68 Transfiguracion
68 Transfiguracion
68 Transfiguracion
1. Se lee el tema previo a juntarse podría ser en el transcurso del día o dos
horas antes de la reunión. Los matrimonios deben de hacerlo juntos.
Hacer una oración invocando el Espíritu Santo.
PRIMERA LECTURA
PENTATEUCO E HISTORICOS
GENESIS, EXODO, LEVITICO, NUMEROS, DEUTERONOMIO, JOSUE, JUECES, RUT, PRIMER LIBRO
DE SAMUEL, SEGUNDO LIBRO DE SAMUEL, PRIMER LIBRO DE REYES, SEGUNDO LIBRO DE
REYES, PRIMER LIBRO DE CRONICAS, SEGUNDO LIBRO DE CRONICAS, ESDRAS, NEHEMIAS,
TOBIAS, JUDIT, ESTER, PRIMER LIBRO DE MACABEOS, SEGUNDO LIBRO DE MACABEOS.
SEGUNDA LECTURA
PROFETICOS, LIRICOS Y SAPENCIALES
ISAIAS, JEREMIAS, BARUC, EZEQUIEL, DANIEL, OSEAS, JOEL, AMOS, ABDIAS, JONAS, MIQUEAS,
NAHUM, HABACUC, SOFONIAS, AGEO, ZACARIAS, MALAQUIAS, SALMOS, CANTAR DE LOS
CANTARES, LAMENTACIONES, JOB, PROVERBIOS, ECLESIASTES, SABIDURIA, ECLESIASTICO.
TERCERA LECTURA
HECHOS DE LOS APOSTOLES, CARTAS PAULINAS, CARTAS APOSTOLICAS Y
APOCALIPSIS
HECHO DE LOS APOSTOLES, CARTA A LOS ROMANOS, PRIMERA EPISTOLA A LOS CORINTIOS,
SEGUNDA EPISTOLA A LOS CORINTIOS, EPISTOLA A LOS GALATAS, EPISTOLA A LOS EFESIOS,
EPISTOLA A LOS FILIPENSES, EPISTOLA A LOS COLOSENSES, PRIMERA EPISTOLA A LOS
TESALONICENSES, SEGUNDA EPISTOLA A LOS TESALONICENSES, PRIMERA EPISTOLA A
TIMOTEO, SEGUNDA EPISTOLA A TIMOTEO, EPISTOLA A TITO, EPISTOLA A FILEMON, EPISTOLA
A LOS HEBREOS, EPISOTLA A SANTIAGO, PRIMERA EPISTOLA DE PEDRO, SEGUNDA EPISTOLA
DE PEDRO, PRIMERA EPISTOLA DE JUAN, SEGUNDA EPISTOLA DE JUAN, TERCERA EPISTOLA
DE JUAN, EPISTOLA DE SAN JUDAS, APOCALIPSIS.
CUARTA LECTURA
EVANGELIOS
SAN MATEO, SAN MARCOS, SAN LUCAS, SAN JUAN
Transfiguración
1. Situación. En los evangelios está situada la transfiguración de Cristo en un momento decisivo, el momento en
que Jesús, reconocido por sus discípulos como *Mesías, les revela cómo va a realizarse su obra : su glorificación
será una resurrección, lo cual implica el paso por el sufrimiento y por la muerte (Mt 17,1-9 p; cf. 16,13-28 p).
Este contexto da a la escena su significado en la vida de Cristo y su fecundidad en la vida del cristiano. Jesús
aparece aquí realizando las Escrituras (cf. Lc 24,44ss) y sus oráculos sobre el Mesías, el siervo de Dios y el Hijo
del hombre. 2. El misterio. Jesús escoge como testigos del acontecimiento a los que serán testigos de su agonía
: Pedro (cf. 2Pe 1,16ss), Santiago y Juan (Mc 14,33 p; cf. 5,37). La escena evoca las teofanías de que *Moisés y
*Elías fueron testigos en la *montaña de Dios (Sinaí-Horeb, cf. Éx 19,9; 24,15-18; lRe 19,8-18). Dios no
manifiesta solamente su presencia hablando en medio de la *nube y del *fuego (Dt 5,2-5); sino que Jesús, en
presencia de Moisés y de Elías, aparece a sus discípulos transfigurado por la *gloria de Dios. Esta gloria les
infunde terror, *temor religioso delante de lo divino (cf. Lc 1,29s); pero provoca tambiénuna reflexión sugestiva
de Pedro, que expresa su gozo delante de la gloria de aquel cuya mesianidad había confesado; Dios va a habitar
con los suyos, corno lo anunciaron los profetas de los tiempos mesiánicos. Sin embargo, la gloria no es la del
último *día; no se reduce a iluminar los *vestidos y el *rostro de Jesús, como en otro tiempo ponía radiante el
rostro de Moisés (Éx 34,29s.35). Es la gloria misma de Cristo (Lc 9, 32) que es el *Hijo muy amado, como lo
proclama la voz que sale de la nube. Al mismo tiempo esta voz ratifica la revelación que ha hecho Jesús a sus
discípulos y que es el objeto de su conversación con Moisés y con Elías: ese «éxodo» cuyo punto de partida va a
ser Jerusalén (Lc 9,31), ese paso por la *muerte necesario para la entrada en la gloria (cf. Lc 24,25ss); en efecto,
la voz divina prescribe *escuchar al que es el Hijo, el elegido de Dios (Lc 9,35). La palabra que resuena en el
nuevo Sinaí revela que una *ley nueva va a ocupar el lugar de la ley dada en otro tiempo ; esta palabra evoca
tres oráculos del AT: uno que con-cierne al *Mesías y a su filiación divina (Sal 2,7), otro que se refiere al *siervo
de Dios, su *elegido (Is 42, 1), el tercero en que se anuncia un nuevo *Moisés (Dt 18,15; cf. Jn 1, 17s): «Yahveh
tu Dios suscitará... un *profeta como yo: a él le escucharéis.» Escucharle es, en efecto, escuchar al Verbo hecho
carne, en quien el creyente ve la gloria de Dios (cf. Jn 1,14). 3. Fin y fruto del acontecimiento. La transfiguración
confirma la confesión de Cesarea y consagra la revelación de Jesús, Hijo del hombre, paciente y glorioso, cuya
muerte y resurrección cumplirán las Escrituras. Revela la persona de Jesús, Hijo muy amado y trascendente,
que posee la gloria misma de Dios. Manifiesta a Jesús y su palabra como la ley nueva. Anticipa y prefigura el
acontecimiento pascual que, por el camino de la cruz, introducirá a Cristo en la plena expansión de su gloria y
de su dignidad filial. Esta experiencia anticipada de la gloria de Cristo está destinada a sostener a los discípulos
en su participación en el misterio de la *cruz. Los cristianos, hechos por el *bautismo partícipes del misterio de
resurrección prefigurado por la transfiguración, son llamados ya acá en la tierra a transfigurarse cada vez más
por la acción del Señor (2Cor 3,18) hasta que sean totalmente transfigurados con sus *cuerpos cuando llegue la
parusía (Flp 3,21). En su participación terrenal en los *sufrimientos de Cristo todo encuentro auténtico con el
Señor Jesús tiene en cierto modo la misma función para el apoyo de su *fe que la transfiguración para el apoyo
de la fe de los discípulos.
-> Blanco - Gloria - Vestido.