Dante Alighieri Y EL TRABAJO EN LAS EMPRESAS

DANTE ALIGHIERI Y EL TRABAJO EN LAS EMPRESAS
Por Javier Pedro Moreno Sáenz, Indexa Consultores

“Considerad vuestra simiente: hechos no fuisteis para vivir como brutos, sino para
perseguir virtud y conocimiento”. La Divina Comedia.
Dante nos hace entender a través de las palabras de Ulises la importancia del
conocimiento que no tiene ni edad ni límites: de hecho los afectos más grandes no
llegaron a vencer en el alma de Ulises el deseo de conocimiento.
¿Qué deseo de conocimiento se debe tener en el trabajo en las empresas, en los
emprendimientos, en cualquier actividad laboral humana?.
Uno es el conocimiento académico que siempre es muy válido y necesario, tanto el
conocimiento académico original de la profesión elegida, como el conocimiento
académico propio del puesto desarrollado, puesto que puede ser que estudiamos una
cosa y ejerzamos otra.
Sin embargo, esto es una condición necesaria pero no suficiente, como decimos en
matemáticas.
Otra condición necesaria es el estudio de las actividades y procesos de nuestro trabajo y
cuando me refiero a estudio, en general es la continua y permanente reflexión de lo
trabajado. He descubierto que de no hacerlo de esa manera, más temprano que tarde
cometemos errores, que nos llevan a baja productividad y por consiguiente, baja
rentabilidad en nuestras empresas.
Algunos directivos y empresarios me han dicho al respecto: pero como quiera ganamos
dinero. Mi respuesta siempre es que usen el concepto de costo de oportunidad: lo que
dejamos de ganar por tomar una decisión… y tomaste la decisión de no hacer nada…
¡M´hijo, m´hija, la cabeza no es pal piojo! (y no hablo del Piojo Herrera).
Uno de mis abundantes y casi infinitos lemas (no soy presumido… todavía) es: ¿cómo lo
puedo hacer mejor? Y esa palabreja “mejor” puede tener muchos significados: en menos
tiempo, más eficiente, más eficaz, con menor costo, con mejores resultados, con menos
esfuerzo y un largo etcétera… inclusive, todas al mismo tiempo.
Dos problemas veo de por qué no se hace de esa manera. La primera es que como el costo
de oportunidad no se incluye en la contabilidad formal, no lo vemos y ahí se nos fueron las
rolas: el costo de oportunidad nos dio un batazo de hit a lo profundo del campo.
El segundo problema que veo es que hacer lo mismo, de la misma manera, siempre, es la
actividad que menos esfuerzo mental requiere para los individuos. Ahí sí, la cabeza está
pal piojo. Las neuronas están de adorno y toda tu actividad cerebral funciona sólo para
mantenerte vivo y babear cuando estas dormido.
No, mis amigos, no es una cultura organizacional la que determina esto, es una actitud
personal, completamente personal.
¿Será complejo lo que propongo de hacer una y muchas reflexiones sobre nuestra
actividad laboral?, ni tanto, pidamos prestada una de las herramientas de la innovación:
SCAMPER.
SCAMPER es una herramienta que es el acrónimo de Sustituir, Combinar, Adaptar,
Modificar, Poner en otros usos, Eliminar, Reacomodar. No se necesita ser un genio para
usar esta herramienta.
¿Qué actividad puedo sustituir por otra, más barata, más rápida, más eficiente, más eficaz,
con menos esfuerzo?
Lo mismo para todas.
Existen más herramientas, de diferentes áreas de estudio como innovación, calidad,
mejora continua, administración, etc., que nos pueden ayudar a hacernos las preguntas
correctas, las respuestas, las tenemos nosotros.
Evidentemente para que tú puedas lograr esto, hay muchas cosas que deberás dejar de
hacer, una de ellas, ser jefe-supervisor. ¿Cómo puedes hacerlo?, en otro newsletter te
explicaré cómo lo puedes lograr, obteniendo mejores resultados para ti y para tu equipo
de trabajo.
Si no lo haces, créeme, el único que va a tener más trabajo, más reflujo y gastritis severa,
eres tú. Por su propia boca muere el pez, dice el dicho.
Empresario, emprendedor, ¿quieres ganar más dinero sin invertir?, piensa de esta manera
y lo lograrás.
Y remato de cabeza a gol con la frase de Dante con la que empecé este escrito: Considerad
vuestra simiente: hechos no fuisteis para vivir como brutos, sino para perseguir virtud y
conocimiento.
Don Dante, se la rifó con esta frase.
No somos seres emprendedores o empresarios terminados, estamos en evolución, como
los pokemones.

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