El Cuerpo Astral y Los Universos Paralelos by Natacha Henriquez
El Cuerpo Astral y Los Universos Paralelos by Natacha Henriquez
El Cuerpo Astral y Los Universos Paralelos by Natacha Henriquez
@viajesdenacho
@escuelarayounico
www.facebook.com/natachahenriquezpaneykoescritora
www.facebook.com/losviajesdenacho
ISBN-10: 1492780545
Coordinació n editorial: Andrea Vivas Ross Diseñ o Grá ico: Lorena
Henrı́quez Paneyko Diseñ o de Portada: Lorena Henrı́quez Paneyko
Fotografı́a: Marı́a Cristina Travaglio Henrı́quez Diseñ o general:
Kharolys Naranjo Este libro en formato digital solo puede ser
descargado gratuitamente de la pá gina web de Pedagogı́a 3000 y
pá ginas relacionadas con Pedagogı́a 3000, por autorizació n expresa de
la autora de la obra.
La versió n que está s leyendo, parte del libro en soporte PDF existente
en el añ o 2021 de diferentes webs de libros que existen en internet, y
que ThGem7 ha editado digitalmente para convertirlo en formato de
libro electró nico epub, mobi y azw.
AGRADECIMIENTOS
A mi esposo Luis José por enseñ arme el poder del amor; a mis padres
José Antonio y Marı́a Eugenia por siempre con iar en mı́ y animarme a
completar esta nueva obra. A mi hermano Rodrigo y a su esposa
Andreı́na por su apoyo y sus palabras de aliento. A mi hermana Lorena
y a su esposo Roberto por su increı́ble creatividad en todas las
ilustraciones.
Natacha
Dedico este libro a:
Mis hijos,
Mariagabriela,
Luis Leonardo
y Ana Karina,
Pitá goras
Edouard Schure
Nota al lector:
Mis amigos
Me llamo José Ignacio pero mis amigos me dicen Nacho. Vivo en una
pequeñ a ciudad llamada Aguamiel, mis primos que viven en la capital
del paı́s se re ieren a ella como un “pueblo”, pero para mı́ es una ciudad.
Cada vez que en la clase de religió n hablaban del cielo y del in ierno,
comenzaba a moverme incó modo en el pupitre porque esa idea de que
en una ú nica vida se decidiera nuestro eterno destino entre á ngeles o
demonios, me sonaba espantosa. A mı́ siempre me ha atraı́do la religió n
budista, esa que practican en el Tı́bet o en la India, y que pudié semos
tener varias vidas, no solo porque parecı́a de lo má s divertido haber
sido general romano, samurai japoné s, sacerdote egipcio, princesa
medieval, caballero templario o navegante vikingo, entre otras muchas
posibilidades, sino porque creo injusto que Dios nos hubiese creado
para vivir una sola vida, a unos como prı́ncipes y a otros como
mendigos, a unos con cuerpos atlé ticos y a otros paraplé jicos, a unos
bellos y a otros no tanto, y ası́, todas las enormes diferencias que los
seres humanos presentan al nacer por tener diferentes razas, o por
nacer en paı́ses ricos o pobres, o simplemente por el gé nero con el que
nacen y ni qué decir lo que las distintas religiones pueden in luenciar
en la vida de un ser humano. Si eres hijo de un mendigo o de una
persona famosa probablemente tu vida será radicalmente distinta.
Por eso, cada vez que podı́a, hacı́a preguntas que molestaban a la Madre
Teresa, nuestra profesora de religió n, por ejemplo, preguntaba si Jesú s
habı́a dicho que solo habı́a cielo e in ierno, o si má s bien la iglesia habı́a
inventado ese cuento para que los niñ os nos portá semos bien, o si Dios
habı́a creado todas las cosas por qué creó al diablo y al mal, y una que la
alteraba al má ximo: “¿Será que Dios quiere má s a unos seres humanos
que a otros?” Muchas veces la Madre Teresa me miraba entre
sorprendida e indignada y simplemente me ignoraba. Estoy seguro de
que ella, en el fondo, tambié n dudaba y por eso se molestaba tanto
conmigo.
Aquel dı́a no podı́a pensar sino en llegar rá pido al colegio. Finalmente
lo contarı́a todo, habı́a tomado una decisió n muy importante y debı́a
ver a mis amigos lo antes posible. Mamá me preguntó si me pasaba
algo, si habı́a dormido bien. ¿Có mo podı́a contestar esa pregunta?, la
miré y le respondı́ que volvı́ a dormir con
Muy emocionado decidı́ arrancar una pá gina del cuaderno y escribı́ una
nota a Rodrigo y a Ana Emilia para que me esperaran a la hora del
recreo al lado del á rbol de taparas. Ellos han sido mis mejores amigos
desde pequeñ os, Rodrigo ademá s vive cerca de mi casa y somos como
hermanos. Siempre nos hemos apoyado en todo, estaba seguro de que
podrı́a contar con ellos, o al menos era lo que esperaba.
Cuando por in sonó el timbre del recreo caminé con decisió n hacia
nuestro lugar de reunió n. Avisté a mis amigos con caras de
preocupació n viniendo hacia mı́ y cuando nos encontramos me
preguntaron si me habı́a ocurrido algo malo. Ya en varias ocasiones,
cuando me veı́an solo y pensativo en la hora del recreo, me habı́an
preguntado si me ocurrı́a algo, pero yo aú n no estaba preparado para
hablarles, ası́ que les contestaba que todo estaba bien.
Pero ası́ y todo, listo como estaba, primero necesitaba estar seguro de
que no se lo dirı́an a nadie, ası́ que hice que me prometieran silencio
absoluto. Luego de tantos formalismos tenı́an la misma cara de
asustados que yo. Nos sentamos en un banco amarillo cerca de la
cancha de bá squetbol, yo en medio de ambos.
Capítulo 2
¿En qué mundo extrañ o habı́a entrado? ¿Estaba vivo o muerto? ¿Qué
pasarı́a si un dı́a no puedo volver a mi cuerpo? Casi me vuelvo loco esa
noche con tantas preguntas sin respuesta rondando en mi cabeza. Pero
el pensamiento má s interesante era si volverı́a a sucederme lo mismo.
Comencé a observar mis manos, estas se veı́an iguales pero con má s
aire tal como los espı́ritus y fantasmas de las pelı́culas. Todo mi cuerpo
era liviano y eté reo, no obstante, al mirarme al espejo tenı́a el mismo
pelo ondulado, tambié n la misma pijama aunque habı́a una luz a mi
alrededor. En ese momento, Ana Emilia puso una cara de asombro que
casi me hizo arrepentirme de contarles todo, sin embargo enseguida
me pidió que continuara, que creı́a cada palabra que le decı́a.
El maestro
Esa tarde fui a la casa de tı́a Eugenia a continuar con mi historia. Mis
amigos me esperaban, tan ansiosos de escucharme como yo de
contarles mi aventura. Ana Emilia me dijo que no habı́a podido dejar de
pensar en mı́ y que sentı́a una gran emoció n al escucharme porque ella
tambié n cree que la vida que vemos dı́a a dı́a es solo una pequeñ a parte
de un gran universo esperando a ser explorado. Rodrigo, con cara
perpleja, me dijo que todavı́a no entendı́a mucho de todo el cuento,
pero le parecı́a tan increı́ble que esperaba con ansias la secuencia de mi
relato.
Sin má s preá mbulos, seguı́ mi narració n desde que entré en el jardı́n de
la casa como fantasma atravesando fá cilmente la pared de mi cuarto:
todo se veı́a espectacularmente brillante, los colores eran má s vivos,
má s intensos. Me gustarı́a recalcar que reinaba una gran calma, casi
podı́a respirar paz. En el fondo del jardı́n onde hay un gran á rbol de
aguacates, escuché un extrañ o ruido como de algú n pá jaro, miré hacia
las ramas y vi un animal que aunque parecı́a un pá jaro, era enorme y
sus plumas de muchos colores se abrı́an en abanico, parecı́a un pavo
real pero con patas muy grandes, como las de un á guila.
De initivamente era un animal diferente, que pertenecı́a a ese mundo
extrañ o. En ese momento sentı́ mucho asombro, estaba entrando y
comenzaba a conocer un nuevo y maravilloso mundo.
Seguı́ caminando por el jardı́n y allı́ estaban jugando mis perritas Luna
y Aly. Se encontraban encima del muro del lindero, movı́an las orejas
volando como pá jaros, pero sin despegarse mucho de la parte alta del
muro. Tambié n observé que, igual que me ocurrı́a a mı́, las perras
estaban jugando pero lotaban. Ahora esto sı́ que les va a sonar có mico:
mis perras me hablaron. Me saludaron y pidieron que las acariciara.
Bueno, no es que modularan las palabras sino que yo podı́a escuchar
sus pensamientos dentro de mi cabeza, casi por telepatı́a. Me acerqué y
las acaricié , pude sentir que la textura de su piel era diferente, má s
suave y acolchada. Me quedé allı́ un rato disfrutando de una creciente
sensació n de libertad y paz, y comprendiendo que mis perritas eran
mucho má s inteligentes de lo que nunca me hubiese imaginado.
Estaba iluminada alrededor por una luz blanca que salı́a de la propia
puerta. Aunque nunca la habı́a visto en toda mi vida, la reconocı́, como
si en algú n lugar de mi mente se ocultara un recuerdo relacionado con
aquella puerta.
La cuarta dimensión
El hombre, con una voz muy serena, comenzó a hablar: “Bienvenido
seas a este mundo, y aunque solo es uno de muchos mundos en los
que habita tu Ser sin que seas consciente de ello, para los seres
humanos este es muy importante. No temas, tú no estás muerto,
más bien podríamos decir que estás más vivo que los demás,
muchos viven encerrados en las cuatro paredes del mundo de tres
dimensiones del que vienes.”
“Así como todos los seres humanos tenemos un cuerpo ísico del
cual estamos conscientes, el Ser Humano es mucho más complejo y
tiene otros cuerpos diferentes del ísico. Estos cuerpos tienen una
vibración más rápida a la del cuerpo ísico y por esta razón no
pueden verse en la tercera dimensión – o mundo ísico – a menos
que abramos el tercer ojo que es un centro de energía que está
ubicado en el entrecejo.
Para complicar aú n má s las cosas, me dijo: “El mundo astral tiene
regiones que dependen del nivel de consciencia espiritual de los
seres que las habitan. Dependiendo del nivel de consciencia que
tenga tu Ser vives en ciudades astrales luminosas, llenas de paz,
amor y belleza o lugares iguales a lo que las religiones del planeta
Tierra describen como in ierno. En este momento nos
encontramos en el astral medio que es muy hermoso y luminoso,
remarcó.” Esto me tranquilizó mucho. La luz y la oscuridad, el mundo
de los opuestos seguı́a existiendo en el mundo astral.
La Atlántida
Ana Emilia se rio y me preguntó có mo me habı́a sentido despué s de
haber sido astronauta en una noche.
¿Será que todos podemos hacer eso? Le respondı́ que estaba seguro de
que todas las personas podı́an lograrlo en algú n momento de su
existencia y tambié n sentir, no solo su cuerpo astral, sino los demá s
cuerpos de los cuales hablaba el maestro, pero que parecı́a que a cada
quien le llegaba su momento, justo cuando se está preparado para
hacerlo.
Todo era muy hermoso, las edi icaciones eran muy altas y tenı́an formas
diferentes. En medio de los edi icios habı́a plataformas con conexiones
hacia los otros edi icios. Tambié n habı́a unos lugares enormes y planos
con varios niveles, allı́ se apreciaban vehı́culos de formas ovaladas,
unos suspendidos en el aire y otros estacionados. Lo que má s me llamó
la atenció n es que estaba nevando copiosamente. Los vehı́culos en los
cuales se trasladaba la gente, aunque circulaban a alta velocidad, lo
hacı́an muy ordenadamente.
Hoy nos hemos reunido aquı́ tal y como se habı́a dispuesto luego de la
explosió n ató mica. Cada dı́a nuestra civilizació n va hundié ndose má s y
má s, sin otra cosa que podamos hacer má s que esperar. Han pasado
muchas eras desde el nacimiento de nuestra civilizació n en la Tierra.
Hemos alcanzado todas nuestras metas cientı́ icas y tecnoló gicas. Pero
nos olvidamos del Absoluto, de nuestro Creador y de que la ciencia y la
tecnologı́a no son má s que manifestaciones humanas que, sin un
objetivo de evolució n, pueden tornarse en nuestra contra.
Creı́mos que podı́amos jugar a ser dioses sin consecuencias, pero nos
equivocamos.
“Dios está por encima del bien y del mal.” Esto me dejó impactado,
ya que para mı́ era obvio que Dios debı́a ser parte ú nicamente de la Luz.
Pero el maestro como leyendo mi pensamiento a irmó : “La mente
humana solo concibe las cosas incluidas en el mundo de los
opuestos, pero esto no es así en el resto del universo. Así como el
tiempo en realidad no existe, tampoco para Dios existen los
opuestos. Cuando el Ser nace de Dios, comienza a experimentar
todas las manifestaciones posibles, desde un simple mineral,
pasando luego por todas las especies vegetales en millones de
mundos, después se mani iesta en animales de todas las especies,
en todos los planetas, hasta que inalmente llega a ser humano.
Como ser humano, el Ser debe experimentar todo lo imaginable
para así poder evolucionar. Es a través del Ser que Dios habita su
propia creación.”
Esto sı́ hizo que mis amigos se asombraran, una cosa era que yo les
contase de mis viajes y otra que ellos los experimentaran y disfrutaran
conmigo. Se emocionaron mucho, Rodrigo parecı́a má s bien dudoso,
pero Ana Emilia realmente estaba emocionada. Fue muy impactante
para mı́, y luego para mis amigos, descubrir que la historia de la Tierra
que conocı́amos podı́a ser completamente diferente y que quizá
estuvié semos viviendo el comienzo de algo que cambiarı́a radicalmente
nuestra percepció n de la historia de los seres humanos en nuestro
planeta.
Tambié n les expliqué algo que me habı́a estado pasando. Cada vez que
despierto en la mañ ana me siento má s consciente de mi Ser y tengo
experiencias durante el dı́a como si recordara cosas que ya sabı́a.
Ana Emilia fue la primera en hablar. Estaba muy emocionada, y nos dijo
que pensaba que no solo era ló gico sino necesario para la evolució n que
volvié semos a la Tierra junto a nuestros seres queridos y no tan
queridos para continuar aprendiendo. Nos contó tambié n que una
sobrina de cinco añ os, luego de que su tı́a le diera una nalgada se volteó
y le reclamó : “Cuando fui tu papá yo nunca te pegué ”. La tı́a quedó
pasmada y dijo, para admiració n de todos en la familia, que aquel tipo
de comentario era muy comú n en su hija. Varias veces habı́a hecho
señ alamientos de cosas que solo podı́a haber sabido su abuelo que
habı́a muerto hace diez añ os. Ası́ que para Ana Emilia era má s bien una
tranquilidad ir descubriendo, con el relato de mis experiencias, que la
muerte era realmente una continuidad hacia otra nueva vida.
El maestro nos explicó que hace muchas vidas nuestros seres habı́an
acordado encontrarse a comienzos del siglo XXI para emprender esta
misió n. Esta es una era de cambios para toda la humanidad. Nada de
esto era casualidad, y está bamos preparados, desde hace muchos añ os,
para la aventura que vivirı́amos juntos.
Ana Emilia se nos acercó y a irmó que ası́ se sentı́a ella, como si esto
fuese lo que siempre estuvo esperando.
El maestro nos dijo que nos tomá semos de las manos otra vez. De
pronto salimos volando hacia adelante, desplazados por una energı́a
que nos hizo entrar por un tú nel nuevamente. Segú n nuestro guı́a,
avanzarı́amos unos quinientos mil añ os desde ese momento hacia el
futuro.
Al salir del tú nel, nos internamos – una vez má s– en una gran selva. El
sonido del agua se escuchaba muy cerca. Avanzamos hacia un claro y
frente a nosotros observamos una enorme cascada que desembocaba
en un caudaloso rı́o. En una parte menos profunda del rı́o, notamos
có mo tomaban agua unos animales que hacı́an pareja, un macho y una
hembra. Se parecı́an mucho a los anteriores animales que habı́amos
observado cazando el jabalı́, pero tenı́an menos pelos en el cuerpo,
medı́an má s o menos un metro con veinte centı́metros, sus piernas eran
má s largas y los brazos má s cortos.
The Matrix
A la mañ ana siguiente, desperté porque mi mamá me trajo el telé fono:
“Es Ana Emilia, ya te ha llamado tres veces pero estabas tan
profundamente dormido que no quise despertarte, parece muy
emocionada por algo…” Hablé con Ana Emilia y quedamos en
encontrarnos una hora má s tarde en su casa, ya ella habı́a hablado con
Rodrigo quien fue el primero en despertarse.
Era una carpa gigante de color gris, ovalada y con dibujos en forma de
rombos encima de ella. Percibı́ una presencia cerca de mı́ que me
guiaba pero no la podı́a ver, de pronto la presencia me habló desde mi
cerebro, dicié ndome: “Tú no eres bienvenido en el sitio al cual vas a
entrar”. Me explicó que si me veı́an, actuara como si ignorara dó nde me
encontraba, que actuara con tranquilidad, y tratara de no hablar con
nadie. Debı́a seguirle la corriente a quien me dirigiese la palabra. Me
extrañ ó mucho escuchar esas instrucciones, porque no sabı́a que en el
mundo astral uno podı́a encontrarse con seres tan poco amistosos. Aun
ası́ decidı́ que valı́a la pena arriesgarse a investigar qué estaba pasando
dentro de esa enorme carpa.
Presté atenció n a las palabras de uno de los seres oscuros. Este decı́a:
“Ustedes pertenecen al estado, el estado es su dios. Entreguen su
libertad y el estado los protegerá . Este es el sistema al cual ustedes
deben pertenecer. El comunismo es el camino del triunfo. Todos son
iguales, nadie podrá ser má s exitoso que otro. Todo es de todos. El
estado te hará feliz.” Los seres repetı́an una y otra vez estas frases.
Llegué hasta la puerta dorada y allı́ estaban mis amigos Rodrigo y Ana
Emilia, nos saludamos con la mente y nos dirigimos hacia el maestro
que nos llamaba. Nos explicó que este ú ltimo viaje guiados por é l serı́a
en dos etapas.
Primero nos mostrarı́a el posible futuro del planeta Tierra y luego nos
explicarı́a el resto. Antes de proseguir nos dijo que lo que está bamos
por visualizar ya habı́a ocurrido varias veces en el planeta Tierra y que
antes de entrar por la puerta dorada debı́amos abrir el corazó n para
entender el proceso desde allı́ y no con la cabeza.
Nos hizo señ as para que nos acercá semos a la puerta dorada. “Este es
mi tercer viaje con ustedes.
Recuerden siempre que no todos están dispuestos a renunciar a la
comodidad de la ignorancia. No se desesperen en cambiar la forma
de pensar de los demás, a todos les llega su hora, tarde o
temprano. Cada quien tiene la libertad de elegir salirse o no de
Matrix. En el futuro cercano volveremos a vernos.” Me entregó la
llave y luego de hacerla girar en la cerradura de la puerta dorada nos
adentramos, muy emocionados. Allı́ estaba esperá ndonos el libro y su
ojo dentro del triá ngulo nos contemplaba.
Pero aun habiendo sido avisados por sus maestros, más bien
crearon un mayor caos.
La Ciudad Dorada
Al inalizar estas palabras volvimos a sentir una gran energı́a que nos
impulsaba hacia el tú nel, luego de ver las estrellas pasar a toda
velocidad a nuestro alrededor llegamos al lugar en donde se encuentra
el libro del ojo. El maestro entonces nos comunicó lo siguiente:
“Algunos de los sobrevivientes de la Atlántida y de otra gran
civilización llamada Lemuria, así como diferentes humanos de
otros planetas han reencarnado y vivido desde hace mucho tiempo
en el planeta Tierra. Muchos se han mezclado con los humanos ya
que su aspecto es muy similar y han intentado ayudar a la raza
humana, especialmente en el campo cientí ico.
Finalmente, llegamos al inal del tú nel, está bamos parados en un sitio
plano donde fuimos recibidos por varias personas que nos observaban
con curiosidad. Una de ellas era una mujer joven y esbelta, su piel era
tan blanca que má s bien parecı́a traslú cida, tenı́a el pelo amarillo claro
cortado casi al ras. Sus ojos eran grandes y de color violeta. Nos dijo
amablemente que ella serı́a nuestra guı́a.
Lo primero que noté fue la claridad, pese a que nos encontrá bamos
debajo de la tierra, como si fuese de dı́a, pero sin sol. En ese momento la
guı́a comenzó a hablarnos mientras caminá bamos. “Mi nombre es
Anika, aunque está n observando mi cuerpo astral, vivo en esta ciudad
en mi cuerpo fı́sico. Nacı́ aquı́, en esta llamada Ciudad Dorada y nunca
he salido fuera de ella. Muchas cosas de las que van a observar existen
en el mundo fı́sico, pero otras aú n no hemos logrado materializarlas.
Anika nos pidió que subié ramos y nos sentamos en unos asientos
colocados en lı́nea. Ella subió y se sentó junto a mı́, delante de nosotros
estaban Rodrigo, Ana Emilia y el maestro. Anika nos dijo que el vehı́culo
se manejaba con su pensamiento. De pronto comenzamos a circular por
la calle que era má s bien estrecha, habı́a personas caminando y se
observaban locales como tiendas y lugares para comer a lo largo de la
calle.
Yo por ejemplo vivo en esta ciudad, tengo a mis padres y dos hermanos,
pero tambié n tengo consciencia de que vivo en un universo paralelo en
el cual soy una cientı́ ica que se dedica a hacer experimentos con el
agua. Allı́ tengo un esposo y una hija que me acompañ an en mis viajes.
Mi Ser tiene consciencia de que vivo allı́ y tambié n acá en la Ciudad
Dorada, y yo tengo chispas de consciencia de vez en cuando, en especial
cuando duermo, que me recuerdan que estoy evolucionando en
diferentes niveles y realidades todo el tiempo. Pero esto no solamente
ocurre en el mundo astral sino tambié n en el mundo fı́sico, es decir,
aunque ustedes no tengan consciencia, existen universos paralelos
fı́sicos en los cuales vive su Ser y está evolucionando continuamente.
Anika nos explicó que el agua estaba energizada con esa piedra
originaria de la constelació n de Orió n y que ademá s se utilizaba para
abrir el tercer ojo. Me sentı́ inmensamente feliz.
Seguimos el riachuelo y llegamos a un pozo en donde se veı́an unos
del ines nadando. Anika nos pidió que nos metié semos dentro del pozo.
Comencé a entrar en el agua y fue una de las sensaciones má s fabulosas
nunca imaginadas, no me mojaba. Ası́ de simple, era agua pero no
mojaba, podı́a pasar mis dedos por ella y sentı́a la sensació n de que era
lı́quida pero sin empaparme.
Anika nos dijo: “Este lugar existe en la ciudad ísica, pero como
están en la ciudad astral les voy a regalar una maravillosa
experiencia. Yo soy la guardiana de este pozo y los del ines que
observan son mis amigos. Ellos son seres extraordinarios y muy
evolucionados que son capaces de modi icar los estados
energéticos de los seres humanos en unos minutos. Debido a que
se encuentran en el mundo astral, van a sentir como respiran agua
sin ahogarse. Ahora entren al agua a jugar con los del ines,
permítanles guiarles hacia las profundidades del pozo.” Sin
pensarlo dos veces, nos metimos los tres al agua y cada uno abrazó a un
delfı́n para nadar. Es la sensació n má s hermosa que he sentido,
acariciaba a mi delfı́n y sentı́a el traspaso de su energía a mi cuerpo.
Puedo describirlo en una sola palabra: Alegría. Observé a mis
amigos nadar cerca de mí, tenían caras de total placer. Bajamos
hacia el fondo del pozo, había muchos peces de colores y otros
animales marinos extraños. Respirábamos el agua, me creí
totalmente libre. Luego de nadar un largo rato subimos a la
super icie y aunque me hubiese podido quedar allí durante
muchísimo tiempo más Anika nos dijo que ya era hora.
Nos pidió que nos agarrá semos de las manos porque ya era momento
de volver. Asimismo nos solicitó que escribié semos todas nuestras
experiencias para que el recuerdo no se diluyera en la mente fı́sica. Nos
dijo que casi todo lo que habı́amos visto existı́a tanto en el mundo fı́sico
como en el astral. Pero que la entrada a la Ciudad Dorada no serı́a
revelada a los seres humanos hasta dentro de un tiempo y solo se hará
por medio de otras dimensiones, ası́ que só lo aquellos cuya consciencia
esté despierta podrá n conocer el lugar.
De pronto comenzamos a sentir como nuestras manos se disolvı́an y
poco a poco nuestros cuerpos entraban de nuevo en el tú nel pero esta
vez sentı́amos que nos atraı́an hacia arriba. Cuando llegamos a la
super icie nos miramos sin decir palabra alguna. Lo que acabá bamos de
vivir estaba fuera de toda imaginació n. El maestro entonces pronunció
sus ú ltimas palabras antes de volver al mundo fı́sico: “Recuerden
siempre que más allá de todas las experiencias que han vivido se
encuentra Dios, solo en Él debemos tener Fe y rezarle desde el
corazón; esto es lo más importante.
El Universo Astral
En estos ú ltimos meses mi vida y la de mis amigos ha cambiado para
siempre. La realidad no es lo que creı́amos y cada dı́a lo con irmamos,
no só lo con nuestros viajes en el mundo astral, sino a travé s de nuestros
sueñ os que, poco a poco, se han ido tornando má s claros y numerosos.
Ahora, al despertar por las mañ anas, mi primer pensamiento es para
Dios, le doy las gracias por la paz y la alegrı́a que siento crecer dentro
de mi alma y por permitirme experimentar otra parte de su creació n.
Luego, me concentro en recordar todo lo que puedo de mis sueñ os y de
los viajes en el mundo astral.
Una vez, Ana Emilia se encontró con un leó n que, mientras lo acariciaba
como si fuese un cariñ oso gato transmitié ndole amor, é l le retribuı́a con
una fuerte energı́a de poder. Ella nos dijo que esa sensació n la estuvo
sintiendo durante muchos dı́as y que cada vez que lo necesitaba acudı́a
a su amigo el leó n para intercambiar energı́as. Que quizá s si vivié semos
en armonı́a con la naturaleza podrı́amos tener una relació n especial y
enriquecedora con cualquier animal de la tierra. En esto creo que tiene
toda la razó n, pues mientras nosotros los humanos, supuestamente los
seres má s inteligentes del planeta, hemos ido destruyendo poco a poco
la hermosa naturaleza creada por Dios, los animales só lo han intentado
sobrevivir.
Ella le dijo a Rodrigo que se sentı́a en paz y que sabı́a que su muerte, a
temprana edad, habı́a sido parte de un aprendizaje necesario para ella y
para su familia.
Ella le pidió que les dijera que los amaba muchı́simo, que al dejar su
cuerpo fı́sico se sentı́a con muchı́sima energı́a y que todo habı́a
ocurrido exactamente como ella lo habı́a dispuesto antes de su
nacimiento. Rodrigo imaginaba que el hermano de la niñ a quizá s
recordarı́a este encuentro como parte de un sueñ o.
Tambié n nos dijo que aunque tenı́a aspecto de niñ a cuando hablaba
parecı́a una persona mayor con mucho conocimiento. Le preguntó
porqué ella decı́a que habı́a tenido una vida perfecta dado que habı́a
escogido su enfermedad y muerte temprana. Ella le respondió lo
siguiente: “He vivido muchas vidas fı́sicas en este plano de existencia y
en una vida anterior mis padres fueron mis hermanos. Vivimos en una
granja en Francia en el siglo XIX y yo era el hermano mayor. Para que yo
pudiese estudiar, mis hermanos se quedaron ayudando a mis padres en
la granja. Logré ir a la universidad en Parı́s y me convertı́ en mé dico.
Mis hermanos sentı́an una gran envidia porque no habı́an podido salir
de la granja, ambos murieron jó venes antes de yo regresar de la ciudad
y no los volvı́ a ver. Al plani icar la reencarnació n en esta nueva vida,
acordamos que yo vivirı́a poco, pero que eso harı́a que nos unié semos
en un sentimiento de amor profundo y que habrı́a un aprendizaje
mutuo. Eso nos darı́a la oportunidad de balancear nuestro karma y de
experimentar diferentes emociones que sanarı́an nuestras relaciones.
Son muchos los aspectos de mi personalidad en los cuales deseo seguir
creciendo y pronto seguiré mi camino hacia planos superiores para
plani icar mi pró xima existencia. En esa misma vida, en Francia en el
siglo XIX, tú fuiste mi maestro en la universidad, me enseñ aste todo lo
que sabı́as acerca del funcionamiento del cuerpo y la mente, por eso me
acerqué a ti ahora, para ayudarte a recordar parte del conocimiento que
ya tienes.
Todos venimos al planeta tierra en un cuerpo fı́sico para vivir
experiencias justamente en una densidad de materia especı́ ica.
Algunos pasan la vida pensando que es un castigo vivir en la tierra y
que estarı́an mejor en el cielo, pero no recuerdan que ya estuvieron allı́
y que justamente decidieron vivir la experiencia en la tercera
dimensió n, porque deseaban aprender a traer la luz a la materia.
Creemos que estarı́amos mejor sin cuerpo fı́sico, olvidando que es el
mayor regalo de Dios para nosotros porque sin este serı́amos incapaces
de experimentar esta parte de su creació n. Tú dedicaste parte de esa
vida como doctor a comprender el funcionamiento de los pensamientos
y emociones, de su impacto en el cuerpo fı́sico. Me enseñ aste que
somos aquello en lo que creemos, que nuestros lı́mites se encuentran
en nuestra mente y que vemos la realidad de acuerdo a lo que
escogemos. Estabas muy cerca de lo que hoy en dı́a a irman los fı́sicos
cuá nticos.” Ambos se sonrieron al reconocerse mutuamente, Rodrigo
nos dijo que se sintió muy feliz de haberla encontrado de nuevo,
aunque no recordaba los detalles de aquella vida de la cual le hablaba.
He visitado ciudades de este planeta, pero a veces no logro saber cuá les
son porque, aunque se parecen a las ciudades fı́sicas, no son iguales a
estas. Entro en las casas y veo có mo viven las personas, quizá esto
parece un entrometimiento pero a veces mi curiosidad es demasiada.
Muchos seres duermen y sus cuerpos astrales apenas se alejan de sus
cuerpos fı́sicos, mientras a otros me los encuentro en situaciones
diversas: jugando fú tbol, comiendo, bailando o pintando. Entro de vez
en cuando en escenarios muy confusos, podrı́a llamarlos hasta
grotescos, veo unos cuerpos encima de otros, casas partidas por la
mitad con objetos regados por todos lados y habitadas por personas
con caras de miedo.
Ası́ mis amigos y yo hemos tenido, poco a poco, mayor control sobre
nuestros cuerpos astrales, pero no todo el tiempo podemos decidir a
dó nde ir. A veces me encuentro con corrientes de energı́a que me
arrastran hacia sitios que no deseo ir. A veces observo escenarios en la
ciudad bastante extrañ os y debo recordarme con frecuencia que no
debo juzgar el mundo astral desde mi mente fı́sica. Entiendo que si los
pensamientos y las emociones de los habitantes de un lugar son
confusos, eso se re leja claramente en la parte astral de la ciudad.
Melquisedec
Finalmente, una noche sentı́ una fuerza que me impulsaba a volver a las
piedras de la montañ a detrá s de mi casa. De un solo pensamiento me
dirigı́ allı́; al llegar, distinguı́ al maestro que se encontraba sentado con
un gato entre las piernas. El maestro y el gato hablaban tranquilamente
como si se tratara de dos personas. El maestro me observó complacido
de que hubiese llegado y me dijo: “Querido Nacho, me alegra mucho
verte de nuevo. Les he contemplado a los tres durante todo este
tiempo, sé que han logrado sobreponer cada vez con más fuerza su
voluntad por encima de sus impulsos, pero recuerden que dejarse
llevar por las emociones no es un error. Son los sentimientos los
que indican qué área de la vida ísica debemos equilibrar.
Prestándoles atención sabremos qué mensaje nos está dando
nuestro Yo Superior. Es a través del cuerpo astral como el Ser
evoluciona en aspectos emocionales que, si no se resuelven en
dicho plano, luego se re lejan en el cuerpo ísico en forma de
dolencias o enfermedades.
También los Seres pueden plani icar varias vidas al mismo tiempo,
por ejemplo, si un Ser tuvo una vida con muchas oportunidades
laborales, pero fue poco perseverante, no le interesaba trabajar y
nunca se esforzó por superarse, podría entonces proyectar una
vida sin encontrar trabajo, lo cual creará la voluntad interior para
que en la siguiente vida lo desee fervientemente, lo logre
conseguir y así desarrolle cualidades inherentes al trabajo.
Grandes proyectos cientí icos, tecnológicos o espirituales
requieren de varias vidas para llevarse a cabo, dichos Seres
plani icarán entonces una continuidad en las características de
esas vidas hasta completarlos.
Ana Emilia entonces hizo una re lexió n: “Desde que comencé a realizar
viajes astrales conscientes recuerdo una mayor cantidad de sueñ os. A
veces siento que son reales, pero enseguida descarto la idea porque son
situaciones totalmente alejadas de mi realidad. Veo desenlaces caó ticos
para algunas experiencias fı́sicas, enfermedades que terminan en
muertes o accidentes graves en los cuales estoy involucrada. Me
encuentro con personas que jamá s he conocido; o mis familiares y
amigos se encuentran haciendo cosas que encuentro descabelladas.
Pregunto entonces, ¿qué son los sueñ os?, ¿porqué algunos parecen tan
reales?”
Por eso es tan importante recordar los sueños, porque son reales.
Son re lejo de las otras manifestaciones de tu propio Ser. Muchas
veces nuestro Ser nos envía mensajes, los cuales nos hacen
reconocer talentos que anteriormente desconocíamos. En el caso
de Ana Emilia, uno de sus otros “yo” sabe tocar muy bien el piano,
otro es un experto domador de animales, y todo esto es parte de su
Ser. Todos los “yo” están interconectados a través de la consciencia
del Ser.
Somos Multidimensionales
A la mañ ana siguiente, ni siquiera nos llamamos por telé fono, ya
sabı́amos que al despertar nos encontrarı́amos en la plaza.
Ana Emilia en seguida sugirió que fué semos a casa de tı́a Eugenia quien
parecı́a coleccionista de objetos y quizá s en alguno de sus cuartos
guardase un espejo. Al llegar encontramos a tı́a Eugenia en su lugar
favorito, la cocina, luego de pasar horas en su huerto, escogiendo
aquello que necesitaba. En ese momento tenı́a en la mesa zanahorias,
bró colis, tomates, berenjenas, cebollas y varias yerbas aromá ticas, todo
recié n cosechado con sus raı́ces.
Nos recibió con mucho cariñ o y le explicamos que está bamos buscando
un espejo de cuerpo entero. Sin preguntarnos para qué lo
necesitá bamos nos indicó que en el cuarto del fondo del patio, cerca del
gallinero, detrá s de un viejo piano, habı́a un espejo pivotante grande
que podı́amos agarrar. Que no le importaba que nos lo llevá semos
porque ası́ hacı́a espacio en la casa.
Además, cada cuerpo ísico tiene no solo uno sino varios cuerpos
astrales. Cada uno de los cuerpos astrales desarrolla su
personalidad en escenarios que no eligieron en su presente vida
ísica.
Debido a que son parte de un mismo Ser, serán atraídos hacia ese
cuerpo y si así lo deciden ocuparán momentáneamente ese
cuerpo. Recordarán parte de lo que ese otro “yo” ha vivido en esa
otra vida, pero no todo. Quizás se encuentren en la situación de
relacionarse con personas desconocidas y queden desconcertadas
porque su personalidad estará alterada. Si deciden entrar en su
otro “yo” actúen como mejor puedan, luego de dejar ese otro “yo”,
este seguirá su vida como siempre. Intenten no juzgarse, acéptenlo
como parte de su mismo Ser. También es posible que se relacionen
observándose y quizás hasta entablen una conversación de “yo” a
“yo”; esto dependerá del grado de evolución de ambos. La decisión
en relación a cuál de sus vidas van a entrar, ya lo ha decidido su
Ser Superior.
Nos despidió colocando sus manos sobre nuestras cabezas. Sentı́ una
fuerte energı́a y una luz que se me metı́a por el entrecejo, vi un
remolino y me encontré en mi cama, eran las 2:22 am. No me sentı́a con
un intenso frı́o como otras tantas veces, pero sı́ estaba muy ansioso por
ver a mis amigos. Me quedé dormido observando el espejo frente a mi
cama, no podı́a ni imaginar que por allı́ se encontraba uno de mis otros
“yo” haciendo quié n sabe qué cosa.
Capítulo 13
Universos Paralelos
A la mañ ana siguiente, nos reunimos en casa de Ana Emilia a la hora del
almuerzo para una parrilla. Su mamá cumplı́a añ os y, como nuestros
padres eran amigos, nos reunimos todos para celebrar.
Yo estaba muy ansioso por sentir la vibració n y quizá s eso hizo que
tuviese que esperar má s tiempo del usual, puesto que tuve que hacer la
relajació n varias veces. Al inal, me entregué a la voluntad de Dios,
luego de no sé cuá ntas vueltas de la estrella de cinco puntas y de
respirar profundamente, sentı́ la vibració n en mi cabeza, muy
intensamente en el entrecejo y luego en todo mi cuerpo. Decidı́
incorporarme y me coloqué frente al espejo.
Observé mi imagen calmadamente, tenı́a un resplandor de varios
colores alrededor del cuerpo, pero mi cara era la misma. Haciendo un
gran esfuerzo de voluntad, caminé hacia el espejo y lo atravesé . No sentı́
ni remolinos, ni fuerzas extrañ as, ni vi colores brillantes.
“yo”, le dije que todo estaba bien y, aunque me miró extrañ ada, nos
tomamos de la mano y comenzamos a caminar hacia la feria.
Llegué a una casa muy parecida a la mı́a. Caminé por los pasillos y todo
se veı́a muy ordenado. Los pisos tenı́an alfombras, miré en varias
habitaciones sin encontrar a nadie, en una de las habitaciones habı́a
varios portarretratos y los tomé a ver si lograba reconocer a alguien
que se re iriese a mı́ mismo. Una de las fotos era un retrato de un viaje
hecho en familia, donde habı́a unos niñ os que cabalgaban en unos ponis
cerca de una montañ a muy hermosa, los ponis eran del tamañ o de unos
perros grandes y los niñ os se divertı́an mucho. En un instante me
trasladé a ese momento, como si yo mismo lo hubiese vivido. Habı́a
otras fotos de momentos de viajes en familia pero no me acerqué a
detallarlas, en verdad querı́a encontrar a alguien en esa casa.
Entré en una habitació n que tenı́a una cama grande de color marró n
oscuro como madera, habı́a un mueble frente a la cama y allı́ en otro
portarretrato observé a una pareja en lo que parecı́a ser la foto del
momento de su unió n en matrimonio. La mujer no llevaba un vestido
blanco, sino uno de muchos colores como hecho a mano y una corona
de lores blancas, la actitud de ambos denotaba que habı́a sido un
momento de felicidad. Seguı́ caminando mientras intentaba encontrar a
alguien. Al continuar el recorrido salı́ por una puerta y en el exterior
observé a una mujer de pelo marró n claro y liso, con sus dos hijos, a un
joven y a una joven de unos 17 o 18 añ os que parecı́an estar saliendo al
colegio porque su ropa era como de uniforme.
Me con irmó que sı́, que habı́an hecho viajes a muchas ciudades y
planetas. Me asombré y le dije: “¿Ustedes viajan a otros planetas?”. Y me
dijo: “Mantenemos un estrecho contacto con seres de otros lugares de
la galaxia y formamos parte de la hermandad galá ctica”, y me señ aló
hacia arriba mostrá ndome una enorme nave matriz que cruzaba el cielo
muy cerca de nosotros; me quedé anonadado. Me dijo que habı́an ido a
Venus donde las personas eran de raza muy blanca, en cambio los de
Marte eran má s bien dorados o amarillos. Mientras hablá bamos se
colocó en el suelo haciendo la parada de manos pero con la cabeza y
comenzó a elevarse un poco del suelo, pensé que la gravedad en esta
Tierra paralela no era igual a la de mi realidad. Parecı́a tener un nivel
vibratorio intermedio entre el mundo astral y el fı́sico. De pronto me fui
de allı́, ası́ sin má s, no pude controlar quedarme y averiguar má s acerca
de esa realidad, simplemente en un instante me hallé en mi cama.
Allı́ me quedé , menos mal que el dı́a siguiente serı́a domingo porque no
dormı́ en toda la noche. Estaba realmente conmocionado, ya que lo que
al principio pensé que era una aventura má s, habı́a trastocado todo mi
sistema de creencias. No tenı́a duda alguna de que esos otros
muchachos formaban parte de mi Ser tambié n, amaba a esos padres, a
todos mis hermanos y tambié n a mi novia, esos mundos eran tan reales
como este. Y está n al atravesar el espejo de mi cuarto, increı́ble de
verdad. Cuá n in inito se me estaba haciendo todo. Pero a pesar de esto,
mi consciencia se ha estado expandiendo a tal punto que lo aceptaba
sin tantos problemas ni prejuicios.
Al reunirnos, Rodrigo nos dijo que le habı́a dado mucho miedo pararse
frente al espejo y decidir dar el primer paso, pero que lo habı́a
superado. Apenas logró atravesar el espejo salió al otro lado de una vez
y sintió que estaba en su otro “yo”, un hombre mayor. Se encontraba
bajando por unas escaleras mecá nicas, vio a lo lejos lo que parecı́a un
enorme centro comercial.
Luego no pudo volver a dejar su cuerpo fı́sico para saber qué habı́a
ocurrido. Sintió claramente que é l era este señ or, y cuando su esposa le
dijo que su hijo habı́a tenido un accidente se desesperó porque lo
amaba inmensamente. Se quedó muy angustiado en su cama, con
sentimientos confusos acerca de lo que habı́a percibido.
Ella tenı́a dos hermanas mayores que no se encontraban allı́, pero pudo
ver sus fotos en varios cuadros familiares que estaban en las paredes,
nos dijo que las imá genes tenı́an movimiento y cambiaban a cada
momento. Ası́ pudo ver có mo su familia habı́a viajado por muchos
lugares de ese mundo pero sin reconocerlos. Se emocionó mucho
cuando se le montaron encima dos animales parecidos a unos osos
koalas. ¡Eran sus mascotas! Los acarició y abrazó con mucho cariñ o. De
pronto sintió có mo su otro “yo” deseaba apoderarse nuevamente de su
mente y volvió a su cuerpo fı́sico, igual que Rodrigo y yo, sin volver a
atravesar el espejo.
Pero allı́ en la plaza, sintié ndonos una sola persona, a nuestra mente le
costaba mucho entender la situació n.
El Centro Galáctico
Esa noche me acosté y lo que má s le pedı́ a Dios fue luz. Necesitaba
integrar estas nuevas experiencias y me estaba costando aceptar como
reales a mis otros
El lugar parecı́a una escuela porque habı́a varios jó venes como yo,
sentados en el piso alrededor del maestro. Habı́a confortables cojines
tambié n de colores y el maestro me hizo señ as para que me sentara
junto a los demá s. Al poco rato me asombré al ver entrar a Ana Emilia y
a Rodrigo. Se acomodaron cerca de mı́, nos miramos sorprendidos de
encontrarnos allı́, está bamos maravillados de la belleza del lugar.
Entonces comenzamos a escuchar las palabras del maestro.
Una joven muy hermosa, de tez azulada y pelo casi blanco, preguntó si
nuestra consciencia fı́sica estaba al tanto de nuestros viajes a otras
dimensiones; el maestro le respondió que desde hacı́a un tiempo nos
está bamos conectando con diferentes dimensiones, entre ellas con el
cuerpo astral, y gracias a ello podı́amos estar allı́ de forma despierta.
Durante un tiempo aprenderá n de sus experiencias fı́sicas y ellos de sus
vidas en el mundo astral. Tras esta introducció n, los presentes nos
dieron la bienvenida acercá ndose a nosotros uno a uno, tomá ndonos de
las manos y sonriendo cariñ osamente. Yo percibı́ un gran cariñ o y
respeto, como si les conociera de toda la vida.
Esta vez no tuve que quitarme los zapatos, seguı́ caminando hasta el
interior de la casa. Los alumnos estaban mecié ndose en columpios
hechos de lores y ramas con frutas, la joven blanca de tez azulada me
señ aló uno de los columpios, me elevé hasta sentarme y comencé a
balancearme. Seguı́an llegá ndome divinos olores que me hacı́an sentir
diferentes emociones.
El maestro nos animó a preguntar y esta vez fue Ana Emilia quien
intervino: “¿Si todo ocurre en un mismo momento, podemos cambiar el
futuro?” El maestro respondió : “Me complace que hayas
comprendido el alcance de lo aquí referido. No solo se puede
cambiar el futuro, sino que también se puede cambiar el pasado. Si
mentalmente cambiamos la naturaleza de nuestro pasado
estaremos in luyendo en sus efectos futuros, es decir, nuestro
presente. Igualmente, con cada gesto de nuestro presente
in luimos en el futuro. La distancia entre los distintos sucesos que
ocurren en nuestra vida no es causada realmente por los siglos o
años que transcurren, sino por una separación psicológica de
nuestra mente ya que le es di ícil, por su estructura, concebir el
tiempo de otra forma que no sea lineal”.
Con esto no estoy diciendo que no sea real, y que todo esto sea una
alucinación, les estoy indicando que lo que para ustedes es un
espacio para otros Seres que habitan otras realidades ese
concepto no existe y por lo tanto su consciencia se encuentra en un
nivel diferente.”
Nos pasamos toda la tarde mecié ndonos en los chinchorros del patio,
conversando acerca de todo lo que está bamos viviendo.
Lo primero que percibı́ a lo lejos fue una mú sica que llenaba todo el
espacio, era lo má s hermoso que hubiese escuchado en la vida. Al
principio pensé que escuchaba só lo con los oı́dos, pero luego
comprendı́ que cada nota tocaba mi corazó n y me hacı́a sentir
nuevamente diversas emociones.
“Estás haciendo una pregunta que todos nos hemos hecho tarde o
temprano. Y nos alegra mucho que la hayas verbalizado. Gracias a
Dios, la creación en el mundo ísico ocurre de manera lenta. Por
esto justamente es un lugar de aprendizaje para comprender los
procesos de creación de la materia. Si todos los pensamientos y
emociones se manifestasen de forma inmediata en el mundo
ísico, no habría posibilidades de recti icación. Observamos lo que
materializamos de forma lenta para poder aprender a controlar y
enfocar nuestros pensamientos y emociones de la forma más
apropiada para nuestra evolución. El mundo ísico es como si
hubiesen puesto una película que va a la velocidad de la luz en
modo de súper lento, así percibimos mejor todos los detalles. Un
día en el mundo ísico equivale a un parpadeo desde otro sistema
de realidad no ísico.
Si estás viviendo una realidad ísica, eso no quiere decir que estás
en el comienzo de algo o en el inal de una evolución, todo ocurre
en paralelo. No es mejor vivir en el mundo astral o mental, es
simplemente otra experiencia. Para experimentar los opuestos se
colocaron límites como el concepto de tiempo, así los Seres crean y
experimentan de forma podríamos decir rápida, ya que sienten
que se les acaba dicho tiempo. Si no existiesen estos límites, bien
podría un Ser pasarse una eternidad para experimentar cualquier
cosa. Por lo tanto, son límites autoimpuestos para este sistema de
realidad especí ico y nos ayudan a experimentarlo de la mejor
manera.
Venus y Marte
Durante los siguientes cuatro dı́as conversamos acerca de toda la
informació n recibida en el centro galá ctico. Todavı́a a nuestro cerebro
le cuesta mucho comprender los conceptos de “vidas
multidimensionales” o de “la relatividad del tiempo y el espacio”, y
probablemente, como dice el maestro, a nuestro ego no le convencen
estas ideas.
“Nos encontramos en el astral medio del planeta Venus, eso signi ica
que las personas que lo habitamos tenemos un nivel de consciencia
similar que nos permite compartir y desarrollarnos en dicho nivel. No
es que exista una lı́nea que divide al planeta en bajo, medio y alto astral,
simplemente cada quien ocupa el lugar que le corresponde de acuerdo
a la frecuencia vibratoria de su consciencia. Yo nacı́ en el mundo astral,
no tengo un cuerpo fı́sico en esta vida, pero tengo recuerdos de
existencias fı́sicas en el planeta Venus y en otros planetas como la
Tierra.”
“Todos los vestidos los hacemos nosotros mismos desde que tenemos
edad su iciente para crearlos. Como el lı́mite es la imaginació n,
podemos utilizar todos los materiales, colores, texturas, olores y hasta
sonidos que deseemos.” Alanis llevaba un vestido de color azul turquesa
del cual colgaban hermosas lores de color blanco y su mamá parecı́a
vestida de sol ya que su vestido emanaba rayos dorados y plateados.
Comencé a llorar porque dentro de mı́ sentı́ una emoció n de amor muy
profundo por Alanis, nos abrazamos porque ambos comprendimos que
en esta vida no estarı́amos juntos. Le dije que intentarı́a volver en mi
cuerpo astral, a lo que ella respondió que todo este proceso de
enseñ anza era una rareza y que el maestro lo habı́a creado para ayudar
a los Seres del planeta Tierra a crecer en consciencia, pero que no nos
volverı́amos a ver durante un tiempo. Cada quien tenı́a caminos y
misiones separadas esta vez, pero ambos está bamos seguros de que en
un futuro nos encontrarı́amos.
Me acosté a las 8:00 pm, recé a Dios Padre y Madre. Estoy dejando de
rezar el Padre Nuestro de la forma como me lo enseñ aron en el colegio,
me gusta dirigirme a mi Dios de forma directa, como quien le habla a un
amigo, estoy creando mi propia oració n que re lejará todo lo que he
aprendido hasta ahora. Le pedı́ que en su amor de Padre y Madre
Universal se apiadara y tuviese compasió n por la humanidad que vivı́a
tan ciega a la realidad. Me imaginé có mo podı́a sentirse Dios viendo
có mo sus hijos utilizan el ilimitado poder que les dio. Yo no tengo hijos,
pero amo profundamente a mi hermana y si ella cometiese el mismo
error todo el tiempo creo que me desesperarı́a e intentarı́a ayudarla
por todos los medios. Quizá esto es lo que Dios hace, pero no nos
interesa escucharlo. Sabemos que no estamos haciendo bien las cosas,
basta con ver el estado actual del mundo. No existe un solo paı́s en el
cual sus habitantes esté n plenamente felices, cada dı́a hay má s y peores
enfermedades, hay violencia por todos lados, el agua está contaminada,
no cabe la menor duda de que este no puede ser sino el camino de la
destrucció n, un suicidio colectivo. Tenemos que buscar una solució n,
una salida que funcione para todos. Claro que es má s fá cil pensar que
Dios es un ser castigador y que por eso nos ocurren todos nuestros
infortunios, que lo hemos ofendido y está vertiendo sobre nosotros
toda su furia.
Kalian llevaba puesta una larga tú nica color azul y verde oscuro, que me
recordaba a la ropa usada en los dibujos de los libros referidos a la
civilizació n griega, y en los pies tenı́a puestas unas sandalias color
dorado. Al tenerlo a mi lado comencé a escuchar a lo lejos el relajante
sonido que hacen las olas al golpear la arena de la orilla. Intenté buscar
el lugar de donde provenı́a el sonido hasta que comprendı́ que salı́a de
la tú nica de Kalian, quien creó su vestimenta con ese sonido tan
agradable, imagino que por su amor a la mú sica.
Cada una de las cinco pirá mides está dedicada a un á rea del saber y
dicha á rea se encuentra dividida en varias secciones, cada persona
puede pasarse una vida entera en una sola secció n para perfeccionar un
arte o un conocimiento espiritual o tambié n puede desarrollarse en
varias de ellas. En la de color azul ultravioleta se aprende acerca de las
leyes universales del Absoluto, podrı́a decirse que es nuestra ilosofı́a
de vida o quizá s religió n utilizando conceptos de la Tierra; en la
turquesa se desarrolla e investiga todo lo relacionado con la naturaleza,
se analizan todos sus aspectos y se desarrollan inventos capaces de
mejorar la vida tanto astral como fı́sica; la de color naranja se dedica a
los asuntos de la sociedad, las normas humanas para la convivencia
pacı́ ica, la resolució n de con lictos entre los individuos y las formas de
mejoramiento de la vida en comú n; en la verde esmeralda se enseñ a la
historia desde la creació n, tanto de nuestro planeta como de otros
lugares muy remotos que incluyen a los seres humanos y a otras formas
de vida animal, vegetal y mineral, e incluso de otros seres diferentes a la
raza humana; y la de color dorado que es mi favorita, está dedicada a
todas las formas de arte y creació n universales.
Al avanzar hacia las pirá mides, observé como los cinco edi icios
formaban un cı́rculo y en su centro se erigı́a un enorme obelisco con
varias fuentes de agua a su alrededor. Los colores eran espectaculares,
brillantes y limpios como todo lo que hemos visto. Varios seres se nos
quedaban mirando y se inclinaban con las manos cruzadas en el pecho
en señ al de saludo respetuoso.
Habı́a niñ os, jó venes y adultos de todas las edades y no solo de la raza
amarilla que era la que predominaba allı́, sino que habı́a tambié n seres
de tez verde, azul, blanca, roja, negra y gris. No todos tenı́an la misma
contextura, algunos eran muy altos y sobrepasaban los dos metros y
otros, sobre todo los de la raza amarilla, eran má s bien pequeñ os. Todos
tenı́an las mismas caracterı́sticas humanas normales de dos brazos, dos
piernas y una cabeza con sus ojos, nariz, boca y orejas, pero cada parte
del cuerpo era diferente en cada raza.
Por ejemplo, los seres de la raza blanca y azul tenı́a los brazos y dedos
de la mano muy largos; los seres de la raza verde eran del tipo robusto
y alto con orejas que sobresalı́an un poco hacia los lados; los seres de la
raza roja tenı́an el cabello muy largo, tanto hombres como mujeres; los
seres de la raza negra eran bastante atlé ticos y fuertes, sus ojos eran
má s grandes y expresivos. Pero todos sin excepció n nos saludaban con
mucha amabilidad en sus rostros.
En todas las paredes habı́a formas geomé tricas. Me acerqué a una de las
paredes y observé una igura que sobresalı́a de la pared. Era una
circunferencia, en su interior contenı́a esferas del mismo diá metro,
superpuestas unas con otras y en cada una de ellas se observaban seis
esferas. Cuando el maestro me dijo que a esa igura se la llamaba La
Flor de la Vida, me pareció muy apropiado el nombre, parecı́a en
verdad una lor muy compleja. “Una de las áreas de esta pirámide
está dedicada al estudio de la geometría sagrada”, observó el
maestro. Era la primera vez que escuchaba ese té rmino ası́ que le pedı́
al maestro que me explicase un poco de donde provenı́a esa geometrı́a.
El maestro continuó : “Los conceptos que voy a explicarte son
complejos, y a veces di íciles de entender con la mente, pero poco
a poco en tu camino hacia Dios vas a ir integrándolos con la ayuda
de un cerebro mucho más rápido que es tu corazón. Son tus
sentimientos quienes primero van a comprender: En el principio
de los tiempos, solo existía la Nada, el Absoluto No Cuali icado. La
Nada se movió a sí misma, este movimiento generó una vibración
que es el primer Sonido, conocido como OM (AUM).
En ese momento, se nos acercó uno de los seres vestido con una larga
tú nica azul ultravioleta amarrada con un cinturó n. Tenı́a el pelo negro
largo amarrado en una cola, era de la raza amarilla y casi de mi tamañ o,
pero en su presencia me sentı́ como una hormiga ya que emanaba una
energı́a y una luz que hizo que me inclinara a saludarle con respeto.
Saludó al maestro Melquisedec con un gesto de con ianza y cariñ o que
denotaba una amistad previa. A mı́ me devolvió el saludo amablemente,
indicá ndome que le siguié ramos hasta una estancia. Entramos por la
puerta y aparecimos frente a un gran saló n con estantes ocupados por
miles de libros.
¿Por qué Dios crearı́a al ser humano con libre albedrı́o para
posteriormente castigarle por utilizarlo? Las religiones de tu planeta
realmente han hecho un diligente trabajo mostrando a Dios como un
ser al cual debe obedecerse, que se ofende por alguna actitud, y que
ademá s sus primeros hijos cometieron una gravı́sima falta convirtiendo
a la Humanidad entera en pecadora. Si todo lo que es y lo que no es
forma parte de Dios, entonces lo ú nico que podemos seguir haciendo es
experimentarnos en aquello que somos y en lo que no somos hasta
volver a la Primera Fuente, luego todo comenzará nuevamente, en una
eterna creació n-destrucció n.
Muchas de estas leyes las has ido estudiando con tus amigos gracias a
las enseñ anzas de tu maestro actual. Recuerda que la Madre Creadora
es, por encima de cualquier otra cosa, Amor. No castiga a los seres por
sus errores, cada quien es responsable hacia sı́ mismo.
Uno de los principios má s fá ciles de comprender, pero má s difı́ciles de
integrar, es el de la polaridad. Fuera del Absoluto No Cuali icado, todo
es relativo, todo tiene su opuesto, todo tiene dos polos. Los opuestos
son idé nticos en naturaleza pero diferentes en grado. El Ser se balancea
entre los dos polos durante muchas existencias hasta que comprende
que son una misma cosa. El bien y el mal, el amor y el odio no son sino
grados de lo mismo, por lo tanto se puede trasmutar el odio en amor o
el mal en el bien cambiando las vibraciones mentales propias o las de
los demá s.
Esto fue lo que presencié : habı́a dos jó venes recostados del tronco de
un hermoso á rbol. Estaban tomados de las manos contemplando todo a
su alrededor en un estado de completa paz. Habı́a ardillas, conejos,
pá jaros, venados, lores por doquier, realmente era un bosque hermoso,
como sacado de un cuento de hadas. El joven comenzó a hablar: “Amada
Naisha, deseo de todo corazó n crear un paraı́so de amor que dure para
siempre, allı́ viviremos felices junto a nuestros hijos e hijas.”
Naisha le respondió mirá ndolo a los ojos con inmensa ternura: “Aryam,
eres el amor de mi vida y te ayudaré a co-crear ese gran paraı́so.”
Lentamente se incorporaron, se colocaron uno frente al otro, tomados
de las manos y mirá ndose a los ojos. Justo en medio de la pareja, por
encima de sus cabezas, comencé a ver otra proyecció n.
“¿En cuá l lugar del universo imaginas que ocurre esta escena?”, me
preguntó Akenató n. Le respondı́ que no sabı́a exactamente en qué
planeta era pero que probablemente era en el universo astral. Entonces
con mucha paciencia y ternura me dijo lo siguiente: “Has presenciado el
primer esbozo de la creació n de un espacio de amor, por dos seres
humanos del planeta Tierra en la tercera dimensió n.” Lo miré perplejo y
le dije: “Me encantarı́a que ası́ fuese el futuro de la Tierra, pero eso que
visualicé no es algo haya ocurrido antes en mi planeta.”
Entonces con calma continuó : “Me alegra mucho decirte que ası́
comenzaron a formarse las familias y sus hogares durante millones de
añ os en la Tierra. Dos jó venes enamorados, con la energı́a má s
poderosa del universo, imaginaban cada pequeñ o detalle de su futuro
hogar durante varios añ os. Al inal se unı́an en matrimonio bajo la
mirada complacida de la Suprema Deidad y convivı́an toda su vida en
estos jardines autosustentables. La creació n de la Mente Suprema ha
sido siempre perfecta, la naturaleza es la cuna en donde Ella cuida de
sus hijos. Sus pensamientos son los á rboles, animales y demá s
creaciones, que en una total armonı́a fueron creados para estar al
servicio del Ser Humano. Al estar en permanente contacto con la
naturaleza, la velocidad de la mente de estos primeros humanos era
muy superior a la actual debido a que se mantenı́an alimentá ndose del
sueñ o de la Madre Creadora. La teletransportació n, la proyecció n de
imá genes en hologramas y la telepatı́a fueron sustituidas por
creaciones humanas totalmente imperfectas como vehı́culos, pelı́culas y
telé fonos.
El Ser Humano contiene en sı́ mismo todas las energı́as del universo y
debe aprender a equilibrarlas en la dimensió n de luz má s compactada,
para ası́ poder crear vida en otros planetas. El aprendizaje de los Seres
Humanos en la tercera dimensió n es la base para la creació n en todas
las dimensiones, por eso es fundamental. En este proceso se han
cometido muchos errores que han tenido como consecuencia la
destrucció n del planeta en cientos de ocasiones. Sin embargo, esto
forma parte del Perfecto Plan, ya que al in y al cabo, todos somos parte
de El, y es a travé s de todos los seres que existen en el universo que la
Madre Creadora experimenta su Sueñ o Creador. Algunos dioses han
intentado imitarla, tambié n han tentado al ser humano buscando
demostrar que es imperfecto, y que por ende Ella tampoco lo es. Por lo
tanto al inal del camino siempre está la Fuente Primera de todas las
cosas, lo que cambia es la forma como llegarle, y eso solo lo determina
cada ser humano haciendo uso de su libre albedrı́o.
Tal y como lo a irmaste, ası́ será el futuro del planeta Tierra, porque ası́
fue su pasado. Todo ha sido una larga pero deseada experiencia, es hora
de que el Ser Humano despierte y comprenda su papel de co-creador,
una sola imagen mental pura es capaz de crear universos enteros,
porque el Ser Humano lleva en su espı́ritu una partı́cula de la Suprema
Deidad.”
Antes de salir de la pirá mide azul ultravioleta, le recé a Dios con todas
mis fuerzas para que un dı́a pudiese volver a adentrarme en ella. Nos
despedimos de los maestros y de los demá s seres que nos
acompañ aron, le mostré mi agradecimiento con una larga reverencia y
una sonrisa sincera.
Yo fui el primero en hablar acerca de todas las enseñ anzas que habı́a
recibido en la pirá mide azul ultravioleta. Como si volviera a vivirlo
nuevamente les conté todos los detalles de mi experiencia. Yo mismo
me asombré de la memoria perfecta que tenı́a en ese momento, pero el
maestro nos aclaró que la memoria astral era fotográ ica y que
podrı́amos recordar todo como vié ndolo en una pelı́cula. Luego
comenzó a hablar Ana Emilia: “Kalian y yo visitamos la hermosa
pirá mide dorada que está dedicada a todas las formas de arte, por lo
tanto, estoy segura de que tendrı́a que dedicar cientos de vidas para
recorrer y aprender de todas sus á reas. El exterior de la pirá mide está
recubierto por puntos de luz dorada que forman estrellas. Encima de la
entrada hay un enorme diamante que actú a como prisma y emana
inimaginables colores hacia toda la estancia. En el centro, las personas
pueden sentarse a conversar y a admirar las paredes, los pisos y el
techo. Todo tiene una obra de arte, en cada rincó n hubiese podido pasar
horas contemplando una pintura o una escultura. Ademá s de todo este
regalo al sentido de la vista, se escuchan melodı́as que me hicieron
vibrar de emoció n durante todo el recorrido, no podrı́a describirlas
mejor ya que no tienen comparació n con nada de lo que he escuchado
en la Tierra, lo má s cercano serı́an las piezas clá sicas de grandes
compositores. Tambié n se escuchaban voces de himnos y cantos en
diferentes tonos de voz, pero siempre muy agradables.
Hicimos un recorrido por varias de las á reas a las cuales se ingresaba
por unos velos de colores y luz que hacı́an de puertas. Primero
entramos en el á rea dedicada a la pintura. Me impresionó mucho que la
mayorı́a de las personas estaban realmente pintando con pintura y con
pinceles, yo imaginaba que crearı́an todo con su mente, dado que
estaban en el mundo astral”, pero en realidad Kalian le explicó lo
siguiente a Ana Emilia: “Una gran parte de la existencia astral se dedica
a sentir el placer de aprender una habilidad, tanto artı́stica como
cientı́ ica o ilosó ica. Aun pudiendo leer un libro con só lo conectarse al
holograma mental de su autor, tambié n existe la alternativa de sostener
y pasar las pá ginas poco a poco disfrutando de la lectura. El proceso de
crear es uno de los actos má s complejos, ya que requiere del dominio
de la mente y de las emociones para lograr un resultado perfecto. Para
crear con la mente un cuadro que re leje no só lo colores, sino
emociones y que ademá s emita melodı́as acordes al tema se necesita
conocer todo el proceso de creació n manual del mismo. Ası́ la mente
puede juntar todos los pasos, escogiendo las texturas, medidas, colores
y lı́neas apropiados para crear una verdadera obra de arte. Quienes
logran hacerlo es porque han pasado mucho tiempo en á reas diversas
de la pirá mide dorada.”
Justo antes de salir de la pirá mide, habı́a una puerta con extrañ os
sı́mbolos, me acerqué a observarlos de cerca. Kalian expresó que era
geometrı́a sagrada y que esa á rea de la pirá mide estaba dedicada a las
artes del manejo consciente del poder de la energı́a, puse cara de
extrañ eza por ese nombre tan raro y me dijo: “Creo que en la Tierra las
llaman artes marciales, pero en realidad ese nombre no serı́a adecuado
aquı́, y esa descripció n que te doy es lo má s cercano que se me ocurre,
los sı́mbolos son justamente representaciones de distintos tipos de
energı́a. Quizá s esta sea el á rea má s compleja de toda la pirá mide, y una
de las de mayor utilidad para quienes tienen un cuerpo fı́sico. Muchos
maestros han dedicado sus vidas a experimentar las diferentes energı́as
del universo y a comprender sus funciones. Debido al poder que se
maneja en esta á rea, solo acceden aquellos que han pasado por todas
las demá s á reas de cada una de las pirá mides. Transmitir estos
conocimientos es una gran responsabilidad, algunos maestros han
reencarnado en la Tierra y han podido ayudar a muchos seres
humanos”.
Finalmente Rodrigo tomó la palabra y narró su experiencia: “He
quedado muy impactado por todo lo que he escuchado y por todo lo
que he experimentado.
Decidı́ preguntar: “¿Quié nes son esos seres que tienen como objetivo
evitar la evolució n de los seres de mi planeta? y ¿có mo hacen para
pasar desapercibidos?”
No existe nada que pueda dañ arte, a menos que tú lo creas ası́.
Elegimos formar parte de este juego, decidimos dı́a a dı́a que papel
deseamos representar y todos somos importantes e irremplazables.
Todos nos quedamos muy impresionados por sus palabras, sentı́ mucho
amor y compasió n de parte de los seres allı́ reunidos. Aquello nos harı́a
re lexionar mucho acerca del rumbo de nuestra querida Tierra. Nos
despedimos agradeciendo de todo corazó n la hospitalidad de nuestros
nuevos amigos y subimos nuevamente a la nave. Kalian nos acompañ ó
al centro multiplanetario y nos despedimos de é l agradecié ndole su
amabilidad y su dedicació n en mostrarnos su planeta.
Jesús
Al abrir los ojos en la habitació n observé la hora, eran las 2:22 am.
Luego de intentar recordar todo lo que habı́a vivido, el agotamiento
mental me venció y dormı́ hasta casi el mediodı́a del sá bado. Me
desperté con má s energı́a que nunca, me sentı́a con mucha esperanza y
optimismo. Cuando me senté a desayunar, me quedé observando la
jarra de agua en medio de la mesa intentando transmitirle
agradecimiento y amor, sabı́a que probablemente estarı́a
energé ticamente muerta, luego de pasar por tantas tuberı́as, pero al
menos la llenarı́a de amor. Mi hermana pasó a mi lado y me preguntó si
estaba intentando hipnotizar el agua, la abracé , le dije lo mucho que la
amaba y le expliqué en palabras sencillas lo importante que era llenar
el agua de agradecimiento antes de tomarla para que el cuerpo se
mantuviese sano.
Hablé por telé fono con Ana Emilia que se quedó en casa ayudando a su
mamá . Rodrigo vino a visitarme y estuvimos hablando de todo un poco.
Conversamos acerca del perı́odo de la historia al cual nos gustarı́a ir. El
siempre ha sentido una gran pasió n por los egipcios, tiene un enorme
a iche con las pirá mides de Egipto en su cuarto, ası́ que manifestó que
le gustarı́a ver có mo construyeron las pirá mides, aunque ya sabı́a que
no habı́an sido realmente ellos sino los atlantes. Pensamos que a Ana
Emilia quizá s le hubiese gustado la civilizació n
Recé a Dios pidié ndole mucha luz para comprender todo lo que estaba
viviendo, mi Fe se habı́a fortalecido, estaba decidido a hacer Su
Voluntad y en esta vida querı́a entregarle mi alma cada noche para que
se convirtiese en mi guı́a. En el mundo astral no era fá cil dirigir la
voluntad hacia los lugares elegidos, ni tampoco me resultaba sencillo
hacer lo que mi mente decidı́a. A veces me encontraba haciendo cosas
increı́bles y muy complejas, parecı́an trasmutaciones emocionales de
muchas situaciones. Comprendı́ que la manera de encontrar el camino
correcto era entregarme a Dios en cuerpo y alma cada vez que salı́a de
mi cuerpo. Luego de un rato de re lexió n, comencé a vibrar de pies a
cabeza me incorporé . Me tomé un momento para pedirle a Dios con
todas mis fuerzas que hiciera Su Voluntad en mı́, que decidı́a entregarle
mi vida en servicio. Luego seguı́ las instrucciones del maestro y volando
llegué a la entrada de la puerta dorada.
El maestro sonriendo y con mucha paciencia nos dijo: “Poco a poco van
a integrar en sus vida lo que han experimentado. Cuando comiencen a
vivir en consciencia, aquellos que los rodean van a percibir ese
profundo cambio, tarde o temprano comprenderá n que cada quien crea
su propia realidad.
Cuando Juan reconoció a Jesú s le dijo: “¿Por qué bajas tú al agua para
bautizarte, si debo ser yo quien necesita ser bautizado por ti?” Pero
Jesú s le susurró a Juan:
“Debemos dar el ejemplo a mis hermanos que está n aquı́ junto a mı́,
para que la gente pueda saber que ha llegado mi hora”.
Juan se le acercó y le dijo: “Ahora estoy seguro de que tú eres nuestro
Salvador”. Jesú s no pareció dar respuesta alguna, simplemente continuó
su camino.
@viajesdenacho
Índice
PRIMERA PARTE
Mis amigos
El maestro
La cuarta dimensió n
La Atlá ntida
The Matrix
La Ciudad Dorada
SEGUNDA PARTE
El Universo Astral
Melquisedec
Somos Multidimensionales
Universos Paralelos
Venus y Marte
Jesú s
Fin