El Cuerpo Astral y Los Universos Paralelos by Natacha Henriquez

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Natacha Henrı́quez Paneyko

El Cuerpo Astral y los Universos Paralelos

@viajesdenacho

@escuelarayounico

www.facebook.com/natachahenriquezpaneykoescritora

www.facebook.com/losviajesdenacho

[email protected]

Primera Edició n: Julio 2011

Segunda Edició n revisada y ampliada: Octubre 2013

Copyright® Natacha Henrı́quez Paneyko ISBN-13:978-1492780540

ISBN-10: 1492780545
Coordinació n editorial: Andrea Vivas Ross Diseñ o Grá ico: Lorena
Henrı́quez Paneyko Diseñ o de Portada: Lorena Henrı́quez Paneyko
Fotografı́a: Marı́a Cristina Travaglio Henrı́quez Diseñ o general:
Kharolys Naranjo Este libro en formato digital solo puede ser
descargado gratuitamente de la pá gina web de Pedagogı́a 3000 y
pá ginas relacionadas con Pedagogı́a 3000, por autorizació n expresa de
la autora de la obra.

La versió n que está s leyendo, parte del libro en soporte PDF existente
en el añ o 2021 de diferentes webs de libros que existen en internet, y
que ThGem7 ha editado digitalmente para convertirlo en formato de
libro electró nico epub, mobi y azw.
AGRADECIMIENTOS

A mi esposo Luis José por enseñ arme el poder del amor; a mis padres
José Antonio y Marı́a Eugenia por siempre con iar en mı́ y animarme a
completar esta nueva obra. A mi hermano Rodrigo y a su esposa
Andreı́na por su apoyo y sus palabras de aliento. A mi hermana Lorena
y a su esposo Roberto por su increı́ble creatividad en todas las
ilustraciones.

A mi hermano Javier por recordarme quien soy yo. A todos mis


familiares y amigos por su paciencia al escucharme en mi bú squeda de
la verdad y por compartir conmigo la alegrı́a de vivir. A mis compañ eros
de meditació n de mi escuela de vida Escuela Rayo Unico, por todo lo
que he aprendido al escucharlos. A Erika Blaschitz por la cuidadosa
revisió n del manuscrito. A todo el equipo editorial de El Nacional, y en
especial a la correctora de estilo Andrea Vivas, a Rosalexia Guerra y
Fernanda Figuera por hacer que esta obra vea la luz.

Por ú ltimo un profundo agradecimiento a mi querido maestro Mikael,


por compartir conmigo parte de su sabidurı́a.

Amadı́simo Padre-Madre-Espı́ritu Universal: Te entrego en servicio mi


palabra y mi pluma, me vacı́o para llenarme de Ti y dejar que me guı́es
y orientes. Te pido la sabidurı́a y el entendimiento para reconocer
cuando me hablas y fuerza para jamá s perder mi Fe. Gracias por tu
in inito Amor.

Natacha
Dedico este libro a:

Mis hijos,

Mariagabriela,

Luis Leonardo

y Ana Karina,

los amaré eternamente.


“¡Qué de viajes, qué de encarnaciones, qué de ciclos planetarios a
atravesar aú n, para que el alma humana ası́ formada se convierta en el
hombre que conocemos!

Segú n las tradiciones esoté ricas de la India y de Egipto, los individuos


que componen la humanidad actual han comenzado su existencia
humana en otros planetas, donde la materia es mucho menos densa que
en el nuestro”.

Pitá goras

Les Grands Initié s (Los Grandes Iniciados), 1889

Edouard Schure

Nota al lector:

Hoy he decidido contarle al mundo mi historia, pero antes debo


advertirte lo siguiente: si ya tienes má s que su iciente con este mundo
tridimensional, te pido que no sigas leyendo, y si crees que lo que ves es
la ú nica realidad, simplemente cierra el libro. En serio, no quiero ser
antipá tico pero si sigues tu vida cambiará irremediablemente y las
ú nicas pocas cosas que te parecen reales dejará n de serlo. Pero si aun
ası́ continú as, te pido abras tu mente porque esto no es un cuento, es
real, es mi vida.
PRIMERA PARTE
Capítulo 1

Mis amigos
Me llamo José Ignacio pero mis amigos me dicen Nacho. Vivo en una
pequeñ a ciudad llamada Aguamiel, mis primos que viven en la capital
del paı́s se re ieren a ella como un “pueblo”, pero para mı́ es una ciudad.

Tengo esa edad en la que todo puede suceder, sin mayores


responsabilidades que estudiar y ayudar en las tareas de la casa.
Estudio el bachillerato en la escuela Fe y Alegrı́a, que queda muy cerca
de casa y puedo llegar a pie.

Antes de explicarles los detalles de mi descubrimiento debo decirles


que desde que tengo uso de razó n me he sentido diferente, no porque
fuese má s inteligente que los demá s, la verdad es que en la escuela he
sido siempre un estudiante promedio. Simplemente sentı́a que veı́a las
cosas de un modo diferente, y que eso me hacı́a alguien especial.

Cada vez que en la clase de religió n hablaban del cielo y del in ierno,
comenzaba a moverme incó modo en el pupitre porque esa idea de que
en una ú nica vida se decidiera nuestro eterno destino entre á ngeles o
demonios, me sonaba espantosa. A mı́ siempre me ha atraı́do la religió n
budista, esa que practican en el Tı́bet o en la India, y que pudié semos
tener varias vidas, no solo porque parecı́a de lo má s divertido haber
sido general romano, samurai japoné s, sacerdote egipcio, princesa
medieval, caballero templario o navegante vikingo, entre otras muchas
posibilidades, sino porque creo injusto que Dios nos hubiese creado
para vivir una sola vida, a unos como prı́ncipes y a otros como
mendigos, a unos con cuerpos atlé ticos y a otros paraplé jicos, a unos
bellos y a otros no tanto, y ası́, todas las enormes diferencias que los
seres humanos presentan al nacer por tener diferentes razas, o por
nacer en paı́ses ricos o pobres, o simplemente por el gé nero con el que
nacen y ni qué decir lo que las distintas religiones pueden in luenciar
en la vida de un ser humano. Si eres hijo de un mendigo o de una
persona famosa probablemente tu vida será radicalmente distinta.

Por eso, cada vez que podı́a, hacı́a preguntas que molestaban a la Madre
Teresa, nuestra profesora de religió n, por ejemplo, preguntaba si Jesú s
habı́a dicho que solo habı́a cielo e in ierno, o si má s bien la iglesia habı́a
inventado ese cuento para que los niñ os nos portá semos bien, o si Dios
habı́a creado todas las cosas por qué creó al diablo y al mal, y una que la
alteraba al má ximo: “¿Será que Dios quiere má s a unos seres humanos
que a otros?” Muchas veces la Madre Teresa me miraba entre
sorprendida e indignada y simplemente me ignoraba. Estoy seguro de
que ella, en el fondo, tambié n dudaba y por eso se molestaba tanto
conmigo.

Entonces, hace unos meses, la vida me dio un increı́ble regalo. Al


comienzo, decidı́ que era demasiado extrañ o para compartirlo, pero
poco a poco comprendı́ que eso era justamente lo que debı́a hacer,
hablar de lo que habı́a vivido y aprendido. Ası́ decidı́ que era hora de
explicarles a mis mejores amigos el gran cambio que habı́a ocurrido en
mi vida.

Aquel dı́a no podı́a pensar sino en llegar rá pido al colegio. Finalmente
lo contarı́a todo, habı́a tomado una decisió n muy importante y debı́a
ver a mis amigos lo antes posible. Mamá me preguntó si me pasaba
algo, si habı́a dormido bien. ¿Có mo podı́a contestar esa pregunta?, la
miré y le respondı́ que volvı́ a dormir con

los ojos abiertos, ella – por supuesto– no entendió nada, la verdad es


que yo tampoco entendı́a nada al principio.

En clase de historia, me costaba mucho trabajo prestar atenció n a lo


que la profesora decı́a acerca de los primeros humanos que poblaron la
Tierra. Los temas de la prehistoria siempre me habı́an llamado la
atenció n porque es increı́ble imaginar có mo pasamos de monos a
humanos y porqué unos siguieron siendo monos y otros no, ¿quié n
decidió esto?, ¿dó nde está el eslabó n perdido del que algunos hablan?
Pero ese dı́a decidı́ no preguntar, no querı́a retrasar a la maestra,
realmente deseaba que llegase pronto el recreo para hablarles a mis
amigos.

Muy emocionado decidı́ arrancar una pá gina del cuaderno y escribı́ una
nota a Rodrigo y a Ana Emilia para que me esperaran a la hora del
recreo al lado del á rbol de taparas. Ellos han sido mis mejores amigos
desde pequeñ os, Rodrigo ademá s vive cerca de mi casa y somos como
hermanos. Siempre nos hemos apoyado en todo, estaba seguro de que
podrı́a contar con ellos, o al menos era lo que esperaba.

Habı́a re lexionado mucho y durante un tiempo pensé que todo se


acabarı́a, que no harı́a falta preocuparlos, pero no fue ası́. Luego
comenzaron mis viajes, y en el ú ltimo de ellos comprendı́ que ya era
hora de contarles, porque lo que habı́a descubierto era un tesoro
inmenso. Sabı́a que debı́a con iar en ellos, siempre nos contá bamos
todo y, aunque intuı́a que mi historia les parecerı́a muy extrañ a, estaba
casi seguro de que no pensarı́an que estaba loco.

Cuando por in sonó el timbre del recreo caminé con decisió n hacia
nuestro lugar de reunió n. Avisté a mis amigos con caras de
preocupació n viniendo hacia mı́ y cuando nos encontramos me
preguntaron si me habı́a ocurrido algo malo. Ya en varias ocasiones,
cuando me veı́an solo y pensativo en la hora del recreo, me habı́an
preguntado si me ocurrı́a algo, pero yo aú n no estaba preparado para
hablarles, ası́ que les contestaba que todo estaba bien.

Pero ası́ y todo, listo como estaba, primero necesitaba estar seguro de
que no se lo dirı́an a nadie, ası́ que hice que me prometieran silencio
absoluto. Luego de tantos formalismos tenı́an la misma cara de
asustados que yo. Nos sentamos en un banco amarillo cerca de la
cancha de bá squetbol, yo en medio de ambos.
Capítulo 2

Sueños que no son sueños


Empecé a contarles inmediatamente lo que me habı́a ocurrido, tratando
de recordar todos los detalles posibles: hace unos meses, comencé a
tener unos sueñ os muy extrañ os. Sentı́a que alguien me hablaba pero
no lograba saber quié n era, veı́a una luz y luego despertaba angustiado
de no haber podido responder.

Siempre escuchaba la misma frase: “Ya es tiempo de que despiertes,


te estoy esperando.” Pero como les dije, al abrir los ojos no habı́a
nadie, ni ubicaba de dó nde venı́a la voz.

Luego de varias noches teniendo este extrañ o sueñ o, me acosté a


dormir muy cansado, habı́amos tenido partido de fú tbol y estaba
agotado. Al cerrar los ojos comencé a experimentar algo muy extrañ o:
Al principio sentı́a como si me estuviesen friendo un huevo en el
cerebro, era como una electricidad que venı́a de la parte de atrá s de la
cabeza, creo que hoy pre iero llamarla vibració n. Trataba de moverme y
no podı́a, mis brazos estaban paralizados y mis piernas tambié n,
simplemente mi cuerpo no me respondı́a. Lo ú nico que parecı́a
funcionar bien era mi cerebro ya que podı́a pensar con claridad.
Cré anme si les digo que nunca habı́a estado tan asustado en toda mi
vida. Pensaba muchas cosas al mismo tiempo, creı́a que aparecerı́a la
persona que me hablaba en mis sueñ os, o que estaba en estado de
shock. Luego de un rato me sentı́ atrapado en mi propio cuerpo y
comencé a llamar a mi mamá gritando.

Varias veces la llamé y, para mi gran asombro, no vino, aunque era


imposible que no me hubiese escuchado ya que lo hacı́a a todo pulmó n.
Me sentı́a como en un limbo, atrapado entre dos mundos.

Decidı́ entonces que debı́a tranquilizarme porque caı́ en cuenta de que


no estaba realmente despierto, y nadie escucharı́a mis gritos. Sé que
van a decirme: “Claro Nacho, estabas dormido y tenı́as una horrible
pesadilla”.

Pues debo comunicarles que aunque me crean un loco estoy seguro de


que no estaba dormido; estaba totalmente consciente de lo que me
estaba pasando y ademá s desesperado por salir de ese extrañ o estado
entre dormido y despierto. Luego de un rato, decidı́ dejarme llevar, me
relajé y entonces desperté , dejé de estar paralizado o como ustedes lo
quieran llamar.

Sentı́ un gran frı́o en todo el cuerpo, tiritaba de pies a cabeza, me arropé


con todas mis cobijas y comencé a pensar en lo que me habı́a ocurrido.
Unos dı́as antes habı́a visto en la televisió n una pelı́cula de có mo unos
extraterrestres habı́an secuestrado a unas personas en un pueblo y
ellas decı́an no recordar casi nada, solamente haber visto luces muy
brillantes. Lo primero que pensé fue que unos extraterrestres estaban
tratando de hacer contacto conmigo mediante el uso de unas ondas
elé ctricas. Yo no los podı́a ver ni oı́r pero en algú n momento
aparecerı́an. Tambié n pensé que tenı́a una extrañ a enfermedad y que
mi sistema nervioso estaba siendo afectado. O como mi mamá siempre
dice cuando tengo pesadillas, muy bien podı́an haberme afectado los
juegos de video, ası́ me dije que mejor los dejaba de lado unos dı́as.
Finalmente, me quedé dormido despué s de pensar mucho en ovnis y en
los distintos tipos de seres extraterrestres que recordaba de las
pelı́culas que habı́a visto.

A la mañ ana siguiente, desperté sintiendo que no habı́a dormido


mucho. Cuando vi a mi mamá le pregunté si habı́a oı́do algo durante la
noche y me respondió que habı́a dormido muy bien, salvo por una pelea
de gatos.

Volvı́ a insistir y me respondió que si hubiese habido cualquier ruido


ella lo habrı́a sentido porque, desde que nacimos mi hermana y yo,
tenı́a el sueñ o ligero. Decidı́ no contarle que estuve toda la noche muy
asustado llamá ndola a gritos y que no me escuchó , la hubiese
angustiado mucho. Yo estaba muy seguro de que me dirı́a que fue una
pesadilla y no sabrı́a có mo explicarle que cuando uno duerme cierra los
ojos y yo gritaba con los ojos bien abiertos, ademá s veı́a claramente
todos los detalles de mi cuarto y observaba atento la puerta a ver si ella
llegaba.

A la noche siguiente todo comenzó muy rá pidamente. Me acosté muy


cansado por no haber dormido bien la noche anterior y al cerrar los
ojos comencé a sentir la electricidad o vibració n. Esta vez ya sabı́a que
no importaba cuá n fuerte gritara, nadie escucharı́a. Traté de relajarme,
abrı́ los ojos sintiendo la vibració n detrá s de mi cabeza y, poco a poco,
observé mi cuarto. Todo estaba allı́, mi escritorio, la silla, la ventana, la
ropa tirada en el sofá , mi pelota de fú tbol, mis libros.

Haciendo un gran esfuerzo de voluntad, y todavı́a pensando en los


extraterrestres esperá ndome afuera, decidı́ sentarme en la cama.

Este fue un momento realmente increı́ble. Al principio me sentı́ muy


liviano, y al mirar por la ventana me percaté de que, aunque era de
noche, entraba mucha luz por entre las persianas. Todo estaba
extrañ amente tranquilo, no puedo decir que estaba todo silencioso
pero los ruidos eran diferentes, estaban como amortiguados por una
gran paz.

Hice nuevamente un esfuerzo de voluntad, venciendo el temor que


sentı́a me puse de pie, en ese momento sentı́ como si me despegaba de
algo. Les pido que no se rı́an de mı́, digo “me despegué ” porque cuando
volteé a ver la cama allı́ estaba, profundamente dormido.

Ası́ que me separé de mi propio cuerpo. Yo ya no estaba allı́ en la cama


dormido, por lo menos en consciencia no estaba en ese cuerpo, pero
esperaba que pudiese regresar a é l. En ese momento me asusté mucho
y la angustia de sentir que abandonaba mi cuerpo hizo que me
despertara de golpe.

Como ya les conté , no estaba realmente dormido pero no sé có mo


explicar que en un instante, volvı́ a mi cuerpo y ya no é ramos dos como
antes, sino uno. Me quedé acostado pensando en lo que me habı́a
ocurrido.

Me arropé porque nuevamente sentı́ un gran frı́o, como si al volver a mi


cuerpo este estuviese sin energı́a y en un estado casi muerto. Sentı́a mi
cuerpo extrañ o como si lo hubiese abandonado y nuevamente lo
encontrara. En ese momento no podı́a dejar de pensar en la imagen de
mi cuerpo acostado en la cama profundamente dormido.

¿En qué mundo extrañ o habı́a entrado? ¿Estaba vivo o muerto? ¿Qué
pasarı́a si un dı́a no puedo volver a mi cuerpo? Casi me vuelvo loco esa
noche con tantas preguntas sin respuesta rondando en mi cabeza. Pero
el pensamiento má s interesante era si volverı́a a sucederme lo mismo.

Transcurrieron varias noches en las que no pasó nada, al despertarme


no recordaba ni siquiera el haber soñ ado con algo. Me alegré de que
todo hubiese terminado. Los extraterrestres no me adoptaron, y no
parecı́a estar enfermo, pero habı́a algo dentro de mı́ que hacı́a me
sintiese como si la vida fuese mucho má s de lo que estaba viendo,
mucho má s amplia y compleja.

Siempre he sentido curiosidad por entender el sentido de la vida, en


especial de mi vida. Creo que de tanto rezarle a Dios pidié ndole luz para
aclarar las miles de preguntas que tengo, El se hubiese decidido a
darme un regalo que debı́a recibir con los brazos y la mente
completamente abiertos.

Luego de varios dı́as pensando en lo que me habı́a ocurrido, una noche,


decidı́ dejar mis miedos de lado y me concentré en mi nuca, necesitaba
sentir nuevamente la extrañ a vibració n en la parte de atrá s de mi
cabeza.

Realmente estaba extrañ ando esa sensació n de conectarme – de alguna


forma– con el universo.

Comenzó con un cosquilleo seguido de una intensa vibració n.


Nuevamente me relajé y respirando profundamente dejé que una
agradable sensació n de paz se apoderara de mı́. Luego de un momento,
cuando la vibració n era má s intensa y sentı́a que estaba en un limbo,
decidı́ sentarme en la cama.

Me observé en la cama dormido, pero esta vez no me asusté , algo por


dentro me decı́a que todo iba a estar bien, que no me preocupara. Me
paré y comencé a caminar por el cuarto. Digo “caminar” lo que no es del
todo cierto porque lo que realmente hacı́a era moverme sin sentir el
piso en mis pies, con la sensació n de lotar.

Se observaba una luminosidad en el cuarto aunque la luz estaba


apagada y era de noche. Poco a poco pasé la mirada por las cosas que se
encontraban encima de mi escritorio. Todas eran parecidas, o al menos
todas estaban en el lugar en el cual las habı́a dejado antes de acostarme
a dormir, aunque, mirando con atenció n, me di cuenta de que las cosas
no eran exactamente iguales.

En ese momento creo que hubiese preferido ver a unos hombrecitos


con cabezas grandes hablando conmigo, al menos esto hubiese sido una
explicació n extrañ a pero real a lo que me estaba pasando. Con las
siguientes experiencias tuve que descartar la hipó tesis de los
extraterrestres, de initivamente nadie verde me estaba esperando al pie
de la cama.

Trataré de explicarles lo mejor que pueda: imaginen un lugar en el que


las cosas no son duras, quizá esa no sea la palabra adecuada, pero no se
me ocurre otra, tampoco es que sean blandas, simplemente no tienen
ese aspecto denso que uno siente cuando toca las cosas en este mundo
aunque las texturas de los objetos se sienten má s intensamente. Es
como si las cosas tuviesen una profundidad diferente y uno pudiese ver
a travé s de ellas.

Comencé a observar mis manos, estas se veı́an iguales pero con má s
aire tal como los espı́ritus y fantasmas de las pelı́culas. Todo mi cuerpo
era liviano y eté reo, no obstante, al mirarme al espejo tenı́a el mismo
pelo ondulado, tambié n la misma pijama aunque habı́a una luz a mi
alrededor. En ese momento, Ana Emilia puso una cara de asombro que
casi me hizo arrepentirme de contarles todo, sin embargo enseguida
me pidió que continuara, que creı́a cada palabra que le decı́a.

Me acerqué poco a poco a mi escritorio y agarré un libro, se sentı́a


como si estuviese vivo, no tuve que abrirlo para verlo por dentro, en
serio, podı́a verlo y pasar las pá ginas con mi mente. Lo dejé en el
escritorio y miré hacia la ventana. Como la primera noche, la luz
entraba por las persianas aunque sabı́a que el sol no debı́a estar
brillando afuera. Entonces decidı́ salir del cuarto pero tuve un
presentimiento de que lo debı́a hacer como lo harı́a un fantasma. No, no
se rı́an, solo escuchen: no utilicé la puerta, tampoco abrı́ la ventana,
estiré una mano y esta atravesó la pared, metı́ la otra y luego todo el
cuerpo, traspasé la pared y de repente me encontré en el jardı́n de la
casa. La sensació n fue extrañ ı́sima, como si las molé culas de mi cuerpo
y las de la pared estuviesen vaporosas y simplemente me hubiese
fundido con la pared hasta atravesarla.

En ese momento sonó el timbre que marcaba el inal del recreo,


Rodrigo no habı́a emitido sonido alguno y Ana Emilia estaba
estupefacta pero con cara de felicidad.

Me dijo: “es lo má s espectacular que he escuchado en mi vida, quiero


que sepas que dentro de mı́ siempre supe que habı́a algo má s en este
mundo”. Y ası́ sin má s, decidimos vernos en la tarde en la casa de
Eugenia la tı́a de Ana Emilia que invariablemente nos regalaba para
merendar dulce de coco y jugo de papeló n con limó n.

Luego de contarles a mis amigos parte de lo que me estaba ocurriendo


me sentı́ má s tranquilo, al menos no se rieron de mı́. No sé si en ese
momento me creyeron realmente o si me consideraban un completo
loco; al menos se lo habı́a contado a alguien y quizá ellos me ayudasen a
comprender mejor este nuevo mundo que se habı́a abierto para mı́.
Capítulo 3

El maestro
Esa tarde fui a la casa de tı́a Eugenia a continuar con mi historia. Mis
amigos me esperaban, tan ansiosos de escucharme como yo de
contarles mi aventura. Ana Emilia me dijo que no habı́a podido dejar de
pensar en mı́ y que sentı́a una gran emoció n al escucharme porque ella
tambié n cree que la vida que vemos dı́a a dı́a es solo una pequeñ a parte
de un gran universo esperando a ser explorado. Rodrigo, con cara
perpleja, me dijo que todavı́a no entendı́a mucho de todo el cuento,
pero le parecı́a tan increı́ble que esperaba con ansias la secuencia de mi
relato.

Sin má s preá mbulos, seguı́ mi narració n desde que entré en el jardı́n de
la casa como fantasma atravesando fá cilmente la pared de mi cuarto:
todo se veı́a espectacularmente brillante, los colores eran má s vivos,
má s intensos. Me gustarı́a recalcar que reinaba una gran calma, casi
podı́a respirar paz. En el fondo del jardı́n onde hay un gran á rbol de
aguacates, escuché un extrañ o ruido como de algú n pá jaro, miré hacia
las ramas y vi un animal que aunque parecı́a un pá jaro, era enorme y
sus plumas de muchos colores se abrı́an en abanico, parecı́a un pavo
real pero con patas muy grandes, como las de un á guila.
De initivamente era un animal diferente, que pertenecı́a a ese mundo
extrañ o. En ese momento sentı́ mucho asombro, estaba entrando y
comenzaba a conocer un nuevo y maravilloso mundo.

Seguı́ caminando por el jardı́n y allı́ estaban jugando mis perritas Luna
y Aly. Se encontraban encima del muro del lindero, movı́an las orejas
volando como pá jaros, pero sin despegarse mucho de la parte alta del
muro. Tambié n observé que, igual que me ocurrı́a a mı́, las perras
estaban jugando pero lotaban. Ahora esto sı́ que les va a sonar có mico:
mis perras me hablaron. Me saludaron y pidieron que las acariciara.
Bueno, no es que modularan las palabras sino que yo podı́a escuchar
sus pensamientos dentro de mi cabeza, casi por telepatı́a. Me acerqué y
las acaricié , pude sentir que la textura de su piel era diferente, má s
suave y acolchada. Me quedé allı́ un rato disfrutando de una creciente
sensació n de libertad y paz, y comprendiendo que mis perritas eran
mucho má s inteligentes de lo que nunca me hubiese imaginado.

Todo lo que percibı́an mis sentidos se encontraba agudizado, veı́a a mi


alrededor muy claramente, sentı́a en mi piel la caricia de una brisa
suave y escuchaba muchos hermosos sonidos a la vez. Ese mundo
resplandecı́a, se veı́a como si le quitaran a uno un velo oscuro de
opacidad que impide el brillo del mundo ante los ojos.

Decidı́ continuar avanzando hacia la montañ a que está detrá s de mi


casa y noté un resplandor alrededor de unas rocas enormes como de un
metro y medio de alto colocadas en forma de cı́rculo. Yo no recordaba
haberlas visto antes. Me acerqué lentamente, al lado del cı́rculo de
rocas vi una puerta dorada. Tenı́a relieves de dibujos extrañ os y, cuando
me aproximé hasta casi tocarla, me di cuenta que los dibujos se movı́an.
Habı́a lores de bellı́simos colores que se abrı́an y cerraban. Muchı́simas
formas geomé tricas giraban armó nicamente, unas hacia un lado y otras
hacia el lado contrario mientras emitı́an sonidos musicales.

Estaba iluminada alrededor por una luz blanca que salı́a de la propia
puerta. Aunque nunca la habı́a visto en toda mi vida, la reconocı́, como
si en algú n lugar de mi mente se ocultara un recuerdo relacionado con
aquella puerta.

Me esperaba una nueva sorpresa: desde el fondo de una de las piedras,


salió caminando pausadamente un hombre pequeñ o, como los que
salen en las pelı́culas de monjes tibetanos que practican el budismo,
estaba vestido con una capa azul intenso y tenı́a la cabeza rapada. Se
me acercó , me tocó la frente con el ı́ndice de la mano derecha y en ese
momento sentı́ un gran calor en el entrecejo. Se quedó mirá ndome con
una sonrisa serena y luego me dijo: “Te estaba esperando”. Me
vinieron a la cabeza muchos pensamientos extrañ os y tuve sensaciones
inquietantes. De pronto sentı́ un remolino y me encontré nuevamente
en mi cama, tiritando de frı́o y con otras mil preguntas sin respuestas.
Hice una pausa en mi relato para ir a comer algo de merienda, yo estaba
hambriento porque al llegar a mi casa no habı́a almorzado gran cosa.
Nos dirigimos a la maravillosa cocina de tı́a Eugenia. Como todas las
tardes, en la mesa nos habı́an dejado unos dulcitos de coco divinos y
una jarra de jugo de papeló n con limó n.

Realmente, pensé , esto le despeja la mente a cualquiera.

Nos sentamos en el patio de la casa en unos chinchorros atados a dos


matas de mango y Ana Emilia me comentó con voz entrecortada:
“Increı́ble pero te creo, cada vez que hablas mi cuerpo completo se
estremece como si estuviese escuchando algo trascendental para mi
vida, siempre quise que hubiese algo má s y con tu historia lo estoy
comprobando”. En cambio Rodrigo no sabı́a qué decir, se hallaba muy
sorprendido y parecı́a con algo de miedo a expresar lo que le cruzaba la
mente. Me dijo: “Llevo meses presintiendo que algo te estaba pasando,
aunque te veı́as má s sereno, como si ningú n problema te afectara, te
sentı́a preocupado”.

Es cierto, les dije, luego de todo este tiempo he re lexionado mucho


acerca de la vida y de lo que debı́a hacer con todo el conocimiento que
estaba recibiendo.

Comencé a sentirme abrumado al ver có mo viven los demá s, sin


siquiera imaginarse los mundos existentes a su alrededor, pero me
estoy adelantando y necesito que me sigan escuchando con paciencia.

Ası́ entonces, con el leve balanceo de los chinchorros, continué


contá ndoles: “Estuve varias noches tratando de sentir nuevamente la
vibració n, sentı́a mucha ansiedad por hablar con el hombre que estaba
en las rocas pero no lograba volver a sentir absolutamente nada. Me
concentré muchas veces sin que ocurriese nada, y hasta llegué a pensar
que me lo habı́a imaginado todo. Entonces decidı́ cambiar de tá ctica, en
vez de concentrarme tanto me relajarı́a lo má s posible. Estuve mucho
tiempo respirando profundamente, y con cada respiració n me sentı́a
má s tranquilo. De pronto, comencé a percibir la esperada sensació n de
vibració n en la nuca, cada vez má s intensa hasta sentir como entraba en
un limbo. En ese momento sabı́a que ya podı́a despegarme, o salir de mi
cuerpo fı́sico. Igual que en las ocasiones anteriores, me incorporé y
poco a poco caminé por el cuarto acostumbrá ndome a ese nuevo
mundo. Una vez má s me detuve para observar mi cuarto y decidı́ salir
por la puerta hacia el pasillo. Me acerqué al cuarto de mi hermana y
entré , Vicky se encontraba profundamente dormida. Caminé hacia la
terraza, allı́ está n unos sofá s y en frente está el jardı́n. Me paré y quedé
asombrado de ver que en la grama habı́a unos seres pequeñ os de medio
metro má s o menos, muy parecidos a los dibujos de gnomos de los
cuentos infantiles. Caminé hacia el jardı́n y los gnomos comenzaron a
rodear mis piernas. No experimenté miedo alguno, lo que sı́ sentı́ fue
una energı́a que me recorrı́a las piernas. Me hablaron telepá ticamente
dicié ndome que me quedase tranquilo, tambié n yo les toqué las cabezas
uno a uno y les envié mi energı́a. Fue un intercambio de distintas
energı́as.

Poco a poco se fueron apartando de mı́ y siguieron caminando por el


jardı́n como si yo no existiera.

Decidı́ entonces continuar subiendo hacia las piedras a ver si


encontraba nuevamente al hombre.

Busqué con la vista pero no vi a nadie, entonces una voz adentro de mi


cabeza me dijo: “Deja de buscar con tus ojos y hazlo con tu corazón.”
En ese momento sentı́ un gran calor y desde el medio de mi pecho una
luz roja se proyectaba hacia adelante. Entonces lo vi, allı́ estaba
nuevamente el hombre de la capa azul intenso, se encontraba sentado
en una de las piedras. Esta vez no tuve inquietud alguna, algo me decı́a
que debı́a escucharle, nuevamente la voz me dijo que lo hiciera con el
corazó n, no con los oı́dos, y ası́ lo hice”.
Capítulo 4

La cuarta dimensión
El hombre, con una voz muy serena, comenzó a hablar: “Bienvenido
seas a este mundo, y aunque solo es uno de muchos mundos en los
que habita tu Ser sin que seas consciente de ello, para los seres
humanos este es muy importante. No temas, tú no estás muerto,
más bien podríamos decir que estás más vivo que los demás,
muchos viven encerrados en las cuatro paredes del mundo de tres
dimensiones del que vienes.”

Tenı́a miles de preguntas en mi cabeza, y seguı́a sin articular palabra,


aun ası́ el hombre continuó : “Poco a poco irás tomando consciencia
de muchas cosas, y lo digo así, porque estos conocimientos ya los
tienes pero debes redescubrirlos tomando consciencia de ellos. De
ahora en adelante puedes llamarme simplemente maestro.”

En ese momento le pedı́ que me hablara un poco má s de ese mundo en


el que nos encontrá bamos, y me contó que yo habı́a entrado en lo que
algunos llamaban mundo astral o cuarta dimensió n. Luego nos
sentamos en la grama, el maestro se colocó con las piernas cruzadas y
me pidió que hiciera lo mismo frente a é l. Me miró a los ojos y me
ofreció la siguiente explicació n:

“Así como todos los seres humanos tenemos un cuerpo ísico del
cual estamos conscientes, el Ser Humano es mucho más complejo y
tiene otros cuerpos diferentes del ísico. Estos cuerpos tienen una
vibración más rápida a la del cuerpo ísico y por esta razón no
pueden verse en la tercera dimensión – o mundo ísico – a menos
que abramos el tercer ojo que es un centro de energía que está
ubicado en el entrecejo.

Uno de estos otros cuerpos se llama Cuerpo Astral y existe en la


cuarta dimensión. Esta es diferente de la tercera dimensión o
mundo ísico, pero aun siendo un lugar menos denso que el ísico
es tan real como este. Todas las personas del mundo tienen un
cuerpo astral. Algunas veces cuando duermen, se despegan del
ísico y, entre otras cosas, absorben energía del cosmos. Este
cuerpo astral no tiene las mismas limitaciones de tiempo y espacio
que el cuerpo ísico, con él se puede ir y volver en un instante al
planeta Marte y sentir que se estuvo mucho tiempo allí.

La apariencia del cuerpo astral es parecida a la del cuerpo ísico


pero no igual. Por ejemplo, cuando las personas mueren y se
encuentran un tiempo en el mundo astral, tienen la apariencia que
desean tener y no la que tenían en su cuerpo ísico cuando
murieron. Una mujer que muere anciana, es muy probable que
desee verse como cuando estaba más joven y así será su
apariencia en el mundo astral. Igualmente, la apariencia astral
puede verse in luenciada por enfermedades o estados de ánimo. Si
una persona tiene una fuerte gripe y se encuentra congestionada,
es posible observar que su cara en el mundo astral tiene manchas
negras o grises. Al eliminar en el cuerpo astral estas manchas de
energía, inmediatamente el cuerpo ísico re leja una mejoría.

Todas las emociones humanas nacen en el cuerpo astral y desde


allí son re lejadas en el cuerpo ísico, que puede tener sensaciones
pero no emociones. Por ello a este cuerpo se le denomina también
cuerpo emocional.

El cuerpo astral también puede estar viajando mientras los seres


humanos están despiertos. Sucede que nuestra consciencia está en
nuestro cuerpo ísico y también en el cuerpo astral. En efecto, la
consciencia de un Ser se encuentra en todas las manifestaciones
de ese Ser, es decir, ese Ser evoluciona en consciencia
paralelamente en todos los cuerpos o manifestaciones que tenga.

No debemos confundir al Ser con la personalidad del cuerpo ísico.


La personalidad del cuerpo ísico no es la consciencia del Ser. Por
lo tanto, aunque aún no lo comprendas, tu Ser tiene consciencia de
todas sus manifestaciones o cuerpos en los cuales evoluciona pero
tu mente ísica sólo tiene consciencia de un solo cuerpo y una sola
existencia. Ahora que entras en el mundo astral y tienes
conocimiento de este mundo y este cuerpo que pertenece también
a tu Ser, comienzas a comprender lo limitada que has tenido tu
consciencia ísica.

Algunas personas recuerdan los viajes de su cuerpo astral, quizá


sienten que estuvieron volando en sus sueñ os, o que algo extrañ o pasó ,
pero la mayorı́a solamente recuerda haber soñ ado.

Muchas experiencias astrales son confundidas con sueños.

Lo más característico de este mundo es que se rige por las


emociones y deseos de los seres humanos. Esto a veces es
peligroso, ya que una emoción o deseo se traduce en una creación
inmediata. Cada pensamiento se vuelve realidad, no solo en el
mundo astral sino eventualmente en el mundo ísico.

Sin embargo, no todo lo que ocurre en el mundo astral termina


ocurriendo en el mundo ísico, hay cosas que se transmutan en
este mundo astral y no llegan a materializarse en el mundo ísico.
Algunas personas tienen sueños en los que ven cosas que luego
ocurren, pero también sueñan muchas cosas que nunca ocurren.
En algunos casos, esos sueños son recuerdos de sucesos ocurridos
en el mundo astral, esos sucesos son posibilidades, unas veces se
materializan y otras no. Saber si un suceso en el mundo astral va o
no a materializarse dependerá de muchísimos factores.

Al comenzar una nueva existencia en el mundo ísico, el ser


humano trae consigo deudas por pagar o karma y también regalos
por recibir o dharma de sus vidas anteriores. También en el
transcurso de una vida, se va generando más karma o dharma,
dependiendo de cómo el ser humano decida vivir su vida. Por eso
es tan importante comprender que somos nosotros, y nadie más,
los creadores de nuestra realidad. El karma y el dharma juegan un
papel fundamental en la materialización de un suceso que ocurre
en el mundo astral.

Pero como la vida es un continuo aprendizaje, y estamos siempre


en evolución, dependiendo de cómo vives actualmente el karma y
el dharma pueden atenuarse o modi icarse. Cada pensamiento,
emoción o actuación del Ser humano genera una consecuencia
para su futuro.

La ley del karma no está determinada por el nivel espiritual que


haya logrado alcanzar un Ser, si tiene deudas por pagar deberá
reencarnar nuevamente y saldarlas.

Este proceso de materialización ocurre a nivel personal, a una


comunidad o país entero y a todo el planeta. Así, si una persona
vive conscientemente en pensamientos y acciones positivos, en
amor para su vida y para los que lo rodean, eso crea – primero en
energía y luego en el mundo astral– una realidad que, inalmente,
puede materializarse en la tercera dimensión o mundo ísico.

A gran escala funciona igual, si la mayoría de las personas en un


país están pensando continuamente en la paz, la prosperidad y el
respeto a los demás, es seguro que ese país será grandioso. Pero
así como ocurre a nivel personal, también los grupos o países
llevan en sus historias karma por resolver o dharma por recibir. Es
común observar como grupos de individuos que vivieron en
civilizaciones antiguas, reencarnan juntos en una nueva
civilización enfrentando problemas parecidos para continuar con
su evolución.

Algunas veces ocurren cosas que percibimos como contrarias a


nuestros intereses pero quizá, luego de un tiempo, comprendemos
que eso justamente nos hizo mejores seres humanos.

También rezarle a Dios, con fe, desde el corazón – en cualquier


religión– para que ocurra o para que no ocurra algo que hemos
soñado, es determinante. Al rezar o meditar, nuestra mente se
conecta con lo más superior de nuestro Ser y desde allí podemos
modi icar nuestras vidas.

Porque, al inal, Dios tiene la última palabra y su misericordia es


in inita.

Podríamos decir que el mundo ísico es un re lejo de la cuarta


dimensión o mundo astral. De esta manera, el mundo astral puede
in luenciar en el mundo ísico, tanto para bien como para mal.

Todo lo que existe en el mundo ísico tiene su contrapartida en el


mundo astral, pero no todo lo que existe en el mundo astral se
materializa en el mundo ísico.”

Para complicar aú n má s las cosas, me dijo: “El mundo astral tiene
regiones que dependen del nivel de consciencia espiritual de los
seres que las habitan. Dependiendo del nivel de consciencia que
tenga tu Ser vives en ciudades astrales luminosas, llenas de paz,
amor y belleza o lugares iguales a lo que las religiones del planeta
Tierra describen como in ierno. En este momento nos
encontramos en el astral medio que es muy hermoso y luminoso,
remarcó.” Esto me tranquilizó mucho. La luz y la oscuridad, el mundo
de los opuestos seguı́a existiendo en el mundo astral.

Me explicó que algunas personas tienen plena consciencia de este


cuerpo y son capaces de utilizarlo de forma voluntaria y que existen
varias té cnicas milenarias de relajació n y meditació n, con las cuales se
entrena al cuerpo para desdoblarse o tomar consciencia del cuerpo
astral.

Mientras hablaba el maestro, sentı́a una inmensa emoció n en todo mi


cuerpo, como si hubiese encontrado un tesoro. Entonces el maestro
hizo una pausa, estiró los brazos y me dijo: “Tengo tres regalos para
tu consciencia, recordarás tres secretos que deberás contarlos a la
humanidad. Uno acerca de una civilización muy antigua, otro de
los comienzos de los seres humanos en la Tierra y otro acerca del
futuro del planeta Tierra. Pero ahora voy a mostrarte algo, toma
mi mano, vamos a dar un paseo”.

Sin pensarlo dos veces, sujeté su mano y comenzamos a elevarnos,


sentı́a una corriente de energı́a que me arrastraba hacia abajo pero
como estaba agarrado de la mano del maestro, lo seguı́. Pasamos por
encima de mi casa y de la hilera de casas de la calle hasta que nos
elevamos tanto que veı́amos casi toda la ciudad. Los edi icios que
divisaba abajo tenı́an una luminosidad extrañ a y todo estaba má s
limpio y ordenado. Poco a poco nos alejamos de la ciudad, nos
dirigı́amos hacia el cielo, pasamos la atmó sfera de la Tierra a gran
velocidad y llegamos al irmamento.

Nos quedamos lotando, observando las estrellas y los planetas. El


planeta Tierra se veı́a a lo lejos, igual a como se observa en las fotos que
toman los saté lites. Me impresionó de la Tierra el hermoso contraste de
azules, verdes y marrones, cubierta en muchos lugares por nubosidad
blanca. Su atmó sfera resplandecı́a en medio del universo. Me hizo
sentir muy especial saber que yo habitaba ese lugar tan hermoso.

Mientras nos encontrá bamos lotando en el irmamento, viendo có mo


pasaban fragmentos de piedras como meteoritos a nuestro lado, el
maestro me dijo lo siguiente: “La Tierra es el planeta más hermoso y
perfecto de este sistema solar, ha recorrido un largo y arduo
camino. La raza humana no habita únicamente este planeta,
existen seres humanos viviendo actualmente varios planetas de
esta galaxia en diferentes dimensiones. Los seres que deciden
nacer en el planeta Tierra saben que evolucionarán en aspectos
muy di íciles, gracias –justamente– a la oscuridad reinante en ella.
Se necesita del constante trabajo de muchos seres de luz, para que
se ilumine la consciencia de los seres humanos.

Algunos deciden precisamente reencarnar en este planeta, donde


aunque puedan tener vidas llenas de desa íos, pueden
experimentar a Dios de una hermosa y óptima manera.
En algunos planetas de esta y otras galaxias ha habido cambios
espirituales que se re lejan en su nivel de vida. Ya no existen ni
guerras ni pobreza ni enfermedades como las hay en el planeta
Tierra. Su nivel de consciencia espiritual es mayor porque han
vivido crisis profundas y decidieron elegir el camino del amor en
vez del miedo. El nivel de consciencia de una sociedad se re leja en
su percepción de la dualidad, mientras más centrados estén en
Dios, menos separados se sienten en relación a ellos mismos y al
universo. Si comprenden que son uno con Dios, evolucionan hacia
la felicidad suprema. La Tierra también ha vivido muchos ciclos y
ha tenido etapas de muy alto nivel espiritual. Finalmente está
entrando en una hermosa era dorada, re lejo de un profundo
cambio en la consciencia colectiva a nivel planetario.

Adicionalmente, la Tierra es un planeta muy especial, allí ocurrió


el séptimo nacimiento voluntario del Hijo de Dios, a quienes
ustedes llaman Cristo. Esto signi ica que el Hijo de Dios, luego de
haber nacido en seis mundos o planetas distintos, decidió nacer en
el planeta Tierra justamente porque sabía que allí había
muchísima oscuridad que nublaba la consciencia de los seres que
lo habitaban.” En ese momento, cuando comencé a pensar en Jesús y
en todo lo que había aprendido de su vida, me embargó una gran
emoción e inmediatamente me encontré nuevamente en mi
cuarto, tiritando de frío.
Capítulo 5

La Atlántida
Ana Emilia se rio y me preguntó có mo me habı́a sentido despué s de
haber sido astronauta en una noche.

Le expliqué que me habı́a encantado poder ver la Tierra desde el


universo, de verdad me sentı́ privilegiado por verla ası́ tan luminosa y
hermosa. Pero al volver a mi cuarto, y luego de re lexionar un largo
tiempo en mi cama, comprendı́ que el Ser humano vive en un mundo
irreal, encerrado en sı́ mismo con una enorme cantidad de lı́mites que
toma como reales y que sencillamente no lo son. Podemos llegar tan
lejos como queramos, la vida es mucho má s amplia de lo que pensamos
y podemos modi icar nuestras vidas al comprender que el cuerpo fı́sico
es solo uno de los recipientes del Ser.

Entendı́ que la realidad percibida con nuestros sentidos es tan limitada


que casi podrı́a decir que estamos muertos en vida si no
comprendemos la grandeza de nuestro Ser y de lo que es capaz de
hacer y crear. Yo no estuve soñ ando con el universo, yo estuve allı́, vi la
Tierra desde lejos, fue una experiencia voluntaria, y es algo
extraordinario pero posible para cualquier persona que decida
despertar.

Ya se estaba haciendo de noche, ası́ que quedamos en reunirnos al dı́a


siguiente en mi casa, como era sá bado mi mamá y mi papá saldrı́an
temprano al mercado con mi hermana pequeñ a y estarı́amos solos.

Rodrigo me acompañ ó hasta mi casa que estaba camino a la suya, no


habı́a emitido palabra alguna, estaba muy pensativo mirando el suelo.
Finalmente, me preguntó :

¿Será que todos podemos hacer eso? Le respondı́ que estaba seguro de
que todas las personas podı́an lograrlo en algú n momento de su
existencia y tambié n sentir, no solo su cuerpo astral, sino los demá s
cuerpos de los cuales hablaba el maestro, pero que parecı́a que a cada
quien le llegaba su momento, justo cuando se está preparado para
hacerlo.

Al dı́a siguiente, Ana Emilia y Rodrigo llegaron a las nueve de la


mañ ana, ambos estaban entre pensativos y emocionados. Esto
nuevamente me tranquilizó , de initivamente no pensaban que estuviese
inventado esta historia ni que estuviese chi lado, ası́ que, sin má s
preá mbulos continué contá ndoles lo que me sucedió :

“Luego de haber visitado el universo, estuve varias noches durmiendo


profundamente, no recordaba absolutamente nada, pero siempre
despertaba lleno de energı́a y paz. Finalmente una noche, me tomé un
momento para relajarme. Estaba decidido a volver a sentir la vibració n
en mi nuca, ya la empezaba a extrañ ar mucho. De pronto comencé a
escuchar al maestro que me hablaba dentro de mi cerebro. Todavı́a no
habı́a sentido la vibració n. Sı́, me encontraba profundamente relajado,
pero mi consciencia seguı́a en mi cuerpo fı́sico.

El maestro me dijo: “Voy a enseñarte una técnica de protección que


deberás practicar cada vez que intentes entrar conscientemente al
mundo astral”.

En ese momento comencé a sentir en el medio de mi frente, justo en el


entrecejo, una presió n y una leve energı́a. Cerré los ojos y pude ver y
sentir una luz blanca allı́ en la frente. Sentı́ que debı́a estirar mis
piernas y mis brazos colocarlos a los lados de mi cuerpo con las palmas
de las manos hacia arriba. La luz comenzó a cruzar mi cuerpo en lı́nea
recta hacia un punto en la planta de mi pie derecho, luego avanzó hacia
otro punto en la palma de mi mano izquierda, de allı́ se dirigió a otro
punto en la palma de mi mano derecha, la luz entonces volvió a cruzar
mi cuerpo hacia un punto en la planta de mi pie izquierdo para
inalmente volver al punto ubicado en el entrecejo. Percibı́ entonces
claramente como me envolvı́a una brillante estrella de cinco puntas y
me sentı́ protegido.
El maestro nuevamente dijo: “De ahora en adelante, cada vez que
inicies un viaje astral, debes formar la estrella de cinco puntas,
siete veces en tu cuerpo, comenzando siempre en el entrecejo y
luego hacia tu pie derecho. Este es un vehículo de protección al
que llamaremos merkaba”.

Luego de hacer el recorrido de la estrella de cinco puntas siete veces en


mi cuerpo, la vibració n comenzó a recorrerme la nuca e imaginé que
podı́a entrar en este nuevo mundo llamado astral. Al tener la sensació n
de estar como suspendido entre dos mundos, decidı́ que ya era tiempo
y me paré lentamente de la cama. Fui acercá ndome poco a poco a la
ventana, observé el jardı́n y caminé hacia é l. Igual que cuando atravesé
la pared de mi cuarto, resultó muy extrañ o pasar a travé s de una
ventana cerrada, era como si los á tomos de mi cuerpo estuviesen tan
expandidos que pasaban alrededor de los á tomos del vidrio de la
ventana.

Me encontré dirigié ndome hacia las rocas de la montañ a. Recordé


entonces la puerta dorada, en ese momento con el simple deseo de
estar frente a esta, en un instante me encontré allı́, observando la
cerradura. En ese momento me percaté de que no tenı́a la llave, busqué
entonces al hombre de la capa azul. El maestro se encontraba sentado
envuelto en su manto y me transmitió una gran tranquilidad.

Luego de un momento observá ndome, se puso de pie y me dijo: “Tal y


como supones, te estaba esperando. Aunque tú aún no lo
entiendas, has participado en el teatro que es la vida llevando
muchas máscaras. Has sido mendigo, también un pobre campesino
chino, prostituta, cacique indígena, cientí ica, monja de clausura,
judío, soldado en varias guerras de diferentes países y épocas,
también fuiste general en otras tantas.

Has tenido que aprender muchas lecciones, has matado y te han


asesinado, has sido violento y agresivo y también has sentido lo
mismo en carne propia. Has muerto de cientos de maneras. No
solamente en este sino en muchos otros planetas y universos.
Algunas vidas te han costado más que otras pero, poco a poco, has
ido evolucionando hasta convertirte en quien eres hoy. En cada
vida se aprenden nuevas virtudes, al inal esas virtudes conforman
el Ser. Quizá comprendiendo que los acontecimientos de la vida
que producen grandes cambios en el Ser son los más valiosos, no
nos preocuparía tanto equivocarnos o que nos ocurran hechos
indeseables. Te quedan muchas vidas por delante, tienes mucho
que aprender, deudas que pagar y regalos por recibir, todavía el
camino es largo hasta Dios. Debes saber que tienes grandes
conocimientos en tu Ser que aún no has recordado.

Esta puerta dorada se abre hacia un lugar en donde se guarda el


gran libro de la historia de la Humanidad, y allí encontrarás el
pasado y el futuro como si fuese el presente, pero lo verás de
forma viva. Aunque ahora no lo comprendas, en realidad, el
tiempo percibido por los humanos de forma lineal es una ilusión,
vivimos en un eterno presente. El tiempo es un límite creado para
evolucionar de una forma especí ica. Para Dios, y para nuestro
espíritu, no existe el pasado ni el futuro; todo ocurre en este
momento, la percepción del tiempo está en tu mente humana.

Este será tu primer viaje. El libro te llevará exactamente a donde


debes ir para aprender acerca de una gran civilización que forma
parte de la historia del planeta Tierra, luego deberás contar tu
historia a quienes deseen escucharla.” Dicho esto, se me acercó y me
entregó una llave de apariencia antigua del mismo dorado brillante de
la puerta. El maestro me explicó que é l era el guardiá n de la puerta
dorada en el mundo astral y que solo le podı́a entregar la llave a quien
estuviese preparado para recibirla.

Me acerqué a la puerta, introduje la llave en la cerradura y la giré . Al


entrar habı́a un cuarto y observé que las paredes eran circulares, en el
centro giraba una esfera de luz. Dentro de la esfera se encontraba un
enorme libro que parecı́a muy antiguo. Alrededor de la esfera de luz
central giraban siete esferas de diferentes colores. Cada una tenı́a una
inscripció n en su interior, me fui acercando a cada una mientras leı́a en
su interior.

Una de color azul contenı́a la palabra Esplendor, en la de color verde


pude leer Ciencia, en la de color rojo estaba la palabra Amor, la amarilla
decı́a Justicia, la esfera morada contenı́a la palabra Inmortalidad, la
esfera rosada decı́a Belleza y, inalmente, la anaranjada tenı́a adentro la
palabra Sabidurı́a. Tambié n lotaban otros objetos, vi una lanza y una
espada con incrustaciones de piedras preciosas. Pegado de una pared
habı́a un escudo con relieves dorados y azules. Yo lotaba alrededor del
libro. Observé que este tenı́a unas inscripciones en las cuales pude leer
lo siguiente: “Las siete esferas se relacionan con siete planetas y
siete principios, simbolizan los siete estados diferentes de la
materia y del espíritu, siete mundos diversos, por los cuales cada
hombre y cada humanidad deben atravesar en su evolución a
través de cada sistema solar.” En la cará tula habı́a una estrella de
cinco puntas y encima de la punta superior de la estrella un ojo viviente
metido dentro de un triá ngulo que me observaba.

Aunque el maestro se habı́a quedado fuera, escuché como hablaba


dentro de mi cabeza, me decı́a que mi primer viaje serı́a para conocer
una civilizació n antigua y muy poderosa. Continuó explicando que
cuando me trasladase a esa civilizació n verı́a exactamente lo que
deberı́a ver para aprender. Ademá s, estarı́a allı́ como inmerso en una
pelı́cula, pero comprendiendo todo el contexto sin necesidad de
preguntar, ya que la voz me dijo que yo habı́a tenido una existencia
previa en ese lugar y tiempo, y me resultarı́a todo muy fá cil de
comprender. “Coloca tu mano derecha sobre la estrella de cinco
puntas para que te proteja durante el viaje” dijo la voz del maestro.

Inmediatamente posé mi mano sobre la estrella de cinco puntas y todo


comenzó a dar vueltas en mi cabeza. De pronto, comencé a pasar por un
tú nel de colores y veı́a, a mi alrededor, estrellas que pasaban a toda
velocidad. Luego todo se aquietó y una especie de bruma cubrió mis
ojos.
Poco a poco, la bruma se fue apartando y comencé a ver claramente. Me
encontraba parado en la azotea de un edi icio muy alto. Lo primero que
observé alrededor fue una gran ciudad de colores luminosos.

Todo era muy hermoso, las edi icaciones eran muy altas y tenı́an formas
diferentes. En medio de los edi icios habı́a plataformas con conexiones
hacia los otros edi icios. Tambié n habı́a unos lugares enormes y planos
con varios niveles, allı́ se apreciaban vehı́culos de formas ovaladas,
unos suspendidos en el aire y otros estacionados. Lo que má s me llamó
la atenció n es que estaba nevando copiosamente. Los vehı́culos en los
cuales se trasladaba la gente, aunque circulaban a alta velocidad, lo
hacı́an muy ordenadamente.

Los vehı́culos en movimiento estaban suspendidos en el aire a pocos


centı́metros del piso. Como leyendo mis pensamientos, la voz me
explicó que utilizaban la fuerza magné tica para lograr avanzar de esa
manera y que, aunque se desplazasen a altas velocidades, no
colisionarı́an porque habı́an creado un sistema de calles que eran
electro-magné ticamente inteligentes.

No lograba enfocar claramente el suelo, una gran capa de nieve lo


cubrı́a todo y pese a esto, intuı́a una gran familiaridad con lo que estaba
viendo, entonces comprendı́ en mi corazó n que ya habı́a estado allı́.
Debo aclararles que nadie parecı́a percibir mi presencia, era como estar
metido dentro de una pelı́cula como un fantasma. Pensé entonces que
debı́a comprender que era lo que habı́a ocurrido con esa civilizació n
que, a simple vista, se notaba má s avanzada tecnoló gicamente que
nuestro actual siglo XXI.

Divisé una gran estructura en forma de ó valo horizontal, era de color


azul claro y a su alrededor giraban estelas de luz de todos los colores.
Decidı́ acercarme. Empecé a ver detalles en la estructura que no habı́a
percibido: el material con que estaba hecha parecı́a granito gris
azulado, era totalmente lisa, no se veı́a ninguna junta de piedras, como
si hubiese sido hecha toda con una ú nica pieza del mismo material. Las
puertas aparecı́an por donde la gente decidı́a entrar, no habı́a solo una
puerta sino tantas como personas entrando.

Observé que las personas que entraban parecı́an preocupadas y


miraban de vez en cuando hacia el cielo como analizando la nieve que
caı́a sin parar. Con el simple pensamiento de querer ver lo que ocurrı́a
ya estaba dentro de un auditó rium en donde habı́a muchas personas
reunidas. Hablaban acaloradamente, estaban separadas en varios
grupos, como pertenecientes a diferentes clases. En el centro del lugar
habı́a una plataforma con luces, la cual formaba una gran esfera que
giraba velozmente.

De pronto las luces enfocaron el centro de la plataforma y todos


guardaron silencio. Una mujer de larga y blanca cabellera, que vestı́a
muy abrigada de traje verde claro, comenzó a hablar: “Finalmente debı́a
llegar el dı́a en que comenzarı́a nuestro in como civilizació n. La Tierra
está entrando nuevamente en su noche galá ctica, durante má s de
12.000 añ os experimentaremos una total desconexió n. Ya han perecido
muchos seres humanos y la mayorı́a de los animales de las praderas y
los bosques, debido a que no han podido adaptarse al drá stico cambio
climá tico. El caos se ha apoderado de nuestro mundo, nos lo advirtieron
los sabios e hicimos caso omiso de sus advertencias.

Hoy nos hemos reunido aquı́ tal y como se habı́a dispuesto luego de la
explosió n ató mica. Cada dı́a nuestra civilizació n va hundié ndose má s y
má s, sin otra cosa que podamos hacer má s que esperar. Han pasado
muchas eras desde el nacimiento de nuestra civilizació n en la Tierra.
Hemos alcanzado todas nuestras metas cientı́ icas y tecnoló gicas. Pero
nos olvidamos del Absoluto, de nuestro Creador y de que la ciencia y la
tecnologı́a no son má s que manifestaciones humanas que, sin un
objetivo de evolució n, pueden tornarse en nuestra contra.

Peor aú n, nos olvidamos de que nuestro planeta es tambié n un enorme


ser vivo que necesita regenerarse de tantos experimentos y lo está
haciendo ahora, con todas sus fuerzas. Los sabios nos advirtieron que
vivimos dentro de un ciclo concé ntrico y ası́ sucesivamente. Ya han
pasado 5.125 añ os desde la ú ltima inversió n magné tica de los polos,
está bamos al tanto que debı́amos prepararnos por instrucció n de
nuestros sabios, los seres humanos de otros planetas se los habı́an
advertido, solo entrando todos en armonı́a desde el corazó n en otra
dimensió n, lo hubié semos logrado.

Luego de haber experimentado con la materia hasta transformarla en


energı́a pura, tratando de controlar todas las demá s civilizaciones de la
Tierra, en vez de ayudarles, hemos creado nuestra propia destrucció n.
La explosió n ató mica acentuó los movimientos geoló gicos que ya
está bamos experimentando. Los cambios climá ticos, derivados del
pró ximo cambio de polaridad del magnetismo de los polos de la Tierra,
unidos a la explosió n, crearon un desequilibrio aú n peor de lo esperado
en nuestro planeta.

Creı́mos que podı́amos jugar a ser dioses sin consecuencias, pero nos
equivocamos.

Ahora nuestro deber es advertirle a las generaciones de humanos


futuros que los ciclos de la Tierra son inevitables. El camino de la Luz
hacia el Absoluto solo puede lograrse aumentando la consciencia del
Ser, viviendo bajo los principios universales de Dios, esto es lo ú nico
que les salvará . Los seres humanos del futuro seremos nosotros
mismos, reencarnaremos miles de veces y cometeremos nuevamente
los mismos errores hasta que tomemos consciencia. Quizá algunos
lograremos cambiar nuestra vibració n para expandir nuestra existencia
en las demá s dimensiones y aceptemos a Dios en nuestro corazó n.

Luego de muchas meditaciones junto a los sabios, y recibidas las


instrucciones de los humanos de otros planetas, hemos decidido
utilizar el idioma universal del Cosmos para transmitirles esta
informació n a los humanos del futuro. Los sobrevivientes deberá n
construir unos monumentos con las caracterı́sticas y lineamientos que
les vamos a indicar. El objetivo en cada lugar será el mismo: transmitir
las consecuencias ineludibles de los ciclos terrestres y la importancia
del Amor que es la fuerza má s poderosa para cambiar la realidad.
Hemos decidido que la informació n sea transmitida a todos los
habitantes de la Atlá ntida para que, cualesquiera sean los
sobrevivientes, lleven a cabo nuestra misió n. Recuerden tambié n que
todo lo que hagamos por mejorar el futuro del planeta Tierra es un bien
que nos haremos a nosotros mismos, ya que reencarnaremos cientos de
veces hasta lograr nuestra evolució n.

Siempre creı́mos que serı́amos indestructibles, pensamos que nuestra


tecnologı́a nos salvarı́a. Nos creı́mos invencibles, pero la Tierra nos está
recordando su poder y pagaremos por nuestro egoı́smo. A continuació n
les explicaremos con detalle la tarea de los sobrevivientes”.

Una mujer de tez azulada comenzó a hablar:

“Aquellos que sobrevivan deberá n buscar la forma de advertirle a los


futuros pobladores del planeta Tierra los riesgos de cometer los errores
que nosotros cometimos, deberá n construir unos monumentos basados
en el ú nico idioma que esos seres podrá n reconocer: la matemá tica.

Los mismos será n lo su icientemente grandes y fuertes como para


perpetuarse en el tiempo y tendrá n forma piramidal. Servirá n como
portales de luz durante la noche galá ctica, ayudará n a llevar la luz del
cosmos a la Tierra durante esta nueva etapa. Cada uno de ellos se
colocará de forma precisa bajo la constelació n de Orió n para que
indiquen claramente la fecha del pró ximo ciclo terrestre.

Los instrumentos de barras de poder magné tico, para construir los


monumentos y las indicaciones precisas, las tendrá n todos y cada uno
de los habitantes de la Atlá ntida que pertenecen al rango de
constructores. De nuestra civilizació n no quedará absolutamente nada.

Quedaremos sepultados bajo kiló metros de agua o hielo”.

Luego de presenciar la explicació n de la tarea para los sobrevivientes


de la Atlá ntida, comprendı́ – en contra de mi voluntad– que debı́a
regresar, entonces sentı́ un gran frı́o. Les repito, para que les quede
claro: no fue que lo soñ é , yo estuve de forma voluntaria allı́, viendo lo
que ocurrı́a, como una pelı́cula pero en vivo y directo, hasta que sentı́
una voz que me llamaba y me decı́a que ya era su iciente. No querı́a
regresar, deseaba seguir escuchando lo que ocurrı́a allı́, pero sentı́ que
algo me atraı́a hacia arriba e inmediatamente entré en el tú nel. Volvı́ a
ver colores y estrellas pasando a gran velocidad a mi alrededor. Llegué
a la puerta y me encontré al maestro lotando en la entrada.

Pausadamente me dijo: “Poco a poco irás tomando consciencia de


más acontecimientos importantes para el futuro del planeta
Tierra, debes aprender a transmitirlos de manera que la mayor
cantidad de personas comiencen a despertar a la nueva era.

Este viaje a la civilización Atlántida es el primer secreto que te


prometí. Es tu deber trasmitir lo que has visto y escuchado pero
focalizando tu mensaje en que sí existe una salida al caos, siempre
a través del amor y del aumento de la consciencia del Ser.”

Sentados nuevamente en el piso, al lado del cı́rculo de piedras me


comunicó lo siguiente: “Los seres que reencarnan en el planeta
Tierra, lo hacen porque es el lugar más apropiado para aprender
las lecciones más di íciles. Aunque hemos escuchado muchas veces
que es requisito caernos para aprender a pararnos, debes saber
que en la Tierra las caídas son más fuertes y frecuentes, y gracias a
esto la evolución es más intensa. En este planeta, la vida
transcurre entre el bien y el mal, entre la luz y la oscuridad, y
todos los opuestos ponen a prueba constantemente al Ser. A veces,
en la vida más miserable se aprenden las más grandes virtudes.”
Le pregunté al maestro si Dios era parte de la luz o de la oscuridad.
Entonces me respondió :

“Dios está por encima del bien y del mal.” Esto me dejó impactado,
ya que para mı́ era obvio que Dios debı́a ser parte ú nicamente de la Luz.
Pero el maestro como leyendo mi pensamiento a irmó : “La mente
humana solo concibe las cosas incluidas en el mundo de los
opuestos, pero esto no es así en el resto del universo. Así como el
tiempo en realidad no existe, tampoco para Dios existen los
opuestos. Cuando el Ser nace de Dios, comienza a experimentar
todas las manifestaciones posibles, desde un simple mineral,
pasando luego por todas las especies vegetales en millones de
mundos, después se mani iesta en animales de todas las especies,
en todos los planetas, hasta que inalmente llega a ser humano.
Como ser humano, el Ser debe experimentar todo lo imaginable
para así poder evolucionar. Es a través del Ser que Dios habita su
propia creación.”

Entonces el maestro dijo algo que me emocionó mucho: “Los próximos


viajes no los harás solo, te acompañarán tus amigos Ana Emilia y
Rodrigo.

Debes decirles que esta no es la primera vez que ustedes están


juntos en una vida. Muchas veces han vivido como primos,
hermanos y, unas veces, hasta como padres e hijos. Estuvieron
juntos en el Tíbet, vivieron toda una vida de recogimiento en un
monasterio y allí hicieron un pacto de reencuentro que ahora van
a cumplir. Diles que abran sus mentes, que respiren
profundamente y que se concentren solamente en la respiración.

Luego deberán sentir una vibración en la parte baja de la nuca,


esto es normal y deberán relajarse. Un gnomo de gran amabilidad,
los estará esperando apenas se encuentren en consciencia de su
cuerpo astral. Él los guiará hasta la puerta dorada en donde yo
estaré esperándoles.

Deberán prepararse para el día viernes de la semana que viene.”


Luego de este comentario y de esta larga explicació n acerca del ser
humano, sentı́ que debı́a volver y ası́ lo hice. Desperté nuevamente en
mi cama, con muchı́simo frı́o pero con una gran esperanza.

Esto sı́ hizo que mis amigos se asombraran, una cosa era que yo les
contase de mis viajes y otra que ellos los experimentaran y disfrutaran
conmigo. Se emocionaron mucho, Rodrigo parecı́a má s bien dudoso,
pero Ana Emilia realmente estaba emocionada. Fue muy impactante
para mı́, y luego para mis amigos, descubrir que la historia de la Tierra
que conocı́amos podı́a ser completamente diferente y que quizá
estuvié semos viviendo el comienzo de algo que cambiarı́a radicalmente
nuestra percepció n de la historia de los seres humanos en nuestro
planeta.

Tambié n les expliqué algo que me habı́a estado pasando. Cada vez que
despierto en la mañ ana me siento má s consciente de mi Ser y tengo
experiencias durante el dı́a como si recordara cosas que ya sabı́a.

Siento que muchı́simos de los conocimientos que he acumulado a lo


largo de varias vidas está n a lorando en mi mente y en mi corazó n. A
veces tengo la sensació n de una presió n en la frente, justo en el
entrecejo, tambié n percibo un calor en el medio del pecho, y en la
cabeza tengo a veces una vibració n extrañ a. Otra cosa que he venido
sintiendo en las plantas de los pies es un pulso, como si tuviese un
corazó n latié ndome en ellos.

Se habı́a hecho tarde, era ya mediodı́a y mientras comı́amos nuestra


deliciosa pizza margarita con hongos y anchoas, hablá bamos de la
reencarnació n. Pregunté a mis amigos có mo se sentı́an por la
posibilidad de que volvié semos a nacer luego de morir, no una sino
tantas veces como fuesen necesarias para nuestra evolució n como seres
humanos. Para mı́ ya era algo –podrı́a decirse –aceptado, ya que dentro
de mi Ser sentı́a que la vida no tenı́a sentido a menos que fué semos
responsables en el futuro de todos nuestros actos e, incluso,
pensamientos y emociones. Ademá s, yo sabı́a que habı́a vivido –al
menos en algú n momento– en la civilizació n Atlá ntida, ya que nada de
lo que vi me pareció extrañ o, má s bien todo lo que observé en la ciudad
me resultó muy conocido, y probablemente ya habı́a estado en muchos
lugares má s.

Ana Emilia fue la primera en hablar. Estaba muy emocionada, y nos dijo
que pensaba que no solo era ló gico sino necesario para la evolució n que
volvié semos a la Tierra junto a nuestros seres queridos y no tan
queridos para continuar aprendiendo. Nos contó tambié n que una
sobrina de cinco añ os, luego de que su tı́a le diera una nalgada se volteó
y le reclamó : “Cuando fui tu papá yo nunca te pegué ”. La tı́a quedó
pasmada y dijo, para admiració n de todos en la familia, que aquel tipo
de comentario era muy comú n en su hija. Varias veces habı́a hecho
señ alamientos de cosas que solo podı́a haber sabido su abuelo que
habı́a muerto hace diez añ os. Ası́ que para Ana Emilia era má s bien una
tranquilidad ir descubriendo, con el relato de mis experiencias, que la
muerte era realmente una continuidad hacia otra nueva vida.

Lo que no me esperaba era la respuesta de Rodrigo. Nos dijo que


cuando tenı́a diez añ os, tuvo un sueñ o con una monja bastante gorda
que estaba en un cuarto muy pequeñ o rezando el rosario. Durante el
sueñ o habı́a visto un monasterio rú stico y sintió que estaba en algú n
lugar de Francia. Le habı́a parecido tan loco, que aunque é l habı́a
sentido claramente que esa monja era é l mismo, decidió no decı́rselo a
nadie.

Luego de escuchar a mis amigos, comprendı́ que, a veces, las personas


tienen experiencias espirituales singulares y por miedo al rechazo o a la
burla no las comparten. La espiritualidad no está reservada a los
monjes, a los curas, los rabinos o a los guı́as espirituales de cualquier
religió n. Todos los seres humanos, sin distingo alguno, nacemos con la
posibilidad de recibir la energı́a que nos rodea, de percibir otras
realidades y, sin lugar a dudas, de sentir a Dios en nuestros corazones.
Capítulo 6

Los Primeros Humanos


La semana transcurrió llena de nuestras inquietudes, durante los
recreos solo hablá bamos de la emoció n que sentı́amos al saber que el
viernes pasarı́amos juntos a la cuarta dimensió n. Me sentı́a muy
tranquilo de poder hablarles a mis amigos con total sinceridad sobre
mis pensamientos, y me emocionaba saber que ellos tambié n tenı́an
muchı́simas ideas parecidas a las mı́as. Al in llegó el viernes y
acordamos acostarnos a las ocho en punto.

Má s emocionado que de costumbre, le dije a mi mamá que no saldrı́a a


ningú n sitio y que tampoco me quedarı́a viendo pelı́culas en la
televisió n. Me miró muy extrañ ada y me preguntó si me sentı́a bien, ası́
que le dije que no se preocupara, que solo tenı́a ganas de quedarme
leyendo en la cama. Como me gusta mucho leer no me hizo má s
comentarios.

Me acosté , tal y como acordamos, a las ocho en punto. Traté de


relajarme respirando profundamente, tambié n sentı́ la necesidad de
rezar el Padre Nuestro y ası́ lo hice, recé por mı́ y por las demá s
personas para que algú n dı́a pudiesen tener una consciencia má s
amplia de la vida. Comencé a hacerme la estrella tal y como el maestro
me la enseñ ó para la protecció n; la dibujé en mi cuerpo siete veces. Con
cada dibujo de la estrella, mi cuerpo se relajaba má s y má s. Tambié n
sentı́, má s profundamente, que las palmas de mis manos y las plantas
de mis pies tenı́an un pulso. En cuanto terminé de rezar y hacerme la
estrella, la vibració n en mi nuca era má s intensa, enviá ndome a un lugar
intermedio entre despierto y dormido. Luego, con todos mis sentidos
bien despiertos decidı́ levantarme. Esta vez simplemente subı́ hacia el
techo del cuarto, atravesá ndolo hasta llegar al techo de la casa. Desde
allı́ continú e volando hasta la montañ a que queda detrá s de mi casa. Me
sentı́a ansioso por saber si mis amigos estarı́an ya allı́.
Cuando me acerqué al cı́rculo de rocas, que estaba al lado de la puerta
dorada, encontré a Ana Emilia hablando con el maestro, me miró con
cara de felicidad total, cuando volteé observé a Rodrigo avanzar
cauteloso hacia el maestro, venı́a acompañ ado de un gnomo de aspecto
bondadoso a quien el maestro agradeció en un idioma que no reconocı́.
El gnomo se retiró montañ a arriba sin hacer comentario alguno.
Rodrigo me abrazó agradecié ndome, yo le dije que no habı́a sido yo
quien habı́a decidido el encuentro.

El maestro nos explicó que hace muchas vidas nuestros seres habı́an
acordado encontrarse a comienzos del siglo XXI para emprender esta
misió n. Esta es una era de cambios para toda la humanidad. Nada de
esto era casualidad, y está bamos preparados, desde hace muchos añ os,
para la aventura que vivirı́amos juntos.

Ana Emilia se nos acercó y a irmó que ası́ se sentı́a ella, como si esto
fuese lo que siempre estuvo esperando.

Rodrigo, a su vez, comentó que se sentı́a mucho má s tranquilo de lo que


pensó , lleno de paz. Muy emocionados nos acercamos todos al maestro.
En cuanto estuvimos los tres juntos, el maestro nos dijo que nos
tomá semos de las manos e hicié semos un cı́rculo. Ası́ lo hicimos.

El maestro comenzó a contarnos: “Han estado juntos en varias vidas


anteriores, en esta aprenderán a abrir y expandir su consciencia
conectándose con diferentes mundos. Hoy comienzan el primero
de sus viajes juntos, uno que los llevará al comienzo de la
existencia del ser humano en el planeta Tierra, y es mi segundo
regalo para sus consciencias. Se sorprenderán de lo que verán,
será como una película, en este y en los viajes posteriores
mantengan la mente abierta y libre de prejuicios. Los acompañaré
para responder todas las preguntas que tengan. Ahora síganme,
entraremos juntos por la puerta dorada.”

Ası́ lo hicimos, continuamos agarrados de manos, Ana Emilia en el


medio de Rodrigo y yo. El maestro nuevamente me entregó la llave y la
introduje en la cerradura de la puerta dorada. Entramos y observamos
un gran resplandor. Allı́, lotando en el medio, estaba el gran libro que
yo recordaba: con su estrella de cinco puntas y, encima de la punta de
arriba, un ojo viviente metido dentro de un triá ngulo que nos
observaba a todos. El maestro habló : “Este es el primero de muchos
viajes juntos, observarán el planeta Tierra hace varios millones de
años. Apoyen sus manos en la estrella de cinco puntas y déjense
envolver por su poder de protección.” Ası́ lo hicimos y sentı́ como
entrá bamos en un ó valo de luz que nos protegı́a.

“Yo soy un Ser que presenció los comienzos de la vida humana, no


me podrán ver pero sí escuchar y hasta sentir.” De pronto frente a
nosotros, apareció un tú nel con las paredes cubiertas por franjas de luz
de muchos colores, caminamos lentamente hacia la entrada. Era difı́cil
detallar los colores, ya que las franjas giraban alrededor de nosotros a
mucha velocidad.

Juntos comenzamos a cruzarlo. Atravesando el tú nel yo sentı́ una gran


paz, y creo que Ana Emilia y Rodrigo tambié n se hallaban ası́ por la
expresió n de sus rostros.

Cuando avanzamos por el tú nel, las luces de colores se fueron


aclarando poco a poco y pudimos mirar que habı́a mucha vegetació n,
era una selva tupida. Habı́a unos animales no muy lejos de nosotros.
Estos medı́an cerca de un metro de altura, eran peludos, hacı́an sonidos
como los monos y – a veces– se erguı́an para ir de un lado a otro. La voz
comenzó a explicarnos acerca del comienzo del ser humano. “Como
pueden ver, esos animales se parecen un poco a los lémures de hoy
en día, pero tienen una forma de desplazarse erguida que
recuerda a los humanos. Miren cómo agarran la comida con las
manos, lo hacen cuidadosamente con todos los dedos incluyendo
el pulgar. Acaban de cazar, en manada, un animal que es un
enorme jabalí prehistórico, así que no son herbívoros sino
carnívoros.”
Nos acercamos hasta tenerlos a pocos metros de distancia. Ellos no
parecı́an percatarse en lo má s mı́nimo de nuestra presencia, ası́ que me
acerqué hasta casi tocarlos. “De todos los animales que hasta
entonces han existido en la Tierra, estos tienen los cerebros más
grandes, en comparación con su tamaño”. Observamos a una pareja,
parecı́an muy cariñ osos el uno con el otro. Habı́a grupos de animales en
actividades diferentes, unos jugaban con varias crı́as, otros se ocupaban
de despellejar al jabalı́ y otros simplemente observaban, como
vigilantes ante algú n peligro. La mayorı́a estaban en las copas de los
á rboles en pequeñ os grupos. Se comportaban como parte de una
manada o quizá pudiera llamarse tribu. Habı́an construido unos
rú sticos refugios con palos y hojas en lo alto de varios á rboles.

El maestro nos dijo que nos tomá semos de las manos otra vez. De
pronto salimos volando hacia adelante, desplazados por una energı́a
que nos hizo entrar por un tú nel nuevamente. Segú n nuestro guı́a,
avanzarı́amos unos quinientos mil añ os desde ese momento hacia el
futuro.

Al salir del tú nel, nos internamos – una vez má s– en una gran selva. El
sonido del agua se escuchaba muy cerca. Avanzamos hacia un claro y
frente a nosotros observamos una enorme cascada que desembocaba
en un caudaloso rı́o. En una parte menos profunda del rı́o, notamos
có mo tomaban agua unos animales que hacı́an pareja, un macho y una
hembra. Se parecı́an mucho a los anteriores animales que habı́amos
observado cazando el jabalı́, pero tenı́an menos pelos en el cuerpo,
medı́an má s o menos un metro con veinte centı́metros, sus piernas eran
má s largas y los brazos má s cortos.

Caminaban un poco má s erguidos, parecié ndose un poco a los humanos


de hoy en dı́a. La voz del maestro nos explicó : “Los cerebros de estos
animales aunque pequeños son más grandes que los de sus
antepasados y son bastante más inteligentes.

Poco a poco se fueron desarrollando hasta que se separaron de las


demás tribus y fundaron sus propios asentamientos. Llegan a una
edad de más o menos 30 años. Les tomó unos quinientos mil años
de evolución parecerse a los humanos.

También hace cuatrocientos mil años, unos lémures prehistóricos,


menos avanzados, continuaron evolucionando en otra forma y se
convirtieron en los progenitores de los primeros primates. De este
modo les explico que el hombre y el mono están emparentados
porque los dos descendieron de los mamíferos tipo lémur. Por lo
tanto, los seres humanos y los simios descienden de la misma
tribu y especie, pero no de los mismos progenitores que ya habían
tenido una clara modi icación genética.”

Nos quedamos allı́ observando a la pareja de seres peludos, parecı́an


má s animales que humanos, pero ciertamente tenı́an un
comportamiento re lexivo. Se ayudaban para agarrar el agua y colocarla
en algo que parecı́a hecho de alguna piel. El maestro nos indicó que
usaban los intestinos de los animales para hacer bolsas y poder llevar el
agua. Tambié n tenı́an gestos cariñ osos entre ellos y parecı́an hablarse
mediante señ as y sonidos extrañ os.

Ana Emilia fue la primera en preguntar: “¿Qué ocurrió entonces con


estos primeros seres – que la verdad no parecen muy humanos– se
multiplicaron y comenzaron a poblar la Tierra? No entiendo có mo
existen tantas razas diferentes hoy en dı́a, ¿venimos todos de ellos?, el
maestro rió y nos dijo: “Sé que tienen muchas preguntas, las
responderé todas poco a poco”.

Entonces nos contó lo siguiente: “Estos seres comenzaron a poblar el


planeta Tierra y durante miles de años fueron evolucionando
hasta que ocurrió algo de lo más interesante: repentinamente, una
pareja comenzó a dar a luz a unos seres con mayor inteligencia. Y
no solo eran más inteligentes que sus semejantes, sino que su piel
manifestaba una tendencia inusual a volverse de distintos colores
al exponerse a la luz del sol.
Cada vez se hacían más marcadas las diferencias en el color de la
piel, y luego de varios años se fueron apartando de los demás
miembros de la tribu. Había seres anaranjados, verdes, azules,
amarillos, verdes y negros. Pero luego, no solo comenzaron a
haber diferencias por el color de la piel, con el transcurso de los
años cada raza de color desarrolló características diferentes.
Algunas crecieron en tamaño y llegaron a medir más de dos
metros en promedio. Otras se desarrollaron mejor en habilidades
manuales, en construir sus hogares y fabricar herramientas útiles
para su evolución. Unas eran más fuertes y guerreras que otras,
pero también había unas menos fuertes pero más inteligentes que
otras. Así fueron evolucionando, poco a poco, las primeras razas
de color del planeta Tierra, algunas sobrevivieron a las otras ya
que eran más hábiles o más inteligentes o más fuertes, pero al
inal todas terminaron bastante mezcladas. Ya no queda en el
planeta Tierra raza alguna completamente pura de alguno de
estos colores. En otros planetas se desarrolla una sola raza, pero
en este planeta aparecieron varias. En el planeta Venus se
desarrolló una raza de pelo amarillo casi blanco y ojos verdes o
azules, los dedos de sus manos son largos y sus cuerpos altos y
esbeltos; la raza amarilla evolucionó en Marte, son más delgados y
pequeños en tamaño, tienen el pelo color dorado o marrón oscuro
y sus ojos van desde el color verde al marrón oscuro. La raza roja
primero evolucionó en el planeta Mercurio pero luego de una
desastrosa explosión atómica, la órbita de Mercurio se acercó
demasiado al Sol haciéndolo inhabitable. Algunos de sus
habitantes migraron a Saturno, ya que tenían su iciente tecnología
para trasladarse en naves espaciales. Los saturnianos actuales son
seres con el pelo de color rojo o marrón, ojos amarillos o verdes y
su contextura es fuerte y atlética. La raza negra se desarrolló
primero en Júpiter, son de apariencia regia y sus caras son anchas
de mandíbulas cuadradas, tienen pelo negro y sus ojos son de
color púrpura, también se caracterizan por tener unas bellísimas
voces y una actitud amable y generosa. En estos momentos, todas
estas y otras muchas razas humanas transitan por este y otros
universos, cooperando entre ellas. Muchas razas han venido al
planeta Tierra durante su existencia, entre otras cosas para
colaborar en el crecimiento tecnológico y espiritual de los seres
humanos. Algunas han utilizado la raza humana de este planeta
como depósito genético.”

Con decisió n, Rodrigo tomó la palabra y le preguntó al maestro: ¿Có mo


comienza el primer instante de vida en un nuevo planeta? El maestro
sonriendo nos dijo: “En todos los planetas en los cuales se espera
que comience la vida, ocurre lo que podríamos llamar “milagros
de vida”. Unos seres espirituales vigilan durante millones de años
los cambios geológicos de un planeta nuevo. En cada nuevo
mundo, se implantan las sustancias necesarias para el comienzo
de la vida. En el planeta Tierra, la sustancia fundamental para el
comienzo de cualquier vida vegetal o animal es la solución salina.

No ocurre nada al azar. Cada átomo del universo contiene a Dios, y


la evolución de los átomos buscando la vida y por ende al mismo
Dios es una realidad. El nacimiento de la vida en el planeta Tierra,
y toda la evolución de la vida desde sus comienzos en los océanos
hasta los seres humanos, ha sido monitoreado por seres
espirituales especialmente preparados para esto.

Pero estos seres no han modi icado en ninguna forma la evolución


de las especies, todo ha ocurrido de acuerdo a las leyes biológicas
y químicas reinantes en el universo y propias de cada nuevo
mundo.”

El maestro me miró a los ojos y me animó a preguntar. Decidı́ hacer la


pregunta que estaba rondando en mi cabeza desde que presencié a los
primeros humanos: “¿Esos seres, que parecen má s animales que
humanos, son capaces de sentir a Dios?, entonces el maestro nos contó
algo que harı́a desmayar a la Madre Teresa: “Luego de miles de añ os de
haber nacido los primeros seres en la Tierra, llegaron unos seres
llamados prı́ncipes planetarios de otros sistemas solares para
aumentar el nivel de evolució n tanto fı́sica como espiritual de sus
pobladores. Durante ese tiempo las tribus de diferentes partes de la
Tierra fueron visitadas y estas, a su vez, visitaron a estos seres en unos
centros espirituales de capacitació n. Allı́ les enseñ aron formas má s
civilizadas de convivencia. Algunos de los descendientes de los
prı́ncipes planetarios se unieron con los seres má s avanzados de las
diferentes tribus, para crear un ser má s evolucionado tanto espiritual
como fı́sicamente.

Dios crea inalmente a los primeros Seres Humanos que habitan la


Tierra, a través de estos príncipes planetarios, o dioses menores.

Estos primeros Seres de raza humana poblaron la Tierra, y


durante muchísimos años, vivieron en esta perfecta creación de
Dios, en el paraíso terrenal. Su forma de vida re lejaba un pleno
conocimiento de las funciones de la naturaleza y, en especial, de su
propia función como co-creadores junto a Dios.

En un momento de este proceso hermoso que ocurre en todos los


planetas al comienzo de la vida sucedió algo realmente inusual
que sumió al planeta Tierra en una especie de cuarentena
galáctica durante miles de años. La perfecta vida paradisíaca de
estos Seres Humanos cambiaría radicalmente.

Uno de los de mayor rango entre esos seres espirituales decidió


sublevarse en contra de Dios el Padre, y muchos le siguieron.
Deseaba un mayor poder sobre el planeta, y estar por encima de
los seres a quienes Dios había designado como líderes. No
reconocía como perfecta la Creación, y mucho menos a los Seres
Humanos.

Increíblemente, seres espirituales de todos los rangos, ángeles y


arcángeles, observamos cómo un Ser de una muy alta jerarquía
espiritual dejó de tener fe en la supremacía de Dios, el Padre.
Durante esta rebelión muchos otros seres fueron convencidos de
que podían rebelarse. Pero también muchísimos seres humanos,
ángeles y otros seres siguieron ieles al Padre. Esto tiene mucho
mérito, ya que observando a un ser de tan alta jerarquía dando un
ejemplo de rebelión, tuvieron la fuerza de voluntad para mantener
su fe en Dios. Había comenzado una nueva etapa en la evolución de
los seres humanos, se experimentarían a sí mismos como aquello
que no son hasta inalmente reconocer y recordarse como lo que
siempre fueron: Amor.

Esta conmoción afectó gravemente la evolución de los humanos


del planeta Tierra. Ha habido un aparente estancamiento durante
millones de años y una larga lucha en los cielos.

Les explicó que en las guerras acontecidas en el planeta Tierra


entre los seres humanos, perecen sus cuerpos ísicos pero
continúan reencarnando ya que su Ser es eterno. En cambio en las
guerras de los cielos se pierde la vida eterna, y esos espíritus
entran en el ciclo de reencarnaciones de la Tierra.

Seres de esta y otras galaxias han intervenido en el devenir de la


evolución de la raza humana, pero siempre bajo el ojo
misericordioso del Absoluto y dentro de Su Plan Perfecto.

Hubo muchos seres espirituales que decidieron reencarnar en el


planeta Tierra para ayudar a los seres humanos a encontrar a Dios
en medio de la oscuridad. Todos transmitieron a la humanidad
enseñanzas espirituales y cientí icas que fueron el nacimiento de
civilizaciones enteras.

Algunos de estos iniciados fueron Rama, Krishna, Hermes,


Maquiventa Melquisedec, Gautama Siddharta, Moisés y Pitágoras
hasta que inalmente Jesús el Cristo, el hijo de Dios el Padre, vino
para salvar a la humanidad. En la peor oscuridad siempre brilla
más la luz, y estos seres vivieron vidas ejemplares en el planeta
Tierra.
Todos ellos cambiaron la percepción espiritual de los Seres
Humanos a través de la historia. Todas sus enseñanzas son válidas
en cuanto provienen del amor a Dios por sobre todas las cosas.
Todos estos seres han ayudado a quienes han querido crecer
espiritualmente, y decidieron vivir según sus enseñanzas basadas
siempre en el amor.

Luego de la rebelión, Dios el Padre, en un acto de absoluta


misericordia, envió a su hijo, Cristo el Creador, a terminar de
destruir lo más oscuro de dicha rebelión y a entregarle
nuevamente a los Seres Humanos la oportunidad de vivir en amor,
paz y armonía, mediante la aplicación de sus enseñanzas. Después
de la venida de Cristo al planeta Tierra, los humanos volvieron a
vivir con la esperanza de lograr construir el Reino de Dios en la
Tierra.

Sé que le cuesta trabajo a la mente humana entender cómo seres


espirituales avanzados pueden haber dejado de tener fe en Dios.
También a los ángeles, arcángeles y demás seres espirituales al
servicio del Creador, les cuesta comprender por qué un Ser de tan
alta jerarquía espiritual cayó tan bajo. La posibilidad del Ser
Humano para elegir entre el bien y el mal es también una realidad
del universo. Todos los seres tienen libre albedrío y aun los más
avanzados espiritualmente pueden deslumbrarse frente a su
propio ego y deciden dejar de tener fe en Dios el Padre.

Desde entonces los seres humanos siguen inmersos en una especie de


bruma oscura que les impide ver la luz, pero de la que poco a poco han
ido saliendo algunos de ellos. Pasan por ciclos de destrucció n y nueva
creació n pero siempre ligados a continuos errores en relació n con su
propia esencia y al ejercicio del poder de creació n otorgado por el
Primer Creador. Continú an reencarnando en el planeta Tierra muchos
seres de alta jerarquı́a espiritual que entregan sus vidas para servir al
Padre. Pero si hay algo importante que debemos aprender al
evolucionar, es que el libre albedrı́o le permite a todos los seres elegir
su propio camino. Nadie puede elegir por ti, y cada acció n tiene su
consecuencia. Absolutamente todo lo que le ocurre al ser humano es su
responsabilidad. A nadie puedes reclamar por tu situació n de vida, esta
fue escogida por ti antes de nacer porque ası́ lograrı́as tener las mejores
posibilidades de evolució n.

También todos los seres que nacen en el planeta Tierra, lo hacen


porque así lo deciden, entrando en los ciclos de karma
individuales y del planeta.

Poco a poco comprenderán que la misericordia de Dios el Padre


para con todos los seres del universo, inclusive para con los seres
que se le rebelaron, está por encima de la justicia inmediata.
Aunque no lo comprendan de esta rebelión se obtuvieron muchos
más frutos para el bien que para el mal. Esto debido a que los
mayores sacri icios frente al mal, hacen que los seres demuestren
sus valores más espectacularmente. Todos los ojos del universo
están ahora volcados en la biblioteca viviente, la raza humana de
la Tierra.”

Entonces nos observó detenidamente y nos colocó las manos en la


cabeza uno a uno. En mi turno pude ver como una luz azul ultravioleta
entraba por mi cabeza y llenaba todo mi Ser. En ese momento pensé
que era inmortal, y que podrı́a hacer todo que me propusiera en la vida.

“Ahora es tiempo de volver”, inalmente nos comunicó . “El día


viernes regresarán al mundo astral, nuevamente el gnomo
ayudará a Rodrigo y a Ana Emilia a llegar hasta la puerta dorada.
Pero antes les voy a pedir que vean una película llamada The
Matrix. Luego les pido que re lexionen acerca de ella. Les espera
un último viaje guiado que les advertirá sobre el futuro del
planeta Tierra.”

De pronto comencé a sentir un cosquilleo en el cuerpo, sin poderme


despedir de mis amigos me encontré de nuevo en mi cama, despierto y
tiritando del frı́o. Observé el reloj en la mesa de noche y eran apenas las
tres de la madrugada, pensé que habı́a pasado una eternidad desde que
me habı́a ido a la cama pero solo unas pocas horas habı́an transcurrido.
Intenté recordar lo que habı́a aprendido, pero estaba tan agotado
mentalmente, por todo lo que habı́a presenciado y escuchado, que
decidı́ descansar, al dı́a siguiente querı́a estar bien despierto para
hablar con mis amigos.
Capítulo 7

The Matrix
A la mañ ana siguiente, desperté porque mi mamá me trajo el telé fono:
“Es Ana Emilia, ya te ha llamado tres veces pero estabas tan
profundamente dormido que no quise despertarte, parece muy
emocionada por algo…” Hablé con Ana Emilia y quedamos en
encontrarnos una hora má s tarde en su casa, ya ella habı́a hablado con
Rodrigo quien fue el primero en despertarse.

Al vernos nos quedamos callados y luego comenzamos a llorar, creo que


contenı́amos muchas emociones acumuladas de la noche anterior y
habı́amos esperado a estar juntos para liberarlas.

Haber experimentado juntos la vivencia de viajar a la cuarta dimensió n


y saber que el mundo fı́sico es solo una pequeñ a parte de la realidad, le
cambia la vida a cualquiera. Ninguno serı́a igual de ahora en adelante,
verı́amos las cosas de forma diferente y quizá no nos preocuparı́amos
tanto de cosas que antes parecı́an muy importantes.

Hablamos de lo que nos habı́a ocurrido y de lo que habı́amos


aprendido. Por supuesto, lo primero que hicimos fue alquilar la pelı́cula
que nos habı́a indicado el maestro, ya los tres habı́amos visto The
Matrix, pero volvimos a verla en casa de Ana Emilia. Al igual que la
primera vez, nos pareció una muy buena pelı́cula sobre todo por los
efectos especiales, pero no sabı́amos por qué el maestro nos habı́a
pedido que la vié semos.

Hablamos acerca de los lı́mites que los humanos se crean y de có mo la


mente puede cruzarlos. Al llegar la noche nos sentı́amos todos bastante
cansados por lo que habı́amos vivido y decidimos volver a nuestras
casas a dormir.

Apenas cerré los ojos esa noche sentı́ nuevamente la vibració n en la


nuca, sin vacilar, comencé la estrella de cinco puntas, iniciando con una
luz en el entrecejo; hice la estrella en mi cuerpo siete veces y luego recé
el Padre Nuestro varias veces hasta que sentı́ que entraba en un nivel
intermedio entre despierto y dormido. Inmediatamente me vi impelido
a incorporarme de mi cama y entrar en el mundo astral. No tuve tiempo
de pensar hacia dó nde debı́a dirigirme, en ese momento fui llevado
como a la velocidad de la luz por una corriente de energı́a a un sitio
muy extrañ o.

Era una carpa gigante de color gris, ovalada y con dibujos en forma de
rombos encima de ella. Percibı́ una presencia cerca de mı́ que me
guiaba pero no la podı́a ver, de pronto la presencia me habló desde mi
cerebro, dicié ndome: “Tú no eres bienvenido en el sitio al cual vas a
entrar”. Me explicó que si me veı́an, actuara como si ignorara dó nde me
encontraba, que actuara con tranquilidad, y tratara de no hablar con
nadie. Debı́a seguirle la corriente a quien me dirigiese la palabra. Me
extrañ ó mucho escuchar esas instrucciones, porque no sabı́a que en el
mundo astral uno podı́a encontrarse con seres tan poco amistosos. Aun
ası́ decidı́ que valı́a la pena arriesgarse a investigar qué estaba pasando
dentro de esa enorme carpa.

Observé una ventana y por allı́ me introduje rá pidamente. Me faltan


palabras para describir lo que vi, pero má s todavı́a para expresar todas
las emociones que sentı́a dentro de mı́. Habı́a muchı́simas personas
yendo de un sitio a otro y unos seres con ropajes grises oscuros
vigilando a esas personas. Entre las personas habı́a muchachos y
muchachas jó venes, hombres y mujeres de todas las edades y varios
ancianos. Tambié n habı́a niñ os de unos ocho o diez añ os. Me asombró
muchı́simo que todos caminaban de forma autó mata, sin á nimos de
hacer movimientos diferentes o de tomar actitudes activas frente a sus
vigilantes. Otra cosa que me pareció muy extrañ o de estas personas: en
sus ojos no habı́a ni rastros de alegrı́a.

Cerca de la ventana por donde entré habı́a un grupo de seres


escuchando instrucciones de un Ser con traje oscuro. Me unı́ al grupo y
presté atenció n a sus palabras. Este individuo les estaba indicando a los
seres humanos que debı́an comprar cosas, que tenı́an necesidades
vitales y debı́an satisfacerlas, ya que era muy importante adquirir cosas
para cubrir sus muchos requerimientos. Les hablaba de la importancia
del sistema inanciero, de la bolsa de valores, de los seguros, de los
cré ditos y del dinero… “tener má s es ser má s”, sentenció al inal.

Me sorprendió mucho lo que estaba escuchando, no parecı́a que


comprar fuese parte de este mundo, parecı́an má s bien instrucciones
que en el mundo fı́sico sı́ servirı́an de algo. Yo escuchaba otros
discursos llenos de instrucciones que dirigı́an a otros grupos, tratando
de no llamar la atenció n de los seres oscuros. Los temas eran parecidos,
todos hablaban de la necesidad de adquirir lo que fuese, de lo
importante que era tener cosas, cualquier cosa. Les hablaban de lo
peligroso de salirse del sistema, que este los protegı́a y ası́ serı́an felices
por siempre. Pertenecer al sistema es muy importante, les recalcaba un
individuo a unos niñ os cerca de mı́. Todos los seres escuchaban como
embobados o hipnotizados.

Caminé lentamente hacia otro grupo má s numeroso que estaba al


frente de varios seres oscuros.

Presté atenció n a las palabras de uno de los seres oscuros. Este decı́a:
“Ustedes pertenecen al estado, el estado es su dios. Entreguen su
libertad y el estado los protegerá . Este es el sistema al cual ustedes
deben pertenecer. El comunismo es el camino del triunfo. Todos son
iguales, nadie podrá ser má s exitoso que otro. Todo es de todos. El
estado te hará feliz.” Los seres repetı́an una y otra vez estas frases.

Mi atenció n se dirigió a un grupo en el cual habı́a varios seres oscuros,


de pronto me ijé en una muchacha cuya cara me parecı́a conocida, no
lo podı́a creer, era mi prima Chantal, me costó reconocerla porque su
cara no tenı́a expresió n alguna. Parecı́a que hubiese despertado a media
noche y estuviese caminando soná mbula. En ese momento, en el medio
de mi pecho comencé a sentir mucho calor y sentı́ el impulso de correr
hacia ella y sacarla de ese lugar, por supuesto no recordé las palabras
que me habı́a dicho mi guı́a al comienzo.
De esta forma, sin pensarlo, me acerqué rá pidamente y la tomé del
brazo, en ese momento fue como si ella misma saliera de un trance. Me
reconoció al mismo tiempo que los seres oscuros comenzaban a verme
con atenció n y se volvı́an a perseguirnos. Al instante volamos fuera del
lugar a travé s de la ventana por donde yo habı́a entrado, los seres
oscuros parecı́an muy molestos pero tambié n admirados de que alguien
se saliera del estado hipnó tico en el cual estaban todos. Los agarró por
sorpresa mi comportamiento y por eso logré escapar de ese sitio.
Apenas salimos sentı́ que entrá bamos en un gran remolino de energı́a.
A continuació n regresé , sin poder controlarlo, y me encontré en mi
cuarto tiritando de frı́o como siempre que me integraba a mi cuerpo
fı́sico.

Re lexioné sobre todo lo que habı́a visto y tambié n acerca de lo que


habı́a sentido. Quizá en el momento de la experiencia no conciencié que
tuve muchı́simas emociones mientras ocurrı́an las cosas. Era como si, a
travé s de las emociones, yo comprendiese las cosas que observaba.
Ahora sı́ podı́a recordar con claridad y entendı́ que mucho de lo que
percibı́a en el mundo astral me llegaba al cerebro en forma de
emociones. Pensé consternado en mi prima, a quien decidı́ llamar al dı́a
siguiente a ver si recordaba algo de lo que habı́amos vivido.

Quedé muy agitado despué s de esta experiencia, estaba acostumbrado


a que todo en el mundo astral era hermoso y lleno de paz, realmente
estaba aprendiendo que, ası́ como en el mundo fı́sico hay luz y
oscuridad, tambié n el mundo astral hay seres oscuros y seres
luminosos. Me quedé dormido luego de un buen rato pensando en lo
que habı́a ocurrido.

Al despertarme, antes de llamar a mi prima, me comuniqué con mis


amigos Ana Emilia y Rodrigo para saber si ellos habı́an soñ ado o
sentido algo diferente.

Para mi desilusió n no habı́an soñ ado nada o al menos no recordaban


nada inusual. Era domingo ası́ que en la tarde quedamos en reunirnos
en la plaza y comernos unos helados. Allı́ les conté todo lo que me habı́a
sucedido, inalmente comprendimos por qué el maestro nos habı́a
pedido que volvié ramos a ver la pelı́cula The Matrix.

En mi experiencia me sentı́ como Neo, que comprendı́a que los demá s


está n dominados o alienados por unos seres oscuros en un mundo
irreal y que deben despertar para darse cuenta de su encierro. Claro
que no es igual a lo que yo observé , los seres no eran computadoras,
pero existen muchas similitudes ya que pareciera que estamos dentro
de un sistema del que solo podrı́amos salir si tuvié semos la consciencia
despierta.

Dentro de ese sistema pareciera que existen varias formas de alienar a


los seres humanos a travé s del mundo astral. Segú n lo poco que pude
escuchar dentro de la gran carpa de los seres oscuros, lo importante es
que los seres sientan que pertenecen a un sistema ya sea una sociedad
basada en el consumo o una sociedad comunista dependiente del
estado y que ademá s perciban como un gran peligro salirse de esta
estructura.

En ese momento decidimos llamar a mi prima Chantal a ver si


recordaba algo, pero al hablar con ella e di cuenta de que no tenı́a ni
idea de lo que estaba hablando. No tenı́a consciencia de haber estado
en esa enorme carpa ni de haber escapado conmigo. Al inal decidı́
decirle que habı́a sido un extrañ o sueñ o pero que no se preocupara del
asunto.

Esa noche me acosté a dormir con las preguntas bullendo en mi cabeza,


necesitaba que mi maestro me aclarara muchı́simas cosas. Me hice la
estrella alrededor de mi cuerpo siete veces, recé muchas veces el Padre
Nuestro profundamente e inicié las secuencias respiratorias. Me costó
relajarme un poco, má s que de costumbre, realmente me habı́a
impactado observar oscuridad en ese mundo que yo percibı́a tan
hermoso y sereno. Finalmente me dejé llevar, capté la vibració n en la
nuca e inmediatamente me dispuse a incorporarme.
Al salir de mi cuarto sentı́ có mo me envolvı́a una energı́a que me
trasladaba a otro sitio de forma instantá nea. El mensaje que llegó a mi
cabeza fue que era el añ o 2099 y que, luego de muchos añ os de
reconstrucció n la Tierra, vivı́a una era dorada en la cual los humanos
eran plenamente conscientes de su Ser, vivı́amos nuevamente en un
paraı́so terrenal. No pude ver mucho má s ya que inmediatamente
regresé a la montañ a detrá s de mi casa.

Allı́ me esperaba el maestro sentado en la grama, rodeado de lores.


Tenı́a un gato en sus piernas al que acariciaba apaciblemente. Me alegré
muchı́simo de verle y casi sin acabar de sentarme, comencé a hacerle
muchas de las preguntas que seguı́an rondando mi mente. El maestro
sonrió y me explicó lo siguiente: “En el planeta Tierra existen seres
que consciente o inconscientemente sirven a la luz y otros muchos
que sirven a la oscuridad. Así como existen maestros de la luz pues
también existen maestros de la oscuridad. Cada Ser es libre de
actuar de la manera que desee. Muchos seres de la oscuridad se
nutren de la energía de la ansiedad, del miedo, del odio y del
resentimiento que esta sociedad materialista produce en los seres
humanos. El lugar al cual fuiste llevado, es una estructura en la
cual los cuerpos astrales de la mayoría de los humanos son
alienados por estos seres de la oscuridad, inculcándoles valores
errados de materialismo que les nubla la mente y no les permite
tener consciencia de lo espiritual. Una sociedad en la cual lo más
importante es el consumo, y tener más que el vecino, o una
sociedad en la cual el éxito es castigado y los seres pierden la
necesidad de superación personal, todo esto tan alienante para los
seres humanos.

En un sistema comunista, además, se pierde la libertad.

No es que el dinero sea bueno o malo. Es una energía así como lo


es todo, el detalle está en cómo es percibido por el Ser y cómo y
para qué es utilizado. El dinero no es un in en sí mismo, es algo
creado por los humanos para obtener cosas.
La libertad económica ocurre cuando te sales del sistema, tomas
consciencia de que el dinero es fabricado por estos mismos seres,
es una energía que durante años ha esclavizado a la humanidad.

Hacer uso hoy en día del dinero con un in de servicio a Dios es


perfecto. Todas las experiencias son necesarias para la evolución
del ser humano y aunque el dinero es una de las causas
fundamentales de los desequilibrios en el planeta Tierra, forma
parte de la evolución humana. En los planetas habitados por seres
humanos avanzados espiritualmente no existe el dinero porque es
innecesario.

A los seres de la oscuridad no les conviene que los seres tengan


consciencia del mundo astral ni de algún tipo de espiritualidad.
Mientras más ocupados estén en lograr metas materiales
generadas por la sociedad de consumo, más atrapados están en un
mundo creado para la insatisfacción permanente. Mientras más
tienen más necesitan, nunca se sienten plenamente felices, ni
logran la libertad económica, porque perciben el dinero como un
in, no como un medio.

Crean todo tipo de distracciones para evitar que el Ser Humano se


reencuentre a sí mismo y recuerde lo poderoso que es.

Igualmente, pasarse la vida echándole la culpa a los demás de tus


errores, de tu pobreza, de tu falta de éxito, tal y como lo inculca el
sistema comunista hace que pierdas mucho más que tu libertad:
pierdes la alegría de vivir. Solo puede evolucionar fuera de los
sistemas aquel que toma consciencia de que estas estructuras no
existen en realidad, fueron creadas para alienar.

Los seres de la oscuridad necesitan estas energı́as para crecer en poder


y en nú mero, se alimentan del miedo. Lo má s peligroso para la
oscuridad es que los seres humanos comiencen a tener consciencia de
que viven en un mundo irreal, justamente como la pelı́cula The Matrix.
Claro que no es igual todo lo que aparece en la película, no
estamos manejados por computadoras, pero el concepto de una
humanidad viviendo en un estado hipnótico que le impide ser
libre y que los seres humanos no poseen límites es cierto. Si yo te
dijera que el ser humano puede volar, te reirías mucho. Pero
realmente el ser humano es muy cómodo, pre iere no arriesgarse
a sentir la libertad por miedo a asumir la responsabilidad sobre su
destino, sobre su Ser. Los límites se los ha puesto el mismo Ser
Humano, no Dios. Hay seres en el planeta Tierra que han llegado a
salir completamente de lo que llamamos Matrix, y son capaces de
volar, como los pájaros. También hay seres que viven de la energía
del sol y no necesitan ni agua ni alimentos y pueden pasarse veinte
años en meditación sin probar bocado.

El ser humano tiene un gran potencial que desconoce, al vivir en


total armonía con la naturaleza, puede aumentar la velocidad de
su pensamiento hasta niveles inimaginables. Dentro de un tiempo
irán comprendiendo el alcance de esta frase. Cada vez nacen más
niños con una mayor consciencia de su misión en el mundo,
también tienen facultades extraordinarias, tanto intelectuales
como espirituales. Tú solamente has comenzado a tener
consciencia del mundo astral.

Hay muchas otras dimensiones y además existen mundos o


universos paralelos en todas las dimensiones. El concepto del
tiempo es relativo a la dimensión en la cual se enfoca la mente
humana. Pasado, presente y futuro ocurren simultáneamente para
el espíritu y el Ser evoluciona en diferentes sistemas de realidad.
Aun así, la mente percibe que va hacia adelante. Pero ya irás poco
a poco aprendiendo y teniendo consciencia de universos paralelos
y de muchas otras realidades.”

Entonces le pregunté có mo podı́a salir de la Matrix y ayudar a los


demá s a salir de ella. Me dijo: “Aunque quieras que todos se enteren
de esta realidad, muy pocos te creerán. Estar en Matrix es muy
cómodo para la mayoría, y no escucharán a nadie que les anime a
asumir su responsabilidad. Es más fácil vivir en la ignorancia. Para
comenzar a salir del sistema debes entrenar a tu consciencia, cada
vez que te acuestes a dormir date instrucciones a ti mismo para
recordar tus sueños. Al despertar, en ese mágico instante entre
despierto y dormido, intenta recordarlos. Poco a poco tendrás una
mayor consciencia de tu Ser a través de ellos. A ti te queda un largo
camino por recorrer, pero ya has dado el paso más importante:
sientes en tu corazón el intenso deseo de recordar quién eres.

Nadie es poseedor de la verdad, ya que hay tantas verdades como


seres habitando en el universo, pero lo ideal es que vivas tu propia
verdad, crees tu propia vida y no que vivas la vida que otros han
creado para ti.

Vivir en consciencia permanente hace que tomes decisiones fuera


del sistema, seguirás viendo cómo funciona para los demás, pero
no para ti. Todos los pensamientos de las personas se encuentran
en el inconsciente colectivo, y este inconsciente forma la gran
nube gris del sistema.

Esta nube debes atravesarla para pensar por ti mismo. Es como si


alargaras una altísima antena desde tu cabeza hasta más allá de la
nube gris, porque para pensar claramente debes estar por encima
del inconsciente colectivo que son todos los pensamientos
caóticos, de frustración, de miedo, de odio, de violencia y de
muchos sentimientos destructores y alienantes de la humanidad.

Todas las estructuras que existen en la actualidad han sido


creadas para alienar y controlar a los seres humanos. Las
diferentes religiones, los centros educativos en cualquier nivel, los
sistemas de gobierno, ya sean de democracia, socialistas,
comunistas o una mezcla de todos; la estructura inanciera, el
sistema de salud mundial, distraen al individuo de su principal
papel en el universo y evitan que ejerza su libre albedrío con
re lexión. Ningún sistema o estructura es mejor que otro, ya que
en realidad cualquier tipo de control inter iere con la libertad
humana. Para que la sociedad completa se transforme hacia otro
tipo de existencia, los individuos deben primero ser informados
de que pueden vivir sin la estructura a la cual están
acostumbrados. En estos momentos se están desmoronando
muchas creencias y paradigmas.

Durante los últimos años ha estado luyendo muchísima luz hacia


el planeta Tierra para que sus habitantes despierten y
comprendan que para ser libres deberán salirse del sistema.

Los seres de la oscuridad al verse amenazados en sus intereses,


están haciendo todo lo que pueden por conservar su dominio
sobre este planeta. Mediante el uso de la ciencia de la imaginería
han controlado gran parte de la humanidad, crean imágenes
mentales basadas en el miedo que seres humanos asumen como
propias. Todo esto forma una estructura de enorme poder, ya que
el pensamiento colectivo es lo que se mani iesta en la realidad
ísica: guerras, plagas, gobiernos corruptos, violencia, crisis
económicas y todo lo que ocurre a nivel ísico.

Desde hace un tiempo estamos en guerra.

Te pido que te sientes frente a mí porque voy a mostrarte algo que


ocurre en este momento en los cielos.”

Nos sentamos con las piernas cruzadas, y el maestro me presionó con el


dedo ı́ndice en el medio de la frente. En ese momento sentı́ un remolino
dentro de la cabeza. Cuando abrı́ los ojos ya no está bamos en la
montañ a, el maestro se encontraba a mi lado y sentı́ que no está bamos
en la Tierra. Parecı́a má s bien un lugar sacado de una pelı́cula de
ciencia icció n. Nos encontrá bamos en una montañ a, detrá s de unas
rocas. A lo lejos, frente a nosotros habı́a un enorme castillo luminoso,
sus paredes estaban cubiertas de diamantes azulados. Era muy alto,
mucho má s que cualquier castillo medieval. De pronto me asusté
mucho al ver unos seres gigantes luchar justo a los pies de la montañ a
en la cual está bamos situados. El maestro comenzó a hablarme:

“Estas presenciando parte de la guerra que está ocurriendo en


estos momentos entre los guerreros de la luz y los guerreros de la
oscuridad.” En ese momento vi a los guerreros de la luz, estos se
parecían al dios Zeus de la civilización griega, tenían cabellos
blancos y barbas blancas y largas. Sus ojos re lejaban fuerza y
poder, casi podía decir que fulminaban con su mirada.

Sus yelmos eran luminosos y de ellos emanaban rayos de colores.


Cabalgaban en unos animales que parecı́an una mezcla entre caballos y
dragones pero con cuernos de unicornio. Sostenı́an en sus manos
enormes lanzas y espadas con las cuales cortaban las cabezas de los
guerreros de la oscuridad. Estos ú ltimos estaban decididos a atacar
hasta morir, pero parecı́an má s bien desesperanzados. Eran tambié n
enormes pero sus rostros no se podı́an distinguir ya que sus yelmos
oscuros los cubrı́an por completo. Sus lanzas y espadas eran rojas y
negras. Iban cabalgando en unos monstruos que me recordaron a unos
bú falos gigantes con unos cuernos enormes. Cada vez que morı́a un
guerrero de la oscuridad, se escuchaba un grito ensordecedor que me
producı́a escalofrı́os. Era obvio en la lucha que los guerreros de la luz,
aunque en menor nú mero que los de la oscuridad, estaban ganando. No
llegue a observar a ningú n guerrero de la luz morir, algunos eran
heridos pero inmediatamente otros los ayudaban y los llevaban al
castillo. En cambio, los guerreros de la oscuridad heridos eran
abandonados por sus compañeros. “Los guerreros de la oscuridad
sienten que ya no tienen nada que perder” me comentó el maestro.
“Saben que van a morir en esta guerra ya que Dios el Cristo ası́ lo
sentenció . Pero luchan por sus vidas hasta el inal y se abandonan los
unos a los otros ya que no hay ni siquiera una pizca de compasió n en
sus corazones. Esta escena quedará grabada en tu memoria y, poco a
poco, tomará s consciencia de tu papel en esta guerra. Ahora vamos a
volver.” En un instante sentí nuevamente el remolino en mi mente y
volvimos a la montaña.
El maestro me dijo: “Te recomiendo que practiques centrar tu
energía constantemente en tu corazón. Tu Ser superior te guía a lo
largo de la vida, lo importante es prestar atención a los avisos.
Ocurrirán muchas cosas que te van a sacudir. Despertarás
recordando sueños extraños que poco a poco irás comprendiendo.
El mundo está muy consternado, ya que son tiempos de cambios
por el in de una era y el comienzo de otra. Cada Ser tomará
consciencia de lo que esté preparado para asumir, todos llegarán a
Dios pero por caminos diferentes.”

Por ú ltimo me explicó algo que me dejó perplejo:

“Para llegar a Dios los seres tienen total libertad de escoger el


camino. Hay quienes eligen el camino de la luz, y sus muchas vidas
re lejarán esta decisión. Pero muchos seres también eligen el
camino de la oscuridad para alcanzarlo. Sus muchas vidas serán
re lejo de esta decisión, podríamos decir que muchas serán como
vivir en el in ierno en la Tierra. Gracias a ellos aprendemos de
aquello que no es, y nos reconocemos como la luz que somos, pero
que ellos también son.

Recordemos quiénes somos y ayudemos a otros a recordarlo


igualmente. Dios es amor, y está por encima del bien y del mal, al
inal todos los que buscan a Dios le encuentran, sea cual sea el
camino que hayan decidido recorrer.” Una electricidad me recorrió la
columna vertebral, antes de que pudiese pensar me desperté , acostado
en mi cama, con muchı́simo frı́o y muchas má s preguntas.
Capítulo 8

Los Ciclos Universales


Mis amigos y yo conversamos largamente toda la semana. Yo no volvı́ a
tener experiencias como las anteriores, pero sentı́a que dormı́a muy
profundamente y me despertaba lleno de energı́a y esperanza.
Finalmente, llegó una vez má s el dı́a viernes señ alado por el maestro.

Estuvo bien escogido el dı́a ya que no nos hubié semos podido


concentrar en el colegio si tuvié semos la experiencia cualquier otro dı́a
de la semana. Volvimos a quedar en acostarnos a las ocho en punto.

Cuando llegué a la casa mi mamá y mi papá me esperaban porque


querı́an hablarme de algo. Nos sentamos en la mesa del comedor y me
preguntaron si me estaba pasando algo extrañ o que quisiera
comunicarles. Tenı́an caras de mucha angustia, me dijeron que desde
hacı́a varios meses habı́a cambiado muchı́simo, me acostaba temprano,
ya casi ni tocaba los juegos de video y habı́a cambiado hasta la forma de
comer.

Siempre he mantenido una excelente relació n con mis padres y con mi


hermana, de verdad me daba pena no poder contarles todo, pero sentı́
que no era el momento todavı́a. Les hablé lo má s sinceramente que
pude, pero sin comunicarles lo que estaba viviendo en la cuarta
dimensió n. Les dije que habı́a estado leyendo acerca de la importancia
de la meditació n y de la oració n, que tenı́a muchas preguntas acerca de
Dios y de la vida, que estaba encontrá ndome a mı́ mismo. Mi padre
entonces me dijo algo que me emocionó mucho: “Doy gracias todos los
dı́as por tenerlos a ti y a tu hermana como hijos. Siento dentro de mı́
que algo especial está ocurriendo en tu vida. Como tu mamá y yo te
amamos mucho pero tambié n te respetamos, te recordamos que, sea lo
que sea, cuando sientas que quieres hablarnos estaremos aquı́ para ti.”
Nos abrazamos y les dije que los amaba mucho. Dentro de mı́ sabı́a que
pronto podrı́a contarles todo.
Luego de cenar fui a mi cuarto a ponerme el pijama má s bonito. Algo
inusual que me ha estado pasando es que antes dormı́a a veces en
interiores o con un pijama viejo, pero como entro en el mundo astral
me siento mejor vistiendo con mis pijamas má s nuevos.

Apenas coloqué mi cabeza en la almohada llegó la esperada vibració n


en la nuca. Me relajé y respiré profundamente. Como siempre, y con
mayor consciencia luego de la visita a Matrix, me hice la estrella siete
veces y recé varias veces el Padre Nuestro y para variar tambié n el Ave
Marı́a. Ya habı́a aprendido que al relajarme respirando profundamente,
llegaba un momento en que ya no estaba ni en mi cuerpo fı́sico ni en mi
cuerpo astral, esa relajació n hace que la consciencia quede en un
intermedio y allı́ es donde uno decide qué hacer. Como ya sentı́a la
vibració n má s intensamente me incorporé en mi cama, y comencé a
caminar hacia la pared. Aunque podı́a caminar hacia la ventana,
disfrutaba poder atravesar la pared y sentir como mi cuerpo astral
pasaba hasta el otro lado.

Subı́ hacia la montañ a sintiendo, otra vez, la paz y la energı́a de ese


increı́ble mundo, hacı́a solo unos dı́as que no sentı́a esa sensació n y ya
la extrañ aba mucho.

Llegué hasta la puerta dorada y allı́ estaban mis amigos Rodrigo y Ana
Emilia, nos saludamos con la mente y nos dirigimos hacia el maestro
que nos llamaba. Nos explicó que este ú ltimo viaje guiados por é l serı́a
en dos etapas.

Primero nos mostrarı́a el posible futuro del planeta Tierra y luego nos
explicarı́a el resto. Antes de proseguir nos dijo que lo que está bamos
por visualizar ya habı́a ocurrido varias veces en el planeta Tierra y que
antes de entrar por la puerta dorada debı́amos abrir el corazó n para
entender el proceso desde allı́ y no con la cabeza.

Nos hizo señ as para que nos acercá semos a la puerta dorada. “Este es
mi tercer viaje con ustedes.
Recuerden siempre que no todos están dispuestos a renunciar a la
comodidad de la ignorancia. No se desesperen en cambiar la forma
de pensar de los demás, a todos les llega su hora, tarde o
temprano. Cada quien tiene la libertad de elegir salirse o no de
Matrix. En el futuro cercano volveremos a vernos.” Me entregó la
llave y luego de hacerla girar en la cerradura de la puerta dorada nos
adentramos, muy emocionados. Allı́ estaba esperá ndonos el libro y su
ojo dentro del triá ngulo nos contemplaba.

Colocamos nuestras manos encima de la estrella de cinco puntas e


inmediatamente entramos en un gran vó rtice de energı́a que nos
arrastraba hacia un tú nel. Seguı́amos avanzando a gran velocidad
mientras miles de estrellas pasaban a nuestro alrededor. De pronto nos
detuvimos, encontrá ndonos de pie en una montañ a. Al ver el cielo
observamos có mo las estrellas estaban muy cerca del planeta Tierra,
por un lado habı́a una gran oscuridad ya que no habı́an luces
encendidas a nuestro alrededor y por el otro una gran claridad por la
cantidad de estrellas.

Nuestro guı́a nos explicó lo siguiente: “Estamos parados encima de la


cima del cerro Roraima, ubicado en Venezuela, en Sudamérica. Es
una inmensa torre de piedra que se formó hace miles de millones
de años, en una época de mucha actividad volcánica, antes de que
comenzaran a aparecer las primeras formas de vida en la Tierra.

En esta zona de la Tierra existe una muy potente energía.” Yo


estaba extasiado viendo el cielo, habı́a miles de estrellas muy brillantes
y parecı́an muy cercanas a la Tierra, mucho má s de lo normal. Habı́a
mucho movimiento có smico, por ası́ decirlo, y parecı́a que
estuvié semos observando el movimiento acelerado de galaxias enteras.

“La Tierra forma parte de un ciclo entre muchos ciclos universales.


Hay un ciclo que ocurre en el planeta Tierra cada 5.125 años, y
este se encuentra dentro de otro ciclo mayor de 25.625
años. A veces en el comienzo de un nuevo ciclo, la Tierra cambia de
polaridad magnética porque nos alineamos con el centro de
nuestra galaxia, la vía láctea que es una poderosa fuente de
energía magnética. Esta poderosa fuerza es capaz de empujar al
planeta y hacerlo girar hacia el otro lado. Desde donde nos
encontramos, en relación con esa fuente de energía, esta tiene un
efecto enorme sobre el planeta Tierra.

Algunas veces estamos alejados de esta fuente de energía y somos


de alguna manera ladeados y el efecto es menor. Otras veces
estamos más cerca o somos inclinados hacia ella y el efecto es
mayor. Desde hace ya 50 años hemos comenzado a sentir cambios
ísicos y espirituales, pero desde el 21 de diciembre del año 2012,
estamos recibiendo una gran cantidad de energía
electromagnética en línea recta, sin obstrucciones ocasionadas
por cualquier otro planeta o cualquier otro cuerpo en el sistema
solar. Ustedes están presenciando desde esta montaña de
poderosa energía el primero de tres días de total oscuridad que
pudieran cernirse en el planeta Tierra hasta que comience a girar
hacia el lado contrario nuevamente.

Este oscurecimiento de la Tierra durante tres días, no ocurrió el


21 de diciembre del año 2012, pero puede ocurrir en cualquier
momento posterior a esta fecha, ya que el proceso va a durar unos
años. Durante varios años, y hasta que culmine el cambio de era, la
Tierra experimentará muchos cambios climáticos y ajustes en las
capas terrestres con mayor frecuencia cada vez.

Todos los planetas pasan por ciclos y sus habitantes evolucionan a


través de ellos. A un ciclo de era dorada le sigue uno de era de
plata, luego el planeta pasa por una era de bronce para inalmente
vivir en la era de hierro. El planeta Tierra, luego de grandes
cambios primero electromagnéticos y luego ísicos, comenzará a
disfrutar nuevamente de una era dorada. Ya el planeta ha vivido
varias veces todos estos ciclos.
Hace más de 12.000 años, existió en la Tierra una de muchas
civilizaciones importantes que logró calcularlos. La civilización
Atlántida pudo haber salvado a una gran parte de sus habitantes si
hubiese utilizado sus conocimientos cientí icos y espirituales para
la evolución de la humanidad.

Pero aun habiendo sido avisados por sus maestros, más bien
crearon un mayor caos.

Creyeron que experimentando con la energía lograrían evadir los


efectos de los ciclos universales. Cometieron errores que les
costaron la destrucción de su civilización.

Pero sus sobrevivientes hicieron un buen trabajo, crearon


pirámides en Egipto, Perú, México, Bosnia y China con
características matemáticas y alineaciones estelares que han
desconcertado a los cientí icos actuales haciéndoles investigar los
ciclos terrestres.

Estamos percibiendo muchos cambios espirituales dentro de los


seres humanos que así lo decidan y que estén preparados.
También está aumentando la velocidad vibratoria de los cuerpos
ísicos y así pasarán a vivir en la tercera dimensión pero con
consciencia de cuarta o quinta dimensión.

Algunos seres pudieran ser llevados a ciudades subterráneas.


Otros seres serán

trasladados a otros planetas porque así lo han decidido. Los seres


humanos que estén preparados para este cambio vibratorio no
experimentarán los cambios en el mundo ísico de forma drástica,
más bien será algo muy placentero. Pero otros millones de seres
viven voluntariamente en total oscuridad, ellos vivirán los peores
años del cambio de ciclo ya que a todos se les precipitará aquello
que tienen por dentro: amor o miedo. En todos los casos, habrá un
crecimiento en la consciencia de los seres humanos. Ahora
volveremos a la montaña antes de ir a nuestro siguiente destino.”
Capítulo 9

La Ciudad Dorada
Al inalizar estas palabras volvimos a sentir una gran energı́a que nos
impulsaba hacia el tú nel, luego de ver las estrellas pasar a toda
velocidad a nuestro alrededor llegamos al lugar en donde se encuentra
el libro del ojo. El maestro entonces nos comunicó lo siguiente:
“Algunos de los sobrevivientes de la Atlántida y de otra gran
civilización llamada Lemuria, así como diferentes humanos de
otros planetas han reencarnado y vivido desde hace mucho tiempo
en el planeta Tierra. Muchos se han mezclado con los humanos ya
que su aspecto es muy similar y han intentado ayudar a la raza
humana, especialmente en el campo cientí ico.

También han construido ciudades que se encuentran debajo de la


primera capa de la Tierra en donde existen las ciudades actuales
que ustedes conocen. Cerca del Roraima existe una de estas
ciudades, pero solo quienes tienen información de dónde se
encuentran las entradas a estas ciudades tienen acceso a ellas. Si
la vida en el planeta Tierra se ve afectada por acontecimientos
derivados del ciclo que acaba de terminar, algunos humanos serán
contactados, en el plano ísico, por estos seres que viven en cuevas
o por seres de otros planetas , y otros serán contactados en el
plano astral. Es en estas cuevas que al atravesarlas devienen en
ciudades, donde algunos humanos podrán habitar mientras duren
los años más caóticos de este cambio de era. Ahora vamos a ir al
plano astral de una de estas ciudades.” Sin permitirnos emitir
palabra alguna, pese a todas las preguntas que estoy seguro nos
rondaban en la cabeza, nos instruyó para que volvié semos a colocar
nuestras manos en la estrella de cinco puntas que se encontraba en el
libro.

Inmediatamente, volvimos a sentir como nos atraı́a una fuerza


introducié ndonos dentro de un tú nel, pero ocurrió algo por primera vez
desde que viajamos en el mundo astral, el tú nel se abrió en nuestros
pies y comenzamos a bajar durante lo que parecieron unos quince
minutos pero a una altı́sima velocidad. Tenı́a una sensació n de
aprisionamiento porque podı́a observar las paredes del tú nel que me
indicaban la estrechez má s que lo espacioso del mismo. Se veı́an
marrones y eran irregulares como si hubiesen cavado un hueco en la
tierra.

Finalmente, llegamos al inal del tú nel, está bamos parados en un sitio
plano donde fuimos recibidos por varias personas que nos observaban
con curiosidad. Una de ellas era una mujer joven y esbelta, su piel era
tan blanca que má s bien parecı́a traslú cida, tenı́a el pelo amarillo claro
cortado casi al ras. Sus ojos eran grandes y de color violeta. Nos dijo
amablemente que ella serı́a nuestra guı́a.

Lo primero que noté fue la claridad, pese a que nos encontrá bamos
debajo de la tierra, como si fuese de dı́a, pero sin sol. En ese momento la
guı́a comenzó a hablarnos mientras caminá bamos. “Mi nombre es
Anika, aunque está n observando mi cuerpo astral, vivo en esta ciudad
en mi cuerpo fı́sico. Nacı́ aquı́, en esta llamada Ciudad Dorada y nunca
he salido fuera de ella. Muchas cosas de las que van a observar existen
en el mundo fı́sico, pero otras aú n no hemos logrado materializarlas.

La luz que observan viene de la energı́a producida por sustancias que


emanan luminosidad sin estar en contacto con el sol. Son derivadas de
unos minerales aú n no descubiertos por los seres humanos de la
super icie de la Tierra. Como podrá n imaginar la vida en la Ciudad
Dorada es muy diferente a la vida en la super icie. Creo que una de las
diferencias má s importantes es que no existe el dinero, todos somos
ú tiles y todos estamos conscientes de que nuestra misió n en la vida es
llegar a Dios por el camino de la luz. De esta forma cada quien aporta a
la comunidad lo mejor de sı́ mismo, quien limpia las calles es tan
importante como los cientı́ icos que investigan nuevas fó rmulas de
creació n de oxı́geno o la energı́a electromagné tica del centro de la
Tierra.
Tampoco utilizamos vehı́culos ya que utilizamos nuestro pensamiento
para tele transportarnos. Debido a que las calles son estrechas, cuando
nos movilizamos en grupo en la ciudad fı́sica de la Ciudad Dorada lo
hacemos en unos vehı́culos má s pequeñ os impulsados por magnetismo
que se deslizan por unos rieles preestablecidos.

Ahora abordaremos uno de estos vehı́culos, pero en su aspecto astral,


para recorrer las calles mientras les explico acerca de la vida en Ciudad
Dorada.” Nos dirigimos a un vehı́culo sin ruedas ni techo, estaba
suspendido en el aire. Tenı́a forma de un ó valo colocado
horizontalmente, ni siquiera se podı́a adivinar cuá l era el frente del
vehı́culo, su color era plateado azulado y su textura blanda casi podrı́a
decir que esponjosa.

Anika nos pidió que subié ramos y nos sentamos en unos asientos
colocados en lı́nea. Ella subió y se sentó junto a mı́, delante de nosotros
estaban Rodrigo, Ana Emilia y el maestro. Anika nos dijo que el vehı́culo
se manejaba con su pensamiento. De pronto comenzamos a circular por
la calle que era má s bien estrecha, habı́a personas caminando y se
observaban locales como tiendas y lugares para comer a lo largo de la
calle.

Anika comenzó a hablar: “Lo má s importante, para entender la vida en


Ciudad Dorada, es que tenemos una relació n con la espiritualidad y con
la energı́a que nos permite crear -o má s bien materializar- desde el
mundo astral al mundo fı́sico de forma voluntaria. Una gran parte de la
educació n que reciben los niñ os que nacen en Ciudad Dorada es sobre
el manejo de los estados vibratorios de sus cuerpos para pasar en
consciencia a las distintas dimensiones. Tambié n los niñ os aprenden a
materializar, primero en el mundo astral o cuarta dimensió n y luego
desde el mundo astral al mundo má s denso de la tercera dimensió n.

En el mundo astral, cuando el pensamiento, las emociones y la energı́a


se encuentran en armonı́a es posible crear cualquier cosa. Nuestros
niñ os aprenden que al crear se asume una responsabilidad, es decir, el
creador es totalmente responsable de sus creaciones. Si crean una mesa
deben hacerla perfecta, si la mesa es creada con solo dos patas, su
creador deberá pasar por el proceso de desmaterializar y crear
simultá neamente otra cosa.

Al vivir en total consciencia en el mundo astral o cuarta dimensió n y en


el mundo fı́sico o tercera dimensió n se comprende que la muerte es
solo una transformació n. Ademá s, al tener una mayor consciencia del
Ser, se puede vivir en varios universos paralelos en forma consciente.
Cada persona dependiendo de su nivel de consciencia, es capaz de vivir
en total consciencia varias vidas tanto astrales como fı́sicas al mismo
tiempo.

Yo por ejemplo vivo en esta ciudad, tengo a mis padres y dos hermanos,
pero tambié n tengo consciencia de que vivo en un universo paralelo en
el cual soy una cientı́ ica que se dedica a hacer experimentos con el
agua. Allı́ tengo un esposo y una hija que me acompañ an en mis viajes.
Mi Ser tiene consciencia de que vivo allı́ y tambié n acá en la Ciudad
Dorada, y yo tengo chispas de consciencia de vez en cuando, en especial
cuando duermo, que me recuerdan que estoy evolucionando en
diferentes niveles y realidades todo el tiempo. Pero esto no solamente
ocurre en el mundo astral sino tambié n en el mundo fı́sico, es decir,
aunque ustedes no tengan consciencia, existen universos paralelos
fı́sicos en los cuales vive su Ser y está evolucionando continuamente.

En la Ciudad Dorada no hay dinero tal y como les expliqué


anteriormente, no lo necesitamos porque vivimos en total armonı́a y
nuestras necesidades bá sicas son cubiertas por la energı́a que nos
rodea. Requerimos de pocos alimentos porque hemos logrado
identi icar todos sus nutrientes y los importantes aportes a nuestros
cuerpos. Ası́, de forma intuitiva, comemos exactamente lo que
necesitamos para mantener nuestro equilibrio nutricional.
Comprendemos que la naturaleza fue creada perfecta y el Ser Humano
no requiere de nada fuera de ella para ser completamente feliz. Existen
personas totalmente diferentes con gustos y habilidades distintas.
Algunos son má s talentosos como arquitectos y se dedican a crear las
casas y los demá s lugares fı́sicos, otros son cientı́ icos natos y viven
para descubrir cosas nuevas que bene icien a los humanos en la
super icie y a nosotros en la ciudad. Otros son artistas y hacen de
nuestra ciudad un placer para la vista con sus creaciones originales,
tambié n varios artistas se han dedicado a crear nuestra vestimenta, por
eso pueden ver que es a veces muy llamativa.

En el centro de aprendizaje que se encuentra en medio de la ciudad,


todos los niñ os desde los 3 añ os asisten para descubrir qué es lo que
desean hacer en esta vida. Allı́ está la cá mara del tiempo en la que
pueden entrar y aprender de la historia del planeta Tierra, desde sus
comienzos hasta ahora, como si estuviesen viendo una pelı́cula. Pueden
ademá s ver sus vidas pasadas en la cá mara del tiempo si lo desean y
necesitan para evolucionar. A veces no hace falta porque ya las
recuerdan a travé s de sus sueñ os. Es un aprendizaje vı́vido. Los sabios
rondan por todos los pasillos y cualquiera puede hacerles preguntas.

Recuerdo cuando era niñ a estando en el centro de aprendizaje, que una


vez le pregunté a uno de los sabios ue estaba dando una charla acerca
del bien y del mal, por qué Dios permitı́a que las personas hicieran
actos malos. El sabio me respondió algo que nunca olvidaré :

“El perdó n es la manifestació n má s sublime del amor, nos acerca a la


misericordia de Dios el Padre. El momento para decidir o no perdonar a
alguien, es crucial para nuestra evolució n. Luego de muchas vidas
evolucionando hacia la luz, logrará s mirar a quien decidió hacerte mal,
como a un ayudante de Dios que permitió que tú aprendas a perdonar.
“Con la vara que midas será s medido”. Al juzgar a los demá s seres
porque los consideras peores que tú te estará s juzgando a ti misma.

Recuerda que la experiencia que ellos está n viviendo es justamente la


que necesitan para evolucionar. Tú fuiste o será s como aquel a quien
juzgas.”
Como uno de nuestros objetivos fundamentales de evolució n es
aprender a pasar en consciencia del cuerpo fı́sico al astral, aprendemos
que la realidad es mucho má s de lo que creemos y observamos. El
cuerpo fı́sico tiene una duració n má s corta que el cuerpo astral, ası́,
cuando una persona llega a una edad mayor a 120 añ os, puede decidir
abandonar el cuerpo fı́sico y continú a viviendo en el mundo astral. Veo
que se asombraron cuando les dije 120 añ os, pero aquı́ la vida
transcurre de una manera diferente y debido a que nuestra salud es
ó ptima no es raro conocer a maestros espirituales de má s de 500 añ os
en sus cuerpos fı́sicos. Los pocos alimentos que consumimos son
totalmente naturales, frutas, vegetales, granos y verduras son nuestra
dieta de todos los dı́as. No consumimos sustancias que deterioran
nuestros cuerpos y acortan nuestra vida como hacen los humanos en la
super icie de la Tierra. Aquı́ no existen drogas, alcohol, medicamentos
arti iciales, cigarrillo ni comidas con colorantes o productos como
preservativos quı́micos. En la naturaleza encontramos todo lo que
necesitamos, ası́ fue en el principio de la creació n y ası́ volverá a ser en
la nueva era.

Pero igual que ustedes somos humanos experimentando la vida y si


existen accidentes o problemas debemos solucionarlos de la mejor
forma posible. A veces nos curamos utilizando los productos naturales
que hemos creado y otras mediante el manejo consciente de la energı́a.
Por ejemplo, mi madre se cayó hace unas semanas y hubo que repararle
el tobillo.

Fuimos a casa de un sanador, allı́ primero se utilizaron unos cristales de


energı́a para desin lamar el pie, luego con medicamentos naturales
disminuyeron el dolor y despué s con masajes de cremas derivadas de
plantas medicinales el pie fue curá ndose a sı́ mismo. Tenemos tambié n
unos sanadores especialistas en medicina homeopá tica, todos sabemos
que el cuerpo puede curarse a sı́ mismo si se le incentiva con las
sustancias adecuadas. Igual seguimos investigando nuevos mé todos de
sanació n, tanto para nosotros dentro de la Ciudad Dorada como para
que los humanos de la super icie los utilicen algú n dı́a.
A los niñ os tambié n se les enseñ a este tipo de sanaciones desde muy
pequeñ os. Los niñ os sienten los centros de energı́a de sus cuerpos y los
limpian todos los dı́as, igual a como se cepilları́an los dientes en la
super icie. Cuando se enferman o tienen algú n accidente, el adulto a
cargo incentiva al niñ o a ver la experiencia como una oportunidad de
crecimiento espiritual. Ası́ aprende a observar los cambios en la energı́a
de su cuerpo, en sus emociones y a relacionarlos con los cambios
fı́sicos. De esta forma comienza a tomar consciencia de que todo lo que
se materializa en el mundo fı́sico primero existe como energı́a en un
plano superior, luego se observa en el mundo astral y al inal só lo se
materializa en la tercera dimensió n lo que no se llegó a transmutar.

Claro que tambié n existen accidentes má s complicados, e incluso ha


habido muertes de personas en la Ciudad Dorada tanto en el mundo
fı́sico como en el astral. Hacemos todo lo que está en nuestras manos
para vivir en armonı́a con la naturaleza. Lo má s importante que hemos
aprendido es a convivir en amor, cada vez que algo no resulta como
esperamos nos enfocamos en sentir a Dios el Padre en nuestros
corazones para entender que todas nuestras vidas forman parte de un
aprendizaje que nos acerca cada vez má s a El. Todo lo que hacemos es
procurar servir al Padre, y sabemos que lo estamos sirviendo porque
sentimos en nuestros corazones su presencia amorosa que nos guı́a en
nuestros pasos. Cada vez que nos equivocamos aprendemos má s de la
vida, y recordamos que para eso vivimos, aprendemos a ser mejores y
esperamos que otros puedan serlo tambié n. “De pronto Anika se me
quedó mirando, y adiviná ndome el pensamiento me dijo:

“Estás preguntándote cómo se muere uno en el mundo astral. Les


explico que así como se acumula karma o dharma en el mundo
ísico, también ocurre lo mismo en el mundo astral.

Algunos seres deciden cumplir con su karma y morir en el mundo


astral de forma voluntaria.” Me sonreı́ al darme cuenta de que era un
libro abierto para ella, pero luego me aclaró : “No he leído tu
pensamiento, pues eso sería una interferencia que generaría un
karma para mi Ser, tú mismo has enviado telepáticamente tu
pensamiento a mi mente.” Entonces todos soltamos una gran
carcajada, incluida Anika.

Y siguió explicando: “Hemos sido visitados en varias ocasiones, en


el nivel astral de la Ciudad Dorada, por seres de la hermandad de
la oscuridad que han intentado inmiscuirse en nuestra evolución.
Por esta razón, muchos de nuestros maestros se pasan la vida
creando sistemas de protección energéticos derivados de
oraciones continuas hacia el Padre Universal y mantras que cantan
a toda hora. Vivimos en constante amenaza de muchos seres que
observan la Ciudad Dorada como un escape para las consciencias
manipuladas de la mayoría de los seres humanos.

En estos momentos las fuerzas de la luz y de la oscuridad se


encuentran enfrentadas por dos sistemas de evolución diferentes.
Ya es tiempo de cambios profundos en la consciencia de los seres
humanos y los seres de la oscuridad tienen miedo de perder el
dominio que han tenido hasta ahora.”

Durante todo el trayecto del viaje, veı́amos la ciudad y observá bamos a


las personas caminando por las calles. Llegamos a un riachuelo que
salı́a de una grieta de una montañ a, allı́ nos bajamos del vehı́culo y
Anika nos pidió que bebié semos de esa agua y nos entregó unos vasos
dorados, en el fondo de cada uno habı́a una pequeñ a piedra de color
verde. Cada uno se fue acercando a beber un sorbo de esa agua que
parecı́a má s densa de lo normal. Noté una gran energı́a que me recorrı́a
el cuerpo, sentı́ como cada parte de mı́ vibraba intensamente y tenı́a
consciencia de cada una de mis cé lulas. Sentı́ ademá s una fuerte
presió n en el entrecejo.

Anika nos explicó que el agua estaba energizada con esa piedra
originaria de la constelació n de Orió n y que ademá s se utilizaba para
abrir el tercer ojo. Me sentı́ inmensamente feliz.
Seguimos el riachuelo y llegamos a un pozo en donde se veı́an unos
del ines nadando. Anika nos pidió que nos metié semos dentro del pozo.
Comencé a entrar en el agua y fue una de las sensaciones má s fabulosas
nunca imaginadas, no me mojaba. Ası́ de simple, era agua pero no
mojaba, podı́a pasar mis dedos por ella y sentı́a la sensació n de que era
lı́quida pero sin empaparme.

Anika nos dijo: “Este lugar existe en la ciudad ísica, pero como
están en la ciudad astral les voy a regalar una maravillosa
experiencia. Yo soy la guardiana de este pozo y los del ines que
observan son mis amigos. Ellos son seres extraordinarios y muy
evolucionados que son capaces de modi icar los estados
energéticos de los seres humanos en unos minutos. Debido a que
se encuentran en el mundo astral, van a sentir como respiran agua
sin ahogarse. Ahora entren al agua a jugar con los del ines,
permítanles guiarles hacia las profundidades del pozo.” Sin
pensarlo dos veces, nos metimos los tres al agua y cada uno abrazó a un
delfı́n para nadar. Es la sensació n má s hermosa que he sentido,
acariciaba a mi delfı́n y sentı́a el traspaso de su energía a mi cuerpo.
Puedo describirlo en una sola palabra: Alegría. Observé a mis
amigos nadar cerca de mí, tenían caras de total placer. Bajamos
hacia el fondo del pozo, había muchos peces de colores y otros
animales marinos extraños. Respirábamos el agua, me creí
totalmente libre. Luego de nadar un largo rato subimos a la
super icie y aunque me hubiese podido quedar allí durante
muchísimo tiempo más Anika nos dijo que ya era hora.

Nos pidió que nos agarrá semos de las manos porque ya era momento
de volver. Asimismo nos solicitó que escribié semos todas nuestras
experiencias para que el recuerdo no se diluyera en la mente fı́sica. Nos
dijo que casi todo lo que habı́amos visto existı́a tanto en el mundo fı́sico
como en el astral. Pero que la entrada a la Ciudad Dorada no serı́a
revelada a los seres humanos hasta dentro de un tiempo y solo se hará
por medio de otras dimensiones, ası́ que só lo aquellos cuya consciencia
esté despierta podrá n conocer el lugar.
De pronto comenzamos a sentir como nuestras manos se disolvı́an y
poco a poco nuestros cuerpos entraban de nuevo en el tú nel pero esta
vez sentı́amos que nos atraı́an hacia arriba. Cuando llegamos a la
super icie nos miramos sin decir palabra alguna. Lo que acabá bamos de
vivir estaba fuera de toda imaginació n. El maestro entonces pronunció
sus ú ltimas palabras antes de volver al mundo fı́sico: “Recuerden
siempre que más allá de todas las experiencias que han vivido se
encuentra Dios, solo en Él debemos tener Fe y rezarle desde el
corazón; esto es lo más importante.

Lo que la humanidad está experimentando como cambios


climáticos y geológicos va a ir acentuándose. De nada valdrán los
millones acumulados en una cuenta bancaria cuando llegue el
momento del cambio de era. Sólo valdrán las millones de
partículas de amor que estén en sus corazones y su sincera
decisión de hacer la voluntad de Dios. Cada individuo debe
intentar buscar la verdad por sí mismo y el mejor lugar para
encontrarla es en su propio corazón.

Nos volveremos a ver en unos meses para que puedan ir


integrando lo aprendido. Seguirán experimentando tanto
individual como en grupo en el universo astral, recuerden hacerse
la estrella de cinco puntas en el cuerpo antes de iniciar un viaje. Su
misión ahora es transmitir al mundo sus conocimientos de la
mejor forma posible.

Recuerden que una de las lecciones más importantes de aprender


en el mundo ísico, aquí en el planeta Tierra, es lograr un balance
entre lo positivo y lo negativo. Ningún extremo es bueno, los
fanáticos están en desequilibrio. No existe una fórmula mágica
para lograr el equilibrio ya que cada quien debe buscar el suyo. El
mensaje no es que abandonen sus vidas y mediten comiendo
vegetales de ahora en adelante. La enseñanza más importante es
que lo fundamental es despertar, tomar consciencia y luego buscar
la verdad en sus vidas. La mayoría no los van a entender, muchos
los tildarán de locos, les recomiendo no frustrarse, cada quien
despierta justo en el momento indicado. No se puede interferir en
la vida de los otros seres a no ser que estos nos lo permitan.

Queridos Ana Emilia, Rodrigo y Nacho, pido a Dios que continúe


acompañándoles y bendiga sus vidas.”

Luego de esa gran emoció n desperté , con muchı́simo frı́o en el cuerpo


pero con un gran calor en el corazó n. Lá grimas de alegrı́a corrı́an por
mis mejillas.
SEGUNDA PARTE
Capítulo 10

El Universo Astral
En estos ú ltimos meses mi vida y la de mis amigos ha cambiado para
siempre. La realidad no es lo que creı́amos y cada dı́a lo con irmamos,
no só lo con nuestros viajes en el mundo astral, sino a travé s de nuestros
sueñ os que, poco a poco, se han ido tornando má s claros y numerosos.
Ahora, al despertar por las mañ anas, mi primer pensamiento es para
Dios, le doy las gracias por la paz y la alegrı́a que siento crecer dentro
de mi alma y por permitirme experimentar otra parte de su creació n.
Luego, me concentro en recordar todo lo que puedo de mis sueñ os y de
los viajes en el mundo astral.

Cada uno de nosotros ha tenido experiencias diferentes, de acuerdo


quizá s a sus preferencias y deseos má s profundos. Hablamos siempre
de lo que nos ocurrió la noche anterior, a dó nde fuimos y qué
aprendimos del mundo astral. No todos los dı́as logramos la vibració n,
todavı́a no sabemos a qué se debe que algunos dı́as sı́ la sintamos y
otros no. De lo que sı́ estamos seguros es que ya no podemos vivir sin
conectarnos en consciencia con nuestro cuerpo astral. Aun cuando el
maestro nos indicó que es hora de transmitir lo que estamos
aprendiendo, no nos hemos sentido preparados para explicar aquello
que todavı́a nos cuesta aceptar.

Hemos comprendido que bajo la guı́a del maestro las experiencias


astrales son má s fá ciles. Llegamos a la conclusió n de que para tener
viajes astrales completos y sin interrupciones debemos ejercitar
nuestra consciencia para no dejarnos llevar por nuestros deseos.
Parecı́a que el maestro nos ayudaba a mantenernos concentrados en
nuestros viajes, atrayé ndonos a su presencia y guiá ndonos a travé s de
la puerta dorada. Quizá por eso nos ha dejado que experimentemos
solos durante un tiempo, para aprender a manejar mejor nuestros
pensamientos y emociones en el mundo astral.

Aunque hemos vivido experiencias diferentes todas son


extraordinarias. Ana Emilia, por su lado, siente un profundo amor por
todos los animales y cada vez que sale en su cuerpo astral procura
buscarlos y relacionarse con ellos, evitando encontrarse con los
cuerpos astrales de las personas. Nos comenta que los animales tienen
una inteligencia increı́ble y que, aunque no tienen la misma consciencia
humana; son capaces de transmitirle conocimientos acerca de una
naturaleza que jamá s hubiese imaginado. Ella a irma que algunos
animales al morir tienden a agrupar sus espı́ritus para evolucionar
como especie. Todos aprenden de los conocimientos adquiridos por
cada uno. Parece que el contacto amoroso de los humanos eleva la
consciencia de los animales, ası́ como nosotros elevamos nuestra
consciencia con la ayuda del maestro.

Una vez, Ana Emilia se encontró con un leó n que, mientras lo acariciaba
como si fuese un cariñ oso gato transmitié ndole amor, é l le retribuı́a con
una fuerte energı́a de poder. Ella nos dijo que esa sensació n la estuvo
sintiendo durante muchos dı́as y que cada vez que lo necesitaba acudı́a
a su amigo el leó n para intercambiar energı́as. Que quizá s si vivié semos
en armonı́a con la naturaleza podrı́amos tener una relació n especial y
enriquecedora con cualquier animal de la tierra. En esto creo que tiene
toda la razó n, pues mientras nosotros los humanos, supuestamente los
seres má s inteligentes del planeta, hemos ido destruyendo poco a poco
la hermosa naturaleza creada por Dios, los animales só lo han intentado
sobrevivir.

Ella ha podido relacionarse con muchas especies animales que vemos


só lo en la mitologı́a. Nos cuenta que los unicornios le comunicaron que
existieron hace muchos añ os en el planeta tierra, hasta que
transcendieron, pasando a la cuarta y quinta dimensió n, y que son muy
inteligentes y evolucionados. Ha visto dragones volando, sirenas
nadando en el mar y centauros cabalgando en los bosques. Ha
intentado hablarles pero aú n no ha podido comunicarse porque se
alejan de su presencia.

Tambié n ha comprendido que hay animales má s evolucionados por su


forma de comunicarse con nosotros, y que los caballos, los chimpancé s,
los perros, los gatos y los del ines son de initivamente algunos de los
animales superiores en consciencia en el plano astral.

Luego de nuestra experiencia acuá tica en Ciudad Dorada, Ana Emilia se


concentra a menudo en volar con su cuerpo astral hacia el mar y puede
tocar con su mano las olas, mientras decide dó nde hundirse para nadar
junto a los del ines con quienes ha establecido una intensa conexió n.
Para ella es una sensació n inigualable poder respirar bajo el agua,
mientras los abraza y acaricia. Insiste en que los del ines y las ballenas
le han transmitido que son animales con una consciencia muy
evolucionada y un claro propó sito de servicio en el planeta tierra. A
veces tambié n siente que hay un plan del cual todos formamos parte y
que los animales son, de alguna forma, maestros nuestros.

Pero ası́ como ha entrado en contacto con animales amistosos, tambié n


ha visto animales desagradables como arañ as, vampiros, hormigas,
cocodrilos, los cuales la han hecho sentir miedo e, incluso, en el caso de
las serpientes han intentado morderla, situació n que no llega a
comprender.

De initivamente todos tenemos nuestro papel en este mundo, y aunque


aú n no lo entendemos, colaboramos entre todos desde má s allá de los
lı́mites fı́sicos.

Por otro lado, Rodrigo ha tenido má s precaució n al salir en su cuerpo


astral, sin embargo, cuando lo ha hecho se ha topado con situaciones
bien interesantes.
Una vez encontró a una niñ a sentada en su cama apenas salió de su
cuerpo fı́sico. Al principio é l se asustó , pero luego la niñ a le habló
explicá ndole que ella habı́a dejado su cuerpo fı́sico de forma de initiva
aunque no deseaba dejar todavı́a a su familia, ya que é sta se encontraba
muy triste con su partida. Rodrigo nos comentó que al principio la niñ a
le pareció una total desconocida, pero luego de escuchar sus palabras
pensó que quizá s la conocı́a de algú n lado.

Ella le dijo a Rodrigo que se sentı́a en paz y que sabı́a que su muerte, a
temprana edad, habı́a sido parte de un aprendizaje necesario para ella y
para su familia.

Le explicó a Rodrigo que habı́a muerto de una extrañ a enfermedad que


primero la habı́a dejado invá lida y que luego, poco a poco, fue
atro iando el sano funcionamiento de sus ó rganos. Habı́an acudido a
muchos mé dicos, pero ninguno logró curarla. Su madre habı́a dejado de
trabajar y se quedó cuidá ndola durante varios añ os. Trataban siempre
de estar juntos compartiendo en familia mientras rezaban por su
recuperació n. Su padre se habı́a desesperado mucho por no poder
salvarla, pero al inal habı́a decidido dejar la situació n en manos de
Dios. Su enfermedad les habı́a unido mucho. Ella esperaba que sus
padres y su hermano, en la bú squeda de una explicació n a su muerte,
encontrasen la luz de Dios para sus vidas, justo lo que necesitaban para
su evolució n.

Rodrigo le pidió a la niñ a que le mostrara a su familia y ella lo llevó


volando hacia una ciudad cercana.

Allı́ entraron en su casa, sus padres estaban sentados en la cama dentro


de su cuarto y se sentı́a una gran tristeza.

Ella se les acercó y los abrazó tratando de transmitirles paz y


esperanza, pero ellos no parecieron darse cuenta de esto. Luego,
continuó hacia el cuarto de su hermano que estaba dormido en la cama.
De pronto su hermano apareció a nuestro lado en su cuerpo astral, ella
lo abrazó , le dijo que estaba muy feliz y que su vida habı́a sido perfecta,
pero que todos necesitaban aprender de lo que habı́a ocurrido y que
necesitaba que é l ayudara a sus padres a salir del estado de depresió n
rezá ndole a Dios.

Ella le pidió que les dijera que los amaba muchı́simo, que al dejar su
cuerpo fı́sico se sentı́a con muchı́sima energı́a y que todo habı́a
ocurrido exactamente como ella lo habı́a dispuesto antes de su
nacimiento. Rodrigo imaginaba que el hermano de la niñ a quizá s
recordarı́a este encuentro como parte de un sueñ o.

Tambié n nos dijo que aunque tenı́a aspecto de niñ a cuando hablaba
parecı́a una persona mayor con mucho conocimiento. Le preguntó
porqué ella decı́a que habı́a tenido una vida perfecta dado que habı́a
escogido su enfermedad y muerte temprana. Ella le respondió lo
siguiente: “He vivido muchas vidas fı́sicas en este plano de existencia y
en una vida anterior mis padres fueron mis hermanos. Vivimos en una
granja en Francia en el siglo XIX y yo era el hermano mayor. Para que yo
pudiese estudiar, mis hermanos se quedaron ayudando a mis padres en
la granja. Logré ir a la universidad en Parı́s y me convertı́ en mé dico.

Mis hermanos sentı́an una gran envidia porque no habı́an podido salir
de la granja, ambos murieron jó venes antes de yo regresar de la ciudad
y no los volvı́ a ver. Al plani icar la reencarnació n en esta nueva vida,
acordamos que yo vivirı́a poco, pero que eso harı́a que nos unié semos
en un sentimiento de amor profundo y que habrı́a un aprendizaje
mutuo. Eso nos darı́a la oportunidad de balancear nuestro karma y de
experimentar diferentes emociones que sanarı́an nuestras relaciones.
Son muchos los aspectos de mi personalidad en los cuales deseo seguir
creciendo y pronto seguiré mi camino hacia planos superiores para
plani icar mi pró xima existencia. En esa misma vida, en Francia en el
siglo XIX, tú fuiste mi maestro en la universidad, me enseñ aste todo lo
que sabı́as acerca del funcionamiento del cuerpo y la mente, por eso me
acerqué a ti ahora, para ayudarte a recordar parte del conocimiento que
ya tienes.
Todos venimos al planeta tierra en un cuerpo fı́sico para vivir
experiencias justamente en una densidad de materia especı́ ica.
Algunos pasan la vida pensando que es un castigo vivir en la tierra y
que estarı́an mejor en el cielo, pero no recuerdan que ya estuvieron allı́
y que justamente decidieron vivir la experiencia en la tercera
dimensió n, porque deseaban aprender a traer la luz a la materia.
Creemos que estarı́amos mejor sin cuerpo fı́sico, olvidando que es el
mayor regalo de Dios para nosotros porque sin este serı́amos incapaces
de experimentar esta parte de su creació n. Tú dedicaste parte de esa
vida como doctor a comprender el funcionamiento de los pensamientos
y emociones, de su impacto en el cuerpo fı́sico. Me enseñ aste que
somos aquello en lo que creemos, que nuestros lı́mites se encuentran
en nuestra mente y que vemos la realidad de acuerdo a lo que
escogemos. Estabas muy cerca de lo que hoy en dı́a a irman los fı́sicos
cuá nticos.” Ambos se sonrieron al reconocerse mutuamente, Rodrigo
nos dijo que se sintió muy feliz de haberla encontrado de nuevo,
aunque no recordaba los detalles de aquella vida de la cual le hablaba.

Luego, la pequeñ a le comunicó que unos seres de luz la estaban


esperando para pasar a un nuevo plano de existencia. Todos nos
quedamos muy impresionados con su experiencia, parecı́a que cada dı́a
ı́bamos recuperando partes de un gran rompecabezas.

Yo, por mi parte, he decidido explorar el mundo y el espacio. Hace unos


dı́as podı́a ver desde el cielo, como si fuese un ave planeando, una ila
de elefantes y camellos caminando en lo que parecı́a un desierto. Varias
veces me he concentrado en despegar como un cohete hacia arriba
hasta cruzar la atmó sfera terrestre y he visitado planetas que ni
siquiera sé los nombres o dó nde está n ubicados. Una vez llegué a un
lugar con montañ as de arena y sus habitantes entraban y salı́an de
naves espaciales. Eran seres muy altos, los hombres medı́an má s de 2
metros y las mujeres eran casi del mismo tamañ o. Unos eran de pelo
amarillo casi blanco, piel muy pá lida y ojos azules; otros eran de piel
marró n clara, pelo castañ o claro y ojos grises o marrones. Todos tenı́an
los ojos un poco má s grandes que nosotros los terrı́colas y sus labios
delineados de rosado. Las orejas eran pequeñ as y sus manos tenı́an
dedos largos y inos.

En otro lugar, unos seres estaban nadando en un mar y habı́a ballenas


compartiendo junto a ellos. Se parecı́an a los de la raza humana, pero
sus ojos eran mucho má s grandes y vivos, el color de su piel era verde y
sus cabezas eran má s grandes. En otro planeta hallé estructuras en
forma de pirá mides, habı́a tambié n desiertos y sus habitantes parecı́an
humanos con rasgos orientales, pelo negro liso, a veces muy largo, ojos
rasgados y piel amarilla o marró n clara. Al despertar me vino a la
cabeza el nombre Nibiru, quizá s es el nombre de ese o de algú n otro
planeta.

En todos los planetas que he visitado intento mantener conversaciones


con sus habitantes, presentá ndome como un humano en su cuerpo
astral y diciendo que vengo de un planeta llamado tierra. La mayorı́a no
comprende muy bien de dó nde provengo, pero a veces me hablan un
poco de sus vidas. Les parece interesante que tenga consciencia de mi
cuerpo astral, teniendo una existencia fı́sica. Pareciera que yo me
relaciono con el cuerpo astral de estos seres y, al igual que en la Tierra,
algunos está n má s despiertos que otros.

He visitado ciudades de este planeta, pero a veces no logro saber cuá les
son porque, aunque se parecen a las ciudades fı́sicas, no son iguales a
estas. Entro en las casas y veo có mo viven las personas, quizá esto
parece un entrometimiento pero a veces mi curiosidad es demasiada.
Muchos seres duermen y sus cuerpos astrales apenas se alejan de sus
cuerpos fı́sicos, mientras a otros me los encuentro en situaciones
diversas: jugando fú tbol, comiendo, bailando o pintando. Entro de vez
en cuando en escenarios muy confusos, podrı́a llamarlos hasta
grotescos, veo unos cuerpos encima de otros, casas partidas por la
mitad con objetos regados por todos lados y habitadas por personas
con caras de miedo.

En una ú nica ocasió n sentı́ que me estaba acercado sin quererlo a un


lugar peligroso, digo esto porque me llegó una energı́a muy
desagradable, no sé si el maestro me guió sin que me diese cuenta, pero
decidı́ observar lo que ocurrı́a. Habı́a varios seres asustados rodeados
de monstruos; parecı́a que estaban atrapados en su propio mundo de
emociones y que no lograban escapar de este. Sentı́ como una arena
movediza en mis piernas, no lograba salir de allı́. Algo me agarró del
brazo y me sacó del lugar. Inmediatamente desperté del susto, me dio
mucha tristeza verlos sufrir de esa manera, pero me alegré de no
haberme quedado allı́ atrapado.

A quien me he encontrado varias veces en su cuerpo astral es a mi


hermana Victoria. Cada vez que la veo le tomo la mano y salimos
volando. Hemos ido a playas hermosas y a lugares de mucha vegetació n
con pá jaros y mariposas hermosas. Ella parece sentirse muy a gusto
volando en el mundo astral, hablamos poco pero he sentido que,
aunque es pequeñ a en edad, tiene un alto nivel de consciencia. Cuando
a la mañ ana siguiente le pregunto si soñ ó algo diferente, ella no
recuerda nuestros viajes y yo no insisto. Estoy seguro de que ası́ como
yo comencé a sentir la vibració n, ella lo hará cuando sea su momento.

Hace poco tuve un sueñ o que se me ha repetido varias veces en formas


diferentes. Me encuentro con mi familia y les comento que puedo volar.
Ellos me observan saltar y sostenerme en el aire pero no entienden
có mo logro hacerlo, paso a travé s de paredes e, incluso, de personas
para que vean que sı́ se puede. Seguidamente, les muestro có mo
hacerlo y, a veces, sostengo a alguno de mis padres o a mi hermana para
ayudarles a aprender. Les a irmo, ademá s, que si ocurre un cambio de
vibració n en el planeta tierra todos nos sentirı́amos má s livianos y
podrı́amos volar fá cilmente.

En otros sueñ os, al observar el cielo, veo miles de naves espaciales o


muchı́simas estrellas y planetas dando vueltas aceleradamente. No
tengo idea de qué pueda signi icar esto, pero una vez se me acercó un
extraterrestre que bajó de una nave enorme y me colocó un aparato en
el oı́do izquierdo, parecı́a un traductor que me permitı́a entender su
idioma. Pero me ocurre que pasados unos minutos, luego de
despertarme, olvido muchas de las conversaciones que he tenido en los
sueñ os. He tratado de escribirlas apenas abro los ojos, cosa que me ha
ayudado, pero todavı́a necesito má s prá ctica.

Ası́ mis amigos y yo hemos tenido, poco a poco, mayor control sobre
nuestros cuerpos astrales, pero no todo el tiempo podemos decidir a
dó nde ir. A veces me encuentro con corrientes de energı́a que me
arrastran hacia sitios que no deseo ir. A veces observo escenarios en la
ciudad bastante extrañ os y debo recordarme con frecuencia que no
debo juzgar el mundo astral desde mi mente fı́sica. Entiendo que si los
pensamientos y las emociones de los habitantes de un lugar son
confusos, eso se re leja claramente en la parte astral de la ciudad.

A veces cuando vuelo encima de una ciudad, é sta aparece brillante y


luminosa, ordenada y hermosa e, inmediatamente, comprendo que me
encuentro en un nivel astral má s alto, pero aú n no comprendo porque a
veces llego a un escenario u otro.

Si me sobresalto por algo regreso, inmediatamente a mi cuerpo y tengo


que volver a concentrarme y relajarme para salir de nuevo, pero a veces
no logro hacerlo y me duermo. Rodrigo y Ana Emilia tambié n me
comentan lo mismo, que a veces sus deseos son má s fuertes que su
voluntad y se sienten manejados por ellos.

Algunos dı́as estamos má s cargados de emociones, entonces los viajes


resultan má s difı́ciles de controlar o dirigir y terminamos teniendo
sueñ os variados relacionados con dichas emociones.

Cada vez que salgo de mi cuerpo y decido atravesar la pared o la


ventana pienso en el maestro y en cuá nto lo extrañ o. Usualmente siento
un poco de miedo porque, aú n cuando me hago la estrella de cinco
puntas continuamente alrededor de mi cuerpo y rezo el Padre Nuestro,
soy vulnerable en ese nuevo mundo cargado de emociones.
Capítulo 11

Melquisedec
Finalmente, una noche sentı́ una fuerza que me impulsaba a volver a las
piedras de la montañ a detrá s de mi casa. De un solo pensamiento me
dirigı́ allı́; al llegar, distinguı́ al maestro que se encontraba sentado con
un gato entre las piernas. El maestro y el gato hablaban tranquilamente
como si se tratara de dos personas. El maestro me observó complacido
de que hubiese llegado y me dijo: “Querido Nacho, me alegra mucho
verte de nuevo. Les he contemplado a los tres durante todo este
tiempo, sé que han logrado sobreponer cada vez con más fuerza su
voluntad por encima de sus impulsos, pero recuerden que dejarse
llevar por las emociones no es un error. Son los sentimientos los
que indican qué área de la vida ísica debemos equilibrar.
Prestándoles atención sabremos qué mensaje nos está dando
nuestro Yo Superior. Es a través del cuerpo astral como el Ser
evoluciona en aspectos emocionales que, si no se resuelven en
dicho plano, luego se re lejan en el cuerpo ísico en forma de
dolencias o enfermedades.

Si sienten ansiedad, rabia, miedo, dolor u odio deben aprender a


identi icar el sentimiento y luego intentar ubicarlo en alguna
parte de su cuerpo para irradiarle amor hasta sentir paz. La
dualidad está presente en todo lo que observamos y sentimos, al
colocarnos únicamente en el lado que consideramos bueno
estamos agudizando nuestra percepción de lo malo. Al integrarnos
con Dios, en el centro de nuestro corazón, evitando juzgar a
quienes nos rodean y a nosotros mismos, encontraremos un punto
neutro desde el cual observaremos con claridad nuestra propia
vida.

Los prejuicios de la tercera dimensión no tienen cabida en el


mundo astral, lo correcto y lo incorrecto a veces no se diferencian
ya que nuestra consciencia está ampliada y comenzamos a
observar lo que nos rodea, no desde la orilla del bien o del mal,
sino desde nuestro centro en un sentimiento de amor y
comprensión.

Para continuar con su aprendizaje, mañana viernes vamos a


encontrarnos aquí en el círculo de piedras, avísales a Rodrigo y
Ana Emilia.” Me emocioné tanto al escucharlo que, sin que pudiese
emitir palabra alguna, desperté en mi cama, feliz de que el maestro
hubiese vuelto.

He llamado a mis amigos y hemos quedado en encontrarnos en la plaza


luego del colegio. Cuando llegaron, enseguida les comuniqué que
inalmente habı́a aparecido el maestro. Se alegraron muchı́simo como
yo.

Les hablé de lo que me habı́a explicado de los extremos, de los


sentimientos negativos y del punto neutro. A todos nos ha ocurrido que
en el mundo astral perdemos la voluntad, dejá ndonos llevar por
nuestros deseos y emociones, es como si nos arrastrase una corriente
de energı́a hacia lugares y situaciones sin control alguno.

Al rememorar nuestro primer encuentro con el maestro en el cı́rculo de


piedras frente a la puerta dorada, nuevamente nos acostamos a las 8:00
p.m. Los tres habı́amos acumulado tantas preguntas que está bamos
desesperados por volver a verlo.

Comencé a rezar el Padre Nuestro y a respirar profundamente, me hice


con calma la estrella de cinco puntas siete veces y comencé a sentir la
vibració n en la nuca. Durante este tiempo habı́a aprendido a
intensi icar la vibració n a voluntad, me concentraba en la nuca y hacı́a
un pequeñ o esfuerzo muscular que hacı́a mover mis oı́dos por dentro,
la vibració n aumentaba y habı́a logrado llevarla a todo mi cuerpo hasta
que sentı́a que me encontraba en un limbo. En ese instante sabı́a que
estaba preparado para incorporarme y, al hacerlo, sentı́a có mo mi
cuerpo se despegaba.
Estaba ansioso por llegar a la montañ a, ası́ que salı́ volando por la
ventana directamente hacia allá . Al llegar encontré al maestro sentado
frente a una de las piedras hablando con Ana Emilia. Rodrigo llegó casi
al mismo tiempo que yo. Los tres nos sentamos con las piernas
cruzadas y las manos en las rodillas imitando al maestro. Apenas le
miré a los ojos sentı́ que un pulso, que a veces percibo en los pies, me
cubrı́a el cuerpo entero. Lo primero que pensé es que yo era un corazó n
gigante.

El maestro sonrió y comenzó a hablar: “Me contenta mucho volverlos


a ver. Tal y como han supuesto, me alejé durante un tiempo para
que pudiesen experimentar por ustedes mismos el plano astral.
Siempre estuve pendiente de sus viajes, pero nunca interferí en
sus decisiones ya que cada quien elige su propio camino. Su
existencia actual se desarrolla en varios niveles: tienen un cuerpo
ísico en el cual pueden sentir toda una variedad de sensaciones,
un cuerpo astral a través del cual perciben todas las emociones en
el cuerpo ísico, un cuerpo mental en el cual crean sus
pensamientos y un espíritu o Ser Superior consciente que es
eterno y que los contiene a todos.

Para que su vida se desarrolle plenamente todos los niveles deben


valorarse y así sus vidas re lejarán felicidad y armonía. La
existencia humana se balancea entre los dos polos de todas las
cosas. En la búsqueda del equilibrio el cuerpo ísico, el cuerpo
astral, la mente y el espíritu están interconectados y emiten
señales a toda hora.

Tómense el tiempo para escucharlas, de eso depende su evolución.


Los sentidos externos les conectan con la realidad ísica y los
sentidos internos con el cuerpo astral y el espíritu o Ser. En estos
momentos la humanidad está recibiendo mucha luz para
desarrollar los sentidos internos que les impulsarán a
reconocerse a sí mismos y a comprender la eternidad de su
existencia.
El límite para la expansión de la consciencia lo pone cada persona,
nadie puede obligar a otro a cambiar su forma de ver la vida, pero
a todos se les está dando la oportunidad. Uno de los mayores
obstáculos es el miedo, es el límite que crea el ego para evitar
salirse del sistema. Escucharán esta palabra cada vez con mayor
insistencia en todas las áreas: miedo a los terremotos y desastres
naturales que están por ocurrir, miedo a otra crisis inanciera,
miedo a la guerra inminente con algún país, miedo a otro ataque
terrorista o miedo a la violencia creciente en las calles. Este
sentimiento conlleva a una parálisis de los sentidos internos y deja
al ser en un estado interno de confusión. La persona ve a su
alrededor y todo le resulta deprimente, no encuentra la salida. Se
requiere de mucha voluntad para decidir dejar de vivir en el
miedo, pero cuando una persona comprende que puede crear una
realidad diferente al salirse del sistema y comienza su camino de
unión con Dios, se dará cuenta de que es un ser humano muy
poderoso.

Al principio, se asombrará de ese poder creativo y luego


comenzará a luir con el universo.

Muchísimos seres hacen todo lo que tienen en sus manos para


evitar perder el poder sobre las masas durmientes de la
humanidad, y lo hacen a través del miedo. Crean todo tipo de
distracciones que evitan el uso del poder del pensamiento
humano.

Sientan ahora el pulso magnético que emana del centro de la


tierra en todo su cuerpo, rodeados de esta hermosa naturaleza, de
la perfecta Creación de Dios. Centren toda su energía en el centro
de su pecho, sientan como la Madre Tierra les llena de plenitud.
Intentaré aclararles algunas de sus inquietudes, así que adelante,
pregunten desde su corazón.”

Desde que se fue el maestro, un pensamiento me rondaba todos los dı́as


la mente y decidı́ preguntar:
“Maestro, ¿nos podrı́as decir tu nombre?”

“Querido Nacho, en donde yo habito nos relacionamos entre


espíritus, los nombres no son ni necesarios ni importantes, cada
quien se distingue por su vibración interna que es única para cada
Ser del universo. Sin embargo, comprendo tu necesidad de
recordarme por un nombre así que pueden llamarme
Melquisedec, que es la orden a la cual pertenezco”. Nos miramos
complacidos con su respuesta, al menos ya podrı́amos identi icarlo en
nuestras mentes.

Rodrigo, quien normalmente permanecı́a escuchando, fue el primero en


hablar: “¿Qué es lo que ocurre cuando las personas mueren?” El
maestro sonriendo nos dijo lo siguiente: “Sé que has tenido una
experiencia muy interesante con un Ser a quien una vez conociste.
Me imagino que tu mente está llena de preguntas acerca de la
muerte ísica, al igual que tus amigos. Antes de hablar de la muerte
ísica hablaremos del nacimiento que en realidad es muchísimo
más traumático para un ser humano que la muerte.

Previo al momento del nacimiento en sus cuerpos ísicos, su Ser ha


estado morando en un plano con total consciencia de todas sus
vidas pasadas. Tiene pleno conocimiento de los errores y los
aciertos que ha experimentado y de cada una de sus realizaciones
como ser humano. Sabe qué aspectos necesita desarrollar y qué
virtudes debe aprender. Ha re lexionado mucho acerca de su
evolución y comprende qué es lo que necesita para seguir
creciendo en consciencia. Se ha hecho un autoexamen y, con la
ayuda de otros Seres, plani ica con sumo cuidado su próxima vida
en la tierra.

Quizá este Ser fue un hombre de una inteligencia brillante y logró


alcanzar metas intelectuales de alto nivel, pero descuidó su parte
emocional y eso es lo que desea desarrollar.
Decidirá entonces vivir una vida con una inteligencia más bien
media, que le permita enfocarse en sus relaciones emocionales.
Habrá otros Seres que necesiten superar algún vicio y plani icarán
su vida para intentar lograrlo.

Algunos Seres deben desarrollar alguna virtud o valor moral tales


como la compasión, la generosidad, la prudencia o la humildad.

También los Seres pueden plani icar varias vidas al mismo tiempo,
por ejemplo, si un Ser tuvo una vida con muchas oportunidades
laborales, pero fue poco perseverante, no le interesaba trabajar y
nunca se esforzó por superarse, podría entonces proyectar una
vida sin encontrar trabajo, lo cual creará la voluntad interior para
que en la siguiente vida lo desee fervientemente, lo logre
conseguir y así desarrolle cualidades inherentes al trabajo.
Grandes proyectos cientí icos, tecnológicos o espirituales
requieren de varias vidas para llevarse a cabo, dichos Seres
plani icarán entonces una continuidad en las características de
esas vidas hasta completarlos.

Muchos deciden reencarnar junto a otros Seres con quienes


mantienen lazos afectivos fuertes o, más bien, junto a Seres con los
que deben resolver con lictos de varias vidas pasadas. Las
circunstancias de la vida de todas las personas han sido
establecidas por ellos mismos antes de su nacimiento, pero al
nacer, el libre albedrío determinará si esa vida será provechosa o
no, en términos de crecimiento o estancamiento. Hay quienes
deciden acumular en una sola vida muchas di icultades juntas y
así cumplir con sus responsabilidades karmáticas más
rápidamente o deciden separar sus desdichas y di icultades a lo
largo de varias vidas. Imaginen que están frente a un juego de
video que tiene diferentes grados o niveles de di icultad. Las
personas decidimos en cuál nivel jugar y el papel o personaje que
vamos a interpretar.
En la actualidad, la humanidad se encuentra en una etapa de
culminación de un ciclo y el comienzo de otro. Quienes tienen
muchas deudas acumuladas pueden decidir cumplirlas de una vez,
para entrar en el próximo ciclo con una carga liviana o sin carga
alguna. También pueden decidir salirse de este juego y entonces
precipitan a su vida cualquier acontecimiento que los enfrenten
rápidamente a ellos mismos, motivándoles a re lexionar. Muchos
logran un total cambio de consciencia luego de una profunda
crisis.

A lo largo de la vida, todas nuestras relaciones familiares,


amistosas, laborales y hasta con nuestras mascotas son un iel
re lejo de cómo nos relacionamos con nosotros mismos. Así como
es por fuera es por dentro, es decir, así como te tratan
externamente las demás personas es como te tratas a ti mismo
internamente. Todos estamos para ayudarnos a experimentar la
gama completa de emociones en la tercera dimensión, para eso
exactamente vivimos.

Los padres, hermanos e hijos son quienes más intensamente


re lejan nuestra sombra. Las emociones negativas que ellos
a loran en ti como rabia, impotencia, miedo, envidia, odio, son
tuyas.

Es la convivencia familiar diaria en donde aprendemos a conocer a


nuestro yo inferior, es decir, aquellas energías que debemos
balancear, que están en desequilibrio.

Por lo tanto, al momento del nacimiento, el Ser realmente muere


en términos de consciencia.

Entonces comienza a tener miedo a la muerte ísica, porque olvidó


de dónde viene. El Ser entra en un mundo desconocido, en donde
enfrentará sus propios retos hasta que, inalmente, al morir
recupera su consciencia y comprende que ha vuelto a nacer.
El Ser es como el director de una obra de teatro: planea
cuidadosamente toda la escenogra ía, determina los personajes
principales y los segundarios, crea su propio personaje y escribe
su guión. Al nacer comienza la actuación, la obra de su vida. El
actor entonces olvida que es su mismo director y el libre albedrío
determina el resultado inal. Es posible, llegado un cierto grado de
evolución, que el actor logre reconocerse a sí mismo como su
creador. Entonces habrá encontrado el cáliz de la vida y nunca más
temerá a la muerte.”

“¿Có mo lograr entonces mantener la consciencia del lugar de donde


venimos antes de nacer?”, preguntó Ana Emilia. El maestro respondió :
“Al momento de la muerte los seres comienzan a comprender los
poderes de la consciencia que han existido en su interior durante
toda su vida. La exploración y el desarrollo del plano astral es una
muy buena forma de conocer y comprender el lugar al cual
llegarán al momento de morir. Viviendo en consciencia, tanto en el
plano ísico como en el plano astral, los Seres permitirán que la
muerte se convierta en una transformación y de ninguna manera
la percibirán como un punto inal.

Mientras más desarrollados estén los sentidos externos del


cuerpo, más fácil les será a los Seres adaptarse a la vida ísica y
lograrán sobrevivir de una mejor manera. El cuerpo también
posee unos sentidos internos que le permiten a cualquier ser
humano conectarse con la consciencia de su Ser Superior. Una
manera, accesible a todos, de desarrollar los sentidos internos es
aprendiendo a soñar en consciencia.

Otra forma utilizada, especialmente en las civilizaciones


orientales, es la meditación o contemplación, pero esto requiere
disciplina y dedicación. En el momento en el que el cuerpo reposa,
la consciencia se libera y puede enfocarse en otras
manifestaciones del Ser. Los sueños son tan reales e importantes
como la vigilia, nunca lo olviden.”
Entonces yo decidı́ preguntar: “¿Hasta cuá ndo debemos reencarnar en
un cuerpo fı́sico?” El maestro respondió : “Una vez que el Ser ha
decidido comenzar a experimentar la tridimensionalidad ísica, ha
de hacerlo hasta que logre desarrollar todas las virtudes posibles
en dicho tipo de realidad, paseándose por todos los sentimientos
posibles. Para lograr esto, vivirá en la dualidad sintiendo todos sus
matices, amará y odiará intensamente, hasta que comprenda que
son caras de la misma moneda. Llegará un momento en el que su
consciencia dejará de percibir los opuestos y podrá elegir no
volver a reencarnar ísicamente.

El Ser Humano es especial y muy poderoso: contiene en sí mismo


todas las energías del universo, así fue creado desde el principio
de los tiempos, es perfecto. Y es en la vida ísica donde aprende a
equilibrarlas. Si una energía está por encima de las demás
comienza una vida de excesos, por lo tanto al balancear las
energías es cuando el Ser Humano logra la plenitud.

Hay Seres que tienen un desarrollo totalmente diferente y nunca


han experimentado la realidad ísica. Sin embargo, aquellos que
deciden vivir la experiencia de la vida en la carne, lo hacen porque
es un valiosísimo lugar de entrenamiento para el Ser; se
desarrollan cualidades que, de otra manera, no podrían existir.
Los humanos son Seres valientes y muy creativos que deciden vivir
la existencia ísica, aun sabiendo que será di ícil la mayoría de las
veces.

Pero comprenden que todas las virtudes aprendidas se adhieren a


la esencia de su Ser y lo enriquecen.”

Decidı́ preguntar rá pidamente: “Pero si antes de comenzar nuestras


existencias fı́sicas vivı́amos en otras realidades espirituales por ası́
llamarlas, ¿para qué nuestro Yo Superior quiso venir a pasar trabajo
con tantos problemas, sufrimientos y enfermedades?”
“Queridos hijos, imaginen que su espíritu habita en un lugar
maravilloso, lleno de luz y de paz, y que se relaciona con otros
espíritus de forma amorosa en un mundo espectacular,
sabiéndose conectado a Dios, a la Fuente. Desde allí observa, como
si de una película se tratara, mundos con realidades muy diversas.
En un momento, siente curiosidad por un mundo en donde existe
algo llamado dualidad, sabe que allí se aprende a vivir en la
realidad ísica y, como el tiempo se mide por experiencias vividas
y no por siglos o milenios, decide que así es como quiere
evolucionar aspectos de sí mismo.

Decide meterse en la película, sabe que puede ser de terror, pero


aun así siente una apremiante necesidad de sentir, de crear, de
experimentar la creación de la materia por Dios en vivo y en
directo. Se lanza entonces en una nueva aventura, con iado en que
su fe en Dios nunca lo va a abandonará y que al inal siempre
volverá a Él, ya que nunca estuvieron separados. Llega a la
realidad ísica y, mediante el libre albedrío, toma las decisiones
que harán de su experiencia todo lo que quiera. Un velo le impide
ver de dónde vino y porqué lo hizo, esto hace que su experiencia
sea más dramática pero también más real.

En ese entonces, Dios expone su propósito en la tierra: Eres un Co-


Creador. Posees todas las energías del universo, tu espíritu
contiene una partícula de Mí Mismo. Detentas el poder de crear en
el espacio de la tierra y también en otros mundos, en otros
planetas, aquello que sueñes se convertirá en realidad. Tendrás
que sobreponerte a las tentaciones derivadas de tu autoridad
ilimitada y aprenderás a sostener todas las energías del Universo
en perfecto balance dentro de tu Ser. Entonces serás capaz de
crear felicidad en este y cualquier otro lugar.

Lamentándolo mucho, ocurrieron circunstancias que han


extendido, por más tiempo del necesario, la evolución de los Seres
en la tierra. Durante miles de años, se han repetido ciclos que
terminan con la destrucción del planeta.

El Ser Humano no ha logrado completar su propósito en la tierra.


Es momento de que todos recuerden de dónde y porqué vinieron.
Es hora de que cada quien ocupe su lugar en la creación, ayudando
a toda la humanidad y a la tierra como Ser a pasar a otro tipo de
realidad continuando con su evolución.”

Rodrigo volvió a preguntar: “¿Qué le ocurre a los Seres que no saben de


la existencia del plano astral?, ¿qué ocurre cuando mueren?” El maestro
respondió :

“Tal y como ustedes mismos lo han comprobado, el plano astral no


es un espacio determinado, tal y como sería un país o un territorio,
es más bien un estado de consciencia. Cada Ser tiene un nivel
vibratorio dependiendo de su evolución y al morir se encontrará
en el lugar correspondiente.

El Ser es eterno, pero tanto el cuerpo ísico como el cuerpo astral


son envolturas temporales.

El común de los Seres cuando muere permanece en una etapa en la


cual crea un mundo o escenario de acuerdo a sus expectativas.
Cada Ser lleva consigo su propio cielo o in ierno según sus
creencias y sus obras en la tierra. Allí en su escenario astral,
estarán tanto tiempo como les sea necesario para que su
consciencia comience a desear despertar. Para ellos no es
imaginario, es tan real como la vida ísica pero, poco a poco, con la
ayuda de Seres más evolucionados, van comprendiendo que deben
salir de ese mundo temporal.

Luego entran en un estado que podríamos llamar vida astral


conciente, en el cual todas sus vidas pasadas y su vida reciente en
la tierra son autoexaminadas. Este proceso puede durar, si lo
calculásemos en términos terrestres, siglos o días.
Cada Ser, según su evolución, determina su tiempo de estadía en el
plano astral. Finalmente, muere el cuerpo astral inferior, así como
una vez murió el cuerpo ísico, y el astral superior se une
inalmente al espíritu en un plano diferente, sin necesidad de
envoltura. En algunos casos, el cuerpo astral inferior o la parte del
cuerpo astral menos evolucionada es utilizada por el Ser, para una
nueva vida ísica con la inalidad de desarrollarlo.

En el plano del Ser, inalmente este asimila todo lo re lexionado


durante su vida astral. Comprende de manera plena sus avances y
sus desaciertos, y comienza a prepararse espiritualmente para su
próxima vida en la tierra. El director y el actor comienzan a
preparar su obra.

Algunos seres permanecen en un estado de sueño astral hasta su


próxima encarnación porque no tienen el nivel de consciencia
adecuado. De hecho, algunos Seres, reencarnan directamente
desde el lugar al cual llamaríamos in ierno. La consciencia se
expande por la experiencia ísica, no es que al morir nos volvemos
más inteligentes o concientes, sino que lo que hacemos en la tierra
para evolucionar nos permite tener una mayor consciencia a la
hora de plani icar nuestra próxima existencia.”

Yo sentı́a có mo el pulso de la tierra pasaba por todo mi cuerpo,


escuchaba al maestro con todos mis sentidos mientras expandı́a la
energı́a de mi pecho hasta má s allá de la ciudad y crecı́a mi consciencia
con cada palabra. Me preguntaba có mo harı́a para transmitir todo esto
a mi familia y amigos. Claro que me ayudaba mucho que Ana Emilia y
Rodrigo estuviesen viviendo estas experiencias conmigo, pero veı́a a las
personas tan metidas en sus problemas y en sus propias vidas que en
verdad me preguntaba si me verı́an como a un loco.

Inclusive me ocurre que cuando estoy en exá menes o jugando un


partido de fú tbol me resulta tan lejano eso del mundo astral que llego a
pensar que lo imagino todo. El maestro me miró con mucha ternura y
como leyendo mi mente me dijo: “El mundo entero se encuentra en
el comienzo de un profundo cambio de consciencia que
transformará a toda la humanidad, ya está ocurriendo, cuando
transmitan estos conocimientos muchos se conectarán con la
consciencia de su Ser y los comprenderán. Aquellos que
consideren sus palabras simples alucinaciones, al inal de sus días,
después de su muerte ísica, los recordarán. Habrán entonces
perdido una importante oportunidad de evolución.

Hace unos días, Nacho tuvo una visión cuando se encontraba en


uno de sus viajes astrales. Observó de lejos un escenario en el cual
los cuerpos astrales de seres humanos desencarnados vivían su
propio in ierno. La culpa, la rabia, el odio, el egoísmo, la envidia, la
gula, la avaricia y todos los demás antivalores desarrollados en la
vida terrenal hacen que los cuerpos astrales de dichos Seres
permanezcan tanto tiempo como sea necesario en el nivel astral
correspondiente a su vibración interna. En realidad, ese escenario
es fruto de su propia creación mental y emocional pero ellos no
están conscientes de esto. Tuvo razón al pensar que yo lo había
llevado hasta ese lugar, él deseaba comprender, sentía curiosidad
y yo ayudé al mostrarle estas áreas del plano astral a las cuales no
les animo a visitar. Lo tuve que halar por el brazo para sacarlo de
allí. Sólo Seres preparados para ayudar a estas pobres criaturas
deben acercarse a estos lugares. Se siente como entrar en arenas
movedizas astrales, si no sabes cómo disolverlas te dejan allí
atrapado.”

Le agradecı́ al maestro toda su ayuda, la verdad es que me asusté


mucho en ese momento. Pareciera que si uno no está en equilibrio, el
miedo te paraliza y no deja que realices movimiento alguno. Es un
aprendizaje muy difı́cil centrarse constantemente en el amor, pese a
todo lo que vivimos dı́a a dı́a.

Ana Emilia entonces hizo una re lexió n: “Desde que comencé a realizar
viajes astrales conscientes recuerdo una mayor cantidad de sueñ os. A
veces siento que son reales, pero enseguida descarto la idea porque son
situaciones totalmente alejadas de mi realidad. Veo desenlaces caó ticos
para algunas experiencias fı́sicas, enfermedades que terminan en
muertes o accidentes graves en los cuales estoy involucrada. Me
encuentro con personas que jamá s he conocido; o mis familiares y
amigos se encuentran haciendo cosas que encuentro descabelladas.

Estoy en escenarios extrañ os, comportá ndome de manera incoherente.


Me he visto como si estuviese en una pelı́cula de magos, tambié n
tocando piano como una profesional y hasta haciendo de entrenadora
de perros. Al despertar creo a veces que es mi cuerpo astral, pero sé
que no podrı́a ser ası́ ya que no se corresponde en manera alguna con
mi vida actual.

Pregunto entonces, ¿qué son los sueñ os?, ¿porqué algunos parecen tan
reales?”

El maestro prosiguió : “Querida Ana Emilia, es en los sueños donde


la consciencia se encuentra liberada del mundo ísico. Allí puede
enfocarse en cualquier otra manifestación del Ser. Existen varios
niveles de sueños: en un nivel, la mente se enfrenta a cientos de
situaciones para ayudar al Ser en vigilia a resolver problemas
cotidianos; en otro nivel, la consciencia se conecta con escenarios
astrales paralelos donde cuerpos astrales viven situaciones
emocionales diversas, allí la personalidad evoluciona en cientos
de aspectos; en otro nivel, la consciencia se conecta con el cuerpo
astral de la existencia presente, lo cual vendrían a ser los viajes
astrales que ustedes están aprendiendo a manejar; y en otro nivel,
la consciencia puede conectarse con universos paralelos ísicos o
de cualquier otra dimensión. Allí nos encontraremos con que
somos alguien totalmente diferente, con otro cuerpo, con otra
personalidad, en un mundo completamente desconocido.

Por eso es tan importante recordar los sueños, porque son reales.
Son re lejo de las otras manifestaciones de tu propio Ser. Muchas
veces nuestro Ser nos envía mensajes, los cuales nos hacen
reconocer talentos que anteriormente desconocíamos. En el caso
de Ana Emilia, uno de sus otros “yo” sabe tocar muy bien el piano,
otro es un experto domador de animales, y todo esto es parte de su
Ser. Todos los “yo” están interconectados a través de la consciencia
del Ser.

Todas las personas a quienes has conocido en cientos de vidas


pasadas y en esta vida pueden formar parte de cualquier
experiencia en una manifestación del Ser vista en un sueño. Uno
de los nombres de Dios es el In inito de Posibilidades, y así es,
vivimos permanentemente y en paralelo un in inito de
posibilidades en experiencias inimaginables. Tu mente ísica
quizás no las reconozca, pero la consciencia expandida de tu Ser sí
lo hace y se relaciona con ellas en el plano astral.

Vivimos situaciones, tal y como las llamaste, caóticas o extremas


porque experimentamos los opuestos en el mundo astral y el Ser
trasmuta lo peor para que no se mani ieste en el mundo ísico.

Cuando tu Ser se desarrolla en consciencia en el mundo astral,


este aprende a librarse de los excesos en dicho nivel, evitando así
que se materialicen en el mundo ísico. En los sueños se re lejan
dichos eventos, que a veces parecen una total distorsión de la
realidad, porque son una complicada mezcla de las emociones y
los pensamientos tanto tuyos como de todos quienes te rodean.

Si identi icamos las emociones negativas que un sueño nos está


mostrando, podemos reconocerlas como propias para luego
aceptarlas y dejarlas ir. Nuestro Ser nos avisa constantemente
aquello que debemos resolver. Decidiremos luego si lo hacemos en
ese escenario astral paralelo de aprendizaje, en la realidad ísica
de esta línea de tiempo o en otra manifestación de nuestro Ser.”

Ana Emilia lanzó un suspiro diciendo: “¡Tengo todavı́a tanto que


aprender!”
Aprovechando el comentario de Ana Emilia, el maestro acotó : “Yo
todos los días aprendo algo nuevo. Ahora es momento de que
comprendan, mediante la experiencia, que son Seres
Multidimensionales. Ustedes entrarán voluntaria y
conscientemente en alguno de los universos paralelos ísicos en
los cuales habita su Ser y para eso les pido que coloquen en sus
respectivos cuartos un espejo de cuerpo entero. Ana Emilia y
Nacho ya tienen uno en sus cuartos, pero Rodrigo debe buscarlo. El
viernes que viene nos encontraremos aquí nuevamente y
continuaremos con el aprendizaje.” Dicho esto me desperté y no tuve
tiempo ni de despedirme.
Capítulo 12

Somos Multidimensionales
A la mañ ana siguiente, ni siquiera nos llamamos por telé fono, ya
sabı́amos que al despertar nos encontrarı́amos en la plaza.

Ana Emilia en seguida sugirió que fué semos a casa de tı́a Eugenia quien
parecı́a coleccionista de objetos y quizá s en alguno de sus cuartos
guardase un espejo. Al llegar encontramos a tı́a Eugenia en su lugar
favorito, la cocina, luego de pasar horas en su huerto, escogiendo
aquello que necesitaba. En ese momento tenı́a en la mesa zanahorias,
bró colis, tomates, berenjenas, cebollas y varias yerbas aromá ticas, todo
recié n cosechado con sus raı́ces.

Ella decı́a que al cocinar sentı́a como los alimentos se transformaban al


tocarlos con sus manos y que estaba segura de que esa sensació n se
parecı́a a los artistas cuando pintaban cuadros o cuando los mú sicos
componı́an. Ana Emilia nos dijo: “Mi tı́o siempre dice que se enamora
todos los dı́as má s de mi tı́a porque lo alimenta con amor.”

Nos recibió con mucho cariñ o y le explicamos que está bamos buscando
un espejo de cuerpo entero. Sin preguntarnos para qué lo
necesitá bamos nos indicó que en el cuarto del fondo del patio, cerca del
gallinero, detrá s de un viejo piano, habı́a un espejo pivotante grande
que podı́amos agarrar. Que no le importaba que nos lo llevá semos
porque ası́ hacı́a espacio en la casa.

El espejo estaba bastante sucio y se notaba antiguo, pero era perfecto


ası́ que nos lo llevamos y ayudamos a Rodrigo a colocarlo en su cuarto.
Quienes sı́ se extrañ aron del espejo fueron los padres de Rodrigo, pero
luego de explicarles que la tı́a Eugenia se lo habı́a regalado porque
necesitaba espacio en uno de sus cuartos, se quedaron tranquilos. Ni
ellos ni nosotros imaginá bamos para que utilizarı́amos los espejos.
La semana pasó lentamente. Está bamos ansiosos esperando el viernes
y, como ya habı́amos hecho antes, nos acostamos a las 8:00 pm. No pasa
un dı́a en el que deje de asombrarme có mo la consciencia de mi cuerpo
fı́sico pasa a mi cuerpo astral y, ademá s, có mo mi mente piensa con
muchı́sima má s claridad y comprendo las cosas desde otra perspectiva.

Luego de hacer el ejercicio de la estrella mientras rezaba, llegó la


esperada vibració n. Me despegué del cuerpo y esta vez decidı́ buscar la
ventana y salir volando. Al volar me siento libre y ademá s observo la
ciudad desde lo alto y ası́ puedo dirigirme hacia dó nde decida. Casi
ningú n cuerpo astral vuela, muchos caminan como si de sus cuerpos
fı́sicos se tratara. Pareciera que los lı́mites fı́sicos los tienen tan metidos
en sus mentes que no se percatan de que con el cuerpo astral pueden
elevarse hasta donde la consciencia lo permite.

Llegué hasta donde se encontraba el maestro. A los pocos segundos


llegaron Ana Emilia y Rodrigo, ya no necesitaban de los gnomos para
ayudarlos, todos habı́amos desarrollado el manejo de nuestro cuerpo
astral durante varios meses. El maestro nos pidió que nos colocá semos
sentados en cı́rculo ya que no irı́amos a alguna parte, era un momento
de transmisió n de informació n.

Luego de saludarnos, el maestro se colocó las manos en el pecho y,


haciendo una pequeñ a reverencia, nos dijo lo siguiente: “Poco a poco
han comenzado a experimentar vivencias en el mundo astral. Tal y
como saben, el cuerpo astral es también llamado cuerpo
emocional porque allí nacen las emociones humanas, al
encontrarse en consciencia en el cuerpo astral sus sentimientos
más profundos juegan un papel fundamental. A veces sentirán que
este busca satisfacer una necesidad de placer, pero su mente les
dice que eso no es correcto.

El placer está vinculado a las emociones y, por lo tanto, el cuerpo


astral intentará satisfacer su necesidad de placer si con ello se
equilibra.
Intenten no juzgarse a sí mismos utilizando los parámetros ísicos
de moralidad cuando del cuerpo astral se trate.

Existen lugares en el mundo astral en los cuales las personas


desahogan sus necesidades emocionales que tienen bloqueadas en
sus cuerpos ísicos. Recuerden entonces no juzgarse, ni juzgar a
los demás en el mundo astral, sólo recuerden que todas sus
acciones deben seguir siempre las reglas universales de amor y
respeto.

A sus mentes ísicas les han enseñado que el mundo está


estructurado con límites. Lo que algunos religiosos llaman
“pecados” son muchas veces transgresiones a límites que ellos
mismos han creado. Igualmente, hay seres que crean estructuras
de poder, en su propio bene icio, limitando el desarrollo de la vida
ísica. En realidad, cada uno de ustedes ha creado su propio
entorno con la inalidad de aprender a desarrollarse en
parámetros ísicos. Los objetos, las estructuras, los sistemas, sus
cuerpos y absolutamente todo lo que les rodea es producto de sus
pensamientos, y están en permanente cambio.

Observando y sintiendo el cuerpo astral de una persona,


conoceremos quién es en realidad, ya que no ocultará sus
emociones de amor o de odio. Se mostrará transparente y no como
aparenta ser en su cuerpo ísico. No existen las máscaras. Todas las
personas proyectan sus propios escenarios astrales, por ejemplo,
una ciudad desordenada, sucia y violenta es re lejo de un
escenario astral en donde los pensamientos y las emociones de
sus habitantes son caóticos, descuidados y agresivos. Se llevarán
muchas sorpresas, pero les repito que deben aprender a no juzgar,
cada quien decide su camino hacia Dios.

Ana Emilia ha percibido muchas de las emociones de envidia,


rabia, miedo y odio representadas en diferentes especies
animales. En algunos casos, las arañas son re lejo del sentimiento
de envidia de alguna persona con la cual han estado en contacto, a
veces, las serpientes son re lejo de emociones destructivas de
personas a nuestro alrededor, pero en otras ocasiones las
serpientes representan algún poder y son mensajes de nuestro Ser
Superior. Debemos estar atentos a la emoción que percibimos en
un animal o en un ser, más que en su forma. Así, poco a poco,
aprenderemos a interpretar el signi icado de nuestros sueños.
Cada sueño tiene distintos niveles de lectura, pueden ser mensajes
cifrados que nuestro subconsciente comprende en forma de
arquetipos, avisos que nuestra consciencia capta fácilmente o
simplemente experiencias emocionales que deseamos vivir. Lo
fundamental es abrir y lexibilizar la mente antes de analizar los
mensajes en la vigilia. Con íen en ustedes mismos, en sus instintos
y en que su consciencia superior lo entiende todo.

Comenzaremos esta nueva etapa de su desarrollo rompiendo


nuevos límites, esta vez los relacionados a la personalidad y al ego.
En el mundo astral solo perciben lo que se corresponde con su
línea existencial, se sienten ustedes mismos, su personalidad es
muy parecida y su ego todavía se encuentra cómodo. Es cierto que
sus consciencias se encuentran expandidas, y les es más fácil
comprender conceptos complicados, pero siguen sintiéndose
dueños de su yo. Es momento de ir más allá. A veces no sentirán
que están utilizando su cuerpo astral, esto es porque viajarán en
consciencia y utilizarán el traje que mejor les parezca, es decir, no
solo el astral sino cualquier otra envoltura que decidan. Algunas
veces dejarán de sentir frío al volver a sus cuerpos ísicos, esto se
debe a que están rodeados de un vehículo de energía llamado
Merkaba, construido con la estrella de cinco puntas que han
estado repitiendo. Su Ser se ha ido equipado con los instrumentos
necesarios de protección.

El Ser de cada uno de ustedes habita y evoluciona en forma


paralela en mundos diferentes al mundo ísico que conocen. Esto
es así aunque su ego les grite dentro de sus cabezas:
“Eso no es posible, somos únicos en este mundo, no existe otro “yo”
en otro lado haciendo cosas de las que no tengo conocimiento”. Es
natural que les cueste comprender el concepto de vidas paralelas,
pero así como cada uno de ustedes tiene varios cuerpos como el
ísico, el astral y el mental, y solo hasta hace poco supieron de su
existencia, también su Ser se desarrolla y evoluciona en otras
líneas de tiempo utilizando otros cuerpos ísicos con sus
respectivos cuerpos astrales y mentales.

Además, cada cuerpo ísico tiene no solo uno sino varios cuerpos
astrales. Cada uno de los cuerpos astrales desarrolla su
personalidad en escenarios que no eligieron en su presente vida
ísica.

Por ejemplo, al culminar el colegio un individuo elige estudiar una


carrera universitaria, digamos que Ingeniería Eléctrica. Pero
estuvo pensando intensamente en estudiar para ser médico
veterinario. En su vida ísica actual estudiará lo que eligió, pero
uno de sus cuerpos astrales creará un escenario de vida diferente,
tan real como el ísico, en el cual será veterinario; o una persona
que se encuentre casada con alguien pero hubiese podido casarse
con otra a quien amó intensamente, es posible que haya creado un
escenario en el cual su personalidad evolucione con la otra
persona. Podemos comprender de esta forma como muchísimos
sueños son en realidad escenarios astrales en los cuales
desarrollamos distintos aspectos de nuestra personalidad, y
aportamos al Ser una in inidad de experiencias. Todas las
manifestaciones se encuentran conectadas, y se envían mensajes a
través de los sueños para ayudarse mutuamente.

Aun más di ícil de comprender es la existencia de universos


paralelos ísicos en los cuales habitan sus otros “yo” ísicos,
diferentes tanto en personalidad como en apariencia.”

El maestro nos observó un largo rato. Estoy seguro de que yo tenı́a la


misma cara de asombro que mis compañ eros. Ya antes nos habı́a
hablado de este concepto, y Anika en Ciudad Dorada nos habló de có mo
ella tenı́a consciencia de algunas vidas paralelas, pero una cosa era
escucharlo y otra experimentarlo uno mismo.

Mi cerebro daba vueltas tratando de comprender esta informació n, la


verdad es que no asimilaba có mo mi Ser podı́a tener otra vida de la cual
yo no tenı́a noció n alguna. Pero a la vez sentı́a que con cada palabra del
maestro mi consciencia se expandı́a y veı́a dentro de mi cerebro
destellos de luz que me iluminaban. Entonces le pregunté al maestro:
“¿Si no tengo consciencia ni control sobre mis otras vidas có mo puedo
ser responsable de lo que mis otros “yo” hacen en ellas?”

Con una gran calma, como si hubiese estado esperando la pregunta, el


maestro nos explicó : “Esa pregunta la estás formulando desde tu
ego. Deben intentar conectarse con su Ser Superior y desde allí
asimilar lo que les estoy explicando. Imaginen que su Ser es una
gran energía creadora que forma parte de Dios y para que ese Ser
se sienta realizado necesita crear constantemente y experimentar
todo lo que va creando. Desde el centro del Ser salen hilos que
asemejan a la tela de araña y cada hilo existe en diferentes
dimensiones y realidades, representando todos ellos diferentes
vidas que evolucionan en forma paralela para desarrollarse en
todos los aspectos posibles que el Ser se plantee. Uno de esos
sistemas de creencia en el cual el Ser puede decidir evolucionar es
el ísico. Dentro de la dimensión ísica hay además muchísimas
posibilidades de desarrollo y una de ellas es la existencia ísica
correspondiente a su actual línea de tiempo.

Todas las manifestaciones del Ser están en comunicación, pero no


están todas en el mismo nivel de evolución, cada personalidad
escoge su camino, tiene libre albedrío y cumple con su propio
papel. Todo lo que hace una manifestación repercute en las demás.
Algunos de sus otros “yo”

tienen un nivel de evolución en relación a la consciencia mayor al


de ustedes en esta vida, tienen capacidad de percibir a otros “yo”
en otras realidades y colaborar entre ellos. Igualmente otros de
sus “yo” se encuentran viviendo sus vidas en aspectos diferentes y
no se han ocupado en expandir su consciencia, ellos se sienten
seguros de que son el único “yo” real. Pero antes de comprender
todo esto comiencen por lexibilizar su consciencia y expandirla.

Lo que ustedes están haciendo en este momento, en consciencia


con su cuerpo astral y su cuerpo ísico, repercute en sus otros
cuerpos ísicos y astrales de sus realidades paralelas. En cuanto a
tu pregunta, ya saben ustedes la respuesta porque lo han estado
viviendo en los últimos meses. Antes de tomar consciencia de sus
cuerpos astrales, no sabían ni siquiera que tuviesen un cuerpo
diferente al ísico. Ahora que

por las noches se conectan con ese cuerpo y viajan a voluntad a


donde lo desean, estableciendo relaciones con otros seres, sienten
que son responsables de sus acciones. Pero siempre han sido
responsables de todas sus acciones en ese cuerpo astral aunque
no hayan estado conscientes.

De igual manera, su Ser Superior es creador y responsable de


todas sus manifestaciones, tengan o no consciencia de ellas. Por
eso es tan importante alinearse con el espíritu y tener Fe en Dios y
en sí mismos. El Ser Humano fue creado perfecto desde el
principio, y cada una de sus creaciones son sus propias
manifestaciones que concibe para evolucionar en todos los
aspectos posibles. Cada quien sabe lo que tiene en su corazón, en
lo más profundo está la esencia del Ser.

Quienes son en esencia amor, y están haciendo lo posible por


evolucionar hacia Dios por el camino de la luz, en todas sus vidas
paralelas están en la misma sintonía. Avanzarán vibrando cada vez
más al unísono con Él.

Igual pasa en el caso contrario, muchísimos seres han decidido


dedicar esta y muchas de sus vidas paralelas a odiarse a sí mismos
y a Dios, a vivir con temor. Aunque parece que retroceden, en
realidad sólo están evolucionando en forma diferente y
continuarán su camino de reencarnaciones en la realidad ísica
hasta que su Ser Superior alcance la vibración adecuada para
pasar a otros planos de realización. Al contrario de lo que piensan,
los opuestos no existen para el Ser Superior, son aspectos de un
sistema de realidad en el cual han decidido evolucionar, así que
todos aportamos desde nuestra acera al amoroso Plan de Dios.”

Esta vez fue Ana Emilia quien decidió preguntar:

“¿Có mo podemos entonces tomar consciencia de esas otras


manifestaciones de nuestro Ser y con qué inalidad?”

Pero antes de que el maestro respondiera Rodrigo rá pidamente


preguntó : “¿El espejo que colocamos en los cuartos tiene algo que ver
con estas vidas paralelas?”

Entonces el maestro nos dijo: “Les he pedido que coloquen los


espejos en sus cuartos porque van a atravesarlos con sus cuerpos
astrales y pasarán a observar una vida paralela ísica. Cada uno de
ustedes podrá verse en esa otra vida y podrá entrar en consciencia
en ese otro cuerpo si lo desean. Deberán colocarse frente al espejo
y simplemente caminarán hacia adelante hasta pasar al otro lado.
Intenten no pensar ni juzgar lo que van a ver, ya que si lo hacen
volverán inmediatamente a sus cuerpos ísicos. Van a encontrarse
con otro “yo” diferente del “yo” al cual están acostumbrados, pero
claramente van a percibir que son ustedes mismos porque su
consciencia superior es la misma.

Debido a que son parte de un mismo Ser, serán atraídos hacia ese
cuerpo y si así lo deciden ocuparán momentáneamente ese
cuerpo. Recordarán parte de lo que ese otro “yo” ha vivido en esa
otra vida, pero no todo. Quizás se encuentren en la situación de
relacionarse con personas desconocidas y queden desconcertadas
porque su personalidad estará alterada. Si deciden entrar en su
otro “yo” actúen como mejor puedan, luego de dejar ese otro “yo”,
este seguirá su vida como siempre. Intenten no juzgarse, acéptenlo
como parte de su mismo Ser. También es posible que se relacionen
observándose y quizás hasta entablen una conversación de “yo” a
“yo”; esto dependerá del grado de evolución de ambos. La decisión
en relación a cuál de sus vidas van a entrar, ya lo ha decidido su
Ser Superior.

La respuesta a la pregunta de Ana Emilia, en cuanto a la inalidad


de conocer a uno de tus otros “yo”, la sabe ella misma en su
interior. Toda la Luz que expande la consciencia, permitiendo la
conexión con universos paralelos, se vierte sobre su vida actual y
la hace mucho más completa y llevadera.

Los retos se transforman en oportunidades, los obstáculos en


aprendizajes, los problemas en posibilidades de ayudar. La
realidad es percibida de acuerdo a los límites de nuestra
consciencia, si la expandimos esos límites comienzan a tornarse
difusos hasta desaparecer.

El mal y el bien son percibidos de forma totalmente diferente,


entonces se abre el camino del centro, del Amor de Dios.

Mañana sábado por la noche, en el momento que cada uno se


sienta preparado, intentarán atravesar el espejo. Lo harán por
separado, no van a encontrarse durante el proceso. Si no lo logran
en un primer intento no se preocupen, ya les llegará una nueva
oportunidad.”

Nos despidió colocando sus manos sobre nuestras cabezas. Sentı́ una
fuerte energı́a y una luz que se me metı́a por el entrecejo, vi un
remolino y me encontré en mi cama, eran las 2:22 am. No me sentı́a con
un intenso frı́o como otras tantas veces, pero sı́ estaba muy ansioso por
ver a mis amigos. Me quedé dormido observando el espejo frente a mi
cama, no podı́a ni imaginar que por allı́ se encontraba uno de mis otros
“yo” haciendo quié n sabe qué cosa.
Capítulo 13

Universos Paralelos
A la mañ ana siguiente, nos reunimos en casa de Ana Emilia a la hora del
almuerzo para una parrilla. Su mamá cumplı́a añ os y, como nuestros
padres eran amigos, nos reunimos todos para celebrar.

Nos miramos con caras de complicidad, tanto que mi hermana me


preguntó si le podı́a contar el secreto que guardaba. Yo la miré con
mucha compasió n porque me hubiese encantado poder hablarle de
todo lo que está bamos viviendo, pero todavı́a no sentı́a que ni ella ni
nuestros padres aceptarı́an sin má s todo lo que nos ocurrı́a.

Hicimos especulaciones de có mo serı́an nuestros otros “yo”. Nos


reı́amos, pero creo que de los nervios, al pensar que verı́amos a otro
“yo” y, que ademá s segú n nos explicó el maestro, habı́a muchos otros
“yo” que estaban en este momento hablando, jugando, peleando, riendo
o comiendo. Sentı́ varias veces escalofrı́os en todo el cuerpo de pensar
en la in initud del asunto. Cierto que está bamos expandiendo nuestra
consciencia, pero esto parecı́a mucho má s de lo que nuestros cerebros
estaban preparados para procesar.

Finalmente llegó la noche, esta vez no nos pudimos acostar temprano


porque celebrá bamos el cumpleañ os, pero apenas terminó la reunió n
nos despedimos y logramos acostarnos alrededor de las 11:00 pm.

Yo estaba muy ansioso por sentir la vibració n y quizá s eso hizo que
tuviese que esperar má s tiempo del usual, puesto que tuve que hacer la
relajació n varias veces. Al inal, me entregué a la voluntad de Dios,
luego de no sé cuá ntas vueltas de la estrella de cinco puntas y de
respirar profundamente, sentı́ la vibració n en mi cabeza, muy
intensamente en el entrecejo y luego en todo mi cuerpo. Decidı́
incorporarme y me coloqué frente al espejo.
Observé mi imagen calmadamente, tenı́a un resplandor de varios
colores alrededor del cuerpo, pero mi cara era la misma. Haciendo un
gran esfuerzo de voluntad, caminé hacia el espejo y lo atravesé . No sentı́
ni remolinos, ni fuerzas extrañ as, ni vi colores brillantes.

Simplemente lo atravesé y con toda naturalidad me encontré en lo que


parecı́a una feria. En seguida supe que estaba en una realidad diferente
a la mı́a. En lo primero que me ijé fue en los vehı́culos del
estacionamiento, eran enormes. No eran de dos o tres hileras de
asientos, sino de cuatro o má s. Ademá s parecı́an hechos de algo lexible,
como plá stico, pero moldeable, porque no tenı́an puertas y las personas
que salı́an de los vehı́culos lo hacı́an por cualquier sitio, hasta por el
techo.

De pronto mi mirada se posó en un automó vil de color verde de donde


salió un muchacho de unos 25 añ os e inmediatamente sentı́ que era yo
mismo. Al mismo tiempo que sentı́ que ese era yo, ya estaba adentro de
su cabeza, y pude conocer que era el primero de cinco hermanos, que
su mamá se habı́a quedado en la casa preparando la comida y que
estaba allı́ con su papá y sus cuatro hermanos. De pronto se me acercó
una muchacha má s o menos de mi misma edad y me dio un beso, mi
cara debe haber sido de total asombro porque me preguntó si me
ocurrı́a algo. Tratando de actuar con naturalidad, como nos indicó el
maestro, y mientras sentı́a que mi personalidad se mezclaba con este
otro

“yo”, le dije que todo estaba bien y, aunque me miró extrañ ada, nos
tomamos de la mano y comenzamos a caminar hacia la feria.

Mis hermanos corrı́an hacia la entrada. Me inquietó sentirme tan


estrechamente unido a ellos en esta vida, como a mi hermana en la otra
vida. Tambié n sentı́ que estaba enamorado de la muchacha que me
acompañ aba que se llamaba Surima. Mi padre me llamó , y luego de
varias llamadas fue que volvı́ mi cara. Me pareció extrañ o escuchar a mi
padre llamarme con el nombre de Arenko, todo estaba muy confuso en
mi cerebro.
Comencé a ijarme en la feria y me resultó increı́ble que todo fuese del
mismo material de los vehı́culos de afuera, no habı́a nada que pudiese
compararse al hierro, al metal, ni siquiera parecı́a haber electricidad y
los aparatos se movı́an por una fuerza que no lograba determinar de
dó nde provenı́a. De pronto sentı́ angustia por mi otro “yo”, Arenko,
como si estuviese metido en su cuerpo y eso le pudiese ocasionar algú n
problema, y decidı́ volver. No atravesé el espejo de vuelta. Simplemente
mi consciencia volvió a mi cuerpo fı́sico.

Sin quedarme re lexionando, decidı́ a volver a atravesar el espejo,


comencé a sentir la vibració n para intentarlo nuevamente. Con mucha
determinació n, me coloqué enfrente, di un paso y entré por el espejo.

Llegué a una casa muy parecida a la mı́a. Caminé por los pasillos y todo
se veı́a muy ordenado. Los pisos tenı́an alfombras, miré en varias
habitaciones sin encontrar a nadie, en una de las habitaciones habı́a
varios portarretratos y los tomé a ver si lograba reconocer a alguien
que se re iriese a mı́ mismo. Una de las fotos era un retrato de un viaje
hecho en familia, donde habı́a unos niñ os que cabalgaban en unos ponis
cerca de una montañ a muy hermosa, los ponis eran del tamañ o de unos
perros grandes y los niñ os se divertı́an mucho. En un instante me
trasladé a ese momento, como si yo mismo lo hubiese vivido. Habı́a
otras fotos de momentos de viajes en familia pero no me acerqué a
detallarlas, en verdad querı́a encontrar a alguien en esa casa.

Entré en una habitació n que tenı́a una cama grande de color marró n
oscuro como madera, habı́a un mueble frente a la cama y allı́ en otro
portarretrato observé a una pareja en lo que parecı́a ser la foto del
momento de su unió n en matrimonio. La mujer no llevaba un vestido
blanco, sino uno de muchos colores como hecho a mano y una corona
de lores blancas, la actitud de ambos denotaba que habı́a sido un
momento de felicidad. Seguı́ caminando mientras intentaba encontrar a
alguien. Al continuar el recorrido salı́ por una puerta y en el exterior
observé a una mujer de pelo marró n claro y liso, con sus dos hijos, a un
joven y a una joven de unos 17 o 18 añ os que parecı́an estar saliendo al
colegio porque su ropa era como de uniforme.

La mamá me reconoció e increı́blemente le dijo a su hijo: “Este eres tú


en otra vida fı́sica”. Sin alterarse en lo má s mı́nimo, ella le dijo a su hijo
que se quedara conmigo para enseñ arme un poco alrededor, luego
subió al carro con su hija y se fue. Cuando yo me acerqué al muchacho y
le pedı́ que me permitiera tocarlo, é l me dijo: “Claro si somos uno
mismo”. Lo toqué de la cabeza a los pies y lo detallé completamente:
tenı́a los ojos azules claros, la cara ovalada y el pelo negro y liso. Su
rostro tenı́a pecas, su contextura era normal y de tamañ o má s bien alto
comparado con los está ndares de mi realidad. Su cará cter era tranquilo,
muy cariñ oso y amable.

Comenzamos a caminar alrededor de la casa, en la calle apareció un


autobú s que no era de gran tamañ o pero sı́ muy moderno, de color azul
oscuro y rojo. No salı́a humo del tubo de escape, parecı́a que era
impulsado por electricidad. Dio la vuelta por toda la calle y siguió su
camino. Nos dirigimos a la parte de atrá s y le pregunté por las fotos que
habı́a visto en las habitaciones que re lejaban que la familia habı́a
hecho muchos viajes.

Me con irmó que sı́, que habı́an hecho viajes a muchas ciudades y
planetas. Me asombré y le dije: “¿Ustedes viajan a otros planetas?”. Y me
dijo: “Mantenemos un estrecho contacto con seres de otros lugares de
la galaxia y formamos parte de la hermandad galá ctica”, y me señ aló
hacia arriba mostrá ndome una enorme nave matriz que cruzaba el cielo
muy cerca de nosotros; me quedé anonadado. Me dijo que habı́an ido a
Venus donde las personas eran de raza muy blanca, en cambio los de
Marte eran má s bien dorados o amarillos. Mientras hablá bamos se
colocó en el suelo haciendo la parada de manos pero con la cabeza y
comenzó a elevarse un poco del suelo, pensé que la gravedad en esta
Tierra paralela no era igual a la de mi realidad. Parecı́a tener un nivel
vibratorio intermedio entre el mundo astral y el fı́sico. De pronto me fui
de allı́, ası́ sin má s, no pude controlar quedarme y averiguar má s acerca
de esa realidad, simplemente en un instante me hallé en mi cama.

Allı́ me quedé , menos mal que el dı́a siguiente serı́a domingo porque no
dormı́ en toda la noche. Estaba realmente conmocionado, ya que lo que
al principio pensé que era una aventura má s, habı́a trastocado todo mi
sistema de creencias. No tenı́a duda alguna de que esos otros
muchachos formaban parte de mi Ser tambié n, amaba a esos padres, a
todos mis hermanos y tambié n a mi novia, esos mundos eran tan reales
como este. Y está n al atravesar el espejo de mi cuarto, increı́ble de
verdad. Cuá n in inito se me estaba haciendo todo. Pero a pesar de esto,
mi consciencia se ha estado expandiendo a tal punto que lo aceptaba
sin tantos problemas ni prejuicios.

Cuando me desperté casi al mediodı́a, mi mamá entró al cuarto


dicié ndome que Ana Emilia me habı́a llamado varias veces y que ya era
hora de almorzar.

Decidı́ llamarla luego de comer, porque como no habı́a desayunado


estaba hambriento.

Quedamos en vernos en la plaza a las 2:00 pm, ya ella habı́a conversado


con Rodrigo, quien le comentó que habı́a tenido una intensa pero corta
experiencia. Eso signi icaba que todos habı́amos logrado atravesar el
espejo.

Al reunirnos, Rodrigo nos dijo que le habı́a dado mucho miedo pararse
frente al espejo y decidir dar el primer paso, pero que lo habı́a
superado. Apenas logró atravesar el espejo salió al otro lado de una vez
y sintió que estaba en su otro “yo”, un hombre mayor. Se encontraba
bajando por unas escaleras mecá nicas, vio a lo lejos lo que parecı́a un
enorme centro comercial.

Estaba hablando con alguien má s, pero Rodrigo no pudo percibir


telé fono celular alguno, ni siquiera un micró fono cercano a su boca. Má s
bien parecı́a una comunicació n telepá tica, la otra persona, una mujer
que parecı́a ser su esposa le decı́a que su hijo habı́a tenido un accidente
aé reo pero que se encontraba bien. En seguida comenzó a sentir un
fuerte dolor en el pecho y decidió regresar.

Luego no pudo volver a dejar su cuerpo fı́sico para saber qué habı́a
ocurrido. Sintió claramente que é l era este señ or, y cuando su esposa le
dijo que su hijo habı́a tenido un accidente se desesperó porque lo
amaba inmensamente. Se quedó muy angustiado en su cama, con
sentimientos confusos acerca de lo que habı́a percibido.

Entonces Ana Emilia nos contó lo siguiente:

“Apenas atravesé el espejo sentı́ que era mi otro “yo”.

Estaba sentada en la terraza de un apartamento, en un piso bastante


alto porque al ver por la ventana se veı́a la calle a lo lejos. Era una
muchacha de unos 15 añ os y se sentı́a muy contenta porque su padre le
estaba hablando de lo bien que estaba progresando el paı́s, de que el
gobernante actual era excelente y que todos los habitantes lo querı́an
mucho.” Ana Emilia nos dijo que en la otra vida su padre era
funcionario de ese gobierno y todo parecı́a funcionar a la perfecció n.

Ella tenı́a dos hermanas mayores que no se encontraban allı́, pero pudo
ver sus fotos en varios cuadros familiares que estaban en las paredes,
nos dijo que las imá genes tenı́an movimiento y cambiaban a cada
momento. Ası́ pudo ver có mo su familia habı́a viajado por muchos
lugares de ese mundo pero sin reconocerlos. Se emocionó mucho
cuando se le montaron encima dos animales parecidos a unos osos
koalas. ¡Eran sus mascotas! Los acarició y abrazó con mucho cariñ o. De
pronto sintió có mo su otro “yo” deseaba apoderarse nuevamente de su
mente y volvió a su cuerpo fı́sico, igual que Rodrigo y yo, sin volver a
atravesar el espejo.

Los tres nos quedamos un largo rato sin hablar, seguı́amos


conmocionados con tanta informació n nueva.
Luego comenzamos a comparar nuestras experiencias y llegamos a
varias conclusiones que igual tendrı́amos que comprobarlas con el
maestro.

Lo primero que nos planteamos fue si no serı́a que nos metimos en el


cuerpo de otra persona y que simplemente pensá bamos que era
nuestro otro “yo”.

Ninguno supo có mo explicarlo coherentemente, pero todos sentimos


que sı́ é ramos nosotros mismos. Esta sensació n no venı́a de nuestro
cerebro, está bamos conectados con una consciencia superior que
comprendı́a claramente que ambos “yo” eran sus manifestaciones.

Pero allı́ en la plaza, sintié ndonos una sola persona, a nuestra mente le
costaba mucho entender la situació n.

Yo ademá s tuve dos experiencias en mundos totalmente diferentes, en


la primera ocasió n entré en la mente de mi otro yo, pero la segunda vez
tuve una conversació n de

“yo” a “yo” de lo má s interesante. En ambos casos supe, sin lugar a


dudas, que se trataba de una parte de mi Ser.

Cada uno sintió que se trataba de otro “yo”

totalmente diferente, no solo fı́sicamente, su personalidad y sus


emociones eran distintas pero algo en su consciencia se conectaba con
nuestro mismo Ser. En cambio cuando está bamos en un viaje astral
nuestra personalidad era bastante parecida, lo que cambiaba era
nuestra percepció n porque la consciencia se sentı́a expandida y los
lı́mites astrales eran diferentes. Por lo tanto, los “yo” de los universos
paralelos fı́sicos podı́an tener una personalidad completamente
diferente a la nuestra, aunque la esencia de nuestro Ser estuviese
presente en todos.

Tambié n comparamos las caracterı́sticas fı́sicas de los mundos, que


eran bastante diferentes en cuanto a los lı́mites fı́sicos. En el caso de
Ana Emilia los animales eran diferentes, aunque las relaciones humanas
no eran tan distintas. La familia seguı́a siendo algo aparentemente
normal y los hechos seguı́an teniendo un orden. Los medios de
transporte tambié n eran extrañ os y la energı́a que los impulsaba no
provenı́a de la gasolina. Quizá s era un impulso elé ctrico o magné tico. Al
inal decidimos que tenı́amos tantas preguntas que mejor
intentarı́amos reunirnos nuevamente en la noche con el maestro.
Capítulo 14

El Centro Galáctico
Esa noche me acosté y lo que má s le pedı́ a Dios fue luz. Necesitaba
integrar estas nuevas experiencias y me estaba costando aceptar como
reales a mis otros

“yo”. Logré dormirme profundamente pero no sentı́ la vibració n. Lo


intenté varias veces hasta que me venció el sueñ o.

De pronto, en pleno sueñ o aparecı́ en un lugar realmente


extraordinario. Sabı́a que no habı́a salido voluntariamente en mi cuerpo
astral, pero igual tenı́a total consciencia y poder de decisió n en ese
momento.

Intentaré describirlo lo mejor que pueda: me encontré frente a una,


digamos, “casa” pero solo por ponerle un nombre. Para llegar a la
entrada habı́a un camino de piedras que emitı́an luces de colores. Un
niñ o de unos 10 añ os, muy blanco, de pelo blanco y ojos azules que se
encontraba vistiendo una tú nica dorada, me indicó amablemente que
debı́a quitarme los zapatos; ni siquiera me habı́a dado cuenta de que los
llevase puestos, pero accedı́ de buena gana y se los entregué para que
los colocara en el piso, cerca de un hermoso á rbol. Entendı́ al instante
porqué me descalcé , las piedras tenı́an texturas diferentes. Los sentidos
los tenı́a tan agudizados que podı́a sentir en las plantas de los pies
sensaciones nuevas en cada paso. Unas piedras eran suaves como la
piel de un conejo, otras eran una especie de plastilina donde se
marcaba la huella del pie y algunas eran frı́as y otras calientes.

Al aproximarme a la casa, noté có mo de sus paredes caı́an cascadas de


agua que se mezclaban con cientos de colores, muchos de los cuales ni
siquiera conocı́a. Desde que comencé mis experiencias en el mundo
astral he notado có mo mis ojos perciben una gama de colores má s
amplia. Al caminar por las piedras con cada color sentı́a una emoció n
diferente: el color azul violeta me transmitió paz, el color rojo intenso
amor, el amarillo lo sentı́ como alegrı́a, el verde manzana fue de
esperanza y un color indeterminado entre naranja, rosado y fucsia lo
percibı́ como libertad. Invadido por una gran admiració n por una
experiencia tan hermosa y original, poco a poco, fui entrando en la casa.

El lugar parecı́a una escuela porque habı́a varios jó venes como yo,
sentados en el piso alrededor del maestro. Habı́a confortables cojines
tambié n de colores y el maestro me hizo señ as para que me sentara
junto a los demá s. Al poco rato me asombré al ver entrar a Ana Emilia y
a Rodrigo. Se acomodaron cerca de mı́, nos miramos sorprendidos de
encontrarnos allı́, está bamos maravillados de la belleza del lugar.
Entonces comenzamos a escuchar las palabras del maestro.

“Hoy nos sentimos privilegiados por esta creación tan armoniosa y


colorida. Nuestros sentidos de la vista y el tacto se han deleitado.
Démosle las gracias a Sirio, un gran artista.” Todos se inclinaron
hacia un joven de color negro y ojos amarillos, vestido con una tú nica
tornasolada. El joven sonrió y devolvió la reverencia. Dirigié ndose a
nosotros el maestro dijo: “Para cada reunión uno de los alumnos es
el encargado del decorado de nuestro centro, tienen total libertad
para crear todos los detalles del lugar. Nos encontramos en un
centro

galáctico de aprendizaje multiplanetario, ubicado en una nave


matriz al cual asisten quienes desean evolucionar en el
conocimiento universal de variadas materias.” Se dirigió a los
jó venes indicá ndoles que tal y como les habı́a prometido, hoy visitaban
el centro tres jó venes del planeta Tierra, y que el viaje lo estaban
haciendo desde la consciencia del Ser, utilizando un cuerpo astral.

Uno de los jó venes preguntó si nosotros tenı́amos cuerpos fı́sicos, a lo


cual el maestro respondió que sı́, que a diferencia de ellos cuya
consciencia percibı́a su existencia en el plano astral nosotros lo
hacı́amos en un sistema de realidad fı́sico. Tambié n nos indicó que
todos los presentes habı́an tenido experiencias fı́sicas tanto en la Tierra
como en otros planetas y que, aun cuando no tuviesen un cuerpo fı́sico
en estos momentos, eventualmente continuarı́an con su aprendizaje en
la tercera dimensió n. Nos dijo que todos los presentes estaban
familiarizados con la historia del planeta Tierra y habı́an participado en
muchas de sus civilizaciones.

Algunos estuvieron en la Atlá ntida, en el Imperio Maya o Egipcio. Otros,


inclusive, habı́an vivido en civilizaciones anteriores a la Atlá ntida y
tenı́an conocimientos muy importantes para el actual cambio de era del
planeta Tierra y que quizá s, en un futuro cercano, habları́amos acerca
de ellas para ampliar nuestro conocimiento. Por ahora, acotó el
maestro, está n viviendo aquello que les corresponde por el nivel
vibratorio de su consciencia y su libre albedrı́o.

Una joven muy hermosa, de tez azulada y pelo casi blanco, preguntó si
nuestra consciencia fı́sica estaba al tanto de nuestros viajes a otras
dimensiones; el maestro le respondió que desde hacı́a un tiempo nos
está bamos conectando con diferentes dimensiones, entre ellas con el
cuerpo astral, y gracias a ello podı́amos estar allı́ de forma despierta.
Durante un tiempo aprenderá n de sus experiencias fı́sicas y ellos de sus
vidas en el mundo astral. Tras esta introducció n, los presentes nos
dieron la bienvenida acercá ndose a nosotros uno a uno, tomá ndonos de
las manos y sonriendo cariñ osamente. Yo percibı́ un gran cariñ o y
respeto, como si les conociera de toda la vida.

De inmediato el maestro nos observó como siempre con mucha ternura


y comenzó lo que parecı́a una clase.

“El Ser o identidad total como algunos la llaman, es


multidimensional. Por lo tanto evoluciona en múltiples sistemas
de realidad de forma simultánea. Cada sistema de realidad en el
cual habita un Ser tiene unos postulados básicos bajo los cuales
evolucionan todas sus entidades. El tiempo y el espacio son
percibidos de diferente manera dependiendo del sistema de
realidad especí ico. Así las entidades que evolucionan lo hacen
aceptando estos postulados.” Hasta allı́ ya mi mente estaba invadida
de muchas preguntas.

Aunque me sentı́a como el joven nuevo de la clase, decidı́ levantar mi


mano y preguntar: “¿Entonces cuá l es la realidad?” Todos miraron con
atenció n al maestro que respondió : “No existe una verdad absoluta,
ni una realidad inmutable. Todo conocimiento está condicionado
por las características de la personalidad que lo percibe. Así
entonces existen tantas realidades como personalidades
habitando el universo. Muchas de estas entidades o
personalidades que habitan un sistema de realidad no perciben
los demás sistemas porque su mecanismo de percepción está
adaptado a determinada frecuencia vibratoria.

Pero también hay entidades en cuya evolución han logrado


percibir varias manifestaciones de su Ser en forma simultánea.

Nacho y sus amigos han aprendido a utilizar su momento de


reposo de la mente o sueño para conectarse con un sistema de
realidad diferente que es el mundo astral. Igualmente perciben en
sus sueños escenarios en los cuales su cuerpo astral se desarrolla
en diferentes aspectos. Y recientemente, mediante la técnica del
espejo, también han logrado percibir momentáneamente no sólo
otro sistema de realidad, sino además otra manifestación ísica de
su propio Ser. Algunos seres logran expandir su consciencia en
estados de meditación profunda y de contemplación.

Muchos de los mundos en los cuales habita nuestro Ser nos


resultarían totalmente fantásticos ya que los símbolos que se
utilizan son inimaginables desde nuestro punto de vista. Esos
símbolos son los límites de cada existencia.”

Un muchacho de cara y cuerpo verde preguntó :

“¿Estos sistemas de realidad está n de alguna manera conectados?” El


maestro respondió : “Sí, los sistemas de realidad no son cerrados,
todos están interconectados entre sí y existe un constante lujo de
energía entre ellos. Todo lo que tu Ser decide hacer aquí y ahora
repercute inmediatamente en todas las demás manifestaciones,
igualmente los otros “yo” tienen igual independencia de actuar y
de in luir en tu existencia presente.

Así como es posible conectarse en consciencia desde el cuerpo


ísico al cuerpo astral, aumentando la vibración del cuerpo,
también es perfectamente posible realizar viajes a otros sistemas
de realidad, pero esto dependerá de las capacidades internas
sensoriales que hayamos desarrollado en determinada existencia.
Tanto en la realidad ísica, mediante los sueños o la meditación;
como en la realidad astral, en estado de reposo mental, nuestra
consciencia puede conectarse con cualquiera de las
manifestaciones o distintas personalidades del Ser Superior. Los
que tienen enfocada su consciencia en el mundo astral, pueden
percibir que algunas de sus otras manifestaciones habitan un
mundo ísico o un mundo en una dimensión diferente a la astral.”

Rodrigo entonces se animó a preguntar: “Si existimos en mú ltiples


universos ¿có mo sabemos para donde debemos ir, cuá nto tiempo nos
tomará evolucionar, cuá l es el objetivo?” El maestro se mostró muy
complacido de que hubiese hecho esa pregunta y continuó : “El
progreso de cada Ser no se puede medir en un tiempo lineal. Aun
cuando el Ser se mani iesta en in inidad de personalidades y
realidades, cada una de estas entidades aprende a resolver los
problemas de manera diferente. Cada lección aprendida hace que
los sistemas de realidad en los cuales vive el Ser sean en vibración
cada vez más cercanos a la Unidad y por ende a Dios. El Ser
Humano aprende a co-crear puri icando su pensamiento y
equilibrando en si mismo las diferentes energías.

Todas las personalidades tienen libre albedrío para decidir cómo


avanzar en el reconocimiento de sí mismos y cada uno llegará a
Dios por el camino que escoja. Para ello debemos experimentar
in inidad de realidades y nuestras decisiones acertadas nos
llevarán poco a poco a vivir existencias más placenteras y
creativas. Por lo tanto, al estancarse una personalidad,
enfrentándose una y otra vez al mismo problema sin lograr
resolverlo, eso podría decirse que es lo contrario a evolucionar. En
cambio quien enfrenta un problema y logra resolverlo estará
avanzando en su camino. Las llamadas reencarnaciones ocurren
en todas las manifestaciones del Ser, sus diferentes
personalidades deciden participar en tantas vidas como sea
necesario para ir creciendo en consciencia. En algunas existencias,
cada vida dura miles de años, en otras solo unos años; a veces
estamos totalmente despiertos acerca del funcionamiento del
Universo, y en cambio en otras vivimos en una total oscuridad.

Por lo tanto, en nuestros sueños o reposos mentales podemos


conectarnos con cualquiera de estas entidades o personalidades,
que habitan muchos sistemas de creencias tanto ísicos como

no ísicos, en cualquier momento de su desarrollo o


reencarnación. Existen muchos sistemas de realidad en los cuales
predominan los datos ísicos y otros muchos en los cuales
simplemente no existe la materia. Nuestro Ser puede estar
manifestándose en tantos sistemas como sean escogidos para su
evolución.”

Creo que el maestro percibı́a las conmociones que ocurrı́an en nuestras


mentes y en nuestro corazó n y estoy seguro de que todos los que
está bamos allı́, sin importar de donde vinié semos, intentá bamos
comprender lo que nos decı́a, y al menos a mı́ no se me hacı́a nada fá cil.

El maestro nos indicó a nosotros tres que volverı́amos al centro de


aprendizaje el pró ximo dı́a viernes. Nos animó a buscar informació n, en
la computadora o en cualquier libro que pudié semos, acerca de los
universos paralelos. Se nos acercó y nos colocó las manos en la cabeza,
yo sentı́ como una corriente pasaba a travé s de mi cuerpo y de pronto
me encontré nuevamente en mi cuerpo fı́sico.
Me hice la misma pregunta que se habı́a hecho Ana Emilia, ¿qué
inalidad tenı́a saber toda esta informació n? Desde lo má s profundo de
mi Ser, me llegó la siguiente respuesta: cada vez que mi consciencia se
conecta con una manifestació n diferente, todo mi sistema sensorial
interno evoluciona y aprendo a co-crear junto con Dios. Me dejé llevar
por el sueñ o, mi mente necesitaba descanso de tantas novedades
juntas.

En el colegio nos reunimos en la biblioteca con la intenció n de buscar


libros referidos a universos paralelos y para meternos en la red. Es
posible que, debido a que nuestra biblioteca no era muy grande, el
ú nico libro que mencionara el archivo relativo a mundos paralelos fuese
el de Alicia en el Paı́s de las Maravillas, de Lewis Carroll.

Cuando fuimos a buscar el libro, nos quedamos impactados al ver que el


mismo autor habı́a escrito otro llamado A travé s del espejo y lo que
Alicia encontró allı́.

Qué sorpresa comprobar que pasar a travé s de espejos para acceder a


otras realidades no era algo nuevo, y que ya otras personas al menos
mediante cuentos intentaron explicarlo.

En la red encontramos que muchos cientı́ icos dicen haber


comprobado, mediante experimentos de fı́sica cuá ntica, la existencia de
universos paralelos.

Tambié n se habla de pelı́culas y libros de ciencia icció n en donde los


personajes pasan a realidades alternativas.

Sabemos que muchı́simas caricaturas en la televisió n hablan de otras


dimensiones. Comprobamos que justamente gracias a la red,
muchı́simas personas hablan acerca del tema en diferentes blogs,
pá ginas web y otras fuentes de informació n.

Estuvimos tentados a meternos en varios chats con personas a quienes


les atrae el asunto, pero decidimos que todavı́a ni nosotros mismos
acabá bamos de comprender el universo que se nos estaba abriendo.
Lo que sı́ nos quedó claro fue que el tema no era nuevo, unos
intentaban explicarlo y otros muchos comprenderlo.

Llegado el viernes, nuevamente nos fuimos temprano a la cama.


Comencé a hacerme la estrella de cinco puntas, sintiendo el paso de
cada franja de luz por mi cuerpo, lo hacı́a mientras rezaba y esperaba
sentir la vibració n. Igual a lo que me habı́a ocurrido

anteriormente, só lo sentı́ una relajació n muy profunda hasta quedarme


dormido.

De pronto aparecı́ observando la casa donde se encontraba el centro de


aprendizaje pero esta vez era completamente diferente de la anterior. El
camino era un tú nel hecho con matas y lores, de todas las formas y
colores posibles. Esta vez el sentido que se me despertó fue el olfato,
sentı́ olores maravillosos que jamá s habı́a percibido. Las lores
exhalaban polen y mientras lo respiraba por la nariz sentı́a que de
alguna forma nutrı́a mi cerebro. Del techo caı́an ramas con frutas
hermosas, fresas, manzanas, uvas, mangos, kiwis, me provocó tomar
una fruta de color fucsia que no conocı́a, tenı́a el tamañ o de una
manzana pero con una textura aterciopelada, la saboreé poco a poco y
me sentı́ muy bien. Habı́a hermosas mariposas revoloteando a mi
alrededor y una de ellas captó mi atenció n porque era especialmente
llamativa, tenı́a unas alas enormes que pasaban por todas las
tonalidades azules con dos cı́rculos blancos en las puntas, me guio
hasta la puerta de la casa.

Esta vez no tuve que quitarme los zapatos, seguı́ caminando hasta el
interior de la casa. Los alumnos estaban mecié ndose en columpios
hechos de lores y ramas con frutas, la joven blanca de tez azulada me
señ aló uno de los columpios, me elevé hasta sentarme y comencé a
balancearme. Seguı́an llegá ndome divinos olores que me hacı́an sentir
diferentes emociones.

Rodrigo entró primero y al rato llegó Ana Emilia, quien parecı́a


totalmente encantada con el lugar. Ambos ocuparon sus columpios y el
maestro se colocó en la copa de uno de los á rboles que hacı́a las veces
de cojı́n gigante.

El maestro comenzó a hablar: “Este hermoso paisaje y sus divinos


olores y sabores debemos agradecerlos a Alanis.” La hermosa joven
de tez azulada nos sonrió amablemente y todos le mostramos lo
complacidos que está bamos con su creació n.

“Hoy hablaremos de un concepto denominado tiempo, esto les va a


ayudar a comprender la multidimensionalidad del Ser. Imaginen
por un momento que se encuentran observando toda la arena del
océano o de un desierto a través de un microscopio cuyo lente sólo
permite ver un grano a la vez. No se les permite voltear a ver los
demás granos, sólo pueden pasarse cada vida observando un
grano de arena. Pero si a esta misma persona se le permitiera ver
desde el cielo todos los granos de arena juntos de una sola vez,
esto ocurriría en un segundo. El Ser Superior observa todas sus
manifestaciones o granos de arena desde el cielo, pero la mente
humana sólo puede ver un grano por vez, o una vida por vez, y por
lo tanto siente que transcurre mucho tiempo entre cada vida.

Existen diferentes percepciones del tiempo, y también existe el “no


tiempo” o el tiempo de Dios.

Para el Ser Superior el pasado, el presente y el futuro forman parte


de un eterno presente, porque observa toda su existencia desde
otro plano. La cadena secuencial de acontecimientos es el
producto de nuestra estructura mental que solo es capaz de ver
uno por vez. Mientras más lenta es la vibración de una
manifestación, como por ejemplo la tercera dimensión o cuerpo
ísico, la separación psicológica entre pasado, presente y futuro es
mayor. En cambio, la percepción del tiempo de una entidad en una
existencia del mundo astral en la cuarta o en la quinta dimensión
es diferente. Mientras más nos acercamos al nivel vibratorio del
espíritu todos los conceptos de tiempo y espacio, así como la
existencia del bien, del mal y de todos los opuestos, van
desapareciendo. Poco a poco, el microscopio comienza a utilizar
lentes de menor aumento, algunas de las manifestaciones del Ser
tienen chispas de consciencia de la existencia de sus otros yo y la
mente es capaz entonces de observar más de una vida por vez.”

El maestro nos animó a preguntar y esta vez fue Ana Emilia quien
intervino: “¿Si todo ocurre en un mismo momento, podemos cambiar el
futuro?” El maestro respondió : “Me complace que hayas
comprendido el alcance de lo aquí referido. No solo se puede
cambiar el futuro, sino que también se puede cambiar el pasado. Si
mentalmente cambiamos la naturaleza de nuestro pasado
estaremos in luyendo en sus efectos futuros, es decir, nuestro
presente. Igualmente, con cada gesto de nuestro presente
in luimos en el futuro. La distancia entre los distintos sucesos que
ocurren en nuestra vida no es causada realmente por los siglos o
años que transcurren, sino por una separación psicológica de
nuestra mente ya que le es di ícil, por su estructura, concebir el
tiempo de otra forma que no sea lineal”.

Un joven sentado detrá s de mı́ hizo la siguiente observació n: “Una vez


escuché decir a uno de los sabios del centro evolutivo de mi planeta,
que habı́a sistemas de realidad en los cuales el tiempo se percibı́a como
peso.”

El maestro respondió : “El tiempo puede ser percibido como sonido,


peso, vibración u otras formas dependiendo del lugar en donde
ese Ser se esté desarrollando. Para quienes habitan el mundo
astral y no tienen un cuerpo ísico, el tiempo transcurre de forma
diferente aunque sigue siendo lineal. En cambio existen realidades
en otras dimensiones en donde el tiempo es más psicológico, se
mide por experiencias vividas, por aprendizaje adquirido. Hay
seres para quienes el tiempo y el espacio simplemente no tienen
relevancia.

Otro concepto relacionado al tiempo es el espacio. Ustedes tienen


la concepción de que habitamos un espacio y de que entre los
planetas Tierra, Marte, Júpiter o Venus y este centro de
aprendizaje existe un espacio. Esto en realidad es la percepción
que sus sentidos les indican, el espacio es creado por su propia
mente ya que todo lo que ustedes perciben es su creación mental.

Con esto no estoy diciendo que no sea real, y que todo esto sea una
alucinación, les estoy indicando que lo que para ustedes es un
espacio para otros Seres que habitan otras realidades ese
concepto no existe y por lo tanto su consciencia se encuentra en un
nivel diferente.”

Todas estas explicaciones hacı́an que mi cuerpo vibrase como quien


tiene un escalofrı́o de pies a cabeza. Estaba ajustá ndome a esta nueva
forma de ver la vida. Al inal el maestro informó , dirigié ndose a
nosotros los terrı́colas, que tendrı́amos una ú ltima clase en el centro
multiplanetario antes de comenzar una nueva etapa de aprendizaje en
un planeta vecino. Nos vemos mañ ana sá bado fue lo ú ltimo que
escuché . Dicho esto, sentı́ un aroma intenso a pino e inmediatamente
me hallé en mi cama.

En mitad de la madrugada estuve re lexionando acerca de la idea de


que el tiempo que yo consideraba ú nico era má s bien relativo y esto me
hizo replantearme muchas cuestiones. Comencé a hilar muchas
experiencias vividas en los ú ltimos meses. Me dormı́ pensando en la
extrañ a frase “podemos cambiar el pasado”.

A la mañ ana siguiente, como ya se nos habı́a hecho costumbre, nos


reunimos en la plaza. Comimos unos helados porque estaba haciendo
bastante calor y nos fuimos caminando a casa de la tı́a Eugenia. Ella nos
invitó a almorzar y despué s de comer comentamos que, aunque la
comida estaba exquisita como siempre, nuestros sentidos se
encontraban agudizados y podı́amos distinguir los ingredientes en cada
bocado. Les dije que su comida era siempre especial, a lo cual su
esposo, el tı́o Javier, nos respondió que eso se debı́a a que todo lo
cosechaban ellos mismos en su huerto y que ası́ se mantenı́an llenos de
amor y energı́a. Me pareció de lo má s interesante esta explicació n.
Nuestra vida estaba cambiando minuto a minuto y todos nos sentı́amos
llenos de paz y esperanza. Nos preguntamos có mo serı́a nuestra
pró xima aventura y cuá l planeta visitarı́amos.

Nos pasamos toda la tarde mecié ndonos en los chinchorros del patio,
conversando acerca de todo lo que está bamos viviendo.

Llegada la noche me acosté temprano, como habı́a hecho desde la


primera vez que llegué a las clases multiplanetarias del maestro, me
dormı́ profundamente y desperté en total consciencia en el centro de
aprendizaje.

Lo primero que percibı́ a lo lejos fue una mú sica que llenaba todo el
espacio, era lo má s hermoso que hubiese escuchado en la vida. Al
principio pensé que escuchaba só lo con los oı́dos, pero luego
comprendı́ que cada nota tocaba mi corazó n y me hacı́a sentir
nuevamente diversas emociones.

Me encontraba má s lejos de la casa que las veces anteriores y antes de


acercarme decidı́ echar un vistazo alrededor. Me percaté de que
alrededor de la casa habı́an plantaciones en lo que parecı́an campos de
labrado. Cada sector de má s o menos 1.000 metros cuadrados tenı́a un
tipo de cosecha diferente y estaba protegido por unos techos
transparentes de los cuales salı́a algo como vapor de agua.

Decidı́ acercarme un poco má s y cuando me asomé para ver una


cosecha desde cerca sentı́ vé rtigo en el estó mago al ver que
continuaban hacia abajo, unas encima de otras, apenas rozá ndose los
techos. No estaban en un sitio recto, se perdı́an de vista hacia los lados
y hacia abajo.

De pronto sentı́ una presencia detrá s de mı́ y al voltear, la muchacha


que reconocı́ como Alanis sonreı́a divertida. Me dijo con una voz
melodiosa: “Hola, como ya sabes mi nombre es Alanis. Antes de entrar
en nuestra clase, y mientras esperamos a tus amigos, quiero hablarte
un poco acerca del mundo astral, como me sugirió el maestro”.
Me alegré mucho de verla, no sabı́a có mo explicarlo pero algo en ella
me resultaba muy familiar. Le di las gracias por compartir conmigo sus
conocimientos.

“Como ya sabes, aquı́ en el mundo astral no tenemos necesidades


fı́sicas: no necesitamos consumir alimentos, ni respirar aire, ni dormir.
Pero a los que hemos tenido alguna vez un cuerpo fı́sico, nos da gusto,
en ocasiones especiales, ingerir ciertos alimentos y lo hacemos como si
estuvié semos en el mundo fı́sico. Como en el mundo astral las
sensaciones son muy intensas disfrutamos de cada sabor y esto nos
genera un gran placer. Aunque no requerimos dormir, para
acostumbrar a la mente a reposar, cada dı́a al caer el sol, nos acostamos
y entramos en lo que ustedes considerarı́an una meditació n profunda.
Ademá s, tal y como nos ha explicado el maestro, utilizamos esos
momentos para conectarnos con las otras manifestaciones de nuestro
Ser. Tambié n tenemos sesiones diarias de meditació n en familia, nos
reunimos para hablar acerca de las leyes universales de la Suprema
Deidad y para conectarnos con nuestro Ser Superior”.

Me llamó la atenció n que hablara de Dios en femenino y le pregunté si


ellos pensaban que Dios era mujer. Se rio de mi pregunta y me
respondió lo siguiente: “En nuestras clases de espiritualidad en los
Templos del Saber, nos han enseñ ado que la Suprema Deidad o Dios,
como tú lo llamas, contiene los gé neros femenino y masculino, y
ademá s está por encima de esta diferenciació n. La madre naturaleza
representa la parte femenina de Dios y el Padre Universal a la parte
masculina. A nuestra sociedad le atrae su aspecto femenino porque
hemos aprendido a admirar el rol de las madres en la familia y
agradecemos todos los dı́as los regalos de la madre naturaleza.
Sabemos que los opuestos se complementan, pero pensando en la
Suprema Deidad le damos una especial relevancia a los dones de la
Madre Universal”.

Decidı́ comenzar a incluir en mis rezos a la Suprema Deidad, en honor a


mi madre y a Alanis.
Observando las cosechas me dijo: “Estos son experimentos de
cientı́ icos para ayudar a los habitantes de los mundos má s densos
como el tuyo. Saben que el mayor reto de una vida fı́sica es crear un
jardı́n perfecto en total armonı́a con la naturaleza, esos conocimientos
se han ido perdiendo a lo largo de los siglos especialmente en el amado
planeta azul. Imagı́nate que cada fruta, cada vegetal, cada lor que crece
en tu planeta tiene relació n con la energı́a de los astros en el
irmamento, ya que todo está relacionado con todo, y son esos
hermosos secretos de la Madre Creadora los que disfrutan descubrir en
lugares como este. Acompá ñ ame a entrar en una de ellas”.

La seguı́ complacido, no só lo porque era hermosa sino ademá s porque


era muy cariñ osa e inteligente, y habı́a algo en ella que me atraı́a
muchı́simo, pero no era por su fı́sico sino por su interior, su espı́ritu.

Llegamos a una carpa transparente enorme, al entrar habı́a cientos de


macetas con lores blancas parecidas a las orquı́deas y en el aire habı́a
muchı́simo vapor de agua. Habı́a varias personas vestidas de blanco
observando las lores con unos aparatos que parecı́an unos avanzados
microscopios.

Una persona a quien describirı́a como un ser humano con rasgos


orientales chinos, y con la piel de tono amarillo, se nos acercó y nos
explicó : “El oxı́geno que forma parte de la composició n atmosfé rica es
parte fundamental en el ciclo energé tico de todos los seres vivos
terrestres, sin este el cuerpo se deteriora hasta morir. Las hojas verdes
de estas lores blancas tienen la capacidad de generar mayores
cantidades de esta energı́a quı́mica llamada oxı́geno que otras especies
de plantas. Tenemos la esperanza de ayudar en la regeneració n de la
atmó sfera del planeta Tierra y de otros mundos que lo requieran
reimplantando esta especie que se ha extinguido. Todas estas cosechas
contienen alimentos fundamentales tanto para el planeta Tierra como
para muchos planetas fı́sicos. Aprendemos todo lo posible acerca de
cada planta, sus frutos y sus lores. Cuá les son sus aportes nutricionales
al cuerpo humano, en qué medida son medicinales, y có mo deben
cosecharse. Todo este conocimiento es primordial para la vida en el
mundo fı́sico, de hecho só lo a travé s de la integració n en armonı́a del
hombre y la naturaleza puede sobrevivir un planeta”.

Mientras el hombre hablaba yo llenaba mis pulmones de oxı́geno, sabı́a


que no necesitaba respirar pero igual sentı́a có mo me llenaba de
energı́a al hacerlo.

Un joven se acercó a la entrada de la carpa y nos indicó que el maestro


comenzarı́a pronto su clase.

Nos despedimos y nos dirigimos a la casa en donde se impartı́an las


clases. Al contemplar la escena frente a la casa me quedé paralizado.
Cientos de iguras geomé tricas volaban de un lado a otro al compá s de
una mú sica preciosa. Era una mú sica para el alma, cada nota hacı́a
vibrar hasta el ú ltimo á tomo de mi cuerpo. Alanis sonreı́a a mi lado, me
sentı́a extasiado. Me costó acercarme a la puerta de la casa, querı́a
quedarme allı́, disfrutando de un concierto inigualable. Finalmente al
entrar, observé que lotando en medio de todos los alumnos habı́a
muchı́simos tipos de instrumentos tocando una melodı́a de fondo.
Reconocı́ solo algunos de ellos, la mayorı́a eran formas extrañ as de las
cuales salı́an sonidos desconocidos por mı́. Esta vez nos sentamos en
cı́rculo sobre unos cojines hermosamente adornados.

El maestro comenzó diciendo: “Hoy nuestros amigos de la Tierra han


quedado gratamente impresionados gracias a Kalian, nuestro gran
músico.” Su cuerpo era pequeñ o, sus rasgos orientales delicados y sus
ojos amarillos. Tenı́a el pelo negro recogido hacia atrá s en una trenza.
Todos nos inclinamos hacia é l, demostrá ndole admiració n.

“Antes de entrar en el tema de hoy, Kalian va a dar una explicación


acerca de la importancia de la frecuencia vibratoria de la música.”
El joven se colocó en el medio del saló n, un poco asombrado por la
indicació n del maestro y nos comunicó : “Toda la mú sica que
escuchamos se encuentra en la natural frecuencia vibratoria 432 Hertz
porque uni ica las propiedades de luz, espacio, tiempo y magnetismo
con la biologı́a existente en todas las formas vivas. Esta a inació n tiene
efectos profundos e importantes en la consciencia molecular de cada
cé lula de nuestros cuerpos. Activa toda la estructura gené tica y
armoniza los centros de energı́a del cuerpo.”

A continuació n, Kalian retornó a su lugar y el maestro nos explicó lo


siguiente: “Nuestros invitados de la Tierra no son expertos en
temas musicales pero han notado, no solo en su cuerpo sino en su
espíritu y en sus emociones, como la música que escuchamos es
diferente a la que ellos escuchan en su planeta. Esto se debe a que
desde hace unos 80 años, gracias a unas indicaciones precisas de
unos seres muy conscientes de lo que estaban haciendo y de sus
consecuencias para la humanidad, se cambió la a inación a la
frecuencia 440 Hertz. Esto ha producido y sigue produciendo una
distorsión a nivel de la consciencia de la humanidad y de su ADN.
Un gran iluminado llamado Pitágoras y todos los estudiosos de la
geometría sagrada comprendían que la a inación 32 Hertz de la
nota LA es absolutamente armoniosa en términos matemáticos y
determina que todas las demás notas musicales estén
naturalmente a tono. Este será uno de los cambios más
determinantes para ayudar a la humanidad en su cambio de
consciencia y muchos seres se encuentran trabajando para que la
frecuencia vuelva a ser la natural 432 Hertz.”

Mientras escuchaba al maestro, mi mente se llenaba de preguntas


acerca de esos seres interesados en evitar la evolució n de la humanidad
y en evitar a toda costa el despertar espiritual. Lo increı́ble es que lo
hacı́an en nuestra propia cara, y no nos dá bamos cuenta de estos
engañ os. Cuantas piezas má s del rompecabezas está bamos
descubriendo en nuestros viajes.

El maestro con actitud muy amable continuó :

“Hoy hablaremos acerca del poder creativo de la consciencia del


Ser. Cada imagen mental o emoción trae consigo una creación real.
Debido a que el Ser fue creado por el Absoluto Creador, en su
esencia conserva la necesidad de crear. La creatividad que emana
de la consciencia del Ser es in inita, y es por esto que el Ser
continúa con su evolución de forma espontánea. No puede
quedarse eternamente sin hacer absolutamente nada, aunque
viviera en un cielo perfecto, al inal necesitará seguir creando ya
que está en su esencia, es parte de Dios El Creador.

En la realidad ísica se perfecciona la creatividad bajo los límites


materiales densos, en otros sistemas de realidad no ísicos se hace
bajo otros parámetros. Con sólo ver alrededor del planeta Tierra o
en cualquier otro planeta de este sistema solar, nos percatamos de
que la raza humana vive para ser creativa en todos los campos
posibles. La importancia de este conocimiento es que creamos día
a día todo lo que nos rodea con imágenes mentales y emociones,
materializamos una parte en lo ísico y otra parte en realidades no
ísicas, al inal somos nuestros pensamientos y emociones. El vivir
en imágenes y emociones positivas se re lejará siempre en sus
vidas.

Todos los sueños son escenarios astrales o mentales creados por


pensamientos y emociones humanas. Podemos conectarnos con
los sueños de otras personas, ya sean familiares o amigos, ya que
nuestra consciencia puede enfocarse en cualquier lugar.
Tendemos a pensar que los sueños son irreales cuando son
ilógicos y extraños, pero es porque limitamos la experiencia de
nuestro espíritu al plano de nuestra vigilia.

Pero cualquier escenario onírico por más estrambótico que nos


parezca es una manifestación real, y no desaparece al despertar.
Los deseos más profundos son pensamientos cargados de
emocionalidad que crean rápidamente realidades astrales,
mentales y ísicas.

El subconsciente es donde guardamos los límites y bloqueos, al


enfrentarnos a una situación tomamos de allí lo necesario y lo
llevamos a nuestro consciente por medio de nuestros
pensamientos y emociones. Entonces vamos creando nuestra
realidad segundo a segundo.

Imaginen que el subconsciente es un lugar que hemos ido


llenando con miles de ingredientes de todas nuestras existencias,
cada vez que nos topamos con algo en la vida, bajamos a este
depósito, escogemos lo que consideramos apropiado, preparamos
una comida y luego le damos un gusto especí ico a lo que vivimos.
Cada quien vive la vida de forma dulce, amarga, ácida o picante
dependiendo de cuales ingredientes utilizó. Cuando comprendes
que ese lugar puede modi icarse, podemos agregar y quitar
ingredientes, entonces aprendes a cambiar tu realidad enfocando
tu vida con ingredientes de compasión, amor, perdón y respeto.

Todas las personas tienen dentro de sí unos enormes depósitos


subconscientes, es posible que sus acciones estén distorsionadas
por lo que allí han guardado y que simplemente se hayan olvidado
de quienes son en realidad. No han usado ingredientes adecuados
y sus vidas así lo re lejan.

Es posible visitar este depósito y limpiarlo, botar lo que no se


necesita para luego llenarlo de amor, paz, alegría y esperanza.

Por eso es tan importante el entrenamiento de la mente. Si un


individuo pasa el día divagando acerca de lo que quiere en la vida,
sin pensamientos coherentes y concretos, en estado de confusión
emocional, eso es exactamente lo que su vida re lejará.
Simplemente materializará alguno de estos escenarios creados
por él mismo.

En cambio, un individuo con una meta clara, enfocado día a día en


lograrla, emocionalmente en paz, libre de límites y bloqueos,
creará escenarios ideales entre los cuales escogerá lo que al inal
se materializa en el mundo ísico. Todo esto dentro de los
parámetros de las leyes universales, tales como la ley de causa y
efecto, y la ley de atracción. Para los habitantes de los mundos
ísicos es menos obvio el proceso creativo, porque no lo ven,
ocurre lentamente. En cambio en el mundo astral y mental, la
creatividad se muestra frente a nuestros ojos en forma inmediata.

En una familia las emociones y pensamientos de todos sus


integrantes determinan la armonía reinante en ella; igualmente en
las ciudades, los países y al inal todo lo que ocurre en un planeta
está determinado por sus pensamientos y emociones. Somos uno
con el alma grupal de nuestra raza o de nuestra humanidad. Por lo
tanto es crucial para el avance evolutivo de un planeta, que sus
habitantes asuman su poder creativo y lo utilicen para fabricar
una mejor realidad.”

Sin poder controlarlo, dije en voz alta lo que estaba pensando:


“¿Entonces para qué tengo un cuerpo fı́sico?, ¿por qué no nos
quedamos en el mundo astral donde todo se crea de inmediato?” No sé
si me puse o no rojo como un tomate, pero los demá s me miraron
divertidos por mi comentario.

“Estás haciendo una pregunta que todos nos hemos hecho tarde o
temprano. Y nos alegra mucho que la hayas verbalizado. Gracias a
Dios, la creación en el mundo ísico ocurre de manera lenta. Por
esto justamente es un lugar de aprendizaje para comprender los
procesos de creación de la materia. Si todos los pensamientos y
emociones se manifestasen de forma inmediata en el mundo
ísico, no habría posibilidades de recti icación. Observamos lo que
materializamos de forma lenta para poder aprender a controlar y
enfocar nuestros pensamientos y emociones de la forma más
apropiada para nuestra evolución. El mundo ísico es como si
hubiesen puesto una película que va a la velocidad de la luz en
modo de súper lento, así percibimos mejor todos los detalles. Un
día en el mundo ísico equivale a un parpadeo desde otro sistema
de realidad no ísico.

Las diferentes dimensiones y realidades no están unas sobre


otras, no son unas mejores o peores. Son simplemente diferentes
formas de expresar la creación de Dios y de experimentarla.

Si estás viviendo una realidad ísica, eso no quiere decir que estás
en el comienzo de algo o en el inal de una evolución, todo ocurre
en paralelo. No es mejor vivir en el mundo astral o mental, es
simplemente otra experiencia. Para experimentar los opuestos se
colocaron límites como el concepto de tiempo, así los Seres crean y
experimentan de forma podríamos decir rápida, ya que sienten
que se les acaba dicho tiempo. Si no existiesen estos límites, bien
podría un Ser pasarse una eternidad para experimentar cualquier
cosa. Por lo tanto, son límites autoimpuestos para este sistema de
realidad especí ico y nos ayudan a experimentarlo de la mejor
manera.

Es un privilegio tener un cuerpo ísico, puedes aprender a anclar


la Luz y el Amor en la materia ayudando a Dios como co-creadores
de la realidad ísica. Esta sería en última instancia la labor de
todos los habitantes de los mundos ísicos, atraer la luz a la Tierra,
traer el Reino de Dios a la materia. Aprender a co-crear en la
mayor densidad posible, permite a los Seres Humanos proyectar
su pensamiento y emociones en la creación de nuevos universos
ísicos o de cualquier vibración deseada. Un espíritu con un
cuerpo ísico humano puede co-crear, en la tercera y en todas las
demás dimensiones, en cambio un espíritu que no habita la
tercera dimensión solo puede co-crear en las demás dimensiones.”

Al escuchar esto me sentı́ mucho mejor, entendı́ la importancia de tener


un cuerpo fı́sico, es como la base en donde se sostiene todo lo demá s, es
ası́ como un doctorado espiritual. El maestro continuó explicando lo
que serı́an nuestras futuras experiencias astrales.

“Nuestros amigos terrícolas van a continuar con su aprendizaje en


el plano astral de dos lugares diferentes. Alanis será su guía en su
hogar en el planeta Venus y Kalian los acompañará a Marte. Se
proyectarán con sus cuerpos astrales a este centro galáctico y
desde aquí nos trasladaremos a nuestro destino. Esto lo harán
durante dos noches seguidas, primero iremos a Venus y luego a
Marte, yo les ayudaré mentalmente en este proceso. El jueves que
viene será su primer viaje.”

Al escuchar esto regresé a mi cama sin lograr despedirme de nadie. Un


solo pensamiento ocupaba mi mente: Alanis. No pude dejar de sonreı́r
pensando que conocerı́a su mundo.
Capítulo 15

Venus y Marte
Durante los siguientes cuatro dı́as conversamos acerca de toda la
informació n recibida en el centro galá ctico. Todavı́a a nuestro cerebro
le cuesta mucho comprender los conceptos de “vidas
multidimensionales” o de “la relatividad del tiempo y el espacio”, y
probablemente, como dice el maestro, a nuestro ego no le convencen
estas ideas.

Nos animaba mucho la idea de que conocerı́amos la forma de vida


astral de dos planetas de nuestro sistema solar y nos preguntá bamos si
existirı́a la vida fı́sica y có mo serı́a. Finalmente llegado el jueves nos
acostamos preparados para viajar como astronautas astrales.

Nuevamente, luego de relajarme y de rezar hacié ndome la estrella de


cinco puntas, sentı́ que entraba en un estado de profunda paz y
repentinamente me encontré en el centro galá ctico. Esta vez estaba el
maestro junto a Alanis frente a lo que parecı́a una pequeñ a nave
espacial, me les acerqué al tiempo que a mi lado aparecı́an Ana Emilia y
Rodrigo. El maestro nos indicó que entrá semos en el vehı́culo por una
puerta en forma de cı́rculos concé ntricos que se abrió frente a nosotros.
El maestro nos explicó que usarı́amos esta pequeñ a nave porque
requerı́amos llegar juntos al nivel astral medio del planeta Venus y ası́
serı́a má s seguro. La nave era manejada con la mente del maestro, ya
que en el mundo astral no se requiere combustible ni nada parecido.
Mientras viajá bamos nos explicó lo siguiente:

“La propulsión de las naves espaciales tanto ísicas como astrales


se logra gracias a microorganismos que convierten sustancias
gaseosas en sólidas, estos se encuentran situados en el interior de
las paredes de la nave. Luego de absorber el aire que pasa por las
paredes porosas, crean unas pequeñas esferas que
posteriormente vuelven a descomponerse en una sustancia
gaseosa, logrando así la propulsión deseada. Las paredes de las
naves son cultivadas, luego los microorganismos son atraídos
hacia estas paredes completando todo el sistema. Pero lo más
importante es utilizar el poder creativo del pensamiento humano
para lograr que todo se encuentre en perfecta armonía.” Creo que
nunca hubiese imaginado que una nave espacial fuese algo tan
natural. Entonces, se me ocurrió preguntar si era posible
densi icarse y pasar a la tercera dimensión desde el mundo astral
y el maestro nos contó que en algunos lugares sagrados existían
puertas dimensionales que permitían ese proceso de
materialización. Nos dijo que en la Tierra había varias de estas
puertas, pero que muy pocos sabían de su existencia y muchos
menos las sabían utilizar. Mientras el maestro hablaba, me
imaginaba a Alanis pasando por una de estas puertas y
volviéndose ísica, en verdad me llamaba mucho la atención.

En un abrir y cerrar de ojos nos encontramos entrando en la atmó sfera


del planeta Venus presenciando los paisajes má s impresionantes.
Sobrevolamos unas montañ as de color morado que cambiaban de
colores y vimos un océ ano dorado con toques de verde y azul, todo era
tan espectacular que por un momento pensé que de verdad estaba
soñ ando. Poco a poco descendimos en una ciudad. Cada una de las
casas era una obra de arte y de creatividad que dejarı́a locos a los
arquitectos de la Tierra. Me llamó la atenció n que el color del cielo era
diferente en cada casa, Alanis nos explicó que cada familia podı́a decidir
no solo có mo era su hogar sino tambié n el cielo encima de este.

Llegamos inalmente a lo que resultarı́a ser la casa de Alanis, nos


esperaban en la puerta dos seres a quienes nos presentó como sus
padres. La casa tenı́a forma de burbujas, como cuando uno las hace con
jabó n.

La mayor parte de la casa era transparente, pero tenı́a muchı́simos


á rboles, algunos bien raros pero hermosos, que cubrı́an algunas zonas.
Desde la burbuja má s alta caı́a una cascada con los colores del arcoı́ris
mientras se escuchaba el sonido de un arpa y el agua pasaba entre las
lores y hojas de todos los tamañ os y formas hasta llegar al piso.

Los padres de Alanis nos invitaron a entrar como si de unos familiares


cercanos se tratara. En un primer espacio habı́a lo que serı́a una sala,
esta tenı́a un elaborado sofá de madera que se veı́a hermoso y allı́ nos
sentamos nosotros. Creo que el brinco fue de los tres al mismo tiempo
justo al apoyarnos en el sofá . Todos en la sala comenzaron a reı́r. Alanis
nos explicó al momento:

“Todo en el mundo astral es creació n individual de cada Ser y este


puede decidir que algo se vea como madera, pero se sienta como suaves
plumas.” La imaginació n no tiene lı́mites. Eso fue exactamente lo que
nos impactó a los tres, nos esperá bamos algo duro y nos sentamos en
algo agradablemente suave y acolchado.

El maestro le pidió a Alanis y a sus padres que nos hablaran un poco


acerca de có mo habı́a sido su vida en el mundo astral de Venus. Alanis
comenzó a contarnos:

“Nos encontramos en el astral medio del planeta Venus, eso signi ica
que las personas que lo habitamos tenemos un nivel de consciencia
similar que nos permite compartir y desarrollarnos en dicho nivel. No
es que exista una lı́nea que divide al planeta en bajo, medio y alto astral,
simplemente cada quien ocupa el lugar que le corresponde de acuerdo
a la frecuencia vibratoria de su consciencia. Yo nacı́ en el mundo astral,
no tengo un cuerpo fı́sico en esta vida, pero tengo recuerdos de
existencias fı́sicas en el planeta Venus y en otros planetas como la
Tierra.”

Me animé a preguntarle: “¿Por qué Venus se desarrolla en el nivel astral


y no en el fı́sico?” Alanis continuó : “Hace varios millones de añ os la vida
fı́sica en el planeta Venus se parecı́a mucho a lo que es ahora su planeta
Tierra. Habı́a muchı́simas injusticias, violencia, pobreza, guerras,
avaricia y en general todos los aspectos negativos que pueden existir.
Poco a poco la gente comú n comenzó a expandir su consciencia, la
percepció n del bien y del mal comenzó a cambiar.

Comprendimos que este no era el mundo en el cual deseá bamos seguir


desarrollá ndonos, sabı́amos que era fruto de los pensamientos y las
emociones colectivas en desequilibrio, y decidimos crear otra realidad
alternativa para aqué llos que aumentaron su nivel vibratorio interno.

Luego de un tiempo hubo inalmente una revolució n y todas las


personas que trabajaban en las fá bricas y en todas las estructuras que
limitaban la libertad de los seres humanos dejaron las ciudades y se
fueron al campo. Al principio fue muy difı́cil sobrevivir, pero el
compañ erismo y el amor entre todos ayudaron a sobrellevar esta nueva
etapa. Cada familia aprendió a crear unos jardines autosustentables. Lo
importante ya no eran las cosas materiales sino la conservació n de la
naturaleza. Se vivı́a en total armonı́a. Algunos de los que no quisieron
cambiar su forma de vida, porque estaban apegados a las cosas
materiales y al poder que habı́an acumulado, terminaron por irse del
planeta ya que no podı́an continuar allı́ con su forma de vida. Ya
tenı́amos naves espaciales y muchos acabaron en el planeta Tierra.

Otros se encuentran en el bajo astral. Luego de cientos de añ os viviendo


una vida sencilla pero plena, nuestras consciencias comenzaron a
vibrar en un grado mayor debido a que nos encontrá bamos centrados
en el amor y en armonı́a con la naturaleza. Con las consciencias
expandidas, se podı́a acceder a otras dimensiones y a otros cuerpos
má s sutiles que el fı́sico. Durante un tiempo vivimos en el planeta fı́sico
seres con vibraciones cada vez má s diferentes, algunos seguı́an
necesitando vivir emociones negativas y otros má s bien deseá bamos
crear otro tipo de realidad. Los planetas tienen ciclos, tambié n Venus
comenzó uno de regeneració n, lo llamamos era de hierro. Por lo tanto,
decidimos enfocar nuestra consciencia en una dimensió n superior y
una parte de la civilizació n decidió pasar al nivel astral. Todo esto
mientras se reacomoda el planeta a nivel fı́sico. Esto no ocurrió en un
solo dı́a, fue un proceso de muchı́simos añ os. Ya inalizó la era de hierro
del planeta, en donde se estuvo regenerando su naturaleza, por lo que
volveremos a comenzar a poblar el nivel fı́sico, ya que muchos
necesitamos desarrollarnos y equilibrarnos en dicho nivel.

Los planetas en realidad son Seres de unas proporciones inimaginables


y tienen ciclos de vida como los seres humanos. Nacen, maduran y
mueren para pasar a un nuevo ciclo, a una nueva vida.”

Ana Emilia preguntó entonces: “¿Quié nes viven entonces en el bajo


astral y có mo es?” El padre de Alanis decidió responder: “Alanis nunca
ha ido al bajo astral, pero yo sı́ les puedo explicar un poco acerca de
este.

Muchos seres cuyas consciencias no han evolucionado lo su iciente


viven apegados a los deseos y emociones que les producen placeres de
tipo material. Si para un individuo acumular cosas es importante,
llenará su casa de objetos hasta casi no caber en ella. Otros se pasará n
la vida comiendo o en algú n acto lujurioso y sus entornos re lejará n la
depresió n en la que habitan, ya que en el mundo astral el pensamiento
y las emociones crean todo.

Só lo pueden aparecer en el nivel astral medio o alto cuando la vibració n


de sus consciencias se acople a la de dichos niveles. Un maestro sı́
puede entrar en su entorno para ayudarles, ya que es necesario un
entrenamiento espiritual especial para adentrarse en estas frecuencias
vibratorias densas, sin embargo, un ser inexperto quedarı́a atrapado
sin posibilidad de alzar vuelo en un mar de emociones densas.
Sentimos mucha compasió n por estos Seres, y todos los dı́as les
enviamos nuestras mejores energı́as, pero sabemos que cada quien
elige su camino y todos llegan a la Suprema Deidad tarde o temprano.
Algunos Seres que se quedaron viviendo la regeneració n fı́sica del
planeta, simplemente murieron fı́sicamente y reencarnaron en otro
planeta para continuar con su evolució n en densidades materiales
similares, muchos comenzaron un nuevo ciclo de encarnaciones en el
hermoso planeta Tierra. Otros pasaron al bajo astral que les acabo de
señ alar.”
Recordé lo que Alanis me habı́a explicado en relació n al lado femenino
de Dios, cuando su padre habló de la Suprema Deidad. Yo habı́a
decidido hacerla parte de mis oraciones, en vez de decir Padre Nuestro,
ahora digo Dios Padre y Madre.

El maestro entonces le sugirió a Alanis: “¿Por qué no llevas a nuestros


invitados a tu cuarto para que lo conozcan?”

Encantados nos incorporamos y seguimos a Alanis.

Ana Emilia le preguntó có mo hacı́an los vestidos en el mundo astral, ya


que le llamaba la atenció n que tanto su vestimenta como la de su madre
parecı́an obras de arte.

“Todos los vestidos los hacemos nosotros mismos desde que tenemos
edad su iciente para crearlos. Como el lı́mite es la imaginació n,
podemos utilizar todos los materiales, colores, texturas, olores y hasta
sonidos que deseemos.” Alanis llevaba un vestido de color azul turquesa
del cual colgaban hermosas lores de color blanco y su mamá parecı́a
vestida de sol ya que su vestido emanaba rayos dorados y plateados.

Llegamos al cuarto de Alanis subiendo por unas escaleras que emitı́an


divertidos colores y notas musicales al subir. Todos hicimos una
exclamació n de asombro al entrar al cuarto. Su cama era una nube
blanca y en el techo se veı́a todo el irmamento, lleno de estrellas y
planetas luminosos de todos los tamañ os.

Habı́a varias plantas que nunca habı́a visto lotando alrededor, me


acerqué a una de ellas de la cual salı́an diminutas lores moradas, el
olor era una mezcla de pino y miel. Tenı́a un escritorio con su silla,
ambos de madera tallada. Nos dijo que su padre se lo habı́a hecho a
mano.

Rodrigo se rió y comentó : “¿Para qué hacer algo a mano si puedes


hacerlo con la mente?”
Alanis nos pidió que nos sentá semos en unos cojines en forma de
conchas marinas, muy có modos por supuesto, y nos contó lo siguiente:
“Durante nuestra infancia los adultos nos enseñ an el proceso de
creació n.

No es que yo piense algo y enseguida se mani ieste, para crear algo


tengo que imaginar cuidadosamente el objeto con todas sus
caracterı́sticas y medidas, la textura que va a tener, su olor, los colores y
hasta su duració n. Cuando era niñ a jugá bamos creando ciudades de
verdad con personas y vehı́culos en miniatura, pero con la intenció n de
que al inal del juego se desvaneciera. Pero la mayorı́a de las cosas son
permanentes, y para cambiarlas su creador debe transformarlas en otro
objeto, no las puede desaparecer.

Todos respetamos los gustos de los demá s y no interferimos con sus


creaciones. La vida astral en el planeta Venus puede durar varios miles
de añ os, hasta que el Ser decida culminar su existencia porque desea
evolucionar en otras dimensiones. Cada individuo puede desarrollar
muchos talentos. Todos interpretamos al menos un instrumento, a la
vez que disfrutamos enormemente de hacer las cosas con las manos, tal
y como se harı́a en el plano fı́sico. Podrı́a decirse que como disponemos
de todo el tiempo del mundo es factible que nos aburrié semos si
creá semos todo con la mente. Mi padre talló con sus manos este
escritorio y esta silla para mı́ y en cada detalle siento el amor con que lo
realizó .

Sentimos que el maestro nos llamaba y volvimos escaleras abajo. Al


bajar noté que en una de las paredes de la sala habı́a un enorme cuadro.
En realidad lo llamo cuadro simplemente porque no encuentro otra
denominació n, pero era mucho má s. Colores y gotas de agua se
entrelazaban con iguras geomé tricas complicadı́simas y emitı́a sonidos
similares al violı́n que llenaba la sala de armonı́a. Tenı́a tanta
profundidad que quedé como hipnotizado vié ndolo hasta que la madre
de Alanis se me acercó y me preguntó si me gustaba. Le dije que era lo
má s espectacular que habı́a visto, me sonrió complacida y me comunicó
que lo habı́a culminado hace poco despué s de muchos añ os asistiendo a
la escuela de arte.

“Mi madre es una de las artistas má s reconocidas de la ciudad, su


creatividad es exquisita”, a irmó Alanis con cara de orgullo.

El maestro entonces nos comunicó que debı́amos volver al centro


multiplanetario. Nos despedimos de los padres de Alanis, pero ella nos
acompañ arı́a de regreso en la nave.

Volvimos a despegar y apreciamos nuevamente la belleza de la ciudad,


sabı́amos que nos serı́a imposible narrar con palabras precisas tanta
perfecció n.

De initivamente, lograr algú n dı́a un nivel de consciencia que nos


permita algo ası́ en el planeta Tierra serı́a increı́ble. Para eso los
pensamientos y las emociones tendrı́an que cambiar radicalmente en la
mayorı́a de los seres humanos, só lo ası́ tendrı́amos un mundo astral
armonioso que se re lejarı́a en un hermoso mundo fı́sico.

Aterrizamos en el centro y Alanis le pidió al maestro que deseaba


transmitirme unas palabras. Me llevó hacia una de las cosechas que
habı́amos visitado antes y me dijo: “Eres un Ser muy privilegiado al
igual que tus amigos y tienes una tarea hermosa pero complicada, ya
que tendrá s que transmitir conocimientos que no todos quieren recibir.
Desde que te conocı́ supe que nos habı́amos conocido antes, tú no lo
recuerdas pero fuimos esposos en una de las primeras etapas de la
Tierra, durante la civilizació n de los Vedas. Aunque no lo creas, toda la
belleza que has visto en mi planeta es solo un re lejo de lo que una vez
fue tu planeta. En ese hermoso paraı́so nos amamos y respetamos
mucho, fuimos muy felices.”

Comencé a llorar porque dentro de mı́ sentı́ una emoció n de amor muy
profundo por Alanis, nos abrazamos porque ambos comprendimos que
en esta vida no estarı́amos juntos. Le dije que intentarı́a volver en mi
cuerpo astral, a lo que ella respondió que todo este proceso de
enseñ anza era una rareza y que el maestro lo habı́a creado para ayudar
a los Seres del planeta Tierra a crecer en consciencia, pero que no nos
volverı́amos a ver durante un tiempo. Cada quien tenı́a caminos y
misiones separadas esta vez, pero ambos está bamos seguros de que en
un futuro nos encontrarı́amos.

Volvimos lentamente junto a los demá s, intentando alargar lo


inevitable. El maestro nos colocó las manos en la cabeza uno a uno
comenzando con Ana Emilia y inalizando conmigo, inmediatamente
sentı́ una fuerza que me llevaba hacia mi cuerpo fı́sico. Mi ú ltima
mirada fue para Alanis, nunca la olvidaré .

De vuelta a la realidad fı́sica tuvimos que ir como siempre al colegio,


que cada vez me resultaba má s obsoleto e iló gico. Durante la mañ ana
nos costó mucho prestar atenció n en clases, nos mirá bamos con caras
de inquietud, pues tenı́amos muchas ganas de salir al recreo a
conversar. Aunque cada dı́a se habı́a convertido en una aventura para
nuestras vidas, volver a recibir unas clases en donde la informació n que
recibı́amos de los maestros y los libros era totalmente diferente a lo que
está bamos viviendo era, por decir lo menos, aburrido. Al menos nos
contentaba saber que esa noche volverı́amos al centro de aprendizaje
para ir al planeta Marte, en donde nuevas sorpresas nos esperaban.

Hablamos de lo interesante y hermosa que es la vida en el mundo


astral. Aquellos mundos que han logrado evolucionar hasta vibrar
todos en armonı́a son admirables. Pero ¿qué ha pasado con nuestro
querido planeta Tierra?, ¿por cuá nto tiempo má s las personas vivirá n
cegadas a tantas posibilidades?, ¿có mo hacer que despierte la
humanidad?, ¿cuá ndo dejaremos de usar nuestro cerebro para crear en
amor y no en miedo? Nos hacı́amos estas preguntas e intentá bamos
responderlas.

Quizá s lo que está ocurriendo, y que se ha intensi icado luego del 21 de


diciembre de 2012 sea un drá stico cambio de consciencia. Si la mayorı́a
aceptara ciertas reglas generales de convivencia universal, otro serı́a
nuestro presente y futuro. Hasta ahora habı́amos aprendido varias
leyes que parecı́an aplicarse a todos los seres que habitan esta galaxia.
Aceptar la ley del karma o, como a mı́ me gusta llamarla, ley de la
responsabilidad, cambiarı́a por completo la forma de actuar de las
personas, y lo que siempre hemos escuchado de no hacerle a los demá s
lo que no nos gustarı́a que nos hicieran a nosotros, tendrı́a total
sentido. Junto a esta ley estarı́a el concepto de reencarnació n, tan ló gico
para explicar millones de asuntos que dejamos en manos de Dios para
no re lexionar mucho.

Tambié n aprendimos que el planeta Tierra es un Ser vivo, tan poderoso


e inmenso que no lo parece. Con varios cuerpos sutiles igual que
nosotros. Sus continentes son sus ó rganos y siente cada caricia nuestra.
Tuvo un nacimiento, una madurez, murió con el in de la era de hierro y
está renaciendo en la actual era dorada.

Seguramente continuará con su evolució n de la misma forma cı́clica que


nosotros mismos. Que debemos cuidarle y regresarle todo lo que le
quitamos. Que Dios está dentro de nosotros, y es allı́ donde podemos
encontrarlo siempre. Con cada experiencia nos llenamos de esperanza,
los tres sentimos que la vida en consciencia de otras dimensiones es
má s plena y divertida.

Camino a la casa, Rodrigo y yo nos detuvimos a observar el atardecer,


ambos nos preguntamos có mo serı́an las puestas de sol en Venus. Me
preguntó por Alanis, le conté lo que me habı́a dicho y lo difı́cil que habı́a
sido para mı́ saber que esta vida no la compartirı́a junto a ella. Jamá s
me habı́a sentido ası́ por una chica; en realidad el fú tbol siempre habı́a
sido mi pasió n, pero ahora sabı́a que ella siempre estarı́a en mi corazó n.

Me acosté a las 8:00 pm, recé a Dios Padre y Madre. Estoy dejando de
rezar el Padre Nuestro de la forma como me lo enseñ aron en el colegio,
me gusta dirigirme a mi Dios de forma directa, como quien le habla a un
amigo, estoy creando mi propia oració n que re lejará todo lo que he
aprendido hasta ahora. Le pedı́ que en su amor de Padre y Madre
Universal se apiadara y tuviese compasió n por la humanidad que vivı́a
tan ciega a la realidad. Me imaginé có mo podı́a sentirse Dios viendo
có mo sus hijos utilizan el ilimitado poder que les dio. Yo no tengo hijos,
pero amo profundamente a mi hermana y si ella cometiese el mismo
error todo el tiempo creo que me desesperarı́a e intentarı́a ayudarla
por todos los medios. Quizá esto es lo que Dios hace, pero no nos
interesa escucharlo. Sabemos que no estamos haciendo bien las cosas,
basta con ver el estado actual del mundo. No existe un solo paı́s en el
cual sus habitantes esté n plenamente felices, cada dı́a hay má s y peores
enfermedades, hay violencia por todos lados, el agua está contaminada,
no cabe la menor duda de que este no puede ser sino el camino de la
destrucció n, un suicidio colectivo. Tenemos que buscar una solució n,
una salida que funcione para todos. Claro que es má s fá cil pensar que
Dios es un ser castigador y que por eso nos ocurren todos nuestros
infortunios, que lo hemos ofendido y está vertiendo sobre nosotros
toda su furia.

Es muchı́simo má s difı́cil cambiar nuestros pensamientos y aceptar que


los ú nicos responsables del estado caó tico de nuestro mundo somos
sus habitantes. Siempre hay una buena excusa para no pensar, quizá s
las verdaderas drogas son justamente las distracciones que evitan que
re lexionemos acerca de nosotros mismos. Al inal me relajé respirando
profundamente mientras creaba alrededor de mi cuerpo el Merkaba
con la estrella de cinco puntas.

En un instante me conecté en consciencia con el centro galá ctico y


encontré al maestro parado frente a mı́. Junto a é l se hallaba el joven
Kalian y en seguida aparecieron Ana Emilia y Rodrigo quienes llegaron
casi al mismo tiempo que yo.

Kalian llevaba puesta una larga tú nica color azul y verde oscuro, que me
recordaba a la ropa usada en los dibujos de los libros referidos a la
civilizació n griega, y en los pies tenı́a puestas unas sandalias color
dorado. Al tenerlo a mi lado comencé a escuchar a lo lejos el relajante
sonido que hacen las olas al golpear la arena de la orilla. Intenté buscar
el lugar de donde provenı́a el sonido hasta que comprendı́ que salı́a de
la tú nica de Kalian, quien creó su vestimenta con ese sonido tan
agradable, imagino que por su amor a la mú sica.

Muy amablemente nos saludó y luego los cinco nos metimos en la


pequeñ a nave rumbo al planeta Marte.

Mientras nos encontrá bamos volando, el maestro nos indicó que


aterrizarı́amos en el centro de aprendizaje de dicho planeta, que allı́
cada uno escogerı́a un á rea del conocimiento y un maestro del saber
nos guiarı́a a travé s de nuestra experiencia. Luego nos reunirı́amos
nuevamente y compartirı́amos con los demá s aquello que aprendimos.

Al acercarnos al planeta Marte comenzamos a ver inmensos bosques


verdes de pinos enormes, tambié n habı́a largas extensiones de praderas
de colores amarillos y anaranjados. Unos lagos azules y dorados
separaban las praderas y los bosques de las ciudades. A diferencia de
Venus en donde habı́a toda una gama extraordinaria de colores por
todos lados; en Marte los tonos predominantes en las casas y demá s
estructuras eran dorados, amarillos, anaranjados y rojos. Poco a poco
aterrizamos en un enorme lugar con cinco edi icios en forma de
pirá mides, cientos de personas entraban y salı́an de ellas.

Kalian comenzó a explicarnos lo que está bamos observando: “Todos los


habitantes de mi planeta asisten a este centro de aprendizaje. La
educació n en mi planeta s libre y cada niñ o al alcanzar un nivel de
consciencia adecuado decide, por su propia voluntad, ingresar en el
á rea de aprendizaje que desea. El tiempo y la dedicació n es totalmente
personal, nadie es obligado a aprender ni rá pido ni lento, pero como el
nivel de consciencia de las personas que habitan el nivel astral de Marte
es similar, todos sienten el placer de aprender. El libre albedrı́o le
permite a cada ser decidir su ritmo de evolució n.

Cada una de las cinco pirá mides está dedicada a un á rea del saber y
dicha á rea se encuentra dividida en varias secciones, cada persona
puede pasarse una vida entera en una sola secció n para perfeccionar un
arte o un conocimiento espiritual o tambié n puede desarrollarse en
varias de ellas. En la de color azul ultravioleta se aprende acerca de las
leyes universales del Absoluto, podrı́a decirse que es nuestra ilosofı́a
de vida o quizá s religió n utilizando conceptos de la Tierra; en la
turquesa se desarrolla e investiga todo lo relacionado con la naturaleza,
se analizan todos sus aspectos y se desarrollan inventos capaces de
mejorar la vida tanto astral como fı́sica; la de color naranja se dedica a
los asuntos de la sociedad, las normas humanas para la convivencia
pacı́ ica, la resolució n de con lictos entre los individuos y las formas de
mejoramiento de la vida en comú n; en la verde esmeralda se enseñ a la
historia desde la creació n, tanto de nuestro planeta como de otros
lugares muy remotos que incluyen a los seres humanos y a otras formas
de vida animal, vegetal y mineral, e incluso de otros seres diferentes a la
raza humana; y la de color dorado que es mi favorita, está dedicada a
todas las formas de arte y creació n universales.

Todos los inventos y avances cientı́ icos son almacenados en un museo


dentro de la pirá mide de color turquesa. Cualquier Ser, de este o de otro
universo, puede bene iciarse de estos conocimientos visitando su
interior ya sea a travé s de viajes en consciencia entre dimensiones, en
sueñ os o en estados de meditació n.”

El maestro entonces nos comunicó que cada uno de nosotros escogerı́a


una de las pirá mides para conocerla por dentro y luego compartirı́amos
entre nosotros lo aprendido. Rodrigo fue el primero en escoger y, sin
sorpresas para mı́ que lo conozco desde siempre, eligió la pirá mide
turquesa. Le tocó el turno a Ana Emilia, quien decidió que le interesaba
entrar en la pirá mide de color dorado porque siempre ha sido amante
del arte. Yo decidı́ que la pirá mide azul ultravioleta me permitirı́a
esclarecer algunas de las muchas dudas que rondaban mi cabeza.

Al avanzar hacia las pirá mides, observé como los cinco edi icios
formaban un cı́rculo y en su centro se erigı́a un enorme obelisco con
varias fuentes de agua a su alrededor. Los colores eran espectaculares,
brillantes y limpios como todo lo que hemos visto. Varios seres se nos
quedaban mirando y se inclinaban con las manos cruzadas en el pecho
en señ al de saludo respetuoso.

Habı́a niñ os, jó venes y adultos de todas las edades y no solo de la raza
amarilla que era la que predominaba allı́, sino que habı́a tambié n seres
de tez verde, azul, blanca, roja, negra y gris. No todos tenı́an la misma
contextura, algunos eran muy altos y sobrepasaban los dos metros y
otros, sobre todo los de la raza amarilla, eran má s bien pequeñ os. Todos
tenı́an las mismas caracterı́sticas humanas normales de dos brazos, dos
piernas y una cabeza con sus ojos, nariz, boca y orejas, pero cada parte
del cuerpo era diferente en cada raza.

Por ejemplo, los seres de la raza blanca y azul tenı́a los brazos y dedos
de la mano muy largos; los seres de la raza verde eran del tipo robusto
y alto con orejas que sobresalı́an un poco hacia los lados; los seres de la
raza roja tenı́an el cabello muy largo, tanto hombres como mujeres; los
seres de la raza negra eran bastante atlé ticos y fuertes, sus ojos eran
má s grandes y expresivos. Pero todos sin excepció n nos saludaban con
mucha amabilidad en sus rostros.

Al llegar al centro donde se encontraba el obelisco, un joven de raza


amarilla igual que Kalian se nos acercó .

El maestro entonces dijo: “Les presento a Marcus, uno de los


cientí icos más brillantes de este planeta, quien se ha ofrecido
para guiar a Rodrigo en su paseo por la pirámide turquesa”. Marcus
se acercó a Rodrigo y le dijo: “Es un gran privilegio ser tu guı́a”. Rodrigo
le dio las gracias y ambos comenzaron a andar hacia la pirá mide.

Kalian no podı́a ocultar su emoció n de que Ana Emilia hubiese escogido


la pirá mide dorada, ası́ que se apresuró a llevá rsela hacia allá . Yo me
quedé junto al maestro y é l me dijo que entrarı́a junto a mı́ en la
pirá mide azul ultravioleta y allı́ nos encontrarı́amos con otro maestro
espiritual.
Al acercarnos a la pirá mide azul ultravioleta tenı́a tantas preguntas en
la cabeza que no sabı́a có mo comenzar a formularlas y el maestro como
leyé ndome el pensamiento me dijo: “Recuerda hacer las preguntas
desde tu corazón. Aprende a escuchar primero y luego haces tus
preguntas al inal si lo necesitas.”

Las paredes de la pirá mide estaban recubiertas de formas geomé tricas


dibujadas con piedras de color azul ultravioleta. Con solo acercarnos
sentı́ mucha energı́a en todo el cuerpo, las manos se me pusieron
calientes, entonces el maestro me indicó que esas piedras eran za iros y
que de ellas emanaba una gran fuerza.

Al entrar habı́a una estancia circular, varios grupos de personas


conversaban entre ellas, parecı́a el lugar de reunió n. Alrededor de este
sitio habı́a varias columnas, que me recordaron mis clases de arte de
Grecia y Roma, y muchı́simas puertas en forma de arco por donde
entraban y salı́an personas. Habı́a algunas en las que entraban niñ os y
niñ as junto a algú n maestro, vestido de color azul ultravioleta,
aparentemente ası́ se distinguı́an de los alumnos.

En todas las paredes habı́a formas geomé tricas. Me acerqué a una de las
paredes y observé una igura que sobresalı́a de la pared. Era una
circunferencia, en su interior contenı́a esferas del mismo diá metro,
superpuestas unas con otras y en cada una de ellas se observaban seis
esferas. Cuando el maestro me dijo que a esa igura se la llamaba La
Flor de la Vida, me pareció muy apropiado el nombre, parecı́a en
verdad una lor muy compleja. “Una de las áreas de esta pirámide
está dedicada al estudio de la geometría sagrada”, observó el
maestro. Era la primera vez que escuchaba ese té rmino ası́ que le pedı́
al maestro que me explicase un poco de donde provenı́a esa geometrı́a.
El maestro continuó : “Los conceptos que voy a explicarte son
complejos, y a veces di íciles de entender con la mente, pero poco
a poco en tu camino hacia Dios vas a ir integrándolos con la ayuda
de un cerebro mucho más rápido que es tu corazón. Son tus
sentimientos quienes primero van a comprender: En el principio
de los tiempos, solo existía la Nada, el Absoluto No Cuali icado. La
Nada se movió a sí misma, este movimiento generó una vibración
que es el primer Sonido, conocido como OM (AUM).

Luego este Sonido colisionó consigo mismo elevando su vibración


y generando unos chispazos de Luz. Esta Luz chocó con las Paredes
Cósmicas, que son la contención magnética de fuerza generada por
la Nada. La Luz se re lectó dando forma a su velocidad, creando las
primeras formas que son la base de la Geometría Sagrada. El Amor
es el Magnetismo que mantiene todo en movimiento, uni icándolo.
Todas las dimensiones en su esencia están compuestas de estos
tres elementos, sonido, luz y forma, diferenciándose por la
velocidad de su vibración. Esta es la Pauta Divina, y todas las
relaciones sutiles en los mundos del tiempo y del espacio son
re lejo de ella. Esta es la base de la Santísima Trinidad, Padre-
Madre, Hijo y Espíritu Santo; pensamiento, palabra y obra; mente,
cuerpo y espíritu; súper consciente, consciente y sub consciente;
pasado, presente y futuro. Todas las formas del universo se basan
en la Geometría Sagrada, hay Seres que dedican muchas de sus
vidas a estudiarla y comprender su signi icado más profundo.”

En ese momento, se nos acercó uno de los seres vestido con una larga
tú nica azul ultravioleta amarrada con un cinturó n. Tenı́a el pelo negro
largo amarrado en una cola, era de la raza amarilla y casi de mi tamañ o,
pero en su presencia me sentı́ como una hormiga ya que emanaba una
energı́a y una luz que hizo que me inclinara a saludarle con respeto.
Saludó al maestro Melquisedec con un gesto de con ianza y cariñ o que
denotaba una amistad previa. A mı́ me devolvió el saludo amablemente,
indicá ndome que le siguié ramos hasta una estancia. Entramos por la
puerta y aparecimos frente a un gran saló n con estantes ocupados por
miles de libros.

Siempre me han fascinado los libros, y ver aquello me dejó perplejo.


Animado por mi maestro, me acerqué a revisar las ilas de libros.
Caminaba por los pasillos y me elevaba cuando querı́a ver las ilas de
arriba. Al inal de cada ila habı́an unos cubı́culos, entré en uno de ellos
y vi que tenı́a cinco sillones reclinables en forma de cı́rculo y en el
medio un lugar para colocar una esfera. El maestro me explicó que cada
libro tiene una esfera con toda la informació n y quienes lo deseen
pueden colocar dicha esfera en el medio de la sala y é sta aparecerı́a en
forma de holograma. Reclinados en los sillones las personas pueden ver
como en una pelı́cula, lo narrado en el libro.

Caminé hacia una parte diferente de la biblioteca donde habı́a varios


libros enormes con muchı́simos sı́mbolos grabados en ellos. Algunos
parecı́an muy antiguos. Me recordé del libro de la Puerta Dorada. Uno
en especial me llamó la atenció n, se llamaba “Co-Creació n”. Cuando me
disponı́a a agarrarlo, el maestro me dijo: “Ese libro es muy
importante para esta galaxia y es de vital conocimiento para
quienes desean comprender el actual cambio de era del planeta
Tierra, pero todavía no es tiempo de que lo leas. Todo en su
momento”. Me quedé con muchas ganas de ojearlo, pero ambos me
indicaron que les siguiera.

Continuamos hacia otra de las salas en la cual habı́a muchı́simas


personas esperando una presentació n, parecı́a un auditorio y al entrar
junto al maestro todos voltearon a vernos e hicieron una reverencia. El
maestro nos indicó que nos colocá semos en la primera ila mientras é l
subió al podio y comenzó a hablar. “Me presentaré para nuestro amigo
terrestre. Mi nombre es Shanid y hoy hablaré especialmente de temas
que le interesan a Nacho, quien está en el camino de la bú squeda de la
verdad.” Me sentı́ muy privilegiado de poder estar rodeado de tantos
maestros que se tomaban el tiempo de compartir parte de su sabidurı́a
conmigo.

“Comenzaré por aclararte que en este y en otros planetas el concepto


de religió n, tal y como ustedes lo entienden, no existe. La verdadera
religió n es la experiencia de la divinidad en la consciencia de todos los
seres en evolució n. La Fe es el mé todo que utiliza la religió n para lograr
que un ser moral, en evolució n, alcance la realizació n de las realidades
eternas a un a nivel fı́sico. Una partı́cula de la Deidad Creadora existe en
el espı́ritu de cada uno de los Seres Humanos. La conexió n con la
Suprema Deidad es directa, sin intermediarios, y no puede ser
explicada con palabras por quienes viven totalmente alineados con su
Espı́ritu, es decir, con el Supremo Amor del Padre. Nuestro Creador es
Perfecto, y toda Su Creació n tambié n lo es, incluyendo por supuesto a
los seres humanos. Aquellos dogmas religiosos canalizados por algú n
ser humano, supuestamente enviado por la Suprema Deidad, que
impliquen por ejemplo: la supremacı́a de un pueblo sobre otro; la
necesidad de convertir por la fuerza a otros en nombre de Dios; rituales
especı́ icos para lograr la salvació n; sacri icios de cualquier tipo; una
lista de pecados y de lı́mites; la a irmació n de que el paraı́so está en el
cielo; que Dios se ofende con alguna actitud o pensamiento, son
simplemente fabricaciones mentales de unos seres en su afá n de
distraer al ser humano de su primordial propó sito: ser feliz co-creando
junto a la Suprema Deidad.

¿Por qué Dios crearı́a al ser humano con libre albedrı́o para
posteriormente castigarle por utilizarlo? Las religiones de tu planeta
realmente han hecho un diligente trabajo mostrando a Dios como un
ser al cual debe obedecerse, que se ofende por alguna actitud, y que
ademá s sus primeros hijos cometieron una gravı́sima falta convirtiendo
a la Humanidad entera en pecadora. Si todo lo que es y lo que no es
forma parte de Dios, entonces lo ú nico que podemos seguir haciendo es
experimentarnos en aquello que somos y en lo que no somos hasta
volver a la Primera Fuente, luego todo comenzará nuevamente, en una
eterna creació n-destrucció n.

Han existido muchos Seres Humanos iluminados, es decir, seres que


comprendı́an esa conexió n directa porque la realizaron en vida. Sus
enseñ anzas se basan en el Amor a Dios y al pró jimo, pero muchas de
ellas fueron manipuladas por sus seguidores, quienes al inal lo que
buscaban era el poder y el control.
Dejar en manos de otros el razonamiento acerca de las cuestiones má s
fundamentales de la vida y pensar que ası́ estamos haciendo la
voluntad de Dios, es no utilizar la libertad que justamente El nos
otorgó . Somos nuestros pensamientos porque creamos nuestra realidad
a partir de ellos, pero si dejamos que otros piensen por nosotros, eso es
equivalente a estar en un profundo sueñ o.

Luego de la partida de Cristo, surgió una nueva idea basada en las


enseñ anzas de amor a Dios el Padre por sobre todas las cosas, de
bondad y de compasió n por nuestros semejantes.

Sus primeros seguidores comprendieron claramente que la conexió n es


directa e individual con Dios. Todo aquel que tenga Fe y desee hacer Su
Voluntad de todo corazó n lo encontrará dentro de sı́ mismo. No existe
ritual, ni monumento, ni iglesia, ni ley humana que pueda reemplazar el
encuentro ı́ntimo entre el Padre Universal y sus hijos. Pero debes
comprender que para Dios no existe el camino correcto o el equivocado,
ya que El nunca juzga. Somos nosotros quienes decidimos
experimentar las diferentes energı́as del universo, unos en la materia
densa y otros en reinos má s sutiles, cada quien marca su ritmo, sin
apuros y sin pautas a seguir. La experiencia nos va mostrando nuestro
camino. Al crecer en consciencia espiritual logramos ser felices, sin que
nada ni nadie afecte dicha felicidad.

En este, ası́ como en otros planetas de este sistema solar, hemos


desarrollado varias leyes espirituales que en su conjunto conforman
una forma de vida. No son exactamente una religió n, no existen rituales
estrictos, ni normas de có mo rezar o pensar en Dios, tampoco hay seres
que detentan grados de jerarquı́a alguna por el simple hecho de ejercer
un poder.

Existen maestros espirituales que se dedican a ayudar en la expansió n


de consciencia a quienes lo deseen pero se han ganado ese tı́tulo
mediante la experiencia y el acercamiento a la Suprema Deidad. Son
reconocibles simplemente porque su Ser interior resplandece de amor.
El conocimiento de las leyes es accesible a todos por igual, y a todos se
les aplican dado que son justamente universales.

Muchas de estas leyes las has ido estudiando con tus amigos gracias a
las enseñ anzas de tu maestro actual. Recuerda que la Madre Creadora
es, por encima de cualquier otra cosa, Amor. No castiga a los seres por
sus errores, cada quien es responsable hacia sı́ mismo.

No recibimos una sanció n por nuestros actos contrarios a Su Voluntad,


simplemente se nos aplica la ley universal de causa y efecto. La justicia
divina si existe, pero al lado de una misericordia in inita que le permite
a todos los seres recti icar en su camino para volverse hacia la Primera
Fuente.

La humanidad terrestre está pasando por momentos difı́ciles y necesita


de mucha luz para alcanzar la paz espiritual que tanto necesita. Todos
estamos pendientes de la evolució n de la humanidad en la Tierra, allı́ se
termina de librar una lucha que se inicio en los cielos. Hemos ido
comprendiendo que los conceptos del bien y del mal son relativos a
quien los percibe, y que má s importante que señ alar lo que está mal, es
centrarse en el Amor de la Suprema Deidad para no juzgarnos ni a
nosotros ni a los demá s. Ahora puedes hacerme alguna pregunta, en
relació n al tema que pre ieras.”

Impresionado por sus palabras y todavı́a asombrado de su


conocimiento acerca de la religió n en la Tierra, le pedı́ que me hablase
de algunas de estas leyes universales.

“Debido a que tienes consciencia de tu cuerpo astral, entenderá s mejor


una de las leyes fundamentales para comprender la estructura del
universo: “Todo es mente”. Has comprobado por ti mismo que tu
consciencia es capaz de enfocarse en la realidad fı́sica, apareciendo é sta
como lo ú nico real hasta que dirige su mirada hacia otras dimensiones.
A travé s de tus sentidos percibes un mundo astral tan real como el
fı́sico. Pero ambos son mentales, forman parte del Todo que es Mental.
Sabes que lo que diferencia lo material de lo espiritual es el grado de
vibració n. Otra de las leyes que te será familiar es que Todo se mueve.
Todo vibra, nada está inmó vil. La vibració n de los á tomos en el estado
fı́sico es má s lenta, en cambio la vibració n en el plano astral es má s
rá pida. Uniendo la ley mental anterior a este principio vibratorio vemos
como debido al alto grado vibratorio del mundo astral, los
pensamientos y emociones se mani iestan de forma inmediata
modi icando el entorno. En el mundo fı́sico tambié n los pensamientos y
las emociones crean toda la realidad, pero debido a su lenta vibració n
este proceso no parece inmediato. Se puede modi icar la realidad
comprendiendo este principio vibratorio. Los planos superiores del
espı́ritu tienen una mayor intensidad vibratoria, y los cambios se
suceden de una manera tan rá pida que los conceptos de tiempo y de
espacio carecen de signi icado.

Uno de los principios má s fá ciles de comprender, pero má s difı́ciles de
integrar, es el de la polaridad. Fuera del Absoluto No Cuali icado, todo
es relativo, todo tiene su opuesto, todo tiene dos polos. Los opuestos
son idé nticos en naturaleza pero diferentes en grado. El Ser se balancea
entre los dos polos durante muchas existencias hasta que comprende
que son una misma cosa. El bien y el mal, el amor y el odio no son sino
grados de lo mismo, por lo tanto se puede trasmutar el odio en amor o
el mal en el bien cambiando las vibraciones mentales propias o las de
los demá s.

Tambié n en la medida en que la consciencia avanza en grado vibratorio,


el Ser evita ser afectado por la ley del ritmo que de ine que todo tiene
una oscilació n pendular que va primero hacia un polo y luego hacia el
otro. Poco a poco se aprende a balancear las energı́as de nuestros
pensamientos o emociones evitando los excesos. Todo este proceso es
cı́clico, ocurre en forma de espiral. No existe una fó rmula má gica para
lograr el equilibrio, se experimenta vida tras vida.

Cada vez que te enfrentas a un hecho puedes elegir como lo enfocas, en


qué parte del hecho vas a poner tu atenció n. Quizá s no puedes cambiar
el acontecimiento en sı́ mismo, pero si puedes decidir có mo
relacionarte con este. Aprender a trasmutar lo peor de algú n escenario
astral o mental para que no se materialice en la vida fı́sica es un
altı́simo aprendizaje evolutivo. El camino de quien decide vivir en la luz
juzgando a los malvados es tan errado como aquel que odia a los seres
de luz porque tiene miedo de perder su poder. Al integrar la luz y la
oscuridad propias, eligiendo el camino del Amor en la Voluntad de Dios
nos llevará a estar mental y emocionalmente por encima del sistema de
los opuestos. Si odias a los malos, está s en la misma vibració n densa
que ellos, lo que odias está en ti mismo, lo que haces es exacerbar ese
mal enfocando tu atenció n en é l. El arte de un maestro es la
transmutació n.

El ú ltimo principio al cual haré referencia es el de causa y efecto, mejor


conocido como ley del karma. Toda acció n, pensamiento o emoció n
tiene una consecuencia, y todo lo que ocurre tuvo una acció n que lo
provocó . No existen los accidentes, no existe la suerte, no existe la
casualidad. Todo lo que siembres dará sus frutos, tarde o temprano.
Dios no castiga, recibimos lo que nosotros creamos gracias a decisiones
propias basadas en el miedo o en el amor. Nada es arbitrario, todo
ocurre bajo la ley universal.

En la existencia fı́sica, al no recordar de dó nde venimos, tendemos a


pensar que fuimos castigados a vivir en la tercera dimensió n mientras
los á ngeles viven en el cielo. Algunas religiones justamente han
procurado un desinteré s por el cuerpo fı́sico, pero esto es un error.

El vehı́culo fı́sico es la materializació n de la luz en los mundos densos,


es la base de todas las demá s dimensiones. El Ser de la tercera
dimensió n es un creador de materia, es decir, de luz compactada. Al
vivir la experiencia fı́sica y sentir emociones de todas las gamas
posibles, el Ser aprende de todos los opuestos y del proceso de creació n
de la realidad. Arriba es como abajo, adentro es como afuera, y ası́
vamos viviendo todo lo creado, al darnos cuenta de que llevamos por
dentro aquello que re lejamos afuera, sabemos que modi icando
nuestro interior cambiamos la realidad fı́sica. Nos convertimos
entonces en creadores conscientes.”

Estaba muy concentrado escuchando al maestro Shanid, pero apenas


terminó de hablar, todos giraron sus cabezas hacia un Ser que se
encontraba sentado al inal de la sala quien solicitó permiso para
acercarse. El maestro Shanid y todos los presentes inclinaron sus
cabezas en señ al de asentimiento y respeto mientras se deslizaba como
suspendido del piso hasta colocarse frente a mı́.

Este Ser me produjo una vibració n muy intensa en todo el cuerpo y no


deje de sentirla hasta que salimos de la pirá mide. A diferencia de la
mayorı́a de los habitantes de Marte, tenı́a el pelo negro corto, la piel
muy clara y unos ojos azul verdoso como nunca los habı́a visto. Era má s
bien joven, si tuviese que ponerle una edad terrestre serı́a de unos 35
añ os. Su tú nica no era de maestro, era de color verde esmeralda con
pequeñ os brillantes dorados.

“Querido Nacho, mi nombre es Akenató n, y con el permiso de los


maestros aquı́ presentes me gustarı́a mostrarte algo.” Entonces Shanid,
mi maestro MelquisedeK y otros maestros presentes hicieron un gesto
de complacencia con las manos y Akenató n comenzó su presentació n
proyectando con su mente una hermosa escena en el medio del
auditorio. Podrı́a comparar lo que ocurrió con una pelı́cula de
tecnologı́a en 3D, pero era mucho mejor que eso, má s bien uno se
encontraba no só lo viendo, sino sintiendo lo que ocurrı́a.

Esto fue lo que presencié : habı́a dos jó venes recostados del tronco de
un hermoso á rbol. Estaban tomados de las manos contemplando todo a
su alrededor en un estado de completa paz. Habı́a ardillas, conejos,
pá jaros, venados, lores por doquier, realmente era un bosque hermoso,
como sacado de un cuento de hadas. El joven comenzó a hablar: “Amada
Naisha, deseo de todo corazó n crear un paraı́so de amor que dure para
siempre, allı́ viviremos felices junto a nuestros hijos e hijas.”
Naisha le respondió mirá ndolo a los ojos con inmensa ternura: “Aryam,
eres el amor de mi vida y te ayudaré a co-crear ese gran paraı́so.”
Lentamente se incorporaron, se colocaron uno frente al otro, tomados
de las manos y mirá ndose a los ojos. Justo en medio de la pareja, por
encima de sus cabezas, comencé a ver otra proyecció n.

Poco a poco, tal cual se verı́a la mente de un arquitecto, un paisajista y


un pintor trabajando juntos, se fue formando el futuro hogar de estos
enamorados jó venes.

Lo primero que apareció en la imagen fueron hileras de á rboles


delimitando el perı́metro de alrededor del terreno, cedros, caobas,
robles, apamates y pinos formaban un á rea de aproximadamente una
hectá rea.

Por un lado del terreno pasaba un riachuelo que cruzaba hacı́a un


terreno contiguo. Una casa construida con madera y piedra fue
apareciendo y rá pidamente le crecieron en las paredes enredaderas con
bellı́simas lores. Un oso les ayudaba a abrir un hueco en la tierra para
construir un pozo de piedra que les servirı́a para sacar agua. Tambié n
formaron un establo con caballos, vacas, cabras, gallinas, patos, ovejas y
otros animales domé sticos. Todo alrededor de la casa era un hermoso
jardı́n con cientos de frutas, lores y vegetales. A veces colocaban un
á rbol frutal en un lugar, y luego decidı́an cambiarlo para otro sitio. Ası́,
poco a poco, cual pelı́cula de alta velocidad, fueron imaginando todo lo
que serı́a su futuro hogar. De pronto, ya cuando parecı́a que el paisaje
estaba listo, los jó venes comenzaron a reı́r, dos niñ os y una niñ a
aparecieron en la escena. La niñ a era la má s pequeñ a y era ayudada por
sus hermanos a recolectar miel de un enorme panal de abejas, me
asombró que no tuviesen miedo de acercarse a las abejas. Unos perros
correteaban con los niñ os y se escuchaban puras risas. La escena
completa fue desapareciendo del auditorio.

“¿En cuá l lugar del universo imaginas que ocurre esta escena?”, me
preguntó Akenató n. Le respondı́ que no sabı́a exactamente en qué
planeta era pero que probablemente era en el universo astral. Entonces
con mucha paciencia y ternura me dijo lo siguiente: “Has presenciado el
primer esbozo de la creació n de un espacio de amor, por dos seres
humanos del planeta Tierra en la tercera dimensió n.” Lo miré perplejo y
le dije: “Me encantarı́a que ası́ fuese el futuro de la Tierra, pero eso que
visualicé no es algo haya ocurrido antes en mi planeta.”

Entonces con calma continuó : “Me alegra mucho decirte que ası́
comenzaron a formarse las familias y sus hogares durante millones de
añ os en la Tierra. Dos jó venes enamorados, con la energı́a má s
poderosa del universo, imaginaban cada pequeñ o detalle de su futuro
hogar durante varios añ os. Al inal se unı́an en matrimonio bajo la
mirada complacida de la Suprema Deidad y convivı́an toda su vida en
estos jardines autosustentables. La creació n de la Mente Suprema ha
sido siempre perfecta, la naturaleza es la cuna en donde Ella cuida de
sus hijos. Sus pensamientos son los á rboles, animales y demá s
creaciones, que en una total armonı́a fueron creados para estar al
servicio del Ser Humano. Al estar en permanente contacto con la
naturaleza, la velocidad de la mente de estos primeros humanos era
muy superior a la actual debido a que se mantenı́an alimentá ndose del
sueñ o de la Madre Creadora. La teletransportació n, la proyecció n de
imá genes en hologramas y la telepatı́a fueron sustituidas por
creaciones humanas totalmente imperfectas como vehı́culos, pelı́culas y
telé fonos.

El Ser Humano contiene en sı́ mismo todas las energı́as del universo y
debe aprender a equilibrarlas en la dimensió n de luz má s compactada,
para ası́ poder crear vida en otros planetas. El aprendizaje de los Seres
Humanos en la tercera dimensió n es la base para la creació n en todas
las dimensiones, por eso es fundamental. En este proceso se han
cometido muchos errores que han tenido como consecuencia la
destrucció n del planeta en cientos de ocasiones. Sin embargo, esto
forma parte del Perfecto Plan, ya que al in y al cabo, todos somos parte
de El, y es a travé s de todos los seres que existen en el universo que la
Madre Creadora experimenta su Sueñ o Creador. Algunos dioses han
intentado imitarla, tambié n han tentado al ser humano buscando
demostrar que es imperfecto, y que por ende Ella tampoco lo es. Por lo
tanto al inal del camino siempre está la Fuente Primera de todas las
cosas, lo que cambia es la forma como llegarle, y eso solo lo determina
cada ser humano haciendo uso de su libre albedrı́o.

Tal y como lo a irmaste, ası́ será el futuro del planeta Tierra, porque ası́
fue su pasado. Todo ha sido una larga pero deseada experiencia, es hora
de que el Ser Humano despierte y comprenda su papel de co-creador,
una sola imagen mental pura es capaz de crear universos enteros,
porque el Ser Humano lleva en su espı́ritu una partı́cula de la Suprema
Deidad.”

Me vino a la mente la tı́a Eugenia, al lado de su hermoso jardı́n y


siempre respetada y amada por el tı́o Javier. En verdad que ellos
estaban má s cerca de la felicidad que cualquier millonario famoso. Me
hubiese podido quedar escuchando a los maestros Akenató n y Shanid
toda la vida, pero luego de recibir sus profundas enseñ anzas, el maestro
Melquisedek me indicó que ya era tiempo de encontrarnos con Ana
Emilia y Rodrigo para escuchar sus experiencias.

Antes de salir de la pirá mide azul ultravioleta, le recé a Dios con todas
mis fuerzas para que un dı́a pudiese volver a adentrarme en ella. Nos
despedimos de los maestros y de los demá s seres que nos
acompañ aron, le mostré mi agradecimiento con una larga reverencia y
una sonrisa sincera.

Caminamos hacia el obelisco ubicado en el centro de las cinco


pirá mides. Al acercarnos noté que é ste tenı́a inscrito en sus paredes
lı́neas que parecı́an formar palabras. El maestro me explicó que el
obelisco estaba recubierto por palabras que describı́an a Dios bajos los
miles de conceptos descubiertos en este universo y frases que
describen algunas de sus in initas caracterı́sticas. En cierta parte está n
escritas palabras que se traducirı́an como el Todopoderoso, la
Santı́sima Trinidad, el Ser Supremo, el Padre Universal, la Madre
Universal, el Espı́ritu Santo, el Cristo y otras con las que no está s
familiarizado como el Absoluto Universal, la Primera Fuente, Dios El
Sé ptuple, el Absoluto No Cuali icado, el In inito de Posibilidades, la
Suprema Deidad, la Nada, el Todo, el Primer Creador, la Vida y muchas
otras formas con las cuales los seres en evolució n han intentado
nombrarle.

Contemplé extasiado el obelisco hasta que Ana Emilia y Rodrigo


aparecieron detrá s de mı́ y me tocaron el hombro. Estaba tan ansioso
por conocer sus experiencias como ellos la mı́a, ası́ que decidimos
sentarnos en unos asientos circulares en forma de pé talos, cerca del
obelisco. Ademá s de Kalian, Marcus, el maestro y nosotros tres, varios
Seres se nos acercaron en silencio para escuchar lo que tenı́amos que
contar.

Yo fui el primero en hablar acerca de todas las enseñ anzas que habı́a
recibido en la pirá mide azul ultravioleta. Como si volviera a vivirlo
nuevamente les conté todos los detalles de mi experiencia. Yo mismo
me asombré de la memoria perfecta que tenı́a en ese momento, pero el
maestro nos aclaró que la memoria astral era fotográ ica y que
podrı́amos recordar todo como vié ndolo en una pelı́cula. Luego
comenzó a hablar Ana Emilia: “Kalian y yo visitamos la hermosa
pirá mide dorada que está dedicada a todas las formas de arte, por lo
tanto, estoy segura de que tendrı́a que dedicar cientos de vidas para
recorrer y aprender de todas sus á reas. El exterior de la pirá mide está
recubierto por puntos de luz dorada que forman estrellas. Encima de la
entrada hay un enorme diamante que actú a como prisma y emana
inimaginables colores hacia toda la estancia. En el centro, las personas
pueden sentarse a conversar y a admirar las paredes, los pisos y el
techo. Todo tiene una obra de arte, en cada rincó n hubiese podido pasar
horas contemplando una pintura o una escultura. Ademá s de todo este
regalo al sentido de la vista, se escuchan melodı́as que me hicieron
vibrar de emoció n durante todo el recorrido, no podrı́a describirlas
mejor ya que no tienen comparació n con nada de lo que he escuchado
en la Tierra, lo má s cercano serı́an las piezas clá sicas de grandes
compositores. Tambié n se escuchaban voces de himnos y cantos en
diferentes tonos de voz, pero siempre muy agradables.
Hicimos un recorrido por varias de las á reas a las cuales se ingresaba
por unos velos de colores y luz que hacı́an de puertas. Primero
entramos en el á rea dedicada a la pintura. Me impresionó mucho que la
mayorı́a de las personas estaban realmente pintando con pintura y con
pinceles, yo imaginaba que crearı́an todo con su mente, dado que
estaban en el mundo astral”, pero en realidad Kalian le explicó lo
siguiente a Ana Emilia: “Una gran parte de la existencia astral se dedica
a sentir el placer de aprender una habilidad, tanto artı́stica como
cientı́ ica o ilosó ica. Aun pudiendo leer un libro con só lo conectarse al
holograma mental de su autor, tambié n existe la alternativa de sostener
y pasar las pá ginas poco a poco disfrutando de la lectura. El proceso de
crear es uno de los actos má s complejos, ya que requiere del dominio
de la mente y de las emociones para lograr un resultado perfecto. Para
crear con la mente un cuadro que re leje no só lo colores, sino
emociones y que ademá s emita melodı́as acordes al tema se necesita
conocer todo el proceso de creació n manual del mismo. Ası́ la mente
puede juntar todos los pasos, escogiendo las texturas, medidas, colores
y lı́neas apropiados para crear una verdadera obra de arte. Quienes
logran hacerlo es porque han pasado mucho tiempo en á reas diversas
de la pirá mide dorada.”

Recordé el cuadro que habı́a en la casa de los padres de Alanis, en


Venus, e imaginé que su madre habı́a pasado gran parte de su vida en
un lugar parecido al que nos describı́a Ana Emilia.

Yo observaba có mo las personas utilizaban su mente para crear los


colores y las texturas que quisieran, pero luego se ponı́an realmente
manos a la obra, ya que utilizaban sus manos para ir aprendiendo
manualmente.

Me emocionó mucho ver a niñ os y niñ as jugando con colores y


haciendo lo que cualquier jovencito en la Tierra harı́a. Ponı́an colores
en las paredes, en el piso, los mezclaban y los tocaban, se notaba que al
comienzo de la vida tambié n a los niñ os les gusta jugar y poco a poco
comienzan a aprender las reglas bá sicas para hacer obras de arte má s
concretas.

Kalian me dijo: “Los niñ os deben aprender a disciplinar la mente para


que al momento de crear un pensamiento lo materializado sea
apropiado. Hay un proceso de madurez en la mente y en las emociones,
los padres y todos los adultos de Marte ayudan a los niñ os en su
crecimiento para que logren controlar sus pensamientos y ası́
desarrollarse en el á rea que ellos escojan. Una obra de arte no solo es
percibida por el sentido de la vista, es posible crear un cuadro que
re leje emociones, que emita mú sica y que emane aromas. Todo esto
debe encontrarse en armonı́a, y para lograrlo se requiere una
especializació n en cada sentido.”

Me situé frente a una mujer que estaba pintando un unicornio azul. Se


ve que tenı́a mucho tiempo pintando ya que el animal parecı́a real y
todas las lores, las plantas, el rı́o y el cielo emanaban tanta paz que me
quedé como hipnotizada, hasta que Kalian me tomó del brazo para
llevarme al á rea de arquitectura.

Al entrar no pude enfocar bien la vista en ningú n sitio porque habı́a


cientos de estructuras extrañ as en todos los rincones. Igual que en el
á rea de pintura, habı́a algunos seres que proyectaban en el aire
estructuras mentales como si fuese la pantalla de una computadora.

Se les veı́a muy concentrados en su creació n, le hacı́an cambios, la


aumentaban de tamañ o, le incluı́an personas habitá ndola o á rboles
creciendo alrededor, era como hacer una gran maqueta mental pero de
alcances ú nicamente limitados a la capacidad creativa de su creador.
Como eran hologramas mentales proyectados exteriormente todos
podı́an observar lo que otros hacı́an, no existı́a competencia, unos
podı́an copiar lo de los demá s y desarrollarlo de otra forma. En otros
lugares habı́a seres trabajando con innumerables materiales, tanto
manual como mentalmente los mezclaban o los juntaban para observar
el resultado.
Kalian me dijo que para que mi mente pudiese asimilar mejor todo lo
aprendido, irı́amos directamente al á rea de la mú sica, sin detenernos
en otras á reas como escultura, geometrı́a sagrada o creació n
holográ ica. Al irnos acercando, pude observar la secció n dedicada a la
danza que se encontraba justo al lado de la de la mú sica.

Mi cuerpo sentı́a la necesidad de elevarse del piso y de hacer


movimientos acompañ ando la mú sica que percibı́an mis oı́dos. Cuando
entramos me impactó que de los instrumentos salı́an, ademá s de
mú sica, colores y formas geomé tricas: “Cada nota musical crea un color
y una forma. Un concierto se percibe como una armoniosa mezcla de
colores, formas y sonidos que transcienden al espacio e impactan en el
Ser. Toda la mú sica ası́ creada, transforma y aumenta el nivel vibratorio
de quien la escucha. Por eso he decidido dedicarme en esta vida al
aprendizaje del sonido. No só lo he aprendido a tocar muchos
instrumentos, sino que tambié n estoy comprendiendo có mo la mú sica
ejerce cambios importantes tanto a nivel astral como a nivel fı́sico. Mis
maestros me han enseñ ado como el sonido de la mú sica afecta de
manera directa las molé culas de agua haciendo que formen cristales
hermosos o grotescos dependiendo del tipo de mú sica. Debido a que el
cuerpo es en su mayor porcentaje agua, esto se re leja en emociones
que determinará n comportamientos de paz o de violencia. Por lo tanto,
no solo consiste en tocar un instrumento, sino en comprender el efecto
que la mú sica produce en las emociones humanas en todos los niveles.
Todo acerca del sonido y de sus efectos lo comencé a aprender en la
Tierra cuando formaba parte de una civilizació n muy anterior a la
Atlá ntida, en la cual se usaba el sonido tanto para sanar nuestros
cuerpos como para producir movimiento en la materia fı́sica. Eramos
capaces de levantar enormes rocas por medio de la fuerza del sonido.
Podı́amos comunicarnos mentalmente entonando un pensamiento en
ciertas frecuencias, y nuestra lengua era extremadamente rica ya que
utilizá bamos graduaciones en el timbre, la frecuencia y las pausas que
nos permitı́an trasmitir mucho má s que palabras. Pero ahora es
momento de seguir nuestro camino”, comentó Kalian.
Me parecı́a inverosı́mil que hubiese habido en la Tierra una civilizació n
con estas caracterı́sticas inclusive antes de la Atlá ntida. Dentro de mı́ lo
que má s deseaba era quedarme escuchando má s acerca de ella. Antes
de llegar al inal de nuestro paseo, alcé la vista hacia el á rea de danza.
Debido a que no existen las limitaciones de gravedad de la Tierra, los
movimientos eran exquisitamente realizados ya fuera volando o en el
piso.

Habı́a hombres, mujeres, niñ os y niñ as haciendo bailes individuales


acompañ ados de mú sica de diferentes ritmos pero toda muy
armoniosa. Kalian me dijo que estaban separados por unos velos
imperceptibles que les permitı́an escuchar individualmente las
distintas melodı́as. Yo podı́a decidir cual escuchar con só lo prestar
atenció n a la danza que quisiera. Tambié n habı́a parejas bailando y lo
hacı́an espectacularmente, creando movimientos que los fusionaran en
amor y paz. Me hubiese encantado poder entrar.

Justo antes de salir de la pirá mide, habı́a una puerta con extrañ os
sı́mbolos, me acerqué a observarlos de cerca. Kalian expresó que era
geometrı́a sagrada y que esa á rea de la pirá mide estaba dedicada a las
artes del manejo consciente del poder de la energı́a, puse cara de
extrañ eza por ese nombre tan raro y me dijo: “Creo que en la Tierra las
llaman artes marciales, pero en realidad ese nombre no serı́a adecuado
aquı́, y esa descripció n que te doy es lo má s cercano que se me ocurre,
los sı́mbolos son justamente representaciones de distintos tipos de
energı́a. Quizá s esta sea el á rea má s compleja de toda la pirá mide, y una
de las de mayor utilidad para quienes tienen un cuerpo fı́sico. Muchos
maestros han dedicado sus vidas a experimentar las diferentes energı́as
del universo y a comprender sus funciones. Debido al poder que se
maneja en esta á rea, solo acceden aquellos que han pasado por todas
las demá s á reas de cada una de las pirá mides. Transmitir estos
conocimientos es una gran responsabilidad, algunos maestros han
reencarnado en la Tierra y han podido ayudar a muchos seres
humanos”.
Finalmente Rodrigo tomó la palabra y narró su experiencia: “He
quedado muy impactado por todo lo que he escuchado y por todo lo
que he experimentado.

Cuando Marcus y yo nos acercamos a la pirá mide turquesa, pensé que


su super icie estarı́a cubierta por algú n mineral especial, y en efecto sus
paredes son de topacio azul y cae una cascada permanente de agua que
le da ese color azul turquesa tan imponente.

Entramos y fue como internarme en la selva má s intrincada de la


Tierra. Habı́a plantas, lores, á rboles e insectos de todas las formas y
colores inimaginables, y para mayor realismo se escuchaban sonidos y
se percibı́an olores probablemente similares a los del Amazonas. Nos
adentramos en aquella selva y bajo un tú nel de lores llegamos al á rea
dedicada a la investigació n de todas las especies animales, tanto fı́sicas
como astrales descubiertas en el universo. Insectos rarı́simos, peces de
todas las formas y colores, caracoles, dinosaurios, mamuts, unicornios,
tigres, gacelas y muchos animales que parecı́an mezclas de otros, o que
simplemente se habı́an adaptado a condiciones de vida totalmente
diferentes a las de la Tierra, eran analizados e investigados en este
conservatorio universal de especies animales.

Habı́a tambié n imá genes de seres humanos, humanoides y


extrañ ı́simos seres de diferentes sistemas solares, galaxias y universos.
Me acerqué a observar de cerca. Unos eran parecidos a los humanos
pero de diferentes colores de piel. Habı́a seres verdes, rojos, azules,
blancos, grises, negros, amarillos, las orejas grandes o pequeñ as, de
ojos enormes o diminutos.

Algunas cabezas eran enormes comparadas con el cuerpo. La longitud


de sus extremidades tambié n variaba, en general tenı́an dos brazos y
dos piernas, aunque algunos tenı́an colas. Unos seres parecı́an reptiles
con piel de escamas y ojos amarillos o rojos, otros parecı́an centauros
de enormes proporciones con formas de cara y cuerpo de caballos,
otros muy grandes tenı́an un parecido a los osos. Algunos parecı́an
seres marinos como las sirenas y los tritones. Habı́a seres que eran
similares a del ines y ballenas que no eran considerados animales como
nosotros los hacemos, sino seres de un altı́simo nivel evolutivo, segú n
me explicaba Marcus. Al lado de cada ser habı́a un sistema solar
representando el planeta donde estaban ubicados. Era como ver una
pelı́cula de la Guerra de las Galaxias.

Igualmente, visitamos un á rea dedicada a todas las especies vegetales,


habı́a pues todo lo imaginado en formas, colores y olores de plantas.
Allı́ se investigaban los efectos curativos de las plantas, sus nutrientes,
las posibles formas de alimento para el ser humano, y todo lo que
pudiese aportar al mejoramiento de la vida tanto en el planeta Tierra
como en cualquier otro planeta.

Habı́a un lugar especial para todas las especies de á rboles denominados


Cedros, se explicaban los poderes curativos de todas sus partes y,
ademá s, su aporte como acumuladores de luz y energı́a.

Otra á rea estaba dedicada a la investigació n y parecı́a má s un


laboratorio terrestre que incluı́a todos los recursos posibles. Se
analizaban todas las propiedades quı́micas, fı́sicas y bioló gicas de
minerales, plantas y animales. Intentaban desarrollar formas de
creació n de energı́a libre que pudieran trasladarse eventualmente a la
parte fı́sica de un planeta para mejorar las condiciones de vida del
mismo. No llegué a verlas, pero Marcus me dijo que en un á rea
trabajaban cultivando las paredes de las naves espaciales. De esta
forma, creaban medios de transporte orgá nicos para uso tanto en el
astral como en el fı́sico, siempre utilizando la generació n libre de
energı́a disponible a lo largo y ancho de todo el universo.

Finalmente, llegamos a la ú ltima á rea que visitamos, Marcus me explicó


que aunque el cerebro astral no se cansaba, sı́ necesitaba una pausa
para procesar la informació n recibida la cual era su iciente por los
momentos. Acepté que tenı́a razó n y, que con lo que habı́a visto, tenı́a
para muchos momentos de re lexió n y meditació n en la Tierra. Lo que
nunca imaginé es lo que a continuació n les narraré .
Entramos en el á rea dedicada al estudio del agua.

Fue como entrar en un lugar de lluvia, evaporació n y condensació n


perpetuas. Pero como en el mundo astral el agua no moja, ni tampoco
es frı́a o caliente, fue una sensació n muy agradable dejar que la lluvia
me cayera encima, con su relajante sonido. Habı́a cientos de cientı́ icos
analizando el agua. Uno de ellos, vestido con una tú nica blanca, se nos
acercó y comenzó a explicarnos: “El agua es el elemento má s
importante para la vida fı́sica, es el ú nico elemento que existe en los
tres estados de la materia: lı́quido, só lido y gaseoso, sin alterar su
composició n quı́mica. Pero lo má s importante es la estructura del agua,
es decir, có mo se unen las molé culas.

Debido a que el agua tiene memoria, cambia la estructura de sus


molé culas bajo la in luencia de pensamientos o emociones tanto
positivas como negativas. La energı́a del agua que se ingiere tambié n
afecta la salud del cuerpo humano. Un agua cargada de energı́a y con
una estructura de amor es capaz de curar y regenerar todos los ó rganos
internos, mientras que un agua cargada de violencia y odio afecta el
cerebro humano y provoca actitudes agresivas. Cada vez que un ser
humano toma un vaso de agua, puede cambiarle su estructura
molecular enviando amor y agradecimiento a este milagroso lı́quido.
Los cambios en la humanidad se verá n re lejados en el agua antes que
en cualquier otra cosa. El cuerpo humano es en su mayor porcentaje
agua, por lo tanto, cada emoció n y cada pensamiento modi ican las
estructuras moleculares de su sangre y por ende de todos sus ó rganos
determinando la salud general.

La mejor agua que puede tomarse es aquella que viene directamente de


un manantial, un lago o un rı́o de aguas cristalinas. El agua en un estado
totalmente puro o virginal existe en la Tierra, en Venezuela, en un sitio
llamado Roraima, por eso su energı́a es inmensa. En cambio, el agua
que llega a las ciudades, luego de pasar por miles de tuberı́as, está
completamente muerta. En este laboratorio hacemos experimentos
para ayudar a los seres humanos fı́sicos a mejorar sus vidas, no só lo
aprendiendo como el agua estructurada en amor modi ica sus cuerpos,
sino tambié n como hace crecer los cultivos con una menor cantidad de
este preciado lı́quido.” Procedió a mostrarme varios experimentos en
los cuales se colocaba agua en recipientes y se les transmitı́an
emociones de todos los tipos observando luego la formació n de
estructuras moleculares diversas en forma de cristales. Las emociones
positivas siempre creaban cristales hermosos y armoniosos, en cambio
las negativas mostraban cristales distorsionados. En verdad nunca
imaginé que el agua fuese tan importante ni tan sensible. Nunca má s
tomarı́a un vaso de agua a la ligera.

Al inalizar la narració n de Rodrigo, Marcus tomó la palabra y nos dijo:


“Todos los avances tecnoló gicos, cientı́ icos y espirituales se encuentran
preservados en un lugar llamado Museo Creativo. Cualquiera que desee
puede acceder a é ste y ası́ colaborar en el mejoramiento de la vida en
su planeta. Muchos cientı́ icos deciden trasladarse a la parte fı́sica de
Marte para probar sus inventos bajo esas leyes fı́sicas, ya que todo lo
que hacemos tiene como inalidad ayudar a los seres que se encuentran
viviendo en el nivel má s denso de existencia.

Nosotros hemos vivido en la tercera dimensió n varias veces y de seguro


volveremos a ella, ya sea en este o en otro planeta.

Lamentá ndolo mucho, algunos de los mejores inventos para mejorar la


vida en la Tierra, tales como los generadores de energı́a libre, los
tratamientos naturales para enfermedades, los sustitutos de la gasolina
como combustible, el uso del agua de mar como suero para limpiar el
organismo, han sido evadidos sistemá ticamente por los seres que
mantienen el poder econó mico y polı́tico en su planeta. Mantienen con
sus creaciones mentales las má s variadas distracciones para que los
Seres Humanos no tengan tiempo de re lexionar, de pensar y ası́ no
despierten. Solo una expansió n de la consciencia hacia niveles má s
espirituales les permitirá a los humanos salir de la prisió n emocional
en la que se encuentran. La humanidad terrestre esta desbalanceada,
poseen la tecnologı́a para crear bombas de destrucció n masiva pero
todavı́a no tienen consciencia de su papel en la evolució n universal.”

Decidı́ preguntar: “¿Quié nes son esos seres que tienen como objetivo
evitar la evolució n de los seres de mi planeta? y ¿có mo hacen para
pasar desapercibidos?”

De pronto el maestro se incorporó y se colocó en un lugar má s alto,


comprendı́ porqué lo hizo cuando miré a mi alrededor y vi que cientos
de seres se habı́an ido acercando a escucharnos. Todos estaban muy
atentos a lo que ocurrı́a. Entonces el maestro nos dijo: “En el planeta
Tierra han existido varias razas de seres. A lo largo de su historia, este
amable Ser ha acogido a seres de raza humana, humanoides y otro tipo
de seres no humanos. Han llegado de muchos lugares de la galaxia, unos
buscando minerales como oro, diamante y otras piedras preciosas,
otros huyendo de sus planetas por razones diversas y algunos
simplemente porque deseaban completar una serie de experiencias
bajo una realidad fı́sica de dualidad y libre albedrı́o.

Actualmente, la gené tica de la raza humana terrestre contiene genes de


doce especies diferentes de seres. Es considerada ú nica y tiene un
potencial muy grande. Algunos de los seres que habitan la Tierra tienen
un nivel de consciencia y una capacidad mental muy desarrollada, pero
utilizan sus habilidades para conservar el poder y controlar. Se
alimentan de la ignorancia, la apatı́a mental, la confusió n, el
sufrimiento, el caos, el dolor, la violencia, y especialmente, el miedo.
Cada pensamiento y emoció n humana que contenga algo de estos bajos
sentimientos, aumenta el poder de estos seres. Los seres de la
humanidad viven actualmente en un estado de total somnolencia y
creen que los sistemas inanciero, educativo, religioso, polı́tico y todas
las estructuras son no solamente necesarias, sino irremplazables. Como
necesitan del caos para seguir generando desesperació n, crean guerras,
crisis

inancieras, con lictos ideoló gicos y religiosos y toda una serie de


acontecimientos con total premeditació n y plani icació n.
Todo fue creado perfecto desde un principio en la tercera y en todas las
dimensiones, pero la Tierra y otros planetas fı́sicos pasan por etapas
largas de experimentació n, pasando de la Mente a la Anti-Mente y luego
nuevamente a la Mente. Es decir, el ser humano se experimenta a sı́
mismo como lo que no es, para luego expandir su consciencia y
reconocerse como lo que siempre ha sido, una parte de Dios. Por lo
tanto aquellos seres denominados oscuros, está n experimentá ndose
justamente en ese tipo de energı́as destructivas y es gracias a ellos que
otros seres pueden hacer todo lo contrario. Dios no juzga a los seres
oscuros por comportarse de esta forma, está n cumpliendo exactamente
con el papel que les toca en el Plan Perfecto del Creador. Dios creó la
dualidad para vivirla no para criticarla. Cada pensamiento, palabra y
obra tiene como fuente generadora solo dos energı́as: amor o miedo, y
sus consecuencias para la felicidad son sentidas por cada ser quien,
vida tras vida, hará la mejor elecció n posible segú n su nivel de
consciencia.

Estamos atentos observando como la Tierra comienza un ciclo y estos


seres hacen todo lo que pueden por reclutar má s almas para mantener
el dominio. Debido a que el libre albedrı́o es inherente a los humanos,
nadie puede ser obligado a nada. Quien desee llevar a Dios en su
corazó n y entregar su vida en amor por los demá s, lo hace porque
quiere. Aqué l que entregue su alma en busca de fama, poder y dinero,
tambié n lo hace voluntariamente. Desde todos los con ines del universo
está llegando ayuda a este especial planeta en este crucial momento.
Oleadas de amor y luz son enviadas constantemente en este nuevo
amanecer galá ctico.

Cientos de maestros de la Hermandad de la Luz han decidido


reencarnar en su planeta en estos momentos y muchı́simos niñ os han
nacido con la clara misió n de transformar la realidad actual en una
nueva forma de vida en paz, amor y compasió n. Estos niñ os tienen
capacidades que asombran a todos los cientı́ icos, simplemente porque
no tienen lı́mites. Pueden atravesar paredes, elevarse, mover objetos,
leer la mente, saber que ocurre a kiló metros de distancia, ven en la
oscuridad, en resumen: está n completamente despiertos y la
consciencia colectiva de estos niñ os está produciendo un salto cuá ntico
sin precedentes en la Tierra. Antes de juzgar, comprendan que todos los
participantes forman parte de este aprendizaje. Todo lo aquı́ explicado
está dentro del Perfecto Plan del Supremo, por lo tanto, todo lo que
está n experimentando está dentro de Su Amor.

El diablo como un ser separado de Dios solo existe como parte de


Matrix, es fruto de la poderosa energı́a del pensamiento colectivo de
toda la humanidad. Nada existe fuera del Absoluto, la imagen del
in ierno con sus demonios es una creació n de los seres humanos. Las
consecuencias de la denominada rebelió n de los á ngeles caı́dos, es
simplemente la posibilidad de vivir todo lo relacionado a dicha
situació n, no es para ser juzgada como buena o mala. Tal y como les dije
hace unos meses, esta rebelió n le otorgó a todo el universo, la grandiosa
posibilidad de crear algo nunca visto, estamos presenciando una
creació n nueva original que no hubiese podido ser sin el paso por la
total oscuridad. Al inal todos formamos parte de Dios, somos Dios
experimentá ndose a Sı́ Mismo nos demos cuenta o no.

No existe nada que pueda dañ arte, a menos que tú lo creas ası́.
Elegimos formar parte de este juego, decidimos dı́a a dı́a que papel
deseamos representar y todos somos importantes e irremplazables.

Cuando en el principio decidimos participar en el juego del libre


albedrı́o en una realidad fı́sica dual, sabı́amos que unos debı́an hacer el
papel de los malos y otros el de los buenos de la pelı́cula. Los malos
está n haciendo muy bien su parte, agradezcá mosles su entrega, pero
nosotros tambié n podemos hacer muy bien la parte del libreto que
escogimos. Tarde o temprano todos llegamos a aceptar que somos Uno.
El futuro de la humanidad será una vuelta a un paraı́so terrenal tan
hermoso que los á ngeles deseará n bajar del cielo.”

Todos nos quedamos muy impresionados por sus palabras, sentı́ mucho
amor y compasió n de parte de los seres allı́ reunidos. Aquello nos harı́a
re lexionar mucho acerca del rumbo de nuestra querida Tierra. Nos
despedimos agradeciendo de todo corazó n la hospitalidad de nuestros
nuevos amigos y subimos nuevamente a la nave. Kalian nos acompañ ó
al centro multiplanetario y nos despedimos de é l agradecié ndole su
amabilidad y su dedicació n en mostrarnos su planeta.

El maestro nos comunicó que culminarı́a esta nueva etapa de


aprendizaje con un viaje y el maestro Shanid le hizo saber que harı́an la
excepció n de recibirnos una vez má s en la pirá mide verde esmeralda.

Harı́amos un viaje al pasado del planeta Tierra, y llegarı́amos a travé s


de la puerta dorada donde comenzaron nuestras primeras aventuras ya
que es una forma directa de llegar a dicha pirá mide. Ana Emilia
preguntó cuá l perı́odo del pasado de la Tierra visitarı́amos, pero nos
contestó que serı́a una sorpresa.

“Mañana sábado los espero frente a la puerta dorada”, indicó el


maestro. Nos colocó nuevamente las manos en la cabeza uno a uno
comenzando con Ana Emilia y inalizando conmigo, volvı́ a sentir una
fuerza que me llevaba hacia mi cuerpo fı́sico.
Capítulo 16

Jesús
Al abrir los ojos en la habitació n observé la hora, eran las 2:22 am.
Luego de intentar recordar todo lo que habı́a vivido, el agotamiento
mental me venció y dormı́ hasta casi el mediodı́a del sá bado. Me
desperté con má s energı́a que nunca, me sentı́a con mucha esperanza y
optimismo. Cuando me senté a desayunar, me quedé observando la
jarra de agua en medio de la mesa intentando transmitirle
agradecimiento y amor, sabı́a que probablemente estarı́a
energé ticamente muerta, luego de pasar por tantas tuberı́as, pero al
menos la llenarı́a de amor. Mi hermana pasó a mi lado y me preguntó si
estaba intentando hipnotizar el agua, la abracé , le dije lo mucho que la
amaba y le expliqué en palabras sencillas lo importante que era llenar
el agua de agradecimiento antes de tomarla para que el cuerpo se
mantuviese sano.

Me respondió que le parecı́a bonito y que intentarı́a hacerlo de ahora


en adelante.

No pudimos reunirnos en la plaza porque mis papá s me dejaron al


cuidado de mi hermana en la tarde.

Hablé por telé fono con Ana Emilia que se quedó en casa ayudando a su
mamá . Rodrigo vino a visitarme y estuvimos hablando de todo un poco.
Conversamos acerca del perı́odo de la historia al cual nos gustarı́a ir. El
siempre ha sentido una gran pasió n por los egipcios, tiene un enorme
a iche con las pirá mides de Egipto en su cuarto, ası́ que manifestó que
le gustarı́a ver có mo construyeron las pirá mides, aunque ya sabı́a que
no habı́an sido realmente ellos sino los atlantes. Pensamos que a Ana
Emilia quizá s le hubiese gustado la civilizació n

de la que Kalian le habló donde fueron maestros del sonido. Yo


disfrutarı́a averiguar má s acerca de la vida de esos primeros humanos
que vivı́an en el paraı́so, sus costumbres, su forma de alimentarse y que
pasó para que eso se destruyera. Llegada la noche, Rodrigo partió a su
casa y yo me apuré a dormir.

Recé a Dios pidié ndole mucha luz para comprender todo lo que estaba
viviendo, mi Fe se habı́a fortalecido, estaba decidido a hacer Su
Voluntad y en esta vida querı́a entregarle mi alma cada noche para que
se convirtiese en mi guı́a. En el mundo astral no era fá cil dirigir la
voluntad hacia los lugares elegidos, ni tampoco me resultaba sencillo
hacer lo que mi mente decidı́a. A veces me encontraba haciendo cosas
increı́bles y muy complejas, parecı́an trasmutaciones emocionales de
muchas situaciones. Comprendı́ que la manera de encontrar el camino
correcto era entregarme a Dios en cuerpo y alma cada vez que salı́a de
mi cuerpo. Luego de un rato de re lexió n, comencé a vibrar de pies a
cabeza me incorporé . Me tomé un momento para pedirle a Dios con
todas mis fuerzas que hiciera Su Voluntad en mı́, que decidı́a entregarle
mi vida en servicio. Luego seguı́ las instrucciones del maestro y volando
llegué a la entrada de la puerta dorada.

Rodrigo se encontraba ya cerca del maestro y Ana Emilia llegó justo


despué s de mı́, entonces é l nos dijo:

“Muy intensos han sido estos ú ltimos dı́as, necesitará n de un tiempo de


re lexió n para integrar todos estos conocimientos en su Ser. La
humanidad está viviendo cambios radicales en todos sus niveles, el má s
importante es a nivel de su consciencia, una vez que alguien despierta
no hay vuelta atrá s.

Es tiempo de que hablen con sus familias y amigos acerca de todos


estos temas, algunos los tildaran de locos y les dirá n que son
alucinaciones, no los juzguen.

Otros les comprenderá n inmediatamente porque sus espı́ritus se


encuentran en el camino de la bú squeda sincera de la verdad. En vano
intenten convencer a quien no desea cambiar, cada quien tiene su
momento y no todos desean recibir informació n que les modi ique su
forma de vida. El amor incondicional es la aceptació n de que cada quien
es libre de escoger su camino.”

Rodrigo un poco ansioso preguntó : “Pero ¿có mo lograr que


comprendan que cada quien crea su propia realidad y que estamos
todos juntos en esto?”.

El maestro sonriendo y con mucha paciencia nos dijo: “Poco a poco van
a integrar en sus vida lo que han experimentado. Cuando comiencen a
vivir en consciencia, aquellos que los rodean van a percibir ese
profundo cambio, tarde o temprano comprenderá n que cada quien crea
su propia realidad.

Ya ustedes saben que todo lo que imaginan existe, en é sta o en otra


dimensió n, y cuando decidimos en donde enfocamos nuestra atenció n,
en esta lı́nea de tiempo especı́ ica, creamos o materializamos
fı́sicamente.

Somos nuestras propias creaciones mentales, nos rodeamos de la


realidad en la que en este preciso momento deseamos poner nuestra
atenció n. Modi icamos nuestra realidad cuando nos enfocamos en la
cualidad o caracterı́stica luminosa de algo o alguien, o por el contrario
en su lado oscuro. Al inal todo es la misma Realidad, percibida desde
una in inidad de á ngulos.

El conocimiento de có mo crean su propia realidad es la herramienta


con la cual pueden cambiar sus vidas.

Cuando decidimos aprender a jugar el juego del libre albedrı́o, elegimos


la Tierra porque qué mejor lugar que donde exista toda una gama de
posibilidades para elegir.

En este caso, elegimos jugar en el nivel alto de di icultad porque nos


consideramos su icientemente capaces de evolucionar, aprender y
progresar allı́, ya que sabemos que somos luz. Aunque el inconsciente
colectivo de la humanidad es muy poderoso, creemos que no podemos
hacer nada con nuestro pensamiento individual, pero esto no es ası́.
Imaginen que la consciencia colectiva de la humanidad es un jarró n de
agua, cada persona que despierta es como una gota de tinta azul
ultravioleta que cae allı́ tornando toda el agua allı́ contenida un poco
má s azul. Cada pensamiento consciente en amor afecta de manera
inimaginable a toda la humanidad, pero nos han inculcado que no
podemos hacer nada, que es demasiado grande para luchar. El mayor
descubrimiento es que no hay nada en contra de lo que luchar, siendo
nosotros mismos ya logramos el cambio.

Recuerden siempre: No somos vı́ctimas de los que controlan Matrix, si


ası́ se ven a ustedes mismos entonces llegan a la conclusió n de que no
son responsables, aunque sı́ lo son. Aqué llos que eligen el camino de la
oscuridad han sido valientes maestros para nosotros. Cada quien
decide en que realidad vivir, y nadie puede ser obligado a aprender
rá pido o lento, no existe una manera buena o mala, correcta o
incorrecta, lo que ocurre es que al no estar alineados internamente
ocurre un desequilibrio. Siendo coherentes con su verdad interna, con
aquello en lo que ustedes creen y lo que les hace felices, se produce un
alineamiento entre el cuerpo, la mente y el espı́ritu. El conocimiento
libera, y eso es justamente lo que ustedes van a comenzar a hacer. Hoy
atravesará n la puerta dorada y contemplará n a Jesú s en sus primeros
añ os”. Sentı́ ardor en el pecho, mi felicidad era tal que un fuego me
quemaba por dentro, esto era mucho má s de lo que hubiese esperado,
ni siquiera me lo habı́a planteado porque no pensaba que fuese posible.

Mis amigos parecı́an tan emocionados como yo.

El maestro prosiguió : “El auto otorgamiento de Cristo el Creador le


permitió vivir en la carne y sentir un gran rango de emociones
humanas, tambié n conoció personalidades diversas entablando
conversació n con cientos de razas diferentes. Durante los añ os de su
adolescencia hasta el comienzo de su ministerio viajó a Roma, luego a
Alejandrı́a, estuvo en la isla de Creta, aprendió diferentes o icios y
ayudó a muchı́simas almas a reencontrar a Su Padre. Habló a sus
semejantes de todos los temas que agitaban sus almas, intentando
guiarles en su camino. Su sola presencia cambiaba la vida de quienes
deseaban de todo corazó n llegar hasta Dios.

Jesú s vivió en consciencia en todos sus cuerpos y en todas las


dimensiones, algo que ustedes han comenzado a experimentar poco a
poco, y que puede ser vivido por quienes eligen expandir sus
consciencias y evolucionar espiritualmente. Proclamó durante su vida
que el Reino de Dios era alcanzable aquı́ en la Tierra y ademá s anunció
que estaba cerca”. Rodrigo con cara de extrañ eza intervino: “Pero ya
han pasado má s de dos mil añ os y eso es mucho tiempo, ¿cuá ndo se
supone que llegará ?” El maestro risueñ o contestó : “Querido Rodrigo, el
tiempo es relativo a quien lo percibe, es lexible. Si tuvieses plena
consciencia de tu Ser, y de sus muchı́simas existencias una vida te
parecerı́a un pestañ eo. Luego de muchos miles de añ os, el amanecer
galá ctico que millones de seres han estado esperando en todo el
universo, el Reino de Dios en la Tierra fue anunciado por Cristo como
algo muy cercano. Dentro de esta eterna experimentació n
multidimensional, 2.000 añ os son solo un momento para nuestro Ser, y
Jesú s le hablaba al espı́ritu.”

Aclarada la pregunta de Rodrigo, el maestro continuó : “En aquellos


tiempos, Dios era percibido como un Ser severo que castigaba a sus
hijos cuando infringı́an las leyes emanadas de El. La gente obedecı́a los
preceptos de la religió n por miedo a la ira de Yahvé . Pero Jesú s se los
dibujó totalmente diferente. Muchos no comprendieron sus palabras ya
que trastocaba mucho de lo que ellos consideraban correcto o
incorrecto. Pueblos enteros han sido programados por quienes
controlan el Matrix, y Jesú s procuró darles un mensaje diferente. Dios
Su Padre —les comunicó — es misericordioso, amoroso, compasivo y
justo. Los pobres, los enfermos, los apartados por la sociedad, los que
má s sufrı́an, recibirá n el Reino de Dios en sus corazones. Las riquezas,
tı́tulos, rituales y demá s condecoraciones sociales no garantizaban el
Reino de Dios, lo ú nico que podı́a hacer un ser humano para
encontrarlo era vivir una vida en amor y compasió n por el pró jimo.
Jesú s utilizó las pará bolas para inducir a sus discı́pulos a re lexionar
acerca de temas sociales, familiares, morales y religiosos muy diversos.
Jesú s fue el maestro del arte má s importante del mundo: la imaginerı́a,
madre de todas las ciencias. Era capaz de imprimir en cada palabra de
una frase, una imagen mental y transmitirla a sus seguidores. De esta
forma, podı́a hacerlos partı́cipes de su sueñ o y ası́ lograr traer el Reino
de Dios a la Tierra. Por esto, gracias a su aparició n fı́sica en la Tierra, se
marcó el inicio de un nuevo camino, la posibilidad de una nueva
realidad de vida. Má s de 2.000 añ os parece un tiempo muy largo, pero
recuerden que el tiempo es relativo a quien lo percibe, muchos seres
humanos está n inalmente internalizando las enseñ anzas de Jesú s y
prepará ndose para crear una nueva realidad en toda la humanidad.

Ustedes van a observar al Jesú s que comienza su adolescencia en medio


de muchos de los retos a los que otros jó venes de todos los tiempos han
enfrentado. Yo estaré junto a ustedes en este viaje para que se hagan
una idea má s clara de lo que este Hijo del Hombre vivió en la Tierra.”

Allı́ estaba la hermosa puerta dorada, con sus relieves de dibujos


intrincados y sus lores de bellı́simos colores que se abrı́an y cerraban.
Luego de las experiencias en los mundos astrales, no me resultaron tan
extrañ as las formas geomé tricas que giraban unas hacia un lado y otras
hacia el lado contrario mientras emitı́an sonidos musicales.

El maestro abrió la puerta, con la misma llave dorada y brillante que


una vez yo utilicé , y nos introdujimos a travé s de ella. Nos ubicamos en
el medio del cuarto de paredes circulares, en el centro giraba la esfera
de luz. Entonces el maestro nos dijo que el gran libro de la historia de la
humanidad era una copia exacta del que se encontraba en la pirá mide
verde esmeralda, y que esa era la conexió n que nos permitirı́a entrar en
ella.

Esta vez la inscripció n que habı́a en el libro me pareció menos


complicada, nuestras experiencias multidimensionales permitieron que
nuestras consciencias se expandieran. Ahora cobraban un mayor
sentido las frases: los siete planetas y siete principios, los diferentes
estados de la materia y del espı́ritu.

La estrella de cinco puntas en la cará tula del libro tambié n


representaba al Merkaba, y comprendı́ que el ojo viviente metido
dentro del triá ngulo simbolizaba al Yo Superior. Apoyamos nuestras
manos en la estrella como el maestro nos indicó y nos dejamos envolver
nuevamente por su poder de protecció n.

Un remolino de luz nos envolvió y sentı́ có mo me elevaba hacia el


irmamento, haces de luces de colores pasaban a nuestro alrededor.
Atravesamos la pirá mide verde esmeralda y llegamos a una sala muy
oscura donde de pronto todo se aquietó y comenzó a aclararse.

Como quien enfoca el lente para la proyecció n de una pelı́cula, nuestros


ojos se acostumbraron al escenario poco a poco.

Frente a nosotros habı́a una casa de estructura de piedra. Mientras


nuestra vista recorrı́a el paisaje, el maestro nos hablaba: “Esta es la
casa de Jesús. Al lado hay otra edi icación en donde guardan los
animales. Detrás de la casa hay un tejado que protege el horno y el
molino para moler trigo, allí se encuentra ahora Jesús ayudando a
su madre.”

En un instante nos encontramos frente al molino y todos vimos a Jesú s.

No importaba si está bamos viajando en el tiempo o si era un sueñ o, lo


que yo sentı́ en mi corazó n fue indescriptible. Aunque parecı́a un joven
normal de unos 10 añ os, irradiaba intensamente amor y paz,
traspasando los lı́mites del tiempo y del espacio, y esto fue lo que
sentimos claramente en nuestra alma. Entonces ocurrió algo
extrañ ı́simo, mientras la madre de Jesú s hacia girar el molino, Jesú s
echaba el grano y, al percatarse de nuestra presencia, paró su labor,
miró hacia nosotros y sonrió . Fue solo un instante, El sabı́a que
está bamos allı́, y no dudé en comprender que era nuestro Creador
quien allı́ se encontraba ayudando a su madre.
“Luego del nacimiento de Jesús, María y José tuvieron otros hijos”,
dijo el maestro. “Primero nació Santiago, luego Miriam, José, Simón,
Marta, Judá, Amós y Ruth.” Como quien observa una pelı́cula
comenzaron a pasar frente a nuestros ojos imá genes de Jesú s: en unas,
se hallaba sentado en el piso junto a sus padres y hermanos comiendo
alrededor de una mesa baja de piedra; en otras, ayudando a su padre en
el taller de carpinterı́a que se encontraba al lado de la casa y tambié n,
junto a otros jó venes en un lugar que parecı́a una escuela o jugando con
amigos bailando y cantando.

Se detuvo la secuencia en una escena en la que Jesú s, con la pequeñ a


Ruth en sus brazos, enseñ aba a sus hermanos a rezar y les hablaba
acerca de Dios Padre dicié ndoles que podı́an expresarse
individualmente en sus oraciones sin necesidad de repetir frases de
memoria. El maestro nos dijo: “Cuando Jesús tenía 14 años, su padre
murió en un accidente de trabajo. De la noche a la mañana, este
extraordinario joven tuvo que tomar el lugar de José en el
sostenimiento económico del hogar y en la crianza de sus
hermanos pequeños. Aquí les está enseñando a rezar, intentando
que fuese un encuentro íntimo con Dios Padre, pero al inal sus
hermanitos repetían las palabras de Jesús. La oración del Padre
Nuestro que hoy en día recitan es muy diferente a la original. Les
sugiero que re lexionen acerca de frases como: “perdona nuestras
ofensas” que implicaría a un Dios capaz de ofenderse, separado de
ustedes mismos; o “líbranos de todo mal”, que se interpreta como
si no fuésemos responsables de nuestras vidas, y que el mal
estuviese allá afuera. Sean sus propios maestros, creen sus propias
oraciones, vivan sus propias vidas y no las de otras personas, eso
es lo que Jesús hubiese querido.

Debido justamente a la muerte de José, Jesús no solamente se


desarrolló en el papel de hijo y de hermano, sino en el de padre y
compañero de María. En esta única vida entre los hombres, Él vivió
una adolescencia muy di ícil, trabajando arduamente y apoyando
económica y moralmente a toda su familia. Poco a poco, sus
hermanos crecieron y luego de culminar sus estudios aprendieron
el o icio de carpintería para ayudar en las inanzas de la familia.
Las hermanas de Jesús fueron instruidas en la casa ya que las
mujeres no asistían a la escuela. Su hermano mayor procuró
siempre enseñarles todo lo posible, intentando equilibrar esa
lamentable costumbre.

Ellas colaboraron también en su momento a las inanzas del hogar,


trabajando como costureras u ordeñando leche para venderla a
sus vecinos.”

Nuevamente observamos varias escenas: en unas, Jesú s leı́a las


escrituras en el pú lpito de la sinagoga los sá bados; en otras, trabajaba
en un taller de reparaciones; y en otras, se le veı́a hablando con alguno
de sus hermanos o hermanas aconsejá ndoles en cualquier inquietud
que tuviesen.

Luego se detuvieron en una escena de Jesú s en un viaje junto a su


hermano Santiago y el maestro relató :

“Jesús y Santiago se encontraban de viaje hacia Jerusalén para la


celebración de la Pascua; años antes José lo había llevado a Él, y en
esta ocasión, Él llevaba a su hermano menor, cumpliendo con sus
deberes de padre. En el camino fueron a Betania y celebraron la
cena Pascual junto a sus amigos Marta y Lázaro. Al día siguiente
asistieron a los o icios en el templo de Jerusalén y Santiago fue
recibido en la comunidad israelita. Allí hablaron de muchos temas
tanto cotidianos como religiosos y Santiago se asombraba de que
las palabras de Jesús, en muchos casos, contravenían las
enseñanzas y costumbres religiosas. Jesús no aprobaba los
sacri icios animales, ni las costumbres que implicaran aplacar la
ira de Yahvé por medio de estrictos rituales.

Ya a sus 21 años, Jesús de Nazaret, comprendía toda la obra que


tenía por delante.
Desde niño fue poco a poco internalizando su doble personalidad
como hombre y Creador, la comunicación con su Padre en el
Paraíso desde niño fue directa, tanto que a sus padres les
asombraba la manera en que se dirigía a Dios.

Cumplió con todas sus responsabilidades terrenas a la perfección


y reveló el Padre Universal a todas sus criaturas, permitiendo una
mejor comprensión de su naturaleza amorosa y justa. El Hijo del
Hombre experimentó la entera gama de emociones humanas, vivió
en carne propia los deseos e impulsos igual que todo joven y logró
llevar una vida ejemplar. Muchas mujeres y hombres sintieron un
sincero amor por este hombre que dio su vida por la humanidad.

La última imagen que veremos es el momento del bautismo de


Jesús. Al cumplir los 31

años, un día anunció sin preámbulo alguno que había llegado su


hora. Salió de su lugar de trabajo, encontró a sus hermanos
Santiago y Judá y les anunció que se dirigirían al encuentro de
Juan, el Bautista.”

Entonces, presenciamos una escena en donde habı́a cientos de


personas en ilas esperando su turno para ser bautizados en el Jordá n.
Los tres hombres esperaron pacientemente su turno. Jesú s se notaba
muy sereno, observaba a todos a su alrededor y sonreı́a.

Cuando Juan reconoció a Jesú s le dijo: “¿Por qué bajas tú al agua para
bautizarte, si debo ser yo quien necesita ser bautizado por ti?” Pero
Jesú s le susurró a Juan:

“Debemos dar el ejemplo a mis hermanos que está n aquı́ junto a mı́,
para que la gente pueda saber que ha llegado mi hora”.

Luego de bautizar a Jesú s y a sus hermanos, Santiago y Judá , Juan le


pidió a la multitud que volviera al dı́a siguiente para continuar con los
bautismos.
Mientras Jesú s, sus hermanos y Juan se encontraban parados dentro del
agua, escuchamos un extrañ o sonido y una aparició n sobre la cabeza de
Jesú s exclamó : “Este es mi Hijo amado en quien tengo complacencia” .
El semblante de Jesú s cambió por completo, salió del agua en silencio y
apartá ndose de ellos se dirigió a las colinas.

Juan se le acercó y le dijo: “Ahora estoy seguro de que tú eres nuestro
Salvador”. Jesú s no pareció dar respuesta alguna, simplemente continuó
su camino.

El maestro entonces nos dijo: “Luego de este suceso, nadie volvió a


ver a Jesús durante cuarenta días.”

Nos quedamos allı́, viendo a Jesú s hasta perderse en las colinas.


Hubiese dado cualquier cosa por seguirle durante todos sus añ os de
predicació n, pero nos llegó la hora de regresar. No hubo necesidad de
que el maestro lo indicara, nos tomamos de las manos y entramos de
nuevo en un remolino de luz.

A diferencia de los viajes anteriores, volvimos al saló n circular dentro


de la puerta dorada. El maestro pronunció sus ú ltimas palabras: “Ha
culminado una nueva etapa en la expansión de su consciencia.

Jesús les guiará en su camino. El Amor de Dios es la única forma de


salir de la Matrix, ya que es lo único real, es la forma de vivir el
Reino de Dios en la Tierra. Es tiempo de oración por el futuro de la
humanidad.”

Un resplandor me cegó por un momento y al abrir los ojos ya me


encontraba en mi cama. Lo primero que harı́a al despertar serı́a
abrazar a mis padres y a mi hermana, inalmente les contarı́a toda mi
aventura. Con la imagen de Jesú s sonrié ndome, me dormı́.
Fin
Actualmente la autora ofrece cursos online y charlas presenciales de
expansió n de la consciencia para jó venes y adultos y pronto publicará la
tercera parte de este libro.

@viajesdenacho
Índice

PRIMERA PARTE

Mis amigos

Sueñ os que no son sueñ os

El maestro

La cuarta dimensió n

La Atlá ntida

Los Primeros Humanos

The Matrix

Los Ciclos Universales

La Ciudad Dorada

SEGUNDA PARTE

El Universo Astral

Melquisedec

Somos Multidimensionales

Universos Paralelos

El Centro Galá ctico

Venus y Marte

Jesú s

Fin

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