pura trans.
¿Tienes marido?
Ya, no. Es que yo andaba con un chavo del anexo 6 pero era muy ¿cómo te diré? Pues
al principio me lavó la cabeza, que se iba a portar bien conmigo y todo, duré con él seis
meses, pero ya no, porque ya me quería pegar. Ay no, yo dije no puede ser. Y luego a mí,
sabiendo yo que ya me la sé, sabiendo que ya viví experiencias así con personas como
ellos. Sabiendo que yo ya tengo 10 años trabajando en la calle entonces dije mejor ya no.
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que le van a suspender la visita 45 días. Pero ya va a entrar este sábado.
¿Tú crees que aquí en el centro penitenciario se puede hacer amigas? ¿Se puede tener marido?
Amigas sí. Un marido no. Donde vivo, tengo amigas que la verdad son bien buena onda, por
ejemplo una amiga cuando llegó por primera vez aquí yo la recibí, ella se dedica a cortar
el cabello y nos decimos hermanas. O sea yo tengo amigas así y tengo amigas que son
payasas, hay amigas que se creen que porque están operadas, tienen los millones y como
tienen a sus maridos piensan que ya vas a coquetear con sus maridos y hasta te quieren
pegar y todo.
¿Tú crees que siendo una chica trans cuando entras a un reclusorio tu buscas a otras chicas
trans para convivir con ellas?
Ya las conozco, yo ya es la segunda vez que caigo en este reclusorio y me fui en el 2010 y
volví a caer.
¿Qué piensas de la justicia? ¿Piensas que deberías estar acá tanto tiempo?
Pues yo digo que no. Yo sé que cometí mi error, yo sé que es poco tiempo porque si hay
gente que tiene una sentencia grande porque vienen por madrota, por trata, vienen por
muchas cosas y les dan 50 años, 30 años, por homicidio, por daños a la salud. Yo siempre
he caído por robo, gracias a Dios, a mí no me gustan esas cosas, ni de matar, ni secuestrar,
ni nada de eso.
Fíjate que yo sé poner uñas, aprendí también a poner uñas en la calle, tengo mi kit, lo
compré en la calle, me costó 1200. Entonces fíjate que mi hermana cuando me viene a ver
se pone triste porque me dice: “mira tú eres mi hermana, tú eres mi carnala, yo voy a dar
siempre por ti pero ya quiero que te pongas bien, ya no quiero que andes cayendo en los
reclusorios porque está feo caer en un reclusorio, yo te estimo porque eres de mi sangre”.
Y la última vez que vino me dice: “ya quiero que acabe esto, ya pórtate bien, mira tú sabes
coser vestidos, hacer vestidos, tú sabes poner uñas ¿qué esperas ahora? ¿qué salgas a la
calle y ahora si te maten?”
Yo la verdad sí me he puesto a pensar y luego me desespero porque ya me quiero ir, ya me
quiero ir. Y luego, le digo a mi hermana:
- Hermana ya sácame de aquí.
Y me dice:
-¿Cómo te voy a sacar de aquí, si no te dieron ni fianza? Si no ya te hubiera sacado yo
de aquí, a mí no me importa sacar dinero prestado y yo te saco de aquí, pero mejor
espérate que ya te falta poco.
Y ¿sabes qué? Más que nada lo voy a hacer por mí, mi mamá y mi hermana, porque la
verdad son las que siempre han dado por mí y son las que siempre me han apoyado en
todo. Yo también las he apoyado, cuando yo trabajaba, les daba dinero y las apoyaba. Y
tengo unos sobrinos que la verdad los quiero un montonal, son mi adoración esos niños
y me quieren también y me respetan. Entonces ella siempre ha estado ahí. Siempre ha
estado en las buenas y en las malas.
¿Qué te paso?
Me fui con un cliente y me quiso matar. Me dio con un cúter. Estábamos en el hotel, haz de
cuenta que a mí me daba miedo meterme con los drogadictos, porque cuando una persona
en un varonil se droga, se pone loco, completamente y él se puso bien loco, me tiró a la
cama, quiso abusar de mí, me quería penetrar sin condón, me trató bien feo, me pegó, me
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hizo esto con un cúter. Bien feo la viví con él, pero bien feo.
Me dice:
- No, ahorita te voy a matar.
Y le digo:
- No ¿cómo crees?
Y me hizo eso con un cúter, ya a lo último pasó una camarera y ya vio y empezó a gritar,
llamaron a la policía y se lo llevaron porque si no sí me hubiera matado.
¿Tienes prótesis?
No, estoy hormonizada.
¿Te estás hormonizando aquí adentro? Las hormonas ¿qué efectos secundarios tienen?
Pues me da mucha hambre. Las hormonas dan mucha hambre. Me las mete mi hermana.
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¿Con quién vivías antes de ingresar al centro penitenciario?
Yo vivo con mi mamá y mi hermana.
¿Ellas rentan?
No, es la casa de mi mamá. Cuando llegamos aquí a la Ciudad de México, yo llegué primero,
después llegaron ellos porque allá tenía también su casa mi mamá, pero la vendió por una
tía que la verdad no se llevaba bien con ella, se trataban mal. Entonces, por ella la vendió,
porque tuvo muchos problemas con mi tía.
¿Tú qué mensaje quisieras compartirle a las personas que van a leer tu historia?
Pues pórtense bien, cuídense mucho porque esta canijo caer en un reclusorio y más
nosotras, la vivimos más feo aunque ahora ya está mejor. La verdad no es necesario que
caigas en un reclusorio. Cuando estás aquí valoras muchas cosas, lo que es el agua, la
comida y hasta cualquier cosa.
¿Nunca te pegó?
No, la verdad nunca me pegó ese niño. En cambio, yo si le pegue a él una vez.
Fíjate que yo viví una experiencia con él hermosísima, todo lo que yo le pedía, me lo
compraba. Me conocía su familia, su mamá me quiso un montonal, sus hermanos también
me trataban como mujer. Su mamá me llevaba que una blusita, o así cualquier cosa me
llevaba la señora.
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No, más que a él y fíjate que le habló a mi hermana apenas y le preguntó por mí. Y le digo:
no le vayas a decir que estoy en el reclusorio, dile que estoy trabajando o que me fui con
mi tía a Cuernavaca.
SHARON
S H A R O N
Penitenciaría
25 de octubre de 2021
Para empezar me gustaría que me dijeras que nombre deseas usar para esta entrevista.
Sharon.
Tú cómo te identificas a ti misma como mujer trans, como persona trans, como transexual,
como travesti, transgénero. ¿Cómo tú te identificas?
Como transgénero.
Cuéntame en dónde naciste, qué colonia era, cómo fue tu infancia, cómo te llevabas con
tus compañeritos de la escuela o tus vecinos, todo eso.
Bueno yo nací en nací en la Ciudad de México, nací el 6 de marzo de 1987. Soy
originaria de la colonia Tacubaya, bueno toda mi vida he sido de ahí, pues la verdad
no sé bien donde nací pero sí ubico el hospital y eso bueno donde mi mamá me dio
a luz y pues la verdad crecí en Tacubaya.
¿Y tu papá?
Nunca lo conocí.
¿Cómo empezaste?
Pues en primera me salí de mi casa a los 11 años, porque pues por el miedo de que
mi familia no me aceptara, por mi mente pasaron muchas cosas de que me fueran a
correr y equis, entonces me salí de mi casa a los 11 años y me fui con unas amigas
trans, ya más grandes ellas.
¿Cómo las conociste a ellas?
En los bailes porque me gustaba mucho ir a los bailes ahí en Tacubaya. Yo me salí de
mi casa porque ya quería ser como yo era: mujer, que no lo hacía en mi casa por la
discriminación tanto en la familia como en la sociedad, con los vecinos, entonces se
me hizo más fácil salirme de mi casa iniciar mi transición pero en otro lado, no con
mi familia.
¿Esos años que estuviste fuera de tu casa, qué hacías, de qué vivías?
Pues no te podría decir que fue la perdición, pero probé cosas que no me hubiera
gustado haber probado, como el prostituirme y empezar a consumir drogas.
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¿Todo eso con tus compañeras?
Pues no con mis compañeras que yo vivía, pero ya ves que cuando empiezas a incluirte
en ese núcleo pues conoces de todo, no falta la chica que te invita la copita y que la
piedrita y pues una por idiota, una no sabe, y al no estar en tu núcleo familiar pues
una se orilla a eso.
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En las pompis.
Esta es la segunda, la primera vez había sido en Oriente, ¿cuántos años estuviste en
Reclusorio Oriente?
Tres años.
Cuando tu llegaste al Reclusorio Oriente en esa época, ¿cómo te trataron los guardias,
las autoridades?
Qué crees que ahorita que tengo mi cambio de identidad he sufrido más discriminación
que la primera vez, la primera vez como traía el nombre de antes no había tanto
problema como ahora, yo llegué al Reclusorio Oriente como cualquier chica normal
de ahí, pero ahora he sufrido más discriminación.
Cuando saliste del Reclusorio Oriente ¿quién te apoyo para que hicieras tu cambio de
identidad, cambiar tu INE?
Yo sola.
¿Cómo te enteraste?
Bueno pues la que me comentó fue mi mamá, que si no me quería cambiar, ella fue la
que me motivó a cambiar mis documentos y ya investigué y fue rápido y de hecho el
nombre que traigo es por ella, porque a ella le gusta el nombre de Daniela y pues a
mi siempre me han dicho Sharon, por eso me puse Sharon Daniela, es algo que para
mi me satisface, de hecho que somos pocas y contadas que lo hacen y pues sí ella fue
mi motivación para hacer mi cambio de identidad.
Entonces fuiste al registro, te dieron tus papeles y ¿en qué trabajaste después?
De hecho cuando antes de hacer mi cambio de identidad yo trabajé en el gobierno
en áreas verdes, me gusta mucho, ahí estuve laborando 6 años, has de cuenta que salí
del Reclusorio Oriente y me olvidé de vicios, de drogas, de marido, de putería.
¿Cuántos maridos has tenido?
Uno.
¿Dónde lo conociste?
En el Reclusorio Oriente.
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No, nada más fue como ahorita igual.
Y ya que lo veo ahí, ¡ay no!, era mi marido, ella nunca supo nada sino que ya cuando
salió él le dijo que andaba conmigo y todo eso. Fíjate que ha sido una de las personas
que valoro mucho, ya falleció el chico, fue muy lindo ora sí que no lo comparo con
nadie, era drogadicto y borracho lo que tu quieras, pero a mí me daba mi lugar, como
lo que una quiere, me daba mi lugar como chava y no voy a encontrar otro como él. Yo
me fijo en un hombre no por lo económico ni nada sino por sus sentimientos porque
lo que busco es no estar sola, yo sé que el día de mañana que fallezca mi mamá yo
no voy a tener un soporte para no caer y lo extraño mucho.
¿Cómo se llamaba?
Santiago.
Los tres años que estuviste en Oriente, ¿duraste con él los tres
años?
Y tres afuera, él salió un año antes que yo, pero me seguía
apoyando, de hecho yo pensé que ya no lo iba a volver a ver
porque ya ves que cambia, pero no, el chico buena
onda me siguió apoyando y salimos y nos juntamos,
vivimos tres años, tres adentro y tres afuera.
¿No te gustaría meter una queja por el trato que recibiste ahí?
Pues la verdad sí, pero no, ora sí que, yo lo que quería era salir de ahí porque estaba
aislada.
Cuándo tú llegas aquí a la Penitenciaría, ¿cómo te recibe guardia?, ¿cómo te reciben las
autoridades?, ¿cuál ha sido el trato aquí en este centro penitenciario?
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Pues la verdad me he sentido más cómoda aquí, bueno pues al principio algo novedoso
porque como Sharon y Sharon y para todas las autoridades y:
- ¿De dónde vienes?
-Vengo del Femenil.
Pero pues ya les fui explicando tantito y ya agarraron la onda porque hasta seguridad
y custodia:
- ¿Oye cómo te llamas?
- Pues Sharon,
- ¿Cómo si eres hombre?
- No, es que yo ya soy cambio de identidad y por protocolo yo decido estar aquí
no es porque me hayan mandado sino que es por mi decisión.
Me he sentido más segura aquí y más en confianza, y todos me dicen Sharon hasta
los compañeros, todos. Aunque luego me dice wey y yo me les quedo viendo y ya me
dicen ay perdón Sharon o me hablan pero ya en femenina, y entre las compañeras
pues sí hay bullying pues de desmadre, y me dicen “¿cómo le hiciste?” y “ahora que yo
salga también quiero mi cambio de identidad”.
Entonces aquí que ya no estás aislada, ¿qué haces?, ¿de qué vives?
Orita pues nada más estoy en cursos, estoy en proceso todavía, estoy en audiencias.
Entonces pues no duraba más que uno o dos días y ya me mandaban a otro, aquí
pues no tuve el gusto de hablar con el director ni nada, simplemente hablé con la
licenciada Adriana que es la que me brindó su apoyo, muy buena onda la verdad y
pues me siento a gusto. Yo me lo imaginaba más feo, más de lo peor, porque sabes en
Santa Martha como se cataloga en la calle, pero no, es todo lo contrario.
Cuéntame alguna anécdota que te haya impactado estando aquí, alguna historia, algo
que hayas visto.
Pues no, de hecho cuando llegué, tengo amigas de aquí de población normal que
me fueron a ver luego, bueno que las conocí en la Cana pasada y que todavía se
acordaban de mí, que están aquí.
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allá.
Los médicos aquí en el Centro penitenciario que les dan el tratamiento para el VIH,
¿cómo las tratan a ustedes?
A mí en lo personal, a mí me tratan bien de hecho lo que se les hace raro es el nombre
porque dicen “oye por qué tu si te llamas Sharon y ella se llama Hugo o equis” y les
digo pues es que yo así me llamo. “¿Y tu nombre de hombre?” No pues es ese es mi
nombre y así me llamo, entonces les sorprende.
Entonces con base en tu experiencia, ¿tú prefieres estar en un centro varonil o en uno
femenil?
Ay pues en el varonil, en el femenil hay mucha discriminación contra nosotras.
Y si existiera un centro especial para personas LGBTI ¿hubieras preferido que te mandaran
ahí?
Yo sí, bueno al menos yo por todo lo que he vivido y si es por estar bien y si yo me
encuentro tranquila pues sí.
Ya para terminar cuéntame algún sueño que tengas, algo que quieras realizar, alguna
esperanza.
Pues primero recobrar mi libertad porque estando aquí encerrada si puedes lograr
sueños pero es muy difícil, el encontrarme una pareja que me valore tal y como
soy, que no me vea por interés y pues tener mucha salud sobre todo para nosotras
que estamos aquí nos deprimimos mucho, pues nos sentimos solas, indudablemente
venga o no venga la visita el estar aquí te afecta psicológicamente.
Te digo me peleé con él y pues me gritó de lo peor que era puta y yo en mi plan
de mujer pues me hizo llorar y pues ya le dejé de hablar y nuevamente me fue a
buscar pero como se droga mucho, yo creo que ya le cayó el veinte, como ya no iba
a verlo, me fue a buscar, pero pues yo no puedo estar con una persona drogadicta
porque pues la ayuda también la necesito yo, porque en un momento estando en esta
situación puedo recaer y no sé como sea mi recaída tal vez ya no me pueda levantar y
sí me duele mucho pero la vida sigue. Cuando llegué todos me abordaban y más por
el cambio de identidad, no pues la pescada y todo eso, pero ya supieron que andaba
con este chavo todos huyeron y nada más me hablan de hola, y oye pues si no estoy
casada ni comprometida ni nada, y ahorita que ya no ando con él y pues todo se me
junta por eso estaba triste, porque tengo a mi mamá enferma, yo aquí adentro y luego
este tipo y llega el momento de que todo se me junta y platicar contigo me siento
segura.
¿Y aquí ya no te hormonizas?
No, pues ni hay como, ni sé como pedirlo ni a donde recurrir.
Muy bien Sharon, algún último mensaje que quieras dar para la gente que va a leer tu
historia.
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Pues que si esto les sirve de experiencia, sobre todo a las chicas trans, pues que le
echen ganas que no estamos solas y que todos nuestros sueños y proyectos si se
pueden lograr. Siempre tengamos una vida sana, y no sentirnos menos que las demás
gente porque luego la gente y la sociedad es lo que le gusta. No todas somos iguales,
habemos unas que somos buena onda y nos apoyamos y otras que entre más abajo
te ven les gusta, pero pues si de algo les sirve mi experiencia pues que agarren algo
y que no se droguen, ese es el mensaje que yo les puedo dar.
Tuve una vida llena de excesos, los
excesos me tienen en prisión, mis malos
actos, pero ahora vivo sana, llevo
muchos años sobria, y dedicándome a las
pesas y eso es un modo de vida para mí ...
ANGIE
A N G I E
Penitenciaría
25 de octubre de 2021
¿Qué nombre deseas usar para esta entrevista?
Angie.
Bueno para iniciar me gustaría que me contaras un poco de tu infancia ¿cómo fue todo?,
¿tú eres de acá de la Ciudad de México?
Sí, sí. Viví con mi mamá y con mi hermana, tengo una hermana mayor que yo y pues
todo muy padre, no tuve necesidad de contarles ni de decirles que era gay, nunca
hubo como un prejuicio, siempre fue como que se dieron cuenta, no preguntaron y
pues no, la neta es que nací en una familia súper linda, súper linda, una familia súper
alivianada. De pronto, pues las únicas personas con las que vivía eran mi hermana y
mi mamá porque mis papás se separaron cuándo yo era muy chica.
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casa. La verdad es que tuve una familia muy linda, una infancia buena. No tuve ¿cómo
te explico? No me reprimieron para nada y mucho menos yo me reprimí, entonces mi
familia no lo hizo, tampoco yo. Viví plena, viví feliz y pues bueno tuve una infancia
linda.
¿Hormonas?
Hormonas.
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tenía de dos: someterme a una transición sexual o dejarme de hormonizar. Y pues
obviamente, la segunda opción no era para mí. Y pues sí, acepté someterme porque
era lo que yo quería y es lo que yo quiero y pues bueno, me hicieron una orquiectomía
bilateral para quitar ese problema que tenía de hipotrofia testicular y pues bueno
de ahí empezó mi transición porque me cambiaron mi tratamiento hormonal, me
mandaron a terapia psicológica, psiquiátrica. Estuve en el psiquiatra mucho tiempo,
antes de operarme me mandaron a una terapia que se llama salud mental con el
psiquiatra, bueno el psiquiatra me iba a dar terapia de 18 meses y a los 3 meses me
dijo: yo no tengo nada que hacer contigo, te voy a dar de alta y listo. Y pues bueno
así ha sido.
¿Has tenido una buena relación con todos los médicos que te han tratado?
Sí, la verdad sí, médicos muy muy buenos. A decir verdad, la neta, me fue un poquito
complicado pues dentro del sistema porque no había quien apoyará tanto ahora sí
que a la comunidad y pues menos este tipo de cuestiones ¿me entiendes? No todas
podemos ir a endocrinología, pues bueno, aquí la licenciada Adriana, la subdirectora
es como la vocera de la comunidad y pues la verdad es como un ángel dentro de este
lugar, nos ha ayudado a todas nosotras y pues bueno ella trató de ayudarme en el
aspecto que por medio del sistema, me sacaran a endocrinología y pues sí.
O sea que ¿tu pasaste una solicitud al Comité Técnico?
Sí y me la negaron. Y de pronto, llegó la licenciada Adriana a este centro y es como
que ha acogido mucho a la comunidad, a las chicas trans y pues ella buscó el modo
de que todo fuera válido y pues por derecho, las mujeres trans por eso de la inclusión,
pues ella me ayudó para que me sacaran a endocrino y pues ahí me trataron. Hasta
ahorita, sigo en endocrinología, me han ayudado mucho.
¿Te gusta?
Sí, me encanta, yo feliz. Me siento aún todavía incompleta porque no estoy al cien,
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pero vivo mi vida como una mujer al cien por ciento, ahora sí que veinticuatro siete
literalmente. Y soy feliz, estoy contenta.
Cuéntanos de eso.
Me dedico a las pesas, hago el fisicoculturismo y llevo 7 años haciendo pesas. Me
gusta el box, practico box. Corto cabello dentro de la Peni y pues mi vida es: trabajo y
gimnasio, trabajo y gimnasio. Ahora por cosas de la inclusión el sistema penitenciario
hace un concurso de fisicoculturismo y por primera vez en la historia del físico, se van
a incluir a chicas trans.
Genial
Va a ser el primer año y voy a participar. Es el 17 de noviembre la competencia y estoy
muy contenta, muy emocionada, obviamente por la oportunidad que nos está dando
el sistema. Los chicos de la federación son súper lindos, apoyando y pues bueno en
eso estoy. Estoy ahora sí que preparándome para la competencia. Muy contenta y
feliz.
¿Participas con otras chicas trans o con todas las chicas que quieran participar?
Con todas las chicas. De hecho, como que no me han dicho tantas cosas es como
apenas es el primer año, dónde se van a incluir por cuestiones de inclusión más que
otra cosa y pues listo. La verdad es que estoy bien, preparándome, contenta, contenta.
Oye Angie, yo te quería preguntar, si con tus compañeras o algo así ¿conoces estos
procedimientos de inyecciones de sustancias para moldear los cuerpos? Ya ves que
algunas chicas se inyectan aceite o silicona ¿qué me puedes contar de eso?
Bueno, afortunadamente no he probado nada, no estoy empapada en ese tema
porque lo haya probado en mí, no lo he probado en mí, no tengo ganas de probarlo.
Conozco muchos casos terribles y como que no estoy a favor de eso, la verdad, es
súper peligroso y digo se inyectan polímeros, biopolímeros, se inyectan aceite de
comida. La verdad sí es súper peligroso para la salud, para todas, o sea, no hay una
chica trans que viva sana que esté inyectada. Para mí sí no, no estoy de acuerdo
en eso, no lo apruebo y pues bueno si pudiera decirles a las chicas trans que se
dediquen al gym mejor.
Decías que aquí te tratan muy bien, o sea que ¿no has tenido un problema de ninguna
clase?, ¿con nadie, ni con la población, ni con los administrativos, ni nada?
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Muchas veces, un poquito más con seguridad y custodia, un poquito con seguridad
y custodia por la forma de como llamarte que te hablan de hombre, pero con la
población no tengo mayor problema, siempre me tratan bien, me tratan lindo. Y una
que otra persona de seguridad y custodia, no todos porque hay personas muy lindas
de seguridad y custodia y yo creo que la mayoría me tratan bien, hay uno que otro
que de repente no esta tan empapado de las cuestiones de identidad de género y
pues tratan como de llamarte como hombre o formas masculino, pero no pasa de eso.
No me siento ofendida, no me siento ofendida cuando lo hacen normalmente pero
cuando lo hacen ya por agredirme, sí, obviamente sí porque no me gusta sentirme
agredida. Soy demasiado respetuosa, pese a que vivo en una prisión de varones, soy
muy respetuosa y bueno si yo respeto, exijo respeto, entonces pues no me siento
ofendida cuando lo hacen por equivocación que me digan por mi nombre de hombre,
pero si ya lo hacen por joder, ya si me siento atacada y agredida y es uno que otro
no muchos.
¿Tú piensas que estar privada de la libertad es diferente a cuando una está soltera a
estar en pareja? ¿puede ser mejor estar en pareja o no necesariamente?
Pues no, para mí ha sido igual porque si soy una mujer de respeto entonces sé vivir,
conozco la lealtad, conozco la fidelidad y conozco el respeto. Entonces tengo pareja,
normalmente soy muy estable en mis relaciones, soy muy, demasiado noviera pero
si soy demasiado estable. No soy de andar con un hombre hoy y mañana con otro y
pasado con otro, no. Mis relaciones siempre han sido muy estables, duraderas y pues
la verdad yo vivo, si es un poquito complicado por las cuestiones de celos y así, pero
más bien eso ya si es cuestión de uno. Obviamente la comunicación es indispensable
y más en este lugar. La verdad si es que soy una chica especial dentro de este lugar
porque habemos muy pocas chicas trans, eso sí pues mira, a mis novios se les ha
complicado un poquito pues por la cuestión de los celos, pero pues siempre trato
como de hablar y dejar cosas claras y pues bueno la seguridad que uno tenga se las
puedes brindar a tu pareja y listo. No pasa nada.
Me gustaría que me contaras una experiencia dentro del centro penitenciario que haya
tenido un impacto significativo en tu vida, algo que te haya pasado acá y tu digas me
marcó.
¿En bien o en mal?
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mi vida mucho dentro de prisión, lindo,
cosas de la inclusión el es que tuve una relación de muchos
Angie una pregunta ¿tú crees que aquí en reclusión o en prisión se puede tener una
familia? ¿Se pueden hacer amistades reales?
Sí, la verdad es que sí. Tengo amigos aquí, la verdad es que sí tengo varios amigos,
amigos reales, amistades sinceras y tengo dos o tres y si creo en la amistad real.
Sí creo que dentro de prisión existen personas buenas todavía, de buen corazón y
sentimientos y decimos los mexicanos, de buena leche. Sí creo que existe la amistad,
una amistad dentro de prisión se deriva a ser parte de la familia.
La neta muchas personas que llegan a prisión les pasa lo contrario que a mí ¿sabes?
Caen en drogas, caen en depresiones y cosas así, no todos corremos con la misma
suerte. Desafortunadamente cada ser humano tiene sus intereses en la vida, y el mío
era no preocupar a mis padres porque mis padres vivieron muchos años preocupados
por mí, no sabían si vivía, si dormía, si moría, no sabían nada mis padres de mí,
entonces yo llegué a prisión y dije: no más, no sé cuánto tiempo voy a estar. Decidí
que mis papás tenían que vivir en paz y pues bueno dentro de prisión encontré a
una persona que me rescató y al paso del tiempo, también me inculcó todas esas
cuestiones porque él es una persona muy sana.
“ Tuve una vida llena de excesos, los excesos me tienen en
prisión, mis malos actos, pero ahora vivo sana, llevo muchos
años sobria, y dedicándome a las pesas y eso es un modo de vida
para mí y está padre me siento plena, me siento contenta, me
siento sana de alma, de espíritu y de cuerpo, todo. Me siento
muy bien. ”
Qué buena persona que le vaya muy bien a él, también. ¿Va a participar en el concurso?
Sí, es el campeón de Santa Martha. Él es el campeón desde hace muchos años y
bueno tiene que representar a Santa Martha este año, él me está ayudando, me está
ayudando mucho, me está ayudando en mi preparación, pero pues bueno a ver qué
pasa.
Te va a ir bien, les va a ir bien a los dos. Oye y ¿por qué elegiste el nombre Angie?
¿Por qué me llamo Angie? Me llamo Angie porque me llamo Ángel. Mis padres me
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pusieron Ángel y siempre me han dicho Angie. Desde que yo llegué a prisión me
pusieron Angie y a mí me gustaba que me llamarán Angie y ahora pues apenas con
lo de estas chicas, hay una asociación que también viene a visitarnos como ustedes y
están haciendo los cambios de identidad y así me puse, yo me puse Angélica Jetzabel
porque me llamo Ángel Jetzabel entonces ese nombre quiero.
Angie me gustaría preguntarte ¿qué esperanzas o sueños tienes? Un sueño que tu tengas
y nos quieras compartir.
Un sueño que yo tengo es salir de prisión. Salir de prisión y quiero poner un gimnasio
y una estética, cuidar a mi mamá, a mi hermana, a mi familia, ese es el sueño que hoy
tiene Angie en prisión.
Angie por último ¿qué mensaje quisieras compartir con las personas que van a leer tu
historia?
Pues bueno principalmente a las mujeres trans que se alejen de los excesos, que
siempre piensen bien antes de someterse a tratamientos estéticos que no son buenos,
ni aceptados. La verdad es que uno comete muchos errores en la vida y digo cada
cabeza es un mundo, todos tenemos intereses distintos y cada quien puede tener el
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interés que quiera, pero vivir una vida sana es una vida bonita, una vida plena y pues
eso nada más. Impulso mucho el ejercicio, es parte de mi vida, de cómo vive Angie y
yo pienso que esa parte cuando haces ejercicio liberas energías malas y todas esas
cuestiones.
CRISTAL
C R I S T A L
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Muy bien Cristal. ¿Cómo te identificas a ti misma? Como mujer trans, como transgénero,
como persona trans, como transexual…
Como una mujer trans.
Cuéntame un poco de ahí donde naciste. ¿Cómo se llama?, ¿cuántos años viviste ahí?,
¿cómo es el lugar?
Pues mi pueblo se llama Playa Vicente, Veracruz. Es un pueblo muy bonito y ahí
estuve viviendo 15 años, y ya después me vine a la Ciudad de México.
Las niñas me decían “¡ay, quiero que seas mi noviecito!”, y yo rápido les decía “¡ay no,
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a mí no me gustan las niñas!”. Ya se daban cuenta y yo ya me daba cuenta de que
desde esa edad me gustaban los niños.
¿Y tu papá?
Mi papá la verdad no lo conozco, nada más conozco a mi mamá, es la que me sacó
adelante.
Por ejemplo, se muere alguien y se hace fiesta. A pesar de estar triste la gente, se
ponen a cantar, se ponen a tomar, para que la familia no esté tan triste del dolor, la
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pérdida de alguien. Toda la gente se conoce. Por ejemplo, si se muere alguien, todo
mundo va a visitar al muerto, le dejan su ofrenda, su despensita.
Y es lo que me gusta de la tradición de los pueblos, que todo el pueblo es unido. Por
ejemplo, si llega la mafia o alguien así, y quiere atacar el pueblo, pues no; porque
allá son las campanadas de la iglesia, y rápidamente se reúnen, y “aquí en el pueblo
no queremos escándalos”. Todo el pueblo está unido y pues, como dicen, el pueblo
unido jamás será vencido.
O sea que, desde chiquita y hasta la adolescencia, siempre has tenido roles femeninos,
de lavar la ropa, de hacer cosas de mujer.
Yo tenía ocho años y decía “quiero ser niña, quiero mi cabello largo, quiero tener un
maridito” y siempre ese fue mi deseo. Y hasta la fecha he cumplido mi objetivo.
¿Y en dónde te operaron?
A mí me operaron en la zona rosa, en Florencia y Hamburgo con el doctor Garduño.
Ahí me llevó mi hermana, y me dice “No, pues yo te apoyo”. Y me trataron bien, todas
las veces que fui.
Era la encargada de ahí, porque una vecina mía que vive al lado de mi casa me dice:
“oye amiguita, tú no eres como las demás, que nos meten la mano, nos roban. Eres
bien, y, la verdad, te considero como una amiga. Entonces, para que no andes en
peligro”, porque ella vio cuando me pegaron, “entonces, para que no sufras eso, mejor
vente a trabajar conmigo”.
Y me fui a trabajar con ella como seis meses, 7 meses. La verdad, yo conocí a ese
chico, porque llegaba y siempre se compraba su vuelve a la vida. Llegaba y “dame un
vuelve a la vida grande”. Y ya de ahí lo conocí. Hasta me sorprendió, porque me regaló
una caja de chocolates y me pidió mi número: “nos vamos a mensajear”. Hasta que me
dijo “quiero andar contigo”, y yo dije “bueno sí, pues ando tranquila”. Pero, pues, me
aloqué un día y terminé aquí.
133
-Tú eres hermana de Allison
- Sí.
- ¿Cómo estás?
- Bien.
Me dice:
-Ya supe lo de tu hermana.
- Ah sí.
-Pero no estés triste.
Porque, igual, a mi hermana la agarraron y ella fue a caer al Sur. Ella estuvo seis
meses allá y salió.
-Sí, vamos a tomar unas cervezas.
Ella me invitó, pero yo nunca pensé que en su copa de ella tenía chochos. Y yo nunca
había tomado lo que es un chocho. Pues me aloqué: ya empiezo a pelearme. Y ya iba
a ir a mi casa, y ya iba yo borracha, de hecho. Le estaba marcando a mi pareja para
que fuera por mí, pero él estaba trabajando, eran las 7 y media de la noche.
Y ya, de ahí, me dice ella:
- Quédate otro rato.
Le digo:
-Ah, sí.
Porque mi pareja me dijo “voy por ti a las 8, espérame en lo que salgo de trabajar”,
entonces le digo: “Sí”. Y ya me quedé. Y llegaron otras compañeras que, igual, que
eran de ahí del barrio. Pero yo no me llevaba con ellas, y dije “para evitar problemas
yo mejor me retiro”.
Le digo:
- Sí, no hay problema.
Dice:
- Ahorita te van a trasladar para el Reclusorio Norte.
Le digo:
- Sí.
Y yo le dije:
- ¿Pero por qué me vas a pegar si yo no me estoy metiendo contigo?, ¡usted
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pégame cuando yo me meta o te haga algo!
- ¡No, pues, que te sientes mucho!
Y ya, desde ese día, mi hermana me dijo “¿sabes qué? ya no vengas. Para no meternos
en problemas, mejor ya no vamos a venir”. Y yo le dije “pues yo te vine a visitar, porque
tú me trajiste” Y ya de ahí empezó el conflicto con esa persona.
¿Cómo te recibe guardia y custodia aquí en el Reclusorio?, ¿cómo fue el proceso?, ¿cómo
te trataron cuando tú llegas aquí?
Pues, cuando llegué a ingreso, la verdad, me trataron bien. Yo llegué ahí en ingreso
en la dos cinco, la estancia era la dos cinco. Yo llegué como a las nueve de la noche.
Me metieron ahí a ingreso. Yo pasé a juzgado como a las 4 de la tarde. En lo que
hacen el papeleo para pasarte a ingreso, como a las nueve de la noche ya llegué. Ya
me metieron a la dos cinco, la zona 2, estancia 5.
Ya de ahí, había como 7 chicos que no eran de la comunidad. Y yo dije “ah pues por mí
no hay problema”. Ya me dicen “nada más desocupen un camarote para ella”. Y llega
un señor y dice “no, es que ella no puede estar mezclada con la población general,
porque es de la comunidad”. Entonces sí me dieron la preferencia. Desocuparon la
estancia y me metieron ahí. Y al siguiente día, llega otra compañera. Y ya de ahí nos
quedamos las dos juntas.
Ahí en ese lugar estuve una semana. Ya de ahí me pasaron para COC, igual una
semana. Y ya, de COC me pasaron al dormitorio uno, que es de medidas cautelares. Y
ya, ahí si estuve viviendo un año y cuatro meses, lo que duró mi proceso.
“No pues que mi mamá viene mañana”, “no que mi mamá también”, compartíamos.
“No, que a mí me toca poner esto de comer”, “vamos a encargar carne”, y así.
Venía visita de cada quien y ahí compartíamos bien.
Compramos una parrilla para hacer de comer y, la verdad, gracias a Dios, vivimos muy
bien ahí.
¿En ese tiempo que estuviste en esa estancia de cautelares tu recibiste visita o no?
Sí, mi mamá venía visitarme.
¿Tú crees que el hecho de tener visita te ha ayudado en sobrellevar estar aquí?
La verdad, sí, porque es como si fuera un consuelo para mí. El saber que mi mamá,
hasta la fecha, me sigue apoyando, poco o mucho, pero me da y eso es lo que a mi me
da motivación para seguir adelante, no para tropezar. Porque hay varias compañeras
que están igual y dicen “no, es que yo no cuento con el apoyo de mi familia” y, ¿qué
es lo que hacen?, se hunden en el vicio.
¿Qué hacías?
Yo les lavaba la ropa a los chicos.
¿Y cuánto te pagaban?
Pues, digamos, se cobraba cinco pesos la pieza, por una playera un pantalón. Entonces,
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yo me hacía mis 50 pesos, mis 60 pesos.
Cuando tu llegaste a cautelares, ¿tu tenías contacto con las otras chicas que estaban en
otros dormitorios?
En población sí, porque tenía, bueno, más bien, ellas iban a cortar pelo en el dormitorio
uno. Y ya me hablaban “¿cómo te llamas?, ¿qué necesitas? ah, mañana te traigo un
shampoo”, o ellas mismas me regalaban un lápiz labial, un rímel.
¿Y después del año y medio que estuviste en la estancia de cautelares a dónde te pasaron?
Al dormitorio seis, aquí en la población. Y ya, cuando tuve ese problema, me
reubicaron para el anexo ocho en la uno siete, que es el dormitorio de las trans, de
la comunidad LGBTTTI. Ahí nosotras vivimos, desde la uno siete hasta la uno doce,
todas son estancias de la comunidad.
Oye y antes se contaba que cuando tu llegabas a una estancia donde había puras chicas
trans, te daban tu bienvenida, ¿aquí pasa todavía lo mismo o ya no?
No, ya no, antes sí, si te daban tu bienvenida, pues ahorita no. Desde que entraron los
técnicos penitenciarios todo cambió. Ahora lo único que te piden es tu cloro, tu jabón,
tu fabuloso. Por el bien de la estancia. Para limpiar, te piden una escoba, tu jerga. Es
lo que te piden.
También cuentan que en cada estancia hay una mamá de cantón, ¿eso todavía existe o
ya no?
Pues, digamos que eso sí existe, porque es la más vieja de la estancia. Pero digamos
no, ella tampoco te dice “haz esto”. Es por el bien todos. Pues, como vas llegando,
tienes que hacer la estancia, lavar los trastes, mantener limpia la estancia. Es lo único
que te piden.
¿Y cuánto tiempo dura eso?
Pues, hasta que llegue otra compañera que ocupe tu lugar.
Aparte del conflicto que tuviste con la persona que te acusó de robo, ¿has tenido algún
otro conflicto?
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No, ya no, ya me porté bien, porque esa vez me alejaron seis meses de población. Pero
después yo tuve una quemadura en el cuerpo, porque una compañera que andaba
drogada me aventó agua caliente en el cuerpo. Eso fue como a las siete de la noche.
Y, pues, me llevaron al servicio médico. Estuve hospitalizada como veinte días en el
hospital Rubén Leñero, porque fue toda esta parte. (Señala el costado derecho, desde
el área abdominal hasta la rodilla, en toda esta área se le nota aun la cicatriz de la
piel quemada).
Por eso, yo también me tatué. Para disimular la cicatriz. Y, pues, mi mamá la demandó,
pero yo retiré la demanda, porque yo dije “mejor no voy a proceder, Dios es grande y
Dios hace justicia”. Y mira, lamentablemente, pues esa compañera ya falleció. Falleció
aquí en el centro. No sabemos de qué falleció. Kenya le decían.
Y ya, pasaron tres meses que se fue su pareja. Y yo, bajo de mi sanción. Y el niño fue
a verme hasta el dormitorio de castigo, y me dice:
-Ya se fue mi pareja libre, te voy a esperar.
Y le dije:
- Sí, me faltan tres meses para bajar.
Ya de ahí ya bajo yo al anexo ocho en la uno siete y él vivía en la uno diez que es de
bisexuales. Ya me dice:
-Ahora sí, ya no le marco a mi pareja, ya se consiguió otro wey allá afuera en
la calle.
Le digo:
- Bueno, ¿qué quieres?
-Es que me gustas. Vamos a formar una relación.
- “Va.”
Nos tratamos, tres meses de noviecitos. Por lo cual, le digo a la licenciada Angélica,
que es la encargada de grupos vulnerables, que quería vivir con él. Entonces, se hace
su cambio para que pasara a mi estancia. Y viví con él dos años. De hecho, tiene poco
que se fue libre. Ya se fue libre hace ocho meses. Y, pues, ahí le sigo hablando, luego
me marca. Por ejemplo, la que viene a verme es su mamá. Luego viene cada quince
días, cada mes. Me regala 100 pesos del diario para que coma y no me ande drogando.
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No, pues, pasó el sábado en la noche. Y el domingo a las diez y media de la mañana
ya vienen por mí, me dicen “te buscan allá abajo”, no es que dice “es un señor que te
quiere ver”. Cuando yo bajo toda desarreglada y drogada todavía, me dice mi mamá:
- ¡Así te quería agarrar! Ya me habían dicho que te andabas drogando. Te vas a
dejar de drogar, o dejo de venir a visitarte.
Le digo:
- No, pues yo te quiero ver a ti.
En general ¿cómo ves el reclusorio?, ¿cómo ves el trato a las chicas trans?
Digamos, no hay quien nos falte el respeto. Porque sí hay gente que dice “los
tiragusanos”, “los putos”. Eso nos dicen internos que no son de la comunidad, que son
de población general. Del anexo cinco, dormitorio tres, que son los dormitorios más
pesados, pero una palabra no te va a lastimar.
Pero de guardia y custodia, nada. Ellos siempre nos apoyan a nosotros, nos dan la
preferencia. La verdad, no puedo hablar mal de ellos.
En el 2014 hubo un incidente aquí en este centro entre guardia y custodia y personas
trans ¿tú ya estabas aquí?
No, cuando yo llegué era el director Enrique Flores Serrano. La verdad, ha cambiado
mucho. La verdad, hasta los mismos custodios piensan, en vez de pegarnos, “no, pues,
si les pegamos, es problema para nosotros”. Sí que hay unos custodios que se ponen
al brinco y todo eso. Luego nos dicen “es que ustedes no se les puede hacer nada,
porque son intocables”, pero a pura palabra, si nos dicen.
¿Entonces aquí nunca has tenido problemas por tener el cabello largo o por traer ropa
femenina?
No la verdad no. La verdad, nos dicen “tú te ves mejor así, arréglate”. Te dicen “tú trata
de ser mejor, no seas como ellas, como las que caen en el vicio”. Porque ellos también,
ellos ven la forma en la que una sobrelleva su cana.
Entonces, es lo que me estaba comentando mi mamá, “yo voy a luchar para que salgas
pronto de ahí de la cárcel”. Por eso, también mi mamá no me manda mucho dinero,
o me dice “mejor yo ahorro acá afuera”. Porque también, cuando me va bien en los
tamales, viene el fin de semana y le doy un dinerito para que me lo guarde. Y ya de
ahí, poco o mucho, cuando ya tengamos tanto, poder ofrecer al juez, y a ver si puedo
salir. Por eso ella también me dice “ponte a estudiar allá adentro”.
Y aquí alguna anécdota, algo que te haya impactado que me quieras contar.
No, pues la verdad no… ¡Ah sí!. Pues, algo que yo no sabía es que aquí se podía dar
show travesti. Y entonces, una vez, me dice una compañera “yo voy a bajar a dar show,
allá abajo en el auditorio”.
No, pues cuando vi que una compañera imitó a Jenni Rivera, pues me impresioné.
Dije “¡ay qué bonito!”. Y también hay varias compañeras que imitan a Gloria Trevi a
143
Alejandra Guzmán, es bonito.
En junio del 2021 nosotras vinimos cuando hicieron el Festival de la Diversidad, ¿tú
estuviste?
En esas fechas yo estaba con mi pareja todavía y, como él era más reservado, me
decía “no vayas”. Pero ahorita es lo que estaba comentando con las compañeras. Si
Dios quiere, ojalá que el 10 de mayo caiga en un día de visita, porque quiero imitar a
Jenni Rivera, para sorprender a mi mamá. Porque a mi mamá le encanta, es fanática
de Jenni Rivera. Y aquí en el auditorio hay muchos vestidos bonitos, pelucas y todo
eso. Y es lo que yo quiero. Quiero dar show travesti para mi mamá.
Y también aprendí ajedrez, y luego voy a la panadería. Ahí voy a aprender para hacer
pan. Sí sabía un poco a hacer pan, pero son muy diferentes los panes que hacen
allá en Veracruz a los que hacen aquí. Porque allá en Veracruz le dicen pan de piso.
Lo meten a un horno de barro, es como si fuera un bolillo, pero es dulce. Le echan
canela y huevo. Pues aquí lo hacen muy diferente, y es lo que estoy aprendiendo
en la panadería, porque me llevo muy chido con los chamacos de la panadería. El
encargado es mi vecino de allá de la calle, y me dice: “para que no estés pensando en
tontería, mejor vente aquí te enseñamos a hacer pan, bolillo, teleras”.
Cuando salgas ¿te gustaría dedicarte a todo eso de la cocina?
No, pues primero Dios, si salgo algún día, lo que le prometí a mi madre: poner una
cocinita allá afuera. Porque me dijo mi mamá, “si tu sales de la cárcel, yo no te voy a
dejar. Nos vamos directamente al pueblo. Allá ponemos una cocina. Aquí ya no vamos
a estar.”
Y ya le marco a mi mamá y me dice: “Qué bueno que me marcas. Te tengo una mala
noticia: anoche mataron a tu hermana.”
No, pues, yo me sorprendí. Dije “¿pues cómo? ¡si apenas anoche todavía yo hablé con
ella!”. La mataron a las 3 de la mañana y yo le había marcado a las 7 de la noche. Fue
un golpe muy terrible para mí, la verdad. Y mis tíos me decían “no, pues, no te tienes
que poner triste, ella ya está en un mundo mejor”.
Yo antes, la verdad, era un poquito más liosa. Pero la muerte de mi hermana me ayudó
a bajar los pies. Cuando ella vivía, yo fui a trabajar un mes con ella ahí en Tlalpan,
pero ella me decía “mira hermana, yo te digo, aquí en la calle nosotras sufrimos
muchas cosas: nos avientan orines, nos avientan piedras, varias veces te avientan el
carro… y, la verdad, no me gustaría que tu pasaras lo que yo pasé”.
Porque ella me comentaba que llegaba el operativo, las subían a la perrera, se las
llevaban, llegaban a la delegación, las mojaban con agua fría. Y ella me decía “no,
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pues, la verdad, a mí no me gusta que tú pases lo que yo pasé. Mejor tú ponte a
trabajar por la derecha”. Y, por eso, ya no me dediqué a eso. Porque mi hermana no
sabía cocinar, pero me decía “tú tienes un talento, sabes cocinar, saber hacer muchas
cosas. Entonces, relájate y vete por la derecha”.
¿Y qué opinas del trabajo de Almas Cautivas, que luego nosotras venimos a visitarlas?
Pues, es muy bonito, porque nadie nos venía a visitar más que ustedes. Entonces, es
como un privilegio que ustedes vengan, nos traigan algo que nos hace falta. Y las
tenemos a ustedes como amiguitas de la calle, que son Almas Cautivas. Y, pues, la
verdad, si agradecemos lo que nos apoyan.
¿La gente que no es gay y que no es trans, qué opinarán que ustedes reciben visitas y les
traen cosas?
No, pues se sorprenden. Porque dicen “ustedes que son de la comunidad y entre
ustedes compañeras trans se apoyan”. Hablan maravillas de ustedes, porque es un
esfuerzo lo que ustedes hacen al venir a apoyarnos a nosotras.
“ El saber que mi mamá, hasta la fecha, me
sigue apoyando, poco o mucho, pero me da
y eso es lo que a mi me da motivación para
seguir adelante, no para tropezar. Porque
hay varias compañeras que están igual y
dicen “no, es que yo no cuento con el apoyo
de mi familia” y, ¿qué es lo que hacen?, se
hunden en el vicio. ”
Y acá adentro, aparte de tener novio, ¿has tenido amigas o has hecho amigos?
Sí, tengo unas amigas. Bueno, es que aquí, en la cárcel, debes saber escoger a tus
amistades. Porque aquí hay muchas personas que te hablan bien y detrás de ti hablan
mal. Yo, cuando tengo una amiga, la considero como una amiga y no me gusta hablar
mal de ella. Yo soy muy fuerte. Yo le digo “sabes que a mí no me gustan los chismes
ni la gente hipócrita”.
¿Qué sueños o metas te gustaría alcanzar, ya sea acá adentro o allá afuera?
Pues allá afuera me gustaría casarme. Salir de aquí, conseguir a alguien de afuera,
casarme, poner un negocio. Porque yo quiero salir y apoyar a mi mamá. Esa es mi
meta. Eso es lo que siempre sueño, porque ella ya está grande y ella me apoya. La
verdad, yo como le dije a ella: “tú eres mi reina, tú eres mi corona, y todo lo que tú
haces por mí, yo te lo voy a dar el doble”. Si Dios quiere, salgo y me voy a poner a
trabajar, para que ella ya no tenga que trabajar.
¿Algo más que quieras agregar para la gente que va a leer tu historia?
Pues, que cuiden mucho a su familia, que no cometan errores. Porque estar separada
de tu familia es muy feo. Los quieres abrazar y no puedes. Es un error haber llegado
a este lugar. Que no cometan el mismo error, para que puedan estar con su familia.
147
mi sueño es salir, viajar, conocer Acapulco, tener una
mascota, tal vez si yo quiero compañía, que sea con un
ser vivo que realmente me va a dar cariño y amor. Ellos
incondicionalmente te brindan amor, no sé, meterme a
estudiar, ya no ser la persona que era o que hacía de
fardear, ya no quiero eso, ya no quiero esa vida.
SONIA
S O N I A
¿Dónde naciste?
Aquí en la Ciudad de México.
- Eres un puto, no eres una mujer, y no es para que andes así; debes venir con
cabello corto y vestido como lo que eres.
Yo le dije:
- Pues yo no voy a venir así.
151
conflictos por eso, por mi género.
¿Decidiste no volver?
No pues no.
Y entonces cuando te corrieron de tu casa a los catorce ¿qué hacías para vivir?
Pues en sí había veces que, en Garibaldi ahí yo me quedaba y gracias a unos mariachis
luego me llevaban de comer, o me decían:
Porque ves que luego se los llevan a ellos, y pues los cuidaba.
Pero entonces tú dijiste bueno voy a iniciar con el proceso y ¿empezaste a ver cambios?
Sí, cambios hormonales, el crecimiento de las uñas, la disminución del vello, el
crecimiento del busto.
¿Y todavía tomas?
Pues ahorita lo dejé hace dos años, a causa de una pareja que tengo. O sea tengo que
seguir contando mi vida para que me entiendas.
Yo no sabía, yo pensaba que eran amigos, yo jamás sabía la palabra de amigos con
derechos, ya hasta que una me dijo:
- Amigos con derechos es que tengas relaciones con él, pero él es amigo, luego
viene y te busca, así amigos, no una relación.
A causa de eso pues sí para que te miento, sí me iba enamorando de dos o tres
personajes que me llegaban a mi vida. Eran ahora sí que personas que cometían
delitos, eran drogadictos o si no eran drogadictos eran de los mismos que rentaban
a las sexoservidoras, yo no sabía, yo en ese entonces tenía, te digo como 19 o 20
años. Ya hasta que poco a poco yo fui abriendo los ojos viviendo en ese ambiente
que la verdad no era para mí. Yo me decidí salir a los 24 años de la prostitución se
puede decir, del ambiente rojo. Por eso varias compañeras luego que están acá en
la población, unas me conocen de aquí y otras me conocen de afuera. Haz de cuenta
153
que ya de mis 24 a mis 29 años yo decidí ya no andar con nadie. Te voy a decir por
qué me salí de ahí, por eso les quiero compartir mi historia. A la edad de 22 años,
conocí a un ex procurador, al principio él me llevaba como dama de compañía, no sé
si sepas, o sea no es sexo, nada más de compañía. En el hotel mientras él se droga o
estaba viendo la tele o se estaba bañando yo lo atendía. Al poco tiempo me dice que
él quiere una relación fija conmigo. Yo le dije que ¿por qué él quería una relación
conmigo? agarró y me dijo:
- No es que estás muy bonita muy simpática, te arreglas padre, te ves inocente,
no te ves como las demás que son muy vividas, unas ya me hubieran robado, ya
me hubieran sacado más dinero, tú se ve que eres buena onda.
Y yo le dije:
- Mejor hay que pensarlo.
De ahí, me dice:
- ¿Qué te parece si te llevo a mi casa?
Yo en ese entonces tenía que pagar pago de piso, o sea el lugar a donde yo llegué
a pararme, tenía que dar a mi madrota, pagar a la mera, a la más vieja, le tenía que
dar cierta cantidad por estar ahí. Y ella me pegan, o sea grandotes. Yo le di las
me traía así, o sea no me podía estar cosas, y le dije:
tardando mucho tiempo y ese día me fui - Mira, es que hice esto.
toda la noche, me llevó a su casa, estuve
conviviendo con él, tuvimos relaciones, Y ella dijo:
se quedó dormido el señor, para que te - Ah bueno está bien, siendo así
miento, yo lo robé, le quité pertenencias no te preocupes.
de su casa y me salí en la madrugada
estando él ya dormido en la cama. Pues Y yo vivía con ella. Entonces haz de
¿qué crees? al otro día fue a buscarme cuenta que a la semana bajamos ella y
al punto y yo no estaba, no pues me fue yo, y le dicen mis compañeras que las
como en feria, casi me da en la madre, habían ido a balacear, que me andaban
dos tipos que tenía la madrota, casi buscando dos güeyes en un carro negro,
que estaba pregunte y pregunte por mí. Resulta que el ex procurador mandó a dos
personas a que me mataran por haberle hecho eso y ella me decía:
- No te preocupes, nada te puede hacer, nada te puede pasar.
Para qué le hice caso, me paró un jueves todavía. El jueves que me voy a trabajar de
noche, me arreglo, bueno bien nice, yo iba a pararme. Como alrededor de 11-11:30
de la noche nos pasan balaceando a todas unos tipos, y todavía se veían corriendo
y gritando: “bájense, bájense”, porque mi punto es el Parque Hundido sobre avenida
Insurgentes, el parque está sumido, entonces nosotras trabajábamos sobre la orilla
de Insurgentes, cuando pasaban así que los operativos, que te subían o cosas así,
corríamos al parque y nos escondíamos entre los arbustos. Una me dijo:
- Córrele, córrele, son los tipos que te andan buscando.
Y yo les dije:
- ¿Quiénes?
155
- Pues los que te dijimos, mensa.
Yo estaba pidiendo ayuda y ellos me estaban apoyando con sus pistolas.O sea nos
empezaron a respaldar, como vieron estas personas que había policías, se retiraron
del lugar. Me entrevistaron y me dijeron que ¿por qué me andaban correteando? Me
hicieron una revisión. Yo no me drogo ni nada de eso, entonces ya cuando me sacan
mis pertenencias, me dicen:
- Hija, ¿por qué te andan correteando? ¿por qué estas personas te querían
matar?
Les expliqué:
- No, es que yo le hice una maldad a una persona poderosa de la República,
bueno no me refería a él como poderosa, les dije a un ex procurador.
Y yo le dije:
- ¿Cómo que a que le meto?
- Sí. ¿Eres drogadicta?
- No, yo no soy drogadicta.
- Ah, ya, ¿entonces es en serio?
- Sí, es en serio, estoy diciendo la verdad.
- Mejor hija, yo te lo digo por tu bien, se ve que estas personas son malas, no
te pares por aquí en un tiempo, desaparécete porque si no te van a terminar
matando.
Yo agarré y me empezó a dar un chingo de nervios, de miedo, y dije ¿qué hago, qué
hago?, ahorita no tengo a dónde ir. Cuando me fui a la prostitución, mis familiares
me lo advirtieron que si yo me iba, ya no iba a poder a regresar a mi casa, ya no iba
a poder pisar mi casa.
¿Tus familiares si te aceptaban como chica trans, pero no que ejercieras el trabajo sexual?
No les gustaba en lo que yo me estaba metiendo. Estaba dejando mis estudios por
irme por lo más fácil, para conseguir dinero fácil, mala vida se puede decir, entonces
yo dije ¿qué hago?, ¿qué hago? Y me tuve que ir a andar otra vez en la calle.
157
¿Tú tenías hermanos?
No.
Y llore y llore y pues me abrazó, me desahogué con ella, al otro día me dijo:
- ¿Sabes qué? Vente, vámonos, no te quiero acá, vente vámonos.
Entonces agarró y me arregló, yo no tenía ni ánimos, para que te miento, tú sabes que
cuando una persona que va a tener ánimos ni para agarrar y arreglarse, ya como pudo
pues me arregló y yo dije:
- Bueno, vamos.
No queriendo y no queriendo iba ahí detrás de ella. Ella trabajaba en Revolución, que
en paz descanse, se paró en su punto y me dijo:
- Espérame aquí, ahorita vengo.
Y yo pues estaba triste a la vez, y dije: “¿qué hago aquí?” Me veía con la ropa y yo no
me sentía a gusto, me sentía incómoda, sentía que estaba otra vez en lo mismo y yo
no quería andar así. Quién sabe en el tiempo que yo estaba viéndome y asimilándome,
no me hallaba en ese lugar. No más veo a un chico todo borracho, chaparrito con una
chava y pues yo nomás me di la vueltecita así y volví a ver, y lo tenía casi a un metro,
así fue como conocí a mi pareja.
¿Y qué te dijo?
Me dijo:
- ¿Cómo estás, cuánto cobras?
- No, yo no cobro.
- ¿Qué, no tienes ganas de irnos a tu casa?
- No pues es que no te conozco.
- Ay, no seas así, soy nada más un amiguito, no te voy a hacer nada que no
quieras. Estaba todo borracho y pues abrazándome y todo.
- Bueno, vamos.
¿A ti si te llamó la atención?
Sí, a mí sí me llamó la atención y por eso le dije, bueno vamos, y pues me lo llevé
a la casa en ese entonces y llego y lo meto al cuarto, pasó lo que pasó, tuvimos
relaciones sexuales, después al otro día él me dijo, que lo disculpara porque lo había
visto borracho.
Ya era medio día y estábamos viendo la tele, y ya habíamos comido juntos, y me dijo:
- Ahorita vengo, ¿te parece que ahorita vengo? voy por unas cosas a mi casa, voy
y vengo.
Y yo le dije:
- Bueno.
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Se va y cuando se va yo dije, él ya no va a venir. Porque me gustó, estaba guapo, para
mí estaba guapo. Se fue y como a las dos horas regresa, y regresa con comida, regresa
con su ropa y me dijo:
- ¿Puedo pasar?,
- Si, te dije que te podías ir y regresar cuando quisieras.
- Mira te traje algo de comer.
- ¡Gracias!
- No es mucho, pero, aunque sea te traje algo.
Y me dice:
- Traje mis cosas, ¿me vas a dejar quedar?
¿No?
No, le decían que cómo era posible que se hubiera juntado conmigo siendo una
persona así, cuando a él lo conocieron con chavas; una de sus tías que vivía ahí, le
decía:
- ¿Cómo es posible que andes con una persona trans? Sí te conocí a varias
chavas, ¿qué te pasa?
Haz de cuenta que un día íbamos llegando y como su tía se baja y vende quesadillas,
a mí me dijo él que me metiera a la unidad a pedirle dinero a uno de sus amigos
que le debían, y en lo que yo me metí a pedirle dinero, y saliendo, yo iba saliendo y
empecé a escuchar todo desde la puerta. Decía:
- ¿Cómo es posible que te andes con una persona así?
quiero, yo preferiría
Y yo dije:
mil veces decirles a - Gente hipócrita.
en mi historia, que no
161
Trataba de disimular que estaba que me
me llegó a aceptar llevaba el diablo por lo que había oído.
¿Y tú no trabajabas?
No, me empezó a tener en la casa, él se iba a trabajar y cuando él llegaba pues yo
tenía que tener la comida lista.
Ya faltoseándome.
- Oye Luis ¿qué te pasa?, está bien que estés borracho, pero ¿por qué me dices
eso?
- Pues es lo que eres, ven acá.
(Ya queriéndome agarrar a fuerzas y yo enojada).
- ¿Sabes qué? mañana hablamos, que se te baje.
- No, no, es que yo quiero, ven acá.
Y a fuerzas hasta que le di lo suyo, pero créeme que, en vez de disfrutarlo con él ese
día, me sentí como acosada, como si nada más me hubiera usado en el momento. Al
otro día que amanece se despierta y me dice:
- Buenos días.
- Buenos días (pero seria).
- ¿Qué tienes?
- No, nada.
- ¿No te pareció que tomara verdad?
- Pues es que es la verdad, yo te conocí así tomado pero tú no tomabas, ¿por
qué estas tomando mucho?
- No, es que si supieras.
- Por eso dime, ¿qué debo de saber?
- No nada, dame mi ropa y yo me voy.
163
dice:
- Ya me voy.
- Está bien.
A la hora que se va, yo lo sigo, me salgo detrás de él. Sin que él me viera yo lo fui
siguiendo, se subió a un camión y yo me subí atrás en otro camión, pero el chiste es
que lo fui siguiendo, cuando llegué a su vecindario, resulta que él estaba tome y tome
con todos sus amigos.
Y que me avienta toda la comida a los pies, yo todavía esmerándome, todavía que lo
había visto haciendo sus tontadas, llegué y le hice de comer esmerada, y todo me lo
avienta a los pies. Le dije:
- ¡Qué poca madre! Yo sí me solté a llorar. ¿Cómo es posible que tú tires la
comida, sabiendo que hay gente que la necesita?
- Que te importa si al fin de cuentas yo te doy el dinero, entonces cállate.
Ya hablándome más como hombre, o sea ya más machista, yo sí agarré y le dije:
- Oye, ya cálmate, tú conmigo no eras así, ¿por qué estás tomando este papel?
- No, yo no me estoy tomando el papel de nada, simplemente quisiste tener
marido, ¿no?
- Sí, pero no quise tener un marido borracho, y que me tratara machistamente,
no soy mujer, así como tú me lo dijiste, no soy mujer, y así como no soy mujer
también me sé defender, no creas que vas a agarrar a una mujer débil y frágil,
imagínate si hubiera sido una cómo me tendrías ahorita.
- ¿Qué te pasa?
Todo el día yo no había comido nada, estaba que me llevaba el diablo del coraje y
a la vez pues venía tarde, tomaba los dulces para mantener el hambre, porque pues
sí tenía mucha hambre. Yo agarré la costumbre con él de comer juntos, entonces
ya no me acordaba, porque estaba haciendo sus cosas y pues a causa de que se
iba a emborrachar y todo, pues cambió todo de la noche a la mañana. O sea de que
comíamos juntos y todo al principio, ahora todo era peleas, discusiones, llegaba y ya
no quería ni comer, y ya no comía conmigo porque durante todo el día que se iba
con los amigos, la tía le daba gorditas, quesadillas, y pues como iba a comer. Y yo
aguantándome, bueno a tal grado que me dio gastritis y me empecé a enfermar, me
dio gastritis, principios de cirrosis, yo llegué a un momento en que una doctora me
dijo:
- ¿Qué estás muy mensa?
- ¿Cómo? ¿Discúlpeme?
- Discúlpame, no soy quién para decírtelo, pero estás muy mensa, está bien que
seas una mujer trans, pero no es para que tú te doblegues ante un hombre y
luego que no comas. ¿Cómo es posible que no comas?, a mí me hace eso mi
esposo y yo lo mando al carajo, tú come, ya si él quiere llegar a comer, pues ahí
está caliente la comida, que se haga.
165
Yo le dije:
- No, es que lo amo, siempre tengo que esperarlo.
- O sea que si él te dice: “tírate al barranco, te tiras”, casi casi es lo que me estás
diciendo. ¿Por un hombre, estás haciendo todo eso?
- Es que la verdad lo amo.
- Te entiendo que lo ames, pero eso no es amor. Amor es una persona que se
preocupa por ti.
¿Y te pegaba?
A veces me pegaba, pero cuando me pegaba, yo me defendía, yo también le daba, o
sea era mutuo, o sea créeme que de los primeros golpes que yo le di, o nos dimos, yo
lloré más en la noche y él dormido, él no se dio cuenta. Yo estaba llore y llore. En mi
mente pasó: esto ya no es una relación, esto ya no es amor. Él me pega, antes no me
pegaba, ¿qué le está pasando?
O sea él bien feliz con la moto, los primeros meses del último año, fueron lindos, se
portó buena onda, llegaba a la hora, según yo estaba trabajando en Rappi, cuando
se iba pues igual yo vi que ya estaba cambiando, ya no tomaba mucho, ya tomaba
nomás los fines de semana conmigo, y yo: bueno, está cambiando, está haciendo lo
que puede, a fin de cuentas toma ya conmigo, ya no con sus dizque amigos o sus
primos, no sé.
Y besándose así, igual que la otra vez; yo estaba nada más viendo todo, ya medio
borracho y la otra bien facilota.
- Ay mira te traje una cerveza.
Hasta una cerveza le traía, y yo dije: “ah, entonces que esta también lo pone borracho,
167
muy dentro de mí, o sea esta lo solapa”.
Pues tal cual, se pone a tomar él y a los pocos minutos veo que la otra trae una
caguama y también se pone a tomar con él, salen todos sus amigos de la vecindad, sus
primos igual se empiezan a poner bien borrachos; yo ahí con la tía de las quesadillas
dizque comiendo quesadillas, pero viendo todo, y yo muy dentro me dije: “o sea que
este es tu entorno, según este es tu trabajo al que vienes”, pues resulta ser que el ya
no trabajaba, que él se iba a robar OXXOS.
Él agarraba y decía:
- Ahorita vengo.
- ¿A dónde vas?
- Voy a pedirle dinero a un amigo.
Era lo único que me decía al principio, hasta que un día, yo lo veo que pasa bien lleno,
o sea a mí me tenía con la tía, o sea yo esperaba con la tía en su puesto, y veo que un
día, me dice: “ahorita vengo, voy a pedirle dinero al de siempre”, y al poquito rato veo
que pasa en chinga con la moto, o sea siguió derecho bien rápido que hasta yo me
espanté, y dije: bueno ¿este porque pasa así? Y ahí lo venían correteando patrullas,
porque ya lo habían puesto los del OXXO. En ese entonces yo dije: ¿por qué lo siguen
o qué? Ya cuando regresa bien nervioso me dice:
- Mete la moto, mete la moto a la vecindad.
- ¿Qué tienes?
- Que tú metas la moto chingada madre.
Ay me ves a mí, yo metiendo la moto andando, y veo que él se queda con su tía
hablando y saca un cuchillo. Un cuchillo de la panza y se lo da a su tía, y yo sí me
quedé así, yo me dije: este anda haciendo cosas, luego un cuchillo, ¿por qué trae un
cuchillo? Tú sabes, no somos mensos los seres humanos.
¡Claro!
Bien o mal, más o menos te das idea, pues ya meto la moto, y ya cuando salgo, lo
empiezo a escuchar: “sí tía, me fue chido, mire cuánto me lleve”, y la tía bien feliz de
la vida, y yo me quedo, bueno ¿qué pedo que está pasando aquí. Ya salgo y le digo:
- Bueno ya metí la moto.
- Ay, está bien, veme a comprar unas cervezas.
- ¿Yo? Manda a tus amigos.
- Te estoy diciendo que me vayas a comprar una cerveza, ¿o es que no puedes?
- Sí, está bien.
Me confesó que andaba robando OXXOS, que andaba asaltando OXXOS por su colonia,
y yo le dije a él:
- ¿Cómo es posible que te pongas a robar, estás de acuerdo que eso te va a
conllevar a que llegues a la cárcel? Yo ya te lo comenté en nuestra relación, que
yo pisé la cárcel. ¿Tú quieres estar ahí, quieres que nos separen?
¿Por robo?
Por fardo, por robo, y si haz de cuenta que ya cuando él me empieza a decir:
- Es que yo lo hago para que estemos bien, y te traigo dinero.
- Sí, ¿pero este dinero para que lo quiero?
- Pues, no que me estabas jodiendo, que la renta, pues ahí está lo de la renta.
- Sí, pero al rato te cae la policía, es más pesado lo tuyo.
- No te preocupes, yo me cuido.
Bueno, lo dejé. ¡Para que lo dejé! Empezó a agarrar como que la maña; pasó un año,
año y medio y antes de cumplir los 7 años que ahorita llevo con el de relación pues
ya haz de cuenta que ya hace poco, hace unos meses atrás le hablo; le dije:
- Yo ya no quiero que andes así.
169
- ¿Por qué no?
- Mejor nos metemos a estudiar o a trabajar.
- ¿Es que crees que soy pinche albañil para meterme a trabajar y que me paguen
bien poco? Tú déjame en lo mío.
- Entonces déjame trabajar, o déjame meterme a estudiar, a terminar mis
estudios, yo sí quiero terminar mis estudios.
- No, tú lo que quieres es ir a ver güeyes, ir a ver vergas a la escuela. No, tú te
quedas en la casa, y hazme de comer y hazme esto, esto y esto.
- ¡Está bien!
Y ahí me tienes a mí, yéndome a fardear a las tiendas. Los primeros días, nos empezó
a ir bien, y ya casi como al mes del séptimo año, nos estaba ya yendo muy bien en
el fardo y el agarraba ya de que: “vámonos, te llevo a las tiendas en la moto”, ya me
llevaba, ya llegábamos y ahí ya íbamos con dinero, y así.
Se iban los dos, y se iban a la casa ya los dos juntos, trabajaban juntos.
Pues ya antes de octubre del año que pasó, del 2021, yo le decía a él:
- Tengo un presentimiento, ya no hay que hacer esto.
- No, pero si nos está yendo bien, ¿qué no ves?
Me metí hice lo que hice, fardear, meterme cosas en la panza y ya cuando paso por
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la caja y pagó las cosas que estaba pagando, a la salida me detienen señoritas de La
Comer, y me dicen:
- Disculpe señorita, ¿le puedo hacer una revisión? Es que me acaban de decir
por radio que la vieron sustrayendo cosas de la tienda y metiéndoselas en sus
bolsillos y en su panza, en la altura de su estómago, la vieron metiéndose o
escondiéndose cosas de la tienda y no las pago, ¿me podría enseñar su ticket?,
¿podría hacerle una revisión mi compañero?
Y le abro mi bolsa, y no traía más que mis cosas personales y agarra y me dice:
- ¿Me deja revisarle, su área de su estómago, por favor, señorita?
- No, pero como, si ya te enseñé mi bolsa y ahí adentro no hay nada.
Y no me dejaba y no me dejaba, y la chava, quería revisarme. “No, es que no se deja”.
De repente lo veo a él salir de la tienda pero con mochila y dice:
- ¿A mí también me va a revisar?
- Sí, a usted también lo vamos a revisar, primero estamos revisando a la
damita, a ver, ¿me deja revisar señorita? Nada más déjeme tocarle su área de su
estómago, para ver si no lleva nada.
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Y él no se quería ir y no se quería ir por lo mismo. Y dice una señorita:
- No, ya de por sí los tenemos ubicados oficial, si usted supiera, no es la primera
vez, que vienen, que casualidad, que viene ella y a los minutos entra él cada vez
que viene a comprar, o entra él, y a los minutos que entra él, entra ella, ya los
tenemos bien ubicados, tenemos videos.
El policía dijo:
- No va a haber chance, ni paro, quiero remitir a ella, que es la que está robando,
la quiero remitir a la delegación.
Pues ya pasaron las horas, sacaron los productos que yo estaba sustrayendo de la
tienda, hicieron el ticket y me remitieron a mí a la delegación, en la Gustavo A.
Madero; ya en la Gustavo A. Madero me remitieron a una de género trans, aquí en la
Guerrero, una especializada, una agencia especializada para nuestro género, ya ahí
estuve dos días y a los dos días me trajeron para acá. Y acá estoy.
Venía con mi cuñada, o sea su hermana de él, y un sobrinito que nació, y venía mi
cuñada con su bebé y él en la moto, siguiendo la patrulla, que me traían hasta acá, y
en la entrada ellos me gritaban:
- No te preocupes, chaparra, no te preocupes gordita, estamos contigo, échale
ganas, vamos a ver tu caso, cuídate mucho, te voy a venir a ver el jueves.
Le dije:
- No, no vendas nada de eso, no te deshagas de las cosas, yo no quiero esa
abogada particular, quiero un abogado de oficio, lo mío no es muy difícil, es un
fardo, es un robo simple por lo que me dijeron acá las compañeras, que yo me
enteré, en el tiempo que he estado aquí, que no es tan difícil, hoy en el nuevo
proceso no es tan difícil salir por eso.
- No, pero ¿cómo es posible? si yo le di mil pesos y te está ayudando.
- No, a mí no me está ayudando, la segunda audiencia ni siquiera sabía que era 175
lo que se me estaba inculpando, o por qué delito venía, ¿tú crees que me va a
ayudar, ya cuánto tiempo llevo aquí? Ya llevo casi dos meses.
- Está bien voy a sustituir a los abogados, pues allá tú.
Deje pasar dos tres días más y otra vez vuelvo a marcar:
- El número que usted marcó se encuentra fuera del área
de servicio, favor de llamar más tarde.
177
me estaba notificando el juzgado noveno que mi audiencia es
el trece de enero, o sea ya en unos días.
¿Tú crees que de alguna manera, has hecho amistades valiosas, aquí adentro?
Pues amistades valiosas, nada más dos, pero sí, sí he hecho, sobre todo mis compañeros,
nomás dos personas.
¿Y, qué haces, haces algo acá, trabajas, estudias, acá adentro?
Bueno, en COC no podemos hacer nada. Sí, hasta que estemos en población. Yo hago
pulseras, pulseritas de esas que les dicen corregendas, pulseritas, como de este tipo.
Ah, qué bonito, y ¿las vendes acá? Están muy lindas y ¿con eso te haces algo de dinero?
¡Sí!
Y me gustaría preguntarte, siendo una chica trans aquí en la cárcel, ¿qué te dicen los
guardias por tu apariencia, hay respeto de parte de ellos?
Pues no, para que te miento, no, o sea sí nos ven los custodios, sí nos respetan, pero a
las espaldas hacen bullying, “dile que te la”, ya sabes. O por ejemplo mi amiga Laura,
ella es trans, pero parece más masculina que trans, ella dice que es trans, yo no sé,
ahorita a ella le hacen mucho bullying, como le cortaron ahorita el pelo, parece no
sé qué, bueno yo no soy quien, para ofender, pero por ella como que le hacen mucho
bullying. Y yo no soy de esas personas, soy de las personas que va en contra del
sentimiento, si tú no tienes envidia, ¿por qué me tienes envidia? A mí no me gusta ser
envidiosa, no me gusta ser encajosa, ni mucho menos violenta, cuando me buscan me
encuentran, para que se meten conmigo, pero pues soy muy tranquila yo.
Oye Sonia, ¿alguna experiencia o historia así que tengas dentro de la cárcel que haya
tenido un impacto en tu vida?
Aquí sí tuve una historia fea, hace como 9 años atrás, de hecho yo conozco a una de
las más viejas de aquí, le dicen Violeta, ella haz de cuenta que es la mamá de los
pollitos, hoy en día, ella mueve según a todas y sí, antes sí movía a todas, pero a lo
que voy, ella no era violenta, ella era buena onda, amable, bueno conmigo fue muy
amable, yo a ella la conocí cuando ella tenía como 19 años, ella me conoció de 17
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años; mi primer cárcel fue aquí, pero ya tiene mucho, te estoy hablando como de
hace unos que, tengo 34, como unos 13 o 14 años atrás. Yo llegué aquí entre gay y
travesti, o sea todavía no podía decir que era transgénero, y gracias a ella pues me
enseñó más o menos a maquillarme a ponerme vestidos, porque yo no me sabía ni
arreglar, fue chida conmigo el tiempo que estuve, aunque también viví experiencias
malas, porque a las nuevas las traen de chachas, si no le parece a unas pues te
pegan. Hace poco, hace como 8 o 9 años, que volví a estar aquí, ya llegué organizada.
Seguía Violeta, se hizo un motín, y ese día que se hizo un motín, si puedo explicar
que fue una experiencia muy fea para mí. Porque yo nunca había visto eso de que;
vamos a quemar colchones y vamos a picar, y la misma banda picaba a los custodios,
voladera de papeles, piedras, golpes, de todo había, tanto de custodios como de
personas como nosotros. Se metían los custodios en bola y el primero que veían en el
kilómetro o en el pasillo de los dormitorios, una santa madrina, y los dejaban tirados
y ensangrentados y el que sigue, y así, para tratar de calmar el disturbio; custodios
aventaban como con unas pistolas, unas bolas que botaban y caían y empezaban a
girar a distancia y empezaban a soltar un chingo de humo, humo, que si tú lo olías
como que te sofocaba.
¿Cómo gas lacrimógeno?
Sonia: Sí, te picaba así los ojos, fue mi primera experiencia en donde todos se agarraron
y ahora sí que la mamá del cantón estaba con nosotras: “agarren las cobijas, mójenlas
con algo y envuélvanselas a la altura de la nariz y la boca, si se puede y pueden abrir
los ojos, mójense tantito, con su misma ropa mójense y échense agua, y sí me estaban
aventando gas lacrimógeno. Luego la gente que se amotinó bien feo, con palos, así a
darnos a palazos, pues sí eso fue lo más fuerte para mí. Nunca había visto eso, gente
que solita llegaba y los estaban picando, y la sangre, todos contra todos, ahora sí que
todos contra todos, custodia contra los de beige, los mismos de beige contra beige,
ya no se sabía; nada más lo que hicimos todas las de la zona de aquí del anexo ocho,
cerrar las estancias, apañarnos.
¿Y quedarse quietitas?
Y quedarnos quietas.
Oye Sonia, para terminar, ¿qué esperanzas o sueños tienes? Un sueño que tengas, y nos
quieras compartir a las personas que vayan a leer tu historia?
Pues mi sueño. Mira, te voy a ser sincera, unos años atrás yo tenía el sueño de vivir
con una pareja, estar estable, llegar a vieja con él, tener una moto, viajar; con esta
pareja que estaba en la actualidad, que no puedo decir que terminamos porque no
he aceptado la causa del destino; con este chico pues sí viví viajes, viví experiencia
de tener la moto, yo hasta la fecha lo sigo considerando como mi pareja hasta no
salir y ver cómo está la situación, pero ese era antes mi sueño. Ahora, hoy en día, mi
idea de sueño ya cambió, es salir y como me lo dijeron varias amigas trans que han
pasado a población y que están conmigo ahorita, de hecho Paola también me lo ha
dicho y varias compañeras trans que ya están operadas, que están en COC conmigo,
y ella me ha dicho:
- Es que tienes que ver por ti, estuviste dando mucho tiempo de tu vida a un
hombre, y mira si te soy sincera y no es para que te molestes, ni te enojes, tal
vez no soy quién para decírtelo pero si no te valoró, no le importas, te está
dejando morir sola, porque es la realidad, es para que tú Sonia hoy en día
empieces a ver por ti, por primera vez tú salgas y digas, voy a hacer esto por mí,
¿te quieres hormonizar? Continúa con tu hormona. No dejarla porque fulano de
tal le dijo a tu pareja que causaba cáncer, no dejarla porque tu pareja es celosa
y no quiere que te hormonices más. No, eso está mal, porque eso te favorece, no
te perjudica, o veme ¿me perjudica a mí?
- Pues no, yo te veo bonita, quisiera estar así.
- ¿Y entonces?
Agarré y me dije muy dentro de mí, entonces mi sueño es salir, viajar, conocer
Acapulco, tener una mascota, tal vez si yo quiero compañía, que sea con un ser vivo
que realmente me va a dar cariño y amor. Ellos incondicionalmente te brindan amor,
no sé, meterme a estudiar, ya no ser la persona que era o que hacía de fardear, ya no
quiero eso, ya no quiero esa vida.
Ya vas a ver que cuando salgas y si te lo propones, lo vas a lograr. Para finalizar, ¿algún
mensaje que le quieras compartir a las personas que van a leer tu historia, un consejo,
algo que quieras decir?
181
Que si alguna vez en la vida, alguien como yo, una chica transgénero se llega a
enamorar de alguien, antes de enamorarse, aprendan a catalogar a la gente que les
llega, porque puede llegar la persona más linda y bonita del mundo, pero no sabes
qué tipo de persona es en realidad, porque de la noche a la mañana cambian, que no
den todo, que vean si la relación es mutua, entonces que sea mutuo el cariño, si no es
mutuo, va a ser muy doloroso para ellas. Yo ya viví una experiencia horrible, créeme
que yo ya no quiero, yo preferiría mil veces decirles a ellas que se amen y se quieran
como personas que son y si no las acepta la familia como en mi historia, que no me
llegó a aceptar mi familia, les den la oportunidad que yo no le di a mi familia, no
nada más agarrar y salirse, denle la oportunidad a la familia de aprenderlas a aceptar,
a valorar a las personas como son.
ELI
E L I
Perfecto, me gustaría que me contaras como te identificas a ti misma, como chica trans,
transexual, travesti, transgénero.
Hoy, me identifico como chica trans. Y eso es poco, poco que lo vengo haciendo, pero
me considero una chica Trans.
¿Y tú ayudabas?
Yo les llegué a ayudar, bueno muy pequeño no tanto, pero si después ya más grande
fui parte de esos deberes.
¿Y dónde estudiaste?
Yo me gradúe de arquitectura en la Universidad del Valle de México. Yo siempre quise
ser arquitecta.
Bueno, pero entonces ¿tú durante todo ese tiempo te sentías como un chico gay?
Sí, siempre, desde muy pequeño, desde que tengo uso de razón, me sentí gay, sabía
que yo, mis preferencias las tenía muy bien definidas y hasta hoy creo que las tengo
muy firmes. Desde pequeño, me supe así.
185
¿Cuánto llevas acá?
Acá llevo 4 años en la cárcel.
Sí.
Bueno el tratamiento hormonal lo empecé hace 3 meses. Es muy poco.
Entonces, tú empezaste la transición acá y ¿cómo fue?, ¿le contaste a tu familia?, ¿te
visitan?
Sí vienen a visitarme. Mi mamá viene, es la que más ha estado viniendo y mi hermana,
son las que más me apoyan, y aunque mis hermanos no vienen, mi papá no viene y
otras personas no vienen, me siguen apoyando también afuera.
¿Y te respetan? 189
Y procuro respetar para que me respeten y gracias a Dios estoy con gente que lo ha
manejado bien.
Bueno digamos que tú, llegaste y también viste que hay un respeto a la identidad, ¿o
que había un respeto a la identidad de tus compañeras y te sentiste más en confianza de
poder hacer la transición?
Eso, exactamente eso me dio la seguridad, el ver que aquí en la cárcel, pues si había
discriminación en ciertos puntos pero que no era tan difícil como parecía, siendo un
lugar tan hostil, eso me dio mucha seguridad.
¿Cuáles?
Español, francés, portugués y un poco de hebreo, pero poquito.
¿Quién te enseñó?
Aquí hay un área que se llama CECATI, y ahí nos dan cursos. Y ahí nos dieron durante
tres meses el curso, me capacitaron y anteriormente ya había aprendido en cautelares
con una persona, que me había enseñado por su cuenta y ya después lo vi como una
manera de generar, aunque no genero mucho pero bueno me mantiene, me lleva mis
gastos diarios.
¿Por qué?
Pues porque mira yo tengo afuera una pareja que no le he platicado de mi transición,
ya se lo había platicado afuera y pues me dijo que no, que no era necesario, que me
aceptara como yo era, pero pues esto es lo que yo siento. Esto es lo que yo soy y ahora 193
yo me acepto, y no sé cómo lo vaya a tomar, eso me conflictúa un poco.
Y tu así.
Y yo voy a estar así, entonces bueno no sé como lo vaya a tomar, pero lo importante
es como yo me siento. Y entonces cuando yo quise dejar de hacer esto, mi mamá me
dijo:
-No
Y mi hermana me dijo:
- No, yo sí te veo así afuera, yo si te visualizo así afuera.
¿Hubo votación?
No sé si hubo, pero no hubo muchas propuestas, muchas no querían participar. A la
mera hora si ya después participaron y cuando estábamos en ensayos y eso no hubo
mucha participación, pero si se les invitó y ya después lo propusieron las que más
participaban, yo ni siquiera quería ser, tenía miedo tenía pena. Pero bueno ya me
eligieron y ahora “soy la reina del norte”.
Oye, Eli, me gustaría que me contaras alguna experiencia dentro del centro penitenciario
que haya tenido un impacto significativo en tu vida, como una anécdota o algo que se te
venga a la mente.
¿Aquí? Pues bueno no sé, a lo mejor la llegada siempre es algo muy impactante,
cuando vas llegando el hecho de no conocer nada de la cárcel y que sea algo nuevo.
Bueno y como vas pasando por áreas, por áreas y la misma gente que va llegando
contigo también te contamina de ese miedo. Y gente que ya ha estado aquí, que
por algo lo dicen ¿no? Quizás sí en algún momento fue muy difícil la cárcel, pero
nada más eso es lo que he vivido, nada más la angustia de no saber qué va a pasar
después, no saber que pasa después. Pero después me doy cuenta que no ha sido
tan difícil, no he tenido una experiencia horrible, doy gracias por vivir una cárcel
realmente llena de bendiciones. Mira te puedo dar una experiencia muy diferente a
lo mejor a lo que otras personas podrían hablar de la cárcel, pero en mi caso así ha
sido la cárcel. Muy bendecida.
Sí que afortunada. Eli ¿tú qué opinas por ejemplo del trabajo que hacen estas asociaciones
como Almas Cautivas, de venir acá a los centros penitenciarios?
Yo estoy muy agradecida con ustedes, ¿no? Porque hay mucha necesidad aquí
adentro, necesidad de verlas, de saber que ustedes, no es necesario que nos traigan
cosas a veces, si hay mucha necesidad económica y material, pero el saber que hay
alguien que se preocupa por nosotras, bueno es algo muy padre y es algo que yo les
agradezco mucho.
Me gustaría poder ayudar también en
algún momento, desde aquí adentro
también me gustaría ayudar, dar cursos
“ El día de no visita, pues
para las chicas de la comunidad a me levanto temprano,
través de ustedes quizás, agarrarme de
ustedes para que esto también se haga
limpio mi camarote, me
más grande. voy a peinar a una de las
Muchas gracias. Oye, cuéntame acerca de
jefas, me gusta peinar,
la amistad, de las amistades acá dentro me gusta cortar cabello.
del reclusorio.
¿Acá? Bueno voy peino a una jefa
y me preparo para después
¿Tú crees que existe la amistad sincera?
Bueno no creo realmente, aquí en el irme a dar clases. Vengo
reclusorio pues no he conocido gente
y doy clases, a veces
mala, pero tengo mis reservas hacia las
personas porque sin excepción, todas tomo cursos, a veces voy 195
me han demostrado no ser leales. No
siento que haya mucha lealtad aquí en a hacer ejercicios. ”
la cárcel, antes decían que aquí lo que
bufaba era la traición, son dichos de la cárcel. Hoy en día si creo que en la cárcel
no hay amigos, es difícil encontrar gente especial, no dudo que la hay porque todos
somos especiales, pero hay gente muy apagada en sus corazones, pues muy malos, y
siento que hay mucha gente que abusa de las chicas de la comunidad.
¿Hombres?
Hombres que se aprovechan de las chavas, quizás no sexualmente, pero si
psicológicamente, económicamente abusan, ese tipo de abusos si los veo mucho.
Además que tienes beneficios porque trabajas y das clases y estudias ¿verdad?
Eso me está ayudando mucho, eso va a ayudar y yo sé que ante Dios y ante todo,
eso va a compensar quizás el daño que hice o quizás el error que cometí más bien,
porque incluso la mamá de esa persona me perdonó.
Ya casi para terminar, ¿qué sueños tienes que nos quieran compartir?
Salir, bueno pues me gustaría seguir viajando, me gustaría seguir conociendo otros
lugares. Me gustaría seguir mi transformación allá afuera, someterme a cirugías.
¿Qué otros sueños tengo? Estar con mi familia. Lo más importante, a veces me siento
muy poco ambicioso porque ahora ya lo único que me importa es ser feliz, aunque
sea sin nada o sin nadie pero ser feliz y estar tranquila, pero si quiero estar con mi
familia, si quiero estar con ellos.
Pues yo no creo que seas poco ambiciosa, yo creo que mas bien ya aprendiste a valorar
las cosas sencillas de la vida.
Más bien ¿verdad?, mira qué bonito eso que me hiciste ver.
197
Por último, ¿qué mensaje quisieras compartir con las personas que van a leer tu historia?
Pues yo las invito a que sean felices, pues no es tan complicado, solamente es cuestión
de amarse, de amar al prójimo, de respetarse, de hacerse respetar. Que hagan las
cosas sin miedo, si quieren hacer una transición, una transformación que la hagan sin
miedo, que no se preocupen por lo que los demás digan, no es tan difícil, no es difícil
de hecho. Y no importa lo que los demás digan, lo que importa es lo que uno sienta,
y lo que te haga feliz es lo que importa.
ESTRELLA
E S T R E L L A
¿Cómo te identificas a ti misma, como mujer trans, como trans, transgénero, travesti,
transexual?
Ahorita me considero como chica trans.
¿A qué edad te diste de tu identidad de género? ¿A qué edad te diste cuenta qué eras
Estrella?
Pues yo creo que desde que tenía uso de conciencia, ya empezaba. A la mejor mi
mamá decía que era juego pero yo ya empezaba con los bilés de ella, me pintaba, me
ponía sus tacones, pintaba toda la pared con muñecas, no me gustaba jugar el futbol,
siempre fui muy delicada, no me gustaba ensuciarme, siempre tenía mi voz muy fina.
Yo creo que desde los cinco o seis años ya me empezaba, me atraía más los juegos
201
de niña que estar con los niños, siempre me junté mucho con mis primas, casi con
mujeres, con mi mamá. No me gustaba salir a la calle, prefería los juegos de mesa o
estar pintando en la casa viendo la tele, además de que mi mamá era también muy
sobreprotectora entonces no me dejaba juntarme mucho en la calle o estar saliendo,
entonces siempre estaba en mi casa y jugaba con mis primas, con sus barbies.
Y fue como lo empecé a conocer. Mi hora de comida diaria me iba a comer con él, a
tomar el refresco, fue mi primer amigo que tuve que ya era declarado, porque Ángel
era mi amigo de la primaria, pero en la secundaria ya nos separamos, él vivía a dos
calles de mi casa, pero con ese señor fue como ya dije: ah mira él si es gay desde
años atrás, él tenía 60 años. Ya falleció, se llamaba Armando era un señor me acuerdo
de él, era güero pero ya pelón. Él estuvo siempre frustrado porque me decía: “yo
siempre quise ser mujer pero en mi época no se permitía, entonces en mi época sí
nos golpeaban los papás, tienes que hacer trabajos de hombre, que jugar futbol, que
tu no debes de hacer de comer, tu no debes hacer cosas de mujer”. Entonces siempre
me decía: “tú no seas así”. Él era muy tomador pero me daba consejos, me decía “sé lo
que tu quieras ser, porque a la larga ve, sí nos trae consecuencias”.
Entonces para mí fue muy doloroso pasar todo el proceso del cáncer porque era muy
feo, nos íbamos a las quimios a las 5 de la mañana y salíamos a las 10 de la noche y
ya después de las quimios empiezan los mareos, las náuseas, yo era la que cuidaba a
mi mamá, le cambiaba el pañal, ella duró un año más. Muere mi mamá y fue cuando
yo empiezo a destramparme, cuando ya no tuve ese apoyo emocional, porque mi
mamá era la que me defendía, ella siempre les decía: “a ella la tratan como mujer”.
207
Fue cuando me di cuenta que mis hermanos me aceptaban de cierta manera pero ora
sí que como se puede decir de dientes para afuera, porque me dijeron: “pues sí eres
mi hermana pero aquí ya no vives”.
Porque yo empecé a cambiarme, empecé a dejarme el cabello largo, incluso con las
drogas, como estudié enfermería conozco a una amiga de una estética y ella empezó
a inyectar biopolímero, y aprendí a inyectar y me voy a Revolución a inyectar a una
chica, no me paga, entonces estoy yendo diario a cobrarle, me dejan pararme en el
punto, me dijeron te vamos a dejar pararte pero ya tienes que cambiarte, entonces
ya me ponía minifalda, pero en mi casa descubren que ya no trabajaba donde yo les
decía, porque yo les decía voy a trabajar de seguridad en las noches, pero yo me iba
al punto, iba de niño y ya me cambiaba, me empezaba a maquillar, mis tacones y ya
me salía como a las 5 o 6 de la mañana y me regresaba a la casa y mi papá me dice:
“¿por qué traes tanto dinero? Si en un trabajo de seguridad te pueden pagar hasta
1200 a la quincena”.
Yo ganaba al día dos mil, tres mil pesos, entonces yo a la semana tenía como diez mil,
quince mil pesos, pero empecé a conocer el vicio o sea una cosa me llevó a la otra,
los clientes empezaban a pagarme para fumar, para acompañarlos, me decían “mira
te voy a dar mil pesos más si fumas conmigo, yo sé que tu no sabes fumar pero yo te
voy a enseñar como se fuma” y de ahí empezamos a agarrar el vicio, entonces en mi
casa nunca les robé, pero mi papá ya veía mal que yo me dedicara al sexoservicio, yo
ya me descaraba más, yo ya iba con mis mallones, y mi papá decía: “es que va a decir
la gente que esto y que el otro. Si quieres seguir así, yo te acepto, tu eres mi hijo pero
búscale por otro lado donde vivir”.
Pero como una como no sabe yo me tomaba hasta dos, tres diarias y a mí me
empezaron a dar los bochornos, yo en diciembre usaba playeritas de tirantes y yo
sentía el calor y sentía el mal humor, y mi mamá me decía “pero síguete poniendo tus
cosas”, también la primera vez que me inyecté el biopolímero todavía vivía con mi
papá, me dolía horrible porque no me podía sentar y llega mi papá yo así ni sentada
y me dice:
- ¿Qué tienes? ¿Qué te pasó?
- Nada.
- Tú tienes algo raro.
209
Porque pues me vendé del abdomen, las piernas.
- Tú tienes algo, ¿qué tienes? ¿Qué te pasa?
- Nada.
- Oye por qué no me das la espalda.
No pues luego me llevó al doctor para ver si no estaba mal, qué es lo que me había
puesto. Y el doctor le dijo mire, se puso una sustancia. Y mi papá se enojó, ya después
si me empezó a regañar:
- Es que no debes hacerlo tu solo, hay gente especial que te lo puede hacer.
¿Qué fumabas?
Piedra.
Y le decía:
- La verdad es que yo no fumo, si quieres te acompaño
- Mira te voy a pagar tanto pero fuma conmigo.
Fue como empecé, al principio yo no sentía nada, yo sentía así de esa sensación
de rico, como de cachondez, yo lo sentía en ese aspecto de sentirme más caliente
y luego yo veía a mis compañeras como que les daba miedo y se asustaban y les
decía ¿por qué yo no siento esa sensación? Me decían: “es que tú vas empezando,
también en el proceso de la droga, hay un inicio y ya con el tiempo es otra cosa, tu
ahorita no has robado, no has quitado lo que sea por la piedra porque vas empezando
no tienes ese miedo de que nosotras hemos robado por eso, al fumar sientes ya
ese miedo”. Entonces ya después con el tiempo pues empiezo a ya no tener tantos
clientes, entonces ya el primer cliente que me llega ¡raz! A quitarle la cartera e irme.
Empiezo a sentir ese miedo pero es lo que te da la piedra, yo decía es que una compra
miedo, ósea yo no sé por qué nos gusta esa sensación de sentir ese miedo, porque yo
fumaba para sentir eso, yo luego me escondía, como tenía mi pareja, sentía que venía
él hacia mí, entonces me empecé a adentrar mucho en el vicio ya tanto que empecé
a quedarme en la calle.
Cuando tu mamá fallece, empiezas a trabajar en la calle y te sales de tu casa, ¿en dónde
vivías?
Vivía en hoteles, y luego me quedaba en la calle, le llamaban el escuadrón de la
muerte, en la esquina donde fumaban todos, ahí había colchones o las cobijas, ya me
quedaba ahí a dormir, ya en la mañana me paraba y medio me arreglaba y otra vez a
empezar a talonear, otra vez a empezar a trabajar para sacar el vicio.
211
Empiezo a vender, empiezo a conocer a más gente y empiezo yo a vender la droga,
entonces me cuadran y me pone un compañero de ahí, fue cuando me agarran y me
traen aquí al reclusorio, yo tenía pues muchísimo miedo porque era algo que yo no
conocía, yo escuchaba a la gente de afuera que acá adentro te golpeaban, te violaban,
te hacían cosas feas, entonces yo caigo aquí hace tres años. Antes de caer tenía una
compañera que era mi amiga y la vi en la delegación, le llevé cosas, una compañera
que está aquí ahorita también estaba con ella y me dice:
- Ay viniste a visitarnos-
- No sabía que estaban aquí pero mira toma ropa, toma tortas y mañana vengo
a verlas.
Pero yo también venía con ese miedo y decía ahorita me van a golpear o algo entonces
me dejan, yo llegó a ingreso y me iban a subir a una celda de hombres, porque en
donde me iban a poner decían que la chica era mala, el chico dice me dice:
- ¿Eres gay verdad? Porque yo tengo una compañera tuya pero la verdad es
peleonera, así y así, no te vaya a querer golpear.
Y le digo:
- ¿Cómo es?
- Es una chaparrita chichona, güera.
- Ah yo la conozco, yo la conozco de la calle.
Me dice:
- ¿En serio?
- Sí, la conozco de la calle.
Y ya me suben
- Hija de tu puta madre ¿qué haces aquí?, si me vistes en la delegación afuera.
- Pues mira me agarraron.
“ Vivía en hoteles, y luego me quedaba en
la calle, le llamaban el escuadrón de
la muerte, en la esquina donde fumaban
todos, ahí había colchones o las cobijas,
ya me quedaba ahí a dormir, ya en la mañana
me paraba y medio me arreglaba y otra vez
a empezar a talonear, otra vez a empezar
a trabajar para sacar el vicio. ”
Y ya con ella la verdad fue una buena compañera porque con ella ya pasé todo el
proceso de pasar de COC (Centro de Observación y Clasificación), de ingreso a COC,
213
cuando pasamos de ingreso a COC ella si traía la escuela de antes me decía:
- No sé cómo esté ahorita la cárcel Estrella.
Porque ella iba temblando y yo también iba muerta de pánico, yo decía si ella que
es una cabrona, porque ella tiene la calle, si ella viene con ese miedo pues cuanto
más yo. En la cárcel la comida horrible, la verdad me dio mucho dolor, estuve mucho
sufriendo con mucho dolor de estómago, comía rancho, me daban dolores horribles
de estómago, diarrea, vómito, la comida no tiene sal, es una comida muy fea, luego me
pasaron a ingreso y a COC, en COC ya medio disfrazábamos la comida, ya empezaba
a lavar ropa, ya la gente me empezó a pagar dinero, empezamos también a hacer los
servicios, uno que otro servicio, se cobraba 30 o 40 pesos por un servicio, pero al
menos ya me compraba mi café, mi pan
o las cosas que tienes que tener aquí, “ De aquí sale una sin
porque aquí que jabón que tu shampoo,
nada, por ejemplo
tus cosas personales, yo no tengo ese
apoyo familiar, mi papá me dijo: “tú vas yo que no tengo ese
a la cárcel y es el único lugar donde no
apoyo de alguien, por
te voy a ir a ver”. Yo estuve en centros de
rehabilitación, ahí si me iban a ver, me ejemplo mi pareja
llevaban mi despensa, me dijo mi papá:
que salió él se fue a
“tu caes en la cárcel y ahí si olvídate que
tienes familia”. Mis tíos incluso hasta la casa de sus papás
cambiaron su número de teléfono para
y luego le dieron le
que yo ya no les marcara, como sabían
que estaba aquí en la cárcel, entonces dieron trabajo, pero
ya me dejaron sola.
pues porque él es
¿Entonces tú en todo tu proceso de ingreso diferente, es hombre,
no tenías visita?
su familia nunca
No tenía visita, entonces al no tener
visita no tenía ese ingreso económico supo de mí y ni van a
o de que traían la despensa, entonces
saber pero o sea yo no
tuve que empezar a buscar, a empezar
a lavar ropa, a hacer los servicios, a que tengo a donde llegar,
si querían que les lavara la estancia
entonces si estoy con
tenía que lavar la estancia, aquí lo que
se maneja que los que ya llevan tiempo la incertidumbre de no
ya no hacen nada, bueno eso ya se hace
saber qué hacer. ”
aquí, en ingreso solo es a lo tuyo y a
ver como te arreglas para comer, en el 1,
en medidas cautelares tenía que comer
rancho. Ya me pasan a población, me
peleo con una chica por el camarote,
porque en el momento que yo estaba
ya lo pinté, dije aunque sea para no
sentirme con esa tristeza, porque a lo mejor van a ser tantos años, entonces la arreglé
con pintura y lo dejé bonito y luego ella me dice:
- Yo me voy a pasar a tu camarote porque yo tengo más tiempo.
Y le dije:
- ¡Ay no como crees!
Porque yo estaba muy nerviosa, empecé hasta a llorar dije no o sea ahorita me van a
empezar a pegar me dice:
- No, no te preocupes, ¿eres niña verdad? Eres trans, ¿traes cuerpo verdad
- Sí la verdad sí.
- ¿Cómo te llamas?
- Estrella.
- ¿Cómo te llamas tú?
- Me dicen Pocket. Pues mira llegaste a muy buena cárcel, yo no soy mamona
solo te voy a pedir lo que es, en la mañana se hace a candado, se hace el aseo
en la tarde y en la noche, y tienes que traer lo normal, jabón, cloro, cubetas,
escoba y ya acá yo te presto cosillas y te voy a llevar al punto.
Ya al otro día me arreglo, me presta sus cosméticos, me tocó muy buena estancia bien
¿no? Porque me prestó sus cosméticos y me lleva al dormitorio 6, me dice:
- Mira aquí te vas a parar, ya les vas a cobrar 40 o 50 pesos para que juntes para
tus cosas, yo te voy a dar una semana para que juntes todas las cosas.
Fue cuando me empiezo a parar allí, yo con el miedo porque yo veía a los custodios
que entraban y yo decía y donde lo voy a hacer, y ya me metía al baño y me dice uno
“mira la verdad te voy a dar nada más 20 pesos”, pues yo con tal de ganar dinero, fue
cuando ya empecé a trabajar ahí con ella y como era la única niña ella ya con cabello
largo y todo, entonces las otras me tenían envidia, porque ella no comía rancho y me
decía:
- Vente vamos a comprar unos tacos, unas hamburguesas. Y les decía: ella no es
de hombre como ustedes, ustedes son hombres, son jotos.
Ella si era muy fea, porque si los discriminaba, les decía: “aunque tu vivas aquí con
nosotras tu eres de niño y ve aunque te vistas quedas como payaso”, porque había
una que le llamaban La Flaca que le decía, tú te metiste a la cárcel y nada que ver
con ella, ella tiene cuerpo y tu estás flaco, entonces así es que empecé a chocar con
ella porque cuando yo llegué como que la desplazo y me dice Pocket:
- Tu ya no vas a hacer el aseo de candado, tu vas a hacerlo a la hora que tú
quieras.
Y hasta me lo tatúe en la loquera, duramos como 6 meses y lo dejé, lo dejo y encuentro 217
a mi pareja actual que todavía es hasta la fecha, porque ya se fue, ya compurgó, pero
le sigo marcando en la calle, me sigue contactando, de hecho a él la verdad sí lo amo,
porque él me cambió toda mi vida, porque con él ya no me dejaba comer rancho, ya
no me dejaba prostituirme, él me conoció también así, pero haz de cuenta nos vamos
a tener relaciones y él me dice:
- Me gustó pero yo no quiero que lo hagas con nadie más.
Y le dije:
- Pues yo para que no lo haga con nadie más tengo que tener algo o sea, ¿cómo
me vas a apoyar?
- No pues yo te voy a dar lo que tu quieras.
Le digo la chica con la que vivía, se llamaba Martha, le digo es buena onda, ella ya
se va, entonces ya me quedé con la estancia. Entonces ya nos habíamos gustado
con este chico desde la otra vez que estaba, pero yo andaba con mi otra pareja,
entonces ya empezamos a tratarnos y fue cuando me dijo, no pues empezamos la
relación, entonces él ya me apoyaba, yo ya no hacía ni fajina, me compraba mi jabón
ya me empezaba a dar para los cosméticos, ya comprábamos comida hecha, yo ya no
guisaba, ya no me dejaba hacer nada, él era muy celoso, la verdad era bastante celoso,
me picaba, llegaba con las plumas. Yo tengo un puesto de café y plancha, entonces
ahí él se quedaba conmigo a trabajar, pero él era muy celoso, no podían llegar y yo
le decía:
- ¿Qué quieres que haga? Si vienen por un café ni modo que esté agachada y
así se lo dé.
- No que ya le estás sonriendo.
Y me empezaba a pegar ahí en el puesto, como que pasamos esas etapas de esa
relación peleábamos muchísimo y me cacheteaba ahí y a golpes, te digo que llegaba
hasta con una pluma y la agarraba así y me empezaba a picar:
- Es que ya estás de puta.
- No, no, no, o sea si vienen a comprar un café ¿entonces qué hago?, ¿o cómo los
atiendo?
- No pero es que ya no te vistas así.
Me empezaba a comprar pants, él quería que usara puro pants, mi calzón, mi boxer
y el pants y me dejaba arreglarme pero puro pants, no me dejaba usar mallón, pero
pues ya después se le fue como que calmando esos celos, con él duré año y medio y
ya se fue, tiene dos meses que se acaba de ir.
Porque mi papá ya es grande tiene 63 años, pero prácticamente este último año
me ha estado ayudando, yo le hice una videollamada y ya me vio gordita, ya me vio
así, mis hermanos también hasta como que se tranquilizaron, me dijeron: pues a lo
mejor tuviste que pasar todo esto para enderezarte, dicen no te podemos ir a verte
ahorita por lo de la pandemia, mi papá me apoya, no cada mes, pero por ejemplo
el 24 de diciembre me mandó dinero, me mandó el 31, me mandó el 15, ahora que
me enfermé de la muela me mandó para mis medicamentos, entonces ya tengo un
poquito más de comunicación con él, pero él me ha dicho: “llegar a la casa no vas
a llegar por tu hermano, te aceptamos, pero por el tipo de vida has llevado nos da
miedo que vayas a recaer”. A mi casa entonces sé que no puedo llegar, bueno tengo
el apoyo de ellos en cierta parte pero pues no puedo llegar, pero como le digo a él, a
mi pareja: “tú tienes a tu familia y tú no estás declarado”. Porque la verdad es que él
tiene hijos, tiene esposa, que se separó ya de ella, bueno según él. Me dice “yo ya no
ando con ella, si yo no te quisiera no te amara, créeme que mejor no te hubiera dado
mi número telefónico o no te hubiera buscado yo”. Porque él desde afuera me mandó
el número, pero él siempre me ha dicho: “quieres andar conmigo ponte chichis, nada
más en la calle es lo único que te faltaría para que yo anduviera bien contigo, y que
ya no regreses a lo mismo”. Dice “mira ahorita a mí me está costando trabajo”, porque
ahorita él junta el fierro viejo y lo separa y todo eso es a lo que se dedica ahora, me
dice “mira me ha costado muchísimo, porque fácil es salir a robar otra vez y ganar mis
5 mil, 10 mil pero yo ya no quiero regresar”, él estuvo aquí diez años, “yo ya no quiero
regresar y tampoco quiero una pareja que regrese a lo mismo, o sea nos va a costar
221
trabajo entonces búscale”.
Por eso es que te dije mira yo ya me voy pero no quiero regresar a lo mismo, quiero
otro tipo de vida, porque ya viví lo que es esto y es muy doloroso y muy fuerte porque
perdí todo, perdí a mi familia, perdí comunicación con todos mis tíos. Tengo otro
proceso, pero te digo que el abogado me ayudó porque cuando yo salgo a los cuatro
meses, me peleo con las chicas de afuera, con unas chicas del servicio y me ponen
con los patrulleros, entonces me agarra la patrulla y me ponen cuatro bolsas de
mariguana que según yo las traía, eso sí no lo cometí, pero ya estando aquí adentro
me llega la orden de aprehensión, porque como ya no fui a la audiencia y todavía el
abogado hizo que compurgara esta para ya eliminar la otra que era de 6 meses, yo
me voy este año el 5 de septiembre.
Y, ¿aquí en el centro penitenciario no has tenido problemas para expresarte así de
manera femenina?
No, hasta eso, como yo ya venía así de la calle, no nos dicen nada, en la calle ni
te fuman, a la mejor aquí si es un poquito más, los cabrones te dicen “¿qué eres?
¿animal, monstruo o pariente de Juan Gabriel?” Pero te vas acostumbrando o sea yo
ni los pelo, pero ya no hay tantas agresiones como antes, ahora también ya entraron
los derechos humanos, porque como estoy en un problema legal con los custodios
de aquí adentro porque llegan y hacen revisiones y llegan a mi estancia, llegan y se
meten, cuando se meten yo los vi, yo me dormía sin ropa interior, entonces no me
querían dejar poner nada y la compañera con la que vivo dice “que se ponga una
toalla”, y al empezarme a revisar, una siente cuando te tocan de qué manera y pues
si no traigo nada qué me van a revisar si no traigo nada, me mete la mano en el
culo y entonces mi compañera demandó por como nos trataron y todo, nos acosaron,
entonces en ese aspecto solo tuve ese conflicto con los custodios, pero como siempre
acato todas las reglas, si me dicen te tienes que meter a tal hora, yo me meto a tal
hora.
Entonces ya casi para terminar, cuando tu salgas ¿cuáles son tus sueños?, ¿qué quisieras
hacer cuando salgas ahora?
Pues yo saliendo tengo ese miedo, sí estoy pensando qué voy a hacer porque regresar
al mismo lado no quiero, el apoyo de mi familia lo tengo en cierta parte nada más,
yo sé que si salgo y le digo a mi papá présteme dinero para ir a rentar a algún lado,
él me lo va a prestar, pero o sea, pero ahí qué voy a hacer, entonces estoy con eso,
¿dónde voy a trabajar? Ya no quiero regresar a lo mismo, pero pues tengo que, no sé
si yo misma me pongo esa barrera o tengo esa barrera porque no sé qué voy a hacer,
o qué es lo que puedo hacer. De aquí sale una sin nada, por ejemplo yo que no tengo
ese apoyo de alguien, por ejemplo mi pareja que salió él se fue a la casa de sus papás
y luego le dieron le dieron trabajo, pero pues porque él es diferente, es hombre, su
familia nunca supo de mí y ni van a saber pero o sea yo no tengo a donde llegar,
entonces si estoy con la incertidumbre de no saber qué hacer.
Algo más que quisieras agregar para la gente que va a leer tu historia.
223
Pues que se vean, que se reflejen las compañeras de la comunidad, que a donde
puedes llegar por la drogadicción. Yo prácticamente tengo dos tipos de vida: la vida
de casa cuando estuve con estudios, me dieron todo y que vean eso, a donde puede
llegar tu libertinaje, a donde puedes llegar por los excesos. Porque yo por mis excesos
fue lo que me llevó a caer aquí y más que nada a los padres que en verdad quieran a
su hijos como son, porque a lo mejor mi mamá si me quería pero se me fue, porque yo
luego digo si mi mamá no se hubiera ido, yo digo que no hubiera conocido todo esto,
porque me hubiera seguido apoyando y aceptándome, porque en la casa que vive mi
papá, ella desde un principio les dijo a mis hermanos: “esta casa es de Alexis, ¿por
qué? Porque ustedes como hombres van a tener que buscar a sus esposas y se las van
a llevar a vivir, ella no va a tener a nadie, no va a tener una pareja que le diga mira
te voy a llevar a vivir acá, la vida de Alexis va a ser más difícil porque va a estar sola,
si tiene a su pareja no sabemos si la vaya a tratar bien, si la vaya a golpear, si vaya
a quedarse con ella, entonces ella aquí tiene su casa segura, ustedes como hombres
pues se van a querer independizar, entonces busquen”. Pero fallece mi mamá y ¿qué
hacen? Lo contrario. Yo ya no me pude quedar con la casa porque ellos se quedaron
con todo. Mi papá los apoya y solo dice: “pues ya cuando me muera ya sabrán ustedes
que hacen”. Entonces en ese aspecto el ya no tener ese apoyo de mi mamá, por eso
he pasado por todo esto.
las cuatro veces que he estado en el
reclusorio, han sido por mis adicciones
porque de que me falte algo o de que no
tenga yo pues no.
ZULEIMA
Z U L E I M A
Me gustaría que me contaras tú como te identificas, cómo una mujer trans, travesti,
transgénero, transexual.
Trans, como una chica trans.
227
Qué porqué ese corte. “Oye, si yo te mandé a la peluquería a hacerte casquete, yo no te
mandé a la estética”.
Y bueno le puedo dar gracias a Dios que fui consentida y me decían:
-Bueno es la última vez de que te lo cortas así porque van a venir tus hermanos
y ¿qué te van a decir? Échate gel, antes de que venga tu hermano el mayor,
échate gel antes de que venga Víctor.
- Sí mamá.
¿Era tu novio?
El muchacho de Puerto Rico, sí. Y él me quería ver vestida de mujer y yo le dije a mi
hermano:
- Fíjate que así y así.
- ¿Y mi mamá? ¿Y mis hermanos que van a decir?
- Pues a escondidas.
Y nos fuimos a unos baños públicos y ahí me ayudó a arreglarme. Yo fui primero que
fui a una disco gay y yo llegaba y le comentaba:
- Oye, fíjate que fui a la disco y los chavos me sacaban a bailar.
- Pero ¿cómo? ¿hombres?
- Sí, chavos, chavos vestidos así normal.
- Ay ¿a poco sí?
- Sí, me invitaron una copa y que esto y lo otro.
- Ay no te creo. Pues vamos si quieres el otro sábado.
Y ahí fue cuando ya empezamos los dos a desenvolvernos los dos como mujeres ¿no?
ya empezamos a depilarnos más, a pintarnos el cabello.
229
Y ¿se pusieron su nombre de mujer?
Sí, yo me puse el nombre de Zuleima porque había una comedia que se llamaba
“Simplemente María” y había el papel de una actriz que se llamaba, Zuleima. Yo me
identifiqué mucho con ella. Yo le dije a mi hermano:
-Ay yo me voy a llamar Zuleima.
- Ay tú estás loca.
- A mí me gusta Zuleima.
- ¿Por qué?
-Es que tal artista interpreta ese papel y me gusta porque me reflejo en ella.
Y me decía:
-Ay tú estás loca.
Y le decía:
- Dices que estoy loca, pero estás más loca, tú.
Y el chiste es que ella se puso Jacqueline Y yo estaba maquillada y ya él me
y yo me puse Zuleima. destapo y me dijo:
- ¿Cómo que te maquillaste?,
Entonces ¿tú la empezaste a sacar? ¿quién te maquilló? Seguro fue
Sí. Yo le decía, ándale vente vamos. Pablo.
Pero ¿todo a escondidas al principio? Y pues ya hablamos con él. Sí, fue un
A escondidas, de mi familia, de mis golpe muy duro para él. Ahora sí como
hermanos, de mis hermanas. diría, fue como una decepción, pero si
lo entendió y hasta eso mis tías, mis
Y ¿cómo decidieron ya salir? primas y pues si han sido muy abiertos y
Por mí, porque un día se dieron cuenta. hablaron con él y con mi mamá y gracias
Mi hermano el mayor se dio cuenta que a Dios nos entendieron, nos aceptaron.
yo llegué y me acosté y me dice:
-Párate a almorzar. ¿Y ya empezaron ustedes a vivir su vida
de mujeres?
Y le digo: Ya empezamos a vivir nuestra vida de
- Orita. mujer, pero siempre nos llevamos muy
-¡Pero ya! bien, siempre regresamos a la familia.
Yo ya no tengo ni mamá, ni papá, pero tengo a mis hermanas, tengo mis primos que
me aceptan. Que yo sea tremenda es diferente, pero gracias a Dios toda mi familia
me acepta, amigos.
231
Sí, siempre, hasta incluso, hasta la fecha yo sigo con mis hermanas. De repente me
salía por temporadas, pero yo nunca me he alejado de mi familia.
Y al rato me enseñaron a hacer que frijolitos, que el arroz. Y ahora sí que como en
todo trabajo, empiezas desde abajo y vas subiendo.
de que eres hombre como ella ya está nalgona, quiere que las
demás estemos planas y yo investigué
o mujer, aquí eres donde vendían el líquido y todo, fui y lo
233
lo apliqué. Este año que viene, cumpliría
un reclusorio para 30 años con el líquido, pero lo que yo me
inyecté, ya ahorita si es peligroso porque
cabrones, aquí nada de es aceite mineral, se mancha la piel, se
que tus chichis, ni tus pone como piedra.
235
un beneficio y usted que tiene todos los beneficios. Ahora que nos apoyan tantas
organizaciones de chicas gays, de chicas trans ¿cómo es posible qué usted esté aquí?
Por un hombre, habiendo tantos allá afuera”.
Y yo le digo:
- No me voy hasta que tú te vayas.
Y ¿todas te respetan?
Fíjese que a lo mejor es por la edad o no sé, pero todas las muchachas me respetan,
lógico yo también me doy a respetar ¿verdad? Pero sí: “tía esto”, “tía lo otro”, cuándo
ha habido problemas, “no con la tía no te metas”, tía que esto y que lo otro.
Y de tus experiencias en las cuatro veces que has estado acá, ¿crees qué ha cambiado el
respeto a la comunidad trans?
Uy muchísimo, muchísimo. Fíjese que, en aquellos tiempos, la primera vez que yo
llegué, allá en el año del 96, no nos respetaban, nos trataban ahora sí que parejo,
aquí no era de que eres hombre o mujer, aquí eres cabrón, aquí estás en un reclusorio
para cabrones, aquí nada de que tus chichis, ni tus nalgas, aquí usted es cabrón y
se va a portar como lo que es y si no le rompemos su madre. Y si nos pegaban e
incluso nos tenían revueltos con los varones y ahora no. Ahora se nos clasifica con
las mismas personas de nuestra comunidad, de nuestro género.
237
esa ley, esa reforma porque se nos trata como lo que somos, mujeres o como lo que
queremos aparentar. Antes, no.
Antes se nos golpeaba y decían, no pues te pegó, ve para acá, se acaba de ponchar,
ponchar aquí es de que vas te quejas y te volvían a pegar. Y ahora no, ahora los
mandan luego, incluso hasta porque le mienten a uno la madre, van a parar a castigo.
Antes no, antes hacían y deshacían con nosotros.
Me escuchan y:
- ¿Qué paso?
-No, pues es que ya voy para el reclusorio.
-Ah pues ese es tu problema, hasta luego.
Me gustaría que me contaras una experiencia dentro del reclusorio que te haya impactado,
o sea que haya tenido un significado en tu vida, alguna anécdota, alguna historia.
239
Pues así algo muy impactante, muy impactante lo vi pero en el primer proceso. En
ese proceso yo vi cómo, como le repito, antes el sistema era más duro, más rígido
y yo llegué a ver cómo picaban a los muchachos, como los apuñaleaban. Incluso a
un joven, yo estaba en ese entonces viendo la tele, estaba en mi estancia y llegó, se
oyó como corrió, el muchacho todo ensangrentado. Mi estancia estaba abierta y se
metió y el otro sujeto, entró y lo terminó de picar allá adentro y volteó así con una
naturalidad muy sencilla y me dijo: “no pasa nada. Tú quédate quieto”.
Y si pues eso se podría decir que fue algo muy impactante como apuñalan a alguien
delante de ti, y como si fuera una bolsa, un costal, sin piedad la verdad. Pero pues
ora sí que en esta ocasión como lo repito, ha cambiado el sistema y ya las cosas son
mas relajadas, más respetuosos. Ya no hay tanta cosa como hace años atrás, de que
picaban, de que robaban incluso a la visita, ahora ya la visita es muy sagrada. Uno
como interno, si uno insulta a su propia visita, lo castigan, le quitan la visita porque,
como dicen: “dale gracias a Dios que te vienen a ver, que te traen un taco porque
hay muchos compañeros que no vienen a verlos y anhelan lo que tú ahorita estás
rechazando”.
Oye y ¿qué piensas por ejemplo de este tipo de asociaciones como Almas que vienen a
visitarlas?
No, ora sí que son ángeles bajados del cielo porque nos ponen incluso hasta
licenciados, a mí no me ha tocado, pero yo he escuchado que hay compañeras que no
tienen asesoría jurídica o no les hacen caso en su juzgado como debe de ser y aquí
las chicas de Almas Cautivas nos dan teléfonos o nos proporcionan licenciados y
pues yo digo, son ángeles porque antes no teníamos ese apoyo, ora sí que nos tocaba
aguantar lo que dijera el sistema, ahora ya no, si no es con Almas Cautivas puede ser
con otra asociación, con diferentes asociaciones, las cuales nos dan su apoyo y se les
da las gracias, como les repito son ángeles bajados del cielo. Hay muchas chicas que
no tienen visita. Ellas vienen y nos proporcionan cobertores, nos traen hasta pastel,
nos traen cosas que antes no se podía ver aquí.
Me gustaría que me contaras un sueño o una esperanza que tengas y nos quieras
compartir.
Mi sueño, mi sueño pues es tener mi pareja, quien sea. No necesariamente con el
que estoy, porque dice el dicho “uno pone, Dios dispone, entra el diablo y todo lo
descompone”, pero si mi sueño es salir, volver a poner mi negocio, yo soy estilista.
Volver a poner mi negocio, tener mi pareja, volver a estar bien con toda mi familia.
Ese sería mi mayor sueño, tener mi negocio. Mi casa, gracias a Dios tengo mi casa,
pero estar bien con mi familia y ya no volver a delinquir por ninguna manera, porque
para empezar no estoy en edad para andar en esos trotes. Me gustaría estar con mi
familia, con mis sobrinos, con mis hermanos.
Sinceramente he sido una oveja muy descarriada, a veces veo compañeras que incluso
hasta fallecen en la cárcel, que no tienen familia o la tienen, pero la familia los
rechaza y llegan a vivir en la calle. Entonces un trauma y miedo que yo tengo en mi
persona es terminar en la calle o que vayan a la casa de mis hermanas y les digan:
“oye ve a recoger a tu hermana porque está ahí tirada en la calle”. Eso para mí sería
terrible.
Un mensaje que quisieras compartir con las personas que van a leer tu historia. Algo que
les quieras decir.
Pues que no sean tontos, que aprovechen si tienen a su familia, que no delincan
como uno, que yo he tenido todo a manos llenas y no lo he sabido aprovechar, que
aprovechen a su familia, a sus papás y pues que no sean tontos. La verdad que la vida
es muy bonita y pues que agarren todo lo bueno y lo malo lo hagan a un lado. Eso
sería algo para quien lee mi historia, que agarren todo lo bueno y que dejen todo lo
malo, lo desechen, la basura a la calle y las flores a la mesa para que adornen.
241
estos tiempos, gracias al sistema penitenciario que nos apoya, no nos discriminan, no
nos hacen a un lado y pues bendiciones a todos.
Al principio cuando yo llegué a ingreso la
padecí mucho, porque me bañaba con una
teja de jabón, no comía nada, tenía que
comerme un bolillo duro, no tenía para
comprarme un café de 5 pesos.
MARITSA
M A R I T S A
Ahora me gustaría que contaras un poco sobre tu infancia, ¿cómo la recuerdas?, ¿con
quién vivías?
Recuerdo que desde los 5 años mi hermana me llevaba al preescolar cuando mi
mamá no podía. Mi hermana ella se encargaba de llevarme a la escuela, mi mamá se
dedicaba a hacer tostadas, raspadas, para poder venderlas y sustentarnos a nosotros
y a mis hermanos.
Tu hermana ¿qué lugar ocupa dentro de los hermanos?, ¿es la primera, la segunda?
Yo soy la más chica de la casa, mi hermana me gana por 10 años. Yo fui a la primaria,
empecé a estudiar gracias a mis padres, mi hermana de hecho no quiso estudiar
porque no le gustaba el estudio, la mandaban a la escuela, se iba debajo del puente y
pues mis papás cansados de estar pagando la escuela mejor la sacaron. Ella no quiso
estudiar. Mi hermana iba a escuela pública, mi familia es de bajos recursos, poco a
poco fueron ayudándonos.
245
Y tú de chica ¿ayudabas en las labores que hacía tu papá o las que hacía tu mamá?
Desde chica le ayudaba a mi mamá, me acuerdo de que íbamos al río y mi mamá se
llevaba, tres cuatro cubetas llenas de ropa de todos mis hermanos y yo le ayudaba
a lavar en el río. Me acuerdo que a una piedra se le dice lavadero y nos poníamos
a lavar ahí, tenía como unos 7, 8 años y pues mi papá se molestaba más que nada.
En ese tiempo mis papás siempre fueron muy estrictos, mi papá digamos que era
homofóbico porque realmente nos contó mi mamá que cuando estaban empezando
de novios, una chica trans se le insinuaba, llevó a mi mamá al cine y esa chica trans
le echaba miradas, se le insinuaba, le hacía señas y por eso desde allí empezó la
homofobia y ya después él decía que si le salía un hijo gay o una hija trans que la iba
a matar y pues el temor y todo, todas estas dificultades las pasó mi hermana.
Entonces ella fue la primera que sufrió esta dificultad con tus papás y tus hermanos, ¿y
tú veías como la trataban?
Sí, yo realmente miraba como la hacían de menos mis hermanos, como mi papá no
la tomaba en cuenta y pues sí miraba como se ponía triste mi hermana como ella
trataba de salir adelante y pues más que nada no tomar todas esas palabras que le
decían y hacer como si no le doliera, como que si no pasara nada.
¿Tus hermanos y tu papá le llegaban a
decir cosas feas?
Mis hermanos sí varias veces o mi papá
también, eran discusiones fuertes y pues
todo eso yo creo que me afectó mucho,
más que nada por las calificaciones
que no podía subir de promedio en la
escuela.
247
como otro.
¿Cursaste la secundaria?
Sí.
¿Y el otro niño?
El otro cuando yo cumplí 17 años él se fue a los Estados Unidos, yo me salí de mi
casa, tengo una sobrina que le gusta andar de un lado a otro y pues me invitó, me
dijo: “Mari, si gustas nos vamos a Tijuana y allá rehaces tu vida, puedes salir, puedes
ser lo que tú quieres ser”.
Y pues sí allá en Tijuana hice mi cambio, duré 10 años fuera de mi casa. Me fui a
Tijuana, mi sobrina duró un año, estábamos rentando una casa. Yo estaba trabajando
249
en una maquiladora, era una empresa que hacían ventiladores, ahí conocí a un niño
trans, se volvió mi amigo y ya nos fuimos a vivir juntos, conocimos a una amiga
también y ya vivíamos los tres, ya cuando mi sobrina me dijo que si nos regresábamos
a Nayarit, ya no quise regresarme porque ya estaba rehaciendo mi vida. Nos íbamos
de compras, nos comprábamos zapatillas, mirábamos las bolsas y yo decía “¡ay esa
la quiero!”. Ya estábamos ganando bien, ya nomás nos preocupábamos para la renta,
para el mandado de cada 8 días, nos apoyábamos las tres. Mi primer prenda como
mujer fue un vestido largo de noche para la boda de una amiga, empecé a comprar mi
primer peluca, una peluca lacia negra y pues de ahí empecé poco a poco a vestirme
como mujer.
251
8 años, ya después de eso mi mamá se sentía débil, tenía
varias dolencias y ya no había quedado bien de la matriz, en
el estómago traía varios parches, aun así trataba de echarle
ganas. Por culpa del trabajo, por hacer tostadas y la fogata
todo el humo le hizo daño al pulmón, ya le diagnosticaron
el cáncer, más el tumor que traía en la parte de la matriz ya
los doctores no le daban vida. Le dijeron “señora si tiene otra
operación ahí va a quedar usted”.
Le dije:
-No importa están muy ricos.
Y ya me puse a comer con ella hasta que nos dieron las 5, 6, 7 de la mañana, hasta que
amaneció, llegó mi papá a tomar café. Mis papás de hecho nunca se divorciaron, solo
hubo separación, mi papá vivía como a 3, 4 cuadras de mi casa y solo en las mañanas
iba a tomar café, mi mamá era de las personas que se levantaba a las 4 y media de
la mañana para poner el café, para hacer tortillas a mano, para preparar la comida y
a las 8 ya teníamos que estar en la mesa desayunando.
Cuando tú llegas y tu mamá ve que ya eras Maritsa, que ya habías transicionado, ¿qué
te dice?
Yo le mandé fotos a mi mamá anteriormente y le dije:
- Mami estoy aquí para platicar contigo para platicar con mi papá si realmente
me rechaza yo me regreso de donde vine y si no pues me quedo con ustedes.
Al momento de platicar con mi papá yo le dije:
- Padre, perdóname realmente por lo que soy, realmente yo no tengo la culpa
de ser así, yo no tengo la culpa de nacer así, simplemente quiero que respetes
mi decisión que es tal y como soy. Yo no quiero herencia, no quiero nada,
simplemente respétame tal y como soy nada más.
253
a rechazar? Claro que no, y no voy a permitir que tu papá te humille o te diga
algo.
Y pues de ahí empezó nuestra relación, ya después iba diario, una, dos horas, pero al
pasar los meses me dio miedo porque él traía problemas en su casa, me decía que
quería regresar a Sinaloa pero que le daba miedo porque él desde chico miró como
mataron a su papá. A mí me daba miedo porque traía un arma en su carro y desde ese
momento intenté alejarme de él, tenía miedo de que me pudiera disparar, que en un
coraje que tuviera me pudiera hacer daño.
Me compraba cualquier bolsa que miraba, Lacoste, perfumes carísimos y pues sí, lo
que nunca tuve en mi vida, en mi infancia, todas las cosas caras que yo quería él
trataba de comprármelas.
255
¿Así conociste la Ciudad de México?
Sí, a través de Ricardo Hernández.
Ese día salimos a Guadalajara, tomamos se puede decir que el cargamento porque sí
era mucho, cuatro maletas de mariguana, eran demasiados, yo nunca le he puesto a
la mota, de hecho me da náuseas, me da asco pero pues realmente la necesidad de
ganar dinero, tomé la decisión de viajar de Guadalajara para acá, ya al llegar aquí
al DF a la Central de Autobuses del Norte, ya nos bajamos, tomamos dos maleteros,
ella dos y yo dos y ella se fue adelante, ya iba a salir la puerta y yo me quedé atrás
esperando al maletero, cuando veo que vienen 4, 5 federales, 4 hombres y una mujer:
-Te vamos a hacer revisión.
-Sí está bien.
Pero ya en ese momento yo ya sabía lo que iba a pasar, dije, ya están las maletas y
qué puedo decir, son mías, yo las traigo, no puedo realmente mentir, porque nunca
me enseñaron a mentir. En ese momento pude haber dicho no. Pero pues también
tenía un problema que nadie entendería en la vida, la necesidad de ayudar a alguien
enfermo de vida o muerte y pues hace año y medio falleció mi mamá, pero no la pude
ver, ese fue mi pago de estar aquí más que nada y pues sí me duele demasiado y me
arrepiento de ese grande error que he tenido en la vida, un tropiezo fuerte, de no
poder verla, ni despedirme ni de decirle te amo, te quiero.
257
¿Detuvieron a las 2?
Sí, a las 2. Primero nos llevaron a Camarones, recuerdo que el 14 de enero de enero
de 2017 llegamos a Reclusorio Norte por acá por la entrada de juzgados.
¿Y cómo fue el trato que te dieron aquí cuando llegaste a este centro penitenciario?
Al principio tenía miedo, yo sin recursos económicos, me decían que se pagaba la
lista, de hecho la padecí mucho, bajó mi autoestima, bajé un poco los humos se
puede decir, de ser una persona que podía mirar todo hacia el frente, tenía que bajar
la mirada. Nunca tuve apoyo de que me mandaran dinero, un depósito, una visita.
Cuando me detuvieron mi familia sí se enteró pero por los recursos no pudo venir, mi
hermana no podía venir como mi mamá apenas se había salido del hospital no podía
dejarla sola. Cuando mi mamá estuvo en el hospital todavía me tocó cuidarla, nos
turnábamos mi hermana y yo, ella una noche, yo otro día, todo el día y toda la noche
y así nos la pasábamos, de mis 4 hermanos, de ninguno recibimos apoyo, me decían:
“no puedo voy a trabajar”. Yo sí me les ponía del coraje: “es su madre”, “la tierra no
los parió”. Les decía: “recuerden que es su madre y 9 meses los estuvo cuidando, les
dio todo, les dio educación”, sí unos no se quisieron recibir de maestros porque no
quisieron, se casaron y pues sí me daba coraje y hasta ahorita mi familia está muy
desunida, no le hablan a mi hermana.
¿Te has comunicado con tu familia o recibiste visitas de tu familia después que te
aprehendieron?
Mi hermana después de que yo tenía ya un año aquí, ella vino, me trajo un poco de
comida, digamos que una bolsa de comida, un cambio de ropa. Al principio cuando
yo llegué a ingreso la padecí mucho, porque me bañaba con una teja de jabón, no
comía nada, tenía que comerme un bolillo duro, no tenía para comprarme un café
de 5 pesos. Si se me antojaba un dulce, una paleta, tenía que aguantarme y estaba
deprimida, no quería ni comer, al salir al rancho los muchachos son muy groseros
y mejor no salía de mi estancia, yo estaba en ingreso e iban las chicas de aquí de
población para allá a molestarnos y una me me dijo:
- ¿Tú eres la nueva?
Le dije:
- Sí, ¿por qué?
Porque me dijo una amiga, no te dejes, porque las de aquí como ya llevan más años
te van a hacer de menos y pues sí me acuerdo que me jaló las greñas, le dije:
- Yo no te hago nada simplemente porque está la reja, pero realmente o sea tú
estás allá y yo estoy acá, pero tarde que temprano voy a estar allá.
Yo cuando llegué, cuando estaba en COC, yo hablé con la licenciada, con una de las
licenciadas, le dije:
- Mire jefa no tendré la mejor educación del mundo, se puede decir segundo de
prepa, pero eso sí soy muy callada, muy seria, pero yo no me voy a dejar, así me
mande a castigo o haga lo que haga yo no me voy a dejar, si alguien me busca
yo voy a meter las manos, porque así me educaron mis padres, de que no me
dejara de nadie, por más callada, por más seria, por más humilde.
-No pues sí Mari está bien, así a como dices, pero trata de no buscarte pleitos.
Iba una chica Darian, de pelo rojo iba para allá, iba a cortar pelo.
- Mari, ¿cómo estás? No estés deprimida trata de comer, cuando te manden a
población puedes llegar a mi casa.
259
largo como viene siendo Tepic, Nayarit, no anduviera vestida de mujer y no hubiera
tanto respeto.
¿Qué te gustaría?
La parte íntima y los senos, nada más.
¿Aprendiste aquí?
Aquí tomé cursos, talleres, tenemos un área que se llama CECATI, se trata de talleres
de capacitación para el trabajo y aquí tomé el curso de peluquería, tomé cuatro
cursos, me dedicó ahora a eso, voy a apoyar, a cortar pelo por la comisión, ya llevo
dos años comisionada. De hecho no he cobrado, lo hago para apoyar al Reclusorio
Norte ya que se les corta el pelo a las personas que pasan a Consejo Técnico, que
las autoridades los quieren con el pelo corto, que no lleven melena, nada más he
apoyado al Reclusorio pero por dinero no lo he hecho. De hecho no corto pelo para
cobrar porque de los años que llevo con mi pareja aquí adentro, no me ha dejado a
cortar pelo y cobrar por eso.
¿Entonces él te apoya?
Sí, realmente es una persona muy celosa que no deja que yo me dedique a cortar
pelo, que me ponga a trabajar, él me dice:
-Mari tu no tienes necesidad de cortar pelo, toda la responsabilidad cae en mí,
tu sabes que realmente no recibes apoyo de tu familia ni de nadie y para mí no
se me hace pesado.
Y pues ya me miró a mi que era más seria, más tranquila y pues mi causa que le
encanta mucho platicar y todo eso, convivir.
Nunca me decían y pues ya cuando iba llegando abría la cortina y ya lo miraba a él,
y ya ahí empezó nuestra relación. Día a día, lloviera o no lloviera, cayera la tormenta,
yo trabajando y pues él me miraba y todo, diario iba para allá, él si le gusta fumarse
su toque de mota y un día se acercó a mí me dijo:
- Mari vamos a cenar.
Pero era con la condición de que no me pusiera a trabajar, de que no me quería ver
ahí trabajando. Le digo:
- Si va la muda sí, porque no vengo sola.
Y pues sí a las dos nos llevaba a cenar.
- Tomen lo que quieran de la tienda.
Ya comprábamos refrescos, que un yogurt, que cosas así, que un jugo, unos panqués
grandes.
- ¿No quieren algo más?
- No, con esto.
¿Tú cuando salgas te gustaría cambiar tus documentos para que te reconozcan tu nombre?
Sí me gustaría.
Ya para terminar quiero que me cuentes, algún sueño, alguna esperanza, alguna meta
que tengas.
Me gustaría salir y poner mi propia estética, dedicarme a la estética, a poner uñas, a
poner tintes, hacer cambios de imagen, al igual pues también dedicarme a lo shows
como los hacía antes.
¿Te gusta?
Sí, de hecho tengo muchas pelucas en mi casa, unas 10, 15.
Ahora que fue el Festival de Diversidad Sexual el año pasado, ¿tú participaste?
263
Sí, hice a Gloria Trevi.
¿Y qué opinas de que este centro penitenciario da esa facilidad para hacer eventos así?
Me siento feliz y realmente me siento alegre porque realmente nos apoyan en esto y
cuando queremos hacer algún evento tenemos que acudir a ellos para que nos den
permiso, la autorización.
Algo más que quieras decir para la gente que quiera leer tu historia
Pues realmente siempre sé tú misma y nunca cambies, realmente la vida te hizo así,
siempre vas a ser así y realmente seas como seas tienes que valorarte, todos tenemos
defectos y nadie es perfecto en la vida, debes de valorarte, de sentir que eres tu
misma y siempre ser humilde. La fuerza más valiosa que puede haber en la vida: ser
humilde y ser tu misma.
Muchas gracias.
me agarraron porque, yo vivo en una
vecindad ahí en Tepito, en una vecindad
donde venden droga y entraron los
policías al predio pero yo estaba afuera,
estaba en otra vecindad.
PAOLA
P A O L A
¿Dónde naciste?
Aquí en la Ciudad de México.
Y ¿qué te decía?
Mi mamá:
-Sí tú te vuelves puto, te vas de la casa.
Pero yo tenía como 14 años, pero yo soy muy apegada a mi mamá y yo entonces traté
de ocultar mi identidad o sea que no se diera cuenta que yo era así hasta como a los
18 años.
Fueron bastantes años a escondidas, pero ¿tú salías vestida de chica a la calle?
Salía vestida de mujer pero en las noches. Me iba con una amiga, a una cuadra de mi
casa y ahí me vestía de mujer y yo veía que mi mamá me veía pero no sé daba cuenta
267
que era yo. Mi mamá me decía:
- Ya me han dicho que te andas vistiendo de mujer. Nada más dónde yo te vea
ya vas a ver cómo te va.
Y yo pues decía:
-No pues como crees mamá.
En eso, una amiga mía, pues muy apegada a mí, con la que yo salía. Ella decía que
era mi novia con tal que mi mamá estuviera bien, para fingir, pero pues ella y yo
sabíamos que onda. Y pues sí, yo veía que mi mamá me veía cuando me subía al taxi,
pero nunca se dio cuenta.
Entonces ¿tú que hacías? Digamos después de qué terminaste la primaria ¿a qué te
dedicabas?
Me dedicaba a los negocios de mi papá, me ponía a trabajar, por ejemplo, tenía un
puesto de ropa y ahí me ponía a trabajar.
¿En qué momento decides ya no - Ay no, que se vaya. Ahorita me va
esconderte más? a pegar mi mamá, no sé.
Bueno, yo no decido sino que
simplemente una tía mía que ya falleció Y pues si la hizo entrar en razón.
hace como 3 años, se llamaba Sara. Yo
estaba en mi cuarto, yo estaba en mi ¿Qué le dijo a tú mamá?
casa y yo veo que llega mi tía. Mi tía, le empieza a decir:
- Es que tu hijo, pero no te vayas a
¿Vivías con tus papás? enojar.
Sí vivía con mis papás, y veo que mi tía
va y ya, se pone a platicar con mi mamá, Porque era su prima.
le dice que tenía que platicar algo - No te vayas a enojar porque tú
sobre mí y yo luego me imaginé que era debes querer a tus hijos, tal y como
eso, que iba a hablar de mi sexualidad y son, luego por eso se suicidan y
pues yo entré mi mente decía: luego los papás los rechazan y
todo eso.
Y le dice,
- Tu hijo es así, es gay y se viste de mujer.
Y ya mi mamá decía:
- No, como crees. Yo tuve hijos para que tengan hijos y quiero nueras.
Yo no quería salir, duré como unos 10 minutos en el cuarto. No quería salir, no sabía
que iba a pasar, si me iba a correr de la casa. Y ya, bueno el hecho es que ya salí, ya
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me senté en la mesa y mi mamá me dice:
- ¿Entonces tú eres gay? ¿te gustan los niños? ¿Entonces la que se vestía de
mujer si eras tú? La que yo veía.
Le digo:
- Sí mamá.
Y me decía:
- Ay no, pero ya te voy a querer como sea. Si te gusta vestirte de mujer, te vas a
vestir como mujer. Y bien arreglada del diario y báñate del diario.
Bueno el chiste es que ya se acabó eso y ya pasa otro día y ya me habla mi mamá y
me dice:
- Ya vente vámonos, acompáñame.
Y me lleva al centro y vamos a unos tiendas de ropa de mujer, donde vende ropa
de mujer pero yo todavía me vestía de niño y pues imagínate, fue muy drástico el
cambio, me dice:
- Te vas a vestir de mujer, ¿te gusta vestirte de mujer? Pues te vas a vestir de
mujer y ¿qué te gusta?
Y le digo:
- Ay no mamá ¿cómo crees?
Y yo ya estaba en la tienda de ropa de mujer y me decía:
- ¿Te gusta esta blusa?
- No mamá, como crees.
Así fue que ya que me puse mi primer pantalón y mi primera blusa. Me acuerdo que la
blusa era verde y un pantalón pegadito acampanado, bueno porque en esos tiempos
se usaba más acampanado y me acuerdo que sí me gustó como me quedó y bueno ya
me vestía de mujer y pues sí. Y pues mis tíos se quedaban así, como diciendo ¿qué
onda, no? Y mi mamá me decía:
- Sí tus tíos, tu abuelita te dicen algo, mándalos a la chingada porque yo te
estoy aceptando. Si alguien te dice algo, tus hermanos, todo, mándalos a la
chingada.
Entonces ¿cómo fue todo viviendo como Paola?, ¿empezaste a tener novios?
Sí, mi primer novio fue a los 18 años pero mi mamá no sabía todavía, porque todavía
me daba pena de decirle. Duré dos años con él, lo conocí en zona rosa y así.
¿Estabas enamorada?
Sí, fue mi primer novio.
Y ¿qué te dijo?
Que sí, porque por ejemplo, nosotras las trans somos muy orgullosas y no queremos
que nuestros novios anden con otras trans. Queremos ser las únicas y yo dije no,
entonces no.
¿Después de eso tuviste otros novios?
Sí pues novios estables, he tenido 4. Con uno, el primero duré 2 años. Con el otro, 9
años, con el otro 5.
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Sí pero como él se drogaba, no se drogaba mucho como en la actualidad, pero él por
mantener su vicio pues robaba, porque él quería más, él quería más vicio.
En una de esas, lo agarran. Lo agarran. Bueno, robó, fue en la noche y pasó otro
día, bueno ese día no pasó nada, en la noche no pasó nada. Pasó otro día y se para
temprano y sale y enfrente de su casa hay un deportivo y se va a robar a otro chamaco
y lo agarran. Y ya se lo llevan a la delegación y yo voy a la delegación y pues ya digo
lo que pasó en la noche y en eso veo llegando a los otros chamacos de antenoche y
me dicen:
- ¡Ella fue!
Y que nos agarran a los dos. Me detienen a mí y que nos llevan al reclusorio, al
Reclusorio Sur. Eso ya fue hace 9 años que paso.
Y ¿qué te dijo?
Que sí, ya iba a cambiar, lo dejé de visitar dos meses, y fui después de dos meses, pero
antes de ir al reclusorio a visitarlo, ya me decían:
- Tu viejo ya anda con otro, ya está andando con otro. Hay otro que lo va a ver.
Y pues si me quedé con la duda y ya voy otra vez de visita y sí ya andaba con otro,
con uno que iba de visita. Un hombre pero era gay, o sea no se vestía de mujer, no se
viste de mujer, es un gay normal. Y yo le decía:
- Ya déjalo.
- Es que no lo puedo dejar porque ya me ha ayudado mucho.
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tales días, se quedaba. Nosotros ya llevábamos más de dos años y yo le decía:
- ¿Sabes qué? Tú ya no puedes hacer tanto lo qué dice tú mamá porque nosotros
ya vivimos juntos y tú no puedes estar haciendo lo que dice tú mamá, y yo no
te digo que la dejes de ver pero eso de que te diga, que te vas a quedar tal día
conmigo. No.
Más que nada por su mamá fue que también terminamos, pero si fue muy bonito.
Entonces ¿cómo es qué llegas a este centro penitenciario? ¿Cuánto llevas acá?
Llevo 5 meses. Ah pues aquí me agarraron porque, yo vivo en una vecindad ahí en
Tepito, en una vecindad donde venden droga y entraron los policías al predio pero yo
estaba afuera, estaba en otra vecindad, pero a mí me dicen:
- Ya entraron los policías ahí a tu vecindad.
Y yo voy porque tienen la costumbre de meterse en la casa sin ningún permiso, sin
ninguna orden. Y yo voy y le digo a los policías que están en la puerta, les digo:
- Déjame pasar por favor.
- No, no vas a pasar.
- Déjame pasar porque si no van a robarse cosas de mi casa, ya van varias veces
que lo hacen.
- No, no vas a pasar.
Y ya me doy media vuelta y habló al 911 para dar parte de lo que estaba pasando y
ya y les digo que no me dejaban pasar y que estaban haciendo un operativo sin orden
y ya me dijeron:
- Te vamos a mandar una unidad, ahí espérenos.
Y ya que me traen.
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Sí, la respetan.
¿No te molestan?
Sí hay uno que otro que sí, igual como en la calle ¿no? hay uno que otro que si grita
sus cosas pero ahorita no ha pasado a más.
Y ya entre ellos haciéndose preguntas, es que no nos aparece y si nos mete en una
bronca y yo los escuchaba y ya pues, decidieron:
- Vamos a mandarla a Santa Martha.
Me llevaron a Santa Martha y ya después, yo duré dos meses allá y ahí yo pedí mi
cambió para acá.
Oye Paola y ¿tú qué piensas de estas asociaciones qué vienen a visitar a los chicos?
Sí, está muy bien. Porque a parte te distraes y a base de estas historias a lo mejor se
puede llamar la atención para ver los casos de las chicas trans. Para que los policías
no sean homofóbicos y no estén culpando las chicas sin nada que ver, que nada más
las quieran culpar por culpar, sin que hayan cometido algún delito, cómo yo.
Oye Paola, me gustaría que me contaras un sueño que tengas. ¿Cuál es tu sueño?
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Ahorita tengo una fantasía o un sueño, no sé cómo llamarle. Vestirme de novia, un
vestido rojo, escotado de aquí del pecho, un rojo como satinado con swarovski rojo
e irme al Zócalo, rentarme una limusina y llevar a mi pareja también y vestirlo de
blanco. No casarme, ni entrar a la iglesia ni nada de eso, sino celebrar, pasearme en
el zócalo, en el Ángel.
Y por último ¿qué mensaje te gustaría compartir a las personas que van a leer tu historia?
Pues que sigan trabajando así, de esta manera, visitando los centros penitenciarios,
venir a visitar a las chicas trans porque ayuda a desahogarte, porque acá ya casi no
te escuchan porque están en lo suyo, acá no te escuchan como tal, ni para darte un
consejo, por ejemplo, ustedes aquí si nos escuchan y nos pueden dar un consejo.
ALEXIS
A L E X I S
A lo mejor por competencia, ¿tú te comportabas como niño desde esa época?
Sí, desde esa época, desde los 10 años, los 11 años, yo me di cuenta que me gustaban
las niñas. Entonces por lo mismo que no era aceptado en mi casa, me salí a los 14
años de mi casa.
¿A dónde te fuiste?
A un estado, a Guerrero, Acapulco. Bueno entonces me fui para allá porque yo soy de
la idea de que cada quién vive la vida como le gusta y como quiere, entonces yo no
tenía por qué estar con un hombre puesto que a mí no me gustaban y no por darle
gusto a mi familia ¿no? entonces por eso decido yo salirme de mi casa a los 14 años.
Y por ejemplo en la escuela, en la primaria, en el kínder ¿tú siempre tuviste esta expresión
masculina, de que te comportabas más como niño?
Sí de hecho, siempre jugaba futbol con mis compañeros o quemados o cosas así pero
nunca estaba con las niñas.
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Era curioso porque a pesar de que no era bien visto en ese entonces, corrí con suerte
que siempre fui aceptado en el lugar que me pare como niño o con mis preferencias
sexuales siempre fui aceptado, el único lugar en el que no era aceptado era en mi
casa.
¿Tenías todo?
Todo, hasta iba a escuela particular, iba en La Salle entonces no tenía preocupaciones.
Y desde esa edad ¿a ti te gustaba por ejemplo la ropa de niños?, ¿todo lo de niño?
Toda la vida, así incluso a nosotros se nos acostumbraba que si a nosotros se nos
daba tanto dinero cada seis meses para que nos compráramos ropa y pues yo la
mayoría eran pantalones y playeras, quizás no tan varoniles porque aún tenía el
temor de mi casa, pero si eran de muñecos animados, cosas que no fueran tan de
niña. La gorra a escondidas. Yo tuve una pelea muy fuerte con mi mamá, incluso
hasta unas nalgadas me llevé a los 11 años porque yo llegué de la escuela ya con el
cabello corto, entonces esa fue la situación.
Pero ya fue la palabra de hombre: “mijo”, incluso de ahí no tuvo problemas mi mamá
porque cuando yo me salí de la casa o sea yo por teléfono le dije todo, por el temor
que tenía yo, así de distancia yo sentía que llegaba mi mamá, porque le teníamos
mucho respeto en la casa o le tenemos. Entonces, ella ya sabía, los años que no me
vio y todo, yo creo que por eso lo acepto de cierta manera porque me llevaron a una
escuela que se llama “La Escuela de la Conducta” en Polanco que son psicólogos y
todas esas situaciones y mi mamá decía que, porque quizás me había pasado algo
en la infancia, entonces yo gracias a Dios, hasta el día de hoy, nunca bueno no sé, lo
que se siente ser acosada por un hombre, nunca, nunca. Entonces yo con el psicólogo
llegué y prácticamente le dije: “tú cobra lo que tienes que cobrar wey, a mí me gustan
las mujeres y no voy a cambiar”.
Pero en ese lapso ¿qué te gusta? Como dos meses, enfermó y falleció, entonces
tampoco hubo el tiempo como para que mi papá se lo comentará a mi mamá ¿no?
entonces siempre lo he dicho, él se fue con mi secreto hasta la tumba.
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Todo, todo, incluso yo llego y te vuelvo a lo mismo, si hubo una rivalidad con mi
hermano porque cuando yo regresé, regresé a los 17 años y mi hermano ya se había
casado y se había divorciado, me lleva 13 años. Entonces, él presenta una chica en la
casa de mi mamá, yo no sabía, ya habían repartido hasta las invitaciones para la boda
y resulta que pues yo tuve que ver con su novia ¿no? entonces de cierta manera fue
un desquite por todo lo que me hacía, que intentaba a veces pegarme por lo mismo.
Él era, como decimos aquí, él que le daba cuerda a mi mamá para que me regañara,
para que me tuvieran más controlado, entonces fue como manera de desquite y de
cierta manera, hoy después de eso, sí hay una rivalidad de él hacía mí, de mi hacia
él no.
Y ¿tú como veías que te trataba la gente cuando empezaste a ver esos cambios? O sea
¿ya veían a un chico?
Sí, fue chistoso porque yo entraba, no sé a los centros comerciales, al cine, a algún
restaurant, al baño y entraba seguridad por mi porque inconscientemente me metía
al de las niñas aún. Yo siempre me acepté con mis preferencias sexuales y el cuerpo
que tenía, yo nunca tuve ese choque conmigo, entonces yo entraba al baño de las
niñas, aunque me vieran como niño, y entraba seguridad por mí, al principio era
vergonzoso. Conforme yo vi todas esas situaciones, yo opté por entrar al baño de los
niños y no pasaba nada, todo tranquilo, entonces desde esa edad, me acostumbré más
a vivir la vida que yo quería, de un niño.
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¿Terminaste la prepa?
No, en el segundo semestre me quedé porque ya había conocido la calle. Me refiero
a la calle, en la situación de mis preferencias, de que el círculo con que yo me
juntaba, con la banda como decimos aquí, pues no había bronca que la niña anduviera
conmigo y fui aceptado por toda mi banda, entonces me sentía más aceptado y más
tranquilo ¿si me entiendes? Porque incluso yo soy muy broncudo y entonces en la
calle pues soy más. Entonces en la calle, yo buscaba pleitos ¿no? pues con hombres
y mis amigos los que eran niños, me tiraban un paro sin decir que yo era niña ¿no?
era el niñito de la banda y salían ellos, en lugar de que incluso hasta me regañaran
porque ellos eran los que andaban pegándose, les daba risa, entonces yo me sentía
más protegido, más aceptado y más en confianza con amigos ¿no? que en mi casa,
entonces opté por volver a salirme de mi casa.
¿A dónde te fuiste?
Nuevamente a Cuernavaca.
Y ¿por qué Cuernavaca?
Me gusta porque ahí conocí a muchas niñas trans y este mundo de la sexualidad gay,
lo conocí ahí y abrí los ojos ahí y sabía lo que yo quería y me transformé ahí, entonces
como que es un lugar en el que me siento seguro.
Y ¿cómo es que llegas a este lugar? ¿Ya habías estado antes en un centro penitenciario?
Ya.
Entonces esa fue la primera vez que llegaste a un centro penitenciario y en el centro
penitenciario ¿cómo te sentiste?, ¿fuiste a uno femenil?
Bien, me sentía en como dice el dicho: “en el país de los ciegos, el tuerto es el rey”,
llegué como el tuerto. Me sentía muy bien, me gustaban las mujeres, llegué a un
lugar que estaba lleno de mujeres, donde a veces ya lo llegué a entender, que a veces
la soledad orillaba a mis compañeras o a las que fueron mis parejas en ese entonces
a estar conmigo y fue donde, de cierta manera me sentí bien.
¿Encontraste el amor?
No tanto el amor pero sí engrandecerme como el niño que me sentía y ahora ella
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y ahora ella. Gracias a Dios como soy, he tenido más suerte que los niños, entonces
como que mi ego subió mucho, como que mi rating conmigo mismo subió mucho, eso
fue lo que provocó llegar a una cárcel de mujeres.
Y en estas épocas, en estas dos ocasiones que tu estabas en centros penitenciarios ¿tú
familia se enteró?
No, en ninguno de los dos.
Y hace 13 años ¿cómo te recibieron aquí guardia y custodia, las autoridades, todos?
Me recibieron bien, yo nunca tuve una discriminación por ese lado. Y ¿sabes por
qué? Cuando yo llegó aquí, ya encuentro a más niños trans, entonces nunca tuve,
al contrario, fui como que más aceptado porque somos pocos los niños trans aquí,
entonces que llegara otro niño trans: vente, vente para acá no hay bronca. Como más
libertad en las preferencias sexuales encuentras en un lugar como este, talvez no
sea porque le guste a las demás chicas, lo entiendo y te lo vuelvo a repetir, quizás
sea por la soledad que se vive aquí adentro de este lugar. Yo lo he llegado a pensar
de las que son parejas de nosotros porque si tú les preguntas en la vida de ellas,
nunca han andado con niños trans en la calle, su vida se relaciona o se gira en torno
a un hombre, por la familia, por ellas, porque siempre tuvieron novios, entonces son
muy pocas las que llegan a decir: si tuve parejas afuera. Entonces también lo llego a
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entender, pero como que los niños trans somos más aceptados hasta con seguridad,
somos los consentidos. De verdad, porque seguridad no es fea con nosotros, bueno
al menos yo te hablo por mí, bueno es que mucho me hacen burla que soy el niñito
consentido de seguridad. Si mi pareja quiere salir a algún lado y no lleva pase, me la
regresan, yo nada más soy de agarrarla de la mano y:
- Jefa, ahorita vengo
- Sí, Alexis no te tardes
O sea como que somos más apapachados, la verdad.
Y entre ustedes, los machines como dicen aquí ¿no hay rivalidad?
Mucha, mucha, pero más que nada es la envidia porque él trae una novia más bonita
que yo, si yo me pongo más loción qué él. Más que nada es la envidia, dirían por ahí
“el brillo de uno, a otros deslumbra” y más que nada es eso ¿sabes de dónde viene la
rivalidad? De las personas que llegan y no saben qué onda con su sexualidad, llegan
aquí y ven que el niño es apapachado o que al niño le llevan de comer, entonces
se cortan el cabello, se vuelven niños y quieren la atención para ellos, pero si tú te
sientas a platicar con ellos son más femeninas que una niña porque te hablan de
dos, tres, cuatro hijos. Entonces no sabías lo que quieres, llegas aquí y quieres la
comodidad. Es en ese momento donde se pone la rivalidad, porque yo te puedo decir
que los niños que venimos, digámoslo como lo decimos aquí, hechos de la calle, no
tenemos un pedo con nadie, pero los que se vienen a hacer aquí, son los que vienen
a competir mucho.
Cuando tú llegas aquí a este centro penitenciario ¿tú tuviste algún abogado que te apoyó?
Llegué y teníamos abogado particular porque yo vengo con una causa, con otra chica.
Entonces, tenemos abogado particular desde que llegamos.
¿Era tú pareja?
Sí, con la que llegué sí.
¿Te gustaría?
Sí
¿Qué te gustaría?
Quizás, no ser el hombre al cien por ciento, pero no bueno, yo no tengo ningún
problema conmigo, no tengo nada de niña y tú me dirás: te fajas o algo, pero lo único
que traigo es una camiseta porque ni top traigo, yo me acepté y acepté que no era
aceptado en mi casa y entonces desde pequeño me acepté, hoy en día no tengo un
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problema con mi cuerpo.
Te lo pregunto porque ya ves que muchos chicos trans se operan del busto.
Quizás de la cintura para arriba sí, pero el clásico lavaderito y cosas así pero no tengo
un problema con mi cuerpo. Me acepto, que piense, me vista y actúe como un niño
es muy distinto, yo me he aceptado y más en el tiempo en que digamos me destapé,
pues era mucho más fuerte la crítica y todo, entonces como que puse una barrera: yo
me acepto para que nadie me lastime.
¿Y ya no estudias?
No
En este recorrido que has hecho dentro de estos tres centros penitenciarios ¿tienes alguna
anécdota que te haya impactado?, ¿algo que te haya afectado, que hayas conocido o algo
que hayas visto?
Pues nada más lo único que medio me impactó fue de cierta manera hasta donde
llego la agresión por una pareja que tuve, el hecho de que estuve internado y casi me
muero, yo creo que es lo que más ha impactado en mi vida. Eso es lo que más me ha
impactado en mi haber como niño.
Si te dieran a elegir, entre estar en un centro varonil, en este centro femenil o si hubiera
algún centro para personas LGBT, ¿en cuál te gustaría estar?
En un centro de la comunidad LGBT. Sí, porque son personas, quizás no maduras
pero si centradas en lo que queremos y muchas veces por personas que no saben lo
que quieren, los que sí sabemos o que defendemos lo que queremos, llegamos a ser
agredidas. Entonces en un lugar donde esté la comunidad LGBT, sí me gustaría estar
si hubiera un lugar así.
¿Tú tienes una idea o te has hecho una idea de qué es la justicia para ti?
No.
Ahora ya se pueden casar, ahora ya es posible. ¿Algún mensaje más que quisieras dar a
las personas que van a leer tu historia?
Pues yo nada más diría que se acepten tal cual son, las preferencias sexuales siempre
van a estar latentes, no las vamos a tapar con un dedo, pero si tú te aceptas no habrá
nada que te dañe porque estas contigo, esa es la conexión entre tú y tú. Si te aceptas
no habrá algo que te dañe, al contrario, los comentario malos te van a dar ánimos
para ir defendiendo lo que tú quieres aunque a la gente no le parezca.